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Chartier, Anne Marie.

“La obligatoriedad escolar y el oficio de educar” en: Enseñar


a leer y escribir. Una aproximación histórica. México, Fondo de Cultura
Económica, 2004, pp. 21-56

La presente lectura comienza abordando el derecho otorgado por ley para que todos los niños
independientemente de su situación socioeconómica asistan a la escuela. Por desgracia en algunos países
esto no es posible, ya que no se cumple con los niveles de armonía que se requieren para ello.

La autora toma el caso de Francia y desde ahí pretende un recuento de los acontecimientos históricos que
llevaron a la república francesa a otorgar la obligatoriedad escolar a partir de 1881. Para que este
acontecimiento tuviera lugar las demandas familiares fueron de vital importancia al ejercer la presión
necesaria para que el estado terminara cediendo.

Este cambio de paradigma dentro de la instrucción escolar se da después del término de la Revolución
Francesa. Antes de ello las “escuelas” eran auténticos muladares donde personas poco instruidas hacían las
veces de “maestro” y enseñaban a los chicos latín.

Al terminar la Revolución se da el cambio las escuelas se formalizan, los maestros comienzan a prepararse en
las escuelas normales, se aplican actividades extracurriculares, los niños comienzan a participar en cosas
lúdicas. En fin asistir a la escuela comienza a ser parte del día a día de los niños.

Con el comienzo del nuevo milenio la educación en Francia pasó de ser un anhelo y se convirtió en una
conquista, producto de las luchas y combates acaecidos en los siglos XVI y XVII. El papel del maestro
adquiere un papel importante dentro de esta titánica tarea, pues aparte de seguir ordenes de sus superiores
deben lidiar con los padres de familia, quienes no siempre los tienen en buena estima; y además por si esto
fuera poco también están los alumnos quienes al ir avanzando en edad se vuelven más difíciles de tratar.

El trabajo que se nos presenta persigue como finalidad principal hacer un recuento de las luchas justas y
necesarias que se libraron para que Francia alcanzará la obligatoriedad escolar, se entendió que el único
lugar donde es propicio aprender a leer y escribir se llama escuela, y que dicho espacio no hubiera sido
posible si no se hubiera pealado para que este terminará existiendo. Los maestros también fueron parte
importante de este acontecimiento, fueron preparados en saberes pedagógicos y psicológicos que les
permitieron entender sus contextos personales y también laborales. Pues para tratar con chicos,
independientemente de la edad que estos tengan siempre será difícil y más si no se posee la preparación
adecuada.

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