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¡NOPARIMOSHIJOSEHIJASPARALAGUERRA!

Tibú, 04 de diciembre de 2023

ESTIMADOS Y ESTIMADAS
JURADOS
PREMIOS CAFAM A LA MUJER

Quiero agradecerles por el reconocimiento que me hacen y hacerles saber lo mucho que
admiro los Premios Cafam A La Mujer y la labor que hacen otras mujeres por sus comunidades
desde diferentes partes del país. Les cuento que mi vida no ha sido fácil porque a mi esposo
lo asesinó el Ejército Nacional de Colombia, dejándome viuda y madre soltera de cuatro hijos.
Por denunciar he sido amenazada, perseguida y desplazada en varias ocasiones:

➢ Ejecución extrajudicial a su esposo por parte del Ejercito Nacional de Colombia.

➢ Sobreviviente de una persecución por parte de integrantes Ejercito Nacional de Colombia por
denunciar el asesinato de su esposo.
➢ Sobreviviente de un intento de asesinato por parte de integrantes del Bloque Catatumbo de
las Autodefensas Unidas de Colombia por denunciar las violaciones de los Derechos Humanos
en el corregimiento de La Gabarra del municipio de Tibú, Norte de Santander.
➢ Desplazada en cinco ocasiones por defender los Derechos Humanos y denunciar las
infracciones del Derechos Humanos: Tibú 30/11/2004; Cúcuta 13/06/2006; Cúcuta
21/10/2006; Tibú 09/11/2018; Tibú 09/06/2021.

La adversidad no ha sido un obstáculo para trabajar por la paz, las mujeres y los niños y niñas
del Catatumbo. Muestra de lo anterior, las comunidades y organizaciones sociales me
postularon en los siguientes espacios de participación ciudadana que actualmente hago parte:

➢ Delegada al Comités Territorial de Justicia Transicional de Norte de Santander

Mesa Departamental de Participación Efectiva de las Víctimas de Norte de Santander
➢ Delegada al Comités Territorial de Justicia Transicional de Tibú
Mesa Municipal de Participación Efectiva de las Víctimas de Tibú
➢ Integrante de la Coordinadora Humanitaria
Mesa Humanitaria y de Construcción de Paz del Catatumbo
➢ Vocera de la mujer
Consejo Municipal de Paz, Reconciliación y Convivencia de Tibú
➢ Vicepresidenta
Fundación Hijos Víctimas del Catatumbo
➢ Integrante de la Mesa Permanente de Mujeres y Restitución de Tierras
Unidad Administrativa Especial de Gestión de Restitución de Tierras Despojadas
➢ Coordinadora Departamental
Influencia de Lideres y Lideresas Comunitarias de Colombia.

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Además de lo anterior, junto a otras mujeres del Catatumbo logramos fundar la Asociación
de Madres del Catatumbo por la Paz el 29 de mayo de 2019, de la cual soy su presidenta y
que en varias ocasiones hemos recibido los siguientes reconocimientos por nuestro trabajo:

➢ 10 de marzo de 2021. Reconocimiento por la defensa del derecho a la vida, la paz, la

reconciliación y los derechos humanos por parte de la Corporación Construyendo
Poder, Democracia y Paz, PODERPAZ.
➢ 30 de mayo de 2021. Artículo publicado por el diario La Opinión; Ser Madre En Medio
Del Conflicto Armado. Enlace: https://www.laopinion.com.co/region/ser-madre-en-
medio-del- conflicto-armado
➢ 12 de febrero de 2022. Personaje de la semana de la Fundación Paz & Reconciliación.
➢ 04 de febrero de 2022. Joven sobresaliente de Norte de Santander de 2021 en la
categoría; Contribución a la Niñez, a la Paz Mundial y los Derechos Humanos.
➢ 17 de marzo de 2022. Reconocimiento a la contribución en la lucha por la igualdad
de género en el departamento de Norte de Santander por parte de la Defensoría del
Pueblo Regional Norte de Santander.
➢ 18 de diciembre de 2022. Reconocimiento por la defensa de los derechos humanos
por parte Fundación Sueños del Catatumbo.

Aquí te explico un poco del trabajo de la Asociación.

Constitución
El 29 de mayo de 2019 en la escuela de la vereda Socuavo del municipio de Tibú realizamos la
“Cumbre de las Madres del Catatumbo por la Paz”, a la cual asistieron más de 500 mujeres
de diferentes municipios de Norte de Santander, que cansadas de ver las pérdidas que la
guerra dejaba en sus vidas, decidimos reunirnos para luchar por la paz y la defensa de los
Derechos Humanos de las mujeres, niños, niñas y adolescentes en el Catatumbo.
Las madres del Catatumbo hemos repetido incesantemente la consigna “no parimos hijos
para la guerra”. Esta consigna la hemos convertido en un reclamo ante el Estado Colombiano
para que busque el fin de la guerra, que se ha ensañado con nuestros cuerpos y vidas. Las
mujeres y las madres hemos cargado con las consecuencias de un conflicto que nos violenta,
desplaza, silencia, deja viudas, roba nuestros hijos y nos quita nuestras oportunidades de
organizarnos, trabajar, estudiar y de vivir nuestra vida en paz. Por esto, deseamos que
nuestros hijos tengan oportunidades y que empuñar un arma no sea una opción. Que la alegría
frente a la decisión de ser madre no derive en la profunda tristeza que acompaña un duelo
por perder a nuestros hijos y anhelamos que el Catatumbo sea una región de nuevas
oportunidades para todas las comunidades que han sido desangradas por la guerra.
En la Cumbre hicimos un clamor, al Gobierno Departamental y Nacional, que exige garantías
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para la defensa de la vida y la implementación del Acuerdo de Paz, el cese bilateral de

hostilidades entre el Gobierno Nacional y el ELN, la reactivación de mesa de negociación
con el ELN, la exploración de conversaciones con el EPL, y así seguir buscando la Paz que
tanto anhelamos los colombianos.
Trabajo por la paz y la reconciliación
Desde entonces, nuestras actividades se han orientado a la promoción y defensa de los
Derechos Humanos, la paz, la reconciliación como también la convivencia de los hombres y
mujeres del Catatumbo. Por lo cual, hemos monitoreado las situaciones en donde se presentan
vulneración de DDHH e infracciones al DIH, para la continua realización de denuncias
públicas frente a estos hechos, que generan acciones para atender la violencia que se
presentan cotidianamente en nuestros territorios, con la exigencia de garantías para el
ejercicio de defensa de los derechos y de las víctimas desde nuestro lugar de mujeres, madres
y lideresas sociales.

Frente a la guerra, nuestra respuesta ha sido el dialogo social, nos hemos dedicado hacer
pedagogía de paz a través de reuniones con líderes y lideresas comunales, campesinas,
indígenas, comunidad LGBTIQ+ y defensoras de DDHH, en la cual, buscamos alternativas
frente al abuso de los grupos armados legales e ilegales que atentan contra la comunidad,
para esto, se apoya la conformación de la Red de Defensores y Defensoras de Derechos
Humanos; Diálogo de Convivencia por la Paz -DIACONPAZ.

Otro mecanismo de apoyo llevado a cabo, también ha sido acompañamiento de los

desplazamientos forzados masivos donde las comunidades han sido obligadas a abandonar sus
viviendas, huyendo de las balas, en el que se ha tenido que construir refugios humanitarios
como ocurrió en la Escuela El Ambato, donde más 300 personas desplazadas de las veredas
Tutumito y la Silla, como consecuencia de la masacre perpetrada por Los Rastrojos el 18 de
julio de 2020.
Así mismo, promovemos el autocuidado entre mujeres y a no señalar nunca a la víctima,
entendiéndose que la culpa no es suya bajo ningún contexto, a acompañarlas y a hacer eco
de lo que les está pasando en todas las regiones del país, para que se exija el esclarecimiento
de estos hechos que hacen parte de una violencia de género sistemática y se trabaje en
medidas para la prevención y eliminación de dichas violencias en sus territorios.
Trabajo con los más vulnerables
Ante la gravedad de la crisis social provocada por la Covid-19 y las restricciones del
aislamiento general que profundizó la desigualdad, acudimos a la solidaridad, al realizar la
“Campaña por las Personas con Condición de Discapacidad”, cuyo objetivo consistió en
llevarles víveres no perecederos y medicamentos a las personas más vulnerables en Norte
de Santander.
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A estas gestiones se suman otras acciones encaminadas a resolver necesidades de las

comunidades; un filtro de agua y aulas a la escuela, como también a la comunidad de la vereda
Vetas de Oriente, Tibú; una dotación de pañales para la atención de niños y niñas recién
nacidos al E.S.E Hospital Regional del Norte en Tibú; dos (2) sillas de ruedas, una silla hacia
una niña del corregimiento La Gabarra, Tibú y la otra a una niña víctima del desplazamiento;
un colchón clínico a una persona en condición de discapacidad del corregimiento de Campo
Dos, Tibú, y diez (10) almohadas ortopédicas a personas en condición de discapacidad
pertenecientes a Norte de Santander en articulación con organizaciones gubernamentales y
no gubernamentales.

Revindicado la memoria
Las Madres hemos gestionado espacios para la reflexión sobre la importancia de la solidaridad
y la memoria de las víctimas del conflicto armado, en articulación con la Comisión para el
Esclarecimiento de la Verdad, Jurisdicción Especial para la Paz y la Unidad de Búsqueda de
Personas dadas por Desaparecidas y el Ministerio Público; para exigir verdad, justicia y
reparación de las víctimas de la Masacre Carbonera sucedida el 29 de mayo; la Masacre de
Tibú el 17 de julio; la Masacre de La Gabarra ocurrida el 21 de agosto; y el reconocimiento
de responsabilidad por parte de los firmantes del acuerdo de paz del frente 33 de LAS FARC
por la masacre de la finca la duquesa de corregimiento La Gabarra Tibú por la muerte de 24
campesinos recolectores de la hoja de coca, en solidaridad con las víctimas que han tenido
que enfrentar la violencia sistemática de diferentes actores legales e ilegales, en su búsqueda
de la verdad, una verdad reparadora que les permita cumplir el duelo por sus desaparecidos,
tal como es el caso de Henry Pérez Ramírez, líder campesino de La Gabarra, Tibú,
desaparecido desde el 27 de enero de 2016. Y en la replica del informe final y sus
recomendaciones de Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad.

Trabajo en recuperación y prevención de reclutamiento forzado

Además de lo anterior en el ejercicio de nuestro trabajo que realizamos, hemos recuperado
a treinta ocho (38) entre niños, niñas y adolescentes del reclutamiento forzado, y protegido
a doscientos cincuenta (250) en amenaza de reclutamiento forzado. Para ello, hemos fundado
Hijos Victima del Catatumbo: la Escuela Arte, Música y Cultura en el corregimiento La
Gabarra, zona rural del municipio de Tibú, Norte de Santander, que atiende a más de 500
entre niños, niñas y adolescentes de nacionalidad colombiana y venezolana.

Trabajo con las mujeres en riesgo

La inseguridad de nosotras aumento cuando denunciamos los feminicidios sistemáticos en
Tibú, Norte de Santander, durante el año 2021, en el cual asesinaron dieciséis (16) y fueron
amenazadas y desplazadas cincuenta dos (52) mujeres.

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En ese momento observamos que las entidades no contaban con una ruta eficaz para
proteger la vida de las mujeres, por lo cual nosotras impulsamos la conformación de una Red
Interna de las Madres del Catatumbo de Mujeres, que consistió en crear rutas de transporte
desde territorio hacía lugares seguros, que nos ha permitido brindar apoyo y
acompañamiento a setenta y tres (73) mujeres de varios municipios de Norte de Santander
que fueron amenazadas y desplazadas por grupos legales e ilegales.

Entendemos el dolor de las mujeres, madres, hermanas, tías, comadres, vecinas, por los hijos
e hijas que les ha arrebatado la guerra. También reconocemos que no sólo como madres
hemos sufrido la guerra; también como mujeres, en donde nuestros cuerpos también han
sido violentados, nuestros derechos han sido vulnerados y nuestros territorios destruidos
por las disputas históricas sucedidas en el Catatumbo entre diversos grupos armados legales
e ilegales. Nuestro reclamo, se suma al reclamo incesante y necesario por la paz para la
garantía de la vida digna. Es un reclamo de resistencia frente a la vida de luto y duelo a la que
les ha condenado la guerra.

En suma, sobre hechos de violencias basadas en género, hemos promovido el autocuidado

entre mujeres, la no estigmatización de las víctimas, generado un acompañamiento en estos
casos y visibilizado la violencia que han pasado las mujeres de Norte de Santander en todas
las regiones del país al exigiendo que se esclarezcan estos hechos que hacen parte de una
violencia sistemática, así como las medidas para la prevención y eliminación de dichas
violencias en sus territorios.

Además de lo anterior, hemos articulado y organizado conversatorios virtuales denominados

'Mujeres construyendo paz' con otras organizaciones de otros departamentos, como lo son:
las Madres de Falsos Positivos de Colombia, Tejedoras de Mampuján, Asociación de Ruta
Pacífica de Mujeres, Costurero de Memoria; Kilómetros de Memoria y Vida y Organización
Feminista Popular a nivel nacional, que buscaron un intercambio de experiencias de las
problemáticas que tienen que enfrentar y sus posibles alternativas.

Nos quieren callar

Varias de nosotras hemos sido estigmatizadas, perseguidas, detenidas, amenazadas y dos de
nuestras compañeras sufrieron atentados de muerte y el asesinato de una compañera que
está en investigación.

Desde el pasado 22 de enero de 2023, hemos sufrido de la persecución y amenazas de

muerte, donde hoy como madres levantamos la voz y hacemos un llamado a la solidaridad
frente a las amenazas de asesinato a nuestra presidenta, secretaria ejecutiva, tres (3) voceras
municipales de Tibú, por nuestro trabajo constante en el territorio y el acompañamiento en
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la protección de mujeres, niños, niñas y adolescentes que en los últimos dos meses han
recibido amenazas y han tenido que abandonar sus hogares y en muchos casos a sus familias,
como es el caso de la anterior secretaria que sufrió un montaje judicial de sus hijos y en el
caso de la presidenta, la retención de su hijo por un grupo armado ilegal.

Desde junio del 2021 amenazaron y desplazaron a nuestra presidenta que hasta el día de hoy
se encuentra refugiada en la capital de Norte de Santander desde la cual continua con su
trabajo con las comunidades pese a las amenazas que ha sufrido. También otras compañeras
han pasado por hechos similares. Donde a partir del intento de asesinato a nuestra secretaria
nos vio obligadas al desplazamiento; no hemos tenido acompañamiento de ninguna entidad
como tal, por el contrario nos hemos sentido muy solas, el acompañamiento que hemos
tenido es de algunas ONGs, o refugiadas por algunas compañeras de trabajo que a sabiendas
del peligro al que se exponen, lo asumen por la labor que desarrollamos en las comunidades,
como también se ha recibido la colaboración de algunos medios de comunicación que han
estado para visibilizar todo lo que está ocurriendo. Por lo tanto, sentimos que nos ha tocado
especializarnos solas; las capacitaciones que han recibido las Madres del Catatumbo se deben
a que hemos sido invitadas por asociaciones u otras entidades para hacerlas, nunca hemos
visto una capacitación, ni una ruta segura de protección que se enfoque en las Madres del
Catatumbo.

Nuevamente nos encontramos en la ardua labor de defender la vida de las mujeres del
Catatumbo, vidas amenazadas cada día. Donde cada día despertamos con el miedo y la
incertidumbre de qué pasará con nuestras vidas, pero con la convicción de que el silencio no
es una opción. Por consiguiente, desde que asumimos la decisión de trabajar por la defensa de
los derechos humanos y de juntarnos como asociación, hemos buscado las formas de hacer
frente a los riesgos que se ciernen sobre las mujeres y sus hijos e hijas; y así lo seguiremos
haciendo a pesar de que hablar o callar nos cueste la vida.

Somos conscientes del empeño por cegar nuestra labor y el riesgo de perder la vida de quienes
asumimos la defensa de los Derechos Humanos, pero también de que la juntanza es una fuerza
transformadora que salva vidas; de ahí que hagamos un llamado de solidaridad para rodear a
nuestras compañeras, a nosotras y a todas las mujeres como también a la infancia del
Catatumbo, territorio en el que el conflicto no ha dado tregua.

Por tanto, necesitamos que el Estado colombiano, los organismos internacionales y el país se
comprometa con esta región y quienes lo habitamos, y no nos ignoren y nos brinden las garantías
para seguir trabajando por los Derechos Humanos, el respeto a la vida y el derecho de vivirla
en paz.

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