CURSO DE

PREPARACIÓN
AL MATRIMONIO
CATÓLICO

1
 LECCIÓN 1
NATURALEZA DEL MATRIMONIO

"Y Dios creó al hombre a su propia imagen: a imagen de Dios lo creó:

varón y hembra los creó. Y Dios los bendijo, diciendo. Creced y
multiplicaos, llenad la tierra y sometedla". (Génesis 1:27-28).

1. ¿Quién hizo el matrimonio?

Dios hizo el matrimonio y las leyes relativas al matrimonio.

2. ¿Cuándo hizo Dios el matrimonio?

Cuando creó a Adán y Eva.

3. ¿Por qué Dios hizo el matrimonio?

Por dos finalidades:
1) para traer hijos al mundo y educarlos, y
2) para la ayuda mutua de marido y mujer.

4. ¿Cómo sabemos que la primer finalidad del matrimonio son los

hijos?
La Biblia dice así: "Creced y multiplicaos". (Génesis 1:28).
"Quiero pues que aquellas que son jóvenes se casen, tengan hijos y
gobiernen la casa". (1 Timoteo 5:14).

5. ¿No muestra el sentido común que la primer finalidad del

matrimonio son los hijos?
Sí, las diferencias, tanto físicas como mentales, entre el hombre y la
mujer muestran que la primera finalidad del matrimonio es traer hijos al
mundo.
El cuerpo de la mujer está hecho para tener y alimentar a los niños;
mientras que el cuerpo del hombre es más fuerte para que pueda proteger
a su familia, procurarles comida y refugio. La mujer es más amable, más
compasiva y más emocional que el hombre. Necesitan estas cualidades
para cuidar e instruir a sus hijos.

6. ¿Cómo sabemos que el amor y la ayuda mutua son la segunda

finalidad del matrimonio?
La Biblia lo dice:
"Y el Señor Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; hagamos de él
una ayuda como él... Entonces el Señor Dios arrojó un profundo sueño
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sobre Adán, y cuando estaba profundamente dormido, tomó una de sus
costillas y llenó la carne para ello. Y el Señor Dios construyó la costilla que
tomó de Adán en una mujer, y la trajo a Adán." (Génesis 2:18,21-22).

7. ¿No indica esto también el sentido común?

Sí, el sentido común muestra que los hombres y las mujeres están
incompletos el uno sin el otro, pero que encuentran su realización física y
espiritual en el matrimonio.
El hombre necesita la compasión, la comprensión y el estímulo de la
esposa, mientras que ésta necesita de él su amor, afecto, dirección y
compañerismo.

8. ¿Cuál es la finalidad del placer sexual?

Llevar al marido y a la mujer a tener hijos y fomentar el amor entre
ellos.

9. ¿Quiénes son los únicos que pueden disfrutar del placer sexual?
Sólo el marido y la mujer que están válidamente casados el uno con el
otro.
"Pero yo digo a los solteros y a las viudas: Es bueno para ellos si
continúan así, incluso como L Pero si no se contienen, que se casen. Porque
es mejor casarse que ser quemado." (1 Corintios 7:8-9).

10. ¿Cuántas esposas le creó Dios a Adán?

Sólo una esposa; Dios quiso que este matrimonio fuera el modelo para
todos los matrimonios: un hombre y una mujer.
"Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su
mujer, y serán dos en una sola carne". (Génesis 2:24).

11. ¿Cuánto tiempo quiere Dios que el marido y la mujer

permanezcan juntos?
Hasta la muerte de uno de los esposos.
"La mujer está sujeta a la ley mientras su marido miente; pero si su
marido muere, ella está en libertad; cásese con quien quiera; sólo en el
Señor". (1 Corintios 7:39).

12. ¿Por qué Dios ordena que el marido y la mujer permanezcan

juntos hasta la muerte?
Porque el bienestar de por vida de los hijos y de los propios casados
requiere que estén permanentemente unidos.
La ley divina exige que la pareja permanezca unida hasta la muerte,
aunque no tengan hijos. En casos especiales se permite la separación, pero
el vínculo del matrimonio permanece.

13. ¿Qué es un matrimonio válido?

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 Una unión que es un verdadero matrimonio ante Dios y por lo tanto
sólo puede romperse con la muerte.
Ningún poder en la tierra, por lo tanto, puede romper un matrimonio
válido. Esto incluye al Estado (el gobierno civil).
"Por tanto, lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre" (Marcos 10:9).

14. ¿Qué es un matrimonio inválido?

Una unión que nunca fue un matrimonio ante Dios.
Una pareja inválida debe separarse o convalidar el matrimonio. De lo
contrario, están viviendo en adulterio o fornicación.
"Ni los fornicarios... ni los adúlteros... poseerán el reino de Dios." (1
Corintios 6:9-10).

15. ¿Qué es necesario para que un matrimonio sea válido?

1) Un hombre y una mujer solteros, 2) que sean mayores de edad, 3)
libres para casarse, 4) capaces de tener relaciones sexuales, 5) que tengan
la intención de vivir juntos, 6) que sean fieles el uno al otro hasta la
muerte de uno de ellos, 7) que tengan la intención de tener una familia, y
8) que no estén de ninguna otra manera impedidos por la ley de Dios para
casarse.
Por ejemplo, está prohibido casarse con parientes cercanos, como
primos, tíos, sobrinos, etc..

16. ¿Dios hizo estas leyes sólo para los católicos?

No, todos los seres humanos tienen que obedecer estas leyes.
Sin embargo, los católicos también están obligados a seguir las leyes de
la Iglesia. Por ejemplo, un católico no puede casarse válidamente excepto
en presencia de un sacerdote y dos testigos (a menos que haya una
dispensa especial del obispo local para un caso particular y por una razón
suficientemente grave).

17. ¿Tiene el Estado autoridad para cambiar las leyes de Dios?

No. La ley de Dios está antes que la ley del hombre.
Pero, el Estado (gobierno civil) puede hacer leyes que requieren
licencia o registro, o en relación con la salud, los derechos de propiedad,
etc., siempre que estas leyes no estén en contra de las leyes de Dios.

18. ¿Pueden los hombres y las mujeres encontrar la verdadera

felicidad en el matrimonio?
Sí, si siguen el plan que Dios estableció para el matrimonio.
"Feliz es el marido de una buena esposa: porque el número de sus años
es el doble. La mujer virtuosa se regocija con su marido y cumplirá los años
de su vida en paz. Una buena esposa es una buena porción, será entregada
en la porción de los que temen a Dios, a un ruano por sus buenas acciones.

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Ricos o pobres, si su corazón es bueno, su rostro estará siempre alegre."
(Eclesiástico 26:1-4).

19. ¿Cuál es la mayor fuente de felicidad en el matrimonio?

Educar a los hijos en el temor y el amor de Dios.
Los registros de la corte muestran menos rupturas matrimoniales entre
parejas con familias numerosas.

PUNTOS PRÁCTICOS

1. Todas las leyes, tanto humanas como divinas, están hechas para
el bien de la sociedad. De vez en cuando, una ley causará dificultades a
un individuo, y esto es a veces cierto en el caso de las leyes de Dios sobre
el matrimonio. Pero todos se casan "para lo bueno o para lo malo". Por lo
tanto, si sin culpa nuestra, nuestra vida matrimonial es infeliz, o si la
pareja lo ha dejado, o si encuentras las leyes de Dios difíciles de cumplir,
hay que pedirle a Dios la fuerza para hacer su voluntad; hay que pedirle a
nuestro Salvador crucificado el valor para llevar nuestra cruz. El
Sacramento del Matrimonio da a los casados gracias especiales para vivir
sus vidas según las leyes de Dios. En cualquier caso, Dios no hace
“excepciones” a sus leyes sobre el matrimonio; romperlas por cualquier
razón es un pecado grave.

2. No intentar decidir si su propio matrimonio o el de otros es

válido o inválido. Eso sólo puede hacerlo alguien que sea especializado
en el conocimiento de estas leyes. El sacerdote que instruye a los novios
les dirá si el matrimonio es válido o no.

3. Una "anulación" no es la disolución de un matrimonio existente.

Es más bien una declaración de que un verdadero matrimonio nunca
existió a los ojos de Dios a causa de algún defecto o impedimento grave
que estaba presente en el momento en que la pareja intercambió sus
consentimientos. Por ejemplo, si una de los contrayentes no tenía la
intención de entrar en una unión permanente hasta la muerte, no se
celebraría el matrimonio válidamente, a pesar de las apariencias. Una
anulación se denomina más correctamente "declaración de nulidad".

5
LECCIÓN 2
LOS PECADOS CONTRA EL MATRIMONIO

LA SEPARACIÓN Y EL RECHAZO DEL DÉBITO MATRIMONIAL

"Pero por temor a la fornicación, que cada hombre tenga su propia

esposa, y que cada mujer tenga su propio marido. Que el marido pague
a la mujer el débito, y la mujer también de la misma manera al
marido. La esposa no tiene poder sobre su propio cuerpo, sino sobre el
marido. Y de la misma manera, el marido no tiene poder sobre su
propio cuerpo, sino sobre la mujer. No os privéis el uno al otro, excepto,
tal vez, por consentimiento, por un tiempo, para que os entreguéis a la
oración; y volved juntos de nuevo, no sea que Satanás os tiente por
vuestra incontinencia." (1 Corintios 7:2-5).

DIVORCIO

"Y los fariseos que se acercaban a él le preguntaron: ¿Es lícito que

un hombre repudiar a su esposa? Pero él les respondió y dijo: ¿Qué os
ha ordenado Moisés? Dijeron: Moisés permitió dar libelo de repudio y
despedirla. Mas Jesús les replicó: Por la dureza de vuestro corazón os
escribió ese precepto. Pero desde el principio de la creación, Dios los
hizo varón y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre,
y se unirá a su mujer. Y los dos serán en una sola carne. Por lo tanto
ahora no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, no lo
separe el hombre. De vuelta a su casa sus discípulos le preguntaron
sobre lo mismo. Y él les dijo: El que repudie a su mujer y se case con
otra, comete adulterio contra ella. Y si la mujer repudia a su marido y
se casa con otro, comete adulterio" (Marcos 10:2-12).

CONTROL DE NACIMIENTOS

"Por lo tanto, Judá le dijo a Onán su hijo: Ve a la esposa de tu

hermano [fallecido] y cásate con ella, para que puedas criar la semilla
de tu hermano. Sabiendo que los hijos no debían ser suyos, cuando
entró con la mujer de su hermano, derramó su semilla en la tierra,

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para que los niños no nacieran en nombre de su hermano. Y por eso el
Señor lo mató, porque hizo una cosa detestable." (Génesis 38:8-10).

1. ¿Cuáles son los pecados contra el matrimonio?

1) Rechazar el débito del matrimonio.
2) La separación ilegal.
3) Divorcio.
4) Mantener una compañía pecaminosa.
5) Adulterio.
6) Control de la natalidad.
7) Aborto.
8) Esterilización.

2. ¿Qué es el débito del matrimonio?

El "débito matrimonial" significa que una persona casada está obligada,
bajo pena de pecado mortal, a tener con su pareja casada relaciones
sexuales siempre que se le pida razonablemente.
Excusas legítimas para negarse son: adulterio, enfermedad, embriaguez,
locura, falta de ayuda, peligro para el bebé no nacido.

3. ¿Debe una persona casada insistir siempre en el derecho a tener

relaciones?
No, porque un matrimonio no puede tener éxito si no se basa también
en el amor y el desinterés.

4. ¿Por qué es un pecado mortal separarse de su pareja?

La separación en un matrimonio válido es un pecado mortal porque:
1) Dios lo dijo.
2) Separar significa rechazar el débito del matrimonio (pecado mortal).
3) Una persona separada está tentada a cometer adulterio o a cometer
algún otro pecado sexual.
4) Los niños no pueden ser educados adecuadamente.

5. ¿Se le permite a una persona válidamente casada separarse de

su cónyuge?
Sí, pero sólo por una razón muy seria, y sólo con el permiso del obispo.

6. ¿Por qué el divorcio y el volverse a casar ilegítimamente es un

pecado mortal?
Porque va claramente contra la ley de Dios.
"El que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio; y el que
se casa con la repudiada de su marido, comete adulterio." (Lucas 16:18).
"La mujer está sujeta a la ley mientras su marido vive; pero si su marido
muere, ella queda en libertad; que se case con quien quiera, pero en el
Señor". (1 Corintios 7:39).
7
 7. ¿Puede una persona separada o divorciada convivir con otra?
No, si el matrimonio es válido, porque tal persona sigue estando casada,
y a una persona casada nunca se le permite convivir con otra.
"Por lo tanto, mientras su marido viva, se la llamará adúltera si vive con
otro hombre." (Romanos 7:3).

8. ¿Qué es el adulterio?
Las relaciones sexuales entre una persona casada y alguien con quien
no está casado/a.

9. ¿Cuál es el pecado del control de la natalidad?

Hacer algo antes, durante o después de la relación sexual para evitar
que la mujer quede embarazada.
"Matrimonio honorable en todo, y el lecho matrimonial sin contaminar."
(Hebreos 13:4).
“...cuando Onán fue a ver a la esposa de su hermano (fallecido), derramó
su semilla en la tierra, para que no nacieran niños en el nombre de su
hermano. Y por eso el Señor lo mató, porque hizo una cosa detestable".
(Génesis 38:9-10).

10. ¿Dios permite alguna vez el control de la natalidad?

No, es siempre un pecado mortal.
"Él [Onan]... cuando fue a ver a la esposa de su hermano [fallecido],
derramó su semilla en la tierra, para que no nacieran niños en el nombre
de su hermano. Y por eso el Señor lo mató, porque hizo una cosa
detestable." (Génesis 38:9-10).

11. ¿Cuál es el pecado del aborto?

Matar a un bebé no nacido.
"No matarás". (Quinto Mandamiento).

12. ¿Se permite alguna vez el aborto para salvar la vida de una
madre?
No, porque quitarle la vida a un ser humano inocente, incluso a un no
nacido, es siempre un asesinato.
Desde el punto de vista médico, el aborto no es el procedimiento seguro
y sencillo como algunos pretenden. Puede causar graves lesiones a la
mujer, e incluso la muerte. Las mujeres que han abortado se vuelven
estériles y abortan más a menudo que las que no lo han hecho, además el
aborto conduce más a menudo a embarazos tubáricos que en las mujeres
que no han abortado a sus hijos. Los médicos reconocen que siempre es
más seguro para la mujer llegar a término con su embarazo que abortar,
incluso si esto significa tener una cesárea.

13. ¿Qué le sucede a un católico que aborta a sabiendas?

8
 La excomunión automática es la pena por este crimen.
Esto significa que tal persona no puede recibir los Sacramentos ni tener
un funeral católico.

14. ¿Puede una persona excomulgada volver a la Iglesia?

Sí, si está realmente arrepentida de haber cometido el crimen.
Sin embargo, el sacerdote que escucha su confesión tiene que obtener
un poder especial del obispo para levantarle la excomunión.

15. ¿Qué es la esterilización?

Hacer que los órganos reproductivos no sean fecundos, generalmente
ligando o cortando las trompas de Falopio, cortando o atando las vesículas
seminales (vasectomía), o quitando los óvulos o el útero (histerectomía).

16. ¿Qué tipo de pecado es la esterilización?

Siempre es un pecado mortal, a menos que los órganos estén enfermos
y deban ser extirpados porque son un peligro para la salud de todo el
cuerpo.
Nunca se permite a una mujer ligarse las trompas ni a un hombre
hacerse una vasectomía bajo ninguna condición, ni siquiera por orden de
los médicos. Si hay un grave peligro para la vida o la salud de la mujer, la
única solución de acuerdo con la ley de Dios es la abstinencia total o
periódica de las relaciones sexuales. (Véase el punto 3 infra).

PUNTOS PRÁCTICOS

1. Los pecados discutidos en esta lección van contra la ley de Dios y por
lo tanto están prohibidos a todos, no sólo a los católicos.

2. Si la falta de dinero o la mala salud dificultan tener hijos, hay que

considerar que ésta es la cruz que Jesús quiere que se lleve y que Él dará la
fuerza para llevarla.

3. Por una razón verdaderamente seria (por ejemplo, si la vida de la

madre estuviera en peligro por el embarazo), no va contra la ley de Dios
que una pareja practique la continencia periódica, es decir, tener
relaciones sexuales sólo durante el tiempo infértil de la mujer cada mes.
Esta práctica sólo se permite 1) con consentimiento mutuo, 2) si no es
ocasión de pecado, y 3) por una razón suficientemente grave. La práctica
no se debe continuar más tiempo del necesario.

4. Las futuras madres deben tener cuidado de firmar documentos en los

hospitales; no deben consentir un dilatación y curetaje a menos que sea
seguro que el bebé ya está muerto.

9
 5. Las mujeres que se someten a operaciones abdominales deben
decirle al médico que no se liguen las trompas. Una mujer a la que se le
han ligado las trompas está obligada a desatarlas.

6. Las píldoras anticonceptivas a menudo funcionan causando un

aborto temprano; el dispositivo intrauterino es también abortivo.

10
 LECCIÓN 3
EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO

"Someteos unos a otros, en el temor de Cristo. Que las mujeres se

sometan a sus maridos, como al Señor: Porque el marido es la cabeza
de la esposa, como Cristo es la cabeza de la iglesia. Él es el Salvador de
su cuerpo. Por lo tanto, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también
las esposas deben estar sujetas a sus maridos en todas las cosas.
"Maridos, amad a vuestras esposas, como Cristo también amó a la
iglesia, y se entregó a sí mismo por ella: para santificarla, limpiándola
con la fuente de agua en la palabra de la vida: para presentarse a sí
mismo como una iglesia gloriosa, sin manchas ni arrugas ni nada
parecido, sino santa y sin tacha. Así también los hombres deben amar
a sus esposas como a sus propios cuerpos. El que ama a su esposa, se
ama a sí mismo. Porque nadie ha odiado jamás su propia carne, sino
que la alimenta y la cuida, como también Cristo viste a la iglesia:
Porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. Por
eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y
serán dos en una sola carne. Este es un gran sacramento; pero yo
hablo en Cristo y en la iglesia.
"Sin embargo, cada uno de vosotros debe amar a su mujer como a sí
mismo, y la mujer debe temer a su marido." (Efesios 5:21-33).

1. ¿Qué es el Sacramento del Matrimonio?

El Matrimonio es el Sacramento instituido por Jesucristo para santificar
la unión legítima de un hombre y una mujer cristianos.

2. ¿Fue siempre el matrimonio un Sacramento?

No, el matrimonio, aunque es siempre una unión sagrada entre un
hombre y una mujer, fue elevado a la dignidad de Sacramento por
Jesucristo.

3. ¿Qué hace este Sacramento en una pareja?

1) Los une en una unión indisoluble (inquebrantable) hasta la muerte;
2) Hace crecer en sus almas la gracia santificante;
3) Les da ayudas especiales para cumplir con sus deberes de casados y
para superar las dificultades que puedan surgir en su vida matrimonial.

11
 4. ¿Quién puede recibir el Sacramento del Matrimonio?
Sólo los que han sido bautizados y son libres de casarse.

5. ¿Qué es necesario para recibir dignamente este Sacramento?

Hay que estar libre de pecado mortal.

6. ¿Qué clase de pecado es recibir este Sacramento indignamente?

Es un pecado mortal, un sacrilegio.
Sin embargo, el matrimonio es válido.

7. ¿Tienen que casarse los católicos con la Santa Misa?

No, pero es ciertamente apropiado que lo hagan.
La Misa especial para una boda católica se llama la Misa Nupcial.
Tradicionalmente, esta Misa no se celebra para los matrimonios mixtos, ni
durante la Cuaresma o el Adviento. Pero ahora puede ser celebrada, si la
pareja lo desea.

8. ¿Qué debe hacer un católico que quiere casarse?

Los preparativos para la boda deben hacerse con uno de los sacerdotes
de la parroquia de la novia con varios meses de antelación. Este requisito
de tiempo varía de una diócesis a otra.

9. ¿Cuál es la única forma en que un católico puede casarse

válidamente?
Sólo en presencia de un sacerdote católico y de dos testigos.
Ocasionalmente se pueden hacer otros preparativos, pero esto requiere
una dispensación previa del obispo y sólo se puede hacer por una razón
suficientemente grave.

10. ¿Qué sucede si un católico no se casa ente un sacerdote?

Un católico que se casa ante otra persona que no es un sacerdote no
está casado válidamente.
Tal pareja tiene que separarse o convalidar el matrimonio.

11. ¿Qué pasa si un católico pasa por una ceremonia de

matrimonio ante un ministro protestante?
Tal persona no está casada y es culpable de pecado mortal.
Este pecado también conlleva la pena de excomunión automática. Esto
significa que tal persona no puede recibir ninguno de los sacramentos ni
tener un funeral católico.

12. ¿Puede un católico casarse con un no católico? No, excepto por

una razón muy seria.
El matrimonio entre un católico y un no católico se llama matrimonio
mixto.
12
 13. ¿Por qué la Iglesia prohíbe los matrimonios mixtos?
Por el peligro de pérdida de la fe del esposo católico y de los hijos.
Las diferencias creencias religiosas de los padres causan serias
discusiones sobre asuntos tan importantes como el divorcio, el control de
la natalidad, la misa dominical, abstinencia de carne los viernes y la
educación católica de los hijos.

14. ¿Estaban prohibidos los matrimonios mixtos en la Biblia?

Sí, los matrimonios mixtos estaban estrictamente prohibidos por Dios
"Tampoco te casarás con ellos (paganos). No darás tu hija a su hijo, ni
tomarás a su hija como tu hijo: Porque ella apartará a tu hijo de seguirme,
para que sirva más bien a dioses extraños, y la ira del Señor se encenderá y
te destruirá rápidamente." (Deuteronomio 7:3-4).

15. ¿Quién es el único que puede permitir un matrimonio mixto?

Sólo el obispo, y sólo puede dar permiso por una razón seria.

16. En un matrimonio mixto, ¿qué debe prometer el católico?

El católico debe firmar promesas de: 1) Seguir siendo católico y 2) de
que los niños sean bautizados y criados como católicos. Además, la parte
católica debe informar a los no católicos de estas promesas.

17. ¿Son válidos los matrimonios entre los no católicos?

Sí, siempre que se observen todas las leyes de Dios sobre el matrimonio,
los matrimonios entre los no católicos son válidos y por lo tanto no
pueden romperse.

PUNTOS PRÁCTICOS

1. No es el sacerdote el ministro del Sacramento del Matrimonio; él es

sólo el principal testigo. Los novios son los ministros del sacramento. El
primer don que reciben los esposos es un aumento de la vida de Dios - la
Gracia Santificante. Es apropiado que este sacramento se haga con la Misa.

2. Las parejas deben recordar que, a través del Sacramento del

Matrimonio, tienen derecho a auxilios especiales para ayudarles en sus
problemas. Dios les da, por así decirlo, una cuenta bancaria espiritual de la
que pueden disponer en tiempos de dificultad.

3. En un matrimonio mixto, el esposo no católico debe ser invitado a

tomar un curso de instrucción religiosa, para que pueda aprender algo
sobre la religión católica, ya que los hijos tienen que ser criados en la
Religión Católica. Así que, si un católico tiene la intención de casarse con

13
un no católico, debe llevarlo al sacerdote para comenzar las instrucciones
tres o cuatro meses antes de la boda.

4. En circunstancias normales, un matrimonio mixto sólo puede tener

lugar en presencia de un sacerdote católico y dos testigos.

5. Los no católicos pueden casarse válidamente entre ellos en presencia

de cualquier persona que pueda celebrar matrimonios legalmente
(ministro, rabino, juez, juez de paz, capitán de barco).

14
LECCIÓN 4
COMO TENER UN MATRIMONIO FELIZ

"Entonces Tobías exhortó a la virgen, y le dijo: Sara, levántate y

oremos a Dios hoy, y mañana, y al día siguiente: porque durante estas
tres noches estamos unidos a Dios: y cuando la tercera noche termine,
estaremos en nuestro propio matrimonio. Porque somos hijos de
santos, y no debemos unirnos como los paganos que no conocen a Dios.
Así que se levantaron los dos y rezaron juntos fervientemente para que
tuvieran salud, y Tobías dijo: Señor, Dios de nuestros padres, que te
bendigan los cielos y la tierra, el mar, las fuentes, los ríos y todas las
criaturas que hay en ellos. Hiciste a Adán del lodo de la tierra, y le diste
a Eva como ayudante. Y ahora, Señor, tú sabes que no tomo a mi
compañera como esposa por deseos carnales, sino por amor a la
posteridad, en la que tu nombre sea bendecido por los siglos de los
siglos. Sara también dijo: "Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad
de nosotros, y envejezcamos juntos con salud". (Tobías 8:4-10).

1. Tener una actitud correcta.

Considerar el matrimonio como una unión muy santa, fundada por Dios
y elevada a la dignidad de sacramento por Jesucristo como medio para
salvar nuestras almas.

2. Tener una finalidad clara.

Esperar tener hijos y fundar un hogar de Cristo.
La gente que se casa por razones egoístas (dinero, placer, belleza, fama,
influencia) rara vez, si es que alguna vez, encuentra la felicidad en el
matrimonio.

3. No casarse por razones egoístas.

La verdadera felicidad sólo la obtienen aquellos que son completamente
generosos y están dispuestos a sacrificarse en todas las cosas.

4. Estudiar lo que es el Matrimonio.

El matrimonio, como una carrera, requiere conocimientos
especializados, y esto se obtiene a través del estudio y la oración.

15
 Recibir instrucciones matrimoniales de un sacerdote y/o leer sobre los
deberes y las gracias del matrimonio católico (como se explican en este
libro).

5. Rezar para tener un matrimonio feliz.

Debemos rezar todos los días por un matrimonio feliz, porque lo más
probable es que salvemos el alma o la perdamos como casados.
"La casa y las riquezas son dadas por los padres, pero una esposa
prudente es propiamente del Señor." (Proverbios 19:14).

6. Prepararse para el matrimonio llevando una vida cristiana.

Recibir la Santa Comunión dignamente y a menudo; confesarse
regularmente; observar los Diez Mandamientos, especialmente el sexto.

7. Seguir los consejos de los padres y del párroco.

Es prudente buscar consejo cuando se toma cualquier decisión
importante, pero especialmente cuando se trata de decidir sobre su propia
pareja en esta unión que es de por vida.

8. Elegir un compañero adecuado.

Buscar una persona que sea un(a) buen(a) católico/a, que sea
realmente serio/a a la hora de tener hijos y fundar un hogar cristiano, que
sea sincero/a, veraz, fiable y casto/a.

9. No casarse demasiado joven.

Hoy en día, los jóvenes menores de veintiún años (especialmente los
varones), aunque son capaces de casarse y tener hijos, a menudo siguen
apegados a los pasatiempos juveniles y por lo tanto pueden encontrar más
dificultades para adaptarse a las responsabilidades del matrimonio.

10. Tener una actitud correcta hacia el sexo.

Dios creó el sexo para atraer al marido y a la mujer a tener hijos y para
cultivar el amor del uno por el otro.
Recordar que rechazar las relaciones íntimas con su pareja es un
pecado mortal, a menos que haya una razón seria.

11. Aceptar todos los hijos que Dios quiera enviar.

Considerar que tener hijos es una de las grandes bendiciones del
matrimonio.
La experiencia muestra que hay menos rupturas entre parejas con
familias numerosas.

12. Tener respeto por su pareja.

16
 La persona con la que uno se casa comparte una unión que fue
establecida por Dios mismo y elevada a la dignidad de un sacramento por
Cristo:
"Vosotros, maridos, como tornillo de banco, morando con ellos según el
saber, honrad a la mujer como al vaso más débil, y como a los coherederos
de la gracia de la vida: que vuestras oraciones no sean impedidas". (1
Pedro 3:7).

13. No pelear ni discutir.

Los casados deben aprender a controlar su temperamento y a discutir
sus problemas como adultos y no como niños.
"Soportándoos unos a otros y perdonándoos unos a otros, si alguno tiene
alguna queja contra otro; así como el Señor os ha perdonado, así también
vosotros. Pero sobre todas estas cosas tened caridad, que es el vínculo de la
perfección: Y que la paz de Cristo se regocije en vuestros corazones, en los
que también sois llamados en un solo cuerpo... Esposas, estad sujetas a
vuestros maridos, como corresponde en el Señor. Maridos, amad a vuestras
esposas, y no os amarguéis con ellas." (Colosenses 3:13-15, 18-19).

14. ¡No criticar!

Criticar las faltas de tu pareja o insistir constantemente en nimiedades
pronto destruye un matrimonio feliz.
"¿Y por qué ves la paja que está en el ojo de tu hermano, y no ves la viga
que está en tu propio ojo? O cómo le dices a tu hermano: ¿‘Déjame echar la
paja de tu ojo, y mira la viga que está en tu propio ojo?’" (Mateo 7:3-4).

15. Confiar en el otro completamente.

Es un pecado ser celoso o juzgar a su esposo/a sin pruebas.
"No juzguéis, para que no se os juzgue. Porque con el juicio con que
juzguéis, seréis juzgados, y con la medida con que midáis, se os volverá a
medir". (Mateo 7:1-2)

16. ¡No vivir con los suegros!

El primer deber de una persona casada es con su pareja; los padres y
otros vienen en segundo lugar.
"Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su
mujer, y serán dos en una sola carne." (Génesis 2:24).

17. Hacer todas las cosas juntos.

El marido y la mujer deben encontrar la felicidad en su propio hogar
con sus hijos, y también deben asociarse con otras parejas felizmente
casadas.

18. Hacer de su hogar un lugar agradable.

17
 La esposa debe hacer del hogar un lugar al que su marido anhele ir
después del trabajo diario; debe estar limpio y ordenado, y las comidas
bien preparadas y a tiempo.
"Feliz es el marido de una buena esposa: porque el número de sus años
es el doble. La mujer virtuosa se regocija con su marido y cumplirá los años
de su vida en paz. Una buena esposa es una buena porción, será dada en la
porción de los que temen a Dios, al hombre por sus buenas acciones. Ricos o
pobres, si su corazón es bueno, su rostro estará siempre alegre."
(Eclesiástico 26:1-9).

19. Utilizar el dinero de la familia adecuadamente.

El marido está obligado a sostener a su mujer y a sus hijos; la mujer
tiene la obligación de usar el dinero de la familia con prudencia.
"Pero si alguno no tiene cuidado de los suyos, y especialmente de los de
su casa, ha negado la fe, y es peor que un infiel." (1 Timoteo 5:8).

20. ¡Rezar juntos!

Como dice el refrán: "Una familia que reza unida, permanece unida", y
esto incluye el rosario familiar, asistir a la Misa y recibir la Comunión
juntos.
"Donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de
ellos." (Mateo 18:20).

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 LECCIÓN 5
DEBERES DE LOS PADRES CON SUS HIJOS

"Pero el que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí,

más le valdría que le colgaran una piedra de molino al cuello y que se
ahogara en el fondo del mar." (Mateo 18:6).

1. Deben darle a sus hijos el alimento, la ropa y el techo necesarios.

Esta obligación recae en ambos padres, ya sea que vivan juntos o
separados. También deben mantener a sus hijos fuera de todo peligro
para la vida o la salud.

2. Deben darles buen ejemplo.

Los padres dan buen ejemplo observando estrictamente todos sus
deberes religiosos, por ejemplo, asistir a Misa, no comer carne en los días
de abstinencia, evitar cuidadosamente las palabras indecentes, la mentira,
las maldiciones, las críticas a los demás, la inmodestia y la embriaguez.
Los padres deben recordar que los niños son grandes imitadores, y
deben tener mucho cuidado con todo lo que hacen y dicen en presencia de
sus hijos.

3. Deben proporcionarles un hogar verdaderamente católico.

Un hogar católico es aquel en el que Dios y la religión tienen la mayor
importancia.
En el hogar debe haber crucifijos, imágenes de Jesús, de la Santísima
Virgen María y de los Santos. Cuadros y calendarios indecentes, revistas
sexy y sensacionales, libros, cómics, programas de televisión y vídeos
inapropiados no tienen cabida en el hogar cristiano. Debería haber
siempre buenos libros, periódicos y revistas católicas.

4. Deben hacer bautizar a los hijos lo antes posible.

Es un pecado grave retrasar el bautismo de los niños, y si hay algún
peligro para la vida del recién nacido, el sacerdote debe ser llamado
inmediatamente.
En caso de peligro de muerte, y si no hay sacerdote disponible, el
Bautismo puede y debe ser dado al bebé por cualquier razón grave
(preferiblemente alguien que no sean los padres). El que bautiza no tiene
por qué ser católico; puede ser de cualquier religión o de ninguna. Pero
19
debe tener la intención de hacer lo que la Iglesia hace en el Bautismo. El
procedimiento es: Vierta agua sobre la cabeza del niño, diciendo al mismo
tiempo: "Yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo."

5. Deben velar a que se confiesen, reciban la Sagrada Comunión y

la Confirmación.
Se debe enseñar a los niños a confesarse y a comulgar con regularidad y
frecuencia, cada semana, si es posible, incluso durante las vacaciones.

6. Deben enseñarles a rezar.

Las oraciones diarias deben ser rezadas juntas por toda la familia.
Como dice el refrán: "La familia que reza unida, permanece unida". El
Rosario diario en familia contribuirá en gran medida a asegurar que los
niños crezcan siendo buenos católicos.

7. Deben asistir a la Misa todos los domingos y los días de guardar.

Los padres no deben mantener a los niños en casa sin asistir a la Misa,
excepto por razones muy serias.

8. Abstinencia y Ayuno.
Asegurarse que todos los viernes del año y el Miércoles de Ceniza los
mayores de 7 años se abstengan de comer carne, y que los mayores de 21
años ayunen el Miércoles de Ceniza y durante los viernes de Cuaresma.

9. Deben enviar los hijos a una escuela católica.

Esto incluye la escuela primaria, secundaria y la universidad, si es
posible. La ley de la Iglesia prohíbe a los padres enviar a sus hijos a
cualquier otro tipo de escuela.
En algunos casos hoy en día, la única escuela verdaderamente católica
disponible es la escuela hogareña. La experiencia ha demostrado que la
educación católica en el hogar produce excelentes resultados tanto
espirituales como académicos y que trae grandes bendiciones a la familia.

10. Deben insistir en que se los hijos casen por la Iglesia.

Un católico no puede casarse excepto en presencia de un sacerdote
católico y de dos testigos.
Cuando los hijos empiecen a pensar seriamente en casarse, los padres
deben hacer que vean al sacerdote y reciban las instrucciones necesarias
para el noviazgo y para el matrimonio.
Deben animar a los hijos tener noviazgo sólo con católicos, o por lo
menos con no católicos que estén dispuestos a convertirse a la Religión
Católica. Los padres cometen un pecado mortal al forzar o persuadir
indebidamente a cualquiera de sus hijos a casarse.

20
 11. Deben educarlos cristianamente sobre el matrimonio y el
deber de tener hijos.
Los padres deben evitar quejarse de las dificultades de la vida
matrimonial o hacer bromas sobre los sagrados deberes del matrimonio.
El nacimiento de un nuevo hijo debe ser una ocasión de alegría para
toda la familia, para que los otros niños consideren que tener hijos es la
mayor bendición de la vida matrimonial.

12. Deben preparar a los hijos para el matrimonio.

Se debe enseñar a los hijos los deberes y responsabilidades serios del
matrimonio, tanto de palabra como con el ejemplo.
También se les debe enseñar el lado práctico de fundar un hogar, como
limpiar, cocinar, coser, reparar, cuidar de los niños, ser puntual, y ser
limpio y ordenado.

13. Deben educarlos con discreción sobre la procreación.

Esta información debe ser dada sólo por los padres, con cuidado y con
gran énfasis en la belleza y el carácter sagrado del sexo.
Las respuestas a las preguntas sobre la procreación deben ser
correctas, pero siempre adecuadas a la edad y al desarrollo mental del
niño. Los padres deben fomentar la confianza de sus hijos para que éstos
acudan a ellos y no a otros en busca de información.

14. Deben protegerlos del pecado, particularmente de los pecados

de impureza.
Además de proteger a sus hijos de los malos compañeros, etc., los
padres tienen la grave obligación de hacer todo lo necesario para proteger
a sus hijos de la llamada "Educación Sexual," que es siempre
extremadamente inmoral y es una incitación al pecado.

15. Deben corregir los pecados y las faltas de los hijos.

Es un grave pecado descuidar este deber.

16. Deben enseñar a los hijos las virtudes de honestidad,

obediencia, veracidad, pureza y modestia en el vestir.
Estas lecciones deben ser dadas temprano y repetidas continuamente.

17. Deben enseñar a los hijos a respetar los derechos y la

propiedad de los demás.
Muchos padres pecan gravemente por el mal ejemplo en este asunto.

18. Deben enseñar a los hijos a respetar toda autoridad legítima.

Los hijos deben ser enseñados desde el principio a respetar toda
autoridad legítima, especialmente la autoridad de la Iglesia, del Estado y
en la Escuela.
21
 19. Deben dar a los hijos un sano esparcimiento y a mantenerlos
alejados de malas compañías.
El hogar cristiano debe ser el primer centro de la vida social del niño, un
lugar donde se sienta libre de invitar a sus compañeros.
Los padres deben tener mucho cuidado en permitir que sus hijos
asistan al cine; también deben examinar sus lecturas y regular el uso de la
televisión, así como del Internet. Los niños reciben allí muchas ideas no
cristianas sobre la vida, el matrimonio, el crimen, la bebida, etc.

20. Deben fomentar en los hijos el deseo de seguir una vocación

sacerdotal o religiosa.
Tener un sacerdote, un religioso o una religiosa en la familia es una de
las mayores bendiciones que Dios puede dar a una madre y a un padre. En
lugar de apartar a un niño de tal deseo, los padres deben alentarlo, pero
sin forzarlos.

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