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EL

La capacidad de pensar de una


forma diferente a la habitual

CIENCIA&
CEREBRO
Dirección científica: Javier DeFelipe

© Antonio Martín Araguz por el texto


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ISBN (OC): 978-84-473-9071-7


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Col. San Pedro de los Pinos, CP 03800, Deleg. Benito Juárez,
Ciudad de México, México
Fecha primera publicación en México: junio 2020.
Editada, publicada e importada por RBA Editores México, S. de R.L. de
C.V. Av. Patriotismo 229, piso 8, Col. San Pedro de los Pinos, CP 03800,
Deleg. Benito Juárez, Ciudad de México, México
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Introducción 7

01 La naturaleza de la creatividad humana 13

02 Historia evolutiva de la humana 45

03 La base neural de la creatividad 77

Creatividad, entre la genialidad y la Locura 109

Lecturas recomendadas 137

Índice 139
INTRODUCCIÓN

a creatividad es una capacidad del cerebro humano que hace


L posible el logro de encontrar soluciones eficientes e innovado-
ras ante nuevos retos. En su grado más notable se manifiesta en
forma de destellos intuitivos repentinos, conocidos como momen-
tos «¡ajá!», y en su forma más elevada, en la apreciación del compo-
nente estético.
Aunque aún queda mucho por descubrir, la reciente investiga-
ción neurobiológica está comenzando a comprender cuáles son
las bases neurales de la creatividad, así como su sentido evolu-
tivo en la especie humana. El funcionamiento preconsciente de
nuestro cerebro y la activación o desinhibición de algunas áreas
concretas de la corteza cerebral, como el córtex prefrontal, pare-
cen tener un papel relevante en este recurso que ha permitido la
adaptación de los homininos, especialmente del Homo sapiens, a
los caóticos cambios del entorno hasta convertirnos en la especie
más invasora del planeta. Las modernas técnicas de neuroima-
gen funcional y el estudio de algunos procesos neurológicos que
potencian o modulan la creatividad están dando resultados sor-

1 7
prendentes que ayudan a entender cada vez mejor esta compleja
capacidad humana, si bien cada nuevo descubrimiento conduce
a nuevos interrogantes.
El proceso creativo se desarrolla en una compleja secuencia
de fases, con un procesamiento de información que tiene una
trascendental y misteriosa parte preconsciente. Se origina en es-
tructuras cerebrales -redes neurales- que conllevan al desarrollo
de cambios neuroplásticos sinápticos, tanto a corto como a largo
plazo, que involucran a la memoria y al aprendizaje. La especia-
lización hemisférica y la de su organización neuronal permiten la
estructuración modular de la corteza cerebral, con conexiones que
conducen información aferente y eferente desde las estructuras
integradoras de la información que llega al córtex. Estas permiten
la emergencia de un proceso de reconocimiento de patrones, cuyo
producto es tanto la consciencia como el proceso creativo, enten-
dido como una posible fuente de ventajas adaptativas con un fin
evolutivo de supervivencia del individuo y de la especie, aunque
con muchos matices pendientes aún de investigar.
Los primates hemos evolucionado sobre planeta Tierra du-
rante unos treinta millones de años, y la evolución humana abarca
más de seis millones de años. Nuestro pasado evolutivo es com-
plejo, y ciertamente ha conducido a nuestro éxito actual. Es difícil
saber qué nos queda todavía por aprender y lo que nos depara el
futuro. Una de las principales lecciones que pueden extraerse del
estudio de nuestra evolución es que careció de dirección. Si no se
hubieran dado cambios importantes en nuestro planeta tras un su-
ceso catastrófico aleatorio -el impacto de un cometa- hace unos
sesenta y cinco millones de años, la dispersión de los reptiles no se
habría interrumpido, la gran colonización de nuestros antepasados
mamíferos no habría comenzado y no existiríamos nosotros.
Hace unos treinta millones de años, nuestros antepasados eran
pequeñas criaturas parecidas a monos que habitaban en los árboles,
con cerebros pequeños en relación con su tamaño corporal. Hace

8 1
cuatro millones de años todavía eran en parte arbóreos, pero ya te-
nían aspecto de simios con locomoción bípeda sobre el suelo y una
visión estereoscópica que aumentó el tamaño de su cerebro de for-
ma exponencial. Las circunstancias que llevaron a algunos de estos
simios a caminar erguidos no se conocen aún totalmente, pero es
muy probable que tuvieran mucho que ver con ello los sucesos pla-
netarios aleatorios que cambiaron sus recursos alimentarios. Ade-
más, estos primates comenzaron a comunicarse con un lenguaje
verbal articulado y a utilizar un código simbólico que les permitió
construir y deconstruir modelos abstractos del mundo mediante
creación de patrones reconocibles.
Incluso en tiempos tan recientes a escala geológica como hace
130 000 años, no había motivos para pensar que el Hamo sapiens
fuera una criatura con probabilidades de dominar algún día el
planeta. La especie, aún siendo generalista en la gestión de los re-
cursos, estaba restringida a una región, África, y es posible que hu-
biera muy pocos ejemplares, apenas unos diez individuos con
capacidad reproductiva, pero cuyos genes se propagaron progresi-
vamente, interrelacionándose con el medio para adaptarse mejor
a él. Ya disponían de un cerebro grande con una marcada inteli-
gencia social que les llevaba a la colaboración mutua para obtener
objetivos comunes de una forma gradual, no revolucionaria, pero
con momentos explosivos de creatividad.
La evolución humana fue sin duda un fenómeno complejo y
todavía estamos en los comienzos del entendimiento de esa com-
Pero podemos que condujo a un aumento des-
proporcionado del tamaño de nuestro cerebro y a su creciente
complejidad estructural y funcional, siendo la inteligencia y la
creatividad productos emergentes de esa capacidad cerebral y las
armas evolutivas más poderosas de nuestra especie. Por eso, el es-
tudio de la parte más moderna y compleja de la corteza cerebral
humana, el córtex prefrontal frontopolar, así como sus conexiones
y diferencias respecto al resto de los primates y otros animales,

1 9
probablemente tenga un papel relevante a la hora de comprender
la creatividad.
Se están llevando a cabo investigaciones neurobiológicas que
tratan de encontrar en la corteza cerebral las diferencias existen-
tes entre nuestra especie y el resto de los seres vivos que habitan
el planeta. Parece haber estructuras neuronales cuya complejidad
cuantitativa y cualitativa tendría un papel relevante en la emergen-
cia de la creatividad en los humanos, como las células piramidales
con sus espinas dendríticas, las interneuronas double bouquet y las
neuronas de Von Economo, así como estructuras y sistemas neura-
les (neuronas espejo) en los primates altamente especializados en
la empatía, la capacidad de imitación y el aprendizaje, cuyo papel
en el entendimiento estético parece ser trascendental.
Asimismo, se están llevando a cabo investigaciones mediante
neuroimagen funcional donde se trata de dilucidar cómo es el en-
tendimiento cerebral de la belleza. Desde los recientes inicios de la
disciplina neurocientífica conocida como neuroestética, las impor-
tantes diferencias encontradas en los diversos estudios permiten
intuir que la apreciación estética es el resultado de la integración
de múltiples procesos componentes no especialmente dirigidos a
este fin y con historias evolutivas diferentes, incluso heredados de
antepasados primates distantes. Esto sugiere un modelo de evolu-
ción en mosaico en la que múltiples presiones selectivas influyeron
sobre diferentes procesos componentes, confiriendo diversas ven-
tajas adaptativas. Es posible que el episodio creativo sea de origen
múltiple, que haya tenido lugar a lo largo de diversos momentos
de la evolución, incluso antes y después de la divergencia de los
linajes chimpancé y humano, por lo que compartiríamos con otros
primates algunos de los sustratos neurales y cognitivos sobre los
que se erige la apreciación estética y la creatividad.
Resulta especialmente interesante el estudio de pacientes con
lesiones o alteraciones cerebrales. En la dislexia, en el espectro au-
tista, en concreto el síndrome del savant (síndrome del sabio), el

10 1
trastorno bipolar y en la demencia frontal, entre otras patologías
neuropsiquiátricas, se aprecian cambios peculiares de la creativi-
dad, a veces con resultados espectaculares.
El futuro de nuestra especie resulta imprevisible e impredecible.
Los tiempos de vida de las especies de mamíferos generalmente se
miden en cientos de miles o unos pocos millones de años, de for-
ma que podremos esperar un futuro largo, pero finito, para nues-
tra saga. La mayoría de las especies se extinguen sin descendencia,
pero algunas dan lugar a otras especies. Nuestras oportunidades de
sobrevivir a los sucesos naturales no predecibles parecen, además,
descansar en parte sobre nuestras propias acciones. Solo si nuestra
especie es capaz de mantener o incluso de potenciar tecnológica-
mente su especial creatividad será posible que en un futuro más
o menos inmediato seamos capaces de sobrevivir como especie, e
incluso de establecer colonias viables en otros mundos, con lo que
la historia evolutiva humana comenzará a desplegarse fuera de
nuestro planeta de origen, con la creación de una nueva especie
evolutiva tal vez aún más creativa (¿Romo spatialis?), a la vez que
continuará su supervivencia en la Tierra mientras el planeta sea ca-
paz de soportar la vida. Porque como dijo Konstantín Tsiolkovski,
considerado el padre de la cosmonáutica, «la Tierra es la cuna de
la humanidad, pero no se puede vivir en una cuna para siempre».

1 11
1 LA NATURALEZA
DE LA CREATIVIDAD
HUMANA

Nuestro cerebro busca patrones y crea


modelos universales a partir de los sistemas
perceptivos, emocionales y sociales. La
capacidad de encontrar respuestas a retos
desconocidos y buscar soluciones para
sobrevivir como individuos y como especie en
un entorno cambiante hace de la creatividad
una de nuestras armas evolutivas definitivas
y más poderosas.
m Están relacionadas la Piedad Rondanini de Miguel Ángel, arte
de la fuga de Bach, la Sagrada Familia de Gaudí o la saga Star
Wars de George Lucas? Son ejemplos indiscutibles de creatividad,
pero ¿tienen algo en común? ¿Algo que compartan en cuanto a los
procesos cerebrales que subyacen a su origen? Todos son procesos
creativos. Reconocemos la creatividad, pero nos resulta muy difícil
definirla. La creatividad es, junto con la inteligencia y la maestría o
rendimiento experto, una de las características del cerebro huma-
no. Los neurobiólogos actualmente suponen que, al igual que es-
tudio de la consciencia, el análisis científico de la creatividad roza
la que puede ser estudiado de manera objetiva. Pero
lo cierto es que ambos procesos son fenómenos naturales emergen-
tes de complejidad de nuestro cerebro y, corno tales, deberían
tener una explicación científica, aunque de momento su estudio
arroja más preguntas que respuestas.
Lo que sí sabernos es que la creatividad intrínseca del cerebro
humano hace posible crear modelos mundo. Es viable tanto la
creación de una obra de arte o el descubrimiento de una ley cien-

La naturaleza de la creatividad humana 1 15


tífica como su recreación por el observador, tal y como ejemplifi-
can las cuatro creaciones geniales del inicio del capítulo; todas se
caracterizan por estar inacabadas, lo que permite la recreación de
su finalización según el criterio del observador. De esta forma se
suma la genialidad del artista a la creatividad del observador. Así,
la creatividad consiste en encontrar soluciones eficientes ante nue-
vos retos, y parece que esta forma de pensamiento predomina en
una clase de individuos.
En este sentido, muchos estudios han tratado de analizar
cuáles son los rasgos de personalidad y estilos cognitivos de los
grandes pensadores pues no suelen tener relación con el intelecto
(algunas personas muy creativas leen despacio o no son buenas
en aritmética). Entre tales rasgos, el más conspicuo es la sobrein-
clusividad o utilización de un concepto para abarcar un conjunto
muy amplio de elementos, indicando la incapacidad de preservar
los límites conceptuales. Es decir, las personas creativas tienden
a percibir más fácilmente las conexiones entre los fenómenos que
observan y, de algún modo, a transgredir las categorías mentales
y conceptuales. Otro rasgo asociado a la creatividad parece ser
la tendencia a crear, formular y planificar o, en otras palabras, la
actitud proactiva hacia las ideas y los proyectos. Otra caracterís-
tica sería el modo global de procesamiento de la información, la
tendencia a pensar de forma abstracta, generalizando y extrapo-
lando con facilidad, y la presencia de atributos de la personalidad
que incluyen la tolerancia a la ambigüedad, una afinidad modera-
por el riesgo, la perseverancia, ~H"~ª crecer y con-
fianza en uno mismo. Estos elementos actúan como facilitadores
del proceso creativo, pero no componen fenómeno en sí, que
está formado por etapas.
Se trata de un proceso con diferentes modalidades, ingredientes
y elaboraciones, en el que influye el carácter y que no sucede de
forma espontánea, aunque algunas de sus etapas sí sean repenti-
nas. Así, en el proceso creativo pueden diferenciarse cuatro pasos:

16 1 La naturaleza de la creatividad humana


predisposición, o tener una personalidad especialmente creativa;
período de preparación consciente o inconsciente de un problema;
momentos iniciales de creatividad y, por último, realización de
idea creativa.
En 1926, el neurocientífico Graham Wallas esquematizó en cua-
tro fases el proceso creativo: preparación, incubación, iluminación
y verificación, a las que posteriormente se añadió una quinta fase,
previa a la preparación, llamada fase de descubrimiento del pro-
blema, probablemente la más importante, ya que es la que plantea
precisamente la formulación del estado del conflicto, requisito
prescindible para su solución. El riguroso conocimiento de un pro-
blema permite detectar fallos, inconsistencias o lagunas que luego
serán la clave para su resolución.
Los períodos de preparación e incubación son trascendentales.
En el primero, nos centramos conscientemente en un problema y
en el segundo, dejamos de pensar y permitimos que trabaje el in-
consciente. Los momentos de iluminación o intuición creativa,
los momentos «¡ajá!» -en los que se cree que participan circuitos
cerebrales similares que tienen en común todas las clases de crea-
tividad, científica, artística o un simple proceso biológico de per-
cepción-, no aparecen cuando hacemos el esfuerzo de solucionar
un problema, sino cuando nos distraemos, es decir, cuando nos
liberamos de supuestos sin fundamento y las nuevas conexiones
entre conceptos ya conocidos adquieren otras formas alternativas
y novedosas -pensamiento divergente-, por lo que muchas de las
claves de la creatividad se encuentran en la parte no
nuestro cerebro. De forma casi inmediata comienza la etapa de ve-
rificación, en la que se comprueba, implementa y pule la solución
encontrada para su posterior aplicación.
Aunque no se conocen los detalles de este proceso, es evidente que
se produce en el cerebro, el arma evolutiva más poderosa de nuestra
especie, Romo sapiens, y que la evolución ha sido el motor que ha
desarrollado y moldeado las funciones neurales de la creatividad.

La naturaleza de la creatividad humana 1 17


EL ÓRGANO DE LA CREATIVIDAD: EL CEREBRO

El cerebro humano es la entidad más compleja conocida; está forma-


do por cien mil millones de células especializadas o neuronas y un
número superior de células de soporte o glía, con una organización y
especialización únicas y con una asombrosa cifra de conexiones: en-
tre cien y quinientos billones. Las neuronas (fig. 1) son las únicas cé-
lulas que generan activamente potenciales eléctricos, transmitidos a
través del axón y las dendritas, que sirven para comunicarse entre sí
sin contacto directo, a través de las sinapsis mediante neurotransmi-
sores químicos. Los axones están recubiertos de mielina, una sustan-
cia que favorece la transmisión de las señales nerviosas.
Las particulares características de las neuronas, que forman to-
das las estructuras cerebrales, constituyen la base de la compleja
función de procesamiento del cerebro. Para entenderla mejor, tene-
mos que distinguir morfológica y funcionalmente, de forma muy bá-
sica, entre el sistema límbico y el sistema talamocortical. El primero
se ocupa de procedimientos básicos y no racionales como el apetito,
el sexo o la defensa ante las agresiones. Regula el sueño, la diges-
tión, la respiración, etc., mediante sus amplias conexiones con los
órganos corporales y el sistema nervioso autónomo o vegetativo, que
procesa este tipo de funciones involuntarias. El segundo compren-
de el tálamo, una estructura cerebral central que conecta y modula
las señales sensoriales y otras señales subcorticales con el córtex o
corteza cerebral, y las procedentes del propio córtex. De esta forma,
el cerebro humano recibe constantemente tan ingente cantidad de
información a través de los órganos de la percepción externa y de los
receptores internos, que los mecanismos fisiológicos están encami-
nados en gran parte a filtrar, seleccionar y modular estos estímulos
para poder mantener la supervivencia del individuo y de la especie,
asegurando con éxito su relación con el cambiante mundo exterior.
Estos sistemas, como cualquier estructura cerebral, se susten-
tan en complejos denominados redes neurales. Una red neural es

18 1 La naturaleza de la creatividad humana


1 FIG.1

Botón sm,mnco

Dendrita

sinápfü:o

Arriba, una neurona con axón mielinizado. La mielina favorece la transmisión de las
señales a lo largo del axón. Según el número de prolongaciones que emergen del
soma, las neuronas se clasifican en unipolares (A y D). bipolares [B) y multipolares [C).

el sistema conformado por agrupaciones de neuronas y el conjunto


de axones y conexiones sinápticas que las interconectan; se encar-
gan del procesamiento las funciones cerebrales, cuyas capacida-
des dependen la estructura de sus conexiones y los patrones
y dinámicas temporales de los flujos de impulsos (fig. 2). El cerebro

La naturaleza de la creatividad humana 1 19


Í F1G. 2
UNIDADES UNIDADES UNIDADES
DE ENTRADA OCULTAS DE SALIDA

@:••··············•"""'

.'.:~t~~'.: :,
► ---------------------------+
Modelo general de una red neural básica, con tres capas de unidades neurales:
una entrada (aferente] que aporta información a una serie de unidades ocultas
que la procesará y una capa de salida (eferente] que canaliza las señales
resultantes del proceso hacia los órganos efectores de respuesta.

no es simplemente una gran neural, sino que es una colección


jerárquica de redes de ámbitos local, regional y suprarregional, con
agrupaciones que cooperan y/o compiten para resolver problemas.
contrario que la hipótesis del localizacionismo, que propugna
la localización de funciones cerebrales en áreas corticales específi-
cas, el conectivismo considera que las redes neurales son sistemas
complejos de nodos de neuronas y conexiones de sustancia blanca
-haces de axones envueltos en un material aislante de la electri-
cidad y que transmiten la información entre las propias neuronas
y los órganos inervados por ellas- que actúan como pilares de la
organización y procesamiento de la Las funciones
superiores son funciones emergentes -actividades complejas que
surgen espontáneamente a partir de otras más simples- de activa-
ción de sistemas cerebrales organizados en redes neurales.
La descripción de las regiones cerebrales implicadas en una deter-
minada función nos informa de la topografía de las redes neurales,
pero no de los mecanismos que hacen emerger dicha función. Así, la
función cerebral se sustenta en la sincronización de la actividad neu-

20 1 La naturaleza de la creatividad humana


ral en redes especializadas ampliamente distribuidas. Sin embargo,
estas redes no son inmutables, y para responder a las demandas del
entorno pueden transformarse. Esta capacidad modificar las
dones y estructura cerebrales se conoce como neuroplasticidad. Así,
la eficiencia de las conexiones sinápticas puede aumentar o dismi-
nuir de manera más o menos duradera en función de su actividad.
La plasticidad sináptica a corto plazo indica los cambios transitorios
que se presentan en una sinapsis recientemente estimulada. Por el
contrario, la plasticidad a largo plazo implica cambios duraderos en
la eficiencia de las conexiones sinápticas. De esta forma, el cerebro
se transforma en respuesta a la experiencia. La generación creativa
sucede a partir de este fenómeno de neuroplasticidad ubicuo en el
cerebro. En la base neural de memoria, al reconfigurarse las cone-
xiones en una red neural, el flujo de señales que discurre entre neu-
ronas cambia. Cada patrón de señales codificaría una determinada
información, de manera que la reconfiguración permite recombi-
nar y asociar patrones de información, sean estos patrones recién
experimentados (aprendizaje asociativo) o al servicio del proceso
creativo, generando diversidad sobre la información ya almacenada
previamente. Así se produce un espacio de soluciones sobre la que
puede actuar un segundo proceso, la selección, que se encargaría de
realizar una búsqueda con los criterios que hay que satisfacer, como
haría un buscador de internet. La corteza prefrontal sería el elemen-
to central del buscador.

PRECONSCIENTE
DAD HUMANA

La existencia de la plasticidad no es suficiente para explicar la crea-


tividad. ¿Cuál es, pues, su naturaleza? ¿Qué procesos neurológicos
cognitivos contribuyen a ella? Para responder, se ha profundizado
en el estudio de la parte no consciente nuestro cerebro.

La naturaleza de la creatividad humana 1 21


Las últimas investigaciones sobre función cerebral apuntan hacia
la existencia de varias clases diferentes de actividad preconsciente.
Los experimentos clásicos del neurólogo estadounidense Benjamin
Libet en la década de 1970 revelaron una nueva comprensión del
funcionamiento cerebral en la toma de decisiones. Libet partió de
un descubrimiento previo del neurocientífico Hans Kornhuber en
1964. Al registrar actividad muscular voluntaria (mover el dedo ín-
dice de la mano derecha) de un grupo experimental mientras me-
día la actividad cerebral asociada, demostró que, invariablemente,
cada movimiento consciente iba precedido de una pequeña señal
en el registro eléctrico del cerebro, algo así como una chispa de li-
bre albedrío. Denominó potencial de preparación a este fenómeno,
que se producía poco menos de un segundo antes del movimiento
voluntario (fig. 3). Depuró el experimento comparando la cantidad
de tiempo transcurrido entre el deseo de alzar el dedo de los suje-
tos de la muestra y la activación del potencial de preparación; para
su asombro, descubrió que este potencial no aparecía después, sino
trescientos milisegundos antes de que la persona sintiera el impul-
so de mover el dedo. Dicho de otra forma, con este experimento era
capaz de predecir lo que haría una persona antes de que ella misma
fuera consciente de haber decidido hacerlo.
Para Libet, el proceso de iniciar una acción voluntaria se produ-
ce rápidamente en una parte preconsciente del cerebro, pero justo
antes de que se inicie dicha acción, la consciencia, que se activa
bastante más despacio, ejerce un veto o una aprobación de la infor-
mación descendente -que va desde la corteza hacia niveles
riores- de esa acción. Unos ciento cincuenta milisegundos antes
de que movamos un dedo, la consciencia determina si lo vamos a
mover o no.
Estos mismos hallazgos fueron corroborados en 2011 por el
equipo del neurocirujano Itzhak Fried en pacientes intervenidos
quirúrgicamente para tratar algunas formas de epilepsia refrac-
taria, denominada así por ser de muy difícil control terapéutico.

22 1 La naturaleza de la creatividad humana


r FIG.3

intuición 111
........... No intuición (NIJ

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-2,5 -2,0 -1,5 -1,0 -0,5 R 0,5 1,0


Tiempo Is)

La circunvolución temporal superior anterior derecha se activa con más


intensidad en el momento de intuición que en el de no intuición [imagen superior).
Justo antes de tomar una decisión, la persona muestra actividad de alta
frecuencia (gammal en la misma circunvolución.

El grupo de investigación comprobó que la activación de un pe-


queño grupo de unas doscientas cincuenta neuronas parece pre-
decir la voluntad de realizar un movimiento. Nuestra capacidad
volitiva sería simplemente una lectura de las áreas cerebrales que

La naturaleza de la creatividad humana 1 23


controlan la acción voluntaria, y la sensación de querer llevar a
cabo un movimiento es una especie de ilusión, una racionaliza-
ción a posteriori de un proceso preconsciente. Posteriormente,
el psicólogo social Daniel Wegner, de la Universidad de Harvard,
descubrió que la sensación de voluntad consciente nos ayuda a
recordar y apreciar que somos autores de lo que hacen muestra
mente y nuestro cuerpo. La voluntad consciente es un mecanismo
que detecta el curso y examina la relación entre los pensamientos
y los actos, responde a «lo he querido hacer» cuando hay una ade-
cuada correspondencia entre pensamientos y actos. Habría una
especie de circuito cerebral del libre albedrío por el que solo senti-
mos la voluntad consciente al percibir esa sensación de autoría, al
apreciar que nuestros pensamientos conscientes originan un acto
percibido. Si un acto se debe a pensamientos inconscientes, o si
no detectamos la acción, no sentimos esa sensación de voluntad.

Redes neurales de la creatividad

Partiendo de la base experimental proporcionada por las investi-


gaciones de Libet y Fried, hasta cierto punto simplista, ¿es posible
que la creatividad, al igual que la emoción, comience preconscien-
temente antes de que nos demos cuenta de ello? Las actuales teorías
neuropsicológicas de consciencia convergen en el descubrimien-
to de que la capacidad consciente de comunicar una experiencia
perceptiva se basa en la actividad sincrónica de la corteza cerebral
. que surge poco después de que exista un estímulo que se haya co-
municado globalmente a áreas esenciales de la corteza prefrontal
y parietal; esta transmisión es lo que experimentamos como un es-
tado consciente de percepción. Investigadores tan notables como
Francis Crick, premio Nobel Medicina y codescubridor de la es-
tructura del ADN con James Watson, y Christof Koch, neurobiólo-
go experto en las bases neurales de la consciencia, han propuesto

24 1 La naturaleza de la creatividad humana


Actualmente se busca la esencia de la
creatividad en personas vivas mediante el
mapeo cerebral por diversos métodos. En-
tre ellos destacan el registro de actividades
neuronales con métodos electroencefalo-
gráficos y la obtención de imágenes fun-
cionales mediante el uso de dos técnicas:
la tomografía por emisión de positrones
y, sobre todo, la imagen por resonancia
magnética funcional [PET y fMRI, respec-
tivamente, por sus siglas en inglés). Am-
bas miden en última instancia, aunque de
forma diferente, las variaciones de flujo
sanguíneo en algunas regiones cerebra-
les, y se interpreta que tales variaciones
se relacionan con la actividad neuronal.
obtenidas por resonancia
En estas técnicas, el metabolismo y el flu-
magnética funcional.
jo sanguíneo correspondiente a una zona
guardaría relación con el número de neuronas activas en dicha zona, por lo
que las actividades ligadas a neuronas dispersas son menos reconocibles.
Sin embargo, son poco realistas las analogías directas entre las actividades
neuronales registradas y la señal de fMRI, que no puede diferenciar entre
procesos específicos de función y neuromodulación, ni entre señales que
se transmitan en ambos sentidos, pudiendo confundir entre excitación e
inhibición neuronales. Esta técnica tampoco puede valorar la constante
creación y evolución de las redes neurales. Un vóxel, equivalente tridimen-
sional al píxel, que mide el mínimo volumen cerebral unitario reconocible
por fMRI, contiene, en el mejor de los casos, millones de neuronas, miles
de millones de sinapsis y cientos de kilómetros de dendritas y axones.

25
que la consciencia supone coaliciones estables de redes neurales
en todo r-a-~a.-wr. donde la corteza prefrontal desempeña un papel
fundamental.
El neurocientífico Bernard Baars incorporó algunas de estas
ideas y desarrollado un concepto de consciencia conocido
como espacio global de trabajo: la consciencia es la experiencia
momentánea, subjetiva y activa de la memoria de trabajo u opera-
tiva, implicada en el almacenamiento y la manipulación tempo-
ral de la información, no se activa en un único lugar del cerebro
sino que se inicia preconscientemente en varios puntos de esta
cortical extendida, que se difunde globalmente para hacerse
consciente. La consciencia es la difusión global de informa-
ción preconsciente, pero ¿en qué punto del procesamiento de un
estímulo se consciencia? Se ha valorado por fMRI el
punto en que la información pasa de ser percibida de forma pre-
consciente a una consciente. La consciencia de una imagen
surge relativamente tarde en el transcurso del procesamiento vi-
sual, entre 0,3 y 0,5 segundos después de su inicio. La actividad
preconsciente inicial tiende a activar únicamente regiones loca-
les de la corteza visual primaria. Durante los primeros doscientos
milisegundos del procesamiento visual, un observador negará ha-
ber visto un estímulo, pero cuando la visión cruza el de la
consciencia, se produce una transmisión simultánea de actividad
neuronal a muchas regiones del cerebro.
El neurocientífico Stanislas Dehaene, del College de France en
París, combinó fMRI con registros eléctricos cerebrales y descubrió
que cuando se difunde la información y se percibe de forma cons-
ciente, se sincronizan determinados ritmos de actividad eléctrica
neural por activación de una red de neuronas piramidales -nos
detendremos en ellas más adelante- en las regiones parietales y
frontales del cerebro, que provocan una activación descendente. La
atención consciente se activa cuando las células piramidales ini-
cian la actividad en amplias regiones cerebrales, sobre todo en la

26 1 La naturaleza de la creatividad humana


- Francis Crick (arriba, fallecido en 20041 y Stanislas Dehaene (debajo a la izquierdal
han centrado gran parte de sus investigaciones en los correlatos neuronales de la
consciencia. Abajo a la derecha, una neurona piramidal.

La naturaleza de la creatividad humana j 27


corteza prefrontal asociada a memoria de trabajo y a la toma de
decisiones ejecutiva.
Aunque la forma exacta de procesamiento de la información se
desconoce, lo cierto es que los procesos mentales inconscientes
pueden ocuparse forma ordenada y coherente de varios elemen-
tos a la vez, mientras que atención consciente, que representa
solo una pequeña fracción procesamiento total del cerebro, úni-
camente puede centrarse en una cantidad muy limitada de infor-
mación. Esto implica que actividad cerebral preconsciente, que
abarca una trama inmensa de redes neurales autónomas y especia-
lizadas en toda la corteza, es capaz de ocuparse de forma indepen-
diente de varios procesos, siendo superior para tomar decisiones
complejas de carácter cualitativo que exigen comparar muchas al-
ternativas a la vez. Esta red depende de la memoria procedimen-
tal -recuerdo inconsciente de las actividades motoras y ejecutivas
necesarias para realizar una tarea- para procesar las capacidades
perceptivas, motoras y hasta cognitivas, y es más eficiente para to-
mar decisiones que exigen considerar muchas opciones de forma
simultánea. La actividad cerebral consciente, por su parte, tendría
ventaja a la hora de tomar decisiones simples cuantitativas y de op-
ciones limitadas. Se sirve de la consciencia, que a su vez necesita
de la atención para que únicamente se pueda analizar un número
limitado de posibilidades, y habitualmente de forma secuencial,
de una en una (fig. 4). Estos resultados parecen contradecir la in-
tuición, porque se consideraría normal que la toma de decisiones
complejas exigen tener en cuenta diversas variables
ran un análisis detallado consciente, pero más bien parece ocurrir
lo contrario: los recursos imprecisos de los procesos de pensamien-
to inconsciente son mejores para manejar diversas variables.
cerebro funciona procesando información de manera ascen-
dente y descendente: el modo descendente procesa la información
guiado por operaciones mentales de alto nivel que permiten cons-
las percepciones a partir de la experiencia y las expectativas.

28 1 La naturaleza de la creatividad humana


I FIG.4

[I] [1] rn
Representación de los procesamientos consciente, preconsciente y subliminal,
basada en el modelo de Stanislas Dehaene. Un proceso consciente (1) genera
un núcleo dinámico talamocortical. Los procesos preconscientes (2) no llegan
a formar un núcleo dinámico porque otro patrón consciente impide que se
extiendan. Los procesos subliminales [31 se extinguen antes de poder convertirse
en conscientes.

Cuando identificamos un objeto lo hacemos con nuestros conoci-


mientos acumulados. Si los datos de los sentidos son enviados al
encéfalo para extraer y analizar la información pertinente se deno-
mina procesamiento ascendente. Los procesamientos descendente
y ascendente ocurren de forma simultánea -e interactúan entre
sí- en la percepción del mundo que nos rodea. El procesamiento
consciente actúa en sentido descendente, se guía por expectativas y
modelos internos y es jerárquico, es rápido en el procesamiento de
la información, pero forma un resumen a menudo contradictorio
de esta información procesada. Por su parte, el procesamiento pre-
consciente (una actividad cerebral inconsciente que se hace rápida-
mente consciente si es preciso) actúa en sentido ascendente, no es
jerárquico y ofrece más flexibilidad para hallar nuevas combinado-

La naturaleza de la creatividad humana 1 29


nes ideas, actúa forma más lenta para formar una impresión
menos difusa y con menos contradicciones. Ambos procesos no son
excluyentes y la toma de decisiones muchas veces es consciente,
pero si estas decisiones dependen de opciones que difieren en cuan-
to a probabilidad y valor final, la maximización de la utilidad pue-
de exigir una atención preconsciente optimizadora. Lo fascinante y
misterioso de nuestro increíble cerebro es que podamos tomar deci-
siones importantes utilizando procesos mentales preconscientes y,
además, que estos procesos puedan contribuir a la creatividad.
Uno de los componentes del procesamiento preconsciente de
información supone el uso de la cognición y posibilidad de libre
acceso a la consciencia. Es llamado preconsciente cognitivo, idea
introducida en 1987 por el neurocientífico John F. Kihlstrom, de la
Universidad de California en Berkeley, y desarrollada más tarde por
otros grupos de trabajo. Este preconsciente cognitivo se actualiza
constantemente por la experiencia y es supervisado por las decisio-
nes o la creación de procesos cognitivos conscientes descendentes.
Hay dos razones para suponer que el preconsciente cognitivo
actúa en la creatividad; la primera es que puede procesar más ope-
raciones que los procesos conscientes que se producen a la vez, la
segunda es que puede acceder más fácilmente a la parte dinámica
más profunda del inconsciente y utilizarlo con un uso creativo.

CALIZACIÓN CORTICAL
DE NCIONES CR

Teniendo en cuenta su relación con la consciencia-inconsciencia, ¿es


posible precisar con exactitud cuáles son los circuitos y redes neura-
les que contribuyen a la generación de intuiciones creativas, de los
momentos «¡ajá!»? A finales del siglo xvrn, el médico vienés Franz
Joseph Gall consideró que la corteza cerebral no funcionaba como
un único órgano, sino que podían localizarse funciones mentales

30 1 La naturaleza de la creatividad humana


distintas en las diversas áreas cerebrales. Sabía que según el aspecto
anatómico macroscópico externo, cada hemisferio se dividía en cua-
tro lóbulos: frontal, temporal, parietal y
occipital, sin que ello explicara dónde El cerebro es
estaban las más de cuarenta funciones una máquina de
psicológicas diferenciadas conocidas creatividad que está
en 1790. Para identificarlas, Gall relacio- constantemente
nó, mediante la palpación de la cabeza hacie o inferencias
de cientos de músicos, actores, pintores y nzando hipótesis
y criminales, ciertas protuberancias o para reconstruir
depresiones óseas bajo el cuero cabellu- el mundo.
do con talentos o defectos destacados ERIC R. KANDEL

de sus dueños. Subdividió así la corteza


en unas cuarenta regiones, cada una de las cuales sería el órgano de
una función mental específica: localizó la comparación, la causali-
dad y el lenguaje en la parte frontal, el amor paterno, la «amatividad»
(amor romántico) y la combatividad en la parte posterior, y senti-
mientos como la esperanza, la veneración y la espiritualidad en la
parte intermedia del cerebro. Aunque los métodos de localización de
Gall eran totalmente subjetivos, sin sistemas de comprobación em-
píricos y sin base experimental alguna, su teoría de que las distintas
funciones se localizan en distintas áreas del cerebro es correcta en
líneas generales.
Aparte de estos conocimientos, ¿podemos localizar la creativi-
dad? Indicios preliminares de varios experimentos neurológicos
""-U'-U.H que partes de corteza contri-
buyen a la creatividad, es posible que algunos aspectos dependan
de áreas cerebrales asociativas. Algunos datos no totalmente con-
firmados parecen indicar que en la creatividad interviene el córtex
cerebral del hemisferio derecho, sobre todo la circunvolución tem-
poral superior anterior y la corteza parietal. En un experimento de
solución de problemas verbales que exigían intuición creativa,
actividad de esta región cerebral (lóbulo temporal derecho) aumen-

La naturaleza de la creatividad humana 1 31


taba en los sujetos de la muestra. Además, en esta misma región
se observó una ráfaga de actividad de alta frecuencia que aparecía
0,3 segundos antes de la intuición. Esta pauta parece indicar que
las soluciones creativas exigen que esta zona del cerebro integre
información de manera preconsciente, lo que permite contemplar
el problema bajo una nueva perspectiva que normalmente no se
habría logrado de forma consciente. Estos hallazgos son especial-
mente interesantes, porque hacen plantearse nuevos enfoques so-
bre la función cerebral que en algún momento de la historia de la
neurología se consideraban pseudociencia.

¿Hay un hemisferio cerebral creativo?

Si bien no se podido identificar un lugar único donde se produz-


ca la creatividad, durante años estudios científicos han tratado de
averiguar si la creatividad puede asociarse a un hemisferio cerebral
concreto. Si observamos el cerebro desde arriba, veremos que hay
dos partes bien diferenciadas, que se conocen como hemisferios
cerebrales, interconectados por el cuerpo calloso, un grueso haz de
fibras nerviosas que transmite información entre ambos hemisfe-
rios. Cada uno de ellos recibe las sensaciones y controla los movi-
mientos del lado inverso del cuerpo. A pesar de la aparente simetría
macroscópica, los hemisferios cerebrales difieren en ciertos aspec-
tos anatómicos, neuroquímicos y funcionales. Se diferencian en su
configuración y estructura y también en las funciones que llevan a
cabo (fig. 5).
Los primeros estudios sobre la especialización hemisférica
arrancan con el descubrimiento, del neurólogo francés Paul Broca
alrededor de 1860, de que el hemisferio izquierdo es esencial en el
procesamiento del lenguaje. Su primer paciente, apodado «señor
Tan», solo podía producir la sílaba «tan», aunque comprendía el
lenguaje. Broca, en el estudio post mortem del «señor Tan», observó

32 1 La naturaleza de la creatividad humana


r F1G.5
HEMISFERIO HEMISFERIO
IZQUIERDO DERECHO
Lóbulo parietal

Cisura sagital Lóbulo frontal

Lóbulo occipital
lóbulo temporal

Lóbulo occipital

A la izquierda, vista superior de la corteza cerebral, donde se aprecian ambos


hemisferios y la cisura sagital que los separa. A la derecha, vista lateral del hemisferio
izquierdo. En ambas representaciones se muestran los lóbulos cerebrales.

que tenía una lesión en la corteza prefrontal inferior del hemisferio


izquierdo. Desde entonces, este tipo de trastorno del lenguaje se
conoce como afasia de Broca o motora, y se caracteriza por la falta
de habilidad para recordar los movimientos fonatorios del habla.
El neuropsiquiatra alemán Karl Wernicke evidenció poco después
que """'·'"' .. ,r,, en otra área más posterior del hemisferio
do -concretamente en el área temporal-, producía trastornos en
la comprensión del lenguaje (no entienden); los pacientes habla-
ban de forma fluida, aunque sin sentido (no se les entiende). Este
trastorno aún se llama afasia sensorial o de Wernicke. El neurólogo
británico John Hughlings Jackson introdujo el concepto de domi-
nancia hemisférica, que indica que un hemisferio domina sobre la
función neural del otro. Como el lenguaje entonces era considera-

La naturaleza de la creatividad humana 1 33


do el más complejo de los procesos cerebrales y las lesiones que lo
alteraban se producían invariablemente en el hemisferio izquier-
do, se consideró que este era el dominante, idea que se mantuvo
hasta la segunda década del siglo xx.
Los estudios de la neuropsicóloga Brenda Milner, en el Institu-
to Neurológico de Montreal, supusieron un cambio de concepción,
al descubrir que las lesiones del hemisferio derecho producían una
incapacidad de adquirir nuevos recuerdos, mientras que se mante-
nía intacto el lenguaje, la percepción y el razonamiento. No parecía
haber un hemisferio dominante sobre el otro, sino simplemente que
cada uno tenía sus propias funciones especializadas. Los trabajos
del también neuropsicólogo Roger Sperry fueron cruciales para ex-
tender esta idea de la especialización hemisférica. Un paciente con
epilepsia intratable al que se le realizó una intervención llamada ca-
llosotomia, que secciona el cuerpo calloso, mejoró sus crisis, aunque
presentó evidencias clínicas que sugerían que cada hemisferio cere-
bral estaba especializado en ciertos procesos cognitivos.
A partir de estas observaciones, un siglo después de los trabajos
de Jackson, el neurocientífico cognitivo Elkhonon Goldberg volvió
a introducir la idea de que el hemisferio izquierdo estaba especia-
lizado en el procesamiento de información rutinaria o familiar y
el hemisferio derecho en procesar información nueva. El neuro-
biólogo Alex Martin y su equipo utilizaron PET cerebral y descu-
brieron que cuando se presentaba reiteradamente un estímulo, el
hemisferio izquierdo mantenía una actividad constante, mientras
que el derecho se activaba solamente con un estímulo o una tarea
nueva. La actividad hemisférica derecha se reducía si la práctica
convertía en rutinarios un estímulo o una tarea, mientras que el
hemisferio izquierdo los seguía procesando sin cambios. Esto po-
dría traducirse en que el hemisferio derecho desempeña un papel
esencial en la resolución de problemas que requieren intuición,
probablemente porque procesa asociaciones vagas e imprecisas
entre los elementos de un problema, y además mantiene esta ac-

34 1 La naturaleza de la creatividad humana


tividad en los períodos de descanso, cuando no se presta atención
al problema.
Según los investigadores Earl Miller y Jonathan Cohen, la corte-
za prefrontal, encargada del razonamiento abstracto y de la regu-
lación descendente de las emociones, también es responsable de
las intuiciones creativas utilizando un método de proceso lógico
secundario. Cuando una persona ha llegado a una solución creati-
va, la corteza prefrontal se activa y, además de centrarse en la tarea
en sí, determina qué otras áreas del cerebro deben entrar en juego
para solucionar el problema. La corteza prefrontal lleva a cabo to-
das estas operaciones sin que seamos conscientes de ello, lo que in-
dica que es importante para los procesos cognitivos preconscientes
y sugiere que en el complejo proceso de resolución de problemas,
tanto si se realiza de forma metódica como intuitiva, no se parte
de cero cuando nos ocupamos de ello, sino que lo más frecuente es
que se haya trabajado antes en algunos aspectos del mismo. En la
resolución de problemas y en la toma de decisiones hay un estado
cerebral preconsciente preexistente que nos permite optar entre
una estrategia creativa u otra más metódica.
Los estudios de neuroimagen funcional indican que la corte-
za prefrontal se activa durante la percepción visual y la creativi-
dad tiende a implicar actividad neuronal en los dos lados de esta
corteza. Sin embargo, a medida que la capacidad para un arte o
habilidad visual aumenta, las conexiones entre los hemisferios se
reconfiguran y la actividad de la corteza derecha parece anular la
capacidad inhibitoria del hemisferio izquierdo. Por lo la in-
teracción entre la corteza prefrontal derecha y la izquierda contri-
buye a la generación o inhibición de la originalidad y la creativi-
dad. La creatividad supone eliminar esta inhibición y la expresión
del talento artístico se debe en general a una reducción de la in-
hibición de la búsqueda de novedad. La búsqueda de la novedad
abarca capacidades como la facultad de pensar de una manera
poco convencional, de usar el pensamiento divergente en situado-

La naturaleza de la creatividad humana j 35


> N ONES DE H IS B

Las investigaciones de las últimas décadas muestran que las funciones ce-
rebrales están menos localizadas de lo que tradicionalmente se venía consi-
derando. Sin embargo, cada hemisferio está especializado en determinadas
tareas, que lleva a cabo de forma predominante.

HEMISFERIO IZQUIERDO: procesa mediante análisis y pensamiento secuencial

Razonamiento lenguaje hablado lenguaje escrito

El cuerpo callase
comunica los do=
hemisferios

Habilidad científica Habilidad numérica Control mano derecha

Tarea de creatividad alta


Las personas creativas parecen tener mayor habilidad para activar a la vez
diferentes redes que normalmente no funcionan juntas. Alrededor de la mitad
de los nodos más conectados durante una tarea creativa se localizan en la corteza.

1 Prefrontal
2 Motor
3 Ínsula
4 Parietal
5 Temporal
6 Occipital
'1Sistema limbico
8 Cerebelo
Subcortkal
1O Tronco del encéfalo

36
En personas sanas, los hemisferios y las diferentes áreas del cerebro compar-
ten información a través de un haz de fibras denominado cuerpo calloso, y los
procesos perceptivos y ejecutivos tienen lugar en el cerebro en su conjunto.
La creatividad es una tarea compleja que implica al cerebro de manera global.
HEMISFERIO DERECHO: procesa mediante integración y pensamiento simultáneo

Intuición Imaginación Sentido artístico

Control mano izquierda Percepción tridimensional Sentido musical

Tarea de creatividad baja


En una tarea de creatividad baja, muchos de los nodos se encuentran en áreas
subcorticales y más profundas del cerebro a diferencia de lo que sucede
en la actividad creativa.

1 Prefrontal
2 Motor
3 Ínsula
4 Parietal
5 Temporal
6 Occipital
7 Sistema límbico
8 Cerebelo
9 Subcortica!
10 Tronco del encéfalo

37
nes indefinidas o abiertas y de abrirse a experiencias nuevas. Los
lóbulos frontales forman parte de una red encargada de buscar y
detectar la novedad, un proceso fundamental para la creatividad.
Aunque desde 1949 los trabajos pioneros del psicólogo Donald
O. demostraron la especialización cerebral de la creatividad,
hasta ahora no se ha realizado ningún estudio sistemático con neu-
roimagen en personas con creatividad demostrable. Sin embargo,
el estudio de la creatividad ha avanzado espectacularmente tras los
estudios de Mark Jung-Beeman y John Kounios. El estudio expe-
rimental ha demostrado que para que se manifieste una intuición
o una tarea creativa tipo momento «¡ajá!» se activa especialmente
una zona del lóbulo temporal derecho -la circunvolución tempo-
ral superior anterior- tanto en el momento crítico como duran-
te el período previo de intentar solucionar problema; es decir,
la activación no se limitaba al momento emocional «¡ajá!». Esta
misma región cerebral se activaba también en tareas que exigen la
integración de actividad semántica relacionada con la vaguedad,
como cuando se trata de deducir el tema de una historia ambi-
gua. Para ampliar la sensibilidad de sus experimentos y afinar el
tipo de señales cerebrales asociadas a estas soluciones innovado-
ras, Jung-Beeman y Kounios evidenciaron, por registro eléctrico
de la corteza cerebral, que poco antes de la toma de una decisión
definitiva se observaba una descarga de actividad gamma de alta
frecuencia en la misma región del hemisferio derecho que se
bía identificado previamente en fMRI (fig. 6), lo que parece sugerir
que derecho es capaz de establecer conexiones entre
"~·•UAUA-AA~

distintas clases de información. Aunque la solución de problemas


en general se basaría en redes neurales corticales compartidas, el
destello repentino de la intuición (insight) que se produce al acti-
var distintos procesos neuronales y cognitivos parece que deja ver
conexiones que antes habían pasado inadvertidas.
Al avanzar en las investigaciones se evidenció que, en realidad,
la intuición creativa es la culminación de una serie de estados cere-

38 1 La naturaleza de la creatividad humana


1 F1G. 6

A la izquierda, antes de un destello de intuición [insightl la actividad eléctrica


cerebral pasa de una situación de vigilia normal preconsciente (ritmo alfal hasta
que se activa la atención consciente (ritmo gammal.

brales transitorios que actúan en lugares diferentes y con distintas


duraciones, lo cual ocurre a pesar de que la intuición se produzca de
forma repentina y sin aparente relación con los procesos de pensa-
miento que la han precedido. Las primeras áreas que se activaron en
los participantes del estudio de solución de problemas con intuición
creativa eran el córtex cingulado anterior de la corteza prefrontal y la
corteza temporal de los dos hemisferios cerebrales. Al resolver ana-
líticamente un problema se activaba también la corteza visual, un
indicador de que los sujetos prestaban atención visual a la informa-
ción que se les mostraba. Los investigadores identificaron esta fase
preparatoria con el período de tiempo inmediatamente anterior a la
presentación de un problema. Durante esta fase el cerebro intenta
centrarse en el problema y bloquea todo lo demás. Posteriormente,

La naturaleza de la creatividad humana 1 39


coincidiendo con el logro de la solución por parte de los participan-
tes, se activa en el lóbulo temporal derecho (circunvolución tempo-
ral superior anterior) el pico de ondas gamma antes mencionado.
Jung-Beeman supone que la fase de
La creatividad no es relajación es esencial para el momento
un logro aislado de creativo. La intuición creativa es un de-
un individuo o grupo licado acto de equilibrio mental al que
pequeño. Surge de la el cerebro dedica una gran atención;
interacción entre el una vez concentrado, necesita relajar-
individuo, la cultura y se con el fin de encontrar otras vías po-
el campo social. sibles para llegar a una solución. Estas
MIHÁLY CSIKSZENTMIHÁLYI vías es más probable que aparezcan
como resultado de la actividad de pro-
cesamiento del hemisferio derecho. La importancia de la relajación
quizás explique el que tantas intuiciones creativas se manifiesten
durante una ducha templada, haciendo deporte tranquilamente o
a primera hora de la mañana, justo tras despertarnos. El cerebro
adormecido se encuentra relajado y un poco desorganizado, y está
abierto a toda clase de ideas originales.
Cuando alguien quiere resolver un problema activamente por
medio de la intuición creativa debe concentrarse, pero al mismo
tiempo debe dejar que la mente divague y haga una regresión en
algún punto del proceso, ya sea durante el punto de incubación o
cuando se llegue a un punto muerto.
Asimismo, se han realizado estudios para comprobar si exis-
te alguna diferencia fundamental entre el pensamiento creativo
y el analítico no creativo. Dichos estudios, consistentes en pro-
blemas de presentación de letras desordenadas para formar pala-
bras con ellas -tarea que puede solucionarse de forma metódica
y deliberada probando varias combinaciones, o mediante intui-
ción creativa repentina- mostraron pautas de actividad cerebral
sorprendentemente diferentes, no solo durante el momento de la
resolución del problema, sino también durante el período de des-

40 1 La naturaleza de la creatividad humana


> y JUNG:

Richard J. Haier y Rex E. Fascículo arqueado


Jung han efectuado un
metaanálisis de estudios
fMRI cerebral relaciona-
dos con la inteligencia,
hallando evidencias de
una nueva neurobiología
cognitiva humana. Elabo-
raron su teoría de la in-
tegración parietofrontal
[P-FIT]. que identifica una
extensa red neural modu-
lar que involucra princi- - El fascículo arqueado conecta la corteza
prefrontal con las áreas parietales en una
palmente a áreas de es-
red neural modular que procesa respuestas
tos lóbulos cerebrales. La multitarea relacionadas con la inteligencia
inteligencia estaría rela- y la creatividad.
cionada con la eficiencia
del flujo de información intracerebral y P-FIT identificaría los nodos de
los trayectos del movimiento del procesamiento de la información inte-
ligente. Las áreas cerebrales de la inteligencia coincidirían con las de la
atención, la memoria y otras funciones complejas, como el lenguaje y la
creatividad. Los niveles de inteligencia estarían basados en el grado de
eficiencia con que las redes parietofrontales procesan la información.
Persiste el debate acerca de cómo definir y medir la inteligencia, pero se
han encontrado concordancias sorprendentes en los estudios revisados.
Haier y Jung descubrieron en 2004 que existe una localización holística,
siendo improbable la existencia de un «centro de inteligencia» frontal ais-
lado. El modelo de redes de Haier y Jung proporciona la base que justifica
la comprobación de nuevas hipótesis en futuros experimentos.

41
canso previo al inicio del experimento, antes incluso de saber en
qué consistiría la prueba. En esos dos períodos, los sujetos creati-
vos mostraron una gran actividad en varias regiones corticales del
hemisferio derecho.
Podemos concluir que el cerebro reparte el trabajo entre los dos
hemisferios, de tal forma que aprovecha los puntos fuertes de cada
uno. Aunque los dos hemisferios se dedican básicamente a los mis-
mos procesos (percepción, pensamiento y acción) y lo hacen a la vez
y en cooperación, parecen contribuir a la creatividad de maneras di-
ferentes, aunque con mayor participación del hemisferio derecho.

Creatividad y desinhibición frontal

Que haya una mayor participación del hemisferio derecho del cere-
bro no quiere decir que la creatividad resida en él. En un intento de
avanzar en este tema, los psicólogos Richard J. Haier y Rex E. Jung,
de la Universidad de California, reunieron los puntos en común de
los estudios que analizaban diferencias estructurales en personas
con distintos niveles de creatividad. Una de las diferencias más
contundentes y consistentes procedía de sujetos que habían sufri-
do una lesión cerebral que afectaba a la manifestación de sus capa-
cidades creativas, que los llevó a concluir que la corteza prefrontal
tiene un papel esencial relevante en la implementación cerebral
de la creatividad. Denominaron a este marco hipotético modelo de
desinhibición frontal de creatividad y la clave sería que la región
frontal actuaría como freno a la manifestación conductual. Además
de contención, la corteza prefrontal ejercería una función clave en
la selección de respuestas, junto con la generación de ideas proce-
dente de los almacenes de memoria de otras regiones cerebrales,
base de su teoría de la integración parietofrontal de la inteligencia
(modelo P-FIT), en la que varias áreas cerebrales se organizan con-
juntamente, especialmente los lóbulos frontal y parietal.

42 1 La naturaleza de la creatividad humana


Según este modelo, el origen cerebral de creatividad estaría
relacionado con tres tipos de funcionamiento: deliberado, espontá-
neo y flow, que se diferencian en el nivel de actividad prefrontal que
requieren. Los modos deliberado y espontáneo, relacionados con
conocimientos explícitos o formas de actividad creativa vinculadas
con hechos y datos, implican un nivel de actividad prefrontal alto
e intermedio. El modo flow, relacionado con formas de creatividad
sobre conocimientos implícitos, implicaría un mínimo nivel de ac-
tividad prefrontal.
No obstante, el modelo de desinhibición frontal es un marco
hipotético. Hipótesis, no teoría. Parece ser que este modelo reve-
la diversos aumentos y disminuciones de la actividad en distintas
regiones del cerebro. En conjunto, las áreas parietal y frontal, se-
ñaladas previamente, sugieren, paradójicamente, una cierta late-
ralización hacia el hemisferio izquierdo -no el derecho, como en
otros estudios- en la parte anterior y posterior del cerebro, si bien
en conjunto las áreas señaladas están claramente situadas en los
dos hemisferios. Esta disparidad de hallazgos permite concluir que
la creatividad es uno de los misterios más fascinantes que nuestro
cerebro sigue escondiendo.
Una vez establecidas, en la medida de lo posible, las bases bioló-
gicas en las que se sustenta creatividad, cabe preguntarse si esta
surgió como un subproducto emergente de la complejidad cere-
bral a lo largo de la evolución humana y, por lo tanto, si en nuestra
corteza cerebral existe algún rasgo distintivo que pueda demostrar
este origen.

La naturaleza de la creatividad humana 1 43


HISTORIA EVOLUTIVA DE
LA CREATIVIDAD HUMANA

El modelo de la revolución tecnológica


considera que la creatividad humana
apareció en una explosión de innovación
durante el Paleolítico superior en Europa.
Sin embargo, las recientes investigaciones
paleoantropológicas han aportado pruebas
de que nuestros ancestros tuvieron
destellos de brillantez muy anteriores
a esa fecha.
racias al aumento creciente de la complejidad de nuestro gran
cerebro visual primate ha sido posible el desarrollo especta-
cular de las funciones cognitivas y de otras habilidades humanas.
No solo hay que tener en cuenta el aumento del tamaño cerebral y
del número de neuronas a lo largo de la evolución, sino particular-
mente el gran desarrollo y diferenciación de su neocorteza, la parte
evolutivamente más moderna de la corteza cerebral. Esta presenta
más conexiones sinápticas y una mayor complejidad y característi-
cas distintivas respecto a otros mamíferos que, junto con la cultura
y el entorno social, son el probable punto de partida que dio lugar a
la creatividad humana.
Durante mucho tiempo se ha pensado que la creatividad de los
humanos primitivos se manifestó hace apenas cuarenta años,
cuando su capacidad para la innovación pareció dispararse. Pero
los descubrimientos del registro arqueológico de los últimos años
han demostrado que nuestros ancestros· tuvieron destellos de bri-
llantez anteriores a esa fecha. Tales hallazgos parecen indicar que
la capacidad humana para la innovación y la creatividad se desa-

Historia evolutiva de la creatividad humana 1 47


rrolló a lo largo de cientos de miles de años gracias a diferentes fac-
tores biológicos y sociales.

LA CREATIVIDAD, RESULTADO
DE MÚLTIPLES FACTORES

Entre los acontecimientos más notables acaecidos durante la evo-


lución del cerebro humano se encuentra el aumento de su tama-
ño y, en particular, el gran desarrollo y diferenciación de la corteza
cerebral. Esta tasa de crecimiento cerebral resulta asombrosa des-
de cualquier punto de vista y ha sido identificada al menos en tres
linajes independientes del género Horno: el que condujo al Horno
neanderthalensis en Europa, el de los últimos Horno erectus en Asia
oriental y el del Horno sapiens en África (fig. 1).
Desde Darwin, sabemos que resulta innegable nuestro desarro-
llo evolutivo en mosaico, en el que las capacidades mentales -con
sus correlatos neuronales- son el resultado de modificaciones su-
fridas por mecanismos heredados de nuestros más remotos ante-
pasados, a los que se han ido añadiendo nuevas capacidades. Las
presiones selectivas sobre muchos rasgos cognitivos y físicos actua-
ron durante millones de años sobre estructuras cerebrales arcaicas.
Nuestra capacidad creativa actual descansa sobre rasgos primiti-
vos, compartidos con otros primates, junto con otros más recientes
exclusivos del ser humano. Por otro lado, somos una especie con un
marcado desarrollo social en la que la cultura actúa como una es-
pecie de tesauro colectivo que amplía nuestra memoria individual.
Aunque no sea posible definir claramente el componente creativo,
este existe desde los más remotos orígenes del género Horno.
El género Horno apareció hace dos millones de años, pero el uso
de herramientas líticas se conocía al menos medio millón de años
antes, lo que apoya con fuerza la idea de que la cultura alimentó la
rápida transformación que hizo que una sucesión estable de simios

48 1 Historia evolutiva de la creatividad humana


I FtG.1
Tiempo (añosl EUROPA ÁFRICA ASIA
o
Horno sapiens

!-[
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20000
35000

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3-10 6

4-10 6

4,5- 10 6
5. 10 6

8- 106

Linaje humano. Hay numerosos árboles genealógicos del Hamo sapiens, y los
nuevos hallazgos complican cada vez más el origen de nuestra ascendencia.
Hay unanimidad en que la línea humana surgió en África hace entre seis y siete
millones de años, separándose de los simios.

Historia evolutiva de la creatividad humana 1 49


antropomorfos arborícolas se convirtiese en un linaje humano que
vivía en el suelo y evolucionaba con rapidez. Se encontrado ru-
dimentos de industria lítica (lascas afiladas obtenidas golpeando
intencionadamente piedras del tamaño
Muchos desafíos de un puño) de 2,6 millones de años de
actuales se deben a antigüedad en África, e incluso restos
diferencias entre el anteriores de herramientas de hueso, lo
ambiente al que se que supone que casi con seguridad los
adaptaron nuestros primeros homininos -grupo o subtri-
antepasados y el bu de primates homínidos con postu-
mundo de hoy. ra erguida y locomoción bípeda, de los
RoBERT M. SAPOLSKY cuales solo sobrevivimos los Horno sa-
piens- fabricaron estas herramientas
simples (fig. 2). A pesar de su anatomía arcaica ya habrían superado
con mucho las capacidades cognitivas de los monos antropomorfos.
El uso de estas lascas mejoró la capacidad de despiezar cadáveres de
mamíferos pastadores, con lo que su dieta se amplió de repente, pa-
sando de ser vegetariana a incorporar grasas y proteínas animales.
Esto permitió el crecimiento del cerebro consumidor de alta energía
que caracteriza al género Horno.
Pero este elemento de cultura material resulta insuficiente para
explicar la explosión de creatividad en los homininos. Nuestro co-
nocimiento de la evolución clima en los dos últimos millones de
años ha aportado pruebas de que variaciones climáticas muy acu-
sadas se sumaron a la cultura material para acelerar el ritmo evolu-
tivo de nuestros ancestros. uso de ~.... __.i,,w implementó el
equipamiento del género Horno para conquistar nuevos ambientes,
aunque cada vez que cambiaban las condiciones climatológicas,
esos avances eran insuficientes para hacer posible supervivencia.
Numerosas comunidades se disgregaron y perecieron, lo que permi-
tió que en algunos grupos más pequeños los cambios genéticos y
innovación cultural arraigaran más rápidamente. Nuestra especie
fue la que prevaleció en última instancia, debiendo su éxito tanto a

50 1 Historia evolutiva de la creatividad humana


r F1G.2
~ Primeras pruebas
~ de comportamiento simbólico
'
El volumen del
Aparición del Hamo sapiens --<'.)---1 cerebro se duplica
de nuevo
0,5
Los homininos recurren al fuego,
la ropa y construyen
.
refugios

El volumen del
1,5 cerebro se duplica

Marcha a grandes ~ Herramientas más avanzadas,

'
pasos ~ como hachas de mano
2 Tamaño cerebral de los
primeros homínidos
Aparición del género Homo
Herramientas de piedra
en forma de lascas afiladas

Los primates bípedos aún


conservan capacidades ~,
~ 3,5
trepadoras (ill\l:l

Millones de años atrás


Historia de la innovacion en los homininos. Transformaciones anatómicas,
conductuales y cognitivas durante los últimos cuatro millones de años.

factores contingentes, como a las fluctuaciones climáticas, y a su ta-


lento y creatividad.
Desde hace al menos dos millones de años las proporciones cor-
porales del género Hamo son similares a las nuestras, y aproximada-
mente por la misma época nuestros remotos ancestros abandonaron
África y se dispersaron por Europa. Numerosos miembros de espe-

Historia evolutiva de la creatividad humana 1 51


cíes de Hamo caminaban erguidos y con largas zancadas, vivían en
sabanas abiertas, lejos de protección del bosque y disfrutaban de
una dieta rica en recursos animales. cerebro de los primeros Homo
era apenas algo mayor que el de los primeros primates bípedos, pero
años su volumen se había doblado, y hace dos-
cientos años volvió a duplicarse.
Más tarde hubo un largo período sin mayores avances y durante
1,6 millones de años nuestros ancestros no cambiaron forma de
tallar las hachas de mano multifuncionales, que eran muy estereo-
tipadas y con escasas novedades en el diseño. Por eso, la revolución
cultural conocida como explosión del Paleolítico superior pen-
sar subsecuentemente en una mutación genética de creatividad en
el género Hamo. Sin embargo, los últimos descubrimientos hacen
pensar más bien que incluso antes de aparición del Hamo sapiens
hace doscientos años hubo una capacidad de innovación que
surgió de pronto, pero que se mantuvo latente durante milenios
hasta que prendió en nuestra especie de forma progresiva y marca-
damente fluctuante, gracias a una compleja interacción de factores
biológicos y sociales. En cualquier caso, los orígenes de la creati-
vidad son mucho más antiguos de lo que se suponía. En el último
decenio se han ido publicando nuevos datos arqueológicos sobre
revolución tecnológica que siguió al aumento de la densidad de
población en Á.frica.
Hace 77 000 años, por ejemplo, los habitantes de Cueva Silbudu
en Sudáfrica seleccionaban hojas de un único tipo de árbol (Crypto-
carca woodii), entre otros muchos disponibles, para elaborar los
lechos donde dormían. Era la única especie vegetal con compuestos
insecticidas y larvicidas naturales, repelían a los mosquitos que
transmitían enfermedades, una característica muy útil, sobre todo
para dormir en un lugar cercano a un río. Hace unos 71000 años,
los Homo sapiens del yacimiento también sudafricano de Pinnacle
Point idearon y enseñaron a sus descendientes compleja técnica
de fabricar finas láminas de piedra para elaborar armas de proyec-

52 1 Historia evolutiva de la creatividad humana


til. Pero hace 164000 años, esos mismos habitantes ya calentaban el
mineral a una temperatura determinada para mejorar sus cualida-
des, lo que supone un uso racional del
fuego. A continuación lo tallaban para Hamo sapiens no
producir láminas de pocos centímetros evolucionó en dos
de longitud que después enganchaban etapas, primero para
a mangos de madera o de hueso con adquirir la apariencia
un adhesivo fabricado por ellos mis- física actual y luego
mos. En el yacimiento sudafricano de el comportamiento
Cueva de Blombos, hace entre 100 000 moderno, sino en
y 72 000 años, sus habitantes grabaron una sola.
diseños en fragmentos de ocre, cons- JoHN J. SHEA

truían punzones de hueso presumible-


mente para confeccionar trajes de pieles y se adornaban con conchas
de caracoles.
Pero esta capacidad técnica no era exclusiva de los humanos
anatómicamente modernos; otros homininos exhibían también
rasgos de creatividad. Hace trescientos mil años los neandertales
aparecieron en Europa. Mezclaban alquitrán con corteza de abedul
para fijar lascas de piedra a piezas de madera, elaborando lanzas con
mango hace doscientos mil años. Del mismo modo, unas puntas
líticas halladas en el yacimiento de Kathu Pan 1 de Sudáfrica cons-
tituyeron el extremo letal de unas lanzas de quinientos mil años
de antigüedad, probablemente pertenecientes al Horno heidelber-
gensis, último antepasado común de neandertales y sapiens. En la
Cueva Wonderwerk, también sudafricana, un estrato con restos de
cenizas de plantas y fragmentos de huesos quemados demuestra
que un hominino aún más arcaico, Horno erectus, aprendió a utili-
zar el fuego para calentarse y protegerse de los depredadores hace
un millón de años. Incluso nuestros antepasados australopitecinos
más remotos acuñaban nuevas y creativas ideas. En dos yacimien-
tos cercanos al río Kada Gona, en Etiopía se han recuperado las in-
dustrias líticas más antiguas: cantos tallados hace 2,6 millones de

Historia evolutiva de la creatividad humana 1 53


años por el Australopithecus garhi u otra especie contemporánea,
utilizados para cortar la carne de animales muertos.
Estos destellos creatividad pueden parecernos rudimentarios
si los comparamos con los teléfonos inteligentes o los ordenadores
actuales, pero cuando el mundo estaba formado solo por objetos
modelados por la naturaleza, capacidad de imaginar algo y ha-
cerlo real debió de parecer algo mágico.

EL ORIGEN DE HU
¿R E OG

En la actualidad dos modelos bien distintos a la hora de con-


cebir el origen temporal de los procesos cognitivos modernos, in-
cluyendo la capacidad para apreciar la belleza. Uno de ellos, al que
nos referiremos como la hipótesis de la revolución, del Paleolítico
superior considera, como ya hemos comentado, que el registro ar-
queológico pone manifiesto una rápida aparición del compor-
tamiento humano moderno acontecida hace entre cincuenta mil
y cuarenta años, coincidiendo con la entrada de los humanos
modernos en Europa.
Algunos de los proponentes de esta perspectiva han defendido
que este cambio acusado hacia los tipos de restos arqueológicos ha-
llados en yacimientos del Paleolítico superior europeo demuestra
la existencia de un cambio sustancial en la cognición humana y sus
sustratos neuronales. Entre otros indicadores, este modelo se funda-
menta en la aparición de enterramientos intencionales, la ornamen-
tación de herramientas, cuerpos y paredes de cuevas, la elaboración
de objetos a partir del hueso o el marfil, el desarrollo de nuevas téc-
nicas líticas y las evidencias de complejas relaciones de intercambio,
aspectos todos ellos presentes en los indicios arqueológicos de las
cuevas del sur de Francia y el norte de España, entre otras localida-
des europeas. Esta hipótesis de la revolución considera que ese rico

54 1 Historia evolutiva de la creatividad humana


>DESARROLLO DEL INGENIO EN EL GÉNERO HOMO
De forma sorprendente, los ejemplos más antiguos de inventiva artística
y técnica indican que la creatividad humana se gestó a lo largo de cientos
de miles de años hasta alcanzar su apogeo hace entre 90000 y 60000
años en África y 90 000 y 40 000 años en Europa. Causas sociales, como el
aumento de la población, parecen haber acentuado el poder de innovación
de nuestros antepasados. Por un lado, estas aumentarían la probabilidad
de que alguien del grupo descubriese una innovación técnica y, por otro
lado, fomentarían las relaciones entre grupos que intercambiarían ideas.

- - - - - - - j - _- - - - - - - - - - - - - - - - -
- - - :,}- Hace 3,4 millones de años
' ¡ Huesos de animales con marcas de corte [Etiopía).
~
(:;, Hace 2,6 millones de años
¡ Lascas de piedra [Etiopía).
__ - _ ------
v-v,-
Hace 1,76 millones de años
Instrumentos de piedra bifaciales [Kenial.
---- --- ;,·_~--c-~~---=---
tr''s Hace 1 millón de años
'"'f Huesos quemados y restos vegetales que indican
! el control del fuego (Sudáfrica).
--t~ Hace 500 000 años
[,_. -_', ''f Puntas líticas aparentemente fijadas a mangos
1 de madera (Sudáfrica).

---~ 1) ~:ac;~~~~~ ~~Oo~~~ 000


;r~~a d o [~~~~frical.

(_) Hace 77 000 años _


l Camas con repelente contra insectos [Sudáfrica).

Hace entre 41 000 y 37 000 años


"--~ Pinturas rupestres [España).
·-·······-·-··- --'",,,':>.~.;_-

Hace entre 40 000 y 35 000 años


/ ¡ Arte figurativo [Alemania!.
-- - 'i---------------------

- Primeros indicios de inventos fundamentales que llevaron al punto álgido


la evolución cultural.

55
registro contrasta de forma notable con los restos correspondientes
al Paleolítico medio, que son indicio de una tecnología lítica más
simple y menos variada, una menor eficacia en la explotación de
recursos y la ausencia de comportamiento simbólico. Sin embargo,
varias reinterpretaciones posteriores del registro arqueológico ex-
traeuropeo han cuestionado el lugar y el momento en el que apare-
ció la cognición humana moderna, aportando los cimientos de una
visión alternativa.
Desde este punto de vista se sostiene que la hipótesis de la re-
volución ignora tres elementos: los problemas que derivan de la
aplicación a otros continentes de los sistemas de periodización pre-
histórica basados en el registro europeo; las diferencias en la abun-
dancia y riqueza de los yacimientos europeos, africanos y asiáticos
y, por último, los diversos episodios migratorios.
La explicación alternativa, la hipótesis gradualista, defiende que
no todos los comportamientos que se suelen tomar como indica-
ción de la modernidad cognitiva humana aparecieron en el mismo
lugar y el mismo momento.
Numerosas evidencias sugieren que los restos del Paleolítico su-
perior europeo son el resultado de una acumulación gradual y conti-
nua de comportamientos novedosos fijados durante un largo perío-
do de tiempo y que no hubo ninguna revolución -o explosión- de
creatividad. De hecho, a medida que progresa el trabajo en los yaci-
mientos africanos se hace más claro que el uso del ocre, los graba-
dos, el trabajo del hueso y las complejas estrategias de subsistencia
relacionables con todos esos progresos técnicos aparecieron mucho
antes de lo que postula la hipótesis de la revolución. Por ejemplo,
en algunos yacimientos africanos cuya edad estimada es de unos
100 000 años se han hallado conchas, cáscaras de huevo y huesos
perforados cuya única función es ornamental. En yacimientos nige-
rianos de 130 000 años de antigüedad se han recuperado piedras de-
corativas, mientras que el uso del ocre se ha documentado en varios
yacimientos que cubren los últimos 300 000 años.

56 1 Historia evolutiva de la creatividad humana


La evidencia temprana de apreciación estética, la forma más ex-
celsa de creatividad, no se reduce a la proveniente del continente
africano. Una transición gradual, aunque algo más tardía, hacia el ca-
racterístico comportamiento moderno también se aprecia en el regis-
tro arqueológico del sur de Asia. Incluso en la propia Europa han apa-
recido indicios muy anteriores de un posible pensamiento simbólico.
Asimismo, la naturaleza en mosaico del proceso evolutivo hace
imposible determinar un hito en el tiempo que corresponda al ori-
gen de la modernidad cognitiva del ser humáno. No cabe sorpren-
derse del hallazgo de artefactos de carácter simbólico antes de que
los elementos decorativos fuesen comunes en las cuevas del Paleo-
lítico superior del sur de Europa. Clásicamente, se han diferencia-
do dos tipos de Horno sapiens: el arcaico cromañón y el moderno,
aunque desde el punto de vista morfológico, el arcaico ya tenía una
anatomía idéntica a la nuestra. Parecería obvio pensar que solo el
sapiens anatómicamente moderno puede ser conductualmente mo-
derno, capaz de crear objetos simbólicos. Sin embargo, esta idea está
siendo modificada por los más recientes hallazgos arqueológicos y
paleontológicos, como veremos a continuación.
Existen seres humanos de aspecto moderno desde un período
que se remonta hasta los 150 000 o 200 000 años, mientras que
la revolución artística (pintura rupestre) de los yacimientos euro-
peos data de hace no mucho más de 40 000 años, lo que obligaría
a entender que las capacidades cognitivas humanas actuales no
aparecieron con nuestra especie, sino que responden a algunos
cambios posteriores que aún no han sido identificados.
En Europa, el fósil de Horno sapiens más antiguo data de hace tan
solo 35000 años, pero sabemos que nuestra especie surgió en Áfri-
ca hace 200 000 años; en Etiopía se han hallado restos de sapiens
de 165 000 a 195 000 años. Los humanos salieron desde África hacia
Asia hace más de 40 000 años; en Israel se han encontrado restos de
entre 120 000 y 80 000 años de antigüedad que ya comparten ras-
gos de humanos modernos, y en China, restos de hace 100 000 años.

Historia evolutiva de la creatividad humana 1 57


Hubo presencia humana en Australia hace al menos 42 000 años.
Pero nada parecido a una revolución acompaña al registro fósil de
estos restos. En suma, la hipótesis de la revolución del Paleolítico
superior resulta ser una falacia.
Nuevas pruebas del Aunque existen diferencias en los
ingenio de nuestros esqueletos de estos primeros Hamo sa-
antepasados obligan piens y los restos europeos del Paleolí-
a reconsiderar el tico superior, los fósiles mejor estudia-
momento en que dos son los de la forma del cráneo. Sin
empezaron a pensar embargo, no entendemos bien el origen
con inventiva. genético y conductual de estas variacio-
HEATHER PRINGLE nes morfológicas, por lo que carece de
sentido establecer diferencias evoluti-
vas significativas a partir de estas diferencias. La mayoría de los res-
tos combinan rasgos primitivos o ancestrales con otros derivados, de
evolución más reciente; por más que se pretenda dividir a estos hu-
manos en dos grupos diferenciados (arcaicos y modernos) es ilegíti-
mo alegar estas diferencias si desconocemos la forma en que estas
características se relacionaban con el comportamiento. De hecho,
los primeros fósiles de Hamo sapiens en África y Asia se encuentran
asociados a indicios muy precoces de comportamiento moderno, si-
milares a los registrados en el Paleolítico superior europeo. Pero es-
tos períodos han sido intermitentes, perdurando las industrias du-
rante algunos miles de años para luego desaparecer.

DEMOGRAFÍA Y COMPLEJIDAD CONDUCTUAL


COMO MOTORES DE LA CREATIVIDAD

Una posible explicación a estas explosiones de creatividad podría


hallarse en la demografía. El estudio genético del ADN mitocondrial
(ADNmt) -que se hereda solo por vía materna y no se recombina
con genes mitocondriales paternos- y el de parte del cromosoma

58 1 Historia evolutiva de la creatividad humana


Y -que solo heredan los hombres por vía paterna- sugiere cam-
bios en las expansiones y aislamientos de las poblaciones pasadas
de cazadores-recolectores. Los haplotipos son el conjunto de varia-
ciones del ADN (polimorfismos) que tienden a ser heredados juntos
porque están muy próximos. Un grupo grande de haplotipos cons-
tituye un haplogrupo; en la década de 1980 se estableció, median-
te el estudio del ADNmt de amplias poblaciones, el origen africano
de nuestra especie y la existencia de un antecesor común de todos
los humanos actuales, que se denominó Eva ínitocondrial. Aunque
estas investigaciones fueron duramente criticadas, la revisión pos-
terior de esta hipótesis se ha demostrado como básicamente cierta,
datando a la especie Hamo sapiens en unos doscientos mil años de
antigüedad. Existen cuatro linajes de ADNmt en poblaciones de ori-
gen africano: haplogrupos LO, Ll, L2 y L3. El tipo L3 es el más joven.
Los linajes extraafricanos pertenecen sin excepción a dos grupos, M
y N, que descienden del haplogrupo L3 (fig. 3).
El estudio de expansión de los tipos de ADNmt durante los últi-
mos 150 000 años revela datos interesantes: el primer crecimiento
demográfico de la especie comenzó hace entre 86 000 y 61000 años
en el tipo L3, durante el período de explosión creativa de las indus-
trias de Still BayyHowieson's Poort, que comentaremos más adelan-
te. Ningún otro grupo se expande de esta forma hasta hace 20 000
años. Hace 75 000 años finalizó un período de aridez climática en
África oriental, que había durado 60 000 años, y siguió un período
de condiciones cálidas y húmedas más favorables.
Por otro lado, la supererupción del volcán Toba en Sumatra, la
mayor actividad volcánica ocurrida en la Tierra durante toda la
evolución del género Hamo, ocurrió hace 74000 años, y produjo un
invierno volcánico a escala planetaria que diezmó las poblaciones
humanas, pero esto es incompatible con la expansión del grupo L3.
Por tanto, el cambio ambiental no sería el único condicionante del
crecimiento poblacional y de migración fuera de África diez mil años
después. Como explicación alternativa, alguna innovación cultural

Historia evolutiva de la creatividad humana 1 59


r F10.3
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~

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150 120 90 60 30 O 150 120 90 60 30 O
Edad (miles de años)

Los estudios de ADN mitocondrial (ADNmt) permiten dividir los linajes humanos
en cuatro haplogrupos (LO, L1, L2 y L3). Dos subconjuntos M y N descienden
del haplogrupo L3. Son los únicos linajes de ADNmt hallados fuera de África. El
haplogrupo L3 correspondería a la población que se expandió durante el período
de la explosión creativa de Still Bay y Howieson's Poort.

y el aumento de complejidad conductual entre los miembros del ha-


plogrupo L3 pudo proporcionar a este grupo una ventaja competitiva
sobre sus rivales, mejorando la eficacia técnica, la productividad y la
creatividad, con mayor cohesión y coordinación de grupo. Sin em-
bargo, no es posible saber si la innovación fue la causa o bien la con-
secuencia de la expansión del grupo L3, aunque la dispersión geográ-
fica hace más probable que sea una consecuencia más que la causa.
El ADN mitocondrial proporciona también información sobre
los períodos de aislamiento de las poblaciones. Nuestra especie
experimentó varios de esos episodios en la región subsahariana y
no hubo una población continua geográficamente. Los estudios de
grupos de poblaciones aisladas que perduran, pigmeos y bosqui-
manos khoisan, sugieren que los pigmeos quedaron genéticamente

60 1 Historia evolutiva de la creatividad humana


aislados hace 74 000 años y el flujo genético se reanudó hace unos
40000 años. Los bosquimanos khoisan quedaron aislados hace
90 000 años y solo decenas de miles de años más tarde, en la Edad
de Piedra tardía, se renovó su ADNmt con un nuevo aporte de genes.
Pero, aparte de la demografía, otro factor tuvo que ser también
muy importante como motor de la creatividad, la complejidad con-
ductual. La transmisión de la cultura con respecto a las relaciones
humanas se basa en la creación de normas y valores comunes que
se expresan en las tradiciones, el lenguaje y díversos símbolos. Esta
cultura se transmite de una generación a otra y, erróneamente, es
común la creencia de que esta transmisión es un atributo exclusi-
vamente humano. Cada vez hay más estudios que demuestran que
algunos animales, especialmente los chimpancés, tienen una gran
inteligencia y pueden transmitir complejas actividades culturales a
sus congéneres. ¿Esto implica que son creativos? En absoluto, dado
que los chimpancés no son creativos. Se limitan simplemente a re-
petir conductas aprendidas.
En otoño de 1982 Christophe y Hedwig Boesche, de la Universi-
dad de Zúrich, observaron un comportamiento nuevo en un grupo
de chimpancés que buscaban comida en el parque Nacional Thi,
en Costa de Marfil. Una hembra se detuvo cerca de un nido de una
especie de hormiga legionaria y agarró una pequeña rama. Intro-
dujo uno de sus extremos en la tierra poco compacta de la entrada
del hormiguero y esperó a que las hormigas soldado de la colonia
lo atacasen. Cuando los insectos hubieron cubierto unos diez cen-
tímetros de la rama, la chimpancé la retiró del nido y, con mano
diestra, arrastró las hormigas del vástago hacia su boca. Repitió el
proceso varias veces hasta quedarse saciada. Los chimpancés son
hábiles en el uso de diferentes tipos de herramientas: cascar nue-
ces con piedras, absorber el agua de los agujeros de los árboles me-
diante hojas y extraer las raíces nutritivas de las plantas con palos.
Pero parece que no pueden ir más allá de esos conocimientos ni
elaborar técnicas más avanzadas.

Historia evolutiva de la creatividad humana j 61


Según el paleoarqueólogo Christopher Henshilwood, de la Uni-
versidad Witwatersrand de Sudáfrica, los chimpancés enseñan a
sus congéneres cómo cazar termitas, pero no mejoran el método
ni se plantean hacerlo con otro tipo de rama; simplemente, repiten
la acción una y otra vez. En cambio, los humanos actuales carece-
mos de esas limitaciones. De hecho, tomamos las ideas de otros y
les añadimos detalles propios; vamos incorporando modificacio-
nes hasta crear algo completamente nuevo y más complejo. Nadie
por sí solo puede desarrollar la complicada tecnología que contiene
un ordenador portátil, tales logros se consiguen gracias a la pers-
picacia creativa de generaciones de inventores. Los antropólogos
consideran un rasgo humano esa acumulación gradual de conoci-
mientos. Para ello resulta primordial la capacidad de pasar el cono-
cimiento de un individuo a otro, o de una generación a siguiente,
hasta que en algún momento alguien desarrolle una mejora.
En marzo de 2012, el primatólogo del comportamiento Lewis Dean
y otros cuatro científicos publicaron en la prestigiosa revista Science
un artículo donde explicaban por qué los humanos poseemos tal ap-
titud y los chimpancés o los monos capuchinos, no. Dean y su equipo
diseñaron un experimento mediante un problema con tres niveles
de dificultad en el que era necesario manipular correctamente rue-
das, botones y otros elementos de distintos colores. Presentaron
problema a grupos de chimpancés en Texas, monos capuchinos en
Francia y niños de una guardería en Inglaterra. Solo un chimpancé
de los cincuenta y cinco primates no humanos que participaron en
experimento alcanzó el nivel más de ~u•~~"·~·~· después más
de treinta horas de intentarlo. Los niños lo hicieron mucho mejor. A
diferencia de los grupos de monos, trabajaron juntos, hablaron en-
tre ellos, se ofrecieron ayuda y algunos enseñaron a los demás cómo
resolver un problema. Después de dos horas y media, quince de los
treinta y cinco niños habían superado tercer nivel de dificultad.
Equipados con esa destreza social y capacidades cognitivas,
nuestros antepasados se transmitieron los conocimientos de unos

62 1 Historia evolutiva de la creatividad humana


a otros, un requisito para hacer avanzar el mecanismo de creativi-
dad cultural. Pero hizo falta algo más para impulsa~ el proceso y
var al Hamo sapiens a nuevas metas creativas en Africa hace entre
90 000 y 60 000 años, y en Europa hace 40 000 años.
MarkThomas, genético evolucionista del Colegio Universitario
de Londres, opina que el empuje creativo provino de la demogra-
fía. Su explicación es simple: cuanto más numeroso fuera el gru-
po de cazadores-recolectores, mayores serían las posibilidades de
que alguno de sus miembros tuviera una nueva idea que produjera
un avance técnico. Por otra parte, los individuos de un gran grupo
que mantienen contactos frecuentes con grupos vecinos presentan
más oportunidades de aprender innovaciones que los de grupos
pequeños y aislados.
Para contrastar tales ideas, Thomas y dos colaboradores desa-
rrollaron un modelo informático con el fin de simular el efecto de
la demografía en el desarrollo cultural. Con los datos genéticos de
europeos actuales estimaron el tamaño de las poblaciones huma-
nas en Europa a inicios del Paleolítico superior, en el momento
en que la creatividad humana empezó a repuntar, y calcularon
densidad de la población. También analizaron la evolución de las
poblaciones africanas, mediante la simulación de su crecimiento y
los patrones de migración. Su modelo demostró que las poblacio-
nes africanas alcanzaron la misma densidad que se había estimado
en los inicios del Paleolítico superior europeo hace unos 101000
años, justo antes de que se realizaran las primeras innovaciones en
las regiones subsaharianas, según indica el registro arqueológico.
También reveló el modo en que las grandes redes sociales alenta-
ron la creatividad humana. Por mucho que sorprendan esos
meros destellos de creatividad, la gran disparidad entre los huma-
nos actuales y nuestros antepasados en cuanto a la profundidad Y
amplitud de las innovaciones exige una explicación. ¿Qué cambios
se produjeron en el cerebro para diferenciarnos tanto de nuestros
ancestros?

Historia evolutiva de la creatividad humana 1 63


HOMININOS CON GRAN CEREBRO

Gracias al estudio por escáneres tridimensionales del endocráneo


de homininos arcaicos y al análisis del cerebro de nuestros parien-
tes más próximos, los chimpancés y los bonobos, cuya línea evolu-
tiva se separó de la nuestra hace entre siete y seis millones de años,
se está empezando a resolver este enigma.
Los datos indican la profunda transformación de nuestra ma-
teria gris (la corteza cerebral) a lo largo del tiempo. Se puede decir
que la selección natural ha favorecido un cerebro de gran tamaño
en los humanos.
Mientras que los australopitecinos tenían una capacidad cra-
neal de unos 450 cm3, semejante a la de los chimpancés, Horno
erectus casi doblaba esa cifra hace 700 000 años, con una media de
930 cm3 • Hace 100000 años, Horno sapiens ya poseía una capaci-
dad media de unos 1330 cm3 (fig. 4). En ese mayor volumen, con un
número aproximado de cien mil millones de neuronas, la informa-
ción se procesa y se transmite a lo largo de ciento sesenta y cinco
mil kilómetros de fibras nerviosas, en un sistema con unos ciento
cincuenta billones de sinapsis.
Como conclusión a los hallazgos antropológicos y de los diver-
sos registros arqueológicos, la neuroantropóloga Dean Falk, de la
Universidad estatal de Florida, afirma que cuando se buscan ideas
novedosas, los Horno sapiens más creativos tienen una idea impre-
cisa de la solución, cambian a un pensamiento de tipo más analí-
tico, centran su atención en las propiedades más relevantes y em-
piezan a pulir una idea para que resulte factible. Un cerebro más
grande conllevaría, sin duda, una mayor capacidad de asociación
de ideas. Los miles de millones de neuronas pudieron procesar
muchos más estímulos. Un número mayor de ellas participarían
en la codificación de un episodio en particular, lo que permitiría
memorizar más detalles y establecer más relaciones entre los dife-
rentes estímulos.

64 1 Historia evolutiva de la creatividad humana


rFJG.4

Homo neanderthalensis
1500

1=
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-¡¡¡
o,
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1 ooo E
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c.
Sahelanthropus u"'

500

Homininos
-7 -6 -5 -4 -3 -2
-1,7
-1
-0,7
o
Millones de años atrás

Evolución de la capacidad craneal de algunos de nuestros parientes evolutivos.


Desde la aparición del Hamo habilis, hace menos de dos millones de años, esta
casi se ha triplicado.

Imaginemos un hominino que roza un arbusto y una espina ara-


ña su piel. Un australopitecino codificaría este suceso de una forma
simple: una pequeña herida que asociaría como rasgo identitario
del arbusto. En cambio, un Hamo erectus, con un mayor número
de neuronas, codificaría muchos más u,;,Lcu,,;co del episodio, entre
ellos la forma de las espinas y el aspecto de su herida. cuan-

Historia evolutiva de la creatividad humana 1 65


do este hominino empezó a cazar, ante la necesidad de abatir una
presa pudo acceder a las zonas de su memoria que almacenaban
el desgarro de la piel y recordar que fue provocado por las puntas
de las espinas. Ello le podría inspirar la idea de un arma: una lanza
afilada en su extremo para mejorar la caza abatiendo de forma más
eficiente a sus presas. Pero los homininos de cerebro grande no po-
dían detenerse demasiado tiempo en esa situación asociativa en la
que un suceso hace recordar otros hechos, sean estos importantes
o intrascendentes, puesto que la principal directriz era la preser-
vación de la supervivencia. La creatividad se fue perfilando como
una ventaja evolutiva a lo largo de miles de años, como demuestra
el estudio de la industria lítica.

CRECIENDO EN LA BRILLANTEZ: HERRAMIENTAS


E INNOVACIÓN TÉCNICA

Una forma de valorar la capacidad del cerebro es a través de las


herramientas que es capaz de crear. Las industrias no reflejan un
aumento lineal o paulatino de la complejidad técnica durante los
últimos dos millones de años, sino que la creatividad e innovación
tuvieron lugar gradualmente, pero de forma muy esporádica y ex-
plosiva. Las nuevas herramientas parece que surgieron en momen-
tos puntuales separados entre sí cientos de miles o incluso un mi-
llón de años; entre medias solo se observan leves retoques de útiles
ya existentes. Los homininos de esas épocas parecen haber reaccio-
nado a los cambios ambientales dando nuevos usos a herramientas
viejas, en lugar de inventar otras nuevas.
Las explosiones de creatividad en la evolución creativa humana
se han evidenciado en la ya mencionada Cueva de Biombos, en los
niveles de la Edad de Piedra media. Además de los ocres y cuentas
ya citados, se han encontrado útiles mucho más antiguos denomi-
nados puntas de Still Bay. Son puntas lanceoladas estrechas, talla-

66 1 Historia evolutiva de la creatividad humana


das por ambos lados que formaban la punta de una lanza. La indus-
tria de Still Bay se considera una técnica precoz e innovadora de la
Edad de Piedra media, que fue precedida por doscientos mil años
de una industria lítica menos elaborada. Posteriormente se produ-
jo otro asombroso episodio de creatividad e innovación técnica en
la industria de Howieson's Poort, con cuchillos alargados y tallados
en un solo filo que se fijaban a un mango de madera para formar un
arma compuesta. Ambas industrias, demostrativas de una explo-
sión creativa de nuestra especie, misteriosamente desaparecieron,
y en el registro arqueológico no volvió a aparece una industria tan
compleja hasta la Edad de Piedra tardía y en el Paleolítico superior
en Europa, decenas de miles de años más tarde.
La importancia de las industrias Still Bay y Howieson's Poort no
solo reside en su técnica más elaborada, sino en su asociación con
artefactos que indican claramente nuevas conductas. Son vestigios
de un prodigioso avance cognitivo y de creatividad en los huma-
nos. Se han encontrado otras técnicas de complejidad similar en
el norte de África y en África oriental, donde se sospecha que se
encuentra el punto de partida de las migraciones humanas fuera
del continente africano. Aun así, como hemos indicado, la data-
ción con las técnicas actuales es compleja por su falta de precisión
o efecto bruma cronológica, por lo que es muy complicado esta-
blecer la fecha y el lugar exactos de aparición del comportamiento
humano moderno, así como conocer la causa por la que nuestros
ancestros se hicieron humanos, y las consecuencias de ello.
Las culturas Still Bay y Howieson's Poort fueron efímeras, apare-
cieron abruptamente y desaparecieron poco después. Still Bay duró
apenas mil años (entre 72000 y 71000 años). Howieson's Poort
apareció siete mil años más tarde (hace unos 75 000 años) y desapa-
reció repentinamente cinco mil afíos más tarde. Le siguió un vacío
de tres mil años antes de que apareciera una técnica más tosca que
la de la Edad de Piedra media. La dramática y misteriosa evolución
de estas industrias parece tener un sospechoso principal, aunque

Historia evolutiva de la creatividad humana 1 67


no exclusivo: el cambio climático. El último ciclo interglacial duró
desde hace 130000 años hasta hace 12000 años (engloba ambas
culturas), con fluctuaciones de temperatura, precipitación y volu-
men de hielo que repercutieron en África y que han sido bien estu-
diadas. Las culturas aparecieron en períodos climáticos y biogeo-
gráficos distintos, aunque su desaparición haya sido similar, por lo
que la aparición explosiva de estas industrias no solo se debería a
cambios climáticos de épocas cálidas, frías o templadas.
No existen pruebas de que las capacidades cognitivas de los
homininos aumentaran linealmente de forma gradual. Las nume-
rosas pruebas existentes hasta la fecha indican un gradualismo
recurrente y explosivo. Aun cuando surgía una especie de mayor
cerebro, las técnicas y modos de vida antiguos tendían a mante-
nerse. La innovación se daba de forma intermitente y no coincidía
con la aparición de una nueva especie, sino que tenía lugar du-
rante la vida evolutiva de las ya existentes. De hecho, la primera
prueba incuestionable de mente simbólica moderna es tardía y
surgió de forma repentina hace 77 000 años, mucho después de
que el ser humano anatómicamente moderno entrara en escena
hace 200 000 años. Este desarrollo implica, paradójicamente, que
para que una población adopte una innovación creativa sustan-
cial -ya sea genética o cultural-, su tamaño debe ser reducido,
de unos veinticinco individuos. Las comunidades grandes y den-
sas arrastran demasiada inercia y diversidad genética que impide
cambiar de manera constante en la misma dirección. Los grupos
pequeños y aislados desarrollan más a menudo diferencias de ca-
rácter significativo, que se transmiten de forma más frecuente en
las sucesivas generaciones. En una población pequeña o cuando
una población se separa de una grande para establecer una colo-
nia se puede producir una mutación beneficiosa aleatoria y una
deriva genética fuerte durante varias generaciones, lo que implica
una ventaja aleatoria y no adaptativa para la supervivencia. En
caso de catástrofes naturales o de grandes extinciones que redu-

68 1 Historia evolutiva de la creatividad humana


Arriba a la izquierda, entrada a la Cueva de Blombos, en Sudáfrica; a la derecha,
puntas bifaciales de silcreta halladas en ella. Debajo, un ocre tallado procedente de
la misma cueva, reconocido como una de las obras de arte más antiguas de las
que se tiene constancia.

Historia evolutiva de la creatividad humana 1 69


cen drásticamente las poblaciones, tal y como ha ocurrido perió-
dicamente a lo largo de la historia de nuestro planeta, sobrevive
un puñado aleatorio de individuos que transmitirá su composi-
ción genética aleatoriamente -sea beneficiosa o no- a toda la
población de la generación posterior.
Los homininos cazadores-recolectores que vivieron hace entre
un millón y medio y un millón de años ya disponían de una pano-
plia de técnicas creativas que les habría permitido trascender las
limitaciones puramente fisiológicas y explorar el medio de forma
cada vez más eficiente. Estas técnicas habrían brindado a los ho-
mininos de la Edad de Hielo la oportunidad de ocupar cada vez
más hábitats. En las épocas de bonanza, prosperaban, pero cuando
el clima se hacía más hostil, la cultura no habría bastado para ha-
cer frente al cambio y muchas poblaciones se habrían diezmado,
fragmentado y extinguido. Al mejorar de nuevo las condiciones,
las poblaciones modificadas afianzarían las novedades genéticas y
culturales, se expandirían y entrarían en contacto con otras comu-
nidades. En caso de una especialización en la forma de explotar los
recursos, lo más probable es que se produjera competencia y eli-
minación selectiva. En caso contrario, las novedades genéticas se
habrían incorporado a la mezcla de poblaciones. En las condicio-
nes inestables de la Edad de Hielo, este proceso se habría repetido
numerosas veces en poco tiempo, preparando el terreno para una
evolución excepcionalmente rápida, impulsada en última instan-
cia por la cultura material.

La misteriosa transformación del Hamo sapiens en humano

Al terminar la Edad de Hielo solo quedábamos nosotros, afortuna-


dos beneficiarios de múltiples factores aleatorios: avances cogniti-
vos, innovación tecnológica y cambios climáticos. Nuestra ventaja
competitiva probablemente se debió a la adquisición de un modo

70 1 Historia evolutiva de la creatividad humana


único de pensamiento simbólico, que nos permite planificar de una
forma sin parangón en la historia natural. De forma sorprendente,
ese desarrollo apareció en el Homo sapiens cuando llevábamos ya
bastante tiempo sobre este planeta, y sin duda fue incentivado por
algún estímulo cultural, probablemente la invención del lenguaje
articulado, máxima expresión de la actividad simbólica.
Cada vez tiene mayor acogida la idea de que el comportamiento
moderno no apareció en un pasado reciente ni de manera drástica,
como propugna la hipótesis de la revolución creativa. Aunque han
aparecido explosiones episódicas y esporádicas de sorprendente
creatividad en la saga humana, la mayoría de los cambios evoluti-
vos consisten en transformaciones menores cuyas consecuencias
aumentan de manera gradual a lo largo de generaciones.
Nuestra prehistoria puede ser mejor comprendida centrando el
enfoque en la variabilidad del comportamiento, tal y como recono-
cemos en los humanos actuales y como parece demostrar el regis-
tro arqueológico. Los Homo sapiens vivieron de formas diversas en
lugares y formas diferentes, y cronológicamente en períodos diver-
sos. Encontrar tales desemejanzas es algo trascendente, dado que
desde el punto de vista evolutivo, solo las diferencias importan. Por
eso hay que rechazar de entrada un concepto erróneo y anacrónico
en lo que se refiere a la evolución humana: la creencia de que re-
sulta posible distinguir entre Hamo sapiens cromañones arcaicos
y los actuales, modernos. Hay de desechar incluso algunas bases
aparentemente sólidas que indicaron la transformación evoluti-
va, como el polimorfismo del gen FOXP2, el denominado gen del
lenguaje. Lo cierto es que este gen también ha sido identificado en
los neandertales, por lo que no es exclusivo del sapiens paradójica-
mente llamado «moderno».
Lo más sorprendente del debate sobre el momento en que los
cromañones se transformaron en los seres humanos actuales resi-
de en que aún no se ha verificado la hipótesis de trabajo, es decir,
no sabemos si existían diferencias reales de comportamiento entre

Historia evolutiva de la creatividad humana 1 71


los primeros representantes de nuestra especie y otros posteriores.
Puesto que la modernidad es una característica tipológica, com-
probar dicha hipótesis es una tarea compleja y no todos los grupos
humanos modernos han dejado pruebas inequívocas de esa con-
ducta en todo contexto y época.
El lugar con un registro de industria lítica más prolongada es
nuevamente África oriental (entre 284 000 y 6 000 años de antigüe-
dad). El arqueólogo Grahame Clark, en 1969, distinguió cinco téc-
nicas de tratar el núcleo o piedra madre de la que se extraen lascas
u otros útiles. No se observa ninguna revolución de creatividad ni
acumulación continua de nuevos métodos de talla, sino una varia-
bilidad técnica recurrente. Esta variabilidad refleja adaptaciones
al entorno en varios lugares a la vez o a lo largo del tiempo, indi-
cando el solapamiento de ambas una variabilidad compleja. No
es posible atribuir esta variabilidad a las diferencias evolutivas de
los diferentes grupos, y las pruebas líticas de tipos de Clark desa-
fían la hipótesis de que en África oriental surgieron diferencias de
comportamiento significativas entre los primeros representantes
de nuestra especie y otros más recientes. Las industrias líticas no
son expresiones de estadios evolutivos, sino productos de estrate-
gias de comportamiento. Estos datos son extrapolables al resto del
género Hamo en otros lugares de expansión de nuestra especie. El
estudio de las industrias líticas se presta a calibrar la variabilidad
conductual, pero determinar su nacimiento y muerte no es tarea
sencilla, y no basta con analizar los restos de un único yacimiento,
sino las instantáneas de varios, para determinar la primera y últi-
ma fecha del registro arqueológico.
La idea de que hubo humanos anatómicamente modernos con
un comportamiento diferente al nuestro contradice los principios
del uniformismo, principio que propone que las explicaciones del
pasado deben basarse en lo que sabemos del presente, así como los
datos arqueológicos y la teoría evolutiva. No existen poblaciones co-
nocidas de Hamo sapiens que sufrieran limitaciones biológicas para

72 1 Historia evolutiva de la creatividad humana


> DE G

A partir de 1990 se publicaron los datos relativos a una familia británica


en la que la mitad de los miembros de tres generaciones habían padecido
dispraxia, un trastorno de los movimientos musculares coordinados del
habla, pero no con el hecho de hablar en sí mismo. El patrón genético de
esta familia se completó con otro caso externo, identificándose el gen mu-
tado FOXP2, que controla la activación o inactivación de otros genes. FOXP2
se encuentra también en ratones, en el chimpancé y en otros primates,
existiendo únicamente diferencias interespecies en dos aminoácidos de las
proteínas codificadas por dicho gen. La divergencia entre los linajes chim-
pancé y humano acaeció hace entre siete y seis millones de años, pero se
estima que la mutación FOXP2 apareció en los últimos cien mil años, lo que
sugiere que una pequeña mutación de este gen en la evolución de los seres
humanos podría haber permitido el desarrollo del lenguaje, necesario para
el desarrollo de las funciones cognitivas superiores y para la aparición de
la cultura.

1Número de mutaciones con efectos


O Número de mutaciones sin efectos

0/2

Orangután

Hace 75
millones--: Macaco
de años :
' 1/131
------+ -- Ratón

- El gen FOXP2 está presente en muchos mamíferos. En el humano se han dado dos
mutaciones con consecuencias importantes, podrían haber permitido el desarrollo
del lenguaje.

73
desarrollar un comportamiento variable, ni existe base alguna para
creer en un Homo sapiens con comportamiento arcaico, ya que la im-
posibilidad de desarrollar una variabili-
La capacidad para dad conductual le habría llevado a una
involucrarnos en inexorable extinción. En el implacable
tareas comunes Plio-Pleistoceno, los individuos menos
complejas [...] podría adaptados no tenían ninguna posibili-
haber sido lo que dad de sobrevivir. Sin embargo, hay aún
separó a nuestra grandes interrogantes: ¿pueden surgir
especie del resto de diferentes clases de variabilidad con-
los primates. ductual a partir de situaciones ambien-
GARYSTIX tales similares? ¿Se dan diferencias en la
estabilidad de determinadas estrategias
de comportamiento? ¿Se encuentra alguna estrategia asociada a al-
gún hominino particular? Y si es así, ¿por qué?
La mejor forma de estudiar diferencias de transición hacia el
comportamiento moderno consistiría en documentar y analizar la
variabilidad conductual. Los humanos actuales podemos llevar a
cabo casi cualquier actividad de múltiples maneras. La creatividad
nos hace humanos, esta variabilidad de comportamiento parece
ser exclusiva de nuestro género y ninguna otra especie tiene el re-
pertorio de conductas que tenemos nosotros.
Cuando nos referimos al comportamiento, las peculiaridades
humanas abundan. En numerosos aspectos, los humanos no enca-
jamos en los estándares de los primates. Cabe mencionar ejemplos
de especial interés, en que las especies de primates siguen dos mo-
delos de conducta. En el primero de ellos, los machos y las hembras
forman parejas estables y duraderas que practican la monogamia
social y sexual. Los machos contribuyen al cuidado de las crías, o
incluso se hacen cargo por completo de ellas. No existe dimorfismo
sexual o, lo que es lo mismo, los dos sexos suelen presentar el mis-
mo tamaño corporal y un aspecto. Los gibones y numerosas espe-
cies de monos sudamericanos siguen ese patrón.

74 1 Historia evolutiva de la creatividad humana


En el segundo modelo, los primates se muestran más competiti-
vos y toman camino opuesto, como los chimpancés y los gorilas.
Las hembras cuidan por completo de las crías mientras que los ma-
chos, de mayor tamaño, poseen todo un abanico de adornos corpo-
rales y pasan una gran parte del tiempo exhibiéndose en acciones
agresivas frente a otros machos.
Los humanos no parecemos encajar en ninguno de los dos mo-
delos. Desde un punto de vista anatómico, fisiológico y genético,
no somos ni animales monógamos ni competidores. Nos hallamos
en una posición intermedia y confusa entre ambos comportamien-
tos. Sobresalimos entre todos los primates en cuanto a inteligencia
social, pero somos una especie generalista no especializada, y no
parece que destaquemos en nada significativo; cumplimos prin-
cipio de mediocridad. Según la hipótesis del cerebro social, en los
primates existe una correlación entre la proporción del encéfalo
ocupada por la neocorteza y el tamaño social del grupo de una de-
terminada especie. Pero ¿qué tiene de especial la neocorteza hu-
mana y en qué se diferencia de la de otras especies? ¿Los humanos
somos la única especie creativa que puede entender el componente
estético del universo? A continuación analizaremos en detalle las
diferencias estructurales y funcionales de la neocorteza cerebral
que podrían justificar la creatividad humana en comparación con
el resto de las especies vivas conocidas.

Historia evolutiva de la creatividad humana 1 75


Las divergencias entre los humanos
como especie creativa respecto al resto
de los seres vivos conocidos, incluidos los
primates más emparentados con nosotros,
son incuestionables, y tiene que haber
alguna diferencia constatable y medible
por el método científico. Los avances
neurocientíficos pretenden poner de
manifiesto la emergencia de la creatividad
como producto de la actividad neuronal.
esulta evidente que el aspecto externo de los huesos frontales
cráneo es muy distinto entre los fósiles arcaicos y el humano
moderno. Sin embargo, el estudio comparativo del interior de esta
región, mediante tomografía computarizada (TC) no muestra cam-
bios significativos en la morfología de la zona anterior del cerebro
en estos últimos quinientos mil años. No parece aventurado pro-
poner que configuración externa del cerebro de los precursores
del ser humano, como los australopitecinos y, más aún, nuestros
antepasados del género Homo, fuera parecida a la nuestra.
Para que nuestro cerebro fuera capaz de las habilida-
des culturales superiores, incluyendo la la transmisión
cultural y la educación fueron tan importantes como la capacidad
biológica cerebral. Las contribuciones de Newton, Bach o Goya,
por ejemplo, no habrían sido posibles si no hubieran nacido en el
momento cultural en que lo hicieron. ¿Cuántos miles de genios de
las artes y de las ciencias habrían podido serlo hace doscientos mil
años, cuando el ser humano ya era anatómicamente moderno, si
hubieran tenido las herramientas culturales y atmósfera intelec-

La base neural de la creatividad 1 79


tual de la actualidad? Un ejemplo claro a favor de esta idea es el
caso extremo de los niños ferales, también conocidos como niños
salvajes, que tienen profundos problemas psicológicos, intelectua-
les y lingüísticos por haber vivido apartados de la sociedad durante
un largo período de su infancia.
Hoy en día se considera que la cooperación y el sentido social
son rasgos esenciales de nuestra especie y, además, existe una base
neuronal que lo justifica, como veremos en este capítulo. Propor-
cionan la aptitud para imaginar qué piensan los otros, gracias a lo
cual podemos unir esfuerzos y alcanzar juntos objetivos difíciles.
Este sentido social nos ha permitido acumular conocimientos a
través de las generaciones y perfeccionar las ideas de otros, lo cual
ha contribuido a nuestra evolución cultural.

¿LA NEOCORTEZA MARCA LA DIFERENCIA?

Dado que no es posible obtener registros físicos directos de las es-


tructuras cerebrales que pertenecieron a nuestros ancestros ho-
m.ininos, una forma de estudiar los cambios que probablemente
tuvieron lugar durante la evolución cerebral sería comparando la
forma en que se van modificando diversas estructuras y sistemas
neurales en las diferentes especies.
La neocorteza o neocórtex es la región de la corteza cerebral
que m.ás se ha expandido a lo largo de la evolución (en el ser hu-
m.ano representa el 90 % de la superficie de los hemisferios). Por
ello es lícito plantearse la posibilidad de que las diferencias con
otros seres vivos pudieran radicar esencialmente en el mayor ta-
maño y complejidad de la corteza cerebral. Muchos estudios se
han centrado en la neocorteza por su implicación directa en di-
versos aspectos del comportamiento de los mamíferos y porque
es la estructura en apariencia m.ás humana y compleja del sistema
nervioso (fig. 1).

80 1 La base neural de la creatividad


Í FIG.1

LÓBULO PARIETAL
LÓBULO FRONTAL

LÓBULO PARIETAL

----LÓBULO TEMPORAL

Representación tridimensional citoarquitectónica de la corteza del cerebro


humano segl'.in Korbinian Brodmann (Al con las áreas numeradas del mapa de
dicho autor (B).

La base neural de la creatividad 1 81


La actividad de la corteza cerebral está relacionada con las capa-
cidades que diferencian al ser humano de otros rnarníferos, inclu-
yendo los primates rnás próximos a nosotros desde el punto de vista
evolutivo, corno por ejemplo el lenguaje articulado, la imaginación,
la creatividad y la capacidad de abstracción, que nos permiten rea-
lizar tareas tan extraordinarias y surnarnente complicadas y huma-
nas corno escribir un libro, componer una sinfonía, construir naves
para llegar a otros planetas o inventar el ordenador. Sin embargo, la
exhaustiva revisión del neurobiólogo Javier DeFelipe muestra que
algunas de las características del diseño estructural cortical no son
exclusivas de los rnarníferos; en el cerebro de los reptiles existe una
corteza bien diferenciada formada por tres capas, que es semejan-
te a la organización trilaminar del hipocampo, una parte esencial
del cerebro rnarnífero. Se parece a un caballito de rnar (de ahí su
nombre) y está ubicado en el interior del encéfalo, en concreto en
los lóbulos temporales. Está involucrado en los procesos mentales
relacionados con la rnernoria, control de los estados emocionales y
control del rnovirniento de la navegación espacial.
En general, la neocorteza contiene un conjunto de elementos si-
milar al de cualquier otra región del sistema nervioso central. Del
rnisrno rnodo, las propiedades fisiológicas, los neurotransmisores,
receptores y otras moléculas que norrnalrnente se encuentran en
las neuronas corticales, no son características exclusivas de la neo-
corteza, sino que se encuentran también en diversas regiones del
cerebro humano y en el de otras especies. Por estos motivos, una
de las principales metas de la neurociencia es establecer cuál es el
sustrato neuronal que hace humano al ser humano. No sabernos
aún cuáles son las características funcionales y rnicroanatórnicas
fundamentales que distinguen al cerebro humano del cerebro del
resto de los rnarníferos.
La tendencia paralela de crecimiento cerebral interespecies in-
dica que un cerebro voluminoso proporcionaba una ventaja adap-
tativa y que el aumento de rnasa encefálica no fue exclusivo del

82 1 La base neural de la creatividad


linaje que culminó en el Hamo sapiens, sino que fue común en el
género Hamo. El aumento encefálico de los homininos se
en un contexto de coevolución genético-cultural, que
acción continua de la selección natural
sobre generaciones sucesivas, así como Existe una enorme
una intensa retroalimentación positiva variabilidad en
entre la innovación cultural y la bio- el tamaño del
lógica. Los individuos con un mayor cerebro entre las
cerebro prosperaban y la población se disHntas especies de
volvía más inteligente y creativa. Como mamíferos y dentro
consecuencia, desarrollaban mejores de nuestra propia
técnicas y herramientas que potencia- especie.
ban una adaptación aún mejor. Al au- JAVIER DEFEuPE

mentar el tamaño encefálico, también


aumentó el número de neuronas y de conexiones sinápticas, vol-
viéndose el cerebro cada vez más complejo. Así, parece lógico supo-
ner que gracias al aumento de la complejidad de nuestro cerebro ha
sido posible el desarrollo espectacular de las funciones cognitivas,
de las habilidades artísticas y de la creatividad humanas.
La corteza cerebral no es una estructura homogénea en toda su
extensión, pero existen dos puntos de vista antagónicos desde los
tiempos de Santiago Ramón y Cajal, quien caracterizó entre fina-
les del siglo XIX y principios del siglo xx la estructura del sistema
nervioso. Algunos investigadores sostienen que las diferencias
funcionales de las distintas áreas corticales se podrían explicar
simplemente por el sistema de conexiones aferentes y eferentes
(las que reciben y transmiten información) que es específico de
cada área, mientras que las diferencias estructurales serían esen-
cialmente fortuitas. Otros neurocientíficos plantean que las dife-
rencias morfológicas entre las áreas corticales serían tan funda-
mentales como lo son las diferencias en las conexiones. Un factor
importante que parece apoyar la idea de la uniformidad básica de
la neocorteza es que al microscopio la estructura es más bien

La base neural de la creatividad 1 83


> O CEREB YC
El desarrollo del cerebro humano a lo largo de la evolución se puede
expresar cuantitativamente mediante un cociente de encefalización. En
muestras fósiles de Australopithecus afarensis (3, 1 millones de años de
antigüedad) y de Hamo neanderthalensis [30 000 años) se han obtenido
cocientes de encefalización de 2,5 y 7,5 respectivamente. Como el cerebro
no fosiliza, su capacidad se estudia a través de las herramientas que crea.
El Horno erectus, con una antigüedad de 1,8 millones de años, fue capaz de
fabricar las primeras herramientas bifaciales y de gestionar el uso racio-
nal del fuego. Probablemente aquí es donde debemos situar los orígenes
de la creatividad humana.

¿Cómo se calcula el cociente de encefailización?

Debe conocerse el factor de encefalización, C, de


acuerdo con la siguiente fórmula:
C= E!S'
donde E corresponde al peso del cerebro, Ses el peso
corporal y una constante particular (r) ya definida por
estudios alométricos, que para los humanos es 0,28
y que para los mamíferos va de 0,56 a 0,66. Valores
de C de 1, menos de 1 o más de 1 indican un tamaño
relativo del cerebro que está dentro, por debajo o por
encima de la media.

Tarsero fantasma:' Tití común Lémur de cola anillada Mono ardilla : Macaco rhesus
Tarsius tarsier : Callithrix jacchus Lemurcatta Saimiri sciureus : Macaca mulatta
E=2g f:::8g E=23 g E = 30 g : E = 85 g
S=1Hlg S= 420 g S=2kg , S = 1 kg : S = 7 kg

84
El mayor cociente de
encefalizadón del reino animal

Los grandes primates antropomorfos


actuales y algunos monos de
pequeño tamaño tienen cocientes de
encefalización de 1,5 a 3,0, mientras
que el ser humano actual presenta
un cociente de encefalización mucho
más alto (7,0). aunque menor que
el del neandertal.

Mono de nariz blanca Gorila occidental Chimpancé común Humano


Cercopithecus nictitans Gorillagorilla Pan troglodytes Homo sapines
'E=110g E= 370 g 'E=470g ' E= 1500 g
S=5kg , S = 150 kg , S = 50 kg S = 70 kg

85
forme, a pesar de su diversidad funcional. Lo que sí es evidente es
que existen variaciones estructurales entre el ser humano y otras
especies, como veremos a continuación, aunque no sepamos el
significado al tratar de correlacionarlas con las cualidades huma-
nas o las de otras especies.

LA COMPLEJA ORGANIZACIÓN COLUMNAR DEL CÓRTEX

Una de las primeras diferencias que llaman la atención en el ser


humano es la complejidad de la organización columnar del córtex.
Los estudios de Santiago Ramón y Cajal representan la primera
descripción detallada de la arquitectura celular y de las conexio-
nes neuronales de la corteza cerebral, y dieron lugar a los primeros
diagramas de circuitos corticales. Estos diagramas alcanzaron su
nivel más alto de refinamiento con Rafael Lorente de Nó, médico
y discípulo de Ramón y Cajal, quien trató de reducir la compleji-
dad anatómica a diagramas sencillos para desarrollar argumentos
teóricos sobre el flujo de información. Propuso que la división de
las neuronas en grupos activos e inactivos no solo es típica en la
fisiología del reflejo -respuesta automática e involuntaria a un
estímulo-, sino que es una característica general de la actividad
del sistema nervioso, incluyendo la corteza cerebral. A pesar de los
muchos canales posibles para la dispersión de los impulsos eléctri-
cos de neurotransmisión de las neuronas, solo una parte discreta
de la corteza se activa. Lorente de Nó introdujo en 1938 el concepto
fundamental de unidad cortical elemental de operación. Formuló
que la corteza está compuesta por un gran número de unidades
computacionales elementales no simplemente yuxtapuestas, sino
también solapadas. Además, sugirió que, morfológicamente, estas
unidades consistían en pequeños cilindros formados por cadenas
verticales de neuronas a lo largo de todas las capas corticales y que
tenían fibras aferentes específicas como ejes.

86 1 La base neural de la creatividad


> DE NÓ: UN G 10

Nacido en Zaragoza [España], Lo-


rente de Nó estudió Medicina en su
ciudad natal y más tarde se trasladó
a Madrid como colaborador de San-
tiago Ramón y Cajal en el campo
de la investigación neurobiológica.
Tuvo la oportunidad de trabajar en
Uppsala [Suecia] con otro Nobel, el
médico Robert Bárány, que estudia-
ba los sistemas auditivos y vestibu-
lares, y en Berlín con los neurólogos
Oskar y Cécile Vogt, con quienes in-
vestigó la arquitectura y organiza-
ción funcional de la corteza cerebral - Rafael Lorente de Nó realizó
aportaciones neurocientíficas
humana. De vuelta en España, las fundamentales.
precarias condiciones de la época
(1927]. le obligaron a trasladarse a Estados Unidos en 1931 para mantener
su pasión por la investigación cerebral. Aquí desarrolló la teoría de organi-
zación del córtex en forma de unidades funcionales verticales que incluían
interneuronas y complejas vías paralelas y de reentrada interrelacionadas.
Pese a su enorme legado, es escasamente conocido en su país de origen,
mientras que en Estados Unidos es considerado como una de las figuras
más relevantes de la neurobiología. A partir de sus sólidos conocimientos
en disciplinas tan amplias como la anatomía, la histología y la fisiología
aplicadas al sistema nervioso, dejó contribuciones decisivas a la ciencia en
campos tan dispares como la estructura y fisiología del córtex, los sistemas
auditivo y vestibular, la arquitectura del hipotálamo o los mecanismos im-
plicados en la transmisión axonal y la sinapsis. Falleció en Tucson [Arizona].
tras una fructífera carrera investigadora de casi setenta años.

87
Actualmente, la repetición ordenada de la columna cortical como
elemento computacional unitario representa la principal hipótesis
sobre la organización funcional de la corteza cerebral. Esta propues-
ta pasó casi desapercibida hasta los estudios experimentales del neu-
rólogo Vernon B. Mountcastle, que presentó evidencias fisiológicas
de la organización columnar en la corteza somatosensorial primaria
(región cortical de recepción de los estímulos sensitivos) del gato y
del mono. Más tarde, esta organización se confirmó, tanto anatómi-
camente como fisiológicamente, en varias áreas corticales -también
del gato y del mono- representando los estudios más detallados y
la corroboración más convincente de esta organización columnar.
Mountcastle propuso dos tipos de organización cortical vertical: ma-
crocolumnar y microcolumnar. La macrocolumna es la unidad básica
de procesamiento cortical de información y consiste en un cilindro
de tejido cortical que varía de acuerdo a lo que se extiendan las fibras
aferentes individuales que llegan a la corteza (de 300 a 600 µm, de-
pendiendo del área cortical y de la especie). Esta macrocolumna, que
generalmente se denomina simplemente columna, sería equivalen-
te a la unidad cortical elemental de operación de Lorente de Nó. La
minicolumna es la subunidad modular básica en la corteza, y repre-
senta la unidad funcional de organización cortical más pequeña; el
ensamblaje de varias minicolumnas constituye una macrocolumna.
Las minicolumnas están formadas por un grupo de células interco-
nectadas y orientadas verticalmente, que están contenidas en un ci-
lindro vertical de tejido de corteza con un diámetro aproximado de
25-50 µm, dependiendo del área cortical y de la especie (fig. 2).
Mountcastle definió la macrocolumna como una unidad com-
putacional compleja de procesamiento de señal y distribución que
une numerosas aferencias con muchas eferencias, solapando cade-
nas internas de procesado o minicolumnas. Puesto que las distin-
tas capas corticales están implicadas en distintos circuitos, además
del interés puramente científico de las características funcionales
y anatómicas de la organización columnar, la sugerencia de que

88 1 La base neural de la creatividad


f F1G. 2
Corteza motora primaria

ORGANIZACIÓN HORIZONTAL

1 Capa molecular
11 Capa granular externa
fil Capa piramidal externa
IV Capa granular interna
ORGANIZACIÓN COLUMNAR
V Capa piramidal interna
VI Capa polimór(ica

Sustancia blanca

CORTEZA CEREBRAL
Dendrita
Célula de Cajal-Retzius
(horizontal)
1(Receptora) e:·-::··--'><~·
11 (Receptora-electora)
Célula piramidal
\{_~

-~/ry ~
Célula piramidal 111 (Electoral

Axón
IV (Receptora)
Célula estrellada
V (Electoral

Célula fusiforme
\ / i' VI (Electoral
Célula piramidal

Célula Martinotti

Célula fusiforme
1

J
t } Sustancia blanca

Esquema de la organización cortical columnar o modular de la corteza motora


primaria. Una macrocolumna es una unidad compleja de procesado y distribución
que une múltiples aferencias y eferencias, solapando cadenas internas de
procesado o minicolumnas.

ciertas alteraciones en las minicolumnas están asociadas con tras-


tornos cerebrales tan comunes como la enfermedad de Alzheimer,
el autismo y la esquizofrenia, ha renovado el interés por su estudio.

La base neural de la creatividad 1 89


El neuropsiquiatra Bernd Rockel y su equipo, en la década de
1980, calcularon el,,~.,,,_,~ de neuronas dentro de una tira de
do desde la superficie pial (cubierta meníngea externa del cerebro)
hasta sustancia blanca (la del cerebro que hay bajo sus-
tancia gris), con dimensiones similares a una minicolumna funcio-
nal (30 µm de ancho por 25 µm de espesor) en áreas corticales con
distintas funciones (motora, sensorial somática, visual, frontal, pa-
y temporal) de distintas especies (ratones, ratas, gatos, mo-
nos y humanos). Descubrieron que, a pesar de las notables diferen-
cias en el grosor de la corteza cerebral entre las distintas especies,
en todas las áreas y en todas las especies analizadas número
soluto de neuronas era de aproximadamente 110, con la excepción
de la región binocular visual del área 17 del mono y del ser humano,
donde había aproximadamente 2,5 veces más neuronas. Además,
estudios previos realizados con microscopía electrónica sugerían
que la proporción de neuronas caracterizadas como neuronas pi-
ramidales y no piramidales, así denominadas en función de sus
características ultraestrncturales, era la misma en diferentes áreas
corticales del mono, la rata y el gato.
Estas observaciones llevaron a Rockel y su equipo a proponer que
la estructura intrínseca de la neocorteza es esencialmente uni-
forme de lo que se pensaba, y que las diferencias en grosor de las
capas y en su función eran una consecuencia de las conexiones ex-
trínsecas de neuronas que conectan con otras neuronas y con recep-
tores sensoriales o fibras musculares, que permiten realizar funcio-
nes más complejas (a diferencia de las intrínsecas o interneuronas,
más simples, que únicamente conectan con otras neuronas). Estos
estudios han tenido una considerable influencia y han proporciona-
do un importante apoyo a la idea dominante en la actualidad de que
la corteza cerebral está formada por múltiples microcircuitos se
repiten, y que las variaciones entre las áreas corticales de las distin-
tas especies no son significativas si se prescinde de las diferencias en
las conexiones aferentes y eferentes. Sin embargo, existen una serie

90 1 La base neural de la creatividad


de hallazgos que indican que esta idea es una simplificación, pero
curiosamente estos estudios han pasado casi desapercibidos. Utili-
zando métodos cuantitativos más apropiados, diversos autores no
han podido confirmar los hallazgos del grupo de Rockel en la rata
y el gato, ni que cada unidad cortical contuviera un número simi-
lar de neuronas en otras especies estudiadas. En una tira de tejido
cortical que abarque todas las capas no hay un número «básico»
de neuronas compartido por todos los mamíferos. La organización
columnar está relacionada principalmente con-la migración de las
neuronas durante el desarrollo embrionario encefálico en colum-
nas radiales (radial unit hypothesis) desde las zonas ventricular y
subventricular (fig. 3). Gracias a esta migración radial, la corteza

r FIG.3
Superficie cortical Superficie cortical
0~
Columnas a°Oo~a°
corticales .
oi a° oºo
: O •.· O
oo°'º oº ooº
o© ~) ~
~ 0 o io
n Zona
. ,-\ ~: ,-\
¡
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1
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Zona
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1 1 ¡ !

U
1 1 t l
ventricular 1
1
1
l
1
1
1
1
ventricular
-- --
¡ 1 1 1

Columnas germinativas Columnas germinativas


(protocolumnas) (protocolumnas)

Modelo de unidad radial. (Al Área cortical relacionada con el número de


protocolumnas en la zona ventricular, e incremento del área cuando se forman
más unidades proliferativas en largos períodos evolutivos (Bl.

La base neural de la creatividad 1 91


cerebral podría aumentar su extensión de forma considerable du-
rante la evolución como una lámina de células con un espesor bá-
sicamente uniforme, en lugar de aumentar en tamaño como un
globo. Como las fibras talámicas específicas se ramifican dentro
de una extensión intracortical discreta -aproximadamente 0,5
mm de anchura-, que en términos generales coincide con el área
de distribución de los árboles dendríticos de las células piramida-
les, se considera que cada columna está constituida por un cilin-
dro de tejido cortical -de unos 0,5 mm de espesor y 2-4 mm de
altura- que se extiende desde la superficie de la corteza hasta la
sustancia blanca.

El tálamo como integrador de la información


que llega a la corteza

Otro de los elementos diferenciadores es el tálamo, una agrupación


de cuerpos de neuronas, es decir, una estructura de materia gris,
al igual que la corteza cerebral. Dentro de este conjunto de grupos
neuronales se pueden distinguir tres tipos de núcleos o conjuntos
de neuronas. Los núcleos de conexión específica mandan informa-
ción sensorial a zonas concretas de la corteza cerebral que están es-
pecializadas en trabajar con ese tipo concreto de datos provenien-
tes de un sentido específico. Los núcleos de conexión inespecífica
envían información a zonas muy amplias de la corteza cerebral, sin
discriminar por especializaciones. Por último, los núcleos de aso-
ciación forman parte de un circuito de información que comunica
la corteza con estructuras subcorticales. Es un órgano de comuni-
cación y modulación que integra datos sensoriales e interviene en
los ciclos de sueño-vigilia. Es muy importante en la aparición de
la consciencia y todo lo que está relacionado con ella, desde la ca-
pacidad de conceptuar los propios pensamientos hasta el uso del
lenguaje, pasando por la capacidad de centrar la atención en in-

92 1 La base neural de la creatividad


formaciones concretas según los objetivos que se tengan en cada
momento. El tálamo establece un gran número de conexiones con
muchas áreas de la corteza a la vez y es capaz de intervenir en la sin-
cronización de la actividad neuronal necesaria para que se manten-
ga el nivel de consciencia. No solo está conectado con circuitos que
llevan información sensorial, sino que también interactúa con vías
neuronales que participan directamente en la aparición de estados
emocionales, al estar rodeado por el sistema límbico.
En términos generales, el flujo de información sería el siguien-
te: las aferencias talámicas representan la principal entrada de
información procedente del mundo externo a la corteza. Una par-
te de esta información es transmitida a las neuronas de las capas
superficiales mediante los axones ascendentes de las neuronas
de las capas medias, que son la diana principal de las :fibras talá-
micas. Las células de las capas superficiales, a su vez, transmiten
a conexiones descendentes parte de esta información a
las células de las capas inferiores. Otra parte importante de la in-
formación talámica llega a numerosas células localizadas en dis-
tintas capas de la columna a través de las conexiones en la capa I
de las fibras talámicas con la arborización dendrítica, principal-
mente de células piramidales que están situadas en las capas II,
III y V, pero que disponen de una arborización dendrítica pro-
minente en la capa I. Finalmente, la información procesada sale
de la columna cortical a través de las células piramidales, para
alcanzar otras áreas corticales (conexiones corticocorticales) o
centros subcorticales (conexiones corticosubcorticales, que
cluyen el tálamo y otras regiones extratalámicas). No obstante,
la información talamocortical interacciona con información al-
macenada (memoria) y con las entradas provenientes de otras
áreas corticales y de centros subcorticales extratalámicos. Así, la
respuesta es el producto de una interacción entre la infor-
mación almacenada, la procedente del mundo externo y la elabo-
rada por propio cerebro.

La base neural de la creatividad 1 93


Las neuronas piramidales en la corteza cerebral humana

Las células piramidales, llamadas así por su forma, también son mo-
tivo de estudio por sus peculiares características. Son neuronas mul-
tipolares encontradas en áreas frontales, hipocampo y amígdala del
cerebro de los mamíferos, representan los principales componen-
tes de los circuitos sinápticos de la corteza cerebral y constituyen
principal fuente de sinapsis excitadoras (activadoras) corticales. Es-
tas neuronas son virtualmente las únicas células de proyección cor-
tical, constituyen redes neurales y comunican regiones separadas y
alejadas dentro del tejido nervioso y del organismo. La información
que se procesa en una región dada de la corteza sale de ella a través
de los axones de las células piramidales para alcanzar otras áreas
corticales o centros subcorticales. Además, son elementos clave en
la organización de la corteza cerebral y en el mecanismo del enlace
global de la percepción sensorial, que es el fenómeno mediante el
cual el cerebro integra simultáneamente la información procesada
en distintas áreas corticales para producir una percepción unifica-
da, continua y coherente.
Las espinas dendríticas de las células piramidales representan
un componente crucial en la estructura y función de las células
piramidales (fig. 4): el número de espinas que tiene una de estas
neuronas -determinado por la longitud de los árboles dendríti-
cos y la densidad de las espinas a lo largo de las dendritas- refleja
en buena medida el número de aferencias excitadoras que recibe
y, por tanto, su capacidad para procesar esta información. Ade-
más, las espinas dendríticas constituyen el principal elemento
postsináptico de las sinapsis excitadoras de la corteza cerebral, y
diversos estudios indican que la morfología de las espinas dendrí-
ticas tiene una extraordinaria relevancia funcional. Las espinas
son muy dinámicas y se modifican en función de la actividad neu-
ral. Esta dinámica es el sustrato de procesos cognitivos (aprendi-
zaje y memoria).

94 1 La base neural de la creatividad


r FIG.4
Dendrita apical

Neurona piramidal (izquierda) y sus espinas dendríticas, que son de diferentes


tamaños y que tienen un papel esencial en el funcionamiento de estas células.

Se ha propuesto recientemente que las espinas dendríticas ac-


túan como unidades de memoria, de tal forma que las espinas gran-
des serían estables y representarían las trazas físicas de la memoria
a largo plazo, contribuyendo a las conexiones sinápticas estables
(espinas de memoria), mientras que las espinas pequeñas serían
móviles e inestables y contribuirían a las conexiones débiles (es-
pinas de aprendizaje). Estas características son la causa de que el
estudio de la microanatomía de la célula piramidal y, especialmen-
te, de las espinas dendríticas, sea un asunto de máximo interés en
neurobiología.
Se ha demostrado que el volumen de la cabeza de la espina den-
drítica es directamente proporcional al tamaño de la densidad post-
sináptica, al número de receptores postsinápticos, al número de
vesículas presinápticas ancladas a la membrana y a la cantidad de
neurotransmisor disponible para ser liberado. Por otro lado, el tama-

La base neural de la creatividad 1 95


ño la cabeza y del cuello de las espinas son factores que influyen
notablemente en el intercambio bioquímico entre espina y el tallo
dendrítico. Se ha propuesto que una de las funciones de las espinas
es la compartimentalización bioquímica. Dada la estrechez del cue-
llo de espina, este supone una barrera contra la difusión de meta-
bolitos, aislando bioquímicamente a la espina del tallo dendrítico.
Diversos laboratorios han estudiado detalladamente la comparti-
mentalización del ion calcio (Ca++) en las espinas dendríticas, ya que
calcio desencadena una serie de reacciones bioquímicas, algunas
de las cuales podrían estar implicadas en fenómenos de neuroplasti-
cidad relacionados con la memoria y aprendizaje.
Si existe un término que defina la corteza cerebral humana se-
«complejidad». Existen numerosos estudios microscópicos que
sugieren una mayor complejidad de la arborización dendrítica de
las células piramidales en el cerebro humano en comparación con
otras especies. Los métodos de investigación clásicos fueron inicial-
mente inconsistentes, pero el desarrollo de métodos de análisis mi-
croanatómico y de la inervación de las células piramidales ha per-
mitido llevar a cabo estudios comparativos entre diferentes áreas
corticales y especies, principalmente en primates no humanos, y
se ha demostrado que existen diferencias muy significativas entre
las áreas corticales de distintas especies. Se ha observado que las
células piramidales de la corteza cerebral humana exhiben aproxi-
madamente el doble de espinas dendríticas que la corteza temporal
del macaco y el tití, y unas cinco veces más que la corteza somato-
sensorial del ratón. Asimismo, las células piramidales de la corteza
prefrontal humana tienen un 72 % más espinas que la corteza pre-
frontal del macaco, y aproximadamente cuatro veces más espinas
que la corteza prefrontal del tití o la corteza motora del ratón. Estos
datos indican que las células piramidales de la corteza cerebral hu-
mana son capaces de integrar un mayor número de aferencias que
las células piramidales de cualquiera de las otras especies estudia-
das, y que existen diferencias muy notables entre las áreas cortica-

96 1 La base neural de la creatividad


les y las especies, confirmando la idea de Ramón y Cajal sobre la
mayor complejidad de las células piramidales en el ser humano.
También se ha observado que las células piramidales de la corte-
za cerebral ratón muestran una tendencia similar a la encontrada
en los primates, en cuanto a que presentan notables diferencias en
el tamaño del árbol dendrítico y en el número total de espinas entre
diversas áreas citoarquitéctonicas distantes en el eje rostro-caudal
del cerebro. Se ha comparado el tamaño de las espinas dendríticas de
la corteza temporal humana con de las espinas de la corteza soma-
tosensorial y corteza visual secundaria temporal de asociación del
ratón, hallándose que las cabezas de las espinas en el humano tie-
nen el 100 % más de volumen que en la corteza somatosensorial del
ratón. Es posible visualizar mediante ciertas técnicas la arborización
dendrítica completa y sus posibles conexiones con otras neuronas, y
estas presentan un volumen un 30 % mayor que en la corteza visual
y temporal del ratón. También, se ha constatado que la longitud del
cuello de las espinas dendríticas es significativamente más larga en
el humano que en el ratón. Estas diferencias en el tamaño de la cabe-
za de las espinas y en la longitud del cuello son importantes, puesto
que existe una clara relación entre la morfología y la función.
En resumen: el estudio comparativo de las espinas dendríticas su-
giere que no solamente las células piramidales de la corteza cerebral
humana son capaces de integrar un mayor número de aferencias que
las células piramidales de cualquiera de las otras especies estudia-
das, sino que, además, la morfología de las espinas varía entre las
especies, lo que indica la existencia de diferencias en las propieda-
des biofísicas y en los mecanismos de neurotransmisión a este nivel.

Las células de double bouquet

Se ha observado con microscopía electrónica que número de si-


napsis asimétricas (excitadoras) y simétricas (inhibidoras) por neu-

La base neural de la creatividad 1 97


rona es mayor en el ser humano que en el ratón y la rata, lo que
indica una mayor complejidad de los circuitos excitadores e inhi-
bidores dentro de diferentes especies de mamíferos. También, se
han encontrado diferencias notables entre diferentes especies con
respecto a la proporción y tipos de interneuronas GABAérgicas.
Uno de los ejemplos más importantes es la presencia en ciertas es-
pecies de un tipo especial de interneurona GABAérgica, llamada
célula de double bouquet. Estas células se caracterizan por presen-
tar colaterales axónicas largas que forman haces verticales densa-
mente agrupados (como colas de caballo) y por ser muy numero-
sas, de manera que forman una estructura microcolumnar con una
distribución muy regular. Además, puesto que cada cola de caballo
establece cientos de sinapsis inhibidoras con espinas y tallos den-
dríticos, dentro del estrecho campo de distribución vertical de su
arborización axónica, se considera que las células double bou-
quet representan un elemento clave en la organización microco-
lumnar de la neocorteza. Las interneuronas double bouquet se han
descrito en diversas especies, pero esta organización microcolum-
nar solamente se ha observado en el humano y otros primates, pero
no en roedores (ratón, rata), lagomorfos (conejo), artiodáctilos (ca-
bra) y carnívoros (gato, león, perro), lo que sugiere una diferencia
fundamental en la organización de la corteza cerebral entre estas
especies de mamífero.

liares neuronas de la intelige a


nomo

Las neuronas en huso, también llamadas neuronas de Van Econo-


mo son neuronas fusiformes, con un axón en una dirección y, a di-
ferencia de otras neuronas, una sola dendrita, situada en el polo
opuesto. Se encuentran en dos zonas muy restringidas del cerebro
homínido: la circunvolución cingular anterior y la ínsula, y recien-

98 1 La base neural de la creatividad


temente se han descubierto además en la corteza dorsolateral pre-
frontal en humanos (fig. 5). Estas neuronas también se encuentran
en el cerebro de los grandes mamíferos marinos y en los elefantes.
Las neuronas de Von Economo son relativamente grandes y per-
miten una comunicación rápida a través de áreas amplias del cere-
bro. Tienen importantes funciones en muchas habilidades cogni-
tivas, así como en las habilidades artísticas presentes en personas
con discapacidades únicas de los humanos, como la dislexia y el
autismo, como veremos más adelante. Aunque son poco comunes
en comparación con otras neuronas, son abundantes en el Horno
sapiens, si bien su concentración se estima tres veces mayor en ce-
táceos que en humanos.
Se especula que son de gran importancia en la evolución huma-
na y en la función cerebral. Su restricción entre los primates a los
grandes simios alimenta la hipótesis de que se han desarrollado

Í FIG. 5

Neurona de von Economo

(Al Localización principal de las neuronas de Von Eco nomo en la corteza cerebral
humana [círculos oscuros). [B) Comparación de tamaño de una neurona piramidal
y una neurona de Von Economo.

La base neural de la creatividad 1 99


como hace mucho quince o veinte millones de años, antes de di-
vergencia de los orangutanes de los grandes simios africanos. El
descubrimiento de las neuronas de Von Economo en los grandes
mamíferos ha llevado a pensar que son una adaptación de cerebros
muy grandes que permite el procesamiento rápido de la informa-
ción y la transferencia a través de proyecciones muy específicas, y
que evolucionaron con el surgimiento de comportamientos socia-
les solo en mamíferos muy inteligentes.

La corteza prefrontal

En la Universidad de California de San Diego, la antropóloga física


Katerina Semendeferi ha estudiado la parte del cerebro que parece
coordinar los pensamientos y las acciones en la toma decisiones:
la corteza prefrontal. Tras examinar esa región en humanos actua-
les, chimpancés y bonobos, Semendeferi y sus colaboradores descu-
brieron que varias áreas importantes de ella se habían reorganizado
durante la evolución de los homininos. Así, el área 10 Brodmann,
que está implicada en la consecución de los planes y la organización
de la información sensorial, se había duplicado en tamaño después
de que chimpancés y bonobos se separasen de la línea evolutiva
humana hace entre seis y siete millones de años, un período breve
para la escala de la evolución. Además, el espacio horizontal entre
las neuronas de esta área se había ensanchado un 50 %, lo que había
creado más espacio para axones y dendritas, lo que a su vez ha
ciado conexiones más complicadas y remotas, obteniéndose de esta
forma comunicaciones interneuronales más complejas.
crecimiento cerebral y la complejidad anatómica y funcional
subsecuente constituirían la diferencia básica entre el ser humano
y el resto de las especies. Pero estas diferencias no explican la com-
plejidad que supone la emergencia de las más elevadas capacida-
des del cerebro humano. Tiene que haber algo más.

100 1 La base neural de la creatividad


- Delfines comunes (arriba), elefantes africanos (abajo a la izquierda) y bonobos
(derecha). Los cetáceos, los elefantes y los grandes simios son los tres grupos de
mamíferos en los que se han encontrado neuronas de Von Economo.

La base neural de la creatividad 1 101


EL MUNDO CON OTROS OJOS

Los cambios anteriormente citados junto con nuestro marcado


componente social como primates, nuestra memoria cultural
acumulativa como Horno y nuestra capacidad de colaborar para
conseguir altos objetivos como sapiens, asociados a una gran do-
sis de suerte a lo largo de nuestra evolución mediante una integra-
ción de múltiples procesos componentes, justifica la emergencia
de la creatividad dentro de la complejidad de la actividad neural
de nuestro prodigioso cerebro.
Los individuos creativos parecen estar en las nubes y cuando se
enfrentan a un problema dejan que su mente divague y permiten que
sus recuerdos o pensamientos se evoquen interactuando entre ellos.
Esa asociación libre estimula las analogías y da lugar a la emergencia
de un pensamiento analítico, el modo por defecto o pensamiento di-
vergente, que no es el modo operativo habitual en el procesamiento
cerebral humano. El pensamiento asociativo, por el contrario, sería
el modo principal y habitual de procesamiento cerebral del Horno
sapiens. Estas diferencias tienen una base neuroquímica neuronal.
Nuestros ancestros homininos debieron desarrollar, pues, la
capacidad de cambiar de forma preconsciente de un tipo de pen-
samiento a otro mediante una ligera modificación de las concen-
traciones de dopamina y otros neurotransmisores cerebrales, pro-
bablemente involucrados en activar las áreas del placer, para que el
cambio tuviera un sentido evolutivo. El Horno sapiens necesitaría
decenas de miles de años para refinar ese mecanismo antes de po-
der sacar provecho de la creatividad de su gran cerebro. Esta hipó-
tesis se está comprobando mediante el empleo de redes neurales
artificiales. A través de un modelo generado por ordenador se ha
simulado la capacidad del cerebro de cambiar entre el pensamiento
asociativo y el analítico, intentando comprender cómo este cambio
ayudó a romper nuestras barreras cognitivas y a permitir que viéra-
mos la realidad del mundo de otra forma.

102 1 La base neural de la creatividad


Asimismo, somos únicos también en la forma en la que procesa-
mos la información. Hasta donde sabemos, somos el único organis-
mo capaz de deconstruir mentalmente tanto el mundo exterior como
sus experiencias interiores y plasmarlos en símbolos abstractos, los
cuales empleamos para generar nuevas versiones de la realidad. No
solo podemos describir el mundo tal y como es, sino también cómo
podría ser.

El e ndimiento cerebral de la belleza

En este sentido, la capacidad estética, forma suprema de creativi-


dad, no solo es humana, sino propia del género Homo y ausente en
otros géneros del linaje humano. El análisis del proceso estético
constituye el nivel más alto de complejidad neural para tratar de
explicar la emergencia de esta alta capacidad de nuestra saga. So-
mos la única especie que puede procesar el sentimiento estético y
obtener sentido y placer en ello.
Precisamente para estudiar el entendimiento cerebral de la
belleza y el componente estético universal y cultural se ha desa-
rrollado la neuroestética, una rama reciente de la neurociencia,
cuyo introductor fue el neurocientífico experto en áreas visua-
les Semir Zeki. Según los investigadores Camilo J. Cela-Conde
y Marcos Nadal, existen argumentos convincentes a favor de un
concepto de apreciación estética como resultado de la integra-
múltiples procesos, cuales se
con la estética antes de que se produjera la integración, ni parece
dedicarse de manera exclusiva a ese cometido después de ella.
Más aún, dichos componentes parecen tener historias evolutivas
diferentes. Mientras que algunos parecen ser el resultado de epi-
sodios evolutivos que tuvieron lugar durante la evolución del ser
humano, otros parecen haber sido heredados de antepasados pri-
mates distantes.

La base neural de la creatividad 1 103


En consonancia con este modelo de procesos integrados, la capa-
cidad neuroestética humana no podría explicarse de ningún modo
con una única función adaptativa o
Los artistas son, presión selectiva. Más bien cabe con-
en cierto sentido, cluir que la apreciación estética es el
neurólogos que resultado de una evolución en mosaico,
exploran las en la que múltiples presiones selecti-
potencialidades del vas influyeron sobre diferentes proce-
cerebro, aunque sos componentes, confiriendo diversas
con distintas ventajas adaptativas. Es posible incluso
herramientas. que ese episodio sea múltiple, que haya
SEMIR ZEKI tenido lugar en varios momentos de la
evolución dé nuestra especie, tanto an-
tes como después de la divergencia de los linajes humano y chim-
pancé. No es inconcebible, pues, que los humanos compartamos con
otros primates algunos de los sustratos cognitivos y neuronales so-
bre los que se erige la apreciación estética, hipótesis que sugiere que,
de hecho, tales sustratos anteceden a los propios seres humanos.
Los estudios de neuroimagen diseñados con el objetivo común
de identificar los correlatos neuronales de la apreciación estética
dan lugar a resultados muy diversos. Es posible que hayan regis-
trado solo una imagen parcial de las complejas bases neuronales
de la apreciación estética, dado que ninguna de las áreas cerebra-
les identificadas aparece en más de un estudio. La divergencia en
los resultados ilustra claramente que los procesos subyacentes a la
apreciación de la belleza son harto complejos. Podemos utilizar el
modelo elaborado por el neurólogo Anjan Chatterjee para ofrecer
una interpretación funcional conjunta de los sustratos neuronales
de la apreciación estética: la imagen global de los mecanismos neu-
ronales que subyacen a la apreciación estética solo resulta emer-
gente integrando los resultados de los múltiples estudios, lo que
implica una enorme complejidad. La apreciación estética no es un
único proceso cognitivo, ni descansa sobre un mecanismo neuro-

104 1 La base neural de la creatividad


> IR DE N

Semir Zeki derivó en 2002 el estudio de las funciones más elevadas del
cerebro humano a la moderna rama de la neurobiología denominada neu-
roestética. Zeki considera la visión del arte como un ejemplo de la varia-
bilidad adaptativa del cerebro humano, por lo que su enfoque neurológico
podría explicar experiencias subjetivas particulares, así como los rangos
de capacidades para crear y experimentar el arte. Zeki teoriza que los ar-
tistas exploran el cerebro inconscientemente mediante técnicas creati-
vas y propone dos leyes del cerebro visual. La ley de la constancia supone
que el cerebro retiene el conocimiento sobre las propiedades constantes y
esenciales de un objeto, filtrando y desechando las propiedades dinámicas
irrelevantes. La ley de la abstracción se refiere a la coordinación jerárquica
donde una representación general se puede dividir en muchos detalles, lo
que permite que el cerebro pueda procesar de forma eficiente los estímulos
visuales. La capacidad de abstraer pudo evolucionar como una necesidad
debido a las limitaciones de la memoria. En cierto modo, el arte externa liza
las funciones de abstracción en el cerebro, proceso hasta ahora descono-
cido por la neurobiología cognitiva.

- El neurobiólogo británico Semir Zeki, pionero en el campo de la neuroestética.

105
nal único e indivisible, sino que más bien es consecuencia de va-
rios procesos cognitivos y afectivos.
Según Cela-Conde, es concebible que no todas las estructuras
neuronales implicadas en la apreciación estética, y las funciones
que realizan, hayan sido sometidas al mismo grado de transforma-
ción desde la aparición del linaje humano.
La revisión de la literatura científica indica que no todas las
regiones cerebrales cuya actividad se ha observado en tareas de
preferencia estética muestran el mismo grado de evolución en el
ser humano. De hecho, algunas de esas regiones parecen no haber
variado mucho en cuanto a organización estructural y funciones a
lo largo de la evolución humana, mientras que otras sí han sufrido
cambios notables.
Cualquier aproximación evolutiva a la apreciación estética debe-
ría sustentarse sobre el conocimiento de la historia filogenética de
los correlatos neuronales de esta capacidad. En concreto, habría que
considerar que, a lo largo de la evolución de nuestro linaje, hay al-
gunos aspectos que parecen haber variado poco. Algunos de los ele-
mentos sobre los que se sustenta la capacidad humana de apreciar la
belleza, relacionados con la representación visual de los objetos, la
representación de su valor reforzador y determinadas funciones eje-
cutivas, estaban presentes ya en nuestros antepasados primates hace
decenas de millones de años. A lo largo de la evolución del ser hu-
mano se produjeron modificaciones cerebrales relacionadas presu-
miblemente con una mayor integración sensorial de la información,
un refinamiento en el análisis espacial y una mayor conciencia del
propio estado afectivo. La apreciación estética del ser humano emer-
gió, pues, en virtud de la integración entre los procesos y estructuras
derivadas y los que tienen un carácter primitivo. Probablemente no
sería necesario proponer que los cambios que acabaron por dotar al
ser humano de la capacidad para valorar la belleza fueran selecciona-
dos precisamente por este motivo. Tanto las regiones cerebrales que
subyacen tras la apreciación estética como las funciones que desem-

106 1 La base neural de la creatividad


peñan no pueden entenderse como el resultado de una evolución
específica, sino que es probable que sean el resultado de múltiples
presiones selectivas y que, en consecuencia, las ventajas que confie-
ren se hicieran notar en diversas esferas de la experiencia humana.
Se tiende a asumir que para explicar el origen y evolución de los
procesos cognitivos del ser humano, basta con estudiar los proble-
mas adaptativos a los que se enfrentaron nuestros antepasados, lo
que ignora uno de los hechos más fundamentales de la evolución:
la herencia con modificaciones. Las capacidadés mentales del ser
humano y sus correlatos neuronales no emergieron de la nada, sino
que son el resultado de modificaciones sufridas por mecanismos
heredados de nuestros antepasados, incluyendo entre ellos tanto
los homínidos del Plioceno como los primates anteriores. Aunque
es indudable que el entorno del Pleistoceno ejerció notables presio-
nes selectivas sobre nuestros antepasados respecto a la apreciación
de la belleza, entre muchos otros rasgos cognitivos y físicos, lo cier-
to es que estas presiones actuaban sobre unas estructuras cerebra-
les y procesos heredados de antepasados más antiguos. Así, nues-
tra actual capacidad para valorar la belleza descansa sobre rasgos
primitivos, compartidos con otros primates, y recientes, exclusivos
del ser humano.
El Homo sapiens está en plena evolución en el planeta madre
que nos sustenta, y probablemente en el futuro también fuera de él.
Nuestra asombrosa capacidad de adaptarnos y modificar el mundo
según nuestra creatividad, producto de nuestro cerebro, producirá
cambios neurológicos a largo plazo -a escala evolutiva- actual-
mente imposibles de predecir.

La base neural de la creatividad 1 107


CREATIVIDAD, ENTRE LA
GENIALIDAD Y LA LOCURA

La corteza prefrontal ha sido un elemento


esencial en el desarrollo del cerebro
humano y de la creatividad. Hoy, el estudio
científico de la creatividad se basa tanto
en la neuroimagen funcional como en el
estudio clínico de pacientes con procesos
cerebrales que potencian la creatividad.
Probablemente en el futuro dispongamos
de tecnologías capaces de potenciarla de
forma incruenta y reversible.
a corteza prefrontal resulta fundamental para la gestión de la
L creatividad al elegir entre varias opciones, orquestando pensa-
mientos y actos según objetivos internos, habitualmente precons-
cientes. Además, es el área encargada de la capacidad de recordar y
de poner en práctica nuestras intenciones, sean o no importantes. Se
encuentra en la vanguardia de la evolución cerebral hominina, cuya
cúspide es la especie humana, donde organiza las percepciones y las
experiencias integrando proactivamente la emoción con la conduc-
ta dentro de un complejo entramado social y cultural. Teniendo en
cuenta todas estas habilidades, se ha definido la corteza prefrontal
como el posibilitador supremo de la creatividad de Romo sapiens.
La neuroestética tiene como objetivo el entendimiento científico
cerebral de la belleza; pretende encontrar conexiones neurales del
juicio estético y la creatividad, cuya máxima expresión es la actividad
artística. Nació a partir de las investigaciones del neurobiólogo Semir
Zeki, experto en corteza visual primate, como una forma de explo-
rar la creatividad y estética visual o capacidad de asignar diferentes
grados de belleza a ciertas formas, colores o movimientos. El vínculo

Creatividad, entre la genialidad y la locura 1 111


entre áreas específicas del cerebro y la actividad artística es de gran
importancia para el estudio del campo de la creatividad y se puede
aplicar tanto a la capacidad de crear como de interpretar el arte.
Se cree que la gestión cerebral del concepto estético es un rasgo
hominino adquirido después de la divergencia de los linajes hu-
manos. Por consiguiente, aunque resulta evidente la subjetividad
antropológica cultural inherente a todo producto artístico, resulta
fundamental poder conocer si existe un conjunto científico de le-
yes o principios estéticos universales, así como la razón evolutiva
del entendimiento cerebral de la belleza. A pesar de los múltiples
interrogantes, se han comenzado a identificar por neuroimagen
funcional -sobre todo por fMRI- los circuitos cerebrales involu-
crados en la creatividad y los juicios estéticos parecen presuponen
en última instancia un cambio en la activación del sistema de re-
compensas del cerebro.
La corteza cingulada y la región prefrontal ventral actúan de
manera coordinada dentro del sistema de cognición social. Una
lesión en cualquiera de estas regiones altera el funcionamiento
moral normal de la persona, un deterioro que desempeña un papel
esencial en los trastornos de la conducta social. Sorprendentemen-
te, también se ha visto que la desinhibición del hemisferio derecho
tras una lesión del córtex frontal izquierdo a veces mejora las capa-
cidades creativas de algunos pacientes con alteraciones cerebrales,
fenómeno denominado facilitación funcional paradójica. Supone
otro fascinante enfoque del estudio de los mecanismos neurales
del entendimiento estético mediante el estudio clínico de pacien-
tes con trastornos neurológicos y psiquiátricos como la dislexia,
el síndrome del savant en el espectro autista, el trastorno bipolar,
la demencia degenerativa o algún otro tipo de lesión traumática o
vascular que involucre al córtex frontal.
Estas dos formas de enfocar las funciones modulares de la corteza
prefrontal son la base del modelo de desinhibición frontal de la crea-
tividad, que propugna que la región frontal actuaría como freno a

112 1 Creatividad, entre la genialidad y la locura


la manifestación conductual, por lo que la inhibición de esta región
cerebral podría potenciar el proceso creativo. Específicamente, se ha
visto que la corteza frontopolar de la corteza prefrontal anterior ope-
ra jerárquica y coordinadamente en grandes redes modulares con las
regiones corticales temporales, parietales y otras regiones prefronta-
les, lugares donde se localizan precisamente muchos de los sistemas
de neuronas espejo, redes neurales que se activan al ejecutar o al ob-
servar una acción por otro individuo que se muestre proactivo. Estos
sistemas de neuronas espejo desempeñan una función importante
dentro de las capacidades cognitivas ligadas a la vida social, tales
como la intencionalidad, la empatía y las conductas de imitación,
elementos clave para entender el aprendizaje y la creatividad en el
campo de la neurociencia social y en la evolución y expansión com-
pleja del cerebro primate de Homo sapiens.
Los sistemas de neuronas espejo producen la evocación del acto
motor observado dentro de esta compleja red frontoparietal, pero
lo realmente transcendente y peculiar es que la evocación se activa
únicamente si esta conducta proactiva potencialmente ya existe en
el repertorio del sujeto. Al ser proporcional la respuesta a la experien-
cia del observador, podemos hacernos una idea del papel que tuvo
en el aprendizaje y en el mejoramiento de técnicas como, por ejem-
plo, la fabricación de herramientas durante los destellos de creativi-
dad de la evolución hominina, o durante la explosión de inspiración
y genialidad artística que acaeció durante el Renacimiento europeo.

EL POSIBILITADOR SUPREMO DE LA CREATIVIDAD


DEL C EBRO HUMANO

La corteza prefrontal es esencial para una vida mental equilibrada.


Constituye casi la tercera parte de toda la corteza cerebral huma-
na y es un elemento fundamental para la gestión de la creatividad,
porque elige entre varias opciones orquestando pensamientos yac-

Creatividad, entre la genialidad y la locura 1 113


tos según objetivos internos. Desempeña algunas de sus funciones
controlando memoria de trabajo, una forma de memoria a corto
plazo que integra las percepciones con el recuerdo de experiencias
pasadas. Además, resulta esencial para la planificación de conduc-
tas complejas, para la toma de decisiones coherentes y para la ex-
presión de conductas sociales adecuadas, desempeüar un papel
ejecutivo esencial en el razonamiento moral.
En 1948, los neurobiólogos Rose y Clinton Woolsey, de la
Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, descubrieron que dis-
tintas partes de la corteza prefrontal se conectan con grupos con-
cretos de neuronas del tálamo y con todos los circuitos sensoria-
les (vista, oído, olfato, gusto y tacto). Se puede dividir anatómica
y funcionalmente en cuatro partes según estas conexiones; dos
regiones ventrales: región ventrolateral (orbitofrontal) y región
ventromedial, una región dorsolateral y una región medial (fig. 1).
Cada una de estas cuatro regiones conecta con la amígdala, una es-
tructura cerebral que, junto con el cuerpo estriado y el hipocampo,
se encuentra bajo la corteza cerebral y es esencial en el control de
las emociones.
Cada una de estas cuatro regiones prefrontales tiene unas fun-
ciones propias y otras que son compartidas. La región ventrola-
teral es la que tiene más conexiones con la amígdala y es impor-
tante para evaluar la belleza, el placer y los valores positivos de un
estímulo; las lesiones de esta región impiden la expresión de las
emociones. La región ventromedial es básica para el control de la
conducta dirigida a objetivos; integra las experiencias emociona-
les positivas con la conducta social y el juicio moral, inhibiendo la
amígdala. Su lesión hace tomar decisiones impulsivas y produce
alteraciones del razonamiento moral. La región dorsolateral está
relacionada con la memoria de trabajo y tiene funciones ejecutivas
y cognitivas, como planificar y organizar la conducta para lograr
resultados concretos; interviene en dilemas morales impersonales
que se orientan hacia el ámbito cognitivo. Funciona conjuntamen-

114 1 Creatividad, entre la genialidad y la locura


r FIG.1
Precentral

Precentral

Premotora Motora
Dorsolatera!

Premotora Motora

Dorsomedial -

Ventromedial-

Las cuatro regiones anatómicas y funcionales de la corteza prefrontal. (A y B)


diferenciación entre corteza prefrontal y precentral del lóbulo frontal (región
lateral y mediall, (C y D) diferenciación de las regiones prefrontales (región lateral
y medial).

Creatividad, entre la genialidad y la locura 1 115


te con la región ventrolateral, garantizando que la conducta se di-
rija a satisfacer nuestras necesidades con eficacia. La cuarta región
prefrontal, la región medial, contiene la región cingulada anterior,
con dos subregiones; una ventral, importante para evaluar la emo-
ción y motivación y una dorsal que interviene en la supervisión de
algunas funciones cognitivas, como la previsión de recompensas,
la toma de decisiones y la empatía. Su lesión produce inestabilidad
emocional y dificultades para resolver conflictos y para responder
adecuadamente a los cambios del entorno.
La corteza cingulada y la región prefrontal ventral actúan de
manera coordinada dentro del sistema de cognición social identifi-
cado por Chris Frith, neuropsicólogo en el Centro de Neuroimagen
del University College de Londres. Una lesión en cualquiera de es-
tas regiones altera el funcionamiento moral normal de la persona,
un deterioro que desempeña un papel esencial en los trastornos
de la conducta social. Teniendo en cuenta todas estas habilidades,
el neurocientífico Joaquín Fuster ha definido la corteza prefrontal
como el posibilitador supremo de la creatividad humana.
Según las características de modularidad del sistema nervioso
central humano, en el que diferentes estructuras cerebrales están
especializadas para distintas funciones, los lóbulos frontales son
la sede del juicio y de aspectos clave de la cognición relacional que
afecta a la atención y el razonamiento, formando parte de una com-
pleja red neuronal encargada de buscar y detectar la novedad, un
proceso fundamental para la creatividad. Sin embargo, su activi-
dad tiene también un papel inhibidor o de freno sobre otras estruc-
turas corticales, como la circunvolución angular derecha de la cor-
teza parietotemporal, que sería una región menos racional y más
creativa del cerebro humano.
Como comentamos, la importancia de la corteza prefrontal tam-
bién ha sido destacada por los neurocientíficos Richard J. Haier y
Rex E. Jung quienes concluyeron, analizando sujetos que habían
sufrido una lesión cerebral que afectaba a la manifestación de sus

116 1 Creatividad, entre la genialidad y la locura


> EY E

La primera demostración clí-


nica del papel de la corteza
prefrontal en la integración
de las emociones y la con-
ducta fue el conocido caso de
Phineas Gage. En 1848, este
paciente -persona normal,
trabajadora, prudente y res-
petuosa- tuvo un terrible
accidente de trabajo; era ba-
rrenero en la construcción
de una línea férrea y en una
explosión accidental una ba-
rra de 6 kg le penetró por la
cara con salida por el cráneo
y destrozó gran parte de la
parte anterior de su cráneo
produciendo una gran lesión
frontal del cerebro. Aunque
milagrosamente sobrevivió,
llegó a ser capaz de cami-
nar, hablar y volver al trabajo
meses después, pero su per- - Retrato de Phi neas Gage sosteniendo la barra
sonalidad cambió. Era inca- de hierro que se le clavó en el cráneo.
paz de controlar su conducta
social; se volvió informal, irrespetuoso, grosero y desconsiderado con los
demás. El estudio posterior de otros casos de lesión prefrontal por el neu-
rólogo António Damásio demostró que las secuelas mostradas derivaban
de una falta de inhibición de la amígdala por parte de la corteza prefrontal
ventromedial y medial.

117
capacidades creativas, que la corteza prefrontal tiene un papel
esencial relevante en la implementación cerebral de la creatividad.
Según sus investigaciones la región frontal actuaría como freno a la
manifestación conductual. Además de freno, la corteza prefrontal
ejercería una función esencial en la selección de respuestas, junto
con la generación de ideas procedente de los almacenes de memo-
ria de otras regiones cerebrales.
Recientes investigaciones de neuroimagen han proporcionado
evidencias de que la corteza frontopolar de la región cerebral pre-
frontal anterior (la parte más rostral del lóbulo frontal) opera coordi-
nadamente con las regiones corticales temporales, parietales y otras
regiones prefrontales, integrando elementos dispares según el mo-
delo funcional neurocomputacional de procesamiento de la infor-
mación basado en modelos informáticos y matemáticos propuesto
en 2012 por el ingeniero neoyorquino Kenneth C. Knowlton, creador
del lenguaje de computación BEFLIX. Los modelos de arquitectu-
ra cognitiva prefrontal indican una jerarquía rostro-caudal, que va
desde la parte superior a la inferior del sistema nervioso, en la que
la corteza frontopolar integra piezas de información relativamente
imprecisas para formar representaciones menos abstractas.
El esfuerzo consciente de pensar de manera más creativa pro-
duce conexiones neuronales y redes neurales más distantes según
el modelo de neuroplasticidad. Este efecto de capacidad de pen-
samiento, es decir, intentar tener éxito para ser más creativo, la
experimentan en general todos los seres humanos. No obstante, el
potencial de este fenómeno se investigado muy poco hasta aho-
ra, dado que tradicionalmente los estudios se han centrado en la
creatividad como un rasgo estático.
La conclusión es que el hecho de esforzarse para ser creativo
aumenta el nivel de creatividad. En los últimos años se ha visto
que el aumento consciente del rendimiento en una tarea creativa
se asocia con cambios en la actividad y conectividad de la corteza
frontopolar (fig. 2). Esto sugiere la posibilidad de que la actividad

118 1 Creatividad, entre la genialidad y la locura


Í F1G.2
~ - - - - - - - - - - Corteza frontopolar

Enriquecimiento Empobredmientó
ambiental ambiental

La corteza frontopolar humana corresponde al área lateral 1Ode Brodmann


(Al. (Bl Activación de la corteza frontopolar en una conducta multitarea (la línea
discontinua indica la localización aproximada). (Cl Cambios en la complejidad del
árbol dendrítico y en la densidad de espinas dendríticas en neuronas de animales
tras el enriquecimiento o empobrecimiento ambiental.

Creatividad, entre la genialidad y la locura 1 119


neural para potenciar un incremento de la actividad de este terri-
torio cortical pudiera facilitar un aumento del nivel de creatividad.
Dicho de otra forma, la potenciación de las neuronas frontopolares
podría mejorar la capacidad de un individuo para convertirse deli-
beradamente en un pensador más divergente o, lo que es lo mismo,
más creativo.

TRASTORNOS NEUROLÓGICOS Y CR DAD


La liberación del poder creativo puede producirse también inespe-
radamente por otros cauces. Desde hace años, los neurólogos clíni-
cos y otros neurocientíficos hemos ido aprendiendo cómo afectan
las lesiones cerebrales a los procesos neurológicos y mentales, y se
han logrado hallazgos sorprendentes sobre la naturaleza de la crea-
tividad estudiando a personas con un talento asombroso a pesar de
tener lesiones cerebrales innatas o adquiridas. Aunque es impor-
tante dejar claro que no es exactamente lo mismo talento que crea-
tividad, estos estudios. demuestran que la lesión de algunas zonas
del cerebro pueden liberar el potencial creativo de los pacientes.
Sabemos que en algunos trastornos del neurodesarrollo, en la
dislexia o el autismo se puede tener una gran creatividad artística
a pesar de que estos pacientes exhiben severas limitaciones para el
lenguaje. Esto plantea que el lenguaje y las capacidades artísticas
no están directamente relacionados, aunque ambos sean medios
de comunicación simbólicos. Es posible que desde el punto de vista
evolutivo la capacidad figurativa de expresión simbólica haya pre-
cedido a nuestra capacidad de expresarnos por el lenguaje hablado,
y que precisamente la capacidad simbólica universal prístina fuese
relegada e incluso sustituida por el lenguaje. En los humanos mo-
dernos esta capacidad ha quedado limitada a un grupo de personas
creativas, entre las que se incluyen las que no han desarrollado to-
talmente sus aptitudes lingüísticas.

120 1 Creatividad, entre la genialidad y la locura


Cuando el lenguaje no lo es todo

Aunque todos los niños tienen que ejercitarse por medio de la edu-
cación y el aprendizaje para distinguir los caracteres especulares (by
d, 6 y 9), los niños disléxicos tienen más dificultades para ello. Se ha
propuesto que el trastorno del desarro-
llo conocido como dislexia, que impli- Cada neurólogo tiene
ca un retraso en la edad de inicio de la al menos una historia
lectura, puede reflejar en niños con in- en lá manga sobre
teligencia normal una cierta deficiencia un paciente que de
funcional del hemisferio izquierdo jun- repente desarrolló
to con una dominancia del hemisferio una facultad nueva
derecho, que no se ocupa del lenguaje. y peculiar tras
En la dislexia existe una evidente una apoplejía o un
dificultad para traducir las letras a los traumatismo craneal.
sonidos que las representan -lo que V. S. RAMACHANDRAN
resulta esencial para la lectura-y tam-
bién para traducir sonidos a letras -capacidad básica para la escri-
tura-, lo que implica que numerosos disléxicos tienen trastornos de
la lectoescritura, aunque muchos son muy inteligentes y tienen una
gran inventiva. Varios informes actuales indican que las personas
disléxicas presentan una tendencia mayor al arte y dibujan mejor
que el resto de la población, capacidad que ya se manifiesta desde la
primera infancia. Estudios realizados en universitarios de la carrera
de Bellas Artes muestran que hay muchos más alumnos disléxicos
que en el resto de las facultades.
El pintor contemporáneo Chuck Close padece dislexia y ha ex-
presado el convencimiento de que la creatividad es producto de su
trastorno. Tiene dificultad para reconocer caras en tres dimensio-
nes, pero se esforzó en transformarlas en imágenes faciales de dos
dimensiones, hasta el punto de que lo único que pinta son precisa-
mente caras. Su creatividad parte de su dificultad para ver el mun-
do como lo ven los demás.

Creatividad, entre la genialidad y la locura 1 121


Como hemos visto, se cree que las conexiones interhemisféricas
se reconfiguran al aumentar las capacidades artísticas, especial-
mente la corteza prefrontal derecha, que parece emerger cuando
se reduce la capacidad del hemisferio izquierdo para inhibirla. Un
estudio realizado en disléxicos ha evidenciado que presentan un
defecto en el área de Wernicke (como sabemos, el área del hemis-
ferio izquierdo que se ocupa de la comprensión de las palabras). Al
intentar mejorar este defecto, el área del hemisferio derecho aso-
ciada al pensamiento visoespacial asume el papel correspondiente
del lado contrario, lo cual puede ser el motivo de la potenciación
del desarrollo del hemisferio derecho en las capacidades artísticas.

Savants: genialidad «sin alma»

Otra asociación muy interesante entre la creatividad y los trastor-


nos del neurodesarrollo se encuentra en los pacientes autistas con
síndrome del savant, los llamados savants. Son pacientes que tie-
nen un talento excepcional en un campo y, en general, se desen-
vuelven mal en casi todos los demás. Representan entre el 10 % y
el 30 % de los autistas y todos tienen varias características en co-
mún. Exhiben una capacidad extraordinaria para concentrar su
atención en lo que les interesa con tres cualidades que todos ellos
parecen tener: función sensorial aumentada, memoria prodigiosa
y gran aptitud para la práctica. Esto les permite centrar su atención
en aspectos y pautas concretas del entorno y distinguir los deta-
lles de forma extraordinaria. Aunque estas características también
se encuentran en personas no autistas con talento, en estas sus fa-
cultades se pueden extender a muchos ámbitos, mientras que las
facultades de los savants se circunscriben a cuatro: música, artes
plásticas, aptitudes mecánicas y aptitudes espaciales.
El psicólogo Darold Treffert sostiene que estas capacidades re-
flejan una disfunción del hemisferio izquierdo que facilitaría la

122 1 Creatividad, entre la genialidad y la locura


actividad del derecho. Se han descrito casos extraordinarios de
savants considerados niños prodigio, pero hay niños prodigio,
como por ejemplo Mozart, que no se pueden considerar savants.
Mozart podría haber presentado un trastorno neurológico hoy co-
nocido como síndrome de Tourette, caracterizado por tics motores
y vocales abigarrados, coprolalia (tendencia decir «tacos») y con-
ducta compulsiva. Los pacientes afectados por esta enfermedad
parecen estar especialmente dotados para la música.
Los dibujos técnicamente perfectos realizádos por los savants
han tenido un interesante impacto sobre el pensamiento de nues-
tros ancestros humanos. Algunas de sus obras remedan las pintu-
ras rupestres europeas de hace treinta mil años y parecen probar
que la mente humana estaba plenamente formada en aquellos re-
motos tiempos. Algunos autores especulan que ya utilizaban un
lenguaje simbólico articulado que permitía la comunicación. Se-
gún el historiador del arte Ernst Gombrich, en aquellas pinturas ya
se aprecia la intervención de una nueva clase de mente, la mente
madura, cognitivamente refinada y moderna actual. Sin embargo,
otros autores tienen dudas al interpretar estas aseveraciones. He-
mos visto cómo la creatividad humana se ha ido desarrollando de
forma compleja y fluctuante sin que haya una clara evidencia de
revolución cognitiva en el Paleolítico. Los savants, además, suelen
tener una dificultad importante para las aptitudes lingüísticas, lo
que iría en contra de los supuestos otorgados a aquellos artistas
primitivos. Aunque la ausencia de evidencia no es evidencia de
ausencia, lo cierto es que las similitudes no implican en ninguna
manera identidad, por lo que no podemos dar por sentado las ca-
pacidades mentales de los artistas primitivos tras un análisis mul-
tidisciplinario del problema.
Por el momento, nadie puede explicar las facultades de los
savants. Se ha dicho que tienen un gran talento, pero que no son
creativos y que, además, carecen de empatía. Según el psicólogo
Ted Nettelbeck, de la Universidad de Adelaida, en Australia, es-

Creatividad, entre la genialidad y la locura 1 123


tas facultades aparecen cuando el cerebro desarrolla nuevos mó-
dulos cognitivos en ciertos ámbitos y estos módulos establecen
una línea directa con el conocimiento y la memoria a largo plazo,
que actúa independientemente de la capacidad básica de proce-
sar información. Estos pacientes parecen tener una liberación del
talento con reducción del control del hemisferio izquierdo sobre
el potencial creativo del derecho, como hemos visto. Los savants
tienen un acceso privilegiado a una información de nivel inferior,
menos procesada que la habitual, que no se encuentra al alcance
de la memoria y que facilita un estilo cognitivo distinto y distin-
tivo en el que trabajan las partes hacia el todo. Esta capacidad del
cerebro para superar ciertos déficits al afrontar el mundo exterior
se podría considerar equivalente biológico de crecerse ante la
adversidad en los momentos de crisis personal o social, que puede
llevar a las personas ambiciosas a tener éxito. También explicaría
la mayor facilidad de las personas ciegas para aprender Braille. La
privación sensorial, además de aumentar la motivación, crea un
área de actividad cortical compensatoria más amplia.

Nuevas habilidades en el deterioro cognitivo

Hemos visto cómo los estudios de neuroimagen funcional indican


que la corteza prefrontal se activa durante la percepción visual y la
creatividad tiende a implicar actividad en los dos lados de la corte-
za. Pero a medida capacidad para un arte visual aumenta, las
conexiones entre ambos hemisferios cerebrales se reconfiguran y
la actividad de la corteza prefrontal derecha parece anular la capa-
cidad inhibitoria del hemisferio izquierdo. La interacción entre la
corteza prefrontal derecha e izquierda puede contribuir a la gene-
ración o inhibición de la originalidad y la creatividad.
Estos hallazgos pueden explicar cómo los pacientes con de-
mencia frontotemporal tienen una aparición repentina de talento

124 1 Creatividad, entre la genialidad y la locura


>GENIALIDAD MODIFICADA POR LA ENFERMEDAD
DE ALZHEIMER

Nacido en Róterdam el 24 de abril


de 1904, Willem de Kooning aban-
donó la escuela a los doce años
para trabajar como aprendiz en
una empresa de artistas comercia-
les y decoradores. Asistió a clases
de arte en la Academia de Róter-
dam y se trasladó a Estados Uni-
dos en 1926, donde trabajó durante
una época como pintor de brocha
gorda y más tarde como artista co-
mercial. Finalmente se instaló en
Manhattan, donde pintó murales y
cuadros de gran tamaño durante -willem de Kooning posa ante una
la década de 1930. En 1948 realizó de sus pinturas en 1968.
su primera exposición individual en
Nueva York, consagrándose como pintor abstracto. Su producción en esa
época fue excelente y parca, porque su afán de perfeccionismo le hacía
trabajar muchos meses en cada cuadro. Desde 1960 fue desarrollando un
cambio en su trazo. A partir de 1989 su estilo fue haciéndose menos nítido,
evidenciándose una clara dificultad para la percepción de las estructuras y
de las relaciones espaciales de los objetos. Se le diagnosticó enfermedad
de Alzheimer. A los pocos años, se hizo indudable un grave deterioro de su
capacidad visual; sus cuadros cambiaron y comenzaron a presentar una
menor coherencia y un mayor alejamiento de la realidad, aunque seguían
siendo arte. A los setenta años, tras dos años de sequía creativa, comenzó
a pintar de una forma radicalmente distinta, creando enormes cuadros
en grandes cantidades (más de doscientos anuales), lo que literalmente
inundó el mercado del arte durante los tres últimos años de su vida.

125
artístico o una modificación del mismo. El neurólogo Bruce Mi-
ller, de la Universidad de California, ha estudiado pacientes con
esta enfermedad neurodegenerativa y con lesiones limitadas a los
lóbulos frontal y temporal izquierdos, que así reducen su activi-
dad para inhibir los lóbulos del lado contrario. Puesto que estos
pacientes tienen más dañado el hemisferio izquierdo del cerebro,
sus talentos solían ser más visuales que verbales; sin embargo, el
fenómeno de la liberación o estallido de creatividad no parece ser
tan universal y puede aparecer en personas que ya tengan un cier-
to potencial creativo.
La mayoría de las personas con demencia frontotemporal iz-
quierda que manifiestan talento artístico crean un arte figurativo
realista, sin componente abstracto o simbólico alguno. Lo que pin-
tan parece recordar a épocas pasadas de su vida y las reconstruyen
mentalmente sin ayuda del lenguaje. Muestran un interés progresi-
vo en los detalles más precisos de las caras, objetos y formas. Ade-
más, muestran un interés obsesivo por su obra y la repiten compul-
sivamente hasta que sea perfecta. Esto parece ocurrir porque los
elementos visuales se organizan en escenas coherentes y significa-
tivas mediante un procesamiento neural residual del lóbulo frontal
derecho que ya no está inhibido por el izquierdo.
La evolución artística del pintor contemporáneo Willem de
Kooning, que se asoció al declive cognitivo propio de la progresión
de la enfermedad de Alzheimer, es paradigmática. Antes de ini-
ciarse la enfermedad, que le fue diagnosticada a comienzos de la
década de 1990, De Kooning tardaba meses en completar una obra.
Paradójicamente, al final de su vida su producción fue explosiva,
y la desestructuración asociada a su deterioro cognitivo permitió
una hiperproductuvidad artística compensadora.
Otro ejemplo significativo es el del pintor e ilustrador alemán Ca-
rolus Horn, famoso por sus trabajos publicitarios, cuya actividad se
desarrolló entre las décadas de 1950 y 1970. A lo largo de su carrera
realizó diseños para automóviles, ropa de moda y numerosos artícu-

126 1 Creatividad, entre la genialidad y la locura


los de reconocidas marcas internacionales. A principios de la déca-
da de 1980, comenzó a presentar de forma insidiosa un síndrome
caracterizado por pérdida de memoria, desorientación espacial,
agnosia o incapacidad para interpretar la información que llega de
los sentidos, y afasia, un trastorno que impide o dificulta la comu-
nicación oral. Esto no supuso impedimento alguno para que Horn
mantuviera su actividad artística hasta el momento de su muerte.
El análisis de su producción artística constituye un excelente
ejemplo de cómo se modifica el mundo visual ele un paciente con
enfermedad de Alzheimer. En la evolución de los diseños de este
artista a lo largo de la enfermedad se aprecia una progresiva alte-
ración e inconsistencia de las relaciones espaciales, que produje-
ron precozmente una aberración de la perspectiva de las imágenes.
También se constata una tendencia a introducir pequeños elemen-
tos ornamentales de carácter geométrico.
Hom fue aumentando el empleo de esquemas primitivos bidi-
mensionales, como círculos modificados, para representar caras y
cuerpos, lo que fue haciendo a sus personajes muy similares. Tam-
bién se produjo un cambio drástico en las preferencias en el empleo
de los colores. En las fases iniciales de la enfermedad, Horn utiliza-
ba básicamente los azules oscuros, lo que podría tener relación con
un estado de ánimo depresivo. Al ir progresando la enfermedad -y
al tener menos consciencia de padecerla-, el artista mostró una
evidente tendencia a utilizar los rojos y, sobre todo, los amarillos.
En la fase final de la enfermedad, Horn degradó su arte hasta la
denominada fase de los garabatos, que coincide con la máxima re-
trogresión de su dibujo. Ello implica una alteración grave de las fun-
ciones visoperceptivas, ejecutivas y de la memoria, además de una
agnosia visual que incapacitó al artista en este estadio tanto para re-
conocer los objetos como para representarlos visualmente; la única
excepción fue la representación de los símbolos más primitivos, que
parecían estar guardados en la parte más arcaica del cerebro del pin-
tor. Parece que el proceso siguió una evolución muy parecida -aun-

Creatividad, entre la genialidad y la locura 1 127


que a la inversa- a la evolución madurativa normal de la infancia,
desde fase de los primeros garabatos de los niños pequeños y su
evolución posterior hasta el hito de alcanzar la adecuada represen-
tación visual del dibujo a lo largo del desarrollo madurativo cerebral.
Tampoco hay que olvidar que a lo largo del proceso degenerativo, los
pacientes con enfermedad de Alzheimer presentan trastornos psicó-
ticos que pueden producir alucinaciones visuales, alteraciones per-
ceptivas y modificaciones del estado emocional que pueden contri-
buir a alterar la experiencia visual.
En suma, la representación artística de Horn fue sufriendo un
retroceso hacia la edad infantil durante la evolución de su demen-
cia. Este fenómeno podría correlacionarse con hallazgos neuropa-
tológicos sugerentes de que las estructuras corticales del lóbulo
occipital se lesionan tardíamente en la evolución de la enfermedad
de Alzheimer.

Nuevas habilidades fluctuantes

La psicóloga Kay Redfield Jamison ha informado sobre la creativi-


dad potenciada del trastorno bipolar. Documentaba la coinciden-
cia entre el trastorno y el temperamento artístico, y afirmaba que
hay muchos más casos de este trastorno que cuadros depresivos
entre los artistas que en la población general. Los fundadores del
expresionismo, Vincent van Gogh y Edvard Munch, padecían tras-
torno bipolar. Nancy Andreasen estudió la creatividad en escrito-
res vivos, encontrando que tienen una probabilidad cuatro veces
mayor de sufrir depresión que las personas no creativas. El psiquia-
tra Hagop Akiskal halló que casi dos terceras partes de artistas ga-
lardonados europeos tenían tendencias bipolares y que más de la
mitad habían sufrido un episodio depresivo mayor.
Las personas con trastorno bipolar no suelen presentar sínto-
mas la mayor parte del tiempo y cuando pasan de la fase depre-

128 1 Creatividad, entre la genialidad y la locura


- Cuatro artistas con una particular manera de entender el mundo: el músico
Ludwig van Beethoven (arriba a la izquierda l. el escritor Edgar Allan Poe (arriba
a la derecha]. el pintor Vincent van Gogh (abajo a la izquierda) y el bailarín Vaslav
Nijinsky (abajo a la derecha).

Creatividad, entre la genialidad y la locura 1 129


siva a la maníaca experimentan una sensación de energía y una
capacidad de formar ideas -un subidón- que aumenta de ma-
nera espectacular la creatividad artística. La tensión creada en-
tre la disciplina y el equilibrio de las
La creatividad fases de normalidad y la transición a
es simplemente los diversos estados de ánimo propor-
conectar cosas y cionan poder creativo al artista.
las ideas creativas Según Jamison, el pensamiento
ocurren cuando las creativo y el maníaco se distinguen por
personas son capaces su fluidez y por la facultad de combinar
de conectarse ... ideas para formar conexiones nuevas y
y sintetizar cosas originales. En ambos, el pensamiento
nuevas. tiende a ser divergente, menos orien-
AoAM E. GREEN tado a objetivos y con más tendencia a
vagar sin rumbo o a saltar en cualquier
dirección. Por su parte, el psiquiatra Eugen Bleuler opina que el
pensamiento del maníaco es voluble, divaga y salta de un tema a
otro y las ideas fluyen con facilidad. La rapidez de este flujo y, sobre
todo, la pérdida de las inhibiciones, facilitan la actividad artística,
aunque solo surja algo que valga la pena en determinados casos y
cuando el paciente ya presenta talento en esa dirección. La expan-
sibilidad de pensamiento típica de la manía puede abrir una gama
más amplia de opciones cognitivas y ampliar el campo de la obser-
vación. Es posible que también incremente la creatividad, al au-
mentar el número de ideas producidas y, por tanto, la probabilidad
de surja ...,,,..,,u.u..... buena.
La genetista Ruth Richards, de la Universidad de Harvard, ha
profundizado en este análisis y ha comprobado la idea de que la
vulnerabilidad genética del trastorno bipolar podría ir acompaña-
da de una predisposición a la creatividad. Su estudio de familiares
de primer grado sanos de pacientes con trastorno bipolar demos-
tró una correlación. Richards propuso que los genes asociados a
un riesgo mayor de sufrir un trastorno bipolar pueden aumentar

130 1 Creatividad, entre la genialidad y la locura


la probabilidad de que la persona sea más creativa. Esto no sig-
nifica que la enfermedad genere predisposición a la creatividad,
sino más bien que quienes la padecen presentan algunas caracte-
rísticas que están relacionadas con ella, como exuberancia men-
tal, entusiasmo y energía elevados que se expresan en forma de
creatividad. Sin embargo, la mayoría de los escritores y artistas, al
igual que el resto de la población, no sufren trastornos importan-
tes del estado de ánimo y, además, muchas personas que sufren
trastorno bipolar (sean o no artistas) no son productivas cuando
los síntomas son graves.
Las historias sobre sabios autistas, pacientes con demencia
frontotemporal, migraña con aura, epilepsia temporal o ictus con
lesiones hemisféricas izquierdas plantean una cuestión fascinante:
¿es posible que personas normales, menos dotadas para el compo-
nente estético -y probablemente para la génesis creativa- tengan
capacidades latentes que una enfermedad cerebral puede desenca-
denar? En tal caso ¿sería posible liberar estas capacidades sin da-
ñar el cerebro ni destruir otras regiones de la corteza?

POTENCIACIÓN DE CREATIVIDAD POR


ESTIMULACIÓN MAGNÉTICA TRANSCRANEAL

Si asumimos que en la facilitación funcional paradójica los me-


canismos inhibidores y excitadores interactúan en compleja ar-
monía en el cerebro sano, si desaparecen algunas de las funciones
inhibitorias de un hemisferio tras una lesión se puede apreciar
una mejora de ciertas funciones del otro. Existe la posibilidad de
desactivar temporalmente y sin producir lesiones irreversibles
partes de un cerebro normal con el objeto de potenciar el talento
artístico o la creatividad mientras dure la desactivación median-
te una técnica denominada estimulación magnética transcraneal
(EMT). Consiste en emitir un campo magnético de elevada po-

Creatividad, entre la genialidad y la locura 1 131


tencia y una frecuencia determinada en la proximidad de deter-
minadas regiones cerebrales, capaz cancelar (o en algunos ca-
sos, activar) la actividad eléctrica de los grupos neuronales en la
proximidad de la región estimulada, en función de la intensidad,
frecuencia y duración del pulso magnético.
Los interrogantes que surgen de esta posibilidad son múltiples:
¿permitiría a la persona trascender sus habituales bloqueos con-
ceptuales? En tal caso, ¿pagaría las consecuencias de perder sus
habilidades conceptuales? Si la estimulación magnética transcra-
neal permitiera al individuo superar un bloqueo, ¿podrá hacerlo
posteriormente sin necesidad de la EMT? Aunque la posibilidad
fuera cierta, lo sorprendente sería la escala temporal. La enfer-
medad cerebral tarda años en desarrollarse, mientras que la EMT
produce un efecto inmediato.
En el año 2003, científicos de la Universidad de Sídney descu-
brieron que la podía mejorar la capacidad intelectual de las
personas, capacitándolas para comprender arduas teorías cien-
tíficas y resolver difíciles problemas matemáticos. Más tarde, en
2010, investigadores la Universidad de Oxford también demos-
traron que era posible aumentar las capacidades matemáticas de
cualquier sujeto aplicando el pulso magnético en el lóbulo parie-
tal. En 2014, dos estudios constataron la posibilidad de mejorar
el rendimiento cerebral con estimulación eléctrica. Uno de ellos,
de la Universidad Northwestern (Illinois) reveló que esta técnica
puede mejorar la memoria, y el otro, que aplicaba el pulso mag-
nético a la corteza frontal media, puso de manifiesto que la esti-
mulación magnética puede fomentar la capacidad de aprender a
partir de los propios errores. Por último, en ese mismo año, inves-
tigadores de la Universidad Bar-Ilán, en Israel, demostraron que
es posible aumentar el grado de divagación mental por EMT. En
2016, en la Escuela de Medicina de la Universidad de Carolina del
Norte se ha conseguido aumentar en 7,4 % los resultados del test
de Torrance de creatividad en adultos sanos mediante EMT.

132 1 Creatividad, entre la genialidad y la locura


La neuromodulación directa a través de la EMT, por lo tanto, se
ha mostrado prometedora como método para aumentar el rendi-
miento creativo de manera transitoria. Una pregunta oportuna se
refiere a la relación entre la neuromodulación y el aumento deli-
berado y consciente del estado de creatividad no transitorio, dada
la evidencia de que el aumento de creatividad de estado de límite
de pensamiento consciente es efectivo, incluidos los efectos es-
pecíficos en la cognición relacional, ¿puede la neuromodulación
por EMT aumentar este efecto aún más? ¿Durante cuánto tiempo?
Otra cuestión sobre el potencial de la neuromodulación para
aumentar la cognición creativa se refiere al razonamiento analó-
gico, es decir, el que busca conocimiento mediante la búsqueda
de analogías, que hasta la fecha no se ha abordado en ningún es-
tudio. Los estudios científicos que demuestran el poder único de
las analogías para aprender e innovar sugieren implicaciones po-
tencialmente de gran alcance al aumentar estas. Por lo tanto, si el
razonamiento analógico se puede mejorar a través de la neuromo-
dulación, la EMT ayudaría a extender los límites de la eficacia de
la creatividad hacia una forma superior de inteligencia, como ha
propuesto en 2017 el equipo del neurocirujano Adam Green.
Los estudios previos de los efectos de las intervenciones cog-
nitivas y neuronales en la creatividad se han centrado principal-
mente en la divergencia, es decir, la novedad e inusualidad de las
respuestas generadas, mientras que los criterios de consenso en-
tre los investigadores en creatividad requieren que los productos
sean tanto divergentes como significativos y apropiados para ser
considerados verdaderamente creativos. Aunque las manipula-
ciones de la creatividad son prometedoras, aún no está claro si
estas intervenciones representan una creatividad real o más bien
producen divergencias antinaturales.
En resumen, partiendo de los tratamientos de investigación
tradicionales de la creatividad como rasgo estático, la evidencia
de mecanismos neuronales que apoyan el dinamismo en el rendi-

Creatividad, entre la genialidad y la locura 1 133


miento creativo sugiere el potencial potenciador de intervencio-
nes cognitivas y neuronales dirigidas, como la EMT. La estimu-
lación magnética de la región frontopolar facilitaría el aumento
consciente de la creatividad del estado provocado por la interven-
ción cognitiva, y extiende los límites conocidos de la mejora al ra-
zonamiento analógico, una forma de inteligencia creativa que es
un poderoso motor para la innovación.

Otras formas de potenciación

Dentro del campo del razonamiento, los dos tipos más estudiados
son el deductivo y el inductivo. El razonamiento deductivo, ca-
racterizado por llegar a una conclusión a partir de unas premisas
previas, está sustentado por un sistema cerebral hemisférico late-
ralizado izquierdo y constituido principalmente por las circunvo-
luciones frontal media, medial, precentral y los ganglios de la base.
En al razonamiento inductivo, caracterizado por llegar a una con-
clusión a partir de una información limitada, parecen desempeñar
un papel importante la corteza prefrontal dorsolateral y estructu-
ras parietotemporales.
A la hora de resolver un problema, el cerebro utiliza diferentes
procedimientos para encontrar una solución. Los métodos algorít-
micos -estrategia que sigue unos pasos bien definidos- y heurís-
ticos -reglas empíricas que se han ido desarrollando a partir de la
experiencia en la resolución de problemas- son los más utilizados,
pero también puede recurrirse a estrategias menos formales, como
la creatividad y el proceso de insight. La creatividad es una cualidad
que poseen todas las personas, pero muy pocas la desarrollan ple-
namente de forma eficiente. Dado que esta habilidad no es estática,
puede potenciarse y entrenarse a través de ciertos procedimientos
como pensar en voz alta, escribir en un papel todas las ideas que sur-
jan, utilizar analogías, etc. Están en marcha experimentos que tratan

134 1 Creatividad, entre la genialidad y la locura


de incrementar transitoriamente la creatividad mediante la inhi-
bición frontal por estimulación magnética transcraneal. En el fu-
turo puede que se desarrollen estimuladores portátiles autoaplica-
bles que permitan aumentar la creatividad individual, aunque las
posibles consecuencias de este procedimiento son imprevisibles.
¿Crearía dependencia o tendría efectos adversos a largo plazo? En
biología, nada es gratuito.
Existen hasta la fecha muy pocos trabajos de investigación que
hayan estudiado la relación entre creatividad y solución de proble-
mas. El momento «¡ajá!» es un cambio mental repentino que lle-
va a las personas a experimentar la sensación de comprender los
problemas. En ambos casos no se encuentra lateralización de un
determinado hemisferio cerebral, sino que requieren la integración
de múltiples regiones del cerebro. La creatividad es, por tanto, la
alta capacidad del cerebro humano menos entendida y estudiada,
lo cual supone un campo fascinante de hallazgos futuros.

Creatividad, entre la genialidad y la locura 1 135


CELA CONDE, C. J. v AVALA, F. Evolución humana. El camino hacia nuestra
especie, Madrid, Alianza, 2013.
DEFELIPE, JAVIER, El jardín de la neurología, Madrid, Editorial CSIC, 2014.

GARDNER, HowARD, Arte, mente y cerebro. Una aproximación cognitiva a la

creatividad, Barcelona, Paidós, 2005.


KANDEL, ER1c La era del inconsciente. La exploración del inconsciente en el
arte, la mente y el cerebro, Barcelona, Paidós, 2013.
MARTÍN ARAGUZ, ANTONIO, Arte y neurología, Madrid, SANED, 2005.

-, Neuroestética, Madrid, SANED, 2010.


REDOLAR, D1Eeo, Neurociencia cognitiva, Madrid, Editorial Panamericana,

2014.
RoBERTS, AucE, Evolución. Historia de la Humanidad, Madrid, Editorial Akal,

2018.
V1oscA, JosÉ, Mentes prodigiosas. Fundamentos psicológicos y neuronales de

las altas capacidades, EMSE EDAPP, 2018.

Lecturas recomendadas 1 137


dislexia 10, 99, 120,121 lascas SO, 51, 53, SS, 72
dominancia hemisférica 33, 121 Libet, Benjamín 22, 24
localizacionismo 20
empatía 10, 113, 116, 123
epilepsia refractaria 22 maestríalS
espacio global de trabajo 26 mapeo cerebral 25
espectro autista 10, 112 memoria procedimental 28
estética visual 111 mente simbólica moderna 68
Eva mitocondrial 59 mielina 18, 19
Milner, Brenda 34
facilitación funcional paradójica modernidad cognitiva humana
131 56,57
Frith, Chris 116 momentos «¡ajá!» 7, 17, 30
Fuster, Joaquín 116 Munch, Edvard 128

Gage, Phineas 117 neurobiología 41, 87, 95, 105


Gombrich, Emst 123 neurociencia 82, 103, 113
Green, Adam 133 neuroestética 10, 103-105, 111
neuromodulación 25, 133
Haier, Richard J. 41, 42, 116 neurona piramidal 27, 95, 99
Hom, Carolus 126-128 neuronas de Von Economo 10,
98-101
iluminación 17 neuronas espejo 10, 113
incubación 17, 40 neuroplasticidad 21, 96, 118
inteligencia 9, 15, 41, 42, 61, 75, niños ferales 80
98,121,133,134
intencionalidad 113 ocre 53, SS, 56, 67, 69
intuición 17, 23, 28, 30-32, 34, 35,
37-40 pensamiento divergente 17, 35,
102
Jung, Rex E. 41, 42, 116 pensamiento simbólico 57, 71
plasticidad sináptica 21
Knowlton, Kenneth C. 118 preparación 17

40 1 Índice
proceso estético 103 síndrome del savant 10, 122

razonamiento moral 114 tálamo 18, 92, 93,114


redes neurales 8, 18, 20, 24-26, 28, teoría de la integración
30, 38, 94, 102, 113, 118 parietofrontal (P-FIT) 41, 42
región dorsolateral 114, 115 trastorno bipolar 112, 128-131
región medial 114-116
región ventrolateral 114, 116 van Gogh, Vincent 128, 129
región ventromedial 114, 115 verificación 17
Richards, Ruth 130 voluntad consciente 24
Rose, Jerzy 114
Wallas, Graham 17
selección natural 64, 83 Wegner, Daniel 24
Semendeferi, Katerina 100 Wernicke, Karl 33
sentimiento estético 103 área de 122
sinapsis 18, 19, 26, 64, 87, 94, Woolsey, Clinton 114
95, 97-98

Índice 1 141

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