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Impreso en Liberdúplex
Impreso en España - Printed in Spain
Para México
Edita
RBA Editores México, S. de R.L. de C.V. Av. Patriotismo 229, piso 8,
Col. San Pedro de los Pinos, CP 03800, Deleg. Benito Juárez,
Ciudad de México, México
Fecha primera publicación en México: junio 2020.
Editada, publicada e importada por RBA Editores México, S. de R.L. de
C.V. Av. Patriotismo 229, piso 8, Col. San Pedro de los Pinos, CP 03800,
Deleg. Benito Juárez, Ciudad de México, México
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08791 Sant Lloren<; d'Hortons, Barcelona
Índice 139
INTRODUCCIÓN
1 7
prendentes que ayudan a entender cada vez mejor esta compleja
capacidad humana, si bien cada nuevo descubrimiento conduce
a nuevos interrogantes.
El proceso creativo se desarrolla en una compleja secuencia
de fases, con un procesamiento de información que tiene una
trascendental y misteriosa parte preconsciente. Se origina en es-
tructuras cerebrales -redes neurales- que conllevan al desarrollo
de cambios neuroplásticos sinápticos, tanto a corto como a largo
plazo, que involucran a la memoria y al aprendizaje. La especia-
lización hemisférica y la de su organización neuronal permiten la
estructuración modular de la corteza cerebral, con conexiones que
conducen información aferente y eferente desde las estructuras
integradoras de la información que llega al córtex. Estas permiten
la emergencia de un proceso de reconocimiento de patrones, cuyo
producto es tanto la consciencia como el proceso creativo, enten-
dido como una posible fuente de ventajas adaptativas con un fin
evolutivo de supervivencia del individuo y de la especie, aunque
con muchos matices pendientes aún de investigar.
Los primates hemos evolucionado sobre planeta Tierra du-
rante unos treinta millones de años, y la evolución humana abarca
más de seis millones de años. Nuestro pasado evolutivo es com-
plejo, y ciertamente ha conducido a nuestro éxito actual. Es difícil
saber qué nos queda todavía por aprender y lo que nos depara el
futuro. Una de las principales lecciones que pueden extraerse del
estudio de nuestra evolución es que careció de dirección. Si no se
hubieran dado cambios importantes en nuestro planeta tras un su-
ceso catastrófico aleatorio -el impacto de un cometa- hace unos
sesenta y cinco millones de años, la dispersión de los reptiles no se
habría interrumpido, la gran colonización de nuestros antepasados
mamíferos no habría comenzado y no existiríamos nosotros.
Hace unos treinta millones de años, nuestros antepasados eran
pequeñas criaturas parecidas a monos que habitaban en los árboles,
con cerebros pequeños en relación con su tamaño corporal. Hace
8 1
cuatro millones de años todavía eran en parte arbóreos, pero ya te-
nían aspecto de simios con locomoción bípeda sobre el suelo y una
visión estereoscópica que aumentó el tamaño de su cerebro de for-
ma exponencial. Las circunstancias que llevaron a algunos de estos
simios a caminar erguidos no se conocen aún totalmente, pero es
muy probable que tuvieran mucho que ver con ello los sucesos pla-
netarios aleatorios que cambiaron sus recursos alimentarios. Ade-
más, estos primates comenzaron a comunicarse con un lenguaje
verbal articulado y a utilizar un código simbólico que les permitió
construir y deconstruir modelos abstractos del mundo mediante
creación de patrones reconocibles.
Incluso en tiempos tan recientes a escala geológica como hace
130 000 años, no había motivos para pensar que el Hamo sapiens
fuera una criatura con probabilidades de dominar algún día el
planeta. La especie, aún siendo generalista en la gestión de los re-
cursos, estaba restringida a una región, África, y es posible que hu-
biera muy pocos ejemplares, apenas unos diez individuos con
capacidad reproductiva, pero cuyos genes se propagaron progresi-
vamente, interrelacionándose con el medio para adaptarse mejor
a él. Ya disponían de un cerebro grande con una marcada inteli-
gencia social que les llevaba a la colaboración mutua para obtener
objetivos comunes de una forma gradual, no revolucionaria, pero
con momentos explosivos de creatividad.
La evolución humana fue sin duda un fenómeno complejo y
todavía estamos en los comienzos del entendimiento de esa com-
Pero podemos que condujo a un aumento des-
proporcionado del tamaño de nuestro cerebro y a su creciente
complejidad estructural y funcional, siendo la inteligencia y la
creatividad productos emergentes de esa capacidad cerebral y las
armas evolutivas más poderosas de nuestra especie. Por eso, el es-
tudio de la parte más moderna y compleja de la corteza cerebral
humana, el córtex prefrontal frontopolar, así como sus conexiones
y diferencias respecto al resto de los primates y otros animales,
1 9
probablemente tenga un papel relevante a la hora de comprender
la creatividad.
Se están llevando a cabo investigaciones neurobiológicas que
tratan de encontrar en la corteza cerebral las diferencias existen-
tes entre nuestra especie y el resto de los seres vivos que habitan
el planeta. Parece haber estructuras neuronales cuya complejidad
cuantitativa y cualitativa tendría un papel relevante en la emergen-
cia de la creatividad en los humanos, como las células piramidales
con sus espinas dendríticas, las interneuronas double bouquet y las
neuronas de Von Economo, así como estructuras y sistemas neura-
les (neuronas espejo) en los primates altamente especializados en
la empatía, la capacidad de imitación y el aprendizaje, cuyo papel
en el entendimiento estético parece ser trascendental.
Asimismo, se están llevando a cabo investigaciones mediante
neuroimagen funcional donde se trata de dilucidar cómo es el en-
tendimiento cerebral de la belleza. Desde los recientes inicios de la
disciplina neurocientífica conocida como neuroestética, las impor-
tantes diferencias encontradas en los diversos estudios permiten
intuir que la apreciación estética es el resultado de la integración
de múltiples procesos componentes no especialmente dirigidos a
este fin y con historias evolutivas diferentes, incluso heredados de
antepasados primates distantes. Esto sugiere un modelo de evolu-
ción en mosaico en la que múltiples presiones selectivas influyeron
sobre diferentes procesos componentes, confiriendo diversas ven-
tajas adaptativas. Es posible que el episodio creativo sea de origen
múltiple, que haya tenido lugar a lo largo de diversos momentos
de la evolución, incluso antes y después de la divergencia de los
linajes chimpancé y humano, por lo que compartiríamos con otros
primates algunos de los sustratos neurales y cognitivos sobre los
que se erige la apreciación estética y la creatividad.
Resulta especialmente interesante el estudio de pacientes con
lesiones o alteraciones cerebrales. En la dislexia, en el espectro au-
tista, en concreto el síndrome del savant (síndrome del sabio), el
10 1
trastorno bipolar y en la demencia frontal, entre otras patologías
neuropsiquiátricas, se aprecian cambios peculiares de la creativi-
dad, a veces con resultados espectaculares.
El futuro de nuestra especie resulta imprevisible e impredecible.
Los tiempos de vida de las especies de mamíferos generalmente se
miden en cientos de miles o unos pocos millones de años, de for-
ma que podremos esperar un futuro largo, pero finito, para nues-
tra saga. La mayoría de las especies se extinguen sin descendencia,
pero algunas dan lugar a otras especies. Nuestras oportunidades de
sobrevivir a los sucesos naturales no predecibles parecen, además,
descansar en parte sobre nuestras propias acciones. Solo si nuestra
especie es capaz de mantener o incluso de potenciar tecnológica-
mente su especial creatividad será posible que en un futuro más
o menos inmediato seamos capaces de sobrevivir como especie, e
incluso de establecer colonias viables en otros mundos, con lo que
la historia evolutiva humana comenzará a desplegarse fuera de
nuestro planeta de origen, con la creación de una nueva especie
evolutiva tal vez aún más creativa (¿Romo spatialis?), a la vez que
continuará su supervivencia en la Tierra mientras el planeta sea ca-
paz de soportar la vida. Porque como dijo Konstantín Tsiolkovski,
considerado el padre de la cosmonáutica, «la Tierra es la cuna de
la humanidad, pero no se puede vivir en una cuna para siempre».
1 11
1 LA NATURALEZA
DE LA CREATIVIDAD
HUMANA
Botón sm,mnco
Dendrita
sinápfü:o
Arriba, una neurona con axón mielinizado. La mielina favorece la transmisión de las
señales a lo largo del axón. Según el número de prolongaciones que emergen del
soma, las neuronas se clasifican en unipolares (A y D). bipolares [B) y multipolares [C).
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► ---------------------------+
Modelo general de una red neural básica, con tres capas de unidades neurales:
una entrada (aferente] que aporta información a una serie de unidades ocultas
que la procesará y una capa de salida (eferente] que canaliza las señales
resultantes del proceso hacia los órganos efectores de respuesta.
PRECONSCIENTE
DAD HUMANA
intuición 111
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25
que la consciencia supone coaliciones estables de redes neurales
en todo r-a-~a.-wr. donde la corteza prefrontal desempeña un papel
fundamental.
El neurocientífico Bernard Baars incorporó algunas de estas
ideas y desarrollado un concepto de consciencia conocido
como espacio global de trabajo: la consciencia es la experiencia
momentánea, subjetiva y activa de la memoria de trabajo u opera-
tiva, implicada en el almacenamiento y la manipulación tempo-
ral de la información, no se activa en un único lugar del cerebro
sino que se inicia preconscientemente en varios puntos de esta
cortical extendida, que se difunde globalmente para hacerse
consciente. La consciencia es la difusión global de informa-
ción preconsciente, pero ¿en qué punto del procesamiento de un
estímulo se consciencia? Se ha valorado por fMRI el
punto en que la información pasa de ser percibida de forma pre-
consciente a una consciente. La consciencia de una imagen
surge relativamente tarde en el transcurso del procesamiento vi-
sual, entre 0,3 y 0,5 segundos después de su inicio. La actividad
preconsciente inicial tiende a activar únicamente regiones loca-
les de la corteza visual primaria. Durante los primeros doscientos
milisegundos del procesamiento visual, un observador negará ha-
ber visto un estímulo, pero cuando la visión cruza el de la
consciencia, se produce una transmisión simultánea de actividad
neuronal a muchas regiones del cerebro.
El neurocientífico Stanislas Dehaene, del College de France en
París, combinó fMRI con registros eléctricos cerebrales y descubrió
que cuando se difunde la información y se percibe de forma cons-
ciente, se sincronizan determinados ritmos de actividad eléctrica
neural por activación de una red de neuronas piramidales -nos
detendremos en ellas más adelante- en las regiones parietales y
frontales del cerebro, que provocan una activación descendente. La
atención consciente se activa cuando las células piramidales ini-
cian la actividad en amplias regiones cerebrales, sobre todo en la
[I] [1] rn
Representación de los procesamientos consciente, preconsciente y subliminal,
basada en el modelo de Stanislas Dehaene. Un proceso consciente (1) genera
un núcleo dinámico talamocortical. Los procesos preconscientes (2) no llegan
a formar un núcleo dinámico porque otro patrón consciente impide que se
extiendan. Los procesos subliminales [31 se extinguen antes de poder convertirse
en conscientes.
CALIZACIÓN CORTICAL
DE NCIONES CR
Lóbulo occipital
lóbulo temporal
Lóbulo occipital
Las investigaciones de las últimas décadas muestran que las funciones ce-
rebrales están menos localizadas de lo que tradicionalmente se venía consi-
derando. Sin embargo, cada hemisferio está especializado en determinadas
tareas, que lleva a cabo de forma predominante.
El cuerpo callase
comunica los do=
hemisferios
1 Prefrontal
2 Motor
3 Ínsula
4 Parietal
5 Temporal
6 Occipital
'1Sistema limbico
8 Cerebelo
Subcortkal
1O Tronco del encéfalo
36
En personas sanas, los hemisferios y las diferentes áreas del cerebro compar-
ten información a través de un haz de fibras denominado cuerpo calloso, y los
procesos perceptivos y ejecutivos tienen lugar en el cerebro en su conjunto.
La creatividad es una tarea compleja que implica al cerebro de manera global.
HEMISFERIO DERECHO: procesa mediante integración y pensamiento simultáneo
1 Prefrontal
2 Motor
3 Ínsula
4 Parietal
5 Temporal
6 Occipital
7 Sistema límbico
8 Cerebelo
9 Subcortica!
10 Tronco del encéfalo
37
nes indefinidas o abiertas y de abrirse a experiencias nuevas. Los
lóbulos frontales forman parte de una red encargada de buscar y
detectar la novedad, un proceso fundamental para la creatividad.
Aunque desde 1949 los trabajos pioneros del psicólogo Donald
O. demostraron la especialización cerebral de la creatividad,
hasta ahora no se ha realizado ningún estudio sistemático con neu-
roimagen en personas con creatividad demostrable. Sin embargo,
el estudio de la creatividad ha avanzado espectacularmente tras los
estudios de Mark Jung-Beeman y John Kounios. El estudio expe-
rimental ha demostrado que para que se manifieste una intuición
o una tarea creativa tipo momento «¡ajá!» se activa especialmente
una zona del lóbulo temporal derecho -la circunvolución tempo-
ral superior anterior- tanto en el momento crítico como duran-
te el período previo de intentar solucionar problema; es decir,
la activación no se limitaba al momento emocional «¡ajá!». Esta
misma región cerebral se activaba también en tareas que exigen la
integración de actividad semántica relacionada con la vaguedad,
como cuando se trata de deducir el tema de una historia ambi-
gua. Para ampliar la sensibilidad de sus experimentos y afinar el
tipo de señales cerebrales asociadas a estas soluciones innovado-
ras, Jung-Beeman y Kounios evidenciaron, por registro eléctrico
de la corteza cerebral, que poco antes de la toma de una decisión
definitiva se observaba una descarga de actividad gamma de alta
frecuencia en la misma región del hemisferio derecho que se
bía identificado previamente en fMRI (fig. 6), lo que parece sugerir
que derecho es capaz de establecer conexiones entre
"~·•UAUA-AA~
41
canso previo al inicio del experimento, antes incluso de saber en
qué consistiría la prueba. En esos dos períodos, los sujetos creati-
vos mostraron una gran actividad en varias regiones corticales del
hemisferio derecho.
Podemos concluir que el cerebro reparte el trabajo entre los dos
hemisferios, de tal forma que aprovecha los puntos fuertes de cada
uno. Aunque los dos hemisferios se dedican básicamente a los mis-
mos procesos (percepción, pensamiento y acción) y lo hacen a la vez
y en cooperación, parecen contribuir a la creatividad de maneras di-
ferentes, aunque con mayor participación del hemisferio derecho.
Que haya una mayor participación del hemisferio derecho del cere-
bro no quiere decir que la creatividad resida en él. En un intento de
avanzar en este tema, los psicólogos Richard J. Haier y Rex E. Jung,
de la Universidad de California, reunieron los puntos en común de
los estudios que analizaban diferencias estructurales en personas
con distintos niveles de creatividad. Una de las diferencias más
contundentes y consistentes procedía de sujetos que habían sufri-
do una lesión cerebral que afectaba a la manifestación de sus capa-
cidades creativas, que los llevó a concluir que la corteza prefrontal
tiene un papel esencial relevante en la implementación cerebral
de la creatividad. Denominaron a este marco hipotético modelo de
desinhibición frontal de creatividad y la clave sería que la región
frontal actuaría como freno a la manifestación conductual. Además
de contención, la corteza prefrontal ejercería una función clave en
la selección de respuestas, junto con la generación de ideas proce-
dente de los almacenes de memoria de otras regiones cerebrales,
base de su teoría de la integración parietofrontal de la inteligencia
(modelo P-FIT), en la que varias áreas cerebrales se organizan con-
juntamente, especialmente los lóbulos frontal y parietal.
LA CREATIVIDAD, RESULTADO
DE MÚLTIPLES FACTORES
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8- 106
Linaje humano. Hay numerosos árboles genealógicos del Hamo sapiens, y los
nuevos hallazgos complican cada vez más el origen de nuestra ascendencia.
Hay unanimidad en que la línea humana surgió en África hace entre seis y siete
millones de años, separándose de los simios.
El volumen del
1,5 cerebro se duplica
'
pasos ~ como hachas de mano
2 Tamaño cerebral de los
primeros homínidos
Aparición del género Homo
Herramientas de piedra
en forma de lascas afiladas
EL ORIGEN DE HU
¿R E OG
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- - - :,}- Hace 3,4 millones de años
' ¡ Huesos de animales con marcas de corte [Etiopía).
~
(:;, Hace 2,6 millones de años
¡ Lascas de piedra [Etiopía).
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Hace 1,76 millones de años
Instrumentos de piedra bifaciales [Kenial.
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tr''s Hace 1 millón de años
'"'f Huesos quemados y restos vegetales que indican
! el control del fuego (Sudáfrica).
--t~ Hace 500 000 años
[,_. -_', ''f Puntas líticas aparentemente fijadas a mangos
1 de madera (Sudáfrica).
55
registro contrasta de forma notable con los restos correspondientes
al Paleolítico medio, que son indicio de una tecnología lítica más
simple y menos variada, una menor eficacia en la explotación de
recursos y la ausencia de comportamiento simbólico. Sin embargo,
varias reinterpretaciones posteriores del registro arqueológico ex-
traeuropeo han cuestionado el lugar y el momento en el que apare-
ció la cognición humana moderna, aportando los cimientos de una
visión alternativa.
Desde este punto de vista se sostiene que la hipótesis de la re-
volución ignora tres elementos: los problemas que derivan de la
aplicación a otros continentes de los sistemas de periodización pre-
histórica basados en el registro europeo; las diferencias en la abun-
dancia y riqueza de los yacimientos europeos, africanos y asiáticos
y, por último, los diversos episodios migratorios.
La explicación alternativa, la hipótesis gradualista, defiende que
no todos los comportamientos que se suelen tomar como indica-
ción de la modernidad cognitiva humana aparecieron en el mismo
lugar y el mismo momento.
Numerosas evidencias sugieren que los restos del Paleolítico su-
perior europeo son el resultado de una acumulación gradual y conti-
nua de comportamientos novedosos fijados durante un largo perío-
do de tiempo y que no hubo ninguna revolución -o explosión- de
creatividad. De hecho, a medida que progresa el trabajo en los yaci-
mientos africanos se hace más claro que el uso del ocre, los graba-
dos, el trabajo del hueso y las complejas estrategias de subsistencia
relacionables con todos esos progresos técnicos aparecieron mucho
antes de lo que postula la hipótesis de la revolución. Por ejemplo,
en algunos yacimientos africanos cuya edad estimada es de unos
100 000 años se han hallado conchas, cáscaras de huevo y huesos
perforados cuya única función es ornamental. En yacimientos nige-
rianos de 130 000 años de antigüedad se han recuperado piedras de-
corativas, mientras que el uso del ocre se ha documentado en varios
yacimientos que cubren los últimos 300 000 años.
0 o---~~~~~
150 120 90 60 30 O 150 120 90 60 30 O
Edad (miles de años)
Los estudios de ADN mitocondrial (ADNmt) permiten dividir los linajes humanos
en cuatro haplogrupos (LO, L1, L2 y L3). Dos subconjuntos M y N descienden
del haplogrupo L3. Son los únicos linajes de ADNmt hallados fuera de África. El
haplogrupo L3 correspondería a la población que se expandió durante el período
de la explosión creativa de Still Bay y Howieson's Poort.
Homo neanderthalensis
1500
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-¡¡¡
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y
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Sahelanthropus u"'
500
Homininos
-7 -6 -5 -4 -3 -2
-1,7
-1
-0,7
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Millones de años atrás
0/2
Orangután
Hace 75
millones--: Macaco
de años :
' 1/131
------+ -- Ratón
- El gen FOXP2 está presente en muchos mamíferos. En el humano se han dado dos
mutaciones con consecuencias importantes, podrían haber permitido el desarrollo
del lenguaje.
73
desarrollar un comportamiento variable, ni existe base alguna para
creer en un Homo sapiens con comportamiento arcaico, ya que la im-
posibilidad de desarrollar una variabili-
La capacidad para dad conductual le habría llevado a una
involucrarnos en inexorable extinción. En el implacable
tareas comunes Plio-Pleistoceno, los individuos menos
complejas [...] podría adaptados no tenían ninguna posibili-
haber sido lo que dad de sobrevivir. Sin embargo, hay aún
separó a nuestra grandes interrogantes: ¿pueden surgir
especie del resto de diferentes clases de variabilidad con-
los primates. ductual a partir de situaciones ambien-
GARYSTIX tales similares? ¿Se dan diferencias en la
estabilidad de determinadas estrategias
de comportamiento? ¿Se encuentra alguna estrategia asociada a al-
gún hominino particular? Y si es así, ¿por qué?
La mejor forma de estudiar diferencias de transición hacia el
comportamiento moderno consistiría en documentar y analizar la
variabilidad conductual. Los humanos actuales podemos llevar a
cabo casi cualquier actividad de múltiples maneras. La creatividad
nos hace humanos, esta variabilidad de comportamiento parece
ser exclusiva de nuestro género y ninguna otra especie tiene el re-
pertorio de conductas que tenemos nosotros.
Cuando nos referimos al comportamiento, las peculiaridades
humanas abundan. En numerosos aspectos, los humanos no enca-
jamos en los estándares de los primates. Cabe mencionar ejemplos
de especial interés, en que las especies de primates siguen dos mo-
delos de conducta. En el primero de ellos, los machos y las hembras
forman parejas estables y duraderas que practican la monogamia
social y sexual. Los machos contribuyen al cuidado de las crías, o
incluso se hacen cargo por completo de ellas. No existe dimorfismo
sexual o, lo que es lo mismo, los dos sexos suelen presentar el mis-
mo tamaño corporal y un aspecto. Los gibones y numerosas espe-
cies de monos sudamericanos siguen ese patrón.
LÓBULO PARIETAL
LÓBULO FRONTAL
LÓBULO PARIETAL
----LÓBULO TEMPORAL
Tarsero fantasma:' Tití común Lémur de cola anillada Mono ardilla : Macaco rhesus
Tarsius tarsier : Callithrix jacchus Lemurcatta Saimiri sciureus : Macaca mulatta
E=2g f:::8g E=23 g E = 30 g : E = 85 g
S=1Hlg S= 420 g S=2kg , S = 1 kg : S = 7 kg
84
El mayor cociente de
encefalizadón del reino animal
85
forme, a pesar de su diversidad funcional. Lo que sí es evidente es
que existen variaciones estructurales entre el ser humano y otras
especies, como veremos a continuación, aunque no sepamos el
significado al tratar de correlacionarlas con las cualidades huma-
nas o las de otras especies.
87
Actualmente, la repetición ordenada de la columna cortical como
elemento computacional unitario representa la principal hipótesis
sobre la organización funcional de la corteza cerebral. Esta propues-
ta pasó casi desapercibida hasta los estudios experimentales del neu-
rólogo Vernon B. Mountcastle, que presentó evidencias fisiológicas
de la organización columnar en la corteza somatosensorial primaria
(región cortical de recepción de los estímulos sensitivos) del gato y
del mono. Más tarde, esta organización se confirmó, tanto anatómi-
camente como fisiológicamente, en varias áreas corticales -también
del gato y del mono- representando los estudios más detallados y
la corroboración más convincente de esta organización columnar.
Mountcastle propuso dos tipos de organización cortical vertical: ma-
crocolumnar y microcolumnar. La macrocolumna es la unidad básica
de procesamiento cortical de información y consiste en un cilindro
de tejido cortical que varía de acuerdo a lo que se extiendan las fibras
aferentes individuales que llegan a la corteza (de 300 a 600 µm, de-
pendiendo del área cortical y de la especie). Esta macrocolumna, que
generalmente se denomina simplemente columna, sería equivalen-
te a la unidad cortical elemental de operación de Lorente de Nó. La
minicolumna es la subunidad modular básica en la corteza, y repre-
senta la unidad funcional de organización cortical más pequeña; el
ensamblaje de varias minicolumnas constituye una macrocolumna.
Las minicolumnas están formadas por un grupo de células interco-
nectadas y orientadas verticalmente, que están contenidas en un ci-
lindro vertical de tejido de corteza con un diámetro aproximado de
25-50 µm, dependiendo del área cortical y de la especie (fig. 2).
Mountcastle definió la macrocolumna como una unidad com-
putacional compleja de procesamiento de señal y distribución que
une numerosas aferencias con muchas eferencias, solapando cade-
nas internas de procesado o minicolumnas. Puesto que las distin-
tas capas corticales están implicadas en distintos circuitos, además
del interés puramente científico de las características funcionales
y anatómicas de la organización columnar, la sugerencia de que
ORGANIZACIÓN HORIZONTAL
1 Capa molecular
11 Capa granular externa
fil Capa piramidal externa
IV Capa granular interna
ORGANIZACIÓN COLUMNAR
V Capa piramidal interna
VI Capa polimór(ica
Sustancia blanca
CORTEZA CEREBRAL
Dendrita
Célula de Cajal-Retzius
(horizontal)
1(Receptora) e:·-::··--'><~·
11 (Receptora-electora)
Célula piramidal
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Célula piramidal 111 (Electoral
Axón
IV (Receptora)
Célula estrellada
V (Electoral
Célula fusiforme
\ / i' VI (Electoral
Célula piramidal
Célula Martinotti
Célula fusiforme
1
J
t } Sustancia blanca
r FIG.3
Superficie cortical Superficie cortical
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Columnas a°Oo~a°
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ventricular
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Las células piramidales, llamadas así por su forma, también son mo-
tivo de estudio por sus peculiares características. Son neuronas mul-
tipolares encontradas en áreas frontales, hipocampo y amígdala del
cerebro de los mamíferos, representan los principales componen-
tes de los circuitos sinápticos de la corteza cerebral y constituyen
principal fuente de sinapsis excitadoras (activadoras) corticales. Es-
tas neuronas son virtualmente las únicas células de proyección cor-
tical, constituyen redes neurales y comunican regiones separadas y
alejadas dentro del tejido nervioso y del organismo. La información
que se procesa en una región dada de la corteza sale de ella a través
de los axones de las células piramidales para alcanzar otras áreas
corticales o centros subcorticales. Además, son elementos clave en
la organización de la corteza cerebral y en el mecanismo del enlace
global de la percepción sensorial, que es el fenómeno mediante el
cual el cerebro integra simultáneamente la información procesada
en distintas áreas corticales para producir una percepción unifica-
da, continua y coherente.
Las espinas dendríticas de las células piramidales representan
un componente crucial en la estructura y función de las células
piramidales (fig. 4): el número de espinas que tiene una de estas
neuronas -determinado por la longitud de los árboles dendríti-
cos y la densidad de las espinas a lo largo de las dendritas- refleja
en buena medida el número de aferencias excitadoras que recibe
y, por tanto, su capacidad para procesar esta información. Ade-
más, las espinas dendríticas constituyen el principal elemento
postsináptico de las sinapsis excitadoras de la corteza cerebral, y
diversos estudios indican que la morfología de las espinas dendrí-
ticas tiene una extraordinaria relevancia funcional. Las espinas
son muy dinámicas y se modifican en función de la actividad neu-
ral. Esta dinámica es el sustrato de procesos cognitivos (aprendi-
zaje y memoria).
Í FIG. 5
(Al Localización principal de las neuronas de Von Eco nomo en la corteza cerebral
humana [círculos oscuros). [B) Comparación de tamaño de una neurona piramidal
y una neurona de Von Economo.
La corteza prefrontal
Semir Zeki derivó en 2002 el estudio de las funciones más elevadas del
cerebro humano a la moderna rama de la neurobiología denominada neu-
roestética. Zeki considera la visión del arte como un ejemplo de la varia-
bilidad adaptativa del cerebro humano, por lo que su enfoque neurológico
podría explicar experiencias subjetivas particulares, así como los rangos
de capacidades para crear y experimentar el arte. Zeki teoriza que los ar-
tistas exploran el cerebro inconscientemente mediante técnicas creati-
vas y propone dos leyes del cerebro visual. La ley de la constancia supone
que el cerebro retiene el conocimiento sobre las propiedades constantes y
esenciales de un objeto, filtrando y desechando las propiedades dinámicas
irrelevantes. La ley de la abstracción se refiere a la coordinación jerárquica
donde una representación general se puede dividir en muchos detalles, lo
que permite que el cerebro pueda procesar de forma eficiente los estímulos
visuales. La capacidad de abstraer pudo evolucionar como una necesidad
debido a las limitaciones de la memoria. En cierto modo, el arte externa liza
las funciones de abstracción en el cerebro, proceso hasta ahora descono-
cido por la neurobiología cognitiva.
105
nal único e indivisible, sino que más bien es consecuencia de va-
rios procesos cognitivos y afectivos.
Según Cela-Conde, es concebible que no todas las estructuras
neuronales implicadas en la apreciación estética, y las funciones
que realizan, hayan sido sometidas al mismo grado de transforma-
ción desde la aparición del linaje humano.
La revisión de la literatura científica indica que no todas las
regiones cerebrales cuya actividad se ha observado en tareas de
preferencia estética muestran el mismo grado de evolución en el
ser humano. De hecho, algunas de esas regiones parecen no haber
variado mucho en cuanto a organización estructural y funciones a
lo largo de la evolución humana, mientras que otras sí han sufrido
cambios notables.
Cualquier aproximación evolutiva a la apreciación estética debe-
ría sustentarse sobre el conocimiento de la historia filogenética de
los correlatos neuronales de esta capacidad. En concreto, habría que
considerar que, a lo largo de la evolución de nuestro linaje, hay al-
gunos aspectos que parecen haber variado poco. Algunos de los ele-
mentos sobre los que se sustenta la capacidad humana de apreciar la
belleza, relacionados con la representación visual de los objetos, la
representación de su valor reforzador y determinadas funciones eje-
cutivas, estaban presentes ya en nuestros antepasados primates hace
decenas de millones de años. A lo largo de la evolución del ser hu-
mano se produjeron modificaciones cerebrales relacionadas presu-
miblemente con una mayor integración sensorial de la información,
un refinamiento en el análisis espacial y una mayor conciencia del
propio estado afectivo. La apreciación estética del ser humano emer-
gió, pues, en virtud de la integración entre los procesos y estructuras
derivadas y los que tienen un carácter primitivo. Probablemente no
sería necesario proponer que los cambios que acabaron por dotar al
ser humano de la capacidad para valorar la belleza fueran selecciona-
dos precisamente por este motivo. Tanto las regiones cerebrales que
subyacen tras la apreciación estética como las funciones que desem-
Precentral
Premotora Motora
Dorsolatera!
Premotora Motora
Dorsomedial -
Ventromedial-
117
capacidades creativas, que la corteza prefrontal tiene un papel
esencial relevante en la implementación cerebral de la creatividad.
Según sus investigaciones la región frontal actuaría como freno a la
manifestación conductual. Además de freno, la corteza prefrontal
ejercería una función esencial en la selección de respuestas, junto
con la generación de ideas procedente de los almacenes de memo-
ria de otras regiones cerebrales.
Recientes investigaciones de neuroimagen han proporcionado
evidencias de que la corteza frontopolar de la región cerebral pre-
frontal anterior (la parte más rostral del lóbulo frontal) opera coordi-
nadamente con las regiones corticales temporales, parietales y otras
regiones prefrontales, integrando elementos dispares según el mo-
delo funcional neurocomputacional de procesamiento de la infor-
mación basado en modelos informáticos y matemáticos propuesto
en 2012 por el ingeniero neoyorquino Kenneth C. Knowlton, creador
del lenguaje de computación BEFLIX. Los modelos de arquitectu-
ra cognitiva prefrontal indican una jerarquía rostro-caudal, que va
desde la parte superior a la inferior del sistema nervioso, en la que
la corteza frontopolar integra piezas de información relativamente
imprecisas para formar representaciones menos abstractas.
El esfuerzo consciente de pensar de manera más creativa pro-
duce conexiones neuronales y redes neurales más distantes según
el modelo de neuroplasticidad. Este efecto de capacidad de pen-
samiento, es decir, intentar tener éxito para ser más creativo, la
experimentan en general todos los seres humanos. No obstante, el
potencial de este fenómeno se investigado muy poco hasta aho-
ra, dado que tradicionalmente los estudios se han centrado en la
creatividad como un rasgo estático.
La conclusión es que el hecho de esforzarse para ser creativo
aumenta el nivel de creatividad. En los últimos años se ha visto
que el aumento consciente del rendimiento en una tarea creativa
se asocia con cambios en la actividad y conectividad de la corteza
frontopolar (fig. 2). Esto sugiere la posibilidad de que la actividad
Enriquecimiento Empobredmientó
ambiental ambiental
Aunque todos los niños tienen que ejercitarse por medio de la edu-
cación y el aprendizaje para distinguir los caracteres especulares (by
d, 6 y 9), los niños disléxicos tienen más dificultades para ello. Se ha
propuesto que el trastorno del desarro-
llo conocido como dislexia, que impli- Cada neurólogo tiene
ca un retraso en la edad de inicio de la al menos una historia
lectura, puede reflejar en niños con in- en lá manga sobre
teligencia normal una cierta deficiencia un paciente que de
funcional del hemisferio izquierdo jun- repente desarrolló
to con una dominancia del hemisferio una facultad nueva
derecho, que no se ocupa del lenguaje. y peculiar tras
En la dislexia existe una evidente una apoplejía o un
dificultad para traducir las letras a los traumatismo craneal.
sonidos que las representan -lo que V. S. RAMACHANDRAN
resulta esencial para la lectura-y tam-
bién para traducir sonidos a letras -capacidad básica para la escri-
tura-, lo que implica que numerosos disléxicos tienen trastornos de
la lectoescritura, aunque muchos son muy inteligentes y tienen una
gran inventiva. Varios informes actuales indican que las personas
disléxicas presentan una tendencia mayor al arte y dibujan mejor
que el resto de la población, capacidad que ya se manifiesta desde la
primera infancia. Estudios realizados en universitarios de la carrera
de Bellas Artes muestran que hay muchos más alumnos disléxicos
que en el resto de las facultades.
El pintor contemporáneo Chuck Close padece dislexia y ha ex-
presado el convencimiento de que la creatividad es producto de su
trastorno. Tiene dificultad para reconocer caras en tres dimensio-
nes, pero se esforzó en transformarlas en imágenes faciales de dos
dimensiones, hasta el punto de que lo único que pinta son precisa-
mente caras. Su creatividad parte de su dificultad para ver el mun-
do como lo ven los demás.
125
artístico o una modificación del mismo. El neurólogo Bruce Mi-
ller, de la Universidad de California, ha estudiado pacientes con
esta enfermedad neurodegenerativa y con lesiones limitadas a los
lóbulos frontal y temporal izquierdos, que así reducen su activi-
dad para inhibir los lóbulos del lado contrario. Puesto que estos
pacientes tienen más dañado el hemisferio izquierdo del cerebro,
sus talentos solían ser más visuales que verbales; sin embargo, el
fenómeno de la liberación o estallido de creatividad no parece ser
tan universal y puede aparecer en personas que ya tengan un cier-
to potencial creativo.
La mayoría de las personas con demencia frontotemporal iz-
quierda que manifiestan talento artístico crean un arte figurativo
realista, sin componente abstracto o simbólico alguno. Lo que pin-
tan parece recordar a épocas pasadas de su vida y las reconstruyen
mentalmente sin ayuda del lenguaje. Muestran un interés progresi-
vo en los detalles más precisos de las caras, objetos y formas. Ade-
más, muestran un interés obsesivo por su obra y la repiten compul-
sivamente hasta que sea perfecta. Esto parece ocurrir porque los
elementos visuales se organizan en escenas coherentes y significa-
tivas mediante un procesamiento neural residual del lóbulo frontal
derecho que ya no está inhibido por el izquierdo.
La evolución artística del pintor contemporáneo Willem de
Kooning, que se asoció al declive cognitivo propio de la progresión
de la enfermedad de Alzheimer, es paradigmática. Antes de ini-
ciarse la enfermedad, que le fue diagnosticada a comienzos de la
década de 1990, De Kooning tardaba meses en completar una obra.
Paradójicamente, al final de su vida su producción fue explosiva,
y la desestructuración asociada a su deterioro cognitivo permitió
una hiperproductuvidad artística compensadora.
Otro ejemplo significativo es el del pintor e ilustrador alemán Ca-
rolus Horn, famoso por sus trabajos publicitarios, cuya actividad se
desarrolló entre las décadas de 1950 y 1970. A lo largo de su carrera
realizó diseños para automóviles, ropa de moda y numerosos artícu-
Dentro del campo del razonamiento, los dos tipos más estudiados
son el deductivo y el inductivo. El razonamiento deductivo, ca-
racterizado por llegar a una conclusión a partir de unas premisas
previas, está sustentado por un sistema cerebral hemisférico late-
ralizado izquierdo y constituido principalmente por las circunvo-
luciones frontal media, medial, precentral y los ganglios de la base.
En al razonamiento inductivo, caracterizado por llegar a una con-
clusión a partir de una información limitada, parecen desempeñar
un papel importante la corteza prefrontal dorsolateral y estructu-
ras parietotemporales.
A la hora de resolver un problema, el cerebro utiliza diferentes
procedimientos para encontrar una solución. Los métodos algorít-
micos -estrategia que sigue unos pasos bien definidos- y heurís-
ticos -reglas empíricas que se han ido desarrollando a partir de la
experiencia en la resolución de problemas- son los más utilizados,
pero también puede recurrirse a estrategias menos formales, como
la creatividad y el proceso de insight. La creatividad es una cualidad
que poseen todas las personas, pero muy pocas la desarrollan ple-
namente de forma eficiente. Dado que esta habilidad no es estática,
puede potenciarse y entrenarse a través de ciertos procedimientos
como pensar en voz alta, escribir en un papel todas las ideas que sur-
jan, utilizar analogías, etc. Están en marcha experimentos que tratan
2014.
RoBERTS, AucE, Evolución. Historia de la Humanidad, Madrid, Editorial Akal,
2018.
V1oscA, JosÉ, Mentes prodigiosas. Fundamentos psicológicos y neuronales de
40 1 Índice
proceso estético 103 síndrome del savant 10, 122
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