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El fiador se coloca de nuevo para retirar definitivamente la de esto no hubo diferencias significativas en la intensidad del
aguja. dolor según el número de intentos (t de Student, p = 0,62).
Tres pacientes (6%), sin premedicación, sufrieron una reac-
ción vaso-vagal que se solucionó con éxito, en dos de ellos ele-
Dilución del contraste vando las piernas, mientras el tercero necesitó la administración
de atropina subcutánea (0,5 ml). No se registraron complicacio-
Se realiza una dilución de gadolinio al 1% en suero fisiológico nes tardías.
estéril13. Para una mayor facilidad se usaron botes de suero fi-
siológico de 100 ml, donde se introducía 1 ml de gadolinio 0,5
M (Gadovist ®, Schering).
Discusión
La RM-artrografía de hombro es una técnica de imagen indicada
Resultados en patologías articulares como la inestabilidad gleno-humeral,
algunos casos de rotura del manguito rotador, etc.1-3. Sin embar-
El tiempo medio empleado en la técnica de punción artrográfica go, precisa de una técnica de punción correcta para inyectar el
fue de 15,2 × 2,6 min (IC: 14,4-16 min). En el 94% de los casos contraste dentro de la articulación14,15. Frecuentemente, en los
solamente se requirió un intento para realizar la prueba Servicios de Radiología, la mayor limitación para hacer una RM-
(45/49). En dos pacientes fue necesario hacer dos intentos artrografía de hombro es la falta de confianza o el desconoci-
(4,2%) y en un caso se requirieron hasta tres intentos para rea- miento para la realización de la punción articular, precisando en
lizar la prueba (2%). Siempre que fue necesario más de un in- muchos casos la colaboración del traumatólogo. La técnica de
tento, se consiguió una óptima distensión capsular. La gradua- Schneider es la más utilizada, se basa en un abordaje anterior y
ción del dolor (0 a 10) por el paciente al terminar la técnica fue guía la punción con fluoroscopia4. Esta técnica requiere expe-
de media 3,6 × 1,6; rango 0-7 (IC: 3,1-4). El paciente de la serie riencia y no es extensamente enseñada a los residentes de nues-
que requirió tres intentos graduó el dolor con el valor 6. A pesar tro país. Otros autores, como Valls y Melloni, describieron la
A B
Fig. 3. Técnica de punción articular. Avance de la aguja espinal infantil guiándose por ecografía. (A y B) La aguja se introduce perpendi-
cularmente a la piel, observando el avance en tiempo real y dirigiendo su trayecto hacia la articulación con una discreta inclinación hacia
la cabeza humeral. Esta maniobra permite corregir o reorientar la dirección de la aguja durante el avance (flecha).
técnica guiada por ecografía y con abordaje anterior usando una gitud de 4 cm facilita el manejo durante la punción y permitió
aguja 21G (0,8 × 40 mm) que angulaban cuando llegaban a llegar a la articulación en todos los pacientes de la serie16. La vi-
contactar con el húmero para favorecer la entrada del contraste sión ecográfica en tiempo real permite dirigir la aguja hacia la
en la articulación8. Estos autores concluían que la técnica es fá- articulación, lo que facilita la técnica y en la mayoría de los ca-
cil, requiere un mínimo entrenamiento y evita la radiación ioni- sos se consigue en el primer intento; esto conlleva un menor
zante. Siguiendo a estos autores realizamos este trabajo, modifi- tiempo y menos molestias para el paciente.
cando la técnica con el uso de una aguja espinal infantil (fig. Valls y Melloni describieron un 100% de éxito con un tiempo
6). Esta aguja tiene ventajas adicionales ya que tiene un fiador medio de 5 minutos y concluyeron que podía ser aprendida por
en el interior que reduce, durante el avance, posibles lesiones y radiólogos sin experiencia tras un corto período de aprendizaje
evita la obstrucción de la aguja por las partes blandas12. Su lon- de aproximadamente un mes. En nuestra serie el éxito fue lige-
Fig. 6. Técnica de punción articular. Aguja espinal infantil (Yale Fig. 7. Técnica de punción articular. Inmediatamente después de
spinal; 22G: 0,7 × 40 mm). Representa una aguja corta de fácil inyectar el contraste puede observarse cómo refluye a través de
manejo, con un fiador que evita durante el avance la lesión u obs- la zona proximal de la aguja una pequeña cantidad de contraste,
trucción por partes blandas. que indica que la articulación está distendida.
ramente menor (96%), con un tiempo medio de 15 minutos, sin experiencia que pueda homogeneizar los resultados, ya que
pero la técnica fue realizada por un radiólogo que no había prac- siempre existe una habilidad individual que puede sobreestimar
ticado previamente ninguna punción intraarticular del hombro, estos resultados.
ni siquiera usando otras técnicas (palpación, fluoroscópica, por En conclusión, la realización de la artro-RM guiada con eco-
TC, etc.). grafía y con abordaje anterior es una técnica sencilla, que supo-
Un hallazgo que no incluimos en las variables, por ser inde- ne una rápida familiarización aun no teniendo experiencia pre-
pendiente de la técnica, fue observar el reflujo del contraste por via.
la parte proximal de la aguja inmediatamente después de retirar la
jeringuilla (fig. 7). Este hallazgo confirma que la punción se
ha realizado con éxito y que la cavidad está distendida, ya que es la
presión intraarticular la que produce este efecto. Sin embargo,
en aquellas ocasiones donde exista una ruptura capsular o una Bibliografía
articulación muy laxa, este efecto puede no evidenciarse.
La técnica evita la radiación ionizante, y esto debe tenerse en 1. Catalano OA, Manfredi R, Vanzulli A, Tomei E, Napolitano M, Esposito A,
cuenta especialmente en pacientes jóvenes y mujeres por la pro- et al. MR arthrography of the glenohumeral joint: modified posterior ap-
proach without imaging guidance. Radiology. 2007;242:550-4.
ximidad del campo con la mama. Hay que considerar que la ma-
yor proporción de pacientes con sospecha de inestabilidad gle- 2. DeMouy EH, Menendez CV, Bodin CJ. Palpation-directed (non-fluorosco-
pically guided) saline-enhanced MR arthrography of the shoulder. AJR Am
no-humeral son jóvenes, como ocurrió en la serie de este J Roentgenol. 1997;169:229-31.
estudio (30 años de edad media), siendo el menor de ellos de 18
3. Petersilge CA, Lewin JS, Duerk JL, Hatem SF. MR arthrography of the
años, y la proporción de mujeres del 42%11. shoulder: rethinking traditional imaging procedures to meet the technical
La prueba es bien tolerada. Aunque es difícil cuantificar el do- requirements of MR imaging guidance. AJR Am J Roentgenol. 1997;169:
lor por las variaciones subjetivas de cada paciente y por tanto 1453-7.
poder compararlo, se decidió valorarlo de una forma sencilla en 4. Resnick D. Shoulder arthrography. Radiol Clin North Am. 1981;19:243-
un escala de 0 (sin dolor) a 10 (dolor muy intenso). Se graduó 53.
en una media de 3,6 y no se observó una relación estadística 5. Helgason JW, Chandnani VP, Yu JS. MR arthrography: a review of current
con el número de intentos o el sexo de los pacientes. technique and applications. Am J Roentgenol Radium Ther Nucl Med.
1997;168:1473-80.
Esta técnica, además, puede realizarse en cualquier lugar o sa-
la, especialmente si se dispone de un equipo portátil (salvo den- 6. Killoran PJ, Marcove RC, Freiberger RH. Shoulder arthrography. AJR Am J
Roentgenol. 1968;103:658-68.
tro de la sala de RM), pero siempre y cuando se preserven las
7. Schneider R, Ghelman B, Kaye JJ. A simplified injection technique for
medidas de asepsia.
shoulder arthrography. Radiology. 1975;114:738-9.
El estudio presenta algunas limitaciones que deben ser co-
8. Wills JS, Diznoff SB. A modified technique for needle localization in arth-
mentadas. Es un estudio sencillo y descriptivo donde no se ha rography of the shoulder. Radiology. 1978;128:830-1.
establecido un estudio comparativo con un radiólogo experto,
9. Neviaser TJ. Arthrography of the shoulder. Orthop Clin North Am. 1980;
aunque los resultados pueden, al menos, estimular a los radiólo- 11:205-17.
gos sin experiencia a realizar una artro-RM sin el miedo o la li-
10. Cicak N, Matasovic T, Bajraktarevic T. Ultrasonographic guidance of need-
mitación de la técnica de punción. La valoración del dolor no le placement for shoulder arthrography. J Ultrasound Med. 1992;11:135-
puede inferirse a otras series por las variaciones subjetivas y la 7.
dificultad de encontrar un método comparativo válido. Por últi- 11. Valls R, Melloni P. Sonographic guidance of needle position for MR arth-
mo, no se ha comparado la técnica entre dos o más radiólogos rography of the shoulder. AJR Am J Roentgenol. 1997;169:845-7.
12. Jacobson JA, Lin J, Jamadar DA, Hayes CW. Aids to successful shoulder 16. Dépelteau H, Bureau NJ, Cardinal E, Aubin B, Brassard P. Arthrography of
arthrography performed with a fluoroscopically guided anterior approach. the shoulder: a simple fluoroscopically guided approach for targeting the
Radiographics. 2003;23:373-8. rotator cuff interval. AJR Am J Roentgenol. 2004;182:329-32.
13. Kopka L, Funke M, Fischer U, Keating D, Oestmann J, Grabbe E. MR arth-
rography of the shoulder with gadopentetate dimeglumine: influence of
concentration, iodinated contrast material, and time on signal intensity.
AJR Am J Roentgenol. 1994;163:621.
14. Cerezal L. Gacía-Valtuille R, Canga A, Rolón A, Abascal F. Técnica e indi-
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