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y literatura
Diana Matallana

El olvido como
enfermedad: leyendo a
Gabriel García Márquez
Diana Matallana

A los pacientes
A los miembros de la clínica de Memoria:
Patricia Montañés
Martine Jacquier
Carlos A Cano
Leonilde Morelo
M Camila Montalvo
Olga Pedraza
María Isabel García
Margarita Benito
Residentes de MI PUJ
Residentes de Psiquiatría PUf
Residentes de Neurología
Residentes de M. Familiar
Estudiantes Medicina PUf
Estudiantes Psicología pre y postgrado UN
Estudiantes Psicología PUJ
..y otra vez, a los pacientes
A los pacientes
A la clínica de Memoria:

L a memoria, como función, es aquella que le permite al ser humano fijar


los recuerdos a través de la impresión de "lugares" e "imágenes". Previa
á la invención de la imprenta, el arte de la memoria (Yates, 1997) era
fundamental en la trasmisión del conocimiento yel relato, que de generación en
generación se realizara; representaba la preservación de la cultura. Aunque esta
disciplina está hoy relegada a una actividad secundaria del ser humano, dado que
el avance tecnológico permite una búsqueda y un acceso rápido a cualquier
información, sigue siendo, al menos en nuestra cultura, una actividad vital. No
sólo el pasado oral de una cultura prevalece como relevante en los tiempos
modernos, ya que el olvido, como fenómeno individual, como enfermedad o
Cerebro, Arte y Creatividad

como síntoma de enfermedad, es lo que nos ocupa en este capítulo. Es en el


estudio del olvido en Cienaños de soledad y tw tantos otros apartes de muchas de las
obras de García Márquez, que éste se convierte en una terrible metáfora de lo que
hoy día se ha denominado la epidemia del siglo XXI: La enfermedad de Alzheimer
(EA). La memoria mítica de un libro como Cien años de soledad, la creación de
Macondo ysus personajes; la insinuación de centenarios o personajes que burlan
la muerte en E l otoño del patriarca, yJa capacidad del recuerdo en los personajes de
El amor míos tiempos delcólera indudablemente trascienden la interpretación arbitraria
del estudio particular de un síntoma como el del olvido. No obstante la realidad
"mágica" de los personajes no me dejan otro camino más que el de realizar una
observación quizás "concreta" de lo que en la realidad se encuentra en el estudio
del envejecimiento normal y patológico.

Cuando se realiza una segunda lectura de muchos apartes de algunas obras del
escritor, he recordado gracias a la ayuda de quienes conmigo han trabajado durante
años en el seguimiento de la pérdida o conservación de la memoria, que muchos
de los pacientes parecen, mágicamente, inspiradores de nuestro premio Nobel.

No intento realizar un análisis literario crítico de tan importante obra o escritor.


Tampoco dilucidar los misterios del funcionamiento cerebral en su pérdida de la
identidad alguna vez intacta. Sólo intento recordar lo que el mismo autor dice
sobre sus obras "... no hay una sola línea, en ninguno de mis libros, que no pueda
decirte a qué experiencia de la realidad corresponde..." (1997). Y en esas líneas de
sus libros, la realidad, que tal vez el mismo autor no sabe, llega incluso al
conocimiento especializado: el olvido como síntoma fundamental de la E A El
recuerdo de los pacientes, de la misma manera que, una y otra vez el autor menciona
la pérdida del mismo, se enlazan para dar origen a una revisión del olvido en
algunas de sus obras.

E l Otoño del patriarca, E l Coronel no tiene quien le escriba, Los funerales de la rnarru
grande. La increíble y triste historia de la Cándida E rendida y de su abuela desalmada. E l
amor en los tiempos del cólera, son textos que reflejan constantemente la recurrente
idea de la importancia de la memoria, sea para evocar lo pasado y que en cierta
medida permite enfrentar el presente; sea para aludir al evento de la pérdida.

Y así, en primera instancia, la constante referencia al olvido, al recuerdo, a los


años, a la vejez y la muerte es lo que impulsó la cadena de eventos "reales" y
"mágicos" de los pacientes que en nuestro diario ejercicio profesional leemos,
vemos y palpamos.
"(...) Cuando pasó al cataclismo siguió oyendo músicas
remotas en la tarde sin viento, siguió matando mosquitos y
tratando de matar con las mismas palmadas las chicharras de

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Diana Matallana

los oídos que le estorbaban para pensar, siguió viendo la


lumbre de los incendios del horizonte, la respiración de la
vida diaria que volvía a ser la misma a medida que su muerte
se convenía en otra muerte así como otras tantas del pasado,
el torrente incesante de la realidad que se lo iba llevando
hacia la tierra de nadie de la compasión yel olvido, carajo, a
la mierda la muerte, exclamó..." (El otoño del patriarca)

La alusión a la necesidad de recordar en E l otoño delpatriarca casi que requiere la


transcripción de la obra en general:

"(...) eran las nueve, puso en una ventana el plato de comida


sin terminar y se encontró manoteando en la atmósfera de
fango de las barracas de las concubinas que dormían... se
acaballó sobre un montón oloroso a guiso de ayer y apartó
para acá dos cabezas y para allá seis piernas y tres brazos sin
preguntarse si alguna vez supiese quién era ni cual fue la que
al fin lo amamantó sin despertar, sin soñar con él, ni de quién
había sido la voz que murmuró dormida desde otra cama,
que no se apure general que se asustan los niños (...) sintió el
olor de humo, se acordó de una infancia improbable que podía
ser la suya que sólo recordaba en aquél instante cuando
empezaba el humo yla olvidaba para siempre...
(...) yapenas si tuvo tiempo de cambiar la mirada imperceptible
para verla por segunda vez para siempre jamás cuando el
oficial de los servicios de identificación encontró el nombre
por orden alfabético en la nómina y gritó Nazareno Leticia, y
ella contestó con voz de hombre, presente. Así la tuvo por el
resto de su vida, presente, hasta que las últimas nostalgias se
le escurrieron por las grietas de la memoria ysólo permaneció
la imagen de ella en la tira de papel en que había escrito
Leticia Nazareno de mi alma mira en lo que he quedado sin
ti... Leticia Nazareno, repitió en voz alta para no olvidar el
nombre..."

Cuando pensamos en la muerte o al menos en la cercanía de la pérdida del


ayer, generalmente pensamos en el detrimento de la capacidad de recordar como
parte de una vejez c o m e n t e . N o obstante, hoy sabemos que la pérdida de la
memoria a cualquier edad es patológica, a pesar de que una enfermedad como la
E A s e a edad-dependiente. Es decir que a medida que tenemos más años, existen
más posibilidad de adquirirla.

N o en vano Cien años de soledad, y todas las demás obras de García Márquez,
conservan un halo de universalidad que se refleja justamente, p o r ejemplo en

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Cerebro, tKrte y Creatividad

todas las traducciones de sus libros. Su obra, que podía haberse imaginado "local"
o, al máximo, espejo de una realidad Latinoamericana, alcanzó y llegó a culturas
tan lejanas c o m o la Noruega (Hundre Ars Ensomhet), la Danesa (Hundrede Ars
Ensomhet) la china y la Japonesa, entre otras. La universalidad de la obra,
independiente de sus interpretaciones, puede reposar en ese conocer cotidiano.

El cotidiano nuestro en una clínica de memoria incluye:

Informe de Clínica de Memoria

Nombre: VN
Edad: 62 años
Fecha de evaluación: junio 12 de 1998
Escolaridad: Odontdoga-PensionadalSS

Motivo de consulta:
Pérdida progresiva de la memoria. "Cuando vimos un
programa en la televisión, pensamos que tal vez esa era la
enfermedad de mi mamá".

Enfermedad actual:
Natural yprocedente de Bogotá quien, informa la hija, desde
hace cuatro años viene presentando deterioro progresivo de
su memoria. Olvida dónde deja las cosas. "Como es quien
permanece en la casa mientras todos trabajamos, olvida dar
los mensajes". Refiere somnolencia diurna ypermanece alerta
en la noche.

La novela como acta del reconocimiento es:

"Una noche, por la época en que Rebeca se curó del vicio de


comer tierra y fue llevada a dormir en el cuarto de los otros
niños, la india que dormía con ellos despertó por casualidad
yoyó un extraño ruido intermitente en el rincón. Se incorporó
alarmada, creyendo que había entrado un animal en el cuarto,
y entonces vio a Rebeca en el mecedor, chupándose el dedo y
con los ojos alumbrados como los de un gato en la oscuridad.
Pasmada de terror, atribulada por la fatalidad de su destino,
Visitación reconoció en esos ojos los síntomas de la
enfermedad cuya amenaza los había obligado, a ella y a su
hermano, a desterrarse para siempre de un reino milenario en
el cual eran príncipes. Era la peste del insomnio". (Cien aña
de se

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Diana Matallana

En la trayectoria tejida a través del episodio de la peste del insomnio, la novela


sigue siendo el acta de la evolución corriente de la EA y, simultánea a ésta, el
siguiente informe clínico da testimonio:

Informe de Clínica de Memana

Nombre: RP
Edad: 80 años
Fecha de evaluación: junio 11 de 1.999
Informante: (sobrina)

Motivo de consulta:
Deterioro cognoscitivo de cuatro años de evolución, más
acentuado en los últimos 6 meses, y consistente en olvidos
de fechas, nombres de familiares y desorientación. Se perdió
hace 8 meses en el barrio. Ocasionalmente no recuerda quién
es su hija o no sabe quién es su yerno. Hace poco dijo a su
yerno: "Perdona, te voy a contar una cosa: aunque me da
mucha pena con mi hija, debo decirte que ella tiene un
amante...". El cambio de la identidad de las personas familiares
es muy frecuente.

Y en la novela ¿o realidad?:

"Cataure, el indio, no amaneció en la casa. Su hermana se


quedó, porque su corazón fatalista le indicaba que la dolencia
letal había de perseguirla de todos modos hasta el último
rincón de la tierra. Nadie entendió en la casa la alarma de
Visitación. «Si no volvemos a dormir, mejor», decía José
Arcadio Buendía, de buen humor. «Así nos rendirá más la
vida.» Pero la india les explicó que lo más temible de la
enfermedad del insomnio no era la imposibilidad de dormir,
pues el cuerpo no sentía cansancio alguno, sino su inexorable
evolución hacia una manifestación más crítica: el olvido.
Quería decir que cuando el enfermo se acostumbraba a su
estado de vigilia, empezaban a borrarse de su memoria los
recuerdos de la infancia, luego el nombre y la noción de las
cosas, y por último la identidad de las personas y aun la
conciencia del propio ser, hasta hundirse en una especie de
idiotez sin pasado" (faenarlos de soledad).

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Cerebro, Arte y Creatividad

N o sólo en la "peste del insomnio" sino en E l amor en los tiempos del cólera:

"Tampoco Florentino estaba en su mejor momento. Al trabajo


cada día más intenso, a sus hastíos de cazador furtivo, a la
calma chicha de los años, se había agregado la crisis final de
Tránsito Ariza, cuya memoria había terminado sin recuerdos:
casi en blanco. Hasta el punto de que a veces se volvía hacia
él, lo veía leyendo en el sillón de siempre, y le preguntaba
sorprendida: «¿Y tú eres hijo de quién?». El le contestaba
siempre la verdad, pero ella volvía a interrumpirlo en seguida.
-Y dime una cosa, hijo -le preguntaba- yo quién soy?" (El
amor en los tiempos dd cólera).

Y así se sigue tejiendo la realidad, la novela, el acta, la ficción, el imaginario:


Informe de Clínica de Memoria:

N o m b r e : NV
Edad: 87 años
Fecha de evaluación: Mayo 9 de 2000
Informante: Nuera

Motivo de consulta:
Presenta deterioro cognoscitivo de tres años de evolución,
consistente en pérdida de objetos personales; desorientación
en la casa y hasta en su propia alcoba; olvido de nombres de
personas y objetos y confunde a personas previamente
conocidas. "Siempre tiene una buena razón para negar lo que
le sucede. Hace poco en visita con la oftalmóloga ella le indicó
que debía cuidar más las gafas, pues estaban muy rayadas.
Doña N dijo: "No doctora, vaya usted a saber de quien son
las gafas, yo estaba jugando cartas y tomé las primeras gafas
que tenía a mano, quién sabe de qué señora serán!".

La pérdida de la memoria en la enfermedad de Alzheimer generalmente tiene


un curso particular inicia con el olvido de eventos episódicos, continúa con pérdida
de la capacidad de reconocer el significado de los objetos -amnesia semántica- y
finalmente se pierden los recuerdos automáticos -manejar un carro- es decir, se
compromete lo que se llama la memoria implícita. El inicio, en la mayoría de los
casos, es después de los 65 años.

"Habían contraído, en efecto, la enfermedad del insomnio".


Úrsula, que había aprendido de su madre el valor medicinal
de las plantas, preparó e hizo beber a todos un brebaje de

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Diana Matallana

acónito, pero no consiguieron dormir, sino que estuvieron


todo el día soñando despiertos. En ese estado de alucinada
lucidez no sólo veían las imágenes de sus propios sueños,
sino que los unos veían imágenes soñadas por los otros. Era
como si la casa se hubiera llenado de visitantes."
(...) Al principio nadie se alarmó. Al contrario, se alegraron
de no dormir, porque entonces había tanto que hacer en
Macondo que el tiempo apenas alcanzaba (...) Los que querían
dormir, no por cansancio sino por nostalgia de los sueños,
recurrieron a toda clase de métodos agotadores. Se reunían a
conversar sin tregua, a repetirse durante horas los mismos
chistes (...)
(...)Fue Aureliano quien concibió la fórmula que había de
defenderlos durante varios meses de las evasiones de la
memoria. La descubrió por casualidad (...) Un día estaba
buscando el pequeño yunque que utilizaba para laminar los
metales, y no recordó su nombre. Su padre se lo dijo: «Tas».
Aureliano escribió el nombre en un papel que pegó con goma
en la base del yunquecito: tas. Así estuvo seguro de no olvidarlo
en el futuro. N o se le ocurrió que fuera aquella la primera
manifestación del olvido, porque el objeto tenía un nombre
difícil de recordar..." (Cien años de soledad)

N o m b r e : MP
Edad: 73 años
Fecha de evaluación: Mayo 2 de 1998

Motivo de consulta:
Los hijos Devaron la paciente a consulta por fallas de memoria
evolutivas desde hace seis meses. Presenta fallas en la
evocación de palabras marcadas durante el lenguaje
espontáneo. La paciente no reconoce alteración en la memoria:
dice que viene a acompañar a su esposo quien es el que
presenta dificultades.
QSM(paciente): 15/45. MMSE: 21/30
QSM (familiar): 36/45.
Lenguaje: Disminuido en la fluidez y denominación, con
presencia de parafasias así como anomia marcada.

Memoria: Marcado compromiso en cuanto a recuerdos


remotos y recientes. Explícita: 22/48 Intrusiones:44.

"No se le ocurrió que fuera aquella la primera manifestación


del olvido, porque el objeto tenía un nombre difícil de recordar.
Pero pocos días después descubrió que tenía dificultad para

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Cerebro, Arte y Creatividad

recordar casi todas las cosas del laboratorio. Entonces las


marcó con el nombre respectivo, de modo que le bastaba con
leer la inscripción para identificarlas. Con un hisopo entintado
marcó cada cosa con su nombre: mesa, silla, reloj, puerta, pared
cama, cacerola. Fue al corral y marcó los animales y las plantas:
vaca, ahito, puerco, gallina, yuca, malangí guineo. Poco a poco,
estudiando las infinitas posibilidades del olvido, se dio cuenta
de que podía llegar un día en que se reconocieran las cosas
por sus inscripciones, pero no se recordara su utilidad.
Entonces fue más explícito. El letrero que colgó en la cerviz
de la vaca era una muestra ejemplar de la forma en que los
habitantes de Macondo estaban dispuestos a luchar contra el
olvido: Esta es la vxa, hay que ordeñarla todas las mañanas para
que produzca leobey a la leche hay que heñirla para mezdana con d
caféy hacer café conleohe. Así continuaron viviendo en una realidad
escurridiza, momentáneamente capturada por las palabras,
pero que había de fugarse sin remedio cuando olvidaran los
valores de la letra escrita.
"En la entrada del camino de la ciénaga se había puesto un
anuncio que decía Macando y otro rrás grande en la calle central
que decía Día existe. En todas las casas se habían escrito claves
para memorizar los objetos ylos sentimientos. Pero el sistema
exigía tanta vigilancia y tanta fortaleza moral, que muchos
sucumbieron al hechizo de una realidad imaginaria, inventada
por ellos mismos, que les resultaba menos práctica pero más
reconfortante. Pilar Ternera fue quien más contribuyó a
popularizar esa mistificación, cuando concibió el artificio de
leer el pasado en las barajas como antes había leído el futuro.
(...) los insomnes empezaron a vivir en un mundo construido
por las alternativas inciertas de los naipes, donde el padre se
recordaba como el hombre moreno que había llegado a
principios de abril y la madre se recordaba apenas como la
mujer trigueña que usaba un anillo de oro en la mano
izquierda, y donde una fecha de nacimiento quedaba reducida
al último martes en que cantó la alondra en el laurel. Derrotado
por aquellas prácticas de consolación, José Arcadio Buendía
decidió entonces construir la máquina de la memoria que
una vez había deseado para acordarse de los maravillosos
inventos de los gitanos. El artefacto se fundaba en la
posibilidad de repasar todas las mañanas, ydesde el principio
hasta el fin, la totalidad de los conocimientos adquiridos en
la vida. Lo imaginaba como un diccionario giratono que un
individuo situado en el eje pudiera operar mediante una
manivela, de modo que en pocas horas pasaran frente a sus

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Diana Matallana

ojos las nociones más necesarias para vivir. Había logrado


escribir cerca de catorce mil fichas (Cien aria de soledad).

Infame de Clínica de Memoria

Nombre:RC
Edad: 81 años
Fecha de avaluación: mayo 21 de 1.999

Motivo de consulta:
Consulta por cuadro clínico 4 años de evolución y más
acentuado en el último años consistente en pérdida de la
memoria (teléfonos, nombre de personas, recados o razones,
lecturas), acompañado de desorientación e irritabilidad. Dice
que para que no se le olviden las cosas escribe todo en
papelitos... "Don R, sí escribió la fecha de la cita, porqué no
le dio el papelito a su hija?"... "Ay! doctora yo hice todo lo
que me dijo y llegué hasta el papelito, el problema es que no
recuerdo dónde puse el papelito...". No recuerda el nombre
de los hijos pero canta la Marsellesa.

Una de las particularidades de la EAes la heterogeneidad de la misma, condición


que ha impedido, en cierta forma, el alcance de una conducta terapéutica particular.
Tal vez la creación de las 15 mil fichas que recopilan las enseñanzas de los gitanos
puedan en parte permitir acceder al repaso de lo olvidado o, quizás, el
acondicionamiento ambiental de Florentino Ariza ante la inevitable enfermedad
de su madre sea una solución tranquilizadora ante la devastadora enfermedad:

"Había engordado tanto que no podía moverse, yse pasaba


el día en la mercería donde ya no quedaba nada que vender,
acicalándose desde que se levantaba con los primeros gallos
hasta la madrugada del día siguiente, pues dormía muy pocas
horas. Se ponía guirnaldas de flores en la cabeza, se pintaba
los labios, se empolvaba la cara y los brazos, y al final le
preguntaba a quien estuviera con ella cómo había quedado.
Los vecinos sabían que esperaba siempre la misma respuesta:
«Eres la Cucarachita Martínez» Esta identidad, usurpada al
personaje de un cuento para niños, era la única que le dejaba
conforme. Seguía meciéndose, abanicándose con el ramillete
de grandes plumas rosadas, hasta que volvía a empezar de
nuevo: la corona de flores de papel, el almizcle en los párpados,
el carmín en los labios, la costra de albayalde en la cara. Y
otra vez la pregunta a quien estuviera cerca: «Cómo quedé?».
Cuando se convirtió en la reina de burlas del vecindario,

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Cerebro, Arte y Creatividad

Florentino Ariza hizo desmontar en una noche el mostrador


y los armarios de gavetas de la antigua mercería, clausuró la
puerta de la calle, arregló el local como le había oído a ella
describir el dormitorio de la Cucarachita Martínez, y nunca
más volvió a preguntar quién era. (El amor en la tiernpa dd
adera).

Si mañana somos capaces de detener lo que inevitablemente hoyno es posible,


veremos lo que en un realismo mágico sucedió en Macondo:

"Le dio a beber a José Arcadio Buendía una sustancia de


color apacible, y la luz se hizo en su memoria. Los ojos se le
humedecieron de llanto, antes de verse a sí mismo en una
sala absurda donde los objetos estaban marcados, yantes de
avergonzarse de las solemnes tonterías escritas en las paredes,
y aun antes de reconocer al recién llegado en un deslumbrante
resplandor de alegría. Era Melquíades." (...) Y así "Macondo
celebraba la reconquista de los recuerdos..."

Y así la esperanza de quienes sufren, se enfrentan ycomparten el saber acerca


de la enfermedad del olvido se consagra en el final del capítulo casi transcrito.
Como dice Carlos Fuentes, García Márquez da cuenta que nuestra historia "no
es sólo fatal: también, de una manera oscura, la hemos deseado. Además, convierte
el mal en humor porque, deseado, no es una abstracción ajena a nuestras vidas: es
lo otro, lo que podemos ver fuera de nosotros como parte de nosotros, reducido
a su encuentro irónico, proporcional, azaroso, con nuestras debilidades cotidianas
y nuestras representaciones imaginarias. Nueva disolución de las falsas disyuntivas
ypolémicas en tomo a realismo y fantasía, arte comprometido yarte puro, literatura
nacional y literatura cosmopolita, la obra de García Márquez destruye estos a-
prioris idiotas para proclamar, y conquistar, un derecho a la imaginación que, ella
sí, sabe distinguir entre mistificaciones en las que el pasado muerto quiere pasar
por presente vivo, y mitificaciones en las que un presente vivo recupera, también,
la vida del pasado.

Bibliografía

Fuentes Carlos. García Márquez: la segunda lectura. Tomado de: A propósitode Gabnd
García Márquez y su obra. Grupo editorial Norma. Bogotá, 1997.
García Márquez, G.,£ / otoñodd Patriarca. (Ia. Edición. 1975) Grupo Editorial Norma.
1996.
García Márquez, G.,HundreArs Ensomhet. GyldendalNorskForlag-Oslo. 1983.
García Márquez, G.,HundredeA rs Ensomhet. Samlerens BilligbOger. KObenhavn. 1975.

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Diana Matallana

García Márquez, G , Cien A ñ a de Soledad. (Primera Edición 1967). Editorial Norma,


1997.
García Márquez G. ElAmorenla tiempa del cólera. Editorial Oveja Negra Narrativa,
1985.
Informe Clínica de Memoria. Hospital de San Ignacio. Universidad Javeriana. 1998.
Yates F, L'arte della rrernoria. Con uno scrítto di Emst H. Gombriah. Giulio Einaudi
Editore.Torino. 1993.
"Conversando con García Márquez" en : A propósito de la obra de García Márquez.
Editorial Norma, 1997.

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Cerebro, A r t e y Creatividad

Dostoiewski, su epilepsia
y las auras de éxtasis
Rodrigo Pardo Turriago

E ste trabajo se apoya en dos obras fundamentales dedicadas con gran


profundidad a examinar la Epilepsia de Dostoiewski. P o r una parte, el
trabajo de T. Alajouanine de 1963, y p o r otra, la discusión de H Gastaut
de 1997. Recoge algunos elementos de la obra extraordinaria de la Escuela de
Montreal de Penfield yjasper, así como aspectos modernos en el campo de la
Epilepsia y hace referencia, por supuesto, a algunos textos del gran novelista
ruso. Las traducciones de los textos al español intentan poner de relieve los aspectos
de las crisis y p o r ello no tienen ningún valor literario.

Aguarde un instante, Shátov: ¿tiene usted momentos de armonía eterna?


-¿Sabe una cosa, Kirilov? No debe usted pasarse más noches en vela.
Kirilov pareció volver en sí y, cosa extraña, comenzó a hablar con más ilación que de
ordinario: notábase que todo aquello lo tenía madurado, yquizás escrito, desde hacía
tiempo:
Hay pequeños instantes, en total cinco o seis segundos consecutivos, en que percibe
uno la presencia de una armonía eterna, totalmente lograda. No es cosa terrenal; yno
quiero afirmar que sea celestial, sino que el hombre, en su estructura terrena, es
incapaz de sobrellevarla. Elayque transformarse físicamente o morir. Se trata de un
sentimiento diáfano e indiscutible. Diríase que uno capta de pronto la naturaleza en
su integridad y dice: "Si, es verdad".
Cuando Dios creó el mundo, al término de cada día de creación afirmaba: "Si, esto es
verdad, esto es bueno" No es ....enternecimiento, sino únicamente alegría. Uno no
perdona nada porque ya no hay nada que perdonar; y tampoco es que ame, pues se
trata de algo por encima del amor. Lo más impresionante es que resulte todo ello tan
claro y tan placentero. Si el momento dura más de cinco segundos, el alma no lo
resiste y debe desaparecer. En estos cinco segundos quemo yo toda mi existencia y
daría por ellos mi vida entera, porque la valen. Para aguantar diez segundos hay que
transformarse físicamente. Creo que el hombre ha de dejar de tener hijos. ¿Para qué
tenerlos, y para qué la evolución si el objetivo está ya alcanzado? El evangelio dice
que el domingo no se dará a luz, y todos serán como ángeles de Dios. Es una alusión.
Cerebro, Arte y Creatividad

¿Su mujer está dando a luz?


- Kirilov, ¿le sucede esto a menudo?
Una vez cada tres días o quizá cada semana.
¿Padece usted de epilepsia?
- No.
- Pues padecerá. Cuidado, Kirilov: tengo entendido que así es precisamente como
empieza. Un epiléptico me ha descrito minuciosamente la sensación previa a los
ataques, yes punto por punto lo que le sucede a usted; cinco segundos eran también
su tiempo, y decía que era incapaz de resistir más. Recuerde el cántaro de Mahoma,
que no llegaba a verterse del todo mientras él recoma el paraíso en su caballo. El
cántaro eran los mismos cinco segundos; me recuerda demasiado la armonía de usted,
y Mahoma era también epiléptico. Cuídese de la epilepsia, Kirilov...(Los demonios,
cap. V).

F i o d o r D o s t o i e w s k i nació el 30 de octubre de 1821. Su padre era un médico


que servía en el Hospital de los Pobres en Moscú. Tuvo dos hermanos y tres
hermanas, una de las cuales murió tempranamente. U n o de sus cuatro hijos, Alexis,
murió a la edad de 3 años en status epilepticus.

A los 17 años ingresó a la escuela de ingenieros militares, en San Petesburgo,


la que abandonó a la edad de 22 años, tras la trágica muerte de su padre. A los 24
años, había publicado su primer libro "Pobres gentes" (1846), una obra que añadía
la dimensión psicológica a la puramente narrativa, en su análisis de los conflictos
del protagonista, observándolos desde su propio interior. E n 1849, su carrera
literaria es interrumpida. Se había unido a un grupo de jóvenes intelectuales que
leían y debatían las teorías de escritores socialistas franceses, librepensadores
románticos contemporáneos, como Puskin, Schiller, Hugo y Sand, prohibidos
por aquél entonces en la Rusia zarista de Nicolás I.

E n sus reuniones secretas se infiltró un informador de la policía y todo el


grupo fue detenido y enviado a la prisión. E n diciembre de 1849, los condujeron
al lugar donde debían ser fusilados pero, en el último momento, se les conmutó la
pena máxima por la de exilio. Dostoiewski fue sentenciado a cuatro años de trabajos
forzados en Siberia y a servir a su país como soldado raso. Allí permanecería por
nueve años.

Si bien existen ciertas inexactitudes, se cree que fue allí, en Omsk, a la edad de
29 años, donde Dostoiewski presentó su primer episodio convulsivo, al menos
del cual existe documentación suficiente, sin perder de vista la opción de que ellos
fueran anteriores pero n o hubieran sido identificados como tales.

Tras su exilio, que acentuó su enfermedad, Dostoiewski abjuró de sus ideas


revolucionarias y las sustituyó por las de la transformación interior del hombre,

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Rodrigo Pardo Turriago

basada en los preceptos del Nuevo Testamento. Sus lecturas, limitadas a la Biblia,
empujaron a rechazar el ateísmo socialista de inspiración occidental.

Tras su servicio obligado en Mongoiia, recibió permiso para regresar a San


Petesburgo, en compañía de una viuda aquejada de tuberculosis, con la que se
casaría. Al volver a esta cuidad, Dostoiewski retoma su actividad de escritor y
publica por entregas Memorias de la casa de los muertos y humillados y ofendidos, en
1861, donde aparecerá como un tema central la redención yel logro de la felicidad
a través del sufrimiento. Como consecuencia de la enfermedad y muerte de su
esposa en 1864 yla de su hermano, caen a la ruina por las deudas financieras.
Escribe, entonces, como parte de pago de un préstamo, la novela Eljugzdor, en
1866, en la que refleja su afición por el juego. Esas mismas deudas lo obligarían a
vivir algunos años fuera del país para escapar de los acreedores. Fueron años de
pobreza pero de gran creatividad: publicó sus grandes obras, entre ellas Crimeny
castigo, en 1866; Los demonios, en 1872, y finalmente, Les hermanos Kararnazov, poco
después de regresar a Rusia.

Cada novela se centra en la exploración de las conflictivas vidas de sus personajes,


de sus motivaciones yde la justificación filosófica de sus existencias. De cada una
de ellas, el autor llevó un cuaderno de notas, que, traducidas a comienzos del siglo
XX, se constituyen en fuente de análisis de sus métodos creativos.

Sus crisis epilépticas se presentarían de manera periódica y regular por el resto


de su vida, hasta su muerte el 28 de enero de 1881, como consecuencia de una
posible tuberculosis.

La epilepsia de Dostoiewski

Muchos y grandes personajes han sufrido de Epilepsia, desde Alejandro Magno


hasta Napoleón, desde Buda hasta Mahoma. La enfermedad de muchos hombres
geniales es, sin embargo, mítica y carece de los detalles suficientes que permitan
establecer un diagnóstico preciso. La epilepsia de Dostoiewski es, entre otras,
la mejor conocida debido a la detallada descripción de las crisis proporcionada
por sus médicos, amigos y parientes y por Dostoiewski mismo, quien las
describió y analizó crudamente, al tipo de crisis particularmente intensas y
frecuentes, con Inicio temprano yhasta la muerte, sin interferir con el desarrollo
de su genio y a la proyección de sus convulsiones en los principales
protagonistas de sus novelas, recreándolas y poniendo en boca de sus
personajes muchas de sus emociones ypercepciones acerca de su enfermedad.

Por años, la hipótesis sobre la enfermedad de Dostoiewski, apoyada en su


propia descripción, en el análisis de las crisis de sus personajes yen el conocimiento
prevalente sobre la epilepsia y sus manifestaciones fue:

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Cerebro, Arte y Creatividad

"Dostoiewski sufría de una epilepsia orgánica debida a una lesión en el lóbulo temporal
con crisis precedidas por un aura extraordinaria, consistente en sentimientos de beatitud
y éxtasis. Estas crisis jugaron un papel fundamental y ejercieron profunda influencia
en su pensamiento, sus emociones ysu trabajo literario"

Como corolario, se pretende explicar el misticismo y panhumanismo de


Dostoiewski como consecuencia de que ..."cada mes de su vida, al inicio de sus
crisis, una extraordinaria aura de éxtasis le abría las puertas del Paraíso"... (Gastaut,
1977).

Tal sería el argumento de una histórica conferencia que pronunciara T.


Alajouanine en Londres, el 4 de Mayo de 1962, durante una reunión conjunta de
la Sociedad Neurológica de Francia y la Real Sociedad de Medicina (Alajouanine,
1963).

Las fuentes en que se basa el diagnóstico sobre el tipo de epilepsia que padecía
Dostoiewski provienen de las canas que el mismo escritor dirigiera a su hermano
Mguel, a su esposa y a algunos de sus amigos. Dostoiewski, meticuloso en sus
anotaciones yen su método de trabajo, registraría en sus diarios las fechas de cada
crisis a partir de 1860, con una descripción detallada de las mismas, en especial de
las reacciones que seguían a los episodios. Alajouanine da especial crédito a la
descripción de Sofía Kovalewski, que incluye el aura que precedía el ataque en
palabras del mismo Dostoiewski. Esta descripción será transcrita por el príncipe
Mchkine, figura principal de El Idiota.

En cuanto al inicio de la enfermedad, la mayoría de sus biógrafos admite que


ésta se presentó a los siete años de edad, con relación a un suceso particularmente
perturbador que ocurrió en la vida de sus padres, como lo menciona Oreste
Miiler sin hacer mayor referencia a dicho episodio. Sin embargo, parece ser que el
mismo escritor le confió a su primera esposa, Sofía, que fue al final de su exilio,
el mismo que transformaría su vida, cuando se presentó el primer ataque.

Alajounine acepta que la diferencia puede explicarse por la baja frecuencia de


episodios que experimentó Dostoiewski antes de los 28 años. Como se ha
mencionado, es posible recoger, con base en sus diarios, las anotaciones de sus
crisis a partir de 1860 y registrar el aumento de frecuencia de manera notoria tras
su regreso de prisión en Siberia, para presentarse cada tres semanas, sin perjuicio
que las crisis se sucedieran en episodios repetidos.

Para Alajouanine, las crisis de Dostoiewski eran de varios tipos, incluyendo


ataques de grand mal. Estas últimas han sido descritas por su segunda esposa, Ana
Grigorevna, y s u amigo Stakhof. En una carta dirigida a su hermano Miguel, en
1865, Dostoiewski escribió: "tengo todo tipo de crisis". Resulta evidente que a
partir de la propia descripción puede concluirse que Dostoiewski presentaba

144
Rodrigo Pardo Turriago

manifestaciones de confusión postictal con automatismos, similares a aquellos


que aparecen en los personajes de E l Idiota y Los Demonios.
En mayo de 1870, escribiría en sus notas: "Una vez recuperada la conciencia,
pasó un buen tiempo antes que mi cabeza se aclarara y recuerdo que iba y venía
por el hotel, contándole a quien fuera sobre el ataque que acababa de sufrir".
Alajouanine en su trabajo recupera otras anotaciones del escritor, según las cuales,
"pasaba mucho tiempo antes de poder volver a conversar".

Sin embargo, para Alajouanine, el punto más importante lo constituye la peculiar


aura afectiva que precedía las crisis, aura que ha sido incorporada a la literatura
sobre la epilepsia, y que aún se recuerda en los nuevos textos sobre el tema, a
pesar de las nuevas clasificaciones yconceptos controvertidos en años posteriores.

Se atribuye a Sofía Kovalewski la descripción de aquello que Dostoiewski le


relataría como su primera crisis, mientras conversaba con un amigo sobre Dios,
tema recurrente para los rusos de la época:

"El aire se fue llenando de un gran ruido mientras yo trataba de moverme.


Sentí que el cielo descendía hacia la tierra y me tragaba. En verdad toqué a Dios.
El vino hacia mí. Grité ¡Dios existe! Y no recuerdo nada más. Todos ustedes,
personas sanas no alcanzan a Imaginar la felicidad que sentimos los epilépticos en
el preciso instante que precede el ataque... Ignoro si esta felicidad dura segundos,
horas o meses, pero créanme, no cambiaría esta felicidad por ninguna otra".

Si bien para Alajouanine esta aura de éxtasis constituye el elemento más


importante en la experiencia epiléptica de Dostoiewski, se reconoce la depresión
en que solía caer el escritor tras sus episodios, como se deduce de su
correspondencia llena de lamentos.

El príncipe Muichkine en El Idiota recrea esta sensación. Pero en este personaje,


tienen lugar episodios de pensamiento forzado, automatismos pre ypostictales y
posiblemente lo que hoy conocemos como estado epiléptico no convulsivo.

Alajouanine afirma haber tenido la oportunidad de observar varios casos


similares y llama la atención sobre uno de sus pacientes informaba sobre sus
ataques en términos muy similares a aquellos utilizados por los personajes de
Dostoiewski. Menciona, así mismo, cómo, en este caso, el electroencefalograma
reveló puntas y ondas en ambos lóbulos temporales.

A través de sus notas, Alajouanine concluye que la epilepsia de Dostoiewski


tuvo una influencia cierta y decisiva en sus conceptos y que cambió su ética ysu
filosofía. Es claro que Dostoiewski estaba imbuido del problema de la existencia
de Dios. Para el autor francés, su epilepsia creó en Dostoiewski un "hombre

145
Cerebro, Arte y Creatividad

doble": el racionalista yel místico, dualidad de la cual .el último elemento parece
prevalecer más y más.

Unos años después, otro investigador francés en el área de la Epilepsia y


autoridad reconocida en la materia, propondría una alternativa de explicación
para aproximarse al cuadro clínico del escritor ruso. Henri Gastaut, quien
Iniclalmente había coincidido con Alajouanine, elaboraría a partir del estudio
sistemático de la literatura disponible sobre las auras y material biográfico
previamente no disponible, una hipótesis alternativa que presentaría en la
conferencia en honor a William G. Lennox, en 1977.

Para Gastaut, Dostoiewski sufría de una epilepsia idiopática, no asociada con


patología orgánica, bajo la forma de una epilepsia primaria generalizada. Sus crisis
de grand mal carecían de tal aura de éxtasis, pero en raras ocasiones estaban
precedidas por leves alteraciones de la conciencia, modificadas por el exquisito
gusto o sensibilidad del artista y que dieron pie a que sus médicos inventaran el
concepto de aura de éxtasis, que jamás han visto en sus pacientes. Como corolario
de lo anterior, Gastaut afirma que el genio de Dostoiewski era innato yse desarrolló
a pesar de su condición de epiléptico y no como consecuencia de su enfermedad.
Como se ve, tanto la premisa como la conclusión difieren en los dos autores
franceses.

En 1954, Wilder Penfield y Herbert Jasper publicarían un texto clásico: La


Epilepsia y la Arutonia Funcional del Cerebro Humano, en el cual se ocuparían de
todos los aspectos teóricos, clínicos, quirúrgicos yexperimentales sobre la Epilepsia,
yse recogerían todos los conocimientos modernos sobre el tema, muchos de los
cuales mantienen su vigencia casi cincuenta años después. En este texto, Penfield
se ocupa de los diversos tipos de auras y dedica un capítulo especial a las Crisis
Psíquicas.2
Una descarga epiléptica en ciertas áreas del cortex puede producir un fenómeno síquico
positivo tal como en otras áreas produce fenómenos motores o sensitivos. En las
crisis síquicas la primera manifestación es algún cambio en la esfera mental. Es un
estado psíquico positivo en el sentido que algo se retiene en la conciencia y alguna
memoria de la experiencia mental continúa hacia el periodo postictal. Las crisis
psíquicas incluyen ilusiones, emociones, alucinaciones psíquicas ypensamiento forzado.
Las alucinaciones psíquicas ylas ilusiones son formas diferentes de lo que Hughlings
Jackson llamó estadios de ensoñación. Durante este estadio, el paciente puede tener
conciencia de una diferencia repentina en su propia interpretación de su ambiente.
J ^ Í puede pensar que todo esto ocurrió antes, o que su relación con las cosas a su
alrededor se alteró. Estas interpretaciones alteradas son las ilusiones. Por otra parte,
en su mente pueden aparecer sueños de eventos, personas o escenas. Estas son las
alucinaciones.

146
Rodrigo Pardo Turriago

Dentro de las ilusiones, Penfield menciona la Ilusión de lejanía. El paciente se


siente lejos, remoto, removido de su cuerpo ysu ambiente. Es una sensación de
"adiós", de "estar en otro mundo". Siente como si él mismo estuviese muy lejos
y sin embargo continúa teniendo conciencia del presente. Parecería verse a él
mismo y saber lo que está pasando a su cuerpo, como si fuese un segundo
observador. Este tipo de ilusión se asocia con una sensación de miedo, tristeza y
soledad. Este sentimiento puede clasificarse como una ilusión de emoción.
El Dr. L.S. Kubie ha sugerido que sería más descriptivo utilizar el término
sensación ilusoria mejor que el de ilusión y en consecuencia estas emociones
serían sensaciones ilusorias de miedo, tristeza y soledad, y no ilusiones. Estas
emociones se presentan sin una causa adecuada. Pueden considerarse el resultado
de una falsa interpretación de la relación del individuo con su ambiente y pueden
compararse a las ilusiones visuales o a las ilusiones de lejanía.
En opinión de H Jackson, en muchas de estas experiencias puede existir un
desdoblamiento de la conciencia (expresión que le fue sugerida a él por un paciente).
En verdad, en la mayoría de las crisis psíquicas ocurre un desdoblamiento de la
conciencia, con alucinaciones o ilusiones. Jackson se referiría a este fenómeno
con el término "diplopia mental".

En su discusión sobre las emociones como fenómeno ictal, Penfield destaca el


temor como el acompañante más frecuente de las ilusiones.

"Estas emociones ictales que el paciente describe como miedo, temor, pánico,
tristeza, soledad se asocian con los siguientes fenómenos: una ilusión de
interpretación o Introspección con sensaciones que dependen del sistema sensorial
secundario... La emoción ictal se produce como una experiencia diferente yes la
consecuencia de una descarga cortical localizada".

Y en el mismo sentido: "Esta discusión nos permite considerar otro tipo de


emoción tal como rabia, gozo, placer, excitación sexual. En nuestra experiencia,
ni las descargas epilépticas localizadas, ni la estimulación eléctrica es capaz de
despenar tales emociones. Nos sentimos tentados a creer que no hay mecanismos
corticales específicos asociados con estas emociones. Pero la carencia de evidencia
no prueba nada".

La palabra "aura" del griego significa airecillo y pudo ser empleada por primera
vez por Pelops, maestro de Galeno (130-210 a.C). El ténriino fue introducido en
la terminología médica por un paciente, quien describió a Galeno sus síntomas
"como un airecillo". Debe recordarse que por aquella época predominaba en el
pensamiento médico la teoría de los humores y esta descripción permitía afirmar
que "un vapor o sustancia neumática" que corría desde las extremidades hacia la
cabeza, causaba ciertas formas de epilepsia.

147
Cerebro, Arte y Creatividad

Hacia el final del siglo XVIII e inicios del XIX, el concepto de aura se había
ampliado para incluir todos los fenómenos que anticiparan crisis, ya fueran
motores, sensitivos o psíquicos. En 1860, Falret utilizó el término "aura intelectual"
para describir las complejas experiencias mentales que precedían por unos minutos
el ataque epiléptico y constituían una especie de primer síntoma y que
correspondería al estado de ensoñación de Hughlings Jackson, quien fue el primero
en reconocer el valor localizador de las auras.

Para Gastaut, la sintomatología del aura de éxtasis, como parte de los fenómenos
atribuibles a la epilepsia del lóbulo temporal tan sólo pueden explicarse como
producto de la prodigiosa y brillante mente del escritor ruso. Gastaut afirma que
Dostoiewski sufrió ataques generalizados de grand mal, como el mismo escritor y
sus amigos los describen y que la mayoría de ellos ocurría durante el sueño. En su
interpretación, es indudable que las crisis de Dostoiewski se acompañaban de
automatismos psicomotores, psicosensoriales o puramente psíquicos, similares a
los automatismos que se presentan en las crisis del lóbulo temporal, pero en su
opinión ocurrían posteriormente a la crisis, esto es en el periodo postictal.
Dostoiewski da cuenta de estos episodios de confusión postictal, y los traslada a
sus novelas. Resulta claro que las descripciones de su esposa y s u amigo, son
posteriores a la publicación de Elidióla, y pudieron estar Influenciadas por la
novela.

A favor de su hipótesis, Gastaut hace referencia a los antecedentes familiares,


frecuentes en la epilepsia primaria generalizada, la ausencia de signos sugestivos
de daño cerebral focal o de cambios psicológicos tan frecuentes en la epilepsia
del lóbulo temporal, como las alucinaciones de tipo paranoide. A favor de las
crisis generalizadas, estaría también su presentación predominantemente nocturna
y durante el sueño yel hecho que algunos episodios, especialmente aquellos que
se presentaban en la mañana, estaban precedidos de sacudidas, hoy conocidos
como rnicdonus bilateral precedentes de las crisis generalizadas, o haciendo parte
de las mismas.

Gastaut conocía bastante bien la doctrina de Penfield yjasper relativa a los


tipos de crisis que constituían el complejo de las crisis generalizadas primarias,
que incluían un tipo especial que ellos llamaron "crisis de pequeño mal-gran
mal", consistente en una crisis de gran mal precedida por rmodonus por varios
segundos o por una ausencia de pequeño mal. Para Gastaut, es este el tipo de
crisis de Dostoiewski, a pesar de que no tenía crisis aisladas de pequeño mal. Sin
embargo, en apoyo a su tesis, menciona escasas ausencias como podría interpretarse
a partir de la descripción de Sirakhov: ..."Lo que decía estaba lleno de una elevada
espiritualidad y gozo... de repente, se detuvo por un instante, como si estuviese
buscando la palabra correcta, con su boca ya abierta ... y de repente emitió un
extraño grito y cayó inconsciente".

148
Rodrigo Pardo Turriago

¿Cómo explicar entonces la famosa aura de éxtasis? Para Gastaut, la respuesta


debe buscarse en la genialidad del artista, en la creativa imaginación del genio. El
éxtasis sería una recreación de los breves instantes de confusión que seguían las
crisis o en aquellas pequeñas alteraciones de conciencia que precedían la sacudida
convulsiva.

Gastaut lo afirma de la siguiente manera: "Estoyconvencido de que el peculiar


estado de conciencia que Dostoiewski describió en el inicio de las crisis del príncipe
Myshkin yen algunos desús propios ataques,es decirla pretendida aura de éxtasis,
es en realidad la expresión poética y mística de su arraigada aspiración por un
mundo en armonía y amor, por una teocracia fundamentada en el ideal de Cristo
ypor el paraíso terreno que describe en sus novelas. Debo agregar que Dostoiewski
creía firmemente en la realidad de las experiencias que describía y era totalmente
honesto en la construcción mitológica de su inconsciente".

En su extensa disertación, Gastaut recorre la historia del concepto de aura


tomando como punto de partida la recopilación del tema en el texto clásico de
Herpin de 1852, texto que seguramente fue de conocimiento de Dostoiewski y
de la descripción en 1854 de 183 episodios de aura en 264 enfermos de epilepsia.
Pero sería Hammond, veinte años después, quien llamaría la atención sobre los
síntomas psicosensoriales, sin mencionar síntomas psicoafectivos.

La categorización de las auras puramente psíquicas se debe a H Jackson, en el


último cuarto del siglo XIX, quien propuso que ellas podían dividirse entre las
intelectuales y las emocionales. Al grupo de auras intelectuales, Jackson (1958) las
denominaría genéricamente "estados de ensoñación", incluyendo dentro de las
mismas la sensación de un falso recuerdo que da la impresión de ya haber visto
(equivalente al déja-iu de los franceses) u oído (déja-entendu) sucesos en curso, con
la sensación de haber sido previamente experimentados, o su fenómeno inverso
por completo, así como el pensamiento forzado que obliga al paciente a concentrar
su atención en un pensamiento que con frecuencia el paciente no logra identificar
posteriormente, y su correspondiente contrario. En el grupo de las auras
emocionales, la tipología se limita a la sensación de miedo, a la que Jackson se
refiriera en 1887, de la siguiente manera:

"Por la emoción de miedo, no me refiero a miedo de sufrir un ataque, sino


miedo que surge del interior. Se trata de un muy complejo estado psíquico que no
aparece como consecuencia de una descarga súbita, sino por leves descargas de
un complicado arreglo neuronal que representa partes orgánicas que tienen que
ver con el manejo del temor..."

Gastaut afirma cómo para finales del siglo XIX tan sólo se conocían auras de
tipo emocional bajo la forma de sensaciones no placenteras, como aprehensión,

149
Cerebro, Arte y Creatividad

temor y angustia. Resulta por lo tanto difícil explicar cómo los más grandes
tratadistas sobre epilepsia, quienes habían dedicado gran esfuerzo y espacio para
ocuparse de los fenómenos psicosensoriales asociados a las crisis convulsivas,
hubieran pasado por alto un fenómeno tan particularmente llamativo como la
sensación placentera de éxtasis.

La situación no parece ser distinta para los investigadores en la primera mitad


del siglo XX, y si bien el aura de éxtasis de Dostoiewski aparece en la literatura
europea desde 1903 y 1906 con los trabajos de Loygue ySegalov, como lo recuerda
Gastaut, hacia 1948 Pauly escribió: "...Este tipo de aura es muy peculiar. Una
búsqueda a través de los tratados clásicos de neurología ha sido en vano, pues no
hemos encontrado un caso similar" (Gastaut, 1948).

Los textos modernos de fin del siglo XX se ocupan también de las auras
emocionales y privilegian el temor como la sensación más frecuente:

"El temor oscila entre la ansiedad leve yun intenso terror. En algunos pacientes
el temor recuerda una experiencia de la vida real o puede asociarse con una
alucinación psíquica no placentera. El placer es una aura infrecuente. No ha sido
posible desencadenar sensaciones placenteras mediante estimulación eléctrica en
la vecindad de las lesiones epileptogénicas, por ello carecen de valor de
localización.". Como se nota, los modernos no superan las clásicas observaciones
de Penfield yjasper.

La epilepsia del lóbulo temporal como la conocemos hoy, previamente


denominada epilepsia psicomotora, tiene una interesante historia en la primera
mitad del siglo XX hasta ser completamente aceptada gracias a los trabajos de los
esposos Gibbs y a la contribución del grupo de Montreal con Jas per yKershmann.
La relación entre la epilepsia del lóbulo temporal, aceptada como una entidad
propia y las auras emocionales es responsabilidad, entre otros, del propio Gastaut,
quien, en sus trabajos experimentales y clínicos destaca nuevamente el temor y la
angustia como los fenómenos predominantes. Sin embargo, ia obra de Dostoiewski
ysus coloridas descripciones ejercerían una influencia indudable en abrir la opción
alternativa, de placer y éxtasis, influencia que pervive.

Con cierta ironía Gastaut justifica la existencia del aura de éxtasis en la literatura
como una necesidad teórica para completar las tipologías "dípticas". Al déja-iu se
opone el jarmis-iu; al pensamiento forzado, las ideas elusivas, y entonces, a las
emociones de terror, aquellas de placer.

Cerca de ciento cincuenta años después aún despiertan gran interés los
enigmáticos personajes de Myshkin, Kirilov, y Smediakov, yel genio de Dostoiewski
introduce una perspectiva diferente a la fenomenología de las crisis convulsivas,

150
Rodrigo Pardo Turriago

motivando disputas interrninables y conceptos que, no por controvertidos, la


literatura especializada aún se niega a retirar por completo de sus páginas. Como
lo afirma Gastaut, la gran contribución de Dostoiewski ysu obra en el campo de
la epilepsia ha sido redimir a cientos de enfermos del estigma de la torpeza mental
con la cual de manera frecuente se les quiere asociar irremediablemente.

Las clasificaciones modernas de las crisis convulsivas y de los Síndromes


epilépticos representan en tal sentido un avance importante en la medida en que
distinguen las epilepsias primarias de aquellas secundarias o lesiones, con mayor
probabilidad de expresarse por defectos neurológicos focales y repercusión
funcional, motora, sensitiva o intelectual.

Los argumentos expuestos por Gastaut parecen contundentes, si se tiene en


cuenta en el caso de Dostoiewski la edad de inicio de sus crisis, los antecedentes
familiares, el patrón de nresentación, su carácter predominantemente nocturno,
la suficiencia permanente de su genio que le permitió escribir las últimas notas de
su último libro L a Hermanos Kararmzov, pocos días antes de su muerte, así como
su interés permanente por temas tan disímiles como el juego y el misticismo.
Quizá antes que ceder a la fascinación de tan peculiar tipo de sensación, debemos
aceptar las razones expuestas, no sin algo de resistencia. Es indudable que la
influencia de Dostoiewski se extiende no sólo en el campo de la creación literaria
que lo ubica cómo uno de los grandes novelistas de todos los tiempos, sino más
allá en el complejo campo del cerebro, el arte y la creatividad, lanzando como
buen jugador acertijos de difícil solución.

A manera de contraste, quiero ofrecer a ustedes la descripción de uno de estos


fenómenos psicosensoriales hecha por una mujer de 26 años, en días pasados,
quien al presentarse a la consulta, dice:1
Eran como las seis y treinta y hasta ese momento estaba muy bien y no sentía nada
raro. De repente me dio algo que es muy difícil de explicar. Fue un mareo en el que
sentí como si me fuera a caer, como si me sacaran del cuerpo y viera por segundos las
cosas desde afuera. También fue una sensación como si ya hubiera vivido esa situación
y algo me fuera a pasar. Lo primero que hice fue salir muy rápido del lugar donde
estaba y dejar las cosas botadas. No me acuerdo muy bien como salí del lugar, solo sé
que pedí ayuda a mi mamá y salimos del sitio, pero esos segundos después de la
primera sensación y la salida del almacén no los recuerdo. Ya fuera, estaba un poco
nerviosa pero comencé a recuperarme. Salí a tomar aire y ya. me sentí bien. Entonces,
pensé que no me podía dejar llevar por eso y decidí volver al almacén. En ese momento,
me comenzó un dolor de cabeza y sentí una sensación rara en la boca, como un sabor
a betún. Pasaron unos veinte minutos en los cuales entré a otro sitio y no pasó nada.
Estuve bien todo el tiempo. Al volver al primer almacén volví a sentir lo mismo que

1
La transcripción es escrita por la propia paciente, quien autorizó utilizar el material que se presenta.

151
Cerebro, Arte y Creatividad

la primera vez, pero creo que duró un poco más. Nuevamente sentí un mareo fuerte,
como si me sacaran del cuerpo y con la misma sensación de haber vivido la situación
y algo fuera a pasar. Recuerdo que dejé las cosas en la caja y salí muy rápido, pero no
recuerdo que pasó después. Salí del sitio y pedí ayuda. Me recuperé nuevamente, pero
con dolor de cabeza y nervios. Al llegar a mi casa, me acosté en mi cama y reapareció
la sensación. Esta vez, no me ubiqué en mi cuarto por unos segundos. Vi como los
muebles, la ventana y todo cambiaba de lugar. Las otras sensaciones también las sentí.

A partir de su relato, es más probable que esta paciente haya leído a Penfield
que a Dostoiewski, y como obliga nuestro oficio, por tratarse de una mujer de 26
años, con este tipo de relato, aún en ausencia de ningún defecto en su examen, se
procedió a practicar los estudios que demostraron la presencia de una lesión
quística en el uncus del h i p o c a m p o , en vecindad de la amígdala, que fue
exitosamente resecada. Se pone de relieve la agudeza crítica de Jackson quien
hubiera resuelto este caso con el mismo éxito algo más de cien años atrás o
ciertamente Penfield a mediados del siglo. 2

Bibliografía

Alajouanine. Dataeuski's EpilepsyBrain 1963, 86: págs. 209-218.


Clasificación clínica y electroencefalográfica de las Crisis epilépticas. Epilepsia, 1981; 22:
págs. 489-501.
Dostoevski. FM. L a Dementa (traducción de Luis Abollado), Editorial Bruguera, Barcelona
1980. Diálogo entre Shatov y Kirilov. Capítulo V. La Viajera.
Gastaut, H. Fyodor Mikhailovitch Dostoevski's involuntary contribution to the
symptomatology and prognosis of epilepsy. Epilepsia, 1977; 19: págs. 186-201.
Jackson HJ. Selected Writings cfjohn Huglings Jackson. Vol 2. J. Taylor (Ed). Basic Books.
New York 1958.
Penfield, W. Psychical Seizures, en Penfield W y Jasper H Epilepsy and the Functional
A natamy ofthe Human Brain Little, Brown and C. Boston, 1954, Capítulo XI.
Gastaut.PaulyR L'épilepsie de Dostoievski. J. Med Bordeaux 1948; 125: págs. 337-345.
So Norman. Epileptic Auras en Wyllie E. Epilepsy Treatment Pnnaples and Practice. Ch.XXV.
Lea Asoc. Feibeger, 1993, Malbem, Penn.

:
Quiero agradecer a Adriana Gámez, quien recuperó los originales de Gastaut y Alajouanine, así como
al Profesor Ignacio Vergara, quien me facilitó la obra de Penfield yjasper. Así mismo a nuestra incógnita
paciente, quien animó reescribir este trabajo.

152
Cerebro, A r t e y Creatividad

Esbozo de un poeta
colombiano Raúl: Gómez
Jattin, 1945-1997
Comentarios sobre la
enfermedad bipolar
Eugenia Guzmán Cervantes

E l título original del presente trabajo: "Psicopatología en la Literatura y


la Poesía", impondría una voluminosa y dispersa empresa de
investigación crítica acerca de las limitaciones inherentes a hacer
inferencias sobre la normalidad o anormalidad psicológica de los escritores que
se califican como «exitosos» yde los cuales se disponen de diagnósticos directos
relaúvanmte confiables. Se enfatiza la palabra relativamente por la naturaleza movediza
y cambiante que caracteriza la psiquiatría del siglo XX en sus intentos por
convertirse en una auténtica ciencia.

Establecer una psicopatología en la literatura implica aventurar diagnósticos a


distancia, basados en fuentes indirectas, a menudo no muy confiables yen historias
clínicas a veces incompletas ydispersas que, si bien no excluye el tratamiento del
tema, obliga a una extrema precaución en su abordaje. El tema también daría para
emprender estudios psicopatológicos de los personajes famosos de la obra literaria,
cosa que se ha hecho por expertos en letras yen psicología y a la cual son muy
dados los psicoanalistas, pero si de personajes ficticios se tratara, no se terminaría
nunca. También resultaría interesante realizar un estudio de la psicopatología del
lector y de los censores de la época del lector, cosa que se encuentra en la frontera
de la sociología yla historia de los medios de comunicación.

Tema pues, el del título, por demás dificil de tratar, lo que hace fácil caer en la,
trampa de psicopatologizarlas formas literarias o poéticas, los personajes creados
Cerebro, Arte y Creatividad

por ellos y las vidas mismas de los escritores, facilidad que aprovecharon
prestamente y en forma bien importante el romanticismo con su manía de las
enfermedades yde la languidez y, posteriormente, el psicoanálisis que comenzó el
siglo como un eco neoromántico y prácticamente se terminó con el siglo.

Por las anteriores razones se decidió limitar el tema a un esbozo de la vida y


obra del poeta Raúl Gómez Jattin con unos breves comentarios acerca de la
relación entre trastornos afectivos cíclicos y creatividad.
Al estudiar cualquiera de las clasificaciones contemporáneas de «trastornos
mentales» (DSM-IV o QE-10) es aparente que dentro de ellos se distinguen
claramente el grupo de las «psicosis» no inducidas por medicamentos, ingesta de
sustancias legales o ilegales, daño neurológico o condiciones metabólicas o tóxicas.
Tales psicosis hacen referencia al grupo de la esquizofrenia y otros trastornos
psicóticos relacionados (vgr. paranoia, episodios psicóticos cortos y otros no
clasificados) yal de los trastornos del afecto, concretamente, la enfermedad bipolar
o psicosis maníaco-depresiva, los estados mixtos yla depresión mayor y constituyen
lo que popularmente se conoce yse ha conocido como la locura. En el otro gran
grupo de tipologías se encuentra un conjunto abigarrado y disperso de condiciones
mentales, unas de claro y conocido origen médico, otras de origen desconocido
pero con algunos correlatos biológicos en estudio (como una relativa buena
respuesta a ciertos medicamentos o algún peso genético) y otros que son
secundarios a diversas condiciones claramente situacionales y que compartimos
todos los humanos. En este conglomerado se hallan los trastornos de ansiedad o
«ex-neurosis» que, en mayor o menor grado nos son viejos conocidos personales.

Las personas que engrosan las estadísticas a partir de las cuales se elaboran las
tipologías del segundo grupo, probablemente compartirán una cuota «mayor» de
su condición humana: ansiedad, divenas expresiones del miedo ancestral a morir
(hipocondría, trastornos somatoformos, trastornos conversivos), obsesiones y
compulsiones; podrán dormir mal, como Quevedo yel Enrique IV de Shakespeare,
podrán tener más o menos definidas ciertas preferencias sexuales o de género,
todo lo cual forma pane del enjambre social que conformamos. Puede que se
alivien con fármacos, pero muchas de ellas, como el miedo, la ansiedad, el insomnio,
el desear trascender, el afán de poder descontrolado hasta el crimen, como en los
señores Macbeth y muchos otros (¿cómo se llamará dicha «condición» en
psiquiatría?¿Inadecuado control de impulsos?), no dejan ser irremediablemente
humanas y comunes en mayor o menor grado a la gran mayoría de adultos y,
desgraciadamente, de niños también.

En cambio las enfermedades bipolares -y en particular la esquizofrenia- no


son compartidas por la gran mayoría de humanos. Digo en particular la
esquizofrenia porque los criterios de definición que deben estar presentes para

154
Eugenia Guzmán Cervantes

que se rubrique a la persona con tal diagnóstico apartan en buena medida al


individuo del común de las personas. Tales criterios, se recuerda, son dos o más
de los siguientes durante al menos un mes sin tratamiento: delusiones, alucinaciones,
lenguaje incoherente, comportamiento burdamente desorganizado o catatónico,
además de síntomas negativos como son el afecto plano, la alogia, la avolición yel
deterioro progresivo que acaba con la persona de la víctima mucho antes de que
le llegue la muerte.

Respecto de los trastornos bipolares, de su biología se sabe que por ser de


transmisión multigénica, varios de los cuales probablemente en el cromosoma X,
se da con el doble de probabilidad en mujeres que en hombres; se sabe también
que la bipolar I (episodios de depresión con, al menos dos de manía) se asocia
familiarmente con parientes que sufren de bipolar I yde bipolar II (episodios de
depresión con, al menos uno de hipomanía) así como de depresión mayor y de
todos los trastornos de ansiedad. Por su parte, ia bipolar II se asocia familiarmente
con la bipolar II (con ciclos muy rápidos) y con depresión pero no se asocia con
eje 2 (trastornos de personalidad) o con ninguna de las condiciones agrupadas
bajo el «espectro esquizofrénico». Las formas mixtas de bipolar se asocian con
los tipos I y II y, a partir de éstos, son fácilmente inducidos por cocaína la cual
propicia los ciclos rápidos yfavorece su instalación en forma más o menos crónica.
Estos trastornos responden bien hacia el cuarto o quinto día al carbonato de litio
que remeda el canal iónico de sodio, el cual a su vez regula los segundos mensajeros
y enlentece transmisión. Sin embargo, el litio es peligroso, hepatotóxico,
nefrotóxico, facilita el hipotiroidismo, aumenta el apetito yel peso, daña la piel y
disminuye la producción mental yla creatividad; suficiente todo para enloquecer
a un artista. Pierde eficiencia con la interrupción lo cual dificulta al extremo
sensibilizar de nuevo los receptores. También se tratan las condiciones afectivas
con Divalproato que, al contrario del Litio, resiste mejor su interrupción.

Si bien, los trastornos del afecto cumplen incluso más que la esquizofrenia con
las características médicas de «enfermedad» como son un sustrato genético, un
curso determinado, una respuesta muy específica a ciertos medicamentos y se
encuentran afectados en menor medida por los estresores ambientales, no nos
resultan en cambio tan extraños en el sentido de que la inmensa mayoría de
personas conocemos la tristeza, a veces la depresión, la euforia, la cólera, la
irritabilidad y los «ánimos caldeados» en algún sentido positivo o negativo.

Se recuerdan así mismo las características del episodio mixto que a grandes
rasgos se define por cambios rápidos de humor, irritación, euforia, tristeza,
agitación, todas ellas simultáneas o con rápida altemanci;, insomnio, inadecuada
regulación de apetito, delirio, alucinaciones, pensamiento suicida exacerbado o

155
Cerebro, Arte y Creatividad

expandido, junto con un lancinante sufrimiento. Una especie de euforia del dolor
como lo refleja Raúl Gómez Jattin en el siguiente escrito:
Mariposa
Estoy prisionero /en una cárcel de salud / y me encuentro no marchito /
Me encuentro alegre/ como una mariposa / acabada de nacer / «¡Oh, quién
fuera hipsipila/ que dejó la crisálida!»

Vuelo hacia la muerte


{El esplendor de la mariposa (1995), poema escrito en una casa de salud)

En la edad de mayor desarrollo de las ciencias neurológicas y del


comportamiento no podría faltar la contraparte que es el enorme desarrollo del
sustrato del cual este conocimiento vive, o sea, de la psicopatología. Y aquí debe
dividirse, como ya se dijo, lo que es inherente a la condición humana y lo que
justamente por no ser inherente a dicha condición, excluye a la persona de la
sociedad en el sentido de que deja de compartir sus metas, sus definiciones ysus
relaciones: El loco o, modernamente, el psicótico.

Respecto de la contribución ambiental en la «anormalidad» de muchos escritores,


tal vez es en el Renacimiento cuando se exacerban las presiones sociales de
admiración colectiva, de adulación, de continuo escrutinio al «artista» que por
fuerza hacen que su comportamiento se «desvíe» de la norma, para no hablar del
escrutinio, adulación y presión de los medios de comunicación a partir del siglo
XIX. En esto, debe tenerse en cuenta tanto la personalidad como la respuesta a
dichas presiones. Tal el caso del histrionismo de Dalí, de la autocomplacencia de
Víctor Hugo, quien al describir su año de nacimiento en 1802, modestamente
declaraba «ce siécle avait deux ans», de las conductas adictivas y hábitos
desordenados de los poetas malditos y pintores de fin de siglo en Francia que,
pienso, no pueden tomarse aisladamente sin un contexto de presión social como
sería hoy difícil pensar en un cantante de rock o cualquier estrella de cine,
particularmente de Hollywood, aislado de las presiones propias de su grupo yde
la propaganda.

También debe recordarse que las conductas y las expresiones de bienestar o


malestar se hallan asimismo bajo fuerte influencia del ambiente histórico y ello
más aún en sociedades altamente diferenciadas en sus comportamientos de clase.
Lo que era permisible y aceptable en el rico, poderoso, bello y genial Goethe y
sus excesos de melancolía, yde actividad, o la euforia agresiva y los arrebatos del
joven Byron, no eran aceptables en un pequeño burgués como Balzac o en una
señora como Teresa de la Parra. Cierto que lo anterior no descarta que existieran
y existan genios creadores con francos trastornos del comportamiento o, incluso,

156
Eugenia Guzmán Cervantes

con severas formas de psicosis, usualmente maníaco-depresivas o depresivas.


Virginia Woolf, Alfonsina Storni, probablemente el mismo Lord Byron,
Hemingway, Ibsen, Strindberg... Siempre más hombres que mujeres a pesar de la
relación del doble de mujeres a hombres para psicosis bipolar y para depresión.
Pero debe considerarse que por razones, de sobra conocidas, no es sino hasta
bien entrado el siglo XX cuando grandes números de mujeres se ponen a escribir
como modo de vida.

Surge pues la discusión de qué es «psicopatología». Puede entenderse como


comportamientos y pensamientos excéntricos y, por ende, propios de personas
«excéntricas» o el que se apartan del centro o de la norma y que definirían, entre
otros, al artista, científico a al hombre de negocios exitoso, que básicamente, por
su genialidad, son excéntricos. O psicopatología como «locura», como un modo
de vigilia en la que los sueños son una realidad para el individuo y, al igual que en
los sueños, no se percata que está soñando, que lo que oye no existe yque lo que
piensa no es un producto terminado, como lo es el pensamiento en vigilia (por
más laxo y famas ios o que se crea).

En el primer sentido, tanta es la variedad de genios literarios u otros, como la


variedad de excentricidades, es decir de tipos de ajuste idiosincráticos a cada época
y cada individuo. Sin contar con que cada genio tiene su propio «empaque» de
personalidad, fruto de sus genes controladores de comportamientos y aprendizajes
emocionales ysociales, de su terminado bioquímico, de su ambiente intrauterino
yde sus relaciones y aprendizajes tempranos y tardíos.

Independientemente de la personalidad del escritor, se plantea el problema de


que quien dice qué es bueno o no es en general quien lo publica, es decir, los
horrorosos editores que le daban insomnio a Balzac ya muchos más como él. El
editor, a su vez, se basa para su negocio en un fino olfato de lo que gusta a la
comunidad más o menos próxima a la vida del escritor o poco posterior a su
muerte. Así, en la mayoría de los casos, la obra literaria perdura si comparte con
su grupo social una misma visión del lenguaje y un mensaje explícito o implícito
de lo estético, del mundo y de su futuro. Evidentemente, el que una obra se
publique no es de por sí signo de su calidad, pero si no se publica, por importante
que ella sea, definitivamente se perderá; en cambio, si se publica, como sucede
hoy cuando existe un gusto aberrante hacia la basura, se deforestarán algo los
bosques de Finlandia y Suecia, pero, a la larga, unas pocas obras pasarán a la
historia y las mayoría irán a donde deben ir, es decir, a los basureros o a las
recicladoras de papel.

Lingüística y cognoscitivamente, los fundamentos de la poesía radican en la


posibilidad de codificar mensajes por referencia indirecta y en el empleo de
metáforas comparables a las alegorías de la pintura y en las que se encuentra el

157
Cerebro, Arte y Creatividad

placer del descubrimiento activo tanto para el autor como para el lector. En su
lectura y procesamiento interviene el acervo lingüístico, cultural y mnésico personal,
así como la sensibilidad emocional del lector, requiriendo de esta manera de un
acto eminentemente personal y «creativo», además, de ser privado. Actividad bien
diferente de la requerida para mirar una película u oír versos, música o prosa
«editados» con efectos audiovisuales, casos en los cuales no se da cabida a la
creación de imágenes propias.

Sin embargo, la metáfora sola no es garantía de que «guste» a los demás, siendo
uno de sus requisitos el de un pensamiento tangencial y de un uso del lenguaje
laxo, con asociaciones no ajenas a ciertas expresiones esquizofrénicas pero que, a
diferencia de estas últimas, son compartidas y altamente aceptadas por el grupo
social como fuente lúdica e intelectual, al contrario del lenguaje psicótico, que
resulta tan desviante y carente de sentido yque es aversivo.

Los cerebros (animales yhumanos) gustan de las formas complejas ycompletas,


buscan una forma o una secuencia con principio y fin, y buscan el significado
biológico, bien sea que éste señale peligro, en cuyo caso serán aversivas; o que
señale apetencia, caso en que serán reforzantes. El cerebro humano viene
programado para buscar la forma, la secuencia yel orden sintáctico y semántico
en el lenguaje, y también viene programado no sólo para aceptar sino para gustar
de cierta dosis de variabilidad (de ahí la gramática generativa), de ambigüedad yde
impredecibilidad (yde ahí el gusto por el chiste, la paradoja, el juego de palabras,
la metáfora y la asonancia, mientras éstas no sean tan frecuentes que cansen o tan
desviantes que no se comprendan).

La poesía presenta al cerebro un sistema altamente condensado y complejo,


lleno de significados ordenados jerárquicamente desde el punto de vista de ritmo,
de tiempo, de lingüística y de mensajes y, por ende, apareado a la organización
jerárquica del cerebro mismo. Provee, pues, poderosos y elegantes modelos,
coherentes ypredecibles, pero, se repite, no demasiado predecibles ya que en la
frase o estrofa debe haber algo sorpresivo porque la sola armonía, rima o
condensación de significados en metáforas aburre y habitúa y no nutre el deseo
de novedad del cerebro. Por otra parte, la total impredecibilidad e imposibilidad
de accederá un significado importante es tan aburrida como la sola insípida melodía
o como las metáforas crípticas de la ensalada de palabras del esquizofrénico. Algo
así como los grabados cuneiformes antes de que se supiera que eran mensajes
escritos.

La poesía requiere pues de una muypoderosa corteza del hemisferio izquierdo


en cuanto implica la descodificación del lenguaje, de la semántica y de la musicalidad,
e igualmente un desarrollo fenomenal de la corteza del hemisferio derecho en
cuanto a las imágenes visuales ymusicales que es capaz de evocar. Necesita también

158
Eugenia Guzmán Cervantes

de un enorme y capaz sistema de memorias para evocar las memorias mentales


en diversas modalidades yal mismo tiempo para generar una señalización límbica,
base de las emociones que puedan suscitar las anteriores evocaciones. Ninguna
imagen, por bella que sea, de las que nos presenta la televisión o el internet, ni
ningún actor de cine, por apuesto que sea, puede evocar la belleza a través de
varias modalidades que se me antojan a mí, personalmente, al leer la siguiente
producción:

Ofrenda
Por ahí va Antonio / erguida su juventud como un eucalipto / aroma / Mostrando
su alma pura por el mundo / como un emperador de la tristeza y la nostalgia / Por
ahí va Antonio / y no lleva nada en las manos / en sus ojos brilla la seguridad que es
su fuerza / Antonio vara de azucena / Venado del alba / Pez vela
Poesía (1980-1989)

Hay un efecto de «tempo» en poesía, aunque no sea escrita en metro, que


sincroniza a las personas. Así, las funciones musicales y visuales del hemisferio
derecho se ponen al servicio del sistema límbico para combinar emoción y mensaje
semántico en una actividad social altamente elaborada y estructurada pero no
carente de emoción y de fuente de otras ideas. El arte de escribir o hablar
eufemísticamente permite una aproximación con tacto al cortejo (amoroso,
adulatorio o implorante) y permite no involucrar directamente al ser cortejado.
Táctica que han empleado por siglos todos los poetas al dirigirse a los seres amados
pero también a los poderosos. Gómez Jattin no se aparta de este cortejo en una
de sus no mejores poesías a alguna funcionarla que intervendría en la edición de
uno de sus libros.

LTn código críptico compartido crea lazos comunes secretos, estrategia a


menudo empleada por niños que guardan secretos con amigos íntimos o por los
enamorados, cuando recurren a palabras o significados privados. Pero, a la vez, la
poesía yla literatura ordenan los temas recurrentes humanos como la tristeza, el
amor, el odio, el heroísmo, el duelo, la traición y todas aquellas figuras
hipercondensadas y decantadas que conforman el meollo de la red de
interrelaciones humanas.

El acto de creación poética y también el de des codificación contienen un


placer íntimo, personal, irremplazable que necesitan de una comunalidad con un
entorno ambiental y cultural que comparta pensamientos, temas y significados,
placer y belleza incluso en el gesto de Gómez Jattin en:

Intentas sonreír
Y un soplo amargo asoma / quieres decir amor y dices lejos / ternura y aparecen
dientes / cansancio ysaltan los tendones / Alguien dentro del pecho erige soledades

159
Cerebro, Arte y Creatividad

/ clavos / engaños / fosos / Alguien / hermano de ru muerte / te arrebata te apresa


te desquicia / y tú indefenso /estas cartas escribes
Poesía (1980-1989)

La afirmación según la cual la creación literaria es la que más tarda en surgir


(los genios literarios nunca lo han sido antes de los 12-14 años mientras que los
genios musicales se destacan desde los 4-6 y los pintores desde los 8-10) parece
corroborarse con el hallazgo de que los últimos sistemas que se mielinizan en el
cerebro lo hacen hacia los 18 años, yse relacionan con áreas parietales de asociación
y áreas frontales de control y de toma de decisiones. Parecen ser los mismos
sistemas que en nuestra sociedad permiten la «lógica formal» en la universidad,
pero que, a falta de escolaridad de corte occidental, permiten lo que los antiguos
llamaban la «madurez» social, o sea, el autocontrol, la capacidad de prever el futuro,
la capacidad de llamar a memoria experiencias relevantes para tomar decisiones
inteligentes basándose en ellas, yla capacidad de anticipar lo que el otro sentirá y
pensará.

Tal vez la literatura yla poesía son las expresiones artísticas que más demandas
imponen sobre la experiencia social, y en esto el tiempo es inexorable.
Independientemente de la genialidad, del desarrollo cognoscitivo cortical,
solamente en forma excepcional ycasi ocasional, un niño o un joven adolescente
logrará un mensaje semántico impregnado de significados y condensaciones
sociales que «llamen la atención» del público. Víctor Hugo ganó un premio de
poesía a los 12 años, pero me temo que en este caso la forma predominaba sobre
el contenido.

La discusión de la dificultad del niño de expresar y reconocer emociones muy


profundas, ambiguas y complejas (lo que se relaciona con el estereotipo de la
«inocencia» infantil) lleva directamente al parentesco entre la generación de lo
patético (que atañe a las emociones) yla generación de poesía. Recordemos que
Pathopeia significa acción de mover las pasiones, y Patheticus, lleno de
sentimiento, conmovedor.

Y llego al tema del pathos, presente en la inmensa mayoría de la literatura,


poética o prosa; pathos que, en manos de un genio, hace de personajes tontos,
serios, dramáticos o cómicos, individuos vivientes que comparten un patetismo
que probablemente forma parte del atractivo del personaje. Falstaff, Eugenia
Grandet, El Avaro, de Moliér; el retardado mental Benjyde Faulkner, las Preciosas
Ridiculas, Clarín, el desventurado Rigoletto que también era el bufón de la Corte...
y tantos.

Se necesita no solamente de capacidad de expresar verbalmente inferencias,


intuiciones y predicciones sociales, sino capacidad de «simpatía» en el sentido

160
Eugenia Guzmán Cervantes

anglo de la palabra, de saber tocar las emociones de los demás. Inferencias y


predicciones sociales las hacen continuamente los psicólogos y psiquiatras, en
general con muy poco éxito profesional o científico y con ningún éxito literario.
Literatura sobre las emociones o los caracteres humanos sin emoción, sin «pathos»
y sin estética se encuentra por miles en los artículos de psicología clínica y de
psiquiatría. Pero la figura evocada en literatura no se refiere a la copia de un
manual de comportamiento humano de finales del siglo XX, por lo que, si bien
psicopatológicamente hablando, ni Don Quijote ni Ofelia en su rapto de locura
existen, de hecho carecen de sentido «científico», siendo inclasificables
conductualmente, no por ello dejan de resplandecer y de conmover al cabo de
400 años.

Para poder apropiarse del pathos, del sentido de lo dramático es imposible ser
«light», mientras que, pienso, se puede ser un excelente pintor, arquitecto, incluso
músico yser «light». En el nivel personal, al no ser «light» y trabajar constantemente
y en forma excelente con el pathos, por necesidad y rápidamente se llega a un
ángulo si no pesimista, por lo menos oscuro ysombrío del mundo yde los demás,
al menos en el mundo tan real, presente y apremiante del escritor. Piénsese si no
en Balzac y los notarios, abogados, médicos y sus pequeneces que poblaron su
vida real y su obra literaria, esto es 20 horas al día durante más de 40 años.

Y es aquí donde puede tener cabida el trastorno de afecto, no como asociación


necesaria de la producción literaria, sino como factor coadyuvante ycoincidencial
en personas altamente inteligentes, imaginativas y con un sentido del pathos que
deben manipular diariamente, como otros hacen con los números, mirando por
un microscopio o deleitándose haciendo un bello mueble. Afecto que teñirá de
patético gran parte de la producción literaria «exitosa» y, por ende, gran parte de
la vida y del tono afectivo del escritor, yque será base de la motivación para que
el escritor deambule por entre sus personajes, parajes e historias y los plasme en
un trabajo a menudo tan difícil, laborioso y perseverativo como el de cualquier
científico o técnico. Sólo que nos dejará Imágenes, para algunos auditivas, para
otros visuales, para todos altamente emocionales como la de los Aloorcados de la
balada de los colgados de Frangois Villon, ahorcados que seis siglos después siguen
mojados, lavados y movidos por la lluvia y el viento, igual a los del siguiente
poema:

Pequeña elegía
Ya para qué seguir siendo árbol / si el verano de dos años /me arrancó las hojas ylas
flores / Ya para qué seguir siendo árbol / si el viento no canta en mi follaje / si mis
pájaros migraron a otros lugares / Ya para qué seguir siendo árbol / sin habitantes a
no ser esos ahorcados que penden / de mis ramas / como frutas podridas en otoño
Poesía (1980-1989)

161
Cerebro, Arte y Creatividad

Así, pues, se parte del supuesto de que la producción literaria implica un


manejo del lenguaje, nuestra elaboración mental más reciente fllogenéticamente y
la última en perfeccionarse cerebralmente, que sea común y comparta imágenes y
secuencias con el lenguaje de la sociedad, pero que a la vez sea lo suficientemente
excéntrico como para llegar al público como algo extraordinario. Un sentido
exquisito de lo social a través de las imágenes o historias. Un sentido de lo patético,
de lo dramático, que casi siempre excluiría una actitud "light" ante la vida y mucho
menos un afecto anormalmente distanciado y extraño a las emociones de los
demás como sería el de los esquizofrénicos.

Una perseverancia ydedicación compartida con todos los mortales que desean
hacer algo bien, con la diferencia, compartida con los demás artistas, del goce de
la creación o del goce en el sufrimiento de la creación. A ello, los estados
hipomaníacos o algunos estados mixtos o componentes de ellos podrían añadir
la motivación y la energía para no abandonar la tarea. La abulia, la apatía y el
afecto plano del esquizofrénico no parecerían añadir nada aquí.

Características repito que requerirían de un manejo versátil, tangencial, con


asociaciones «excéntricas» que llamen la atención, pero lo suficientemente
concéntricas como para que se entiendan y mantengan un hilo conductor de una
¡dea, una imagen, un mensaje, una historia. Incluirían también una enorme memoria
yuna capacidad de simpatía o de sintonía o de intuición de los demás (rasgo éste
que figura en la teoría de los cinco rasgos de Norman).

En cambio la locura no. La mayoría de la gente no anda por ahí oyendo voces
que no tienen una fuente física o viendo cosas sin espectro luminoso. Cuando
esto nos sucede, estamos durmiendo yal despertamos sabemos que no era cierto.
Tampoco andamos por ahí elaborando teorías cósmicas en lenguajes y signos
inventados que solamente uno conoce ypuede descifrar yque exasperantemente,
los demás no logran comprender. Las teorías científicas «exitosas» son compartidas,
no son crípticas. La condición humana implica una comunalidad de lenguaje, de
modo que si yo uso la palabra oro, incluso como metáfora, la uso dentro de las
restricciones semánticas del castellano, pero no puedo pretender usar la palabra
«oro» por «aro» basándome en que oro es más redondo que aro porque tiene una
«o» más que aro yes simétrica mientras que aro no lo es, ysuena más redonda. O
puedo hacerlo como ejercicio espurio en los deslices cognitivos de los
esquizofrénicos, pero, a menos de hacer la tediosa explicación anterior, no puedo
pretender que los demás me entiendan cuando digo que recuerdo con cariño el
oro de madera de mi niñez, a menos que tenga el genio creador literario para
elaborar malabares semánticos y lingüísticos que, a pesar de ser malabares y
asociaciones tangenciales o por asonancia (como las dang associations de los
esquizofrénicos), son compartidos por los demás y forman parte, repito, de un

162
Eugenia Guzmán Cervantes

hilo conductor dentro de una obra. El oro del aro del esquizofrénico ni se comparte
con los demás ni se elabora dentro de una estructura conceptual que tenga un
sentido para los demás.

Y aquí entramos en la esquizofrenia ysus características: errores de pensamiento


inferencia! o delusiones: la confabulación cósmica contra mí, la relación de las
ondas del televisor con mi pensamiento, mi misión en este mundo como madre
del redentor de los siglos, la evisceración que me hicieron los del Planeta Cygnus
X, que me dejaron sin hígado y sin pulmones. Las alucinaciones cuando toqué la
pared y amasé los ladrillos, cuando las voces me gritaron indecencias (a veces
piropos). El pensamiento incoherente porque no se comparte con los demás no
porque no se desee hacerlo, sino porque no se puede. Y, peor que los anteriores,
los síntomas negativos, la escasa motivación, la alogia yel afecto plano, no durante
una crisis, sino como parte de lo que parece hoyen día ser un cuadro neurológico,
deteriorante, que mina a la persona en su capacidad de amar, de pensar y de
relacionarse con los demás. Lo anterior es el esbozo de una esquizofrenia que
comienza muy pronto en la vida del individuo yantes de que éste alcance su fin,
ha acabado con su vida.

En el sentido anterior, la esquizofrenia excluiría la creación literaria, aunque el


poeta y el literato compartan algunos aspectos con el pensamiento del
esquizofrénico pero le imparte orden, coherencia y belleza. Así, de nuevo, surge
una semejanza tangencial entre dos productos cerebrales excéntricos, que no se
nos pasan por la cabeza a los demás mortales, pero que en el esquizofrénico no
logran terminar un producto y en la poesía nos ofrecen un superproducto
condensado, metafórico e hipermnésico.

Raúl Gómez Jattin (1945- 1997)

Nace en Cartagena, crece en Cereté y Montería, en una familia acaudalada e


influyente, dueña de tierras y ganado y orientada hacia las cosas prácticas del
quehacer finquero y comercial. Desde pequeño, Raúl se manifiesta como un
muchacho rebelde y antagonista, pero no parecen existir datos que en este
momento permitan develar su terrible futuro. De hecho, es probable que el
antagonismo se debiera más que a un rasgo caracterial temprano, a la crianza
blanda, sin normas y sin límites por parte de una madre tal vez des lumbrada con
ese lindo niño inteligente y voluntarioso.

A Lola Jattin «Para Alejandro Obregón»


Más allá de la noche que titila en la infancia / Más allá incluso de mi primer recuerdo/
está Ella - mi madre - frente a un escaparate/ empolvándose el rostro yarreglándose
el pelo/ Tiene ya treinta años de ser hermosa y fuene / y está enamorada de Joaquín
Pablo - mi viejo- /No sabe que en su vientre me oculto para cuando / necesite su

163
Cerebro, Arte y Creatividad

fuerte vida la fuerza de la mía / Más allá de estas lágrimas que corren en mi cara / de
su dolor inmenso como una puñalada / está Lola - la muerta - aún vibrante y viva /
sentada en un balcón mirando los luceros / cuando la brisa de la ciénaga le desarregla
/ el pelo y ella se lo vuelve a peinar / con algo de pereza y placer concertados / Más
allá de este instante que pasó y que no vuelve/ estoy oculto yo en el fluir de un
tiempo / que me lleva muy lejos yque ahora presiento / Más allá de este verso que
me mata en secreto / está la vejez -la muerte - el tiempo inacabable / cuando los dos
recuerdos: el de mi madre yel mío / sean sólo un recuerdo solo: este verso.

Estudia derecho en el Extemado,en los años 60, y entre hippies, bareta, hongos
y quién sabe qué más, se dedica al teatro. Hace algunos montajes, trabaja con
Jorge Alí Triana y hasta final de los años 70 no parece haber nada que lo distinga
de uno de los tantos hijos envejecidos de la generación hippy excepto tal vez la
escisión de su familia, desencadenada aparentemente por una profunda
incompatibilidad de filosofías: su familia práctica, pragmática y aconductada y
Gómez Jattin era totalmente impráctico, inconformista, excéntrico y rebelde al
punto de no caber en un ambiente social reducido y escrutado por sus familiares,
los más poderosos, que pronto querrían perder la memoria de haberlo conocido:

Qué te vas a acordar Isabel


/ de la rayuela bajo el mamoncillo de tu patio / de las muñecas de trapo que eran
nuestros hijos / de la baranda donde llegaban los barcos de la Habana cargados de

Cuando tenías los ojos dorados / como pluma de pavo real / y las faldas manchadas
de mango / Qué va / tú no te acuerdas / En cambio yo, no lo notaste hoy/ no te
han contado / sigo tirándole piedrecillas al cielo / buscando un lugar donde posar
sin mucha fatiga /el pie / Haciendo y des haciendo figuras en la piel de la tierra / y
mis hijos de trapo y mis sueños de trapo / y sigo jugando a las muñecas bajo los
reflectores / del escenario / Isabel ojos de pavo real / ahora que tienes cinco hijos
con el alcalde / y te pasea por el pueblo un chofer endomingado / ahora que usas
anteojos /cuando nos vemos me tiras un «qué hay de tu vida « frío e impersonal /
como si yo tuviera de eso / como si yo todavía usara eso
Poesía (1980-1989)

A comienzos de los años 80 aparecen sus primeros poemas y sus primeras


hospitalizaciones acerca de las cuales se sabe poco. En 1986, se marcha
definitivamente para Cartagena, a raíz de una hospitalización solicitada por su
familia en Montería, hospitalización que fue tomada posteriormente por Gómez
Jattin como tema recurrente y perseverativo, culpando a su familia de haberlo
desposeído y de haberlo enfermado definitivamente con una terapia
electroconvulsiva (TEQ. Dicho sea de paso, la TEC es una modalidad empleada
en psicosis bipolares desde los años 30, cuando Cerletti-Bini trataron con éxito a
tres esquizoafectivos.

164
Eugenia Guzmán Cervantes

Se le encuentra pues en Cartagena, cumpliendo con la condena de sus 27


hospitalizaciones, pero todavía en esta época dictaba talleres de poesía en la Costa,
daba recitales y dictaba ocasionales conferencias en la universidad. Vivía a veces
bien, a la vera de amigos intelectualoides con los que profesaba el culto a la
marihuana, a la cocaína yel alcohol, yde unos cuantos ángeles guardianes a quienes
amaba entrañablemente, con quienes mostraba un enorme calor y compenetración
yquienes le daban posada y comida, hasta que se volvía insufrible, agitado, agresivo,
irritable, demandante, asfixiante, pues él pedía tanto como estaba dispuesto a dar,
hasta la locura. Pero como muchos pacientes bipolares o hipomaníacos que, incluso
cuando la droga o la crisis los hacían andar por ahí locos como cencerros, sabía
con quién se quería hacer el loco o no. De hecho, una respetable dama de Cereté
por quien él profesaba gran estima, tenía el «poder» de hacerlo poner cuerdo
apenas la veía de lejos.

A partir de entonces oscila entre sus ángeles guardianes, la calle, la clínica o la


cárcel. Estas dos últimas las buscaba a veces deliberada e intencionalmente para
tener una cama y un pedazo de comida, a veces por escándalos callejeros
posiblemente inducidos por alcohol, drogas y pendencias dada su altísima
irritabilidad y agresividad y, en muchos casos, porque la manía se imponía sobre
su inteligencia, su creatividad, su imaginación, su rebeldía, su ilustración, su cultura
ysu deseo de amar a los demás. Por otra parte, excepto sólo en algunos poemas
aflora un tanto la excitación y la exaltación del sexo cósmico, no carente de belleza,
cadencia y humor a pesar de estar plagados de expresiones desafiantemente
masculinas y vulgares. Transcribo la más humorística y>señorera»:

Poesía (1980-1989)
Te quiero...
Te quiero burrita / Porque no hablas / ni te quejas /ni pides plata / ni lloras / ni me
quitas un lugar en la hamaca / ni te enterneces / ni suspiras cuando me vengo / ni te
frunces / ni me agarras / Te quiero ahí sola / como yo / sin pretender estar conmigo
/ compartiendo tu erica / con mis amigos / sin hacerme quedar mal con ellos / y sin
pedirme un beso

Por lo demás, nada hay en su poesía que, con sólo leerla, permita identificar su
«locura», al punto que puede tratar temas clásicos en un forma apolínea, depurada
y heroica:
Electra
El agua del pozo está turbia pero refleja / la cabeza rapada de la princesa anida /
quien llena un cántaro para que beba Ores tes/ Ya ha venido tres veces antes y el
hermano / se ha lavado la sangre de Clitemnestra / la madre de ambos matada por
los dos / todavía en su memoria resuenan los gritos / de la muerta tratando de
inspirar compasión / Todavía en su memoria Electra guarda / la faz descompuesta
por el miedo yel dolor / Mas la nieta de Atreo tiene sangre de crimen / en las venas

165
Cerebro, Arte y Creatividad

y facilidad para el olvido / y aunque apenas han pasado unas horas / de consumarse
lo que ella ansió largamente / la matricida sonríe a la imagen del pozo /ypiensa en el
cuerpo esbelto de Pílades / - el amante de Orestes - que el hermano / le ha prometido
como esposo yse toca los senos.

Pero manía más cocaína y manía con litio tomado a medias, interrumpido,
perdido en las calles la mayoría de las veces, dieron en Raúl lo que parece haber
configurado en los últimos años una « psicosis mixta» en la que prevalecían a la
vez una actividad cognoscitiva y motora desbordada con un afecto agresivo,
querellante y demandante al extremo, junto con una clarísima percepción de
sufrimiento yde dolor ante sí mismo. Algo así como una exacerbación eufórica
de un dolor lancinante que, en sus últimos meses de vida, se instaló definitivamente
de modo que vivió en un constante vórtice de drogas, delirio y caos.

Divertido, tierno, culto, lleno de calor y de vivacidad, generoso hasta la


inconsciencia, pasaba rápidamente a la exigencia sin límites hacia sus ángeles
guardianes, a la reiteración cada vez más altisonante de sus cuitas yde lo que los
demás le debían por ser él quien era, al igual que la sociedad debía mantenerlo por
ser él un poeta del tamaño de Raúl Gómez Jattin y un genio. De ahí pasaba a las
amenazas, a la bronca, a romper vidrios de casas, de carros, a arrancar las placas
del auto de quien le caía mal, a amenazar físicamente, al insulto soez, a la cárcel o
a la clínica. A veces, para demostrar que los demás no le valían nada, a veces
porque sus canales de sodio no daban para más.

Hidrofóbico en el sentido de un horror feral hacia el baño, apestaba, andaba


descalzo, haciendo gala de su desnudez, pero tenía un perrito tipo Erendo pocdle
como un copito de nieve al que acicalaba, cepillaba ybañaba celosamente. Supongo
que recordando a San Francisco de Asís y en aras de enseñar humildad y
excentricidad, asustó al cura sentándose en primera fila en misa de seis y media y
otro día, lavándose los pies con agua bendita.

En 1990, María Mercedes Carranza lo invita a unos talleres de poesía en la


Casa Silva. Incendia el cuarto del hotel donde lo alojaron ydesaparece ocho días,
al cabo de los cuales lo encuentran desorientado, drogado, medio desnudo, sucio.
Le nacen más ángeles guardianes en la clínica a donde lo llevan quienes le leen, le
hacen de escribanos, lo admiran, lo bañan, lo visten, le dan plata, le hablan de sus
versos, tema predilecto ycasi exclusivo de sus conversaciones, le consiguen contacto
con una amiga en Cartagena que lo alojará, le compran el tiquete, lo llevan al
aeropuerto, le meten el litio, la plata y los pasajes en el bolsillo y ven despegar el
avión. Dos semanas después, estaba en la calle, luego de haber peleado con su
ángel guardián de Cartagena. Un año después, la HfCK lo invita a grabar un

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Eugenia Guzmán Cervantes

disco. En 1993, todavía está el poeta entero y comparte con Alvaro Mutis el
Premio Nacional de Poesía en Cartagena.

En 1995, publica el espléndido recuento El vuelo de la Mariposa, serie de poemas


cortos, impregnados de Litio yde antipsicóticos, escritos en una casa de salud y
en el que cada poemita es una joya:
El esplendor de la mariposa (1995)
Yadira / no sabe / ni siente / ni nada / sólo sonríe / ypide de comer /
¿Quién fuera Dios / para darle un alma?

Visitantes eternos
Ángel / es el portero / de este infiemo-cielo / le falta un ojo / y le sobra alma / para
compartir conmigo / un cigarrillo

De 1995 a 1997 sigue cumpliendo su condena, durmiendo a veces en el pórtico


de la Escuela de Bellas Artes con dos mendigos, sus mejores amigos, a veces
compartiendo la habitación de una prostituta en la pensión del Príncipe Blanco y
el Príncipe Negro de la Calle de la Media Luna y con frecuencia en el hospital
mental de San Pablo en Cartagena, desde donde escribe esta lúcida y terrible
descripción de un joven psiquiatra
La imaginación, la loca de la casa
Aprendió en la universidad / una técnica de aproximación al alma / un alma
convencional por supuesto / un alma sostenida / en las verdades más difundidas /
Psiquiatra él y además escritor...
Anteayer/ un muchacho simpático y casi inteligente / que tenia novias prosaicas y
amores prohibidos / y leía a Stefan Zweig / algo de la miel de esas novelas / se le
adhirió como una máscara y una señal /
Psiquiatra hoy él se olvidó de su pasado / y contra lo distinto levanta su bastión /
Nada valen las mariposas / que atrapó en su niñez / - Ante su estolidez informada
- ni las burritas tiernas de vellón sedoso y erica estrecha, ni las iguanas de Febrero /
ni el río de limo soñoliento /
El Psiquiatra está solo / La sutil materia de sueños recuerdos y deseos / es en él una
escueta relación de datos / ¿La imaginación?- la loca de la casa- / ¿ De qué vive ? Lo
sabemos sus locos
Poesía (1980-1989)

Cada vez más agresivo y pendenciero, los amigos lo abandonan y a veces no


tiene ni quien le escriba cuando, a fuerza de intoxicarse, el pulso le tiembla
demasiado. Se consigue alguien de una farmacia que le prepara cocktailes personales,
sabe Dios con qué. A veces le consiguen becas que no termina de recibir cuando
se van en aire como si se tratara de las envolturas de los regalos de Navidad en
manos de un niño.

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Cerebro, Arte y Creatividad

Transcribo a Marinovich, joven escritor costeño que publicó un bello ysentido


homenaje a los últimos años del poeta y nos lo pinta en un Sanandresito de
Bocagrande: «... Raúl estaba andrajoso, pero de puesto en puesto compraba una
hamaca, un morral, una grabadora, una machetilla en una cubierta de cuero, medias,
pintalabios, una par de zapatos americanos de una tela especial para andar en la
playa talla 44, toallas, pañuelos, pañoletas, frascos de perfumes ycolonias de diversas
fragancias, cremas humectantes para la piel, champú ybálsamo, crema de afeitar,
... una pataloneta de lycra que cambió por un pantalón sucio y hediondo que
llevaba puesto yque dejó abandonado en el baño, un suéter blanco con la leyenda
en letra anaranjada Cartagena de Indias y toda esta mercancía la pagaba con unos
billetes que sacaba de varias cajetillas de cigarrillos, los últimos saldos de los seis
millones cuatrocientos mil pesos de la beca de Colcultura, que entre noviembre
del año anterior y enero 21 de 1997 se los estaba administrando Ligia Ochoa,
coordinadora del MAM, como una pesadilla.

«Así transformado con su nueva vestimenta: los zapatos de agua, la pantaloneta


de lycra morada, el suéter de Cartagena, además de una buena dosis de perfume y
colonia por todo el cuerpo y una pañoleta roja en la cabeza, paró un taxi en la
avenida San Martín ydijo que lo llevara a Cereté, distante 320 kms., con su familia
y sus amigos. ¿Acaso era premonitoria esta última visita a las planicies del Sinú?

"Voy donde mi gente', se despedía de todo el mundo con el taxi lleno de


regalos y desde el vehículo en marcha hacía adioses con la mano».

El 22 de mayo de 1997 a la madrugada, se topó con un bus en una esquina. Los


últimos en verlo vivo fueron el par de mendigos con quienes compartía en las
noches el pórtico de la Escuela de Bellas Artes.
Conjuro
Los habitantes de mi aldea / dicen que soyun hombre / despreciable ypeligroso/ y
no andan muy equivocados / Despreciable y Peligroso / Eso han hecho de mí la
poesía y el amor / Señores habitantes / Tranquilos / que sólo a mí / suelo hacer
daño

El esplendor de la mariposa (1995)


En una casa de salud, 1995 (vísperas de ser dado de alta)
La locura espanta el tedio /como el viento espanta nubes / Ven oh sagrada locura /
y embriágame en el remo de tu Fantasía

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Eugenia Guzmán Cervantes

Comentario

Gómez Jattin, como la gran mayoría de poetas con supuestos trastornos del
afecto, puede ser analizado desde dos ópticas diferentes: La persona, enferma a
veces, sana ya veces sin saberse. Agradable o no, según el momento; magnámino
o pequeño, y quien en ocasiones, la mayoría de ellas al final, era incapaz de manejar
su entorno inmediato y las consecuencias de sus acciones. Incapaz de manejar sus
hábitos, adicciones yde ser aceptado «normalmente» por algún grupo social. La
segunda óptica es su obra en la cual, como en la de la mayoría de los grandes
escritores, no se detecta ningún atisbo de «enfermedad mental», excepto a veces,
una marcada tendencia a los temas melancólicos, sombríos y relacionados con la
muerte. ¿Pero qué buen poeta no la ha revenrenciado y cantado? Un buen poeta
que no hablara de muerte o de amor sería bien extraño. La forma de los poemas
del libro «El esplendor de la mariposa» ciertamente es distinta de la de sus demás
versos y, repito, ello probablemente se debe a la medicación que recibiera en el
centro asistencial donde estaba internado. Sin embargo, son perfectamente
coherentes, lógicos e impactantes en su brevedad y patetismo. En suma, un
espléndida obra poética que conmueve a pesar de los descalabros del autor, a
pesar de su enfermedad, a pesar de que, deliberadamente ydurante muchos años,
se empeñó en dañarse su cerebro sin mucho éxito, por lo demás. Probablemente,
como se dice al comienzo, su afecto depresivo, sombrío, su enorme inteligencia y
cultura así como sus estados «mixtos» y sus brotes de manía contribuyeron a que,
a pesar de todo lo anterior, pudiera escribir, allí donde cualquier persona sin el
«genio» (y léase aquí de paso, el cerebro) de Gómez Jattin, hubiera sucumbido a
los efectos de las drogas legales e ilegales que alcanzó a ingerir ya los efectos del
rechazo social, de los repetidos intemamientos en hospitales psiquiátricos y a la
atroz soledad que vivió en sus últimos años.

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