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Dióxido de carbono.
Metano.
Óxido nitroso.
Los tres son muy venenosos para los seres vivos, pero también para la naturaleza.
Por eso existen cambios climáticos variados. Según las zonas del mundo, es
habitual que se den inundaciones, huracanes u otros efectos atmosféricos graves
por culpa de ello.
La actividad por combustión lanza azufre y nitrógeno a la atmósfera. Y al llover
ambos venenos se mezclan con el agua produciendo la lluvia ácida, que puede
contener pequeñas partes de ácido sulfúrico y nítrico. Dicho fenómeno puede
corroer metales y otros elementos naturales.
Para combatir los gases contaminantes en el aire, hay que utilizar energías
renovables. En casa, podemos optar por usar bombillas de bajo consumo y energía
LED. Usar menos los aparatos de aire acondicionado y restringir la calefacción son
ayudas para mantener una atmósfera limpia.