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TÉCNICAS DE

CARACTERIZACIÓN Y
TRATAMIENTOS DE
LIXIVIADOS

Geoteruel S.L

Lorenzo Cuenca Pérez-Andújar


ÍNDICE

1. INTRODUCCIÓN…………………………………………………………..3
2. CARACTERÍSTICAS DE LOS LIXIVIADOS…………………………...5
3. TRATAMIENTOS PARA LOS LIXIVIADOS…………………………...8
3.1 PROCESOS BIOLÓGICOS……………………………………………….8
3.2 PROCESOS FÍSICO QUÍMICOS………………………………………...17
3.3 SISTEMAS DE FILTRACIÓN AVANZADA…………………………...21
4. CARACTERIZACIÓN DE LIXIVIADOS………………………………..27
4.1 DBO………………………………………………………………………….28
4.2 DQO…………………………………………………………………………29
4.3 COT………………………………………………………………………….30
5. POTENCIALES APLICACIONES DE LA NANOTECNOLOGIA EN
EL TRATAMIENTO DE LIXIVADOS……………………………………....30
1. Introducción

La generación y gestión de residuos sólidos urbanos supone un problema


ambiental para la sociedad actual. Enterrar los residuos sólidos en vertederos
controlados es una de las prácticas más utilizadas, formándose inevitablemente
durante su proceso de descomposición un efluente líquido, originado por la
percolación de agua de la lluvia a través de dichos residuos. De esta manera, se
genera un residuo sólido acuoso denominado lixiviado, que se caracterizan por
contener concentraciones elevadas de contaminantes orgánicos e inorgánicos,
incluyendo ácidos húmicos, nitrógeno amoniacal y metales pesados, además de
sales inorgánicas.

La directiva europea 1999/31/CE define lixiviado como “cualquier líquido que


percole a través de los residuos y que sea emitido o esté contenido en un vertedero”. Esta
directiva establece la obligatoriedad de controlar las aguas y gestionar los
lixiviados, minimizando el agua de lluvia que percola en el vaso del vertedero,
impidiendo que las aguas superficiales o subterráneas penetren en los residuos
vertidos, y recogiendo la que finalmente se infiltra para su tratamiento de forma
adecuada para su vertido o utilización, para así evitar la contaminación de las
aguas superficiales y/o subterráneas receptoras de este efluente. Para ello, se ha
de implantar un tratamiento correcto para su uso posterior o vertido a cauce
público. La base para minimizar el impacto ambiental de un vertedero
controlado (también denominado relleno sanitario) es la operación óptima del
relleno, la recogida y tratamiento de lixiviados, y la desgasificación del gas
metano que se genera en ellos (Fig. 1). Además, se ha de tener en cuenta que un
vertedero puede continuar produciendo lixiviados hasta 50 años después de su
clausura y cese de sus actividades (Kurniawan et al. 2005).

El procedimiento de tratamiento debe tener en cuenta el relativamente pequeño


caudal y la composición compleja del lixiviado que lo hace diferente de otros
tipos de aguas residuales. En las últimas décadas se han hecho numerosos,
estudios para eliminar la carga contaminante del lixiviado, gracias a los cuales
han surgido diferentes método que permiten que se consiga eliminar o depurar

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Figura 1. Sistema de captación de lixiviados en un vertedero de Villena (Alicante)

los lixiviados de forma definitiva (Renou et al. 2008). La disminución de los


valores límite de descarga en muchos países requiere de tecnologías de
tratamiento avanzadas y, con frecuencia, una combinación de diferentes
procesos para satisfacer las limitaciones en las concentraciones de efluentes. Esta
combinación de métodos depende de múltiples factores, entre otros, físico-
químicos, económicos y de facilidad en la operación y mantenimiento de las
plantas. Como además hay numerosas posibles combinaciones de estos
tratamientos, seleccionar el mejor método en cada caso da lugar a un complejo
proceso de análisis de estos tratamientos técnicos. El control de los lixiviados,
tanto en calidad como cantidad, es muy importante para reducir los costes de
operación y mantenimiento de los vertederos. A su vez, si se quiere cumplir con
las normas de descarga de efluentes, el tratamiento de lixiviados es a menudo
complicado y costoso. Es necesario acudir a una combinación de física, química
y métodos biológicos, debido a por cualquiera de estos métodos en solitario es
difícil obtener eficiencias de tratamiento satisfactorias, que resuelva la totalidad
de los parámetros contaminantes de los lixiviados. Se puede admitir que no hay
una única solución general para la depuración del lixiviado. El tipo de
tratamiento se escogerá en función de la situación específica en cada caso,
respetando la normativa y observando los costes correspondientes.

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2. Características de los lixiviados.

Las características fisicoquímicas de un lixiviado, dependen fundamentalmente


de los siguientes factores (El-Fadel et al. 2002):

- La naturaleza y cantidad de los residuos depositados


- La edad y forma de explotación del vertedero
- La climatología del lugar y la época del año considerada

Su composición es bastante compleja y variable, pudiendo ser sus componentes


clasificados en cuatro grandes categorías (Kjeldsen et al. 2002):

- Materia orgánica disuelta, expresada mediante parámetros como


demanda biológica de oxígeno (DBO), demanda química de oxígeno
(DQO) y Carbono orgánico total (COT).
- Componentes inorgánicos como Cl-, SO4-2, N-NH3, Ca2+, Mg2+, Na+, K+.
- Metales pesados como el Fe, Cd, Cr, Cu, Pb, Ni, Zn.
- Compuestos xenobióticos, como hidrocarburos aromáticos policíclicos
(PAHs), compuestos orgánicos halogenados (AOX) y fenoles.

Además, la posibilidad de obtener un lixiviado más o menos concentrado,


depende de una serie de factores que controlan su cantidad y calidad, como la
cantidad de agua que percola a través de los residuos, los procesos bioquímicos
que se dan en en el vertedero, y el grado de compactación de los residuos
(Kamaruddin et al. 2015). El factor que más varía los parámetros de los lixiviados
es la edad del vertedero. Por ejemplo, los lixiviados de vertederos “jóvenes”
(1-2 años) se caracterizan por la elevada fracción de materia orgánica de relativo
bajo peso molecular, como los AGV (ácidos grasos volátiles), una alta DQO,
COT y DBO5 (demanda biólogica de oxígeno a los 5 días), además de
generalmente, tener una relación BOD5/DQO mayor que 0.6, lo que da una
idea de su buena biodegradabilidad. Por otra parte, lixiviados “maduros” (con
más de 10 años) se caracterizan por tener una relativamente pequeña DQO
(menor que 4,000 mg/L), un pH ligeramente más básico (mayor que 7.5) y una

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Tabla 1. Variación de las características físico químicas típicas de un lixiviado a lo largo del tiempo. (Ehrig, 1988)

baja biodegradabilidad (BOD5/DQO menor que 0.1). Cuando el lixiviado


madura, se da la fase metanogénica. Se desarrollan organismos metanogénicos
en los residuos, y los AGV son convertidos en biogás (CH4, CO2), así pues, la
fracción orgánica en el lixiviado pasa a estar dominada por compuestos
refractarios (no biodegradables), como los ácidos húmicos (Renou et al. 2008). El
aumento de los ácidos húmicos y fúlvicos en un lixiviado es el causante de una
muy baja relación de DBO5/DQO, ya que sus estructuras sufren cambios con la
edad del vertedero y llegan a dificultar el metabolismo de las bacterias. En un
lixiviado joven los anillos aromáticos de las moléculas de ácidos húmico están
menos condensados, y las moléculas tienen un tamaño más pequeño. Para el
caso de lixiviado maduro los anillos aromáticos están más condensados y las
moléculas de ácidos húmicos tienen un mayor tamaño. Esto significa que el
grado de humificación de un lixiviado se incrementa con la edad del residuo
depositado. La presencia de ácidos húmico y fúlvico en el lixiviado es muy
importante no sólo por su resistencia a la biodegradabilidad, sino también por
su afinidad por los contaminantes. Son los responsables del transporte y del
comportamiento de los contaminantes en el medio ambiente como metales
pesados y contaminantes hidrofóbicos (Kang et al. 2002).

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Las características de un lixiviado se representan generalmente con una serie de
parámetros básicos como: DQO, DBO, el ratio DBO/DQO, la DBO5 (indica la
cantidad de oxígeno que las bacterias y otros seres vivos minúsculos consumen
durante 5 días a una temperatura de 20°C), el pH, SS (sólidos suspendidos),
nitrógeno amoniacal (NH3-N), TKN (nitrógeno total de Kjeldahl, determina la
suma del nitrógeno orgánico en sus diversas formas y el ion amonio NH₄⁺) y
metales pesados. Como se ha comentado anteriormente, estos factores varían de
gran manera en función de la edad del vertedero y del tipo de actividad que se
de en él. La bibliografía muestra un amplio rango de valores de DQO para los
lixiviados (tabla 2), variando desde 70900 mg/L para lixiviados jóvenes del
vertedero de Thessaloniki (Grecia) hasta 100 mg/L para lixiviados estabilizados
del vertedero de Marsella (Francia). Con pocas excepciones, el pH de los
lixiviados se sitúa en el rango de 5.8-8.5, que varía en función de la actividad
biológica que se de dentro del vertedero. También es importante darse cuenta
de que la mayoría de TKN es amonio, cuyo rango puede variar desde 0.2 a
13,000 mg/L de nitrógeno. Su concentración debe tenerse en cuenta de cara al
tratamiento del lixiviado ya que valores elevados pueden inhibir el proceso de
depuración en caso de un tratamiento biológico. Por casos como este, es muy
importante la caracterización de los lixiviados previa a su tratamiento, ya que es
de vital importancia conocer sus componentes para así elegir el tratamiento que
más se adecúe a sus características, con el objetivo de conseguir el mayor
rendimiento posible en la depuración del lixiviado con el menor coste
económico posible.

Tabla 2. Composición de lixiviados maduros o estabilizados en diferentes partes del mundo


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3. Tratamientos para lixiviados.

En la práctica habitual se dispone de numerosas alternativas de tratamiento de


lixiviados (Abba et al. 2009). Aunque se pueden categorizar de diferentes formas,
la más utilizada es la siguiente, clasificándolos en 2 grandes grupos:

3.1 Procesos biológicos

Dada su fiabilidad, simplicidad y rentabilidad, son tratamientos ampliamente


utilizados, destacando por su gran eficacia en la eliminación de materia orgánica
del lixiviado, pero sin tener tanto éxito reduciendo en el lixiviado la DQO. Se
pueden clasificar en aeróbicos o anaeróbicos, dependiendo si el proceso de
digestión requiere o no oxígeno. La biodegradación es llevada a cabo por
microorganismos, los cuales, bajo condiciones aeróbicas, pueden degradar
compuestos orgánicos a CO2 y lodos, y bajo condiciones anaérobicas, pueden
degradar los compuestos a biogás. Funcionan especialmente bien con lixiviados
jóvenes, los cuales presentan una gran fracción de materia orgánica. A medida
que va madurando, van apareciendo compuestos refractarios (principalmente
ácidos húmicos y fúlvicos) los cuales tienden a limitar la efectividad del
tratamiento.

3.1.1.1 Procesos aeróbicos

3.1.1.2 Lagunas aireadas

Se considera un método favorable para el tratamiento de lixiviados, dada su


simplicidad en la operación y facilidad en la recirculación del lodo. Se pueden
conseguir valores muy altos de remoción de DBO5 y DQO, sobre todo cuando
la relación DBO5/DQO es mayor a 0,4. Como posibles limitaciones se pueden
indicar las bajas temperaturas en inviernos y los requerimientos de espacio. Cabe
mencionar los buenos resultados reportados por (H.D. Robinson et al. 1988) con
lixiviados de verteder0.

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3.1.1.3 Plantas de lodos activados

En las últimas décadas se ha mostrado como un tratamiento inadecuado para


lixiviados de vertederos. Aunque se ha probado que se remueve eficientemente
COT y el contenido en amonio, posee demasiadas desventajas, como:
- Necesidad de mayores tiempos de aireación.
- Alto consumo de energía unido al exceso en la producción de fangos.
- Inhibición microbiana debido a la fuerza del amonio-nitrógeno.
En consecuencia, se encuentran pocos estudios científicos disponibles que
versen sobre el tratamiento de lixiviados de vertedero con lodos activados,
aunque cabe destacar la alta eficiencia en comparación con otros tratamientos
biológicos a la hora de reducir la DQO en lixiviados de vertedero (J.H. Bae et al.
1997).

3.1.1.4 Reactores con funcionamiento secuencial (sequencing batch


reactor)

Este tratamiento esta ideado para procesos de nitrificación-desnitrificación, ya


que provee un régimen de operación que hace compatible la nitrificación
simultáneamente con la oxidación del carbono orgánico. Muchos autores han
reportado remociones de DQO hasta el 75%, así como el 99% de NH4+-N en
lixiviados domésticos con entre 20 y 40 días de retención del lixiviado en el
reactor. Muchas veces se utiliza como tratamiento previo al uso de técnicas
físicoquímicas.

Fig.2 Esquema funcionamiento de un reactor biológico con funcionamiento secuencial


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3.1.1.5 Filtros de goteo (trickling filter)

Este método ha sido investigado para la reducción de nitrógeno en lixiviados


procedentes de vertederos municipales. Es una opción interesante y atractiva
para la nitrificación debido a su reducido coste de operación, con remociones de
hasta el 87% de DBO y del 97% de NH4+-N, reportado por Martienssen
(Martiensenn et al. 1997)

3.1.1.6 Reactor de biopelícula de lecho móvil (moving-bed biofilm reactor)

Es un proceso basado en el uso de vehículos poliméricos porosos suspendidos


en continuo movimiento en un tanque de aireación, mientras que la biomasa
activa crece como una biopelícula sobre su superficie. Las principales ventajas d
esta técnica, comparada con las otras más convencionales, son: mayor
concentración de biomasa generada, sin largos períodos de sedimentación de
lodos, con una sensibilidad más baja a compuestos tóxicos, y con una alta
remoción de compuestos orgánicos y amonio en un solo proceso, sin haber una
inhibición de nitrificación en caso de ser un lixiviado con una alta concentración
de amonio. Se ha estudiado también la adición de carbón activado granular
(CAG), como materiales porosos que ofrecen una superficie apropiada para
adsorber materia orgánica y así mejorar la biodegradación. En un proceso junto
con CAGs, se consiguió una remoción de casi el 70% de compuestos orgánicos
refractarios del lixiviado, así como un 85-90% de remoción de amonio y entre
un 60 a 81% de reducción de DQO.

Figura 3. Esquema de funcionamiento de un MBBR


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3.1.2 Procesos anaeróbicos

Suelen reportar muy altas reducciones de DBO a cargas razonables. De forma


habitual se usan para llegar a niveles de tratamiento secundario, aunque se usan
como pretratamiento cuando se requieren eficiencias superiores. Presentan una
síntesis de biomasa mucho más lenta que en los sistemas aeróbicos, haciendo
que los tiempos de residencia sean más largos. No obstante, soportan altas
cargas orgánicas en el influente, debido a que no tienen una limitación en el
suministro de oxígeno.

3.1.2.1 Reactor con funcionamiento secuencial (sequencing batch reactor)

Algunos estudios han revelado buenos rendimientos sobre los reactores de


funcionamiento secuencial bajo condiciones anaeróbicas. Estos sistemas pueden
lograr una captura sólida y en un recipiente, eliminando la necesidad de un
clarificador. Se recomienda el uso de un sistema mixto, aeróbico-anaeróbico
para reducir simultáneamente materia orgánica y nitrógeno. Por ejemplo,
Kettunen y Rintala (Kettunen et al. 1996) mostraron una remoción de la DQO del
35% en la fase anaerobia mientras que en el proceso combinado la DQO y la
DBO7 fueron reducidas en un 75% y 99% respectivamente.

3.1.2.2 Reactores UASB (Upflow Anaerobic Sludge Blanket)

El éxito del concepto UASB se basa en el establecimiento de un lecho de lodo


denso en la parte inferior del reactor, en el que tienen lugar todos los procesos
biológicos. Este lecho está formado básicamente por acumulación de sólidos en
suspensión entrantes y el crecimiento bacteriano. El reactor ha ido
evolucionando con el fin de tratar grandes caudales de aguas residuales con
importantes fluctuaciones diarias, en el tratamiento de efluentes industriales,
cuyas temperaturas normalmente son tibias, propias de las fermentaciones
anaerobias, y en concentraciones de DBO superiores a 1.000 ppm. A mayor
concentración en DBO, mayor competitividad económica, versus las
tecnologías tradicionales de lodos activados, a parte de tener un tiempo de
retención más corto. En los estudios consultados reportan una eficiencia de

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remoción de: DBO: 80%, DQO 80%, SS: 70%, N: 10%, P: 10%. Se ha reportado
que la disminución en la DQO y DBO no se ve afectada por un cambio de
temperatura mientras se trabaje entre los 15 y 30 ºC. Esto hace permite que, en
países especialmente fríos, no haya que calentar los lixiviados previamente al
tratamiento, lo que podría suponer una opción efectiva para reducir costes
económicos. Las plantas UASB son a menudo complementadas por sistemas
aerobios sencillos de post-tratamiento, como filtros percoladores o lagunas
(Figura 4), que incrementan el costo en un 25%, pero consiguen lograr una
remoción global del 90%. Esta configuración en concreto ha sobresalido debido
a la alta calidad del efluente producido y al relativo bajo costo del tratamiento
de aguas residuales de baja y mediana carga orgánica, sumado a la ausencia de
equipos de control sofisticados, la moderada producción de lodos y el menor
consumo energético, todo esto a incluso altas velocidades de carga y bajas
temperaturas. Las principales desventajas que presenta son: la larga puesta en
marcha que requiere en comparación con otros procesos, su alta sensibilidad a
sustancias tóxicas (Sung et al. 1997) y la baja eliminación de patógenos y
nutrientes, lo que muchas veces hace que se requiera un post-tratamiento para
alcanzar estándares de descarga de materia orgánica, nutrientes y elementos
patógenos.

Figura 4. Esquema de funcionamiento de un reactor UASB con un sistema anaerobio mixto

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3.1.2.3 Biorreactores de lecho fluidizado (reactores RALF)

Dado que los organismos anaerobios crecen muy lentamente, para operar con
un volumen de reactor razonable y tiempos hidráulicos de residencia cortos, la
biomasa debe de estar retenida en el reactor o ser recirculada en el sistema. Esto
se consigue en los reactores de flujo fluidificado, permitiendo trabajar con las
cargas volumétricas más altas de entre todos los tipos de digestores empleados
en el tratamiento anaerobio de aguas residuales (Rozzi, 1988), que son más altas
que en los reactores aeróbicos. Gracias a estos reactores RALF se produce una
mezcla intensa entre el lixiviado y la biomasa que lo digiere, con grandes
superficies específicas de contacto (de 2.000 a 3.000 m2/m3), con una perfecta
homogeneización de la temperatura en el reactor. Estos reactores son trifásicos,
ya que coexisten las tres fases gas-líquido-sólido y en ellos el influente entra por
la parte baja del reactor, junto con la recirculación necesaria para lograr altas
velocidades del fluido que provoquen la fluidificación del lecho. El diseño del
sistema de distribución del influente es clave para el óptimo funcionamiento de
este tipo de reactores. El gas producido (CH4 + CO2) y el efluente tratado
abandonan el sistema por la parte superior. Puede resultar conveniente instalar
sistemas de separación gas-sólido-líquido. Diversos autores (Farhan et al. 1997),
han realizado estudios comparativos entre el funcionamiento de los RALF y
otros diseños de reactores, demostrando la mayor efectividad de los primeros
para el tratamiento de un mismo efluente, con más carga orgánica o compuestos
recalcitrantes (Tabla 3)

Tabla 3. Comparación de características entre reactores RALF y UASB

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El principal inconveniente del lecho fluidizado es el consumo de energía de
bombeo, dado que generalmente es necesario operar con grandes relaciones de
recirculación para alcanzar velocidades superficiales lo suficientemente elevadas
como para mantener las partículas suspendidas.

Figura 5. Esquema de funcionamiento de un reactor de lecho fluidizado

3.1.2.4 Reactores de membrana (MBR)

Los biorreactores de membrana pueden ser definidos como sistemas en los que
se integra la degradación biológica de los efluentes con la filtración de
membrana (Cicek et al. 1998). Difieren de los sistemas biológicos al sustituir el
sedimentador que hace la separación sólido/líquido por un sistema de micro o
ultrafiltración. Debido a esto, el volumen del tanque se reduce, pero se
aumentan las complicaciones en la operación de los sistemas, ya que los
módulos de membrana son más complicados de operar y mantener que los
sedimentadores. Del mismo modo, aumenta significativamente la cantidad de
biomasa dentro de los reactores, pero aumentan los costes de energía del
proceso, ya que se pierde eficiencia en la transferencia de masa en la aireación,
además de que se pueden producir procesos de taponamiento de las membranas.

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Las principales ventajas de estos sistemas se dan en las aplicaciones en las que
se utiliza el proceso biológico para la oxidación del amoníaco, como en aquellas
en las cuales se busca remover la DBO. Los usos actuales incluyen el tratamiento
y reciclado de agua en comunidades y edificios, el tratamiento de aguas
residuales municipales y el tratamiento de efluentes en determinadas industrias
(Urbain et al. 1996), debido a la aparición de módulos de membrana menos
costosos y más efectivos, junto con el endurecimiento de los requisitos de
vertido. Estos reactores producen una elevada calidad del efluente, con unidades
extraordinariamente compactadas, por lo que están bien adaptados para:

- Aplicación en áreas de elevada sensibilidad ambiental


- Tratamiento de complejos efluentes industriales que requieran un sistema
que permita operar a edades del fango elevadas.
- Aplicaciones específicas donde el proceso convencional de fangos
activados no puede producir un efluente de calidad adecuada a costes
razonables.
- Aplicación en áreas donde existen limitaciones espaciales.
-
Sin embargo, la mayor ventaja potencial de esta tecnología está en el campo de
la reutilización (Jefferson et al. 2000), debido a que las membranas de los reactores
pueden ser de ultrafiltración. Gracias a esta tecnología se retienen bacterias,
algunos virus y algunos componentes orgánicos e inorgánicos que,
frecuentemente, son encontrados en los efluentes de algunos tratamientos
biológicos convencionales. Por tanto, el efluente de MBR puede ser adecuado
para la reutilización directa o como agua de suministro para un proceso de
ósmosis inversa. Existen dos tipos principales de biorreactores de membrana,
los que tienen la membrana integrada o sumergida, y los que tienen membranas
externas o con recirculación al biorreactor (Fig. 6).

Figura 6. Esquemas de funcionamiento existentes para reactores de membrana


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En las primeras, la unidad de membrana que realiza la separación física está
sumergida en el tanque biológico. La fuerza impulsora a través de la membrana
se puede alcanzar presurizando el birreactor o creando presión negativa en el
lado del permeado de la membrana. En las segundas, el licor de mezcla es
recirculado desde el biorreactor hasta la unidad de membrana que se dispone
externamente a la unidad biológica. La fuerza impulsora es la presión creada
por la alta velocidad del flujo a través de la superficie de la membrana. La
elección de un sistema u otro dependerá de la importancia que se dé a los
diferentes criterios que intervienen en la misma (Tabla 4).

Tabla 4. Comparación de características entre reactores MBR con membrana sumergida y membrana externa

En resumen, la tecnología MBR tiene una serie de ventajas que la convierten en


una alternativa válida frente a otras tecnologías, que principalmente son:

- Eficaz retención de sólidos suspendidos y de los compuestos más solubles


dentro del biorreactor, proporcionando un efluente de gran calidad.
- En reactores con membranas de ultrafiltración se logra la retención de las
bacterias y virus, obteniéndose un efluente estéril.
- Permite un tamaño de planta hasta un 50% menor.
- Con operaciones a altas concentraciones, la edad del fango es mayor que en
otros sistemas convencionales, provocando una reducción significativa de éste
de hasta el 40%, con la consiguiente reducción de los costes de operación
posteriores.
Las principales limitaciones de esta tecnología tienen que ver con aspectos
económicos, requieren elevadas inversiones iniciales, debido al coste de las
membranas, además de un gasto energético importante.

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3.2 Procesos fisicoquímicos

Los procesos físicos y químicos incluyen la reducción de SS, partículas


coloidales, material flotante, color y de componentes tóxicos. En el caso de los
lixiviados provenientes de un vertedero, estos procesos se usan generalmente
añadidos a una línea de tratamiento (como pre-tratamiento o última depuración)
o para tratar un contaminante específico (eliminación de amonio).

3.2.1 Flotación

La flotación es empleada para separar sólidos o dispersar líquidos de una fase


líquida usando finas burbujas de gas. Las burbujas se adhieren a las partículas,
y la fuerza ascensional que experimenta el conjunto partícula-burbuja de aire
hace que suban hasta la superficie del líquido. La flotación por aire disuelto es
el método más comúnmente usado para el tratamiento de aguas residuales
contaminadas con metales (Kurniawan, 2006), donde se enfoca sobre todo a la
remoción de coloides, iones, macromoléculas, microorganismos y fibras. Hasta
la fecha hay muy pocos estudios que reporten aplicaciones de este método con
lixiviados de vertederos. Zouboulis et al. Investigó el uso de flotación en
columna, como post-tratamiento para eliminar ácidos húmicos residuales,
consiguiendo eliminar hasta un 60%.

3.2.2 Coagulación-Floculación

Coagulación y floculación puede usarse con éxito para el tratamiento de


lixiviados maduros y estables. Se utiliza generalmente como pre-tratamiento,
anterior a un tratamiento biólogico o a una ósmosis inversa. Se usa comúnmente
como coagulantes el sulfato de aluminio, sulfato de hierro o el cloruro de hierro.
Se han estudiado también el uso de biofloculantes en vez de coagulantes
inorgánicos, probándose como una alternativa viable, ya que con dosis muy

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bajas de biofloculantes de ha conseguido eliminar hasta el 85% de ácidos
húmicos. Varios estudios han examinado el uso de esta técnica con lixiviados
de vertedero optimizando el método, seleccionando el coagulante más
apropiado, identificando las condiciones experimentales óptimas, o el efecto del
pH. Estos estudios revelan que el uso de sales de hierro produce una mayor
eficiencia que las de aluminio, reduciendo la DQO hasta un 50% (con aluminio
se conseguía entre un 10 y un 40%), porcentaje que a veces aumenta
combinando la adición de floculantes y coagulantes (M. Loizidou et al. 1992)

3.2.3 Precipitación química

En cuanto al tratamiento de lixiviados se refiere, la precipitación química es


ampliamente utilizada como pre-tratamiento para la eliminar las altas
concentraciones de nitrógeno amónico. Muchos estudios han investigado la
factibilidad de precipitar NH4+-N selectivamente. Li et al. Consiguieron
precipitar iones de amonio como fosfato de amonio y magnesio, (MAP), con
cloruro de magnesio hidratado, fosfato sódico hidratado, consiguiendo reducir
la concentración de amonio en un 95% con este método en 15 minutos. La
principal desventajas de este método es el gran volumen de lodo a tratar que
puede contener, además de compuestos tóxicos que dificulten su tratamiento y
evacuación (Kurniawan, 2006).

3.2.4 Adsorción

El proceso de adsorción, generalmente, suele ser una etapa dentro de un proceso


físico-químico integrado para el tratamiento de lixiviados de vertedero, o bien
simultáneamente a un tratamiento biológico (Kargi F. et al. 2003). El adsorbente
más utilizado es el carbón activado, en forma granular o en polvo. La adsorción
mediante carbón activado permite la eliminación del 50-70% de tanto DQO
como de nitrógeno amoniacal. Por lo tanto, el objetivo de la adsorción con
carbón activado es asegurar la completa eliminación de metales tóxicos o

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compuestos orgánicos como AOX o PAHs, además proveer soporte a
microorganismos. También se han investigado el uso de otros adsorbentes, que
bajo ciertas condiciones producen rendimientos similares al carbón activado,
como son las zeolitas, keonilitas o alúmina activada.

3.2.5 Oxidación química

La oxidación química es un método ampliamente estudiado en el tratamiento


de efluentes conteniendo compuestos refractarios, como son los lixiviados de
vertedero. Durante los últimos años ha habido un creciente interés sobre los
procesos de oxidación avanzada (POAs) debido a los excelentes rendimientos
que producen en la eliminación de compuestos refractarios, aunque tenga
algunas desventajas como la alta demanda de energía o el gasto en reactivos. La
mayoría de estos procesos, excepto la ozonización, usa una combinación de
potentes oxidantes como O3 o H2O2, o irradiación, por ejemplo ultravioleta o
ultrasonidos, o catalizadores. En la tabla 5 podemos ver los diferentes procesos
de oxidación avanzada que se utilizan.
Procesos fotoquímicos Procesos no fotoquímicos
- Ultravioleta de vacío - Ozonización en medio alcalino
- UV/ H2O2 - Ozonización con H2O2
- UV/ O3 - Procesos Fenton y relacionados
- UV/ O3/ H2O2 - Oxidación electroquímica
- Foto-fenton y relacionados - Radiólisis y tratamiento con haces de
- Fotocatálisis heterogénea electrones
- Plasma no térmico
- Descarga electrohidráulica y ultrasonidos
- Oxidación en agua sub- y supercrítica

Tabla 5. Diferentes procesos de oxidación avanzada

Diferentes autores utilizan los POAs en lixiviados, maduros o estables, para


oxidar sus sustancias orgánicas a sus estados oxidados más estables, es decir,
agua y dióxido de carbono, y para mejorar la biodegradabilidad de
contaminantes recalcitrantes hasta un valor compatible con los subsecuentes
procesos biológicos. Los rendimientos en algunos de estos procesos son muy

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buenos. La ozonización con H2O2, por ejemplo, reduce la DQO normalmente
en más de un 90% (P. Schulte et al. 1995), mientras que por sí sola no es muy
eficaz. Sin embargo, en combinación con otros métodos (biológico,
coagulación), el ozono incrementa la eficiencia de tratamiento de DQO del 54%
al 95% (Orta et al. 2003)

3.2.6 Stripping por aire

El método más utilizado hoy en día para eliminar la alta concentración de


nitrógeno amoniacal en aguas residuales es el stripping por aire. Su uso es
también extensivo en el tratamiento de lixiviados de vertederos. Para que este
método sea eficiente, se han utilizar con altos valores de pH y las fase gas
contaminada debe ser tratada con H2SO4 o HCl. Por ejemplo, se han obtenido
reducciones de un 89% de amonio a un pH 11 con 24h de retención (Marttinen
et al. 2002). Con tiempos de retención similares se han obtenido un 93% y 99.5%
de reducción de amonio (Silva et al. 2004, Ozturk et al. 2003). Uno de los mayores
inconvenientes de este método, es la severa contaminación del aire producida si
el amonio no es propiamente absorbido por bien el H2SO4 o HCl. Otras
desventajas es el espumado, lo que obliga a utilizar altas columnas de stripping
(Fig.7).

Figura 7. Esquema de funcionamiento de un air stripper con aguas residuales

20
Conclusión sobre los tratamientos convencionales

Durante muchos años, los tratamientos biológicos convencionales, así como los
clásicos tratamientos fisicoquímicos se han considerado las tecnologías más
apropiadas para la manipulación y gestión de efluentes muy contaminados,
como son los lixiviados de vertedero. Cuando se trata un lixiviado joven, los
tratamientos biológicos obtienen rendimientos razonables respecto DQO,
NH3-N y metales pesados. Cuando de un lixiviado maduro y estable se refiere,
los tratamientos fisicoquímicos se consideran necesarios, muchas veces como
un paso de refinamiento previo a un tratamiento biológico, para eliminar
sustancias refractarias, o integrado en un proceso químico-físico-biológico, que
disminuye las desventajas de los propios tratamientos en solitario y contribuye
a un mayor rendimiento conjunto. Sin embargo, con el continúo
endurecimiento de los estándares de descarga en la mayoría de los países, con el
envejecimiento de los vertederos con más y más lixiviados maduros y estables,
en muchas ocasiones los tratamientos convencionales no son suficientes para
llegar al nivel de purificación necesario para reducir el impacto ambiental de los
lixiviados. Por ello, durante las últimas dos décadas, se han investigado
tratamientos más efectivos, entre los cuales, los basados en sistemas de filtración
avanzada, basados en tecnologías de membranas, se han postulado como una
alternativa más que viable para cumplir las regulaciones existentes en la mayoría
de países.

3.3 Sistemas de filtración avanzada

El tratamiento de lixiviados se ha visto impulsado en gran medida por nuevas


tecnologías que se están implantando en el tratamiento de aguas, por ejemplo,
con la utilización de membranas, una tecnología que se ha desarrollado
principalmente durante las dos últimas décadas. Estas tecnologías resultan
eficaces en la eliminación de la materia orgánica, sólidos en suspensión, así
como iones metálicos, aunque presenta el inconveniente del ensuciamiento de
las membranas o membrane fouling, el cual disminuye la eficacia de los reactores

21
de membrana. La diferencia entre ellas se basa, fundamentalmente, en la
apertura del hueco de la membrana y la presión a la que se somete el lixiviado
para que pase por el hueco.

3.3.1 Microfiltración (MF)

La microfiltración es un tratamiento efectivo cuando es requerido para eliminar


coloides y partículas en suspensión (en el rango de 0.05 a 10 micrones) como
pre-tratamiento para otro proceso de filtración o en conjunto con otro
tratamiento químico. No se han encontrado estudios en los que se utilice esta
técnica en solitario.

3.3.2 Ultrafiltración (UF)

La ultrafiltración es un proceso de fraccionado selectivo que utiliza presiones de


hasta 10 bar. Concentra sólidos suspendidos y solutos de un peso molecular
mayor que 1000 Da. La UF es efectiva eliminando macromoléculas y partículas,
pero depende fuertemente del tipo de material que constituye la membrana.
Puede ser utilizada como una herramienta para fraccionar la materia orgánica y
evaluar la masa molecular de los contaminantes orgánicos, y darnos
información sobre su toxicidad. Se ha observado, que como ocurre con la MF,
la UF se han acoplado a procesos biológicos, reemplazando los sedimentadores,
tanto para la reducción de la DBO como para la nitrificación del amoníaco.
También se integra en otros procesos híbridos que aúnan técnicas físicoquímicas
con otros procesos biológicos, o como pre-tratamiento a una ósmosis inversa,
ya que por sí sola, la UF no consigue eliminar por completo las sustancias
contaminantes (reduce la DQO entre un 10% y 70% en solitario). La UF
también se utiliza para eliminar los componentes de mayor peso molecular de
los lixiviados que tienden a provocar el fenómeno llamado membrane fouling,
especialmente en la ósmosis inversa, fenómeno que reduce el rendimiento de
estos procesos.

22
3.3.3 Nanofiltración (NF)

La nanofiltración ofrece un enfoque versátil para obtener diferentes objetivos en


cuanto a la calidad del agua o lixiviado se refiere, como por ejemplo el control
de contaminantes orgánicos, inorgánicos y microbiales. Las membranas de NF
están generalmente hechas a partir de una película de polímeros con un límite
de peso molecular generalmente entre 200 y 2000 Da. Pocos estudios utilizan la
NF en solitario para tratar lixiviados de vertederos (Trebouet et al. 2001), en los
cuales se consigue una reducción de la DQO de entre 60%-70% y de amonio de
cerca del 50%, sea cual sea el material de la membrana y la geometría utilizada.
Tratamientos físicos se han utilizado juntamente con la NF, obteniendo
eliminaciones de los materiales refractarios de la DQO de hasta el 80%. Sin
embargo, para una exitosa aplicación de esta tecnología, se requiere un control
eficiente del fenómeno de membrane fouling. Un amplio espectro de
constituyentes puede contribuir a este fenómeno en la NF: sustancias orgánicas
e inorgánicas disueltas, coloides, y partículas suspendidas.

3.3.4 Ósmosis inversa

La ósmosis inversa parece ser uno de los tratamientos más prometedores y


eficientes, de entre las técnicas más recientes, para el tratamiento de lixiviados
de vertederos. En el pasado, varios estudios realizados tanto a escala de
laboratorio como a escala industrial demostraron los rendimientos de esta
técnica. Se consiguieron reducciones de la DQO y de metales pesados de un
98% y 99% respectivamente. No se emplea como tratamiento independiente, ya
que requiere de una combinación de operaciones y procesos anteriores para
lograr resultados adecuados. Así, por ejemplo, cuando el lixiviado se encuentra
en la fase acética es necesario un pretratamiento biológico. La tecnología reporta
unos excelentes rendimientos en la remoción de la mayoría de los
contaminantes, observándose igualmente que funcionan estupendamente con
concentraciones de DBO relativamente bajas, menores a 1000 mg/L, es decir,
con lixiviados maduros y estables. Otra gran ventaja que posee la tecnología de

23
ósmosis inversa es el bajo consumo energético que requiere, comparándola con
otras tecnologías antes mencionadas. Sin embargo, dos cuestiones han sido
identificadas como los principales inconvenientes para su implantación: el
fenómeno conocido como membrane fouling y la generación de un gran volumen
de concentrado (que es inutilizable y tiene que ser tratado o eliminado). En la
década de 1990, la mejore constante de la tecnología de membranas dio como
resultado el DT-module. Gracias módulo de canal abierto, los sistemas pueden
ser limpiados con gran eficiencia, especialmente con respecto al fouling y
especialmente el biofouling. La operación y mantenimiento de estos sistemas
obligan a la necesidad de hacer continuos lavados, retrolavados, limpiezas y
reemplazos de las membranas, lo que implica un aumento del coste de operación
y mantenimiento, que debe tenerse en cuenta en el momento de seleccionar la
tecnología.

Figura 7. Esquema de funcionamiento de un proceso de ósmosis inversa

3.4 Consideraciones finales

Hay que tener en cuenta que, en algunos casos, el tratamiento de lixiviado dio
como resultado el aumento de problemas de funcionamiento en otros aspectos
no estrictamente relacionados con el tratamiento de las aguas residuales. La
selección del proceso de tratamiento adecuado no sólo debe incluir el
cumplimiento de los valores límite de efluentes y los costes de operación y

24
mantenimiento, sino también la producción de residuos que tienen que ser
tratados o eliminados en procesos posteriores, teniendo en cuenta que, algunos
de ellos, son considerados residuos peligrosos, como, por ejemplo, el
concentrado final tras un proceso de ósmosis inversa en etapas sucesivas. A
continuación, se presenta unas tablas que resume la idoneidad de los principales
tratamientos, según la edad de los lixiviados y según su rendimiento.

25
Tabla 5. Comparación de la idoneidad del tratamiento según la edad del lixiviado (Abba et al. 2009)

Tabla 6. Comparativa de la eficiencia de cada tipo de tratamiento (Renou et al. 2006)

26
4. Caracterización de lixiviados

Debido a la complejidad en la composición de los lixiviados, y a la cantidad de


diferentes factores externos que hacen que ésta varíe, la caracterización de los
lixiviados se convierte en un paso fundamental, previo a su tratamiento. Con la
caracterización se pueden conocer las características físicas y químicas para
deducir la composición del lixiviado, lo que luego nos permitirá estudiar cual
será el tratamiento que más le convenga, siempre dentro de unos parámetros, ya
sean económicos o de operabilidad, y en base a las normativas de descarga que
se den en el lugar que nos encontremos. Dentro de este apartado se estudiarán
los métodos disponibles para conocer los principales parámetros que
representan estas características, que son:

- DBO: La demanda bioquímica de oxígeno (DBO) se define como la


cantidad de oxígeno que se consume en mg O2/L por procesos
bioquímicos durante la degradación de ingredientes orgánicos, por tanto
mediante el análisis de DBO se determinan los compuestos orgánicos
degradables.

- DQO: La demanda química de oxígeno (DQO) es una medida


aproximada del contenido total de materia orgánica presente en una
muestra de agua. Esta materia orgánica en condiciones naturales puede
ser biodegradad lentamente y es oxidada a CO2 y H2O mediante un
proceso lento que puede tardar, desde unos pocos días hasta varios
millones de años, dependiendo del tipo de materia orgánica presente y de
las condiciones de biodegradación. La DQO a diferencia de la demanda
bioquímica de oxígeno (DBO) determina adicionalmente sustancias
orgánicas no degradables.

- TOC: El carbono orgánico total (TOC) es la cantidad de carbono que


contienen los compuestos orgánicos. Suele utilizarse como indicador no
especifico de la calidad del agua. La medida de la cantidad de materia
orgánica se puede establecer directamente a través del carbono orgánico
total, o bien indirectamente a partir de la capacidad reductora del carbón
existente en la muestra mediante la determinación de la DQO y la DBO
mencionadas anteriormente. No obstante, el TOC es una medida rápida,
fiable y directa del contenido orgánico ya que no depende del estado de
oxidación inicial de la materia.
27
4.1 DBO

Existen diversos métodos para la determinación de la DBO, los cuales se pueden


clasificar en métodos de dilución y en métodos respirométricos.

4.1.1 Métodos de dilución:

Estos métodos consisten en diluir el agua residual con agua saturada de oxígeno
disuelto (OD), a la que se le han añadido sales y nutrientes, y determinar la
cantidad de oxígeno que resta al final del ensayo, ya sea por vía instrumental,
electrodo selectivo de oxígeno, o por vía química, método de Winkler. En estos
métodos presenta importancia el grado de dilución, que tiene que ser de acorde
con la materia orgánica presente en la muestra, así como la realización de la
siembra, para aguas con nula o poca cantidad de microorganismos.

4.1.1.1 Método Winkler

Las mediciones de oxígeno por este método implican la toma de muestras en


una botella Winkler, la cual es simplemente un recipiente de vidrio con tapa
hermética, que está diseñado de tal forma que posibilita la forma de muestras
sin dejar atrapadas burbujas en el interior de la botella. El oxígeno disuelto (OD)
en el agua oxida una cantidad equivalente del precipitado de hidróxido
manganoso. En medio ácido, y en presencia de iones yoduro, el manganeso
(Mn) oxidado revierte a reducido, con una liberación de yodo equivalente al
contenido original de OD. Posteriormente se valora el yodo con una solución
patrón de tiosulfato.

4.1.1.2 Método electrodo selectivo de oxígeno

Son muy utilizados actualmente, estos respirómetros a volumen constante


incluyen electrodos sensibles al oxígeno, los cuales registran el descenso de la
concentración de O2 disuelto en una solución acuosa (inicialmente saturada de
O2) contenida en una cámara hermética. A fin de controlar la temperatura, las
cámaras de medición se sumergen en un baño termostatizado con agitación

28
continua. La toma de datos de los respirómetros se efectúa por lectura del
monitor del medidor.

4.1.2 Métodos respirométricos

Un respirómetro es un instrumento que consiste en un pequeño reactor biológico


que sirve para medir velocidades de respiración aerobia de una población
microbiana en determinadas condiciones. El respirómetro determina la cantidad
de oxígeno consumida por unidad de tiempo y de volumen. Algunos autores
consideran al respirómetro como un sensor, ya que consiste en una unidad física
con una entrada de muestra externa y una salida de resultados obtenida después
de un procedimiento interno. Por otra parte, y debido a su condición de reactor
biológico, los resultados son extremadamente dependientes de las condiciones
de trabajo y, por tanto, puede existir una variabilidad en la salida. Esta
variabilidad cuestiona el hecho de que se considere sensor al respirómetro y
obliga a que los resultados de las respirometrías se acompañen de las
condiciones de operación: estado de la biomasa (concentración, pH,
temperatura, DQO, edad, etc); tipo de sustrato utilizado; temporalidad de la
medida de oxígeno (puntual, continua). Estos métodos siguen el consumo de
oxígeno por medida de la presión del aire que está en contacto con la muestra.
Como en la reacción se libera CO2, se dispone en todos ellos un sistema de
absorción del CO2 desprendido mediante disoluciones de KOH. Entre ellos
están el Respirómetro Warburg y el Respirómetro Sierp.

4.2 DQO

En las pruebas de DQO se acelera el proceso de biodegradación que realizan los


microorganismos, mediante un proceso de oxidación forzada, utilizando
oxidantes químicos y métodos debidamente estandarizados. El método más
utilizado, es el método de dicromato potásico, en el que la determinación se
efectúa por retroceso, valorando el exceso de dicromato potásico aportado con
sulfato ferroso amónico. Este método presenta algunos inconvenientes, en las

29
condiciones del ensayo, se oxida el 95% del valor teórico de los compuestos
orgánicos; no oxida a algunos compuestos aromáticos (como benceno, piridina,
tolueno); puede oxidar a ciertos compuestos inorgánicos (nitritos, cloruros y
sulfuros, estos últimos se enmascaran por formación de un complejo con sulfato
mercúrico) y el amoniaco sólo es oxidado en presencia de concentración
significativa de iones cloruro libres.

4.3 TOC

El método para la determinación del TOC se basa en la oxidación catalítica a


680ºC, como producto de la combustión se genera agua el carbono (orgánico e
inorgánico) que se oxida a CO2. Este dióxido de carbono generado se mide
mediante un detector de infrarrojos no dispersos (NDIR), obteniéndose así el
carbono total (TC).

5. Potenciales aplicaciones de la nanotecnología en el tratamiento de


lixiviados

Como se ha mencionado anteriormente, no existe un tratamiento de lixiviados


que por sí solo pueda tratar cualquier tipo de lixiviado de forma significativa y
con el que se obtenga una calidad del agua adecuada. La nanotecnología puede
suponer una opción tangible en la búsqueda de éstos métodos.

- Aplicaciones en la adsorción mediante carbón activado:

El carbón activado es un material que es ampliamente utilizado,


especialmente en los métodos de adsorción para el tratamiento de lixiviados.
Su eficiencia está limitada por su área específica o sitios activos, su falta de
selectividad, y por sus cinéticas de adsorción. Además de lo expuesto, otra
desventaja es la baja afinidad de adsorción con compuestos orgánicos de baja

30
masa molecular. Recientemente la adsorción mediante nanopartículas ha
supuesto una gran mejora debido a la extensa área específica y sus asociados
núcleos de adsorción, además de que se puede ajustar el tamaño del poro y
su química superficial. Se han explorado diferentes NP para eliminar algunos
metales pesados, con buenos resultados, postulándose como una gama de
materiales muy competitiva y con mucho margen de mejora.

- Catalizadores para procesos de oxidación avanzada

En procesos Fenton homogéneos y en sus procesos combinados, la mayor


desventaja es la producción de grandes volúmenes, especialmente en el paso
final de neutralización. Para evitar éstas desventajas, las NP podrían ser
utilizadas como una forma alternativa para inducir la oxidación Fenton, pero
hasta el momento se ha investigado muy poco esta alternativa.

- Aplicaciones antimicrobianas y de desinfección de las NP

Las NP de plata y otros metales como el oro o el cobre han recibido una
amplia atención en aplicaciones biológicas dadas sus propiedades únicas. Se
han demostrado 4 mecanismos posibles asociados con el comportamiento
antimicrobial de las NP: (1) efecto “caballo de troya” debido a procesos de
endocitosis, (2) fijación a la superficie de la membrana, (3) formación de
radicales catalizadores, (4) liberación de iones metálicos. Todos estos
mecanismos tienen un potencial uso en aplicaciones antimicrobianas para los
lixiviados.

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