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Sinopsis de la Flora
Alóctona Española
Eschscholzia californica (MA 643083), Salas Bajas (Huesca): a) hábito; b) rama con flor; c) cápsula abierta; d) semilla.
Apéndices
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Tras estas tres grandes familias, aportan más de 10 cies indígenas, tanto como estrategia de preven-
táxones cada una las siguientes: Solanaceae (45 táxo- ción de cara a evitar la introducción de especies
nes), Liliaceae (31), Rosaceae (31), Crassulaceae exóticas como en aras a racionalizar la economía
(22), Cactaceae (22), Amaranthaceae (21), Crucife- del agua, benficiándonos de las menores exigen-
rae (20), Malvaceae (18), Pinaceae (17), Labiatae cias hídricas de los jardines formados por especies
(17), Umbeliferae (16), Convolvulaceae (16), Cype- mediterráneas frente a aquellos con predominio de
raceae (15), Polygonaceae (14), Aizoaceae (14), especies foráneas.
Euphorbiaceae (13), Cucurbitaceae (13), Onagra- En segundo lugar aparece la agricultura como
ceae (13), Iridaceae (12), Chenopodiaceae (12), Vita- fuente de introducción de especies alóctonas. Se
ceae (11) y Scrophulariaceae (10). trata de táxones cultivados en algún momento, ya
sea con finalidad alimentaria, forrajera, industrial,
Análisis de biotipos medicinal, condimentaria, etc. y que han escapado
De acuerdo a la clasificación de formas biológicas de nauralizándose o haciéndose cimarrones. A conti-
RAUNKJAER (1934), en la figura 3 se muestra el por- nuación, con una importancia cuantitativa similar,
centaje alcanzado en la xenoflora española por cada se encontrarían las especies introducidas de forma
uno de los principales biotipos. Llama la atención la fortuita, no intencionada, como consecuencia del
mayor importancia relativa de los fanerófitos con comercio y del trasiego de mercancías y personas,
respecto a la que tienen en la flora autóctona y en la y aquellas que han llegado como malas hierbas de
flora alóctona de Portugal, pues en ambas el predo- los cultivos agrícolas. Estas últimas, cuya introduc-
minio corresponde a los terófitos. Esta inversión a ción es igualmente ajena a la voluntad del ser
favor de árboles y arbustos puede deberse al origen humano, las hemos diferenciado de las anteriores
jardinero y ornamental de muchas de nuestras xenó- por seguir unos mecanismos de introducción y
fitas. expansión específicos, ligados a la actividad agríco-
la, tales como partidas de semillas contaminadas
Figura 3. Espectro de biotipos de la xenoflora española. con diásporas de malas hierbas, deficiente limpieza
de maquinaria y aperos, etc.
Por último, aparece la selvicultura como vía de
introducción de especies exóticas, que si bien supo-
ne un porcentaje muy bajo dentro del total (3 %)
debe considerarse significativo a tenor del reducido
número de especies utilizadas con este fin, muy
inferior al de las cultivadas desde el punto de vista
agrícola u ornamental.
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sonancia con los resultados del análisis de xenóti- antropozoógena. Entre ambos suponen el 74 % de
pos donde se evidencia el predominio de ergasiofi- la xenoflora española. Esto significa que tres de
gófitos y epecófitos. En lo que respecta a otros cada cuatro especies de plantas introducidas o bien
ambientes, el segundo hábitat preferido, aunque a no terminan de naturalizarse de manera efectiva o
gran distancia, corresponde a los ecosistemas bien si lo hacen se encuentran en hábitats con esca-
arvenses o agroecosistemas, medios igualmente so valor de conservación. En cuanto a los táxones
muy influenciados por la actividad del hombre. permanentemente establecidos en ambientes natu-
Dentro de los ambientes naturales y seminatura- rales (holoagriófitos) o seminaturales (hemiagriófi-
les, aunque mucho menos importantes cuantitati- tos), si bien a priori pueden parecer cuantitativa-
vamente que los anteriores en cuanto al número de mente menos importantes, adquieren no obstante
xenófitas que acogen, es destacable la coincidencia mayor peso que en la xenoflora portuguesa
en ellos de unas condiciones hídricas en el suelo (ALMEIDA, 1999), lo que puede indicar una mayor
más favorables (humedales, áreas riparias, etc.) capacidad de acogida de especies alóctonas de los
que las que corresponderían a la influencia exclu- hábitats valiosos españoles frente a los portugue-
siva del clima mediterráneo. Ello puede quedar ses, aunque para llegar a esta conclusión se requeri-
explicado por las duras condiciones que dicho ría un análisis más profundo no solo cuantitativo
clima impone para la mayoría de las xenófitas, sino también cualitativo. Por último, la presencia
sobre todo en lo que se refiere al régimen pluvio- de efemerófitos o especies casuales introducidas
métrico con sequía marcadamente estacional y solo de forma temporal resulta prácticamente testi-
prolongada, combinada con temperaturas extre- monial.
madas cuando la mediterraneidad se continentali-
za por alejamiento del mar. Ello hace que en cual- Figura 6. Espectro de xenotipos de la xenoflora española.
quier ambiente donde estos factores adversos no
se encuentren atenuados, la presencia de especies
alóctonas se vea reducida por falta de adaptación
de éstas. También parecen sensibles a la presencia
de xenófitas las playas, roquedos y humedales cos-
teros, pues el modesto 3 % de especies exóticas
que muestran preferencia por estos hábitats resulta
engañoso si tenemos en cuenta su reducida exten-
sión superficial en comparación con los otros
ambientes aludidos.
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