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Tema 6: El Imperio de los Austrias (siglos XVI-XVII)

Fue un periodo de grandes transformaciones sociales, políticas y culturales, destaca la


recuperación económica y demográfica (mortalidad elevada todavía), el comercio era
próspero (ej. puerto de Sevilla/tráfico con América), la organización política y administrativa
eran las “instituciones propias”, el gobierno y las instituciones eran secretarios, gobernadores,
consejo de estado y territoriales, la política financiera era el “consejo de hacienda” y “consejo
de las Indias”. La sociedad estaba dividida en estamentos privilegiados o no privilegiados
(grandes diferencias económicas), entre un 75/80% de la población se dedicaban a la
agricultura, tenía gran importancia la ganadería (fuente de riqueza), había capital/préstamos.

Destaca la exportación de lana (por su abundancia de materia prima). El comercio exterior


(principalmente marítimo) en rutas con América, Europa Occidental y del Mediterráneo.
Destaca el comercio de la seda. En cuanto al comercio interior estaba condicionado por el
sistema de “aduanas” que existía entre los distintos reinos. Las ferias reunían muchos
comerciantes, mercaderes, financieros y se celebraban al menos 2 veces al año. Destaca la
celebración de mercados semanales que tenían carácter regional. Las instituciones
mercantiles conocidas como consulados eran existentes en Bilbao, Burgos, Valencia,
Barcelona, Zaragoza y Sevilla. La existencia de un segmento social que reivindica el acceso
al poder en contra del sistema establecido: los “mercaderes” que actúan dentro y fuera del
reino y los “propietarios de bienes inmueble”, tanto urbanos como rurales, como
representantes de los vecinos.

TRANSACCIONES ECONÓMICAS: En el periodo de los Austrias destaca la presencia de


mercaderes extranjeros en la sociedad castellana desde finales del S.XV, destacan milaneses,
florentinos, venecianos, franceses… Los primeros que se establecieron procedían de
Inglaterra, Francia y Flandes. Estos participaron en la repoblación de villas y ciudades,
caracterizados por las exenciones fiscales y privilegios de comercio.

Para garantizar la seguridad de estos comerciantes se firman las alianzas entre monarcas de
distintos países, se establecen disposiciones que refuercen las garantías de seguridad (“carta
de seguro”), conceder numerosas de estas garantizaban el movimiento de un lugar a otro
aunque estén en guerra, estas serán concedidas por el monarca, garantizaban unas buenas
relaciones económicas, que daban libertad de residencia, seguridad para sus bienes y
personas, posibilidad de elegir a sus representantes o cónsules y exención en el pago de
algunos impuestos.

Incluso existen menciones llamados seguros generales que serán reclamados por las villas
con intención de proteger a los mercaderes que acudían a sus villas. Por ejemplo, la ciudad de
Córdoba con mercaderes extranjeros afincados en toda esta zona, con una situación
geográfica estratégica a medio camino de las urbes castellanas y el puerto Mediterráneo de
Málaga, con una importante vía de comunicación que rápidamente comunicaba con todo el
valle del Guadalquivir, y que le permitía colocar las producciones de la campiña o de la sierra
en cualquiera de las villas marineras de la costa. Además, la región de Córdoba contaba con
una circunstancia a su favor, era el centro del comercio lanero que incluía una amplia zona
que iba desde Úbeda, pasando por Baeza, Baza, Antequera hasta la sierra de la Serena.

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