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CURSO:

PENTATEUCO
DOCENTE:
Ps. Sánchez López, Segundo

TEMA:
LOS DIEZ MANDAMIENTOS - NO
CODICIARÁS

sEMINARIO TEOLÓGICO NAZARENO DEL PERÚ - ETED


LA LIBERTAD - 2023
Los Diez Mandamientos – No Codiciarás

I. Definición:
El décimo y último mandamiento, "No codiciarás," es un precepto fundamental en la tradición
judeocristiana que se encuentra en el libro del Éxodo en la Biblia. Este mandamiento se presenta
como una llamada a la contentura y la moderación, prohibiendo el deseo inapropiado de las
posesiones y relaciones de otras personas. A lo largo de este escrito, exploraremos en
profundidad la definición de este mandamiento, su relevancia en la ética religiosa y su impacto
en la sociedad.

El Texto Bíblico del Mandamiento:


"No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su
criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo." - Éxodo 20:17 (Reina-Valera 1960).
Este mandamiento se presenta en forma de una prohibición de "codiciar," que significa desear
con avidez o envidiar lo que pertenece a otra persona. Está dividido en dos partes: la primera se
refiere a no codiciar las posesiones materiales de tu prójimo, mientras que la segunda hace
hincapié en no codiciar la relación íntima de tu prójimo, en particular, a su esposa. Cada una de
estas prohibiciones tiene profundas implicaciones éticas y morales.
El mandamiento "No codiciarás" tiene relevancia atemporal y aplicabilidad en la sociedad
contemporánea. La codicia, la envidia y la avaricia continúan siendo problemas que afectan a
las personas y las comunidades en todo el mundo. La búsqueda obsesiva de la riqueza y las
posesiones materiales a menudo conduce a la insatisfacción y la explotación. La obsesión por lo
que otros tienen puede resultar en la insatisfacción y la falta de gratitud por nuestras propias
bendiciones.

No Codiciar las Posesiones de Otros:


La primera parte del mandamiento nos advierte contra la envidia y la avaricia, dos actitudes
destructivas que pueden dar lugar a la discordia y al descontento. En lugar de desear lo que
otros tienen, se nos insta a ser contentos con nuestras propias posesiones y a mostrar gratitud
por las bendiciones que hemos recibido. La codicia puede conducir a la injusticia, al robo y a la
explotación de otros. Este mandamiento enfatiza la importancia de la propiedad privada y el
respeto por las posesiones de los demás.

No Codiciar la Relación de Otros:


La segunda parte del mandamiento resalta la importancia de la fidelidad y el respeto en las
relaciones personales. Al prohibir el deseo de la esposa de tu prójimo, se nos recuerda que no
debemos interferir en las relaciones matrimoniales de otros, ni ser infieles en nuestras propias
relaciones. La infidelidad y la lujuria son actitudes que pueden dañar gravemente a las personas
y las familias. Este mandamiento subraya la importancia de mantener la integridad en las
relaciones personales y el respeto por los lazos familiares.

La Relevancia Contemporánea:
Aunque el mandamiento "No codiciarás" tiene sus raíces en la antigüedad, su relevancia perdura
en la sociedad contemporánea. La codicia, la envidia y la avaricia siguen siendo problemas que
afectan a las personas y las comunidades en todo el mundo. La búsqueda obsesiva de la riqueza
y las posesiones materiales puede llevar a la insatisfacción, al endeudamiento y a la explotación.
La obsesión por lo que otros tienen a menudo se manifiesta en la obsesión por la imagen
personal y la comparación constante con los demás en la era de las redes sociales.

Además, la segunda parte del mandamiento nos recuerda la importancia de la fidelidad y el


respeto en nuestras relaciones personales. La infidelidad conyugal y la falta de respeto por las
relaciones ajenas siguen siendo cuestiones que afectan a las familias y las comunidades. La
promoción de la fidelidad y el respeto en nuestras relaciones continúa siendo relevante en la
sociedad contemporánea.

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