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LADY ANA: Maldita sea la mano que hizo esto. Maldito el corazón que tuvo el coraje de hacerlo. Maldita la
sangre que hizo derramar esta sangre. Si haz de tener un hijo, que sea abortivo. Si haz de tener esposa,
que sea ella más miserable por su vida de lo que soy yo por la muerte de mi joven marido.
¿Qué magia negra conjuró a este espíritu maligno para poner fin a sus obras caritativas?
LADY ANA: Diablo, vil. Aléjate y no me apesadumbres. Haz hecho de esta tierra feliz mi infierno. Si gozas al ver tu
infamia… contempla pues tu matanza.
RICARDO III: Divina perfección hecha mujer. Permite que me disculpe… por el crimen que supuestamente he
cometido.
LADY ANA: ¿Lo concedes, puerco espín? Entonces Dios me conceda tu muerte por esa obra malvada.
RICARDO III: Tu dormitorio. Abandondemos este enfrentamiento. Tu belleza que me obsesionó en mis sueños
podría hacer que matara a todo el mundo. Sólo por una hora en tu dulce regazo.
LADY ANA: Agradable pensamiento, si creyera esto, homicida… ,me arrancaría esa belleza del rostro.
RICARDO III: Mis ojos no soportarían eso. Regocijas mi alma como el sol al mundo. Es mi día. Mi vida . aquel que
privó a tu marido de la vida, lo hizo para conducirte a un marido mejor.
(ELLA LO ESCUPE)
LADY ANA: Nunca sirvió el veneno a un individuo tan vil. ¡Fuera de mi vista! ¡Me infectas los ojos!
RICARDO III: Esos ojos tuyos han arrancado amargas lágrimas de los míos. Cuando oí la historia de la muerte de mi
padre… todos los presentes parecían árboles bañados por la lluvia. Los ojos viriles desdeñaron las
lágrimas. Lo que ese dolor no logró entonces lo ha conseguido tu belleza. Quedé ciego de tanto
sollozar. Que no me desdeñen tus labios. Fueron hechos para besar. Y no para despreciar. Si tu
corazón vengativo no puede perdonar rogaré por la muerte humildemente… de rodillas.
(SACA LA ESPADA)
No demores. Fui yo quien mató a tu marido… pero fue tu rostro celestial quien me incitó. Toma la
espada… o tómame a mi.
LADY ANA: Es más de lo que mereces. Pero ya que me enseñas a elogiarte…imagina que ya te dije adiós.