Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
FILOSÓFICA Y JURÍDICA
COMITÉ C IENTÍFICO DE LA EDITO RIAL T IRANT LO BLANCH
_ .,_,;r:,nt.nttlindu.phpkdi1orial/p,O<'NlimiNHo.dt.Jdtccion-dt--o,ig:inaol«
METODOLOGÍA DE
LA DISERTACIÓN
FILOSÓFICA Y JURÍDICA
G ERMÁN Su CAR
Abogado y Doctor por la U11iversidad de 811e110s Aires
Máster e11 Derecho Pe11al por la Universidad París 1 Pantl1éo,i-Sorbom1e
Profesor titular de tiempo completo del Departamento Acadén,;co de Derecl,o del ITA M
tirant lo blanch
Va lenc ia, 201 9
Coprright ® 20 19
Todos los derechos reservados. Ni l:i mtalidad ni parte de este li bro p uedr re producirse o transmitirse
por ningún procedimiento electrónico o mecánico, indu rendo fotocopia, gr:ibación magnética, o
cualquier a lmacenamiemo de información )' sis1ema d e recuper:ición sin permiso escrito del autor
y del editor.
En caso de erraras y actua lizaciones, la Edito rial Tirant lo Blanch publicará la pertinente corrección
en la página web www.tirant.com.
• ¡ Qlfe es un tuto filo,ó6w?", con el ~n•il ptrmi.., de, la Nlitorial 11:ochtttt: "Qu'e11.-a qu' un tute philooophiqut?", en B,,..
nard ~--• y llcrnard Manin, E.xurciu1 pbi/oropbiq,,n Q1<;1toru diucrt.otio,u tf tQfflmr,,r.,;,n ,k tute, 11179, pigs. IJ -2-4.
• ¡El discu.-.o racional putde evi1ar r«urrir a la penuuiónl": "l.e diK:oun t?.1ionnt l peu1-il M: p.u w•r J'un recoun a la ptnua-
!Íonr,tn 11.,,,; l'ma-Kuiz, l'bikJ.-Opbi,,. t.,, diuerúirion. Tnmi,.,,k,, Borda', 199', ~I?- 252-US.
"¡Pütde dc,rirv: "c:,da uno tiene su .,,dad"1", non el ynti1 fl('fmioo de, Yolaine l'o lin·, 1ok y Natha lie Nieu.-ians: "l't<11-un
dirt: •a chacun A ~ riu!"1", en Yobint l'olin:,.1ok r Na1halit Nieu.-ian.., 1 - 1.-r ....s. l'hilo&Opl,i,,. L.n. i,rain topin ,k t-µhJ,
Nathan, 2003, ~&1- 133- 137.
" Mélhodolugit", ron el ~ t il fl('fmioo de Arnaud Le Pilloucr: " Mctod<>log¡, de, la d,ocnación juridioi (o 1enu juridiro). A•P«·
1u.gc,ner.de,i", t u1uintdi10.
"El podtr ron1.1i1uyt n1e derivado", ron t i ~1il permiso Je l.1:•ttnsoéJi1ion1: " l.e pou•oir con~i1uan1 Jhiv,!" de G Llles Toull,-
m<>n.k, n. l'nline Thrk, J~l:H,llt Thun,,i,rtl y Gil~ To ultn"-"'d.-, Thb>r~ Ju J,0,1 l'Ollllitutio,,,MI, 2010, J',ig$.. 85•93.
l'l,n deta ll,00 i,ob,e el ltma "Umi1cs del poder ro11stit11ytntc~, de Aude 81tnc1 y Gtrmin Sunr. 1010 inhlilo, COII ti gc111il
pttmif<>Jc,AudeBlfoet.
l) ittrlación " l.lmhes dd podei- conMi1<1ytmt", de, Aude IJ.lb>ct y Gtn,dn S...:ar, IUW inhlito, ron t1 ~ntit pttmi,o de, Audc:
lllénci.
-C.Omrn1ario del an k:ulo 9 del C6di50ci.-il franck",con el 5"ntil pt'fmi,odc: la Nlitorial 1':tliJ>9G: "Cornmrmaire de l"anidc ~
Ju Codc CM1" ,ni Alain y Ma~ 11.-..,chi, /~ commmtai"' ,k lr;,ctn 111rid/q.,4 l.v4d rJx/m,n,/t,2" tdir:ión, 2007, pip.28-36.
"C.Omt ntario de un frapncnlo del l) iKurw weliminar del C'Alw,ci, il franc& de r 001alis~, con d ~ 111il pttmi1,1,> de, la td,tori.11
I.CDJ: "Ponalit-D,scoun prfliminaire du Cude Civil", ni llrigine lbsJevam-CalKX'met y Valmc: Cou1al-Arnal, llifl~rc J.,
droit rt dn i1<slit1</iom. C,,rrig<is d'aamm,, 2" Nliri6n, 2000, pip. 201-208.
lije!l'iciu lde ron,.n,ario de t u to jurfdico M>hre k,s prdmbuk,s de las coru1i1ucioneii OlladouniJl:n¡,c y lra,iaul prop<IOIIO por
11crJin.anJ Mtl,n-Soocramanim co" d roncu!lO de l.aurfflt l)on•i~o y Kay.,. Mdab,co,, ti gcn1i1 pttmi50 de Nitorial l)allo;i:
en M ,chtl Vtrpeaux (Jir.), ¡¡,.,.,,ie, 2009. l)roil con11,111tio,im/. Mltbodolor~ Ó' s,,jr/1 corri,rh, 2009, p,ig,. 85-81!,.
Cun el !!,C'ntil permi10 dc: tditurial l)allu>:, material u traldo M>hrt d,f.,.-cnlcs 1ipuo dc: falkis, su1 re,ip«1.i.-a1 p,,1nt1 y pauta, p,,1ra
111 romprtnsió,1, de bal:H,llt l)cfrbmis•Soultau, Je utw;,t r/,,,u,r mu11 J ro/1. Mhbod,,1 de /r,¡w,I ti tUs Ju suttjs, 7- Nlición,
2010,p,i~.28-SO.
Cun d gema permito dc: W itorial Oal~ , material vitr.1fdo i,ob,c ejemplo dc: li..-:lu de j11rii,prudtncia, de ba l:H,llt Odrfooit-
Soultau,je utwx ri,,u/rmo,iJro/1. Me/bodrs de 1.,,wilt1tUs dus.,ttb , ?- Nlición,20 10, ~ p. S8-S9.
Con d gcn1il permiso de cdi1orial I.Gl)J, tjcmplo de romcnm i o de fallo (con o plic:adonn mc1oJol6gic:,1), 1u w u1raído de
G,llet Goub<'aux y l'hilippc llohr, l..n l pra,w:f , ,. dro,t tiuiJ. Co,iu,ü el modela, 11- cd ki6n, 2008, pigt,. 225-2-42.
1•~ • deco,ncntario falk,sobrt una ,cucncia d.-1 Co,iu,rlc0ftl/lll•lion1<t/de l'n.ncia "l.t-y q ue prohíbe el ,.1oltamim1odcl
roslrotn d eiip,,1cio público", n• 2010·6IJ l>C, r oobrt un.a tcnlcncia Je li Cont lnltramcricana dc: l>cm:hOI lluman<>1 IObr,;
compc1tncia,dcl 2◄ de 1tp1iembrtde 1999, lw:hcr /fr,;,t11d1<w. lffl, iMdi1<11,ron dgcntil ptnnifO dt Aude IJ.lfuc1.
C Germá n Sucar
O T IRANT LO ULANCH
EDITA: TI RANT LO ULANCH
C/ Artes G ráficas, 14 • 460 !0 • Valencia
TEI.FS.: 96/361 0048 - 50
FAX: 96/369 41 5 1
Email: rlb@tirant.com
www.tiran t.com
l.ibrcría virtual: www.tirant.es
ISBN: 978-84-1336-606-7
Si tiene alguna queja o sugerencia, envíenos un mail a : ate,1do11clie111e@tim,11.,om. En caso de no
ser atendida su sugerencia, por fovor, lea en www.1ira11t.11et/i,1dex.phplempresa/politicos-de-empresa
nuestro Procedimiento de quejas.
Responsabi lidad Social Corporati.-a: http://www.tirnnt .net/Docs/RSC lirant.¡xlf
Índice
Agradecimientos...
Pró logo .. 11
Int roducción... . 19
PRIMERA PARTE
METODOLOG fA DE LA DISERTAC IÓN FILOSÓFICA
Capítulo l. Reglas metodológW.u .. 41
SEGUNDA PARTE
METODOLOGIA DE LA DISERTAC IÓ N JURIDICA
Capítulo l. La disertación jurídica o rema teórico... 241
Sección 1. Aproximación teórica ... . 243
Sección 2. Ejemplos y cjc:rcicios ... 285
Bibliografía .. 527
Agradecimientos...
Prólogo
l. L1 preocupación por la lectura y la escritura funcional.. 12
11. La '"me1odologfo de la d isertación jurídica~: una proput'5ra para la lccturn y la escritura
funcional .. 14
lntroducáó,r
1. Objeto y objetivos... 19
2. Estructura y perspectiva pedagógica... 19
3. E.xccpcionalidad de esta obra en el mundo hisp;rnoh:iblantt'... 20
4. Público destinatario... 22
5. Los diferentes tipos de metodología... 23
6. L.1. anicu b ción entre la metodología de la discnación jurídica y la mctodologfo de la
diserrnción filosófica... 26
7. Especificidad de la mc1odología de la di.sen-ación jurídica... 29
8. Variantes en la metodología de la discmción ... 30
9. Ejercitación p ráctica y ejemplos... 30
1O. Enseñanza de la metodología de la disertación.. 30
11. Referencias bibliográficas................. 31
12. Sentido de la metodología ck la disenaci6n ... 32
PRIMERA PARTE
METO DOLO G IA DE LA DISERT AC IÓN FILOSÓFICA
Copít11lo I
Reglas metodológicas
1. Regb .s metOOológicas propiamente dichas o del orden de la fundamentación lógica.. 43
1.1. Reglas metodológicas generales... 43
1.2. Rl-glas metodológicas propias de la filosofía... 45
1.3. Problema y problemitica filosóficos.. 48
1.3. 1. Problemas filosóficos... 48
1.3. 1.1. La noción de problema filosófico... 49
1.3. 1.2. Identificación, plan1camien10 y formulación de los problemas
filosóficos .. 51
1.3.2. La problcm:itica .. 53
1.3.2. l. Caracterización .. 53
1.3.2.2. Determinación... 54
2. Regb s retóricas.. 56
2.1 . Figuras retóricas o de estilo... 56
2.2. Figuras argumentales y principios retóricos... 57
536 fndicc dc materias
Capít11l0 11
La lectura filosófica
l. Caracterización .. 63
1. 1. Necesaria ... 63
63
64
2. T~nicas ... 64
2.1. Aclaraciones previas ... 65
: ; Unll
2.2. '"'I:.·.•·de
L,s reglas ···················
la lectura · · ··········filosófica
··············· ·······
····· · ······························ ································ · ······································ ··· ···
... 65
2.3. Notas y vocabulario .. 66
2.3.1. Las fichas de lectura .. ... 67
2.3.2. El vocabulario filosófico ... 67
Capít11/o lfl
UI exf)licació11 de texto /ilosófil:o
Sección I
Apro.,:im/lción teória1
l. Caracterización .. 75
1.1. Lo que un:1 explicación de texro no es ... 75
1.2. Lo que es, positiv:i mcmc, una explicación de rcxto ... 76
2. Etapas de la elaboración ... 77
2.1. El trabajo preparatorio ... 77
2.2. La composición de la explicación .. 78
2.2.1. La introducción ... 78
2.2.2. La explicación propiamente dicha (o cuerpo del ejercicio)... 79
2.2.J. La conclusión .. . 81
2.2.4. l a redacción ...... 81
SfNTESIS RECAPITULATIVA .. 82
Sección 2
Ejemplos y ejercicios
A. Cuestionario acerca de los tres primeros capítulos... 90
I}. Texto: fragmento del Discurso del método. Para bie11 ,0111/ucir su prot,ia razón y buscar
~--·~
fo verdad e11 las ciencias de René Descartes [Disco11N de la méthode. l'o11r bie11 co11d11ire
sa raiso11, et cherche, fa 111frité dmu les sciencesl... 91
C. Ficha de lectura y vocabulario filosófico... 92
Capít11fo lV
El co111e11tario de texto filosófico
Sección 1
Aproximación teória1
l. 107
2. 109
fndice de materias 537
Sección 2
Ejemplos y ejercicios
Cnpítulo V
UJ di5trtación filosófica
Sección J
Aproximaci6ri teórica
1. Caracterización y modalidades.. 15 1
1.1. Carncterización .. 151
1. 1.1. Lo que es una disemción filosófica 152
1. 1.2. Lo que una disertación filosófica no es... 153
1.2 . Consignas y estructuración del ejercicio 153
1.2.1 . Los diferentes tipos de enunciados.. 154
i) El enunciado-noción (o estudio de una noción).. 154
ii) El enunciado-múltiples nociones (o estudio de dos o más nociones) .. 155
iii) El enunciado-pregunta (o estudio de una pregunra) 157
iv) El enunciado-cita (o estudio de una cita) 160
1.2.2. l.os diferentes tipos de plan 163
i) El plan dialéctico... 164
ii) El plan progresivo 165
iii) El plan nocional 166
iv) El plan por confrontación de nociones 167
2. Etapas para la elaboración 168
2.1. Trabajo preparatorio 168
1) Elucidación conceptual . 169
i) lectura de la consigna .................................................................... 169
ii) Análisis de las nociones, explicitación de las implicaciones del tema r
búsqueda de los dominios de estudio en los que el rema cobra sentido .. 171
a) El trabajo de la defink ión... 171
b) l as asociaciones verbales 172
538 fndice de materias
Sccá611 2
Ejemplos y ejercidos
A. Cuestio na rio acerca de la disertación filosófica ... 210
lt Primer ejemplo de diserrnción filosófica ... 2 11
C. Cuestio nario acerca del primer ejemplo de disertación filosófica... 222
D. Sesundo ejemplo de disertació n filosófica .. 223
E. Cuestionario acerca del segundo ejemplo de disertación filosófica .. 228
E Tercer ejemplo de disertación filosófica ... 229
G. Cuestionario acerca del tercer ejemplo de diser1aci611 filosófica .. 235
SEGUNDA PARTE
M ETODOLOCIA DE LA DISERTACIÓN JUIÜDICA
Capít11fo I
U, 1/isertació11 ¡mí,lica o tema leórico
Sccci611 J
Aproximaci611 teórica
~~--
B) ¿C6mof ...
C) Redacción...
=
256
257
1.4. Redacción... 259
2. Metodología de la disertació n jurídica {o tema teór ico). Notas complementarias.. 260
fndlCe de materias 5 39
Secáó11 2
f.iemplos y eiuááos
A. Cucstion:uio acerca de la disertación jurídica 288
B. Planes detallados.. 290
a) ¿Qué es el poder constituyente? ( 1)... 291
b) ¿Q ué es el poder constituyente? (2) .. 294
c) Poder constituyente)" poder de revisión... 295
C. Eicmplo de disenación (con explicaciones metodológicas)... 297
l. Indicaciones metodológicas... 297
11. Ejemplo propuesto... 300
D. Cuestionario acerca del ejemplo de disertación jurídica... 307
E. Ejemplo de disemción con plan detallado... 308
a) Plan dem llado sobre el lema ~Límites del poder constituyente~.. 308
b) Disertación jurídica... 3 14
E Bi bliograffo sobre podercons1ituyemc (con especial referencia alderecho frnncés,mexicano
y argentino).. 334
G. Algunos temas (th~mes) de disertación .. 336
1-1. Cu:1drilla de evaluación de la disertación jurídica... 338
Capitulo 11
El comentario th texto iuridico
Secdó,i l
Aproximación teórica
1. Ca racterísticas: objeto y finalidad... 347
1.1. ¿Qué tipo de textos o documentos jurídicos pueden ser objeto de un comentario? 347
1.2. ¿Cuál es su objeto y finalidad?... 348
2. Elaboración... 349
2.1. Trabajo preparatorio... 349
2. J. l. La lectura y el análisis... .. 349
2. 1.2. U determinación del contexto... 352
2.1.3. La búsqueda del plan .. 353
2.2. Técnicas aconsejadas para la composición del comentario... 354
2. 2.1. La elección del plan.... 354
2.2.2. La especificidad de la introducción... 356
2.2.3. La redacción y la conclusión.. 358
3. Particularidades según la natura leza de los textos... 360
3.1. Textos de historia del derecho y de las instituciones ..... 360
3. 1.1. El trabajo prepara.torio..... 36 1
540 fndicedc materias
Sección 2
F,iemplos y ejercicios
A. Cuestionario acerca del comentario de 1exto jurídico.. 392
B. Ejemplos de tipos de plan.. 393
C. Ejemplo de comentario de texto norma1ivo (con breves explicaciones me10<lol6gicas) .. 398
D. Cuestionario acerca del ejemplo de comentario de texto jurídico-normativo... 405
E, Ejemplo de comentario de texto histórico (con breves explicaciones metodológicas)... 406
F. Cuestionario acerca del ejemplo de comenrario de texto histórico-jurídico... 415
G. Ejercicio .. 4 16
Capillllo lfl
El co111e11tario de fallo
Sección/
Aproximación teórica
1. Los fallos o sentencias... . 423
1.1. J urisdicción y competencia.. 423
1.2. L., jurisprudencia... 424
1.3. 1ipos de sentencias y va lor de la jurisprudencia para el conocimiento del derccho 426
1.4. Elementos de l.ts scmencias .. 428
2. Objeto y finalidades del comentario de fallo... 429
2.1. El sentido de una decisión.. 431
2.2. El alcance de una decisión.. 432
2.3. L.1 explicación y la aprcciación crítica del fallo... 435
3. L, elaboración del ejercicio.. 435
3. 1. El trabajo preparnrorio... 436
3.1.1. Tareas preparatori:i con vistas a la explicación... 436
3.1. 1. 1. Lectura y an:ílisis de la decisión... 436
3. 1.1.2. La ficha de jurisprudencia... 442
3.1. 1.3. El estudio de la cuestión de derecho.. 444
3. 1.2. La recolección de elementos con miras a la apreciación critica del fallo.. 444
3.2. L.1 composición del comentario... .. 448
fndice de materias 54 1
Sección 2
Ejemplos y ejercicios
A. Cuestionario acerca del comentario de fallo .. 4 74
B. Diferentes tipos de fallos. sus respectivas p.1nes y pautas para s u comprensión..... 4 75
C. Ejemplo de ficha de jurisprudencia.. 496
D. Ejrmplo dc- fór mula simplificada dc- plan para el comc-ntario dc- fallo................... . 500
E. Ejemplos (variacionc-s) de tipos de planes cormpondienres a b. fórmula elaborada... 502
f'. Ejemplo de comentario d e fallo (con explicacionc-s meiodológicas) 503
G. Cuestionario acerca dc-1 ejc-mplo dd comentario de fa llo. 524
H. Ejercicios 525
Agradecimientos
Agradezco, muy en primer lugar, al Dr. J orge Cerdio Herrán, quien me enco-
mendó la elaboración del programa de una nueva asignatura para el Departa-
mento de Derecho del ITAM, iniciada en el año 20 10, " Investigació n y redacción
jurídicas", cu yo dictado está a la base d e la redacción del presente libro. Expreso
mi reconocimiento, asimismo, al Dr. Arnaud Le Pillouer, por ha berme permitido
iniciarme en la rarea docente de la metodología jurídica en el marco de su curso
de Derecho Constitucional 1 (l,ztroduction a la tbéorie de l'État) de la Université
Cergy-Pon toise, así como por su colaboració n con algunos rexros en la presente
obra. Igualmente a Aude Blénet por su atenta lectura de versiones inic iales de csre
libro, sus valiosas sugerencias y cola boración , y a Gonzalo Robles por su empeñ o
en el trabajo de asistencia de investigación en algunas de las parres de esta obra.
En mi calidad d e Profesor titular de tiempo completo del ITAM, doy las gracias
al ITAM y al apoyo fi nanciero otorgado por parte de la Asociación M exica na d e
C ulrura, como también a la Biblioteca del ITAM.
Prólogo
elegir q ué géneros pudieran servir para iniciar una profilaxis en los futuros
abogados, qué géneros tendrían el mayor rédito para el aprendizaje de las ma-
terias doctrinales; dado que serían aprendidos como buenos ejemplos de escri-
tura teórica. Al mismo tiempo, el profesor Sucar no podía suponer ni asumir
ninguna comprensión previa de la metodología de escritura en sus alumnos.
El lector que esté fami liarizado con otros textos en francés sobre metodología
jurídica advertirá pronto la diferencia con el libro del profesor Sucar a este
respecto: hay un trabajado de curaduría de las pautas que se ocupan en el
mundo francés, una elaboración de las indicaciones para redactar y preparar
los géneros; al tiempo que existen otras pautas más que son el producro de las
estrategias de escritura y de docencia del profesor Sucar. Es un libro que tiene
reglas heurísticas derivadas del uso de la metodología por parte del profesor
Sucar en su doble calidad de autor y de docente. A este primer reto debemos
sumar un segundo desafío que tuvo que enfrentar el profesor Sucar: ¿cómo
articula r las pautas metodológicas con el desa rrollo de habilidades de com-
prensión,explicación y a nálisis, de lectura profunda? En esto el libro tiene una
impro nta original: el toma r el análisis filosófico como punto de partida para el
desa rrollo de la lectura atenta y de las capacidades de comprensión profunda
de las ideas. La lectura filosófica es peculiarmente difícil, por su vocabulario,
por su estructura, por la temática abstracta. Sin embargo, quien domina con
soltura la lectura y la comprensión de ese tipo de textos puede moverse con
mayor facilidad hacia el análisis jurídico. La razón reside no solamente en la
menor complejidad de los textos jurídicos en relación con los textos fi losófi-
cos, sino en una concepción d e los problemas jurídicos que no es para nada
a jena al profesor Sucar: en el núcleo de un problema jurídico difícil se hayan
cuestio nes de teoría jurídica y de filosofía general. En esto, el texto del profe-
sor Suca r invita a entrenarse en géneros propios de la fil osofía general como
un calentamiento de la gimnasia mental antes de proseguir hacia los géneros
jurídicos.
Venimos de ver una versión en miniatura de un trabajo de a ños. Primero
como un extranjero de la metodología francesa, el profesor Sucar tuvo que
aprender y usar el mérodo de escritura francesa hasta convertirse en un maes-
tro, un estudioso del tema. Después, cuando asume el reto de crea r un progra-
ma nuevo de habilidades de lectura y de escritura para estudiantes de derecho
en el ITAM, el profesor Sucar se lanzó a escoger, a cuidar y seleccionar los
insumos más idóneos para traer a nuestro medio de habla hispana las pautas
de la metodología francesa. Por varios años ha puesto a prueba estos métodos;
con un agregado muy original: con el valor que agregan el poder analiza r y
formular explicaciones, juicios y argumentos filosóficos a la comprensión del
derecho. Esre año in icia el despliegue progresivo de materias de investigación
18 Prólogo
1. Objeto y objetivos
La presente obra tiene por objeto principal proveer pautas para 1111 adecuado
tratamiento, estmct11ració11 y presentación de ciertos trabajos teóricos, especial-
mente en el ámbito de la filosofía y del derecho )~ más específicamente, en la
redacción de géneros jurídicos con una impronta filosófica. Su o bjetivo fu nda-
mcmal es permitir lograr un adecuado equilibrio entre contenido, estructura y
estilo, cnrre análisis y síntesis; de insrar a la reílexión crítica; de desarrollar una
arg umenración consistente con precisión, coherencia y claridad. Aunque la mcro-
dología de la disertación no es única, nos in spiramos en las obras francesas, por
su sistematización pedagógica y complerirud, así como por su probada eficacia.
Una de las particularidades fundamentales de este libro consiste en la articula-
c ió n de la metodología de la diserración jurídica con la d e la disertación filosófica
(sobre cuyas definic io nes nos referimos en el p unto 5 de esrn introducción ). A este
efecro, se presentan algunos de los más imponantes géneros de escrirura de una y
otra merodología. Entre los primeros se incluyen la explicació n de texto filosófico,
el comentario d e texto filosófico y la disertación filosófica. Entre los segundos,
el comenrario de texto jurídico, el comen tario de fallo y la disertación jurídica o
tema teórico. Como veremos, la articu lación entre la metodología de la diserta-
ción fil osófica y jurídica no se agota, ni mucho menos, en la consideración (en una
misma obrn) d e los principales géneros d e escritura de una y otra.
Universid:id de los Andes, 20 10, y Revista Chilena de Derecho, vol. 33, n" 1, 2006, respectiv:i•
Germán Sucar 21
4. Público destinatario
Esta obra csd dirigida, en primer lugar, pues, a todos aq uellos que q u ieran
ejercitarse metódic:imente en la clabornción y com posición de trabajos teóricos,
principalmente en el ámbito de la filosofía y del derecho , como a aq uellos que
deseen cfr.-ctuar estudios de grado o de posgrado en universidades en las q ue se
exige este tipo de metodología. Reviste interés, igualmente, para quienes ejercen la
profesión, ya sea como funcionarios, abogados o asesores. De especial relevancia
resulta,en fin, para el dictado de un curso general sobre metodología de la diserta-
ción filosófica y ju rídica. De hecho, la presenre obra es el fruro de la enseñanza, en
el ITAM, de la materia "' Investigación y redacción jurídicas", desde el año 20JO
hasta la fecha. Se trata, en suma, de favorecer la adquisición de habilidades cuyo
empico puede ser :iplicaclo, como todo arte, mutatis mt1ta11di, incl uso más allá
de los géneros contemplados en este libro. Otro aspecto de interés, no menor, es
que la merodología de los géneros de escritura filosóficos y jurídicos que aquí se
Pág. 184 .
Síntesis, 1996.
Papiro, 2003.
Germán Sucar 23
'º En la bibliografía final ~ rcst:rva un apanado para kis obras orientadas a la redacción de un
mémoire o una t1$iS doctoral en derecho y en filosofia. Sin perjuicio de ello, mencionamos,
desde :1.hora, entre las primer:1s, las siguienll."S: Henri Capitan1, Com111e11t ,f fm,t {aire sa tl,Cse
de doctoral 1:11 dro,t, 2• rdición, Dalloz, 1928; Simone Drryfus y l..aurrnce Nicolas-Vullir rme,
l..a tl,ése de d<Xtomt et le mémoire. l:.ti,de mbl,odolog1q11e (Sde11ces 111rid;q11es et politiq11es).
3'" edición, ~ditions Cujas, 2000; y tdith J:11llardon y Dominiquc Roussillon, 011tils pour la
recherche 11md1q11e. Méthodolog1e de I" tl,tu de doctorut et d11 mb11oire de master e11 droil,
~ditions des a rchivcs contemporaintS. 2010. f.nm.' las obrns destinadas al mimo,re o b tesis
doctoral en filosoíía, valga mar: Michcl Bcaud (}' colaboradores) Lºart dt la tbtst. Commelll
préparer et rédiger 1111 mbnoire de "uister, ,me thtu de doctorar 011 to11t a11tre truvail 1111wer-
sitaire Q f tre d11 11et , nueva edición, ~ditions La Découvene, 2006; y Sophie Boutillicr et al.,
Mithodologie de fa thtse et d11 mémoire, Stud)'rama. 2017. Como.st" obstrva, se trata dr obras
destinadas a b s disciplinas humanísticas en grneral. comp1tndid:1 la filosofía.
" En el interior de la denominada doctrina pueden distinguirse. a su \"ez, dos impon-a mes tipos
de enfoques teóricos: la dogmática (propia dr los países que han recibido b influrncia del de-
re.:ho rom.1 no) y el esrudio de casos (propio de la trndición anglosajona).
u Cabe ad\·enir que en el interior de cada una de estas :ircas (y sub-áreas) de invrstigación exis-
ten difcrentcs propuestas metodológicas. En relació n con la metodología de la in\·estígación
empírica en el derecho (principalmente en sociología) \'éase, por caso, Ana Kunz y Nancy
Cardinaux, lnvestig/Jren derecho, Univrrsidad dt BurnosAircs. Facultad de derecho, Dcpart:1.-
mcmo de publicaciones, 2004.
n En castellano, véaM", Hcctor Fix-Zamudio, Metodología, docencia e investigaci611 ;11rídicas,
Porrúa 1996. Más recientemente)' acnmliz.ado, en lengua inglesa, puede \'em: Danicla Piana,
et al., Legal ed11rntion and ;11dJáal training in Europe: the Mem1 for j11Stiu Proiect repon,
Eb·en lntemational Publishing, 2013.
24 Metodología de la disertación filosófica y juríd ica
•• Ver a este respecto, por ejemplo, Jean Lo uis Bcrgcl. Méthodologie ;uridique, PUF, 200 1, tci:ccra
parre, capítulos I y 2.
u Véase por ejemplo, Jaime Nubio la, f./ taller de /11 filosofía. Una i11troducció11 a /e¡ escritura
filosófica, S.. ed ición, Enus¡1, 2010; lgm1cio lzuzquiza, Guía para el estudio de la /iloso(i'a:
re(ere11ci11s y métodos,Anthropos, 1994; M iguel Ángel Gómez ;\•kndoza, f111rod11cció11 a la di•
dáctica dr la filosofía, ob. cit. En esta última o bra se da un lugar a l ap rendizaje de la discr1aei6n
filosófica. En Teoría y práctica del comentario de texto filosófico de Cris16bal Aguib r Jiméncz
y Vicente Vibna Taix, ob. cit., se hallará el desarrollo teórico y práctico del comentario de texto
filosófico.
'' C f. Dicáo11ario de la Real A cademia Española, 22.., edición.
11 Sobre b teoría de la a rgumemación, la bibliografía es vastísima. Permítascnos clasificarla en
a rgumentación forma l, informa l y comunicatÍ\'a y,sobre esta base, sugerir a lgunos títulos con·
tcmpor:íncos. Argumen tación formal: Arnol<l Vander Nar, Sim ple Formal Logic: \Vit/J Com•
mo11-Se11se Symbolic Teclmiques, l" edición, Ro utledge, 2009; Cranr Luckhardr y Will¡am
Germán Sucar 25
Bechtel, How To Do Things W11J, J..ogic, Psychology Press, 1994. Argumen1ación informal:
Douglas Wal1on, Informal Log,c. A Pragmatic Approad,, 2• edición, C.1mbridgc Uni~·crsiry
Press. 2008; Douglas Walron et al.• Argwnent<Jtion Schemes. 1'" edición. Cambridge Uni\•ersiry
Prcss. 2008. Argumcnlación comunic:lli\'3: Frans van &meren et al., Fm,damentals o( Arg11-
111e11ta1,011 Theory. A Handbook o( Historia,/ Backgro1mdsa11d Contempo,.,ry De1oelopme11ts,
1" edición, Rou1ledgc. 1996; Frans van &meren et al., Argumn1tat1011. A11alys1s, f1,1Ql11atio11.
Prese11tatio11. Roudcdge. 2002: Frans van Eemcren y Rob Grootcndors1, A Systemaric Tl,eory
o/ Arg1m1e11/atio11. The pragma-d,alutical approad,. Cambridge Unin)rsity Prcss. 2003: Fr.tns
van Ecmcren, S1,.,tegic Mane,n>rrmg in Argmne11l.,ln'f' Disco11rse. E.:c1emli11g the pragma•
d1alecticaJ tl,eory o( arg11me,rtal,on (lirg11me,rta11011 m Context), John Bcnja mins Publishing
Company, 20IO; Fr:ans van F..cmercn el al., Handbook o{ Arg11me111ation Theory. Springer.
2014.
11
Para los ensayos basados en argumentos remitimos al libro clásico de Anthony Wcston, Las
c/.,ues ,le Ja arg11menlaá611. Aricl, 2004. Pa ra el estudio de b a rgumentación desde el punto
de vista mórico, véase Ch:um Pcrdman )' Lucie Olbrcchts•Tytcca, Tra11é de /'arg11me11ta1io11.
La 1101111elle rl,étoriq11e, Paris. PUF. 1958. actualmente por t.<litions de l'Universiré de Uruxe-
lles; Gilles Dedercq, L'art d'arg11111e11ter. St111cl11res rl,étoriq11es el littéraires, &iirions Uni1•er-
sitaircs, 1992; Jcan-Jacqucs Robricux. f.lémenls de Rl,étoriq11e et d'arg11me11talio11, Dunaud,
1993. Sobre el análisis de b falacias., Carlos Vaz Ferrcira, L6gita Viva, Losad:1, 1945: Cristdn
Samibáñcz Yáñcz y Robcno Marafiori (cds.), De las fafacúu. Arg11me111ació11 )' co111rmicad611,
Biblos, 2008. Evidentemente, estas C$pcciafüacioncs (a.sí como las indicadas en la nota al pie de
página amerior) no significan compartinwntos estancos sino que, por el conmuio, en b prác•
rica discurSÍ\'3, algunos. varios o todos ellos. sc suelen poner de manifiesto en interconexión,
vari:mdo los acentos de uno(s) sobre otro(s), segün las características del género discursÍ\'O,
" C f., en este sentido, Genaro Carrió, Cómo es111d,ar y arg1m1e,i/ar 1111 caso. Co,rsf'jos eleme,11a-
les para abogados jóvenes, Abclcdo Pcrro1, 1995.
:o Sobre la. retórica judicial véase, verbigracia. de maner:1 general, Fram;ois Manineau, Petit Trai•
té d'arg11me11tatio11 111d1ciaire. París, Dalloz. ]'" edición, 2008. Asimismo, podrán consultarse
las siguientes obras contemporáneas: Bcnoit Frydman (dir.), J..a ploidoirie. Acles d11 Colloq11e
d11 Centre de philosopl,ie d11 droit de /'U. L. B., Bruylam. 1998; Anne Vibcn (dir.), L'iloq11ence
j11diciaire. Priceptes et pratiq11es, grandes ploidoiries passies et co11temporai11es, f.<litions du
Juris-Classeur-Litec, 2003; Laurcnce Gra1io1 et al., Art et teclmiq11es de la plaidoirie, 2"- edi•
ción, Lexis-Ncxis, 2011; y Pascal Créhangc, l11trod11clion a J'art de la plaidoirie. Verba volattt,
2.., edición, Gazctte du Palais-lcxtcnso éditions, 2013. Pa ra ejemplos de alegatos memorables
en la justicia francesa, véase, por ejemplo, ,\lanhieu Aron, Us grandes plaidoiries des ténors
d11 barrea11. Q11and les mots pem:ent to11t ch.inger, Éditions Jacob-Duvernet. 201 O.
26 Metodologb de la disert:ici6n filosófica y jurídica
ii Cf., por cfcmplo, J. \VI. Cornrmm, G. S. Pappas r K. Lchrcr, /11trod11cci611 a los problemas )'
argumentos /ilos6/icos, México, UNAM, 2006.
u Cf. Marie-Annc Cohendcr, ob. cir., 2009, pág. 12.
Germán Sucar 27
u Otros ejercicios usuales de los que nos ocuparemos son la contracción de 1exto y la síntesis de
textos. Existen, asimismo, reglas particulares con vistas a los exámenes orales que no serán ob-
jeto del presente curso. Puede consulr:use al respecto, Philippe Choulet, Dominiq ue Folschcid
y Jean-Jacques Wunenburger, M éthodologie philosophiq11e, PUF, 2003.
28 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
14
Cnbe mencio nar dos tipos de eiercicios de los que no nos ocuparemos en la presente obra:
el resumen d e ICX'tO y la nolll de síntesis (,rote de sy11tl1Cse). Al rcspccm puede consultarse
Les épre1111es écrites en droit civil. Conseils et métl,odes de Gitlcs Gobeaux y Philippc Uihr,
LGDJ, 2008, p:ígs. 263•269 (sobre el resumen de tCXtO lcgisl:nivo o regla menrnrio) y 270•
277 (sobre ki nota de síntesis); y David Bonnct, L'esse11ticl de la métl,odo/ogie i11ridiq11e. Cas
pratiq11e, commentaire d'arrit, comme11taire d'article, disserf/Jtio,i, ficl,e de i11rispriide,ice, 11ote
de sy11t/JCse, oral, test de co1111airnmces, 2d. edición, aumc:nrnda y actualizada, Ell ipscs, 20 12:
191-234 (sobre la nota de síntesis). Sobre la norn de síntesis puede verse también, parn un
estudio m:ís dcralb.do, La note de symhtse, ¡,réparatio11 au CRfPA de Michele H:irichaux et
Carolinc\Va1inc· Drouin, Monrchrcsricn, 2008; La 11ote de sy11tl1tse de Carolinc Binct, Studyra·
ma, 2012; La note de sy11thtse ¡,as 11 ¡,as. 45 exercices pratiq11es de Pierre lkck, Dunod, 2013;
Examen d'acces mu: CRfPA. La 1101e de symhtse. Métl,ode appliq11ée et expliq11ée. S11iets et
corriges d'é/>re1111es de Nicolas Guerrero y Élisc Wolton, Lcxrenso, 2013 y Note de sy11thi!se
de Michel Dcyra, Gualino, 2014-20 15. No :tbordaremos tampoco el llamado caso pcic1ico, es
decir, típicamente los géneros destinados a presentar una consulta hipotética de un abogado,
o la resolución h ipotética de un caso judicia l, u otros modelos de escriios ¡1drninistrativos o
judiciales. Al respecto puede consu ltarse, entre otras obras: Marie-Annc Cohender, Les épreu•
ves e11 droit ¡mbfic. Co11seifs et modeles, París, 4" edición, 2009: 223-228; Thierry Garé (dir.),
A1111ales. fotrod11ctio11 m1 droit et droit civif. Métl,odologie & sujets corrigés, Dalloz, 2009:
22-28; Michel Verpcaux (dir.), A1111aies. Droit co11stit11tio1111ei. Méthodologie & m;ets corrigés,
Dalloz, 2009: 25·3 1; y David Bonnet, ob.cit.: 149-189. A mayor abundamiento respecto de las
fornu.lid ades y de la metodología propia de los escritos judiciales en el derecho francés, véase,
de Jean-Marie Denieul, Petit traité de /'écrit j11diciaire, 4.. edición, Da lloz, 2004. Por úlrimo,
no se abordarán en esm obra las pautas metodológicas para los exámenes orales. Al res¡x-c10
puede consultarse, David Bonnet, ob. cit.: 235•247.
u Cf. Jacqueline Russ, Les métl,odes e11 phi/osopl,ie, Paris, Armand Colin, 1992: 7.
Germán Sucar 29
incluirse en a lgunos libros, como, por ejemplo, incluso cierras cuestio nes de filo-
sofía del derecho o de teoría general del derecho2' .
Las referencias de las obras que se citan a lo largo de los distintos capírulos
se detallan de manera más completa en una bibliografía fina l que clasifica las
obras según tres grandes aparrados: l. " Metodología de la disertación filosófi.-
cn"; 11. " Merodologfa ele b disertació n jurídica"; y 111. " Obras de carácter com-
plementario". El segundo se subdivide, además, conforme a las diversas ramas
u orienraciones más imporranres del derecho . En los casos de obras escritas en
lengua extranjera, cua ndo conocemos la existencia de traducción castellana, e sta
se referencia en la bibliografía final. Cuando se trata de obrns extra njeras q ue re•
ferenciamos en su traducción castellana, en la bibliografía final se agrega, junto al
título en castellano y entre paréntesis, la fecha de publicación original en la lengua
de origen. Cuando lo estimamos necesario rnl dato también lo indicamos al pie
de pági na. Por último, las obras que ya han sido referidas a l pie de página en las
subsiguientes apariciones solo aparecen precedidas por el nombre del autor y a
continuac ión "ob. cit." . Si se trata de un a utor del cual cita mos más de una obra,
junto a ''ob. cit." se añade el a ño d e publicació n. La bibliogra fía fina l se restringe
fundamentalmente a libros, de modo q ue, d e ma nera excepcional, ran solo a lgu·
nos artículos d e los cirados en la presente obra son indicados en la bibliog rafía
final. En cambio, se ciran los libros q ue contienen los arrículos citados; no así las
revistas.
u Algo de todo esto sc d:l cita, verbigrneia, en el libro de Agustín Gordillo, f.f método en dered,o.
Aprender, e11se,iar, escribir, crear, hacer, Civitas, 1988, d onde su vocación de servir tanto a la
enscñanz:l universita ri:l como al aprendiza je universitario ycl ejercicio profesional del derecho,
sin descuidM rnmpoco la redacción de trab:ljos en uno y o tro á mbito (:lc:ldémico y profcsio•
nal), no le impide prodam:lr, en su título, la univers:llÍZ:lción del método jurídico, :l la vez que,
en 13 exposición de la obra, d e hecho sc d a cuenr:l de métodos muy disímiles para tareas o
d isciplinas q ue también lo son.
Germán Sucar 33
ner los diferentes ejercicios propuestos siguiendo las reglas de manera escrupulo-
sa. La adquisición de una tal destreza es lo que permirirá, más tarde, un uso más
libre de tales reglas. En todos los casos la lección es la misma: un buen trabajo
no está escrito al azar, sino que responde al uso inteligente de una metodología.
PRIMERA PARTE
METODOLOGÍA DE LA
DISERTACIÓN FILOSÓFICA
El acceso a los textos fundamentales de una materia es una condición indis-
pensable para la adquisición de conocimientos y, más aún, para su producción.
Por ello, la necesidad de una relación personal, íntima, y continua con tales textos
puede parecer evidente. No obstante, la comprensión acabada de las obras teó-
ricas no es una tarea sencilla ni completamente espontánea. Ella requiere, ante
todo, saber leer. ¿Pero acaso saber leer y escribir no consriruye algo que debe
suponerse adquirido por los alumnos de una universidad? -podría objetarse in-
mediatamente. A lo que cabría responder que por "'saber leer" no entendemos
aquí simplemente la habilidad de descifrar el abecedario y de comprender el sen-
tido literal de las frases, sino el ejercicio y el proceso inrelecrual organizado que
conduce al análisis y a la síntesis, a la reflexión. Similarmenre, con "saber escribir"
apumamos a una actividad que excede ampliamente la mera redacció n coherenre
y significativa: se trata de la capacidad de disertar21 inteligentemenre sobre un
cierto rema. Ello requiere, además de los conocimientos apropiados, el dominio
de cierras reglas; en suma, de una metodología.
La reflexión teórica implica, pues, un método, y tal exigencia se traduce en
el conocimiento de las reglas metodológicas que presiden estas dos actividades
íntimamente relacionadas: la lectura y composición de textos teóricos. Tales re-
glas son comunes a ambas actividades (independientemente de las especificidades
de cada una de ellas), por lo que convendrá comenzar por su explicación. La
filosofía --entre rodas las actividades teóricas- ocupa, en este sentido, por el
máximo rigor conceprual y nivel de abstracción que exige, un lugar prominente,
razón por la cual constituye un eje central en la referida explicación de las reglas
metodológicas que guían la lectura y composición de textos teóricos (capítulo 1).
Ahora bien, para poder adquirir los conocimientos necesarios y poderlos emplear
provechosa mente mediante las técnicas propiciadas por la metodología en vistas
a la composición de un trabajo, el saber leer se impone como una condición que
requiere un tratamiento independiente. Por ello, seguidamente nos ocuparemos de
1:1s principales pautas de una lect11ra dirigida a un resultado filosófico (capítulo 11),
prólogo indispensable para el estudio de tres ejercicios metodológicos de cardinal
importancia para la producción de trabajos filosóficos, a saber, la explicación de
texto (capítulo lll), el comentario de texto (capítulo IV) y la d isertació n (capítulo
V). Como trataremos de mostrar, el estudio de la explicación y el comentario de
textos fi losóficos, al igual que de las técnicas para su lectura - presupuesto indis-
pensable de los primeros-, constituyen (más allá de sus especificidades) un ele-
mento muy propicio para la elaboración del comentario de textos jurídicos y de
fallos. Por otra parte, incluso el estudio comparativo de la disertación filosófica,
17
En el sentido amplio expuesto en la introducción, que recordamos, a saber: "ra1-onar, discurrir
detenid:i y meródic:unenre sobre alguna materia, bil'n par:i exponl'rla, bien para refut:ir opinio-
nes ajenas~.
38 Metodología de la d isertación filosófica y jurídica
:, Cabe advertir q ue estas reglas metodo lógicas no deben ser confundidas con los métodos y las
técnicas relativas a la determinación de l:i validez o estudio del fondo de la argumentación filo•
sófica. A este ú ltimo respecto pueden consulmrse, por ejemplo, t:n.sa)'O sobre el método filos6-
f,co de R. G. Collingwood, UNAM, 1965; LAs claws d e fa arg1m1e11taáón de Antho ny Wesron,
Ariel, 2004; o l11trod11cción a los problemas y argumentos filoS-Of,cos de J. W. Comman, G . S.
Pa ppas y K. Lehrcr, UNAM , 2006.
JO C f. Marie• Anne Cohendet, M ét/Jodes de travaif-Droit P11bfic, París, M onchresrien, 3.. edición,
1998, págs. 33-42.
44 Metodologí:t de la disertación filosófica y jurídica
'
1
C f. J:1cqueline Russ, Les méthodes en pl,ilosoplúe, París, Arm:ind Colin, 1992, píg. 62.
n Cf. Russ,ob.cit.,págs.16-18.
Germán Sucar 45
conceptos esenciales referidos a él o relacionados con él. Con ello se evitará per·
derse en caminos extraños al enunciado o texto propuesto, o al tema que se quiera
libremente abordar.
Luego, debe proseguirse con el trabajo analítico, es decir, proceder a descom-
poner el enunciado, texto o tema elegido, en sus elementos constitutivos, separan-
do sus panes y determinado las relaciones que existen entre ellas.
A conrinuación, viene el trabajo de síntesis, esto es, reconstituir el todo a partir
de los elementos simples individualizados en el análisis, a fin de poner de mani-
fiesto el juego y la estrategia del pensamiento en cuesriónJJ.
Un paso adicional es el trabajo de ordenación q ue, inseparable de la regla
anterior, consiste en disponer los elemenros provistos por el análisis en un o rden
que sea conforme a las exigencias de la razón, yendo de lo más simple a lo más
complejo. Esta regla, para ser debidamenre satisfecha, no puede prescindir de la
siguiente:
Identificar o referirse a una idea directriz que aporta unidad, vale decir, a una
idea o ideas fu ndamenral(es) que organiza(n) o está(n) a la base de todo el desa-
rrollo, rrazando el camino racional q ue cond uce hasta la conclusión.
Por último, se ha de organizar o poner de manifiesto la dinámica interna de los
conceptos en juego, haciendo visible el movimienro del pensamienro, la produc-
ción de conceptos y el modo en que estos se encadenan unos a otros .
Estas reglas, como se ha adelantado, son válidas para un buen número de ejer·
cicios intelectuales. Debemos pasar ahora a aquellas que son más específicamente
filosóficas.
JJ Volveremos sobre esras dos últim:is nociones al abordar b s técnic:ls de l:1 lectura filosófica .
l4 C f., con algunas 11arian1e, Russ, ob. ci1., págs. 22-JJ. Aunque, comos.e \·erá más adelante al
estudiar la metodología de la disertación jurídica, esra última rambién consiste en la identifi-
cación de un problema y un:i problencitica, en la determinación de los en;e11x, así como en b
construcción de un plan, estos posen un carácter jurídico y no filosófico (aun si el trabajo filo-
sófico en estos puntos contribuye reali1.:1r mejor la rarea jurídica correspondiente). De ahí que
más allá de esta simetría (y no equivalencia) entre :imbos dominios, las reglas de metodología
filosófica de b q ue ahora nos ocupamos son, ral como se afim1a, propias de la filosofía. Por lo
dem:ís, t:11110 b disertación como el coment:irio de texto, en uno y otro dominio (filosófico y
jurídico), presentan particularidades propias.
46 Metodología de la d isertación filosófica y jurídica
" Téngase presente que la expresión ~cuesrión"se usa ramo como sinónimo de "pregunta" como
de '"problema", y también en ambos sentidos a la vez. El diccionario de la Real Academia
Española da, entre otros, los $Íguicntcs significados de "cuestión": 1) pregunta que se hace o
propone para averiguar la \'erdad de algo conrrovirtiéndolo; 2) punto o materia dudosos o
discutibles; 3) asumo o mau·ria; 4) problema que debe ser resucito por m<:todos científicos.
" Cf. Michel Blay (dir.), Gra11d Dictionnaire de la philosopl,ie, Larousse, 2003, pág. 858; Chris-
tian Godin, Diclionnoire de lo philosophie, Fayard, 2004, pág. 1048; y Nodla Baraquin y
otros, Dictio11noire de philosphie, 1• edición, Armand Colin, 2000, pág. 236.
J7 Cf. Noella B.araquin y orros, idem.
n Cf. Christian Godin, idem.
50 Metodología de la d isertación filosófica y ju rídica
» Cf. Nicob Abbagnano, Diccionario ele f,losofía, FCE, 1996, voz ~problema", pág. 953.
40 Cf. Michcl Bby, o b. cir., p,íg. 859.
"
1
Estos problemas pdcticos , a d iferencia de los eminentemente prácticos, requieren para su
análisis o solución, una reflexión filosófica, como los problem:is de orden moral o político•
morales.
Germán Sucar 51
41 Entre la ...as1a bibliogr:affo sobre este cema pcrmít:asenos reenviar a lkrtr:m<l Russell, Los pro•
blemas d e 14 /ilosoffa ( 19 12 ). editorial Labor, 1995. f 1111dame11tos de ft/osofia ( 1927), f'.<licio •
nes G.P., 1963, especialmente el cap ítulo 1 "'Dudas filosóficas"': Gcorgc E. M oorc, Some Main
Problems in Phdosoplry, Georgc Allen & Unwin Lid., 1953: Ludwig Wittgenstein, Tractat1u
logico•philosoph1~11s ( 1922), Alian1.a, 1993, e l111,Y'st1ga<1011es hfos6ficas ( 195 1), Grijalbo,
1988; Rudolf C1rnap, Pse11doproblemJs e11 la filosofí.i ( 1928- 1961). UNAM . 1990, y "'Sobre
el canícrer de los problema!. filosóficos.. ( 1934 ), en Ramón Cirern et al. f.f progr,1ma ,le Car-
11ap: cit:11C"-1, le,rg11aie, /ifosofí.i, Ed iciones dd Bronce, 1996. págs. 25-43: Gabriel /\1arccl, Ser y
tener ( 1935), Capa rr6s editores, 1991; Rog<"r Vemeaux, .. La No1ion de Probleme"' Rev11e p¡,¡.
fosoplliqmi de Lomlílin. Tro/Slime shie, mmo ◄9, nº 2 1, 1951, págs. 57•n; l:.milc Bréhicr. "La
notion de probll:me en p hilosophie .., en ibid.• l:.t11des de philosopl,ie antiq11e, 1955, PUF', págs.
10-16; Karl Popper C,onjet11ras y refmaáones. El desa"ollo dl'f conocimimto científico ( 196 1),
Ba rcelona, Paidós, 199 1 (cspccia lmemc capítulo 2) y, complementaria mente. C,o,1ocim ie11to
objetivo. U11 e11foq11e e1,'()/ucio11ista ( 1972). Paidós, 2006 y B1ísq11eda sin térmi110: una a11to-
biografi,1 intelectual ( 1974 ), Alianza, 2002; K. T. Fann, El concepto de filosofía e,i \Vittge11stei11
( 1971), T«nos, 1992; M ichd Gourinat, "' Y a·t·il des probll:~ proprement phi lo sophiques?"',
en G1,ide de fa dissertation et du commemaire composi en plnfosophie, Hachen c, 1976, págs.
13-37; Pctcr F. S1rawson, A11.ílms y metafisua. U11a mtrod11cci611 a la filosofía (1992), Paid6s,
199 7,espccialmente capítulo I; Anrhony Kenny, "'Wingens1ein: sobre la naturaleia de la filoso-
fía- .en Id. El legado de Wittgemtein (1984 ),Siglo XXI, 1990: págs. 72-100; Olivicr Abitcboul,
Le paradoxe apprivoisi, Flammarion, 1998; M ichel M cyer. De fa problématologie. Philoso-
phie, scie11ce t'l langage, PUF, 2008: P.M. S. Hacker, '"Whar is a philosophical problem ?"',
Tl,illk, "'ºl. 4 , nº 12, 2006, págs. 17-28; Samucl Cabanchik, capítulo ~Problema filosóficos~,
en Wittgenstei11. Una i11trod11cción, Editorial Quadrata, 2010: págs. 6 1-7 1, y capitulo 1 '"l.a
naruralcu de la filosofía.,, en l11trod11cdones a 14 filosofia, Gedis::1, 2000: pigs. 2 1-60; C ristina
Bosso {comp.), El co11cepto de fi/0$0/ía e11 \Vittge11stein, Promerco. 2015 .
52 Metodología de la disertación filosófica y juríd ica
plo); pero también deben ser inferidos de los rexros (a explicar o comentar), a
partir de los argumentos y de las nocio nes filosóficas empleados en ellos. Otras
veces, los p roblemas filosóficos son planreaclos explíciramenre (por los filósofos
en sus textos - a explicar o comentar- o en los enunciados propuestos para la
disertación). Aun en tales circunstancias, es la propi:t reflexión filosófica b que
deberá determinar si dicha formulación es la mrls apropiada o si, por d conrrario,
no esconde otros problemas más profundos o conexos de los que depende el p ro-
blema inicial, de modo que el problema amerite una reformulación.
Ahora bien, a los efectos prricricos, en el marco de un trabajo filosófico, ¿en
q ué p uede consistir el pbnteo de un problema filosófico?
El planreo d e un problema filosófico p uede consistir, verbigracia, en el interro-
gante de si el tratamiento de un cierro tema encierra una paradoja insuperable,
o de si la contradicción q ue se su pone q ue dicho rema con tiene no es nuís que
aparente. Por caso, ¿la cuestión " ¿Se puede forza r a a lg uien a ser libre?'' encierra
una paradoja, o esta no es más que aparente?
Otras veces, un problema filosófico puede consistir en pla ntear la contradic-
ción o la oposición (manifiesta o latente) entre dos doctrinas filosóficas (de dis-
t intos nurores o incluso del mismo autor) a fi n determinar cuál es la correcta; por
ejemplo, intentar d ecidir entre la teoría descriptiva d e la referencia o la teoría cau-
sal ele la referencia en tanto intentos antagónicos ele explicació n del significado de
los términos de nuestro lengua je (en este ejemplo, se trata de una comradicci6n u
oposición explícita, en su mayor medida sostenida por a utores diferenres); o pro-
poner una tercera vía alternativa de explicación, por ejemplo, una y otra doctrina
son v,ilid as respecto de diferentes tipos de expresiones.
El p lanteo de un problema filosófico también puede radicar en interrogarse
acerca de si, en relación con cierto fe nó meno, no existe :-.caso un:-. suerte de pas:-.je
de la apariencia :-. la escnci:-., del fenómeno :-.1 ser, de lo fo lso (de la ilusión, de la
opin ión, del error) a lo verdadero. Así, por ejemplo, en relación con el tema "e/
fin del Estado" podríamos interrogarnos :-.cerca de si los fi nes que suelen :-.tribuír-
sele y que p:-. recen verdaderos en una primera aproximación (vcrbigraci:-., que la
finalidad d el Estado es asegurar el bien común ), ante un análisis más profun do,
no se revelan ilusorios o comprometidos ideológicamente, y si sus fines no son en
realidad otros muy diferentes (por e jemplo, q ue el Estado es principalmem e un
instrumento de control y domin:-.ción).
Otro tipo de planteo de un problema filosófico puede consistir en la pregunta
acerca de los diferentes sentidos contenidos en el interior de una misma noción,
de modo q ue puedan surgir sus relaciones e implicaciones. Piénsese en nociones
como fin u objeto en cuestiones cómo: ¿hay un fin de la historia ? o ¿cuál es el fin
del Estado?; o ¿cuál es el o bjeto de la ciencia?, o ¿hay un ob jeto de la fil oso fía?
Germán Sucar 53
Repárese que el término "objeto.. posee el doble sentido de "lo que es analizado,
pensado, conocido por" y también el de "'finalidad, dirección, intención".
En todos los casos, los problemas filosóficos deben ser enunciados o formula-
dos en forma breve, si,itética y precisa, a me,iudo au,ique "º
,iecesariame,ite e,i
fon11a d e pregu,ita (tómese como ejemplo meramente indicativo, los citados su-
pra). En cualquier caso, un problema filosófico no puede ser formu lado sino a par-
tir de "" trabajo de interrogació,r o c11estio11amiento. Es la interrogación la que
permite plantear~ form ular, hacer presente el problema, descomponerlo en dife-
rentes cuestiones; mostrar dónde reside la dificultad, el obstáculo o la perplejidad
(su gravedad, interés o importancia) para ofrecer un análisis o respuesta a través
de una argumentación clara y precisa; o simplemente, a veces, horadar mediante
un eficaz trabajo de argumentación nuestrns convicciones profundas dictadas por
el sentido común, nuestra educación o costumbres, o por las doctrinas oficiales.
1.3.2. La problemática
Tras analizar los rasgos caracrerísticos de la problemática ( 1.3.2.1.), abordare-
mos la cuestión de su determinación ( 1.3.2.2.).
1.3.2.1. Caracterización
El término " problemática" designó en un comienzo, en su forma adjetival,
todo aquello que es dudoso y difícil de resolver, para luego significar en el siglo
XX el arte de /Jlantear bien 1111 problema o u,i co,ii1mto de fJrobfemas o, por me-
ronimia,e/ co11;1111to de problemas que se planteatt a propósito de tm tema dadoº.
De manera más precisa expresa, también, la manera de articular tm con;1mto de
cuestiones o problemas refiriéndolos a cottceptos precisam ente determinados"• o,
incluso, el conju,ito formado por el tema, el /1roblcma pla,iteado a su res/)ecto, la
tesis o la hipó tesis, y las 11ocio11es, teorías o argumentos destinadas a respaldarla45 .
En un sentido general, pues, una problemática es 1m co11j1mto de c11estiottes
(p reg1mtas y problemas) lógicamente articuladas alrededor de 1111 texto o tema
e11 w, dominio particular de reflexió11. Pero de modo más específico, puede sig-
nificar dos cosas: a) los presup uestos y tesis implicitos (de ,m a utor o ,ma obra,
por ejemplo) que deten11i11a11 11na ma11era muy particular de p la ntear los proble-
~J C f. Jean Paul Falcy y Véronique V:mier {coords.), La problématiq11e d·m,e discipline O l'autre,
2"' edición, 2009, Adapt éditions, pág. 5, y Christian Godin, idn,1.
•• C f. Noel la B.1rnquin y otros, ob. cit.
•, C f. Raymond Roben Tremblay e lvan Perrier,Savoir plus: o,11ilse1 mi1hodes de lravail in1ellec•
z•
t11ef, edición, Les Editions de la ChenK're inc., 2006.
54 Metodología de la d isertación filosófica y jurídica
mas•\ oh) el contexto más amplio en el cual se i11serla el problema. Es que nin-
gún problema (y ninguna in terrogación en la cual este cncucnrrn su origen) viene
al espíritu humano por sí mismo . Por el contrario, su formulación (así como b in-
terrogación que lo precede) se da en una sit11aci611 concreta, es decir, con ocasión
de ciertas experienc ias individuales o sociales, p ropias de la vida de relación, de
las condiciones de la. existencia humana. De esre modo, identificar la problcméltica
{de la que forma parre un problema filosófico) no es sino preguntarse por qué y
cómo, partiendo de tal siruación, ha llegado a producirse cierra inrcrrogación (a
plantearse un problema o un cierro conjunto de problemas), y cuál es la relevancia
de dicho problema o con junto de problemas para el presente y para el futuro.
Ahora bien convendrá tener presente desde ahora que con particular relación
a cada uno de los géneros de metodología filosófica aauí abordados i e ex1ili:
cación de texto filosófico comentario de texto 61osófico y disertación filosófica
oportunamente al ocuparnos de cada uno de ellos introduciremos una definición
de problemática todavía más específica a la aquí establecida
1.3.2.2. Determinación
Para determinar una problem.itica no es s uficiente haber identificado l::i situa-
ción en la que surge y se inserta el problema o conjunto de pro blemas. Queda to-
da vía averiguar cuáles son los eleme11tos que conforman dicha situación, y cómo
se sitúa n estos unos al lado de otros, cómo se encuentran relacionados. En orros
rérminos, de lo q ue se rrarn es de explicar"los daros" que explican su surgimiento,
es decir, las razones o causas (internas o externas) que dan cuenta de su aparición
en un momenro preciso, pero también l::is de su durabilidad o perennidad, de su
destino. Y ello en pos de averiguar los enjeux de los que este es portador. Tales
"daros" son las co11dicio11es de inteligibilidad del problema. Una vez más, esta
operación significa poner el problema en sit11aci611; lo cual significa reenviar a un
cierro contexto (por ejemplo, una situación histórica o sociológica dada) o a un
registro o cam/JOde aplicaci611 específico (moral, religioso, político, epistemológi-
co, ere.), reconduciéndolo a nuestro presente, para establecer sus e11je11x.
Veamos esto último, más decerca,con un ejemplo. Partamos de un tema: "La re•
volución". Un primer problema filosófico que podemos planrcarnos a su propósito
es el de saber cuáles son sus condiciones de ex istencia, o cuál es su esencia o defini-
ción, lo que puede ser formulado en el siguiente enunciado en forma de pregunta:
"¿Qué es una revolución?". Este interrogante puede ser a su vez precisado, según
cómo pensemos que es mejor comprender el problema. Uno podría preguntarse si
los fenómenos denominados "revolución" constituyen una unidad (y, en su caso,
4' Cf. Pena-Ruiz, Philosophie. Dissertatio11. Terminales, Bordas, 1996, pág. 284.
Germán Sucar 55
en qué consiste). Podría comenzarse por darse cuenta de la dualidad del sentido
del término: su sentido etimológico de retorno periódico de un astro a un punto
de su órbita; su sentido de " rrastomo", i.e., el pasaje a condiciones radicalmente
nuevas. Luego se buscará, en el orden del contexto histórico, ejemplos propicios
para exponer a nalogías, similitudes y diferencias, por ejemplo, las dos Revoluciones
inglesas (en el siglo XVII), las Revoluciones francesas (de 1789, 1830 y 1848), las
dos Revoluciones rusas ( 1905 y 19 17), (¿la " revolución nacionalsocialista alema-
na, es rcalmenrc una?), cte., así como las contrarrevoluciones respecrivas. Pero se
deberá buscar también por el lado de otros registros o campos: las revoluciones en
historia ele la ciencia (revolución galileana, newtoniana, einsteiniana), en historia
del a rre (la perspectiva, el dodecafonismo), en historia de las religiones {la esencia
del monoteísmo hebreo, la humanización de Dios en el cristianismo), en historia
de la filosofía (la revolución copernicana introducida por Kanr en la teoría del co-
nocimiento). En cua nto a los enjeux que despliega el problema de la definición de
las revoluciones, téngase presente las cuestiones del orden y del desorden social,
de la guerra civil, de la libertad y de la servidumbre, de lo irreversible, del fin de
la historia, de la transformación de los valores, y de los modos de existencia tanto
materiales como intelectuales (de la vida, del pensamiento, de las representaciones
del mundo), de lo real y de la uropía, los cuales implican cuestiones de índole moral,
política, e existencial, de filosofía de la historia, metafísicos y gnoseológicosº.
La determinación de la problemática, por último, no impide que el análisis del
problema tenga cierra a utonomía, en el senrido de que convenga distinguir las sig-
nificaciones de los conceptos que lo componen ames de remitirlos (y relacionarlos
con) los elementos más vastos de la problemática que lo abarca. Ella permite, no
obstante, apreciar el problenrn desde una perspectiva más amplia y profunda, y
poner así de relieve sus condiciones, desafíos y consecuencias; y también detallar-
lo y de/imitarlo en mayor medida .
Así, po r ejemplo, en relación con el problema filosófico"¿Qué es 1m problema
filosófico?", podríamos remontarnos al contexto, a las dificultades específicas,
los desafíos, que enfrentaron los llamados filósofos presocráticos o, más tarde,
Sócrates, Platón y Aristóteles (y, si se quiere, también los filósofos posteriores
más represenrarivos), al formu larse ese ripo de problemas que, a partir de ellos,
caregorizamos como filosóficos. Ello nos permitiría apreciar este problema desde
una perspectiva más amplia y profunda, y también detallarlo y delimitarlo más
precisamente q ue si nos atuviéramos simplemente al tenor que surge de su sentido
relativamente autónomo.
Ahora bien, vistas las reglas metodológicas en orden a la fundamentación lógi-
ca, entre las cuales el planteamiento del problema (más la respectiva enunciación
47
Cf. Chouler-Folsheid -Wunderburger, Méthodologie philosophiq11e, PUF, 2003, piig. 187.
56 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
2. Reglas retóricas
Hasta ahora, el trabajo filosófico ha sido analizado en su "objetividad", en
ramo fundamentación o argumentació n rigurosa, vinculados con los basamcnros
mismos del pensamiento. Pero un rcxro filosófico implica también el despliegue
del arre de exp resa rse bien, de exponer los argumentos en un o rden adecuado a
fin de dirigirse d e manera eficaz a un cierro auditorio. Bn jo esre á ngulo, la retórica
permite po ner en la forma conveniente las ideas claras del trabajo filosófico, ya
sea que este consista cmincnremcnre en una d emostración dcducriva, en una argu-
mentación q ue se mueve solo en el ámbiro d e las pruebas no deductivas o incluso
de la mera verosimilitud, o en rodos esros registros.
Dos dominios pueden ser considerados para dar cuenta de las reglas retór icas
q ue han ele satisfacer un trabajo filosófico: las figuras retóricas o de estilo (2. 1.),
y las figuras arg umentales y cienos principios retóricos que deben ser o bservados
(2.2.)".
.JO Valg.1, dada su tsp«ificidad, un:i aclaración. Ena figura rcrórica consiste en pres(:nia r una idea
inversa, negándola.con el fin de poner de relicv, la idea principal; Fontanier ha distinguido dos
formas: la que opone dos objetos, uno en relación con d 01ro, y la que opone un o bjeto a sí
mismo considerándo lo bajo dos asp«ros contrarios (cf. Russ,ob. ci1., p;igs. 52-53) O rambién:
~comparar dos realidades. rep~madas rcspcctivamenre por una palabra, un grupo de pa la•
brns, o una o incluso varias frases que se oponenM (cf. Axclk Berh y Eisa Marpc:au, ob. cit: 40).
Un ejemplo, son los versos de Garcilaso: E./ blanco Itrio ycolorJ/M ,0$0; 01ro, b frase de que .se
va le Vicior Hugo en su llO\'da Q 11atre-1,mgt•tre,:;e para describir a Danron y a Mara1: " l.os dos
hombre eran. uno una csp«ie de gig;anre, el o tro un.1 especie de enanoM. A dife rencia de lo c¡ue
ocurre en el oxímoron y en la parndoja, la oposici6n semántica de las expresiones contiguas
de la antítesis no 11ega a ofreccr contradicción, por lo que 1a coherencia no se \'e afectada (cf.
Hek na Beristáin, ob. cit. ). En filosofía, en cambio. por ~:mrítcsis- se entiende o bien la idea de
comraposición, rnl como la define Arisló1cks. es decir. una comradicción q ue no 1ienc término
mL-<lio; o bien uno de los 1énninos de la conrraposkión. el que se opone a la tesis: :1sí Kant
denomina ~antítesisM al segundo miembro de la :mtinomia y Hegel al .segundo momento del
proccdimicnlo dialéctico (cf. N icola Abbagnano. D,cáo11ar,o de filosofí.J (196 1), FC E, 1996).
J• ldem nota anterior; el quiasmo consisre en cru,~,r términos ubicando en sentido in\·crso los
segmentos o grupo de palabras idén1icos (cf. Russ, oh. ci1., pág. 53). Por ejemplo: "Ni son to-
dos los que están, ni están todos los que sonM (dicho popular): o "Si no puedes lo que quieres,
quiere lo que puedesM (Bcmard Shaw). Cf. Berist:íin, ob. cit.
J1 En la 1raducci6 n al castellano se pierde la inversión de uno de los 1ém1inos: "Si se jacta, lo
rebajo; si se rebaja, lo alabo~.
JJ Pa ra un a nálisis m:ís exhausli\•o remitimos al Tri.lit; de /"arg11mematio11. La 1101welle rhétori•
que, PUF, 1958, ac1ualmeme por F..ditions de l'Unin:rsitC de Bruxclles. dt ChaYm Perelman y
Lude Olbrcc hrs•T)'rí"Ca. Puede consulrarsc, asimismo, L"art d ·a,g11ml'nter. Stn,ct11res rhétori•
q11es et littéraires, Édirions Univcrsitaircs, 1992, de Gilles Dcdercq; y 't.llme11t.s de Rl,étoriq11r
et d"arg11mentatio11, Dunaud, 1993, de Jean-JacquC"S Robrieux. De manera general, puede tam·
bién consultarse el Compendio de lóJ;ila, arg1,mentadó11 y retórica, Madrid, Edito rial Trona,
201 1, Luis Reñón Vega, y Pa ula Gómcz Olmos.
58 Metodologb de la disert:ici6n filosófica y jurídica
□ ObjetMdad
□ L.bgiclycoh«encia
□ Refteüincritica
□ """
""'"""'""
1 toda.-npresa Q contenidosentt
D , t -. . , - , .. """"""'M}
'"""' O Trat,a,oanaUUco
□ Trabifodesiitesis Especillcas
Ü TrabafOdeo,denación
□ BúsquedadeunaideadirectriZ
O Oinlmca nlen\a
□ Cuestlonamiento
0 ldent1licadondetl.-na,pniblemayttsís;upllcacióndetpro·
blemaylaprotúl'Ntica
□ Al.lte,acl(ln
□ Nltanaclasis
0 Melonimia
O Mel.éfora
□ Utote
□ RgurasoeconstnJCCi6nle.g.,antlt&-
Sisret6ficayqulasmol
O Figurasdepensamientole.g,alego-
ñl, ifOflÍI, humor y Pf'OSOPOl)eya
Ñll',Knenlosdesucesl(wiodecoeústencla
,,,.,_
-
Arol,mentllCiOnpor
et.e,effll)loyotros
0
O
Argi.menlodeautoridad
Cita de máximas lilosoflcas
Capítulo II
La lectura filosófica
Tras su caracterización ( 1), nos ocuparemos de las técnicas correspondientes
(2).
1. Caracterización
La lecrnra de textos filosóficos es una actividad 11ecesaria al ejercicio de la filo-
sofía ( J.-1.), a la vez, origi11al (") .2.) y no exenta de dific11/tad (1.3.)54 •
1.1. Necesaria
Es una actividad necesaria porque la filosofía es el desarrollo de un pensamien-
to a través de la confrontación de otros pensamientos ya constirnidos y acabados.
Fuera de la pura reflexión y de la palabra viva, en el marco de conversaciones,
cursos, encuemros o congresos, la lectura de los textos filosóficos es la vía de
acceso privilegiada a la iniciación filosófica. Decimos iniciación filosófica porque
la filosofía no consiste en la mera adquisición de un conjunto de conocimientos,
sino que es primordialmente una ¡,ráctica (de interrogación y argumemación), un
eiercicio (intelectual, reflexivo, conceptual).
1.2. Original
De lo antedicho surge el carácter original de la lectura filosófica . Así, los tex•
ros filosóficos aparecen como un medio de conocimiento filosófico, ya que hay
que pasar forzosamente por ellos para '"conocer" los fil ósofos, los conceptos y el
vocabulario de la filosofía, así como los problemas que han sido planreados y las
soluciones que se les ha dado. Dos son las vías de acceso fundamentales a tales
"conocimientos": la lectura de los textos originales de los filósofos (en primer
lugar) y la lecrnra de obras de historia de la filosofía. Pero en ambos casos, la
lectura debe ser {ilosó{ica, es decir, realizada en función de principios filosóficos,
interiores a la filosofía misma y no de principios exteriores a ella.
Ello implica que '"los "conocimientos" filosóficos no son conocimie11tos or-
dinarios que podrfan ser "aprendidos" sin penetrarlos y si11 penetrarse de ellos,
de la manera en que se llena zma mente ignorante con contenidos puramente ex-
5• Cf. Al respecto, Choulet•folsheid-Wunderburger, o b. cit., págs. 3-25. En lo que sigue nos ins•
piramos principalmen1e en es1a obra. Por lo demás, merece subrayarse que no pudiendo, en el
marco de la presen1c obra, mis que concen1ramos en los rasgos esenciales de la lectura filosófi-
ca, para estudio pormenorizado de sus diferentes aspectos y dificultades, remitimos a Frédéric
Cossu1ta, lléments po11, la lect11re de textes philosophiq11e5, Bordas, 1989.
64 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
1.3. Difícil
La ci rcunstancia antes apuntada provoca una dific11ltad: no hay un punto de
partida único y originario para la desplegar la actividad fi losófica. Dado q ue no
hay conocimientos fi losóficos sin iniciació n fi losófica, y de que no hay iniciación
sin transitar por textos ya existentes, uno podría preguntarse cómo es posible
iniciarse pa ra conocer si es necesario conocer para iniciarse. La paradoja no es
más que aparente: como diría Gilles Deleuze, siempre se comienza por el medio.
Dicho de otro modo, la filosofía no se da como una totalidad en bloque sino que
su acceso se da, por así decir, por trozos, y gradualmente. En fi losofía no puede
esperarse una apropiación inmediata: su frecuentación implica, por el conrrario,
un traba¡o, un eiercicio inrelccrual.
2. Técnicas
Antes de indicar las técnicas de lectura fi losófica propiamente dichas (2.2.), y
su acompañamiento necesario, a saber, las fichas ele notas y el vocabulario (2.3.),
se im po ne introducir una serie de precisiones en relación con sus características
generales (2.1.).
H lbidem, p,íg. 19 .
Germán Sucar 67
o Necesaria
º□ - Oillcl
O Lteraloslitósolos
O Leerde lormaintensa, lenta y prol unda
O Lowarun.iarmoniaenlreelpoderdeaniMisis yelde
síntesis ti.e. ent1e ll lechKI (al tenla, (b) Intensa, (el
prolunda y llrtplda
1. Caracterización
Antes de precisar la naruraleza de este ejercicio filosófico ( 1.2.), conviene tener
claro lo que este no es ( 1.1.).
'J Seguimos aquí a Choulet-Folsheid-Wunderburger, ob. cit., págs. 27-44. Esta obra es una de
las pocas en la que se hallará una distinción clara y precisa entre la explicación de texto y el
comentario de texro. E.n muchas obras se llama ..explicación de texto.. a lo que aquí s,e llama
Mcomentario de rextoM (es decir, biskamcnte, a un ejercicio que incluye la ponderación crítica).
La diforenciación nítida entre estos dos géneros es fundamental porque, como se verá, no solo
tienen distinto objew, sino que mantienen una relación precisa en ranto el segundo (en un
creciente orden de complejidad) presupone el primero.
76 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
2. Etapas de la elaboración
La composición de la explicación de texro ( 1.2.) requiere una tarea previa de
preparación ( 1.1 .).
2.2.1. La introducción
La introducción es uno d e los momentos más importantes y delicados d el e jer-
cicio . Es u na suerre de imagen en miniatura d el con junto del traba jo .
Lo primero q ue lrny q ue tener presente es que no es posible realizar una in-
troducción dig na de ese nombre si no se han resucito, por lo menos en parte, los
problema s planteados por el trabajo. Así, aunque es lo primero en el o rden de la
prescnración del text o, es lo úlrimo q ue ha de componerse en o rden a la realiza-
ción del cjercicio 60•
En segundo lugar, no ha de olvidarse q ue su función es jusramente introducir
y 110 transformarse en una presentación retó rica o erudita, en una explicación
previa de los términos, en la enunciació n de opiniones a favor o en co ntra, en el
establecimiento de compa raciones, en la formu lación de enunciados generales ca-
tegóricos o de conclusiones anticipadas (que a veces se deslizan su brepriciamenre,
conrra roda lógica). En la introducción no se adelantan las resp uesras a los pro-
blemas planteados en el texro. Esro corresponde a la conclusión.
La inrrod ucción debe ser sobria y breve; no debería superar una media página.
Se debe enrrar direcramenre en lo vivo del a sumo , indicando sucesivamente:
A) El tema u objcw del texto
Si no se sabe de qué habla el rexro, ma l puede explicárselo. Para saber cuál es
el tema del texto basta con determinar si lo que se /}ro/}one como tal corres/J011de
efecli11ame11te a la totalidad del texto. Para enunciar el tema hay que valerse de
1111a frase breve.
B) El problema, la tesis y la problemática
El texto plantea un problema a propósito del tema concern ido . Asimismo, a l
problema se le ofrece una so lución, es decir, se plantea a su respecto una tesis. Su
enunciación debe permitir identificar claramente su especificidad, incluso su orig i-
nalidad. Desde el punto de vista retórico, conviene formularla en una frase lapida-
ria. Ahora bien, en rod a rexro filosófico hay una problemá tica en el sentido de un
conjunto de cuestiones (preguntas y problemas) lógicamente articuladas. De ma-
'° VCase, sin embargo, lo dicho infra en la norn al pie de página 62.
Germán Sucar 79
nera más precisa, por " problemárica" puede aludirse también a los presupuestos
y tesis implícitos del texto o de su autor. A esto último le hemos llamado proble-
mática en sentido a); recuérdese lo dicho supra en el capítulo 1, punto 1.3.2.1 . La
problemática se vincula, por esto mismo, con los "eujeux" q ue encierra el texto:
literalmente, lo que este pone e,i juego, los presupuestos, las consecuencias, las
implicaciones. Es a la luz de estos elementos que deberá ser evaluado el ala w ce
de la tesis defendida en relación con el problema que suscita el tem a del t exto.
Se rrara de hacer comprender el precio a pagar por la solución teórica propuesta,
lo que ella excluye, lo que ella refuerza, subrayando el interés de la vía adoprada
por el autor. Por ello, lo importante en el ejercicio consiste en reenconrrar esta
problemática en el interior del extracto de texto sobre el cual se trabaja, haciendo,
por así decirlo, hablar los a rgumentos, las nociones, los ejemplos, los personajes,
ere. L'l problemática, al igual que el problema, no surge de la nada sino que se da
en una situación concreta, pero en esre ejercicio -la explicación de texto- no
se estudia la problemática como el contexto del cual surge y se inserta el tema
el problema y la tesis (como veremos que sí ocurre en el comentario de texto),
sino solo en el sentido del modo e11 que estos elementos son articulados por el
autor. Así, nuestra definición de "problem;írica" a los efectos de una exnlicación
de rexro fügsófico es la siguiente: la manera específica en que el a11tor (del tex to
objeto de explicación) a rt.iettla el tema abordado, el problema que respecto de
él se fommla y la tesis que le ofrece a este último como solución, Jo c11al implica
detenni,,ar sus enjeux, es decir, los presupuestos y co11secue11das f,m dameutales
de dicba artic11lació11. Ha de tenerse en cuenta que la manera en que se efectúa
dicha articulación depende, en buena medida, de la acepción de los términos filo-
sóficos que adopta el autor.
C) Los momentos del texto y el anuncio del plan
Los momentos del texto deben enunciarse mediante o raciones breves, que alu-
den al tema de dicho "'momento", y pueden ser formulados en forma interro-
gativa. A esta presentación puede llamársele ammcio del pla11. A fin de evitar
reiteraciones, estas breves enunciaciones de los d iferentes " momentos" del texto
podrían ser literalmente distintas aunque en lo fundamental equivalentes en sig-
nificado a los títulos de dichos momentos que figurarán debajo en el cuerpo de
la explicació n de texto. Se trata, de esta manera, de dar al lector dos "entradas"
distintas, q ue recogen cada una un matiz o énfasis diverso, propo rcionando así
una explicació n más rica .
'
1
Recuérdese lo dicho al respecto en el capítulo 1, punto 1.1 . en lo roc:inte a b organización de
los trabajos filosóficos.
Germán Sucar 81
2.2.3. La conclusió n
Al igual que la introducción, debe ser sobria. Para concluir hay que:
A ) Retomar sucintamente las cuestiones esenciales y de sus respuestas (cuando
las hay) que se desprenden del texto.
8 ) Decir brevemente cuál es el resultado del debate, si lo hay, pero siempre en
los límites d el contexto del texto. Po r "'rcsulrado del d ebate" se entiende q ue el
propio autor del texto objeto del ejercicio d e explicación de texto llega a una con-
clusión definida en relación con la resis que defiende; repárese que muchas veces
el a utor puede sugerir una solución sin consid erar d efinitivos los argumenros en
su apoyo. En un comentario d e texto se podrá ir más lejos y cerrar la discusión, si
ello es posible (pero no en la explicación de texto).
2.2.4. La redacción
u E.s1a secuencia de actividades es sugerida fundamcmalmcnle para los exámenes que cuentan
con un tiempo limirado,en aras a su mejor apro,·l"Chamiemo. Cuando se trate de traba jos rea•
liza dos en el hogar, el orden sugerido puede ser alterado, escribiendo, por ejemplo, la redacción
definitiva de la introducción y la conclusión al final, es decir, luego de haber escrito y revisado
b. redacción del cuerpo del ejercido. En cualquier caso, nunca puede comenzarse a escribir
ames de haber elaborado el plan detallado.
82 Metodología de la d isertación filosófica y jurídica
SÍNTESIS RECAPITULATIVA
O La conclusión:
o Retomar sucintamente tas cuestk>nes esenciales.
o Decir brevemente cuál es el resultado del debate (si lo hay), pero siempre en los limites
del texto.
O La redacción:
o Hacerlo de manera que se siga el plan detallado.
O Contentarse con tas citas estrictamente necesarias.
o Primero redactar el plan detallado; luego redactar sobre su base la introducción y la
conclusión; finalmente redactar el cuerpo de la explicación propiamente dicha (desa·
rrouando et plan detallado). Esta secuencia es oara los examenes con tlemoo Ymttado-
Sección 2
Ejemplos y ejercicios
A continuación presentamos, en primer lugar, un cuestionario relativo a los
rres primeros ca pirulos teóricos de esta Primera Parre, a saber, sobre las reglas me·
rodológicas, la lectura filosófica y la explicación de texto filosófico. Su finalidad
es favorecer la comprensión y retención de los contenidos allí vertidos, condición
indispensable para su puesta en pr:íctica (A). Seguidamente, se ofrece un texto
(en versión bilingüe) a fin de ser leído atentamente y efectuar el correspondiente
ejercicio explicación. El agregado del texto original (al lado de su traducció n)
obedece a la importancia que, para la elucidación conceptual, posee la consulta
de los términos vertidos en la lengua en que fueron escritos por su autor. Se trata
de un fragmento del Discurso del método de René Descartes (B). Como ilustra•
ción del resultado de su lectura se acompaña una ficha de lectura integrada con el
vocabulario correspo ndiente (C). Se incluye, además, un plan detallado (D) y un
ejemplo de redacción de explicación de dicho rexto (E). Para finalizar, se propone
un cuesrionario sobre el referido ejemplo de explicación a fin de propiciar una me•
jor comprensión de la aplicación de las reglas del ejercicio (F). En b elaboración
de (C) a (E) hemos seguido las pautas generales expuestas en Choulet•Folsheid•
\Vunderburger, oh. cit., expuestas supra, por lo demás, en el capítulo 1 (en lo
tocante n la ficha de lectura y al vocabubrio), el capítulo II y el presente capítulo
(en relnción con los demás tópicos). De manera más específica, de la referida obra
se han tenido en cuenrn lns págs. 53.59 (donde se dan acl:unciones preliminares
a los trabnjos prácticos) y 6 1•77 (donde se ofrecen las tareas relativas a la elabo•
ración de In explicación del fragmento de Descartes). Es de destacar que en dicha
obra no se ofrecen ejemplos concretos y completos de redacción de explicación
de texto como el que aquí se agrega en (F). Huelga decir que la ilusrración de la
realización paso a paso de un ejercicio, nun cuando esté acompa ñndo con una
redacción completa, no alcnnzn para dar cuenta de la diferente gama de matices
que suscitan los distintos textos y, por ende, de la complejidad de la explicación
de t exto, Tampoco para garanrizar su ejecución. A fin de afianzar la ejercitación
remitimos al cir.ido libro en el que se hallarán orros textos propuestos para su
explicación con las respectivas indicaciones generales para su elaboración. Allí se
encontrará otro fragmento del Discurso del método de Descartes (págs. 79·86),
un fragmento de la Ética a Nicómaco de Aristóteles (p:ígs. 87•98), un diálogo del
Teeteto de Platón (p:ígs. 99· 108) y un fragmento del Discurso sobre el origen de
la desigualdad de Rousseau (p:ígs. 109· 123).
90 Metodologb de la disert:ici6n filosófica y jurídica
B. Texto: fragmento del Discrtrso del método. Para bieu conducir s11 prop;a razóu
y b11scar la verdad e11 las cieucias de René Descanes {Disco11rs de la méthode.
Pour bien co11duire sa miso11, et d,ercher la vérité da11s les scieucesj. El presente
fragmento pertenece al comienzo de la primera parte.
U bon scns es1 la c ~ du monde la mieux El bum sentido cs la cosa mejor repartida del
partagie: car chacun pnlS<' cn m'e si bien mundo. pues todos ju1.gan que están t :i.n bien
pourvu, qut ceux ltleme qui sonr les plus provistos de él que aun los m:is difíciles de
difficiles i con1cnter en toure autre cbosc, con1mtar en otras matrrias no suelen apctc·
n'om poim coutume d'en désirrr plus qu'ils crr más del que ya tiencn. En lo cual no rs
en o m. En quoi il n'est pas vr:.11S(fflbiable qur vrrosímil que rodos se r ng:i.ikn, sino qu, m:ís
mus se trompcm; mais plut01 cel3 témoigne bien esto testimonia que e1 poder de juzg.,r
que la puissancc de b1cn juger, e1 disnnguer bien y de d1s11nguir lo verdadero de lo falso,
le vrai d'3vcc le faux, qui ese proprcmcnt ce que es propiamentr lo qur llamamos buen
qu'on nommc le bon sens ou b ra,ison, csl senrido o r::azón, es por namralei:i. igua l en
naeurellemem rg31e rn mus les hommes : et todos los hombrrs: )', de ese modo. que la
ainsi que la diversirC: de nos opmions ne vicn1 diversidad de nuestras opiniones no procede
pas de ce que les uns son1 plus raisonnables dr que unos sean m:ís racionales que otros,
que les aurrcs, m3is S<"ulemcm de ce que nous sino 1an solo de que dingimos nuestros pcn•
cond uisons nos pcnStts p3r d,vrrsa voics, samientos por distintas vías y no considera•
e1 ne considérons pas les mCmes choses. Car mos l.as mismas cosas. No basta, ciertameme,
ce n'cs1 pas asscz d'avoir l'cspri1 bon, mais tener la mcntr bien dispuesta: lo principal cs
le principal ese de l'appliquer bien. Les plus aplicarla birn. Las :i.lmas m:ís grandes son ca•
grandes :imcs som C'Jpables dt"S plus g.rands pattS de los mayores vicios. como de las ma•
vices. aussi bien que des plus gr:mdcs H~rrus yorcs virrudcs; y los qur caminan lrnr:m1rme
; el ceux qui ne marchent que for1 lememenr, pueden llrgar mucho m:is lrjos, si van siempre
pcuvrm avancrr bca ucoup davan1agr, s'ils por el camino recto, que los que corr<'n pero
suivem mujours Ir droie chemin. que ne fom se apartan de el.
crux qui courem, et qui s'en élo1gncnt.
Pour moi, 1c n'ai jamais présumé que mon es• Por m1 parte, nuoc:i. hr prcsurnido q ue mi
prit fut en ricn plus parfa11 que ceux du com• meme fuese superior en nada a la de los de•
mun: mC:me j'ai SOu\·em souhairC: d'avoir 13 m:ís; h3sta he deseado much3s \'ecC'S 1ener el
pcnsée aulii promptl.', ou l'inugina1ion aussi penumK'mo ran prem> o la imaginación tan
nctte et discinctc, ou la 11\tmoire aussi ample, nítida y distinta, o la memoria 1,m amplia y
ou aussi préscme, que quclques :i.utrcs. Et je feliz como :i.lgunos otros, Y no ~ de otras
ne sache poine de qua lnés que ccllcs-o. qui cualidades que conrribuy:m a la perfección de
a
scn·ent la pcrfection de l'cspri1: car pour la la mente fuera de e51a.s; pues en lo que con·
raison, ou le sens. d ':i.utJ.nr qu'rlK' es1 b seule drmr a la razón o al sentido, siendo, como
chosc qui nous rcnd hommcs, n nous dis- es, IJ. única cosa que nos hacr hombres y nos
t ingue des bctes. ir \·rux croirc qu'clK' est tout distingue de l:u bestias. quirro creer que est:í
eneiCre en un ch:1Cun. el suivrc en coci l'opt· toda cn1er:.1 rn cada uno de nosotros y seguir
nion commune des philosophes, qui diS<"m en esto la opinión general de los filósofos, que
qu'il n'y a d u plus r1 du moins qu'tncre les di«n que el m:ís y el menos rxiste solamente
acádents, n non poim rnrrc les /orPPIC'S, ou en los auidentt'S y no en las formas o 11at11Ta•
naturcs des individ11s d'u~ mémC" esptu. lt'zas de los individuos de una misn1a especie.
92 Metodología de la disertación filosófica y juríd ica
1. Nociones claves
a ) La noción de buen sentido o razón, que es definida como "el poder /fa ¡mis-
sa11ce] de juzgnr bien y de distinguir lo verdadero de lo falso", en sum;1, com o el
poder de juzgar.
b ) La noció n de juicio, con la c ual se define " buen sentido" o ''razón", de la
c ual se desprende que consiste p ronunciarse acerca de lo que es verdadero o fa lso;
la noción de juic io presupone la de libre a lbedrío (posibilidad de juzgar correcra
o incorrecramente).
c) La noción de mente (esprit/, que es definida como el conjunto de rres faculra-
des o habilidades mentales, a saber, el pensamiento, la imaginación y la memoria.
d) La noción de mécodo q ue, a unque no es mencionada expresamente, se de-
duce del texto (está implícita en él) y es concebida como la vía, la manera o el
camino correcto de proceder en el orden de la investigación.
e) Accidentes: en el texto ba jo análisis, Descartes hace al usión a la noción :uis-
rorélica y escolástica q ue se refiere a las caracrcrísricas accidentales, es decir, que
no son propias a la cosa en cuestión.
f) Forma o naturaleza: Descartes también hace alusión en el texto a la noció n
aristorélica y escolástica que se refiere a la esencia, es decir, al conj unto de carac-
terísticas propias a la cosa en cuestió n y, más específicamente, al principio o idea
q ue determina la materia.
obvia desde el momento que somos seres datados de razón (pues esta es el poder
de discriminar lo verdadero de lo falso); sin embargo, es un hecho el que diferimos
ampliamente en nuestras opiniones (lo cual significa que lo q ue unos consideran
verdadero otros lo consideran falso o viceversa); ¿cómo puede ser esto, cómo
explicarlo?
e) La tesis fund:imental de Descartes (en relación con el problema planteado)
es que el método posee una importancia decisiva (i.e., determinante) para el co-
nocimiento de la verdad (y, por ende, de la realización de la filosofía). De ello se
desprende que las diferencias de opiniones no provienen de que unos sean más
racionales que otros, sino de que aplicamos nuestras mentes (que no son iguales)
de modo diverso: la aplicamos a diferentes cosas y por diferentes vías; y de que
el acceso a la verdad está asegurado por el empleo de la vía correcta o método.
d) La problemática tiene que ver aquí con la forma de articular el rema, el
problema y la tesis y con los presupuestos y consecuencias de dicha articula-
ción; articulación cuya especificidad descansa en las nociones filosóficas de las
que pane Descartes: en la especie, su noción de razón, juicio, mente, método, ere.
Así, el problema, tal como viene de explicitarse -¿cómo puede ser que si somos
seres dotados de razón, y esta consiste en el poder de juzgar bien, d iscriminar la
verdad de la fo lsedad, discrepemos acerca de los que es verdadero y falso?- y la
tesis defendida a su respecto --que dichas diferencias son debidas no a la razón
sino a que no aplicamos bien la mente, para lo cual hace falta seguir el método-,
descansan en buena medida en la manera (particular) en que Descartes define
"razón ", "juicio", "mente" y '"método". Por otra parre, al plantear el problema,
Descartes no se pregunta si es posible acceder a la verdad, sino solo por la manera
de hacerlo, con lo cual se da por supuesto que su adquisición es posible (presu-
puesto). Por otro lado, el hecho de que el acceso a (conocimiento de) la verdad
esté condicionado por el empleo del método, podría dejar al margen del conoci-
miento cosas muy importantes que los hombres considera n verdades que pueden
ser conocidas, al no ser asequibles por dicho método, a la vez que otras provienen
meramente de la experiencia (consecuencias).
3. Argumentos
a) El argumento de la fa lta de deseo: nadie desea tener más razón de la que
ya tiene a diferencia de o tras cosas. Es importante analizar la naturaleza (¿de qué
tipo de argumento se trata: es empírico, psico-sociológico o, por el contrario, se
infiere de la naturaleza de la misma razón?), el alcance (¿qué pretende demostrar
y qué demuestra en realidad?). Para un comentario de texto también correspon-
dería analizar la validez de este argumento, esto es, si es no correcto; pero no así
en la explicación de texto.
94 Metodologb de la disert:ici6n filosófica y jurídica
4. Ejemplos
a ) El ejemplo de la s ''grandes almas'', que introduce en la discusión el ámbito
de la mo ral jumo con la idea del libre albedrío (libertad ) de o brar bien (virtud ) o
mal (vicio); el buen sentido no es solo relati vo a l d ominio formal o fáctico, sino
también a la moral.
b) El ejemplo d e " los corredores", que remite a la fábula de Esopo de la liebre
y la tortuga, recreada por La Fontaine; toda fá bula deja una moraleja.
D. Plan detallado
llntroducció nj
O Explicitar cuál es el tema del texto, su problema, su tesis, y su problemárica
(en el sentido acocado propio de la explicación de texto).
Tema: las condiciones de posibilidad del conocimiento de la verdad
Problema: ¿cómo puede ser que si seres dotados de razón, que consiste en
el poder de discriminar lo verdadero de lo falso (juzgar bien), diverjamos en
nuestras opinio nes?
Tesis: ello no ocurre a causa de la razón, esto es, de que unos seamos más
racionales q ue otros, sino a causa de que no nos guiamos nuestra mente y,
en parricular, nuestro pensamiento (que constituye uno de los tres elemen•
ros de la mente), por un método.
Problemática: articulación de rema, problema y resis de acuerdo con las no-
ciones de razón, juicio, menre y método; y se da por supuesto que la verdad
es accesible (presupuestos), al mismo tiempo que el método, que asegura su
conocimiento, limita severamente la esfera de este último (consecuencias).
Para más detalle, véase al respecto supra la ficha de lectura (0 , específicamente
punto 2 ).
O Hacer el anuncio del plan discriminando los momentos del texto y anun-
ciándolos de manera adecuada (tratando de no ser redundante con los títu-
los que figurarán en el cuerpo de la explicación y que aluden a los mismos
momentos). Para más detalle véase lo dicho en la sección 1, punto 1.2.1., C),
de este capítulo, y punto 5 de la ficha de lectura, apartado O) de esta sección
y capítulo.
!Cuerpo o desarrollo!
1. Primer momento (la razón)
- ¿Qué es el buen sentido o razón? Tesis de que todos somos iguales en
razón.
- El argumento de la falta de deseo.
- El poder de juzgar bien y la libertad de la razón para elegir.
2. Segundo momemo (método y verdad)
- El hecho de la diversidad de opiniones y su explicación.
- Los dos polos de la variabilidad: la vía seguida y el objeto considerado.
96 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
[Introducción]
En el rexto de referencia, Descartes nos introduce en un rópico capiral de la
filosofía: las condiciones de posibilidad del conocimiento de la verdad o, lo q ue
viene a ser lo mismo, del ejercicio mismo de la filosofía. El autor se interroga
acerca de la vía de acceso a la verdad, pues su adquisición no es obvia pese a q ue
somos seres dotados de razón. ¿Nuestra razón es, acaso, insuficiente para garanti-
zar el conocimiento de la verdad? ¿Es menester, por el contrario, valernos de una
vía regia que nos permita su posesión? La posición del autor adopta la forma de
una respuesta positiva a ambas preguntas. En la búsqueda y el empleo sistem:ítico
de dicha vía regia radica, para él, la tarea y el mérito del filósofo.
Pero de este modo, al mismo tiempo que la posibilidad misma de acceder a la
verdad no se pone en tela de juicio, su aseguramiento a través una única vía corre
el riesgo de dejar en la penumbra cierras profundas verdades de los hombres, a la
vez que orras provienen meramenre de la experiencia.
Así, el auror, tras explicarnos qué es la razón (1), determina las relaciones enrre
método y verdad (2), para presentarnos la imagen del auténtico filósofo (3).
l. ¿Qué es la razón ?
Descartes define la razón o buen semido como "el poder f/a puissancel de juz-
gar bien y de distinguir lo verdadero de lo fa lso". Dicha facultad es "por naturale-
za" igual en todos los hombres, es decir, todos la poseen como parre de su propia
esencia y en igual medida, esto es, completamenre. Ello es así, según el auror, si se
t iene en cuenta que, a diferencia de otras cosas, nadie (ni a un los más exigenres en
otras materias) desea tener más razón de la q ue ya posee.
¿Cu:íl es exactamente el renor de este argumento? El auror expresa, en relación
con dicha faha de deseo, que "no es verosímil que rodos se engañen", lo cual pa-
rece situarnos en el régimen de la verosimilitud, y no en el de la demostración. No
obstante, dicho argumento es, a su juicio, irrefutable. Basra para ello percatarse de
q ue, si todos se engañasen, la falta de deseo de tener más razón sería una ilusió n.
Pero ¿puede acaso la razón misma ser víctima de una mera ilusió n acerca de su
propia naturaleza? La respuesta ha de ser negativa porque una ilusión de razón en
el registro de la propia razón sería para Descarres un sinsentido.
Ahora bien, la razón, en tanro poder de juzgar, implica el poder de consentir o
de rechazar en relación con la alrernariva .. verdadero/falso". Dicho de otro modo,
la razón deja abierto un espacio de libertad, lo cual introduce la posibilidad del
error. ¿Cómo puede ello suceder si, según nos dice el autor, ..todos somos iguales
98 Metodología de la d isertación filosófica y ju rídica
camino adecuado, sería solo cuestión de azar llegar al punro buscado. Y en esre
caso, faltarían, de rodas maneras, las condiciones que hacen a la necesidad de la
verdad enconrrada.
El método asegura, así, una vía correcra y autoconscienre de su corrección,
limit:mdo inelucrablemenre de este modo aquello que puede legítimamente ser
objeto de la filosofía. La filosofía y la ciencia no son, pues, independientes de sus
procedimientos. El filósofo es quien sabe descubrirlos y aplicarlos rectamenre.
(Conclusión(
Sabemos ahora que, para Dcscarrcs, la condición de posibilidad general del
conocimiento es la razón humana, defi nitoria de la condición humana, pero q ue la
clave del acceso a la verdad (a diferenc ia de la opinión de la filosofía tradicional)
es el método y ninguna otr:i cosa, es decir, los medios empleados en la investiga-
ción; cosa q ue el propio Descartes ha experimentado para su mris grande prove-
cho, por lo cual nos recomienda proceder como él, para inaugurar una nueva y
definitiva era en la filosofía.
Germán Sucar 101
1. Caracterización
El objero del comentario es muy diferente al de la explicación. Ya no se trata
solamente de exponer lo que ha verdaderamente dicho un autor, sino también de
iniciar un diálogo con él a fin de dar al texto considerado su f,mción en el seno
de la obra de la que está extraído, así como de apreciar s11 rol en el pensamiento
filosófico del autor y, más e11 ge11en1l, e11 la historia de la filosof,'a. Aquí juegan
un rol importante, pues, el pensamiento de otros autores, así corno la reflexió,i
personal y, más precisamente, el juicio crítico del comentarista. La idea que debe
presidir el ejercicio es la de interrogarse por lo que el autor l,a dicho de verdadero,
aun si esro resulta una aspiración imposible y no es más que una idea reguladora.
Comentar 1111 texto filosófico 110 es, por lo tanto, una o peración exterior al
texto mismo, sino más bien tma prolongación d e su m ovimfonto intemo. Mien-
tras que en la explicación de texto de lo que se trata es de clarificar al máximo el
texto, sin salirse de los límites que este impone, e11 el comentario se debe ir más
allá de 11110 simple explicación: se trata de reflexionar sobre el texto explicad o . La
explicación sobre b que se construye el comentario debe respetar, sin embargo, la
problemática del propio texto; es decir, se debe explicar el texto (antes de reflexio-
nar sobre él) tal com o su autor lo ba pensado y co,rcebido"".
De manera más precisa, el comentario de texto consiste en poner de manifiesto
el tema allí abordado por el autor, así como el problema que con respecto a él
se plantea, y en determinar la problemática que lo contiene, lo cual comprende
evidentemente también la tesis sostenida por el autor (lo que el autor quiere de-
mostrar) y los argumentos para defenderla. De lo que se trata es de clarificar el
problema pe11etra11do e11 el tema y la tesis, de descubrir y de analizar la orga-
11ización conceptual ,/el texto (su articulación, s11 orden intemo, s11 encadena-
miento de ideas), esto es, de definir los couceptos f,mdame,rtales y establecer la
argumentación que presiden esta orga11izació11, efectuando uu estudio detallado
y reflexivo-critico d e este en su co11te11ido preciso y su desarrollo orgánico exac-
to. l n tesis del texto no debe confundirse de ningunn m;rnern con b concepción
global del filósofo toda vez que el contenido y desarrollo del texto no debe ser
sustituido con conocimientos ceneralcs o con nn resumen de las ideas del auror.
Lo que importa, asimismo, es poner en evidencia el interés filosófico del texto,
analizar la originalidad o valor del rema abordado, del problema form ulado y la
fec undidad o validez de la solución que se propone, evaluando su d iferencia con
otras soluciones propuestas65 • En suma, el análisis crítico que comprende el co-
mentado pccsu~, como se d etalla infra, ~pJjqción del texto oue constituye
~
En realidad, la reflexión q ue implica este ejercicio p uede rornar diversas for-
mas. A menudo se rrarn simplememe de extraer el interés filosófico del texto a
comenrar, interés q ue puede ser encontrado en su contenido (importancia de la
cuestión que plantea, originalidad o profundida d de la respuesra que aporra), en
el lugar que ocupa en la filosofía del autor o, más en genera l, en la hisroria de
la filosofía o en la influencia que ha podido tener en la evolución general de las
ideas. Pero podría exigirse que la reflexión vaya más lejos, que consista en una
verdadera crítica del rcxto, esro es, en un análisis de sus d ificulrades intemas (pues
en ningún caso serrara de criticarlo desde una perspectiva exterior o poniéndole
un p unro de vista sin relación con su problemñtica)66 •
El contexto del comentario es la historia de la filosofía. A diferencia de la expli-
cación (que puede ser realizada sobre un rexro de un autor del cual se sabe poco
o nada), el comentario exige conocimientos precisos y bien asimilados. Supone
asimismo, un trabajo asiduo con los textos de los comentadores. En este ejercicio
lo que se solicita es la cultura filosófica personal del esrudianre.
De esta manera, el comenrario filosófico oscila enrre dos polos:
- Un ejerc icio de historia de la filosofía que tiende a la erudición,
- Un ejercicio especulativo a pa rtir de un rexto-soporre.
Al lado de la importancia de los elementos críticos de la historia de la filosofía
puede figurar una "crítica personal". Ahora bien, .. criticar" significa aquí emitir
un juicio que ponga de resalto ciertos equívocos, errores, insuficiencias o contra-
dicciones del texto evidenciados /}or la evoluci6n histórica, tratando de superar
tales contradicciones y de inregrarlos en un p unto de vista sintético y global, y no
una .. refutación" del autor, es decir, rechazar su razonamiento o argumentación
probando su falsedad. En el marco de este ejercicio, un texto clásico de filosofía
no debe ser considerado falso en lo absoluto, sino más bien observar las necesida-
des de la época a las que responde, el movimiento de pensamiento q ue vehicula 67 •
De esta manera, los juicios críticos no deben ser formulados directamente sin un
sustento en las opiniones que nos provee la hiscoria de la filosofía sino, por el
contrario, apoyándose e intercalándolos con estas. En la redacción del ejercicio,
por esta razón, debe evitarse la utilización de la primera persona del singular. Es
prderible utilizar fórmulas más impersonales y recurrir al estilo indirecto como:
"dos e11seiia11zas p11ede11 ser extraídas . .. "'¡ "'parece que.. ."'; o "110 podemos fácil-
m ente constatar que .. . ".
En suma, mientras la explicación está al servicio del texto, el comentario inte-
rroga a su a utor¡ mientras la explicación se limita al texto, el comentario parte de
él; mientras que la explicación puede ignorar la historia de la filosofía, el comen-
tario hace de ella su condición. En cualquier caso, hay q ue evirar el riesgo de girar
hacia una disenación. Al igual que en la explicación de texto, en el comentario
de texto debe evitarse caer en la paráfrasis, en la exégesis palabra por palabra, en
que el texto se convierta en una excusa para disertar. Se debe evitar, asimismo,
el estudio fragmentario o parcial, es decir, el concentrarse solo en cierras partes
o párrafos del texto, pues el análisis debe ser completo. El comentario de texto
requiere, además, al igua l q ue b explicación, una previa lectura y relcctura, com-
pleta, atenta, profunda, y minuciosa.
2. Etapas de elaboración
Al igual que la elaboración de la explicación de texto, la del comentario puede
ser estudiada en dos foses sucesivas, el trabajo previo (2.1.) y la rea lización pro-
piamente dicha (2.2.).
Como el objeto del comentario es diferente del (pero presupone el) de la expli•
cació n, es necesa rio q ue dicho trabajo previo (la explicació n) su fra modificaciones
y prolongacio nes.
En este estadio hay que salvar dos escollos:
- Esforzarse por ma ntener el orden de las operacio nes (lo fundamental es el
comentario, no la explicación)
- Pero es necesario igualmente evitar yuxtaponer dos exposiciones sucesivas
(primero la explicación, luego el comcnrario); es decir, lo que podríamos
llamar plan )'IIXta¡mesto.
En la práctica esto se traduce en la técnica de trabajar en una ho ja con dos
columnas, a fin de colocar a un lado lo que es propio de la explicación y en otra
lo que correspon de al comentario. Así, por ejemplo, en la primera columna se
ubicarán los elementos de la explicación del texto (su tema, problema, tesis, pro·
blemática, nocio nes, argumen tos, ejemplos, etc.) y se pondrá en frente de manera
horizontal, en la orra columna, las referencias pertinentes a la obra, a la doctrina,
Germán Sucar 11 1
a la historia de las ideas. Puede agregarse una rercera columna a fin de anorar
todo aquello que tiene que ver con la reflexión más personal. Este ejercicio debe
proseguirse hasta el final del texto (a través de su lectura atenra) respetando el or-
den de los momentos en que ha sido dividido. A efectos ilustrativos remitimos al
punto D) de la sección 2 (Ejemplos y ejercicios) de este capítulo, donde se hallad
un plan detallado con estas características.
" En tal sentido, M'guimos aquí a Choulet-Folscheid-Wunmburger, o b. cit., págs. 49-50, y nos
:aparramos de o tras propuest.is en l:is que se recomienda dedicar partes diferenciadas del tr;ib.1-
jo a la explicació n )' al comenrario. Cf., 3J respecto, por ejemplo. Russ, ob. cit .• p;ígs. 152-157
y 170-185, y SC\'e-Manin, ob. cu .. págs. 133-137 )' 141 -153. En rigor. pueden distinguirse tres
ma neras de :inicular la explicación y la ponderación crítica. La primera -que es más cMsica y
frecuente y hemos reseibdo supra m el rexto principal- cst:í organi1.ada, corno se dijo, en dos
panes, de las cuales la primera es más propiamen1t expltca1iva y la segunda, más distanciada,
tiene que \·er con el comenmrio glolxd sobre el 31cance del texio: de modo que se corre el ries-
go de que quede una suerte de oposición entre el momenro explica1ivo y el momento crítico
(p lan yuxtapuesto). La segunda. tambifn rCSC"ñada supra en el rcxto principal, que co11i11ga lri
explicación ordenada del texto con las consickraciones de interés filos6fico que c,sre suscita
(i.c., la crítica), evita el riesgo del 1ipo de plan anterior a la ,,ez que puede parecer rn.is fiel al
estilo dialogado haciendo asi manifiesro la vida del pensamiento. No obsrante, se trata de una
empresa mis dificil de realiz:ir si no hay un ,·erdaderodominio de la progresión y la unidad. Se
deben evitar las digresiones muy largas así como tomar el texto como un pretexto para disertar
(plan ú nico). La tercera form:1 (3 la que 110 hemos aludido s1,pra en el texto principal) roma
elementos de las dos anteriores. La explicación y la puesta en evidencia razonada del interés
filosófico del texto (i.e., la critica) son distinguidas, pero sin que una parezca oponerse a la 01ra.
La crítica interviene como una profundiz..1ción del esrudio explicativo, de modo que puede
concebirse como una reflexión sobre su problemática, introduciendo elememos compararivos
nuevos e incluso inrroducir otro filósofo que ha)'ª reflexionado sobre el rema. Sobre estas rres
form;is de organiz:ición del comenrario d. Henri Pena-Ruiz, Ph1loso11l1ie. Le comm emaire
de texte. Termi11ales, Bordas, 1999. págs. 24-25. Digamos, por n uestra parte, que p referimos,
como hemos adelantado supra en el texto principal, la segunda de las mencionadas formas. A
las razones allí expuestas agreguemos la siguiente: nada impide q ue en la segunda forma, sin
romper la progresió n o la unidad, ni hacer largas digresiones o romar a l rcxro como excusa
para diserrar, se profundice el estudio explicati\'O inucxluciendo elementos comparativos nue-
vos; aunque - hay que reconocerlo-- no es una empresa fácil. Dicho lo anterior, hay que re.:or-
11 2 Metodología de la disertación filosófica y juríd ica
dar, como aclara Pena-Rui1.., que "ninguna de estas forma$ es privilegiada por los corrt-ctorcs~
(idem) .
•' Al respecto .se aplica lo d icho en la nota a l pie de p::ígina 62.
Germán Sucar 113
SÍNTESIS RECAPITULATIVA
111. Con~tú$i6n
Germán Sucar 117
111. Conclusión
11 8 Metodología de la d isertación filosófica y jurídica
rírulo. En primer lugar, porque los textos ofrecidos para el comentario pueden
ser comcnra<los siguiendo la regla aquí adoptada. En segundo lugar, porque po•
clr:í compararse concreramenre la composición de los ejercicios siguiendo una y
otra regla mcro<lológica. Entre las obras que figuran en la bibliografía fi nal y que
pueden también ser utilizadas con beneficio reviste particubr interés la de H cnri
Pcna-Ruiz (ob. cit., 1999), la cual en su segunda parre presenta una antologÍ:l
temática de textos comentados que ilustran los consejos metodológicos cxpuesros
en la primera parte. En ella, además, se dan ejemplos de las difercnres formas de
organizar e l plan del comentario. Por último, a unque con una óptica algo d iferen-
te, puede consultarse, para ejercitarse, la obra de Francois Guery, Oidier Deleule y
Pierre Osmo, Comentario de textos de Filosofía ( 1990), Cátedra, 1995, donde se
pro po ne la lecrura, análisis y comenrario d e textos filosóficos clásicos, acompaña-
dos de notas y bibliografía.
Germán Sucar 125
B. Vocabulario
Por razones de econo mía expositiva se dan por conocidos todos los írems de la
ficha de lect ura y, en partic ular, las nociones claves definidas en el punto C) ele la
sección 2 cid capítulo anrerior destinado a la explicación de rexto. Las definicio-
nes d e dicha s nociones claves deberán ser complementadas con las definicio nes de
los términos q ue obran a continuación,
a ) Verdad (y fal sedad): existen di versas teorías acerca de la verdad. Podría d istin-
guirse entre aquellas relativas a su definición o naturaleza, a su conocimiento, o a
su valor (aunque hay autores que impugnan, por diversos motivos esra rriparrición;
en cualquier caso, su rechazo debiera ser la cu lminación y no el punto de partida
del análisis). Conccnrrándonos ahora solo en el primero de los referidos niveles de
análisis, las principales teorías de la verdad son la teoría de la verdad por corres-
pond encia (conformidad o concordancia ), la reoría de la verdad como coherencia y
la teoría pr:igmática ele la verdad. En Desc:irtes la verd:id es conformidad del pen-
s:imiento con su objeto (y la fo lsedad, por el conrrario, la folrn de conformidad del
pensamienro con su objeto). Ahora bien, esra conformida d puede ser conformidad
de la razón consigo misma: una idea es verdadera si se deduce neces:iria menre y sin
deslizarniem os (paralogismo) de o tra idea verdadera, ya sea que esta sea a su vez
deducida de otra idea verdadera o q ue se:1 una "evidencia primer:i " . Pero la confor-
midad puede también darse en relación con cosas que están fuera del pensarnienro.
En este último caso, las cosas pueden servir de objeto a pensamientos verdaderos,
ya sea de nosorros o de Dios. El o bjero del pensamiento no es la cosa misma, sino
su reconstrucción en nuestro entendimiento según cierro orden o categorización. L1
característica primordial de una idea verdadera es q ue es clara y distinta, esto es,
se presenta a nosotros como una evidencia o cerrez:1, pero no de manera inmediata
sino como resultado del método. La certeza es la ma rca misma de que el pensamien-
to está anclado en la verdad. Podría pensarse que la evidencia (o cerrez...1) y el méto-
do no son, en realidad, características de la verdad, sino criterios de verdad, esro es,
criterios para d eterminar si una idea es o no verdader:1 y que, ¡X>r ende, estos no son
características q ue hagan a su prop ia naturaleza, sino al conocimiento q ue de ella
tenemos. Ambos niveles de análisis parecen fu ndidos o, por lo menos, íntimamente
vinculados en el pensamiento d e Descartes.
dicho perfeccionamiento se alcanza a través del " justo medio". La virtud sería un
medio enrre dos vicios (que son lo conrrario de la virtud). Las virrudes humanas
no conciernen solamente a las llamadas morales, sino a todas las actividades hu-
manas. En el texto en estudio Descartes hace alusión a las virtudes (y vicios ) de
tipo moral.
11
Seguimos aquí (algo libremente) a Choulet-Folsheid-Wunderburger, ob. cit., págs. 75-77, amén
del ejemplo de la bibliografía que debajo St' indica. Por lo dem:ís, estas notas sobre los ciernen•
tos del contexto deben ser integrados con el vocabulario precedentemente expuesto.
130 Metodología de la d isertación filosófica y jurídica
3. A propósito del tercer momento sobre la tarea del filósofo y Descanes como
testigo de la razón universal
- Rechazo del modelo del filósofo como sabio genial que posee dones fuera
de lo común (como en Platón o en iensche). Lo que c uenta es aprender a
dirigir la mente a rravés del método. La razón como método permite amen-
tes desig uales (ya sea en imaginación, el pensamiento o la memoria) seguir
el mismo camino hacia la verdad.
- De lo antedicho se sigue su crítica, en la empresa filosófica de búsqueda de
b verdad, tanto del recurso a la tradició n como al silogismo escolástico.
Cuando Descartes apela a la tradición filosófica (como cuando remite a
la diferencia entre forma y accidente de los individuos) no lo hace bajo la
forma de un a rgumento de autoridad sino porque tiene razones válidas para
creer en la verdad o justeza de la opinión, tesis o d istinción en c uestió n.
- La insistencia en el carácter personal, combinado con el principio de la
razón común jumo a la relarividad y gradualidad de las performances de
los elementos de la mente (imaginació n, pensamiento y memoria), hace de
Descartes a la vez un pionero y un testigo de la razón universal. Dado que
la razón es transparente a sí misma, devela su func ionamiento, sus reglas.
D. Plan dciallado
El sigu iente plan detallado consriru ye una síntesis del vocabulario (B) y los ele-
mentos de contexto para la ponderación crítica (C) precedentemente expuestos.
lg ualmenre adopta como punto de partida el pbn detalbdo de la explicación de
texto ofrecid:1 en el capítulo anterior.
Germán Sucar 135
[Introducción]
En el presente rexro, que consriruye el inicio del Discurso del Método, Desear-
res nos introduce a un tópico capiral de la filosofía a unque de una manera radi-
calmente novedosa: las condiciones de posibilidad del conocimiento de la verdad
fundadas en un procedimiento que obedece a las reglas de la razón, ral como se
pone de manifiesto en el subrírulo mismo de la obra: Para dirigir bien la razón y
buscar la verdad en las ciencias.
El autor se interroga acerca de la vía de acceso a la verdad, pues su adquisición
no es obvia pese a que somos seres dorados de razón. ¿Nuestra racionalidad es,
acaso, insuficicnre para garanrizar el conoci miento de la verdad? ¿Es menester,
por el contrario, valernos de una vía regia que nos permita su posesión ? La rcs-
puesra positiva a ambas preguntas nos sitúa en el origen de la filosofía moderna.
En la búsqueda y el empleo sistemático de dicha vía regia radica, en efecto, la
rarea y el mérito del filósofo.
Pero de esre modo, al mismo tiempo que la posibilidad misma de acceder a la
verdad no se pone en tela de juicio, su aseguramiento a través de una 1í1úca vía co-
rre el riesgo de dejar en la penumbra ciertas profundas verdades de los hombres,
a la vez que otras provienen meramente de la experiencia. L1 filosofía q ue se erige
sobre estas bases, a la vez que viene a inaugurar la filosofía moderna, pone crisis
la filosofía escolástica y roma distancia del empirismo.
Así, luego de estudiar el carácter fundacional la razón para el conocimiento
( 1), se tratará de cómo el método conduce a la verdad de manera apodíctica (2),
parn presentarnos una nueva imagen de la tarea del filósofo (3), lo que revelará, a
la vez, tanto lo q ue ello posee de clausura de la filosofía antigua como los condi-
cionamientos que proyecta sobre la fi losofía contemporánea.
ros-, esto es, gozar de la posesión de sus facultades en el máximo grado, sino que
hay que aplicarla bien.
De acuerdo con Descartes, no existe, pues, ninguna consecución mecánica di-
recta entre el poder de juzgar bien (discriminando lo verdadero de lo falso) y la
formación de una opinión, porque entre uno y otra se i,iJerpo,ie,i ciertos factores
como los objeros considerados, y los procedimientos, reglas, y argumentos pro-
pios del análisis. Los objetos considerados pueden diferi r de una persona a otra
porque a veces nos referimos a cosas diferentes con las mismas palabras, o a las
mismas cosas con palabras diferentes. Similarmente, hay diferentes maneras de
analizar o estudiar los objetos, sin q ue todas ellas sean las correctas. El método
es una m ediaáó1t entre la razón (el poder de discriminar lo verdadero de lo falso)
y la formación de una opinión correcta que se expresa en un juicio verdadero
(i.e., el acceso efecrivo a la verdad); es, entre las diferentes vías por las que puede
optarse, la vía correcta.
Descartes ilustra este punto de vista con dos ejemplos que utiliza, a la vez, pa ra
reforzar sus argumentos. En primer lugar, recurre al ejemplo de "'las grandes al-
mas". Al afirmar que estas son capaces de los más gra ndes vicios, así corno de las
más grandes virtudes, Descartes quiere mostrar que nuesrras capacidades innatas
nos hacen solamente aptos para estar sujetos a tendencias contrarias (lo mejor y
lo peor), lo que subraya la importancia del método para realizar la elección ade-
cuada. El hecho de que el ejemplo se sitúe en el plano moral muestra~ además, que
el método cartesiano no disocia el plano del puro saber del plano de la conducta
práctica.
En segundo lugar, introduce el ejemplo de los "corredores"' que no es sino una
variante de la fáb ula de la liebre y de la tortuga, aplicado al método: por más que
se vaya lentamente, se avanza más si se elige "el camino recto''. mientras que la
precipitación nos hace errar por el mal camino. El buen ordenamiento de la meme
a la luz de las reglas de la razón coma su tiempo, pero el tiempo es una condición
del acceso a la verdad. Cuando se va demasiado rápido no se transita por cada
uno de los pasos exigidos en la cadena de los razonamientos. Fuera del camino
adecuado, sería solo cuestión de azar llegar al punto buscado. Y en este caso,
fa ltarían aún las condiciones que hacen a la necesidad de la verdad encontrada.
Podemos apreciar la originalidad del planteo de Descartes si consideramos que
la vía de acceso a la verdad no es aquí un ejercicio ascético hacia el mundo tras-
cendente de las ideas (Platón), la contemplación mística (Plotino), la conversión
(San Agustín), la inscripción en una tradición filosófica heredada donde vale el
principio de :llltoridad (escolástica), sino el resultado de una búsqueda voluntaria
conducida en primera persona.
En particular, la búsqueda del método puede verse como la enunciación en
términos rigurosos --como apunta Risieri Frondizi- del derrumbe de la esco-
138 Metodologb de la disert:ici6n filosófica y jurídica
lásrica, rras dos siglos de búsqueda infrucruosa. Lo que se necesitaba era, para
Descartes, un nuevo criterio de verdad q ue susriruyera al p rincipio de autoridad,
y otra manera de asegura r su infalible conocirnienro q ue reemplazara al silogismo
que siempre depende de una premisa mayor q ue se acepta, justamente, sobre la
base del principio de autoridad. El método, además, permite descubrir nuevas
verdades. Pero a diferencia de Bacon, q ue inrenra superar la. filosofía escolástica
imp ulsando el pensamiento por la ruta de la experiencia como criterio de verdad,
basándose en la observación y el razonamiento inductivo, Dcscarrcs adopta como
p unro de partida las verdades de razón cuyo modelo son las verdades matemáti-
cas, cuyo carácter es universal y absoluto y, por ende, sólido a diferencia de la ob-
servación y de la inducción, q ue son falibles. Tales verdades le sirven a Descartes
como paradigma en la búsqueda de las prime ras verdades absol utamente ciertas
que le permirirñn reconstruir rodo el edificio del saber (las ciencias y la filosofía).
Este cambio de perspectiva radical nos cond uce desde el objetivismo o realismo
ingenuo hacia el subjetivismo racionalista, marca ndo con ello las tensiones de la
filosofía moderna entre racio nalismo y empir ismo hasta la sín tesis kantiana y las
corrientes contemporáneas q ue se pretenden s uperadoras del cartesianismo como
el realismo científico y la epistemología naruraliz.ada. En esras últimas se inrenra,
en cícero, d e diferente manera, una fundamenración del acceso a la verdad que no
depende de la mediació n de la subjetividad para reencomrar la realidad. Esrn ha
de ser hallada a través de los d nones intcrsu bjetivos de la corroboración experi-
mental de las teorías.
Esta vía regia y segura de la verdad deja, a demás, u n inq uietanre interrogante
que atravesará la filosofía moderna y contemporánea: los límites de la razón para
penetrar en cierras verdades q ue hacen a la condición mera física del hombre. Pas-
ca l enfatiza esrn impotencia de la razón cuando sentencia: "el corazón tiene sus
razo11es, que la razón no conoce" . Denunc ia, así, su desprecio por las pruebas me-
rnfísicas y el orgulloso racio nalismo cartesiano, frente a la necesidad de mostrar
cómo la revelación cristiana resuelve los problemas resultantes de la condición
humana. No es que Descartes rechace las ideas de revelación d ivina y de lo sobre-
natura l, pero limirn sus reflexiones a la búsqueda de la verdad alcanzable por la
reflexión fi losófica y científica; y, aun que fue católico, no se interesó primordial-
mente por las verdades de la fe.
El método asegura, así, una vía correcrn y autoconsciente de su corrección,
limitando inelucrn blemente de este método aquello q ue puede legítimamente ser
objeto de la filosofía: el conocimien to de la verdad se basa fundamentalmente en
la razón, lo c ual implica la consecuente puesta en crisis del razonamiento silogísti-
co de la filosofía escol:isrica como método de acceso a la verdad al mismo tiempo
que su prioridad sobre la observación empírica . L1 fi losofía y la ciencia no son,
pues, independientes de sus procedimientos. De este modo, el método, a la vez
que nos promete el camino por la vía segura de la ciencia, deja la en la sombra,
Germán Sucar 139
cerrando la vía de acceso, a las verdades del corazón. Este determinará también la
tarea del filósofo que es quien sabe descubrirlo y aplicarlo.
lConclusió nJ
Sabemos ahora q ue, para. Descartes, la condición ele posibi lidad genera l del
conocimien to es la razón humana, defi nitoria de la condició n ln1ma,rn, pero q ue l.i
d a. ve del acceso a. la verdad (a diferencia. de la opinión de filosofía tradicional) es
el método y ninguna. orra cosa, es decir, los medios empleados en la invesrignción
guia.dos por las reglas de la razón; cosa q ue el propio Descartes ha experimenra-
do para su más grande provecho, por lo cual nos recomienda proceder como él.
Con ello, el pensamiento filosófico lrn dado un giro decisivo: la rea lidad no es ya
el punro de partida, sino el sujcro, a partir de cu yn racionalidad, esta hn de ser
aprehendida; la verdad queda delimitada al ámbito de la cerrezn. No obstante~ lns
postrimerías de la filosofía modern:1 y, más nún, la filosofía conrempodnen lle-
vad más lejos el planteo cartesi:1110, :11 punto de recusa rlo: ya no se tratará tanto
de ensayar un:1 nueva manera de funda mcnrar el acceso a la verdad, como po ner
en tela de juicio la posibilidad misma de acceder a ella o su valo r para la vida y la
c ultura. Ello indica, a la vez, los condicionamientos y los límites del pensamiento
cnrtesiano pnra. el pensamiento actua l.
Germán Sucar 14 1
Putant scrvum essc cum, qui ex mandato agit, & libcrum, qui animosuo morem gcrit,
quod c¡uidem non absolute verum esl; nam revera is, c¡ui a sua voluptate ita trahitur, &
nihil, c¡uod sibi utile csl, videre neque agere polcst, maxime scrvus csl, & solus ille libcr,
qui integro animo ex solo duelo rationis vivit. Actio autcm ex mandato, hoc cst, obcdien-
tia libcrta1en1 quidem al iquo modo tollit, at noo illico scrvum faci1, sed actionis ra1io. Si
finis actlonis non cst ipsius .igcntis, sed impcr.intis utilitas, tum .igcns scrvus cs1, & sibi
inutilis: at in Republica & imperio, ubi salus totius populi, noo impcrantis, summa lex
cst, qui in omnibus summae po1cs1a1i obtempcrat, non sibi inutilis servos, sed subditus
cliccndus; & ideo illa Respubl ica maxime libcr,1 esl, cujus legcs sana r,1tione fundatae
sunl; ibi enim unusquisquc, ubi vclit, líber csse potcsl, hoc est, integro animo ex ductu
rationis vivere.
Nota aclaratoria: este ejercicio ha sido editado para ser ela borado en su cuerpo
o d esarrollo en cu atro partes.
Lec1uras sugeridas para la elaboració n del comeniario: además del Tratado teológico•
político y otras obras relacionadas de Spinoza: 1) Fredcrick Coplesion, Historia de fa
filosofía, Ariel, 19 79, vol. IV, ca pítu los X•XIV, págs. 194 -24 8; 2) José María Rod ríguez
Pa niagua, "El pensamiento filosófico político de B;1ruch Spinoza", Revista de Estudios Po·
líticos (Nueva Época), nº 36, 1983, págs. 159-179; 3) Atila no Domíngucz, " Introd ucción
Germán Sucar 143
2. Fricdrich N ietzsche, Der Wilfe zur Macht. Versuch einer Umwert1mg afler
Werte (Drittcs Buch. Princip cincr ncucn \Vcrthscnung, l. Dcr \Villc zur Macht
als Erkcnnrniss, e) Entscchung von Vcrnunft und Logik, § 521 Zur .,logischcn
Schcinbarkcit" ). La Voluntad de poder. E11sayo de tma tra11sm11tació11 de todos
los valores (Libro Tercero: Fundamentos de la nueva valoración, l. La voluntad
de poder como conocimiento, e) Origen de b razón y de la lógica, S 521 Para la
"apariencia lógica"). En la edición Colli-Montinari, el § 521 d e La vo/1111tad de
poder (del cual aquí se reproduce solo un cxrracw) corresponde al vol. 12, 91 1441,
En la traducción castellana de la edició n C olli-Mo ntinari, se co rresponde con el
vol. IV de Fricdrich Nietzsche, Fragmentos póstumos (1885-1889), Madrid, Tec-
nos, 2006, 9[ 144[, págs. 278-279 .
[...) No hay que interpre1ar cs1a nccesid.id nuestra de crear conceptos, especies,
formas, fines, leyes ("un mundo de casos idénlicos~), como si debiera hacernos capaces
de clctcrrninar lo que es el mundo verd,1dcro; hay que ver en ella la ncccslcl.ld de ad,1p-
tarnos a un mundo c¡ue haga nuestra cxiswncia posible: creamos así un mundo que se
nos prcsen1a previsible, simplificado, in1eligiblc, cte.
Es1,1 misma necesidad existe en la actividad de los senticlos, sos1enida por el entend i-
miento, el cual simplifica, aumenta, subraya y condcn~, y nos permite así "reconocer"
las cosas y hacemos comprender. Nuestras ca,c11ci,1s han clctermin,1do nuestros sentidos
a tal pun10 c¡ue lo que reaparece siempre es un "mundo fenoménico idéntico~ y que, por
csla razón, ha adquirido una apariencia de realidad.
La necesidad subjctiv;i en la que CS!Jmos de creer en la lógica cxprcsJ simplemente
el hec ho de que, mucho ames de 1omar conciencia de ta lógica, no hemos hecho sino
in1roducir sus posrul,1dos en el devenir: ahora, los reencontramos en el devenir -ya no
podemos no hacerlo-, y pensamos enconccs que esta n<.'Ccsidad nos garantiza una "ver-
dad~ [ ... J. El mundo nos parece lógico 1>0rque nosotros hemos comenzado f>Or hacerlo
lógico.
[...) Man soll diese N61higung, Bcgri fíc. Gattungcn, Formen, Zwcckc, Gcsctzc zu
bildcn (~cinc Wclt dcr idcntischcn F51le) nich1 so vcrstchen, als ob wir damit die wahrc
Weh zu fixircn im Stande wiircn; sondcm als NOthigung, uns cinc Wclt zurcch1 :w ma-
chen, bci dcr unsrc Existcm: crmOglichl wird: - wir schilffcn damit cinc Weh, die bcrc-
chcnb;ir, vcrcinfacht, vcrs!3ndlich u. s. w. für u11s isl.
Diese sclbc NOthigung lx.-s1eht in dcr Sinncn-Aktivitiil, welchc der Verstand untcrs-
tützt - durch Vereinfochen, VergrObcrn, Un1erstreichcn und Ausdichtcn, auf dem alles
"Wicdcrerkcnncn", allcs Sich-vcrstt1ndlichmachcn-k0nncn bcruht. Unsrc Bcdürfnissc
halx:n unsrc Sinnc so pr5cisirt, dass die Hglcichc Erscheinungswclt" immcr wicdcrkchrt
und dadurch den Anschein der Wirktichkcil bckommen hat.
Unsrc subjektiV<? N6thigung,. an die Logik zu glaubcn, drück1 nur aus, d,1ss wir, ltingst
bcvor uns die Logik sclbcr zum Bcwusstscin kam, nichts gcthan halx:n als ihre Postulatc
in das Gcschehcn hincinlcgcn: jctzl finclcn wir sic In dcm Gcschehcn vor -, wir kOn-
ncn nicht mehr anders - und vcrmeinen nun, diese NO!higung verbürgc clwas übcr die
~Wahrhei1" [ ... ) Die Welt erschcint uns logisch, wcil wir sic erst logisirt haben.
1. Caracterización y modalidades
Ca racterizar la disertación fi losófica entralla tanto determinar sus rasgos de-
finitorios, trazando las diferencias que la separan de otros géneros con los que
a menudo suele ser confundida ("I .1 .), como los itinerarios reflexivos y metodo-
lógicos en los que se estructura, a saber, los diferentes tipos de enunciados y los
grandes tipos de plan correspondientes ( 1.2.).
1.1. Caracterización
La disertación, como ejercicio filosófico, ha sido definida como " toda forma de
reflexión en acto, generalmente esc;r;,a, que úene por finalidad plantear un pro-
blema, desarrollar sus implicaciones ); en fin, contemplar soluciones netamente
defi,,;das a ese ¡,roblema"n. Se trata, pues, de un trabajo de argumentación-de-
mostración riguroso y metódico que convierte un enunciado (consigna de la diser-
tación) -o, más bien, la pregunta implícita o explícitamenre contenida en ella-
en un problema, a fin de trabajar en la solución de este último para responder
a la pregunta contenida en d icho enunciado7J. O también: "la disertación es""
ejercicio de pe,,samie11to; este ejercicio, a partir de 1m tema tomado de la cultura
filosófica, debe permitir el desarrollo de 1111 co11j1111to de a,rálisis y razo11a mie11tos,
soste,,idos por la referencia a obras clásicas, para dar lugar, a fin de cuentas, a la
toma de una posición afirmada sobre el tema /Jro¡mesto"74 • Al igual que ocurre
con el comentario de texto filosófico, la disertación jurídica y, más precisamen-
te, la consigna sobre la cual se pide disertar, presupone un conjunto de lecturas
o universo bibliográfico. A fin de comprender ca balmente las implicaciones que
traen aparejadas las referidas definiciones resulta oportuno atender a los rasgos
posit ivos ( l. l. l. ) y negativos ( 1. 1.2.) que determinan este ejercicio filosófico.
7Z Cf. Hcnri Pena-Ruiz, ob. cit., 1996, pág. 10. Con excepción de la palabra "implicaciones"
(cuyo resalta.do en negrita pcncnece al autor cirado), el resto de las palabras en negritas nos
pcnenccc, al igual que el res.airado en itálicas.
n Cf. Russ, ob. cit., pág. 72.
1• Choulet-Folsheid-Wunderburger., ob. cit., pág. 157. El resaltado en negritas nos pertenece.
152 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
1
' Cf. Russ, ob. cit., págs. 74 -76.
154 Metodologb de la d isert:ici6n filosófica y jurídica
n Cf. Chou lct-Folsheid -Wundcrburgcr, ob. ci t., p¡ígs. 162-165; Russ, ob. cit., págs, 78-84; Pena-
Rui:r., ob. cit., 1996, págs. 96-173. Es de intl'rés hacer nm:-ir qui' en compar:1ci6n, la d i.S('rtaci{m
jurídic,1,como tendremos oportunidad de ver rn.ls abajo, no prescma la misma riqueza de tipos
de enunciados y planes correspondientes.
1
' Cf. C houler-Folsheid-Wunderhurger, ob. cit. , p:íg. 163, Russ, ob. cit., p:ígs. 82-83 y Pena-Ruiz,
ob. cir.. 1996, p:.lgs. 98- 116.
Germán Sucar 155
~ Cf. Chouler-Folshcid-Wunderburger, ob. ci1., pág. 163, Russ, ob. cit., p3g. 83 y Pena-Ruiz, ob.
cit., 1996, p3gs. 11 7~130.
156 Metodología de la disertación filosófica y juríd ica
'° C f. Choulet-Folsheid-Wunderburger, ob. cit., págs. 163-164, Russ, ob. cit., págs. 78-80 y Pcna-
Ruii , ob. cit. p.igs. 130-161.
158 Metodología de la d isertación filosófica y jurídica
En todos los casos, las implicaciones lógicas de las preguntas son tan impor-
tantes como su contenido explícito. Es por ello que conviene extraerlas metódica-
mente, en un esrudio global del enunciado que permita precisar el alcance real de
la interrogación.
En este tipo de consigna, por lo tanto, es fundamental atender a la (orm11laci611
de la pregunta, la cual siempre es muy particular para contrarrestar la tendencia
habitual hacia los rratamientos estereotipados o preconsticuidos. La idea general
que debe conducir, por lo tanto, esre ejercicio, es que la manera específica en que
la pregunta ha sido form ulada define ya un cierto ripo de aproximación a los
problemas, cierra "puesta en perspectiva" que condiciona y limita de entrada la
naturaleza de la respuesta que se debe dar a la pregunra de la consigna. De esta
manera, el objeto del trabajo uo cousiste solamente respouder a la preguuta, sino
tambiéu eu analizar la preg,mta misma, de explicitar lo que presupone II omite,
la problemática bien partic"lar de la q 11e da testimo,rio. A esta última tarea pue-
de llamársela caracterizar la preg,mta.
A los efectos prácticos, resultará eficaz comenzar por preg1111tarse por la razón
de ser de la pregunta: ¿Qué es lo que incita o jusrifica la pregunta tal como está
for mulada?, para luego efectuar una defiuición rápida de los términos que la com-
ponen, por ejemplo, diferenciando s u significado de orras nociones vecinas respec-
to de las cuales precisa sus límites. A continuación, se ex/1licitará11 las preguntas
implicadas por la pregunta inicial, con vistas a, seguidamente, realizar una /or•
mu/ación ordenada de los aspectos del problema (o problemas) fundamenral(es)
que atraviesa(n) dichas preguntas. Estos son los pasos básicos para efectuar una
caracrerización de la pregunta que permita luego responderla. El camino recorri-
do consiste, resumidamente en tres cosas: extraer de la literalidad de la pregunta
el conjunto de problemas que encierra (dominio de intervención); d sistema de
presupuestos que rornan posible la pcc¡unta (problemática)· y, por último, el tipo
ele tematizació n (la "solución" o, más precisamente, la orientación particular de
las alternativas sugeridas como soluciones posibles).
Debe destacarse que hay algunas preguntas que merecen un tratamiento par-
ticular, sin perjuicio de que son aplicables las reglas ames comentadas. Ellas son:
1. Las preguntas que c:011tie11e11 ,m tema con forma predicatiua directa corno
"¿Toda educación es una desnaturalización?", .. ¿Todo valor es relarivo?", o" ¿El
arre es un lenguaje?" o, en una varianre, "¿La libertad puede ser relativa?". En
tales casos la interpretación de la pregunta pasará por una explicitación del con-
tenido de la atribución (por caso, en el último ejemplo, libertad-relatividad) com-
binada con una reflexión sobre la compatibilidad de los dos términos(" ¿La idea
de libertad no excluye, por esencia, la relatividad?, ¿se puede ser más o menos
libre?").
160 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
2. Las preguntas que contienen temas que co11lleva11 1111a definición f1111cio11al,
como "¿L1 filosofía previene contra la ilusión ?, " La ciencia procura certezas?,
"¿Se pueden exrraer lecciones de la historia?, "¿ Para q ué sirve la experiencia? " o
"¿En qué sentido la educació n debe cond ucir a la aclapració n?". Esre ripo de pre-
guntas po nen en juego una función posible o incluso característica de un dominio
de reflexión dcrerminado (ciencia, filosofía) o de un proceso panicular (educació n,
actividad arrísrica, experiencia, ere.). Lo q ue se busca con ellas es un dominio de
reflexión o de csrudio bajo un ángulo particular. El rema-noción se cncucnrra
problernarizado no desde el punto de visra general de su definición esencial o de
su origen efectivo, sino desde el p unto de vista particular de su función posib le o
viable. El objero de u na interrogación semejante debe ser mu y bien delimitado,
es dec ir, evitar una reflexión que no sea específica. De esta ma nera, c uando la
pregunta no esr:i explíciramenre planteada en la forma de una a tribució n (caso
precedente) es necesario identificar la relación que conduce a definir la función
posible del dominio concernido .
3. Las preguntas que implican 1111a elecci611, como "Es preferible el desorden
a la injusticia?". A este ripo de preguntas hay q ue dirigirles siempre dos tipos
de pregunta crítica: 1) ¿q ué conduce a una pregunta semejante?; 2) ¿qué pre-
supuesro rorna posible la oposició n/ahcrnariva implicada? Hay que determinar
las condiciones de validez de la elección; apreciar esas condiciones; transformar,
cvenrualmenre, los términos de la pregu nra en función de la apreciación crítica .
Retomando el ejemplo: 1) ¿qué razones conducen a oponer el orden y la justicia
y, como contrapartida, cómo definir un:1 alrern:1riva desorden/injustici:1?; 2) ¿esta
alternativa es real?, ¿qué presupuesto la hace fu nc ionar como tal?
~ po de consigna (el enunciado-pregunta) se "sugiere" en princi pio..
intentar la utili1,..1ción del ohm dialéctico pero se deher:i determinar si realmente
este tipo de plan resulta conveniente a la pregunta de la consigna o si por el con-
muio ha de empicarse otro plan que se adal,llC....a...CÜ. No se olvide que los tipos de
plan que se describen in{ra son solo esquematizaciones útiles y no mo delos fij os y
rígidos para ser aplicados a cua lquier contenido.
1
• C f. Choulet- Folsheid-Wunderburger, ob. cit., p:í.gs. 164-165, Russ, ob. cit., págs. 80-82 y Pen:1-
Ruiz, ob. cit., 1996, págs. 162-173.
Germán Sucar 161
propósito del problema). Esta tesis se somete a discusión, lo cual implica una
problematización crítica de su contenido. De esta manera, habrá que efectuar un
trabajo en tres etapas según una triple exigencia:
·1. Identificar y formular el problema al que la cita propuesta reenvía. Ello im-
plica establecer el dominio de intervención (de funcionamiento) de la afirmación
propuesta, su naturaleza, así como las "motivacio nes" que conducen a la posición
del problema.
2. Estudiar, explicar y caraaeriiar el contenido de la tesis, es decir, de la pro-
posición enunciada en la cita a propósito del problema (implícito) que ha sido
identificado. Ello implica un análisis semántico del enunciado (cita), de su sentido
literal, de sus eventuales niveles de significación, de los dominios correspondicnres
de aplicación, de sus presupuestos (proposiciones implícitas movilizadas por la
afirmación), la construcción de la problemática que la torna posible~ y la caracte-
rización del conjunto de la cita como proposición para ser discurida o evaluada.
3. Efectuar una evaluación crítica de la tesis así explicada . Practicar una con-
frontación con otros puntos de vista posibles. Ello implica evaluar la coherencia
de la posición explicitada, así como las razones externas, ejemplos y conocimien-
tos que parecen validarla; delimitar las condiciones en las cuales la proposición
puede ser retenida, definiendo, por contrapartida, sus límites teóricos de validez;
ponerla a prueba bajo diferentes tests como la evocación de otros dominios de
reílexión u otros tipos de aproximación, la evocación de otros problemas fi losófi-
cos distintos de aquella del que ha sido extraída y que pueden precisar sus lfmires
de manera diferencial; reinsertarla críticamente en una configuración cultural y
menral definida y, si es posible, en relación con un contexto histórico.
Es muy importante diferenciar níridamenre la explicación de la cita de su eva-
luación (apreciación crítica), vale decir, de la segunda y la tercera etapas aquí
arriba mencionadas.
Estos tres puntos precedentes indican procedimientos generales de refl exión;
no obstante, el perfeccionamiento del trabajo de análisis deberá atender también
a la particularidad de la consigna, especialmente al modo en que está encabeza-
da la cita. He aquí algunas variantes: "¿Qué piensa de esta afirmación:" ... "?";
"En qué medida se puede decir con ... que ... ?"; "¿En qué sentido se puede de-
cir que ... ?";" ¿Es posible afirmar q ue ... ?";" ¿Se puede admitir la expresión... ?";
"¿Cómo comprende el propósito siguiente de ... ?". Dado que, como puede apre-
ciarse, las formulaciones pueden variar, hay que tener estas variaciones para or-
ganizar la reflexión.
He aquí otra manera de encarar el trabajo de reflexión que no se opone a la
anterior sino que es, más bien, complementaria:
162 Metodología de la d isertación filosófica y jurídica
se integra en alguna de las formas rípig¡ (véanse los diferenres ripos de planes que
se explican en el a parrado siguiente).
11
C f. C houlet-Folsheid-Wunderburger, ob. cir., págs. 200-201, Russ, ob. cit., págs. 85-92 y Pena•
Ruiz, ob. cit., 1996, págs. 53-94.
164 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
i) El plan dialécticou
Este plan se organiza en tres panes sobre la base del siguiente principio:
1. Tesis defendida (verdad de la tesis).
2. Reíutación de la tesis y form ulación de la antítesis.
3 . Síntesis, donde se reúnen los dos puntos de vista opuestos en el seno de una
unidad o categoría superior. Se trata de reu nificar sin opera r un compro miso ni
conciliar de manera verbal.
Este tipo de plan no es una suerte de panacea utilizable para todos los tipos
de consign a. En primer lugar, algunas de ellas no se prestan a un plan dialécti-
co, como aquellas que versan sobre el análisis de una noción. Por otra parte, la
síntesis de dos términos no es siempre realizable o incluso legítima. Pese a estas
limitaciones, el plan dialéctico puede ser juicioso desde un tri ple punto de vista:
retórico, lógico e inventivo. Lo primero, en tanto desde el punto de vista de la per-
suasión, permite etapa por etapa conservar algo de verdadero a parrir de un cierro
nivel de estudio y d e reflexión; el lector puede participar así de un proceso de
composición vivo y dinámico. Lo segundo, porque el movimiento de integración
superior nos involucra en un proceso de argumentación lógico y coherente en pos
de algo más verdadero. Lo último, en la medida en que nos exige encontrar ideas
y profundizar las nociones en estudio.
Deben evitarse las formas caricarurales del plan dialécrico14• En particular, la
síntesis no debe basarse en la idea de que en rodas las cosas hay algo bueno o
positivo de modo que la conciliación de los términos se impone a todo obser-
vador preocupado po r la unidad. Los términos superados siempre deben estar
unificados en un concepto superior auténtico, donde estos adquieren realmeme
un sentido. El plan dialéctico no debe ser tampoco un ejercicio puramente arti-
ficial, es decir, un trabajo formal sin relación con el contenido: tesis, antítesis y
síntesis, lejos de designar tres categorías fijas, representan un proceso de tensiones
y contradicciones en el que los términos o puestos se confrontan y obedecen a una
lógica interna. Se trata de conrradicciones inherentes a las pregunras, problemas y
argumentos que conducen el desarrollo y el progreso de la discusión.
u Ver a este respectO las observaciones críticas de Claude Lévy-Srrauss en Tristes Tropiq11es,
París, Pion, Pres.s Pocket, Terre Humaine, pág. 52 y sgres.
u Cf. Rus.s, ob. cit., pág. 88.
166 Metodología de la d isertación filosófica y jurídica
7
' Cf. Russ, ob. cit., p.igs. 89-90.
168 Metodología de la disertación filosófica y juríd ica
- Tercera /Jarle: sínrcsis, que puede llegar hasta una verdadera unidad, según
las nociones consideradas.
b) Plan de tipo relacional
Ejemplo de un esquema posible:
- Primera parte: caracterización de las nociones.
- Segunda fJarle: examen de las relacio nes (recíprocas) entre las nociones.
- Tercera parte: examen crítico que concierne al valor de las relaciones en
cor,sideración.
H abiendo visro los principales tipos de en unciados y de planes, es el momento
de estudiar las distintas fases que implicn la ejecució n del ciercicio de disertac ión.
1) Elucidación conceptual
i) Lectura de la consigna"
El enunciado en que se expresa la consigna es, ante todo, un objeto de estudio
propuesto a la reflexión. Pero lejos de tener la libertad de hacer lo que queramos
con él, muy por el contrario, debemos someternos a él, seguir el tema que expresa,
el orden de pensamiento, de interrogación, de problematización, de argumema-
ción y de razonamiento que nos da explícita o implícitamente. Hay que obedecer
a la lógica de su singularidad, a su perfi l, su letra como su espíritu, evitando ha-
cerle violencia, por ejemplo, transformándolo, ampur:índolo o reinventándolo. En
suma, es el enunciado y solo el enunciado lo que debe determinar aquello sobre
lo que se va a reflexionar. Ello requiere que el enunciado sea arenraineme leído, y
comprendido. He aquí algunos consejos prácticos:
a) Tomar su tiempo en la lectura sin precipitarse a adoptar inmediatamente un
plan, quemando las etapas previstas.
b) Convencerse de que el tema es inteligible: evitar los prejuicios respecto de su
facilidad o evidencia o, por el contrario, de su ininteligibilidad.
c) Desconfiar de la memoria, ya que lo que se pide no es recitar todo lo que se
sabe acerca del tema propuesto. Hay que considerar el tema propuesto, nada más
que dicho tema propuesto, pero íntegramente.
d) Permanecer fiel a dicho tema: tenerlo siempre presente para asegurarse de
que no se ha caído fuera de sus límites; aprenderlo incluso de memoria para ac-
tualizarlo a medida que se avanza en el trabajo de elaboración del ejercicio.
" Cf. Choulet-Folsheid-Wunderburgtr, ob. cit., 158- 162, y Russ, ob. cit., págs. 99-104.
170 Metodología de la d isertación filosófica y ju rídica
histórica, física, etc. Hay q ue preguntarse a cuál de estas esferas pertenece el tér-
mino en cuestión en el marco del enunciado sobre el cual hay que disertar.
Sexta regla: efectuar un invenrario conceptual, es decir, respecto de cada térmi-
no del enunciado establecer cuáles son los términos vecinos, opuestos (i.e., conrra-
rios o contradictorios), o con los que mantiene una relación o dependencia lógica
(i.e., términos que permiten definirlo o cuya definición depende de él)'°.
Adviértase que este conjunto de reglas constituye un primer paso para el análi-
sis conceptual más profundo que se explicita en el próximo apartado.
Evidentemente, en fi n, al leer el enunciado hay oue determinar cuál de los cua-
tro ripos de consigna se trata a fin de adamar b acritud :mrooiada.
ii) Análisis de las nociones" , explicitación de las implicaciones del tema y búsque-
da de los dominios de estudio en los que el tema cobra sentido' 2
Como se ha visto, toda consigna de disertación contiene una o más nocio-
nes, ya sea que estén propuestas como ta les para el análisis o que se encuentren
insertas en una pregunta o una cita. Es imperioso, por lo tanto, identificar esta
noción o nociones, analizarla(s) por sí misma(s), describir la constelación de sus
sentidos, distinguirla(s) de las nociones análogas o vecinas, de los falsos amigos,
conrrastarla(s) explícitamente con las nociones opuestas (comrarias o contradic-
torias) y establecer las relaciones de dependencia lógica o conceptual entre ellas.
En suma, se exige un trabajo de análisis, de explicación, de exposición y de defi-
nición. ¿Cómo y en qué orden efectuar estas tareas? Pueden ser agrupadas en tres
eta pas fu ndamentales: a) el trabajo de defini ción; b) el trabajo de búsqueda de las
asociaciones verbales; c) el trabajo de determinación conceptual. A fi n de obtener
una comprensión más profunda del enunciado de la consigna, sin embargo, este
triple trabajo de análisis de las nociones deberá ser todavía completado por la
cxpliciración de sus implicaciones, así como por la búsqueda de los dominios en
los que cobra sentido.
a) El trabajo de la definición
Esta es la finalidad del análisis de las nociones; la rarea no consiste, por consi-
guiente, en adoptar las definiciones de las nociones tal como son dadas abstracra-
menre por los diccionarios (que no se adaptan al rema particular de una d iserra-
ció n), sino que estas deben ser producidas por la reflexión. Ahora bien, no se trata
'° En Russ, ob. cit., págs. 101-104 se dan ejemplos concretos de la aplicación de estas reglas.
" Choulct-Folsheid-Wunderburger, ob. cit., págs. 165- 173.
" Cf. Pena-Ruiz,ob.cit ., 1996,pág. 30.
172 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
JJ C f. Choulet- Folsheid-\Vunderburger, ob. cit., págs. 176- 180; véase asimismo Russ, oh. cit.,
págs. 10 4-105, donde se hallará una ejemplificación de cuestionamiento en relación con un
tema en pa rticula r.
" C f. ca pítu lo 1, punro, 1.2.
Germán Sucar 177
v) Problematización,.
,. Cf. Choulct-Folsheid•Wunderburger, ob. cit., págs. 18 1-185; véase asimismo Russ, ob. cit.,
págs. 105· 107 donde se halará una ejemplificación de identificación dd problema, sus en;e11x,
así como de la solución al mismo.
" Cf. s11pra capítulo 1, punto 1.3.
Sobre la noción de fuera de tema \•éase también Russ, ob. ci1., págs. 93-94. Por lo demás, es
de interés h:1cer nor:u que estos dos escollos a sah•ar son, m11tatis mutandi, relevantes p:1.ra b
disemción jurídica.
180 Metodología de la disertación filosófica y juríd ica
mente (sprit)?" o" ¿Qué es la libertad de juzgar ?". Aunq ue la referencia cartesiana
no es inútil para el rema inicial (puesto q ue el irinerario cartesiano ha influenciado
a su ma nera a los filósofos ilustrados) consriruye una trampa seductora suscepti-
ble de producir un deslizamien to o de una grave reducción del problema.
Un falso problema, en nuestro contexto, es aquel q ue no gua rda ninguna re-
lación con n inguna cuestión filosófica, o aquel que mantiene relaciones parciales
con un problema filosófico. Ello es consecuencia de la incapacidad de discernir la
problemática real y, consecuenremenre, para extraer el problema filosófico esen-
cial, lo cual siempre es producto de una lectura no arenra de la consigna . Hay que
esforzarse por identificar el problema que subyace al enunciado a p~Htir del :rn~-
lisis de los conceptos en juego y también tener en cuenta q ue en el marco d e una
diserración fi losófica hay una infinidad de falsos problemas y solamente algunos
verdaderos problemas.
He aquí algunos ejemplos típicos de equívoco. Respecto de un tema como
"¿Los hombres hacen la hisroria?" , puede haber con fusión sobre la noció n de
historia. Aquí el tema concierne a la historia como realidad efectiva del ser hu-
mano, y no como "ciencia " o relato acerca de los acontecimientos humrmos. Se
debe estar atento a los temas que incluyen términos amb iguos, cuyos diferen tes
sentidos no está n intrínsecamen te en relación. A propósiro ele un tema como" ¿La
ig no rancia es un argumento?", sería un erro r considerar a la ignorancia como
una condición de posibilidad del conocimiento: la ignorancia no puede ayudar a
la constitución del conocimiento, no es uno de sus principales argumentos s ino,
por el contrario, uno de sus o bstáculos mayores. Conocemos sobre un fondo de
ig norancia, contra ella, librándonos de ella, pero no con, por o gracias a e lla . En
relación con un tema como" ¿Cuál es el valor de la abstracción ?" planrearsc el
problema de si la abstracció n nos hace feliz vuelve patente q ue se ha perdido de
vista que no hay relación entre abstracción y felicidad, confundiéndose con la
relación q ue cabe establecer entre conocimiento y felici dad.
Pese a lo q ue se viene de exponer, hay q ue desracar que el falso problema p uede
tener una fu nción de rodeo argumenrativo y retórico. Se puede producir un falso
problema imencionalmen re a fi n de desarrollar el llamado método aporético: se
exploran hipótesis (opinión, prejuicio, o bstáculo ideológico) que se sabe q ue son
invá lidas, se muestra que lo son, y se avanza así hacia el verda dero problema
expulsando poco a poco el o los fa lso(s) problema(s). Se puede utilizar esre mé-
todo en temas que versan sobre una definición: "¿Qué es la virtud?"; "¿Qué es
el conocimiento?"; "¿Qué es el cora je?", etc. En tales casos se p uede comenzar
por exponer todas las falsas pistas sobre lo que es cada una de estas cosas y luego
trabajar por aproximación para terminar por plantear el verdadero problema
filosófico. Por ejemplo: ¿la virrud es realmente defini ble?, si no, ¿cuál es la razón
de ello?, ¿hay algo de la esencia de la virrud q ue obsraculiza la definició n ? Se en-
Germán Sucar 18 1
º
1 1
C f. supra c:ipítulo 1, punro 1.3.1.
Véase un ejemplo de aplicación en Russ, ob. cit., págs. 106- 107.
182 Metodología de la d isertación filosófica y jurídica
1
0J Cf. Choulet-Folsheid-Wunderburger, ob. cit., págs. 190-197.
Germán Sucar 183
autores clásicos y evitar los cantantes, las historietas, los autores de moda,
los desconocidos, salvo si son útiles en remas como "'La nulidad", "'El mal
gusto", «Lo vulgar", " La moda",etc.
- Las ciencias exactas o naturales: como los autores en matemáticas, física,
química, astronomía, biología ...
- Las ciencias humanas: como los textos de historia, sociología, psicología,
lingüística, antropología, economía, ere.
- Los textos religiosos: como la Biblia, el Corán, etc.
- Los textos jurídico-políticos: como los referidos a las utopías, las constitu-
ciones políticas o los discursos célebres.
b) La referencias mitad literarias y mitad filosóficas
Son los autores inclasificables, q ue están "'a caballo" entre la literatura y la filo-
sofía, como Montaigne, Oiderot, Prousr, Dostoievski, Tolstoi, T. Mann, Hermann
Hesse, Roberr Musil, Kafka, Goethe, Camus, etc., y también cierras páginas de
Nierlsche o de Rousseau. Deben ser utilizadas con circunspección.
c) Las referencias filosóficas
Lo primero que se debe evitar es el desfile de referencias. Un3 disertación nun-
ca es la acumulación o la asociación de las opiniones, puntos de vista, o juicios de
los amores sobre la cuestión a t ratar; no es un catálogo de sus resis. Toda referen-
cia debe ser articulada a un problema y jugar un rol en la argumentación. Por lo
cu31 es aconsejable:
- No multiplicar las referencias. Es mejor trabajar con pocas en profundidad.
- Consagrar uno o dos párrafos bien construidos a un punto de doctrina de
un autor, teniendo siempre el recaudo de dar cuenta del vocabulario, del
punto de vista,de los argumenros,de los ejemplos, de la lógica)' la finalidad
(los enjeux) con los cuales el autor ha consrruido el problema filosófico.
Hay que evitar el resumen completo y exhaustivo de la doctrina enrera de
un filósofo, porque es siempre un punto particular de ella la que es de in-
curnbencia, aquella que está en conexión que el problema filosófico tratado
en la disertación. Hay que evitar también el recurso a los historiadores de
la filosofía, excepto cuando el historiador es él mismo un filósofo (como
ocurre con Hegel) o cuando el rema de la disertación versa sobre la historia
de la filosofía o la cuestión del progreso en filosofía. Asimismo, a menos
que el tema de la disertación lo exija, no hay que seguir un plan historicisrn
o cronológico. El disenance debe adoptar el principio de una igualdad de
derechos de todos los fi lósofos en lo que concierne a su valor, es decir, a su
competencia para responder a los interrogantes suscitados por el problema
filosófico. No es el filósofo más antiguo o el más actual el que tiene la última
palabra. Por ello es preferible el punto de vista sincrónico e intemporal al
184 Metodologí:t de la disertación filosófica y jurídica
C f. Russ, ob. cit., p:ígs. 107- 111 y Choulet-Folsheid-Wunderburger, ob. cit., p:ígs. 199-204 .
Cf. Russ, ob. cit., pág. 107.
Germán Sucar 185
los argumentos que permiten dar una respuesta a dicho problema. Aunque ambos
niveles se entrecruzan en la discusión que se desarrolla en el cuerpo de la diserta-
ción, deben ser disringuidos al elaborar el plan derallado.
Es de suma imporrancia rener presenre, como ya se ha dicho supra al conside-
rar los tipos de planes, que no hay plan-tipo para un tema de disertación concreto.
Los planes deben ser conformes a la naturaleza del problema filosófico idenrific:i-
do. Evidememenre, como se ha visto, considerar el tipo de consigna sobre el que se
debe disertar, así como los posibles tipos de plan disponibles, puede ser una guía
útil, pero nada aquí es mecánico ni existen fórmulas que eviten el trabajo de re-
flexión personal sobre la singularidad del rema presentado para la disertación 106.
Así, primero se debe elegir el tipo de plan conveniente par:i el rema propuesro
para disertar y, en segundo lug:ir, establecer el correspondiente plan detallado.
Sin perjuicio de lo anredicho, de manera general, es posible distinguir en todo
plan las eres etapas siguientes que responden a la estructura: introducción, nudo
y desenlace:
- J>11esta en sit11ación de un tema )' de un problema, que morivan una his-
roria. Se presenran los "personajes", es decir, las nociones, tesis, docrrinas,
ere., y se los describe. Algo les va a ocurrir, en un espacio dado, en este caso,
en la disertación.
- Elaboración de ,m conflicto del cual hay que exponer su origen (su razón o
r:izones de ser) y sus condiciones de inteligibilidad.
- Temporalización del relato, dado que h:iy un problema a resolver, y no har
que matar el suspenso diciendo todo de enrr:ida . Por el contrario, hay que
enunciar los daros del problema y luego desarrollarlos duranre un cien o
tiempo. Se trata de un riempo organizado y ritmado por acontecimientos,
peripecias, sorpresa, etc., lo cual supone un arte de la narración (redacción,
composición y retórica).
- Desenlace de la crisis, por el examen de proposiciones de respuesta o de
solución -sin excluir la aporía eventual- ames de extraer la lección del
conflicto.
De esta manera, como puede apreciarse, el plan detallado incluye no solo la
determinación de los elemenros del cuerpo de la disertación (ítems segundo y
tercero), sino también de la introducción (ítem primero) y de la conclusión (ítem
cuarto). Sin perjuicio de lo que se explica con detalle iufra para la etapa de la
composición de la disertación, caben aquí algunas breves consideraciones pro-
pias de la elaboración del plan detallado. En cuanto a la introducción, baste con
En Russ, ob. cit., págs. 108- 11 O, puede verse- un ejemplo de búsqueda y determinación de plan
detallado.
186 Metodologb de la disert:ici6n filosófica y jurídica
En Russ, ob. cit., pág. 111, puede verse un ejemplo de determinación de los elementos de una
conclusi6n sobre un rema concreto.
Cf. Russ, ob. cit., págs. 93-98.
Germán Sucar 187
- El análisis superficial: aquel que trata de todo y de nada a la vez, esto es,
aquel que no profundiza ninguna cuestión. Para evitar este defecto, una vez
más, no hay o rro remedio que un análisis minucioso, riguroso y sisremárico
del rema. Es la profundización conceptual lo q ue permite evitar el riesgo de
superficialidad.
- Pedan tismo: la sustirución de concepros bien definidos producro de una ta•
rea de interrogación precisa por el uso de términos pretenciosos pero cuyo
significado permanece vago. No ha)' que emplear concepros que no se es
capaz de definir con toda precisión. Del mismo modo hay que evitar las
alusiones, sin explicitación, porque destruyen la pertinencia de la demostra-
ción.
- El olvido de las reglas formales de la diserrnción: por ejemplo, el olvido de
la introducción, el desarrollo argumentado o la conclusión, los cha/)ea11x,
las transiciones, etc.
- la creencia en la "primacía del contenido": lo q ue cuenta en una diserta•
ción no es tener tal o cual opinión, sino la organización de una reflexión
personal que toma distancia justamente de tal o cual opinión en particular.
La disertación es una estrategia dinámica de investigación, no un conjunto
de opiniones y juicios definitivos.
Como una suerte de reverso de estos riesgos, se rigen los siguientes principios
posit ivos de acción:
- la regla del análisis conceptual riguroso (véase al respecto a lo dicho en el
punto ii)).
- El principio del orden: de acuerdo con el cual hay que proceder yendo de lo
más simple e inmediato a lo más complejo. Esta ascensión se acompalla de
transiciones q ue son las que indican su progreso.
- El principio del rigor: el cual puede ser expresado en rres máximas: 1) la
estricta observancia de las reglas destinadas a garantizar al pensamiento
ciertas propiedades que se estiman deseables; 2) la prohibición de recurrir
a elementos extraños al dominio que ha sido adoptado como punto de
partida con el fin de superar, por expedientes ad hoc, los obstáculos con
que se encuentra el encadenamiento de nuestros pensamientos; y 3) una
disposición constante a reconocer y explicitar los presupuestos de nuestros
planteamientos, sobre todo aquellos que disimulan evidencias aparentes.
- El principio de cuestionamienro: (véase lo dicho en el punto iv)).
Tras el extenso recorrido de las etapas fundamentales del trabajo preparatorio,
a saber, 1) elucidación conceptual (ítems i) a iii)), 11) determinación de la proble-
mática (ítems iv) a vi)), 111) el plan detallado (ítem vii ), y lV) riesgos y principios
188 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
de acción del trabajo preparato rio (ítem viii), resulra conveniente pasar a nuestro
próximo apartado.
i) La introducción 110
C f. Choulct-Folshcid-Wundcrbu rgcr, ob. cii., págs. 205-2 15, Russ, o b. cit., págs. 11 3- 129 y
Pcna-Ruir,, ob. cit., 1996, págs. 39-94.
C f. Choulcr-Folsheid-Wundcrburger, ob. cit., págs. 204-208, Russ, o b. cit., p:í.gs. 114- 1 18 y
Pcna-Ruiz, ob. c it., 1996, págs. 40-53.
Germán Sucar 189
111
Respecto de un rrabajo realizado en clasr con un tiempo limitado puede conducir a alterar este
orden. V(asc, al resp«"to, por analogía, lo dicho en la nora al pie de página 62.
190 Metodología de la d isertación filosófica y jurídica
" 1 En Rus.s, ob. cit., págs. 11 6-118, pueden verse ejemplos de esras formas de proceder.
Germán Sucar 191
ii ) El desarrollo' º
También llamado cuerpo o discusió11. En lo rocanre a sus divisiones, se puede
considerar que el desarrollo riene (en general, como se ha visto) tres parres consti-
tuidas, cada una de ellas, por tres subparres. Aunque en el trabajo final, esras par-
res y subpanes no deben aparecer indicadas con números ni tampoco tituladas, a
fin de planificar adecuadamente (es decir, asegurar la proporción y la simetría) el
trabajo de redacción se puede numerar o dar provisoriamenre títulos a las parres
y subparres. En el primer supuesto se procederá a numerar con 1, 2, y 3 las dife-
rentes partes y con a, b, y e, las diferentes subpartes de cada una de las tres partes
(nueve en total), que serán numeradas como I a, 1b, le; 2a, 2b, 2c; 3a, 3b, 3c).
Ahora bien, ¿cómo repartir el material en el inrerior de dicho esquema genéri-
co? Se deben respeta r dos imperarivos: la progresió11 y la co11ti1111idad.
- La progresió11: porque debe quedar plasmado cómo el pensamiento avanza
poco a poco, cómo produce sus objetos para avanzar hacia una respuesta,
Por ello debe descarrarse la simple asociación de ideas, las asimilaciones
apresuradas y las determinaciones conceptuales sumarias. En la diserración
se parre del análisis de los términos, los cuales se trasmutan en concepros
delimitados, precisos y enriquecidos; y estos conceptos mismos son, a su
vez, esclarecidos en el curso de la discusión, revelando nuevos marices y fa.
ceras. Estas rareas dependen del arre de argumemar q ue consiste, en primer
lugar, en formu lar hipóresis que permitan plantear las respuestas a cierras
cuestiones y a exponer sus razones, defenderlas mediante pruebas, expl ica-
ciones o justificaciones, y luego oponerlcs otros argumentos fundados en
otras razones.
- La conti,widad: toda vez que el pensamiento debe apoyarse en las bases
(descripciones, definiciones, análisis, puntos de doctrina) que asienta a me-
dida que avanza su itinerario.
De estas dos exigencias resulta que el arte de las tra,is;cio11es es fundamental
para asegura r el paso armonioso y conceptualmente pertinente de una parte hacia
la otra (en particular, de la primera a la segunda y de la segunda a la tercera) y
de una subparte hacia la otra (en particular, de la primera a la segunda, de la se-
gunda a la tercera y de la tercera a la parre siguicnre, con excepción de la rerccra
subparre de la tercera parre {3c) porque a continuación )'a viene la conclusión).
Si bien no es posible describir a priori cómo debe ser un desarrollo-dado que,
como se ha dicho, este depende del plan el cual está determinado por el tema y su
problema-, la dirección de conjunto, sin embargo es neta: se va de lo analítico a
Cf. Chouln-Folsheid-Wunderburger. ob. cit., págs. 208-212 )' Russ, oh. cit., pigs. 11 9-
124.
192 Metodología de la disertación filosófica y juríd ica
es, aun en los casos en que no se recurra a demostraciones) debe ser probatoria.
Los siguientes son algunos ejemplos típicos que menoscaban la tarea rigurosa de
argumentación y que, por ende, hay que evitar en una disertación:
- El recurso al argumento de autoridad, es decir, referirse a la doctrina de un
autor que es considerada como norma de verdad.
- Criticar una tesis o doctrina a través del expediente de meramente enunciar
la que se sosriene en su contra y sin analii;trla y criticarla desde su interior.
- Enunciar una tesis o proposición dogmáticamente, sin justifica rla, sin apo-
yarla en algún tipo de prueba.
- Partir de premisas insuficientemente justificadas o practicar hl petición de
principio.
- Poner un ejemplo en sustitución de un argumento.
- Practicar el hermetismo o un esoterismo (que da1la la argumentación) pro-
pio de quien habla a los .. iniciados".
- Valerse de un:1 abstracción rotal que afecte la inreligibilid:1d del discurso y,
por ende, la argumentación.
En cuanto a los ejemplos, baste aquí con decir que estos deben esta.r al servicio
de la elucidación conceptual, así como de la argumentación (y jamis la inversa).
El concepto confirma, precisa o ilustra un concepto; o bien ilustra lo que la ar-
gumentación prueba o va a probar, refuen a la convicción o esclarece de manera
privilegi:1da lo que es objeco de la argumenración.
C f. Choulet-Folsheid-Wunderburger, ob. cit., págs. 212-2 14, Russ, ob. cit., pág. 124 y Pena-
Ruiz, ob. cit., 1996. págs. 88-92.
194 Metodologb de la disert:ici6n filosófica y jurídica
115 C f. Chouler-Folsheid-Wunderburger, o b. cir., págs. 214-215 y Russ, ob. cir., págs. 125-1 29.
196 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
- Hay que poner en itálicas las palabras en lengua extranjera; excepto cua ndo
son nombres propios de personas o de lugares.
En relación con la redacción y expresión debe observarse el siguiente conjunto
de reglas:
- Adoprar un estilo simple (i.e., desprovisto de artificios o de hermetismos,
claro y preciso) y elegante.
- Obedecer a la ley de la comunicación: escribir ele manera legible, observan-
do los signos de puntuació n, y de preferencia con frases corras. Desde un
p unro de visra retórico, la frase larga foriga generalmente la atención del
lector que rienc q ue esforzarse por seguir el pens:unienro así expresado .
- Hacer a/Jarecer bien la estructura del trabajo y la /1rogresi611 del ¡,ensa-
miento (para ello se deben respetar las reglas de separación de las parres y
subpartes ya especificadas supra).
- Separar los argumentos y subrayar su e11cadenamie11to: cada vez que se
aborda un argumenro nuevo hay q ue hacerlo en punto y aparre, incluso
cua ndo se trata de la consecuencia imporrante de un argumenro. A fin de
manifestar adecuadamente a la vez la progresión y el encadenamicnro del
razonamiento hay q ue empicar los términos que expresan las a rticulaciones
de la reflexión como "ya q ue", "ahora bien", "pues", etc. Estos rénninos
permiten subrayar claramente el pasaje de un argumento a otro, de un ar-
gumento a una consecuencia, etc. Asimismo, existe una variedad de pro-
cedimicnros retóricos y, en particular, de breves fórmu las tales como "Tal
es la argumenración propuesta ... "; " He aq uí las objeciones posibles a la
tesis ... "; "Tales son los presupuestos o los postulados de esta docrrina . .. ";
"Tales son las consecuenc ias del análisis... " .
- Guardar un equilibrio enrre el análisis microscópico y la "novela río": una
d isertación debe oscilar entre cuatro y ocho páginas. Sus parres deben ser
proporcionadas en extensión e importancia y estar bien distribuidas y guar-
dar también llll equilibrio entre análisis y síntesis.
Germán Sucar 197
SÍNTESIS RECAPITULATIVA
(Introducción]
Tema + problema • interrogación. Progresión
"Valorización" del tema.
Debe ser corta, precisa, concisa y '.'iva.
[Cuerpo o desarrollo)
Esquema típico:
Tres partes y tres subpartes (según al·
gUn tipo de plan apropiado al tipo de Equilibrio Carácter
entre problemático y
enunciado o consigna). Continuidad
análisis y argumentativo-
No numeradas ni tituladas. sfntesls dialéctico
[Conclusión]
Recapitulación.
Respuesta a tas preguntas plantea·
das.
"Obertura final".
Debe ser concisa (como la introd.). Chop. y translc.
Germán Sucar 199
Tipo de
Descripción Ejemplos Plan sugerido
enoociado
Enunciado- La formulación puede adoptar la Noción: Plan correspondien-
noción. lorma de una noción determinada "l..a belleza·. te al estudio de una
o también de una expresión; y la
aproximación puede ser desct1ptrva,
genéUca o funcional
: ;s: 'El derecho del
noción.
º¿Qoéeslajvsticia!.
Enunciado- Se trata de un ejercicio emparenta- "Ordenydesordenº: Plan por confronta·
múttipl.es do con et anterior pero más comple- "¿Ciencia o lilosofia!: clón de nociones.
nociones. jo. La cópula c~untiYa o disy,JntiYa
"Moral amoral inmoral".
puede desaparecer en prOYeCho del
uso de comas y un aumento de las
nociones. Puede e:dgir la compa-
ración entre nociones o rellekionar
sobre la retación lérrmno a términO
delas nociones.
Enunciado- La pregunta reenvia a un problema "¿La justicia social es una Plan dialéctico (si no
pregunta. hlosólico preciso que se trata de condición de la Ubertadr; resulta. conveniente,
descubrir definir y lormulaf explíc:1- "¿Qoéesun individuo!. utilizar otto que se
tamente. adapte).
Enunciado- La dificultad prebm.,ar cor1S1ste "¿Es verdad que, corno dice A veces plan en dos
cita. en constituir et problema al que se Nietzsche. "tas conVJCciones partes: a) Tesis; b)
refiere (rnpllcitamentel et enun- son enemigos de la verdad Anéllsls crítico: pero
ciado. a ldentdlcarto. La d1licultad más peligrosos que las men- es mejor Integrar al·
se aumenta con la formulación (ex- t1ras'7'. gunas de las otras
ptíc1ta), que contiene ta cita. de una formas tfpicas de
tesis, la cual se somete a discusión. pl.an (véase cuadro
siguiente).
2. Plan progresivo
Esquema posible:
l. Proveer una primera definición elemental, próxima al sentido común o discurso cotidiano.
2. Elaborar una segunda noción producida de manera racional.
3. Arribar a un tercer nivel Que sea superador de los otros dos.
3. Plan nocional
EsQuema posible:
1. Interrogar acerca del contenido de la noción.
2. Encarar el problema de la existencia o lipa de exist encia de aQuello Que es designado por la
noción.
3. Cuestiones normativas o de valor que están implicadas.
4. Plan por confrontación de nociones:
a Confrontación de dos nociones:
o Estudio comparativo: en ningún caso se debe yu:«aponer dos nociones separadas, sino que
hay que Lograr que el problema responda a la unidad orgAnlca de las nociones a estudiar.
Esquema posible:
l. Caracterización y profundización de las dos nociones.
2. Distinción y hasta oposición de las dos nociones.
3. Síntesis, que puede llegar hasta la unidad, según las nociones.
o Estudio relacional: no se tra ta de comparar las dos nociones. sino de establecer un conjunto
de relaciones recíprocas. Esquema posible:
l. La noción A conduce a la noción By la determina.
2. La noción B conduce a la noción A y la determina.
3. Examen de la unidad verdadera Que explica las relaciones.
a Confrontación de varias nociones:
o Plan de tipo comparativo. Esquema posible:
l. Caracterización y profundización de las nociones.
2. Distinción y hasta oposición de las nociones.
3. Síntesis. que puede llegar hasta la unidad, según las nociones consideradas.
o Plan de tipo relacional Esquema posible:
l. Caracterización de tas nociones.
2. Examen de tas relaciones reciprocas entre las nociones.
3. Examen crítico Que concierne al valor de las relaciones en consideración.
Germán Sucar 201
11
• Cf., con diferencias, Russ, ob. cir. pág. 112.
202 Metodología de la d isertación filosófica y jurídica
11. Disertación
[Introducción]
Las bibliotecas y las librerÍ:ts presentan secciones en donde están :ilineadas las
obras llamadas fi losóficas. Los textos fi losóficos pueden pues distinguirse simple-
mente de los que no lo son. El sentido común los caracteriza sin dificultad por su
contenido, que en un primer momento parece abstracro, tedioso o arbitrario. Pero
estos adjetivos c:ilifican más a la filosofía misma (o a la primera impresión que
esta da) q ue a su expresión escrita. En ramo texto, la fi losofía se adapta a todos
Título original: ;,Qu'cst-ce qu 'un 1exte philosophique?". Texto extraído de Bcrnard SC\'c y
Bcmard Manin, Excercius philosophiq11es. Q11atorze dissertations et commentaires de texte,
H:1cherte, 1979, pigs. 13-24. T r:1ducción: 1'.·lónic:.1 Silvi:1 N:1si. Relecturn: Dr. Germ:ín Sucar.
M ichcl Gourinar, De la philosophie, Hachette, 1969, dos volúmenes.
2 12 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
los géneros literarios: manuales (como los Principia de Descartes), tratados dog·
máricos (la Í'.tica de Spinoza), historia (la Historia de la filosofía de Hegel), ca rtas
(la correspondencia de Leibn iz con el Padre Des Bosses), poesía (el Zaratustra de
N ietzsche), diario íntimo (el de Maine ele Biran), d iálogos (el Hylas y Philo11us de
Berkeley), mito (numerosos en los diálogos de Platón), memorias (las Confesiones
de Snn Agustín}.
Esta multitud de ejemplos renderí.-. a probar q ue la füosofía es indiferente a 1.-.
forma literaria en la q ue se expresa. El rexro filosófico no sería pues más q ue un
rexro q ue habla de filosofía. Sin embargo, nos da mos cuenta de cuan insu ficiente
es esta definició n. Un texto q ue habla de fi losofía no es por ello un texto filosófico:
una disertació n, por ejemplo, puede no ser realmente filosófica, a pesar de las nu-
merosas referencias a las obras mayores de b filosofía; la edic ión contempo ránea
ofrece demasiados eje mplos de libros q ue tratan de filosofía y q ue sin embargo
están cerrados a la reflexión libre y exigente que esrn reclama.
Más profunda mente, no se puede reducir la idea de texto a la de género lite-
rario. Si es cierro q ue hay carras filosóficas, no son obviamente carras como las
otras. Una ca rra de Madame de Sévigné es ante rodo una carra; una carra de Lei-
bniz es, ante todo, filosofía. Por o tra parte, sería sorprendente que el contenido
filosó fico de un texto no modificara su economía. Conviene pues investigar lo que
puede d istinguir un texto fi losófico de un texto no filosófico, es decir buscar el
criterio de esta distinción. ¿En qué se reconoce q ue un rexro es filosófico?
[b) el lecto,¡
Sería entonces filosófico el texto que es reconocido como tal por su lecror. El
Banquete nos muestra así que Alcibíades lloraba al escuchar a Sócrates (Banque-
te, 215d-e). Y es que el texto filosófico reclama una adhesión rota l, porque nos
pone en presencia de la verdad. Es en este sentimiento donde reconocemos q ue un
texto es filosófico.
Esta razón no es, sin embargo, más que parcialmente exacta. En efecto, solo el
que es ya filósofo puede reconocer la verdad en un rexro que parecerá arbitrario a
otros. Además, en la conciencia filosófica, todo es pretexto para la reflexión. Es así
como Descartes recomienda instruirse "en el gran libro del mundo" (Discou rs de
la Méthode, primera parte, ed. Alquié (Garnier 1963) tomo 1, pág. 577). El espíri-
t u filosófico somete a sus cuestionamientos todo lo que se ofrece a él, especialmen-
te los textos. Existen por ejemplo lecturas filosóficas de textos literarios: Hegel
comenra a Diderot, y Heidegger a HOlderlin (Hegel, comentario de Le Neveu de
Rameau, ;,, Phénoménologie de /'Esprit, trad. Hyppolire, Aubier, tomo 11, págs.
76-84; Heidegger, Approcbe de H O/der/i,i, Gallimard.). Y no por ello los textos
de Didcrot o de HO\derlin pertenecen a la filosofía. No puede buscarse pues solo
en el interés que despiertan en los filósofos el signo que permitiría distinguir en el
conjunto de los escritos a los que pertenecen esrricrnmeme a la filosofía.
!e) la historial
No es pues ni por su autor ni por sus lectores que se reconoce un texto filosófi-
co. Sin embargo, todos estamos de acuerdo en reconocer que hay textos filosóficos
y otros que no lo son, a un si pueden ofrecer al filósofo materia de reflexión. Pero
es ese "hay" lo que, en su banalidad, encierra quizás la respuesta que buscamos.
No siempre ha habido rextos filosóficos, estos úlrimos aparecieron en la historia.
Es a Sócrates y a Platón, decíamos, a quienes se atribu)'e la invención del rexto
filosófico; antes de ellos no existían más que textos literarios, muy heteróclitos a
decir verdad, en donde la reflexión filosófica se mezclaba con la poesía, la fábula,
la religión y observaciones de orden técnico. Sócrares satiriza a menudo (Ver Ion y
214 Metodología de la d isertación filosófica y jurídica
Así pues, la filosofía debe hablar mucho ya q ue querría decirlo todo; se necesi-
ta tiempo, y esta es la razón por la cual ella debe escribirse. Solo un pensamiento
escrito puede ser comprendido integralmente, puesto q ue puede ser releído y con-
trolado. Por ello, la textura del texto filosófico tiene por función evitar y redu-
cir las contradicciones que pesan namralmeme sobre todo pensamiento . El texto
filosófico se nos presenta así como aquél cuyo criterio es la no-conrradicción, y
cuyo objeto es la verdad: es con esta vara que él se juzga, y juzga los otros textos.
su fin en sí mismo, y por otra parte engendra otros textos de especie semejante,
pero diferentes en su singularidad.
[Conclusión]
Así pues, en ranro ser vivo el rexro filosófico tiene hijos y esros son los cornen-
ra rios, q ue por o tra parre p ueden terminar siend o en sí mismos textos fi losóficos.
Es el caso d e los comentarios que Heidegger propone de Nietzsche o de Aristót e-
les, los cuales nos interesan por lo menos por igual, ranro por lo q ue nos enseñan
sobre el pensmnicnro de Heidegger como por lo que nos aclaran del pensamiento
de Aristóteles o de Nietzsche (Heidegger, Nietzsche (trad. Klossowski, Gallimard,
197 1, dos volúmenes); id. Questions 11 (Gallimard, 1968). Ce qu 'est et comm ent
se détermi11e la Physis (trad. de Franr;ois Fédier)).
Es pues fil osófico el texto que requiere cierto tipo de lectura, q ue reclama un
comentario cuyo objero es repensar el pensa mienro del cual procede ese rexro, en
tanto que dicho pensamiento es más rico y profundo q ue su presentación siste•
márica.
Hegel, LefOflS s11r l'histoire de la pbi/osophie, Gallimard, colección ldées, dos romos, 1970.
Michel Gourinar, ob. cit., 1969.
222 Metodología de la d isertación filosófica y jurídica
Tírulo origirial: ~Le discours ratiorind peur-il se passtr dºun rc<:ours :i la persuasion?". Texto
extraído de Hcnri Pena-Ruiz, Philosophie. La dissertation. Terminales, Bordas, 1996, págs.
252·255. Traducción: Mónica Silvia Nasi. Rekctura: Dr. Germán Sucar.
224 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
(Desarrollo. Tercera parte: ¿a qué tipo de persuasión puede recurrir el discurso ra-
cional sin entrar en contradicción con lo que lo distingue?]
En toda una serie de d iálogos de Platón, l:1 preocupación manifiesta de Sócrates
es permitir a sus interlocutores que experimenten en sí mismos y por sí mismos
la falsed:1.d de tal o cual punto de vista, o la necesidad de ral o cual procedimien-
to reflexivo. Preocupación "pedagógica", por cierro, pero que no es "agregada"
a la empresa filosófica como un artificio o una puesta en valor suplementaria
226 Metodología de la d isertación filosófica y jurídica
Entre el " vemm index sui" (la verdad q ue es en sí misma su propio criterio)
y las manipulaciones retóricas a utorizadas por una relativización radical de la
Germán Sucar 227
verdad, la filosofía parece haber encontrado, junco con Platón -y otros- una
vía que permite conciliar el discurso racional con la persuasión. Hemos visto en
qué condiciones se efectúa esta conciliación, especialmente a nivel del proceder
filosófico. Lo q ue hace posible una liberación en relación con los prejuicios y/o
la ignorancia no conscienre de sí misma, es un proceso personal por el cual cada
uno puede recorrer su propio camino filosófico. El efecto de "'persuasión" ya no es
entonces del todo un condicionamiento externo (y por ende impuesto); por ello,
sigue siendo rigurosamente conciliable con el discurso racional.
El desafío de este análisis puede ser subrayado en roda su amplitud, si pen-
samos en el rol que desempeña la persuasión (no normada racionalmente) en la
vida política. ¿ o mostraba M aquiavelo como una de las cualidades primeras
del gobernante eficaz el parecer tener rodas las virtudes? Precaverse contra los
efectos de dicha "'persuasión" supone sin duda el dominio del razonamiento y del
análisis, pero también, quiz.'ls, el conocimiento de los mecanismos específicos que
la logran .
228 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
Título original: MPeut-on dire; 3 chacun sa vérité? ... Texto extraído de Yolaine Polirsztok y
Na1ha lie N ieuviarts, "P- L-Es-S. Phi/osophie. Us vraies copies de lycées, Na1han, 2003, págs.
133-1 37. Traducción: Mónica Sih·ia Nasi. Rekcrura: Dr. Germán Suca r.
230 Metodología de la d isertación filosófica y jurídica
logo M . Mauss. Al respecto, "cada uno llama bárbaro a lo que no coincide con su
costumbre" (Mo nraigne, Essais, 30 ). El crnocenrrismo es la rcn<lcncia a erigir un
p unto de visra cultural particular en pseudo-criterio universal. Entonces, afirmar
q ue " un meridiano dec ide sobre la verdad", q ue lo que es "verdad de este lado
de los Pirineos" es "error del otro lado" (Pascal, Pensées, 294 ed. Brunschvicg), es
negarse a concluir de las diferencias q ue hay d esigualdad. La frase "cada uno tiene
su verdad" sign ifica ento nces un reconocimiento de las diferencias, que es el antí-
doto conrra la barba rie ernocénrrica y el fanatismo q ue esra puede traer consigo.
El fo n.írico cree en la verdad, por cierro, pero la confu nde con sus p rejuicios y sus
h::lbitos c ulturales. Por ello, es preferible la prudente humildad del escéptico q ue,
sin pretender conocer la verda d, no pretende imponer a los otros lo que sabe q ue
no es m::ls q ue su verdad .
En último término , c:lda uno es un hombre de su t iempo. Aun si l:l verdad es
absoluta y eterna, existe una hisroria de su descu brimiento respecto de la Clrnl las
verd:ldes son provisori:lS y est::ln su jetas a rela riviz:lción, modificaciones, perfec-
cionamientos. Así, los progresos ele las ciencias nos muestra n q ue sería impru-
dente considerar sus verd ades como absol utas y defin itivas: son relativas a los
concepros y medios técnicos de los q ue el científico dispo ne en cad:l etapa de la
investigación. Es por ello que to<fa verd:ld científica esrá fechada, y ninguna pre-
tende " agorar ., la realid:ld de la materia. Como ya lo subrayaba Santo Tomás, "'las
verdades de la inteligencia humana son móviles y cambiantes" (Suma Teológica).
Primeramente, porque el conocimiento progresa, suponiendo que el objeto siga
siendo el mismo. En segundo lugar, porque e l objeto mismo puede cambiar. Solo
la inteligencia perfecta sería inmurable, únicamente en una inreligencia divina la
verdad trascendería la relatividad espacio-tempo ral. Pero si una fi losofía humana
se considerara como la Filosofía y la Verdad, su irrisorio dogmatismo, olvidando
sus ra íces culturales, históricas, sería una absurda caricatura del filosofar. Filoso-
far consiste justamente en confrontar su p ropio juicio crítico con la diversidad
contradictoria de las filosofías.
Así pues, la fórmula "cada uno tiene su verdad., parece aceptable como respeto
de la irreductibilidad de las sensibilidades singulares, como tolera ncia diferencia-
lista o incluso como antídoto contra un dogmatismo impotente para pensar la
relación entre verdad e historicidad. Pero ¿se han medido todos los p resupuestos,
rodas las implicaciones de tal fórm ula ?
¿L.1 fórmul:l "c:ld:l uno tiene su verdad ., es realmen te aceptable? C ierto núme-
ro d e paradojas surgen en efecto ;1nte l.i reílexión .
Pri mera paradoja: si la verdad es, como cada uno lo exige, la calidad de los
juicios a los cuales roclo espíritu a lerta no puede sino acordar su asentimiento, es
universal por derecho. Lo que es verdadero lo es para todos. Así, el ma temático
trata sobre las verdades de razón q ue realizan el acuerdo del espíritu consigo
Germán Sucar 23 1
mismo y el acuerdo de todos los espírirus entre sí, en la medida en que aceptan
razonar con método. El maremático no aceptaría que se diga "cada uno tiene
su verdad", pues una propiedad matemática debe ser universalmente reconocida
como verdadera a partir del momento en que es demostrada. Y no lo aceptaría
porque esta fórmula es conrradictoria: no se puede reivindicar como "propiedad
privada" o panicular una verdad por definición común a todos los hombres. Su-
poniendo que alguien posee un saber verdadero, no riene sentido que llame a tal
verdad su verdad. La verdad pertenece a todos los que hacen el esfuerzo metódico
por acercarse a ella . La verdad no surge de un régimen de propiedad privada y
no es en este sentido que puede decirse: "cada uno riene su verdad". Asimismo, si
bien rodo descubrimiento está históricamente fechado, lo que es descubierto, una
vez formulado, vale para todos y en todos los tiempos.
Segunda paradoja: si corresponde a la razón y no a la sensación el aprehen-
der la verdad, corresponde a aquella, como facultad de medida y facultad de las
normas, el discernir lo verdadero de lo falso. Ahora bien, decir como Protágoras
que la ciencia se reduce a la sensación y que cada uno "'es la medida de todas las
cosas", es confundir todos los referentes: si todo el mundo tiene razón, entonces
nadie tiene razón. Si ya no hay una medida común, entonces no hay medida algu-
na. En efecto, medir las cosas es relacionarlas mentalmente con normas comunes.
Decir "cada uno tiene su verdad" anula pues la idea de que los hombres por su
común razón puedan ponerse de acuerdo sobre algo verdadero. Sin embargo aquí
también, al examinarla, la fórm ula se revela contradictoria: si las verdades pani-
culares se contradicen, es que enrre ellas las hay verdaderas y falsas. En efecto, si
dos afirmaciones son contradictorias, no pueden ser \'erdaderas y falsas al mismo
tiempo. La verdad de una implica necesariamente la falsedad de la otra y vicever-
sa. Es preciso pues diferenciar, seleccionar. Pero ¿dónde encontrar el criterio para
esa diferenciación ? Toda tentativa para transformar una "verdad" particular en
criterio universal no puede ser sino arbitraria. Solo la razón, trascendiendo las
"verdades" particulares, puede proveer la norma de esa diferenciación. Enriénda-
sc bien, esas "verdades" particulares usurpan el nombre de verdad y en el fondo
no son más que opiniones. Y la opinión de cada uno es francamente insuficiente
para determinar la verdad, pues la opinión es insuficiente para proveer la norma
apta para resolver las contradicciones que oculta.
Por consiguiente, tercera paradoja: lo que uno reivindica más fuertemente
como su verdad, es en el fondo su opinión, su prejuicio. Es en efecto paradójico
que los que no reflexionan de manera personal, los que transmiten sin saberlo las
ideas recibidas de los otros, los que adhieren sin dudar a una ideología dominan-
te, persisten en llamar a estos pensamientos de los cuales no son autores: "su"
verdad. Se apropian de las verdades de los otros, sin tratar de comprenderlas ni
acercarse a ellas mediante un esfuerzo personal, y las llaman "sus" verdades. En
estas condiciones, "cada uno tiene su verdad" quiere decir: "cada uno tiene sus
232 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
binario muy estricto120 • Este plan, con sus rímlos, chapeaux (o encabezamientos),
transicio nes y demás elementos, permiten que la disertación hable, exprese el pen-
samiento no solo po r su contenido, sino también a través d e su forma o csrrucrura.
Este es otro de los objcriYO$ o finalidades de este ejercicio. La exigencia del plan
binario tiene también como objetivo o fin alidad primordial el forzar a buscar
las distinciones o divisio nes más funda menta les que es susceptible de admitir un
tema, noción, problema, cte. En realidad, hay un tercer aspecto a tener en cuenta
al rcdacrar u na disertación jurídica: el estilo. Esrc responde a un tipo de tra bajo
que es arg umcnrativo-dialécrico, y no meramente expositivo o erud ito. Por ello,
las citas textuales y las referencias bibliográficas deben ser necesarias y pertinen•
res. Por la misma razón, se rrara de decir las cosas una sola vez y bien dichas,
y d e emplear las palab ras justas evitando la acumulació n de sinónimos que no
responden a una d istinción conceptual. De este modo, no se trata de escribir a la
manera en que se redacta un f)a/)er o artículo académico (que p uede admitir una
extensió n muc ho mayo r y, por ende, una mayor profusión de c iras textuales y
referencias, notas al pie de página explicariv:1s, relativamente extensas, etc.), una
voz de diccionario o de e nciclopedia (que no están gobernados por un problema
y tesis precisos), o un ensayo (que permite una forma muy libre de exposición).
Pensando sobre rodo en aquellos no habiruados a ejercitar esre tipo de género,
no está de más distinguir la d isertac ió n jurídica de un ensayo (jurídico). Bastará
aquí con destacar dos a spectos relevantes: el rema y b estructura. A diferencia
del ensayo, en relación con el cual su autor p uede elegir libremente el tema, en b
disertación el tenrn es siempre impartido po r el corrector. A este respecto no está
de más efectuar una precisió n va liéndonos de una estipulación. En fra ncés hay
dos términos que en castellano pueden traducirse por "rema ": "suiet" y "tlii:me".
Estip ulemos entonces traducir "su;et" como " tema en scnrido amplio o genérico"
y " thi:me" como " tema en sentido específico " . Digamos, sobre esta base, que una
diserración siempre versa sobre un tema en sentido específico (thi:me) elegido
entre una variedad posible de ellos respecto de un tema en sentido a mplio (su•
iet ). Así, verbigracia, respecto del tema genérico (po r caso, uno q ue corresponda
a p unto de un programa de Derecho Co nstitucional) "El poder constituyente",
el corrector podrá formular diversos remas en sentido específico (th?!me) a los
efectos de realizar una disertació n tales como:" ¿Qué es el poder constituyente?";
" Poder constituyente y poder de revisió n";" El poder constiruyenre en México";
" El poder d e revisión", " Límites del poder constituyente", ere. En relación con
la esrrucrura, mientras q ue en el ensayo es bastante libre, la d isertación --como
veremos a continuación- está muy rígidamente pautada . Podríamos marcar to·
davía u n tercer rasgo dist intivo: a diferencia del ensayo, la disertació n jurídica,
El presente rexro ha sido escrito por Amaud Le Pillouer. Traducido del francés por Mónic:1 S.
N.isi. Relecrura: Dr. Germán Sucar.
248 Metodología de la disertación filosófica y juríd ica
pide siempre una demostración. Ahora bien, si está sustentada por conocimienros
(sin los cua les no es posible ning lm ripo de pcnsamicnro), roda demostración es
ante rodo el fruto d e una reflexión. Las d iversas fases que presentamos a conti-
nuación no son sino las etapas d e dicha reflexión, y de su presentació n. Estas fa ses
son: el análisis del tema ( 1.1. ); la elaboración del plan (1.2.); la elaboración d e la
introd ucción ( 1.3.); y la redacción ( 1.4.).
¿Por qué?
Muchos fracasos en los ex:imenes resultan de una lectu ra poco atenta del
enunciado del tema. El proceso psicológico es el sig uiente: el estudiante teme en-
contrarse con un tema que no conoce bien; se zambulle literalmente entonces en
el enunciado del tema propuesto el día del examen; se tranquiliza al comprobar
q ue el rema no forma parte ele las "lagunas" de su revisión [ele los contenidos es-
tudiados en el c urso ]; conten to d e tener " algo q ue decir" sobre el tema, se lanza
a elaborar el plan e inmediatamente comienza a redactar "para asegurarse de no
olvidar nada., . Salvo por milagro, el resultado ser:i catastrófico: un enunciado mal
leíd o es un tema mal comprendido, y un tema mal comprendido es un tema mal
desarrollado .
¿Cóm o?
Por consiguiente, es indispensable consagrar en el examen por lo menos d iez
minutos, si no es q ue quince, a la lectura del tema. En el caso de una disertación
hecha en casa, esto puede incluso demandar una buena media hora de reflexión.
Hablamos, por su puesto, d e una lectura inteligente. Lo primero q ue hay que hacer
es obvia mente leer el tema r:ipidamente, para lograr una comprensión sintética.
Desgraciadamente, los estudianres a menudo se limitan a esto. Y sin emba rgo,
falta realizar aún dos cosas esenciales:
Germán Sucar 249
¿Por qué?
No todo lo q ue escriban les será útil, algunas de sus ideas serán realmente
incong ruentes y no podrá n ocupar lugar alg uno en la d isertació n. Pero, por un
lado, esrarán seguros de no haber pasado por airo mucho de lo q ue el rema podía
encubrir y, por otro, algunas de sus ideas, a prfori absurdas, qu izás los encaminen
hncia una reflexión origin:11 sobre el rema.
¿Cóm o?
Esto no significa que haya que perder dem asindo tiempo; no se mna de redac-
tar, sino de a notar en estilo telegráfico apenas algunas palabras sobre cada idea,
de modo de recordarla. La idea, insistamos en esto, es solo " preparar el terreno".
Ln intención es no o lvidnr nada de lo que el rema podría implicar. No hay q ue
restringirse a la selecció n de los conocimientos q ue parezcan más perrinenres; por
el conrrario, hay q ue ano tar todo, sin oprnr,armque les parezca absurdo. Ya habrá
tiempo después de hacer una selección, cuando delimiten el rema y comiencen a
reflexio na r sobre él.
¿Cómo?
Existen límites de tocio ripo: límites de tiempo (ames o d espués de ·1958}, lími-
tes de lugar (en Francia, en Europa, en d mundo), o límites de fondo (u n tema so-
bre los " ministros" no es un tema sobre "'el G;.1binete" 121• Si d ichos límites siempre
fueran explícitos, la d ificultad sería meno r (a unque siempre hay q ue preguntarse
N . del T.: En francés: ~go1wer11ement". En sentido cstrict0,cs el conjunt0 formado por el Pri•
mcr Ministro y los ministros de las distintas ca rteras. En sentid o amplio, dicho término designa
el conjunto de órganos (indi"iduos, comités, ,1sambleas) in"estidos del poder político. En el
presenrc texto "'go11ver11emen1., solo se empica en el primero de los sentidos señ:1bdos, r:1zón
por la cual L1 trad ucción será sistemáticamente: "'gabinete··.
Germán Sucar 25 1
c uáles son); pero no es esre el caso: algunos son implícitos, y conviene entonces
identificarlos.
¿Por q11é?
La identificación de los límites no solo evita que se caiga en lo q ue sería consi•
dcrado foera de tema (o a la inversa, en el tratamiento parcial del tema), sino que
permite, a contrario, comenzar a reflexionar sobre el contenido del rema; sabe•
mos, en efecto, que una demostración habría sido diferente si los límites hubieran
sido diferentes también. En una palabra, se ubica así el rema en su contexto. Por
ejemplo, si el rema se refiere únicamente al período posterior a 1958, identificar
este límite de tiempo permite a l mismo tiempo preguntarse sobre lo que sucedía
antes de ·1958: ¿hubo una evolución, por qué, cuá ndo y en qué senrido? Asimis•
mo, si el rema se refiere exclusivamente al caso fra ncés, podemos preguntarnos
si el mismo problema se plantea en otros países y por q ué. O incluso, si el rema
solo concierne a cierra cuestió n jurídica precisa, podemos preguntarnos con qué
pro blema jurídico más general puede estar relacionada y cómo, etc. Una vei cum•
plida esta delimitació n, conviene buscar la información necesaria para a bordar
el rema. Si se trata de una disertación q ue debe ser hecha "en casa", ha brá que
realizar cierta investigación; si se mna de un examen, conviene movilizar los co•
nocimientos adquiridos durante el año.
A ) ¿Por q11é?
Esta exigencia no debe ser sentida como una imposición que inhibe el pen•
samiento: al contrario, las obligaciones formales pueden, bien entendidas y uri•
lizadas, ser el motor de la reflexión y, paradójicamente~ liberar el pensamiento,
permitir su expresión (observemos el teatro clásico y sus reglas sumamente rígi·
das, o bien el soneto en poesía con su forma inmutable; ambos han dado obras
bellísimas). En primer lugar, porque el plan no es una fina lidad en sí mismo, sino
solo un medio para dar fonna a una demostración rigurosa y, por consiguiente,
reflexionar sobre un plan no es más q ue reflexionar sobre la demostración (lo cual
convengamos que siempre es útil). En segundo lugar, porque obligarse a imaginar
un plan según el " modelo jurídico" lleva a hacer un esfuerzo de síntesis importan-
252 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
B) ¿Cómo?
El p lan es el marco de la demostración, podríamos decir su esquelero: su fu n-
ción es esrrucru rar dicha demostración. De allí q ue el plan debe expresa r la idea
que fund amenta esa d emostració n: ustedes van a demostrar a lgo, lo cual será la
"tesis", y el plan no será más q ue su desarrollo. Por eso es esencia l elaborar una
problemática. Este término es :1 veces c:1us:1 de infinirn :1ngusti:1 p:1r:1 los estudia n-
tes, y sin embargo es de muy simple comprensión: por ¡,roblemática, entendemos
solo el hecho de preg1111tamos "¿cuál es el {Jroblema {Jfa11teado por el tema?" y de
darle u11a respuesta. Dicho d e otra nrnnera, se trarn de dar sentido al tema. Por
ejemplo, un rema sob re el " Presidente de la Q uinta República" no será trnrndo
de m:1nera d escriptiv:1 , enumerando b s disposiciones constitucionales relnrivas a
b institución (nombrnmiento, competenci:1s, estatu ro, etc.). Sed más bien conve-
niente pregunt:1rse cuál es el p rob lema plante:1do por est:1 institució n. La expl ica-
ción será por ejem plo que la especificicbd del Presidente de b Quinta República
consiste en que dispone d e lo escnci:11 del manejo del poder, sin compromete r su
responsnbilicbcl políricn. El plnn reflejará esrn problemáric:1 (ej. : 1.- Un órgnn o
central; 11.- Un ó rgano irresponsab le), permitiendo también describir b s reglas
relativas a dicho órg:1110 (elección po r sufragio univers:11, poderes propios y com-
pa rtidos, irrespons:1bilidad política, ere.).
De lo dicho surge claramente que el plan se ded uce de la manera en que ustedes
planteen el problema contenido en el enunciado del rema, pues de la manera en
q ue encaren el tema se desprenderá la tesis, de la cual el plnn es solo la trad ucc ió n.
Precisemos que ya en la introducció n d eben an unciar la " tesis" que han elegido
(co ntrariamen te a otras disciplinas, como la filosofía, en la q ue dicha tesis es el
resultado de la demostración, y por consiguiente enunciada al fi nal del trabajo);
en derecho, tienen que nn unciar su tesis (sin ahondar demasiado en el tema) y los
desarrollos consisten en la d emostración d e su pertinencia. Es por eso que el p la n
no es má s que el reflejo de nuestra reflexión sobre el tema, y es por eso tamb ién
q ue es absolutamente necesario "cuidarlo".
Esto supone por lo menos d os exigencias:
plica p ueda ser desarrollado a través de ese plan. En otras palabras, "codo" debe
poder ser incluido (si no, la disertació n sería inco mplcra), y las partes y sub-partes
110 deben superponerse: una idea no debe poder ser ubicada ind ifcre nremenre en
dos partes, ni tampoco en dos sub-partes diferentes. A veces se dice q ue las parres
1 y 11, y cada un:-. de las sub-partes (A y B) deben "oponerse"; no se trata de una
oposición de contenido (de tipo resis/a ntírcsis), sino solo de una oposició n en el
sentido lógico del término -por ejemplo: antes de l 958/dcspués de 1958; tcxro/
práctica; Parlarncnro/Gabincre (cada vez, lo q ue figura en una parre no puede de
ningún modo figurar en la otra). Para dar un ejemplo grosero, ha bría q ue proscri-
bir evid entemente un plan como: 1) El Ejecutivo; 11) El Gabinete.
Para chequear su plan, es decir, para estar seguros a la vez de q ue todo lo que
merece ser desarrollado p uede ser incluido sin dificultad y que las subdivisiones
no se su perponen, pueden hacer un cuadro con casilleros 1-A), 1-B); 11-A), 11-B),
" llená ndolos" rri pidamenre con los conocimienros que desean desarrollar. Si el
plan surge de una idea directriz y si resisre al c hequeo q uiere decir q ue " fu ncio-
na"; pueden pasar ento nces a la redacción. Pero ames, deben encontrar títulos
para cad a una de las parres y su b-parres.
A ) ¿Por qué?
8) ¿Cómo?
Se p uede distinguir la concepció n de la introducción, que pasa por cierto nú-
mero de reflexiones, y la redacción pro piameme d icha de la introducció n:
- Co11ce/Jci611
Una angustia recurrenre en los csrudianres consiste en el temor a no tener su-
ficienres cosas que d ecir al redactar una inrroducción tan larga. Seamos precisos
a l respecto: un tercio del traba jo es en realidad muy poco para poner rodo lo que
debe figurar en ella. Para convencerlos y ayudarlos a elaborar sus introducciones,
les recomiendo que utilicen el método lla mado de "D.L.A.C.H.A.I.T.", no mbre
nemotécnico inventado por la profesora Maric-Anne Cohender para retener to-
dos los aspecros que deben figurar en una introducció n (Definiciones; Límites;
Actualidad; Comparado; Historia; Anuncio d el plan; Interés; Teoría). Esta técni-
ca, que les recomiendo asimilar123, les permitirá hacerse las preguntas correctas
para proceder al análisis y a la presentación del rema en una introducción. Por
supuesto, como lo admite su misma autora, este método no significa que siempre
haya que acordarle el mismo espacio a uno u otro de estos elementos en todos los
temas. Cada tema es específico y requiere un tratamienco específico, que deberán
adaptar. Pero al utilizar esta técnica, esta rán seguros de disponer siempre de ele-
mentos sufic ientes para la introducción.
C) Redaccióu
De manera general, la introducción se organiza de la manera siguiente:
o Primeramente, una frase de enganche: es la primera frase del rrabajo, y debe
ser impactante. Si comienzan con una idea trillada, su corrector va a tener
una mala impresión. Piensen en una paradoja, imaginen algo inesperado;
en una p:tlabra, sorprendan a su corrector (no demasi:tdo, cla ro). Una cita
puede también ser una buena idea, pero es preciso q ue tenga q ue ver con el
rema. Si no tienen una buena idea, lo mejor es ir directamente a l objetivo, es
decir comenzar exponiendo (hábilmente) el tema mismo. Cualquier cosa es
preferible, anres que una banalidad como: '"Desde siempre... ".
e> Después, una exposición del tema, que tiene que ser presentado y luego
analizado. Esto t iene q ue ver con las definiciones de términos (La "D" de
D.L.A.C. H.A.I.T.), y la exposición de los límites del rema (la " L"). Aquí de-
ben usar las reílexiones que el :rnálisis del rema, es decir de cada uno de los
términos y de su formulación en general, (cf. s11/JTa), les había sugerido . Por
supuesto, conviene no caer en lo '"obvio" con una repetición poco hábil de
lo q ue el enunciado expresa con claridad. Al contrario, tienen q ue mostrar
q ue se han apropi:tdo del tema o, para usar términos algo fuertes, que le
han hecho "escupir" lo que ocultaba. En una palabra, tienen que seleccionar
entre sus primeras reílexiones aquellas que crean necesario o importante
compartir con su corrector. No descuiden nada: deben mostrar que el tema
no se ha impuesto a ustedes, que no se han sometido a él sino que se lo han
apropiado. De este análisis van a sacar conclusiones sobre la manera en que
el tema debe entenderse (es decir sobre su significado).
e> l uego deben mostrar el interés, en sentido amplio, del tema. Es el momento
de recordar la actualidad (la ..A"), la historia (la " H"), el derecho compara-
do (la "C") o el aspecto teórico (la "T "). Una vez más, no todos los remas
implican en dosis iguales estos tipos de reflexiones, pero todas son siempre
útiles. Esto reclamará investigación y/o conocimientos, pero hay que hacer
el esfuerzo. También tienen que mostrar por qué el tema es, en sí mismo,
interesante (la" !"), o más bien cuál es el interés que ustedes hallan en éJl 24•
11• Ver al respecto las precisiones de Marie~Anne Cohendet, ob. ci1., 2009.
258 Metodología de la d isertación filosófica y jurídica
no es más que la jusrificación del plan. Pero por lo demás, pueden invertir o mez·
ciar los otros aspectos (definiciones, contexto, interés, etc.); organicen la introduc-
ción según la trama que les parezca más coherente. En efecto, es muy importante
que el lector renga la impresión de que lo van llevando de un punto al otro: del
enunciado del tema al plan que han elegido. Es necesario que el pensamiento se
desenvuelva, que los argumentos se encadenen, y hay que evitar absolutamente las
sucesiones absurdas de definiciones yuxtapuestas, la acumulación de puntos de
vista sin relación entre sí, en una palabra, las introducciones hechas de "cajones"
que se abren y se cierran sin dar la impresión de un progreso.
Insistamos una última vez en este punto: la introducción es capital ya que de-
terminará en gran medida la opinión q ue el corrector se hará del trabajo, de modo
que tienen que cuidarla muy especialmente. Esto significa igualmenre prestar mu-
cha :uención al estilo, así como a la escrirura en general.
1.4. Redacció11
Comencemos con una observación de orden general: el estilo (que debe ser
claro), el vocabulario (que debe ser preciso), la ortografía (que debe ser irrepro-
chable), e incluso la caligrafía (la cual debe por lo menos permitir la lectura por
parte del corrector), codo será evaluado en el trabajo. El oficio del derecho (sin
ser el lmico) da un lugar preponderante a la escrirura; un contraro mal redactado,
una sentencia mal escrita acarrean consecuencias desastrosas. Es por ello que se-
r.in evaluados no solo por sus conocimientos, sino también por su capacidad de
exponerlos (tanto oralmente como por escrito). Por consiguiente, en caso de tener
dificultades en este aspecto, tendrán que tomar enseguida el toro por las astas si
quieren realizar con éxito sus estudios de derecho. Nada es definitivo a la edad de
ustedes, pero hay que esforzarse seriamente para llegar a un resultado satisfacto-
rio; lean mucho y practiquen la escritura lo más posible.
En cuanto al ejercicio de la disertación en particular, por supuesto que hay que
prestar atención al estilo, al vocabulario y a la ortografía en todo el trabajo. Si
embargo, cuiden especialmente el comienzo: las primeras líneas y la introducción
en general. Faltas, torpezas, confusiones terminológicas ya en la introducción dan
enseguida una mala impresión del estudiante, mientras que si estas aparecen en
el desarrollo pero la introducción es rigurosa y está bien escrita, el corrector las
atribuirá más fácilmente al cansancio o a la inatención. Es por eso que me parece
prudente, en ocasión de un examen, que preparen un borrador de la introducción
antes de escribirla (agregando eventualmente algunas modificaciones) en la hoja
de examen . No podrán hacer un borrador de toda su disertación, pero este será
útil en la introducción.
260 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
Amén de lo que viene de exponerse s11pra y de lo que a continuación se expone, puede leerse
con interés Goubeaux y Bihr, o b. cit., 2008(a), págs. 29-94; lsabelle Defrénois-Souleau,ob. cit.,
págs. 107- 126; Marie-Annc Cohcndct, ob. cit., 2009, págs. 112- 146; y David Bonnct, ob. cit.,
págs. 65-88.
Germán Sucar 26 1
este úlrimo tipo de construcción no puede ser utilizado para estudiar la naturaleza
juríd ica de institucio nes vecinas y rara vez son pro puesto a los principia ntes. Este
tipo de construcció n es empicado generalmente cuando se expone una institución
o u n mecanismo jurídico al estudiar sus condiciones (primera parre) y después sus
efectos (segunda pa rte). Pero como ya se ha dicho (en la secció n anterior) y vere-
mos rambién a conrinuación, el plan condiciones/efectos es un plan prcfabricndo
y por ello no muy a preciado. La otra fórmula, es la del plan en dos partes que se
o ponen, o plan por oposición. Serrara de un plan dialéctico en el que se expone
primero la tesis (primera parre) y luego la antítesis (segunda parre). Esre tipo
de construcci6n da generalmente un ejercicio bastante vivo, ya que el desarrollo
apareced como un drama con dos personajes. No obstante, hay q ue tener ciertas
precauciones. En primer lugar, la oposición q ue sirve de articulación debe ser se-
ria: el tema, por hipótesis, es la sede de tensiones imperativas conrrarias cada una
de las cuales ejerce su iníluencia sobre las normas jurídicas. Se debe, por lo tanro,
mostrar las di(ere11tes soluciones que traduce una y o tra tendencia. Ergo, no pue-
den encontrarse los mismos elementos en las dos partes. En segundo lugar, debe
notarse que la incoherencia enrre la s normas iuríd icas es más bien excepciona l y
que, por lo genera l, se rrarará no de una conrrad icció n absoluta sino de una situa-
ción en la que la conciliación es posible: una d e las ideas normativas predomina
y forma principio en relació n con la o tra que p uede aporrar ciertos correctivos
a d icho princ ipio. En este último supuesto convendrá expo ner la tendencia más
fue rte en la p rimera parte, porque se trata de un principio, y en la segunda las
atenuaciones que traducen la toma en consideración de la segm1da tendencia uo.
Estamos en condicio nes de pasar a otra clase de clasificaciones de los planes de
disertación jurídica.
ción propia que se le imprime a las ideas que gobiernan el tema. El plan de ideas,
en cambio, se construye a partir de las ideas que gobiernan el tema. Para este
tipo de planes no existe ninguna fórmula o receta. Aquí el único método consisre
en llegar a una perfecta comprensión de la cuestión a tratar y en una reflexión
profunda tanto sobre el tema mismo como sobre el inventario de puntos a desa-
rrollar. El plan técnico (también llamado prefabricado), por contraposición a los
dos anteriores, es aquel construido sobre la base de las subdivisiones propias de la
técnica jurídica más q ue sobre las particularidades de cada cuestión. Para este tipo
ele plan sí hay recetas, cuyos títulos (de parres y subpartes), sin embargo, deben ser
objeto de una adaptación según los temas. He aquí algunas ilustraciones:
- Una noción jurídica (por ejemplo, la persona moral o la reincidencia): l.
Noción, definición, descripción o naturaleza, o elementos constitutivos,
o rol o funcionamiento; 11. Puesta en funcionamiento: formas, sanciones,
pruebas.
- Una institución (por ejemplo, el matrimonio): l. Condiciones; 11 . Efectos.
- Un mecanismo jurídico (por ejemplo, la anulación de actos administrativos
por exceso de poder): l. Caso; 11. Régimen.
- Un derecho (por ejemplo, la propiedad): l. Creación, formación o adquisi-
ción; 11. Funcionamiento, puesta en funcionamiento, o ejecución.
- Una institución o un mecanismo jurídico (ejemplo, el control de constitu-
cionalidad de las leyes): l. Técnica (análisis o descripción del mecanismo);
11. Finalidad (¿ Para qué sirve? ¿Cómo es utilizada en la práctica? ¿Para qué
podría o debería servir? ¿Adónde nos conduce?).
- Un principio, una regla (por ejemplo, la no retroactividad de las leyes): l.
Fundamentos, sentido, contenido; 11. Alcance, dominio de aplicación, pues-
ta en funcionamiento.
- Una teorí:t: l. Exposición, apreciación crítica; 11. Incidencias sobre el dere•
cho positivo.
- Una comparación: l. Puntos comunes; 11. Puntos específicos o divergencias.
Estos planes son, en general, muy descriptivos y aptos más bien para el an:ílisis,
la descripción y la exposición. Para aliviar un poco esta consecuencia se podría
defender una opinión o una solución poniendo en valor los argumentos que van
en ese sentido y refutando los contrarios. Por ejemplo: l. Refutación de la tesis
adversa; 11. Defensa y justificación de la tesis propia.
Para dar cuenta de una evolución, se puede mostrar las etapas explicando por
qué la ley o la jurisprudencia ha cambiado, ames de llegar al derecho positivo
actual. Se tratad de un plan cronológico articulado alrededor de uno o dos pun-
tos bisagra (como la reforma legislativa o el cambio de jurisprudencia en cierra
fecha).
264 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
Gridel, por su parre, discrimina entre planes cronológicos (al cual acuerda par-
tic ular importancia) y planes técnicos, estableciendo una variada subdasificación
respecto de esre segundo tipo de plan.
8 ) Grid el1-", asimismo, como hemos adelantado, clasifica los planes técnicos
(o prefa bricados), según los aspectos que surgen del funcionamiento técnico de
las normas jurídicas en: a) los planes por resultados concretos; b) los planes por
o rígenes concretos; c) los planes por intervenciones de personas o eriridades; y d)
los planes sincrónicos.
a) Los planes de resultados concretos, son subdivididos, a su vez, según que los
resultados sean técnicos o prácticos.
ii) Las diversas cali{icacio,res téwicas de las que puede ser objeto una cosa,
persona, situación o conflicto, entendiendo por "calificación " la inclusión de estos
a una determinada categoría jurídica, como cuando nos preguntamos y debemos
responder a una pregunta como ¿la prerrogativa real de atravesar el bosque y
tomar leña es un usufructo o una doble servidumbre de pasaje y de saca ele leña?
Ejemplos: para el rema " La evolución del derecho a la imagen": l. Un derecho tra-
dicionalmente extrapatrimonial; 11. Un derecho que tiende a la patrimonialidad;
para el rema "La apreciación inexacta de la conmuratividad de las obligaciones
contractuales: l. El dolo¡ 11. El error.
En este comexro el rérmino '"réferé" , parece aludir a un procedimiento que permite pedir al
juez ciertas medidas urgentes, en espera de su senrencia en cuamo al fondo.
266 Metodología de la d isertación filosófica y jurídica
a2) Los resultados pnícricos son los resultados materiales a los que p uede con-
ducir la técnica jurídica. En este tipo de plan se pondrán en evidencia las conse-
cuenc ias efectivas del análisis teórico, o el fin que las parres desean o prevén o las
soluciones de hecho susceptibles de desbloquear la situación. Así, para el tema
" El derecho de disponer del inmueble", podríamos tener: l. El derecho a vender el
inmueble (A. Las rcsrricciones legales; B. Las a urolimiracioncs); 11. El derecho de
conservar el inmueble (A. Su afirmación; B. Sus límires); y para el rema " Las pres-
raciones compensatorias desp ués del divorcio": l. El desembo lso de un capital; 11.
El pago de una renta.
b 2) ÜCÍGCOCS prácticos: sirve para estudiar, por ejemplo, un tema como " La
vulneración de la intimidad de la vida privada", donde podríamos rener: l. La
vulneración por publicación; 11. La vulneració n por investigació n. O, a propósito
de " La responsabilidad contractual del vend edor profesional.,: l. El conrraranre
profesional; 11. El contratante profano.
Son los planes que co nsisten en mencionar sucesivamente las leyes o el juez; o los
jueces y los titulares de la a utoridad parental; o la ley y el testamento; o la ley
y el contrato. Así, el rema "La reparación del perjuicio causado al acreedor por
la inejecución del contrato", ya mencionado supra, podría ser reemplazado por:
l. La convención de las parres; 11. La intervención judicial. Otros ejemplos: para
el rema " Higiene y seguridad y condiciones de trabajo", podríamos rener: l. Las
instituciones colectivas; 11. Las iniciativas individuales; o para el tema "El derecho
de indivisión": l. Las indivisiones legales (A. Suerre de la indivisión; B. Esta rus de
la indivisión); 11. La indivisión convencional (A . La organización convencional de
la indivisió n; B. La situación personal de los indivisarios).
d) Los planes sincrónicos son aquellos empleados muy frecuentemente por los
profesores y muy bien conocidos por los alumnos, y que asume dos grandes for-
mas, cada una de ellas con muchas variantes.
Así, d t ), por una parre, aquellos que consisren en I carncrerizm una noción
(precisando su criterio o sus elementos constitutivos, su materialidad o dominio
o varios de sus rasgos) y H tratar su inserción en la vida jurídica (por desarro llos
consagrados a su régimen, efectos, sanción, procedimiento o la identificación de
las personas concernidas). Ilustraciones de este tipo de plan son:
- l. Concepto; U. Estatus; l. Noción; 11. Régimen . Ejemplo: para el terna "La
viabilidad del niño recién nacido": l. El comenido de la noción de viabilidad
(A. Los elementos; B. L'l prueba de la via bil idad); 11. Las consecuencias de
la noción (A. El estado; B. La crítica del derecho positivo).
- l. Dominio; U. Consecuencias (o alcances). Ejemplo: para el tema "El aban-
dono del niño, estudio de derecho civil ": l. Análisis del abandono del niño
(A. Estado de hecho; B. Acto de voluntad); 11. Consecuencias del abando no
del niño (A. Influencia del abandono sobre las relaciones del niño y de su
familia; B. Reducción mínima del efecto derogatorio de la urgencia).
- l. El concepto o su funcionamiento; fl. El dominio. Ejemplo: para el tema
" L'l renuncia a un derecho": l. Noción de renuncia (A. Las renuncias pre-
tendidas; B. Las características de los actos de renuncia); 11. Los derechos
susceptibles de renuncia (A. Derechos a los que se puede renunciar en razón
de sus características técnicas¡ B. Derechos a los que se puede renunciar por
razones de orden público).
- l. Formación; 11. Consistencia. Ejemplo: para el tema "'El contra ro de apren-
dizaje": l. La formación del contrato de aprendizaje (A. Condiciones; B.
Control de la validez del contrato); 11. Los efectos del contrato de aprendi-
zaje (A. Obligaciones de las partes; B. Duración del contrato).
268 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
por anticipació n); 11. La incidencia del destino del bien sobre su utilización (usu-
fructo, servidumbre). Se puede pensar también en:
- l. Propiedad; n. Poderes (o a la inversa). Ejemplo: para el terna "La indi-
visión entre los esposos": l. Los poderes (A. Los poderes de los esposos
coindivisarios; B. Del juez); 11. Las cuentas (A. Vinculadas con el goce; B.
Vinculadas con la gestión).
- l. Fondo; 11. Procedimiento (o a la inversa). Ejemplo: para el rema "El juez
y la computadora": l. Es una ayuda modesta para el juicio (porque la juris-
dicción graciosa, y a menudo contenciosa, exige la apreciación de especie
del magistrado); 11. Es un gran aporte para los procedimien tos (por sus
funciones editora y documencal).
Repá rese que, en la clasificación Gridel, el plan sincrónico (que se opone al
diacrónico o cronológico) es una especie de plan técnico (o prefabricado), mien-
tras que el cronológico no lo es; así rambién como que cierra clase de plan por
oposición aparece como una subespecie de los planes sincrónicos, formando, por
ende, parre de los planes técnicos (o prefabricados).
A modo de corolario de estos aparrados acerca del plan de la diserración jurí-
dica, es de particular incerés para nuestra obra resalrar la diferencia con el plan
de una disertación fi losófica. En particular, la estructura binaria de la primera en
relación con la estructura ternaria de la segunda. Por otra parte, como hemos se-
ñalado en la introducción (punto 12), las variantes de estos dos tipos de metodo-
logía de la disertación, la fil osófica y la jurídica, más allá de sus aspectos comunes,
permiten apreciar que un mismo tema puede ser abordado o tratado con más de
una "metodología". Estas variantes pueden constituir elementos útiles para la
elabo ración creativa pero meditada de textos teóricos.
Podemos pasar ahora a abordar las nociones de problema y problemática ju-
rídicos.
podemos d efinir " problema jurídico" como aquel q ue versa acerca de la cu estión
de cuál es el {1111dame11to 11ormativo en relación con el co11ocimie11to de la deter-
minación ilfridica d e u11a conducta o acerca de la prueba (11ecesa,;a) para tener
por acreditado la existencia u ocurren cia de u n hecho o conducta. En este sem ido,
ha de tenerse en cuen ta que el co ntexto fáctico, esto es, la determinació n judicia l
de los hechos, hará variar el conrexro normativo, va le decir, el conjunto de normas
aplicables a mies hechos.
Al respecto, Alchourrón y Bulygin parren de la idea de que una de las fu nciones
básicas del derecho co nsiste en calificar normarivamenre cierras acciones, esto es,
determina r su permisión,obligación o pro hibición. Pero dado que en el derecho la
calificnción deónrica de las conductas no se realiza (por lo menos, en general) in-
condicionalmenre sino que, po r el conrrario, se la supedita a la ocurrencia de cier-
tas circunstancias, puede afirma rse que una de las íuncio nes básicas del derecho
co nsiste en correlacio nar descripciones de cie rras circunstancias fácricas a ciertas
consecuencias normativas. Por esta razó n, una de las principales preocupaciones
de los juristas consiste en determinar cuál es el esta tus deóntico de una acción.
Aho ra bien, una acció n puede realizarse dentro de un conjunto de sit uaciones o
estados de cosas q ue los autores a rgentinos deno minan universo de discu rso (en
adelante UD). Los esrados de cosas que pertenecen al UD son los elementos del
UD y rodos los elementos del UD co mparten cierra pro piedad común q ue es la
propiedad definitoria del UD. De esra manera, el UD puede describirse como el
co njunto de todos aquellos elementos (esrados de cosas) identificados por una
determinada pro piedad, la cual define el ámbito del problema jurídico a solucio-
naru8.
El conjunto de acciones c uya determinación no rmativa es la q ue est:i en cues-
tión constituye un u niverso de accio11es (en adelante UA). Algunas de esras ac-
ciones serían básicas, en el sentido ele q ue rodas las demás son compuestos veri-
tarivo-funcionales ele ellas. Todo conjunto de acciones básicas constituye el UA.
Así delimitado el problema, su ám bito fáctico q ueclnd determinado por aquellas
propiedades que el legislado r ha tomado como relevantes, es decir, por un u11i-
verso de pro¡Jicdadcs (en adelante UP) y por el conj unto de casos posibles en que
quedad dividido el UD si se roma en consideración la presencia o a usencia de esas
propiedades, esto es, po r un universo de casos (en adelante UC). El ámbito nor-
mativo del pro blema estará dado por el conjunto de caracterizaciones normativas
de las acciones, vale decir, por un universo de soluciones (en adelante US) que el
legislador haya ligado a los diversos casosu9•
Cf. Ak h ou rrón y Bulygin, Sistemas 11ormati110s, ob. cit ., p:ígs. 14 y 204- 205.
Cf. ibidem, págs. 11-34.
Germán Sucar 271
problemas jurídicos, a saber, los de subsunción (q ue tienen que ver con si cienos
hechos concreros o que se han tenido como ocurridos se subsumen o no en ciertas
normas generales). En u n scnrido amplio, el conoci miento de la determinación
jurídica de la conducta puede conllevar enfrentar alguno(s) o todos estos tres
grandes tipos de problemas. Pero a su vez cada uno de estos tres grandes núcleos
de problemas puede ser especificado en una subclase más específica de problemas.
Así, el conocim iento de la determinación jurídica de la conducta puede estar
afectada por diferente tipo de dificulrades que muchas veces los juristas engloban
bajo el rótulo de "problemas de inrerpreración" . A fi n de suministrar un trata-
miento teórico adecuado de tales dificultades hemos creído necesario trazar una
distinción enrre dos diferentes planos en los que estas pueden presentarse. Así, en
primer lugar, están a quellos problemas que deben enfrenta rse a l intentar indivi-
d ualizar cuáles son las fuentes de producción jurídica y esrablecer el significado
de los texros derivados de ellas, es d ecir, a l emprender la rarea de individual iza-
ción del material jurídico. A esros los hemos denominado problemas relativos a
la Mcntificación del derecho. En segundo lugar, están los problemas q ue surgen
c ua ndo se intenta aplicar las normas jurídicas a ca sos ¡x1rticula res. A estos nos
hemos referido como problemas relativos a la aplicación del derecho. Enrre estos
últimos cabe cirar las lagunas y con tradicciones normativas, las lagunas axiológi-
cas, las lagunas de conocimiento y las lag unas de reconocimienro1• 2• En otro or-
den clasificatorio, Ross divide a los problemas de inrerprcració n en sintácticos (la
ambigi.iedad sintáctica), semánticos (relativos al significado de los conceptos en
q ue se hayan form ulada las normas, especialmente la ambigi.icdad semántica y la
vaguedad} y lógicos (la contradicción normativa o inconsistencia, la red undancia,
y las presu posiciones)••J.
A título ilustrativo de problemas jurídicos, pueden considerarse los siguientes.
A) De derecho o de subsunción
1) ¿Los principios de no retroactividad ele la ley penal más severa y de legali-
dad de los delitos y de las penas, son relativos lmicamentc a los textos legales o
también con la jurisprudencia que los interpreta?
2) ¿El consejo de un profesiona l de derecho p uede ser constitutivo de un error
sobre el derecho por la persona q ue solicitó el consejo, en virtud del art. 122·3 del
Código penal francés que establece: "No es penalmente responsable la perso11a
que justifica haber creído, por 1111 error sobre el derecho, que 110 estaba e11 condi-
ciones de evitar, poder legítimamente cwnplir el acto"?
3) ¿El medio empleado por X para impedir la acción Y constituye una "nece·
sidad racional del medio empleado" como para justificar la calificación jurídica
defensa, según los términos del an. 34 inc. 6 del Código penal argentino?
4) ¿L'l continuación de los trabajos de construcción mientras q ue el permiso ha
sido suspendido constituye el delito de construcción sin permiso, de acuerdo con
lo estat uido en las disposiciones del Código de urbanismo (francés)?
5) ¿L'l petición de una mujer en avanzado esrado de gravidez de un feto anen-
cefálico, enfermedad clínica extrema que excluye su viabilidad intrauterina, de
adelantar el pano, implica la a utorización para efectuar un abono?
6) ¿Las normas que regulan la obligación alimenraria son de orden público y,
en caso afirmativo, se oponen a la validez de una convención entre concubinos
que permite a aquel que cría a los hijos exigir al otro una contribución financiera
fijada en la mirad de las ganancias de su trabajo? (Tener presente, al efecro, los
arrs. 6, 373-2-5, 373-2-7, y 3 15 del Código civil francés).
7) ¿Se debe anular un reconocimiento de deuda de un mo nto superior al de la
verdadera deuda, es decir, cuya causa es parcialmente folsa ? (Según, por ejemplo,
el :-irt. ·11 3 1 del Código civil francés que contempla el concepto de falsa causa).
8) ¿Haber aumentado el precio de la locación de cajas fuertes en un 150%, por
parre de u11 banco, en el marco de un contrato de duración inclererminada, consti•
tuye un abuso de derecho susceptible de generar su responsabilidad contractual si
este avisó al locatario con una anticipación de seis meses del aumento del precio?
B) Fácticos
1) ¿Es posible tener por probado que X mató a Y de acuerdo a la siguiente
prueba reunida en el proceso: a) nadie ha visro a X disparar a Y; b) secuestro (le-
gal) de un arma en casa de X; c) pericia balística que corrobora que la munición
encontrada en el cuerpo de Y corresponde al arma secuestrada en la casa de X; d)
pericia que no corrobora rastros ele pólvora en las manos de X; e) pericia q ue no
corrobora la existencia de huellas digitales de X en el arma en cuestión; f) registro
de una cámara de video que exhibe a X en las inmediacio nes del lugar del homi-
cidio el día y hora aproximada del hecho?
2) ¿Puede considerarse probado el abuso de derecho por el aumemo del precio
de la locación de cajas fuertes en un J50%, por parte de un banco, en el marco de
un contrato de duración indeterminada, con la constatación del aumento del pre-
cio por parte del banco y con la declaración del locatario de que él no tuvo otro
remedio que plegarse a la voluntad del locador, pero sin que dicha declaración
haya sido respaldada por documentación o restigos? (A relacionar con el ejemplo
8) de los problemas indicados en A).
274 Metodología de la d isertación filosófica y jurídica
45
' Véase. al cfecro, el mismo punto referido en la nota al pie de página anterio r.
276 Metodología de la disertación filosófica y juríd ica
No confundir plan progresivo con l:t progresión. El drs.,rrollo, cu:-ilquirra sea el plan, sirmpre
ha de ser progresivo.
Germán Suca r 277
SÍNTESISRECAPITULATIVA
(Jntroducclón)
D.L.A.C.H.,\.I.T. Progresión
113
Delimitación del tema.
Problema + tesis + problemática.
Anuncio del plan, /.e., de I y 11.
(Desarrollo]
l. [Primera parte] -Titulo
Chaf)eau (presenl aclón yJus1l1. ckl Ay B)
113 A)Título Equilibrio Carácter
Trooslc&deAJoB) entre problemático y
Simetría análisis y argumentativo·
B)Título
síntesis dialéctico
TtMslc&deB}al/
-
B)Título
Cierre
En principio:
Germán Sucar 2 79
B. Planes detallados
A continuación se brindan dos tbemes o remas en senrido específico rcspccro
de un mismo su;et o tema en sentido genérico. Este l1ltimo es un tema clásico de
un programa d e b asignatura Derecho Constitucional: El poder constituyente.
Los dos Jhi!mes son:" ¿Qué es el poder const i.tuyenre?", del cual se presentan dos
variantes de planes detallados, y " Poder constituyente y poder de revisión" .
Germán Sucar 291
Historia: el Siglo XV111 como siglo del pensamiento político y del consrirucio·
nalismo: Estados Unidos y Francia.
Tesis: dado que el planteamiento del problema no permite como solución sino
una u otra de l:ts dos alternativas en juego, deberá elegirse una de ellas. Nosotros
preferimos la segunda, de modo que la tesis sería: la expresión "poder constiru-
292 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
lCuerpo o desarrollo]
- En la concepción iusnaruralista.
- En la concepción positivista.
Limitaciones fácticas:
- Introducir conceptos de eficacia y de legitimidad (sociológica).
- Los tipos de limiraciones fácricas.
[Desarrollo o cuerpo]
[Introducción]
Definiciones: definiciones difíciles: poder consriruyenre/poder consriruido; po-
der constituyenre = ¿poder de adoptar normas constitucionales o de crear una
constitución? En el primer caso, el poder de revisión es un poder constituyente, en
el segundo no porque solo puede modificar la constirnción. En efecto, el poder de
revisión es, según una presenración tradicional, el poder de modificar la constiru-
ción según los procedimienros que ella misma prevé: noremos dos caracteres: 1)
un objeto particular; 2) un procedimienro particular. lnrerrogarse sobre la "y". En
fin, reflexionar sobre el rema ;.poder" q ue abarca ramo el órgano como la función.
Límites: no hay límires expresos de tiempo y lugar. Pero hay un límite implíci-
to: después q ue existen las constiruciones escritas, pues no existe es poder consti-
tuyente y mucho menos poder de revisión :unes de que se escribiesen las constiru-
ciones. Por eso el tema cobra relevancia con el consritucionalismo del siglo XVIII.
Tesis: d ebe efectuarse una distinción fundamental entre dimensión d escrip tiva
y dimensión normativa o prescriptiva .
(Desarrollo o cucrpoJ
l. La dimensión descriptiva de la distinción
A) Lo s fundamentos teóricos de la distinció n
(Oposición poder constiruyente/poder constituido ; en tre limirnción e ilimita-
ción).
B) La dificultad práctica de la distinción
(A menudo es difíci l d istinguir en tre el caso en q ue se sigue el procedimiento
y el caso en que no se sigue; cierras constirucioncs autorizan c ualq uier modifica-
ció n, incluso fundamental, mientras q ue otras no: pero es d ifíc il d istinguir lo que
es fundamenrnl y lo q ue no lo es; por otra pa rre esrá el p roblema de distinguir el
objcro ele uno y o tro poder, b cuestión de las cl.iusubs crerrn:is).
l. Indicaciones metodológicas
L) Interés y actualidad del tema
El interés de un tema formulado al modo de una subdivisión del curso de
derecho constitucional consiste en ver hasta qué punto los esrudiantes toman dis-
tancia respecm de este último, y cómo se reapropian del rema. La problemática
adoprada será pues primordial para juzgar la reílexión personal del esrudiante.
La capacidad de síntesis será otra cualidad que habrá que demostru para rrarar
correctamente el rema. De hecho, se trata del tipo exacto de texto q ue permite
identificar, en los estudiantes, esas dos cualidades del jurista: espíritu de síntesis y
capacidad de análisis y de reflexión.
Pero este es también un tema de actualidad ya que, en lo que respecta a Fra n-
cia, la revisión constitucional del 23 de julio de 2008 provocó profundos cambios
en el derecho constitucional de la 51a República, que hacen que nos in terroguemos
sobre las fu nciones de una revisión y, por consiguiente, sobre lo que csra debe o
puede contener desde el punto de vista de su naturaleza y de su amplitud.
2) Enfoque metodológico
El tema es corto y amplio.
El riesgo con un tema semejante es que el estudiante no haga un análisis real,
pues podría verse rentado a referirse a un capítulo o a un párrafo del curso que
conoce. El riesgo es entonces un desarrollo fuera de tema si el trabajo consiste
únicamente en un recitado del curso.
Será pues necesario sobre todo delimitar el rema.
Aquí no existe ningún límite temporal. El tema no está ceñido al estudio de la
revisión de la constitución bajo un régimen determinado, o durante un período
determinado. En el marco de esta obra, referida a un curso de Principios gene-
rales del derecho consrirucional, se interpretará el rema de un modo amplio. Por
el contrario, si el mismo cema se planteara en el marco de un curso de Derecho
Titulo original: "Le pouvoir constituam dérivé"; Por Gillcs Toulemonde. Texto extraído de
Pauline Türk, lsabclle Thumcrel y Gilles Toulemonde, Théorie d11 droit constit11tiom1el, E.xos
LMD, Gualino édireur, Lexrenso éd.itions, 20 10, pigs. 85-93. Traducción: Mónica Silvia Nasi.
Rdectura: Dr. Germán Sucar.
298 Metodología de la d isertación filosófica y jurídica
3) Problcmáiica
5) Escollos a evitar
Es indispensable que eviten contentarse con una lectura tan rápida del terna
que los lleve a un simple recitado del curso. Es el caso más frecuente en este tipo
de 1emas que corresponden a tírulos de capítulos o de párrafos del curso. El curso
no debe ser pues más que el soporte de su propia reflexión personal.
Sin análisis del rema, el riesgo consiste también en que no capten la ampliwd
del tema y lo reduzcan abusivamente a la revisión de la Constitución bajo un régi-
men que conocen mejor que los otros. Al respecto, los trabajos que tratasen sobre
la revisión de la Constitución únicamente en Francia limitarían abusivamente el
tema. Es imperioso abordar ejemplos extranjeros.
Además, dado que el rema de la disenación es '"'la revisión de la Constitución ",
hay que hacer bien la distinción entre poder constituyente originario y poder
constituyente derivado, siendo este l1ltimo el único que hay que examinar aquí.
300 Metodología de la disertación filosófica y juríd ica
pendiente (cf. sobre este punto Nay, Olivier [dir.), Lexique de science politique,
vie et irzstitutions politiq11es, Da/foz, 2008, pág. 128). Disociando más estos dos
elementos constitutivos de la democracia, podemos pues analizar las condiciones
de revisión de la constitución a la vez como un símbolo de la participación del
pueblo en los asuntos públicos (1) y como un factor determinante del Estado de
derecho (11).
por los revolucionarios. En el decreto del 2 1 de setiem bre de ·1792, la con vención
proclamaba que " no puede haber más constitució n q ue la q ue es aceptada por
el pueblo". De allí q ue roda revisión de la consrirución solo puede, en sí misma,
ser objeto de una intervención popular más o menos importante. El pueblo debe
poder cambi:-.r la constirució n cuando lo desee; el Título VII de la Const itución de
179 1 indica por otra parte que: "L'l Assem b lée 11atio11ale co11stit11a11te declara q ue
la Nación tiene el derecho imprescriptible de cambiar su Consrirución ".
No obsranre, las manifestaciones de esra intervención popular en la hisroria
consrirucio nal francesa muestran muy a menudo un desvío de la revisión constitu-
cional concebida como un testimonio de la expresión democdtica. Los regímenes
napoleónicos preveían que en las revisiones solo podría n inrervenir los "sé11at11s-
co11s11ltes" sometidos a la aprobación popul.ar. Pero los fra udes y la entrada en
vigencia d e las revisiones d e la Constirución incluso antes de la proclamación de
los resulrndos prueban ampliamente que el p ueblo, en la mayoría de los casos, es
en realidad desposeído de su poder.
con una mayoría calificada. No hay ninguna intervención popular directa aquí,
ya que estas asambleas no son electas especialmente para la revisión en cuestión;
la intervención no es sino indirecta, pues las asambleas han sido elegidas con an-
terioridad, principalmente para cumplir otras funciones.
En la mayo ría de los casos, la desposesión del pueblo es más una desposesión
de hecho que de derecho. Po r esto se emiende que el procedimiento de revisión
puede ciertamente hacer intervenir al pueblo, pero existe una alternativa -el voto
parlamentario- y es esta alternativa la que se privilegia en la práctica para revi-
sar la constitución. Así, bajo la 4ª República, la revisión podía tener lugar ya sea
por referéndum o por voto parlamentario. La única revisión de la Constitución
del 27 de octubre de 1946, el 7 de diciembre de 1954, íue o bra del Parlamento.
Asimismo, bajo la 5u República, el artículo 89 C ofrece al presidente de la Repl1-
blica la opción entre la adopción de la revisión por referéndum o por el Parlamen-
to reunido en Congreso; ahora bien, de veinticuatro revisiones, veimiuna fueron
adoptadas por el Congreso.
Vemos pues que la revisión de la constitución permite medir la democrati-
zación de las instituciones. Elección del momento de la revisión, capacidad de
intervención o de decisión del pueblo en el proceso constituyente: otros tantos
elementos que permiten caracterizar una democracia. No obstante, observamos
que a menudo el pueblo es aparrado de estas c uestiones, sin duda para privilegiar
la seguridad jurídica. L'l democracia ya no se concibe hoy como la simple i111er-
vención del pueblo en los asuntos públicos. La seguridad jurídica se presenta en
lo sucesivo como un componente de esta, en el marco del constitucionalismo. La
revisió n de la constitució n se transforma entonces en un indicador del Estado de
derecho.
ruido). Incluso es este uno de los intereses p rincipales de la forma lización de una
constitució n, una de las ventajas de las consriruciones escritas en relación con las
consrirucio nes consuetudina rias: el procedimiento de revisión es conocido, idenri-
ficaclo, lo q ue permite asegurar la superioridad de la constitución, en la jerarquía
de las normas, por sobre todo otro texto normativo.
Hay que reconocer q ue la elasticid:1d de una constirució n perjudica la legi-
bilidad de la jerarquía de las normas. Pero las Constituciones elásticas ha n sido
escasas en la historia consrirucional. Se podrían cirnr apenas las Canas de 18 14 y
de 1830 cuyas leyes de revisión solo se distinguían de las leyes o rdinarias por su
objeto. Incluso las leyes constitucionales de 1875 constituyen una "Constitución "
rígida, puesto q ue el artículo 8 de la ley consrirucional del 25 de febrero de 1875
organiza un procedimiento de revisión específico. Se trataba en esre caso de un
proceso de revisión relarivamenre simple, ya que después de un voto separado de
las dos cámaras bastaba con q ue los parlamentarios de ambas cámaras se reunie•
ran juntos, en Assemblée 11atfonale, para votar la revisión.
Por el contrario, la Consrirución del 5 fructiclor del año 111 (22 de agosro de
1795) había aplicado un procedimiento ele revisión p:uticu larmenre difícil de po•
ner en pdctica; el artículo 338 preveía que: .. Cunnclo en un espacio de nueve años
la propuesta del Co11Seil des Anáens, rarificada por el Co11seil des Cinq•Cents,
haya sido hecha en tres épocas distantes una de otra de por lo menos tres años, se
convoca una asa mblea de revisión": una vez reunida dicha asamblea, esta debía
redactar un proyecto de reforma q ue era luego sometido a la aprobación de las
asnmbleas primarias.
Cualquiera sea la dificultad ele estos procedimiemos, la rigidez de las consri•
tucio nes permite proteger a la constitución contra los excesos del legislador o r•
dinario. Esta rigidez rermi na por crear una diferenciació n emre leyes ordinarias
y leyes constitucionales, q ue garantiza la superioridad de la constitución por
sobre cualquier otra norma y pone así a las libertades q ue gara ntiza al amparo
de los ataques. En esto, el consrirucionalismo permite nsí una mayor garantía de
los derechos de los ciudad,m os. Permite también, solemn iza ndo las revisiones
y, de este modo, haciéndolas menos frecuenres, asegurar una mayor seguridnd
jurídica. Sin embargo, pudieron presentarse dos consecuencias imprevistas. Po r
una parre, la rigidez de las constituciones pareció a veces un obstáculo tal que,
ames q ue revisar la consrirución, se optó por cambia rla totalmente. Po r q uerer
protegerla demasi::ido, se ca usó su desaparición ... Por o rra parte, la consecuen·
cia inédita de esta estructuración del o rden jurídico es q ue la revisión pudo
presentarse como un medio para el poder político (o para el pueblo) de imponer
su voluntad, incluso frente a los jueces q ue supuestamente debían proteger la
constitución.
Germán Sucar 305
Límites
- De tiempo: el enunciado no contiene límites en sí. Pero ta mbién en este re ma
hay un límite implícito: d espués q ue existen las constituciones escritas, pl1es
no existe el poder constituyente :rntes de que se escribiesen fas constitucio-
nes. El tema cobra, en consecuencia, relevancia con el constitucionalis mo
del siglo XVII 1.
- De lugar: no hay un lugar específico, pero se trata de po ner algunos e jem-
p los elocuentes o paradigmáticos, como el poder constituyente en Francia,
Estados Unidos y México.
- Oc fondo:
A) Límites normativos:
- Derecho positivo/derecho natural
- Autolimitación
- Derecho internacional, derechos humanos
B) Límites fácticos:
- Sociológicos
- Políticos
n.s..i.i: la c uestión de los límites del poder consriruyenre se plantea de forma di-
ferencial debido a que el llamado poder co11stituye11te originario y el llamado /JO·
der constilllyente derivado son dos poderes de distinta naturaleza. En efecto, des-
de una posición posirivisra, mientras que el primero es un poder f:ícrico-polírico,
el segu ndo es un poder jurídico, de modo que, mientras q ue respecto del primero
no cabe formularse la pregunta por los límites jurídicos, respecto del segundo
la pregunta cobra perfecto sentido. No obsr:mrc, ambos podrfo.n estar sujetos a
límites político-morales (no jurídicos) o fácticos. De esta manera, el poder consti-
tuyente originario no tiene límites jurídicos y el poder constitu yente derivado está
completamente limitado jurídicamente. Los d iferentes límites q ue tienen cada uno
de estos pod eres permite distinguirlos y establecer su diferencia de naturaleza:
uno es un poder constituyente en un senrido estricto y otro un poder constituido.
En el tratamiento del problema no se atenderá a los límites puramente político-
morales ni fácticos, sino solo a los límites normativo-jurídicos.
como del eventual diseño y mecanismo del contralor de estas últimas) y, por otra,
en ofrecer una respuesta a la cuestión del Estado de derecho: ¿hasta qué punto
y bajo qué condiciones podría aceptarse político-moralmente el apartamiento de
la constitución para la creación de una nueva o para su reforma? El contexto de
la formulació n del problema de los límites al poder constituyente es el de ciertos
movimientos independentistas (como el de Cataluña) y también el de ciertos paí-
ses (como México) donde las reformas constitucionales son tan frecuentes como,
a veces, de dudoso respeto a las pautas constitucionales y donde el contralor de
dichas reformas ha sido más bien renuente. Desde el 5 de feb rero de 19·17 hasra el
27 de agosto de 20 18, la Constitución mexicana se ha reformado 707 ocasiones,
lo cual hace de ella una de las constituciones más reformadas en todo el mundo.
El texto constitucion:11 vigente es cinco veces más extenso que el aprobado por el
Constiruyenre de 19 17.
[Cuerpo o desarrollo]
l. El poder constituyente originario, un poder jurídicamente ilimitable
(Cbapeaul: L, decisión originari:1 es exclusivamente política y no jurídica . No
tiene, por lo ranto, límites jurídicos internos. Demostraremos, a continuación, que
el poder constituyenre origin:1rio no tiene tampoco límites jurídicos heterónomos
ni "supra-constitucionales" (A), y ni siquiera jurídico internacionales (B).
b) Disertación jurídica
"No imporra la forma en que una nació n quiera, basta que quiera. ¡Frase de
Todas las formas son buenas y su volunrnd es siempre la su prema ley". enganche
A juzgar por esta sentencia, pareciera q ue el poder consriruyente,
po r el c ual la nación establece su ley suprema, es u n poder absoluta•
menre libre. El reciente rechazo de la declaración de independencia 1
de Caraluña por el Esrado español en 20·17 pareciera demosrrar, sin Aetualldad
embargo, que no lo sería tanto. Con el desarrollo de las consriruciones
Limites escriras -paradigmáricamenrc las consrirucioncs estadounidense de
temporales; 1776 y la fra ncesa de ·1791- algunos teóricos elaboraron la noción
espaciales de poder constituyente y, en primer lugar, el autor de la frase que co-
mentamos: Emmanuel SieyCs, en su ens ayo ¿Qué es el Tercer Estado?
( 1788), escrito con el fin de consagrar la soberanía del pueblo, de la
nación, en contra de la del rey. Seglln SieyCs, la constirució n, norma
magna del orden jurídico, " 110 es obra del poder co11stit11ido sino del
poder constituyente" 1" 7 y el sujeto del poder constituyente es la na-
ción. Como lo subrayó luego Carl Schmirr, con la Revolución fra ncesa
de 1789 no se dio forma a un nuevo Esrndo (como ocurrió, en cambio, Historia
con la declaración norteamericana de independencia de 1776). Solo se
traraba para un p ueblo de fijar, por una decisión consciente, el modo
y forma de su propia existencia polírica. "Un pueblo tomaba e11 sus
ma11os, con J1lena co11cie11cia, su propio destino, y ado/Jtaba 1111a libre
decisi611 sobre el modo y forma de s11 existencia política" 1~ 8• Esta es,
para ambos autores, la rarea fundamental del poder constituyente.
La noción de poder consriruyenre está compuesta de la palabra
"poder " q ue proviene d el verbo latino "potere", el cual se p ued e rra·
ducir como "ser posible", y de la palabra "constituir" que proviene del
verbo latino "constituere" compuesta por el prefijo "con" y el verbo Definición
de términos
"statuere" q ue sig nifica establecer. La noció n de "poder constituyente"
se refiere, por lo tanto, a la posibilidad de llevar a cabo una creación . .,...
principales:
que "se llama "poder co nstituyente derivado " al poder de los órganos
competentes para modificar la constitució n po r oposición al "poder
consriruyenre o riginario" q ue correspo nde al poder de los órga nos que
ado ptaron la constitució n. En la práctica empleamos estas expresio-
nes para designar no solamente el poder de estos ó rgano sino tam-
bién esros ó rganos mismos" 149• Desde una ó prica positivista, el poder
constiruyenre originario es un poder de naturaleza fáctico-política; y
el poder constituyente derivado es, en cambio, de naturaleza juríclico-
norma tiva. En esta línea de pensamiento J orge Reina lelo Vanossi ha
dicho:
Esta vcxata qt1,1cstio de los limites que obran sobre la ac1 ividad del
poder consl ituycnte, o si se quiere, de las limitaciones que este encucn-
1ra en su ejercicio, exige una vez más ,,clarar el problema de las supues-
l as •etapas~ o posibles clases ele JX><ler constiluycnte. La necesidad de la
aclaración nace del hecho de c¡uc hemos separado netamen1e el mundo
al cual pcr!enece el llamado poder coos1ituyen1e •originario~ o en etapa
Teorily
de • primigeneid,1d", del mundo en que se desenvuelve el denominado
Del lnlclón
poder constitu yente " derivado• o en etapa de "continuidadN. Del primero
· "PCO"
hemos dicho que pertenece su estudio a la ciencia política, a la filosofía y
·"PCO"
a la sociología; creemos que se tr,1ta de una noción o idc,1 metajurídica o
extrajurídica, pues está más allá de toda y cualc¡uicr compc1encia; y, po r
eso mismo, no es un sujeto creado por el derecho, aunc¡ue sea un objeto
de consideración circunstancial por el derecho. En la acepción del poder
cons1ituycn1e denominado Noriginario", la pa labra "'poder" no está referi-
da a las competencias o juri sdicciones del derecho, sino a la polcstad en
cuanto fuerza: energía política y fuerza social, o como quiera llamarse
l.. .]. Del segundo conferimos que su estud io corresponde a la ciencia jurí-
dica y c¡ue con él <.-stamos en presencia ele un conceplo jurídico. Ese poder
consli1uycn1e de reforma o reformador, es una NcompctenciaN más, aunque
extraordinaria o eKcepcional, en el sentido de que puede (es la indicada
por el propio ordenamiento j urídico) modificar o redistribuir a las demás
competencias (ord inarias) del Esl ado'50•
1
" Cf. Raymond Carré de ,\falberg, Tt!OrÍll general del Estado. Mtlxico, Fondo de
Cultura Econ6mica. 1948, pág. 1162, donde se expiara en estos términos: ~1 ... 1
no por mucho remonta~ dt constitución en constituci6n dejará de llegarse
siempre :1. un primer momento inicial en que el Est:1.do hubo de org:miz.1rse por
vez primera, y en el que tu\·o que darse su constitución originaria. En ese mo-
mento, el Estado no poseÍ3 :1.ún órganos; más rod:1.via ni siquier:1. exisria como
persona jurídica, pues la persona Estado solo nace por la organi1.aci6n realizada
de la colectividad nacional. Finalmenrc se llega al reconocimiento inevitable de
que 13 constitución primitiva del Est:1.do, aquell:t que lo originó, no pudo ser obra
de sus órganos. sino que procede de una fuente situada fuera del Estado~.
3 20 Metodología de la disertaci6n filos6fica y jurídica
Desde esta óptica, aunque todas las normas c readas regularmente pertem.-ccn al
orden jurídico, no todas b s no rmas que pertenecen :l él so n cre:l<b s regubrmcn•
te (ni irrcgularmence): este es el caso de las normas soberanas o independientes.
Germán Sucar 32 1
todo lo cual resulta muy difícil de sostener. Si, por otra parte -segun-
da alternativa- lo que se aduce es la autolimitación del poder consti-
tuyente originario, no puede menos que concluirse que un órgano que
no tiene más límite que el de su propia voluntad, en rigor, no posee
límite alguno.
No obstante, en contra de esta concepción iuspositivista, una co-
rriente de la doctrina defiende q ue el poder constituyente originario
estaría limitado por principios ..supra-constirucionales". Esta hipóte-
sis no nos parece, sin embargo, resistir el análisis.
Algunos autores asumen, en efecto, que existirían principios "'su-
pra-constitucionales" que se impondrían al poder constiruyente!Sl.
Estos principios serían normas generales que expresarían valores im-
portantes de nivel superior a las normas constitucionales. Contra esrn
idea, muy en primer lugar, y de manera general, cabe advertir, como
lo hace Michel Troper, que la expresión misma principio "'supra-cons-
titucional", desde una concepción iuspositivista, es una conrradicción
en los términos: si la constitución es la norma suprema, no hay ni pue-
de haber ningún principio jurídico por encima de la constitución - a
menos que se admita el postulado de un derecho natural por encima
del derecho positivo•.M.
Pero como también lo apunta Troper, la supremacía de tales princi-
pios sobre la constitución puede ser aseverada en el marco de diversas
hipótesis que conviene disringuirus_
En primer lugar, una hipótesis que podríamos calificar de legisla-
tiva: ¿hay límites jurídicos en el momento del establecimiento de la
constitución? En consonancia con lo ya dicho, parece contradictorio
limitar un poder soberano, es decir, un poder absol uto 1S6, cúspide e
inicio de un sistema jurídico. Por arra parte, se necesitaría aclarar la
Hans Kdsen, "les rnpports de systCmc en1re le droit interne el le droi1 in1erna-
lional public~, Recu til dts co,,rs de J'AaJémie de droit intert1Dtional, vol. 14,
1926, págs. 227-33 1, ~p«ialmeme págs. 263 y siguiente, y pág. 309 y siguiente
donde afirma: MPero en1onccs nos pcrcaramos igualmente de que la norma fun-
dante básica de los diferentes órden~ cstaralcs 1••• ] es una norma dd derecho in-
ternacional positivo, y una norma que, en su fórmula abstracta, vale para todos
los Estados; norma qll(> instiruye las autoridades jurídicas superiores y delimita
la esfera de acción de cada una~.
Georg~ Vcdcl, "Sou\'eraineté et supracons1irutionnali1é", en Po11voirs, n" 67,
1993, págs. 79-97; la dta corresponde a la ~g. 80. Véase, asimismo, Louis Fa-
voreu, "Souveraineté et supraconstitutionnalité~,en Pouvoirs, nº 67, 1993, págs.
7 1-77.
Dicho anículo 27, sobre el derecho de los trnrados, pre,,é: "U11.::J pDrte "º podrá
invocar las disposiciot1es de s11 derecho interno como justifiruci6n del inmm pli-
miet1to de un tratado. EstD norm11 u enu.mdrrá sin perjuicio de lo dispuesto en el
lJrlÍCll{O 4 6~.
324 Metodología de la disertación filosófica y jurldica
como se revisó en 'J 999, prevé, de esta manera, que su revisión total o
parcial está sometida a la obligación de no violar las reglas de derecho
internacional (artículos 193 punto 4 y 194 punto 2)160 • Abogando en
este sentido, la Corte lnteramericana de Derechos Humanos no dudó
en condenar Chile a modificar su Constitución por inconformidad con
la Convención Americana de Derechos Humanos en un ca so de cen-
sura de la película "La última tentación d el Cristo" 161 • No obstante,
la implemenració n ramo d e las normas contenidas hoy en d ía en la
Constitución suiza como en la sentencia que condenó Chile parece
depender de la voluntad de los Estados concernidos al haber el Estado
mencionado en p rimer término incorpo rado por motu proprio dichas
cláusulas a. rravés de una. reforma constitucional y el segundo al ha ber
suscripto, también por motu proprio, la refe rida Convenció n inter-
nacional. Parece, además, relevanre que el juez. inrernacional, en este
caso la Corte lnreramericana, no renga el poder de anular la norma
interna. que considera contra.ria al d erecho internacional. Los Esta.dos
solo pueden incurrir en responsabilidad internacio nal. El principio
de autonomía consrirucional no resulta, por lo ta nto, alterado en su
esencia. El caso de Rusia y de sus relaciones con la Corre Europea ele
Derechos Humanos (CEDH) es, a esre propósito, significativa. Famo-
sa por rehusarse a a plicar las sentencias de la CEDH, Rusia. votó en
diciembre de 20 15 una reforma de su ley constitucional federal sobre
la Corre constitucio nal de la Federación de Rusia que somete la apli-
Ley Federal 7-FKZ ~sobre la introducción de enmiendas a 1:1 Ley Feder::al consti•
tucional núm. l·FKZ dd 21 de julio de 1994 sobre la Corte Constitucional de la
Federnción Rus.,.,, entrada en vigor d 15 de diciembre de 2015.
Artículos modificados de L:y Federal constitucional núm. 1-FKZ del 2 1 de julio
de 1994 sobre la Corte Constitucional de la Federación Rusa {artículo 104.4 y
106).
Sentencian• 12-11/2016 del l9deabril de 2016 de la Corte constitucional de la
Federnción rus.a.
Vé:1se también la opinión de la Comisión de Venecia sobre la reform:1 y la sen•
tencia de la Corte constitucional de la Federación rusa:
hrrps;llwwwvrnicr cor inr/wrhformsldocuwnof)pdf=CPI ·AD/20 161016:r
'" CEDH,4 de julio de 2013,AnchugovyGladkovv5. R115ia, 11157/04 y 15162/05.
Michel Tropcr, "cEs el Estado de derecho un esudo ilimitado?~, en E.mayos de
teoría constillfáonal, Fomanura, ~·léxico, 2004, págs. 63-76,esped:1.lmeme plg.
67.
326 Metodología d e la disertación filosófica y jurídica
Cf. Francis Hamon y Michel Troper, Droit Co11stit11tiom1el, l'aris, LGDJ 2013:
46.
1 71
Aunque la autorrcfcrcncia normativa ha sido considerada por algunos autores
como algo lógicamente absurdo (como, por ejemplo, por Alf Ross) para otros
(como Guarinoni) esta, bajo ciertas condiciones, guarda perfecto scmido.
Georges Burdeau, Traité de science 1,olitiq11e, T. 111, l.e srann du pouvoir dans
l'l?.tat, Paris, LGDJ, 1950: p:íg. 208.
lbidem, pág. 209.
Germán Sucar 329
Riccado Guastini, La sinta.ns del derecho (2014 ), Marcial Pons, 20 16, págs.
159-161.
CC n• 92-312 DC de 2 septiembre de 1992: ~considerando que b:ajo reserva,
por una partt,de las limitaciones que conciernen a los periodos en el curso de los
cu:ales una re\•isión de la Constitución no puede ser encarada o proseguida, que
resultan de los articulos 7, 16 y 89, párrafo 4, del texto constitucional y, por otra
parte, del respeto de las prC$Cripcioncs del 5 párrafo del artículo 89 en \'irtud de
los cuales '"la forma republicana del gobierno no puede constituir el objeto de
una revisión~, el poder constirurc-me es soberano~.
332 Metodología de la disertación filosófica y jurldica
1.. ldem.
i fj ldem.
334 Metodología de la d isertación filosófica y jurídica
Raymond Carré de Malbcrg, Teoría General del Estado ( 1922), México, FCE, 1948,
reimpresión de 201 3, p:igs. 11 61- 1282; Carl Schmin , Teoría de fa constitución ( 1928),
Madrid, Alian;,,.1, 1992; Cenara C,mió, capítulo" Los límites" del libro Notas sobre dere-
cho y /e,iguaje (cuarta edición, corregida y aumcnrnda, 1990), Abclcdo Pcrrot, 1994, p:igs.
237-259; José Juan Morcso " D isposiciones de reforma constitucional", en Doxa, nº 10,
199 1, p:.igs. 20 1-222; Amonio Ncgri, El poder co11stit11yente. Ensayos sobre las alterna-
tivas de la modemidad ( 1992), Madrid , Traficantes de sueños, 20 15; Michcl Tropcr, "L'l
noción de principio constitucional" ( 1993), en Ensayos de teoría constitucional, Fontama-
rn, México, 2004, págs. 77- 103 y,;¿ Es el Estado de derecho un estado ilimitado?" ( 1999),
en Ensayos de teoría co11sti111cio11af, Fontamarn, México, 2004, págs. 63-76; Germán Bi-
dari Campos, Mammf de la Co11stit11áó11 reformada, volumen 1, Ediar, 1996, capítulo
V I " Poder constituyente", págs. 373-404; Felipe Tena Ramírez, Derecho constitt1cio11al
Mexicano, Porrlm, 2000, capítulos I a IV, págs. 3-74; Uliscs Schmill O rdoñez, "Una Fun-
ción del o rden consrirucional: el Poder y el órgano reformador de la Constitució n", en
Teoría del Derecho y del Estado, Porn'1a, 2003, págs. 323-359. Arnaud Le Pillo ucr, "'Pou-
voir constiruant originaire et pouvoir constituant dérivé: :1 propos de l'émergence d 'une
d ist inction conceptuclle", Revue d'IJistoire des {t1c11/tés de clroit et de fa science iuridiq11e,
nº 25-26, 2005-2006, págs. 123- 14 1, y " Le pouvoir de révision", en Michcl Troper y
Dominiquc Chagnollaud (dirs.), Tmité i11tematio1w/ de droit comtitutiom,el, Tomo 3,
Dalloz, 20 12, págs. 33-65; Francis Hamon y Michcl T ro per, Droit constitutiomiel, LGDJ,
2007: 41 -44 (o 20 13, 45-47); l-lumberto Quiroga Lavié y otros, Derecho co,zstit11cio11al
arge11ti110, 2d• edición, volumen 1, Rubinzal-Culzoni Editores, 2009, págs. 37-47; C laude
Klcin, "Le pouvoir constiruant", en Michcl Tropcr y Dominiquc Chagnolla ud (dirs.), o b.
cit., págs. 5-3 1; Vicki C. Jackson " Reformas constitucionales inconstitucionales: una mi-
rada a la teoría constitucional y el constitucionalismo trnnsnacional", en Esteban Rcstrc-
po Saldarria ga (comp.), Libertad de expresión. Entre tradició11 y re11ovació11. Ensayos de
homc11aje a Owe11 Fiss, Universidad de los Andes, Facultad de Derecho, 201 3, págs. 135-
209; Jorge R. A. Vanossi, Teoría co11stit11cional, 3 .. ed ición, volumen 1 (cnrcramemc dedi-
cado al tema del poder constituyente), Abcledo Perrot, 2013, y también " Los límites del
poder constituyente", en Est11dios de teoría co11stitucio11af, UNAM, 2002, págs. 241 -330;
Alcxandrc Viala, " Limitation du pouvoir constituant, la vision du constitutionnaliste",
f RENEE/U,iiversité de Lorrai11e, n" 32, 20 14/ 1: 81-9 1; Riccardo Guastini, en el capítulo
XIV, " Poder constituyente", págs. 157- 163, de La sintaxis del derecho (2014), Marcial
Pons, 2016; O livier Beaud, "Le cas frarn;ais: l'obstination de la jurisprudcnce et de la doc-
trine:\ refuser tout idée de limitation au pouvoir de révision constirutionnelle", Nomos.
L'at11afittá ne/ diritto, 1, 2016, disponible en http:f/www.nomos-lcattualitanddiritto.it/
wp-contcnt/uploads/20 16/05/Bcaud_Nomos 1-2016.pdf (última visita, 14/ 12/2017); Ana
Micacla Alterio, " L, relación entre rigidez y supremacía constitucional: un análisis a la luz
de las reformas const itucionales en México'", Revista del Centro de Estudios Co11stit11cio-
11ales, SCJN de México, Año 111, nº 4, 20 17, págs. 209-23 1; Andrcas Kalyvas " Poder cons-
tituyente: una breve historia conceptual", en Gonzalo Bustamanre y Diego Sazo (comps.)
Germán Sucar 335
Democracia y poder co11stituyente, FCE, 20 16, págs. 27-7 1; Julián Sauquillo, La reforma
constitucional. S11jetos y límites del poder constit11ye11te, Tocnos, 2018.
336 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
Para este tema n:ase Contini-Géninct-Mouré,ob.cil., págs. 54-59, donde se hallará un a nálisis
del tema y el correspondiente ejemplo redactado.
Para los temas indicados en los ítems 2 a 5, \'éaSt Brigite 8;.isdev:mt-Gaudemet y Valérie Gou-
tal-Arnal, ob. cit., págs. 241-271 donde de hallarán planes detallados de los referidos remas.
338 Metodología de la d isertación filosófica y ju rídica
''""""
Proporci6n,smetriayprogresión
Etclll óeCatlflcaclón
El alumno es capaz de sa11s!ace1 los Es prnporciooado. Dos de las carac- Una de las carac· Niflguna caracle-
1eQUisitos de prnporci6n, simetría y simétrico y pro- terfsticas 1erfslicas ristica
progresión gresi'vo
Equilibrio 4
Elalumnoescapazde lograrunequl- SI Medianamente No
librioentreelant.Usisysíntesis
Rldac:cliln (Of109rall1 YOl'lfl'l,tlc■I 3
Elalumnoes capazde redactartex- Nln1100error Manos de cinco Más de cloco y Más de dM!zl!fro-
tosque,espeten tasregtasorlográ· menos de diez
ricas.LMreglas dep¡¡ntuaciófl y Las
1eglasgrnmatlcales
Aldaccl6n!&tlol
El alumno es capaz de redactar tex- Excelente, cum- Bueno, cumple Regular, cumple Mal cumple con
tos ciue saUstagan los Siguientes ple con 18s cinco con tres camcte· con dos caracte· una o ninguna ca·
1eciulsltossegünlos(léneros: I.USO caracte,lslicas rlstlcas rlstlcas raclOfisUca
1>«tlnentedeltenguajeclaro(a)cla·
1idad:b)proclsllln:c)collerencla;d)
concisión~ 2. Uso pertinente de las
nour&Sdeestllo
Voceóul"1o
.
El alumno es ca¡¡az de emplear un &cetenle Regular
YOCal>utario sulicien1cmen1e preciso
yrlcosegU!'lel temayetgCll'IOfo
Bueno
""
,_
Et alumnoescapaidedesarrollar el SI El alumno medianamente No
temaobjotodela dise<taci6n pvedeplantearo desarroU&r
et tema
"""'N
Et alumno es capaz de plllnlear y SI El alumno medianamente No
deMrroUer el problema lle la dise<- pvedeplantearo desarro(t&r
tacl6n et tema
THiS 6
Et atumnoescapaz deenunciar la SI No
tesisdellldisertación
D..LA.C.H.A.LT. (Umltn )
Et alumno es capaz de deUmil ar el &teten le. El elemento ~ut&r. El elemento está Mal No está
temaen cuan1oasuespacio, el Uem- eslé presente y bien presen1epero nobien desa·
po yta ma1erla <lesafrollado rrollado
OLA.C.H.A.LT. (Definicionet)
El alumno es capaz oe definir perti- &teten le. El elemento ~ ut&r. El elemento esté Mal No esté
nentemente !odas las nociones co- eslé l)fesen1e y bien l)fesen1e pero no bien desa-
rrespondienl es <lesafrollado rrollado
""""
CI.U.C.H..UT. (Actuatidld) . '
EteálO.Cáfbeión
o
velaactualidaddeltema
.......... .....
Elaluroooescapazdepone,derelie· Excelenle.Elelemento Re9i,ur. Eletementoestá Mal.No esté
esli presente., bien presenltpet0noblendesa-
D.LA.C.H..UT. tComPMNOll■ lo
• ' o
hoy)
,.._ ...
Elllumnoescapazdedesafrollarlos
etementospe,linentesdederecho
D.LA.C.H..U.T. (Hiltoril)(lilohly)
El lllumno escapazdesanolla' los
""''""""
•
-
Excetenle. El etemento RegulM. El elemento esté Mal.Noesl é
ISti presa'III y bien presenteperonoblendesa·
' o
Regula". El elemento está Mal.Noesl li
"-
úcetenle. El et.nento
etementosllisl6ricospertinentes
"'"""
' o
Excetente.Eletemento Regular. El elemento está Mal.No esté
ve et lnterh del leme
..........
esttpresenlt'fbien presenl1 P0«1noblendesa-
"'"""
o.uc.H..Ut rreona1 •
ElalurMOescapazdellesatrotlarlos Excetente. El ewntnto ' o
....
~ . El elemento está Mal.No esté
etementoste6ncosdellema
........,,..,. ..........
esti prewilt y bien presenteperonoblendesa·
"
• ' o
....
Excetenle. El demento Regullr. Elelemefltoest6 Mal.Noesl 6
ElelumnoesCac>a,ldelniclarlalntro-
ducclóncon unapef1ntrlte lr1Sede estj presen11 , bien presenteperonoblendesa·
"
'"""""
CfMPHul'wlal
""''"""' o
'
El alumno es capaz de reóactarco- Si.El elemento está presenleyesco- No. El elemento no está o es incorrecto
rraclamooteunaapa'IUl'aalcomian• rrvcto
zodecadap¡Nteosubparte
Otlpea¡Plr11 II o
El alumno es capaz de redaclsrco- '
Sí.Elelementoeslápresie11leyesco- No.Elelemenlonoestáoesntorrecl o
rrec1amen1eunaaperti.-aaleomien· rrecto
zodecadapaf1eosubparle
o
Tranúclonffde ll prtnlfl Sub91rt1
delaprimlrap«tl '
Sí.Elelementoeslápresenleyesco- No.Elelementonoestáoesntorrecl o
El alumno es capaz de redacta, co- rrecto
rreclamenlel.clslransicionesencilda
unadelasparlesysubpartes
340 Metodologí:t de la disertación filosófica y jurídica
Tr1nslclonffdelate9undaSubpert1 3
de 1.a primtfl Pin• SI. El elemento esta presente y es co- No. El elemooto no esta oes Incorrecto
El alumno es capaz de redactar co- rreclo
rrectafllefllelastransiciooesoocada
unadelaspartes y subpartes
Transiciones de t. prim1r1 Subpirte 3
dtt. segunda parte SI. El elemento esta J}lesente y es co- No. El elemooto no esta oes Incorrecto
El alumno es capaz de redactar co- rreclo
rrectamenletas transk:looesencada
uoodetaspartesysubpartes
T1tlAOIM1SObnlnl1Ubklc:lUYtnlt
Elalumnoescapa2deredacl ar tllu· SI No
los quenoseannlsubnl sobfelnclu·
yentes
T1tlAonl ltPGl6ticonllle1erfptlYo 3
El alumno seré cal)azderedactar SI No
11tulosquenoseannltlpol6gicosnl
clescrlpttvos
T1tlAOldeideH
ElalU!TW108SC8PIIZderedacl ar tflu- SI No
losquecapturanelcoraz6ndeltema
o problema de la !)arte correspon·
diente
Conc:t!J116n:unl\ftflllntnutYI ILI J
rtftul6n lllllhay) SI
El alumnonoclectúalaconclusl6n
porqueno«>rresponde.pe,osllo
l\ace,escapazdeOOsarroUarunaque
satlslao;tlascaracl8flsticas apropla·
clastunanvm't'Gfllanaalareflexiónl
105 32
MO'tllzacióndeconodmlentos.Ge-
-l "'
~lente Regul.al' Mol
Elalumnoascal)azdeproduck una
disertaciónenlaqueseapreciala
'"""
..
moviliaciónde losconoclmientos
..,,
Mcwllracl6n ckl conocinientos. Es·
Elalumnoserécapazdemostrarun
"'
Excelente
105
'"""
32
Regular Mal
disertaciónconunadiscusiónyargu-
mentocióni'ldecuadas
'""" Regular Mal
Germán Sucar 341
Critmos
Elalumnoescapazdelormlbfuna Excelenle
a<gumentocl6n diatilclica, es decif,
122 ....... ~ -~
conrazonesa tBYOryencontradela
teslssostenida
2. Elaboración
Luego de explicar el trabajo previo de elaboración del ejercicio (2.1.) nos ocu•
paremos de las pautas de su composición (2.2.).
C f. lsabelle Defrénois-Souleau,Je 1:e11x ré11ssir mon droit. M étlJodes de trai,aif e t dés de s11cús,
Dalloz, 7- edición, 201 O, págs. 186- 187, Michel Vcrpeaux (dir.), Annales. Droit co11stit11tio11-
"ef. M étl,odologie & s11jets corrigés, Dallen., 2009, págs. 18-19; y Jcan-Louis Sourioux y Pierre
Lerat, L'anafyse de uxte. M étlJodologie générafe et appfications a11 droit, Dalloz, 5"" edición,
2005.
350 Metodología de la d isertación filosófica y jurídica
de historia). Se debe, asimismo, identificar los términos técnicos, los términos del
lengua je ordinario que ameritan ser explicados en función del contexto.
Así, es necesario leer detenidamente el texto, dedicándole tiempo a la reflexión
a fin de impregnarse de él, prestando atención a todas sus palabras y frases. El
examen de cada palabra, preposición, adverbio, de los artículos y conectores debe
ser o bjeto de atención. Se debe, por caso, ororgar un gran interés a los artículos:
si están en singular o en plural, o si son definidos o indefinidos; al igual que a los
conectores: si se mua de una conjunción ("'y"), o de una disyunción (.. o") inclu-
yente o excluyente, de una oposición (.. pero", "aunque", "sin embargo", "no obs-
t:mre", etc.) o de una consecuencia (..por lo tanto", .. pues", "en consecuencia",
"por consiguiente", etc.).
Hay que evitar comentarse con identificar el tema general y leer los párrafos
sin ir al fondo del asumo; porque ello conducid a un comentario precipirado,
vaciando el texto de buena parre de su sustancia. Debe prestarse atención, asimis-
mo, a las principales articulaciones del texto, sus cesuras y transiciones, a fin de
identificar sus conceptos claves e ideas centrales. Todo ello contribuirá, por una
parte, a evitar los contrasentidos, las digresiones inútiles o los olvidos de elemen-
tos importantes y, por la orra, a extraer las direcciones de análisis perrinenres, los
conceptos o ideas que deberán ser explicitados y relacionados con los desarrollos
del material bibliográfico relacionado con el tema en vista a determinar la óptica
desde la cual se considerará críticamente el texto. Al respecto, es de suma uti lidad
preguntarse ¿qué situación tiene en mira el texto?; ¿qué sistema instituye o pro-
pone instituir?; ¿qué reglas establece?; ¿qué nociones son definidas o implicadas
en él?; ¿qué ideas se sostienen o son criticadas? El fiu es extraer y ex/}lid tar 110
solame11te el significado de cada 1111a de sus partes consideradas separadamettte
sino también el significa,lo geueral del texto a comentar.
La lectura debe permitir, también, enconrrar el interés del texto. Al efecto, debe
tenerse presente que el interés es una noción relativa en el sentido de que depende
la óptica del comentarista dado el marco de conocimientos en el cual se despliega
el comentario (un mismo texto puede ser objeto de un comentario jurídico, polí-
tico o filosófico).
En suma, la lectura atenta y minuciosa debe permitir hallar los pumos prin-
cipales del texto, los problemas fundamentales que plantea, las soluciones que
aporta, las dificultades de interpretación que suscita.
Cuando el cexto es largo la dificultad consiste, ames que cualquier otra cosa,
en leerlo enteramente a fi n de operar una selección entre las informaciones que
aporta. Todo no puede ser esencial en este y seguramente ha brá pasajes meramen-
te descriptivos o repetitivos. Son nuestros conocimientos los que nos permitirán
apreciar lo que estos textos tienen de esencial y de novedoso. Sobre esto último se
debe basar el eje del comentario.
352 Metodología de la disertación filosófica y juríd ica
Por el contrario, cuando el texto es muy breve (al punto de que p uede igua-
larse en extensión a un rema de disertació n), debe tenerse presenre q ue si este ha
sido elegido para ser objero de un comentario es porque es suficicnremcnrc rico
pa ra prestarse a ello. Así, d e lo que se trarará es de apreciar tocio el contenido
q ue encierran los términos del texto propuesto a fin de desplegar sobre ellos un
comentario .
Cuando dos o más textos son sometidos al comentario, la intención es incirnr a
su comparación y confrontación. El ejercicio es más complejo en el senrido de que
hay que conocer muy bien recios los textos sin olvidar ninguno de sus elemen tos.
'' ' Cf. principalmente Isabellc Défrcnois-5ouleau, ob. eir., págs. 187- 189.
Germán Sucar 353
A continuación, sigo principalmente a Maric-Anne Cohendct, ob. cit., p,ígs. 146- 151. Cf.,
asimismo, Rapiicl Contin i, l~arrice Géninct y Sté1)hanc Mouré, Réussir sa premiere a,mée de
,lroit, París, Stu<lyrama, 2009; y PaulineTürk, ls.abclleThumerel y Gilles Toulcmon<le, TIJéorie
gé11érale d11 droit co11stit11tiom1ef, París , G ualino-Lextcnso Éditions, 201O, págs. 23-27.
Germán Sucar 355
,,. En la sección 2 de este capitulo, apartado B) pueden consultarse otros ejemplos de plan.
356 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
¿Q11ié11?
C uando el texto a comenta r es de un auto r, conviene situarlo , dando cue nta
de sus funcio nes, la corriente política o ideológica a la q ue pertenece y, eventua l-
mente, de las circunsta ncias q ue lo han conducido a escribirlo o a pronuncia rlo .
Asimismo , pued e ser relevante su nacio nalidad (si es nacional o extranjero ), sobre
q ué temas ha escrito, los hechos fundamenta les d e su carrera, el do minio pred ilec-
to de sus reflexio nes, si el texto a comenta r pertenece a l comienzo o al fin de su ca-
rre ra, si se trata de un a uto r reconocido o, po r el contrario, criticado o polémico.
En su ma, hay que explicar quién es el a utor del texto, ya q ue ello es determinante
de su sentido así co mo del aná lisis q ue se realizará. Las intencio nes del auto r so n
muy importantes para fijar el contenido del texto .
Por e je mplo, si el documento a comentar es u na constitució n se deberá prec isar
quiénes son, po r una parre, los redactores d el texto y, por la otra, el verdadero
autor del texto, por caso , el pueblo.
Germán Sucar 357
¿Ci,ándo?
Es muy importante también indicar el momento en el cual el texto ha sido
escrito o pronunciado.
Así, cierras alegaciones sobre cierras prácticas jurídicas aceptables antes de la
reforma de una ley o de la constitución, pueden no serlo con posterioridad.
El hecho de que, verbigracia, Mitterand haya elegido proponer una revisión de
la constitución con ocasión del bicentenario de la Revolución fra ncesa tiene un
sentido especialmente simbólico.
¿Dónde?
- ¿En qué lugar?
El hecho, por ejemplo, de que el General de Gaulle haya elegido pronunciar su
fa moso discurso en Bayeux tiene una significación (vinculada con su "legitima-
ción" histórica), que es importante explicar.
- ¿En qué soporte?
Si, verbigracia, el texto está publicado en un diario o revista para el gran plÍ·
blico o en una revista especializada. Mientras que en el primer caso la fi nalidad
es más bien influenciar en la práctica, en el segundo se trata principalmente de
exponer el fruto de una investigación científica. La elección del diario o la revisra
también es importante por sus connotaciones ideológicas. Similarmente, una in-
tervención de un presidente en los canales de televisión no tiene el mismo sentido
que una alocución en una ciudad con motivo de la inauguración de un monumen-
to.
Más precisamente:
- Si se trata de un extracto de una publicación, se indicará si se ha extraído de
una obra clásica, de un manual pedagógico, de un ensayo, o de una revista
general o especializada, política o jurídica.
- Si se trata de un artículo de un periódico, se precisará el nombre y, llegado
el caso, algunas referencias del periodista; el tipo y el nombre de la publica·
ción; y el tipo de texto (editorial, artículo de fondo, crónica, etc.).
358 Metodología de la d isertación filosófica y jurídica
¿Cóm o?
Se analizar:í, a la vez, la forma general del discurso y el estilo empleado . Así,
por ejemplo, cuando el General de Gaulle dice "debe entenderse, evidentemente,
que la autorMad indivisible del Estado está confiada e11teram e11te al /)resMente
[ ••• ]" 1"'", no es, sin duda, porque ello es evidente, sino porque el presidente en•
ronces en ejercicio entiende que debe dirigir todos los poderes, mienrras que tal
supremacía no resulra del rexro constitucional. Se trata simplemente de un argu·
mento de autoridad.
Se precisará, asimismo, la na turaleza del texto; si, por ejemplo, se trata de un
texto normativo o d e una explicació n, comentario o descripció n (i.e., un texto de
doctrina).
¿Porqué?
Es siempre la pregunta más impo rtante, pues de su respuesta depende no solo
la calidad d e la introducción sino también de todo el ejercicio, pues es la pieza
maestra para elaborar el plan.
Para seguir con el mismo ejemplo : ¿po r qué el genera l de Gaulle ha pronun·
ciado ese discurso? No para ofrecer una explicación de la constitución, sino para
imponer y legitimar su propia in terpretac ión que es, en este caso, muy poco res•
peruosa de su texto, ya q ue el régimen pretendido podría ser una d icradura mien•
tras que la Constitución francesa establece un régimen democrático en el cual los
poderes están limitados.
También podría uno pregunta rse ¿por qué un ministro redacta una circula r
contraria a un decreto o a una ley? Q uizás no pa ra explicarlo, como debería ser
el caso, sino para modificarlo o paralizar su aplicació n.
5
'' Conferencia de prensa del General de Gaulle del 3 1 de enero de 1964.
Germán Sucar 359
C f. Brigítte lk1sdev.1nt-Gaudemet y Valérie Gouta l-A rnal, Histoire du droit et ,les fostit11tio11s.
Corrigés ,l'examens, LGDJ, 2d. edición, 2000; cf., asimismo, l:i primer:1 p:i.rre de Contini-Géni-
nct-Mouré, ob. cit., destinada a la historia del derecho y de las instimciones.
Germán Sucar 36 1
Para un análisis de las fuenres según los difcrcn1es períodos, "éase Basdcvant-Gaudcmer y
Goural-Amal ob. cit., págs. 57-92. Para una \'ÍSióo más amplia, \'éasc Jean Gaudcmet, J.es
naissances d11 droit. U temps, le po11voir et la science 011 service d11 droit, 4•• edición, Mon-
chresticn, 2006.
362 Metodología de la d isertación filosófica y jurídica
el) La finalidad del texto: por ejemplo, si ha sido publ ica do para esrablecer una
medida imperativa, para alegar en una causa, para convencer, para describir, cte.
ii) El análisis del rexro, abarca dos etapas: por una parre, subra)'ar las palabras
importantes que deberán ser objeto de una definición (t érminos técnicos, insriru-
ciones) o una explicació n (alusiones a acontecimientos o a personajes) e identifi-
car las frases claves o cesuras que determinan las grandes articulaciones del texto
y, por la orra, extraer las nociones e ideas claves que suscita el texto, en el orden
q11e se presenta n (pues su clasificación metódica se efectuará al hacer el plan).
iii) La elaboración del plan, que puede ser, lineal o temático (véase s11/Jra, en
este capírulo, punto 2.2.2.).
3.1.2. La composición
Al efecruar un comentario de texto histórico han de respetarse cierros requi-
siros relativos tanto a la introducción, al cuerpo del texto y a la conclusión, así
como a la redacción.
La inurulucción debe contener c uatro puntos esenciales que se deben abordar
imperativamente en el orden siguiente:
a) En cuatro o cinco frases como máximo se debe comenzar por erigir la carta
de visita del texto, respondiendo a las preguntas q ue se han formulado tras la
lectura del texto a propósito del título, la fecha de redacción del texto, de su na·
turaleza y del a utor.
Para la exposición del presente apartado cf., especialmente, de Alain Sérieux y Marc Bruschi,
Le co111me11taire de texte j11ridiques. l. ois et régle111e11ts, 2c1o edición, Ellipses, 2007. Cf., asimis-
mo, Gilles Goube:iux )' Philippe Bihr, Les épre11ves écrites en droit civil. Co11Seils et modeles,
11,.. edición, LGDG, 2008: 278-284 )' David Bonnet, ob. cit., págs. 127-148.
Germán Sucar 365
3.2.1.1. De/i11icio11es
Los términos " ley" ("lois,..) y " reglamento" ("'rt!glement"), no tenfon, en su ori•
gen, el sentido preciso que se les acuerda hoy en día. En el lenguaje del siglo XIX
y de siglos anteriores, por "leyes" se entendía las disposiciones muy generales que
fijaban los grandes principios del derecho sin emrar en los detalles secundarios,
reservados a los reglamentos. En este sentido amplio, quedan comprendido en el
concepto de ley, las constituciones o actos emanados del poder constituyente, las
leyes propiamente dich:ts o actos em:tnados del poder legisl:ttivo, los reglamentos
o acros emanados del poder ejecutivo (cuyo objeto es reglamentar en deta lle cier•
ras leyes), las ordenanzas municipales o actos emanados de las autoridades locales
de cada ciudad, departamento o partido, los edictos policiales, la circulares, etc.
Este es el concepto de ley que la doctrina denomina material.
En actualidad, por el conrrario, las expresiones "leyes" y "' reglamento" han ad•
quirido un sentido más técnico. Se llama ley en sentido formal a roda disposición
sancionad:t por el Poder Legislativo de acuerdo con el mecanismo consrirucional.
En ral sentido, no solo son leyes las normas de carácter general, obligatorias para
todos los habitantes, sino también ciertos actos de autoridad, que carecen del
requisito de la generalidad y que a veces se traducen en un privilegio a favor de
determinada persona como, por ejemplo, una ley que ororga un:1 pensión o la que
otorga la concesión de un servicio público.
Así, por ejemplo, en Francia, las leyes son las disposiciones emanadas de la
actividad parlamentaria (arr. 34 de la Constitución francesa de 1958), mient ras
que los reglamentos son, por el contrario, disposiciones emanadas del Gobierno
(arr. 37 de la Consrirución Francesa de 1958). No obstante, el producto de la
actividad reglamentaria del gobierno es más comúnmente denominada decre-
tos (décrets). Una forma mixta son las ordenanzas (ordo,mances), disposiciones
adoptadas por el gobierno con autorización del Parlamento y en la medida de
esta autorización --dado que esta versa sobre materias q ue pertenecen norma l·
mente al Parlamento- y que deben ulteriormente ser objeto de ratificación por
parte del Parlamento (arr. 38 de la Constitución francesa de 1958). Cuando la
iniciativa legislativa emana del Gobierno se denomina proyecto de ley, y cuando
em:ina del Parlamento (diputados o senadores) se denomina /)ropo.sición de ley.
La elaboración de las leyes, al igual que de los reglamentos, se encuentra fijada
de manera muy deta llada en la Consrirución. Y es únicamente a las normas
366 Metodologb de la d isert:ici6n filosófica y jurídica
Cf. Ala in Séricux y Marc Bruschi, Le commentairc de lt•:ctes i11ridiq11es. Lois et r1~gfe111e11ts, 2""
edición, Ellipses, 200 7: 5-7.
Cf. Raymundo M. Salvat, Tratado ele ,ie,echo civil A,ge11ti110. Parte General, T 1, La Ley, 194 7:
8- 12; Guillermo A. Borda, Tratado de derecho civil. P.irte General, T 1, Abeledo Pcrrot, 1987:
Germán Sucar 367
56; y Humberro Quiroga Lavié y orros, Derecho Constit11cional Argentino, Rubinzal Culzoni,
2009,TII: 1170-1213.
Se trata del Código Nacional de Procedimientos Penales, publicado en el Diario Oficia l de la
Federación el 5 de marzo de 2014.
Cf. Felipe Tena Ramírez, Derecho Constit11áonal Mexicano, 37- edición, Porrúa, 2005.
368 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
3.2.1.2.1. El articulado
En genera l, bs leyes y regbmentos contienen d isposiciones individ uales agru-
padas bajo la forma de artículos. Algunas de ellas son usua les: las q ue fija n la
fecha de entrada en vigor de la ley o del reglamento, las que precisa n su campo
de aplicación rerrirorial. O tras, las más numerosas, se refieren a la subsrancia
misma de aquello sobre lo c ua l se ha querido normar, por caso, "el c uerpo hu-
mano", "la vid a privada". Los artículos de tales textos normativos p ued en estar
o rga nizados en títulos, capítulos, bajo c uyos intitulados, se regulan los diversos
aspectos de la materia objeto de tratamienro. En los sistemas cod ificados, las
leyes o reglamentos muchas veces vienen a mod ificar los cód igos en vigor, mo-
d ificando, agregando o suprimiendo alguno(s) de sus artículos. Existe, así, roda
una arquitectura legal o reglamentaria, a veces mu y compleja , q ue conviene no
perder de vista. Mutatis mutandi, a lgo similar puede ser afirmado en relación
con la constitución y a las reforma s constitucio nales. Lo que se quiere enforizar
es que los artículos de un cuerpo normativo (ley, reglamento, código, constitu-
ción) son parres de un todo q ue se llaman los unos a los otros y q ue no pueden
ser cabalmente comprendidos má s q ue a su luz recíproca. La relación puede ser
más compleja alm : cuando el poder legislativo diera una ley, esta es, a men udo,
algún tiempo más tarde, seguida de un decreto del poder ejecuti vo q ue viene a
reglamentarla. Esre decreto, con su propio articulado, viene a completar la ley,
razón por la cual él debe ser leído y comentado teniendo en cuenta las dispo·
siciones legislativas, aclarando la ley de una manera particular o incluso con-
tradiciéndola. Por ello, a ntes de conocer los detalles de cada d isposició n es de
funda mental importancia delimitar a decuadamente los artícu los fu ndamcnr.ales
o principales del texto normativo en c uestión.
La regla general es q ue cada artículo de una ley o decreto tiende a reso lver
una cuestió n jurídica precisa, distin ta a la tratada por los otros artículos que
lo siguen o lo p receden. Esro es, un artículo tiene por o bjetivo circunscribir un
cierro aspecto de la realidad en función de un c ierro universo de propiedades
a fi n de correlacionarlo con cierras consecuencias jurídicas. O dicho de o tro
modo más preciso: un artículo (en el ideal) conriene 1111a norma, va le decir,
un enunciado q ue correlaciona una circunstancia o conj unto de circunstancias
fácticas (;.e., un caso genérico) a una solución no rmativa (i.e., una acción cali-
Germán Sucar 369
obstanre, se debe tener cuidado de no for.tar jamás la letra del texto. En todos los
casos, ninguno de esos razonamientos inrerpretarivos debe conducir a soluciones
desrazonables.
Cuando el sentido de un artículo (o de un con junto de artículos) se ha vuelto
claro para el lector, este todavía tiene que saber apreciarlo, es decir, juzgar acerca
de su valor. Se trata de evaluar, en términos generales, la cuestión planteada y la
respuesta ofrecida po r la autoridad no rmativa: ¿dicha cuestión y respuestas son
las adecuadas?; ¿han permitido verdaderamente delimitar y resolver la dificultad
jurídica? La apreciación debe ser siempre objetiva, es decir, motivada y argumen-
tada. No obstante, la crítica debe ser siempre moderada; no se trata de efectuar
una "refutación" o "impugnación" directa.
Con rales consideraciones a la vista, podemos pasar a estudiar las particulari-
dades que ostenta la realizació n del ejercicio mismo del comentario de un texto
normativo.
3.2.2.2.1. La inrroducción
En términos generales, como se ha visto, la introducción riene por función pre•
sentar el tema del texto objeto del comentario. Pero tratándose del comentario de
disposiciones jurídicas, convienen tener presente:
- Especificar la disposición o disposiciones (arrículo(s)) que se van a comen-
tar.
- Cirnrla(s) íntegramenre y, en caso de que el texto sea muy exrenso, descri-
birlo sumariamente. Por ejemplo: .. Esta ley co11tie11e11 seis artículos; los tres
primeros i11troduce11 las piezas del meca11ismo; el c11arto emmcia las sa11cio-
11es; los dos últimos regula11 el domi11io de su a¡Jlicació11 e11 el es¡mcio y e11
el tiempo".
- Resriruirla(s) en su contexto legal (ley o código) o reglamentario: fecha,
lugar {bajo qué título, capítulo, o sección ere. se encuentra).
- Indicar qué cuestión jurídica han venido a resolver.
- Mosrrar la importancia de esta cuestión. No olvidar q ue es ella la que ha
justificado la intervención legislativa o reglamentaria.
- Enunciar brevemente las dificultades de una respuesta a dicha cuestión.
- Decir cómo los poderes públicos la han resuelto.
- Deducir de todo ello el flHkn de la presentación (anuncio del plan).
- Puede haber cierras dificultades en el texto a comem ar que den lugar al
anuncio de cierras opciones (ver apartado siguienre).
:o, Cf. principalmente Man: Bruschi (dir.), Le co mmenraire de conrrrirs, Ellipeses, 2001 .
378 Metodología de la d isertación filosófica y jurídica
SÍNTESIS RECAPITULATIVA
(Introducción)
O.LA.C.H.A.I.T.
Presentación (y no resumen).
Cinco preguntas fundamentales:
¿Quién?
¿Cuándo? [Elección del plan]
¿Dónde?
¿Cómo?
lf1<1.Y!1 Dos tipos dilerentes de planeS:
Anuncio del plan. /.e., de Las partes.
l. [Primera parte! - Titulo
Chapeau (presentación y 1ustif. de A y B) Plan Uneal: forma clásica; el comentario per·
Al [Primera subpart el - Titulo manece muy pr6Klmo al texto, a su propia es·
tructura.
Transición de AJ a 8)
Plan temático: se toma más distancia; es en
8) [Segunda subpartel - Titulo
el interior de los desarrollos que se hace refe·
Transición de 8) o 11 rencia al texto, tomando como base sus ideas
11. (Segunda parteJ- Título fundamentales.
Chapeau (presentación y 1ustif. de A y 8)
A) [Primera subpartel - Título
Transición de AJ o 8)
8) [Segunda subpartel - Titulo
-
Cierre
En principio:
382 Metodologb de la disert:ici6n filosófica y jurídica
o Cuando et texto es largo: leer enteramente et texto a fin de operar una selección entre
las informaciones que aporta
o Cuando el texto es breve: apreciar todo el contenido Que encierran los términos a fin de
desplegar sobre ellos un comentario.
o Cuando dos o más textos son sometidos al comentario: se incita a su comparación y
confrontación.
□ 1.2. La determinación del contexto:
o Preguntas para fi¡ar et contexto:
Con anterioridad al texto:
- Acerca de los orígenes y los fundamentos del texto.
- La l1nalidad.
Paralelamente al texto.
Con posterioridad al texto.
□ 1.3. La búsqueda del plan:
o Estructura en dos partes y dos subpartes.
• Tres partes es el máximo aceptable, y debe estar realmente justificado.
o El plan debe articularse alrededor de dos (o tres) ideas importantes del texto.
2. Composición:
□ 2.t Introducción:
o Consiste en una presentación (y no un resumen) de lo que va a ser estudiado.
O O.LA.C.H.A.LT.
o Cinco preguntas fundamentales:
¿Quién?
¿Cuándo?
¿Dónde?
¿Cómo?
~
- La respuesta a esta pregunta es esencial. De ella depende la calidad de todo e\
ejercicio.
□ 2.2. La elección del plan:
o Realizar un plan que ·pegue· con et texto.
o Elección de un plan lineal o de un plan temático.
□ 2.3. La redacción:
o Citar regularmente et texto.
o Los títulos deben retomar ciertas expresiones del tema y resumir la idea principal a de-
sarrollar.
• Deben ser: fa) convenientes y lb) elegantes.
o Invocar todos tos elementos important es del texto.
384 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
o Explicar y criticar el texto con rigor y prudencia, dando muestra de cierta fineza en el
análisis
o Evitar el estilo personal en favor de las fórmulas Impersonales y el estilo indirecto, las
formas Imprecisas, tos giros y expresiones familiares y las abreviaciones.
o No olvidar que, si bien el comentario requiere una visión crítica, el ejercicio no consiste
en una ·refutación".
• Estilo: concentración extrema: cada palabra cuenta (sin ser oscuro): emplear la pa·
labra Justa, evitando la tendencia a la profusión.
o No es necesario hacer una conctusióo-
oe hacerla, (1) formular una apreciación general sobre el texto, sobre las Intenciones
o sinceridad del autor: y (2) subrayar el Interés del texto respecto de la historia del
derecho o de las instituciones.
Germán Sucar 385
□ Redactar el trabajo en el presente y evitar caer en juicios excesivos, comparaciones con la época
actual clichés, lugares comunes, frases vacías y obviedades.
2. Textos normativos en general
□ También conocidos como textos legislativos en sentido amplio (leyes. articules, decretos. códi·
gos,etc.l.
O Términos como 1ey·, ·reglamento· o "decreto· no son univocas, por to que convienen precisar su
significado en el contexto al que pertenecen.
o Por ejemplo, no es lo mismo el significado de La palabra "ley" en el siglo XIX que en La actua-
lidad.
□ En general, las leyes y reglamentos contienen disposiciones individuales agrupadas bajo la for·
ma de artículos:
o Que conforman una arquitectura legal o reglamentaria, aveces muy compleja, que conviene
no perder de vista.
o La regla general es que cada artículo tiende a resolver una cuestión jurídica precisa.
o Por ello, antes de conocer los detalles de cada disposición es de fundamental Importancia
delimitar adecuadamente los articules fundamentales o principales del tekto normativo en
cuestión.
o Un artículo Udealmen1e) contiene una norma, que correlaciona una circunstancia o conjunto
de circunstancias fácticas a una solución normativa.
o En principio, un artículo puede ser considerado una unidad. Por ello, el análisis articulo por
artículo del contenido de una ley o reglamento asegura una subdivisión coherente del cuer·
po normativo sin dal"lar ta homogeneidad del conjunto.
□ El sentido general del artículo es lo que tos jurislas suelen llamar su espíritu.
o Este es el que ·manda" en orden al análisis.
□ Dicho espíritu se manifiesta a través de las palabras y oraciones utilizadas, que los juristas tia·
manta letra.
□ El trabajo preparatorio consta de tres etapas sucesivas:
o La restitución del artículo en su contexto para encontrar ta problemática:
• El contexto de un artículo es material, relativo a la redacción y funciona!.
o La división del articulo para encontrar el plan con sus títulos correspondientes:
Un buen plan se induce siempre de las articulaciones internas del artículo.
- Evitar dividir el comentario en demasiados párrafos; en caso de los que los párrafos
estén Imbricados disllnguir las diferentes normas expresados por ellos.
Los títulos del plan pueden ser concretos y sintéticos, abstractos y compactos o concre·
tos y compactos.
o la distribución de los conocimientos para preparar los desarrollos a insertar en el plan: es
fundamental beneficiarse de la memoria de los contenidos aprendidos en el curso.
□ El trabajo de composición se divide en dos partes: la introducción y el cuerpo del comentario.
o La Introducción de este tipo de comentario debe especificar la disposición o disposiciones
que se van a comentar, y citarla(s) íntegramente.
Germán Sucar 387
En caso de Que el texto sea muy extenso, conviene realizar una descripción sumaria.
Es importante restituirla(s) en su contexto legal o reglamentario.
Recordar el contenido si es breve o. en todo caso, su sul>stancia suficientemente dela·
llada si es demasiado extenso.
Indicar Qué cuestión Jurídica ha(n) venido a resolver.
Mostrar la importancia de esa cuestión.
Enunciar brevemente las dificultades de una respuesta a dicha cuestión.
Decir cómo los poderes públicos la(s) han resuelto.
Deducir de todo ello el orden de la presentación (anuncio del plan).
o Para el cuerpo del comentarlo se recomienda citar el articulo en cada uno de los puntos en
Que se lo va a comentar.
Entre los conocimientos explotables, se encuentran:
La jurisprudencia (mención obligatoria).
Las discusiones doctrinales sobre el artículo.
La evolución histórica del articulo.
AQuellas informaciones Que permitan Situar el texto en un contexto más amplio.
O 0illcuttades particulares:
o Una dificultad Que puede presentarse cuando el texto a comentar contiene un principio;
como este conlleva habitualmente excepciones a su aplicación:
- Es conveniente tomar en consideración solo tas reglas complementarias y práctlcamen·
te Inseparables del principio, y poner el acento en el principio mismo.
o Otra dificultad es el reenvío a otras disposiciones:
- Evitar las discusiones relativas al texto complementario Que no sean útiles para el estu·
dio del texto a comentar.
o CualQuiera de estas opciones debe anunciarse en la Introducción.
3. Los contratos
O Trabajo preparatorio
o Requiere. en primer lugar, delimitar ta esfera contractual dado Que esta no se limita solo al
contrato:
• La "periferia contractual" va a completar. precisar o contradecir el acuerdo firmado por
las partes.
o En segundo lugar, hay Que saber apreciar ta forma del contrato:
Puede ser muy extenso o muy breve y general
• Prestar especial atención a su soporte material al idioma en Que está escrito y si es
legible.
O En tercer lugar, hay Que saber leer un contrato:
Saber definirlo. interpretarlo, relativizarlo. encontrar su plan y localizar ciertos aspectos
relevantes (remisiones. anexos. cláusulas especialmente sensibles a ta evolución del
derecho positivo, etc.l.
388 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
O Composición:
o La introducción debe contener cuatro elementos fundamentales que deben seMlarse hJego
de haber entrado en materia, subrayando un hecho económico o social, Importantey actual
El contrato debe ser presentado desde una clasificación general sobre la base de un
criterio sociológico o económico y jurídico Odentificando tas partes. lugar y fecha de la
celebración, etc.)
Es deseable explicitar. a partir de esa entrada en materia, el objeto en sentido amplio del
contrato.
La problemática es la parte más dilfcll de la introducción: es variable y puede tener que
ver con ta calificación del contrato, con su validez en virtud de la presencia de vicios de
forma o fondo, ta existencia de cláusulas abusivas u otras circunstancias invalidantes.
- Otras problemáticas se pueden vincular con las dificultades de e¡ecuclón o de planl·
licación de un litigio.
Una justificación breve del anuncio del plan cierra ta Introducción.
O El uso de un plan clásico en dos partes y dos subpartes no es obligatorio, pero sf fuertemente
recomendable, ya Que se corre el riesgo de multiplicar indebidamente los problemas jurídicos
fundamentales.
O Las partes principales deben contener un titulo breve. claro concreto y coherente respecto del
plan general.
O La conclusión no es obligatoria, pero de hacerse. no debe consistir en una recapitulación, sino en
una suerte de apertura a la reflexión o la imaginación.
Secáó,z 2
Ejemplos y ejercicios
Comenzamos esta sección práctica, como con las demás, con un cuestionario
relativo a la exposición "teórica " del comenrario de rexto (A) a fin de asegurar
su comprensión. Seguidamente, con el propósito de poder apreciar su variedad,
se incluyen algunos ejemplos de planes de comentario de texto adicionales a los
que se han presentado en la sección teórica, a los que se agregan, al final, algunas
preguntas a modo de ejercicio (B). Luego, dos ejemplos de comentario de texto,
uno de tipo normativo (C) y otro de cone histórico (E), antecedidos por breves
observaciones metodológicas, y seguidos de sus respectivos cuestionarios (D y F),
vienen a completar esta sección que culmina con un ejercicio de comentario de
texto guiado por preguntas (G). Más allá este material, se sugiere continuar la
pdctica apoyándose en las siguientes obras:
Para el comentario de textos constitucionales puede consultarse: Marie-Anne
Cohendet, o b. cit., 2009; Túrk-Thumerel-Toulemonde, ob. cit., y Jean-Cla ude
Masclet y Jean-Paul Va lene, Mélhodo/ogie du droil co11stil11tiom1el, Ellipses, 2008,
Para el comentario de leyes y decretos o reglamentos, véase especialmente Sé-
rieux-Bruschi, ob. cit. Para comentario de artículos del Código civil: Jean Paul
Branlard, Méthodes de trava;/ pour l'iutroductfo1t au droit et le droit civil, Guali-
no éditeur, 1998, y Thierry Garé (dir.), ob. cit. Sobre el Código de comercio, Ber-
nard Saintourens (dir.), A1t1tales 2003. Droit des affaires. Droit commercial, Da-
lloz, 2003. Sobre el Código penal, Marie Elisabeth Cartier y Génevihe Confino,
Exercices. Droil Pé11al, 6.. edición, Monrchrestien, 2001 y Eric Mathias y Marie-
Christine Sordino, Anuales corrigés. Droil pé1tal et procédure pé1tale. E:rnmens
2006, Gaulino édireur, 2005. El estudio de las circulares es fundamemalmenre
objeto de estudio del derecho administrativo. Para consultar algunos ejemplos
de comentarios de circulares remitimos a Patrick Janin, Méthodologie d11 droit
administratif, Ellipses, 2007. Para el comentario de contratos remitimos a Marc
Bruschi (dir.), Le commenlaire de coutrals, Ellipescs, 2001.
Para el comentario de rex:ros históricos, véase Brigirre Basdevant-Gaudemer y
Valérie Goutal-Arnal, ob. cit.; y la primera parre de Contini-Géniner-Mouré, ob.
cit., destinada a la historia del derecho y de las instituciones. En ambas obra po-
drri consultarse diferentes ejemplos de comentarios de variados textos históricos.
392 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
°'
1
Ejemplo propucsm por Mcric-Anne Cohendet, ob. cir. págs. 162- 163.
394 Metodologb de la disert:ici6n filosófica y jurídica
l. La definición de "constitución"
A) La dimensión descriptiva de la noción de constitución
Idea del siglo XVIII según la cual es la sociedad la que es constituida - no so-
lamente el Esrado. Metáfora orgánica: ejemplo de la "Constitución de Inglaterra"
descripta por Monresquieu: no es escrita , pero se la puede describir. Es, por lo
ramo, un estado de cosas, no un conjunto ele normas en la época : desarrollo sobre
las evolucio nes.
Pero hay una d imensió n normativa en esra idea ele consrirución: esra es lo
contrario del clesporismo, que es el cúmulo ele poderes. Rechazo de la idea de que
la monarq uía absoluta re nga una constitución. Así, una consrirnción es un cierto
reparto ele poderes, porq ue esros no pueden estar re unidos - una sepa ración ele
poderes. De ahí b idea de q ue sin separació n d e poderes, no hay constitución.
Pero el texto agrega la g::irantía de derechos -y esto hace ::iparecer los fines de la
consrirución.
B) La garantía de derechos
Idea de la preservación de la libertad política, pero también de la preservación
de derechos por ese sabio agenciamienro consrirucional: se piensa que la legisla-
ción será moderada gracias a esro. Pero hoy ya no se cree en esro, se confía esre
rol a un juez-que funciona como garnnría excerna.
~ ¿Se erara de un plan lineal o remático? ¿Es problemático o descripti-
vo? ¿Las críticas están disrribuidas en ambas parres y subparres y relegadas solo
en algunas de estas? Justifique la respuesta.
396 M etodología de la disertación filosófica y juríd ica
JI. El poder ejecutivo '1 110 podría entrar en el debate de los asuntos"
Título origin:11: MCommenu.irc de l'aniclc 9 du Codc Civil" . Texto extraído de Abin Séricux
y Marc Bruschi, Le commentaire de textes ¡'11ridiq11es. Loi5 et réglements, 2Jo edición, Ell ipscs,
2007, págs. 28-36. Traducción: Mónica Sih•ia Nas i. Rek-ctura: Dr. Germán Sucar. Los números
1 y II entre corchetes, a l final de b introducción del ejemplo propuesto, han sido agregados por
Germán Sucar 399
al goce de los derechos civiles, que a su vez inaugura el libro primero del Código
relativo a las personas, este artículo presenta desde el comienzo una nueva dimen-
sión de la persona, desconocida por los redactores del código, la de su personalidad.
Po r cierro, la jurisprudencia protegía ya desde el siglo X IX lo individual que hace
a nuestra originalidad en relación con el orro, a través de la protección conrra la
urilización abusiva del nombre. En cuanto al derecho penal, este no ignoraba la
sensibilidad de las personas protegiéndolas conrra las injurias o las difamaciones, y
la ley del 1·1 de man.o de 1957 protegía ya el derecho moral del autor de una obra
literaria o artística. Pero el nuevo impacto de la ley de ·1 970 consiste en afirmar
simbólicamente, al comienzo del Código civil, el reconocimiento de un "derecho"
de la personalidad, mientras que la jurisprudencia anterior aplicaba las reglas clási-
cas de la responsabilidad civil por el hecho personal que supone reunidos culpa, un
perjuicio y un lazo de causalidad entre los dos precedenres elementos. Sin embargo,
la reforma no tenía como único objetivo el de consagrar una jurisprudencia anre-
rior: por su formulación individualista, buscaba también facilitar la protección de
la tranquilidad de las personas contra los ataques que yn hacía temer unn sociednd
hiper-mediatizada. El texto establece un derecho subjetivo, es decir, un título del
cual el individuo es poseedor sin referencia a una medida objetiva. Hay un silencio
voluntario sobre los deberes correlativos o la idea de culpa en referencia a la ineje-
Cl1ción de dichos deberes. Este derecho está vinculado con la existencia mismn de la
persona: se trata de un derecho "innato e inalienable" . Tomando como modelo el
"right o(privacy" consngrado en los Estados Unidos por la Corte Suprema en 1965,
la protección de las personas comra las intromisiones )' las divulgaciones injustas
de su vida privada era igualmente una de las libertades fundamentales que el orden
jurídico constitucional e internacional de post-guerra pretendía promover. Así, el
art. 8 de la Convención Europea de Salvaguarda de los Derechos Huma nos y de las
Libertades Fundamentales dispone que "toda persona tiene derecho a l respeto de
su vida privada y familiar, de su domicilio y de su correspondencia.,. A partir de la
década de 1970, el ámbito del derecho al respeco de la vida privada conoció nuevas
conquistas pues se impuso poco a poco no solo entre particulares sino también en
los poderes públicos. Forma parte de las libertades individuales, constitucionalmen-
te reconocidas y protegidas, desde una decisión del Co11seil oomtitutiom,el relativa
a la video-vigilancia de 1995. Gracias a la constirucionaliz.ación y la internacionali-
zación de su ámbito, el derecho al respeto de la vida privada transforma a veces la
jurisprudencia interna. Así, la Asamblea plenaria de la Cour de cassatio11 admitió,
en ruptura con la jurisprudencia de 1992, el cambio de sexo anre el registro civil a
los transexuales, o bedeciendo a la opinión de la Corte Europea de Derechos Humn-
nos. Podemos entender entonces por qué el art. 9 del C. civ. favorecería luego una
interpretación q ue confería un gran espacio de a utonomía moral a otros ámbitos
del estado de las personas, como el apellido y el nombre, o a otros relativos a las
costumbres como el matrimonio entre homosexuales, por ejemplo. Sin embargo,
junto a la declaración solemne del derecho al respeto de la vida privada, el legisla-
400 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
dor deseaba ofrecer a los justiciables un marco judicial interno de protección: temía
especialmente que hubiera jueces que dudaran en tomar medidas preventivas. En
vistas a dar implicaciones prácticas a esras afirmaciones de principio, la ley fra ncesa
trató pues de reparar y prevenir eficazmente los ataques a la vid a privada. M ediante
dos párrafos complementarios el arr. 9 p lante:1 primeramente, de manera concisa y
abstracta, la existencia de un derecho subjetivo a la protección de la vida privnda
desvinculado de roda referencia a los conceptos clásicos de la responsabilidad civil.
Luego, en un segundo párrafo extenso y dcrallado, el arr. 9 presenta los difcrcnrcs
medios de preveni r y reparar los ataques a la intimidad ele la vida privada gracias a
medidas judiciales concretas. Sumando esta presentación del texto, cuya estruct ura
servirá por otra parre de modelo a otros derechos de la personalid ad, tal como el
derecho al respeto de la presunción d e inocencia del :m. 9.1 del C. civ. y sobre todo
el derecho al respeto de su cuerpo (arr. 16- 1 del C. civ.), examinaremos ante todo
el ámbito del derecho al respeto de la vida privada 111, antes de abordar el régimen
que está o rientado a protegerlo [H ].
A. "Cada uno"
El apartado I prcsenra una connotación individualista por el empico de la
expresión "cada uno", pero tam bién del verbo "tener" y del adjetivo posesivo
"su ". Dice que todo el mundo tiene una vida privada pero que nadie tiene la
misma vida privada pues esta existe en función de su propia persona lidad, que es
la mam1 de su diferencia respecro del orro. Pero rodas las personas pueden gozar
de la protección del nrr. 9. Tnnto una persona común como un detenido o un ex-
tranjero sometido a una medida de expulsión del territorio, o incluso una persona
moral, pueden pretender a la protección de su vida privada. Pero son sobre rodo
las personas célebres como las estrellas del cine, de la televisión, de la literatura
y del espectáculo en general las q ue invocan ante la justicia un derecho a su vida
privada, pues tienen una vida pública susceptible de interesar a los medios.
11. Bibliografía
Arnaud A.-J., Les origines doctri11ales d11 Code Civil, París, LG DJ, 1969.
Basdcvanr-Ga udcmcr B. Y Gaudcmcnr J., lntrod11cti o11 lústoriq11e a11 droit, X fl/•-XX• sii!des,
Pa rís, LGDJ , 2000.
Título original: ~Po rtalis-Discours préliminaire d u Code Civil" Texto extraído de Brigitte
Basdevant-Ga udcmct y Valérie Go uta l-Amal, Histoire d11 droit et de5 instillltiom. Corrigés
d'examens, 2.i. edición, LGDJ, 2000, págs. 201-20 8. Traducción: Món ica Silvia Nasi. Rclectu-
ra: Dr. Germ:ín Suca r.
P. A. r enct, Recueif com{)let des trava11x priparatoires d11 Code civil, 1827, T. l., págs. 466 y sig.
Germán Sucar 407
Halpérin J.-L., Histoired11 droit privé {ra11rais dep11is 1804, París, rui.: coll. droir fondamcnral,
1996.
l lalpérin J.-L., L'impossible Code ávil, París, col\. l listoires, 1992.
Como siempre cua ndo se estudia un extracto, hay que remitirse al conjunto del
documento del que está extraído el pasaje. Debe leerse el .. Discurso preliminar",
en Fener P.-A., Rec11eil com¡,lel des lrauaux ¡,ré¡,araloires dtt Code civil, T. l.
3. Cesuras:
Al fin de cada párrafo; esto es tanto más justificado cuanro que hay punros
suspensivos que indican que se han reunido varios extractos:
Nos hemos igualmente preservado de la peligrosa ambición de querer regularlo y
preverlo lodo... Por completo que pueda parecer un código, no bien queda concluido,
mil cues1ioncs en él no previs1as asaltan al magistra<b. Pues las leyes, una vez redacta-
das, permanecen lal como han sido escritas; los hombres, al contrario, no rep:,san jamás;
viven en constante actividad y ese movimiento, que nunca se de(iene y cuyos efectos
son diversamente modificados por las circunstancias, a cada instante procluce alguna
combinación nueva, algún hecho, algún resultado nuno (...)
408 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
Multitud de cosas, por consiguiente, han de quedar libradas al imperio del uso, a la
discusión de los hombres instruidos, al arbitrio de los jueces. La misión de la ley es fijar
a grandes rasgos l.is máximas generales del derecho; establecer los principios fecundos
en consecue ncias y no descende r al detalle de las cuestio nes que pueden surgir en cada
materia. Es al magistrado, al jurisconsulto, compenetrados con el espíritu general de las
le yes, a qu ienes corresponde dirigir su aplicación (. .. 1
Oc ahí que en todas las naciones civilizadas se vea formarse siempre, junto al s.1n~
tua rio de l¡¡s leyes y bajo la vigilancia del legislador, un dcpósilo de má xim,1s, de deci-
siones, de doctrinas que diariame nte se depura por la práctica y el c h<x¡uc de los debates
judicialcs... l-larta for1una es c¡uc la jurisprudcricia forme una cie ncia que pueda fijar el
ta le nto, halagar el amor propio e incitar a la t"'mulación [. .. ]
Hay una cie nc ia para el legislador, como hay otra para los magistrados, y una no se
parece a la otr,1. La sabiduría del legislador consiste e n c ncontr,1r, e n cada malcría, los
principios más favorables al bien común; la de l magistrado <.'S poner estos principios e n
acció n, ramificados, e xtende rlos mediante una aplicación sabia y r.11.0nada, a las hipó-
tesis partic ulares; estudiar el espíritu ele la ley, c uando la l('lra mata.
4. Plan:
El plan no puede seguir estricrnmenre el o rden del texro, pues Porra lis repite
varias veces las mismas ideas. Es necesario pues extraer dos (o tres) ideas o con-
ceptos jurídicos esenciales. El último párrafo provee la solución: una ciencia para
el legislador, una ciencia pa ra el magistrado.
S. Dificultades específicas:
El rexto es apa re nremenre " fácil" . Es perfecramenre claro, esrá muy bien re-
dactado . Sin embargo, hay que comentarlo y no limita rse a una pnrá frasis que
consistiría en repetir, de manera menos elega nte, lo q ue Portalis ha d icho con
fuerza y brío.
tantos imperativos en favor de una codificación. En el curso de los diez años revo•
lucionarios, en octubre de 179 1, fue promulgado un Código penal. Se elaboraron
varios proyectos de Código civil; tres de los más imporranres fueron de la auroría
de CambacérCs, entre agosto de 1793 y noviembre de 1795. Diversas oposiciones
y la constante inestabilidad política y milirar no permitieron que se completaran;
al comienzo del Consulado, un proyecto de Jacqueminot siguió el mismo camino.
Napoleón quería esta obra, para consolidar su autoridad y celebrar su gloria. En·
tre los cuatro redactores, Porralis desempeñó el rol preponderante junto a Tro n•
chet, quien presidía la comisión.
Jean·~tienne Marie Portalis ( 1745· 1807) había comenzado su carrera corno
abogado en el Parlamento de Aix·en·Provence. Bajo el Directorio, había dado
a conocer su hostilidad ante una codificación que consideraba peligrosa, lo cual
no impidió que Napoleón le confiara esta misión. Aquél al que se califica corno
el " filósofo" de la comisión propuso un primer proyecto de código, en donde
enunciaba principios generales y una teoría del derecho. El texto se enfrentó con
la oposición del legislador, el T,;buuat y el Corps législaúf; al rechazar esta obra
doctrinal y teórica, las asambleas reclamaban un código que reuniera disposicio•
nes simples, claras, de aplicación automática, sin exposiciones generales conside•
radas inútiles y fuentes de debates eventualmente polémicos. Portalis debió tener
en cuenra estas opiniones; el código definitiv:11nente adoptado es una transacción
entre dos corrientes divergentes. Pero el "Padre del Código civil" no abandonó
todo de sus concepciones personales. Su teoría del derecho, de la ley o de un
código, se encuenrra en el célebre "' Discurso preliminar", del cual esrudiamos un
exrracro. Además, estas doctrinas influyeron considerablemente en el contenido
mismo del Código, en la redacción de cada una de las 36 leyes que lo componen.
Según Porralis, un código no podría contener todo el derecho, ni regi rlo todo,
para un futuro cercano o lejano. Las modalidades de la puesta en aplicación de la
regla de derecho no corresponden al legislador. Es lo que indica Portalis en este
pasaje, que concilia la grandeza de la ley con la misión del juez. El legislador y el
magistrado ejercen cada uno una ciencia distinta, ambas necesarias para el buen
orden jurídico. Es importante abordarlas sucesivamente.
A. La grandeza de la ley
Principal inspirador del Código c ivil, Porra lis presenta el resultado de su traba-
jo con un:1 legítima ad miración. La ley fija las .. m::lximas generales del derechon.
Mediante esta afirmació n expresa su propia concepción de las leyes, principios
recrores hechos de concepros jurídicos más que de disposicio nes rcglamenrnrias
detalladas. Si bien había fracasado en su te ntativa de imponer un Código que
fue ra ante todo u n compendio de principios generales, no había renunciado a
inscribir tales máximas. Estos principios deben ser "fecundos en consecuencias" .
Consensualismo, buena fe, responsabilidad son, entre muchas otras, nociones ju-
rídicas precisas cuyas aplicaciones podr:ín multiplicarse. Por cierro, Porralis no
había previsto las soluciones a aporrar en ca so de litigio reícrido a un accidente
automo vilístico. No obsranre, los jurisras franceses consrruirán, sobre la base de
los artículos 1382 y siguicm es d el Código Napoleón, un derecho de la responsa-
bilidad por accidente, que elaborar:ín progresiva mente y se aplicará hasta que la
ley de 1985 reglamente el régimen de la respo nsabilidad por riesgo,
El legislador debe "enconrrar, en cada mareria, los princ ipios m:is favo rables
al bien común " . Solo podemos aquí señalar la asombrosa constanrc en la misión
que los juristas asignan al legislado r. En el siglo XIII, Beaumanoir a utorizaba a l
príncipe a apropiarse de ciertos establecimientos "para el provecho común'' . Y
Celso, en Roma) ya en el siglo 11, definía el derecho como "el arte de lo justo y de
lo bueno''. Con el correr de los sig los, la doc trina no cambió, a un si los criterios
de evaluación de ese bien común fueron a veces un rema de discusió n.
Las leyes son guardadas en un santuario, bajo la vigilancia del legislador. Los
Constituyentes o los Convencionales no se habrían expresado d e un modo dis-
tinto. Porralis sigue siendo tributario de esta admiración por la ley, que los revo-
lucionarios habían ensalzado. Al hablar de santuario, Porralis ilustra ese aspecto
de compromiso del que está impregnado tod o el Código. Ciertamente, el derecho
inrermedio21º se separó d e la Iglesia, laicizándose, o simplemente secularizándo-
se. No obstante, cuando los revolucionarios o los redactores del Código quieren
insistir en la importancia, la grandeza o la au toridad de una institución, recurren
Nota del traductor; "derecho intermedio" designa el de recho en \'Ígor en Frnncia enm.· 1789 y
1804, es decir, d ura nte la revolución francesa y el Consulado. La pala bra ~intermedio" ha sido
elegida p:tra e\'OC:tr la idea de un período de transición emre el Antiguo Derecho y el sistema
bas,1do sobre el Código Civil de 1804.
Germán Sucar 411
a una termino logía religiosa. El matrimonio es "el más santo de los contratos";
es un "contrato sagrado". Asimismo, el legislador vigila el santuario de las leyes.
Pero aun siendo dignificada así, la ley no puede preverlo todo.
A. Magistrado y jurisconsulto
Hablando de los magistrados, Portalis a borda primeramente el trabajo de los
jueces en los diversos tribunales, pero agrega a los jurisconsultos.
El juez aplica los principios generales fijados por el legislador. La jurispruden-
cia en el sentido actual del término, es decir, el conjunto de las decisiones de los
tribunales, forma una ciencia y constituye una fuente de derecho. El Discurso
4 12 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
Nota del t raduclOr: D urante la Revolución, el recurso legislativo l référé légis/atifl era un pro-
cedimientO por el cual el juez, suspendiendo e l proceso, pedía a l legislador que estableciera una
correcta imerpretaci6n de la ley y que anulara los fallos contra rios a la ley. cf. Comtit11tio11 ,le
1791, titre TJJ, c/J. V, art. 21.
Germán Sucar 413
G. Ejercicio'
Después de ha ber redactado una introducció n de una página y media como
máximo, responda a las cuatro preguntas planteadas respecto de los textos repro-
d ucidos. Se aclara que se podrán poner los títulos que se crean convenientes para
b s respuestas q ue den a tales pregunt:1s, y q ue no h:1br:í q ue hacer concl usió n.
Constitución de la República Francesa del 4 de octubre de 1958 (extracto).
Texto act11alizado después de la reforma constit11cional del 17 de marzo de 2003
y de la ley constit11cio11al del 23 de julio de 2008.
Preámbulo
El pueblo francés proclama solemnemente su adhesión a los derechos humanos y a
los principios de la sobcranfo nacional tal y como fueron definidos J)()( la Declaración de
1789, confirmada y completada po r el Preámbulo de la Cons1i1ución de 1946, así como
a los derechos y deberes definidos en la Carla del Medio Ambien1e de 2004.
En virlud ele eslos principios y del ele ta libre determinación ele los pueblos, la Repú-
blica ofrece a los Territorios ele Ultramar que manifics1en la voluntad de adherirse a ella
nuevas instituciones fundidas en el ideal común ele libertad, igualdad y fraternidad y
concebid.is para favorecer su evolución democrálica
Artículo primero
Francia es una República indivisible, laic,1, dcmocrátic.i y social que garantiza la
igualdad an1e la ley ele todos los ciudadanos sin distinción de origen, raza o religión y
que respeta todas las crccndas. Su organización es dcscentr,1lizacla.
Artículo primero
Sección 1.
Todos los poderes legislativos 01orgados por esta Constitución resid irán en un Con-
greso de los Estados Unidos c¡ue se compondrá de un Senado y de una Cámar,1 de Re-
presentantes.
~
l. ¿ Estos dos textos constitucionales responden a fundamentos y fuentes de
inspiración similares?
11. ¿Cuál es el valor jurídico del Preámbulo de la Constirución fra ncesa?
111. ¿Al leer el artículo primero de la Constitución del 4 de octubre de 1958,
cuál es la forma de Estado en Francia?
IV. Refiriéndose principalmente al artículo primero, sección 1, de la Consti-
rnción de los Estados Unidos de América, caracterice el tipo de tipo de régimen
político en vigor en ese país.
Por nuestra parre, sugerimos las siguientes lecturas para el amerior co mentario
de texto: Constitució n Francesa de 1958; Constitución de los Esrndos Unidos de
América; en general, sobre la forma de Estado en Francia, régimen presidencial y
preámbulo: véase, por ejemplo, Francis Hamon y Michel Troper, Droit co11stit11-
tiou11el, LGDJ, 201 6 ó 201 8, y Philippe Ardam y Bertrand Mathieu, l11stilutio11s
po/itiques et droit conslitutiomtel, LCDJ, 2014.
Capítulo 111
El comentario de fallo
Secáó,z 1
Aproximación teórica
Al comentario de fa llo se aplican las mismas reglas generales que al comentario
de texto o documento, pero adaptándolas a nuestro tema. Los obstáculos a salvar
son también los mismos: evitar fa paráfrasis y 110 tomar el fallo como ,m pretexto
para disertar. Su objeto fundamentalmente es idéntico: explicar el contenido, el
interés y el aporte de un texto, de manera rigurosa y arrojando una mirada crítica.
En tamo que especie de rexto jurídico, al igua l que en el comentario de texto o
documento jurídico, se rrata aquí de come11tar el fallo, todo el fallo y nada más
que el fallo. Y al igual que en este, su realización supone un universo bibliográfico,
aunque relativo, principalmente, a la jurisprudencia y doctrina relevantes.
No obstante, es un ejercicio que ofrece dificultades particulares. Antes de ex•
plicar cómo ha de elaborarse este ejercicio (3) es menester no solo tener presente,
con más detalle, cuáles son su objeto y finalidades (2) sino también considerar
algunas características de este tipo peculiar de documentos ( 1).
C f., para este apartado, especialmenre, de Alain Sirieux, Marc Bruschi y Philippr Bonfils, L e
commentaire de te.--ctes iuridiq11es. Arrits et i11gements, 3" edición. Ellipses, 20 11: 7-24.
424 Metodología de la disertación filosófica y juríd ica
1.2. La j11rispr11deucia
La palabra " jurisprudencia'' debe, sin duda, ser vinculada con la noción de
jurisdicción. Ella posee, no obsranre, diversos significados. En primer lugar, se
refiere a una virlud iutelectual: la prudencia o aptitud para bien d iscernir, razo-
nadamente, lo que es justo o no en un caso particular. Pero por "jurisprudencia "
se entiende, también, e/ saber propio de los juristas (i.e., la dogmática o doctri na).
Con ella significamos, además, las seuteucias anteriormente dictadas, ostenten o
no carácter vinculante, en senrido moral o jurídico. Cuando ostentan este lílrimo
carácter se las llama precedentes, como se explica i11(ra.
Como ilustración de "obligación mo ral" de seguir los precedentes pueden ci-
ta rse los fa llos emanados de la Corte Suprema de Justicia de la Nación argent ina.
Si bien no hny u na norma jurídica q ue exija a los jueces inferiores ajustarse a tales
precedentes, estos no están exen tos de cierra " autoridad moral., dada la alta je rar•
q uía del rribunal del que provienen, de modo que el simple buen juicio sugiere re-
ferirse a ellos a un si no es más q ue para decidir de modo diferente a través de una
morivació n razonada, o de conformarse a ellos dejando a salvo la opinió n propin.
Estas dos últimas alternativas no constituyen, sin embargo, un recurso habitual
ni demasiado recomendable, pues va de suyo que tarde o temprano la sentencia
disidente del juez inferior puede ser revocada por la Corte Suprema de J usticia,
ocasioná ndose de ese modo un innecesario desgasre jurisdiccional.
Ejemplos de "obligación jurídica" son,en Francia, los pronunciamientos de las
corres reguladoras cuyo objeto es dar una suerte de interpretació n oficial y única
del derecho en vigor: tnl es el caso de la Cour de cassatio11 en el orden judicial y
del Conseil coustitutio,mel en relación con la declaración de constitucionalidad
Germán Sucar 425
de las leyes. En Argentina pueden mencionarse los fa llos plenarios de las cámaras
de apelaciones en relación con los jueces de primera instancia q ue pertenecen a
la misma jurisdicción, y los fallos plenarios de la Cámara Nacional de Casación
Penal. En el orden internacional cabe citar la Corte Europea de Derechos Huma-
nos, la Corre de Justicia de la Unión Europea y la Corre lnreramericana de Dere-
chos Humanos. Todas estas interpreraciones .. autorizadas" pesan, evidenrememc,
de manera distinta. En algunos casos, existe obligación jurídica para los jueces
inferiores de aplicar el criterio establecido (por ejemplo, los jueces inferiores, en
relación con los decidido por el Co11seil co11stit11tio1111el respecto a la constitu-
cionalidad de una ley o los fa llos plenarios en Argentina); en otros, como ocurre
con las sentencias de la Corre Europea de Derechos Humanos o de la Corre ln-
ceramericana de Justicia, puede tr:n arse de una sanción econó mica a los Estados
miembros por no ajustar la legislación interna o las senrencias a los criterios por
ella establecidos.
Por lo expuesro, en un intento de simplificación, se suele denominar "jurispru-
dencia" al coni1mto ,le precedentes que se imponen porque ban sido adoptados
por tribunales o cortes reguladores y que se vuelven, en consecuencia, por lo me-
nos durante un tiempo (hasta que el criterio sea modificado por estos propios tri-
bunales o corres, o por una instancia aún superior), no reformables o diíícilmeme
reformables. Desde esta perspectiva, quedan excluidas de la expresión "'jurispru-
dencia" las decisiones que emanan de jueces privados (árbitros) así como las que
provienen de jueces pl1blicos de rangos inferiores.
De esca manera, los tribunales de instancias inferiores concernidos se pregun-
tar.in, al tener que resolver un caso, si no existen sobre la cuestión a resolver,
precedentes anteriores. Aun cuando la referencia a tales precedentes no sea ni
jurídica ni moralmenre vinculante, pueden preguntarse en qué medida los casos
anreriormcnte resueltos ofrecen similitudes suficienres con el suyo para justificar
un tratamiento equivalente, si no quieren fiarse enteramente en su propio criterio
profesional. Por otra parre, algunos ordenamientos jurídicos im ponen 13 regla del
precede11te: los jueces inferiores deben conformar sus sentencias a los principios
establecidos por otras jurisdicciones de rango más levado. Ello es típico en los sis-
temas jurídicos de la tradición del Commo11 Law; pero como se ha visco, no deja
de existir tampoco, aun si en menor grado, en los sistemas de la tradición roma-
nístic3. Asimismo, en este último tipo de sistemas, los tribunales deben aplicar las
leyes y decrems cuyo sentido y alcance ha de ser establecido; lo cual quiere decir,
entre otras cosas, que deben de1erminar las "intenciones" de la autoridad que las
ha dictado, sus principios subyacentes y, más precisamente, si el caso q ue tienen
que juzgar se encuentra o no contemplado en las previsiones de la a utoridad nor-
mativa. Si la respuesta es negativa, el juez tendrñ que innovar estableciendo los
criterios específicos aplicables a la situación bajo juzgamienro, los cuales, a su vez,
podrñn ser susceptibles de sentar jurisprudencia. Que ello sea así o no dependerá
426 Metodologb de la disert:ici6n filosófica y jurídica
importante que aquellas dictadas por jueces de grado inferior. Cuando tales altas
jurisdicciones intervienen, por lo demás, es porque la cuestión tratada ha sido el
objeto de una controversia seria. Ellas marcan, asimismo, una fecha importanre
en la a plicación o en la creación del derecho por parte de los jueces. Su fecha, por
lo tanto, reviste interés.
Otro modo de clasificar las sentencias tiene que ver con sus efectos o alean•
ces. Así, suele distinguirse entre los folios de principio, los fallos casuísticos, los
fallos ordinarios, divergemes, etc. Más adelante nos demoraremos sobre este as•
pecto. Po r ahora, cabe retener que hay fa llos que por su trascendencia, novedad
o disidencia ..hacen época" y que ellos son particularmente significativos para el
comentarista.
A esras fechas .. históricas" se agregan otras ..sociológicas". En efecto, cierro
tipo de litigios resueltos por los jueces están condicionados en el espacio y en el
tiempo. Ellos están originados, en cierta manera, por la existencia de crisis socia•
les, ya sean "morales" o .. económicas". Es probable que tales crisis existan desde
hace mucho tiempo atrás; sin embargo, el hecho de ser .. judicializadas" muestra
que ellas han alcanzado un cierto umbral de densidad. Así, los jueces suelen ac•
ruar "cuando ya es tarde". Inversamente, no obstante, ciertas sentencias poseen
un carácter profético: raras en su tiempo o rá pidamente olvidadas, son revalori-
zadas más adelante. Tales circunstancias no pueden escapar tampoco al interés
del comentarista.
Es de hacer nora r, por otra parte, que a las senrencias de los jueces se les atri-
buye hoy en día una gran importancia para el conocimiento del derecho. Desde
la segunda mirad del siglo XIX, la preponderancia acordada al derecho positivo
como derecho impuesto, aprovecha no solamente a las leyes y decretos sino ta m-
bién a las decisiones de justicia; hasta tal punto que muchas veces los juristas
acuerdan a los precedentes jurisprudenciales (de hecho, sino de derecho) .. fuerza
de ley" (sobre rodo a aquellos que poseen carácter regulador) y enrienden que,
a este título, merecen ser escrutados con la misma reverencia, sino roda vía más,
q ue el producto de la actividad legislativa. Desde entonces, ha ido en aumento el
reconocimiento de la autoritas de los jueces, es decir, de su capacidad para hacer,
a través de sus fa llos, obra de jurisconsulto.
Lo anterior se con juga con la obligació n que tienen los jueces de motivar sus
semencias, situación que los conduce a exponer s us razones y argumcnros (no
todos, sin embargo; cierras jurisdicciones no tienen, como es sabido, obligación
de motivar sus decisiones). Los jueces, a diferencia de los juristas puros, además,
poseen la ventaja de estudia r el derecho a la luz de los casos prácticos, con toda la
riqueza y variedad q ue contiene el "derecho vivo". Todo ello acrecienta el interés
que posee el estudio y análisis de los fallos para el conocimiento del derecho. Esta-
428 Metodología de la disertación filosófica y juríd ica
En lo q ue sigue y hr.sta d finr.l dccstr. St"CCión de este capitulo br.sarC mi uposición, fundamen-
t:1lnwmc, en ,\faric-Anne Cohendet, ob. cit., 2009, págs. 181 ·223; G:1rt\ Thicrry (d ir. ), Amia/es.
lntrod11ction au droil et dro,t civil. Métl,odologie & s11;ets corrigés, Dalloz, 2009, págs. 16 -2 1;
l.sabelle Défrenois-Souleau, ob. cit., p.ígs. 23-5 9 y 127-179; Sériaux-Bruschi-Bonfils, ob. cit.,
págs. 24-37; y Gi lles Gobeaux y Philippe Bihr, Les i pw,ws i crites en droit civil, 11- edición,
2008, LGDJ, p;igs. 147-261.
430 Metodologb de la disert:ici6n filosófica y jurídica
Tratándose de la Co11r de cassation francesa, por ejemplo, la formaci6n de este tribunal debe
ser tomada en consideración: los ~arréts~ de la Chambre mixte y, más rodavfo, aquellos de
la A$$amblée pléniire posttn una rept>rcusión panicub.r. La solemnidad de estas decisiones
tienen por objetÍ\'O, prcc1s.1men1e, orien1ar la jurisprudencia poniendo fin a las divergencias
de in1erpreración anteriores (oposición entre las Chambres de la cassation: arréts de Chambre
mixte; oposición rcirerada de los jueces de fondo a una C/1ambre de fa Com de cassatio11:
arréts d'Assemblée pféniire). Debe tenerse en cucma, asimismo. que, con miras a su publica-
ción, la Co111 de cassation francesa jcrarqui1..1 sus fallos, según la clasificación que ella misma
les da, a s.,bcr: P, publicado en el 811/letin des arréts; B, en el 811/letin d'informatio11 de fa Co11r
de cassation; R, fallo mencionado en el rapport (informe) anual de la CoJtrde cassation; 1, fallo
difundido en el sitio de intemet. También puede ser P, PB, PBR y PBRI, cua ndo se le da mucha
importancia.
434 Metodologb de la disert:ici6n filosófica y jurídica
una evo lución) o que se o ponga a la jurisprud encia unánime o mayoritaria de los
tribunales infe riores (i.e., un fallo de principio q ue establece una rupmra )21'; o un
fallo que aporte tma solución nuevo (i.e., un fallo de principio que csrnblccc una
innovació n), por ejemplo, cua ndo el Conseil Constit11tio1111el francés con fecha ·16
de ju lio d e 197"I, reconoció va lo r constitucional al pre:'imbulo de la Constirución.
Un fallo ordinario, puede ser co116rwatorio (i.e., un fa llo de ap licación); d..i.JLJ:r=_
ffU11,J:.. ya sea que ;1cenrúe una tendencia (i.e., un fa llo ordinario de evolución de
alcance incierto ) o que se o ponga a la jurispr udencia anterior (u n fallo ord inario
de ruptura de alcance incierto); o aportar 11110 solución nueva, de manera más o
menos impo rta nte pero sin que sea vinculante para otros tri bunales (i.e., follo
innovador d e alca nce incierto ).
Un follo casuístico es una excepció n a causa de las c ircunstancias muy parti-
cu lares q ue morivan su soluc ió n y no tiene, pues, ninguna influencia para la ju-
risprudencia futura; se inscribe al margen d e los movimienros jurisprud enciales y
p roduce una solució n inédita. En ta l senrido ca be o ponerlos a los fa llos de princi-
p io, para po ner de relieve su importancia men or, así como a los fallos o rdinarios,
por su singularidad. Cabe rener presente, no o bstante, q ue ta les folios siempre,
a un si de manera implícita, a plican ciertos p rincipios. Desde csre ángulo , o bien
resuelven una c ucsrión no regulad a por las no rmas generales d el sistema (o si esrñ
regulada no ha sido todavía aplicada por otros tri bunales po r lo menos a ciertos
casos), en cuyo caso la decisió n es origina l, esto es, consriruye una solución DUCYíli
Esto es sobre todo ;tSÍ cu:tndo el fallo proviene de una instanci;t superior. Así, por ejemplo, si
l:t dt-eisión examin:1d:t, al igu:tl q ue los a mt-ccdeme~ a los q ue se refiere para la comp:iraeión,
provienen de la misma C/Jambre de l:t Co11r de cassatio11 {o de una misma Co11r d'appel). Con
rn.ís razón todavía si los fallos anteriores han sido dictados por una o varias Cl,ambres de la
Cól,r de cass.ition y el fo llo en examen ha sido pronum:iado por b Assemblée ¡,léniire. f.n b s
dcm:is hipótesis, no se habla de ·· ruptura" ("revireme11n. Cu;tndo las soluciones anteriores
emanan todas de jurisdicciones de fondo, micn rm s <1uc la comentada, que estatuye en semido
contrario, es de b Co11r de cassa1io11, se dirá que esta rompe 1111a ¡11ris¡mulcncia en curso de
formación. Si, a la in\'ersa, los precedentes son de la Com de cassatio,1. mientras que la decisión
comrnria <1uc secsrudi:1 ha sido dictada por un:1 jurisd icción inferior, se \'Cn'Í en ella una tentati-
~'ll de provocar 111111 mpt11ra (re11ireme11t) de j11ris¡,mde11cia. Cuando las soluciones di\'crgentes
tienen po r o rigen y,1 sea Clu1111bres d istint.1s de la Cour tle cassatio11, ya se,1 iurisdicciones de
fondo diferentes, se h:tbla solamente de oposici6,i en la ;11ris¡,rude11cia. En cu:tlquicr caso,
una contradicción entre la decisión examinada y las solucio nes a meriores son de la más alta
importancia. De una o posición en el seno de la jurisprudencia, entre Chambres ,le la Co11r de
cassatio11 o ent re Co11rs d'appels y tribu n:1les de primera instancia, resulta incerridumbre: no
se sabe cu¡íl es 1:t tendencia que triunfará. Una tentativa de ciertos jueces de fondo para poner
en tela de juicio b. posición ado pt:tda por b Cour ,le cassation provoc:1 una d uda del mismo
tipo: ¿la Cour de cass.itio11terminará por dejarse convencer y abandonar su punto de vista an-
terior? En fin, la condena por la Co11r ,le cassation de una jurisprudencia de las jurisdicciones
inferiores y, m:ís aún, una verdader:1 ruptura con el las, tiene consecuenci:ts muy graves, ya que
razonamientos :tdmitidos hastJ ese momento son puestos en cuestión.
Germán Sucar 435
o bien resuelven una c uestión ya regulada por la ley y resuelta por otros tribuna-
les, en c uyo caso constituyen ya sea fallo confirmatorio, ya sea un f a l l o ~ -
De modo que, solo en la primera alrernariva (decisión original) rendremos un
a uténrico fallo casuístico.
Nótese además que el alcance de un fallo puede ser apreciado no solamente res-
pecto de las soluciones que ya ha recibido el problema planteado, sino en relación
con aquellas que han sido dadas a propósitos de cuestiones diferentes pero vecinas. Es
posible, en efecto, que la inrerpreración de la ley adoptada por la decisión en examen
sea incompatible con orra disposición que rige una mareria diferente. En este caso,
¿la solución del fallo no va "dañar" dicha regla? Piénsese en el siguiente ejemplo: un
fallo que haya pronunciado la anulación del reconocimiento de un niño, pero que
haya decidido, sin embargo, que el niño continuará llevando el nombre del auror del
falso reconocimiento, en razón del hecho de que él lleva ese nombre desde hace más
de diez ailos. Dicha solución, ¿no pondría en rela de juicio la solución jurisprudencia[
tradicional según la cual el nombre no se adquiere por un uso prolongndo, salvo en
caso de posesión familiar pacífica y continua de muy larga duración?
a) Las referencia s: número de expedienre, no mbre de las parres, fec ha, narura-
leia del caso y jurisdicción.
b) Los vistos ("Visto... "): donde se reseñan las conclusiones (peticiones) de las
parres y el plexo normativo relevante.
c) Los resultandos ("Resultando ... " ): donde se hace un desarrollo de las acrua-
cio nes q ue tuvieron luga r en el proccso217 •
e) La parte dispositiva ("Resuelve... "): que contiene la respuesta del juez o del
rribunal a las peticiones de las partes, aceptando o rechazando (total o parcial-
mente) sus requerimientos.
Algunas sentencias poseen una forma más abreviada o singular. Un caso típico,
por no dar más que un ejemplo, son las fallos de la Cour de cassal"ion francesa,
que se caracteriz:m por su brevedad 211• Tales fa llos pueden ser descompuestos en
los siguientes elementos:
a) Vistos: los vistos caracterizan los fallos de casación (los fallos de recha-
zo no lo contienen). Aquí se especifican las impugnaciones (pou rvoi ) que se
han interpuesto contra una decisión de justicia y se cita la norma o las normas
concernida(s), es decir, el texto jurídico aplicable en la especie y q ue se ataca por
considerar q ue ha sido violado o mal interpretado.
V:i lga acb rar que b Cm,rde cassatio,r no constituye una rercera insf:J.ncia. Si el c:iso )' 3 ha sido
juzgodo dos veces, en primera y en sq;unda insiancia (apdación), su examen por la Co11r de
(assario11 no es de b misma naruraleza. Mientras que en primera y !it'gunda insrancia St' u·arn
de establecer cuál dr las partes tienen razón, la Co11r de (assation se limita :i, cstablccer si el
razonamiento sq;uido por los jueces (en la etapa de apelación) es o no correcto.
En b sección 2, :ipartado C). pueden \·erSt' algunos ejemplos de fallos con la indicación de sus
diversas panes.
438 Metodologb de la d isert:ici6n filosófica y jurídica
No es infrccueme que, ent re los hechos evocados rn el fallo , a lgunos hay:rn sido ak g.1dos por
mm de las partes pero c1ue su existencia perm:me1.ca dudosa por no haber sido admitida por la
parte :1.dvcrs:1 o verili.c:1.da por el ó rg:1.no jurisdicciona l. En tales casos hay q ue 1ener el cuid ado
de 111:1.rcar esta d ud:1., por ejemplo con un signo de intC"rrog:1.ción, a fin de d istinguir estos hechos
dudosos de los q ue han sido tenidos por comprobados. Po r otra pa rte. debe tenerse presente
que, a vl'CeS, las decisiones (sobre iodo de instancias superiores) no proveen m:·ccs:1.riarncnre
informaciones relativas :1. 1(1 primer,1 instancia que h:1. precedido la decisión que se exa mina.
Las informacio nes pueden ser incluso reducidas :1. lo esencial (qui1.ás solo reteniendo lo que es
relevante para decid ir l:1. cuestión de d erecho). En ta les casos se p roceder:\ fundiendo las dos
decisiones (de primera instanci:1 y de apcb ción), ra1.onando como si el fallo no tuviese más que
una rol:1. inst:.mcia. Por otr:1. p:1.rte, h:1. de tenerse presente que en cierto tipo de recursos, como
en el recurso de cas:1.ci611 francés o este mismo tipo de recurso en Argentina (en las provincias
que lo prevén), el a mparo dirccro mexicano,o el control abstracto de consrirucion:1.lid:1.d, típico
de muchos países cutopcos, se discuten solo cuestiones de derecho y no, por ende, estricta.men-
te hechos (circunstancias fácticas); de este modo, los ~hechos~ en es1c tipo de recursos son los
argumento s de l:ts partes o de los tribunales inferiores en relación co n el alcance, aplic:1.bilidad
o validez de cierras normas jurídicas.
Germán Sucar 439
curso o en los ma nuales) los principios sobre los cuales se funda el fallo y por qué
razo11amie11to los jueces han llegado a la solución. Es fu ndamental reconsrruir este
razonamiento y explicirarlo. Puede ser útil al efecto reto mar la articulación de
los elementos de cada razonamiento (del tribunal y eventualmente de las parres),
reintroduciendo en la cadena aquellos q ue están implícitos. Cuando la rccons•
rrucción completa del razonc1mienro permita corregir un error, sed importante
señalarlo en el comentario. Es todavía posible hacer surgir cienos elementos que
están en el plano de fondo, incluso no expresados, pero que esclarecen la acritud
del juez o ele las pa rres. El conocimicnro de ralcs circu nstancias y de la materia
concernida deben permitir explicar por q ué el tribunal ha retenido tal solución.
Esta es la cuestión q ue hay q ue planrearse.
En surm,, para poder explicnr (con vistas a comenra r) un follo se debe esrar en
condiciones de presentar el sig uiente esquema:
Posición del problema jurídico: daros de hecho y datos de derecho que condu-
cen a la cuestión de derecho; y la respuesta del tribunal: ~ y el mmna:
m.i.c.n.[Q que conduce a ella.
Una vez realizada esta rarea, a fi n de que los resuhados del análisis no se vo-
latilicen y p ueda n ser utilizados de manera eficaz en un comentario de fa llo, han
de ser puesros por escrito de manera concisa y precisa. Se trata de la ficha de ;11-
ris/)rudencia o de fallo.
En la sección 2 de este capítulo, apartado D ), puede verse un ejemplo de ficha de follo o juris-
prudencia.
Germán Sucar 443
c) El requerimiento o las tesis sostenidas por las panes: hay que precisar las
pretensiones de la.s partes en litigio, lo que estas solicitan y los argumentos princi-
pales en que fundan sus peticiones, seg,í,i lo /Ja,i expuesto a,ite la ;11risdicci611 que
ha dictado la decisión obieto del comentario.
3.2.2. La introducción
Al igual que en la disertación jurídica y el comenrario de rexto jurídico
no estará de más aquí ver qué de relevante hay, según el fallo a comentar, del
D.L.A.C.H.A.I.T. como elementos a incorporar en la inrroducción. De manera
más específica, en cierro modo, se trata aquí también, como el comentario de
texto jurídico, de responder a las cinco preguntas: q11ié11, cuándo, dónde, cómo y
por qué, precisando el juez que se pronuncia, en qué contexto y por qué razones, y
relativizando el problema en el tiempo y el espacio. Sin embargo, la introducción
de un comentario de follo posee dos especificidades. Por un lado, es más breve que
la de un comentario de texto o la de una disertación y, por otra parre, contiene
cinco elementos específicos:
b) Tras el breve "chapea11" anterior que sirl1a el rema, hay que eíccruar un
recordatorio de los hechos del caso, el cual debe ser claro y breve. Se hará solo
una síntesis de lo esencial dejando de lado los elementos inútiles o menores. Así,
se precisarán el o los problemas jurídicos t ratados por el fallo, comenzando por
precisar las condiciones en la cuales el tribunal ha sido llevado a expedirse, recor-
dando para ello los hechos de la especie y el desarrollo del procedimiento (con
una cronología exacta), con el objeto de presentar el litigio a propósito del cual
los jueces han razonado. Se utilizará la ficha del fallo, pero solo conservando de
ella los elementos relevantes para el comentario que se tiene en mira: los daros
importantes son aquellos que permiten fijar cómo el problema ha sido planteado.
an exas a la princ ipal, o problemas de p roccd imienro sin mayor importancia (re-
lativas, verbigracia, a la naturaleza y grado de la jurisdicción que se pronuncia o
al tipo de litigio ). Si la cuestión o cuestiones de proccdimicnro (o sustantivas acce-
sorias) consrituye( n) el elemento más importante de la decisión, se estudiará(n) en
el c uerpo del ejercicio. En el caso contrario, se debe d escartar su tratamiento. Así,
por ejemplo , cuando un follo de la Cour de cassatio11 rechaza uno de los motivos
del recurso por ser una mezcla de hecho y de derecho, porque no habría aquí
nada q ue comentar dadas las reglas que gobierna n su competencia. Asimismo, es
posible pasar por alto cierras cuestiones de pu ro procccli mienro q ue no reclaman
n ingu na observaci611. Fuera ele estas hipótesis, 110 se recomienda q ue los alumnos,
por mOill proprio, exclu yan del comentario los puntos abordados en el follo .
- " Por la respuesta que da a esta cuestió11 el fallo comentado, parece 110 sola-
me11te co11firmar, si110 abrir ,ma 1111e11a etapa e11 la e110l11ció11 de la jurispm-
dencia en la materia[... ]".
El lugar natural de este elemenro en la inrroducción es enrre la formulación
precisa de la cuestión jurídica (ítem d) del esquema básico para la introducción y
el anuncio del plan (ítem e). Pero obviamente no se trata de una regla absoluta.
El esquema básico de la introducción puede también ser, como se ha dicho,
~ de algunos elementos. Así, hay dos casos en los que es p referible no
mencionar en la introducción el recuerdo de los hechos y del procedimiento . La
primera hipótesis es la de ,m caso muy com plicado, donde la situación de hecho
no puede ser resumida en pocas oraciones sino que, por el contra rio, debe ser
explicada con cierto deralle para ser comprensible. Esta explicación será, por lo
tanto, mejor situada en el cuerpo del ejercicio que en la introducción. En efecto,
la complejidad de las circunstancias del proceso justifica que el análisis consriruya
una parte del comentario. La segunda hipótesis es la de ,ma decisión que trata
problemas e11teram ente distintos, cada ,mo de los cuales depe,u/e de 1m aspecto
bien d elim itado de la situación de hecho. En tales casos, es a menudo más cla ro
exponer los hechos útiles a la discusión de cada cuestión al comienzo de la parte
correspondiente del comentario, en lugar de relatar el conjunto de los aconteci-
mientos en la introducción. De esta manera, cada parte contendrá la presentación
de los hechos que le interesan, lo cual permite acercar los daros del problema y la
apreciación de la solución correspondiente.
Vistas las pautas para la confección del plan y los desarrollos del ejercicio, así
como de la inrroducción para finalizar, resta dar algunos consejos para la redac-
ción y la conclusión del ejercicio.
tono respetuoso y objetivo. Es deseable, asim ismo, el uso del plural de cortesía o
de las formas impersonales.
La mayoría de los profesores son hostiles a la conclusión y asumen que en esre
ejercicio no hay q ue efecruar conclusión. Su presencia daría la impresión de que el
estudiante vuelve a juzgar el caso en el lugar de magistr::ido el o los magistrados,
lo cual no constituye el objero de este ejercicio. De m:mera a lgo menos estricta,
para otros, la conclusió n, al igual que en la disertación jurídica, no es obligatoria
y, de efectuarla, habría que tener e\ernenros rnuy sólidos.
Germán Sucar 459
SÍNTESIS RECAPITULATIVA
Examen critico: abarca (al igual Que ta explicación) el sentido y el alcance del fallo. Se
trata de "juzgar a los jueces· sobre la base de conocimientos de derecho positivo: de
efectuar una apreciación sobre la interpretación de las normas y su aplicación al caso
por parte del juez (y no de una refutación).
Germán Sucar 46 1
Fallo ordinario:
- No establece por sí solo una norma general ni una excepción, pero puede contribuir
a dar fuerza a un movimiento jurisprudencial.
Fallo casuístico:
No se reproducirá más allá de la situación específica Que soluciona.
Es una excepción a causa de las circunstancias muy particulares Que motivan su
solución.
Cabe oponerlos (1) a tos fallos de principio para poner de relieve su Importancia me-
nor; y 12) a Los !altos ordinarios por su singularidad.
o Luego, en segundo lugar, puede formularse alguna hipótesis plausible del alcance del fallo
para Los casos futuros, sobre ta base de la combinación de su fuerza normativa y su sentido.
o En tercer lugar. una vez precisada la fuerza normativa del fallo, será necesario combinarla
con su sentido, a fin de precisar su alcance.
3. Combinaciones de los criterios que presiden el sentido y el alcance (fuerza normativa) de un fallo
□ Un fallo de principio (según su luerza normativa, alcance):
o Puede ser, según su sentido, a la vez un fallo de conlirmaclón: una jurisdicción superior afir·
ma un criterio establecido con anterioridad por jurisdicciones inferiores:
• Confirma una Interpretación de la ley cuya certeza se refuerza.
• Si va más allá, hace progresar ta jurisprudencia.
o Puede ser también un fallo divergente: profundiza una tendencia minoritaria anterior (evo·
lución) o Que se opone a la jurisprudencia unánime o mayoritaria de los tribunales Inferiores
(ruptura).
o Puede asimismo aportar una solución nueva: Innova.
□ Un fallo ordinario (según su fuerza normativa,alcance):
o Puede ser, según su sentido, confirmatorio: de aplicación.
o Puede también ser, según su sentido, divergente: ya sea que acentúe una tendencia (fallo de
evolución o alcance incierto) o que se oponga a la jurisprudencia anterior {ruptura de alean·
ce incierto).
o Puede asimismo, según su sentido, aportar una solución nueva: Innovador de alcance incler·
to, sin ser vinculante para otros tribunales.
□ Un fallo casuístico (según su fuerza normativa, alcance):
o Si resuelven una cuestión no regulada por las normas generales del sistema, constituye,
según su sentido, una solución nueva.
• Solo en esta alternativa se trata de un verdadero fallo casuístico.
o Si resuelven una cuestión ya regulada por ta ley y resuelta por otros tribunales. puede tratar·
se, según su sentido, de un fallo confirmatorio o divergente.
Germán Sucar 463
'"
464 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
(lntroduccl6n) [Elecc1óndelplan)
D.LA.C.H.A,1.T. (en lo que resulte pertinente)
Como en el CT, cinco preguntas fundamentales:
El plan variaré según las caracterlsticas del fallo.
¿Quién? ¿Cuando? ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Por qué?, pero
relativizándolas al juez, al contexto y a las razones
del fallo, así como al tiempo y lugar del problema IDcsarrollo)
/urldlco.
Esquema bisico (al que se le poedcn quitar o adi·
Explicación y ponderación critica intercaladas so·
cionar elementos según las características del
bre la base de conocimientos de derecho positivo,
lallo):
de:
Frase do 111icio para s11uar el toma.
Un recordatorio claro y breve de los hechos del (Eventual detalle adicional relativo a los he·
chos).
Una evocación rápida de los problemas secun- Punto da derecho (fundamentos+ parte dlspo·
darlos. sitiva).
La ldenlillcac10n del probtema o problemas de Sentido y alcance del tallo (fuerza normativa~
derecho. combinación especflica que refleja et fallo.
Et aouncio del plan.
éfluncio del plan, /,e, de las partes.
(Desam,llol
1. IPrlmcra parte; un problema Jurldico) ... Titulo
Cho(}(J(Ju (l)fesentación y justificación de tas
subpartes)
AJIPrlmerasubparte) ➔ Tllulo
Transición de AJ a BJ
B) [Segunda subparte] ... Titulo
Transición de BJ a 11
11. [Segunda parte: otro l)fOblema juridicol ... Titulo
Chopeou (presentación y Jusllficoc/6n de los
subportes}
Al !Primera subparte} ... Titulo
Transición de A) a B)
B) [Segunda subparte] ... Titulo
-
Cierre
En principio:
Nota: como se ha visto, hay dmtrsos tipos da ptanes, con dos o tres partes, según Las caracteristicas del fallo a
coment ar; a !in de Ilustrar ta estructura de un comentario de falto hemos elegido, en et marco de La fórmula elabo·
rada (véase supra punto 3.2.), uno ef ectuado en función de dos l)fOblemas juridicos fundamentales (véase ltem aj
de la gríllica anterior), articulado en dos partes y dos subpartes.
Germán Sucar 465
Ubicarse en el plano jurídico y abstracto del problema,y luego sobre el plano concre-
to del litigio en particular.
Enalgunos casos, la respuestaes neta y simple: se puede dar cuenta del sentido del fallo
respondiendo por ·sr o ·no·.
Otras veces, la respuesta es más matizada:
- La decisión contiene ciertas reseivas o circunstancias particulares de la especieque
han sido puestas de relieve y la han influenciado.
Puede ocurrir que ta solución no sea perfectamente clara y se preste a diversas lnterpre·
taciones:
Hay que examinar las diferentes interpretaciones posibles a fin de elegir aquella que
parece corresponder más exactamente al pensamiento de los magistrados.
Es conveniente anotar en un borrador las diferentes posibilidades y las razones para
optar por cada una de ellas.
Es muy Importante el anallsls de los términos y expresiones utilizadas por el fallo.
Para el análisis de la motivación o fundamentos del !atto es menester Identificarlos,
clasificarlos y explicarlos. Se trata de·
a) Descomponer el razonamiento de tos jueces:
Cómo han calificado los hechos.
- Cómo han seleccionado las normas Que convienen a tales hechos.
- Cómo han Interpretado dichas normas.
b) Con ello, mostrar cómo tos Jueces, al utilizar una norma o normas en particular, han
podido resolver la dificultad
c) El razonamiento es particularmente desarrollado cuando son los "jueces de fondo"
los Que dictan el fallo. En estos casos hay Que clasificar:
Los motivos de hecho.
Los motivos de derecho.
Los motivos extraídos de la argumentación de las partes.
Los motivos propuestos de oficio.
d) Pero la motivación puede ser breve o concentrada. Esto puede deberse a Que se
retoman temas frecuentemente debatidos Que no vale la pena exponer a detalle. En
estos casos se trata de encontrar los principios sobre tos cuales se funda el fallo y
por Qué razonamiento los jueces han llegado a ta solución.
En suma, para e:qilicar et sentido de un fallo se debe presentar el siguiente esQuema:
Posición del problema jurldlco:
Datos de hecho; y
- Datos de derecho: Que conducen a ta
- Cuestión de derecho.
H) Respuesta del tribunal
Decisión:y
- El razonamiento Que conduce a ella.
Germán Sucar 467
o Para Que los resultados de la lectura y et análisis no se volatilicen es necesario hacer una
ficha de jurisprudencia.
o El estudio de la cuestión de derecho. Conviene anotar en fichas dos elementos:
El derecho positivo:
- El estado del derecho positivo en la época del fallo a comentar.
- Las leyes o faltos Que han marcado la cueslión tratada.
los elementos de discusión:
- Las opiniones doctrinales de toda índole.
- las observaciones propias.
a t2. Con vista a la recolección de elementos con miras a la aoreciaclón critica del fallo. Tres
tipos de preguntas fundamentales:
O Primera nreounta relativa al sentido del falto: ¿la decisión ha sido conforme a derecho posi·
tivo?
En presencia de una decisión que no es innovadora y Que constituye solamente una apli·
cación de reglas en vigor, el comentario consistirá en un estudio y discusión de ese de·
recho positivo.
Si la decisión adoptada no está en ta linea del derecho positivo, se debe sel'lalar por cuál
de las diferentes razones poSibles es asi. Et trabajo consistirá en explicar el aporte, la
diferencia de interpretación Que contiene y luego en hacer su critica y evaluar sus con·
secuencias:
Puede ser Que se resuelva un punto sobre el cual no existe Jurisprudencia;
Que se tome partido sobre un punto controvertido no hjado por la jurisprudencia y
discutido en la doctrina;
Que la decisión sea equivocada debido a errores;
OQue se trate de una verdadera ruptura con ta Jurisprudencia.
o Seouoda nreouota relativa al valor del fallo: ¿la decisión merece ser aprobada o criticada y
por qué razones? Tener en cuenta al respecto:
al los imperativos lógicos (siempre).
b) los imperativos jurídicos (siempre):
La elección de tas normas Jurídicas apllcables.
- la Interpretación de dichas normas.
- Su aplicación a los hechos de la especie, y sus consecuencias.
c) Los imperativos económicos (no necesariamente).
d) Los imperativos sociales (no necesariamente).
e) Los Imperativos morales (no necesariamente).
o Tercera nreaunta re\alivas al alcance del fallo: ¿cuáles son las consecuencias jurídicas y
extrajurídicas del fallo?y ¿cuál es su rol en la evolución ulterior de la jurisprudencia?
Si el fallo es antiguo. clásico o se vincula con una jurisprudencia conocida, precisar las
consecuencias y et rol Que ha tenido esta solución o interpretación desde su establecí·
miento.
Si el fallo es reciente, brindar algunas reflexiones personales y Juiciosas.
468 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
o La elección del plan variará según tas características del fallo a comentar.
• No existe una estructura estereotipada.
o Conforme a su contenido. el plan se articulará en dos (o tres) partes y dos (o tres) subpartes,
raramente en más.
No es necesario eQuilibrar el volumen de cada parte.
Presentar tos elementos del eJercicio en un orden coherente.
No tratar más de una cuestión a la vez. pero tratarla enteramente.
Evitar la superposición de ideas.
Divisiones y subdlvisiones en formato I.A) a) bl BI a) b~ 11.A) a) bl BI a) b).
o Buscar títulos expresivos y Que evoQuen el problema jurídico planteado.
• Que condensen todo lo Que se va a tratar pero nada más de lo Que se va a tratar.
o A lo largo del desarrollo es Importante respaldar ta argumentación con referencias precisas
a la jurisprudencia.
o Citar regularmente la decisión del Juez.
o EV'atuar la oportunidad del fallo (efectos de la decisión) y, cuando sea releV'ante, tener en
cuenta el derecho comparado.
o No se busca Juzgar nuevamente et caso, refutar ta decisión, sino estudiar el razonamiento
Que ha sido desarrollado a fin de explicarlo y apreciarlo críticamente.
• ¿Es con\lincente?
O 2.3. Redacción:
o Expresarse claramente y con corrección.
o Precisión de tos términos empleados y al dominio del vocabulario técnico.
o Estilo simple: evitar las oraciones demasiado largas y rebuscadas.
o Redacción debe ser personal no una copia o parálrasis del fallo u otros textos complemen·
!arios.
o Citas pertinentes, ni muy extensas ni numerosas.
o E'.'ttar al máximo las digresiones.
o Hacer referencia a menudo a la decisión comentada.
o Si se va a criticar, mantener un tono respetuoso y objetivo.
o Usar el plural de cortesía o de tas formas impersonales.
O 2.4. Conclusión: no es necesaria, pues su presencia podría ciar la impresión de que et estudiante
está juzgando el caso de nuevo.
Sección 2
Ejemplos y ejercicios
Tras el cuestionario acerca de la explicación " teórica " del comentario de fallo
(A), se ofrecen ejemplos de distintos tipos de fa llo con sus diversas parres (B), así
como un ejemplo de ficha d e jurisprudencia (C). A continuación se muestra la
fórmula simplificada d e plan, a fin d e tener presente la forma de pla n que no se
sugiere (D ) y luego las diversas formas de plan que corresponden a la fórmula ela-
borada (E). Por fin, presenta mos u n ejemplo de comentario de follo preced ido de
una detallada explicación metodológica ( F) aco mpañado de sus respectivo cues-
tionario (G), y algunas prop uestas de fallos para comentar con sus respectivos
materiales co mplementarios (H ).
Independientemente del ejemplo de comenta rio de fa llo o frecido en este libro,
en las sig uientes o bras podrán consultarse otros ejemplos, según las diferentes
o rientaciones. En lo concerniente a l derecho constitucional y, en part icular, sobre
el comentario de las decisio nes del Co,rseil constitutiom zel, véase Jean-Claude
Mascler y Jean-Paul Valette, oh. ci1. (co nsid érese en especia l el a parrado dedicado
a explicar la particula ridad d el comentario de las decisiones del Comed co11stitu-
,;o m1el ); Marie-Anne Cohendet, ob. cit., 2009, y Pauline Türk, lsa belle Thumerel
y Gilles To ulemonde, o b. cit.
Respecto del derecho administrativo y, en particular, sobre el comenta rio de las
decisio nes del Conseil d 'Etat, véase Patrick Ja nin, ob. cit .
Sobre comentarios de fallo en ma teria civil, véase Gou beaux-Bihr, ob. cit.,
2008(a); Thierry Garé (dir.), o b. cit.; y Da vid Bonner, ob. cit. (en esta obra se indi-
ca el tiempo q ue debería consumir cada una de las etapas del ejercicio en el marco
de u n examen). Asimismo, Gilles Gobeaux y Philippe Bhir, I 00 commentaires
d 'arréls en droit civil, LC DJ , 2008.
En el á mbito comercia l, Bernard Sainto urens (dir.), ob. cit.
En materia penal, Ma rie-Elisa beth Ca rrier y GeneviCVe Confino, o b. c it., y Eric
Marhias y Marie-Chrisrine Sordino, ob. cit.
474 Metodología de la d isertación filosófica y jurídica
RADIOGRAflÁ FOTOGRAFÍA
N"67
Palabras claves que remiten a las tablas alfabéticas y analíticas del Bu/letm cMf (notablemente bien he·
chas►. ACCIDENTE DE TRÁNSITO · Vehlculo a motor· Oehnición • Aoisonadora
sumarlo
Una apisonadora no constituye un vehlculo terrestre a motor en el sentido del articulo 1" de la ley del 5 de
juliocle1985
Fecha, natlnleza de La decisión 20demanodel996
.,. [ Sobfellúnleomoltwo,anallzacloensuprtmefai,arte:
°' 'mloehrtlcwlt"delaleydel5dej!Alode1985:
Alentoqueestale,Napüea1 tas'lfctlmasdei.,ieccidentedetr6nsltoenetcual
ntA lmcllJcado Ul'I fthlcuto t«rntr'9 • mot«, 11!1 como a,s remolques o semlfre·
""'-
Alento que, Mtún II llllo •tacado y la documentatl6n p¡esentada. la Sra G&uer
ll.llri6 una caida en la'191"edl en cirQ.l'ISlanciasen IIUII i.,i obrefode II toeiedad
ETMeleciUlbaaWtraba;oscontytldldeunaaplsonador1desp-OYlstaderuedas,
que6lrneniclultbelomAndoltporelmango;que,atresultarheñda,lasei'lora G&uer
pidió1eperad6ndelperjulclo1dicl'la90Ciedady 1 sucompeiV,8919Uradora.ta
..,,
Cois:sed'O$SUl'lll'IClmutvell1dlJb6tinetl1(C..,de,eourosmutuatcle1tcons11uc•
FAU.O Atento qua, para haoef lup- a II demanda. el tallo enuncia que la aphonackn, la
cuetclispol'lledei.,imo1orque~laproduci"tasvtwaci0nesnecesariaspara
-
IPltnaretsueloygenerarsu~to. debewcontkletadacomoun 'l't"
hicutoterrntrli amotor;
Yque,al1esot.verdllesl1modD, liendoquedlcllahlfrlmilntanoCOMlit11llun
'ftl'liculoenel.sentidodel te:rto 111tesrnenclonado.taC«lrd'op(JmviOl6susclis·
POR ESTOS MOTIVOS. y na habiendo wgar. resolwr SOllfl la 9IOl,Jnda parle dlll
mothto;
Parte dispositiva [ CASA Y ANUI..A,en todas a,sdisl)osiciooes, et tallo diclaóo el. 8 de abril de 1994,
casaciOnconieenvío :::c::
Enesl,c:aso. lallodeentretaspartes.porLaCourd'appetdllColmar;rtmlte,en~ncla,lacausa
:=~:e1a~~:ie:.dedichulalloi para quese
1
Material extra ído de lsabelle Defrénois•Souleau, je w11x réussir mon droit. Métl,odes de tra-
L-ail et dés d11 s11cús, ?- edición, Dalloz, 2010, págs. 28-50. Traducción: Mónica Sih•ia Nasi.
Rclectura: Dr. Germán Sucar.
476 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
Acotejar:
2º Clv~ 8 de enero de 1992, Bu//. 1992, 11, n• 4, pág. J (rechazo~
2" Clv~ 31de marzo de 1993, Bull. 1993, 11, nº IJl pág. 69 (1echazol, y los rallos citados;
2' Civ~ 9 de junio de 1993,BuU. 1993, 11, n• 198, p;'lg. 107 (casación), 'I el fallo citado.
Decodilicacl6n de la referencia
"Civ. 2°, 20 de marzo de 1996, Bull. cir. 11, nº 67, p¡'¡g. 4T significa: !alto de la Cour do cassation, segunda Chambre
cM/e, dictado el 20 de marzo de 1996, publleado en el Bulletin cM/ de lo Cour de cossouon, número de marzo de
1996,segundaparte, nº 67, p¡'¡g.42.
Et Bulletin civil de la Cour de cossotion es el órgano oficial en el cual esta jurisdicción publica mensualmente tos
fallos (aunque no todos) dictados por sus cinco Chambres, a los que pretende dar cierta publicidad. Los lallos son
reproducidos en orden cronológico (se los puede encontrar por fecha) y sin ninguna nota ni comentario. Cada lallo
lleva un número que figura en la referencia
Germán Sucar 477
sumario de ll decisión
El principio de La legalidad de los delitos y de Las penas, QUe impone una 111terpretacl6n eslricta de la ley
penal se opone a que la incriminac,ón previs1a por el art. 221-6 del C. penal que repnme et homicidio invo-
lun1ario de otra persona. sea extendida al caso det nino por nacer cuyo régimen jurld1co responde a te~tos
part1cutares sobfe el embfión o el feto.
CwrtJ. cnution, As. plen. 29 de )unio de 2001
~
bre de lffl) condenó lSl)f)Cla(mente Sr Lbaioetcargodl~ffiOM1ar~a1a ] """"""'"'
per.¡onadeLISra.X.- conclrcunstancias~lesPOrconducirenesladDdeebriedad, dltllllo
l)el'O lo6tj6t111N'Ud baio elC1rJC1de l i.ctad6nffi'l:lt1M1t.wldellvldldet l'lll\o p« ltacldo
"""'
AlentCIIJUl!M ICUN li llllo lllCldo del\aberresuettodeeslel'l'IOOClnwntl'ls que,por .
U1111 part,e1.1rtlcW1?21·611etC6digoPlflalque1eo,lmeethechodecausarllmuet1e1
O1,a P1fSOB3. no ucluye dll su campo de Qlllicaclón al nillo POI' nacer ywiablt. yll limitar
et alcance de dicho luto al M'lo cuyo corazón lalieta al momento det nlCknlenloy que Mott.ot
resl)ll"ar1,LICOU1rfoppel11111'811ÓUl'lllooncld6nnoprevistaPOl'Lller. y.._que,p« RIClnO
otrapat1•.elhecilodep,ovoca1inwoluntariamen1e11muer1edeunrwlloPOrnecercons-
tlluyeunóentodehomlcldioffiOY.l\talloenlamedidaenqueeste•1~atmomento
de los hechos, ill.WI cuando no hubiera raspiraóclcl.Wldolue separaócldela madre.de
mooe1alquesehatlfienl'iotado\osar11cutost11·J.111-4y221·6detCóclgopenlly59Jdet
Códigotlep,ocedimienlOoenal.
Pen11tentoque etprincipi(ldeLllegalldaddelosdelitosydelaspenas,queiffil)CMunal
lnterl)fetad6n esb'lcla de LI ley penal, se opcrie • que t a ~ pre'lista por el RtlCIUld6n
artlculo221·6clelC6digopenal,queft1)rimeethomicidioi1Yceunlariodeolflpel90Nl,5ea dela Cwrt#
1111endldoatcasodelniflllP«nate1CtJY11té!limenjmdicaresc,onde11ntosparllculafes coution
sobreelembri6noelfeto;dedondesesi¡¡i)llqueellallo1lacaócltüounaexactalll)(Ja-
cl6ndelostextos,mot!Yusdetrecurso['fl'sés'l)(71elllO)"ffll
dios de casación !el ministerio público representando la sociedad es. en electo, parte en el proceso penal y requiere
la condena del l)fevenido).
En el segundo párrafo el lallo de rechazo expone el pourvoi (recurso a ta Courde cassofion) que se agravio del follo
otacado por haber estatuido de esa manera, es decir, que le reprocho su decisión sosteniendo dos medios de casa-
ción. l os medios de casación siempre son l)fesentados bajo esta forma: el !alto atacado ha tomado tal decisión, o se
ha fundado sobre tales motivos, o ha adoptado tal interpretación mientras que la regla aplicable esotra. La locución
"mientras que· ("o/ors que") Indica Siempre ta argumentación det pcurvoi.
En el tercer pérrafo el laUo expone su propia posición. La CKPfCSión "Pero aterllo que· ('Mois of/endu que") Indica
que la Cour de cossotlon toma ella misma la palabra para refutar el poorvol. Ella justifica la resolución del Jallo y,
asl,rechazo el pourvol
Decodificación de la 11!lerencia
·As. plen. del 29 de junio de 2001, O. 2001.291T signillca: tallo de la asamblea plcna,ia de la Couroe cossotlon dictado
el 29 de junio de 2001, publicado por Dolloz, a!'to 2001, pág. 2917 (de la parte jurisprudencia).
El RecueH Dol/oz es una revista privada, semanal de derecho general
Germán Sucar 479
CONSEJOS PRÁCTICOS
ParaeJercttarse
ldentilique inmediatamente:
la jurisdicción: en este caso, Courde cassa/ion, 3• chombre civile:
el tipo de lallo: en este caso, de casación;
su lecha: en este caso, 17 de enero de 2007;
su ámbito: en este caso, la responsabilidad C<Jntractuat.
Verifique su conocimient o de ta termlnotogla. Para comprender et tallo, hay que saber (Si es preciso, bus-
cando en un diccionario) to que significa:
emplazamiento:
intimación;
promesa de venta;
realización de ta venta;
opc16ndecompra;
nulidad de un convenio;
reticencia dOlosa.
Estudie la estructura del !alto de casación. Con ayuda de las articulaciones subrayadas, as( como de los
ejemplos prncedentes, trate de encontrar y nombfar tas diversas subd1Vislones del fallo.
Encuentre las pal abras para explicar lo que ha comprendido. Solo puede estar seguro de haber comprendl·
do cuando es capaz de explicarlo. Después de releer bien el fallo y las observaciones. trate de decir·
la cuestión que se planteaba;
la manera en que et l aUo ta ha resuello;
por qué ta argumentación del recurso no aparece en et laUo;
la posición de la Courde cossorion;
a qué hacen referencia Los vistos ("visto,..").
DecodillcaclOn de la referencia
"Civ. Jº, 17 de enero de 2007, 8u/l. 111, n• 5. pég. 3; Defrénois 2007. arl 3861T slgnltlca:
por una parte. fallo dictado por la 3° chombre e/vilo de la Cour de cossotion el 17 de enero de 2007. publicado en
la tercera parte del 8u/lerin civil de ta Cour de cossorion del ai'\o 2007, pégina 3, número 5;
- por otra parte, que dicho fallo ha sido publicado Igualmente en el Répertolre du notorial Defrénois, ai'\o 2007,
articulo 38612.
El Réperloire du noloriof Defrénois o simplemente Defrénols es una revista Jurídica especializada.
Germán Suca r 48 1
RADIOGRAFiA FOTOGRAFÍA
COI.IR OECASS41XW(,.CH. CN.I
'"""'""' 3dellbrMde2002
PRESloo«::IA DEL OR. LfMOHTEY
Palabfnctnn: CONTRATtlS Y081 IGACIONFS
Yociosoetconsen1inien1o· '&lencia • Apr.-nioecon6mico
(no)-Renuncladeunasalar\ado1-.is-■chosde ■u10f
Sumlllio Dldoqueunae,:asacariadadeunaedi1oria11econoc:i6.et21dejuriodel984.la prOl)iedaddesuemfl(ea·
clorsobrt todoslosó&rechosdeexiito!ld6ndeundic:clonarlopac-acuyaetaboreclónetlahablareallzado.
an et mareo de su eonl~to de ttabafo. una acli-Mad sufl(emenlaria. debe casarse el lallo que dio lugar
1 la demanda de la lnlereseda,despedida en 1996, lendienle a hacer eleclMI la nulidad de dicha cesión
por wlciode su consentmanlo. ■uncu■ndo90lo la tlq)lotld6n lbuslYa de una Silu■ci6n de dependencia
económicl, hecha pera sacw provecho del temor de un m■t que eman■ za los Intereses tegftimOs de La
persona,puecltvlciardewlotencll.,.eonsantimian10.A1.eq,edi1setllcomolohlzoSin llacerconslar
~enocasi6ndelasesitl!\lalnternadiselllCQ'll rabaanana1■daporelplandedaspldoyde queel
M'll)leadOfsehablawallóode tstadrCtW1StanciaPlfl~laCoCJr d'o pfJMnodlobasttep,a._.
decisiónanetsentidodetarticutonl2detCócigocivl.
"
482 Metodología de la d isertación filosófica y jurídica
LaCour
Atento que la Sra. Kannas era C(llaboradora y luego redactOfa asalarllld.1 00 la so-
ciedad Larousse-Bofdas oosde wn: que segUn un comenlo a litulo onerl)SO con la-
Keehos cha 21 de junio de 1984 dicha seMra reconoció la propiedad de su empteadof sobre
[ todossusderechosdeexptotacióndeundicciooariotitulado"Mini débulants',paracuyaetabo-
0Klsl6n de UI [ Aten10 que. para l'lac8f ~r a estas demandas. al lallo estima que en 1984 su estatulo salarial
t:DurthppM ubicabaalaS<a. Kannas en situacl6ndeOOl)endenclaeconómlca enrel&clónconlasocledad
......
dtt laltodt
mootesusltuación, laniendoencuentaolrlosgoreat1serlocleclesoldolnherante enesa61lOC&al
contextosocialdelaempresa,dadoqueun1ecortedeprensadeagostode19841tYelabaporotra
parte ta perspectNa de una reducción de P8fSOl'l8l en su 9en0, &un cuando et empleador nunca
le habla dirigido amenazas precisas al respecto; (Jl.18, ademés, la obl1Qaci6n de leal1ad para con
"'"'"" estenolepermlt!a, sifl riesgoparasuempleo,propol'ltfsumanuscritoauneditorrivat: queeste
temor ■ peulor su trabajo, lnlluanclando su coMentlmlento. no l■ había l)lfmltklo discutir tas
condk:looes de cesión de sos defechos de autor como podría haberlo hectlll si no hubiera estado
on1elaclóndedcpendonclaconsuco·contratante,nohabklfldocO'Sadodk:hovfnculosinocon
su despidoulterior,
Atento, sinembargo.QUe solo la mcplotaclónabuslvadeunasituaclón dedependooclaeconlr
RHOlvclón miea. hecha para sacar provecho clel temor e un mal que amenaza directamente los Intereses
dt (:{)(lfff leg/Umosde la persona.puede viciar de Ylolencia suconsentlmlon10; que al expedirse como lo tia
11
cnutlon [ =~:=de:s=~~:e t:~:::::a:~s:c~·,:::~~~:=lt~~==:
la.laCourd'oppelnodlobasel~alasudecl5ión.
PM OdMmol""
~,,,
Vnohabiendoli,gafaresolver sobre lasegundapartedetprimefmoti't'O,nisobreelsegundo
Casay~nuta,en1odassusdisposiciOnes,etlallodietadcetl200enerode2000porlaCourde
[ Poris:paraqueseMQajusUcla. loremiteantelaCourd'oppefde Ve1satles,
Magistrados yaoogados de la Dr. Gridel. ponente: Or, Roetulch. ab. gral: SCP Clelal)Ofte et 8fiard. SCP Piwnica et Molinié. ab.
Courdecossation
Germán Sucar 483
CONSEJOS PRÁCTICOS
Parae}ercitarse
Cubra con un cart6n tas indicaciones dadas a ta lrquierda de la pigina. Luego:
Anotetajurisdieción,
tanaturalezadellallo.
su fecha,
suámbito.
Subraye tas articulaciones de ta dectsi6n.
Encuentre usted mismo todas las indicacimes ocultas.
Verifique sus conocimientos:
vicio del consent1mienlo,
- violencia.
- apremio económico.
Oespu6s de releer bien et f •Llo, t11te de decir:
ta cues1i6o Que se planteaba,
lo que decidió el fallo atacado,
lO Que decidió ta Courde COSSO(KXI.
484 M etodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
5. Un fallo de apelación
(Pautas para comprender la decisión)
PublicadoporOalloz
París. 23 de abnl de 2003, D. 2003. J. 2716
Sumario de la decisi6n
La Iragilidad psieolOgiea de La futura esposa, sus antecedentes familiares perturbados y la situación admi-
nistrativa del futuro esposo len situación irregular en el territorio francés) no bastan para impedir et derecho
de casarse que ambos reivindican con razOn, puesto que constituye vna libertad luridamental
FOTOGRAFiA RADIOGRAFIA
Cour d'appel de Paris (14 • ch. AJ Jurlsdicci6n
23deabrilde 2003 Fecha
RaqucrldasulntervenclónporlaAtcaldladeldlst1!10XX deParls,el llscal ()(donó e( 10de
junio de 2002 un aptazamienlo de la celebfoclón del matrimonio proyectado por la ser.ora
F... yelsel\ofD... envtst&alalnv&SUg&el6ndela90fied3ddelconsen11mlentoma1rimo·
nial delos lnllmados: al téfmino de la lnvest~ión.el fiscal no1ilicó al Alcalde. mediante
carledol 5de jullode2002, que "no 1eautorlza"M matrimonla,porcuantosetrala llel
tl!fcer legajo matrimonial presefltado por la SOl'lora F._Junto con l.11111 persona ext1anjefa,
que la se/lora F.• r.c parece '1()Zar de todas sus lacutlades mentales, que et sel\or D.• esté
on Sitll3Ci6n lnegular en el tenltorio trencés; anle el emptazamlentc presenlado por lll
sel\OfaF... yelsel\orO... el 1S denovlembrede2002, etp,nlóent1cletTriburllldellflllde
IMt1ncedeP1ris,rHot.tendo1n~mllnto de urpncll(1t1rif"'1porl1llodel 17
""""'
procedlml•nto
MI. . . . .
de IIO'lltmbrw de 20a2, l'Klllz6 MJ IOlld1ud de llVln1amltnto de ll oposlcl6n del S de
julio de 2002. en razón de no quedar demostrada una vercladera Intención matrimonial:
la se/lora F._ y et sellOf O,_ interl)USie:ron un recurso de epe(&clón contra el ratio del 13 ]
lledlclembrede 2002y1Wesenteronel\6deenero do20031undamenlos tendlontosa SOlleftudff
lACOUR:Colllidtrlndoqu1lldeclll6ndellficl1fuldlctlda1lt6rminodeunll(VCldlml1n1ol
noconlorm1 alasdispoSieionesde losartlculos66.175•hmllelC6digocMLque,enetecto.
lloposlcl6ndelMlnltterloPúbllco tonórlaquetiabersldocomunlcldlporact1deofltlllde SobrlM
justicia yno notllicooa mediante carta simple; que, ademés, la Sliicllud de lmntamlento ~ t o
no fue IOffll11d• 11Ti1bunlt de vrande fmtanc• quo eJa el Onlco competente para cono·
cerdolcaso,conexclusltlndoljuezdelosprocedimlentosdeurgencta[fvgedesn!féfH];
CONSEJOS PRÁCTICOS
Para ejercitarse
Identifique inmediatamente:
lajurisdicciOn,
la decisión que es apetada,
el hpo de lallo de apetacl6n !revocatorio o conlifmatono),
so lecha,
soémbito.
Verifique su conoclmklnto de la termlnol.ogla.
Debe comprender el seotido de Las palabras y expresiones siguieotes:
oposición a maomoniO,
levantamiento de la OJ)OSici6n,
resolver en procedirmenlo de urgencia len réfllfél
libertad lundamental
Estudie LI estructura de{ !alto
Oculte las indicaciones dadas al margen yencl.léntrelas usted mismo
Encuentra las palabras para 1xpllcar.
los hechos,
el procedmiento,
ta decrsiOn de la Courd'oppei de Paris.
sus mohvos de procedimiento y de fondo.
486 Metodologb de la disert:ici6n filosófica y jurídica
CE. lallo en proc. de urg. 16 de setiembre de 2002, 1eg, n• 250313: S<lad. EURL La COIJf des mlfocltJS [ltr Reenvlo ■Laltlo
rls·Dalo nº 2002-()64389). Juris-0.t•
EL CONSEII. otrAr· Ll Vl9ta la ordenanza atacada;· Vl9tos kls otros documentos de autos; • 1/1910el Có·
digo11eneraldelascotactMd.Mles territorlales: · VistoelC6digodocomercio;·Vis1OetCódigodejuslicla
OOmlnlstrallva;
Considerando que se11Un los términos del alllculo L 521-1 del C6dill0 de justicia admlnlsttativa: "Al
someterse una demar.da Juslillcada por 18 IK~mcla a! )uu de los pn,cedimlentos de OJttnCI• [dn
"Mrla. " '' puede OfdeMr todal lH medldu f'IKfflr1n Pll"I II HlngUlrú de 11111 llbeflld lund.-
mentll 818 cual una petSon8 motaldederecho l)Ubtico ounor~nisrno ele derecho ptiYado encargado
delaadmlnls1racl6ndeunser.iclopübUcohabrlacallS8ÓD.enelejorclclode unodesuspoóores.un
perjuicio grmi y manifiestamllnte ll'98l El Juez de los procedimientos de urgencia (des n!f!!tás] se
pronunciaenun plezodecuarentayocl'loho.,as•.
Considerandoque llnq1tl\<1 11111«111r unest1bleclmlentocomerdal1ocuparetjmbl10 publlco
comunal .n ri:1111 lnsllllr 1lll 11111 tlffflll, aun cu&ndo tenga Incidencia sobre 1aa1ract16n come1clal
de esta, no puede nr Yllt1 en II milml como un 1tentlclo contra un, Ubertld fundlmlfltal; que no
serlaciertalTleflteasísidlchorechazo estwleratundaóoenunmollvoajenoala,conslderaclones
de ln1or6'sll8n8falquelo ]us1lllcan, 1eniendoencuontatasexlgonclasdotaboenautiUzaclOn dellls
dependencias del émbito püblico; que, sin embar~, los dichos 00 18 demaM!lnte, EURL., la cual por
otraparenocon1es16asudebldotlempo,anleeljuezdelexceooclePOdef,lanegativaOPU8Staasude·
mandadel1ºdelebrerode2002tendientearacibirlaautorizaci6ndeiostalardicha 1eflaza,nopueden
ser considerados en el estado actual del proceso como prueba manitlesla de que esta decisión-del
mismo modo c¡uo la decisión de prelación del Inmueble vecino- estaría lundada, como dicho esta·
--~
blecimiento comercial to afirma. en una 81'1imosidad oersonat Ligada a(contexlo polltico local QU(! de
esloiesultaquel11condiclonetrequtrldnpar1que1t juez dtlos procedlmlento1de ur¡encil[tln
TI~ H llfOIIUMit sobflet lundlmento del artículo 1 5U·2 entes nombrado no n dn 11ttslechn:
que por el.lo cabe rechazar la aoelacl6n Interpuesta por la EURL 'Lo Coo,des miraclas" ~ún el pro·
·--
cedimiento previs1oen et artículo l. sn-3 del Código de justicia administrativa:
COMlclerando que las disposiciones clel artículo L76H del Código de Justicia administrativa Impiden
quelacomunadeCo\Uoure, quenoeslapar1eperdedoraenlapresenteinstancia, seacondenadaa
"""'""
dt,t111IU:t1
J)a!J3f a la pafle demandante la suma que reclama en raz6n de los ~stos expuestos por esla y no
comprendidosenlascostas. ....
•considerando
º"'""
M . r-: La petición de la sociedad EVRI. "Locoo,aesmiroctes· queda rechazada. Parte dispositin
N.B. Lo que antes l!Mba el nombre de fallo [oi-ri,t] del Conseil d'Étof es llamado hoy tleciSiOn [décisionl
!c.justiciaadrn.,art.R741·St
Germán Sucar 487
FAUO CU'ISióerando que la IC:CÜ'l intentada pcr et setior Blanco c.ontra et prefecto del de·
parlamento de !.11 Gil-onde. que representa al Estado. tiene et oti;eto ele hacer declarar
al Estado cMlmeflt• responset,18,en lciiclci6n ele los • t. 1382. 1383 y 1314 del código
ciYildetdaflo1esullantede!.lhefidaQU11suhijlhlbliasulrldopo1tallCdóndeobreros
etl'!Jlleldospo,UIAól'tWllsllllCICWleletllbacos;
Considefondoqwlo~qwp.l«leinc/Jf'/'IIWolEstodopcrlosdolloscou·
sodosolosport;cvlarnpcrloocd:il'ldt/ospersonosqueesteemp/eoenelStHYido
......
Pnaje quetltneunvalorde
pñnclplo,Mfllledoenbnllf'dll.l
~nopuedestNrrpidopor/os~quesonestoblecidosenalcódipocMIM
lo que rnpecto o los re"1doon di portktAor o portlculor;
~dcho~noeslillfl(lefotliobsoluto;quetients:usfeg/Dspo,ticv·
[ lomquelO'fanS0!1Ú'llosreqwrlmitnfosdtlNMC:ioylotttUSidoddeconc/Uoflos
r»rechosdtlESlodoconlosdtncflosprwados:
..,,_ ()ue.po1tUo..sev(illostéllmOSdelasleyes-,tesmendonlóas.Ultutorld3dadmi·
(resumenentrepe,..,tesis! r.straUwa es ta úrica COl'lllttente para conoc« det cno; 1- 1 (Fallo oe contlieto con·
filmado).
OBSERVACIONES
Una n11'1a habla Sido atropetlada y herida por una vagoneta de ta manufactura de tabacos. Et conllic!o rue sometido
a los tribunales judiciale5 ante la demanda del padre de la nil\a por daftos y perjuicios contra el Estado, como crvil·
mente responsable de las !altas cometidas por los obreros de la manulact1Ka.
El Tribunal des conllits debla resolver sobre la cuestión conS1stente en saber. retomando tos términos de las con·
ctuSionesdelcommissa1redu govve,nement OIMd, "cuál es. de las dos autoridades adm1mstrativa y judicial ta Que
tiene competencia 9et"1eral para cooocer de las acctooeS por dal'los y perjuicios contra el Estado". El fatlo dictado en
esta ocasión habrla de tener un destino Singular. Se lo consideró durante mucho tiempo como el latlo de pnnclplo,
la "piedra angular" de todo el derecho administratrvo; hoy aertos autoJl!5 afirman Que es caduco.
488 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
}-
1. Considorllfldo que La competencia del Conse/l conslirutioorliM asti estricla·
mente delimitada por la Constitución: que solo es susceptible 00 ser precisada
y comple18daporvfaOOleyorganicaenol1tSl)C1odelospriflclplosplan1eados
-
por el te~to constitucional que el ConseN CMSf/1/J/ior,nel no podría ser llamaóo
,,.
apronunclaraeencasos quenosoonlosexpresamtlflteprll'Ylslosportllchostex·
1plicabl1
2. Consiclerandequeeterliculo61delaConstilución<laalCMseilconslírurioo·
oollamlsl6ndeovalua1Laconlormkladconta Constltuciónde las leyesor¡Jénl·
casy,cuandoleSOfldeleridassegúnlas condiclones tijadasporciichoartlculo,
OOl.&sleyes01"dinarias: que etCMsellCOflslitu1/onnelnoe~traenldeler1icvto6l
nldetertlcuto89,ni deningunaot18diSPOsicl6ndoLaConstituciónetporlor de
este1ulrsobrolJ/lerevlsl6nconstiluclonal:
3.ConSiderandoque1esulladeloantoriOrqueelConseilconst/1utionnelnoUe·]
]
,,..,,,.,.,
sobrwllb■sede
lot l rtS. 61ylt9
ne competencia para pronunciafse sob<e la demanda antetlicha. por la cual. tos Solucl6n:
senadores recllfrenlos ledeliernn.en Ylstasalaevatuacl6ndesuconlormidad Declsl6n de
conlaConslitución.LarevisiOndelaConsUtuciOnrelativaalaorganizaciOndes· Incompetencia
centralizada de la RollUWca aprobada por el Congreso el 11 de marzo de 2003.
A. Aplicabilidad;
[. .]
2. Apreciación de ta corte:
28. En este caso. la Corte sel'lala que la pretensión de la demandante no es cuestionar la existencia de su
filiación adopliva sino conocer las circunstancias de su nacimiento y de su abandono, lo cual implica el cono-
cimiento de la identidadde sus padres biológicos y de sus hermanos. Esta es la razón por la cual no considera
necesario examinar el caso desde el punto devista de la vida lami\iar, sino desde el de la vida privada. En efecto,
la demandarite funda su reivindicación de conocer su historia personal, en nombre de la verdad biológica, en la
Imposibilidad de tener acceso a sus Oflgenes y a datos ldentilicalorios sobfe estos.
29. La Corle recuerda al respecto Que ·et articulo 8 protege un derecho a ta identidad y al desarrollo personal
y el de crear y desarrollar relaciones con sus semejantes y el mundo exte,ior. [...] La salvaguarda de la esta·
billdad menta( es una condición Ineluctable para el goce efectivo del derecho al respeto de ta vida privada"
(fallo Bensaid cf et Reino Unido, b do lebrero de 2001, nº 44599/98, § 471. Ocotro de este desarrollo personal
figuran la determinación de los detalles de su Identidad como ser humano y et interés vita~ protegidO por la
convención, do obtener las ln1ormaclones rieccsarias para el descubrimiento de ta verdad concerniente a un
aspecto Importante de su Identidad persona~ como por ejemplo ta Identidad de sus progenitores (tallo Mikull
e/ Croacia, 7de lebrero de 2002, n• 5317b/99, §§ 54 y 64). El nacimiento, y partlcularmerite las circunstancias de
este, conciernen a la vida privada del nino y luego del adulta, garantizada por el articulo 8 do la convención que
procede pues aplicar en el caso de autos.
8. ObservaciOn del articulo 8:
.
[. .[
2,ApreclaclOndolacorte:
40. La Corte recuerda que si bien el artículo 8 tiende en to esencial a proteger al individuo contra injerencias
arbitrarias de los poderes públicos, no se contenta con encomendar al Estado que se abstenga do tates lnje·
renc1as: a este compromiso más bien negativo pueden sumarse obligaciones positivas Inherentes a un respeto
electivo de la vida privada. Dichas obligaciones pueden Implica, la adopción de medidas tendientes al respeto
de la vida privada incluso en tas reta clones de tos individuos entre sf (fallo Xe Ye/ Palscs Bajos dol 26 do marzo
de 1985, serlo A. n• 91. pág. 11, § 23). La frontera entre las obligaciones positivas y nega1ivas del Estado en virtud
del articulo 8 no se presta a una dehnlción PfCCisa: sin embargo, los Pflncip1os aplicables son comparables.
En particular, en tos dos casos. hay que tener en cuenta el justo equlUbrio que debe mantenerse entre tos
Intereses rivales: asimismo, en las dos hipótesis. et Estado goza de cierto margen de apreciación (fallo Mikutl
precitado, §58)
41, La demandante reprocha a Franela el no asegurar el respeto de su vida privada por cuanto su sistema
juridico impido, do manera absoluta, la acción de inves!igaciOn de ta maternidad cuando la madre biológica
ha solicitado el secreto y, sobre todo, no permite la comunicación de datos ldentilicatorlos sobre esta ni por
intermedio de los servicios de ayuda social a la infancia ni mediante otro organismo que podría darle acceso a
dicha información
44. La expresión 'toda persona· del articulo 8 de ta convención se aplica tanto al ni"o como a la madre. Por un
lado, existe el derecho al conocimiento de sus origen es que se tunda en ta interpretación extensiva del campo
de aplicación de la noción do vida privada. El interés vital del n11'10 en su desarrollo es de Igual maneraamplia·
mente reconocido en la economía general de ta Convención !ver. entro muchas otros, los fallos Johansen el No-
ruega del 7de agosto de 199b, Compilación 1996·111, pág. 1008, § 78, M1kutl precitado. § 64 o Kutzner e/ Alemania,
26 de febrero de 2002, n• 46544/99, § 66). Por otro lado, no se podría negar el interés de una mujer en conservar
el anonimato para salvaguardar su salud dando a luz en condiciones médicas apropiadas. En el caso de autos,
la madre de la demandante no luo nunca a ver al bebé a la cllnica y aparentemente se separó do él con una
indiferencia absoluta: asimismo, no se alegó que haya expresado luego el menor deseo de conocer a su hija: no
corresponde a ta Corte abrir juicio sobre dicha actitud, sino solo dejar constancia. La Corte se encuentra en el
Germán Sucar 491
caso de autos en presencia de dos intereses privados lificHmente conciliabln, que afectan por otra parte no
a una adulta 'fa una nlfla, sm a dos aduUas, cada una de tas cuates goza de autonomía de La votuntad.
Además de este conflicto de intereses. la problemática del parto anónimo no l)Odrla abordarse sin que sea
planteada la cuestión de la protección de ten:em, esencialmenlelos padres adoptivos 'f el padre o el resto de
la familia biológica. La Corte ser.ala al respecto que la demandante tiene hoy cerca de treinta 'f ocho a~os. que
fue adoptada a la edad de cuatro aflos. y que el levanlamiento no consensual del secreto sobre su nac1m1ento
podría traer aparejados riesgos coosklerables, no soto para su propia madre. sino también para su familia adop-
tiva. que la crió, para su padre y para sus hermanos biológicos, todos los cuales tienen derecho al respeto de su
vida privada y lam1l1ar.
45. ElInterés general tampoco esta ausente en La medida en que la ley francesa se Inscribe.desde hace mucho
tiempo, en el deseo de proteger La salud de la madre y del nll'IO durante et embarazo y et parto, asl como de
evitar tos abortos, en particular los abortos clandestmos, y los abandonos •sa1vate5·. Et derecho al respeto de la
vida, valor superior garantizado por la COl"l\l'encl6n, no es pues ajeno a tos fines buscados por el derecho francés.
En estas condiciones, la pregunta a la que la Corte debe responder -si el derecho a saber implica la obligación de
divulgar-cobra toda su d1mensi6n en el examen de la ley del 22 de enero de 2002. en particular en relación con
et margen de apreciación del Estado.
4ó. La Corte recuerda que ta elección de tas medidas lendientes a oaranti.zar la observación del artículo 8 de la
convención en las relaciones intenndMduales responde en pnncipio al margen de apreclaci6n de los Estados
contratantes. Existen al respecto diferentes maneras de asegurar et ·respeto de ta vida privada· y "la natura·
leza de la obtlgaciOn del Eslado depende del aspecto de la Vida privada que se el"ICUentra en causa· (tallo X e Y
precitado,§24)
47. La Corte observa que los Estados contratantes no conocen, en su mayor parte, legislaciones comparables a
la de Francia, por lo menos sobre la iml)OS!bitidad permanente de establecer un vfncuto de lillaclón respecto de
su madre blotóglca. en el caso en que esta persistiera en mantener el seerelo de su Identidad ante et nlllo que
ha dado a luz. Se~ala sin embargo que ciertos pafses no preYén ta obligación de declarar et nombre de ios pa-
dres biotógicosen ocasi6n del nacimiento y que tas prkticas de abaodono dan origen, en varios otros. a nuevos
debates sobre et parto anónimo. Deduce que frente a la diversidad de los sistemas y tradlclooesjurldlcas. pero
lguatmente !rente a la dive1sidad de las prácticas de abandono. los Estados deben gozar de cierto margen de
apreciación a hn de decidir Las medidas apropiadas para asegurar et reconocimiento de los derechos garanti-
zados l)Or la convenciOn a toda persona perteneciente a su jurisd1ctión.
48. En el caso de autos. La Corte observa QUI la demandanle tuvo acceso a lf'llormaciooes no ldent1Hca1orias
sobre su madre y su lam,lla btotógica que le per1T11t1eron determinar algunas ralees de su historia en et respeto
de La preservación de los lf'llereses de terceros.
49. Por otra parte, el sistema aplicado por Francia recientemente, si bien conserva el princip,G de la admisión
del parto anónimo, refueru la posíbil.idad de levantar el secreto de ta identidad que exisUa en realidad ya antes
de la adopción de la ley del 22 de enero de 2002. La nueva ley lacíbtará la investigación de los orígenes biot6-
g1cos gracias a la creación de un Conseil nationM t#l'accis auxorigiMs personnelln, órgano Independiente,
compuesto de magistrados. de representantes de asociaciones concernidas por el objeto de La ley y de prol e-
sionales con un buen conocim1ento práctico de los desallos del tema. De aplicación inmediata. dicha ley puede
en to sucesivo per1T11l1r a ta demandante soücttar La reversibilidad del secreto de La Identidad de su madre, bajo
reserva del at11erdo de kta, de manera de asegurar equ1talr,amente la concitiaci6n entre La protección de
esta última y ta demanda legíhma de la demandante, yno se exctuye tampoco, aunque sea poco probable, que
gracias al nuevo consejo Instituido por el leg1stador la demandante pueda obtener lo que busca.
La legislac16n lrancesa trata as! de alcanzar un eqoilibrioyuna proporcionalidad suficiente entre tos Intereses
en causa. La Corte observa al respecto que los Estados deben poder elegir los medios que estunan más adap-
tados a los !ines de La conciliación asf buscada. En SOOla. la Corte estima que Francia no excedió el margen de
apreciación que debe serle reconOCldo en razón del carácter complejo y delicado de la cuestión planteada por
el secreto de los origenes respecto del derecho de cada uno a su h1stona. de La dedSIOn de tos padres b1ol6gr-
cos. del vínculo familiar existente y de los padresadopt1VOS.
492 Metodología de la disertación filosófica y juríd ica
77. En cuanto a las consecuencias eventuales del presente fallo en la organización del futbol en so conjunto. es de
jurisprudencia constante que, si bien \as consecuencias préctieas de toda decisión jurisdiccional deben ser evalua-
das con cuidado, no se podría sin embargo afectar la objetividad del derecho y comprometer su aplicación en razón
de las repercusiones que una decisión de justicia puede acarrear. A lo sumo, dichas repercusiones podrían ser to·
madas en consideración para decidir eventualmente si cabe limitar, a título de e~cepción, los efectos de un falto en
el tiempo (v. especialmente CJCE, 16 de julJo de 1992, Le gros y otro, caso C-163/90: Rcc. CJCE, 1, pág. 4625, punto 30)
78. El argumento extraído ele presuritas analogías entre el deporte y la cultura no es procedente, puesto que la
pregunta planteada por el}uez nacional no se refiere a las condiciones de ejercicio de competencias comunitarias
de extensión limitada, tales como las fundadas en et articulo 128, apartado 1, sino sobre el alcance de la libre clrcu·
lación de trabajadores, garantizada 1)01' et artículo 48, que constituye una libertad fundamental en el sistema de Las
Comunidades lv. especialmente, CJCE, 31 de marzo de 1993, Kraus, caso C· 19/92: Rec. CJCE, 1, pt¡g, 1663, punto 16).
79. En to que respecta a los argumentos extraídos de la libertad de asociación cabe reconocer que este principio,
consagrado por et artículo 11 de la Convención Europea de Salvaguarda de los Derechos Humanos y de l as Liberta·
des Fundamentales y resultante de las tradiciones constitucionales comunes a los Estados miembros. forma parte
de los derechos fundamentales Que, según ta Jurisprudencia constante del Tribunal reafirmados por otra parte
por el preAmbulo del Acta única europea y por el artículo F. apartado 2, det Tratado sobre la Unión Eu,opean, estén
protegidos en el orden j1Kldico comunitario.
80. Sin embargo, no se podría considerar que las reglas dictadas por asociaciones deportivas y refrendadas por la
Jurisdicción nacional son necesarias para garantizar el ejercicio de esta libertad por dichas asociaciones. por los
clubes o por tos jugadores, o que constituyen una consecuencia ineluctable de su existencia.
POR ESTOS MOTIVOS, el tribunal resolviendo sobre las cuestiones sometidas a él por la Cour d'oppe/ de Liége, por
tallo del 1° de octubre de 1993. declara que
1) El artículo 48 del Tratado CEE se opone a la aplicación de reglas dictadas por asociaciones deportivas. según
las cuales un Jugador profesional de futbol. perteneciente a un Estado miembro. al término del contrato que lo
vincula con un club. solo puede ser empleado por un club de otro Estado miembro si este último pagó al club
de origen una indemnización de transferencia, de formación o de promoción.
2) El articulo 48 del Tratado CEE se opone a ta aplicación de reglas dictadas por asociaciones deportivas. según
las cuales. en ocasión de tos partidos de las competencias que organizan dichas asociaciones. los clubes de
lutbot no pueden alinear més que un número limitado de jugadores profesionales pertenecientes a otros Esta·
dos miembros.
31 El electo directo del articulo 48 del Tratado CEE no puede ser invocado en apoyo de reivindicaciones relativas a
una indemni2ación de transferencia. de formación o de promoción que, a la lecha del presente lallo,esté yapa·
gada o es aún debida en ejecución de una obligación nacida antes de esta lecha. a excepción de los justiciables
Quienes. antes de esta fecha. hayan iniciado una acción en Justicia opresentado un reclamo equivalente según
el derecho nacional aplicable.
Ores. Rodrlgue2 Iglesias, Pres., Kakouris, Edward, Hirsch, Pres. de cémara, Mauclnl Pon, Moltlnho de Almeida, Kap·
teyn, Gulmann. Murray, Jann, Ragnemalm, Jueces. Lenz, Ab. gral
Nota • El caso Bosman, tas especllicldades deportivas en cuestión. • Nunca un fallo dictado por el Tribunal de
justicia de la Unión europea conoció consecuencias meditilicas semejantes, aun cuando esta Jurisdicción tiene a
menudo la ocasión de tomar decisiones en sectores claves de la vida social
Germán Sucar 495
Sobr1laadnisíbiidaddet1ecurSO:
AtenlOQUI segün tosartlcw>s ly 2detdllctllo n• 67-1210det22 de diciemb(e de 1967,el.
reonoen casaciC:lndebeser presentando en unplazo no l1l3'fOI de dos meses a contar
detanolillclclól'ldetadlcisittlllatlda;
Atw,toqueenvir1uddel.asdisposidonesoet¡¡r1ículo46deldecreloprecitadodel.22de
diciembre de !967yde toswtrcutos 6y711111 deaeto n• n-788det 28 deawostode 19n,
[ entonces8'lllcable,dlchopla10'1'811Ceetdiadell'.Atlmomesque\levaetmlsmol'IÚO'lefO
queetdiadetacloquehloriginadoetplazo,al.asveinticuat1ohoras;
AlenloqueenllCMOde IUIOSetlllCU'sohl lldo pretentaóo porlaWflor1 Benel el 4
CnoPlrtlcullrdeautos(prtfTWSII deseliemtwede1975CU1tr181.lllllodict8doet27demayode!97SportaCoorrfappe/de
""""' [
Atr-en·PrMl"ICl:(IUl.dacloquedlcholallosenotilieóel3dejuüadel915alaseftora
Benat, ll flW'SO IS tanilo ., debe Sflf' decta-ado lnadrrisibta;
Pr7S·14.290
Sru. 8eM/ OMtro sodedodGl'Ol.ipamenf outre-mer
~~ (GOMP) yofro
Se escucha amenudo que las decisionesjudiciales están construidas en fo,ma de silogismo. ¿Qué es un silogismo?
Es un razonamiento que consiste en la apl_,coci6n de uno regla general a un COSI) port,cular.
Ejemplo ctaslco:
1" Todos tos hombres son mortales (premisa mayor: regla general)
2• Ahora bien, Sócrates es un hombre (premisa menor: caso partlCVlar)
J• Luego, Sócrates es mortat (conctusi6n)
La /unción de los junstas consiste justamente en aptiear las reglas de derecho a tos casos particulares que se
presentan. El silogismo es pues un ,azonamiento propiamenteju,klico.
496 Metodologí:t de la disertación filosófica y juríd ica
M aterial extraído de lsabelle Defrénois-Soulcau, Je 11e11x réussir mo11 droit. Mét/J(x/es de tra·
M il et clés d11 s11cces, 7- edición, Dalloz, 2010, págs. 58-59. Traducción: Mónica Sil vi:l Nasi.
Rclectura : Dr. Germán Sucar.
Germán Sucar 497
2. La ficha
C iv. 1°, 29 de junio de 1994
(ca sación sin reenvío) Madre portadora
D. 1994.581 Adopción
l. Hechos
Dado que la pareja formada por la Sra. C hanral X y el Sr. Parrick Y es estéril,
dichos esposos soliciran a la Sra. Z q ue conciba (po r inseminación arrificial con la
urilización del esperma del marido), porte, cié a luz y luego abando ne a un niño,
que ellos adoprarán.
La n iña Soli:ne nace el 17 ele noviembre de ·1 985. Es entregada a los esposos y
es reconocida por b Sra. Z y por el marido de la Sra. X.
Los esposos se separan, la Sra. Chanta! X pide el divorcio y q uiere acloprar a
la niña.
2. Procedimiento
El 16 de junio de 1986, la Sra. Z ha dado su consentimiento para la adopción
p lenaria por parte d e los esposos, pero el Sr. Y no está d e acuerdo con dicho pro-
cedimienro y solo la Sra. C hanra l X presenta una petició n de adopción plenaria.
El T ribunal de grande i,tStance hace lugnr a la demanda.
Luego, se diera la sentencia de divorcio y el 22 de enero de ·1 992 la Cour
d'appel de Poiriers revoca parcialmenre el follo, pronunciando solo la adopción
simple de la n iila por parre de lr1 Sra. Cha n ta! X.
3 . Tesis en presencia
El fallo atacado admite la adopción simple del niño por parre de la madre sus-
ritura, fundándose en los intereses del niño y de la madre sustitura.
El recurso del padre natural afirma q ue el contrato de madre portadora es
contrario a los principios d e o rden p úblico según los cuales no se puede disponer
libremente ni del cuerpo humano n i d el estado de las personas y que conduce a
una malversación de la institución de la adopción; que, por consiguiente, d ebe ser
rechazada en este caso.
Germán Sucar 499
4. Problema de derecho
¿La adopción debe ser admitida en el interés del niño y de la madre susrirura
o bien debe ser rechazada porque el contrato de madre porradora y el proceso en
su conjunto son contrarios a principios de orden público?
¿El orden pllblico es más imporranre que los intereses parriculares?
Elp,oblem;,
rMt>eltop<w
el f;tllo
...._
..
aftkodel
,
Cf. G illes Gobeaux y Philippe Bhir, ob. cit., piigs. 205-224, especi:l lmente, piigs. 205 y 218.
Cf. /bidem, piigs. 242~261, especiJlmeme, 242 y 265.
Germán Sucar 503
Ttxto extraído de Gilles Gou~aux )' Philippe Bihr, 1-es ipre11ws en droit civil. Conseils et
modeles, LGDJ, 11- edición, 2008, págs. 225-242. Traducción: Mónica Silvia Nasi. Rclccrura:
Dr. Gtrm;ín Sucar.
504 Metodología de la disertación filosófica y juríd ica
2. Comentario
A. Análisis del fallo
t. Hechos y procedimiento
Cronología de los acontecimientos
J>ro«Uimicnlolaboral Impugnación de hooorarios
Circunstancias constaradas
- La Sra. X se encontraba en estado de endeudamienro en ocasión de la
conclusión del convenio de honorarios.
- La Sra. X se encontraba, en ese momenro, en estado de debilidad psico-
lógica (demostrado por certificados médicos).
506 Metodologb de la disert:ici6n filosófica y jurídica
2. Litigio y solución
Partes
Sra.X Oemandarite Demandada en el recurso
Sr, Y, abogado Demandado Demandante en el recurso
3. Argumentos, razonamientos
2. Datos jurídicos
Para comen zar, destaquemos los textos citados en el fallo: los artículos ·1109
y 1 11 O del Código civil; el artículo 1 O de la ley del 31 de d iciembre de 1971.
Germán Sucar 509
Ubicar este último texto no es muy fácil (es por eso que, en una prueba de exa·
men, sería comunicado a los candidatos, a título de información). Sin embargo, el
contexto del caso permite identificarlo. El litigio concierne a las relaciones entre
un abogado y su diente. Ahora bien, el texto de base de la organización de la
profesión de a bogado es la ley n" 7 1• 1 130 del 3 1 de diciembre de 1971 "que re•
forma cierras profesiones judiciales y jurídicas". Se trata precisamente de esta ley.
En efecto, su artículo 1O rige la determinación de los honorarios de los abogados.
Según los términos de este texto:
" En caso de ausencia de convenio entre el abogado y su cliente, los honorarios
son fijados según los usos, en función de la situación de forruna del diente, de la
dificultad del caso, de los gastos expuestos por el abogado, de su notoriedad y de
las di ligencias de este.
Está prohibida toda fijación de honorarios que solo se realice en función del
resultado judicial. Es lícito el convenio q ue, además de la remuneración de las
prestaciones, prevé la fijación de un honorario complementario, en función del
resultado obtenido o del servicio prestado".
Así se aclara el sentido de la expresión "honorario de resultado", que prevé
una remuneración complementaria consistente en un porcentaje de la indemniza•
ción obtenida.
En lo que concierne a los artículos del Código civil citados, el .utículo 11 09
establece una nomenclatura de los vicios del consentimiento sa ncionados por la
nulidad del convenio.
"No ha brá consentimiento válido, si el consentimiento hubiera sido dado por
error, o si hubiera sido arrancado con violencia u obtenido mediante dolo".
En cuanto al artículo 111 O, es el célebre texto relativo al error, que en uncia en
su primer aparrado:
;.El error solo será causa de nulidad del contrato cuando recaiga sobre la sus•
rancia misma de la cosa que constituya su objeto".
Más allá de los rexros expresamente mencionados en el follo, cabe enume•
rar algunas otras reglas jurídicas capaces de clarificar el conrexro del caso o
de nutrir las discusiones.
Así, es necesario recordar las disposiciones legales rel:uivas a los otros vicios
del consentimiento: violencia y dolo.
Artículo 111 1: "'L-. violencia ejercida contra aquel que hubiera contraído la
obligación, será causa de nulidad, a unque hubiera sido ejercida por un tercero
distinto de aquél en cuyo provecho hubiera sido hecho el convenio".
Artículo 11 12: " Existe violencia, cuando esta es de tal naturaleza que impre-
siona a una persona razonable y que puede inspirarle el temor de exponer su
persona o su fortuna a un mal considerable y presente.
5 10 Metodologb de la disert:ici6n filosófica y jurídica
la equidad, pues el derecho viene en auxilio de los más débiles, en armonía con el
movimiento legislativo de consolidación de la protección del consumidor.
El ámbito en el que interviene esra solicitud merece nuestra atención: se busca
velar por una moralización de la acción de los auxiliares de justicia, a fin de que
los profesionales del derecho no utilicen sus conocimientos para hacer jugar las
reglas jurídicas en su único provecho.
En otro orden de ideas, cabe lamentar los silencios de la Cour de cassation
que abren el camino a interpretaciones diversas de su follo, volviendo inciertas
las previsiones de las soluciones futuras, en detrimento de la seguridad jurídica.
O. Redacción
"Si no eres tú, entonces es tu hermano", dijo el lobo al cordero de la fábula.
Es una afirmación análoga la q ue parece emitir la Cour de cassation en este follo:
si no es un vicio del consentimiento el que íunda la nulidad del convenio, es otro,
En efecto, la Deuxiitme e/Jambre civife considera justificada la decisión que había
enunciado, de manera sintética, que vistas las circunstancias de hecho estableci-
das, el consentimiento de una de las partes en el convenio había sido alterado.
No es esa una aplicación clásica de la teoría de los vicios del consentimiento,
habitualmente ordenada en torno a la distinción entre error, dolo y violencia. Esta
originalidad merece que se le preste atención.
Una asalariada, en conflicto con su empleador como consecuencia de su despi-
do, había encargado a un abogado la defensa de sus intereses en un procedimiento
laboral. Con dicho auxiliar de justicia, había firmado un convenio de honorarios
que preveía un honorario de resultado, el cual permitiría al abogado percibir,
como complemento de sus honorarios de base, un porcentaje de la indemnización
a cobrar gracias a su intervención. Poco después, el litigio había finalizado con
5 18 Metodología de la d isertación filosófica y jurídica
H. Ejercicios·
1. Fallo de la Suprema Corre de Jusricia de México ..Amparo direcro en revi-
sión 2806/20 12 de fecha 6 de ma rzo de 2013" (incluidos votos particulares) sobre
b posibilidad del derecho a ofender. Al respecto, léase la siguiente bibliografía
complementaria: Jesl1s Silva Herzog Márquez .. Los jueces y el diccionario", en
Reforma - México DF, 22 de abril de 20 13; Ayaan Hirsi Ali "'The right to offend",
N RC Handelsblad, \O de febrero de 2006; Ronald Dworkin "'On the righr ro ri-
dicule", New York Review o( Books 23 de marzo de 2006; y José Ramón Cossío
Dbz " Pa labras prohibidas", Le/ras libres, 5 de abril de 2013.
Dcfrénois-Soulcau, lsa bclle,/e 11e11x réussir 111011 droit. Méthodes de travail et clés de mcás, 7-.
édición, París, Dalloz, 20 1O.
Mazcaud, l lcnri y Dcnis Mazeaud, Méthodes de tmvail. De11g Droit, París, Monrchrcstien,
200 1.
Scricux, Alain y Marc Bruschi, Le commentaire de textes ;11ridiques. Lois et rég/emems, 1.i.
edición, París, f.llipses, 2007.
Séricux, Ala in, Marc Bruschi y Philippc Bonfils, Le commentaire de textes ¡1,ridiq11es. Arrí:ts et
j11gements, 3" ed ición, París, Ellipscs, 201 1.
Sourioux, Jcan-Lo uis y Pierre Lcrat, L'am1/yse de textc, MétlJOde génémle et a/1/1/ications a11
droit, París, Dalloz, 5'"cdición, 2005.
Goubcaux, Gil les er Philippe Bihr, Les épre1wes e,, droit civil. Comeils et modeles, 11.. edición,
París, LGDJ, 2008(a).
- 100 comme11uiires ,l'arrits e11 droit civil, 3" edición, París, LGDJ, 2008(b).
Gridcl, Jcan-Picrrc, La dissertatio11, le cas pratiq11e et la co11s11ltatiott en droit pril!é. Méthodcs-
ll/11stratio11s, 4"' edición, París, Dalloz, 1996.
Mouralis, Jean-louis, Us cas pratiq11e en droit civil, París, Ellipses, 2010.
Saintourcns, Bernard (dir. ), A1111ales 2003. Droít ,les affaires. Droit commercial, París, Dalloz,
2003.
Cornman, James. W., Gt'Orge. S. Pappas y Keirh Lchrer, Introducción a los problemas y argu-
mentos /ilos6/icos ( 1992), México, UNAM, 2006.
Cossurra, Frédéric, Eléme,,ts po11r la lu111re des textes philosophiques, París, Bordas, 1989.
Dcclcrcq, Gillcs, L'a rt d'arg11me,,ter. Structmts rhétoriq11es et littéraires, tditions Univcrsitai-
rcs, 1992.
Descartes. Rcné, Disco11rs de la métl,ode (1637), Hatier Poche, París, 2007, con noras y Dos-
sier de Ér ic Brauns.
Gordillo, Agustín, Ef m étodo e11 derecho. Aprender, ense,iar, escribir, crear, hacer, Madrid,
Civitas, 1988, rei mpresión de 1997.
Gourinar, Michel, De la plúlosophie, París, l lachcttc, 1969, dos vol1imencs.
Gratiot, La urcnce et al., Art et teclmiques de la plaidoirie, 2"' edición, París, Lcxis-Nexis, 2011,
Guastini, Riccardo, La sintaxis del derecho (2014), Madrid, Marcial Pons, 2016.
Guerrero, Nicolas y Élisc Wolton, Ewme11 d'acces a11x CRFPA. L:J note de synthCse. M éthode
a/)/)liquée et e:'(p/iq11ée. S11iets et corriges d'éprc1111es, 2.i. edición, París, Lextcnso, 2013.
Gucry, Francois, Didier l)clculc y Pierre Osmo, Comentario de Textos de Filosofía ( 1990),
Madrid, C.itcdra, 1995.
Hacker, P.M. S., ;,What is a philosophical problem?", Think, vol. 4, nº 12, 2006: 17-28.
l lamo n, Francis y Michel Troper, Droit Constit11tio1111c/, París, LGDJ, 2007, 30- edición;
201 3, 34'•eclición; 37"'" edición , 201 6; y 39•ecl ición, 2018.
1larichaux, MichClc y CarolineWatine-Drouin, La note ,le sy11these, préJJ(lratio,i au CR FPA de,
París, M ontchresricn, 2008.
l leideggcr, Martín, ¿Qué es metafísica? ( l 929- 1943- 1949), Buenos Aires, Alpe, 1955.
lzuzquiza, Ignacio, Guia /mm el estudio de la filosofía: refere11cil1s y métotlos, Barcelona,
Anthropos, 1994.
Jiménez, Cristóbal Aguilar y Vicente Vilana Taix, Teoría y práctica ,le/ comentario de texto
{ilos6fico, M ad ri d, Síntesis, 1996.
Kenny, Anthony ( 1984): E/ legado de \Vittge11stein, M éxico, Siglo XXI, 1990: 72- 1OO.
Kunz, Ana y Nirncy Cardinaux, /1111cstigar c11 derecho, l!ucnos Ai res, Universidad de Uucnos
Aires, Facultad ele derecho, Departamento de publicaciones, 2004.
Lévy-Strauss, Claude, Tristes Tropiq11es ( 1955), P:irís, Pion, Prcss Pocket. Terrc I luma ine,
201 J. Existe traducción castellana: Tristes trópicos, Barcelona, Paidós, 1988.
Luckhardt, C. G rant y William Ucchrcl, l low To Do Thi11gs \Vith Logic, Psychology Prcss,
1994.
M aljar, Daniel E., E/ ¡noceso penal y las garantías co11stit11cio11a/es, Buenos Aires, Ad-! loe,
2006.
M arccl, Gabriel, Ser y tener ( 1935), Madrid, Caparrós cdiwrcs, 199 l.
Marrinca u, Frnn,ois, Petit Traité dºarg11111e11tatio11 iudiciaire, París, Dalloz, 3" edición, 2008.
Existe traducción castellana: Arg111ne11taci6t1 ;11dicial del abogado, Barcelona, Edi torial
nosch, 2009.
Martíncz, Maric-Laurc, 2006: ;'La teclm iq11e d11 /Jhm o el método francés de redactar textos
juríd icos", Revista Chilena de Derecho, vol. 33, nº 1: 177-185.
Meyer, Michcl, De la problématologie. PIJiloso/JIJie, science et langage, París, PUF, 2008.
M olin ié, Gcorgcs, Diaiomwire de rhétorique, París, Le livrc de poche, 1992.
Montinari, Mazzino, '·La volomé de p11issa11ce~ 11'cxiste pas, París, l:.ditions de L'&:lat, 1997.
Moore, Gcorgc E., Some Main Problcms in Philosopl,y, Londres-Nueva York, Gcorgc Allen &
Unwin Ltd., 1953.
Nat,Arnold Vander, Simple formal Logic: \Vith Common-Sensc Symbolic Teclmiq11es, l '"ed i-
ciónRurledge, 2009.
Germán Sucar 533
Sicyes, Emmanuel, Qu'est-ce que le Tiers-ltaú', ( 1788), Pa rís, Société de l' Histoirc de la Révo-
lution Fran~a isc, 1888. Citado por la traducción castellana de José Rico Godoy: ¿Qué es el
Tercer Estado? Seguido del Ensayo sobre los priuilegios, México, UNAM, 1983.
Spinoza, B:i.ruch, Tratado tcol6gico p olítico ( 1670), Barcdona, Atalaya, 1997,
Strauss, Leo y J. Cropscy Joscph (comps.), Historia de fa filosofía política, 3'" edición (1986 )
México, FC E, 1993.
Strnwson, Pcter F., Análisis y metafísica. Una introd11cd611 (1 la filosofía (1992), Uarcelona-
Huc nos Aires-Méx ico, Paidós, 1997.
Sucar, Germ án, Concc¡,cioncs del derecho y de la verdad i11rídica, Madrid, M arcia l Po ns, 2008.
Te na Ra mírez, Felipe, Derecho Constit11cional Mexicano, México, Po rni:i, 33" edición, 2000;
y 37"" edición, México, Pornía, 2005.
Trcmblay, Raymo nd Robcrt e lva n Pcrrier, Sa11oir /1Ílls: 011tils et métl,otles de travaif inteflec•
t11ef, 2"" edició n, París, Montreal, Les Édirions de la Che niCre inc., 2006.
Tropcr, Mic hel, E11sayos de teoría co11stit11cio11af, Fo nramara, M éxico, 2004.
Tropcr M ichcl y Do m iniqU<.' Chagnollaud (d irs.), Traité i11tematio11al tle tlroit co11stitutio1111el,
3 vol límcnes, Pa rís, l) al101,, 201 2.
Vallejo, Fe rna ndo, Logoi. Una grtmuítica del lenguaje literario, México, F.C.E.. 1997.
Va nossi, Jorge R. A., l:.st11dios de teoría constit11cio""1/, M éxico, UNA M , 2002.
- Teoría co11stitucio11al, 3" edición, 3 volúmenes. Buenos Aires: Abcledo Perror., 2013.
Va1, Fcrrcira, Carlos, L6giet1 Vi"'1, Bue nos Aires, Losada, 19 45.
Vcrncaux, Rogcr, ~L, Notion de i'roblCmc", Rc111,c Philosoplúq11c de Lo11vai11. Troisii!me série,
tomc49, n"2 1, 1951: 57-77.
Vibcrt, Arme (<lir.), J:éloq11c11ce ;11diciaire. Préce/)tes et fm1tiq11es,gm11des pl,iidoiries f)(lssées et
contem¡,or,:li11es, París, Édirions du Juris•Classcur-Lirec, 2003.
Walton, Do uglas, fo(omwf Logic. A l'ragmatic Ap¡,rwcl,, 2"" ed ición, Cambridge Univcrsity
Prcss, 2008.
Walton, Douglas, Chris Reed y 1:abri1.io Macagno, Arg11me11wtio11 Schemcs, 1•• edición, Cam•
bridge Universiry Press, 2008.
Wesron, Amhony, l...as daves de la arg11mc11taci611, 3•• edición ( 1987), Barcelona , Ariel, 2004.
H ay 4u edición ele 2009.
Wittgenstein, Ludwig, Tractat11s logico•f)hiloso(Jhiws ( 19 22), M ad rid, Alian1.a, 1993.
- /1111estigaciones Filos6/icas (195 1), Barcelona, Crítica-Grijalbo, 1988.
El autor
GERMÁN SUCAR