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La Mayordomia Cristiana Lec 8
La Mayordomia Cristiana Lec 8
INTRODUCCIÓN
La doctrina del sostén del ministerio sagrado se encuentra en 1 Corintios 9:5-14. Hay quienes dicen que
las Escrituras no apoyan el concepto de un ministerio pagado, pero esta porción desmiente semejante
error. Otras porciones ilustran los principios señalados en estos versículos. Los ministros fieles del Señor
no son “asalariados”. Existe una gran diferencia entre “predicar para recibir salario” y “recibir salario por
predicar”. El verdadero pastor tiene cuidado por el rebaño del Señor.
I. LA EXHORTACIÓN DEL SEÑOR: “Los que anuncian el evangelio, que vivan del
evangelio (1 Corintios 9:14; compare Mateo 10:10; Lucas 10:7; Gálatas 6:6).
Esto quiere decir que “los que predican el evangelio, que ganen su vida del evangelio”. O, en
otras palabras, “los que predican el evangelio deben recibir su pago de los que aceptan el
evangelio”. O, como expresa Pablo en Gálatas 6:6, “El que es enseñado en la palabra, haga
partícipe de toda cosa buena al que lo instruye”.
II. LOS EJEMPLOS DADOS POR EL MISMO SEÑOR, enseñando por qué los obreros y
pastores deben recibir su pago en lo material.
Los levitas no tenían herencia en Israel. Fueron sostenidos por las ofrendas del pueblo
(Levítico 6:6, 26; 7:6, 31-32). La mayor parte de la carne ofrecida en holocaustos y una
buena parte de los granos recibidos en el tabernáculo o templo fueron dedicados al sostén
de los sacerdotes y levitas.
CONCLUSIÓN
Concluimos que los pastores y obreros que reparten los bienes espirituales deben ser sostenidos en lo
material (Gálatas 6:6; 1 Corintios 9:11; Romanos 15:27). El que ministra la palabra de Dios tiene el
derecho de recibir su ayuda, su sostén y el de su familia como fruto de su ministerio.
Los que señalan el ejemplo de Pablo, el hacedor de tiendas, están mirando a una excepción apostólica, no
a la norma para la iglesia cristiana. En los últimos versículos de 1 Corintios 9, Pablo explica por qué él
trabajó con sus manos, sosteniéndose a sí mismo en el ministerio: “¿Cuál, pues, es mi galardón? Que
predicando el evangelio, presente gratuitamente el evangelio de Cristo, para no abusar mi derecho en el
evangelio, por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos, para ganar a mayor número” (1
Corintios 9:18-19).
Muchos hermanos encuentran más fácil ofrendar para la construcción de templos o para la compra de
aparatos que ofrendar con regularidad para el sostén de su ministro. Pero, el sostén del pastor u obrero
deber ser el punto número 1 en el presupuesto de cada individuo, iglesia y congregación. ¡Amén!