¡Mujer, tú que esperas que llegue el hombre perfecto! Ese
hombre sacado de un cuento de hadas; ese hombre que solo lo encuentras en los comerciales de televisión que nos venden los mercaderes de la publicidad; un hombre musculoso, guapo, rico y sin mamitis; ¡me causa un poquito de admiración! el saber que todavía, algunas mujeres creen que va a llegar ese príncipe azul, que las va a hacer felices para siempre. Lo intrigante del caso es, que hay mujeres que rebasan los 40´s, han conocido hombres de todos tipos, colores y sabores, pero ninguno ha cubierto el perfil deseado y, por consiguiente, siguen esperando a que llegue su “gran amor; tal vez una utopía, una ilusión, en el peor de los casos, una broma de mal gusto que les juegan, en este gran hotel donde solo estamos hospedados por un breve espacio, “llamado vida”.
Cabe preguntarse ¿Existe el hombre perfecto?, eso depende de
ti, depende de tus gustos y preferencias; lo que sí es un hecho es: que no lo venden en la tiendita de la esquina; si me permites decirlo, el hombre perfecto es aquel que no tiene miedo de mostrar su sensibilidad ante la vida; aquel que tiene sentimientos nobles y que guarda congruencia entre lo que dice y lo que hace; aquel que te respeta por encima de todas las cosas y muy importante, que se respeta a sí mismo; un hombre que no haga que derrames en vano lagrimas por él; un hombre que te regale más momentos de alegría, que de tristeza (que sin duda los habrá); un hombre que tal vez fume, pero que no se quiera acabar los cigarros del mundo en un solo día; un hombre que tal vez tome, pero que no quiera dejar sin los pocos agaves que quedan a Jalisco en un instante; un hombre al que tal vez, le gusten las demás mujeres, pero que no por ello quiera llevarlas a la cama; un hombre que tenga amigas, pero que las trate simplemente como eso; un hombre que tenga familia, pero que te dé, el lugar que te corresponde dentro de ella, al fin y al cabo, a diferencia de su demás familia, ¡¡a ti si te escogió él!!; busca un hombre que esté dispuesto a complacer algunos de los caprichillos de niña que toda mujer interesante lleva dentro; un hombre que disfrute el visitar a tu familia solo, por saber que eso es importante para ti y que te hace feliz; un hombre que no sea egoísta y solo piense en él y que límite tu actuar, pensar y decir; busca un hombre que crea en la familia como institución social, para tener una vida más digna y satisfactoria; busca un hombre que no dedique su vida al trabajo, sino que trabaje para poder vivir; un hombre que nunca compare lo que cocinas o haces con lo que le hacía su mamita; busca un hombre con independencia mental y emocional, que a la menor muestra de dificultad no corra con sus papis a pedir que lo rescaten; un hombre que no olvide que tus padres y los de él son el instrumento por medio del cual ustedes están aquí y por ello hay que quererlos, visitarlos y a lo mejor hasta soportarlos; un hombre que cuando tenga algo que le inquieta de ti, te lo diga con respeto y en privado y que cuando tenga que agradecerte algo, lo haga en público; muy importante, un hombre que jamás levante su mano para lastimarte físicamente, ni su voz para humillarte; un hombre que tal vez sea celoso, pero que no te haga una escenita, frente de tus amigos o en un lugar público; un hombre que no se moleste si trabajas o estudias solo por el hecho de pensar que existen mas probabilidades de que le seas infiel al convivir con otras personas que pueden tener cualidades diferentes a las de él.
Podría pasarme las horas recomendándote, que puedas
esperar de un hombre, pero solo una cosa quiero decirt” en este mundo tan complejo y transitivo, muy dinámico, ya no existen santos”, (es mas creo que nunca han existido); hasta hace algunos pocos años se creía que un matrimonio era para toda la vida, que era un contrato inquebrantable, que había que vivir con la pareja, aunque ya no se amaran. Pero actualmente el porcentaje tan alto de divorcios nos demuestra que las preferencias de las personas han cambiado, y que tanto mujeres como hombres ya no tienen la necesidad de estar atadas a una persona que, en vez de regalarles momentos gratos, le proporcionen un infierno a su lado. Ya que el cielo y el infierno, están aquí en la misma tierra, tienes que ser muy inteligente para no confundir el cielo con el peor de los infiernos, ni el infierno con el mejor de los cielos.
¡¡No tienes que ser exigente!!, porque te quedaras sola, pero si
tienes que ser inteligente y pensar con el cerebro y no con el corazón; ¡¡si encuentras un hombre que te haga sentir especial!!, consérvalo por el mayor tiempo posible, si en un tiempo la relación ya no funciona, se vale volver a empezar, lo que no se vale es arrepentirse de no haberlo intentado, no sabemos el día de mañana quien tenga el gusto o disgusto de tenerlo en sus brazos y tal vez te quedarás pensando… ¿Que hice Mal?
¡Buen día!
LAE Carlos Barrios Padrón
05 de octubre de 2005 Este texto lo puedes compartir, pero te pido de favor no lo modifiques.