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Queridas familias en este mes como argentinos es un año de muchos

acontecimientos queremos alentar y animar…con algunas de las palabras de


San Luis Guanella en el que nos dice: En tiempos difíciles, cuando las
dificultades parecen aplastar y desanimar, Luis nos invita a todos a rezar el
Rosario de la Providencia. Y la providencia llegaba muchas veces de forma
sorprendente.

Con el tiempo la obra de don Guanella se difundió por todo el mundo y la


práctica de Rosario de la providencia la acompañaba convirtiéndose en
devoción muy querida por la familia Guanelliana.

En una oportunidad Don Guanella Escribió “Muchos preguntarán: ¿De dónde


sacan los medios para construir y llevar adelante la obra? La respuesta es la
siguiente: “En nuestras casas están en uso la oraciones en forma de corona
que empiezan así “Santísima Providencia de Dios, provéenos”. El Señor ve
y provee.

Queremos que se expanda este tesoro a todos aquellos que están pasando
situaciones difíciles, por necesidades espirituales, económicas, o inseguridad
en el trabajo, dificultad en el ámbito familiar, problemas de salud…y llegar así al
corazón de aquel Padre Providente que alimenta las aves del cielo y viste los
lirios del campo (Mt. 6,24). Condición necesaria en la práctica de esta devoción
es la actitud de FE.

Modo de rezarlo: (este Rosario está dividido en 5 partes)

● Señal de la Cruz

● En lugar de Padre Nuestro, al empezar cada una de las partes se dice:

Corazón de Jesús, ten piedad de nosotros.

Corazón de María, Ruega por nosotros

Glorioso san José, ruega por nosotros

Santa Teresa, ruega por nosotros


San Cayetano, ruega por nosotros

San Benito de Cottolengo, ruega por nosotros

San Luis Guanella, ruega por nosotros

Beata Clara Bosatta, ruega por nosotros

● En lugar de las aves María se dice diez veces:


“Santísima providencia de Dios, Provéenos”

● Se dice el Gloria y luego la siguiente jaculatoria:

“Míranos María con tus ojos de piedad. Socórrenos, Oh Reina, con tu ardiente
caridad “

● Se concluye:

Eterno Padre, socórrenos; Hijo de Dios, provéenos; espíritu Santo, inspirarnos;


habla por nosotros. ¡Corazón de Cristo abierto, Fuente de piedad, verdadero
tabernáculo de la Santísima Trinidad, a ti nos presentamos con gran fe;
concédenos por piedad, la gracia que te pedimos!

Gloria al Padre….

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