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En un solo movimiento, haces 3 señales de cruz en frente, boca y pecho, con tu mano con la que escribes:
A. Con la mano haciendo señal de cruz tocas suavemente en la frente (tocas arriba de la frente, luego tocas abajo
de la frente, ahora tocas a la izquierda de la frente, por último tocas a la derecha de la frente) y mientras haces eso,
vas diciendo: “Por la señal de la Santa Cruz…”
B. Ahora tocas con tu dedo arriba de la boca, luego tocas abajo de la boca, ahora tocas a la izquierda de la boca y
terminando a la derecha de la boca, mientras haces esto ahora dices “… de nuestro enemigos…”
C. Ahora bajas tu mano a tu pecho y haciendo señal de cruz en tu pecho, igual empiezas tocando arriba del pecho
haciendo un toque, luego tocas abajo del pecho, luego tocas a tu izquierda del pecho y luego tocas a tu derecha
del pecho mientras sin parar continúas diciendo “…líbranos señor Dios Nuestro”.
D. Ahora te persinas diciendo “En el nombre del Padre…” (mientras llevas tu mano a la frente, dando un toque en
ella) y ahora dices “Y del Hijo…” (mientras llevas tu mano al pecho y le das un toque) y ahora dices “Y del Espíritu
Santo” (mientras ahora llevas tu mano a tu izquierda y tocas tu hombro izquierdo, y posteriormente a tu derecha y
tocas tu hombro derecho), y terminas diciendo “Amén”
Gloria al Padre, al Hijo y al Espírito Santo. Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos.
Amén.»
Se dice: “[Primer, Segundo, Tercer, Cuarto, Quinto] misterio [Gozoso | Luminoso | Doloroso | Glorioso] ; [El nombre
del misterio]”
Por ejemplo si es lunes y se llegó al rezo de los misterios, se inicia diciendo: “Primer misterio Gozoso, La
anunciación del Angel a María y Encarnación de Jesús.
Jueves: Luminosos
(Se reza una vez la oración llamada “Padre Nuestro” que es la siguiente:)
«Padre Nuestro que estás en el cielo, Santificado sea tu Nombre, Venga a Nosotros tu Reino, Hágase tu Voluntad
en la Tierra como en el Cielo, danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en Tentación, y líbranos del mal. Amén.»
Con tu Rosario, camándula o decenario, avanza una cuenta, la que está más separada antes de las 10 cuentas o
bolitas más juntas.
(Se rezan diez veces la oración llamada “Ave María” que es la siguiente:)
«Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito el
fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores ahora y en la hora de
nuestra muerte. Amén.»
Con tu Rosario, camándula o decenario, avanza una cuenta (o una bolita) cada Ave María que termines, para
ayudarte a no perder la cuenta en cada una de las 10 Aves Marías.
Con tu Rosario, camándula o decenario, avanza una cuenta que está entre las 10 cuentas más juntas, ahí reza el
Gloria, y luego si aplica, el Padre Nuestro del siguiente misterio.
Dios te salve, María Santísima, Hija de Dios Padre, Virgen purísima antes del parto, en tus manos encomiendo mi
fe para que la ilumines, llena eres de gracia, el Señor es Contigo, Bendita eres entre las mujeres y bendito es el
fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora, y en la hora de
nuestra muerte. Amén.
Dios te salve, María Santísima, Madre de Dios Hijo, Virgen purísima en el parto. en tus manos encomiendo mi
esperanza para que la alientes , llena de gracia, el Señor es Contigo, Bendita eres entre las mujeres y bendito es el
fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora, y en la hora de
nuestra muerte. Amén.
Dios te salve, María Santísima, Esposa de Dios Espíritu Santo, Virgen purísima después del parto, en tus manos
encomiendo mi caridad para que la inflames, llena eres de gracia, el Señor es Contigo, Bendita eres entre las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores,
ahora, y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve, María Santísima, Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad, Virgen concebida sin mancha del
pecado original, llena eres de gracia, el Señor es Contigo, Bendita eres entre las mujeres y bendito es el fruto de tu
vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora, y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
«Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo.
Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios, no desprecies nuestras súplicas que dirigimos ante nuestras
necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro Virgen Gloriosa y Bendita, Ruega por Nosotros Santa Madre de
Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas y divinas gracias de nuestro Señor, Jesucristo. Amén.
Te rogamos Señor que derrames tu gracia en nuestras almas, para los que por el anuncio del Angel hemos
conocido la Encarnación de tu hijo Jesucristo, por su pasión, y su cruz, seamos llevados a la gloria de la
resurrección, por el mismo Cristo, nuestro Señor, Amén.
Junto al monte pasaba Juan Diego, junto al monte pasaba Juan Diego,
Y acercose luego, y acercose luego, y acercose luego al oír cantar (bis).