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SESIÓN
ESPECIAL
PERÍODO 140º
SECRETARIOS:
SEÑOR MARCELO JORGE FUENTES Y SEÑORA MARÍA LUZ ALONSO
PROSECRETARIOS:
SEÑOR JUAN PEDRO TUNESSI, SEÑOR MARIANO RAMIRO CABRAL, Y
SEÑOR DIEGO BERMÚDEZ
ÍNDICE
2. Convocatoria
3. Asuntos Entrados
5. Mociones de preferencia
crecimiento del producto bruto interno en más del 10 por ciento durante 2021,
recuperando la caída del 9 por ciento producida en 2020; y la reducción del déficit
fiscal primario del 6,4 por ciento al 3 por ciento del PBI entre 2020 y 2021, cuando
la meta presupuestaria establecía un déficit primario de 4,5 por ciento del PBI.
En el capítulo II, Marco de políticas y programa económico 2022-24,
resaltan como principales objetivos el mantener la recuperación económica y
social lograda, a la vez de reforzar la estabilidad macroeconómica a partir de
mejorar gradual y sostenidamente las finanzas públicas, para hacer sostenible la
deuda; el reducir la inflación, a través de una estrategia donde confluyan políticas
fiscales, monetarias y de precios e ingresos; el fortalecer la balanza de pagos
mediante la acumulación de reservas; y el fortalecer el sostenimiento del
crecimiento económico, a partir de incentivar el ahorro interno, la inversión en
infraestructura e innovación y el desarrollo de los sectores de bienes transables.
Proyecta un crecimiento del producto bruto interno del 3,5 al 4,5 por ciento
en 2022 y, en adelante, que tienda a mantenerse en un rango en torno del 2,25
al 1,75 por ciento del PBI, complementado con una reducción de la inflación en
un rango de entre 38 y 48 por ciento para fines de 2022; y en adelante una
reducción de 5 puntos porcentuales por año, hasta fines de 2024.
Además, plantea el importante grado de incertidumbre del escenario base
o presente, lo que puede implicar que deban revisarse las políticas pautadas,
considerando que no se puede descartar aún un recrudecimiento de la
pandemia, ignorar las consecuencias que trae aparejada la guerra entre Rusia y
Ucrania –si no concluye pronto–, o los shocks sobre nuestros productos
exportables que pueden provocar eventos climáticos extremos.
En el subcapítulo a, Política Fiscal y Financiera, plantea la proyección de
reducción del déficit fiscal que, en línea con los principios de solidaridad,
pragmatismo y factibilidad, adoptados como política de gobierno, no recienta el
crecimiento económico logrado e, inherente a ello, proseguir con la inversión en
infraestructura, ciencia y tecnología e inclusión social.
En tal sentido, prevé una reducción gradual del déficit, basado en la
recuperación y crecimiento de la recaudación, a través de un esquema tributario
dotado de mayor progresividad, siendo la meta a alcanzar: un déficit primario del
2,5 por ciento del producto bruto interno en 2022, del 1,9 por ciento del PBI en
2023 y 0,9 por ciento del PBI en 2024.
Coherente con ello, plantea apuntalar una política de financiamiento
doméstico, previendo obtener recursos netos del sector privado de
aproximadamente el 2 por ciento del PBI por año, durante el período 2022-2024.
Y también prevé durante igual lapso, obtener un financiamiento neto de bancos
multilaterales de desarrollo y acreedores oficiales bilaterales del orden del 0,4
por ciento del PBI por año, para financiar proyectos de infraestructura, reforzar
programas sociales y alcanzar mayor eficiencia energética.
Con estas previsiones, a las que se agregará la búsqueda de un acuerdo
con el Club de París, para alcanzar un cronograma de amortizaciones
consistente con la capacidad del pago del país, sumado al financiamiento neto a
obtener del propio Fondo Monetario Internacional, previsto en un 0,7 por ciento
del PBI para 2022, se planea reducir el financiamiento del déficit con emisión
monetaria por parte del Banco Central al 1 por ciento del producto bruto interno
en 2022; 0,6 por ciento del PBI en 2023 y 0 por ciento en 2024.
El subcapítulo b, refiere a la Política Monetaria y Cambiaria. Dado el
persistente nivel de la inflación en nuestro país, considera que su origen es
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va a ser del 2,5 del PBI; para 2023 va a ser del 1,9; para 2024 va a ser del 0,9;
para así llegar al equilibrio fiscal en 2025. Si tomáramos la partida de los
recursos, seguramente se podrían aumentar mejorando la recaudación, pero
también se podría hacer aumentando impuestos o aumentando retenciones.
Yo quiero decirle a todo el Senado y a usted, señora presidenta, que no
estamos en condiciones de seguir aumentando impuestos en la Argentina,
porque la presión tributaria es muy alta y estamos al límite, e iría en contra de la
productividad y el crecimiento.
También podríamos atacar la reducción del déficit desde el punto de vista
de los gastos: reduciendo los gastos de funcionamiento del Estado; reduciendo
los gastos superfluos; de pronto fijar prioridades o simplemente dejar que esta
alta inflación que tenemos en la Argentina se encargue de licuar el gasto público
que tenemos actualmente.
De ser esta la posibilidad, los jubilados se verán cada vez más
perjudicados para llegar a fin de mes, así como también quienes reciben
programas sociales y los asalariados. Planteos estos, señora presidenta, que
hicimos, pero que no fueron totalmente respondidos.
Otros de los temas que nos preocupan son la tasa de interés real positiva
y la inflación. Por supuesto que creemos que es bueno tener una tasa de interés
real positiva para incentivar el ahorro en pesos y que la gente no vaya al dólar,
con todo lo que ello significa. Ahora, la pregunta que nos hacemos
permanentemente, y sé que también se la hacen ustedes, es que ante esta
espiral inflacionaria, con aumento de combustible, con readecuación de tarifas,
con aumentos de precios de alimentos, con este tipo de cambio que sigue a la
inflación, ¿cómo piensan lograrlo; si el índice de inflación de febrero fue del 4,7
el mayorista y de alimentos el 7,5?
Lo dijo también claramente el miembro informante, que el compromiso del
memorando económico financiero es que el tramo inflacionario va a estar entre
el 38 y el 48 por ciento. Pero ya hoy el interanual mayorista nos da el 52 por
ciento y el interanual de alimentos nos da el 80 por ciento. ¿Cómo piensan
cumplirlo? ¿Cómo piensan bajar la inflación para que no tengamos más pobreza
y más marginalidad?
Otro de los temas que nos preocupan es el del crédito, para ver si
finalmente podemos poner a disposición créditos a tasa más barata, a fin de que
nuestros emprendedores, los trabajadores del campo, los comerciantes, la
industria, puedan capitalizarse y así empezar a producir, que es el desafío que
tenemos todos: aumentar la producción de bienes y consumos y poner en
marcha la economía.
Otro de los temas en el que tenemos dudas, y que también preguntamos
y no recibimos suficientes respuestas, tiene que ver con el presupuesto. Yo sé
claramente que el gobierno nacional tiene presupuesto: tiene el prorrogado 2021;
y que solo ahora se comporta como una referencia. En ese presupuesto, señora
presidenta, teníamos una inflación del 29 por ciento y un déficit fiscal del 3,3 del
PBI. El presupuesto 2022, que se envió a la Cámara de Diputados, preveía una
inflación del 33 por ciento. Todos estos datos de las variables macroeconómicas
están muy lejos de los compromisos y de los datos actuales.
Nosotros, señora presidenta, los ciudadanos argentinos, debemos saber
cómo se va a gastar la plata pública y, sobre todo, este excedente reconocido
por el ministro de Economía de 4.500 millones de libre disponibilidad. ¿Qué se
va a hacer por la educación? ¿Qué sé va a hacer por la salud? ¿Qué se va a
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hacer por la lucha contra el narcotráfico? ¿Qué vamos a hacer por el campo?
¿Qué vamos a hacer por la industria y qué vamos a hacer por la producción?
Yo también necesito saber, como representante de mi provincia, el Chaco,
si van a instrumentar medidas necesarias para poder tener una tarifa diferencial
de la luz para nosotros, los del NEA; y así contar con un alivio fiscal para los que
no pueden pagar estos servicios que ahora son muy caros.
Entonces, la pregunta que nos hacemos es: ¿van a mandar un nuevo
presupuesto al Congreso de la Nación, para que sepamos cuáles son los
compromisos asumidos y, además, cumplir con el memorando económico
financiero que dice que debería estar reformulado el presupuesto 2022 al 15 de
abril de este año?
La pregunta, presidenta, es también: ¿creen realmente que el programa
diseñado por el Poder Ejecutivo nacional con el Fondo Monetario Internacional
no tendrá que reformularse en un período corto de tiempo? Porque da la
sensación de que prevé metas de difícil cumplimiento.
Finalmente, señora presidenta, quiero decirle que, a pesar de esta y otras
dudas que tenemos y de nuestros interrogantes, debo destacar la jornada de
trabajo que tuvimos en la Comisión de Presupuesto y Hacienda el día lunes, a
partir de las 15, con la presencia de funcionarios nacionales y con casi cinco
horas de intercambio, donde pudimos hacer preguntas, algunas de las cuales
fueron respondidas; otras, no. Pero, sobre todo, fue caracterizada por la
cordialidad, la firmeza y la búsqueda de soluciones a tantos problemas graves
que tenemos en la Argentina.
Sinceramente, como ciudadano chaqueño y argentino, espero que
podamos encontrar un norte con un programa que nos incluya a todos,
defendiendo –fundamentalmente– a los más vulnerables, poniéndonos todos
esta tarde –y hacia adelante– la camiseta de la Argentina.
Dicho esto, quiero decir que voy a acompañar este dictamen con mi voto
positivo.
Muchas gracias, señora presidenta.
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Gracias, senador.
Tiene la palabra, senador Lousteau.
Sr. Lousteau.- Gracias, presidenta, y buenas tardes.
Ya los dos miembros informantes explicaron qué es lo que estamos
tratando hoy. Estamos tratando la aprobación de las operaciones de crédito
necesarias para un nuevo crédito con el Fondo Monetario, que refinancia el
Stand-By del año 2018 y que, también, aportan dinero fresco por 4.500 millones.
¿Por qué estamos tratando esto hoy? Primera reflexión. Los tiempos
habituales nuestros de trámite parlamentario indicarían que esto lo tendríamos
que tratar la semana que viene. Sin embargo, le estamos dando un tratamiento
expeditivo; y, por eso, hemos aprobado sobre tablas el tratamiento de este tema,
por dos tercios.
¿Por qué un tratamiento expeditivo? Porque el 21 –es decir, en cuatro
días– opera un vencimiento con el Fondo Monetario Internacional de alrededor
de 2.800 millones; y, en la Comisión de Presupuesto, el presidente del Banco
Central y el ministro de Economía dijeron que no están las reservas netas para
hacer ese pago. No solo eso: dijeron que, además, si no hacemos el pago,
después no se puede alcanzar un acuerdo con el Fondo Monetario porque ya se
está en default. Entonces, esa es la gravedad que estamos enfrentando y por
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Dijo Página/12 que Cristina Kirchner explicó que, por desconfianza hacia
la política económica de Mauricio Macri, había decidido pasar a dólares sus
ahorros de casi 66 millones de pesos. Al tipo de cambio de 14,15, de junio,
obtuvo 4.664.000 dólares que quedaron depositados en dos cajas a nombre de
su hija Florencia. Eso, también, es formación de activos externos; eso, también,
es fuga.
Entonces, si alguien le dice a alguien “fugá la plata”, está incitando a algo
que ustedes dicen que está. Bueno, hay muchos de estos comportamientos que
son comportamientos de una economía que funciona mal y rompe los ahorros
todo el tiempo de todo el mundo. Entonces, lo que tenemos que corregir es cómo
funciona eso.
Obviamente, el gobierno de Cambiemos, cuando se quedó sin crédito –
por errores de política económica–, asistió al Fondo Monetario Internacional
porque se vencían un montón de cosas y no sabía de dónde las iba a pagar; y,
como ustedes saben y todos los argentinos sabemos, el crédito del Fondo
Monetario no regeneró la confianza. Ahora, déjenme decirles algo: la
restructuración “extraordinaria” que hizo el ministro Guzmán tampoco regeneró
la confianza.
El ministro Guzmán dijo que la tasa de salida –es decir, cuánto iban a
rendir los bonos argentinos– sería de entre el 6 y 8 por ciento. Los bonistas le
decían: “Más: 10, 12.” Terminó rindiendo 12. Hoy rinden más del 20; algunos,
más, el 24 por ciento. Entonces, no hay acceso al crédito.
Muchas veces dicen “Miren cómo Portugal salió del Fondo Monetario
Internacional”. ¿Saben por qué Portugal salió del Fondo Monetario
Internacional? ¡Porque se endeuda al 3 por ciento! Se endeuda más barato que
el Fondo. Entonces, ¡claro!, puede repagar la deuda al Fondo. Nosotros no
vamos a poder salir del Fondo si no regeneramos la confianza suficiente para
tener crédito barato.
Entonces, ¿qué están haciendo con el crédito? ¿Por qué la plata nueva?
Claro, es plata que ya se pagó: es decir, nos desendeudamos en 4.500 millones
de dólares con el Fondo y, ahora, le estamos pidiendo 4.000 millones de dólares
frescos. De hecho, lo dice la carta de intención en inglés. Dice que toda la plata
es para afrontar vencimientos, para el déficit fiscal y –tercero, recién– para
fortalecer las reservas; para el déficit fiscal.
Entonces, ¿por qué le están pidiendo plata fresca al Fondo Monetario?
¡Porque no tenemos crédito! Pueden decir que no están pidiéndole plata al
Fondo Monetario, pero la plata que le están pidiendo el Fondo Monetario es 50
por ciento superior a la totalidad de la plata neta que le están pidiendo al Banco
Mundial, al BID, a la CAF, a FONPLATA, a los chinos, a otros bilaterales y al
Banco Caribeño de Integración Económica; 150 por ciento es lo que le están
pidiendo a todos esos.
La verdad es que en la Argentina los problemas se repiten. Se repiten
como en esa película llamada El día de la marmota: nos levantamos y los
argentinos estamos siempre en el mismo día. ¿Cuál es la diferencia? La
diferencia es que en El día de la marmota el protagonista, a fuerza de repetir el
mismo día, primero trata de evadirse de su realidad y, después, empieza a
aprender cosas: “Bueno, vivo eternamente en este día. ¿Cuántas cosas puedo
aprender?” Bueno, aprende tantas que es mejor persona y, finalmente, a raíz de
haber aprendido, puede salir de la pesadilla de estar permanentemente
encerrado en el mismo día. La única diferencia es que nosotros no aprendemos.
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¿Qué creo que pasó con el ejercicio que hicimos en Diputados y acá? Es
un poquito esperanzador. Pudimos lograr un primer consenso, por lo menos,
para evitar –repito, en palabras del ministro del Interior– una catástrofe para la
Argentina. Y la verdad es que es un primer paso porque, efectivamente, hay que
hacer las cosas colectivamente de manera distinta para poder salir de un largo
período de estancamiento que en la Argentina lleva décadas.
El no default es un primer paso; repito: es un primer paso. Ahora, después
hay otras cosas en las que nos tenemos que poner de acuerdo. Tenemos que
reducir el déficit fiscal. Sí, tenemos que reducir el déficit fiscal. Los que piensen
que no tienen que reducir el déficit fiscal, entonces, quieren más deuda.
Segundo: tenemos que eliminar la asistencia del Banco Central al Tesoro.
Los que dicen que no quieren eso, bueno: lo que quieren es más inflación.
Tercero: tenemos que acumular reservas y no gastarlas en cualquier
cosa. ¿Por qué? A los que digan que no quieren acumular reservas no les
importa que en la Argentina haya una devaluación, que es la madre del aumento
recurrente de la desigualdad y de la pobreza en la Argentina.
Y, también, tenemos que dejar de atrasar las tarifas. ¿Por qué? Y, bueno,
porque los que no quieran eso están otra vez generando déficit, perdiendo
reservas –y por ende perdiendo dólares, que después termina en devaluación–
y, también, no combatiendo el cambio climático.
Entonces, estamos de acuerdo: no default y empecemos a trabajar estas
cosas; y, por ahí, podemos construir otra economía y otra sociedad.
Ahora nos tenemos que plantear, colectivamente, cómo empezar de a
poco a caminar en esa dirección y alcanzar esos objetivos. Es decir, cómo
desatar un proceso de crecimiento que sea sostenible en el tiempo y para todos.
La pregunta es: ¿se hace tal como lo está proponiendo el gobierno? Nosotros
pensamos que no.
La verdad es que el que negoció los términos, el que negoció las políticas,
fue el gobierno nacional. Pero nosotros sí queremos discutir el plan para la
Argentina, no el plan del Fondo: el plan para la Argentina; eso lo queremos
discutir. ¿Qué no creemos? Que el camino que propone el ministro, el camino
que propone el gobierno, sea el correcto. Y voy a decir algunas cosas al respecto
para que se entienda por qué.
En el memorándum, el ministro dice que el futuro de la Argentina pinta así:
este año vamos a crecer entre 3,5 y 4,5. Se llama “crecimiento estadístico”. No
vale la pena explicarlo acá, pero no implica ningún crecimiento importante punta
a punta este año. El año 2023 vamos a crecer 2,5, 3,5: es decir, baja el
crecimiento. En el 2024, entre 2,5 y 3: ¡vuelve a bajar el crecimiento! Y cuando
habla del PBI potencial a futuro en la Argentina, dice que vamos a crecer entre
1,75 y 2,25… Entre 1,25 y 2,25. A esa tasa, dado el crecimiento de la población,
vamos a tardar entre 69 y 125 años en duplicar el ingreso por habitante en la
Argentina. Si tardamos eso, vamos a tardar lo mismo que tardamos en los
últimos cincuenta años. Mientras el resto del mundo –no China, no Corea, no
Uruguay, sino el resto del mundo–, cada treinta años duplica el ingreso por
habitante. Entonces, ellos duplican a los treinta, cuadruplican a los sesenta,
octuplican a los noventa y, nosotros, estamos todavía remando para duplicar el
ingreso por habitante.
¿Qué más dice el ministro? Que la inflación este año va a ser entre 38 y
48 por ciento y que, de ahí, baja de a cinco puntos por año. Primero, ya lo dijo el
senador Zimmermann, entre 38 y 48, tomamos el medio: ¿43? Eso ya son diez
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precios del mayor costo de las naftas? “No Sabemos”. “¿Cuál es la estimación
de recaudación?” “No sabemos”.
El revalúo inmobiliario: el OFEVI, el organismo que tiene que adecuar para
que sea justo a lo largo de toda la Argentina, es de 2018. ¡Estamos en 2022!
¡Todavía no se hizo nada! “Estamos diciendo que se va a hacer rápido”. Lo
quiero ver. Lo único que sabemos hasta ahora –como ya ha pasado antes– es
que empezaron por CABA: empezaron por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Entonces, ya las valuaciones, para ustedes, en la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, van a ser cuatro veces más. Puede ser que sea justo, pero la pregunta es
por qué un distrito que readecuó su valuación es castigado y con el resto,
todavía, en el OFEVI no hicieron nada.
Es parte de la misma cantinela del federalismo en cuanto a que se pagan
distinto el boleto de colectivo y las tarifas. ¡Sí, se paga distinto! ¡Y es injusto que
se pague menos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en el conurbano,
que en el resto del país, en el interior! ¡Es injusto! ¿Saben de quién es la
responsabilidad de poner el precio del boleto del colectivo? Del gobierno
nacional. ¿Y de las tarifas de energía? Del gobierno nacional. ¡Entonces, no se
rasguen las vestiduras por un federalismo que después, en realidad, no
defienden!
¿Qué es lo que pasa? No queda claro cómo es que se pretende que esta
propuesta genere un proceso de crecimiento virtuoso y, mucho menos, cómo
baja la inflación. De hecho, pareciera que todo va a cerrar con inflación. Por eso,
el ministro siempre subestima la inflación porque, después, le conviene tener
inflación para poder generar más ahorro público a costa de todos aquellos que
reciben algo del Estado.
¿Qué es lo que tiene el acuerdo? Tiene metas nominales. No son
porcentajes el PBI: tiene metas nominales. Ya sabemos cómo funciona lo
nominal: yo pongo estimaciones de recaudación. Si tengo más inflación, voy a
recaudar más; y pongo estimaciones de gasto y el gasto lo manejo. Entonces,
vamos a recaudar más por mucha más inflación y van a ver cómo manejan el
gasto. Ya se hizo, ya se hizo: funciona mal. De hecho, este año, si uno mira las
jubilaciones ponderadas –es decir, si mira el promedio del año, qué es lo que te
da poder adquisitivo–, las jubilaciones subieron diez puntos debajo de la
inflación: 9 y pico.
Entonces, ¿cuál es el problema de ese ajuste? Primero, es el ajuste más
cobarde posible. Es no hacerse cargo de aquellas cosas que uno quiere abordar
para generar un sendero de crecimiento. No resuelve nada, además, porque
tarde o temprano la gente, con justo motivo, dice: “Quiero recomponer el poder
adquisitivo que me sacaron”. Y reclama y lo consigue.
Entonces, ¿qué cosas deberíamos debatir, además de ver cómo bajar
impuestos? Primero, tenemos que readecuar gastos para poder bajar impuestos.
¿Por dónde? Ya lo hemos dicho muchas veces: déficit de empresas públicas. El
sector privado hizo un esfuerzo enorme en la crisis, en la pandemia, ahora. ¿Las
empresas públicas no tienen que brindarle ningún tipo informe a la ciudadanía,
ningún plan para readecuar lo que gastan? ¿Saben cuánto gastan? Los 0,9
puntos de PBI. Lo dije en comisión: 26 veces el aumento de Ciencia y Técnica
que quería el ministro Guzmán en su presupuesto; 9 veces el aumento en Salud;
9 veces el aumento en Educación.
Privilegios. A principios de 2020, nosotros presentamos una ley para
derogar privilegios en un montón de áreas, entre ellos los jubilatorios, y
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analizarlos. El otro día lo escuché a Moroni decir que quiere analizar bien cuáles
son los privilegios, pero lo presentamos. Y, de hecho, hubo una diputada de
ustedes que dijo: “Hubiera votado ese proyecto si no fuera por disciplina
partidaria”. Terminemos con esas cosas para ver cómo abordamos la cuestión.
Lo dijo; está en la taquigráfica; no estoy inventando nada.
Tenemos que mejorar cómo invertimos en la Argentina. Quizás me
equivoque, pero yo recuerdo que De Vido tuvo 150.000 millones de dólares
acumulados en sus presupuestos a través de los años. ¡Bueno, el gasoducto
todavía no está! ¡Todavía no está, y tenemos que importar energía! Y, también,
en lo simbólico. Voy a dar el ejemplo de lo simbólico: el otro día mientras
estábamos en comisión, salió en el Boletín Oficial que se había creado la Unidad
Ejecutora de Resiliencia Argentina para el Programa Resiliar. Y no es resiliencia
al cambio climático: ¡era cualquier otra cosa! Por suerte se dieron cuenta y la
dieron de baja.
Pero, además, mientras a la provincia de Corrientes –no lo veo al
senador–, ¿sí?; mientras en la provincia de Corrientes se incendiaba un millón
de hectáreas, la Secretaría de Ambiente después empezó a gastar… ¡Se gastó
30 millones de pesos en comunicación, en publicidad, para explicar, en realidad,
todo lo que no hicieron por el gobernador Valdés y por los correntinos!
Entonces, estas son las cosas que tenemos que abordar: cómo queremos
ordenar el Estado. Un Estado desordenado que cada vez es peor: desordena la
economía y desordena la sociedad.
No es un tema de grande o chico. Yo soy liberal de izquierda. Yo quiero
un Estado grande, pero quiero un Estado grande y bueno: un Estado que tenga
mejores prioridades; un Estado que sea más productivo; un Estado que sea más
transparente; un Estado que sea sobrio en su gasto, que sea riguroso y que sea
sensible. Entonces, sí, vamos a poder tener una sociedad moderna y de iguales;
ni moderna para pocos ni mediocre, igual pero mediocre. Queremos que sea
moderna y de iguales, las dos cosas: para todos, algo nuevo y algo mejor. Y
cierro.
Este ejercicio de consenso que hicimos es muy interesante –realmente es
muy interesante–- porque cuando aquellos que son intransigentes se
autoexcluyen podemos entender todos las restricciones que tiene el otro, y tratar
de llegar a una solución; y se logró. Es un buen indicio y es un inicio. Es módico,
es chiquito. Fue solamente para evitar un cataclismo, una catástrofe, como
dijeron Pesce, Guzmán; como dijo Wado de Pedro. Bueno, usemos ese ejercicio
para aspirar a más; para demostrar que se puede trabajar así, y entonces, sí,
resolver las cuestiones que vienen desde hace tanto, y terminar brindando, sí,
definitivamente, mayor tranquilidad a los argentinos y a las argentinas que, con
todo el esfuerzo que hacen, se la merecen.
Obviamente, vamos a votar a favor.
Muchas gracias.
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Gracias, senador.
Tiene la palabra, senador Closs.
Sr. Closs.- Gracias, presidenta.
A ver. En estos días todos, seguramente, en nuestra mesa familiar, con
nuestros amigos, debatimos esta cuestión. Nos preguntaban y comentábamos.
Y yo voy a tratar de argumentar la posición a favor, casi de la misma forma como
argumentaba con el grupo de amigos y familiares que te preguntaban cómo ibas
a votar.
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En principio, quiero arrancar diciendo que creo que no hay nada hoy para
celebrar –absolutamente nada–, habida cuenta de que, de ver al FMI, de ver al
Fondo Monetario Internacional, de por sí, es un drama. Luego voy a mostrar una
imagen, pero claramente no hay países… son pocos los países que caen en la
deuda con el Fondo Monetario Internacional. Y la gente y los países no van al
Fondo Monetario Internacional porque el Fondo no hace planes de desarrollo.
No es la función del Fondo Monetario hacer planes que financien el desarrollo
de un país. Básicamente, y así se planteó también en la reunión de la Comisión,
toda vez que el Fondo interviene en un país, lo que busca es equilibrar la balanza
de pagos; lo que está buscando es reestructurar el sistema de pagos de un país
que está en problemas.
En definitiva, y como bien se dijo acá, es el prestamista de última
instancia. ¿Y cuándo se llega a ese prestamista de última instancia? Cuando
hiciste tan mal las cosas que nadie más te presta. Ahí llegas: cuando hiciste tan
mal las cosas que nadie más te presta.
Y llegamos al Fondo Monetario Internacional, sin duda alguna, en 2018,
en el gobierno de Mauricio Macri; y este es un dato objetivo de la realidad
argentina. Esto es así. Y no es que me digan “Ah, pero Macri…”, porque yo no
soy de aquellos que constantemente dicen “esto es culpa de Macri”. Pero, en
este caso, no hay duda alguna de que cayó en el Fondo Monetario Internacional
luego de que habíamos salido en una época muy distinta –2006– pagando toda
la deuda. Muy distinta la época porque había la plata. Hoy no pagamos porque
no tenemos esa plata. Pero no hay duda de que fue en ese tiempo.
¿Cuál fue el problema? El senador preopinante argumenta por dónde se
fue la plata. Y yo digo: sí, es probable que tenga parcial razón. Pero, también,
debe recordarse que el endeudamiento, de punta a punta, del gobierno anterior,
no creció solo estos 45.000 palos del Fondo Monetario: creció 100.000.
Entonces, es probable que haya 45.000 que se hayan ido y, ahí, suma los
100.000.
Pero nadie puede dudar de que el peor error, la impericia que se cometió
fue garantizar la salida de las divisas, llámenle fuga, capital timbero, cobarde, o
como quieran –el capital es así en todos lados–, a un tipo de cambio de 20, allá
por abril de 2018. ¡Y ese fue el problema que debilitó al país! ¡Las reservas! ¡Se
dieron reservas cuando no teníamos y se garantizó una rentabilidad del 20 por
ciento en dólares con el famoso carry trade!
El problema de las LEBAC fue tan grave, que para financiarse con las
LEBAC, en esa gestión se comete el error de permitir que entre a la timba de las
LEBAC cualquier particular. Las LEBAC –instrumento que emite el Banco
Central–, comúnmente deben ser arbitradas por otros bancos, ¡por los bancos
del sistema con los cuales el Central tiene una ascendencia! No. El carry trade
permitió que el timbero trajera la plata. Traía los dólares, metía pesos y se llevaba
una tasa fenomenal. Volvió y le dijo al señor presidente: “Me quiero ir”, en abril
de 2018, y le dijo: “Véndale el dólar a 20”. ¡Ahí tendría que haber sujetado las
reservas! ¡Tendría que haber subido el tipo de cambio! ¡Algo tendría que haber
hecho! Pero el campeón del liberalismo dijo: “¡No!” “Vamos a darle a 20”.
Y lo seguimos haciendo. Y terminamos estampillados, pidiendo el primer
crédito de 45.000 millones –creo que era de 42.000– que, como bien se dijo acá,
no generó confianza y, luego, en septiembre, se tuvo que pedir otro más, de
57.000…
Sr. Mayans.- 50 y 57.
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gobierno. Los planes de gobierno no se votan. Sí, hay que votar el presupuesto.
Sí, hay que votar los presupuestos, aunque no te gusten y aunque se erre en las
pautas.
Miren: yo voté acá –estaba sentado ahí–, creo que era en el 18, un
presupuesto, y a la mañana cuando me desperté estaban todos los capos del
gobierno anterior anunciando que habían cambiado todas las pautas. Nos
levantamos y estaban todos… El presupuesto, la ley más incumplida en la
historia de Argentina. Ahí se sentaba un expresidente, Carlos Menem, que fue el
último que cumplía los presupuestos con la convertibilidad. Fue el 28 de
diciembre de 2018.
Ahora, este acuerdo de un solo artículo –que está bien que sea de un solo
artículo– algunos dicen que es light, otros dicen que es durísimo, y la verdad que
es el mejor acuerdo que lograron, y yo le tengo que creer al ministro, al
presidente, a las autoridades. Debo creerles. Por ahí, tengo disensos en la forma
de cómo comunicaron y generaron expectativas de que se podían lograr cosas
como quitas de sobretasas y mayores plazos; pero debo creer que, al final, fue
lo mejor que lograron. Ahora, lo que no se puede hacer es negar que este
acuerdo va a tener ajustes. Yo no lo niego nunca. Todo acuerdo con el Fondo –
insisto y vuelvo al principio– no implica financiar desarrollos, el Fondo equilibra
la balanza de pagos, y va a tener los ajustes que sabemos que van a venir. No
hay duda.
Hay un plan financiero que yo diría que es un plan financiero piola, porque
de acá al 2026, básicamente, no tenemos vencimientos grandes. No hay
vencimientos de capital, porque esos desembolsos espejos tienen un plazo que
cae en el 2026. Y, de alguna forma, los Derechos Especiales de Giro, esos que
dicen que nos están dando plata fresca –que no es así–, van a encajar con los
vencimientos de los intereses devengados en los años 22, 23 y 24. Más o menos
cierra así el número. Pero no hay duda alguna de que es, en este caso, un
acuerdo que trae un poco –con el ajuste consecuente– de tranquilidad en los
vencimientos de esa porción –como bien decía el senador preopinante–, de un
12 por ciento de la deuda.
Ahora, ¿qué ocurre? En el 2026….
–Manifestaciones simultáneas.
Sr. Closs.- Por favor, secretarios y prosecretarios parlamentarios. Por favor.
En el año 2026 va a haber que renegociar esto. Casi seguro. Porque los
países en el mundo no pagan la deuda de un solo golpe. Los países en el mundo,
como tienen confianza, hacen un rollover o bicicleta –o como quieran llamarlo–,
pero, reitero, como tienen confianza, las deudas se van repautando en el tiempo.
Y, seguramente, en el 2026 vamos a estar –ojalá, Dios quiera– mejor para hacer
esto.
Ahora, el déficit hay que controlarlo, y es uno de los puntos que este
articulado viene planteando. Es duro: 2,5 para este año; 1,9 para el año electoral,
el 2023; y 0,9 para el año 2024; porque las pautas son trianuales. El déficit,
claramente, es un déficit que también viene de una toma de pautas previas a la
guerra. Cuando acá se dice “y ahora con la guerra…” Todos los presupuestos
de los países, que tienen presupuesto –nosotros lo tenemos–, están alterados
por la guerra. Todos. Porque la energía y alimentos están alterados por esta
maldita guerra. Entonces, acá también pasa esto.
El financiamiento monetario está claro que se está controlando. Porque
no será la causa única, pero es una de las causas de la inflación, acá y en
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 28
cualquier lugar del mundo. Y va a ser del 1 por ciento, el año que viene de 0,6 y
va a tender a 0 en el 2024.
Ahora, esto no quiere decir que desaparece el Banco Central. No, para
nada. Desaparece en su rol de financiar el Tesoro, porque si fuera tan fácil como
emitir y pagar deuda, todo el mundo estaría haciendo lo mismo, pero no hace lo
mismo. Entonces, está bien esta medida. Sin duda que también implica ajuste.
Si el déficit implica ajuste, la contracción monetaria implica ajuste y la voluntad
de acumular reservas, sin duda alguna, también es una buena decisión. Si
alguna de estas tres cosas no se cumple, lo que tendremos que hacer es pedir
una dispensa, un dispense, y, seguramente, nos va a dar un perdón, o waiver, el
Fondo Monetario Internacional. Ojalá que no lleguemos, pero probablemente en
algún punto haya que trabajar sobre esto.
¿Cuáles son algunos ajustes técnicos? Y me voy a detener un ratito en la
inflación. Esta no es una de las metas que va a auditar; el Fondo no audita
inflación. Mientras vos le pagues, el Fondo… “Pero dejá la cantidad de inflación
que vos quieras”.
Y bueno, la pauta es del 48. Insisto, fue escrita antes de la suba de la
energía y los alimentos propios de la guerra. Digo del 48 –¡ojalá se cumpla!–
porque sabemos que tuvimos 3,9 en enero y ahora un poco arriba de 4… Yo
creo que todavía es probable que se cumpla, y soy de aquellos que siempre han
dicho que un plan rígido para bajar la inflación de golpe no es hoy aceptable en
la Argentina, porque produciría una recesión fenomenal.
Me parece razonable esto que está escrito –insisto, no es una meta a
cumplir– de bajar 5 puntos por año; una tendencia decreciente me parece
razonable para la realidad que hoy tiene la Argentina. Y así tener en 2023 un 42
y en 2024 un 37.
También es cierto que no nos podemos escandalizar de ninguno de los
dos lados del mostrador por la inflación porque en 2019 la inflación fue del 50.
No es que el gobierno anterior se fue con déficit cero e inflación cero.
Sr. Mayans.- ¡54!
Sr. Closs.- O habiendo tomado 100.000 “palos” y déficit cero.
Sr. Mayans.- 54, decí.
Sr. Closs.- Hubo déficit y también hubo una inflación del 50 por ciento.
Sr. Mayans.- ¡54!
Sr. Closs.- 54 por ciento.
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Silencio.
Sr. Mayans.- 54, vamos a decir las cosas como son.
Sr. Closs.- En segundo lugar, se van a ajustar las tarifas para cubrir el déficit –
razonable también– un 10 por ciento. Perderemos los subsidios. Muchos de los
que estamos acá, que ni sabemos cuánto pagamos la boleta de la luz,
pagaremos bastante más. Otra gente va a pagar un poco más, el 80 por ciento.
Es decir, un coeficiente del 80 por ciento de la valoración de su salario. Y habrá
un 10 por ciento que mantendrá un subsidio importante.
Yo creo que el subsidio no puede ser eterno y tender al 99 por ciento. A
mí, por ahí, me gustaría un esquema de subsidios universales. Digo, le dan 3.000
pesos a cada familia y, si alguien consume 6.000, será el 50 por ciento de su
consumo y, si alguien consume 30.000, será el 10 por ciento de su consumo.
Esperemos que acomoden y que esto ayude a bajar el déficit.
Por último, las tasas positivas también se han planteado. Es razonable
que haya tasas positivas, como también es razonable que el sistema financiero
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 29
de los 21 programas que se firmaron con el Fondo ninguno pasó por el Congreso.
Este, que es el programa número 22, es el primero que pasa por el Congreso.
El otro tema que tenemos que aclarar es con respecto a la deuda que
contrajo Mauricio Macri. Parece que esta deuda fuera el 100 por ciento de la
deuda argentina, y estamos hablando, como bien lo expresó Martín Lousteau,
de una deuda que representa entre el 11 y el 12 por ciento de la deuda… Perdón,
senador, estoy en uso de la palabra… de la deuda de la Argentina.
Además, repito, esta es una deuda que no la creó Mauricio Macri. Está en
la contabilidad pública también que de 3 dólares tomados, 2 fueron para pagar
deudas que ya habían sido contraídas por administraciones anteriores. Y el otro
dólar fue para enjugar el déficit con el que Mauricio Macri recibió la Argentina en
2015. Recordemos que era, aproximadamente, de 5 puntos del producto.
Cuando Mauricio Macri entregó constitucionalmente el gobierno a su sucesor, a
quien ganó las elecciones, el déficit no llegaba al 0,5; prácticamente el 0,5.
Este esfuerzo no se hizo aumentando impuestos –todo lo contrario, se
redujeron impuestos–, sino que se hizo atacando un gasto público improductivo
y solucionando una serie de inequidades que solamente escondían privilegios
en los tantos bolsones y vericuetos que tiene el Estado argentino y las
reglamentaciones administrativas.
Creo que también tenemos que ser conscientes –y esto ha quedado
claro– de que la deuda es la hija del déficit. Fíjese que de 61 años, solamente 7
años no tuvimos déficit fiscal –solamente 7 años– y, paradójicamente, fueron los
períodos en que la deuda se achicó.
Esto es importante: hubo en el debate público –y lo hemos visto en
Diputados– un consenso en el sentido de que la madre de los problemas era el
déficit. Creo que es un gran avance cultural de nuestra sociedad y de nuestra
clase dirigente empezar a entender y consensuar formas de reducir el déficit
como una de las maneras de empezar a resolver los problemas estructurales
que son una rémora para el crecimiento y el desarrollo de nuestro país.
Creo que también nos deja otra enseñanza vinculada a esto: existió la
posibilidad de diálogo entre el oficialismo y la oposición. Lamentablemente, no el
100 por ciento del oficialismo; sí el 100 por ciento de la oposición porque
comprendimos que estábamos ante la necesidad de un gesto de responsabilidad
mayor para con nuestra sociedad, como dije, y, sobre todo, porque teníamos que
tratar de ver cómo reducíamos el déficit.
Son datos auspiciosos, dentro de estos problemas que tiene la Argentina.
Si podemos trabajar en conjunto, sin especulaciones políticas, sin pensar en las
elecciones del próximo período, sin pensar en actitudes oportunistas,
encontraremos soluciones que eviten que sigamos en este derrotero de
frustraciones de tantos años en nuestro país. Muchas gracias, señora
presidenta…. Digo bien señora presidenta.
Sra. Presidenta (Losada).- Tiene la palabra, senador Luis Juez.
Sr. Juez.- Señora presidenta, ¿cómo le va? ¿Cómo está usted? Es un gusto
verla ahí sentada.
Primero, quiero hacer propias las palabras de los miembros informantes
de nuestro bloque, porque la verdad es que no podría describir de mejor manera
lo que estamos discutiendo como lo han hecho los senadores Zimmermann y
Lousteau.
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 32
qué voy a acompañar este voto. Nunca pensé, presidenta, que mi primer voto en
esta nueva gestión en el Senado iba a ser para acompañar una decisión del
gobierno, pero es una decisión que este país se merece tomar.
Y fíjese que no voy a entrar en ninguna consideración, ni voy a prejuzgar
ninguna. Yo no soy un fanático; detesto a los fanáticos. Es más, recién lo
escuchaba al senador por Misiones, y me parecía increíble; pensaba: “está bien.
Tiene razón”. Y si hay algún senador al que se le ocurra sospechar y que crea
que la Justicia también es un camino para determinar puntualmente…, me
parece correcto, que le meta para adelante; no me va a encontrar a mí
obstaculizando esa posibilidad porque, en definitiva, creo que todas las dudas
las tenemos que despejar.
Recién hablaban de la oposición. Nosotros nos dimos un debate interno y
profundo. Y cuando algunos me preguntaban por qué no buscamos el camino de
sugerirle al oficialismo que deroguemos la ley para que, a través de la ley de
responsabilidad financiera, el gobierno…, dije que me parece maravilloso que
este vigésimo tercer acuerdo con el Fondo Monetario pase por el parlamento,
porque cuando no pasa por el parlamento, muchas veces, la gente ignora
absolutamente lo que pasa. Yo celebro, valoro y aplaudo esa decisión de que
estemos discutiendo, por primera vez, el endeudamiento con el Fondo Monetario
en el Senado; me parece bárbaro porque evita sorpresas y ayuda al
esclarecimiento, a la transparencia. Esas son banderas que para mí son
irrenunciables.
Antes de que usted se sentara, presidenta, le hacía a quien ocupaba su
lugar recién esta confesión pública: siento que como dirigentes políticos hemos
fracasado recurrentemente y nos vemos discutiendo siempre los mismos temas,
siempre tropezando con la misma piedra.
Para terminar, como bien dijo con claridad el miembro informante de
nuestro bloque, Martín Lousteau, estamos votando un solo artículo, que es el
que habilita la posibilidad de que el Poder Ejecutivo pueda contraer un crédito
con el Fondo Monetario; no estamos discutiendo ningún programa de gobierno.
Quiero decirlo porque esta semana, también, hemos tenido algún fuego
cruzado. No nos corresponde discutir programas de gobierno. No somos
nosotros los que estamos gobernando; no pretendemos hacerlo; lo haremos en
2023 si la gente nos vota y nos acompaña, e iremos con nuestra plataforma de
gobierno. No pedimos cogobernar. Por eso, la semana pasada, el trabajo
inteligente de nuestros diputados permitió armar esto que posibilita, hoy, un alto
nivel de consenso.
Señora presidenta: con estas palabras tan simples y sencillas, pero que
pretenden expresar por qué voy a acompañar con mi voto afirmativo el proyecto
que está en tratamiento, que viene de la Cámara de Diputados, pretendo decir
que no hay margen, por más fanatismo que se tenga, para las especulaciones
personales. La gente la está pasando muy mal, para que nosotros, con la
calculadora, estemos especulando cuánto nos salvamos. Nada más.
Muchísimas gracias.
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Gracias, senador.
Tiene la palabra, senador Leavy.
Sr. Leavy.- Gracias, señora presidenta. Creo que todos estamos de acuerdo con
que a nadie le gusta tener que negociar con el usurero. Digo “usurero” porque
nos dio una tasa muy superior a la que correspondía, porque la Argentina no
tendría que haber tenido un crédito tan grande. Pero creo que los que estamos
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 34
en este honorable cuerpo tenemos que tomar una decisión para cuidar a la
inmensa mayoría de los argentinos. Tenemos que arreglar y llegar a un
entendimiento con el Fondo Monetario Internacional para no llegar a un default.
Pedirle al peronismo que no trate de solucionar una situación tan grave
como la que estamos viviendo es como pedirles a los bomberos que no apaguen
un incendio. Claramente, hay una situación en la que muchos argentinos y
argentinas la van a pasar muy mal si entramos en default. Y todo lo que esto
significa para las provincias que están endeudadas: ir a una cuasi moneda, a un
bono... La verdad es que ya lo vivimos en el año 2001, y fue muy muy doloroso
para el pueblo argentino.
Creo que tenemos que sacar adelante el acuerdo y, entre todos,
trabajarlo.
A esta altura del debate, es importante también remarcar que con este
entendimiento nosotros no lo trajimos al Fondo Monetario Internacional. El Fondo
Monetario Internacional hizo un convenio Stand-By, el día 20 de junio de 2018.
Una paradoja: el Día de la Bandera, el día que homenajeamos a Manuel
Belgrano. Manuel Belgrano, que peleó tanto por la Independencia, que luchó por
tener un país libre... El Día de la Bandera llegamos a tener este endeudamiento
que es hoy un espada de Damocles para todo el pueblo argentino.
Creo que tenemos que avanzar. Tenemos que trabajar para que este
entendimiento sea de la mejor manera posible. Sabemos que nuestro presidente
y todo su gabinete, en especial el ministro, estuvieron trabajando estos dos años
para tener el mejor acuerdo posible. Es lo que nos manifiestan, y tenemos la
esperanza de que sea así.
Pero, también, me gustaría explicarle al pueblo que nos está viendo en
este momento qué son 44.500 millones de dólares, monto en el que nos
endeudamos con el Fondo Monetario Internacional.
Según vialidad de la Nación, un kilómetro de autopista cuesta 1.200.000
dólares. Desde Salvador Mazza, en mi provincia, hasta Tierra del Fuego hay
4.200 kilómetros. Por lo tanto, si dividimos los 44.500 millones de dólares por los
4.200 kilómetros, podríamos hacer nueve autopistas en toda nuestra geografía;
podríamos desarrollar todas las carreteras. Seguramente, sobraría dinero para
hacer una obra de esta envergadura.
Estuve leyendo que, durante la pandemia, se construyeron doce
hospitales modulares por 30 millones de dólares. O sea, 30 millones de dólares,
12 hospitales; 44.500 millones de dólares –vendría a ser una regla de tres
simple–, 17.800 hospitales. Si lo dividimos por los 1.298 municipios, podríamos
hacer catorce hospitales por ciudad, por municipio.
La verdad es que es una cifra que a todos nos supera. Por eso lo digo,
porque hay mucha gente que está viéndonos y no sabe: se habla de tantos miles
de millones de dólares y por ahí no se dan cuenta.
Hoy, el presidente Alberto Fernández está en mi provincia entregando la
casa 40.000 de su gestión. Las casas que entrega el Instituto Provincial de la
Vivienda valen 8 millones de pesos, aproximadamente; 40.000 dólares al
cambio. Si dividimos los 44.500 millones por 40.000 dólares, son 1.112.000
viviendas. Escuchó bien: 1.112.000 viviendas. Es la solución de todos los
hogares de la Argentina, ahora y por veinte años más, con lo que significa
motorizar a la construcción, que es la madre de todas las industrias. Es decir,
miren lo que podría haber generado un crédito de esta naturaleza en el desarrollo
de la Argentina.
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 35
otros. Creemos que no nos merecemos estar ahí, que tenemos que apuntar a
más.
Llegamos a este debate con un relato oficial que trata de imponer
verdades que no lo son. Una de ellas: que nosotros somos los endeudadores y
ellos, los pagadores. La otra: que todo el dinero que ingresó por el crédito del
Fondo Monetario se fugó. Y la otra: que todo esto es culpa de Macri.
Ha quedado claro en la reunión de comisión, y hasta lo reconoció parte
del equipo económico y el mismo presidente del bloque oficialista, que acá
estamos tratando nada más que el 12 por ciento de la deuda, que estamos
reducidos a eso, y que la deuda es mucho más y que viene de antes y que
seguirá después también.
También ha quedado claro que no fue Macri el que descubrió al Fondo
Monetario ni el que fue, por primera vez en la historia de esta Argentina, a golpear
las puertas de los malos para tratar de solucionar una situación. Veintiún veces
ha ido la Argentina. Y ahora es la número veintidós que ha acudido al Fondo.
Quiero decirles que el gobierno de los pagadores, en los dos mandatos
de Cristina Kirchner, ha endeudado al país en 130.000 millones de dólares.
Nuestro gobierno, en 48.000 millones. Deuda a la que este gobierno le carga en
el haber una deuda producida, teóricamente, por nuestro gobierno. Pero eran
deudas que no nacieron ahí, sino que eran pagos de juicios y problemas de
antes, del anterior gobierno. Ahí está el juicio en Nueva York, el del CIADI, el de
Cammesa, el de Yacyretá, porque con Paraguay y con Bolivia había deudas.
Quiero decirles que durante este gobierno y en el gobierno de Cristina
Kirchner ha crecido la deuda con nuestro propio Banco Central. En nuestro
gobierno no creció esa deuda.
Y en este gobierno, en el actual gobierno, que también es el gobierno de
los pagadores, ya ha crecido la deuda, en dos años, en 53.000 millones de
dólares, más la deuda que se está generando con el Banco Central. Así, se
suman 65.000 millones de dólares, en el gobierno de los pagadores.
Máximo Kirchner puso un tuit diciendo: “Tomaron la deuda…”
–Murmullos en el recinto.
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Silencio, por favor.
Disculpe, senador…
Sr. Martínez.- Bueno, se lo pusieron en Twitter a sus declaraciones, diciendo
que tomaron la deuda con el Fondo Monetario Internacional y fugaron 40.000
millones de dólares.
Acá, por lo visto, están los amigos de Máximo. Les pido que le digan el
detalle minucioso que hizo el senador Lousteau, donde ha demostrado que cada
ingreso de dólares ha sido para pagar deuda de su madre. Está el detalle en la
versión taquigráfica de la sesión, que yo no la leeré por falta de tiempo. Y también
díganle que la otra parte ha ido para pagar la importación de gas –que se tuvo
que hacer hasta que llegamos a autosustentarnos–, por el déficit y la mala
política energética que tuvo su madre, por lo cual había que importar gas y había
que pagarlo con dólares.
Hay otra cuestión que trae el relato sobre la inflación, la cual escuché
mucho en estos tiempos. Dicen que la inflación es culpa de los empresarios
formadores de precios; y ahora, la culpa es de la guerra entre Ucrania y Rusia.
Los empresarios tienen alguna parte de la culpa por el comportamiento que
tienen. Pero veamos qué pasa en los países vecinos. Muchas veces, las mismas
empresas que están acá y forman precios, básicamente de los alimentos, son
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 37
las mismas que están en Chile, Paraguay, Uruguay, Brasil –en todos nuestros
países vecinos–, y ahí no tienen inflación. ¿No será culpa nuestra? ¿No será
culpa de esta mala praxis populista de gastar más de lo que ingresa?
Y, también, ahora toda la culpa de la inflación es la guerra. Es cierto que
la guerra nos va a complicar; nos está complicando el precio de los granos, del
pan, de la energía, del gas, que vamos a tener que importar y que no tenemos
dólares ahora para pagarlo. Pero los datos que nos matan –ese 12 o casi 13 por
ciento de inflación del primer trimestre y la inflación de febrero– no son culpa de
la guerra: son culpa de la mala praxis que venimos teniendo y de no hacer lo que
hay que hacer en este país.
Tenemos iniciativas. Hoy no van a votar muchos senadores este acuerdo.
Pero esto no es nuevo; ya lo sabemos de antes. El fuego amigo viene de antes,
y el marcarle la cancha al gobierno viene de antes por parte de sectores de la
bancada del oficialismo, tanto en Senadores como en Diputados.
Cuando se supo que iban a venir los derechos especiales de giro del
Fondo Monetario por la pandemia, ahí nomás surgió una iniciativa –que la
propuso Parrilli, la firmaron varios y la votó todo el oficialismo, acá y en
Diputados– que era para marcarle la cancha al Ejecutivo en cuanto a qué tenía
que hacer con esos derechos especiales de giro que iban a venir. Además,
establecía que no podía pagar ni capital ni intereses de la deuda, y que los tenía
que gastar en la pandemia, en caminos, en puentes, en escuelas, en hospitales...
Bueno, quiero decirles lo que pasó: llegaron 4.500 millones de dólares de
los derechos especiales de giro. ¿Y saben qué pasó? Se pagaron intereses y
capital. No hay un solo respirador, una sola escuela, un solo hospital, que se
haya pagado con eso. Y sabían que iba a pasar eso, porque no tenían otra forma
de afrontar los pagos. Y lo hicieron y dejaron expuesto al gobierno nacional –a
su propio gobierno nacional– a las iniciativas de su propio bloque.
Otra iniciativa de fuego propio de este Senado para con su propio gobierno
nacional: la ley 27.612, que se llamó “De fortalecimiento y sostenibilidad de la
deuda pública”. Acá llegó sin el artículo 3°, y se le agregó el artículo 3°...
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Le queda un minuto señor senador.
Sr. Martínez.- Les dijimos que no lo hagan, que no servía, que le marcaban la
cancha mal y que no se iba a poder cumplir. Y lo hicieron. Y ese artículo 3°
prohíbe que la plata que venga del Fondo sea usada para gastos corrientes.
Ahora van a venir 5.000 millones, porque le están pidiendo al Fondo
Monetario 5.000 millones más de los que se necesitan para pagar. Y esos 5.000
millones más que están viniendo van a tener limitaciones por esta ley, y
seguramente va a ser incumplida esta ley y van a volver a poner en evidencia a
su propio gobierno con sus propias iniciativas parlamentarias.
Este acuerdo no soluciona los problemas económicos que tiene el país.
Evita males mayores, pero no los soluciona. Es más, cuando termine –de
acuerdo al memorándum que ha firmado este gobierno con el Fondo Monetario
Internacional–, el país va a estar en peores condiciones de cómo recibió a la
Argentina Alberto Fernández. Va a tener más déficit fiscal, más deuda, menos
superávit, menor competitividad y más LELIQ.
¿Se acuerdan cuando decían de las LELIQ?
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Tiempo, senador.
Sr. Martínez.- Ya termino, presidenta.
La inflación, la deuda, la emisión y la pobreza son hijas del déficit. Si no
nos ponemos de acuerdo en cómo tenemos que terminar con el déficit…
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 38
de dinamizar la economía, viendo cuáles son los sectores o las regiones con
mayor potencial para generar divisas.
Y ahí los chubutenses tenemos un rol fundamental. Nos identificamos
mucho con esa estrategia económica, ya que somos la cuarta provincia
exportadora, la segunda en capturas de pesca, tenemos hidrocarburos, el primer
stock ovino y la empresa más importante exportadora de aluminio de toda
América. Y podemos aportar todavía muchísimo más a esa Argentina que tiene
que crecer, que todos queremos que crezca. Y, sobre todo, a esa estrategia
exageradamente optimista si se quiere, en relación a reducir el déficit para
cumplir con lo pactado con el Fondo Monetario, principalmente, en el crecimiento
de la recaudación. Ojalá sea así. Lo que nos preocupa es si esas predicciones
optimistas no se dan, ¿cuál va a ser la variable de ajuste? Porque,
lamentablemente, siempre terminan “pagando el pato” los mismos: los jubilados
que cobran la mínima, los sectores más vulnerables. No hay nada más dañino
que el ajuste inflacionario. Por eso, también, coincidimos en que es necesario –
más allá de lo inoportuno de la frase del presidente– dar una batalla contra la
inflación.
Ahora bien, para mantener esa coherencia, tengo que hacer propia la voz
de muchos intendentes peronistas, radicales, del Pro, independientes,
vecinalistas, algunos kirchneristas también, de mi provincia, quienes
manifestaron, nuevamente, la necesidad de pedirle al Ejecutivo que honre su
palabra. Para poder dinamizar la economía, para poder escalar en la cadena de
valor, para poder tener más densidad de empresas –en criollo: para poder
generar más laburo y aprovechar el potencial que tiene el sur de nuestro país–,
hay que empezar por ser coherente entre lo que se dice y lo que se hace.
El propio ministro Kulfas, Guzmán, el presidente de la Nación –y en
palabras del propio gobernador Mariano Arcioni–, anunciaron medidas que son
complementarias a esta estrategia de crecimiento. Y las necesitamos de manera
urgente en el sur de nuestro país porque, lamentablemente, las asimetrías que
hoy tenemos en la Argentina atentan directamente contra el desarrollo
económico de nuestra región, contra la competitividad.
Entre esas medidas, hay un programa del fomento al valor agregado de
la pesca; una reparación histórica para empardar el desfase que había por las
alícuotas coparticipables; un bono fiscal para compensar el sobrecosto salarial
que tienen los empleadores –de esto conocemos muy bien los patagónicos–,
que genera la imposibilidad de ser competitivo y escalar, justamente, en la
cadena de valor.
Por eso, quiero ser claro y contundente, ya que el ministro no nos
contestó: le pedimos al gobierno nacional que cumpla con esos anuncios
proselitistas y con esas medidas que todos sabemos que son buenas. Y Ahí no
hay grieta: las celebramos absolutamente todos. Pero hasta el día de hoy no
hemos tenido ninguna respuesta.
Además de la batalla contra la inflación, creo que tenemos que dar una
batalla aún más importante, justamente, contra la demagogia, contra la mentira,
contra la corrupción. Ningún país va a salir adelante si se forja en sus cimientos
un modelo económico o político basado en un relato mentiroso.
Hablo con conocimiento de causa, porque Chubut, siendo una de las
provincias más ricas de la Argentina, con uno de los presupuestos per cápita
más alto de la Argentina, hoy está padeciendo una tragedia educativa sin
precedentes: hay una generación de chubutenses hipotecada; hace más de
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 40
cinco años que no hay clases regulares. Entonces, queda claro que el problema
no es de ingresos, sino de mal gasto público.
Es muy difícil estar sentado acá hablando de futuro y de agendas de
desarrollo inteligente, cuando se está privando a cientos de miles de argentinos,
de chubutenses, de la herramienta por excelencia que les va a permitir, el día de
mañana, defenderse ante cualquier injusticia en la vida. Insisto: hay chicos que
deberían estar en cuarto grado y no saben leer, no saben escribir... Nunca fueron
a la escuela.
Hay que salir de la burbuja porteña y entender que, en el interior profundo
de nuestro país, hay argentinos que sufren mucho. Y como legisladores
nacionales creo que parte del trasvasamiento generacional de todos los partidos
es entender lo que se hizo mal históricamente. Cada vez que tuvimos una
coyuntura económica crítica, el Poder Legislativo siempre hizo lo mismo: votar la
ley menos mala en vez de legislar bien; crear impuestos que, supuestamente,
eran para los ricos, para los empresarios cipayos, que después terminan
golpeando de lleno a la clase media; crear impuestos que, supuestamente, eran
transitorios, y después quedan eternamente en una matriz fiscal regresiva,
distorsiva, centralista, injusta. Lamentablemente, esa es la realidad de la
Argentina, donde pagamos el mismo impuesto por una botella de agua Paolo
Rocca, Bulgheroni, Lázaro Báez o el tipo más humilde de la Argentina.
Hay puntos en los cuales podemos coincidir y creo que justamente es
donde tenemos que hacer especial hincapié para ir hacia una Argentina más
justa, que crezca y una matriz fiscal más progresiva.
Mientras se sigan tirando piedras entre ustedes, mientras el gobernador
de mi provincia siga más preocupado y ocupado por cambiar la fecha de las
elecciones, por derogar las PASO, por traer la ley de lemas a Chubut,
lamentablemente, mientras la agenda de la dirigencia esté tan disociada de la
realidad de los argentinos cada vez va a haber más familias argentinas que estén
sufriendo, señora presidenta. Muchas gracias.
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Gracias, senador.
Tiene la palabra, senador Linares.
Sr. Linares.- Buenas tardes, señora presidenta. Buenas tardes, senadores y
senadoras. Un día que no quisiéramos estar acá tratando este tema. La vuelta
al Fondo, salir del Fondo. Una problemática donde uno escucha a veces a la
oposición y no parece que gobernaron los últimos cuatro años, yéndose con 55
puntos de inflación, con 10 por ciento de desocupados, con el índice de pobreza.
Nosotros lo sufrimos, como dijo el diputado preopinante. Nosotros, y a
quien les habla, de la Patagonia, le tocó ser orgullosamente viceintendente e
intendente de mi ciudad; una ciudad que la podemos mostrar orgullosamente. Y
que nunca resignamos de dónde venimos: que venimos de los ideales de Néstor
y de Cristina.
Cuando hablan de la Patagonia y hablan de la historia, hay que reconocer
que Chubut pudo crecer en su historia gracias a un presidente que nos dio la “ley
corta”, la ley petrolera, que dijo que los ingresos del petróleo son para los que lo
producen.
En estos últimos cuatro años, tuvimos un presidente que dijo que nosotros
teníamos las casas calefaccionadas; que vivíamos en remera, en un lugar en el
que sopla el viento a más de 100 kilómetros por hora y tenemos una temperatura
bajo cero en muchos lugares de la región.
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 41
un paso importante y celebro que lo hagamos entre todos: los que pensamos
igual y los que no pensamos igual.
Señora presidenta, le agradezco el uso de la palabra y adelanto mi voto
positivo.
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Gracias, senador.
Tiene la palabra, senador Fiad.
Sr. Fiad.- Gracias, presidenta.
Estamos acá para evitar que el próximo 22 de marzo nuestro país entre
en default. Todos sabemos lo que eso significaría para la Argentina: entre
muchas cosas, más incertidumbre, más inestabilidad, más desorden en todo
aspecto y, fundamentalmente, en el espectro social y productivo, donde, por
supuesto, con mayor afectación estarían los más vulnerables.
Ya mis colegas del interbloque ahondaron y profundizaron en los detalles
técnicos de este tema, pero quiero hacer unas consideraciones políticas, así
como, también, algunas consideraciones y referencias de mi provincia.
Por eso, hoy, con responsabilidad histórica, estamos en este recinto como
oposición para evitar el colapso que sería entrar en default. Fue el propio ministro
de Economía, Martín Guzmán, junto con los demás funcionarios que estuvieron
tanto en la Cámara de Diputados como acá, en la Cámara de Senadores, el que
pidió a todo el arco político que debíamos dar una señal de confianza y de
unidad, tanto para el Fondo como, también, para el mercado. Sin embargo, la
respuesta de un sector de su propio frente político, de su coalición de gobierno
fue totalmente la contraria.
Eso no hay duda de que evidencia sus diferencias, sus internas, sus
diferentes ideologías, sus egoísmos, sus vanidades y también las prioridades de
agenda, que es una agenda totalmente alejada de la gente. Esto marca el gran
grado de irresponsabilidad con el cual se maneja el país actualmente y el grado
de desaprensión que se tiene para con la sociedad.
Entonces, no solamente estamos ante un gobierno débil, totalmente
quebrado, apartado de la realidad, sino que no tiene plan, que hace agua en
todos los frentes, generando mucha más inestabilidad.
Por eso, rescato y felicito a todos mis colegas senadores y senadoras del
interbloque Juntos por el Cambio, que han adoptado esta postura racional y
responsable en estos tiempos en los que la República nos pide eso, aportando
seriedad, como bien dijeron muchos de los que me precedieron en la palabra, y
compromiso en estas horas decisivas de nuestro país.
En lo personal, acompaño este acuerdo porque no hacerlo sería
perjudicar a mi provincia, la provincia de Jujuy, que desde el 10 de diciembre de
2015 inició un nuevo camino. Un nuevo gobierno que llegó al poder con un plan;
con un plan gestado con mucho tiempo de antelación, con el aporte de todos los
dirigentes que conforman el Frente Cambia Jujuy y mucho aporte de muchas
personas de la sociedad que hicieron de este instituto de políticas públicas, una
usina de ideas para que se conformara ese plan de gobierno. Ese plan de
gobierno que conduce y lidera nuestro gobernador Gerardo Morales que, con
capacidad, convicción, actitud y un gran equipo, llevó adelante el proceso de
transformación de la provincia, que tuvo como eje fundamental la ampliación de
la matriz productiva, centrado, objetivamente, en distintos puntos que se
plantearon en ese plan de gobierno; entre ellos, la posibilidad de producir
energías renovables. Por eso es que se construyó la planta de energía
fotovoltaica, la más grande de Sudamérica, a más de 4.000 metros de altura, con
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 43
La sociedad está pidiendo que no haya más grietas; la sociedad nos está
pidiendo que nos pongamos a la altura de las circunstancias; la sociedad nos
está pidiendo que dejemos de discutir, que consigamos el consenso necesario y
que pongamos el norte en el bien de todos nosotros. La sociedad nos está
pidiendo que pongamos en agenda los temas que le preocupan. ¿Y qué le
preocupa? Poder llegar a fin de mes, poder parar la olla, poder mandar sus hijos
a la escuela, no tener que decidir entre si hoy compra un zapato o mañana un
buzo para uno de sus hijos.
Mire, presidenta: estamos en un momento tan, pero tan delicado, que
capaz que nosotros dejemos un país mucho peor para nuestros hijos que aquel
que nosotros hemos recibido de nuestros padres y abuelos, cuando siempre se
aspira a un crecimiento.
Yo creo que nadie tiene dudas –lo han dicho acá– sobre cuáles serían las
consecuencias de no aprobar este acuerdo, las consecuencias de un default.
¿Cuáles serían esas consecuencias? Lo han dicho acá: obviamente, tendríamos
hiperinflación; obviamente tendríamos una corrida bancaria; el dólar llegaría a
300 o 350; cierre de empresas; y nuevamente un conflicto social que los
argentinos ya lo hemos vivido.
Caer en default no es el camino. El default no es un tema que atañe a un
presidente, a una vicepresidenta, a una coalición. El default nos atañe a los
argentinos, porque Argentina es la que debe; Argentina es la que debe, no un
sector. Entonces, hay que cumplir esos compromisos.
Hoy creo que también, presidenta, desde la oposición estamos dando un
salto de calidad democrática, porque nosotros no estamos pensando cuánto
peor o mejor, como sí ha pasado anteriormente. Nosotros estamos acá, porque
no queremos que los argentinos tengan males mayores; y creo que eso es
importante.
Somos opositores; para eso nos eligieron el 14 de noviembre. Nosotros
no cogobernamos, pero sabemos que tenemos la enorme responsabilidad de
pensar en los argentinos.
Sí me llama la atención, presidenta, que desde el Frente de Todos haya
dos visiones: por un lado, soy opositor y, por el otro, soy oficialista; por un lado,
si me gusta la ley, la apruebo, y si no me gusta, me hago a un costado. Eso me
parece muy poco serio. ¿Qué pensaba ese sector, en realidad?, ¿que había que
patear el acuerdo con el Fondo? ¿Por qué no lo dijeron hace dos años si no
querían el acuerdo? Me parece que eso necesita cierta coherencia desde el
propio gobierno.
No aprobar este acuerdo sería un fracaso de la política argentina; no
aprobar este acuerdo sería lamentable para la Argentina.
Como representante de la provincia de Tucumán, también quiero que
haya una economía verdaderamente federalista, porque nosotros estamos
pagando...
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Tiempo, senadora.
Sra. Ávila.- Sí, presidenta. Ya redondeo.
En Tucumán, estamos pagando subsidios y tarifas mucho más elevados
de lo que hay acá, en el AMBA. A modo de ejemplo, de 10 pesos que se ponen
para subsidiar el transporte, 9 quedan en el AMBA y 1 peso va para el resto del
país. Estas inequidades también se tienen que terminar; también se lo dije al
ministro Guzmán.
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 49
logros se viven. ¡Y todavía hay gente que vive del relato, hablando de que en mi
provincia existen presos políticos, pidiendo intervenciones!
¿Saben qué? ¡Duele el éxito de Jujuy! Por eso, el pueblo argentino tiene
que tener esperanza. Y aquel senador preopinante que hablaba de ¿Dónde está
el piloto?, yo le contesto, ¡el pueblo de Jujuy encontró el piloto! ¡Lo encontró en
el año 2015, cuando asumió un gobernador, y de las cenizas, como el ave fénix,
hemos resurgido!
En Jujuy había tres vuelos semanales: hoy, hay seis vuelos diarios.
En Jujuy no había trabajo. Mis hijos emigraban a vivir a otras provincias o
fuera del país. Hoy, los jóvenes vuelven. Hoy, hay trabajo. Hoy, hay riqueza.
Tenemos un equilibrio fiscal en la provincia; y eso, a algunos, todavía les duele.
Pero, ¿qué?, ¿no somos argentinos, también, los jujeños?
Nosotros encontramos el piloto, respondemos a esa pregunta que se
hacía un senador. Y vamos a encontrar los argentinos el piloto en el año 2023.
Pero no podemos esperar. Por eso, hoy le damos otra carta al señor presidente.
Le damos una oportunidad, pero queremos responsabilidad. Y esas auditorías
trimestrales que vamos a tener, nosotros –esta casa, la casa de las leyes– vamos
a custodiar que se cumplan: que seamos más austeros, como bien decía una
senadora preopinante.
Queridos pares, queridos colegas, queridos senadores: hagamos honor y
honremos a aquellos inmigrantes que vinieron en la más extrema pobreza y
construyeron esta patria.
¡Miren esta casa! Esta casa es la mejor prueba del éxito cuando se
trabaja, cuando se tiene claro qué país se quiere, y cuando se deja de hablar y
se comienza a hacer. Tengamos esperanza.
Hay provincias, hay regiones de este país que con pandemia, con
adversidad, con crisis, ¡pudimos transformar una realidad espantosa! ¡Había que
vivir doce años en Jujuy, como vivimos los jujeños! ¡Eso nos unió!
Acá, dejamos cada uno de nosotros las banderías políticas y, hoy, somos
un frente que no fue una coyuntura como este frente electoral que hoy gobierna.
Hoy, ustedes tienen una fractura expuesta. A esa fractura la tienen que
sanar ustedes, no nosotros.
Nosotros, hoy les damos una carta: está en ustedes, que gobiernan, la
responsabilidad de usarla y usarla bien. No estamos en el 2001, donde el
contexto social era otro. Hoy, la sociedad no espera más y, ante esa intolerancia,
ponemos en riesgo las instituciones.
Dejemos de mentirnos entre nosotros. No le mintamos a la gente.
Dediquémonos a acompañar al que gobierna. No nos convirtamos en aquel “club
del helicóptero”, que expulsa a los que gobiernan por intolerancia.
Mis queridos pares: a unirnos, a trabajar, porque es la última oportunidad.
Gracias, presidenta.
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Gracias, senadora.
Tiene la palabra, senadora Sapag.
Sra. Sapag.- Gracias, señora presidenta.
Me alegra haber visto a nuestra presidenta, la presidenta del Senado, la
doctora Cristina Fernández de Kirchner, bien, después del ataque artero, que
lamento terriblemente. Digo esto porque ese ataque a su persona, a lo que ella
representa; ese ataque a esta institución y a la democracia, no se puede tolerar.
Repudio a los que lo organizaron, a los que lo ejecutaron, a los que se divirtieron,
a los que hicieron chistes y a los que pusieron en duda el hecho.
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 57
Sospecho que se toman estas atribuciones de atacar a una mujer por ser
mujer: lo mismo pasa con Milagro Sala. Todo el progreso de Jujuy pareciera que
se ha hecho a costa de tenerla presa, de que sea una presa política.
Yendo a nuestro tema, creo que hay una concepción de la vida que
establece que la vida comienza hoy; que no hay historia; que todo va a pasar a
partir de ahora. Entonces, yo quiero recordarles que Dujovne, que fue ministro
de Economía de Macri, en junio de 2016, decía: “El gobierno de Cristina nos dejó
una bendición, niveles bajísimos de endeudamiento, tanto a nivel del Gobierno,
de las empresas y de los municipios”. Argentina no tenía casi deuda.
El 10 de enero de 2017 Dujovne asumió como ministro, unos meses
después de decir esto; pero ya, en mayo de 2018, decía que no iba a recurrir al
Fondo Monetario Internacional. Sin embargo, un mes después resulta que
Dujovne dice –textual– que fue idea del Fondo Monetario Internacional darle
fondos frescos a la Argentina para apoyar políticamente a Macri.
Y acá está la teoría de la que nos hablaba la senadora Catalfamo, de la
deuda odiosa, donde están en connivencia quien otorga el crédito y quien lo pide.
Acá lo entregó, lo ofreció...
¿Cómo puede ser? Yo puse las fechas, especialmente, porque en 2016
estábamos desendeudados y en 2018 ya teníamos al Fondo Monetario
Internacional encima nuestro, con esta deuda que hoy estamos discutiendo
cómo pagarla. No es que nosotros estamos pidiendo el crédito: el crédito lo
tenemos desde el 2018. Nosotros estamos discutiendo cómo refinanciar, cómo
pagar algo impagable: 57.000 millones de dólares. Al año y cuatro meses, ya se
habían fugado 41.000 millones de dólares.
Esta deuda que tenemos, que sirvió para la fuga, para que se llenen de
oro los amigos del poder –los bancos–, que nos dejó en default y en la situación
que nos dejaron, fue el plan perfecto a mi juicio.
Nosotros, como bloque, hemos manifestado nuestra preocupación hacia
esta situación, y hemos hecho dos cartas: una al Fondo Monetario Internacional,
el 15 de noviembre de 2020, en la que le pedíamos al Fondo que reconsiderara
los intereses, el periodo de espera para comenzar los pagos anuales a partir del
año 2025 y el plazo de amortización en varias décadas, no en 10 años. También,
nuestro bloque del Frente de Todos le mandó una carta, el 22 de febrero de
2021, a la Oficina de Evaluación Independiente –OEI–, mediante la cual
solicitamos que se avance en una investigación sobre el acuerdo Stand-By –el
que ustedes pidieron en 2018– por los siguientes puntos: estimaciones para el
diseño del programa y evaluaciones de sostenibilidad de la deuda; cumplimiento
de los criterios establecidos por el FMI para que el país haya obtenido el acceso
extraordinario; la vulneración del artículo 6° del estatuto; y los aspectos jurídicos
incumplidos por Argentina.
El mismo Fondo, en su auditoría sobre el crédito otorgado a la Argentina
–donde establece todas las dificultades y las inequidades que se encontraron–,
nos hace dar cuenta de que esto fue una estafa y, como yo digo, el plan perfecto.
Este crédito fue otorgado por el Fondo Monetario Internacional –sin que
lo pidiera la Argentina– para fortalecer al gobierno de Macri. El gobierno de Macri
era el primer gobierno de derecha que había llegado al poder a través de
elecciones y no de golpes militares. Entonces, había que sostenerlo. Ya había
entrado en default. Había que llevarle plata fresca, y en cantidades
extraordinarias. Vemos, ahora –alguien mostró la torta–, que del 60 por ciento
de la plata que el Fondo Monetario Internacional, en este momento, le ha
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 58
entregado al mundo, nos pertenece la deuda a nosotros, sin pedirla. Ellos nos la
vinieron a ofrecer: más claro, imposible; imposible.
Ahora, ¿qué hicieron? ¡Se la fugaron! ¡Hasta tenemos periodistas que
sabemos que tienen la plata puesta afuera! ¡Se fugaron la guita! No solamente
los amigos, sino también quienes no debían decir la noticia para que el pueblo
no se entere. Y, también, con la connivencia de la Justicia, nunca nos olvidemos.
Ahora, fue tan mal gobierno, que ganamos nosotros, los del Frente de
Todos. Y, por esto, digo que es el plan perfecto. Con semejante crédito, con
semejante devastación, ellos aplicaron el ajuste. Tan es así que le pregunta un
periodista a Dujovne si, entonces, existe la posibilidad de que con los nuevos
giros sea más lento el ajuste. Y responde que de ninguna manera; “vamos a
acelerar el rumbo”. Entonces, desapareció el Ministerio de Salud; desapareció el
Ministerio de Educación; se dejaron de entregar las computadoras; se dejó de
vacunar a la gente; se vencieron las vacunas; no se entregaron más las
computadoras a los chicos; se abandonaron todas las obras de infraestructura.
Quizás, no tendríamos problemas de electricidad ahora, que estamos todos tan
horrorizados, especialmente la oposición, porque tendríamos en funcionamiento
las represas de Santa Cruz. Tendríamos conectividad, porque ARSAT hubiera
estado funcionando. ¡Tantas cosas que se dejaron de hacer porque era el ajuste
que imponía el Fondo Monetario Internacional! El plan perfecto… ¿Por qué lo
digo? Porque se hizo para fortalecer al gobierno de derecha que había llegado
al poder por elecciones, para sostenerlo y para que volviera a ganar. No ganó.
Entonces, si ganaba un gobierno populista, como nos llaman, tenerlo
condicionado como nos tienen. Por eso, es el plan perfecto.
Por estas razones es que yo no votaría este acuerdo.
Pero resulta que este gobierno populista que, en realidad, es nacional y
popular… ¿Cuál es la característica de los gobiernos nacionales y populares?
Que tienen la mirada puesta en el otro: en sus necesidades, en cómo
satisfacerlas, en cómo lograr que tengan salud, en cómo lograr que tengan
educación, porque se considera que la educación es primordial para el ascenso
social. Y nosotros hemos visto…
Y yo por esto confió en nuestro gobierno. Porque después de la
devastación del gobierno de Macri, vino la pandemia y ahí vimos el esfuerzo del
gobierno nacional para que podamos salir: para curarnos, para comprar las
vacunas, para poner todos los resortes necesarios a efectos de que la actividad
económica no se pare. Y vemos que dieron resultados positivos porque, apenas
pudimos empezar a salir a la calle…
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Vaya redondeando, senadora. Por favor.
Sra. Sapag.- Sí, ya termino señora presidenta.
Cuando pudimos empezar a trabajar y salir a la calle, rápidamente, nos
reactivamos. El crecimiento de la Argentina ha sido del 10,5, uno de los más
grandes del mundo.
¿Cómo no confiar en nuestro gobierno? Un gobierno que tiene la mirada
puesta en el otro, que le duele su pobreza, su sufrimiento. ¡Un gobierno que le
salvó la vida a Evo! ¿Cómo no confiar en nuestro gobierno?
Yo creo que va a lograr pasar los exámenes trimestrales que nos impone
el Fondo Monetario Internacional, porque a través de ellos nos hacen perder la
soberanía. A través de ellos nos van a imponer el ajuste...
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Senadora: tiempo, por favor.
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 59
Sra. Sapag.- Pero nosotros nos vamos a resistir a todo esto; y por eso es que
yo le doy el apoyo a este gobierno.
Por todas estas convicciones es que yo votaría el acuerdo; pero por
razones familiares, muy personales, de la historia de mi familia, es que me
abstendría.
Así que, señora presidenta, le adelanto mi abstención y le pido que, en el
momento que se acuerde con ello, se inserten como exposición mía estos tres
documentos que he nombrado.
Muchísimas gracias.
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Gracias, senadora.
Tiene la palabra, senadora Tapia.
Sra. Tapia.- Gracias, presidenta.
En consonancia con lo que se viene diciendo a lo largo de esta tarde, el
tratamiento de este proyecto nos genera incertidumbre a todos. Lejos está de ser
una situación feliz, pero al mismo tiempo, el respaldo que hoy este Congreso le
dará a este acuerdo con el FMI genera un cierto alivio, no solamente a la
sociedad, sino a todos y cada uno de los argentinos. ¿Por qué? Porque vemos
más lejana la posibilidad del tan temido default. Pero, ¿qué pasa? No es
suficiente lo que hoy estamos haciendo acá. ¿Por qué? Porque esto debe
acompañarse con una serie de acciones que conduzcan a cumplir con la letra
chica de ese acuerdo. Entonces, no le tenemos que mentir a la sociedad porque
el peligro del default no está totalmente lejano.
Es por eso que considero que fue muy adecuado el consenso al que se
llegó en la Cámara de Diputados y que logró que se eliminara el segundo
artículo, porque no le cabe a este Congreso, y mucho menos a nosotros como
oposición, dar un aval para el plan de gobierno y las medidas económicas que
van a estar asociadas al cumplimiento de ese acuerdo. La responsabilidad debe
ser enteramente asumida por el gobierno nacional.
Muchos nos preguntamos, el pueblo argentino se pregunta, ¿por qué
esperaron dos años para lograr este acuerdo? ¿Por qué se perdió tan valioso
tiempo durante el cual la economía de nuestro país, y en particular nuestro
pueblo, tuvo que vivir en zozobra con la idea de que tenía el default a la vuelta
de la esquina?
Durante la campaña electoral del 2019, la actual vicepresidenta de la
Nación, que en ese momento era senadora, mediante un video nos anunciaba a
todos que había tomado la decisión de que el candidato a presidente era Alberto
Fernández. Y, además, nos decía que esa unidad, la de otrora oposición, era
para contrarrestar algunas acciones del entonces gobierno, en particular, el
endeudamiento y el haber vuelto al Fondo. Por lo tanto, desde antes de asumir
el mandato sabían bien que esta era una cuestión primordial a resolver. Aunque
parezca obvio, tenemos diferentes miradas del porqué y el uso del
endeudamiento, pero lo que se destaca en este tema es que era uno de los
pilares sobre los que se cimentó la coalición que hoy nos gobierna. Y, sin
embargo, como se vio en Diputados, y lo veremos también hoy, por las propias
luchas del poder y por los desacuerdos de ustedes mismos, han dejado pasar
tiempo y oportunidades teniendo en vilo al país.
Me pregunto si, tal vez, parte de esa respuesta no tiene que ver con la
deliberada intención de dejarle la mayor parte de la carga que esto implica a un
próximo gobierno. Tenemos la obligación de ser sinceros y transparentes de cara
a la sociedad.
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 60
También tiene energías limpias. Pero sobre todo, ¿sabe qué, presidenta?
Tiene un potencial humano increíble: santacruceños y santacruceñas
emprendedoras, trabajadoras, que viven desgraciadamente estancados.
Nuestra provincia está estancada desde hace décadas. Son rehenes del empleo
público, con industrias solamente extractivas que no generan ningún valor a todo
lo que se extrae.
Se equivoca el gobierno si interpreta que este apoyo es un cheque en
blanco. Es un apoyo a la institucionalidad.
Queremos y exigimos saber, porque corresponde a las facultades del
Poder Legislativo y porque la gente merece conocer, cómo se va a implementar
todo lo que conduce al cumplimiento de estos compromisos.
Como bien dijeron algunos senadores, tenemos diez pruebas que pasar.
Queremos saber qué va a pasar con la presión impositiva, con los
subsidios a la energía, con las tarifas –por supuesto– y cómo van a repercutir en
la actividad económica, en el empleo, en el bolsillo de la gente.
Desde que se inició este gobierno, y con toda razón, venimos pidiendo
conocer el plan, las metas económicas, qué actividades y qué sectores van a ser
promovidos. Eso es lo mínimo indispensable para cualquiera que quiera producir
y progresar en nuestro país.
La respuesta por parte del gobierno fue siempre la improvisación y la
repetición, en una especie de mantra, que no se cree en los planes.
Sin embargo, las acciones ex post nos muestran cuál es el verdadero plan.
Cuando vemos, por ejemplo, incendios catastróficos en el Norte y en el Sur del
país y no tienen recursos para combatirlos, la respuesta es la creación de una
unidad de resiliencia que iba a ser pagada con el dinero de todos los argentinos.
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Tiempo, senadora.
Sra. Tapia.- Está bien, voy terminando. Le voy a pedir permiso para insertar.
Yo creo que de este debate tenemos que lograr que, realmente,
pongamos sobre la mesa cuestiones que tienen que ver con coincidencias
básicas entre todas las fuerzas y entre todos los sectores políticos. Es lo que hoy
nos demanda nuestra historia.
Si este debate sirve para que los sectores –gobierno y oposición–
acerquemos posiciones, entonces, podremos generar la confianza que se
necesita para que vengan inversiones, para que baje el costo del crédito. De lo
contrario, solo va a servir para profundizar la dependencia del financiamiento que
tenemos del FMI.
Por último, presidenta, estamos a las puertas de conmemorar los 40 años
de Malvinas. Vamos a honrar a quienes dieron su vida por una causa tan, pero
tan elevada para nuestra Nación.
Ahora bien, yo me pregunto y les pregunto: ¿qué estamos dispuestos
nosotros a dar? ¿Qué elecciones, puestos o cargos estamos dispuestos incluso
a perder, de ser necesario, para terminar con el déficit crónico y la adicción al
endeudamiento que hipoteca el futuro de nuestra patria? Muchas gracias.
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Gracias, senadora.
Tiene la palabra, senador De Angeli.
Sr. De Angeli.- Gracias, señora presidente.
Llevamos cuatro horas de debate y exposiciones en este día histórico, un
día en el que estamos tratando un nuevo crédito, contra reloj. Como decían
algunos de los senadores, dejamos pasar mucho tiempo para llegar a este
momento. Y como oposición responsable vamos a tratarlo.
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 62
que tuvo que llevar adelante el gobierno nacional. Realmente, se trató de una
estafa.
Y se trató de una estafa porque el gobierno de Mauricio Macri fue el único
gobierno desde 1983 hasta la fecha que recibió un país, un Estado, sin crisis
institucional, sin crisis política, sin crisis económica y sin crisis social. Sin
embargo, desde la hora cero, desde el primer día de gobierno –de su gobierno–
, comenzaron a generar todas las condiciones para que llegara ese nefasto junio
de 2018 donde nos presentaron, a través de todos los medios de comunicación
adictos, la toma de este préstamo vergonzante con el Fondo Monetario
Internacional como la única salida.
Quienes tenemos experiencia histórica sabemos que no siempre o que
nunca hay una sola salida; sin embargo, esa fue la manera en que nos metieron
y nos vendieron esta estafa que, por años y años, van a pagar generaciones de
argentinos y argentinas.
Y cuando hablo de estafa, hablo en tales términos, porque –como también
dijeron otras senadoras y otros senadores preopinantes– el Fondo Monetario
otorgó un préstamo de 45.000 millones de dólares a la Argentina, una cifra que
está muy por encima de lo que sus estatutos le posibilitaban otorgar a nuestro
país de acuerdo a la cuota parte que la Argentina tiene dentro del Fondo
Monetario Internacional.
Porque no hace mucho tiempo, desde el Fondo Monetario Internacional y
desde los voceros del expresidente Trump, han reconocido que fue un préstamo
político y que el objetivo era lograr la reelección de Mauricio Macri, porque tenían
acordadas diez revisiones, de las cuales solo hicieron tres. Y, aun constatando
que el dinero que habían otorgado lo estaban usando para fugar capitales,
continuaron haciendo desembolsos.
Entonces, es como dijo la senadora Sapag. Acá hubo connivencia, acá
hubo una estafa premeditada, alevosa. Y quienes hoy desde la oposición tratan
de mostrarnos con su intervención –que se agradece que estén en este recinto
y que acompañen– su amabilidad y su tremenda responsabilidad, no hacen otra
cosa –créanme– que hacerse cargo de lo que generaron. Así que es como dice
Residente en uno de sus últimos temas: “Los negocios son negocios, socio; en
los negocios no hay amigos”.
El FMI, sus personeros, Mauricio Macri y el mejor equipo de los últimos
cincuenta años, en esto, fueron socios, y el pueblo argentino nunca fue amigo
de estas instituciones. No por nada, los gobiernos de Perón, de Néstor y de
Cristina fueron los únicos que no gobernaron condicionados por los ajustes y las
imposiciones del Fondo Monetario Internacional.
Para terminar, solo quiero decir que esta tristeza que hoy me embarga es
porque tampoco creo que votando este acuerdo, votando este proyecto, estemos
salvando al pueblo argentino del default. Esto es prolongar la agonía. El default,
tarde o temprano, lo vamos a sufrir sobre las espaldas de los que ya hoy están
sufriendo muchísimo.
Todos sabemos lo que son las imposiciones del Fondo Monetario, que no
son otra cosa que tremendos ajustes. Y el pueblo argentino no está en
condiciones, bajo ningún punto de vista, de soportar ningún ajuste más.
Así que ojalá –y les juro a todos que nadie más que yo quisiera
equivocarse con estas apreciaciones– me equivoque. Y si así es, si me equivoco,
que Dios y la patria me lo demanden. Pero si no me equivoco yo y esto,
realmente, se trató de la mayor estafa económica que sufrió la economía de la
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 66
tenemos hoy, que no puede resolver los problemas esenciales de los argentinos,
pero que también genera déficits fiscales permanentes.
El otro problema –o uno de los otros problemas– es que necesitamos un
país exportador. Necesitamos las divisas, también, para generar desarrollo, para
generar obras de infraestructura y tantas cosas que necesitamos los argentinos.
¿Y cuál es nuestra política para el sector exportador? Más impuestos, más tasas,
más retenciones y cierre de exportaciones en un momento en el que muchas de
nuestras empresas necesitan –para poder producir, para poder crecer, para
generar empleo– insumos que vienen del exterior y que hoy, por falta de esos
dólares, están accediendo en forma de goteo y a veces tardando meses para
proveerse de esos insumos para poder producir.
Entonces, una y otra vez, recurrimos a esto y lo han dicho: si esto no
sucede, volveremos nuevamente a pedir préstamos, a pedir refinanciaciones en
el exterior o a endeudarnos internamente, como ya ha sucedido y como sucede,
o a agotar los recursos de alguna institución como la ANSES o también a emitir,
que todos ya sabemos lo que ocasiona para nuestra población cuando eso
genera inflación.
Estos días, señora presidenta, creo que las palabras más escuchadas –
por lo menos de mi parte– fue “Fondo Monetario Internacional”, queriéndonos
hacer creer –los discursos populistas– que toda la culpa de nuestros problemas
la tiene el Fondo o la tiene Macri. Y el Fondo es una consecuencia, no es una
causa; es una consecuencia de los problemas que no podemos resolver los
argentinos y de las malas políticas aplicadas; y no de un gobierno, sino de
muchos gobiernos. No es exclusividad de un solo gobierno. Y hemos escuchado
en este recinto, en la Cámara de Diputados y hemos leído textos que hablan de
quién se endeudó más o quién se endeudó menos. Parece una carrera para ver
qué gobierno se endeudó más: el segundo gobierno de Cristina se endeudó más
que el Macri, Alberto Fernández que lleva millones y millones de dólares tomados
de deuda. Hemos escuchado acá –y parece una competencia– en qué época de
la historia se fugaron más capitales. Y vamos a seguir con esto. Alguno decía
que ha intervenido el Congreso de la Nación 26, 27 veces, o no sé cuántas, para
tratar temas de refinanciamiento o toma de deuda con el Fondo.
Ahora yo digo: todos estos temas, ¿el ciudadano los conoce? ¿Los
entiende? Yo creo que no. El ciudadano, el estudiante que se quiere ir del país,
la pequeña empresa, el profesional que no consigue trabajo, el jubilado que ve
cómo su sueldo se reduce permanentemente, esas personas conocen los
problemas reales que tiene la Argentina.
Y es una Argentina que tiene cada vez más pobreza. Es una Argentina
donde sus empresas, aquellas que todavía no se fueron del país, quieren irse
del país. En definitiva, es una Argentina que no encuentra el rumbo.
La inflación, la gente que va al mercado y ve cómo día a día se
incrementan los precios, eso es lo que ve la gente común.
Por lo tanto, esta sesión –como dijeron varios– genera una cierta
frustración porque volvemos, una vez más, a tratar en este recinto este tema que
no es del agrado de nadie, pero que era necesario hacerlo. Y Juntos por el
Cambio, a pesar de lo que dicen algunos, actúa responsablemente estando acá
sentado en este día de hoy.
Pero también tengo que decir que me genera cierta alegría, cierta
esperanza y cierta confianza por el trabajo que han hecho los diputados de
Juntos por el Cambio con parte del oficialismo, porque sabemos que una parte
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
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del oficialismo se retiró de la discusión. Y yo creo que también eso facilitó que
haya diálogo y consenso, dos palabras que necesitamos los argentinos practicar,
practicar y practicar. Diálogo y consenso es lo que necesitamos los argentinos
para solucionar los problemas de fondo.
Entonces, anticipo mi voto positivo a este proyecto que evita este default,
que ya sabemos las consecuencias que tiene. Pero, sobre todas las cosas, creo
que necesitamos, aquellos que realmente queremos una Argentina mejor,
sentarnos a trabajar y que este recinto sea el lugar donde podamos consensuar
las políticas que nos lleven a los argentinos a solucionar nuestros problemas de
fondo, para nunca más tratar en este recinto, o mencionar en este recinto, al
Fondo Monetario Internacional.
Muchas gracias, señora presidenta.
Sra. Presidenta (Fernández de Kirchner).- Gracias, señor senador.
Tiene la palabra, senador Rodríguez Saá.
Sr. Rodríguez Saá.- Gracias, presidenta.
Voy a hablar desde mis más profundas convicciones y desde la militancia
que desde mi juventud vengo practicando.
La deuda externa, desde su origen en la Argentina, tuvo no solo una
profunda inmoralidad por los procedimientos corruptos que se usaron, sino que
también es discutible su legitimidad. El crédito que contrajo Rivadavia con la
Baring Brothers fue autorizado por la Legislatura de Buenos Aires, para tomar un
crédito al 70 por ciento. Significaba que iban a tomar un millón de libras esterlinas
y autorizaban a recibir 700.000.
Dice el Museo de la Deuda Externa que ese crédito se contrajo porque
era una de las condiciones que ponía Inglaterra para aceptar la Independencia y
la soberanía argentinas.
Y nombraron una comisión para que fuera a Londres a contraer el crédito.
Se encontraron con la sorpresa de que la Baring Brothers dijo: “No, no hace falta
el 30 por ciento, vamos a aceptar el 85. Y, como ustedes tienen hasta el 70, ese
15 lo van a cobrar ustedes”. Eso se llama “comisiones”. La comisión cobró por
su trabajo el 15 por ciento.
Señora presidenta: ese crédito era para hacer un puerto, el agua potable
y construir una ciudad. Nunca nos entregaron las libras esterlinas. Entregaban
letras de cambio, que los comerciantes ingleses cambiaban. Nunca se hizo el
puerto, nunca se hizo el agua potable, ni se fundó la ciudad; y tardamos más de
100 años en pagar.
Permítanme decirles que por lo menos tenemos derecho a decir: ¿esto es
legítimo? ¿Condenar al pueblo de la Nación Argentina a pagar esta pillería? La
pagamos. Hasta el último peso. Lo terminó pagando Perón en la célebre
Declaración de la Independencia Económica el 9 de julio de 1949 en la histórica
ciudad de Tucumán.
Como dije que voy a hablar desde mis convicciones y desde mi militancia,
me tocó en un momento muy difícil de la Argentina, al que se ha hecho referencia
casi despectivamente en este recinto, asumir la Presidencia de la Nación. Los
intereses de las corporaciones financieras cambiaron los términos de lo que
sucedió aquel día. Esta es una buena oportunidad, en este recinto tan
importante, de decir lo que pasó aquel día. Y, con el permiso de la señora
presidenta, voy a leer un breve fragmento del mensaje.
Aquel día dije, sobre la deuda externa: “no siento que sea justo definir a
la llamada deuda externa argentina como el endeudamiento contraído por el
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17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 74
entremos en default. ¿Es el mal menor? Sí, tal vez diría que hoy ya es muy tarde
para otra cosa; es la única alternativa que tenemos. Porque sería un caos, una
catástrofe entrar en default, como bien detallaba el senador Lousteau.
Y debo decir, una vez más, que no estamos aprobando el acuerdo con el
Fondo; que no estamos convalidando el programa, no solo porque no es función
del Congreso, sino porque, en vista de lo que se nos ha presentado, ese
programa es inconsistente: se proponen metas que son imposibles de
cumplir, no es transparente. Y acá –voy a repetir, aunque sea una obviedad
frente a lo que acabo de afirmar–, en virtud de algunas declaraciones falsas –
vale la pena volver a decirlo–, no estamos convalidando ni la suba de impuestos
ni el déficit fiscal.
Siempre hemos sido coherentes desde nuestro espacio político en
sostener que una Argentina con déficit fiscal es inviable, en sostener que la
inflación y la deuda son hijas del déficit. Y aquí quiero hacer una referencia
específica, que se la hice al ministro Guzmán cuando vino, hace unos
días: cuando nos tocó gobernar, trazamos un camino en materia de política
energética que nos permitió empezar a diversificar nuestra matriz energética
para ser más soberanos, para ser menos vulnerables frente a las variables que
no controlamos –como hoy–; para, incluso, enfrentar el cambio climático, porque
de hecho promovimos el desarrollo –y así lo hicimos– de las energías
renovables.
En ese camino de política energética, tomamos una decisión difícil, que
fue empezar a reducir los subsidios, que explican en gran parte el déficit fiscal
de la Argentina. Y tomamos esa decisión y nos hicimos cargo, y pagamos el
costo político de esa decisión. Pero a la vez, en el mismo momento,
simultáneamente, aumentamos la inversión; incrementamos la producción;
dejamos de importar gas –hoy estamos volviendo a importar gas–; evitamos
problemas de abastecimiento energético, los cortes de la energía que necesita
la producción y la vida diaria de todos los argentinos. Hoy me
pregunto: ¿tendremos problemas de abastecimiento este año?, ¿el próximo?
Recién, se hizo pública una carta del secretario de Energía al presidente
de la Nación y al ministro Guzmán diciendo que va a faltar el gas en este invierno;
del secretario de Energía, recién, hace un par de horas.
El gobierno también se propone reducir el déficit, reduciendo subsidios,
pero los números, las cuentas que nos muestran no nos cierran; o no saben o
están mintiendo. Hace dos años que la política energética en este gobierno es
errática. En algunas decisiones, han frenado, como con las energías renovables;
en otras, se avanza de manera contradictoria, contraria a los compromisos
internacionales que este propio gobierno ha asumido y que venimos asumiendo
como país frente al cambio climático.
Pregunté al ministro Guzmán sobre esto: no hubo respuestas concretas.
O no saben o están mintiendo. En realidad, hay una enorme resistencia a
transparentar los números reales, a ponerlos sobre la mesa.
Señores: aunque sea duro, hay que decir la verdad, porque gobernar
también es asumir costos políticos. Hay que ser responsables políticamente. Hay
que hacerse cargo. La Argentina, los argentinos, el sector productivo necesitan
certidumbre para planificar, para invertir, para evaluar costos, riesgos.
El dato al que accedimos fue que el gobierno se propone una reducción
del déficit, a través de la baja de subsidios a la energía, en un 0,6 por ciento del
PBI. Otra vez: no cierran los números; no cierran los números frente a los
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17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 78
A ustedes, compañeros –lástima que son pocos hoy; ya van a venir todos–
, a ustedes, señoras y señores del kirchnerismo, les pregunto ¿qué están
haciendo? ¿También acá, en el Senado, alguno de ustedes le va a sacar el
cuerpo al problema? ¿Saben lo que se me gráfica en la cabeza? Un barco, en el
que estamos todos los argentinos –todos; ustedes también–, y la mitad de la
tripulación que comanda ese barco decide bajarse, porque el barco tiene peligro
de hundirse, en vez de seguir empujando para logar que ese barco llegue a la
orilla. Eso están haciendo. Dos años, señores y señoras, es ¡muchísimo! ¡Es
muchísimo! Lo que están haciendo es de una irresponsabilidad mayúscula.
Miren, siempre he tratado de ser justa y de hacerme cargo cuando
tenemos responsabilidades compartidas oficialismo y oposición; he dado
muestras de eso, aun ante miradas acusantes por cumplir mi rol institucional sin
especular. Siempre he elegido escuchar y tratar de lograr consensos, en mi
profunda convicción de que solo a través de los consensos logramos construir
esas políticas de largo plazo, para por fin sacar a la Argentina de los problemas
estructurales.
Por eso, hoy ni pido perdón ni pido permiso –y nunca lo voy a hacer–
frente a los detractores de la moderación, frente a los que hacen un negocio de
la grieta, porque con convicción me voy a quedar votando con el oficialismo;
porque con convicción voy a salvar, junto a mis compañeros, a la Argentina de
caer en default. Con esto vamos a evitar un caos y una catástrofe. Ojalá que a
los que nos hemos quedado sentados en la mesa no nos una solo el espanto y
podamos empezar a construir soluciones concretas para la gente.
Pero, señores del gobierno, en los dos años que les quedan –que son dos
años en los que van a tomar decisiones sobre la vida de todos los argentinos;
¡dos años!–, no solo les pido responsabilidad, honestidad y transparencia, les
ofrezco nuestra ayuda.
Ahora, pidan ayuda con tiempo, no como hoy ¡que vienen cuando el agua
ya les llegó al cuello; sin alternativas! Eso es una trampa. Nos tienen
acostumbrados a que el Congreso funcione como una escribanía y hoy somos
su único salvavidas. Lo sabemos, no nos hacemos demasiadas ilusiones, pero
somos institucionalistas por elección y por convicción. Por eso, siempre vamos
a estar dispuestos a sentarnos a dialogar.
Queremos lo mismo y deseamos lo mismo de ustedes, sin trampa.
Hacemos lo que hacemos, porque amamos a nuestra Nación y porque “el
sálvese quien pueda” no está en la lista de nuestros valores. Gracias.
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Gracias, senadora.
Tiene la palabra, senador Yedlin.
Sr. Yedlin.- Muchas gracias, señora presidenta.
Hoy estamos aquí para, a partir de esta ley, autorizar al Poder Ejecutivo a
refinanciar esta deuda que tomó el gobierno de Mauricio Macri en la gestión
anterior. En realidad, son 45.000 millones de dólares; el crédito más grande que
dio en su historia el Fondo Monetario Internacional.
Pero además de esa característica del tamaño, tiene un tema inobjetable,
que son los vencimientos previstos para ese pago. Resulta ser que entre este
año y el que viene tenemos que pagar prácticamente todo el crédito: 19.000,
20.000 millones de dólares.
La verdad es que cuando uno sabe que la Argentina el año pasado estuvo
exportando –creo– 75.000 millones de dólares en total, dice: ¿cómo puede ser
que a alguien se le haya ocurrido que se podían usar 20.000 millones de dólares,
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17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 80
con esa exportación, para poder pagar esto? Es solamente el 12 por ciento del
total de la deuda externa de la Argentina; solamente el 12 por ciento es este
monto increíble de los 45.000 millones de dólares.
Pero no es solamente el tamaño, los vencimientos. Es también el
acreedor. El Fondo Monetario tiene, entre sus misiones, sostener a los países
para intentar evitar que entren en cesación de pagos. Esa es una de sus
funciones. Ahora, cuando uno va a entrar en cesación de pagos con el mismo
Fondo Monetario Internacional, entonces, la situación es de extrema gravedad,
porque no va a haber cómo poder o alguien que nos dé una mano para salir de
esta situación.
Por eso, cuando uno toma semejante deuda con el Fondo Monetario
Internacional, a pesar de que quizá la tasa sea un poco menor, tiene que
entender que está jugando la última carta posible, porque no hay vuelta desde
esa. Y esta es la situación en la que estamos; y esta es la situación a la que nos
llevó el gobierno de Mauricio Macri y que hoy nosotros estamos aquí tratando.
¿Es culpable el gobierno de Mauricio Macri de que la Argentina se
endeude? No. El déficit es definitivamente estructural. Nosotros tenemos un
problema de larga data. Por supuesto que no. Pero de esta deuda, de estos
45.000 millones de dólares, tomados con vencimientos imposibles de pagar con
el último acreedor posible, sí. Sí hay una clara responsabilidad.
Por eso, yo festejo que hoy Juntos por el Cambio nos acompañe. Festejo
la enorme responsabilidad que la oposición hoy hace en este recinto; así como
critiqué que no nos hayan dado presupuesto, así como critiqué que no hayan
estado acá para discutir bienes personales. Pero, de todas maneras, me parece
bueno.
Y me parece que puede ser el comienzo de un consenso que, quizá, nos
permita en un Congreso absolutamente dividido en partes iguales, trabajar en
políticas en donde estemos juntos y podamos resolver el verdadero problema,
que es la causa por la cual la Argentina se endeuda y que no es solamente el
déficit –que sí lo es– sino, también, lo que se llama restricción externa. Porque
otro de los problemas es que la deuda es en dólares. Y claro que la Argentina,
que no produce la cantidad de dólares que necesita por año, cuando se endeuda
en esta cantidad de dólares y pone en riesgo el default con este organismo
internacional, que nos cortaría el crédito de todos los dólares de los otros
organismos internacionales, pone en riesgo no tener los dólares para poder
hacer las cosas que tiene que hacer, entre ellas, importar para poder exportar,
que es parte de la solución de esto.
Así que me parece muy auspicioso que hoy estemos acá. Más allá de los
altisonantes discursos, de un lado y de otro, me parece que se abre una
oportunidad, que me parece que no tenemos que dejarla pasar.
Tampoco me parece menor que estemos discutiendo acá, en el Congreso,
por una ley que nuestro gobierno, de Alberto Fernández, mandó al Congreso,
que votamos casi todos y que hoy nos permite estar acá discutiendo esto de cara
a la sociedad.
Lo que sí también me parece fundamental es entender que, además de
estas características, es muy importante saber para qué se usó esta deuda. Y
claramente ahí hay claras irregularidades: gran parte de esta deuda se usó para
pagar deuda en pesos, que después se transformó en dólares y que después
fugó, porque las normas en ese momento permitían esta situación de fuga. Esa
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17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 81
situación, que hoy no podría ocurrir, es la que nos llevó a este enorme
endeudamiento en dólares y con esta enorme tensión para no entrar en default.
Fíjense lo que pasaría –he traído dos ejemplos–, o lo que podría pasar en
materia de salud si nosotros entramos en default. Todas las vacunas que usamos
para COVID, de cualquiera de los laboratorios, son todas importadas. La Sputnik
también; hoy está muy criticada, porque saben que los rusos no van a poder
reconocerlas en la OMS, pero también hay que reconocer que, gracias a esa
vacuna, muchísimos argentinos no enfermaron y murieron de COVID.
Todas esas vacunas cuestan 500 millones de dólares. Esos millones de
dólares los obtenemos, en parte, a partir del Banco Interamericano de Desarrollo,
con un crédito de 250 millones, que se caería. Las vacunas de calendario
cuestan otros 200 millones de dólares. También son todas importadas. Hay
solamente tres vacunas que se formulan en Argentina: gripe, VPH y neumococo;
y esas tres las podemos comprar en pesos, aunque los insumos hay que
adquirirlos en el exterior y son en dólares.
Y fíjense –me parece importante decirlo, porque hablo desde la provincia
de Tucumán– cuántas obras de infraestructura hoy tenemos en la provincia de
Tucumán. Le voy a pedir permiso para leer a la presidenta. Todas estas obras
que voy a mencionar tienen financiamiento internacional; están licitadas, muchas
ya se están ejecutando y se caerían si caemos en default.
Por ejemplo, la planta de tratamiento de líquidos cloacales en la Ciudad
de Concepción: 20 millones de dólares; la red cloacal de la ciudad de Alderetes
y Banda del Río Salí: 35 millones de dólares –del BID–; la planta de tratamiento
de la localidad de San Andrés: 15 millones de dólares; la planta de tratamiento
de la localidad de Famaillá –la capital de la empanada–, con contrato firmado,
se inicia la obra financiada también: 11 millones de dólares; la obra de la Avenida
Alem, en la ciudad de Tafí Viejo: 3 millones de dólares; el canal Bella Vista: 7
millones de dólares; la obra de desagüe en Aguilares: 4 millones de dólares; la
obra de desagüe y pavimentación e iluminación en la ciudad de Lules: 3 millones
de dólares; obra de pavimentación y remodelación en el centro de Famaillá: 5
millones de dólares; la ampliación de la obra del canal San Luis en Yerba Buena,
financiada por el BIRF: 4 millones de dólares; el primer tramo de la autopista
Tucumán-Termas de Río Hondo: 25 millones de dólares.
Todas estas obras –que también quiero decir que no tuvimos de estas
ninguna durante el gobierno nacional anterior; ni una obra con financiamiento
internacional o nacional llegó a Tucumán durante los cuatro años del gobierno
de Mauricio Macri– se caerían con el default.
Por eso hoy vengo a anticipar que, desde Tucumán –así como también lo
dijeron la Cámara de Constructores, la Cámara de Comercio, la Cámara de la
Industria y todos, porque en la Argentina sabemos que el default hoy nos pondría
en una situación absolutamente imposible de tolerar–, desde esta banca
adelanto mi voto positivo. Gracias, señora presidenta.
Sra. Presidenta (Losada).- Gracias, senador.
Tiene la palabra, senadora Guadalupe Tagliaferri.
Sra. Tagliaferri.- Muchas gracias.
Voy a ceder mis minutos a la senadora Lucila Crexell.
Sra. Presidenta (Losada).- Adelante, senadora.
Sra. Crexell.- Gracias, senadora Tagliaferri, por cederme sus minutos.
Bueno, los últimos años nos hemos acostumbrado en este Congreso a
debatir y legislar sobre la excepcionalidad. La crisis se ha vuelto el marco de lo
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 82
mismo momento en que no tenemos los recursos para hacer frente al primer
vencimiento. “Googleen” cómo están las reservas netas, al día de hoy, en el
Banco Central.
Entonces, tenemos la opción 1, que es pagar la deuda. Bueno: pagar la
deuda es algo inviable para la República Argentina; pagar la deuda, que tiene
una carga insostenible para este año. Tenemos un saldo comercial del 2021 de
14.700 millones, que es el de las exportaciones récord que tuvimos en el año
2021, menos las importaciones. Ese saldo ni siquiera alcanza, ni se acerca a los
19.300 millones de dólares que deberíamos pagar este año en ese
endeudamiento.
Y, si quisiéramos pagar igual, gastando toda esa plata y gastando lo poco
o nada que quedan de las reservas de libre disponibilidad, deberíamos reducir
asignaciones, planes sociales, partidas asociadas a la salud, educación,
Asignación Universal por Hijo, políticas alimentarias, becas Progresar, Repro 2,
vacunas COVID, transferencias corrientes a las provincias, universidades,
etcétera. Entre comillas: “ajuste”. Ese es el ajuste.
Opción 2: no pagar. No pagar; no al FMI; no paguemos. Bien: la opción 2
tiene un sinónimo, para mí, que se llama default. No pagar, es default.
Default: cierre de canales de financiamiento internacional para el sector
público como privado. Default: incremento de la fuga de capitales, debido a la
incertidumbre del escenario económico. Default: disminución de la inversión
extranjera directa. Default: condicionamiento de las actividades comerciales
internacionales. Default: condicionamiento de la entrada del país en los
mercados financieros. Default: presión sobre el dólar, que elevaría la divisa en
los mercados informales. Default: aumento de precios y caída del salario.
Default: no acceder a los mercados voluntarios de deuda. Como dato, con el
último default, el de 2002, el país estuvo más de una década para acceder
nuevamente a los mercados internacionales. Default: cuando no se puede
acceder a los mercados, se ve afectado el gobierno nacional, pero también los
gobiernos provinciales, los municipales, las empresas y las familias argentinas.
Por supuesto, esto baja notablemente las expectativas de todos los ciudadanos
del país; incrementa el nivel de incertidumbre; genera pánico, principal obstáculo
para que la economía sana funcione correctamente; consumidores, inversores y
empresas restringen el consumo, la inversión, los emprendimientos;
inestabilidad del sistema financiero doméstico y retiro de depósitos.
¿Qué enumeré acá? Experiencias vividas, experiencias pasadas. Por eso,
me tomé el trabajo de leerlas. Eso es lo que pasó; eso es lo que pasa cuando
hay default. No es una especulación, no es una suposición de lo que podría
pasar, sino remitirnos un poquito a la historia.
Y la opción 3 es la que estamos hoy tratando, que es la que nos presenta
el Poder Ejecutivo. Es la de obtener un plazo de gracia de cuatro años y medio
para empezar a pagar recién en 2026. No incluye reforma jubilatoria. No incluye
reformas laborales. Está basada en el aumento de reservas, en el crecimiento
de las exportaciones, en la mejora de la recaudación. Está anclada…
Los que saben de economía conocen bien que la proyección y la
expectativa a futuro del país se basan en las variables. Y las del año pasado son
todas positivas: crecimiento de las exportaciones, aumento de la producción,
aumento del empleo. Eso da buenas expectativas a futuro y los indicadores son
alentadores. Pero en la economía no existe la matemática; no nos
equivoquemos. Esto puede cambiar. Pero tenemos una esperanza.
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 91
Por eso, vuelvo a destacar que hay cuestiones urgentes que nos
preocupan a los argentinos y que desde este ámbito debemos debatir brindando
aportes sin especulaciones mezquinamente electoralistas.
En materia de energía, el memorándum de entendimiento impone una
reducción de subsidios para la provisión de energía eléctrica. Y es necesario
conocer cómo se aplicará la segmentación de la tarifa; y, entre otras, cosas saber
si esa disminución de subsidios va a incluir también al AMBA y lo que tiene que
ver con Edesur y Edenor, una cuestión concreta que sí afecta a la vida de todos
los argentinos.
Porque, más allá del claro desconocimiento del ministro del Ejecutivo
nacional, en el caso de mi provincia –acá se han dado ejemplos de muchísimas
cuestiones que atañen a cada una de las provincias argentinas–, en el caso de
la provincia de Córdoba, subsidia de manera total o parcial a 1.070.553 usuarios
habitantes de la provincia de Córdoba. Digo esto a raíz de lo que comentó el
ministro en ese momento en la comisión, usuarios que están debajo de la línea
de indigencia y usuarios de la tarifa social por debajo de la línea de pobreza.
¿Y por qué me detengo en este tema puntual de la reducción de subsidios,
y mi legítimo interés de mencionar Edenor y Edesur? Lo menciono por la
respuesta –como decía– evasiva del ministro. Y digo que la Empresa Provincial
de Energía de Córdoba –este es un dato que quiero resaltar–, la EPEC, paga
puntualmente todas las facturas de energía eléctrica a Cammesa, de manera
mensual –está al día con los pagos en Cammesa, como seguramente ocurrirá
con otras jurisdicciones–, pero no sucede lo mismo con las distribuidoras Edenor
y Edesur, que son reguladas por el propio Estado nacional. Y fíjense este dato:
entre ambas empresas, es decir, Edenor y Edesur, acumulan una deuda, al día
de hoy, de cerca de 1.200 millones de dólares con el Estado nacional.
Si el gobierno nacional, realmente, está preocupado por las deudas a
pagar en las próximas semanas al FMI, es bueno que sepa que estos 1.200
millones de dólares son cerca del 50 por ciento de lo que habría que pagar al
Fondo Monetario Internacional, cuando el ministro Martín Guzmán dice que –
entre comillas– no existirían reservas de no firmar el acuerdo con el Fondo
Monetario Internacional. Ahí tiene una buena cantidad de reservas.
Cabe aclarar que, cuando se habla de bajar subsidios –bajar el 0,6, el 1,
o el porcentaje que sea, de subsidios medidos en términos del PBI–, tendría un
impacto muy positivo si Cammesa saliera a cobrarles a todas las distribuidoras
que no le pagan al día –como el caso bien claro de Edenor y Edesur– la factura
de la distribución eléctrica. De este modo, se lograrían reducir de manera
significativa todos los subsidios al mercado eléctrico mayorista a cargo del
Estado nacional y, en definitiva, no terminaríamos haciéndonos cargo todos los
argentinos de pagar el consumo de la electricidad en lo que es el área de AMBA.
Esto es unir, como decimos en Córdoba, lo útil con lo justo.
En materia de política fiscal –como ya lo expresé en la comisión–, nos
preocupa la decisión intempestiva del gobierno nacional de cerrar el registro para
nuevas exportaciones sin un plazo de tiempo para su próxima apertura para los
productos de harina y aceite de soja, como mencioné aquí. Lo hicieron sin antes
dialogar, por supuesto, con el sector. Y también me queda con eso una gran
duda, una gran preocupación más que duda, que es la de si será que el Poder
Ejecutivo nacional evaluó, junto al FMI, y acordó el aumento de las retenciones
como manera de reducir el déficit. Pregunto sobre retenciones a los granos
porque, aunque se haya dicho oficialmente –al menos, lo dijo el ministro– que
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 94
capaces del consenso y de poder hablar, discutir, debatir y hacer los aportes
necesarios desde todos los sectores para los distintos temas que son acuciantes
en la Argentina, sino que, además, seamos capaces de poder, en serio, de aquí
para adelante llegar a esos acuerdos.
Por eso, quisiera reivindicar el haber arribado a la votación de este
acuerdo que, claramente, es el logro –como dije al inicio– de un entendimiento,
más que de un consenso, de un entendimiento entre todos los sectores políticos
que en el Congreso de la Nación debieron sentarse para entender el porqué y la
importancia de que la Argentina pudiera entrar o no en el default.
El entendimiento entre las representaciones políticas que realmente
contribuye a desmarcar la línea de la grieta, que se mencionó aquí, pero que
claramente, no significa que estemos de fiesta. Si esto no va acompañado con
medidas concretas y urgentes, entre otras como las que acabo de mencionar,
realmente va a ser una simple curita para un cáncer que viene arrastrando el
país.
Porque si no hacemos los esfuerzos para superar la grieta
definitivamente, con la cantidad y gravedad de los temas que este Congreso va
a tener que asumir en los próximos tiempos, las internas de las internas no van
a contribuir en nada a resolver el problema de los argentinos.
La segunda reflexión es que está bien lo que expresan muchos de los
dirigentes, y yo comparto lo que expresan muchos de ellos respecto de dejar de
mirar hacia atrás. Si miramos hacia atrás, que sea para aprender cómo tener
realmente un futuro mejor.
En pocas semanas, el tablero internacional cambió con una velocidad
extrema –alucinante, diría yo–, y no hay mucho tiempo para discusiones que no
nos conduzcan a nada, que sean simplemente por el solo hecho de despuntar el
vicio de la política. Ya vendrán tiempos en que podamos discutir quiénes serán
los presidentes, los gobernadores y los intendentes.
Porque a quién se le hubiera ocurrido pensar hace unas semanas nada
más que se desataría una nueva y cruel guerra en Europa, allí, en ese mundo
occidental, que tiene en vilo al mundo por sus nefastas consecuencias. Me
refiero, por supuesto, a la invasión de Rusia a Ucrania, que viola cualquier
principio de paz.
Como dijo oportunamente mi compañero, el diputado Gutiérrez, pareciera
que en la Argentina estamos llegando tarde a todos lados. Seguimos pagando
muy caro la desidia y nuestros errores políticos como Nación. Los de ahora, los
de antes y los de antes de antes; y, en eso, me hago cargo y me incluyo. Vaya
el ejemplo de la ley de biocombustibles, la disparada de precios, la falta de
dólares, una posible escasez; y todo a raíz de esta nueva situación internacional
que nadie preveía.
Hace pocas horas nada más –como bien se mencionó aquí–, el ministro
de Energía parece que expresó con preocupación la posible falta de gas en el
país.
Sra. Presidenta (Losada).- Senadora, le pido que, por favor, vayamos cerrando.
Gracias.
Sra. Vigo.- Voy a ir cerrando, pero veo que todavía tengo algunos minutos
Sra. Presidenta (Losada).- Van 15 minutos.
Sra. Vigo.- Basta de querer tapar el sol con las manos. Creo que es urgente que
hagamos algo con AySA, con Edenor, con Edesur y con la revisión de los
subsidios y de la matriz energética en general. ¿Qué vamos a hacer con los
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 96
para el conflicto internacional, sino también para lo que nos sucedió a nosotros
la semana anterior: el ataque a esta institución, que es la casa de las leyes.
El único camino, señora presidenta, es la…
–Se interrumpe la transmisión.
Sra. Vega.- …el nuevo siglo nos encontrará a todos unidos o dominados, y
muchos que hablan tanto de la doctrina se olvidan de eso.
Ahora bien, después de siete horas de debate y de escuchar a cada uno
de mis compañeros argumentando de una u otra manera, defendiendo o no el
proyecto que se está debatiendo, no hemos logrado un consenso. Porque esto
de la novela con el FMI se hizo bastante extenso. No hemos hecho más que
reafirmar lo que han establecido como tema de agenda, por un lado, el
establishment y, por otro lado, los medios monopólicos. Eso no nos permite
hacer un análisis integral de nuestra realidad. Eso no le permite al común de la
gente poder instalar sus temas del día a día en la agenda política.
Mire, señora presidenta, con respecto al conflicto Rusia-Ucrania, yo creo
que esa es la mirada de la mayoría de los estados del mundo. Sin embargo,
nosotros seguimos estancados en el pasado. Estamos entre el 2018 y el 2020,
discutiendo los errores del pasado, sin poder analizar cuáles son las fortalezas y
las debilidades que tiene nuestro Estado argentino frente a la debacle, frente a
la guerra.
Yo acompaño la causa y la debilidad, de la que se ha hablado acá, de
Ucrania. A mí me duele lo que pasa en Kiev y en muchas ciudades de Ucrania,
pero mi compromiso es con el pueblo de La Rioja. Y a ellos les gustaría que acá,
en este recinto, estemos hablando de sus problemas.
Ayer, me reuní con gente del sector molinero, y a ellos también les
gustaría que sus temas estén presentes. Pero nosotros estamos debatiendo y
peleándonos por el pasado.
Y de eso tenemos que aprender, porque, como lo dijeron algunos, es una
situación histórica. ¿En qué sentido? Por primera vez, se viene a poner en el
Congreso de la Nación una decisión que en un momento fue discrecional. Y hoy,
nosotros no vamos a dar una solución, sino que vamos a patear el problema para
varios años hacia adelante.
Entonces, frente a esa situación, a mí me urge lo que le pasa, por ejemplo,
a Nicolasa, una mamá de mi provincia a la que no le alcanza para poner la
comida diaria, que no le alcanza para comer el pan, y tengo que estar definiendo
y solucionando los errores de 2018.
En cuanto al endeudamiento que hoy pesa en el futuro de los argentinos
como una espada de Damocles, digo que tampoco vamos a dar la solución,
porque hoy se está tratando solamente de liberarnos de este problema. Pero no
se ha trazado un plan de acción.
Acá se ha hablado mucho de la soberanía nacional y de la necesidad de
la autonomía económica de la Argentina, pero no estamos haciendo nada para
lograrlo. Tampoco se ha acompañado a este proyecto que hoy se trata con un
plan de acción que, al menos, delinee lo que sería un compromiso de la
Argentina para ver si se dan las condiciones y si, dentro de cuatro años, la
Argentina va a poder pagar.
Una herencia muy pesada nos quedó para el 2022, después de la
pandemia y después de todo lo que hoy vive nuestro país.
Pero acá lo que me interesa es que el pueblo de mi provincia conozca
verdaderamente qué estamos debatiendo, cuáles son las cosas que, en muchos
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 99
Podrán decir que los papeles están hechos... No hubo ningún decreto, no hay
ninguna documentación en ningún lado que justifique, técnicamente, esto. Y voy
a leer algo oficial que avala esto: el balance de gestión del gobierno de
Cambiemos del ministro Lacunza. La tinta es mala, pero es bueno. El ministro
Lacunza también hace un balance de para qué se usaron los 45.000 millones,
que son los que acabo de leer de un documento oficial.
El ministro Lacunza dice: En junio de 2018 se acordó un programa Stand-
By por 50.000 millones con una duración de 36 meses y a un costo más bajo al
disponible en el mercado. Sin embargo, a fines de agosto de 2018, se inició una
renegociación de los términos originales del programa que culminó el 26 de
septiembre de 2018 con la aprobación de un nuevo acuerdo por 57.100 millones.
Este acuerdo aseguró el financiamiento para los próximos años y redujo su
costo. Esto último es así ya que reemplazó deuda más cara –abre el paréntesis–
(que se hubiera conseguido en el mercado) –cierra el paréntesis–, por deuda a
tasas más bajas.
Entonces, ¿qué quiere decir? Y valida la otra cuestión: que la justificación
de haber utilizado el artículo 60 de la ley de administración financiera es mentira.
Porque el artículo 60 dice…, siempre y cuando esté vigente, porque hay dos
teorías: si la Reforma de la Constitución volteó o no esa ley, etcétera.
Cuando el artículo 60 permite la utilización, dice que es para mejorar
plazos y tasas de la deuda contraída. El ministro Lacunza, entre los paréntesis,
dice que es para la deuda que se podría haber tomado para refinanciar los
vencimientos para los que no tenían plata en ese momento. A confesión de parte,
relevo de prueba. Pero no lo digo yo, lo dijo el ministro Lacunza en ese momento.
También quiero agregar un trabajo interesante, porque a medida que uno
investiga, va descubriendo investigadores, autores... Se trata de un artículo
breve de la licenciada Magdalena Rúa, del Plan Fénix, que plantea lo que a
veces uno no puede decir en palabras.
Ella plantea lo siguiente: “Antes de que ingresara el primer desembolso
del FMI, el 22 de junio de 2018, las reservas internacionales arrojaban 48. 500
millones de dólares, y luego de haber recibido la totalidad de los fondos del
préstamo Stand-By, 44. 700 millones de dólares, en septiembre de 2019, las
reservas estaban en el mismo nivel al que se encontraban previamente”, 48.500
al inicio…
–La señora presidenta realiza manifestaciones fuera del alcance
del micrófono.
Sr. Weretilneck.- Ya termino, presidenta.
Quiere decir esto que cada vez que ingresaban los fondos del Fondo
Monetario Internacional, las reservas subían y al poco tiempo bajaban.
“Entre junio de 2018 y septiembre de 2019, las salidas por fuga de
capitales de residentes acumularon 36. 382 millones de dólares, mientras que
las salidas de no residentes por desarmes de portafolios alcanzaron una suma
acumulada de 10.151 millones...”. “En total, las salidas en conjunto por ambos
conceptos sumaban 46. 500 millones de dólares en el Balance Cambiario del
BCRA, superando los fondos desembolsados por el FMI”.
Esto se explica por el pago al contado contante y sonante de los
vencimientos de ese año, lo cual se ve agravado –y lástima que no tengo más
tiempo– por la inexperiencia, la liviandad, no se dieron cuenta... –vaya a saber
cuál es el calificativo– y no haber implementado un control de capitales como
hubiese correspondido.
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 104
Dejo para agregar dos cosas. La primera, el anuncio oficial del Fondo
Monetario Internacional, en su mensaje oficial, cuando fija los cuatro ejes del
programa: restablecer la confianza en el mercado, proteger los segmentos más
vulnerables de la sociedad…
Sra. Presidenta (Losada).- Senador: necesitamos cerrar, por favor.
Sr. Weretilneck.- Ya estoy, presidenta.
… afianzar la credibilidad del marco de fijación de metas de inflación del
Banco Central y reducir progresivamente las tensiones de la balanza de pagos.
Ninguno de los cuatro objetivos se cumplió. Y el 22 de diciembre de 2021,
el Fondo Monetario dice que el informe también encuentra que el programa no
cumplió con sus objetivos, a pesar de las modificaciones significativas de la
política económica. Los rescates crecientes, junto con la fuga de capitales de los
residentes, ejercieron una presión considerable sobre el tipo de cambio.
Y después plantea que los directores lamentaron…
Sra. Presidenta (Losada).- Senador, le pido que cumplamos, por favor, con los
horarios pactados.
Sr. Weretilneck.- …que el programa 2018 no cumpliera con los objetivos de
restaurar la confianza en el mercado.
Bien, tendría mucho más para decir.
En concreto, en términos políticos y económicos, este acuerdo con el
Fondo forma parte de las peores malas praxis de un gobierno en la historia de la
deuda pública argentina. Hay que analizarlo en la toma de decisión política y
económica: los argumentos que se expusieron, los efectos que produjo y las
consecuencias. Ninguno de los tres –ni los argumentos, ni los efectos ni las
consecuencias– son los deseados para el bienestar de la Nación.
Muchas gracias.
Sra. Presidenta (Losada).- Gracias, senador.
Tiene la palabra, senador Juan Carlos Romero.
Sr. Romero.- Gracias, señora presidenta.
La verdad es que hasta ahora aquí ha rondado, en esta reunión, la
búsqueda de culpables y la reafirmación de que con este acuerdo con el Fondo,
y el anterior, comienzan los males argentinos. Y esto no es así.
NI han comenzado los males argentinos con ese acuerdo del gobierno
anterior ni con este nuevo préstamo; ni se van a acabar tampoco.
Yo sé que los números son aburridos, no voy a hablar mucho de ellos.
Pero me gusta tomar series de años. A veces tomo series de 70 años para
demostrar la inconducta fiscal argentina. En los últimos 70 años, ha provocado
pobreza, aumento de la pobreza, falta de crecimiento y achicamiento del país.
Creo que es conciencia en la Argentina, y tal vez eso nos juegue en
contra, que fuimos una gran potencia y hoy sufrimos la decadencia. Esa es la
verdad. Y no encontramos el camino, como aquellas familias ricas que han
perdido la fortuna, para reponerla. Y solamente nos lamentamos, vemos los
culpables. Y no nos gusta discutir las soluciones. Porque las soluciones no son
fáciles.
Y acá hablamos de la mala praxis del gobierno anterior al tomar el crédito.
Bueno. Si no se hubiera ido al Fondo o el Fondo no hubiera prestado el dinero,
este riesgo de default de ahora, hubiera sucedido en ese momento.
–Manifestaciones en las bancas.
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 105
climática, que desde el punto de vista de las pretensiones es un fin muy loable
pero, también, impracticable. Entonces, al final del camino, llegamos al límite,
con un mal acuerdo y desaprovechamos las medidas que se dieron para
fomentar, o como aliciente en el contexto de pandemia, para reprogramar los
pasivos de los Estados; llegamos tarde. Y por la mala praxis del gobierno, hoy,
se suma un contexto internacional desfavorable como consecuencia de la
invasión de Rusia a Ucrania, que afecta e impacta en el Estado argentino. Y
afecta e impacta en uno de los pilares que tiene que ver con el déficit fiscal y con
uno de los componentes centrales del déficit que tiene que ver con la matriz
energética. Y nos impacta con la suba de los precios internacionales. Y vaya que
sí impacta que la reducción de los subsidios se ve absolutamente afectada por
esta situación.
Entonces, desde que asumieron a la fecha, el no acuerdo entre una
pretensión ideal de cláusulas de imposible cumplimiento a la corta, nos llevan a
este cuello de botella.
¿Pero cuál es el problema político en la Argentina? El mayor problema
político en la Argentina, como no se resuelven las contradicciones internas, es
que hoy estamos evitando el default en la Argentina por la conducta y por la
responsabilidad política de la oposición. Si en la Cámara de Diputados, Juntos
por el Cambio... Sí, sí, ya va a tener tiempo de cerrar, senador Mayans, pero
recuerdo estos números. En la Cámara de Diputados, de los 201 votos
afirmativos, más de la mitad fueron de Juntos por el Cambio: 111. Si Juntos por
el Cambio no acompañaba, el oficialismo aportó 37 de los 75 que votaron en
contra. Eso es lo tremendo en la Argentina. Juegan con fuego. Y lo digo a modo
de reflexión. El oficialismo jugó con fuego. Este oficialismo, que intenta
diferenciarse o construir un relato de cara al futuro o de los sectores duros, juega
con fuego, con esta idea que les sirvió de arranque por la propia inoperancia en
la gestión, porque hay que hacerse cargo de todo. Nosotros nos hacemos cargo;
háganse cargo.
Lástima que no está la vicepresidenta. Se tiene que hacer cargo la
vicepresidenta de la República. Se tiene que hacer cargo de la situación. De esto
se tiene que hacer cargo. Porque quien ejerce o ha ejercido el poder y tuvo la
capacidad de exhibir, como lo ha exhibido, el éxito electoral de la construcción
de este Frente de Todos también tiene que hacerse cargo de los fracasos.
Cuando se ejerce el poder no se puede tener un comportamiento adolescente.
Repito, no se puede tener un comportamiento adolescente.
¿Saben por qué nosotros acompañamos esta media sanción; es decir, por
qué acompañamos el financiamiento y no el programa, que fue modificado?
Porque del programa háganse cargo ustedes. Y se tienen que hacer cargo, ¡eh!
De lo que van a ejecutar se hace cargo el gobierno. Nosotros acompañamos el
financiamiento. ¿Saben por qué? Porque la verdad es que es inadmisible. Miren,
en Diputados, puede ser que a veces haya algún discurso vehemente para la
tribuna –es comprensible–, pero que en esta casa federal algún senador o
senadora de provincia no acompañe este proyecto, resulta una irresponsabilidad
política.
Miren, acá hay senadores que representan a gobernadores. Por eso, hay
muchos del oficialismo que votan a favor. El 80 por ciento de las deudas de las
provincias es en moneda extranjera. Repito, el 80 por ciento de las deudas
provinciales. Creo que lo dijo el senador por Salta. Si estalla la Argentina, si
entramos en default, las provincias son un caos financiero. Se incendian las
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 111
para aprender del pasado, para no cometer los mismos errores del pasado y
para ver las consecuencias, porque en definitiva muchos dicen “No hablemos del
pasado”, pero el presente que estamos viviendo y el futuro, dependen de lo que
se hizo antes o del error que se cometió.
Acá, indudablemente, confrontan dos modelos; dos modelos. En nuestro
caso, como Perón decía que la conducción se mide por los resultados, entonces,
uno se pregunta cuál es el análisis que corresponde. Por ejemplo, el PBI, la
deuda, el empleo, el salario, la pobreza, la indigencia, el sistema previsional, el
déficit, los servicios, la inflación.
¿Y cómo termina el gobierno de Cristina? Lo digo, para ver cómo se
comportan los sistemas. El gobierno de Cristina termina con un PBI de 600.000
millones de dólares; 600.000 millones de dólares. Esa era la actividad por bienes
y servicios en el país.
Por ejemplo, con respecto a la deuda, yo presido la Comisión sobre la
deuda; y allí están los documentos. La deuda del gobierno de Cristina termina
con 222.000 millones de dólares; y los muchachos le agregan 10.000 más, para
achicar la brecha, ¿verdad? Sí, sí, Pablo. 232.000.
Ahora, además de eso, como presidente de la Comisión de Economía yo
me tomé el trabajo de decirle acá a Prat-Gay, que era el ministro de Economía:
“Diga, usted, señor ministro, de cuánto es el endeudamiento de la República
Argentina”. Esto consta acá. Lo comento, para que no digamos cosas que no…
Como el senador Cornejo habló de las mentiras… Lo digo, en el sentido de no
dar datos falsos.
Por supuesto, yo tenía la planilla acá y Prat-Gay tenía la misma planilla,
porque esa planilla la hace la Secretaría de Finanzas. A todos los miembros de
la Comisión sobre la deuda se les entrega esa planilla; y la seguimos entregando
todos los meses. Y Prat-Gay dice “222.000 millones de dólares es la deuda
externa argentina”. “¿Cuál es la ratio de deuda?”, le pregunto. “Es bajo”, me dice.
“¿Cuánto es?”, le digo. “Del 40 por ciento”, me dice. Lo digo para que quede...
No lo dije yo, lo dijo Prat-Gay: 40 por ciento de ratio de deuda. El 50 por ciento
estaba en dólares y el 50 por ciento estaba en pesos. Esta es la deuda certificada
por Prat-Gay, por la Secretaría de Finanzas de la Nación y por la Comisión
Bicameral de Deuda. Para que comencemos a decir las cosas como son. Esa
era la deuda.
El empleo era de 5,9: 6 puntos. Tampoco lo decimos nosotros. Decía la
propaganda del gobierno de Cambiemos que la Argentina se recibía en esas
condiciones.
El índice de la pobreza estaba, aproximadamente, en el 24 por ciento,
¿verdad?
La relación del salario –la diferencia– era de 1.000 pesos. Hoy, está
totalmente alejada. En ese momento era de 1.000 pesos.
Sistema Previsional, Fondo de Garantía Sustentable: 65.000 millones de
dólares. Sin déficit: sistema previsional sin déficit.
Después, había un déficit de 4 puntos del PBI, que estaba en los servicios
–después voy a explicar lo del tema del presupuesto–, en los subsidios que se
daban. Eran 4 puntos del PBI.
Y la deuda tenía, aproximadamente, 10.000 millones de dólares en el
presupuesto nacional para el cumplimiento de los pagos de la deuda.
La inflación, en ese momento, era del 24 por ciento.
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 118
Cuando discutimos acá, una empresa, de estas que eran amigos de Macri,
en el primer trimestre ganó 3.000 millones de pesos. En el primer trimestre tuvo
como utilidad 3.000 millones de pesos: ¡primer trimestre! ¡Lo dijimos acá! Ahí
está el abuso de ese sector.
Entonces, ¿qué pasaba? Una pizzería, que pagaba 6.000 de luz, de
repente pasó a pagar 90.000 pesos de luz. Entonces, dice: “No, no puedo pagar
esto”.
Hicimos, acá, una promoción donde le bajábamos un impuesto; nos
fuimos Massa, Pichetto, yo y unos cuantos, a decirle a un empresario, como un
logro del Parlamento: “Mire, acá le vamos a bajar el dos por ciento en esto…” Y
nos miraba el hombre… Y nos dice: “¿Sabe cuál es el problema, señor? Acá,
está el contador”, dice. “Explíquele”. La verdad es que pasamos vergüenza;
tuvimos que retirarnos medio despacito, caminando así para…. (Risas.)
“¿Cuál es el problema?”, le dice Pichetto, con esa alegría que él tiene.
(Risas.) Y el hombre le dice: “No, yo estaba pagando de luz 8.000 pesos.
Contador: ¿ahora cuánto viene?”. “No, no: ahora viene 160.000 pesos”. “Se da
cuenta, señor”, dice. Y el contador, le dice: “No, pero hay un problema”. “¿Cuál
es el problema?”, le dice. “Antes era bimestral”. “¡¿Cómo?!”, le dice. “Antes era
bimestral; todavía no pude pagar estos 160.000”. “¿Y ya me viene la otra?”. “Si,
por supuesto”. “¿O sea que estoy debiendo 360.000 pesos de luz?”. “Sí, por
supuesto”. “Entonces, esto no me sirve”, nos dijo a nosotros. “Esto no nos sirve.
Miren, legisladores: vayan a hacer otras cosas. ¡Esto no!”. Imagínense una
persona que pasa…
Ahora, cómo es la genialidad del equipo económico que le devalúa la
moneda en un 60 por ciento, le aumenta los servicios en dólares y pretende que
el trabajador, la pyme o la micro… Una cosa es la pyme, otra la micro y otra cosa
es la gran empresa que tiene una afectación menor, del tema energético, en los
costos.
Ahora, ¿cómo pretende que un trabajador, una micro o una pyme pague
en dólares cuando cobra en pesos? Esa fue la irracionalidad.
Y la cuarta irracionalidad fue “libre importación”; acá estamos en libre
importación. Entonces, pasó lo que siempre comento que pasó ahí, en La
Salada.
Está la gente ahí. “¿Y qué está pasando acá?”. “No, nos estamos
peleando con el señor, acá”. “¿Y por qué se estaban peleando?”. “Antes, no nos
peleábamos porque antes había tantos clientes que, nosotros, ni siquiera nos
dábamos cuenta”. “¿Y ahora qué pasa?”. “No [dice], lo que pasa es que con el
tema de la importación, el calzado que yo fabrico acá, en Once lo están
vendiendo a 25 dólares. Y yo, ahora, vendo a 50 acá”, dice. “¡Ah, la miércoles!”.
“Sí, porque viene de China. Viene en contraestación. Cuando allá es invierno,
acá es verano. Y cuando allá es verano, acá es invierno. Y lo que le sobra del
verano lo tiran todo acá, al costo”. Entonces, imagínese: están vendiendo a 25.
Y le dice: “¿Qué va a hacer usted?”. “Y, voy a vender a 25, también”, le dice. “¿Y
cómo lo va a hacer?”. “Me voy a convertir. Voy a vender todo lo que tengo y me
voy a convertir en importador”.
Le causa gracia a Cornejo. La verdad es que le debe causar gracia todos
los desastres que hicieron, ¿eh? ¿Verdad?
Se convirtió en importador el tipo. ¡Claro! ¿Para qué va a trabajar?
¡Solamente un tonto puede trabajar de esa forma! “¿Y qué va a hacer con la
gente?”. “¿Y qué quiere que haga?”, le dice. “¿Cuántos empleados tiene acá?”.
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 120
“30 empleados”. “¿Y qué va a hacer?”. “¿Y qué quiere que haga?”, le dice. “Ya,
a partir de ahora, termino de vender esto y me convierto en importador”.
Esas fueron las cuatro medidas económicas… Sin que se ofenda nadie,
para que no se enojen, ¿eh? Porque, como dijo la senadora Vigo, hay que
reflexionar del pasado para no cometer los errores en el presente.
Eso fue lo que fracasó: desplomó la economía argentina. Desplomó tan
grande la economía que, cuando vino acá Sturzenegger, también consta en
actas, le preguntamos…
Todas estas cosas que dicen ustedes, que leen en el manual, de que hay
que ser responsable, hay que cuidar la inversión, hay que cuidar la devaluación,
no hay que hacer esto. Como decía… ¡Es tan bueno, como decía el cura este!
Y le digo: “Ya que usted habla de responsabilidad, ¿cuánto recibió de base
monetaria? Dígalo; yo tengo acá anotado: 532.000 millones. ¿Cuánto tiene de
base monetaria ahora? 755.000”. “¡O sea, emitió el 50 por ciento de base
monetaria, usted que habla de responsabilidad!”. “¡No! Pero hubo un
sinceramiento cambiario, senador”. “¿Ah, sí?”, le digo. Semejante devaluación.
“¿Cuánto tiene en LEBAC? ¡Un año hace que está en el gobierno!
¿Cuánto tiene en LEBAC?”. “¡766.000!” ¡Una base monetaria en LEBAC! ¡Una
base monetaria en LEBAC!
–Manifestaciones simultáneas.
Sr. Mayans.- ¡Sí! ¡Te voy a responder lo que pasa hoy con las LEBAC! ¡Te voy
a responder! ¡A Martín le voy a responder lo que pasa hoy con las LEBAC! ¡Sí!
¡Te voy a explicar! ¡Te voy a explicar lo que pasa!
Entonces, fíjense ustedes: en un año 766.000 millones. O sea, la base
monetaria del país estaba al 34 por ciento. Hoy, está en el 40. Está más caro.
Está peor, está. Estaba en el 34 por ciento.
Le digo: “Usted está instalando una bicicleta financiera impresionante.
¿En cuánto está la tasa?”. “En 34”. “¿Dolarizó la tasa?”. “¿Cómo va a ser
dolarizada, si es en pesos?”, me dice. “Ah, ¿sí? ¿Y a cuánto estaba el dólar el
año pasado?”. “A 16”. “¿Y ahora?”. “Y, a 16”. ¿Y cómo se llama eso?, bicicleta
financiera. Y esa era la lluvia de dólares que entraban, vendían y se llevaban a
una tasa del 34 por ciento, que no existe en el mundo. Entonces, Macri, le echó
a Prat-Gay por mentiroso. Lo tuvo que echar. ¡Claro, le hizo un desastre!”. “Me
mentiste. No me dijiste que ibas a…”. ¡Claro, ese es el político, el ingeniero, que
confía en el economista! Otro que confió en el economista, que vino con una idea
genial; y ahí tenés. Pero estábamos a seis meses de las PASO, de las
elecciones. Entonces, no podés decir…
Entonces, ¿qué hay que hacer? Lo que decía Duhalde: miente más
grande, que este sistema funciona. Y dale mentiritas. Y cada vez más LEBAC,
cada vez más LEBAC; y la estabilidad; y el dólar que se vende en la farmacia y
que se vende en el supermercado y que vende el caramelero. ¡Una ficción!
¡Totalmente una ficción! ¡Una ficción! Ganaron las elecciones. Y después,
obviamente, comenzó a zozobrar el barco.
Estuvo acá Caputo.
Sra. Fernández Sagasti.- Se cortó la luz justo.
Sr. Mayans.- Se cortó la luz un ratito.
Y dice: “¿Va a tener algún problema con el tema Montenegro?”. “No, no,
no”, dice. Claro, tampoco Caputo va a querer hablar del pasado porque él sacó
un crédito a 100 años. Imagínense ustedes: a 100 años; tremendo. Y después
comenzó ya…
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 121
–Manifestaciones simultáneas.
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Silencio.
Sr. Mayans.- Dice: la economía quebrada…
–Manifestaciones simultáneas.
Sr. Mayans.- La economía quebrada; y van al Fondo Monetario Internacional.
¿Quién hizo este crédito? ¿El Fondo Monetario o el presidente de los
Estados Unidos? La habilidad que tenía Macri era que todo el día hablaba mal
de Venezuela. Ahora, si habla mal de Venezuela, se enojan los americanos,
¿eh? No digan más “Argenzuela” porque, ahora, había sido que Maduro es un
buen tipo, como Von Braun. Había un nazi bueno y había un nazi malo. Los nazis
malos vinieron a la Argentina. Von Braun es un nazi bueno que tiró 3.000 misiles
a Inglaterra. Bueno, ¡qué va a hacer! Y, ahora, Venezuela es un espectáculo: le
congelaron los depósitos. A Romero lo escuché decir que bajó la inflación. Ya
están hablando… ¡Es cierto lo que dijiste! Es cierto, no objeto. Pero ya comenzó
a cambiar.
Entonces, esto fue un crédito político. Primero, le dieron por 50.000 palos
verdes y, después, le aumentaron 7.000 más. Le apuraron en el tiempo electoral,
porque comenzaron a apurar el ritmo cuando se veía que el aliado se caía y no
servía, y le dieron 44.500 millones. ¿Le dieron para mejorar la producción
argentina, para un programa de inversión? Le dieron para pagar la usura. Lo dijo
Macri. Le tuvo que dar a los bancos, con los cuales se metió en usura, y a
nosotros nos dejó el pagaré. No a nosotros: al pueblo argentino le dejó el pagaré.
Eso dejó Macri: al docente, al policía, al niño, al enfermero, a quien sea, le dejó
el pagaré de 45.000 millones, que ahora hay que pagarlo, y encima no hay que
hablar del pasado. No hay que hablar del pasado acá; hay que venir y pagar.
Bueno…
Obviamente que la situación… Deuda, certificado también: 100.000
millones de dólares. Eso de que pagaron la deuda es mentira, porque si pagaron
tenía que bajar, así como dice Rodríguez Saá. No bajó. Trajeron 100.000
millones; se pagó usura con eso. ¿No son capaces de reflexionar eso? Más
100.000 millones de dólares de intereses.
¿Qué tuvimos que hacer? Emergencia financiera, emergencia sanitaria.
Emergencia completa: 27.541. ¡Emergencia, señores! Así entramos en
emergencia. Después, vino la emergencia sanitaria. Por supuesto que no
hacemos milagros.
Caída del PBI. En el 2019 cayó el 5 por ciento, sin ir a los años para atrás.
En el 2019 cayó el 5 por ciento. En el 2020 cayó el 9 por ciento. Bueno, gracias
a Dios ahora se recuperó el 10 por ciento y tenemos la esperanza de que siga,
porque la única forma en que podemos resolver este tema es creciendo.
Ahora, lo escuché a Espert: un criminal, realmente; es tremendo. “¡Hay
que cortar…!” ¡No sabe ni lo que está diciendo! Se ve que no estudió nunca ni
siquiera un presupuesto: no lo estudió; lamentable, realmente. “¡Hay que hacer
el recorte puro y cortar todo esto, que el gasto tiene que ser cero!” Bueno,
empecemos a ver: gasto social, 8.800 billones. ¡Gasto Social! ¡Que recorte! Con
la canasta que todavía cae y con lo que cobra el jubilado, le va a hacer un recorte.
¿Saben cuántos hay en el gasto social? Hay 9 millones de personas. Que me
diga Espert en donde recorta. Él come todos los días, se ve. Estos comen
salteado, ya.
Después, el otro gasto social –están reclamando el tema de los servicios–
es el tema del servicio económico: 2 billones; 2 billones de gasto social.
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 124
Fíjense, ahí nomás ya hay 11 billones: 11 billones hay ahí. Y después está el
tema de la deuda pública, que está presupuestada en 1 billón. Ahí, hay 12
billones. Gasto de seguridad y defensa: 550 millones –pagan sueldos, no es que
se compran equipamientos ni nada por el estilo–. Y gasto gubernamental: 700
millones. Pero, ¿saben cuál es el problema de esto? Que estamos sin
presupuesto. No tenemos presupuesto; no votaron el presupuesto. No votaron
el presupuesto.
Sí, ustedes digan que le erramos, que la variante...
–Manifestaciones simultáneas.
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Silencio, por favor.
Sr. Mayans.- No te enojes. ¡Te va a hacer mal, te va a hacer mal!
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Silencio.
Sr. Mayans.- La variante... A ustedes, la variante. Acá, como dijo no sé quién;
no sé quién se acordó de la variante acá. ¡No!
Entonces, nosotros, ¿qué estamos haciendo? Vemos cómo hacer para
aplazar esto, porque quién va a pagar 20.000 millones de dólares, aparte de la
deuda que tenemos.
Lo que sí es cierto es lo que dijo sobre que la deuda creció. Sí: de 320.000
que ustedes dejaron –consta en la comisión–, hoy se deben 366.000 millones:
40.000 aumentó la deuda. Es cierto: resultado de la pandemia, todo lo que se
pueda... Bueno, eso habría que verlo. Pero esta es la realidad de lo que nosotros
debemos, ¿eh? No sé quién dijo ahí si esto lo podemos pagar... Lo dijo, me
parece, el senador Romero –lo estuve escuchando hoy–.
Tenés LELIQ, por una base monetaria, al 40 por ciento –ahí está Martín,
que sabe de economía: ¡qué linda tasa!– y tenés deuda por 366.000 millones.
Bueno, comparto con el senador Cornejo que a este país lo arreglamos entre
todos o no lo arregla nadie.
Me faltaron un montón de cosas, pero se ve que se me fue el tiempo. Les
agradezco la paciencia a todos.
Entonces, analicemos, como dice la senadora Vigo, sin enojarnos, y
veamos cuál es el sistema que funciona.
Ahora, nosotros dijimos que íbamos a volver para ser mejores: hasta
ahora no lo logramos, pero si ustedes... (Risas y aplausos.) Muchas gracias.
Muchas gracias.
Si ustedes vuelven, como dice Macri, para ser más rápidos... ¡Uh, eso no
hay quién lo supere! No hay quién supere eso. (Aplausos.) Si van a ser más
rápidos, ¡no! Eso, ya no. Porque ahí va todo el programa de gobierno, incluido
todo lo que hicieron con el sistema.
Este país merece que le vaya bien; merece que le vaya bien. Hubo mala
praxis en muchas cosas, y la mala praxis son 366.000 palos, ¿eh?, más las
LELIQ. Eso sí que es mala praxis. Ojalá que podamos cambiar eso. Por eso, en
ese entendimiento…
Hay gente nuestra que no comparte esto. Algunos dicen que esto va para
peor y no quieren certificar esto con su voto. O sea que en mi bloque va dividido
el voto: algunos van a favor y otros van en contra.
Por eso, señora presidente, vamos a votar esta media sanción de
Diputados y vamos a ver qué nivel de consenso tiene acá, en nuestra Cámara
de Senadores.
Muchas gracias por la paciencia a todos los señores senadores.
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Gracias, senador.
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
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Carlos Di Cola
A/C DIRECCIÓN GENERAL DE TAQUÍGRAFOS
7. Apéndice
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CONVOCATORIA
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ACTAS DE VOTACIÓN
Acta Nº 1
Volver
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17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 129
INSERCIONES
Las inserciones remitidas a la Dirección General de Taquígrafos para su publicación son las
siguientes:
1
SOLICITADA POR EL SEÑOR SENADOR LEWANDOWSKI
(O.D. Nº 1/22.)
Señora presidenta:
Hoy estamos tratando un tema de vital importancia para nuestro país, para nuestras
provincias y para el futuro de nuestro pueblo.
Durante el debate parlamentario hemos escuchado a dirigentes, a los representantes de
los trabajadores, a cámaras sectoriales, a funcionarios que han expresado su apoyo a la firma
de un acuerdo de facilidades extendidas con el Fondo Monetario Internacional.
Nuestro problema no es el acuerdo, el problema de los argentinos es la deuda totalmente
irresponsable que se contrajo. Irresponsable desde el monto solicitado. Irresponsable desde los
compromisos y los plazos acordados, pero sobre todo irresponsable en el destino y la aplicación
de esa deuda.
¿Cómo se usó este préstamo? A partir de 2018 el gobierno anterior ya no pudo
refinanciar la deuda que ellos mismos habían tomado, por lo que reemplazó el financiamiento
externo vía colocación de bonos en los mercados financieros internacionales con fondos
provenientes de préstamos concertados con el FMI.
En junio de 2018 se dieron a conocer los detalles de lo que fue el primer acuerdo en
formato Stand-By con el FMI, que pasó a ser la principal y única fuente de financiamiento de
divisas ante el cierre de los mercados voluntarios de deuda.
Según el memorándum firmado entre la anterior gestión y el FMI, el acuerdo era por un
período de 36 meses y por un monto de DEG 35.379 millones –alrededor de 50.000 millones de
dólares– con un primer desembolso de 15.000 millones de dólares luego de la aprobación del
programa. El monto asignado casi triplicaba el monto máximo que ese organismo le podía prestar
a nuestro país como miembro.
Para que tomemos dimensión de la magnitud de los volúmenes: según información del
propio FMI, este organismo autorizó durante 2020 financiamiento por 107.357 millones de
dólares a 85 países para hacer frente a la pandemia del COVID-19, de los cuales finalmente
desembolsó unos 59.100 millones de dólares. Entonces, si se comparan los desembolsos que el
FMI dio a la Argentina contra los que dio a 85 países durante la pandemia, la diferencia fue de
15.100 millones de dólares. El gobierno anterior pidió un monto cercano a lo que el FMI les prestó
a 85 países del mundo para hacer frente a una pandemia.
Creo yo que esto es algo que no podemos olvidar: Argentina recibió el préstamo más
grande de su historia y también el más grande de la historia del FMI. Debemos hablarle claro a
la gente, sin eufemismos: hoy estamos tratando la aprobación de una operación de crédito para
refinanciar una deuda tomada en el año 2018. Además, el acuerdo realizado por el expresidente
Mauricio Macri no pasó por este Congreso, incumpliendo con los artículos 4° y 75 de nuestra
Constitución Nacional que marcan que debe ser el Poder Legislativo el encargado de autorizar
este tipo de empréstitos.
Además, si vemos a donde fueron destinados los fondos recibidos, no fueron a obra
pública, no fueron a la reconversión de la matriz energética, fueron aplicados a la formación de
activos externos, si lo queremos denominar de manera elegante, pero para que la gente lo
entienda, se destinaron a la timba financiera y la fuga de capitales.
Por eso, señora presidenta, hoy estamos, no ante un buen acuerdo, estamos ante el
mejor acuerdo de refinanciación que se pudo conseguir. Desde mi punto de vista, entrar en
cesación de pagos nos llevaría a grandes problemas económicos, sociales e institucionales con
fuertes consecuencias y efectos sobre nuestras provincias, sobre nuestro entramado productivo
y sobretodo con mayor incidencia en los sectores más desprotegidos y vulnerables.
Lamentablemente, el pueblo argentino conoce bien al Fondo Monetario Internacional y
las consecuencias de sus intervenciones en las decisiones de un país soberano. Nosotros,
señora presidenta, no volvimos a traer al FMI a la vida de los argentinos, pero sí seremos otra
vez la fuerza política que resuelve el problema.
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 130
2
SOLICITADA POR EL SEÑOR SENADOR TORELLO
(O.D. N° 1/22.)
Señora presidenta:
Un par de días atrás, llegó a mis manos una copia de un decreto firmado por mi bisabuelo
en el año 1921 en condición de ministro del presidente Yrigoyen. En él se reconocía la
independencia de Ucrania. Un siglo después, volvemos a discutir en torno a cuestiones saldadas
como la independencia y soberanía de los países.
Este cuestionamiento no es retórico, los ucranianos pierden a sus seres queridos, se ven
forzados a dejar todo y abandonar ciudades devastadas. A 40 años de la guerra de Malvinas,
recordamos nuestro propio dolor como argentinos, hermanos y amigos, de quienes lucharon por
recuperar las Islas. Y yo me pregunto: ¿no hemos sido capaces de aprender hoy, en el 2022,
que si queremos obtener resultados diferentes no podemos utilizar recetas que la historia nos
demuestra fracasadas?
Hoy vivimos en democracia, sin embargo, nuestra economía posee indicadores peores
que los de Ucrania. Nos encontramos en un frustrado combate contra el déficit fiscal, que había
sido prácticamente saneado al momento de concluir el gobierno de Juntos por el Cambio –lo
bajamos a 0,5 por ciento a fines de 2019– y que en la actualidad vuelve a tener cifras
extravagantes, 9 por ciento en este bienio. Todos sabemos que la deuda es la hija del déficit
fiscal y el déficit es producto del gasto…Se pudo hacer el esfuerzo y lo hicimos.
Los datos del oficialismo plasman mentiras fácilmente rebatibles, no vamos a tolerar
manipulaciones. La relación PBI-endeudamiento no es de las más dramáticas, pero, al ser un
país que no genera confianza, tenemos vedado el acceso al mercado de capitales para poder
financiarse a tasas razonables. Algunos colegas aplauden un default, impulsando un daño auto
infligido sin importar que generará pobreza, inflación y frustración del futuro, con el único
propósito de sostener un relato.
Nos encontramos aprobando un nuevo empréstito con el FMI, por ser el único acreedor
que nos presta a una tasa menor para cubrir el actual déficit primario, como expresamente
admitió el ministro Guzmán y el presidente del Banco Central de la República Argentina en la
carta de intención firmada. Es lamentable que el canje de deuda del año 2020 no haya producido
impactos positivos en la tasa de endeudamiento, ni haya permitido acceder al mercado de
capitales.
El gobierno también sabe que el FMI constituye una parte menor de nuestra deuda,
apenas el 11 por ciento. Pero persiste en presentar al Fondo como el enemigo, escondiendo las
cifras completas del endeudamiento que representan varias veces el monto de este acuerdo.
Es una pena que los miembros del Poder Ejecutivo nacional, suscriptores de la carta
intención con el FMI, renegociadores de la deuda de 2020, vengan a esta Casa para mentirnos.
Concurren con sus discursos preparados sin responder las preguntas de los representantes del
pueblo y las provincias; se aferran al relato en la convicción de que, repitiendo una mentira, esta
se transformará en verdad.
Entre las falsedades declamadas por el gobierno, se encuentra la supuesta legalidad de
este acuerdo de facilidades extendidas frente a la presunta ilegalidad del Stand-By 2018. En el
artículo 1º del proyecto de ley, objeto de este voto, se hace referencia al cumplimiento del artículo
75, inciso 7 de la Constitución Nacional y del artículo 2° de la ley 27.612. El Stand-By del 2018,
al igual que los distintos acuerdos con el FMI, siempre fueron aprobados por el Congreso
conforme a las normas vigentes. En las leyes de presupuesto se establecen los montos de
endeudamiento de la República y en el artículo 65 de la Ley de Administración Financiera se
faculta al Poder Ejecutivo a negociar mejores términos de esa deuda. El gobierno no cuenta hoy
con una ley de presupuesto porque eligió el camino de la confrontación, la falta de consenso y
hoy está obligado a acordar con la oposición para aprobar el nuevo endeudamiento que
incrementa el monto de deuda con el FMI, en cinco mil millones de dólares. Asimismo, sancionó
la ley 27.612, a los fines de intentar exonerarse de una responsabilidad propia del Poder
Ejecutivo nacional según lo establece la Constitución Nacional en el artículo 99 y evitar una causa
judicial, como la que iniciaron a nuestro gobierno y a gobiernos anteriores, iniciadas por los
endeudamientos con el FMI.
Tenemos profundas discrepancias con el gobierno, pero la más relevante es que somos
una oposición responsable y constructiva. Formamos parte de un bloque plural y, por ende,
puertas adentro tenemos diferencias, pero jamás alentamos rencores ni ideologizaciones, porque
priorizamos los intereses del pueblo y, por ello, no podemos permitir un default.
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 131
3
SOLICITADA POR EL SEÑOR SENADOR SNOPEK
(O.D. N° 1/22.)
Señora presidenta:
Creo que es importante comenzar estos breves minutos que tengo para poder
fundamentar mi posición, dejando en claro que hoy estamos discutiendo sobre una deuda que
nunca se ha debido tomar.
Retomando, si no comprendemos el pasado –y estamos hablando de nuestro pasado
reciente, no es historia antigua–, no vamos a poder entender cómo llegamos a este presente y,
algo que es más importante, menos vamos a poder discutir cómo mejorar la situación respecto
al futuro.
El análisis sobre la deuda tomada por el gobierno de Cambiemos en el año 2018 y todo
lo que implica –cuánta deuda se tomó, bajo qué condiciones, para qué se iba a utilizar la plata,
dónde terminó ese dinero– es fundamental para entender por qué hemos vuelto a recurrir al FMI,
una receta que ya habíamos probado con resultados estrepitosos, que desembocaron en
diciembre del 2001. Y ese análisis es importante para ver cómo podemos hacer para volver a
caminar sin dar un paso hacia adelante y cuarenta y cuatro mil pasos hacia atrás.
¿Cómo no reivindicar hoy al gobierno de Néstor Kirchner, cuando en diciembre de 2005
tomó la decisión de pagarle la totalidad de la deuda al FMI? Eso, a mí modo de ver, es soberanía
política. La independencia económica no es una consigna o un eslogan: es eso que el entonces
presidente Kirchner puso en juego, cuando se sacó de encima al Fondo, de quien señaló
“presionaba para políticas que perjudican la economía (…) provoca dolor e injusticia”.
Repasemos, entonces, cómo llegamos al año 2015: “recibimos un nivel de deuda
bajísimo, de los más bajos del mundo, no conozco un país que tenga un nivel de deuda tan bajo”,
“ la Argentina hoy tiene niveles de endeudamiento bajísimos tanto a nivel de gobierno como a
nivel de las empresas como a nivel de las familias”, “el gobierno argentino hoy tiene una deuda
neta (…) de 20 por ciento del PBI, si le sacamos de esos los organismos internacionales 16 por
ciento y de esos 16 puntos 8 denominados en moneda extranjera, es una deuda realmente muy
baja” –todos textuales del por entonces ministro de Economía de la Nación, Nicolás Dujovne–.
La situación de Jujuy en 2015, para hacer un paralelismo que viene a colación: deuda
del gobierno provincial de 8 millones de dólares. Sí, escucharon bien, 8 millones de dólares:
tengan presenten el número para cuando lleguemos a la situación actual.
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 132
Llegó entonces el gobierno de Cambiemos al poder, con Mauricio Macri, sí, y con Nicolás
Dujovne, Gerardo Morales y muchos otros dirigentes que hoy se ponen la camiseta de la
“responsabilidad”. ¿Y qué hicieron?
Quiero destacar aquí dos puntos de lo que hicieron en materia económica, porque son
los que vienen al caso: 1) habilitar a las provincias, entre ellas Jujuy, a tomar deudas en el
extranjero en dólares de manera irresponsable; 2) recurrir al FMI y tomar la mayor deuda de la
historia de nuestro país, aun cuando nuestra Constitución Nacional es clara y explícita en sus
disposiciones del artículo 75, que establece las atribuciones del Congreso. En el inciso 7, se
dispone que corresponde al Congreso arreglar el pago de la deuda interior y exterior de la Nación
y en su inciso 4 dice que también es su facultad contraer empréstitos sobre el crédito de la
Nación. Es decir, que solo el Congreso puede autorizar la toma de deuda por parte del gobierno
de la Nación.
Más aún, la Constitución indica que es atribución del Congreso aprobar o desechar los
acuerdos con las demás naciones y con las organizaciones internacionales. El FMI es una
organización internacional –de acuerdo al derecho internacional– integrada por casi la totalidad
de los países del mundo, por lo cual un acuerdo alcanzado con aquel debe ser también sometido
a la aprobación o rechazo del Congreso. Eso no ocurrió en 2018.
En 2019 llegó el Frente de Todos al gobierno: veíamos a la Argentina en una situación
desesperante y nuestra consigna fue “volver a poner a la Argentina de pie”. ¿De qué situación
estamos hablando? Desocupación, pobreza, indigencia: 1 de cada 2 compatriotas es pobre. En
términos de deuda, también lo podemos traducir en números: 44 mil millones de deuda con el
FMI a nivel nacional y, dato no menor, más de 1.000 millones de dólares de deuda del gobierno
de Jujuy.
Tocó afrontar esa situación: renegociar con el FMI una deuda impagable y todo en el
marco de una pandemia. Desde el bloque del Frente de Todos advertimos la gravedad de la
situación y la necesidad de que el FMI dé explicaciones sobre la deuda, con dos cartas enviadas
durante 2020 y 2021, mucho, muchísimo antes de que comenzara todo este ruido en torno al
posible acuerdo.
Allí hicimos hincapié en la falta de cumplimiento de los estándares que el FMI establece
y resaltamos que el propio organismo, en su artículo 6°, impide utilizar los recursos para hacer
frente a una salida considerable o continua de capital, poniendo el ojo en la formidable fuga de
capitales que se produjo una vez consumado el préstamo.
También advertimos sobre las declaraciones de Mauricio Claver Cardone, asesor de
Donald Trump, y actual presidente del BID. El propio Claver Cardone dijo, explícitamente, que
todo lo extraordinario que rodeó al préstamo se explicaba en que “Trump pidió que el FMI otorgue
el préstamo para que Mauricio Macri ganara las elecciones, ya que lo consideraba un aliado
estratégico".
¿Qué fue lo que intentamos hacer desde un comienzo? Poner en un primer plano la
irresponsabilidad del entonces presidente Mauricio Macri y de las autoridades del FMI. Algo que
no se soluciona cambiando las autoridades del organismo y maquillando un discurso: nosotros
queremos saber qué ha pasado con esos 44 mil millones de dólares que se anunciaron, que los
argentinos nunca vimos y que hoy ponen la soga al cuello de toda una Nación que no resiste
ningún tipo de ajuste.
El año pasado, el Congreso aprobó la ley 27.612 que en su artículo 2° dispone,
específicamente, que “todo programa de financiamiento u operación de crédito público realizados
con el FMI, así como también cualquier ampliación de los montos de esos programas u
operaciones, requerirá de una ley del Honorable Congreso de la Nación que lo apruebe
expresamente”. Esta ley no solo viene a ratificar los principios sentados por nuestra Constitución
de que todo acuerdo con una organización internacional debe ser aprobado por el Congreso,
sino que habla concretamente de aquellos concluidos con el FMI.
Finalmente, respecto a la temporalidad de la ley 27.612 y su aplicación a este caso, más
allá de lo que ya marca la Constitución, este futuro convenio a concluirse con el FMI se trata de
un nuevo acuerdo, que incluirá, de acuerdo a los detalles que se han hecho públicos, nuevos
créditos y desembolsos del organismo para pagar los vencimientos del anterior acuerdo. Por ello,
no caben dudas que rige lo dispuesto por el artículo 2° de la ley 27.612, en línea con lo
establecido en el artículo 75 de la Constitución Nacional.
Este nuevo acuerdo nos someterá a 11 revisiones, 11 aprobaciones y 11 pagos del FMI,
y quiero dejar en claro que nuestra Argentina no resiste más ajuste, más marginación. Lo que
tenemos que darles a los argentinos, desde Ushuaia hasta La Quiaca, es una hoja de ruta que
hable de cómo vamos a generar trabajo, no de si se ajusta un punto más o menos en las tarifas.
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 133
Hace falta un plan de empleo integral, ese tiene que ser nuestro norte y con ello –y solo a partir
de ello- podremos pagar. Quiero poner el acento en este punto: tenemos que pagar en la medida
de nuestras posibilidades.
Escucho decir “es el mejor acuerdo posible”, bueno, yo pienso que la política tiene que
estar para ampliar el límite de lo posible, no para acatarlo. Si hablamos de la política como una
herramienta para transformar la realidad, es porque queremos cambiar las cosas, no resignarnos
a que podrían estar peor.
Entonces, llegamos a hoy, marzo de 2022, y yo veo demasiadas cosas que me hacen
ruido y que, básicamente, considero que están mal:
- No sabemos qué ha pasado con los 44 mil millones de dólares.
- No hay responsables de un préstamo que incumplió de por sí con todas las
normas.
- No hemos podido reestructurar la deuda y sólo hemos generado una
refinanciación.
- La refinanciación y la capacidad de pago de Argentina no se basan en un
programa de reactivación económica y generación de empleo, sino en uno de
ajuste.
- Las provincias siguen sin rendir cuentas de los préstamos contraídos y se les
deja abierta la posibilidad de incurrir en nuevos préstamos en moneda extranjera.
A mí me parece que la aprobación de este acuerdo solo será un dolor de cabeza para
nuestro país, que sentará precedentes negativos:
- No habrá responsables de lo sucedido.
- Legitimamos un préstamo ilegítimo.
- No atendemos la urgencia del empleo.
- Suscribimos a un ajuste.
- Incentivamos la toma de nuevos préstamos.
Creo que es momento de parar la pelota. De discutir lo qué pasó de una manera tal de
que no vuelva a ocurrir. No podemos hacer la vista gorda sobre lo que ha pasado, así como
tampoco podemos mirar para otro lado sobre los problemas más apremiantes de la Argentina: la
pobreza, la indigencia, el desempleo, la inflación, la inseguridad. Eso hoy no lo estamos
debatiendo y es una deuda más que urgente, nuestra deuda interna. ¿Cómo puede ser que
estemos hoy centrando el debate político argentino en dónde y cómo hacer un ajuste, y no en de
qué manera generamos puestos de trabajo para los millones de argentinos y de argentinas que
no pueden acceder a un empleo?
Soy de los que piensa que esos problemas solo pueden combatirse con un plan integral
de generación de empleo y no veo siquiera una alusión a esto. Perón decía “gobernar es crear
trabajo”, nunca es tarde para escucharlo.
4
SOLICITADA POR LA SEÑORA SENADORA SAPAG
(O.D. N° 1/22.)
Señora presidenta:
Como anuncié en mi intervención en el recinto, adjunto a continuación la carta que desde
el bloque del Frente de Todos le enviamos a la directora gerente del Fondo Monetario
Internacional en noviembre de 2020:
“De nuestra consideración:
El Poder Ejecutivo de la República Argentina, en su carta del 26 de agosto pasado, ha
invitado formalmente al Fondo Monetario Internacional (FMI) a una misión, para iniciar las
consultas y comenzar las conversaciones tendientes a acordar un nuevo Programa con el
organismo que usted dirige.
Ante esa situación, nos parece necesario repasar la historia de la relación entre la
Argentina y el FMI, realizar algunas precisiones y formular algunas propuestas, que le permitan
a nuestro país encarar el sendero del desarrollo económico.
1. Las negociaciones que se iniciarán próximamente serán para superar el
“cancelado y descarrilado acuerdo Stand-By 2018 (SBA)”. Resulta obvio que, si este
SBA hubiera resultado exitoso, hoy no estaríamos ante la necesidad de tener que
acordar un nuevo Programa.
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 134
millones de dólares a la Argentina, con el fin de que Mauricio Macri ganara las
elecciones, ya que lo consideraba un aliado estratégico. Afirmó que, como algunos
miembros del directorio del FMI –especialmente de los países europeos– no estaban de
acuerdo en otorgar esa suma de dinero a un gobierno cuya economía se encontraba en
constante deterioro, la entonces directora gerente, Christine Lagarde, trasladó tales
inquietudes a la Casa Blanca, agregando que él directamente –Claver Cardone– las puso
en conocimiento del presidente Trump, quien solicitó, según siempre bajo los dichos de
este funcionario, que el Fondo arbitre todos los medios necesarios para la autorización
del préstamo.
10. Por lo tanto, sería necesario que el Fondo confirme o desmienta
categóricamente estas apreciaciones, puesto que estaríamos ante un antecedente
gravísimo de injerencia e influencia del FMI para que un determinado sector político
obtuviese el triunfo en las elecciones pasadas, dejando una deuda impagable que afecta
negativamente el futuro de la totalidad de los argentinos. Parafraseando al ex Secretario
del Tesoro de los EEUU, Paul O´Neill, que durante la crisis de la convertibilidad del
2001/02 supo decir que “los plomeros y carpinteros de los EEUU no deberían pagar la
irresponsabilidad de quienes prestaron fondos a la Argentina sin tomar los recaudos
pertinentes” hoy podríamos afirmar que los trabajadores de Argentina no deberían ser
los perjudicados por la devolución de los préstamos del Fondo, que parecen haber sido
otorgados para satisfacer necesidades políticas; antes que por cuestiones estrictamente
técnicas que tuvieran por finalidad mejorar la calidad de vida de los habitantes de nuestro
país.
11. Otro aspecto para resaltar es la forma en que se tomó esta deuda. Hoy
la justicia argentina está investigando si se hizo al margen de lo que prescriben las
normas vigentes y en caso de que correspondiese, determinar la responsabilidad civil y
penal que les pudiera caber a los funcionarios públicos responsables de la gestión
anterior.
12. En efecto, la Ley de Administración Financiera de la Argentina (ley N°
24.156) prescribe en su artículo 61 que, “en los casos que las operaciones de crédito
público originen la constitución de deuda pública externa, antes de formalizarse el acto
respectivo cualquiera sea el ente del sector público emisor o contratante, deberá emitir
opinión el Banco Central de la República Argentina sobre el impacto de la operación en
la balanza de pagos…”, lo que no ocurrió con la certeza y precisión necesarias.
13. No escapará al calificado criterio, amplio conocimiento y experiencia de
la Directora General, de los demás directivos de ese organismo, de sus funcionarios y
técnicos, todos especializados en macroeconomía y finanzas internacionales; que el
motivo de esta exigencia legal obedece a que la capacidad de pago del país está
completamente vinculada al resultado, presente y proyectado, de los distintos rubros que
conforman la cuenta corriente y de capital. Ya, al cuarto trimestre de 2017, la cuenta
corriente arrojó un déficit de U$S 8.738 millones, como resultado de la apertura
indiscriminada de importaciones y la derogación, para los exportadores, de la obligación
de liquidar las divisas en la plaza Buenos Aires, hecho que, sumado al levantamiento de
las regulaciones prudenciales al movimiento internacional de capitales, anticipaba lo que
sería una pérdida de solvencia continua, a partir de esos años, en las cuentas externas
del país.
14. El gobierno de aquel entonces tampoco cumplió con los requisitos
elementales para celebrar válidamente un acto administrativo, toda vez que se
desconoce la confección de expedientes y documentos de respaldo previo a la firma de
los acuerdos.
15. Todo ello se tramita ante la justicia argentina en la causa “CODIANNI,
EDUARDO JULIO c/ EN s/ AMPARO LEY 16.986” (Expte. N° 7651/2019) que hoy se
encuentra en la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
16. Existe, asimismo, otra causa judicial que se tramita ante el Juzgado
Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal Nº 9, a cargo del Doctor Pablo
Cayssials, que solicita la nulidad de todo lo actuado –incluyendo las Cartas de Intención
y los memorandums de entendimiento–, puesto que los demandantes consideran que
no se realizaron los distintos informes previstos por las leyes vigentes de Procedimientos
Administrativos del Estado ni de la de Administración Financiera, como se señaló
previamente. Esos estudios deberían ser, al menos, el de factibilidad, un informe
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 136
Fondo, otro criterio que tampoco tenía ninguna viabilidad de cumplirse ya que los
mercados de capitales estaban cerrados para Argentina desde febrero de ese año 2018
y, IV) que el programa con el Fondo tenga probabilidades de éxito, análisis prospectivo
que tuvo que estar muy forzado para otorgar el acuerdo, puesto que ninguna de las
variables que implican resultados de éxito evolucionaron positivamente durante el plazo
de aplicación del mismo.
24. Es decir, que tres de los cuatro criterios que se analizan para brindar el
“acceso excepcional” en el caso argentino no se cumplían a la hora de la aprobación del
SBA, con lo cual se vuelve a reforzar la hipótesis de que pudo haber presiones de tipo
político para provocar la aprobación de este.
25. Es larga y fracasada la historia de los acuerdos de la Argentina con el
FMI. Los resultados del último están claramente expresados en la Carta del Gobierno
Argentino del 26 de agosto pasado, en la que se explica que “la actividad económica se
contrajo un 2,6% y un 2,1% durante 2018 y 2019 respectivamente, y la inflación del índice
de precios al consumidor marcó respectivamente un 47,6% y un 53,8% para 2018 y
2019; ello combinado con una contracción monetaria sin precedentes”. Ello sin agregar
el costo en términos sociales de tales políticas, que elevaron el cierre de pequeñas y
medianas empresas, la pérdida de empleos, la tasa de desocupación y la pobreza.
26. Si se analizan los resultados obtenidos por los programas del FMI desde
1956, cuando se suscribió el primer SBA con Argentina, se puede concluir que “los
programas del Fondo no cumplieron un rol antiinflacionario en Argentina. En los períodos
de vigencia de acuerdos la inflación promedio fue más elevada, porque las medidas
previas al lanzamiento de los planes de ajuste –devaluación, aumentos de impuestos,
de tarifas públicas y de tasas de interés– aceleran la inflación; y porque la represión de
variables clave durante los programas –usualmente, el salario y el tipo de cambio–
acumula desequilibrios que llevan a la ruptura de los planes en un contexto inflacionario
y de crisis cambiaria”.
27. Tampoco fueron efectivos a la hora de incrementar el crecimiento
económico, ya que desde 1956 “en los subperíodos con menos de cuatro meses de
acuerdos, el crecimiento del producto bruto promedió el 5,1% anual, la media ponderada
de inflación fue 41,7% al año…” En cambio en los períodos de 21 a 55 meses bajo
acuerdos con el FMI, el crecimiento promedió 1,9% anual, muy inferior al de períodos sin
acuerdos, la inflación media fue más elevada, 84% anual…” “En la etapa de permanencia
prolongada bajo acuerdos con el FMI, 1982- 2001, el crecimiento, la inflación y el empleo
experimentaron su peor comportamiento: el producto bruto varió anualmente al 1,6%
promedio; la media anual inflacionaria fue de 398,9%; y el desempleo aumentó 15 puntos
porcentuales”.
28. Y por supuesto, siempre fue muy alto el deterioro social asociado a la
aplicación de los programas del FMI a lo largo de la historia argentina, con aumento de
la pobreza, la indigencia y el desempleo. “Acordar con el Fondo en busca de soluciones
económicas de largo plazo es completamente inútil y contraproducente, como lo
demuestra la historia argentina contemporánea”.
29. Con sólo revisar las estadísticas sociales y económicas de nuestro país
se puede afirmar que éstas exhiben, claramente, que a la Argentina le fue bien, muy
bien, cuando siguió su propio camino en materia económica, dejando de lado las recetas
de ajuste del FMI. Desde 2003 y hasta 2015, el PBI creció a una tasa promedio de casi
5% anual, no existiendo en la historia económica argentina ningún otro período de ese
nivel de crecimiento promedio durante 12 años. A raíz de ese muy buen desempeño de
la economía mejoraron todos los indicadores sociales con un importante descenso de la
pobreza del 50,3% al 27% y del desempleo que cayó del 25% en 2003 al 5,9% a finales
de 2015. Se crearon más de 5.000.000 de puestos de trabajo debido al empuje y la
dinámica que permitió desarrollar un amplio y pujante mercado interno. Todo ello
pagando la deuda externa privada heredada de las administraciones anteriores,
defaulteada y reestructurada en los canjes del 2005 y 2010 sin nuevo endeudamiento; y
también cancelando en enero de 2006 todos los créditos con el FMI.
30. Así lo expresaba el presidente Néstor Kirchner cuando el 15 de
diciembre de 2005 anunciaba el pago de la deuda total que Argentina mantenía con el
FMI. “Esta deuda ha sido constante vehículo de intromisiones, porque está sujeta a
revisiones periódicas y ha sido fuente de exigencias y más exigencias que resultan
contradictorias entre sí y opuestas al objetivo del crecimiento sustentable. Además,
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 138
desnaturalizado como está en sus fines, el FMI ha actuado, respecto de nuestro país,
como promotor y vehículo de políticas que provocaron pobreza y dolor en el pueblo
argentino, de la mano de gobiernos que eran proclamados alumnos ejemplares del ajuste
permanente”. Y agregaba: “Formamos parte de la triste realidad de integrar el grupo de
países en los que esa institución ha aplicado y monitoreados muchos de sus 150 planes
de ajuste. El resultado ha sido exclusión, pobreza, indigencia, la destrucción del aparato
productivo. A la sombra de esos programas hemos visto concentración de ingreso en
unos pocos y hemos chocado contra la imposibilidad de combinar crecimiento
macroeconómico con desarrollo social y pleno empleo”.
31. Hoy, el mundo se abate ante la pandemia provocada por el COVID 19
que ha producido la crisis sanitaria, económica, social, comercial y financiera más grande
de todos los tiempos. Así lo reconocen las instituciones económicas europeas que han
puesto en marcha importantes planes de ayuda a sus países miembros, destinando
ingentes sumas de subsidios y créditos baratos para apoyarlos en la necesaria e
imperiosa recuperación. En julio pasado han aprobado el “Plan de Recuperación para
Europa” que contempla la creación de un fondo de 750.000 millones de euros, de los
cuales 390.000 millones de euros se desembolsarán como subvenciones y 360.000
millones de euros en préstamos, con el fin de ayudar a los países más afectados entre
2021 y 2023. Además se aprobó el presupuesto plurianual 2021- 2027 que contará con
1.074 billones de euros. Los aportes servirán para financiar, entre otros, inversiones,
proyectos científicos tecnológicos y de transición y cambio climático; y subsidios a los
actores económicos perjudicados por la crisis. Los países con mayor caída del PBI,
población y desempleo serán los prioritarios.
32. Lo actuado por la Unión Europea (UE) debería servirle de ejemplo al FMI.
Si la UE, cuyos países miembros cuentan con un PBI per cápita y una calidad de vida
varias veces superior a los de nuestro país, ha decidido tan cuantioso nivel de subsidios
y préstamos, el Fondo debería elaborar y ofrecer a los países de desarrollo intermedio
como la Argentina, sumas similares en igualdad de condiciones para que pueda financiar
la puesta en marcha de su economía; y superar así los estragos de la política económica
del gobierno anterior y de la pandemia.
33. Por todo lo antedicho y ante las nuevas negociaciones iniciadas por
nuestro gobierno del presidente Alberto Fernández, SOLICITAMOS se abstengan de
exigir o condicionar las políticas económicas de la Argentina para los próximos años y,
en cuanto a la refinanciación de la deuda PROPONEMOS: a) reconsideración de los
intereses; b) período de espera para comenzar los pagos anuales a partir del año 2025;
y c) plazo de amortización en varias décadas, de modo tal que las erogaciones anuales
no tornen insustentable la refinanciación de la deuda e impacten negativamente en la
economía argentina y en la vida de su sociedad.
Tal y como advirtió oportunamente el Papa Francisco: “No se puede pretender que las
deudas sean pagadas con sacrificios insoportables”.
Saludamos a usted muy atentamente:
Bloque de Senadores del Frente de Todos
A continuación, transcribo la carta que desde el bloque del Frente de Todos le enviamos
a la oficina de evaluación independiente del Fondo Monetario Internacional en febrero de 2021:
“Sr. director Charles Collyns
OFICINA DE EVALUACIÓN INDEPENDIENTE DEL FMI
Todo ello no importó, ni fue tenido en cuenta por ese organismo internacional a la hora
de decidir la continuidad de financiamiento a un gobierno que, a pesar de todo ese apoyo, perdió
las elecciones. Pero las consecuencias de ese endeudamiento continúan aún hoy y,
seguramente, por muchos años más, impedirán el pleno desarrollo del pueblo argentino.
Es decir, la intervención del FMI no sirvió para resolver los problemas de balanza de
pagos y agravó todos los demás rubros de la economía argentina.
A pesar del fracaso de esa intervención, una muestra más de la larga historia de fracasos
del FMI en Argentina, hoy nuestro país es deudor de ese organismo por la suma de 44.500
millones de dólares y, al considerar los vencimientos pautados originalmente, surge claramente
la imposibilidad de su pago.
A continuación, se presentan los vencimientos de pagos al FMI tal como se encuentran
establecidos actualmente:
Como podrá interpretar, Señor Director, resulta a todas luces imposible de comprender,
cuáles fueron los datos, las estimaciones macroeconómicas y/o las proyecciones que realizaron
los técnicos y funcionarios del Fondo y de Argentina de aquel entonces, para considerar que se
podría llegar a conseguir esas sumas ingentes de dólares para hacer frente a este perfil de
vencimientos, especialmente los correspondientes a los años 2022 y 2023.
Máxime, teniendo en cuenta, que los mercados financieros internacionales de capitales
estaban cerrados para nuestro país desde principios de 2018, ya que, los propios analistas
macroeconómicos de los acreedores privados, consideraron en ese entonces, que los resultados
económicos de la Argentina no eran propicios para brindar nuevo endeudamiento.
Es lógico pensar que los técnicos y funcionarios del FMI, al saber que el país no tenía
acceso a los mercados financieros internacionales, consideraran que, esos dólares necesarios
para pagar los vencimientos y darle sostenibilidad a los vencimientos de la deuda, solo podrían
provenir del saldo del balance comercial argentino.
Con lo cual, seguramente, dado sus conocimientos y especializaciones, deben haber
tomado en cuenta, al menos, las dos variables claves para proyectar la capacidad de repago del
país: el saldo de la cuenta corriente de la balanza de pagos y la evolución de las reservas
internacionales del BCRA. Tal como lo indican los manuales básicos de la ciencia económica.
El primer indicador caía en picada desde 2016, llegando a 2018, año en que se suscribió
el SBA a -5,3 % del PBI (uno de los peores valores desde 1985), y las reservas venían
disminuyendo diariamente producto de la fuga de capitales, que la entrada de fondos del FMI
ayudó a consolidar.
¿Estimaban que el saldo positivo de la balanza comercial en pocos años iba a ser de
casi 20.000 millones de dólares y con eso se podría pagar al FMI los vencimientos de capital de
los años 2022 y 2023? Téngase en cuenta que, estos saldos, fueron negativos en 2017 y 2018
por 8.293 millones de dólares y 3.701 millones de dólares respectivamente.
¿De qué manera pensaban que subirían las exportaciones? ¿En qué rubros? Debe
señalarse que las exportaciones argentinas no tuvieron un desempeño significativo durante esos
años y si, en 2019, se obtuvo un mejor superávit comercial fue debido a la implementación del
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 141
llamado “cepo” y a la caída de las importaciones, producto de la recesión a la que nos llevó la
política económica aplicada por el gobierno de ese entonces, con el apoyo pleno del FMI.
Por lo tanto, no existía ningún indicador que, responsablemente, se pudiera considerar
como positivo para proyectar un crecimiento de tal magnitud de las exportaciones.
Entonces, es muy probable que, como lo señala la carta que enviáramos a la Directora
Gerente del FMI, Kristalina Georgieva, –carta que, dicho sea de paso, no sólo nunca fue
contestada sino que ni siquiera nos han respondido el acuse de recibo pertinente–, en su punto
8 y subsiguientes, pueden haber primado, en el otorgamiento del préstamo y en la continuidad
de los desembolsos a pesar del incumplimiento del Art 6° del Estatuto del Fondo,
“consideraciones de tipo político y no aspectos técnicos o institucionales”. Este aspecto será
considerado especialmente en un acápite del presente escrito.
¿Será por eso que no se pidió al BCRA la elaboración del Informe que marca la ley N°
24.156 de Administración Financiera? Esta Ley en su artículo 61 establece que “en los casos
que las operaciones de crédito público originen la constitución de deuda pública externa, antes
de formalizarse el acto respectivo cualquiera sea el ente del sector público emisor o contratante,
deberá emitir opinión el Banco Central de la República Argentina sobre el impacto de la operación
en la balanza de pagos…”.
Como no escapará a su elevado criterio profesional, el motivo de esta exigencia legal
obedece a que la capacidad de pago del país está completamente vinculada al resultado,
presente y proyectado, de los distintos rubros que conforman la cuenta corriente y de capital.
Por ello, es dable preguntarse y que esa Oficina verifique, haciendo la revisión
correspondiente de las estimaciones e informes del staff y de las misiones que visitaron nuestro
país desde ese entonces, cuáles fueron las estimaciones macroeconómicas que hicieron
suponer que se podrían obtener las divisas para cumplir con estos flujos de pagos. De qué
manera evaluaron la información económica de Argentina para considerar la sostenibilidad de la
deuda.
Máxime teniendo en cuenta que, a estos pagos, deben adicionarse los recursos en
moneda extranjera que debe atender la economía argentina para su funcionamiento: pagos
financieros al exterior por deudas del sector privado y de las provincias, remisión de utilidades
de las compañías extranjeras, abastecimiento al mercado minorista de cambios, pago de los
créditos a otros organismos internacionales (Club de París, Banco Mundial, BID, CAF),
incremento de las importaciones por mayor crecimiento, entre otros. Todos estos últimos
estimados en unos 10.000 millones de dólares anuales como mínimo.
A pesar de toda evidencia empírica y que el propio Fondo había suspendido los
desembolsos en 2019, recién el 20 de febrero del 2020, el FMI llegó a la conclusión que la deuda
externa argentina no es sostenible. Lo hizo en un comunicado emitido a posteriori de la misión
técnica que visitó nuestro país liderada por Julie Kozack, Subdirectora del Departamento del
Hemisferio Occidental y Luis Cubeddu, Jefe de Misión para Argentina.
Hasta entonces, los informes del FMI, muchos de ellos posteriores a las misiones
técnicas que visitaban nuestro país, consideraban que la economía argentina iba logrando
resultados positivos.
Así, por ejemplo, lo expresaba el Comunicado de Prensa N° 18/485 del propio organismo
del 19 de diciembre de 2018:
“El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó el día de hoy
la segunda revisión de la evolución económica de Argentina…. La conclusión de la revisión
permite a las autoridades girar el equivalente a DEG 5.500 millones….”
“Tras el debate del Directorio Ejecutivo sobre el plan económico de Argentina, el Primer
Subdirector Gerente del FMI, David Lipton, declaró: Hay primeros indicios que el programa de
reforma económica rediseñado de las autoridades argentinas, incluyendo el nuevo marco de
política monetaria, está dando resultados. El peso se ha estabilizado y, a pesar de que continúa
siendo elevada, la inflación ha empezado a bajar, a medida que se desvanecen los efectos de la
depreciación del peso. Con todo, la economía argentina aún se está contrayendo y continúa
siendo vulnerable a los giros de la actitud de los mercados. Se prevé que la actividad económica
comenzará a recuperarse en el segundo trimestre de 2019”.
Resultan muy extrañas y ajenas a todo profesionalismo y aplicación de los principios
básicos de la ciencia económica, estos dichos del tan calificado funcionario del Fondo, sobre
todo porque seguramente estaban basados en las no menos calificadas opiniones técnicas del
staff. Los desastrosos datos objetivos que tuvo la economía argentina en 2018 y 2019, tan
desfavorables en todos sus aspectos, nos exime de mayores comentarios.
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17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 142
Tan sólo 9 meses después, la realidad dio por tierra, como era de esperar, todos esos
pronósticos de recuperación, por lo cual el Fondo debió suspender los desembolsos al país, en
setiembre de 2019, cuando ya Mauricio Macri había perdido las primarias (PASO) el mes anterior.
(In) Cumplimiento de los criterios establecidos por el FMI para que el país haya obtenido
el Acceso Extraordinario (PAE)
El Fondo, convencionalmente y según sus propias normas, presta a los países en los
SBA el 435% de su cuota, con desembolsos que no pueden superar el 145% anualmente. En los
números de Argentina, con una cuota de aproximadamente de 5.000 millones de dólares
(equivalente a los Derechos Especiales de Giro –DEG–), hubiera correspondido, en el año 2018,
un monto de SBA máximo cercano a los 22.000 millones de dólares, con desembolsos anuales
que no deberían haber superado los 7.300 millones de dólares. Niveles muchos más reducidos
que los que el Fondo aprobó y desembolsó para la Argentina.
Sin embargo, de acuerdo a lo que se conoce como “acceso excepcional”, que le permite
al FMI prestar sin límite de cuota, el Directorio de ese organismo aprobó esas sumas
desproporcionadas para la capacidad de pago de Argentina, en base a los informes del Staff,
que daban cuenta que nuestro país podría cumplir con los cuatro criterios que el Fondo exige
para acceder a superar las proporcionalidades convencionales.
Estos criterios son: I) que el país que solicita la excepción tenga problemas graves de
balanza de pagos, lo cual en el caso argentino era incuestionable; II) que el análisis de deuda
indique que hay alta probabilidad de que sea sostenible en el mediano plazo, situación que era
claramente la inversa ya que el país no contaba con posibilidad alguna de sostenibilidad de su
deuda; III) que el país tenga acceso al mercado de capitales que le permita devolver las
obligaciones con el Fondo, otro criterio que tampoco tenía ninguna viabilidad de cumplirse ya
que los mercados de capitales estaban cerrados para Argentina desde febrero de ese año 2018
y, IV) que el programa con el Fondo tenga probabilidades de éxito, análisis prospectivo que tuvo
que estar muy forzado para otorgar el acuerdo, puesto que ninguna de las variables que implican
resultados de éxito evolucionaron positivamente durante el plazo de aplicación del mismo.
Es decir, que tres de los cuatro criterios que se analizan para brindar el “acceso
excepcional” no se cumplían, en el caso argentino, a la hora de la aprobación del SBA, con lo
cual se vuelve a reforzar la hipótesis de que pudo haber presiones de tipo político para provocar
la aprobación del mismo.
Entendemos por ello, que este aspecto es otro de los que debe ser exhaustivamente
investigado.
Vulneración del Art 6° del Estatuto del FMI. Fuga de capitales
El Artículo VI del Estatuto del FMI señala, que: “Salvo en el caso previsto en la Sección
2 de este Artículo, ningún país miembro podrá utilizar los recursos generales del Fondo para
hacer frente a una salida considerable o continua de capital, y el Fondo podrá pedir al país
miembro que adopte medidas de control para evitar que los recursos generales del Fondo se
destinen a tal fin”. Si después de haber sido requerido a ese efecto el país miembro no aplicara
las medidas de control pertinentes, el Fondo podrá declararlo inhabilitado para utilizar los
recursos generales del Fondo”.
Según la información que se conoció inmediatamente después de los primeros
desembolsos efectuados, esos fondos, en lugar de engrosar las reservas internacionales del
BCRA, se dirigieron a financiar la fuga de capitales mediante el aumento en la formación de
activos externos. Recientemente el BCRA ha publicado el informe de deuda, donde da clara
cuenta de esta situación cuando afirma: “Entre mayo de 2018 y hasta que fueron establecidos
los controles cambiarios más estrictos en octubre 2019, del total pautado con el FMI llegaron a
desembolsarse cerca de USD 44,5 mil millones. Estos fondos junto a las reservas internacionales
abastecieron una fuga de capitales del sector privado, que alcanzó los USD 45,1 mil millones...”
Para mayor precisión, desagregando la información y haciendo un ejercicio de
trazabilidad, detallamos a Ud. que los desembolsos del FMI durante 2018 totalizaron la suma de
28.259,02 millones de dólares, que fueron efectivizados en junio, octubre y diciembre, por las
sumas de 14.972,80 millones de dólares, 5.662,82 millones de dólares y 7.619,40 millones de
dólares, respectivamente. Ese año la salida de capitales, según El Informe de Balance Cambiario
del BCRA, totalizó los 27.230 millones de dólares, casualmente un importe casi igual al provisto
por el Fondo.
A pesar de esta más que evidente situación, relevada por las misiones de funcionarios
que visitaban asiduamente el país y con informes y estadísticas que se enviaban diariamente al
staff de ese organismo, y que indicaban a las claras que se estaban utilizando los recursos
generales del Fondo para hacer frente a una salida considerable o continua de capitales, su
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Directorio Ejecutivo, decidió continuar con el SBA, en lugar de tomar las medidas de inhabilitación
previstas en el Art. 6° del Estatuto.
En 2019 ocurrió algo similar hasta que el FMI suspendió los desembolsos. Ingresaron en
abril de ese año, 10.835,51 millones de dólares y 5.385,85 millones de dólares en julio,
totalizando 16.221,37 millones de dólares, que sirvieron para continuar financiando la salida de
capitales que ese año alcanzó los 26.870 millones de dólares.
Y el Fondo siguió desembolsando sin problemas hasta fines de setiembre de 2019, sin
tomar ningún tipo de recaudo y sin resultado positivo alguno.
Por todo ello, reclamamos a esa Oficina la realización de una investigación exhaustiva
que pueda determinar si hubo medidas de control que el Fondo podría haber tomado y si se las
solicitó a la Argentina, en ese contexto.
Dado que, según los elementos de juicio que consideramos, no estaban dadas las
condiciones para continuar con los desembolsos, habida cuenta del incumplimiento del Artículo
VI, nos permitimos suponer que si los mismos igual se efectivizaron se debió, principalmente, a
consideraciones de tipo político y no a aspectos técnicos o institucionales.
Aspectos jurídicos incumplidos en Argentina
Otro aspecto que debe ser conocido por esa Oficina, es la forma en que se gestionó y
efectivizó este SBA. Hoy la justicia argentina está investigando si se hizo al margen de lo que
prescriben las normas vigentes y en caso de que correspondiese, determinar la responsabilidad
civil y penal que les pudiera caber a los funcionarios públicos responsables de la gestión anterior.
En efecto, como ya se señaló, y también fue expresado en nuestra carta a la Directora
Ejecutiva del FMI, no se cumplió con el Art. 61 de la Ley de Administración Financiera de la
Argentina (ley N° 24.156). La prescripción de este artículo que determina que se debe pedir una
opinión al BCRA respecto a la sostenibilidad de la deuda que se contrae, obedece a que la
capacidad de pago del país está completamente vinculada al resultado, presente y proyectado,
de los distintos rubros que conforman la cuenta corriente y de capital.
Ya, al cuarto trimestre de 2017, la cuenta corriente arrojó un déficit de 8.738 millones de
dólares, como resultado de la apertura indiscriminada de importaciones y la derogación, para los
exportadores, de la obligación de liquidar las divisas en la plaza Buenos Aires, hecho que,
sumado al levantamiento de las regulaciones prudenciales al movimiento internacional de
capitales, anticipaba lo que sería una pérdida de solvencia continua, a partir de esos años, en
las cuentas externas del país.
El gobierno de aquel entonces tampoco cumplió con los requisitos elementales para
celebrar válidamente un acto administrativo, toda vez que se desconoce la confección de
expedientes y documentos de respaldo previo a la firma de los acuerdos.
Todo ello se tramita ante la justicia argentina en la causa “CODIANNI, EDUARDO JULIO
c/ EN s/ AMPARO LEY 16.986” (Expte. N° 7651/2019) que hoy se encuentra en la Corte Suprema
de Justicia de la Nación.
Existe, asimismo, otra causa judicial que se tramita ante el Juzgado Nacional en lo
Contencioso Administrativo Federal Nº 9, a cargo del Doctor Pablo Cayssials, que solicita la
nulidad de todo lo actuado –incluyendo las Cartas de Intención y los memorándums de
entendimiento–, puesto que los demandantes consideran que no se cumplimentaron los
Procedimientos Administrativos del Estado ni de la de Administración Financiera, como se señaló
previamente.
No se conocen informes ni opiniones técnicas de factibilidad, un informe económico que
necesariamente tendría que haber hecho el Ministerio de Hacienda; ni el informe jurídico previo
a la suscripción del SBA. Tampoco hay decreto presidencial sobre el préstamo, y ni siquiera se
ha encontrado el informe del Banco Central de evaluación financiera que obliga la ley a hacer,
para ver cómo afectaba este acuerdo a la balanza de pagos del país.
Es decir, al momento de suscribir los documentos con el FMI no había siquiera un
expediente iniciado en ninguna de las áreas de la Administración Pública Nacional involucradas.
No se han conocido actos administrativos del Poder Ejecutivo, del Banco Central ni del
Ministerio de Hacienda que ordenen tomar el crédito del Fondo. Ni hay dictámenes previos a la
toma de deuda con el FMI, ni jurídicos ni del BCRA. Tampoco existe información alguna sobre la
existencia de cláusulas de prórroga de jurisdicción para el caso de que hubiera un distracto
(extinción de obligaciones) entre la Argentina y el FMI. Finalmente, en los expedientes
entregados por el Ministerio de Hacienda, no hay acuerdo alguno firmado entre las partes, así
como tampoco acto aprobatorio.
Es decir que la Argentina suscribió el préstamo más grande de su historia y asumió
compromisos financieros, a todas luces incumplibles según cualquier principio de sostenibilidad,
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 144
sin tener un expediente abierto y sin los dictámenes e informes correspondientes, lo cual
infringiría, al menos, la Constitución Nacional, el Estatuto del Fondo y las Leyes de
Procedimientos Administrativos y de Administración Financiera.
Transparencia y Corrupción. Préstamo político. Evaluaciones internas
Por todo lo anteriormente señalado, que, en síntesis puede expresarse como:
• Falta de sustento para determinar la sostenibilidad de la deuda
• Incumplimiento de los criterios de acceso extraordinario
• Vulneración del Estatuto del Fondo
• Inobservancia de las normas jurídicas de Argentina
Es que entendemos que, el SBA de 2018 fue un préstamo político y que, en
consecuencia, debe ser exhaustivamente investigado.
Y que sólo fue acordado y desembolsado para dar satisfacción a las necesidades
electorales del gobierno de Mauricio Macri, políticamente afín al ex Presidente Donald Trump.
Ello, ha sido manifestado públicamente por el actual presidente del Banco Interamericano de
Desarrollo, Mauricio Claver Cardone.
En función de todo ello y teniendo en cuenta las normas de transparencia y sobre buena
gestión de los gobiernos y corrupción, que deben primar en las operaciones del FMI, según lo
señalan varias publicaciones y que compartimos plenamente, es que deberán deslindarse las
responsabilidades de los actuantes en los procedimientos que dieron lugar a este fracasado
experimento, como lo fue el SBA del 2018 en Argentina.
De esta manera, resultará más claro y sencillo continuar con las negociaciones que hoy
se están llevando a cabo entre el Fondo y nuestro país, destinadas a reestructurar los
vencimientos que, como ya mencionamos, resultan de imposible pago.
Con la intervención de esa Oficina, realizando las evaluaciones internas que
correspondan, volviendo a analizar muchos de los dictámenes del staff y las consideraciones
realizadas por los Directores, muchos de los cuales, según informaciones periodísticas, no
estaban de acuerdo en aprobar el préstamo SBA, se podrá echar luz y brindar trasparencia sobre
las verdaderas causas por las cuales se otorgó y desembolsó el mismo, que hoy resultan opacas
y oscuras.
Para finalizar, solo nos resta señalar que al final del punto 3, del documento mencionado
al principio de esta Carta, “Possible topics for future IEO evaluations”, se señala, en su acápite
“Formato”, la importancia que tienen estas evaluaciones para brindar una rica base para el
proceso de aprendizaje institucional del Fondo.
Sabemos también que entre los objetivos de la OEI figuran “desarrollar evaluaciones
objetivas e independientes sobre determinados temas en base a un criterio de relevancia según
el mandato del Fondo”, y en teoría debería servir para “fortalecer la cultura de aprendizaje del FMI
y la credibilidad externa” y “para mejorar la habilidad del organismo para aprender lecciones de
su propia experiencia”
Debemos recordarle, Señor Director, que el Fondo realizó las revisiones previstas en el
Art IV de su Estatuto, durante 2016 y 2017 y que en el Informe Anual sobre Flujo de Capitales, la
OEI había señalado sobre Argentina que “el staff del Fondo podría haber sido más enérgico en
alertar sobre los riesgos involucrados en la eliminación rápida de las restricciones del movimiento
de capitales y sobre la necesidad de fortalecer el marco macroeconómico para que sea
consistente con una cuenta de capital abierta”.
También en 2004, la OIE publicó un reporte de 184 páginas sobre el caso argentino y las
relaciones entre nuestro país y el FMI entre 1991 y 2001. Ya ahí se hacían críticas a la conducción
del organismo y se aportaban una serie de “lecciones” y recomendaciones, que, lamentablemente,
parecen no haber sido tomadas en cuenta por los funcionarios que participaron del SBA del 2018.
Es decir, que, al parecer, el proceso de aprendizaje institucional del Fondo no ha sido muy
fructífero hasta el presente, porque, prácticamente, en el otorgamiento y gestión del SBA del 2018
se han repetido los mismos errores y desajustes que implicaron el fracaso de los préstamos de la
década del ´90 y que fueron señalados en el Informe mencionado precedentemente. Tampoco
parece que las recomendaciones que surgían del mismo hayan sido adoptadas.
De lo que sí estamos plenamente seguro, es que ese aprendizaje nos ha costado muy
caro a los argentinos. Y lo hemos pagado y lo estamos pagando, no sólo con la devolución del
capital, los intereses y los cargos que el Fondo le cobra al país, sino, y fundamentalmente, con la
pérdida de calidad de vida de nuestra sociedad.
Lo hemos pagado y lo estamos pagando todavía con la pobreza, la indigencia, la falta de
oportunidades, el desempleo, el cierre de pequeñas y medianas empresas y de comercios
familiares, el desajuste de todas las variables macroeconómicas.
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 145
No somos el único país, donde los pueblos pagan con su sufrimiento los desaguisados
que producen en sus sociedades las políticas del FMI. Egipto, Ecuador, Grecia, entre otros, son
también ejemplo de la falta de “aprendizaje institucional” del Fondo.
Quizás haya llegado la hora de replantear la validez del conjunto de normas diseñadas a
partir de Bretton Woods y de seguir insistiendo con la generación de una nueva arquitectura
financiera internacional.
Por todo lo mencionado, insistimos en la necesidad de que se investigue,
concienzudamente, el proceso de aprobación y desembolso del SBA 2018.
Para ello, nos comprometemos a aportar los elementos de juicios que esa Oficina estime
corresponder. También ponemos en su conocimiento, que, una copia de esta Carta será enviada
a Mr. Odd Perr Brekk, Jefe del Departamento de Asia del FMI, que lidera la evaluación interna ex
post (conocida como EPE, según sus siglas en inglés) del referido SBA, al Sr. Ministro de
Economía de la Argentina, Martín Guzmán y al Sr. Representante Argentino ante el FMI, Sergio
Chodos.
Sin más, saludamos a Usted muy atentamente:
Bloque de Senadores del Frente de Todos
José M. Mayans — Anabel Fernández Sagasti — Oscar I. J. Parrilli — Carlos A. Caserio
— Jorge Enrique Taiana — María de los Ángeles Sacnun — Maurice F. Closs — Claudia Ledesma
— Adolfo Rodríguez Saá — Ana C. Almirón — Martín Doñate — Inés I. Blas — Mariano Recalde
— María E. Catalfamo — Norma H. Durango — María E. Duré — Carlos M. Espínola — Silvina
M. García Larraburu — Nora Del Valle Giménez — Nancy S. González — María T. M. González
— Ana M. Ianni — Edgardo D. Kueider — Sergio N. Leavy — Cristina C. López Valverde — Daniel
A. Lovera — Alfredo H. Luenzo — Dalmacio Mera — Roberto M. Mirabella — Beatriz G. Mirkin —
Gerardo A. Montenegro — José E. Neder — Juan M. Pais — María Inés Pilatti Vergara — Antonio
J. Rodas — Matías D. Rodríguez — Silvia Sapag — Guillermo E. M. Snopek — José Rubén Uñac”.
Por último, la evaluación ex post que realizó el FMI sobre el acceso excepcional de
Argentina en el marco del acuerdo Stand-By de 2018 puede encontrarse en
https://www.imf.org/es/News/Articles/2021/12/22/pr21401-argentina. El documento completo en
idioma inglés se encuentra en el siguiente enlace:
https://www.imf.org/en/Publications/CR/Issues/2021/12/22/Argentina-Ex-Post-Evaluation-of-
Exceptional-Access-Under-the-2018-Stand-By-Arrangement-511289.
5
SOLICITADA POR LA SEÑORA SENADORA TAPIA
(O.D. N° 1/22.)
Señora presidenta:
En consonancia con lo que se viene diciendo en este recinto, el tratamiento de este
proyecto nos genera incertidumbre a todos.
Lejos está de ser una situación feliz pero, al mismo tiempo, el respaldo de este Congreso
al necesario acuerdo con el FMI significa cierto alivio, ya que aleja la posibilidad del tan temido
default. No obstante, es necesario aclarar a los ciudadanos, que este acto, por sí solo, no elimina
del todo esa posibilidad ¿Por qué? Porque debe acompañarse de acciones que conduzcan a
cumplir con el acuerdo y eso lo debe encarar, exclusivamente, el Poder Ejecutivo.
Es por eso, que concuerdo que fue muy acertado, que en las negociaciones mantenidas
en la Cámara de Diputados, acercando posiciones, se haya eliminado el artículo 2º del texto,
originalmente enviado por el presidente, ya que no le corresponde al Congreso, y mucho menos
a la oposición, dar su aval al plan de gobierno y a las medidas económicas asociadas al acuerdo
con el Fondo. La responsabilidad debe ser enteramente asumida por el gobierno nacional.
Muchos nos preguntamos, el pueblo argentino se pregunta ¿Por qué esperaron dos años
para hacer este acuerdo? ¿Por qué se perdió tan valioso tiempo, durante el cual la economía de
nuestro país, y en particular nuestro pueblo, tuvo que vivir con la inseguridad y los vaivenes,
propios del fantasma del default a la vuelta de la esquina?
Durante la campaña electoral de 2019 e incluso antes, cuando la vicepresidente de la
Nación, en ese entonces senadora, mediante un video anunciaba que tomó la decisión de que
Alberto Fernández sería el candidato a presidente, nos decía que esa unidad –de la entonces
oposición– era para contrarrestar algunas acciones del entonces gobierno, en particular el
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
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endeudamiento y el “haber vuelto al Fondo”. Por lo tanto, desde antes de asumir el mandato,
sabían bien que esta era una cuestión prioritaria a resolver. Aunque parezca obvio quiero dejar
asentado, que tenemos distintas visiones acerca de las razones y el uso del endeudamiento del
gobierno anterior, pero lo que se destaca, es que este tema, es uno de los pilares sobre los que
se cimentó la alianza que hoy gobierna. Y, sin embargo, como se vió en el tratamiento en
Diputados y lo veremos también hoy, por las propias luchas de poder y por los desacuerdos de
ustedes mismos, han dejado pasar tiempo y oportunidades, teniendo en vilo a todo un país.
Me pregunto si, tal vez, parte de la respuesta no tendrá que ver con la deliberada
intención de dejarle la mayor parte de la carga que esto implica a un próximo gobierno.
Tenemos la obligación de ser sinceros y transparentes de cara a la sociedad: este
acuerdo no es, como lo quieren vender, para resolver el endeudamiento del gobierno anterior,
es para seguir endeudando al país, por eso se piden 5.000 millones de dólares extra y para que
otro gobierno pague el préstamo.
Señora presidente, lo que motiva nuestra presencia hoy en el recinto, al habilitar con dos
tercios el tratamiento sobre tablas del proyecto, es algo que muchas veces “no vende”, que no
es notorio, que pocas veces ayuda a mostrarse como un logro que nos atraiga votos, pero que
sin embargo es esencial al sistema democrático: estamos aquí para apoyar la institucionalidad y
la gobernabilidad. Porque eso es lo que el bienestar del país hoy nos exige a todos. No podemos
cerrar nuestros oídos al que no piensa igual que nosotros. Es nuestro deber escucharnos, para
mantener un diálogo sano entre el oficialismo y la oposición, independientemente del lugar que
nos toque ocupar. Un sabio hace muchos siglos atrás, al escribir una carta a un pueblo en
conflicto, les dijo: "porque algunos de ustedes dicen: «Yo soy libre de hacer lo que quiera.» ¡Claro
que sí! Pero no todo lo que uno quiere, conviene;" o en este caso, le conviene a nuestro pueblo.
Nuestra presencia hoy significa, en esencia, reconocer y ser consecuentes con la
legitimidad que se determinó en las urnas, que sean ustedes a quienes la mayoría del pueblo
eligió, para conducir por cuatro años los destinos del país –más allá de que, obviamente, no es
la opción que nosotros preferíamos– pero para garantizar esa conducción de cuatro años,
necesitan de ciertas herramientas como la que hoy nos ocupa y que les estamos brindando.
Entendiendo eso, lo que hoy estamos haciendo, aunque ciertamente no es lo que más
nos hubiera gustado, pero es lo que corresponde, fortalece la institucionalidad de la Argentina.
Ojalá esto también suceda cuando se inviertan los roles políticos, como debe suceder y sucede
en una democracia madura.
Como contracara, la actitud que ha mostrado una parte de la coalición gobernante le
expone, claramente, a los argentinos quiénes son. Ponen en riesgo la gobernabilidad de su
propio gobierno, dejando claro que está en su esencia, poner palos en la rueda: lo hacían cuando
eran oposición, a sus adversarios y lo hacen ahora que son gobierno a sus “compañeros”, con
los mismos que cantan la marcha peronista.
Por si fuera poco, no son constructivos: en todos estos meses en que el tema del acuerdo
con el FMI ocupa un lugar destacado en la agenda política y en la opinión pública, no hemos
escuchado de parte de ellos ninguna propuesta o plan alternativo; si tienen una opción distinta
de cómo resolver ésta cuestión, ¿por qué no ponerla en discusión de cara a la sociedad?
Lamentablemente, a los santacruceños esto no nos asombra, porque son los mismos
que gobiernan desde hace décadas, en una provincia que tiene todo, absolutamente todo para
ser de las más rica, próspera y desarrollada de la Argentina: minas de oro, carbón, otros
minerales, hidrocarburos, pesca, ganadería, potencial hidroeléctrico y de energías verdes,
potencial agrícola, atractivos turísticos de categoría mundial, gente capaz y emprendedora, pero
sin embargo se encuentra rezagada, con la mayoría de la fuerza de trabajo dependiendo del
empleo público y con la economía primarizada, con actividades meramente extractivas sin ningún
tipo de agregado de valor a sus cuantiosos recursos.
Se equivoca el gobierno, si interpreta este apoyo a la institucionalidad como un cheque
en blanco. Queremos saber, exigimos saber, porque corresponde a las facultades del Poder
Legislativo y porque la gente merece conocer, ¿cómo se va a implementar todo lo conducente a
dar cumplimiento a los compromisos asumidos?, en particular lo referido al control y la paulatina
eliminación del déficit fiscal. Queremos saber, ¿qué va a pasar con la presión impositiva, con los
subsidios a la energía y, consecuentemente, con las tarifas?, ¿cómo esto va a repercutir en la
actividad económica, en el empleo, en el bolsillo de la gente?
Desde que se inició este gobierno, con toda razonabilidad, venimos pidiendo saber qué
plan y qué metas económicas proyectan para nuestro país, qué sectores y actividades serán
promovidas y un sinfín de aspectos indispensables para la previsibilidad de quienes quieren
producir y progresar. La respuesta ha sido siempre la improvisación y esa especie de “mantra”
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
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presidencial de que no cree en los planes. Sin embargo, las acciones ex post nos vienen dando
una idea de su plan. ¿Y qué vemos? Cuando vemos por ejemplo que en un país con incendios
catastróficos en el Norte y en el Sur y sin recursos para hacerles frente se planea gastar el dinero
de los impuestos de los argentinos en una “unidad de la resiliencia” –más allá de que se haya
vuelto atrás– y que son esos mismos quienes deberán tomar las medidas para cumplir con el
acuerdo que hoy estamos autorizando, realmente el panorama es por lo menos incierto. Y vemos
con claridad que el plan es déficit y más déficit.
Señora presidente: nadie viene alegremente a una sesión referida a un acuerdo con el
FMI, no son los temas que nos gustan tratar, a ninguno de los espacios políticos aquí
representados.
Espero que pronto podamos de verdad debatir en profundidad el problema del
endeudamiento y del déficit fiscal, que son dos caras de la misma moneda, y que afecta
principalmente a los sectores más vulnerables. No debemos olvidar que ese es uno de los
grandes problemas estructurales de la Argentina, y de los argentinos, que nos acompaña a lo
largo de gran parte de nuestra historia, con solo algunos períodos de excepción, como el
desendeudamiento durante la presidencia del doctor Arturo Illia, a quién corresponde
homenajear cada vez que abordamos este tema.
Y para buscar soluciones verdaderas a este problema, que ha aquejado a los gobiernos
de todos los signos políticos, es urgente que encontremos algunas coincidencias básicas entre
todas las fuerzas y todos los sectores. Eso es lo que hoy nos demanda nuestra historia. Tenemos
que dejar de patear el tema para adelante, o sea para las generaciones futuras, y empezar a
buscar soluciones estructurales que se mantengan en el tiempo de una buena vez. Si este debate
sirve para que los sectores del gobierno y de la oposición acerquen posiciones, entonces
podremos generar la confianza necesaria para que aumenten las inversiones y baje el costo del
crédito. De lo contrario solo servirá para profundizar nuestra dependencia del financiamiento del
FMI.
Estamos a las puertas de conmemorar los 40 años de Malvinas que se cumplen en pocos
días, de honrar a quienes dieron su vida por una causa tan elevada para nuestra Nación. ¿Qué
estamos dispuestos a dar nosotros? ¿Qué elecciones, puestos o cargos estamos dispuestos
incluso a perder, de ser necesario, para terminar con el déficit crónico y la adicción al
endeudamiento que hipoteca el futuro de nuestra patria?
6
SOLICITADA POR EL SEÑOR SENADOR UÑAC
(O.D. N° 1/22.)
Señora presidenta:
Durante estos días hemos presenciado en este Congreso Nacional acalorados debates
en relación al proyecto de ley sobre el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, un hecho
inédito del que hoy somos partícipes.
Las negociaciones acordadas con el FMI hablan de la gestión de este gobierno y del
compromiso con los ciudadanos y las ciudadanas.
Este entendimiento nos ubica en un escenario menos asfixiante, con un horizonte de
mayor tranquilidad y con la esperanza de poder recuperarnos de la profunda crisis que nos
generó el endeudamiento que, irresponsablemente, contrajo el gobierno anterior, 45 mil millones
de dólares, el préstamo más grande en la historia del organismo.
Lejos de restaurar la confianza en el mercado y equilibrar la balanza de pagos, esta
deuda –que nunca pasó por el Congreso– formó parte, además, de una gran fuga de divisas que
puso en jaque a nuestras reservas.
No venimos contentos a dar debate sobre un tema complejo que ha generado
incertidumbre y especulación, pero venimos con responsabilidad porque sabemos que la
cesación de pagos es más grave aún.
Queremos el bienestar de nuestro país, queremos el bienestar de nuestras provincias y,
por ende, el bienestar de todos los argentinos y de todas las argentinas.
En el caso de la provincia de San Juan llegar a evitar esta situación tan compleja tiene
implicancias no menores.
El default afectaría a la principal actividad económica de la provincia. El 75 por ciento de
las exportaciones de San Juan provienen de la actividad minera. ¿Qué sucedería entonces si no
llegáramos a un acuerdo de entendimiento?
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 148
7
SOLICITADA POR LA SEÑORA SENADORA GARCÍA LARRABURU
(O.D. N° 1/22.)
Señora presidenta:
Hoy es un día de zozobra. Porque votemos cómo votemos, sabemos que se vienen
tiempos muy difíciles y la inmensa mayoría del pueblo trabajador, de los sectores populares, ya
no tienen resto, luego de cuatro años de neoliberalismo descarnado y dos de pandemia.
Parece inverosímil que las críticas a la carta de intención y al memorándum de
entendimiento que formulan quienes formaron parte del gobierno que contrajo esta deuda,
versen sobre la ausencia de reformas estructurales o el insuficiente achicamiento del déficit fiscal;
o bien, estén más preocupados porque no se afecten las ganancias o privilegios de grupos
minoritarios.
Tenemos un 40 por ciento de pobreza y entre los niños y niñas esa proporción asciende
al 55 por ciento. El año pasado el salario mínimo apenas cubrió el 40 por ciento de la canasta
básica total. Como bien sabe, y lo ha manifestado en distintas oportunidades, estamos frente a
una situación social muy compleja y el Estado tiene el imperativo moral de dar respuesta.
Cuando en 2005 Néstor Kirchner canceló la totalidad de la deuda, lo hizo bajo la certeza
de que era la única manera de romper con la injerencia de un organismo qué, desde la última
dictadura cívico-militar, condicionó la política económica nacional, promovió el desguace de
nuestro Estado benefactor y el ajuste sistemático al conjunto del pueblo argentino. Con Néstor,
habíamos cerrado una dolorosa etapa y abierto las puertas de la autonomía.
En ese sentido, estoy convencida de que el objetivo latente del acuerdo firmado entre
Mauricio Macri y el FMI fue clausurar las posibilidades de un desarrollo auténticamente soberano.
Recordemos el marco escandaloso y a espaldas de la sociedad en el que se produjo.
Sin expedientes iniciados en la Administración Pública, ni el informe de impacto del Banco
Central –que obliga ejecutar la Ley de Administración Financiera– en 3 minutos de cadena
nacional, Mauricio Macri condenó a la Argentina.
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 149
El Stand-By firmado en junio de 2018 por 50 mil millones de dólares, que tan solo tres
meses después se amplió a 57 mil millones de dólares, constituyó el préstamo más grande de la
historia del FMI otorgado a un solo país. El 61 por ciento de su cartera llegamos a constituir. Esta
irracionalidad financiera, solo la explica el carácter político de aquel acuerdo y la necesidad del
gobierno de Donald Trump de financiar a su aliado estratégico en el Cono Sur, bajo la esperanza
de su reelección o, en su defecto, para asegurar el condicionamiento del gobierno que lo
sucediera.
Resulta incomprensible que los equipos técnicos, funcionarios y directivos del FMI
pudieran suponer que la Argentina estaba en condiciones de afrontar los vencimientos de 2022
y 2023.
Tampoco se interrumpieron los desembolsos cuando los objetivos del programa no se
materializaron y, en lugar de engrosar las reservas del Banco Central, los fondos se utilizaron
para financiar la fuga de divisas. Los números son elocuentes. Entre mayo de 2018 y octubre de
2019 el Fondo giró 44,5 mil millones de dólares y, en el mismo período, la formación de activos
externos ascendió a 45,1 mil millones de dólares.
Esta situación, además de exponer la estafa propiciada por Mauricio Macri hacia el
conjunto del pueblo argentino en favor de un grupo reducido de especuladores, violó los propios
estatutos del fondo, los cuales indican que no se pueden utilizar los recursos provistos por el
organismo para la salida continua de capital. Nada de eso importó y tampoco fue tenido en
consideración por el FMI en la última negociación.
Por eso, es fundamental que avance la investigación sobre las irregularidades cometidas
y el desfalco al Estado de quienes contrajeron la deuda sin perder de vista la corresponsabilidad
del FMI y sus beneficiarios directos.
El peso de una deuda ilegítima no puede caer sobre el conjunto del pueblo argentino.
8
SOLICITADA POR LA SEÑORA SENADORA IANNI
(O.D. N° 1/22.)
Señora presidenta:
Se me hace muy difícil acompañar con mi voto un proyecto que es aplaudido y
acompañado por aquellos que dicen tener responsabilidad política en estas horas, pero que hace
apenas unos meses dejaron sin presupuesto al gobierno por un capricho y que son los
corresponsables de haber tomado la deuda más salvaje y cruel de nuestra historia.
Soy consciente de la importancia que esto significa para Argentina, y que es imposible
vivir en default, pero creo que hay otros caminos y que podemos aspirar a una negociación en
donde, de verdad, los malos dadores de crédito se hagan cargo de sus errores y nos compensen.
Si acompañamos este proyecto estaremos convalidando el manto de olvido que intenta ponerse
a sí mismo el organismo internacional, que sabedor de que jamás tendría que haber dado este
crédito, intentó esconder la basura debajo de la alfombra, pero no es capaz de hacer concesiones
como quitar la sobretasa o aceptar una quita de la deuda o de los intereses.
Todos dicen que como Estado debemos “honrar las deudas”. Este crédito no fue
otorgado a un Estado. Fue una orden del expresidente Trump para tapar los desaciertos del
gobierno de Macri, que había dejado el país al borde de la bancarrota y que había permitido que
sus amigos fugaran más de 85 mil millones de dólares entre 2016 y 2018. Se los dio a Macri para
que solucionara los problemas económicos y financieros del país, y le ganara al peronismo. Pero
en su inutilidad, el gobierno de Cambiemos siguió jugando a la timba y unos pocos se siguieron
enriqueciendo, mientras nos heredaban la peor deuda de nuestra historia, imposible de afrontar,
sumiendo a los argentinos en más miseria y más hambre.
¿Cómo se entiende que el FMI pueda dar un crédito violando abiertamente sus estatutos
y que en cambio no pueda, apelando a esos mismos estatutos, quitar la sobretasa que pagamos?
La explicación es muy clara. Mauricio Claver, exasesor de Donald Trump, confesó que
el expresidente norteamericano ejerció presión sobre el FMI para que le otorgaran 55 mil millones
de dólares a Macri, para salvar a su gobierno. Lo dijo él, no lo digo yo: a Macri, no a la Argentina.
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 150
9
SOLICITADA POR EL SEÑOR SENADOR MONTENEGRO
(O.D. N° 1/22.)
Señora presidenta:
Estamos aquí reunidos para fijar nuestra posición y acompañar con nuestro voto un
acuerdo de refinanciación que sin duda, no hubiésemos querido nunca tener que acompañar.
Quienes nos involucramos con la política desde hace muchos años, sabemos señora
presidenta, que tal como usted mencionó en ese video en el que despiadadamente se demostró
cómo vandalizaron su despacho, atacando en consecuencia la institucionalidad que usted
representa, siempre, pero siempre, supimos que los acuerdos con el Fondo Monetario
Internacional, significan penuria para los pueblos donde ese Acuerdo es aplicado.
Por eso, se debe aclarar cuantas veces sea necesario, que ese acuerdo firmado en el
año 2018, y que hoy debemos refinanciar, no lo generamos nosotros, sino que es producto de la
irresponsable y desastrosa gestión del anterior gobierno, quienes alardeaban continuamente en
ser los mejores gestores de los últimos 50 años y terminaron llevando a nuestro país y nuestra
sociedad a un colapso financiero y socioeconómico, que hoy indefectiblemente debemos reparar.
Es por ello que, para quienes fuimos ungidos con el voto popular, nuestra mayor
responsabilidad al momento de debatir y votar una ley es saber en principio si esa iniciativa que
se debate es beneficiosa para nuestro país y principalmente para las provincias que
representamos.
Como primera medida, quiero señalar que a diferencia del gobierno anterior, este
acuerdo se lo envía para que seamos nosotros, tal como nuestra Constitución indica, los que
debatamos, conciliemos y acordemos acerca de considerar esta refinanciación, pero siempre sin
perder de vista que este acuerdo es el mejor posible tras arduas negociaciones, en las que el
gobierno nacional pudo establecer las pautas necesarias para honrar los compromisos
internacionales asumidos y al mismo tiempo evitar nuestro colapso socioeconómico y financiero.
Por eso debemos aclarar que lo que hoy debatimos es el acuerdo que nos permita
solucionar lo firmado irresponsablemente en el año 2018, en el que se privilegió a la fuga y timba
financiera y que derivó en un crecimiento insostenible de la deuda con el Fondo. Son más de 44
mil millones de dólares, cuyo pago debemos afrontar en forma intempestiva comenzando a pagar
en forma inmediata una deuda inconcebible para algún país en el mundo. Un acuerdo que en
palabras del expresidente Macri, iba a llevar a nuestro país a ser el más atractivo para la “lluvia
de inversiones” que, claro está, nunca llegó y, para quien el problema de la deuda lo arreglaría
en tan sólo 5 minutos.
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 151
Pues fue así, que con tal grado de irresponsabilidad, voluntariamente nuestro país se
sometió a una deuda récord en el mundo y en la que ningún dólar fue para inversión en
infraestructura, desarrollo o bienestar para los argentinos, sino que como dije antes, sólo sirvió
para la “timba y fuga” de divisas. Surge entonces una pregunta inevitable: ¿Por qué el FMI, le
presto al país esa cantidad de dinero?, que ellos mismos califican como excepcional, sin ningún
tipo de control, favoreciendo la salida constante de capitales.
Nuestra responsabilidad hoy es inmensa, no tan sólo por ser artífices de la sanción de
este acuerdo, sino porque debemos ameritar entre una refinanciación o dejar que nuestro país
se encamine a un default con consecuencias tremendas para nuestra economía en general,
nuestro desarrollo individual como sociedad y para nuestras empresas a las que se les tornará
imposible establecer políticas de desarrollo y estrategias de mercado.
Hoy, como senador en representación de mi querida provincia de Santiago del Estero, y
como representante sindical, me veo inmerso en la delicada situación de decidir sobre los
destinos de nuestra Patria, ante un mundo consternado aún por una pandemia sin precedentes
en el mundo moderno y una guerra, lamentablemente una más, que alterará visiblemente el
tablero mundial tanto en lo político y más aún en lo económico.
Es en este escenario, en el que hoy debemos asumir la responsabilidad de dar precisión
a nuestra Nación y especialmente a nuestras provincias, para que puedan tener un marco seguro
de estabilidad y poder así proyectar su futuro.
Por primera vez, en el marco de los acuerdos con el FMI podemos decir que no
pondremos en riesgo la recuperación económica que, según los indicadores económicos, se
viene produciendo en este último año; se evitan las políticas de ajuste y reformas que significan
demérito de los derechos laborales y previsionales, siendo esta característica totalmente
innovadora en este tipo de acuerdos, por eso el acompañamiento de los sectores sindicales y la
tranquilidad que, como dirigentes, tenemos. Nunca nos convencieron los acuerdos con el FMI,
porque siempre resultó opresión para el pueblo trabajador, pero en esta refinanciación
observamos que ningún derecho laboral será perjudicado.
Se comienza a pagar dentro de cuatro años y medio y se hará en doce cuotas
semestrales comenzando la primera cuota en el segundo semestre del año 2026, concluyendo
en el último semestre del año 2034, lo que significa que tendremos un período de gracia para
poder crecer sin sacrificar ningún derecho laboral, y a la vez generar inversiones para el
desarrollo de la infraestructura que nos permita elaborar políticas de crecimiento sustentables
con inclusión social. No se modifican, alteran o se eliminan planificaciones de obras de
infraestructura para las distintas jurisdicciones provinciales, lo que genera un alivio extraordinario
para el crecimiento de nuestras economías regionales.
Párrafo aparte, merecen los comentarios y posiciones que con total liviandad hace la
oposición al acuerdo alcanzado. Mucho critican el tiempo de negociación que originó el acuerdo,
como si estos dos últimos años hubiesen sido tiempos normales en el mundo contemporáneo,
sin observar o mejor dicho, maliciosamente, no mencionar los dos años de pandemia que
pusieron en vilo al mundo entero y que aún no hemos superado. Lógicamente para la oposición
lo arreglaron en cinco minutos, y…. “así nos fue”.
Llegamos casi al borde del colapso financiero, con las consecuencias nefastas de un
préstamo excepcional y con metas acordadas, que el mismo F.M.I., comenta en su documento
de autocrítica y en el que informa que la Argentina del gobierno del expresidente Macri, “no
cumplió” con los objetivos de restaurar la confianza del mercado, reducir los desequilibrios
externos y fiscales, lograr la estabilidad, bajar la inflación y proteger a los más vulnerables.
Entonces, ¿En serio la oposición hace críticas a la negociación que nuestro gobierno debía
encarar, ante tal desastre fiscal, económico, financiero y social que el acuerdo del año 2018,
significó para las argentinas y los argentinos?
Critican también las diferentes posiciones alcanzadas con respecto al acuerdo en
nuestro Frente de Todos, sin embargo, hemos expuesto de cara a la sociedad nuestra visión en
el tratamiento de este tema tan delicado, expresando posturas que parecen diferentes, pero que
en definitiva solo demuestran que el debate puertas adentro de un mismo partido es siempre
beneficioso, porque son el reflejo de lo que piensa nuestra sociedad y el conjunto de votantes
del Frente de Todos; pero que de ninguna manera se debe percibir como “quiebres” o
“desacuerdos”, por más que muchos lo quieran, sólo es la manifestación vigorosa de nuestra
dirigencia política adentro de nuestro partido que conlleva una única preocupación, “el bienestar
de todas y todos las y los argentinos”.
Por último, señora presidenta, en este tiempo de arduas negociaciones, y de búsqueda
de consensos, nos conduce a una conclusión como es la convicción de que aprobaremos el
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 152
10
SOLICITADA POR LA SEÑORA SENADORA DURÉ
(O.D. N° 1/22.)
Señora presidenta:
Tenemos en consideración en la sesión del día de hoy, el proyecto con media sanción
sobre el Programa de Facilidades Extendidas a efectos de refinanciar la deuda existente con el
Fondo Monetario Internacional (FMI), correspondiente al acuerdo Stand-By suscrito en el año
2018 por el expresidente Mauricio Macri del cual nuestro pueblo no vio ni un solo peso; no se
destinaron recursos a las provincias, municipios, escuelas, a la salud, ni mucho menos a atender
las necesidades básicas de nuestro pueblo; y sobre todo no llegaron a las y los más vulnerables.
Esta feroz deuda nos preocupa a la inmensa mayoría de los y las argentinos y argentinas,
ya que el préstamo político a Macri se llevó adelante bajo múltiples irregularidades.
Irregularidades para la legislación local, irregularidades para la institucionalidad de nuestro país
e irregularidades para el propio FMI. Éste quizás constituya el hecho más bochornoso respecto
de la refinanciación de la deuda que estamos tratando hoy, y es que la toma de deuda política
de Macri fue hecha de espaldas al pueblo argentino.
El concepto que nos guía es claro; los números tienen que cerrar con la gente adentro,
ese es el camino para revertir la pandemia macrista, ese el camino para volver a salir del FMI,
es el camino para dejar atrás otra página de entrega de soberanía por parte de un gobierno como
el de Mauricio Macri y compañía, que llegó a la Casa Rosada con la firme intención de tercerizar
la política económica en manos del FMI.
La pandemia macrista nos dejó un préstamo impagable. Un préstamo que no fue
financiero, sino político. Un préstamo que no tuvo como objetivo engrandecer la Patria sino
financiar al gobierno de Cambiemos para que pueda terminar con el macabro plan que tenía
como objetivos destruir el poder adquisitivo de los asalariados, reprimizar la economía y arrasar
con todos los derechos del pueblo trabajador.
Es por eso señora presidenta que quiero hacer mención a este acuerdo que tratamos en
el día de hoy en el que me permito hacer mención en uno de sus puntos, ya que considero que
se condicionan las políticas de género, donde promete la “Promoción de la equidad de género e
inclusión”, y decir aquí que, sin embargo, la experiencia de nuestra historia con el FMI da
sobradas muestras de que el organismo tiene una particular perspectiva de género. Toda vez
que los planes de ajuste que negocia con los gobiernos de los países deudores recaen sobre las
espaldas de las y los trabajadores; y las más perjudicadas son las mujeres y diversidades, sobre
todo con las mujeres sostén de hogares vulnerables. Vale decir que de los 45 mil millones de
dólares que el FMI desembolsó al gobierno de Mauricio Macri, se destinaron $0 (cero pesos) a
políticas con perspectiva de género.
Es evidente que el acuerdo con el FMI condiciona cualquier política de género y
diversidades. De avanzarse en este sentido, se verían amenazados programas que fueron
pensados con la premisa de crear herramientas financieras para la real inclusión de mujeres y
diversidades. Las cuales se ven en riesgo frente a este acuerdo, el cual tiende a condicionar la
posibilidad de crecimiento y por lo tanto la reducción de las brechas de género. Y es eso lo que
no vamos a permitir, y por lo que entendemos que se pone en riesgo la continuidad de ampliación
de derechos, conquistas y contención de nuestras mujeres, diversidades y niñeces.
Tal como declaró el expresidente Macri al canal CNN en español (8/11/21) "La plata del
FMI la usamos para pagar a los bancos comerciales que se querían ir”, según consideró, por
miedo a que cambiase el gobierno. Es decir, que los compromisos asumidos con el FMI por dicho
préstamo no sólo postergaron el acceso a derecho de muchos sectores sociales, lo que impacta
en mayor medida a las mujeres, diversidades y niñeces; sino que, para hacer frente a dichos
pagos, también se afectará el fortalecimiento de políticas y presupuestos con perspectiva de
género.
En estos términos, abordar equitativamente las tareas de cuidado, que es una temática
esencial, sumada a la identificación de los obstáculos para el desarrollo de mujeres y
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 153
SUMARIO
1. Sentimiento personal…………………………………………………………………………………………
2. Verdad relativa…………………………………………………………………………………………………..
3. Lograron su objetivo y dominarán más tranquilos………………………………………………
4. Historia de la Deuda en la Argentina…………………………………………………………………..
5. Formación de activos externos y el FMI en 2018………………………………………………..
6. Medida del Blanqueo de Capitales: Ley 27.260…………………………………………………..
7. Detalle de movimientos de Fuga de Capitales…………………………………………………….
8. …y al final llegamos al FMI..………………………………………………………………………………..
9. Los Plazos de devolución del Crédito de Macri…………………………………………...........
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 154
1. Sentimiento personal
En diciembre de 2019, cuando asumí como senador nacional, expresé que sentía un raro
sentimiento por verla a usted presidiendo el Senado de la Nación como vicepresidenta de la
Argentina, y yo como senador nacional por mi provincia, Neuquén.
Era raro y especial lo que sentía, porque veníamos de 4 años de difamaciones, agravios,
persecuciones judiciales, espionajes, etc., etc.
Ahora estábamos nuevamente iniciando un período con la responsabilidad de volver a darle
respuestas a nuestro pueblo, luego de lo que fue la tierra arrasada que nos habían dejado.
No voy a hacer un balance de estos más de dos años de gestión pero quiero decir, simplemente,
que no tengo ninguna satisfacción ni alegría por lo que expresaré a continuación. No es un buen
día para mí; y seguro para muchos de mis compañeros será una de las jornadas que quisiéramos
que nunca hubiera ocurrido.
2. Verdad relativa
Como decía Néstor, todos tenemos una verdad relativa en la que creemos y a la cual
defendemos. En mi historia política he tenido aciertos y errores. Algunos los he podido remendar.
Siendo Diputado Nacional, de 1987 a 1991, apoyé la ley de jubilación privada (la que dio ingreso
a las famosas AFJP) con la estafa que significó para los trabajadores y el pueblo argentino ese
sistema. Lo hice porque creí en ello, no me presionaron ni tuve otro interés que legislar con
convicción. Pero me equivoqué.
Hoy me siento orgulloso de haber formado parte de los Gobiernos de Néstor y Cristina, y que
durante su mandato, en el 2008, tuve la oportunidad de remediar y corregir ese gravísimo error.
Derogamos esas leyes y creamos lo que hoy es el Sistema integrado de Jubilaciones y
Pensiones de mayor cobertura previsional de América Latina.
¿A qué viene todo esto? preguntarán ustedes, bueno, a que simplemente no quiero volver a
equivocarme, votando lo que por comprensión histórica, convicción política y
responsabilidad institucional, creo que es el mayor error que está cometiendo nuestro
gobierno.
Estamos nuevamente ante una Argentina de rodillas, sometida a las extorsiones y presiones del
FMI, y esto no fue obra de la naturaleza ni de un hecho divino. Hoy hay dirigentes políticos que
festejan este acuerdo, empezando por Macri, Sturzenegger, Prat-Gay, Caputo, Marcos Peña,
Dujovne, Sandleris, etc. etc.
Hoy la mayoría de ellos están trabajando en los bancos y financieras que esquilmaron a la
Argentina y que fueron los beneficiarios de la estafa del crédito del FMI.
Seguramente esta noche dormirán más tranquilos, porque este nuevo acuerdo les intenta lavar
sus culpas, al igual que al Staff del FMI y sus 300 o 400 funcionarios que hoy verán que ya no
se hablará más de su irresponsable y criminal decisión del año 2018, cuando avalaron con sus
mentirosos e inventados informes la factibilidad del crédito.
Estos funcionarios, que cobran 400 a 500 mil dólares por año, que viajan en primera y se
hospedan en fastuosos hoteles, cobran viáticos exorbitantes, no pagan impuestos a las
ganancias, gracias a este acuerdo nos van a gobernar a los argentinos y a las argentinas por lo
próximos diez años. Y nos quieren dar lecciones de “decencia, buena administración y
eliminación de privilegios”.
Días pasados me razonaba un ex integrante del FMI que si estuvieran en una empresa privada
ya los hubieran despedido por inútiles y mentirosos y que deberían jubilarse con los bonos de
los países a los que ellos asesoran; y no del frondoso presupuesto de más de mil millones de
dólares anuales que administran y que esquilman a los países deudores.
Según el “CONVENIO CONSTITUTIVO DEL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL”, y para
que “el Fondo pueda cumplir las funciones que le están atribuidas”, gozan de diversas
condiciones de inmunidad jurídica, tributaria , impositiva, cambiaria y contable.
A lo largo de nuestra historia, así como hubo gobiernos que endeudaron, hubo otros que se
encargaron de desendeudar. Y aunque no les guste que se recuerde lo que sucedió antes, es
bueno conocerlo para deslindar responsabilidades históricas.
La historia de las deudas odiosas de la Argentina se inicia en el año 1822 con el crédito que
Rivadavia toma de la banca inglesa Baring Brothers, por un millón de libras esterlinas; y que
luego de intereses anticipados, recupero de gastos, sobrecargos, comisiones, descuentos por
cotización de bonos, gastos de viajes, quedó reducido a la mitad (552.700 libras), de las
cuales casi 400 mil libras se quedaron en Inglaterra y fueron tomadas a cuenta de las
utilidades de sus compañías, porque en la Argentina no había libras. Lo que hoy
denominamos fuga de divisas.
Se hipotecó la Provincia de Bs As y el crédito lo terminó de pagar, 120 años después, el
gobierno de Perón, abonando 23 millones 700 pesos fuertes.
Mitre Y Roca también tomaron importantes deudas, para financiar las guerras de la “Conquista
del Desierto” y de la Triple Alianza (o triple infamia) contra el Paraguay.
La otra gran estafa se produjo en 1933 en el Gobierno del Gral. Justo, con el pacto firmado por
el Vicepresidente “Julito” Roca y el representante inglés, de apellido Runciman.
Por el pacto Roca-Runciman, el 85% de las exportaciones de carne argentina se debía realizar
por frigoríficos Anglo-Yanquis, y sólo el 15 % por frigoríficos argentinos que no persigan
propósitos de lucro. Se le dio libre importación al carbón inglés y otras manufacturas que
competían con la incipiente Industria Argentina.
Además se le dio a la Argentina un crédito de 13 millones de libras esterlinas, de los cuales
sólo se dispusieron de 3 millones y medio, porque los otros diez millones se destinaron a
compensar las utilidades que la empresas inglesas “debían” remitir a su país. Eso constituyó una
nueva y fenomenal fuga de capitales. Esta deuda también la canceló el Gral. Perón en el año
1952 con el pago de casi 13 millones de pesos moneda nacional.
El tercer gran hito de estas infames deudas fue en la década de 1990, con el famoso Plan
Brady donde el Estado argentino dejó en manos de bancos privados extranjeros, la recopilación
y administración de la deuda pública de nuestro país, según lo que los propios bancos acusaban.
El plan llevaba su nombre en referencia a su impulsor, el entonces Secretario del Tesoro de
EEUU, Nicholas Brady, y consistió en el reconocimiento de todas las deudas, para las cuales se
emitieron bonos que luego se utilizaron para las privatizaciones y otros terminaron en el default
del 2002.
La 4Ta gran estafa de deuda y fuga de capitales fue la que suscribió Macri en 2018 Y que
hoy estamos tratando; y que analizaré a continuación.
¿Quiénes fueron los gobiernos que desendeudaron a los argentinos? no muchos, se
cuentan con los dedos de la mano, y no es opinión, son datos objetivos y reales.
Hipólito Irigoyen no se endeudó, tampoco el General Perón, en ninguna de sus dos
presidencias, Illía en 1963 y Néstor y Cristina en sus respectivos mandatos.
Esa política de desendeudamiento no fue producto de un pensamiento “radicalizado” como
algunos gustan llamar, sino el fruto de una política soberana, que fue acompañada por la mayoría
de los países del mundo. Recordemos que el gobierno que usted presidió consiguió un histórico
pronunciamiento de la ONU el 10 de septiembre de 2015.
Ese día, la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas aprobó con 136 votos
positivos, 41 abstenciones y 6 negativos, la resolución que limita el accionar de los fondos
buitre a través de una serie de nueve principios que dan marco a un sistema legal global para
los procesos de reestructuraciones de deuda soberana.
La resolución fue tomada por mayoría simple de votos, tras una discusión que se extendió por
espacio de seis meses y que fue impulsada inicialmente por Argentina y el G77 más China.
La delegación argentina, encabezada por el canciller Héctor Timerman y el ministro de
Economía, Axel Kicillof, estuvo conformada por la embajadora en Estados Unidos, Cecilia
Nahón; y la representante ante el organismo multilateral, María Cristina Perceval.
Los nueve principios que contiene la resolución son los de soberanía, buena fe, transparencia,
imparcialidad, tratamiento equitativo, inmunidad soberana, legitimidad, sostenibilidad y
reestructuración de la mayoría.
Lamentamos que este antecedente fundamental no haya sido tomado en cuenta para
negociar este acuerdo que hoy discutimos, ni que haya sido motivo de aliento e inspiración para
recurrir ante ese organismo para impulsar la revisión crítica del Stand-By del año 2018.
Usted describió, ese día, ante los argentinos y argentinas, que:
“Es importante cumplir con los compatriotas, pero también es muy
importante trasladar ese cumplimiento al mundo global. Hoy lo hemos
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 157
Como se observa, en marzo de 2018, justo antes del momento del pedido de rescate al FMI,
empezó a bajar la pendiente y comenzó la salida de capitales como se visualiza en el gráfico.
Podemos citar el día 25/03/2018, que fue récord de venta de reservas, el BCRA, vendió 1.500
Millones de U$S, siendo la mayor intervención diaria de su historia. (fuente:
https://www.lanacion.com.ar/economia/dolar/los-seis-momentos-del-dolar-en-la-era-macri-del-
fin-del-cepo-al-record-nid2110460/)
Es importante resaltar que no fue sólo un movimiento contable o económico de las sumas que
ingresaron y luego se retiraron, sino que a los fondos que se retiraban hay que adicionarles la
rentabilidad en dólares que inició en un 38% y llegó a más del 85%, que lógicamente debían
salir de las reservas del Banco Central de la Argentina.
Como mencionamos, aún no se había dispuesto por el macrismo ninguna restricción cambiaria,
con lo cual se podía seguir adquiriendo divisas, importación sin control ni límite. Tampoco regía
prohibición alguna a la distribución de utilidades al exterior.
Aclaremos además que, como menciona el Informe del BCRA, desde el 01/07/17 la declaración
de egresos de divisas era a mero título estadístico.
Otro dato ilustrativo, ahora de las sociedades: el informe del Banco Central que indicó que en
los 4 años del macrismo la fuga total fue de 86.000 Millones de U$S, mostró que 800
empresas efectuaron compras netas por 41.000 Millones de U$S, divididas en el siguiente
cuadro por tipo de actividad.
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 160
Por otra parte, detallaremos por montos y por actividad la fuga durante los 4 años del
macrismo. El siguiente cuadro expone los montos de fuga de capitales para las actividades
más significativas, no incluyendo los movimientos de importaciones y exportaciones, o sea, se
refieren pura y exclusivamente a movimientos de fuga de capitales o formación de activos
externos.
Rubro Fuga entre 2015 y 2019 (en
Millones de U$S)
Electricidad 3.142
Petróleo y Gas 12.712
Telecomunicaciones 4.866
Sector Primario 8.020
Finanzas 4.718
Industria y alimentos 15.217
Servicios 1.265
TOTALES 49.940
Como se observa en el gráfico, para las actividades principales, la fuga o formación de activos
externos alcanzó casi los 50.000 Millones de Dólares.
Resulta importante mencionar que en los montos descriptos en el reciente cuadro, se incluyen:
los depósitos de residentes en el exterior, distribución de utilidades y dividendos, pago de
intereses y otros servicios como pago de préstamos o títulos de deuda, principalmente; no
integrando dichos montos a las transacciones referidas a las importaciones y/o
exportaciones de bienes o materiales.
Las actividades de electricidad, petróleo, gas y telecomunicaciones, que son controladas y
tarifadas por el Estado, y principalmente brindan un servicio público, en total han fugado durante
los 4 años casi 21.000 Millones de Dólares.
El sector primario, entre los que seguramente se encuentre Vicentin, ha fugado la suma de
8.000 Millones de Dólares.
Las empresas de finanzas y Bancos, con las altas rentabilidades en dólares, han generado
activos externos por casi 5.000 Millones de Dólares.
La industria y alimentos, en donde se enrolan los formadores de precios, han fugado más
de 15.000 Millones de Dólares.
Finalmente, cuando el objetivo estaba cumplido, es decir, la habilitación legal para la salida de
capitales, recién en septiembre de 2019, más precisamente, con la Comunicación A6770
del Banco Central del 1/09/2019, se dispusieron las restricciones cambiarias.
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17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 161
La pregunta decanta por sí sola: ¿Por qué esta alternativa de restricción a la salida de
capitales no se tomó en marzo o abril 2018 cuando, como se vio en el grafico descripto
más arriba, comenzaron las salidas de capitales?
La respuesta es muy sencilla: debían terminar su plan económico de fuga y saqueo.
LOGRARON SU OBJETIVO. PARA ESO GOBERNARON.
En MAYO de 2018 y ante el DEFAULT que se avecinaba con la salida de capitales especulativos,
MACRI anunció en un mensaje de 3 minutos, que volvíamos al Fondo Monetario
Internacional.
La Argentina estaba definitivamente quebrada, le era imposible sostener la deuda que había
tomado y garantizar, a su vez, la salida de capitales. El préstamo del Fondo fue un salvataje
a un gobierno alineado con los EEUU y garantizó la continuidad de la fuga tanto de los grandes
capitales extranjeros como argentinos. El informe de la Oficina de Evaluación Independiente
(OEI) del Fondo clarificó en este sentido:
“En diciembre de 2015, un nuevo gobierno argentino levantó
rápidamente la mayoría de las restricciones a la cuenta de capital que
habían estado en vigor, incluidas las restricciones a la salida y los
límites al endeudamiento a corto plazo, como parte de un programa
más amplio de reformas orientadas al mercado.
El personal tuvo pocas posibilidades de ofrecer asesoramiento antes
de que se levantaran las restricciones, pero los documentos internos
no plantearon preocupaciones y el tema no ocupó un lugar destacado
en las consultas del Artículo IV de 2016 y 2017, a pesar de que
Argentina experimentó salidas de residentes bastante fuertes y un
aumento del endeudamiento a corto plazo.”
En definitiva, el acuerdo del Fondo sirvió para socializar en toda la población argentina el
riesgo especulativo que asumieron los fondos de inversión entre 2017 y 2018. El Programa
terminó significando un rescate financiado por el FMI a los acreedores privados y a los
inversionistas que habían especulado sobre oportunidades de la bicicleta financiera, durante
los dos años que precedieron al Programa, aumentando la carga de la deuda argentina; así como
también significó un cambio en la composición de la deuda en moneda extranjera sin tener
consecuencias positivas sobre la economía real.
No fueron necesarias reformas estructurales, se traspasó la riqueza del pueblo argentino
a los grupos concentrados económicos nacionales e internacionales, mediante la
devaluación, la inflación y la bicicleta financiera.
Es claro que no se necesitan reformas estructurales, porque ya fueron ejecutadas por otros
medios, a tal punto que una jubilación mínima no alcanza a valer 4 tanques de nafta o dos
changuitos de supermercados.
Para justificar este salvataje se ocultó una crisis de solvencia en una supuesta necesidad
de un “shock de liquidez”.
El fin del programa de especulación financiera y de libre ingreso y egreso de divisas por parte de
distintas empresas o fondos de inversión tuvo que ser articulado y facilitado a través del
Préstamo con el FMI.
El FMI acordó en un primer momento un desembolso de aproximadamente 50.000 Millones con
unas determinadas fechas de entrega. Sin embargo, luego se solicitó que el monto se ampliara
a los 57.000 Millones de dólares, y lo que es peor que los desembolsos se anticiparan aún más
de las fechas previstas para ello.
A continuación, se detallan los montos y fechas programadas originariamente y luego los montos
y las fechas nuevas.
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17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 162
Acá se observa cómo el primer desembolso fue en junio de 2018, por casi 15.000 Millones de
Dólares y en octubre y diciembre de 2018, se fijó originariamente un desembolso de casi 6.000
Millones.
Pero las necesidades financieras y electorales hicieron que el desembolso sea por 13.440
millones, es decir, por ¡¡7.500 Millones más!!
En esa lógica perversa y devastadora, para los meses de marzo, julio y septiembre de 2019,
(como se observa del cuadro) de los previstos por 8.700 Millones de Dólares, se terminó
acordando el desembolso ni más ni menos de 21.840 Millones, o sea ¡¡13.140 Millones más!!
En definitiva, por una decisión electoral, porque otra explicación no hay, se amplió el
desembolso a 21.000 Millones de U$S.
Existen dos posibilidades: Que el mejor equipo económico de los últimos 50 años se haya
equivocado en el magnánimo monto de 21.000 Millones de Dólares; o que tuvieron que
incrementar y anticipar los pagos para llegar a las elecciones. Cualquiera de las dos opciones
hablan por sí solas: Una irresponsabilidad de gestión y un compromiso criminal que pagará
todo el pueblo Argentino.
Por último, recordemos que el 15/09/2019, el desembolso de 5.460 Millones se acordó no
efectivizarlo, ya que la derrota electoral era inevitable.
De todas maneras, insistimos, el plan definido por el macrismo iba a alcanzar la suma de 57.000
y que terminó desembolsándose la suma de 45.000 Millones.
El representante del gobierno de Trump en el FMI, Mauricio Claver Cardone, reconoció en el mes
de julio de 2020, en un foro económico del Consejo chileno para las Relaciones Internacionales,
explícitamente que “el crédito fue otorgado para ayudar a Macri y evitar que el peronismo
llegara a la Casa Rosada”.
A pesar que el gobierno de Macri permitía y alentaba la fuga de dinero que ingresaba, las
autoridades del FMI no solo hacían la vista gorda sino que adelantaron los desembolsos
y aumentaron el monto prestable, con lo cual se evidencia su absoluta responsabilidad y
complicidad en las maniobras de fuga.
Macri reconoció –en declaraciones a la CNN en español, en noviembre de 2021- que:
“La plata del FMI, que es la plata de los demás países, la usamos para
pagar a los bancos comerciales que se querían ir porque tenían miedo
de que volviera el kirchnerismo”.
Al asumir nuestro gobierno, el Pte. Alberto Fernández, en una decisión que consideramos
correcta, comunicó al FMI que desistía del crédito remanente (de casi 13 mil millones de dólares)
y la deuda ingresada se limitaba a los 44.500 millones de dólares ya desembolsados.
Así se suponía que se podían pagar 17.982 millones de U$D en 2022, 19.336 en 2023 y 4.871
en 2024. Y además se debían agregar a ello los sobrecargos y tasas de interés elevadísimas
por haberse excedido del monto autorizado por los estatutos del FMI.
Esto demuestra claramente que los supuestos técnicos y staff del FMI, no son más que
mercenarios privilegiados que son capaces de escribir y justificar cualquier orden que le dan los
verdaderos dueños del FMI: El sistema financiero internacional y el gobierno de EEUU.
Por una orden política de Trump, el FMI decidió salvar al gobierno de Macri; y que los fondos
especulativos que habían ingresado pudieran retirar sus dólares.
Es muy importante resaltar que el Fondo conoce perfectamente cuáles son las
consecuencias de no haber controlado la cuenta capital en un contexto de crisis como el
de la Argentina. El caso de Islandia lo muestra con claridad. Un Acuerdo Stand-By por la suma
de 2.1 mil millones de dólares fue aprobado en noviembre de 2008. Sin embargo, como condición
excluyente para el primer desembolso, el FMI insistió en que el Parlamento introdujera
modificaciones a la ley cambiaria vigente, las cuales implicaban el control al ingreso y egreso de
capitales y la obligación de repatriar divisas.
Según el economista Robert H. Wade, estos cambios fueron exigidos lisa y llanamente para
evitar que “el préstamo fuera directamente a parar a los acreedores extranjeros”. El propio
texto del Acuerdo establecía lo siguiente:
En ese mismo documento, el Fondo justifica el uso del control de capitales con base en que el
mismo “ayudó a evitar una contracción mucho más profunda de la que se habría producido de
sólo confiar en la fijación de altas tasas de interés”.
Sin embargo, no hace falta irse tan lejos para demostrar que el Fondo sabía que nos
prestaba dinero para garantizar la fuga, hizo lo mismo en la Argentina. La Oficina de
evaluación Independiente del FMI (OEI) revisó el desempeño del organismo en nuestro país
entre 1991 y 2001. Allí ya se expresaba con claridad que se había otorgado un préstamo para
sostener a un gobierno afín a los EEUU y con ello la fuga de capitales.
En ese momento, la Oficina se preguntaba textualmente:
“¿recibió Argentina un respaldo financiero superior a su capacidad de
pago?”; “¿El paquete solo financió y proporcionó más tiempo para la
fuga de capitales”?
¿Por qué, si tuvo ese comportamiento en Islandia y reconoció el error en la Argentina en los años
1991/2001, no hizo lo mismo con el crédito del macrismo del 2018?
El FMI, si bien fue ideado después de la 2da guerra mundial como un organismo financiero de
última instancia que sirviera para atender posibles problemas de las balanzas comerciales o de
las cuentas fiscales de todos los países, a lo largo de sus años de vida se convirtió en el
gendarme de las políticas neoliberales que beneficiaban a las grandes potencias y al capital
especulativo que se intensificó desde la década de los 90.
La Argentina siempre sufrió las consecuencias de sus intromisiones y fue después del Gobierno
del General Perón, durante la Revolución fusiladora de 1955, cuando se incorporó y recibió el
primer crédito.
Argentina firmó 23 acuerdos con condicionalidades con el FMI desde que adhirió al
organismo en 1956, incluidos el de Macri y el de Alberto Fernández. En total, el país estuvo bajo
el monitoreo del organismo internacional durante 41 de los 65 años que pasaron desde que
el presidente de facto Pedro Eugenio Aramburu firmó el convenio de Breton Woods.
El periodo más largo en que los sucesivos ministros de Economía locales debieron negociar
con el fondo sus políticas económicas fue desde fines de 1982 hasta diciembre de 2001,
momento en que la Argentina vivió su hora más crítica.
En resumen, se firmaron 19 acuerdos Stand-By, incluido el que firmó Mauricio Macri en 2018, y
3 de facilidades extendidas, que incluyen los de 1992, 1998 y éste de 2022. Además se firmó un
acuerdo de "Servicio de complementación de reservas" en 2001. Siete compensatorios por
fluctuaciones de exportaciones en las décadas de 1970 y 1980, todos simultáneos a los acuerdos
Stand-By y 1 correspondiente al servicio financiero del petróleo, en 1975.
Los acuerdos con el FMI -como ya sabemos- llevan incluidos condicionamientos a las
políticas macroeconómicas de los países que reciben sus préstamos. Y en caso de
incumplimiento de esas medidas, el organismo prevé el mecanismo llamado waiver (dispensa).
Aunque es posible que se proceda a la suspensión del acuerdo o de los desembolsos de dinero
pactados, la Argentina llegó a esta situación extrema en cinco ocasiones: 1983, 1985, 1988,
1992 y 2001.
Fue en Diciembre de 2005 y en acuerdo con el entonces Presidente Luiz Inacio “Lula” Da Silva
de Brasil, cuando el Presidente Argentino Néstor C. Kirchner decidió dar por finalizada la relación
con el FMI; y abonó la totalidad de la deuda que se mantenía en ese momento, la mayor parte
no vencida, expresando lo siguiente:
“La deuda que cancelamos con el Fondo Monetario Internacional,
similar a la suma que ese organismo prestó para sostener un régimen
de convertibilidad, condenado al fracaso, ha resultado lejos la más
condicionante, aún cuando a diferencias de otros países que
experimentaron situaciones críticas no recibimos ayuda del Fondo
para superar la difícil situación que enfrentamos. Esta deuda ha sido
constante vehículo de intromisiones, porque está sujeta a revisiones
periódicas y ha sido fuente de exigencias y más exigencias, que
resultan contradictorias entre sí y opuestas al objetivo del crecimiento
sustentable. (Aplausos). Además, desnaturalizado como está en sus
fines el Fondo Monetario Internacional ha actuado, respecto de
nuestro país, como promotor y vehículo de políticas que provocaron
pobreza y dolor en el pueblo argentino, de la mano de gobiernos que
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 165
Hoy podemos decir que cada vez que nos endeudábamos, no sólo nos
debilitábamos ante el mundo, sino que fuimos perdiendo nuestra
capacidad de resolver. Esta lógica siempre defendida por adalides
locales de modelos que no tienen en cuenta ni las necesidades ni las
realidades de los pueblos, llevó a consolidar una verdadera adicción
al endeudamiento, en la que cada vez más nuestros acreedores
encarecieron sus intereses, endurecieron su auditoria, su control y
sus exigencias.
Durante el año 2020 y en el medio de la pandemia del Covid-19 se inician las conversaciones
entre el Gobierno Argentino y el Staff del FMI.
Recordemos que el gobierno nacional, en agosto de 2020, logró reestructurar la deuda con
acreedores privados bajo legislación extranjera, por la suma de 68.800 Millones de Dólares.
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17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 167
En los cuadros que siguen, donde figuran los países más endeudados con el FMI y los
desembolsos de DEG a cada uno de ellos, surge con palmaria nitidez el injusto tratamiento que
tiene el FMI con cada uno de los países, ya que termina dando a los que más tienen, y retaceando
el apoyo a quienes más lo necesitan.
Ya lo dijimos anteriormente, el FMI se ha transformado en un gendarme de las políticas
neoliberales para proteger los intereses de los fondos financieros internacionales y de los
países más poderosos.
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GRECIA
Desde principios del presente siglo, casi prácticamente en simultáneo con la adopción del
Euro como moneda común, el sector privado de Grecia, principalmente sus bancos,
comenzaron a tomar endeudamiento de fondos proveniente, mayoritariamente, de los bancos
de Alemania y Francia.
Esquemáticamente, el círculo funcionaba de la siguiente manera: Con el aval de los países más
desarrollados dentro de la UE, Francia y Alemania especialmente, el Banco Central Europeo
(BCE) emitía dinero, éste se lo entregaba a los gobiernos de otros países menos desarrollados,
Grecia entre ellos, incrementando así la deuda pública, y estos gobiernos se los entregaban a
sus propios bancos que, a su vez, abonaban con estos fondos sus deudas con los bancos
alemanes y franceses. Se ve así claramente el traspaso de deuda privada de banqueros a
manos de los Estados, en este caso, del Estado griego. Una vez más en la historia se ve un
significativo ejemplo de estatización de la deuda privada.
Para finales de 2014 la tasa de desempleo de Grecia era del 26%, la más elevada de la UE,
producto de los sucesivos planes de austeridad y de la recesión constante. El 50% de los
jóvenes entre 15 y 24 años estaban desempleados. Cerca de 2,5 millones de griegos vivían
por debajo del umbral de la pobreza, situación que afectaba al 40 % de los niños griegos y al
45 % de los jubilados y pensionistas.
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EGIPTO
El 26 de junio de 2020, ya desatada la pandemia de COVID 19, el FMI aprobó un nuevo
préstamo a Egipto, por 12.500 millones de dólares.
Es larga la historia de Egipto con el FMI. Ya al final de la década de los ´70 el FMI imponía planes
de ajuste, incluida la quita de los subsidios a los alimentos, que destrozaban la economía local y
dejaba en la pobreza a millones de ciudadanos. En 1991 se firmó el acuerdo de Egipto de
ERSAP (Programa de Reforma Económica y Ajuste Estructural) y, desde entonces, el país
ha seguido una serie de políticas de liberalización financiera, vinculadas a las demandas de sus
acreedores globales.
Motivadas por la visión neoliberal del denominado “Consenso de Washington”, el acuerdo
obligó a Egipto a devaluar su moneda para aumentar la competitividad de sus exportaciones,
desregular sus sistemas financieros para atraer al capital extranjero, privatizar las
corporaciones estatales para generar nuevos ingresos (empresas de gas, agropecuarias,
hoteles, bancos públicos), reducir las tarifas para liberalizar el comercio y recortar el gasto
público para reducir el déficit presupuestario.
A mediados de los ´90 Egipto había ejecutado la privatización de más de un tercio de su
sector público, desarticulando la estructura económica que había dejado el Presidente Nasser.
Por esos años también Egipto, al igual que la Argentina, fue considerado uno de los mejores
alumnos del FMI ya que registraba altos niveles de crecimiento en un 7%, y alcanzaba nuevos
niveles de inversión extranjera.
Sin embargo, dentro de Egipto, había pocos síntomas de ese crecimiento que se tradujeran en
prosperidad para los ciudadanos comunes. Todo ello muy conocido por los argentinos: el famoso
“efecto derrame” que nunca llega a la sociedad.
La inversión extranjera se concentró en gran medida en los sectores de finanzas y gas, lo cual
no creó empleo. En 1996, tras una extensa ola de privatizaciones, las condiciones de los
trabajadores empeoraron, ya que el desempleo creció y los salarios bajaron. Desde 2004,
muchos egipcios participaron en huelgas generalizadas en todo el país que duraron años. El
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porcentaje de la población que vivía con menos de 2 dólares al día – la línea oficial de pobreza
– subió desde el 21% en 1990 al 44% casi tres décadas después. En un clásico ejemplo de
desarrollo capitalista, los pobres se hicieron más pobres y los ricos, más ricos.
El país africano ya venía con un fuerte endeudamiento con esa entidad desde 2016, pero a
pesar de haber aplicado, desde entonces, todas las medidas recomendadas por el FMI, no
lograron revertir ni la deteriorada situación económica ni la social.
Es más, en diciembre de 2019 tanto el gobierno egipcio como el FMI festejaron los logros del
programa que habían aplicado. Pero, sólo 3 meses después, entre marzo y mayo 2020 las
reservas cayeron un 20% bajo la presión de una fuerte fuga de capitales que llevó a otra nueva
devaluación, con las consecuencias conocidas de aumento de la pobreza y el desempleo.
La deuda externa prácticamente se duplicó pasando de 55.000 millones de dólares en 2015
a 96.000 millones de dólares en la actualidad.
El país cuenta con una población de casi 97 millones de personas, de las cuales cerca del 40%
está bajo la línea de la pobreza. Su PBI per cápita es de 3.044 u$s.
El principal problema de la economía egipcia es que el comercio de bienes presenta un déficit
comercial estructural elevado -unos u$S 25.000 millones anuales- debido a que depende del
exterior para satisfacer las necesidades alimenticias y energéticas de su población. O sea, a
diferencia de Argentina, Egipto no se autoabastece de los elementos claves para el desarrollo
de la vida cotidiana de su población: alimentos y energía.
Ese déficit es cubierto, en parte, por los ingresos provenientes de los servicios de turismo y los
cánones que cobra el país por su participación en la administración del Canal De Suez. Por
estos conceptos ingresan anualmente unos 9.000/10.000 millones de dólares. El resto, de unos
15.000 millones de dólares anuales, constituye el déficit comercial externo crónico y debe ser
cubierto por el endeudamiento con el exterior. De ahí su vulnerabilidad externa histórica y la
necesidad de recurrir al FMI con quien ha llevado adelante reiterados programas de ajustes sin
éxito alguno.
En el marco del último acuerdo con el FMI, se tomaron las siguientes medidas de ajuste
• Aumento del 40% de los precios de los combustibles para reducir los subsidios públicos
• Devaluación de la libra egipcia
• Aumento del 35% de los precios de las tarifas energéticas y eliminación de subsidios.
• Incremento de Impuestos regresivos (Creación del IVA)
• Incremento de la tasa de interés
• Nuevas privatizaciones
• Contención del Gasto Público
• Reducción del déficit fiscal
Todas recomendaciones y recetas que fracasaron anteriormente y que seguirán deteriorando el
nivel de vida del pueblo egipcio.
Desde que se ha desatado la crisis del coronavirus, un cuarto de los egipcios ha perdido el
trabajo y un 73% ha visto sus ingresos reducidos, según los últimos datos de la agencia de
estadísticas pública.
Mientras tanto no hay solución estructural a la vista. La deuda sigue creciendo y representa cada
vez más un ahogo para el pueblo egipcio. Actualmente, Egipto dedica más del 35% de su
presupuesto al pago de la deuda, que representa ahora el 86% del PIB. La intervención del
FMI, una vez más, no ha sido útil para resolver ninguno de los problemas del país.
ECUADOR
El pasado 30 de setiembre el FMI aprobó un nuevo préstamo a Ecuador. Como siempre
aparecen objetivos sumamente loables, pero que no se condicen con la realidad.
La historia de Ecuador con el FMI tampoco es reciente. Entre 1961 y 1972 Ecuador suscribió
9 acuerdos con el Fondo, pero los condicionamientos más significativos se dieron entre
1983 y 2003, ya que a la entidad le interesó asegurar tanto el pago de la deuda externa como la
implementación de las reformas del Consenso de Washington.
Al igual que en otros países de la región, las recetas del FMI en Ecuador obligaron a ajustar el
Estado, privatizar infraestructuras y servicios públicos, reformar impuestos, flexibilizar el
trabajo y liberalizar los mercados.
Ninguno de los acuerdos con el FMI mejoró la economía ecuatoriana y menos las condiciones
sociales. A tal punto, que a fines de la década de los 90, después de varios programas
consecutivos con el FMI, se vivió una crisis institucional, política, social y económica que culminó
con la dolarización de la economía ecuatoriana y la pérdida consecuente de la moneda
local. Ello le quitó un gran margen de maniobra al gobierno de Ecuador para solucionar los
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
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UCRANIA
Ucrania, actualmente en guerra, y cuya invasión rusa rechazamos enérgicamente, es el
tercer deudor del FMI, después de Argentina y Egipto, por 9.935 millones de dólares, suma que
representa el 6,9% de la cartera total del organismo.
En materia de deuda, durante los últimos 8 años este país suscribió 4 acuerdos sucesivos con
el FMI, reestructuró su deuda con acreedores privados (bonistas) y mantiene, más allá del
conflicto bélico, un litigio abierto con Rusia que le reclama por la deuda que Ucrania,
unilateralmente, le declaró en default hace más de 7 años.
En mayo de 2014, después del derrocamiento del Presidente Yanukovich (pro ruso), la guerra
de Crimea y la declaración de autonomía de distintas regiones; fue electo el empresario Petró
Peroshenko (pro occidental). Con el apoyo de los principales países de la Unión Europea y
de EEUU Peroshenko comenzó a pedir asistencia financiera al FMI.
Se trató de un acuerdo Stand-By a dos años, por un total de 17.000 millones de dólares,
que equivalía a 9 veces la cuota que le correspondía al país en el FMI. Las recetas del
Fondo fueron las mismas que siempre: devaluación de la moneda local, reducción de la
emisión monetaria y el déficit fiscal, reestructuración del sector energético, elevando las
tarifas.
Por supuesto, como siempre ocurre con las imposiciones del FMI, los resultados fueron
sumamente negativos, con lo cual antes de un año, en marzo de 2015 se realizó una nueva
negociación y se cerró el segundo acuerdo. Esta vez de Facilidades Extendidas, con 4 años
de gracia y 10 de repago.
El monto total del préstamo fue prácticamente el mismo que el del acuerdo original -17.500
millones de dólares- con nuevas medidas de austeridad y ajuste fiscal, más subas de las tarifas
energéticas y reformas estructurales como las privatizaciones de las empresas de gas y de
petróleo.
En paralelo, Ucrania intentaba renegociar su deuda con los acreedores privados y una
deuda en conflicto con Rusia. En el primer caso, se logró regularizar una deuda de cerca de
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20.000 millones de dólares, con una quita del capital del 20% y un período de gracia de 4
años e incluía la emisión de nuevos bonos atados a la evolución del PBI.
El FMI avaló esta reestructuración, demostrando una vez más, que a sus directivos y
funcionarios no les importa romper sus propias reglas y vulnerar sus estatutos y
reglamento. Ello es así porque apoyó un canje y otorgó créditos, omitiendo los reclamos del
gobierno ruso, país miembro del organismo desde 1992, cuando este tiene expresamente
prohibido prestar a aquellos países que se encuentren en mora con alguno de sus propios
integrantes.
Esta situación se originó cuando, en 2013, Ucrania emitió un bono, por el equivalente a 3.000
millones de dólares, cuyo único comprador fue Rusia. Este bono dejó de pagarse en 2014 con el
cambio de gobierno, ya que Peroshenko cuestionó la deuda contraída por su antecesor apelando
a la “teoría de la deuda odiosa”, lo que significa que una deuda puede ser repudiada si su
origen está sospechado de turbio o espúreo.
El FMI avaló esta postura rompiendo su tradición y demostrando, una vez más, la doble vara
con la que se maneja este organismo internacional y que cuando les conviene a los intereses
geopolíticos que defienden, apoyan estas posiciones. La controversia se mantiene
actualmente en esferas judiciales.
Por supuesto, el problema de la deuda de Ucrania no se resolvió y en enero de 2019 Ucrania
firmó un nuevo sand by con el FMI por 3.900 millones de dólares y luego en junio de 2020 otro
más por 5.000 millones de dólares.
Las políticas que se aplicaron en Ucrania llevaron a subir los impuestos, a recortar los
programas sociales, al congelamiento de los salarios públicos, a reformas previsionales
que hicieron subir los aportes jubilatorios de 30 a 35 años, a suspender el pago de pensiones
(unos 600.000 beneficiarios fueron afectados).
También se quitaron los subsidios públicos al consumo energético y se realizaron privatizaciones
de manera extendida. Ucrania, con sus más de 3.300 empresas públicas era el país de la ex
URSS con más activos disponibles para la venta.
Muchas de estas reformas no estaban explicitadas en los acuerdos originales pero fueron
adoptadas durante las misiones de monitoreo que regularmente visitan a un país cuando se
encuentra bajo supervisión del FMI.
Un caso paradigmático lo constituye el hecho de que, más allá de las cuestiones estrictamente
económicas, el Fondo, que debería abocarse a colaborar con los países para resolver problemas
de balanza de pagos, obligó a Ucrania a montar un mecanismo jurídico/mediático por el
cual se deberán publicar los datos de las personas involucradas en causas de supuesta
corrupción, sin considerar las arbitrariedades que esto puede conllevar.
De esta manera el FMI termina inmiscuyéndose en los problemas judiciales internos de
Ucrania, demostrando una vez más que, más allá de lo que se suscriba, su poder de dominación
y de injerencia abarca campos que no son de su incumbencia específica.
Como siempre pasa cuando interviene el FMI, los problemas en Ucrania se agravaron. Hoy
Ucrania tiene una deuda pública del 85% sobre el PBI, cuando en 2013 este indicador era del
77%. El PBI se encuentra casi un 20% por debajo del de 2013. La inflación se aceleró y
actualmente tiene un nivel mayor a la de 2013.
Por supuesto también se deterioró el nivel de empleo y la distribución del ingreso, llegando
a una tasa de desempleo del 10,3% y a un nivel del PBI per cápita de 3.600 millones de dólares
una de las más bajas del mundo.
“Lo primero que quiero expresar es que esta ley no es importante que
la sancionemos: lo importante es lo que esta ley nos habilita. Porque,
en realidad, si hoy sancionamos esta ley y mañana, cuando venga el
acuerdo, suscribimos cualquier cosa, la verdad es que mejor no
hubiera habido ley, mejor, hubieran seguido las cosas como
estaban.”…
“Yo quiero contar lo que es el Fondo Monetario Internacional,
porque… En realidad, esta no es una discusión que vamos a tener con
el Pro o con Juntos por el Cambio: esta es una discusión que tenemos
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hacer, pero no solamente para nosotros sino para todos los países,
aunque sea por la pandemia, si no son solidarios con los pueblos a
los cuales les han infligido el daño que les han infligido.
En Europa, el Banco Central Europeo les está dando dinero a los
gobiernos con créditos baratos –y además con subsidios– por 360.000
millones de euros. Y a nosotros nos quieren cobrar intereses. La
verdad, no sé qué es lo que quieren. ¿Qué es lo que pretenden? ¿Que
el Congreso sea el que ponga la cara por ellos? Para que digan: “No,
se sacaron la foto con el Papa,entonces, ahora son buenos” Mire, yo
voy a creer que son buenos cuando cambien las políticas. No me
convence ninguno de los gestos mediáticos que tienen, ni siquiera el
reconocimiento que han hecho de esto.
¿Y qué investigación interna han hecho? Dicen: “No, no se pueden
bajar los intereses”. ¡Ah!, ¿y se puede dar créditos como los dieron,
violando las normas de ellos, y eso no tiene ninguna sanción, no
importa? Y nosotros nos tenemos que hacer cargo de un desastre
irresponsable y temerario como el que tomó el anterior gobierno.
¿Por qué no se ponen en serio a trabajar?, por lo menos para
ayudarnos a efectos de saber dónde está la plata. La plata no está acá,
no está en el Banco Central, no está en ningún aeropuerto, en ninguna
obra, en vivienda… No. No está en ningún lado. Así como vino, se fue.
¿Por qué no nos ayudan a ver dónde está? Entonces, vayamos a ver
dónde está, a ver si les cobramos a los que se la llevaron, para que
ellos puedan volver a recuperar ese dinero.
Sinceramente, creo que nosotros, por lo menos, creo que tenemos
bastante claro lo que tenemos que hacer, y vamos a ayudar a nuestro
gobierno, obviamente, para plantarse con firmeza frente a esto. Pero
tenemos que decirle muy clarito al Fondo: “Miren, no vamos a aceptar
lo que ustedes nos van a imponer, así porque sí”. No somos una
escribanía del Fondo. Primero, no imponer ninguna condición de
política. Esa es decisión soberana de la Argentina. Si nos
equivocamos, nos equivocamos por lo que nosotros hacemos. En
segundo lugar, una drástica reducción de intereses. En tercer lugar,
comenzar los pagos allá por el año 2025, por lo menos tres o cuatro
años para recuperarnos. Y, después, décadas para pagar, no se va a
poder de otra manera. Y, si no, ¿qué va a ser? Más hambre, más
sufrimiento…
Mire, hace un ratito –ahora terminó; estuvo toda la tarde; estoy, acá,
en el Senado– hubo una manifestación de jóvenes que estuvo toda la
tarde, con bombos. ¿Qué pedían?, trabajo y educación. ¿Y qué les
vamos a decir?: “No, mirá: tenemos que pagarle al Fondo, así que no
hay para trabajo y educación, olvidate. Eso será para tu hijo o para no
sé quién.”
Yo, la verdad, señora presidenta y compañeros colegas, como dijeron
también los senadores preopinantes, creo sinceramente lo siguiente:
primero, hay juicios acá en la Argentina, que están investigando cómo
se tomó esto; segundo, que por lo menos reclamamos que el Fondo
haga una investigación. Es lo menos que tienen que hacer. Cómo nos
piden a nosotros que, no: que las normas imponen no bajar los
intereses, y violaron todas las normas antes. ¿Cómo es la historia? Me
parece que no hay igualdad de trato, no hay igualdad.
Yo creo que nosotros tenemos una obligación con nuestro pueblo. Y,
además, como decía el senador, nos incorporamos…
Nosotros, por historia… Mire, al Fondo no lo queremos. La verdad,
nunca lo quisimos: ni en la década del 50 ni del 70 ni en el 2003.
Kirchner se los sacó de encima. Les pagó y basta, no más revisiones,
no más exigencias.
Obviamente ahora, por lo menos, lo que pretendemos... No sé,
veremos cómo se le pagará, pero que no pongan exigencias. No
queremos relación con ellos, porque siempre que hubo relación
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 177
Es decir, nunca habló de refinanciación sino de “un nuevo acuerdo que incluye la
reprogramación de los vencimientos de deuda con el FMI”.
Sólo me pregunto: ¿Cuándo nos mintió, en aquel entonces o ahora?, ¿Lo sabía o fueron nuevos
condicionamientos que le impusieron?
Mucha cordialidad y buenos amigos. Nada se dice allí sobre cómo se otorgó el crédito, la
corresponsabilidad del FMI, su imposibilidad de cumplimiento, el carácter político de su
otorgamiento, y tampoco, reiteramos, se le pidió ni la reducción de intereses y sobrecargos
ni el alargamiento de los plazos al menos a 20 años.
Fue por ello que el 15 de Noviembre de 2020, el Bloque de Senadores del Frente de Todos
remitió a la titular del FMI una nota, que fue pública, muy respetuosa, pero en la cual hacíamos
conocer nuestra opinión de que ellos debían asumir su responsabilidad, lo ilícito y anormal
del crédito otorgado que violó expresas disposiciones del Estatuto del FMI excediéndose en los
montos asignados a la argentina y permitiendo la fuga de divisas, como así también la violación
de leyes nacionales.
En aquella oportunidad, recuerdo, se nos acusó de entorpecer las conversaciones, de no ayudar
al gobierno, etc. etc., pero fuimos los primeros que exhibimos las debilidades del crédito, el
carácter político de su otorgamiento y el destino de los fondos que no fue otro que la mas
fenomenal fuga de divisas en el menor tiempo que se tenga historia.
Fue el mismo Ex Presidente Mauricio Macri, que reconoció el 25 de enero de 2020 en Villa la
Angostura: “… un dia los mercados no te dan más plata y nos vamos todos a la mierda”
(https://www.youtube.com/watch?v=fdbvHyPVr14&t=18s) y luego reconoció que debieron
recurrir al FMI para que los bancos y sectores financieros pudieran llevarse los dólares que
habían traído durante el año 2016 y 2017. (https://www.youtube.com/watch?v=faBL4E-ZZrQ).
También enviamos, el 22 de febrero de 2021, a la Oficina de Evaluación Independiente del
FMI (OEI) otra nota pública en la que explicitábamos las irregularidades cometidas y
manifestábamos la necesidad de que se llevara a cabo una investigación exhaustiva sobre el
otorgamiento del préstamo al gobierno de Macri en el 2018 y el destino de los fondos
desembolsados (fuga de capitales) para lograr que se delimiten las responsabilidades.
Durante el año 2021 siguieron las negociaciones. El mundo comenzó a normalizarse luego de
las vacunas y el control parcial de la pandemia; y las autoridades de nuestro gobierno
comenzaron a hacer gala de la importante recuperación económica.
Los funcionarios del Poder Ejecutivo nos decían que íbamos a tener 4 años de gracia durante
los cuales íbamos a poder llevar adelante nuestras políticas sin injerencias del FMI, que
íbamos a poder pagar con el crecimiento de la Argentina, que nos iban a eliminar las
sobretasas y recargos, que iban a conseguir que otros países, como Rusia, China, España,
México, nos facilitarían parte de sus DEGS porque ellos no los utilizaban, que la
negociación iba por muy buen carril y que debíamos confiar en ellos.
Era muy obvio que nosotros no creíamos. Les mostramos cuadros que exhibían claramente que
no sólo era impagable la deuda como la había dejado Macri, sino que iba a ocurrir lo mismo con
la refinanciación que ellos estaban conversando con las autoridades del FMI.
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17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 180
Trabajamos en propuestas de leyes que tuvieran como eje lo expresado por la vicepresidenta
Cristina Fernández de Kirchner el 10 de diciembre de 2021, en el acto en conmemoración del
día de los Derechos Humanos, en Plaza mayo, con el presidente Alberto Fernández y junto a los
ex presidentes Lula y Mugica.
Allí, ella dijo:
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17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 181
Tampoco aquí se nos escuchó. Se pensó que sólo era un discurso en un acto público. Se
nos ignoró. Y los proyectos solo quedaron en eso, en proyectos.
Como se podrá apreciar, el destino de los 31.612 millones de dólares que se generaron por
los superávits comercial externo del 2020 y 2021 y el aporte de los Derechos Especiales de Giro
del FMI no se acumularon durante estos dos últimos años y fueron, prácticamente en su
totalidad, al pago de deudas del Estado y del sector privado, complementado por la intervención
cambiaria del BCRA para “calmar” a los mercados.
Hemos pasado estos dos años penando por la presión devaluatoria de los grandes
operadores, por la brecha cambiaria y por la aplicación de medidas cada vez más restrictivas,
para una gran parte de la sociedad, en el uso de las divisas.
La contrapartida de ello, fue la falta de acumulación de Reservas Internacionales y la expansión
de las LELIQS, las Letras de Liquidez del BCRA, por las cuales, este organismo, absorbe
liquidez, abonando intereses a los bancos mediante una emisión monetaria anual superior a
la que recibe el Tesoro Nacional.
Este esquema cambiario, monetario, financiero y fiscal ha dado claramente muy malos
resultados. No sirvió como ancla inflacionaria, tampoco se cerró la brecha cambiaria, las
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
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Hasta prácticamente finales del 2021, siempre se hablaba de un nuevo plan más amplio que el
Stand-By del 2018 y que era el Plan de Facilidades Extendidas de 10 años que era lo máximo
que podía otorgarse según los estatutos del FMI. Por ello se nos argumentaba que no se
podía pedir los 20 años que nosotros insistíamos.
Ahora bien, cuando se otorgó el crédito a Macri en el 2018 se violaron -con complicidad del
Staff del FMI- varias normas fundamentales del estatuto del FMI y ahora no se podía pedir una
ampliación de plazo que realmente hiciera sustentable el pago.
A principios de este año apareció una importante novedad que muestra claramente las
verdaderas intenciones del FMI; que fueron las de siempre, las que hicieron en todos los países
y que obviamente iban a exigir a la Argentina.
Se trataba de un verdadero pliego de condiciones de rendición. Así nos enteramos que ya no era
reestructuración en un nuevo plan, sino que era refinanciación con revisiones cada tres meses
durante dos años y medio, con metas y exigencias incumplibles y que si no se cumplían no habría
refinanciación, tampoco nuevos plazos. Es decir, durante dos años y medio íbamos a quedar al
borde del precipicio.
¿Qué había pasado entonces desde Agosto de 2020 hasta ahora, cuando se remitió la
carta a la Titular del FMI y se hicieron los tweet que mencionamos? ¿Qué y por qué se
cambió? ¿O se nos mintió?
Se debe ahora firmar el “Memorando de políticas económicas y financieras” y el “Memorando de
entendimiento técnico”, donde están todos los condicionamientos y exigencias incumplibles y
que ya analizaremos más adelante.
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El nuevo Director del FMI para el hemisferio occidental que asumió hace poco sus funciones, el
brasileño Illan Goldfajn, está convencido que este acuerdo es un puente para que el nuevo
gobierno que asuma después del año 2023, tenga la capacidad de hacer las reformas para
poner las cuentas en orden y crecer.
También, por otro lado, la Directora Gerente del FMI, Kristalina Georgieva, ha dicho que no se
pidieron más reformas porque el “ala radicalizada del Frente de Todos no la aceptaría”.
Es decir, no hay aquí un NUEVO FMI comprensible y que nos quiere ayudar, sino el mismo de
siempre y que solo intenta ganar tiempo, y que a partir del 2023 con un gobierno de signo
político diferente, llevar adelante sus verdaderas exigencias que no son otras que las que
han hecho en todos los países y en todos los acuerdos anteriores en la Argentina.
Se nos recitaba casi como un dogma que era imposible acceder a 20 años de plazo y en la
propuesta que estamos analizando se terminará de pagar en 16 años.
Todos saben, incluido el staff del Fondo, los funcionarios argentinos y todas las fuerzas
políticas; que es imposible que la Argentina pueda pagar 20 mil millones de dólares de
deuda por año. Es decididamente insostenible e impagable.
¿Por qué entonces no se insistió en la necesidad de mayor plazo para que verdaderamente se
pudiera pagar?
¿Al FMI realmente le interesa cobrar la deuda; o quiere eternizarla como una soga al cuello que
extorsione al actual y futuro gobierno, para ser ellos los que decidan qué hacer con los
argentinos, sus bienes y sus vidas?
¿Esto nunca lo tuvieron presente nuestros funcionarios?
Los expertos en deudas soberanas de los Estados y sus relaciones con el FMI, Karina Patricio
Ferreira Lima, de la Facultad de derecho de la Universidad de Leeds, Inglaterra; y Chris Marsh,
asesor principal, Exante Data, de Inglaterra; realizaron un estudio denominado: “El Acuerdo
Stand-By del FMI con Argentina en 2018: ¿Un acto ultra vires?”, donde expresan:
La evaluación ex post (que realizaron las autoridades del FMI en diciembre de 2021), se realiza
en el caso de todo préstamo del FMI que supere los límites de endeudamiento normales y busca
examinar los resultados en relación con los objetivos originales del programa, así como analizar
si el programa estuvo correctamente concebido y evaluar su congruencia con las políticas del
FMI.
La evaluación ex post evidencia que la Argentina tenía la oportunidad de demostrar el
saqueo garantizado por el Fondo y el macrismo, y no se aprovechó.
El programa buscaba 4 objetivos claros: restablecer la confianza de los operadores económicos,
reducir los desequilibrios fiscales y de balanza de pagos, mejorar la situación de la población y
disminuir la inflación.
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Por supuesto, la burocracia del Fondo se cubre las espaldas y la conclusión de la evaluación
ex post, es que los funcionarios cumplieron con las políticas y los procedimientos del FMI,
incluidos los relacionados con el financiamiento, las salvaguardias y la concepción del programa.
El equipo técnico del Fondo reconoció explícitamente que el dinero obtenido a partir del
Acuerdo Stand-By se fugó casi en su totalidad y que a su vez el mismo estuvo fuertemente
influenciado por motivaciones político-electorales. Sin embargo, culparon al gobierno de
Cambiemos por no querer introducir medidas de control de capitales antes de las elecciones del
2019.
Esto demuestra que se trató de un acuerdo político, con fuertes implicancias geopolíticas, y no
de un acuerdo económico. El macrismo se asoció al Fondo para establecer el nuevo estatuto
legal del coloniaje en la Argentina y permitir la fuga masiva de capitales.
Por otro lado, queda evidenciado que el programa político y económico impuesto por el Fondo
y el gobierno anterior, estaba destinado al fracaso. Los cuatro pilares principales no solo no
se cumplieron sino que se agravaron: Aumentó la desconfianza en el mercado, aumentaron
la pobreza y la inflación; y se redujo el déficit de la balanza de pagos a costa del desplome de
las importaciones, producto de la devaluación y la caída estrepitosa de la actividad económica y
del salario real.
No se hacen cargo del fracaso de lo que ellos mismos impulsaron puesto que no se alcanzó
ninguno de los objetivos planteados a pesar de las significativas correcciones de las políticas
económicas, producto de su monitoreo constante y diario.
Tampoco se hacen cargo de haber continuado con los desembolsos a pesar de la continuidad
de lo que ellos mismos reconocen: La fuga de capitales permanente.
En resumen, reconocen que el programa en agosto de 2019 ya había fracasado.
Por supuesto, con el cinismo que caracteriza a la diplomacia financiera mundial, los directores
lamentaron que el programa de 2018 no alcanzara los objetivos de restablecer la confianza del
mercado, aminorar los desequilibrios externo y fiscal, reducir la inflación y proteger a los
segmentos más vulnerables de la población.
Consideraron que la estrategia y la condicionalidad del programa no fueron suficientemente
sólidas como para abordar los problemas estructurales tan arraigados de Argentina, como la
fragilidad de las finanzas públicas, la dolarización, la fuerte inflación, la escasa transmisión
de la política monetaria, el reducido tamaño del sector financiero interno y la estrecha base
de exportaciones.
Los técnicos del FMI afirmaron que usaron las proyecciones de crecimiento de las autoridades
argentinas para realizar el programa. Estos supuestos generaron una visión “optimista” que
obstaculizaron una evaluación sólida de la sostenibilidad de la deuda; se evaluó que la deuda
pública era sostenible pero no con alta probabilidad. Es decir, esta estafa y saqueo al conjunto
del pueblo argentino fue posible gracias a los números que dibujó el gobierno anterior y
que el FMI aceptó complaciente.
Es verdad que varios directores cuestionaron la viabilidad de la adopción de las medidas que se
aplicaron en Argentina y señalaron que el fracaso de este Acuerdo Stand-By ha creado
importantes riesgos financieros y de reputación para el FMI.
Y si bien coincidieron en general en que el Acuerdo Stand-By fue congruente con las políticas y
los procedimientos del FMI, reconocieron que la aplicación de algunas de estas políticas
implicó un considerable juicio subjetivo.
La gran mayoría coincidió en defender a los funcionarios técnicos actuantes y sólo unos
pocos directores cuestionaron que se hubiesen utilizado criterios subjetivos sobre la
sostenibilidad a mediano y largo plazo de la deuda, la posibilidad de acceso a los mercados
financieros privados y la capacidad de los funcionarios argentinos de ese entonces para
implementar el programa.
Estos pocos directores, reconocen así, indirectamente, que la balanza para otorgar ese
desproporcionado financiamiento a la Argentina, se inclinó, más por razones subjetivas
(políticas quizás) que por verdaderos fundamentos técnicos y objetivos.
También dejaron remarcado que, si bien se siguieron los procedimientos normales de evaluación
de los riesgos, los riesgos más amplios podrían haberse destacado más, y que el Directorio
podría haber participado en el proceso más a fondo y desde más temprano.
Muchos directores consideraron que una evaluación del Acuerdo Stand-By con Argentina por
parte de la Oficina de Evaluación Independiente podría haber complementado las conclusiones
de la EEP. Por supuesto esta Oficina no tomó el caso argentino para su análisis y revisión.
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 186
La mitad de los ingresos del Fondo son dependientes de un solo prestamista: la Argentina.
Ningún banco del mundo cometería semejante error. El FMI hizo uso y abuso de la posición
de acreedor dominante.
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17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 187
La credibilidad y la legitimidad del Fondo se han visto dañadas producto de este préstamo.
Esta oportunidad no se supo aprovechar por parte del gobierno nacional para renegociar
una deuda que es impagable. Y hoy la Argentina tiene nuevamente la soga al cuello del
FMI.
La evaluación ex post también provocó que distintos países miembros de la Junta del FMI
declarasen su postura respecto a cómo se llevó a cabo el Acuerdo Stand-By con la Argentina.
La primero que queda expuesto es que la Junta tuvo poca información respecto a la situación de
nuestro país previo a firmar el Acuerdo y fue presionada para aprobar el préstamo más grande
de la historia del organismo, bajo el pretexto de “actuar rápido”.
En ese sentido, Alemania declaró que la situación dejó al FMI en riesgos significativos para su
balance y reputación y que se deben extraer aprendizajes de las “fallas” del préstamo a
Argentina; así como que el personal del FMI debería haber desafiado “las líneas rojas” de
las autoridades argentinas de ese entonces y criticaron la presentación a la Junta de los
hechos consumados del Acuerdo.
Brasil, por su parte, dejó asentado que los informes técnicos del personal apoyaron en gran
medida la estrategia preferida de las autoridades argentinas de ese entonces y se mostraron
preocupados por la ausencia de medidas de manejo de flujos de capital.
Hasta el Reino Unido afirmó que los países de la Junta fueron presionados para aprobar rápido
el Acuerdo debido a las “circunstancias difíciles”. Y se mostraron preocupados porque no se
establecieron planes de contingencia claros, ignorando las advertencias del informe de la
OEI del FMI de 2004, en base al desempeño del organismo en la Argentina entre 1991 y
2001.
La mayoría de los países que expusieron frente a la evaluación ex post señalaron que hubo
presupuestos optimistas y poco realistas a la hora de firmar el acuerdo. También entienden
que se deberían haber tomado medidas de control de capitales para evitar la fuga y muchos
de ellos coincidieron en que los “errores” del último préstamo ya habían sido advertidos en el
informe del 2004 de la OEI antes citado.
Es llamativo lo que señalan, por ejemplo, los representantes de Egipto, resaltando que el
Acuerdo de 2018 estableció un récord en términos de velocidad de tramitación y se apartó
de los procedimientos habituales; y la India, que se mostró preocupada principalmente por el
hecho de que el préstamo financió la formación de activos externos, rescató acreedores
privados y no apoyó el bienestar del pueblo argentino.
Por otro lado, es sumamente interesante lo que señalaron los representantes de la República
Popular China, alertando que antes del inicio del programa, ha habido sospechas e informes
de que el Fondo fue presionado para proporcionar préstamos a Argentina; agregando que
en caso de que hubiese habido presión política de un tercero, la parte que ejerció la
presión política también debe asumir la responsabilidad pertinente.
Si tantos países miembros de la Junta del FMI resaltaron las irregularidades y los “errores”
cometidos por el staff del Fondo, ¿por qué la actual delegación negociadora del gobierno
argentino no utilizó estos argumentos para presionar en favor de llegar a un acuerdo que
atienda la excepcionalidad e irregularidad de este caso? Esta oportunidad tampoco se
supo aprovechar por parte del gobierno nacional para renegociar una deuda que es
impagable.
Por otra parte, ¿por qué la actual delegación no solicitó, desde el inicio de las negociaciones con
el Fondo, un nuevo análisis de la OIE, como plantearon los representantes del Grupo África
en su declaración en la Junta?
¿Por qué no se pidió una revisión de la legitimidad cuando la propia evaluación reconoce una
violación del artículo VI del Convenio Constitutivo del FMI que indica que “ningún país
miembro podrá utilizar los recursos generales del Fondo para hacer frente a una salida
considerable o continua de capital”?
Naturalmente, quienes se opusieron a la visión crítica de los técnicos del Fondo y refrendaron la
visión del propio FMI y el anterior gobierno argentino, fueron los Estados Unidos. Para ellos era
“poco realista” que el organismo recomendase frenar la fuga mediante el control del flujo de
capitales. A su vez, rechazaron la evaluación de las autoridades de que el programa fracasó
debido a su motivación política y al financiamiento de la fuga.
Respecto al gobierno de Macri sentenciaron que “las autoridades argentinas demostraron un
compromiso significativo, recurriendo de manera proactiva al Fondo en busca de apoyo
antes de una crisis total y aceptando la responsabilidad de la austeridad monetaria.” Y
respecto al nuevo acuerdo entienden que requiere una “clara política monetaria como pieza
central de una estrategia integral para abordar la inflación”, es decir más ajuste.
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 188
Mauricio Claver Cardone, ahora presidente del BID designado por el presidente Donald Trump,
y en ese momento representante de los EE.UU. ante el FMI, dijo en 2020 que EEUU apoyó el
préstamo por “su interés en Latinoamérica”, inclusive contra la resistencia de Europa. Los
factores geopolíticos jugaron un papel clave. Sostener un gobierno alineado con los EE. UU. era
sustancial.
En síntesis, casi la totalidad de los países reconocieron que este acuerdo pone en riesgo la
legitimidad del Fondo, porque todos saben y pocos dicen que el acuerdo no es legítimo.
Por otro lado, vemos con preocupación el pedido de algunos países con peso geopolítico
respecto a la necesidad de que un nuevo Programa del FMI para la Argentina incluya “reformas
estructurales por el lado de la oferta”, bajo el eufemismo del “desarrollo de la capacidad de
exportación de la Argentina” y “la atracción de inversiones extranjeras”.
Es decir, que a través de normas se cristalice un modelo productivo basado en que nuestro país
se convierta en una plataforma de exportación, concentrado en grandes conglomerados de
empresas, en su mayoría extranjeras, que implicaría un recrudecimiento de la concentración y
extranjerización de la riqueza nacional. Esto redundaría en un límite al desarrollo autónomo,
justo y soberano.
En 1944 se crea el FMI y desde ese entonces hubo 33 incumplimientos prolongados mayores
a 6 meses, la mayoría de ellos (28), ocurrieron entre mediados de la década de los ´80 y los ´90,
El plazo promedio de los incumplimientos fue de casi 8 años.
En primer lugar hay que decir que para el Fondo no existe el DEFAULT sino que ellos
hablan de “arreas” atrasos y que este ocurre cuando un estado no abona un vencimiento
en su fecha.
En 1989, y ante el cúmulo de incumplimientos o atrasos, el FMI estableció un protocolo para
los casos en que los países no abonen sus cuotas a la fecha de los vencimientos. Y según el
mismo, no hay plazos adicionales.
Y ahí comienza el siguiente mecanismo: Durante los primeros 15 días, el FMI se comunica
con el país para expresarle la gravedad de la situación y exigir el pago, Al mes, el/ la Directora
Ejecutiva debe notificar al Directorio de la situación y a los dos meses se emite una queja.
A los tres meses se sube a la página web del organismo la información sobre la situación de
incumplimiento del país y se impide al mismo el uso de los DEG (en el caso de Argentina esto
resulta inocuo puesto que ya fueron utilizados y prácticamente no quedan DEG en las reservas
internacionales).
Desde el principio el país es llamado a negociar nuevos acuerdos. De no lograrse, recién en el
mes 18, aproximadamente, se le suprime el derecho a voto y a los dos años se analiza la
posibilidad de expulsarlo del organismo.
A pedido de la Argentina el FMI podría posponer la obligación del pago, como ya ocurrió
en el año 2002, cuando el Gobierno Argentino amenazó con incumplir el pago y el FMI
accedió a posponer la obligación por un año. Al año siguiente le concedió un nuevo
crédito Stand-By, sin condicionamientos y, en 2004, durante la presidencia de Néstor
Kirchner, le pospuso nuevamente un vencimiento sin condicionamiento alguno. Como
relatamos antes, esa deuda se abonó anticipadamente y por completo en Diciembre de
2005.
Es nuestra verdad relativa y claro que habrá otros caminos posibles, pero en primer lugar hay
que estar convencido de ello y tener coraje para poder ejecutarlo.
Y esta opción en algún momento se evaluó en nuestro gobierno: Solicitar una suspensión de un
año en los vencimientos hasta llegar a un nuevo acuerdo que verdaderamente sea sustentable
y cumplible; y no sujeto a extorsiones y condicionamientos, desconocemos los motivos por
los cuales se descartó.
¿Quién dejó transcurrir los plazos para que llegáramos a esta situación?
¿Por qué no se solicitó en el año 2020 o 2021 la postergación de los pagos y las
sobrecargas de intereses?
¿Por qué nos pusimos nosotros mismos al borde del abismo?
¿Por qué hay compañeros que hoy -de buena fe- creen que es firmar esto o el desastre?
¿Por qué se ocultó sistemáticamente la verdad?
¿Alguien puede contestarme estas preguntas?
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 189
Si el auto está al borde del precipicio es obvio que no hay que acelerar. Hay que frenar, dar
marcha atrás buscando una distancia razonable, CAMBIAR LA TRIPULACION y volver a
NEGOCIAR.
En principio creemos que es tan exigente, y muchas veces difuso y contradictorio, y en otras con
expresiones tan amplias y generales; que deja a la absoluta y total discreción y arbitrio del STAFF
y técnicos del Fondo decidir si el Gobierno cumplió o no cumplió con las metas y objetivos.
Para decirlo con claridad: No serán evaluaciones técnicas, sino políticas, como siempre
hizo el FMI y si hay incumplimiento no será por responsabilidad de ambos, sino de las
autoridades locales que serán disciplinadas con nuevas exigencias.
Es muy claro que los compromisos no se podrán cumplir, (y esto lo sabe el staff del fondo) y qué
pasará si (como en Grecia, que los obligaron a vender islas para pagar), aquí, como ya lo han
dicho varios, vienen por nuestras cataratas, nuestros glaciares, nuestra reservas de agua dulce
o las segundas reservas de gas no convencional del mundo que hay en Vaca Muerta, en
mi provincia de Neuquén, y de las que sólo se ha explotado menos del 6 %.
Ficción o realidad, no lo sabemos, será cuestión de tiempo.
Está muy claro que el contexto internacional ha cambiado radicalmente. Es imperiosa la
necesidad de replantear todos los indicadores o proyecciones que fueran realizadas antes
del conflicto entre Rusia y Ucrania. Estamos asistiendo a un conflicto entre dos de los
principales proveedores de insumos agrícolas, industriales y energéticos del mundo, con su
impacto sobre los precios y la inflación.
Según el Diario El País de España: Hay que remontarse a diciembre de 1986 para encontrar
niveles similares en España. La gasolina subió un 25,1%, el diésel un 28,4%, y la electricidad un
80,5%. Entre los alimentos a los que se extiende el contagio inflacionista destacan las subidas
del aceite de oliva (30,6%), otros aceites comestibles (32,3%), pastas alimenticias (19,9%),
harinas y otros cereales (11,7%), alimentos para bebé (10,5%), carne de ovino y caprino (9,5%),
arroz y leche desnatada (9,4%), leche entera (9,3%) y café (8,2%).
Fuente:(https://elpais.com/economia/2022-03-11/la-inflacion-escala-en-febrero-al-76-mientras-
la-guerra-alienta-nuevas-subidas-de-precios.html)
¿Es muy descabellado pensar que, con esta crisis mundial, las economías de los países tengan
una recesión en su PBI como el 2020? Con lo cual el Marco de políticas y programa económico
2022 2024, descripto en el Memorando de políticas económicas y financieras, debe ser revisado
por completo.
Sin perjuicio de ello, analizaremos a continuación los puntos que consideramos más importantes
del Memorando de Políticas Económicas y financieras.
En el punto 7 describen los antecedentes MACRO Económicos y apuntan a lograr una
estabilidad inflacionaria y expresan que se necesitan más medidas para mejorar las finanzas
públicas, depender menos del financiamiento monetario y ampliar la cobertura de las reservas
garantizando a la vez la competitividad del tipo de cambio real.
Ahora bien, y atento a lo mencionado sobre el financiamiento monetario es necesario volver a
recordar que la inflación, no solo en Argentina sino también en el mundo, es multicausal.
Continuar con la teoría que solo depende de regular la emisión monetaria es falso. Prueba
de ello reciente, es la disparada de precios de alimentos y energía que vive hoy Europa como
consecuencia de la Guerra.
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 190
Como se observa, en los últimos años y en medio de la pandemia, la emisión fue de 8,9% y
6,1% del PIB, en los años 2020 y 2021 respectivamente; con una inflación para dichos años de
34% y 49%.
Sin embargo, como se visualiza en el cuadro, en el año 2019, ya con el FMI en nuestras
oficinas, fue de 5,6% del PIB, pero la inflación llegó al 53%. Es decir, se bajó la emisión
monetaria pero la ¡inflación, fue la más alta desde el año 1989, y con la supervisión del Staff
del FMI!
Y miren que paradoja, en el año 2004, la emisión fue del 9,3% del PIB, y la inflación tan solo
del 4,4%, por citar algún ejemplo. En definitiva, no caben dudas que la inflación no depende
exclusivamente de la emisión monetaria.
Por otra parte, en el marco de la Pandemia global que azotó a todo el mundo; los países de
Europa y los Estados Unidos (aunque para algunos liberales les cueste reconocerlo) han
emitido una enormidad de billetes, por decirlo vulgarmente, le han dado a la maquinita.
Veamos. En Europa, los Bancos Centrales, durante la pandemia, han vivenciado una
histórica emisión monetaria, lo llamaron: “Helicopter Money”.
Recordemos también que con la crisis del año 2008 en Europa y EEUU la emisión fue altísima
y, no obstante ello, la inflación muy poca.
Con el COVID, durante 2020, la oferta monetaria de Estados Unidos ha crecido casi un 24%.
Según datos de la FED, el volumen de dólares ha pasado de US$15,33 billones a fines de 2019
a US$19,1 billones a finales de noviembre.
A eso debe sumársele que con la llegada de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos,
se ha puesto en marcha un plan de US$1,9 billones para estimular la mayor economía del
mundo, debilitada por la pandemia de covid-19.
Este plan incluye US$ 415.000 millones para impulsar la aplicación de la vacuna contra el
coronavirus, así como US$ 440.000 millones en apoyos para las pequeñas empresas. El
billón restante fue destinado a los estadounidenses más necesitados a través de pagos directos
y subsidios de US$1.400 por persona, podríamos decir un IFE TRUMP-BIDEN.
El presupuesto a largo plazo de la UE, fue concebido a 5 años para impulsar la
recuperación. Será el mayor paquete de estímulo jamás financiado en Europa. Un total de 2,018
billones de euros a precios corrientes ayudarán a reconstruir la Europa posterior a la COVID-19.
Ese importe quinquenal incluye para este año el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia
por 723.800 millones de euros, de los cuales 385.800 millones de euros son préstamos y 338.000
millones de euros constituyen subvenciones.
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en conjunto con distintas áreas del Poder ejecutivo, ejerciendo un control exhaustivo y
preciso ante las grandes empresas, filiales extranjeras en nuestro país, y otros sujetos que
detenten una capacidad contributiva similar a la que ha ingresado el aporte a las grandes
fortunas. En el punto 26, levemente hacen una pequeña mención a esta coordinación, pero
sin dar una profundización seria y razonable.
En el caso del punto 15, reconocen levemente la existencia de un conflicto internacional, pero
insisten en reducir los subsidios a la energía en un 0,6% del PIB en 2022. Agregan que
existe una estrategia para reducir los costos de la energía e incrementar el traslado de los costos
de generación, garantizando una adecuada protección de la población más vulnerable y mejoras
en los servicios. Como pilar principal eliminarán los subsidios a los consumidores residenciales
con mayor capacidad de pago.
Sin embargo, no se ha dado publicidad a ningún informe o estudio sobre el verdadero costo de
la energía. Recordemos que el macrismo había dado aumentos entre un 2.000% y 3.000%
para tarifas de Luz y Gas, y para las empresas y varias asociaciones y clubes de barrio,
incluso alcanzó el 4.300% de aumento; todos estos incrementos sin ningún respaldo que lo
sustente. Además, que hayan estado congeladas entre 2019 y 2021 o con un pequeño aumento,
no significa que estén retrasadas. Justamente para afirmar dicha posición, o sea una
actualización de las mismas; antes se debe establecer cuál es el verdadero costo de la energía.
Por otra parte, tanto la AGN como el ENRE en sus informes de auditorías han manifestado que
los aumentos efectuados durante el macrismo son nulos de nulidad absoluta y todo debe ser
recalculado. Insistimos, durante 4 años, la inflación fue de 187%, el dólar devalúo un 268%,
El Salario Mínimo Vital y Móvil, un 178%. Es hora que nos preguntemos si con un aumento de
3.000% en las tarifas, las mismas están o no desactualizadas, ¿o están sobre valuadas?
Reiteramos la AGN, en su informe de auditoría sobre el ENRE del Macrismo, fue muy claro y
contundente, se aprobaron costos operativos mayores a los reales en relación a la distribución
de la energía. Tampoco se han podido constatar las inversiones supuestas realizadas por las
empresas de distribución de energía en el AMBA y dieron cuenta que el ENRE priorizó la
rentabilidad que surge de los propios balances, ante que lo dispuesto en la ley 24.065 y el art.
42 de la CN para unas tarifas justas y razonables.
En cuanto al escenario base de reducir en un 0,6% del PBI los subsidios a la energía, el actual
conflicto bélico europeo, como mencionamos más arriba, hace que las previsiones establecidas
en la energía hoy no tengan visos de realidad. La reducción de los subsidios a la energía, en un
clima de encarecimiento constante del GNL, se torna inviable, de muy difícil cumplimiento. Tanto
fiscal como socialmente.
De acuerdo al informe elaborado por la Secretaría de Energía para la Audiencia Pública del
pasado 31 de enero2, el precio del GNL importado, considerando la cotización del 12 de enero
de 2022 ascendía a un promedio de U$S/MMBTU 23,72 para el periodo mayo a septiembre de
2022. Hoy, utilizando la misma fuente citada por la SE3, el promedio de U$S/MMBTU para dicho
período es de 32,81.
Es necesario recordar que de acuerdo a las proyecciones de la SE se deberá importar durante
el presente año GNL para cubrir el 9% del total de la demanda de gas que requiere el sistema,
por lo que cualquier alteración alcista de su precio incidirá de manera dramática sobre los costos
de generación (por cada 10 dólares adicionales por millón de BTU el costo subiría en unos
1600 millones de dólares!!!).
Insistimos, mientras continúen las incertidumbres internacionales producto del conflicto bélico en
Europa, dichos precios continuarán con alta volatilidad, por lo que el escenario base queda hoy
día indeterminado, y no puede ser tomado por tanto como referencia para ningún
programa fiscal.
Pero más allá de esta cuestión sustancial para la suerte del programa del FMI, hay otra cuestión
que resulta angular, esencial para poder afrontar una discusión clara y transparente sobre la
política de subsidios a la energía –o las tarifas a los ciudadanos (porque hablamos de dos caras
de una misma moneda) y, sin embargo, sistemáticamente omitida. Esta no es otra cosa que los
costos de la energía. Porque a partir del costo de la energía, se establecerán tanto los niveles
de subsidios estatales como los niveles tarifarios que la sociedad argentina y nuestro sistema
productivo deberán afrontar por éstos.
El abordaje de los costos de producción y/o generación de energía ha sido un gran tabú durante
estos últimos seis años. Es algo de lo que no se habla, no se dice, no se discute.
2 https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/infome_final_-_audiencia_publica_31-1.pdf
3 LNG Japan/Korea Marker (Platts) Futures Quotes - CME Group
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4 https://unlp.edu.ar/observatoriosp/documentos-de-trabajo-20286
5 De acuerdo al informe del BCRA “Mercado de cambios, deuda y formación de activos externos,
2015-2019”, publicado en marzo de 2020, “Al analizar la composición sectorial de las empresas
que conformaron el primer decil en la formación de activos externos durante el período, se
observa que los Inversores institucionales y otros, seguidos de las firmas del sector de Energía
se ubicaron en los primeros puestos del ranking entre el 17.12.15 y 27.10.19. Fueron USD 7.736
millones fugados por parte de las firmas de sector energético de acuerdo a los registros BCRA.”
Fuente: http://www.bcra.gov.ar/Pdfs/PublicacionesEstadisticas/Informe-Mercado-cambios-
deuda-%20formacion-de-activos%20externo-%202015-2019.pdf
6 TC Mayorista BCRA promedio.
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Esta discusión hasta ahora no ha sido dada. Y de acuerdo a lo que se puede leer de los
memorandos, el Estado argentino sólo refiere a la reducción de costos a la realización y
finalización del gasoducto Néstor Kirchner, lo cual permitirá reemplazar en el futuro la importación
del GNL. Si no se cumple la meta fiscal y debemos reducir la obra pública, ¿el Gasoducto
Néstor Kirchner corre riesgos de su ejecución?
Y para atacar la cuestión de la energía, es necesario discutir la raíz de la cuestión, que no es
otra cosa que establecer cuáles son los costos que tienen las empresas que producen y generan
energía. Sólo a partir de un examen sobre los costos de las productoras hidrocarburíferas y las
generadoras eléctricas podremos establecer valores justos y razonables.
Sólo en este contexto se podrán equilibrar las cargas y poder compatibilizar el esfuerzo fiscal a
través de los subsidios y el esfuerzo ciudadano con el pago de tarifas justas y razonables, donde
las empresas del sector tengan ganancias igualmente justas y razonables y no las ganancias
extraordinarias como las obtenidas durante los últimos años.
En el memorando el Gobierno se compromete a segmentar las tarifas que pagan los usuarios
residenciales con mayor capacidad de pago. Cualquier política que se tome en relación al valor
tarifario que no conlleve una seria discusión sobre los costos de la energía torna engañosa a la
misma.
Aun así, los sectores de ingresos altos tienen derecho a pagar una tarifa justa que refleje los
verdaderos costos, y no las exorbitantes ganancias derivadas del tarifazo del macrismo y que
como corolario terminan agrandando las ganancias millonarias de las empresas energéticas.
No se trata entonces de estar de acuerdo o en desacuerdo con la medida sino con el origen. Sin
embargo, aun siguiendo la lógica del memorando, la segmentación puede ser entendida como
una política de equidad, pero marginal en términos macroeconómicos. Está escrito: significaría
una reducción del 0,06% del PBI.
Seguramente si ajustamos las tarifas a los verdaderos costos, entonces habría una
reducción significativa de los subsidios.
Ahora, para el resto de los usuarios residenciales se establece una fórmula de actualización que
se encuentra desacompasada en el tiempo.
La ley 27.443 fue sancionada por el Congreso de la Nación en el año 2018, declaró la emergencia
tarifaria hasta el 31 de diciembre de 2019. Fue una ley que se generó a partir de los tarifazos
que Macri aplicó a los servicios públicos desde 2016. Fue un intento por morigerar los perniciosos
efectos de las tarifas impagables sobre las y los usuarios residenciales. Incluso se estableció en
la norma un crédito a favor de los usuarios por diferencia entre lo efectivamente pagado por los
servicios y el monto actualizado por el Coeficiente de Variación Salarial (CVS).
Esa norma transitoria, finalizaría el 31 de diciembre de 2019. No es necesario abundar
demasiado para recordar los años macristas donde los salarios fueron a la baja, que perdieron
en términos reales casi una cuarta parte durante dicho cuatrienio. De allí que la aplicación de
dicha variable para ajustar las tarifas venía a poner freno a los tarifazos que, a la
finalización del mandato de Macri, se encontraron por encima del 3000%, como se dijo más
arriba.
Dicha norma fue dictada en un momento histórico determinado, que buscaba morigerar los
efectos perniciosos de los aumentos tarifarios sobre la población.
Aquel momento histórico no es este. No resulta posible, en atención a la realidad social que vive
la población, actualizar en el 2022/2023 las tarifas de los servicios públicos para los usuarios
residenciales en el orden del 42,72% y de los beneficiarios de tarifa social en un 21,36%.
Seguirá generando expectativas inflacionarias a las ya actualmente existentes. Según la última
medición del Indec, en el primer semestre del 2021 el 40,6% de la población se encontraba bajo
la línea de pobreza7. Con estos guarismos, no hay capacidad social para absorber aumentos
tarifarios como los proyectados. Y la norma invocada para fijar la fórmula de dichas
actualizaciones fue pensada para morigerar los efectos de dichos aumentos, no para
potenciarlos.
Por eso, insistimos, se pretende aplicar a destiempo una ley que hubiera resultado de gran alivio
para la sociedad en el momento de su sanción, que lamentablemente el veto de Macri lo impidió.
En el Memorando Técnico de Entendimiento se puede leer, dentro del capítulo “Otras
definiciones relevantes para la condicionalidad del programa”:
“39. Monitoreo: Se remitirán al FMI datos del número estimado de
usuarios para cada categoría de usuarios, según se detalla más arriba,
7 https://www.indec.gob.ar/indec/web/Nivel3-Tema-4-46
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y los valores observados del PEST y PIST (también para cada una de
las categorías de usuarios).”
El corolario del capítulo de la energía, finalmente, es éste: la remisión al FMI de toda la
información de usuarios y de tarifas. Pareciera que el lugar de la audiencia pública ha
pasado a ser Washington. Ahora la audiencia pública para definir las tarifas de los servicios
públicos será con el staff del FMI.
En el punto 22, dicen que continuarán aplicando una política monetaria prudente y
proactiva. Agregan que al determinar la tasa de interés real se tendrán en cuenta indicadores
coincidentes y prospectivos de la inflación que se actualizarán mensualmente en comunicación
con el personal del FMI.
Este es un tema crucial, ya que hoy vimos que la inflación de febrero 22 fue de 4,7% y la
interanual es de 52%, ¿eso quiere decir que para las Mipymes y las empresas que dan
trabajo o contribuyen al crecimiento de nuestro pueblo y las familias que paguen sus
tarjetas de crédito, tendrán financiamiento mayor al 52%?, ¿No se continuarán con las
políticas de subsidios de tasas a valores menores que la inflación para no interrumpir el desarrollo
o crecimiento de estas pymes? Si es así, esta película la vimos hace poco, hace como cuatro
años, sin pandemia y sin guerras mundiales cerraban miles y miles de pymes por no poder
afrontar, en parte, la carga de sus deudas a tasas usurarias que llegaban al 120%.
El punto 24, sobre las leliqs, sostiene que utilizarán el instrumento como política de
esterilización, pero no dicen de qué manera irán disminuyéndolos. No indica si pondrán o no
parte de estos fondos que hoy ganan tasas reales favorables y sin ningún riesgo en pos de ofertar
créditos hipotecarios y/o prendarios que no sean los fracasos de los UVA.
En el punto 26, continúan reforzando la eficacia y equidad de nuestro régimen de gestión de
flujo de capital. En este punto hablan de mejorar la transparencia y supervisión. Una herramienta
posible es derogar la mera declaración a título estadístico de los pasivos y volver a la
obligatoriedad que se impuso en el 2004 que duró hasta fines del 2016, cuando el macrismo
lo cambió.
Ello es necesario, pero también deben implementarse medidas, insistimos, de coordinación con
otras áreas, para supervisar, analizar la trazabilidad de los ingresos y egresos de divisas, de
empresas de comercio exterior, sub y sobre facturación de exportaciones e importaciones,
respectivamente, préstamos entre partes vinculadas, entre otras maniobras que alteren las
reservas del Banco Central y en definitiva, apunten a controlar la fuga de capitales.
La posibilidad de penalizar la fuga o formación de activos externos de capital, en el régimen
penal cambiario y tributario; y de agilizar los procesos sumariales que efectúa el BCRA,
por la falta de liquidación de divisas en el MULC. Sumarios que duermen en el sueño de los
justos, sin efectos devolutivos que los concienticen en actuar conforme dicte la ley o la normativa
cambiaria del país.
En relación a los flujos de capitales especulativos, los valores de las acciones de los bancos
sí van a subir, porque con la tasa de interés que les vamos a dar van a ganar mucha más plata.
Dólar planchado y tasa de interés por las nubes. Es la vuelta de la bicicleta financiera.
Ya que estamos, en el punto 27, se acuerda que para diciembre de 2022 se va a revisar el
control sobre los flujos de capitales con vistas a relajar gradualmente las medidas de gestión
vigentes. Solo entre mayo de 2018 y fines de 2019 hubo 45.000 millones de dólares de formación
de activos externos, o sea, fuga. Es como si no aprendiéramos nada.
En el marco de las políticas monetarias y cambiarias, que se esbozan en el punto 28, se
realizará un análisis integral del BCRA y que se basará en las recomendaciones de la evaluación
de salvarguardias del FMI para mejorar –supuestamente- la posición financiera de la institución.
¿Por qué tendríamos que confiar ahora en las recomendaciones que nos puede hacer el
Staff del FMI? Según los reglamentos del FMI está allí prevista la imposibilidad de pagar en más
plazo. Nos dicen que es contra el reglamento del Fondo acordar un plazo mayor de 10 años para
el repago del previsto en el Acuerdo de Facilidades Extendidas.
Pero resulta que también era contrario a los reglamentos el préstamo que le dieron a Macri, que
representaba 1277 % de la cuota de la REPÚBLICA ARGENTINA en el Organismo, a devolver
en 36 meses. ¡Diez por ciento del PBI nos prestaron! A fines de 2019, el préstamo otorgado a
Argentina representaba el 47,6% de la cartera del FMI. Lo dijo la propia auditoría que encargó el
FMI en sus conclusiones.
Macri debió haber renegociado la propia deuda que había emitido, poner un cepo y tener un plan
antiinflacionario. Nada. Fuga de capitales y suba meteórica de la pobreza. Muchos prefieren no
acordarse, pero Macri reintrodujo el control de capitales por el DNU 609/2019, después de
perder las elecciones. Si no lo hacía no llegaba al 10 de diciembre. Las reservas del BCRA
“2022 - Las Malvinas son argentinas”
17 de marzo de 2022 Sesión especial Pág. 196
21 Final: Sincericidio
Para finalizar, permítame traer a colación el punto 33 en donde existe un sinceramiento sobre la
dependencia que tendremos ante el FMI, afirmando que este memorando tiene establecido las
políticas a seguir, pero ante cualquier inconveniente consultaremos con el FMI sobre la adopción
de estas y otras medidas y en forma previa a cualquier revisión a las medidas contenidas.
Por último, debemos -entre todos los argentinos y argentinas- definir de dónde va a salir la
plata para pagar los 45.000 millones más los intereses y sobre cargos que posiblemente
alcancen la suma de casi 58.000 Millones de Dólares. Previendo que este acuerdo se va a
poner en práctica, esperamos que el mayor peso del esfuerzo no recaiga en los sectores más
postergados, en los jubilados, en la clase media, en los trabajadores que cobran sueldos por
debajo de la línea de pobreza.
En la Argentina hay sectores privilegiados que ganaron con el programa económico de Macri,
que además ganaron mucho dinero durante la pandemia y que incluso están ganando más con
los precios ajustados producto del conflicto en Ucrania.
En definitiva, hay que ir a buscar allí los fondos necesarios para cubrir los compromisos que,
desde ya, anticipo que no van a poder cumplirse ni siquiera cuando la recaudación crezca como
se prevé en el memorando.
En nuestro país, según lo informa el INDEC existen casi 300.000 Millones de Dólares de
residentes argentinos fuera del sistema fiscal y sin declarar. Es hora que dejemos de lado los
análisis técnicos de expertos en finanzas y economía, informes de relevamiento, visitas del Staff
a nuestro país… y pongamos toda la fuerza en localizar todo o una parte de los dólares que se
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han sido producto de ganancias obtenidas en nuestro país, y que se encuentran fuera del sistema
y sin declarar.
El FMI, luego de la simpleza y liviandad con la que actúo al otorgar el préstamo, sea colaborador
de la Argentina y coopere para la captación de dichos fondos.
En conclusión, estamos ante la presencia de documentos con un memorando en donde se
detallan políticas económicas, sociales, financieras, fiscales y cambiarias en donde si el FMI lo
desea, puede en cinco minutos, cambiar absolutamente todo y dejarnos sometidos a su propia
voluntad.
Podríamos haber redactado un proyecto de un solo artículo que diga: “Estas son nuestras
propuestas para los próximos 10 años, si al FMI no le gustan, adoptamos las medidas que
ellos deseen imponer”.