ORALE INDITA, COPLAS.
Por su tono y su desdeño hoy la siento muy ingrata
Hombre.
Vámonos pa’ lo obscurito mi alma
Porque aquí hay muchas personas
No quiero que me desprecies sabiendo
Que estás buenona, y lo único que quiero
Es que mi pajarito coma.
Mujer.
Si me pongo mas bonita que te importa
A ti tilcuate, no vayas a querer probar este rico
Chocolate.
Porque pulgas como tú
No brincan en mi petate.
Hombre.
Me gusta el tequila en jarro y el
Quesito oaxaqueño, me gusta
Probar lo ajeno y verle la cara
Al dueño.
Mujer.
Ya te he dicho que no te quiero
Y me sigues buscando el modo
Con el hombre que yo vivo, tengo
Amor y tengo todo.
Yo no cambio el agua sucia para
Revolcarme en el lodo.
Hombre.
Negra te lo estoy pidiendo y no
Me lo quieres dar.
Que tanto lo cuidas mi alma
Si al cabo lo vas a usar.
Mejor dámelo ahorita, no se te
Vaya a oxidar.
Mujer.
Pa´que le juegas al león si luego
Te vuelves gatito, presumes tu
Animalote y sale un gusanito.
Hombre.
Pregúntale a las mujeres
Que han probado este chilito,
Soy como el chile costeño que te
Abre el apetito, vamos a lo obscurito
Y verás que rico pico.
Mujer.
Me quisiste apantallar con tu chile
Jalapeño y a la hora de probar no me quitaste
Ni el sueño, ese chile ya no pica, yo solo como
Chile costeño.
Hombre.
Ya se le olvido a esta negra que se enrollaba en esta
Reata.
Mujer.
En la costa hay mucha riata, porque hay mucho
Ganadero, la riata que yo quiero la compro con
Mi dinero, para taparte ese gran pico y quitarte
Lo argüendero.
Hombre.
En la cárcel de Oaxaca corre el agua muy salada
Prefiero besar al perro que a esta hija de la chingada.
Mujer.
Por debajo corría el agua y era agua muy fría, pensabas
negro lindo que está mujer te quería, tú hay de pendejo
mientras que el otro venía
Hombre.
Ya tengo listos los dientes pa´ chingarme esa rica dona
Y llevarte a lo obscurito, que es lo que a mí me apasiona.
Mujer.
Ya no quiero darte pan, porque ya estás engordando
ya lo tuyo no lo miras, la panza lo está tapando, guárdate
ese cuchillito, no te canses de afilarlo.
Hombre.
La otra noche entre a tu cuarto y que se me apaga
La velita, y ya en la confusión que me chingo
A tu abuelita, y hasta las gracias me dio por la
desarrugadita.
Mujer.
No te preocupes mi negro, si te chingaste a mi abuelita
Porque yo en lo obscurito que me chingo a tu abuelito
Y me salió más cabrón que su pinche nietecito.
Cuentos cortos de amor.
Hoy en la ciudad de México todos amanecieron con
azúcar en los labios, solo lo supieron ellos porque al
despertar se dieron un beso.
Era hombre porque tenía un tic, si hubiera tenido un tac,
sería un reloj.
El niño salió a recreo, miro a la niña que le gustaba y echo
a correr.. anda detenme mi avioncito, detenme mi
avioncito, pero yo por qué? ¿Yo por qué?, porque para
mí, tu eres mi cielo.
Él la amaba tanto, le gustaba tanto, que cuando se
despedían y ella daba vuelta a la esquina, él quería
desdoblarla para seguirla mirando.