Está en la página 1de 12

Las clases por fin habían terminado y comenzaba el verano, tanto para Isa como para Izan, lo que

ellos no sabían, es que les esperaban unas vacaciones de un mes en Puerto Banús (Marbella), iban
a una gran casa vacacional que el padre del chico tenia allí. Isa aun estaba con el corazón partido
en dos por todo lo ocurrido con Izan y Clara, a esta última no había vuelto a dirigirle la palabra y a
Izan, lo trataba lo justo y necesario para mantener la armonía del hogar. El seguía destrozado, sin
ganas de nada, a penas y salía de su habitación para comer, casi no se lo veía por la casa, ni con
ninguna de sus conquistas.

Antes de partir se despidió debidamente de su mejor amiga y de Simón, la nueva conquista que
había aparecido en su vida, cabe aclarar que a Isa le gustaba bastante, pero su corazón le seguía
perteneciendo entero a su hermanastro, a pesar de guardarle rencor, lo seguía amando
desenfrenadamente. También intento contactar con David, para despedirse y aclarar un par de
cosas que debía decirle, pero también se había ido con sus padres de vacaciones, así que lo dejo
pendiente hasta su retorno.

Había llegado el día de partir, hacia las bien merecidas vacaciones, lo único que Isa lamentaba era
que iba a tener que compartir un mes, junto a la persona más odiada y a la vez mas amada por
ella, definitivamente, no iba a ser fácil.

-Apúrate Isa, se nos hace tarde niña! - Exclamo su madre desde la plata de abajo.

-Ya voy! Estoy terminando de hacer la maleta!

En eso entra Izan a su cuarto.

-Isa...

-Que quieres? No ves que estoy ocupada?

Pensamiento de Isa: "Quisiera decirle que lo extraño tanto"

-Vas a tratarme así todas las jodidas vacaciones?

Pensamiento de Izan: "Quisiera decirle que la amo tanto"

-No voy a tratarte y punto, tu harás tu vida y yo he de hacer la mía.

Pensamiento de Isa: "Quisiera decirle que solo puedo ser feliz con él"

-Mejor voy yendo abajo, no soporto que me digas estas cosas - Respondió el.

Pensamiento de Izan: "Quisiera decirle que no se enamore de otro, quisiera pedirle que no me
olvide, que me perdone"

El viaje iba a ser eterno más de 6 horas en el coche cerca de él, oliendo ese perfume suyo que
tanto le gustaba. Le dolía tenerlo tan cerca y a la vez tan lejos, pero él se lo había buscado, por
haberla engañado de esa manera, nunca se lo podría perdonar, aunque se muriese por besarlo y
tenerlo entre sus brazos. Miraba por la ventanilla del coche intentando evitar esos ojos que hacían
que se perdiera. Él era la única persona que podía hacerla templar con tan solo rezarle. Se
sumergió en aquel paisaje recordando aquella noche, la noche que marco su piel con su cuerpo, la
noche que durmieron abrazados, aquella mañana que la recibió con un beso en la cocina, por unas
horas se sintió la mujer más feliz del universo, y sin embargo ahora, se sentía vacía y tan solo
aquellas horas que pasaba junto a Simón, hacía que se olvidara de su sufrimiento.

-"simplemente soy un imbécil" - pensó, mirando por la ventana del coche, con desprecio hacia sí
mismo. Realmente no sabía qué hacer consigo mismo, ya que cuando se conocieron fue casi igual
a la situación en la que se encontraban ahora. Con tan solo mirarla, su cuerpo se encendía. Y ahora
solo la miraba, no podía apartar su mirada de ella. Pero sabía que lo evitaba, Isa se rehusaba a
verlo. Sus ojos veían el paisaje de la ruta, tratando de concentrarse en él y no en la penetrante
mirada que Izan, tenía sobre ella.

Un calambre recorrió su espalda, haciendo que saliese de sus pensamientos. Izan se había atrevido
a colocar una mano sobre la de ella, haciéndole una leve y suave caricia, ella lo miro y sin
delicadeza alguna la separó y le lanzo una mirada cargada de odio y furia, el se estremeció al
notarla tan fría, pero se lo merecía por capullo.

-Escúchame bien, porque no lo voy a repetir, si vuelves acercarte a mí, no me haré responsable de
lo que pueda pasar- Se lo dijo susurrándole al oído, para que sus padres no oyeran, con tanto odio
y frialdad, que el chico, volvió a hacerse para atrás por instinto.

De vez en cuando Izan se quedaba mirándola de reojo, era imposible no hacerlo. Como podía
olvidarla? O sacarla de su mente? Y más como le hacía entender a su corazón que no la volvería a
tener. Sus padres anunciaron que pararían a comer algo en el área de servicio, así estirarían las
piernas, después de 3 horas de viaje.

Isa se dirigió al baño e Izan la siguió tenía que hablar con ella, aunque no quisiera. Cuando
entraron al aseo Izan la empujo al interior de uno de los box.

- Que haces? Te has vuelto loco? – dijo intentando sacarlo del box.

- Mira estoy cansado de que me ignores y por las buenas o por las malas, tendremos que
hablar.

- Yo no tengo que hablar nada contigo, ya te dije todo lo que te tenía que decir.

- Que no ves que ese es el problema, que tú hablaste y yo no pude.

- Vale pues hablar, pero date prisa.

- Lo siento.- dijo agarrándola de la mano.

- Esa ya me lo habías dicho.- soltó mientras que intentaba quilar la mano de Izan de la suya.
- Mira sé que esto no es cómodo para ti, asique solo te are una pregunta, pero quiero que
me la respondas mirándome a los ojos y con el corazón.

- Mira, te responderé lo que me dé la gana, suéltala de una vez.

- ¿aun no me quieres?

Isa se quedo paralizada no sabía que responderle, ¿Qué se lo quería? Claro que lo quería, moría
por él, pero después de todo lo que había pasado…

- Porque no me contestas?

- La verdad?

- Claro.

- Porque no me da la gana déjame salir.- intento apártalo de la puerta.

- No saldrás de aquí hasta que no me contestes.

- Déjate de juegos por favor.

- No es un juego, me quieres tanto como yo a ti?

- Claro que te quiero, pero…

Izan no le dejo acabar de hablar, se acerco a ella agarrándola de la nuca y besándola, probando
esos labios que tanto extrañaba. Isa no se lo podía creer, porque hacía eso? Pero su corazón le
jugó una mala pasada, depositando sus manos en la cintura de él, le devolvió el beso, que poco a
poco se fue volviendo más apasionado. Un ápice de cordura volvió a Isa que lo empujo.

- No te cansas de hacerme daño?- dijo intentando controlar las lagrimas que se habían
depositado en sus ojos.

- No quiero hacerte daño, porque no entiendes que lo único que quiero es hacerte feliz.

- Perdiste tu oportunidad en el momento que te acostaste con Clara y encima me lo


ocultaste.

- Isa perdóname por favor, los celos me cegaron.

- No quiero escusas, nunca podre perdonarte una cosa como esa, aunque me muera por
estar contigo, haré lo posible por olvidarte. – diciendo esto, lo aparto a un lado y salió del baño.

Saliendo del baño, Isa se encontró a su madre, y le dijo que no se encontraba muy bien, si abría
algún problema en que se pusiese ella de copiloto haber si así empezaba a encontrarse mejor. Se
subieron en el coche e Izan pudo ver que las palabras de Isa iban muy enserio quería olvidarse de
él, aunque tenía una pequeña esperanza, ya que ella le había dicho que lo seguía queriendo.
Por fin llegaron a Puerto Banús, al ver la lujosa casa madre e hija quedaron sorprendidas era
espectacular, el jardín trasero tenía acceso directo a la playa. Cuando acabaron de recorrer la casa,
colocaron todas las cosas, cada uno en su habitación, se pusieron ropa cómoda, ya que tendrían
una comida, con un importante empresario de la zona e intimo amigo de Raúl e iría acompañado
de su familia.

Cuando llego el amigo de Raúl junto a su familia, Vicky subió a avisar a los muchachos. Los dos
bajaron y una chica rubia con un cuerpo de infarto se abalanzo sobre Izan, haciendo que Isa
apretara los puños con fuerza, se realizaron las presentación y esa hermosa muchacha era Daniela
que iba acompañado junto a su mellizo Pablo y sus padres. Pablo quedo sorprendido con la belleza
de Isa que no le quito el ojo durante toda la comida que fue servida en el jardín trasero. Los cuatro
jóvenes se fueron conociendo y haciendo planes para pasar esas semanas que iban a pasar en
Marbella. La comida paso entre bromas y risas, hasta que la familia de los mellizos se fue, no sin
antes quedar con Isa e Izan a la mañana siguiente en el club para pasar un rato agradable.

Isa y su madre se dispusieron a dar un paseo por la playa para conversar, ya que desde hacía
mucho no lo hacían.

- Hija, perdona si me meto en tu vida pero, estas bien? llevas una semana algo extraña.

- La verdad que no lo estoy pasando muy bien últimamente.

- Que te pasa Isa? cosa de chicos imagino.- acoto la madre pasándole un brazo por los hombros.

- Si mama imaginas bien, hace algún tiempo que conocí a un chico y estoy muy enamorada de él,
pero me ha traicionado.

- Cuéntame que ha pasado. La verdad que llevaba un tiempo notando algo, esa alegría tuya de los
ojos se había borrado y tu sonrisa no es la misma.
Isa le conto a su madre todo lo que había ocurrido, pero ocultándole que él chico del que se había
enamorado era su hermanastro. Mientras contaba la historia a su madre, ella no puedo evitar que
unas cuantas lágrimas recorrieran sus mejillas, haciendo que su madre la consolara.

- Dios hija eso es horrible, como pudo Clara hacerte algo así?

-No lo sé mama, siendo amigas desde hace tanto tiempo, nunca imagine que me pudiera hacer
semejante cosa, pero bueno dentro de lo malo, siempre hay algo bueno.

- A que te refieres?- dijo con cara de sorpresa.

- Bueno desde que descubrí la traición, hay un amigo que me está ayudando mucho, se saca a
comer, al billar, damos paseos, y la verdad que estando con él hace que por un rato me olvide de
lo malo.

- Eso es bueno hija, dicen que un clavo saca otro clavo, aunque no es una idea que me agrade, si a
ti te está ayudando para estar mejor me alegra hija. Sabes que siempre podrás contar conmigo
para lo que te haga falta.

- Gracias mama, eres la mejor.- diciendo esto madre e hija se fundieron en un abrazo.

Las dos siguieron dando un paseo por la playa, hablando de distintos temas y riendo por tonterías.
Las dos se sentaron en unas dunas para poder contemplar, la magnífica puesta de sol.

- Mama todo esto parece irreal, es tan bonito.

- Si hija, es perfecto.

- Tu como estas, te queda muy poquito para dar el sí quiero.- dio burlándose de ella.

- Estoy nerviosa, no lo voy a negar, pero Raúl me hacen tan feliz, hacía mucho que no me sentía
tan dichosa, pero para serte sincera Raúl y yo nos planteamos el dejarlo al ver que las cosas entre
Izan y tu no iban bien, pero poco a poco os lleváis mejor y eso nos ha unido mucho.

- Sabes que por ti hare cualquier cosa, incluso aguantar a ese niño.

- Me alegra tener una hija como tú, te quiero mucho.

- Yo también te quiero mama.

Poco a poco volvieron a casa, Vicky se arreglo, pues habían quedado con unos amigos de Raúl y
este quería presentar a la que sería su futura esposa en poco más de mes y medio. Isa se
encontraba terriblemente cansada, por el largo viaje y la comida, solo quería dormir para no
pensar, pero antes pensó en una relajante ducha, agua caliente cayéndole por todo el cuerpo,
para des estresar su cabeza.
Fue hacia el baño, mientras se calentaba el agua de la ducha, fue desvistiéndose poco a poco,
cuando con la mano verifico que el agua estaba a la temperatura ideal, se metió en la ducha.

Mientras masajeaba su pelo, moviendo el cuello de un lado a otro en señal de relajación, sus
pensamientos no tardaron en aflorar...Izan, Izan, Izan, de nuevo, maldita sea.

-Obedéceme cerebro y no pienses en el- Se dijo a si misma.

Absorta en sí misma, no escucho la puerta del baño, abrirse lentamente, cuando esta se cerró,
salió de su viaje mental y cayó a tierra.

-Izan, sal de aquí en este momento!

-Quiero ducharme...

-Bien, no estás viendo que yo estoy duchando primero? Espera tu turno tío.

Izan le hiso una sonrisa burlona y comenzó a desvestirse frente a ella.

-Pero qué coño haces!

-Te dije que quería ducharme...

-Y yo te dije que esperes tu turno joder!

-Me apetece ducharme contigo.

-Que cabrón eres, joder...me saldré ya mismo de aquí y le diré a mi madre que estas acosándome.

-Lo harías?- Dijo ya poniendo un pie, para meterse en la ducha, totalmente desnudo.

-Claro que lo haría gilipollas, ni te atrevas a...

Pero fue demasiado tarde porque Izan ya se encontraba en la ducha junto a ella, frente a frente,
piel a piel.

-Izan, vístete ya mismo, o me he de ir yo.

-No te dejare ir...

-Me estas amenazando niñato?

-No...Te estoy suplicando que te quedes conmigo.

-Pues que pena, porque yo no quiero quedarme contigo ni de coña- Dijo poniendo un pie fuera de
la ducha para alcanzar la toalla y salirse.

-No puedo estar sin ti...me quemas por dentro- Le susurro Izan, tomándola por la cintura y
apoyándose en su espalda para que no se fuera.
-Tío, tú no te cansas de tanta cursilería barata?

-No es cursilería...es lo que siento aquí adentro, te tengo a ti aquí dentro, joder!- Exclamo
colocando una mano de Isa en su empapado pecho.

-Entonces ódiame, como me odiabas antes, yo he de hacer lo mismo.

-Tú no entiendes que nunca te he odiado? Te has metido en mi puta cabeza desde que te vi, solo
que era lo bastante orgulloso para aceptar el amor, pero bueno...veo que no soy el único.

-Estoy comenzando a perder la paciencia Izan...no me dejaras ni ducharme en paz?

-Me muero de ganas de hacerte el amor, aquí mismo- Dijo, dándole un tirón para meterla
nuevamente en la ducha bajo el agua, terminando la frase casi sobre los labios de Isa.

-Déjame...- Sollozo Isa.

-No puedo...Isa te amo, como quieres que te lo demuestre, hare lo que tú quieras.

-Quiero que me sueltes.

-Dime que no te mueres por sentirme ahora mismo, dímelo...

-No.

-Pero mira como estas, estas temblando agitada...

-Basta Izan, basta.- Y apartándolo bruscamente salió de la ducha, colocándose la toalla, dejándolo
solo allí, bajo el agua.

Luego del episodio de la ducha, ambos quedaron encerrados en sus respectivos cuartos.

La luna iluminaba el cielo, había comenzado a lloviznar un poco, Isa tirada en su cama, en medio
de la oscuridad de su habitación, pensando soñando, recordando, sufriendo.

-¿Por qué no puedo olvidarte?- Pensó.

E Izan en su cuarto, otro tanto, tenía solo el pantalón del pijama puesto, estaba con el torso
desnudo, mirando por la ventana, la sutil llovizna que había comenzado a caer.

-¿Por qué no permites que me acerque a ti?

Aunque siempre tenía una contestación para los desplantes de Isa, le dolía mucho que tratara de
humillarlo cada vez que podía, el hecho de que lo odiara de esa manera, lo hacía sentirse morir.

-La lluvia será la única cómplice de lo que siento por ti.- Volvió a pensar Isa, recordando el
suceso de hacia un rato.
Metió su mano suavemente por debajo de sus bragas, comenzó a masajear su intimidad con
suavidad.

-Al menos en mis pensamientos, estás conmigo.- Murmuro Izan.

Apretaba los ojos, una lágrima escurría por su mejilla, quería sentir que de verdad ella estaba con
él, que no era solo una loca fantasía de su retorcida mente. Se la imaginaba ahí, frente a él, como
hacia un rato, mojada, en la ducha, en sus brazos.

La imaginaba, pidiendo sus besos, su cuerpo y su amor. No pudo evitar excitarse un poco, cuando
sintió como su miembro se ponía un poco tieso, con esa clase de pensamientos, pero no podía
ocultarlo, al menos en la soledad de su habitación y de la noche, no podía evadir más esa
sensación, debía descargarse.

-Como dueles Izan...- balbuceó Isa.

Mientras metía el primer y el segundo dedo hasta el fondo de su sexo, pero a la vez se sentía tan
bien, pensar en Izan, entregado a ella, en esa maldita ducha, aunque estuviera muy enfadada con
él, no podía dejar de volverse loca al imaginarlo.

-Si estuvieras aquí, no me sentiría tan culpable por hacer esto.- Volvió a pensar Izan.

Un ligero suspiro se escapó de su boca, ahora más ahogado por el placer mezclado con dolor que
sentía. Comenzó a aumentar el ritmo con el que masturbaba su miembro, cada vez más rápido y
con mayor fuerza. Cada vez que subía y bajaba su mano, aumentaba el frenesí.

-Ahhh...- Gemía Isa ansiosamente.

Continuó con la práctica, cada vez mas rápido, hasta sentir esos espasmos que hacía poco había
comenzado a experimentar.

-Te amo tanto...- Manifestó la chica, entre jadeos, mientras se corría.

-No importa si me odias, no te dejaré ir.- Dijo Izan, imaginándose a Isa frente a él.

No pudo más y se corrió, sintió una enorme oleada de placer, como si flotase en el aire, Arqueó un
poco el cuerpo, sintiendo como ardía su mano.

-Gilipollas...- Susurro Isa, mientras se acomodaba para dormir.

Cuando Isa despertó, unos rayos de sol brillantes entraban por su ventana. Bajo corriendo a
desayunar, pues en poco más de una hora había quedado con Pablo y Daniela y tenía que intentar
evitar encontrarse a solas con él. Teniéndolo cerca no sabía lo que podría pasar, si su
subconsciente le volvería a jugar una mala pasada. La jugada no le salió bien, ya que cuando entro
por la puerta de la cocina ahí estaba el esperándola con ropa de deporte.

- Estas preparada?
- No ves que no, voy en pijama.

- Te queda perfecto.- le susurro al oído cuando paso por su lado.- No tardes mucho en
vestirte, en media hora salimos para el club, mi padre nos ha dejado el coche.

- Que ilusión.- susurro para ella misma de forma irónica.-No hace falta que me lleves tu,
Pablo ha de venir a desayunar y me iré con el, me voy a vestir, con tu permiso.

- Desde cuando tanta confianza con el empollón ese?

- Empollón? Pensé que era tu amigo.

- Pues no lo es, y menos si te come con los ojos.

- Pero que cojones dices…

- Digo lo que vi anoche, o me vas a decir que tu no te has dado cuenta, que le caía la baba
por ti?

- No todos son como tu.

- Y como soy yo Isa?

- Mira ya basta vale? Voy a vestirme.

Izan también se dirigió a su cuarto a cambiarse, coloco algo de música y se quedo allí. Después de
un rato, cuando bajo al jardín no se lo podía creer, Pablo e Isa sentados allí, desayunando, se
acercó a ellos, con cara de pocos amigos, a los dos se les veía muy sonrientes.

- Buen provecho.- dijo Izan mirando a Iza.

- Que haces aquí?.- soltó Isa mientras acababa de masticar un trozo de fresa.

- Bueno es mi casa, y tu que haces aquí?.- dirigiéndose a Pablo.

- Quede con Isa en desayunar juntos y para que no tuviese que madrugar hablamos con tu padre
y nos dio permiso para hacerlo aquí.- dijo Pablo.

- Si, si, ya lo se, que poca vergüenza Isa, hace poco mas de 3 semanas que lo dejaste todo con el
chico ese al que tanto querías y ya estas coqueteando con otro.- dijo Izan.

- Celoso?- dijo Isa.

- Y por qué tendría que estarlo?- dijo Pablo.


- Porque es un idiota, que nos esta fastidiando el desayuno.- dijo Isa.

- Si lo soy, por joderla con la persona que quería, sin saber que ella a mi también me amaba.-
sentencio Izan.

- Reconquístala.- acato Pablo.

- No mejor que no lo haga, no tiene ningún tipo de oportunidad con ella.- dijo Isa.

- Como estas tan segura?- dijo Pablo.

- Porque soy mujer, se como debe de sentirse, y yo en su lugar, haría lo que haga falta por sacar a
este gilipollas de mi vida.- dijo Isa.

- Eso ya lo veremos, mientras tiemble en mis brazos, tengo oportunidad.- dijo Izan, echándole una
mirada fulminante a Isa.

- Tú nunca la amasteis.- dijo Isa.

-Si la amo.

-No la amas, la engañasteis.- Dijo Isa tajante.

-Si que la amo.- Sentencio Izan.

-Mentiroso gilipollas.- dijo ella, mientras se levantaba de golpe tirando la silla.

-Bueno, bueno! Que coño os pasa a vosotros!- Exclamo pablo.

-Nada Pablo, disculpa, es que mi hermanastro puede ser un tanto irritante a veces.

-Vale Isa, pero no es para que os pongáis así, joder.

-Tienes razón, ya nos vamos al club?

- Isa te he dicho que yo puedo llevarte.- Reitero Izan.

- Y yo te dije que ya he quedado con Pablo.

- Pero Isa...

- Vámonos Pablo.- Y lo cogió del brazo, dirigiéndolo a la puerta de salida, quedando Izan echando
humo por la cabeza.

Salieron de la casa con destino al club y en el camino no hubo mucha conversación Isa estaba que
echaba fuego, pero que se creída, que podía amargarle todo aquello que hiciera, pues la llevaba
clara. Cuando llegaron al club, Daniela ya se encontraba allí esperándoles para jugar un partido de
tenis, pero tuvieron que esperar a que llegase Izan, jugarían Isa y Pablo contra Izan y Daniela. El
partido no fue justo, pues Isa no se le daba muy bien y lógicamente ganaron Izan y Daniela. Las dos
chicas fueron a los vestuarios a ducharse pues saldrían a comer Isa con Pablo y Daniela con Izan.
Ya en los vestuarios…

- Isa, no sabes lo que me gusta tu hermano, creo que después de la comida vamos a ir a
recordar viejos tiempo.- soltó de golpe Daniela.

- Como que ha recordar viejos tiempo.- dijo sorprendida Isa.

- Pues eso que me lo voy a volver a tirar, no sabes lo bien que lo hace.

- A que bien, pero a mí esas cosas no me importan, como bien comprenderás es mi


hermano.- intento cambiar de tema.- tu hermano está soltero?

- No seas anticuada, y no es tu hermano es tu hermanastro.- dijo recalcando las última


palabra.- no mi hermano está soltero y no te lo aconsejo es muy aburrido si quieres te presento a
unos amigos.

- No gracias, prefiero a tu hermano.

Las dos chicas acabaron de ducharse y arreglarse, cuando salieron de los vestuarios les esperaban
sus respectivas parejas para ir a los distintos restaurantes. Isa le mando una mirada asesina a Izan,
después de lo que se había enterado, seguro que se la volvía a tirar, era tan propio de él.

Cuando llegaron al restaurante Pablo le aparto la silla a Isa como buen caballero, pidieron la
comida y reían y divertían mientras esperaban la comida, cuando giro el rostro se encontró de
frente con él. ¿Qué la estaba siguiendo?.

- Mira Pablo ahí está tu hermana e Izan.- dijo mientras le indicaba con el rostro.

Los dos los saludaron pero se sentaron por separado. En la mesa de Izan, Daniela no hacía más que
provocar a Izan, pero este no le apartaba la mirada de encima a Isa, estaba sonriendo como con él
no lo hacía y eso hacía que le hirviera la sangre, hasta que Daniela le soltó la noticia.

- Izan corazón deja a tu hermana que disfrute y céntrate un poquito en mi. Sabes a tu
hermana creo que le gusta mi hermano, antes en los vestuarios me pregunto si tenía novia.

- Que te pregunto, que?

- Lo que has oído, yo creo que este verano tendrán una aventurilla mi hermano no deja de
pedirme consejo de que hacer para tener algo con ella. Sería genial tu y yo estaremos como todos
los veranos teniendo sexo en todas partes y ellos igual.

- Daniela, no te quiero ofender, pero este verano yo no hare nada contigo.

- Porque no? Ya no te pongo.- habló mientras una de sus manos iba de camino a la
entrepierna del muchacho.
- No es eso Daniela, pero he conocido a una chica y estoy enamorado de ella y no puedo
estar con otra chica. Seamos amigos, vale?

- Amigos? Será interesante.

La comida siguió, pero Izan se canso de ver como pablo tonteaba descaradamente con Isa y ella le
seguía el juego, cogió a Daniela de la mandíbula y la atrajo hacia el dándole un beso de escándalo,
Pablo que se dio cuenta se lo comento a Isa de forma divertida, cuando vio lo que estaba pasando
su cara le cambio, cuando Izan dejo de besar a Daniela miro fijamente la mirada en la mesa de Isa
donde se encontró con esos ojos esmeralda que habían entristecido.

También podría gustarte