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EXAMEN FINAL

DERECHO PENAL I: PARTE GENERAL


Nombre: CARTAGENA ALVAREZ ZENON CARLOS
¿Defina el Derecho Penal?
El Derecho Penal es un conjunto de normas jurídicas que limitan el poder
punitivo del Estado y definen determinadas conductas como delito o
como faltas, disponiendo la imposición de penas o medidas de seguridad.
Es utilizado en todo proceso de criminalización y como forma de control
social, y constituye el medio más enérgico del que dispone el Estado para
evitar las conductas que resultan más indeseadas e insoportables para la
sociedad. El Derecho Penal también puede clasificarse como objetivo y
subjetivo, y se compone de tres características autónomas: el Derecho
Penal sustantivo, el Derecho Penal formal y el Derecho Penal ejecutivo.
Además, las ciencias penales están integradas por la dogmática jurídico-
penal, la política criminal y la criminología.
¿Qué el poder punitivo?
El poder punitivo, también conocido como ius puniendi o potestad
punitiva del Estado, es el ejercicio de la coerción estatal que se manifiesta
a través del sistema penal. Es el medio más enérgico del que dispone el
Estado para evitar las conductas que resultan más indeseadas e
insoportables para la sociedad. Se trata de la facultad del Estado de
imponer penas y medidas de seguridad a los infractores, y constituye la
última ratio, es decir, se aplica cuando los otros medios del control social
resultan insuficientes. Sin embargo, es recomendable que se recurra al
derecho penal de manera reducida, pues el castigo penal supone
considerable daño social.
¿Qué es el delito?
El delito es una acción típica, antijurídica y culpable que se encuentra
contenida en todos los caracteres objetivos y subjetivos, como
diferenciales del delito. Es decir, se trata de una conducta que se
encuentra tipificada en la ley como delictiva y que es realizada por una
persona que tiene la capacidad de comprender la ilicitud de su acción y
que, a pesar de ello, decide llevarla a cabo. El delito es una de las
principales preocupaciones del Derecho Penal, ya que su comisión puede
generar graves consecuencias para la sociedad y para el infractor.
¿Defina el principio de legalidad?
El principio de legalidad es un principio fundamental del Derecho Penal
que establece que no hay delito ni pena sin ley previa que los establezca.
Esto significa que toda conducta que se considere delictiva debe estar
previamente tipificada en la ley, y que la pena o medida de seguridad que
se imponga debe estar establecida en la misma. Además, este principio
implica que la ley penal debe ser clara, precisa y accesible para que
cualquier persona pueda conocer cuáles son las conductas que están
prohibidas y cuáles son las consecuencias que se derivan de su realización.
De esta manera, se garantiza la seguridad jurídica y se evita la
arbitrariedad en la aplicación del Derecho Penal.
¿Defina el principio de Culpabilidad?
El principio de Culpabilidad es un principio fundamental del Derecho
Penal que establece que para que una persona pueda ser considerada
responsable de un delito, es necesario que haya actuado con culpabilidad.
Esto significa que el autor del delito debe haber tenido la capacidad de
comprender la ilicitud de su acción y de actuar de manera contraria a lo
que exige la ley. En otras palabras, la culpabilidad es la exigencia de que
el autor del delito haya actuado con conocimiento y voluntad de realizar
la conducta delictiva. Este principio se encuentra estrechamente
relacionado con el principio de legalidad, ya que la ley penal debe
establecer claramente cuáles son las conductas que están prohibidas y
cuáles son las consecuencias que se derivan de su realización. De esta
manera, se garantiza que la imposición de penas y medidas de seguridad
se realice de manera justa y proporcional.
¿Cuál es la edad de aplicación de la ley penal?
La edad de aplicación de la ley penal varía según el país y su legislación.
En general, se considera que la ley penal se aplica a partir de los 18 años,
que es la edad en la que se considera que una persona tiene plena
capacidad para comprender la ilicitud de sus acciones y para actuar de
manera responsable. Sin embargo, en algunos casos, como en delitos
graves o en casos de reincidencia, se puede aplicar la ley penal a menores
de edad. Es importante destacar que la aplicación de la ley penal a
menores de edad debe ser siempre excepcional y estar sujeta a medidas
especiales de protección y rehabilitación.
¿Explique si la ley penal es retroactiva y en qué casos?
El principio de legalidad establece que la ley penal no puede tener efecto
retroactivo, es decir, no puede aplicarse a conductas que se hayan
realizado con anterioridad a su entrada en vigor. Esto significa que una
persona no puede ser sancionada por una conducta que en el momento
en que la realizó no estaba tipificada como delito o que no estaba
sancionada con la pena que se le quiere imponer.Sin embargo, existen
algunas excepciones a este principio. Por ejemplo, en algunos casos se
puede aplicar la ley penal retroactivamente si la nueva ley es más
favorable para el acusado que la ley anterior. También se puede aplicar la
ley penal retroactivamente en casos de delitos de lesa humanidad o
crímenes de guerra, en los que se considera que la gravedad de los hechos
justifica la aplicación retroactiva de la ley.En resumen, la ley penal no es
retroactiva en la mayoría de los casos, pero existen algunas excepciones
en las que se puede aplicar retroactivamente si se cumplen ciertos
requisitos.
¿Cuáles son los filtros o elementos de la teoría del delito?
La teoría del delito se compone de varios elementos o filtros que permiten
analizar y determinar si una conducta es considerada delictiva o no. Estos
elementos son:1.Tipicidad: se refiere a que la conducta debe estar
descrita en la ley como delito.2.Antijuricidad: se refiere a que la conducta
debe ser contraria al ordenamiento jurídico.3.Culpabilidad: se refiere a
que el autor de la conducta debe haber actuado con conocimiento y
voluntad de realizar la conducta delictiva.4.Punibilidad: se refiere a que la
conducta debe estar sancionada por la ley con una pena o medida de
seguridad.Estos elementos son fundamentales para determinar si una
conducta es considerada delictiva o no, y su análisis permite establecer la
responsabilidad penal del autor de la conducta.
¿Qué es la acción en materia penal?
La acción en materia penal se refiere a la facultad que tiene el Estado de
perseguir y sancionar a las personas que han cometido un delito. Es decir,
es el derecho que tiene el Estado de iniciar un proceso penal contra una
persona que ha cometido una conducta delictiva, con el fin de investigar
los hechos, determinar la responsabilidad penal del autor y, en su caso,
imponer una pena o medida de seguridad. La acción penal es una
herramienta fundamental del sistema de justicia penal, ya que permite
garantizar la protección de los derechos de las víctimas y la sociedad en
general, así como la aplicación efectiva de la ley penal.
¿Qué se analiza en el tipo objetivo?
En el ámbito del derecho penal, el tipo objetivo se refiere a los elementos
objetivos que deben estar presentes en una conducta para que sea
considerada delictiva. Estos elementos incluyen la tipicidad, que se refiere
a que la conducta debe estar descrita en la ley como delito; la
antijuricidad, que se refiere a que la conducta debe ser contraria al
ordenamiento jurídico; y la punibilidad, que se refiere a que la conducta
debe estar sancionada por la ley con una pena o medida de seguridad. El
análisis del tipo objetivo es fundamental para determinar si una conducta
es considerada delictiva o no, y para establecer la responsabilidad penal
del autor de la conducta.
¿Cómo se aplica la Imputación Objetiva de la acción?
La Imputación Objetiva de la acción se aplica en el ámbito del derecho
penal para determinar si una conducta es atribuible a una persona en
particular. Para ello, se analiza si la conducta delictiva es objetivamente
imputable al autor, es decir, si existe una relación de causalidad entre la
conducta y el resultado producido, y si el autor ha creado un riesgo
jurídicamente desaprobado que se ha concretado en el resultado.En otras
palabras, se trata de determinar si el autor de la conducta ha creado un
riesgo jurídicamente desaprobado que ha producido el resultado, y si ese
riesgo era previsible y evitable por el autor. Si se cumple con estos
requisitos, se puede imputar objetivamente la conducta al autor y, por
tanto, se le puede atribuir la responsabilidad penal correspondiente.Es
importante destacar que la Imputación Objetiva de la acción es un
elemento fundamental en la teoría del delito, ya que permite establecer
la responsabilidad penal del autor de la conducta y garantizar la
protección de los derechos de las víctimas y la sociedad en general.
¿Qué es el dolo?
En el ámbito del derecho penal, el dolo se refiere a la intención o
conocimiento que tiene una persona al cometer una conducta delictiva.
Es decir, el dolo implica que el autor de la conducta tenía la intención de
cometer el delito o, al menos, conocía las circunstancias que hacían que
su conducta fuera delictiva y decidió llevarla a cabo de todas formas.El
dolo es un elemento fundamental en la teoría del delito, ya que permite
establecer la responsabilidad penal del autor de la conducta y determinar
la gravedad de la misma. En general, se considera que una conducta
cometida con dolo es más grave que una conducta cometida sin dolo, ya
que implica una mayor culpabilidad por parte del autor.Es importante
destacar que el dolo puede ser directo o indirecto. El dolo directo se da
cuando el autor de la conducta tiene la intención de cometer el delito y
actúa con ese propósito. Por otro lado, el dolo indirecto se da cuando el
autor de la conducta no tiene la intención directa de cometer el delito,
pero sabe que su conducta puede producir ese resultado y decide llevarla
a cabo de todas formas.
¿Qué es el error de tipo?
En el ámbito del derecho penal, el error de tipo se refiere a una situación
en la que el autor de una conducta delictiva comete un error en relación
a algún elemento objetivo o subjetivo del tipo penal. Es decir, el autor de
la conducta cree que está actuando de una manera que no es delictiva,
debido a un error en su percepción de la realidad.
El error de tipo puede ser invencible o vencible. El error de tipo invencible
se da cuando el autor de la conducta no tiene la posibilidad de conocer la
verdadera naturaleza de su conducta, debido a una situación de
ignorancia o desconocimiento. En este caso, el autor no puede ser
considerado responsable penalmente por su conducta.
Por otro lado, el error de tipo vencible se da cuando el autor de la
conducta tiene la posibilidad de conocer la verdadera naturaleza de su
conducta, pero no lo hace debido a una falta de diligencia o cuidado. En
este caso, el autor puede ser considerado responsable penalmente por su
conducta, aunque se puede tener en cuenta su error a la hora de
determinar la gravedad de la misma y la pena correspondiente.
¿Qué es la omisión propia?
En el ámbito del derecho penal, la omisión propia se refiere a una
situación en la que una persona tiene la obligación legal de actuar para
evitar un resultado delictivo, pero no lo hace. Es decir, la omisión propia
se da cuando una persona tiene el deber jurídico de actuar para evitar un
resultado delictivo, pero no cumple con ese deber y, como resultado, se
produce el delito.
Es importante destacar que la omisión propia se diferencia de la omisión
impropia, que se da cuando una persona no tiene la obligación legal de
actuar para evitar un resultado delictivo, pero decide hacerlo de todas
formas. En el caso de la omisión impropia, la persona no tiene el deber
jurídico de actuar, pero decide hacerlo por motivos éticos o morales.
En resumen, la omisión propia se refiere a una situación en la que una
persona tiene el deber jurídico de actuar para evitar un resultado
delictivo, pero no lo hace y, como resultado, se produce el delito.
¿Qué es la posición de garante?
En el ámbito del derecho penal, la posición de garante se refiere a una
situación en la que una persona tiene la obligación legal de actuar para
evitar un resultado delictivo, debido a su relación especial con la víctima
o con el bien jurídico protegido por la norma penal. Es decir, la posición
de garante se da cuando una persona tiene el deber jurídico de actuar
para evitar un resultado delictivo, aunque no haya sido ella quien haya
causado directamente ese resultado.
Por ejemplo, un padre tiene la posición de garante respecto a su hijo
menor de edad, ya que tiene la obligación legal de protegerlo y cuidarlo.
Si el padre no cumple con esa obligación y su hijo sufre un daño, el padre
puede ser considerado responsable penalmente por su omisión.
Es importante destacar que la posición de garante puede ser establecida
por la ley o por la propia conducta de la persona. En cualquier caso, la
posición de garante implica una mayor responsabilidad por parte de la
persona, ya que tiene el deber jurídico de actuar para evitar un resultado
delictivo.
¿Qué es la legítima defensa?
En el ámbito del derecho penal, la legítima defensa se refiere a una
situación en la que una persona utiliza la fuerza para defenderse de una
agresión ilegítima por parte de otra persona. Es decir, la legítima defensa
se da cuando una persona se defiende de manera proporcional y necesaria
ante una agresión ilegítima, con el fin de proteger su vida, integridad física
o bienes.
Es importante destacar que la legítima defensa debe cumplir con ciertos
requisitos para ser considerada como tal. En primer lugar, la agresión
debe ser ilegítima, es decir, no debe estar justificada por ninguna causa
legal. En segundo lugar, la defensa debe ser necesaria, es decir, no debe
haber otra forma razonable de evitar la agresión. Y en tercer lugar, la
defensa debe ser proporcional, es decir, no debe exceder los límites
necesarios para repeler la agresión.
En resumen, la legítima defensa se refiere a una situación en la que una
persona se defiende de manera proporcional y necesaria ante una
agresión ilegítima, con el fin de proteger su vida, integridad física o bienes.
¿Cuáles son los elementos del estado de necesidad?
En el ámbito del derecho penal, el estado de necesidad se refiere a una
situación en la que una persona comete un delito para evitar un mal
mayor. Para que se configure el estado de necesidad, es necesario que se
cumplan los siguientes elementos:
1. Existencia de un peligro actual o inminente: debe existir una situación
de peligro real y actual, o inminente, que amenace un bien jurídico
protegido.
2. Ausencia de otro medio para evitar el peligro: debe demostrarse que
no existe otro medio razonable y efectivo para evitar el peligro, que no
sea la comisión del delito.
3. Proporcionalidad entre el mal causado y el mal evitado: el mal causado
por la comisión del delito debe ser proporcionalmente menor que el mal
que se pretende evitar.
4. Inevitabilidad del mal causado: debe demostrarse que el mal causado
por la comisión del delito era inevitable, es decir, que no había otra forma
razonable de evitar el peligro.
Es importante destacar que el estado de necesidad es una causa de
justificación de la conducta delictiva, y solo se configura en situaciones
excepcionales y extremas. Además, la persona que invoque el estado de
necesidad debe demostrar que se cumplieron todos los elementos
mencionados anteriormente.
¿Qué es la inimputabilidad?
En el ámbito del derecho penal, la inimputabilidad se refiere a la
incapacidad de una persona para ser considerada responsable
penalmente por sus actos, debido a una enfermedad mental o trastorno
psicológico que le impide comprender la ilicitud de su conducta o actuar
de acuerdo a esa comprensión. Es decir, una persona inimputable no
puede ser juzgada ni condenada por un delito, ya que no tiene la
capacidad mental para entender la naturaleza y consecuencias de sus
acciones. La inimputabilidad es una causa de exclusión de la
responsabilidad penal y puede ser declarada por un juez o tribunal en
base a un informe pericial psiquiátrico o psicológico que demuestre la
existencia de una enfermedad mental o trastorno psicológico que afecte
la capacidad de la persona para comprender la ilicitud de su conducta.
¿Qué es el error de prohibición?
En el ámbito del derecho penal, el error de prohibición se refiere a una
situación en la que una persona comete un delito sin saber que su
conducta está prohibida por la ley. Es decir, la persona desconoce que su
acción es ilegal y por lo tanto no tiene la intención de cometer un delito.
Es importante destacar que el error de prohibición puede ser invocado
como una causa de exclusión de la responsabilidad penal, siempre y
cuando se cumplan ciertos requisitos. En primer lugar, el error debe ser
invencible, es decir, que la persona no pudo haber conocido la ilicitud de
su conducta a pesar de haber actuado con diligencia y cuidado. En
segundo lugar, el error debe ser excusable, es decir, que la persona no
debe haber actuado con negligencia o imprudencia al desconocer la
ilicitud de su conducta.
En resumen, el error de prohibición se refiere a una situación en la que
una persona comete un delito sin saber que su conducta está prohibida
por la ley, y puede ser invocado como una causa de exclusión de la
responsabilidad penal si se cumplen ciertos requisitos.
¿Qué es la autoría mediata y la complicidad?
En el ámbito del derecho penal, la autoría mediata se refiere a una
situación en la que una persona utiliza a otra como instrumento para
cometer un delito. Es decir, la persona que utiliza a otra como instrumento
tiene el control mental sobre la acción delictiva, pero utiliza a otra persona
para llevarla a cabo. En este caso, la persona que actúa como instrumento
no tiene la capacidad de comprender la ilicitud de su conducta y, por lo
tanto, no puede ser considerada responsable penalmente. En cambio, la
persona que utiliza a otra como instrumento es considerada autor
mediato del delito y puede ser condenada penalmente.
Por otro lado, la complicidad se refiere a una situación en la que una
persona colabora de alguna manera en la comisión de un delito, ya sea
antes, durante o después de su comisión. La complicidad puede ser activa,
cuando la persona colabora directamente en la comisión del delito, o
pasiva, cuando la persona presta ayuda o apoyo a los autores del delito
sin participar directamente en su comisión. En ambos casos, la persona
que colabora puede ser considerada cómplice del delito y puede ser
condenada penalmente. Es importante destacar que la complicidad
requiere de una intención específica de colaborar en la comisión del
delito, y no simplemente de una conducta negligente o imprudente.
¿Qué es el tipo objetivo?
En el ámbito del derecho penal, el tipo objetivo se refiere al conjunto de
características que definen un hecho como delito. Es decir, el tipo objetivo
establece los elementos objetivos que deben estar presentes en una
conducta para que sea considerada delictiva, como por ejemplo la acción
típica, antijurídica y culpable. Además, el tipo objetivo también establece
las consecuencias jurídicas que se derivan de la comisión del delito, como
las penas y medidas de seguridad. En resumen, el tipo objetivo es un
elemento fundamental del derecho penal que permite determinar cuándo
una conducta es delictiva y cuáles son las consecuencias jurídicas que se
derivan de su comisión.
1. ¿Qué es el tipo subjetivo?
En el ámbito del derecho penal, el tipo subjetivo se refiere a los elementos
subjetivos que deben estar presentes en una conducta para que sea
considerada delictiva. Estos elementos se refieren a la intención o
conocimiento que tiene el autor del delito al momento de cometerlo,
como por ejemplo la intención de causar un daño o el conocimiento de
que la conducta es ilícita. El tipo subjetivo es importante porque permite
determinar si el autor del delito actuó con dolo o culpa, lo que puede tener
implicaciones en la determinación de la pena o medida de seguridad que
se le imponga. En resumen, el tipo subjetivo es un elemento fundamental
del derecho penal que permite determinar la responsabilidad penal del
autor del delito en función de su intención o conocimiento al momento de
cometerlo.
2. ¿Qué es la culpa?
En el ámbito del derecho penal, la culpa se refiere a la responsabilidad que
tiene una persona por haber cometido un delito de manera negligente o
imprudente. Es decir, la culpa implica que el autor del delito no tuvo la
intención de cometerlo, pero actuó de manera descuidada o
irresponsable, lo que llevó a la comisión del delito. La culpa es un
elemento importante en la determinación de la pena o medida de
seguridad que se le impone al autor del delito, ya que puede ser
considerada como una circunstancia atenuante o agravante dependiendo
de las circunstancias del caso. En resumen, la culpa es una forma de
responsabilidad penal que se aplica cuando el autor del delito actúa de
manera negligente o imprudente.
3. ¿Qué tipos de culpa existen en el Código Penal?
En el Código Penal existen dos tipos de culpa: la culpa consciente y la culpa
inconsciente. La culpa consciente se refiere a la situación en la que el autor
del delito prevé la posibilidad de que su conducta pueda causar un
resultado ilícito, pero confía en que este no se producirá. Por otro lado, la
culpa inconsciente se refiere a la situación en la que el autor del delito no
prevé la posibilidad de que su conducta pueda causar un resultado ilícito,
pero debería haberlo hecho en atención a las circunstancias del caso. En
resumen, la culpa es una forma de responsabilidad penal que se aplica
cuando el autor del delito actúa de manera negligente o imprudente, y
existen dos tipos de culpa en el Código Penal: la culpa consciente y la culpa
inconsciente.
4. ¿Qué tipos de dolo existen en el Código Penal?
En el Código Penal, existen dos tipos de dolo: el dolo directo y el dolo
eventual. El dolo directo se refiere a la situación en la que el autor del
delito tiene la intención de cometer el delito y actúa con el propósito de
lograr ese resultado. Por otro lado, el dolo eventual se refiere a la
situación en la que el autor del delito no tiene la intención directa de
cometer el delito, pero prevé la posibilidad de que su conducta pueda
causar un resultado ilícito y acepta ese riesgo. En resumen, el dolo es una
forma de responsabilidad penal que se aplica cuando el autor del delito
actúa con intención de cometerlo, y existen dos tipos de dolo en el Código
Penal: el dolo directo y el dolo eventual.
5. ¿Qué clases de error de tipo existen?
En el ámbito del derecho penal, existen dos tipos de error de tipo: el error
de tipo esencial y el error de tipo accidental. El error de tipo esencial se
refiere a la situación en la que el autor del delito desconoce alguna
circunstancia esencial del hecho que está realizando, lo que lo lleva a
actuar de manera equivocada. Por otro lado, el error de tipo accidental se
refiere a la situación en la que el autor del delito comete un error en la
percepción de alguna circunstancia del hecho que está realizando, pero
este error no afecta la esencia del delito. En resumen, el error de tipo es
una forma de exculpación que se aplica cuando el autor del delito comete
un error en la percepción de alguna circunstancia del hecho que está
realizando, y existen dos tipos de error de tipo en el derecho penal: el
error de tipo esencial y el error de tipo accidental.
6. ¿Qué clases de error de prohibición existen?
En el contenido proporcionado no se especifica sobre las clases de error
de prohibición. Sin embargo, en el ámbito del derecho penal, se pueden
identificar dos tipos de error de prohibición: el error de prohibición
directo y el error de prohibición indirecto. El error de prohibición directo
se refiere a la situación en la que el autor del delito desconoce que su
conducta está prohibida por la ley, es decir, no sabe que lo que está
haciendo es ilegal. Por otro lado, el error de prohibición indirecto se
refiere a la situación en la que el autor del delito conoce que su conducta
está prohibida por la ley, pero desconoce que su conducta específica está
incluida en esa prohibición. En resumen, el error de prohibición es una
forma de exculpación que se aplica cuando el autor del delito comete un
error en la percepción de la prohibición legal de su conducta, y existen dos
tipos de error de prohibición en el derecho penal: el error de prohibición
directo y el error de prohibición indirecto.
7. ¿Qué es la semimputabilidad?
La semimputabilidad es un concepto utilizado en el derecho penal para
referirse a una situación en la que el autor de un delito no tiene una
capacidad plena para comprender la ilicitud de su conducta o para dirigir
sus acciones de acuerdo con esa comprensión. En otras palabras, se trata
de una situación en la que el autor del delito tiene una capacidad reducida
para ser considerado completamente responsable de sus acciones. La
semimputabilidad puede ser utilizada como una forma de atenuar la pena
que se le impone al autor del delito, ya que se considera que su capacidad
reducida para comprender la ilicitud de su conducta o para dirigir sus
acciones de acuerdo con esa comprensión disminuye su grado de
culpabilidad.
8. ¿Qué es el actio libera in causa?
En el contenido proporcionado no se especifica sobre el actio libera in
causa. Sin embargo, en el ámbito del derecho penal, el actio libera in causa
es un concepto que se refiere a la situación en la que una persona comete
un delito bajo los efectos de una sustancia o droga que ella misma se ha
administrado de manera voluntaria. En otras palabras, se trata de una
situación en la que la persona se encuentra en un estado de intoxicación
que ella misma ha provocado y que la lleva a cometer un delito. En estos
casos, se considera que la persona es responsable de su conducta
delictiva, ya que se entiende que ella misma ha creado la situación que la
llevó a cometer el delito.
9. ¿Explique porque la pena es la consecuencia jurídica del delito?
La pena es la consecuencia jurídica del delito porque el derecho penal es
el sistema de normas que limita el poder punitivo del Estado y define
determinadas conductas como delito o como faltas, y dispone la
imposición de penas o medidas de seguridad. Es decir, el derecho penal
establece las consecuencias jurídicas que se derivan de la comisión de un
delito, y la pena es una de esas consecuencias.
La pena es una medida que se impone al autor del delito como una forma
de retribución por su conducta ilícita, y también como una forma de
prevención general y especial. La prevención general se refiere a la
función del derecho penal de disuadir a otros miembros de la sociedad de
cometer delitos, mientras que la prevención especial se refiere a la
función del derecho penal de prevenir que el autor del delito vuelva a
cometer delitos en el futuro.
En resumen, la pena es la consecuencia jurídica del delito porque es una
medida que se impone al autor del delito como una forma de retribución
y prevención, y está establecida por el derecho penal como una de las
consecuencias que se derivan de la comisión de un delito.

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