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4.DESIGUALDAD Y JUSTICIA SOCIAL - El Papel Del Estado y La Sociedad Civil
4.DESIGUALDAD Y JUSTICIA SOCIAL - El Papel Del Estado y La Sociedad Civil
Estado y de la
sociedad civil
PID_00252429
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© FUOC • PID_00252429 El papel del Estado y de la sociedad civil
Índice
Introducción............................................................................................... 5
Objetivos....................................................................................................... 7
Ejercicios de autoevaluación.................................................................. 41
Solucionario................................................................................................ 45
Bibliografía................................................................................................. 46
Anexo............................................................................................................ 49
© FUOC • PID_00252429 5 El papel del Estado y de la sociedad civil
Introducción
Las discrepancias teóricas sobre el papel del Estado en la reducción de las de-
sigualdades han dado lugar a una extensa literatura empírica que ha tratado
de evaluar los resultados de las políticas sociales de los Estados. Para ello, los
diferentes estudios se han propuesto contrastar si los efectos (positivos y ne-
gativos) apuntados en el debate teórico son o no respaldados por la evidencia
empírica. En el tercer apartado se sintetizan las conclusiones de dichos estu-
dios y se evalúan los posibles efectos del gasto social, comparando los niveles
de pobreza y desigualdad y su evolución para los diferentes modelos de esta-
do de bienestar. En este mismo epígrafe se describen las principales políticas
que dan forma al Estado del bienestar y se analiza el gasto social de España y
Cataluña con el objetivo de identificar las particularidades de su modelo de
bienestar y sus principales déficits sociales en relación con la zona euro.
En los últimos tiempos son muchas las voces que aseguran que el estado de
bienestar se encuentra en crisis. A lo largo del cuarto apartado nos propondre-
mos contrastar dicha afirmación, evaluando los argumentos que la sustentan
y analizando los retos y amenazas a los que se enfrenta la protección social
en el actual contexto de globalización. La lucha por la justicia social no es,
sin embargo, patrimonio exclusivo del Estado. Las propias contradicciones del
estado de bienestar y su incapacidad para dar respuesta a las reivindicaciones
© FUOC • PID_00252429 6 El papel del Estado y de la sociedad civil
Objetivos
(1)
La tradición� liberal-demócrata concibe el Estado� como� un� «conjunto� de Un ejemplo de dichos grupos
puede encontrarse en los sindica-
instituciones�políticamente�neutrales�y�ajenas�a�otras�fuerzas�sociales,�ne-
tos y organizaciones de consumi-
cesarias�para�crear,�definir�y�reforzar�el�marco�regulador�en�el�que�operan dores.
(2)
Para la tradición�socialdemócrata, dentro de la cual destacan autores como Otros autores, como A. Wagner,
desvinculan el desarrollo del esta-
L. Blanc y F. Lasalle, la�mejor�forma�de�aumentar�el�bienestar�de�los�traba-
do de bienestar con la llegada a
jadores (y del conjunto de la sociedad) pasa�por�participar�en�las�institucio- las instituciones de los partidos re-
presentantes de los intereses de los
nes�y�defender�en�ellas�los�intereses�de�la�clase�obrera, para lo que se hacía trabajadores. En su «ley del Esta-
absolutamente necesario la aprobación del sufragio universal y la constitución do», el economista alemán defien-
de que es el nivel de desarrollo de
de partidos y sindicatos. De ese modo, la abolición de la propiedad privada una sociedad el que determina el
aumento del gasto público y de las
dejaba de ser la vía para construir una sociedad socialista; planteándose, en su
funciones del Estado, por la mayor
lugar, la reconquista del Estado en beneficio del conjunto de la sociedad, el complejidad social existente y nivel
cultural de la población y la consi-
desarrollo de servicios sociales colectivos y la aplicación de políticas redistri- deración de los bienes públicos co-
butivas que permitieran reducir las desigualdades. De ese modo, las libertades mo bienes elásticos y superiores, lo
que acaba generando mayores de-
políticas se conciben como el paso previo para alcanzar la emancipación eco- mandas de intervención.
(3)
Una de las contribuciones teóricas fundamentales vendría del ámbito del de- El Estado social de derecho pue-
de considerarse como una fase
recho y, más concretamente, de la teoría�del�Estado formulada por H. Heller.
previa al estado de bienestar, al li-
En ella, el jurista alemán vincula la aparición del Estado�social�de�derecho3 mitar sus aspiraciones a garantizar
las necesidades básicas de todos
los ciudadanos.
© FUOC • PID_00252429 11 El papel del Estado y de la sociedad civil
Ante la difícil situación que afectaba a los obreros alemanes tras la crisis de
1874 y basándose en las ideas incluidas en el Manifiesto de Eisenach en 1833,
1834 y 1839 el canciller alemán O. V. Bismark impulsó la aprobación de tres
leyes aseguradoras (enfermedad, accidente y jubilación) destinadas a mejorar
las condiciones de vida de los trabajadores. A pesar del liderazgo estatal, las
contribuciones recaían, casi en su totalidad, en manos de los trabajadores y
empresarios, minando el poder adquisitivo de los salarios y limitando consi-
derablemente su capacidad de luchar contra la pobreza. Estas dificultades, sin
embargo, no fueron un impedimento para que el canciller O. V. Bismark fue-
se considerado, por gran parte de la literatura, como el padre del estado de
bienestar.
«La medida de esta restauración descansa en el grado en que apliquemos valores sociales
más nobles que la mera ganancia monetaria. La felicidad ya no depende solo de la pose-
sión del dinero; descansa en la alegría del logro, en la emoción de esfuerzo creador. La
alegría y el estímulo moral del trabajo no deben depender de la búsqueda insensata de
ganancias que se desvanecen.»
Lejos de ser una excepción, los tres casos expuestos anteriormente no fueron
más que los primeros ejemplos de un cambio de paradigma que acabarían asu-
miendo la mayor parte de los países desarrollados. De ese modo, tras�la�Segun-
da�Guerra�Mundial,�los�gobernantes�de�los�países�participantes�pusieron
en� marcha� modelos� de� planificación� que� consolidarían� el� Estado� como
el�principal�agente�organizador�de�la�vida�política,�económica�y�social.
Como resultado, estos países vivirían el más rápido y sostenido crecimiento
económico desde los inicios del capitalismo, con la particularidad de que, por
primera vez, parte de ese crecimiento era destinado a mejorar el bienestar de
los ciudadanos mediante políticas distributivas y de programas sociales. Aun
con matices, un nuevo concepto de Estado sería asumido por partidos de iz-
quierda y de derecha, alcanzándose un contrato social que consagraría el es-
tado de bienestar y garantizaría la paz social.
(4)
Ante el estallido de las crisis del petróleo, las ideas keynesianas comenzaron Principalmente, mediante la re-
ducción del gasto público.
a ser cuestionadas por su incapacidad para dar respuesta a un escenario de
estanflación, en donde la alta inflación convivía con el estancamiento de la
economía y la destrucción de empleo. La necesidad de estimular la actividad
económica y de reducir el crecimiento de los precios, simultáneamente, dio
alas al pensamiento monetarista, que abogaba por reducir el papel del Esta-
do en economía y confiar en la acción del libre mercado como garante de la
eficiencia económica. De ese modo, la defensa keynesiana de la intervención
estatal fue dando paso a programas basados en los planteamientos monetaris- Los conflictos bélicos que afectaron a los
países productores contrajeron la oferta
de petróleo y llevaron el precio del barril,
tas, de privatización, desregulación y estabilización4, destinados a reducir las a finales de los setenta, por encima de los
80 dólares
distorsiones estatales y el peso del sector público.
© FUOC • PID_00252429 15 El papel del Estado y de la sociedad civil
La renta básica universal (RBU) constituye una de las más recientes y vigorosas pro-
puestas en materia de Seguridad Social. El debate en torno a esta figura distributiva
se ha revitalizado en los últimos años por los efectos potenciales de la robotización
en la demanda de trabajo y por la puesta en marcha de proyectos piloto, como el
llevado a cabo en Finlandia en 2015.
© FUOC • PID_00252429 18 El papel del Estado y de la sociedad civil
Diversos estudios evalúan la viabilidad y los efectos de implantar la RBU. Para el caso
catalán, Arcarons, Raventós y Torrens (2013) plantean un ejercicio de simulación, con
una RBU de 7.968 euros anuales para los mayores de dieciocho años y de 1.594 euros
anuales para los menores de dieciocho años, que sería financiada por una triple vía:
la eliminación de todas las prestaciones de menor importe, el menor gasto adminis-
trativo asociado a no tener que controlar quién tiene derecho a la prestación y quién
no, y un tipo impositivo fijo y único para el IRPF del 49,57 % (la RBU no tributaría
por IRPF). Dicho tipo impositivo permitiría mantener el resto de partidas de gasto
social que conforman el estado de bienestar, reducir el índice de Gini en doce puntos
y mejorar la situación del 55 % de los declarantes, si se consideran individualmente,
y del 87 % si añaden las personas a cargo de dichos declarantes.
(5)
Los estudios que han evaluado el impacto del gasto social se han centrado en Desde un índice de Gini de 0,44
a 0,29.
evaluar los efectos de este sobre la pobreza, la desigualdad y el crecimiento
económico. Entre la literatura que ha abordado esta cuestión, Brandolini y
Smeeding (2007) concluyen que, en promedio, los sistemas de redistribución
han conseguido reducir la desigualdad en los países de la OCDE en casi un
tercio; si bien, dicha reducción se produce de forma muy desigual entre países5.
*Incluyendo pensiones
© FUOC • PID_00252429 20 El papel del Estado y de la sociedad civil
*Incluyendo pensiones
(6)
De los datos incluidos en la tabla 1 se derivan varias conclusiones interesantes. Esta es la redistribución realizada
por el mercado, antes de que me-
Si comparamos los resultados de 2010 con los de 2015, puede observarse un
die ningún tipo de redistribución
aumento�generalizado�de�la�desigualdad�de�rentas�de�mercado6, más acen- pública.
tuado en aquellos países en los que la crisis económica ha sido más severa. Al
analizar las diferencias entre los diferentes modelos de bienestar, observamos
que el modelo nórdico es el más eficaz a la hora de reducir la desigualdad,
de modo que los países de ese grupo son los menos desiguales de la muestra.
En el otro extremo, se situarían el modelo anglosajón y el mediterráneo, que
agrupan los países más desiguales. Si atendemos al origen de su desigualdad,
pueden observarse algunos cambios significativos entre 2010 y 2015: mien-
tras que en 2010 la mayor desigualdad del modelo anglosajón se debía, prin-
cipalmente, a una distribución más desigual de las rentas de mercado y la del
modelo mediterráneo a un sistema redistributivo menos efectivo, en 2015 ve-
mos que la desigualdad de rentas de mercado en el modelo mediterráneo ha
aumentado considerablemente, convirtiéndose en su principal determinante.
(7)
Para la evaluación de los efectos de las políticas del bienestar en la reducción Situación en la que se encuentra
la población cuya renta disponible
de la pobreza, incluimos en la tabla 2 la tasa AROPE (que es el acrónimo de
se sitúa por debajo del 60 % de la
At Risk of Poverty or Exclusion [‘en riesgo de pobreza o exclusión’]), que mide el mediana de la renta disponible na-
cional (después de transferencias
porcentaje de personas afectadas por al menos una de las siguientes formas de monetarias y sociales).
pobreza: pobreza monetaria7, pobreza material severa8 o pertenencia a unida-
(8)
des familiares con baja intensidad de trabajo9. Situación en la que se encuen-
tra la población sin acceso a bie-
nes y/o servicios básicos (vivienda,
Tabla 2. Indicadores de pobreza relativos a la Unión Europea (2010-2015) mantener la temperatura de la ca-
sa, electrodomésticos, gastos ines-
2009 2015 Tasa de variación perados, etc.).
*Mide el porcentaje de población entre cero y cincuenta y nueve años que vive en hogares con una baja intensidad de traba-
jo.
© FUOC • PID_00252429 21 El papel del Estado y de la sociedad civil
*Mide el porcentaje de población entre cero y cincuenta y nueve años que vive en hogares con una baja intensidad de traba-
jo.
Modelo nórdi- Dinamarca 17,6 17,7 13,1 12,2 2,3 3,7 8,8 11,6
co
Suecia 15,9 18,6 13,3 16,3 1,6 1,1 6,4 8,7
Modelo conti- Alemania 20,0 20,0 15,5 16,7 5,4 4,4 10,9 9,8
nental
Bélgica 20,2 21,1 14,6 14,9 5,2 5,8 12,3 14,9
Países Bajos 15,1 16,4 11,1 11,6 1,4 2,6 8,5 10,2
Modelo an- Reino Unido 22 23,5 17,3 16,6 3,3 6,1 12,7 11,9
glosajón
Irlanda 25,7 26,0 15 16,3 6,1 7,5 20 19,2
Modelo medi- España 24,7 28,6 20,4 22,1 4,5 6,4 7,6 15,4
terráneo
Italia 24,9 28,7 18,4 19,9 7,3 11,5 9,2 11,7
Por último, el análisis de los efectos del gasto social se ha centrado en evaluar
el impacto sobre el crecimiento económico. De los estudios que han abordado
la cuestión no se desprenden, sin embargo, resultados concluyentes. Si bien
encontramos trabajos como Persson y Tabellini (1994), Rodrik (1999), Castles
(2005), Easterley (2007), Berg y Ostry (2011), Furcieri y Zdzienicka (2011) o
Berg y otros (2012), que confirman la correlación positiva entre ambas varia-
bles, también encontramos otros, como Kaldor (1957), Okun (1975), Lazear y
Rosen (1981), Barro (2000) o Arjona y otros (2003), que encuentran una corre-
© FUOC • PID_00252429 23 El papel del Estado y de la sociedad civil
lación negativa, o que, como Benabou (2000 y 2002), Bleaney y otros (2001)
o Benhabib (2003), encuentran una relación no lineal y no directa, al hacer
depender los efectos del destino del gasto o el nivel del desarrollo.
(10)
Más allá de los debates teóricos o de los análisis econométricos, lo que parece Además del aumento del gasto
social, en su explicación, trabajos
innegable es que el desarrollo del estado de bienestar tras la Segunda Guerra
como Crafts (1995), Abramovitz
Mundial coincidió con uno de los mayores ciclos de crecimiento económico (1986), Ayres y Warr (2009), Te-
min (2002) o Eichengreen (1996)
(tanto en intensidad como en duración) de la historia del capitalismo, tal y identifican otras variables explicati-
vas como la reconstrucción del ca-
como puede observarse en la tabla 410. pital físico y las infraestructuras de
Europa y de Japón, la difusión de la
Tabla 4. Crecimiento anual del PIB real per cápita entre 1870 y 2008 Segunda Revolución Tecnológica,
la era del petróleo barato o las me-
1870-1913 1913-1950 1950-1973 1973-2008 nores diferencias de productividad
entre sectores.
Europa occidental 0,8 0,8 4,1 1,9
(11)
Los defensores del gasto social y de su impacto positivo en el crecimiento des- En el módulo «Revisando los
determinantes y los efectos de la
tacan, como principales factores, la mayor estabilidad que genera para las in-
desigualdad», al analizar la rela-
versiones, una propensión al consumo más alta para las rentas bajas o el au- ción entre igualdad y crecimien-
to económico, incluimos trabajos
mento de la productividad asociado al acceso generalizado a la salud y a la empíricos que, como Berg y Ostry
educación. Por el contrario, aquellos autores que abogan por un menor gasto (2011), detectaban una correla-
ción positiva entre ambas varia-
social aluden a los efectos perversos que dicho gasto tiene sobre los incenti- bles.
vos (a ahorrar, invertir, trabajar…) y a la menor propensión a invertir de los
sectores más desfavorecidos. A los efectos anteriores, podría añadirse el efecto
indirecto asociado a la reducción de la desigualdad11.
© FUOC • PID_00252429 24 El papel del Estado y de la sociedad civil
Tabla 5. Gasto en protección social per cápita (en unidades de poder de compra)
Protección social
(12)
De los datos incluidos en la tabla 5 pueden extraerse varias conclusiones in- En 2014, el gasto per cápita en
protección social de Luxemburgo
teresantes. En primer lugar, destaca el crecimiento generalizado (también para
era más de once veces superior al
los casos catalán y español) de la protección social durante el periodo analiza- gasto per cápita de Letonia.
*Aun procediendo de diferentes fuentes, la metodología seguida en su cálculo es la utilizada por el SEEPROT.
© FUOC • PID_00252429 26 El papel del Estado y de la sociedad civil
*Aun procediendo de diferentes fuentes, la metodología seguida en su cálculo es la utilizada por el SEEPROT.
El hecho de que los países que presentaban un mayor gasto per cápita mues-
tren también un mayor peso del gasto en protección social en el PIB, permite
explicar dichas diferencias no solamente a partir de su mayor nivel de renta,
sino de otros factores vinculados a conceptualizaciones específicas del estado
de bienestar (tal y como veíamos en el epígrafe anterior) o al momento y con-
diciones en que su implantación tuvo lugar. En ese sentido, el menor grado de
protección social de países como España o Portugal ha de entenderse, también,
en base a un desarrollo mucho más reciente que el de otros países de la euro-
zona. Por otro lado, la menor protección social de los países del bloque del Este
se explica, en gran parte, a partir de los duros procesos de liberalización a los
que fueron sometidos los países ex socialistas en su transición al capitalismo.
© FUOC • PID_00252429 27 El papel del Estado y de la sociedad civil
(14)
Dentro de los países con mayor protección social es necesario distinguir entre Un buen ejemplo puede encon-
trarse en el caso español, en don-
aquellos en donde la crisis ha tenido un impacto muy negativo en el empleo
de el mayor crecimiento en el pe-
y en el PIB (como España, Portugal, Grecia o Italia), en los que el mayor peso so de la protección social en el PIB
ha sido compatible con un debili-
del gasto social se explica, principalmente, en base a dos factores: el gasto tamiento de los componentes es-
creciente en prestaciones por desempleo y un descenso más pronunciado del tructurales del Estado del Bienes-
tar, como consecuencia de las polí-
PIB; y aquellos países en donde el gasto social ha tenido un comportamiento ticas de austeridad implementadas.
menos cíclico (como en Francia, Finlandia, Bélgica, Alemania, Luxemburgo
o Austria), mostrando, con ello, un desarrollo más estructural del estado de
14
bienestar .
(15)
En� el� caso� español,� las� partidas� que� más� crecen� se� corresponden� con� el La tasa de paro en España pasó
del 9,03 % en 2006 al 23,7 % en
gasto�en�pensiones�y�en�prestaciones�por�desempleo. En este último caso,
2014.
tal y como avanzábamos anteriormente, dicho aumento se debe al fuerte in-
cremento del desempleo en España15, no compensado por la menor tasa de (16)
Según los datos del Servicio Pú-
16 blico de Empleo Estatal, la tasa de
cobertura . Por su parte, el aumento de las pensiones se explica por el enve- cobertura por desempleo pasaba
jecimiento de la población, pero también por la apuesta política del Gobierno del 78,44 % en 2010 al 58,85 %
en 2014.
del PP por mantener el poder adquisitivo de las pensiones durante la crisis,
convirtiéndola en una de las pocas partidas sociales independientes del ciclo
económico que no ha sufrido recortes durante dicho periodo. Las prestaciones
que han sufrido una mayor reducción son las ayudas a la vivienda, por los
© FUOC • PID_00252429 28 El papel del Estado y de la sociedad civil
En la tabla 8 se incluye el gasto per cápita en Cataluña, para cada una de las
partidas, entre 2006 y 2014.
(17)
Los datos a nivel catalán muestran una evolución muy similar a la observada Según datos de Idescat, la tasa
de paro en Cataluña era del 20,6
para el conjunto del Estado, un resultado que, por otra parte, resulta lógico
% en 2014.
si tenemos en cuenta que tanto los objetivos de déficit como gran parte de
las directrices de gasto han sido fijadas por el Gobierno central, limitando el
margen de decisión de las autonomías. Las dos diferencias más importantes se
encuentran en el menor gasto en prestaciones por desempleo (consecuencia
de la menor tasa de desempleo de Cataluña17) y el fuerte incremento del gasto
en exclusión social que, entre 2006 y 2014, creció un 118 %.
(18)
Tal y como puede observarse en el gráfico 2, las� partidas� que� más� dinero Esa es una de las diferencias
principales con el modelo anglosa-
reciben� (en� los� tres� territorios)� son� las� destinadas� a� cubrir� los� gastos� de
jón, en el que la cobertura estatal
salud�y�de�pensiones18. Respecto a la comparación con la zona euro, hay que es mucho menor y los planes de
pensiones privados tienen una ma-
destacar que el gasto� social� per� cápita� de� España� y� Cataluña� es� inferior yor importancia relativa.
para�todas�las�partidas�de�gasto,�excepto�para�la�destinada�a�prestaciones
por�desempleo, un déficit social especialmente significativo en el caso de los
servicios de salud y de ayuda a las familias y a la tercera edad.
A pesar de ser uno de los pilares del estado de bienestar, entre las partidas
incluidas en las estadísticas oficiales de protección social no se encuentran los
gastos en educación. Para los datos relativos a España y Cataluña se recurre a
las estadísticas publicadas por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, y
© FUOC • PID_00252429 30 El papel del Estado y de la sociedad civil
(19)
De los datos incluidos en la tabla 10 cabe destacar, en primer lugar, el menor El gasto no territorializado del
Ministerio de Educación, Cultura y
esfuerzo en educación realizado por España y Cataluña, al situarse 0,7 y 1,8
Deporte es asignado a cada comu-
puntos porcentuales del PIB por debajo del valor de la zona euro. Un segundo nidad en función de su peso po-
blacional.
aspecto a destacar deriva de las diferencias entre el gasto de Cataluña y Espa-
ña. A pesar de que el dato de Cataluña sea una estimación19, esta se encuentra
muy alejada del peso del gasto en educación en España; una distancia que es
© FUOC • PID_00252429 31 El papel del Estado y de la sociedad civil
reducida en el año 2008 pero que vuelve a crecer después de la crisis, mostran-
do unos recortes en el gasto en educación en Cataluña superiores a la media
del resto de comunidades.
© FUOC • PID_00252429 32 El papel del Estado y de la sociedad civil
(20)
Para el enfoque�neoliberal, su propuesta pasa por reducir�el�papel�del�Estado Un buen ejemplo de ello puede
encontrarse en las reformas consti-
en�economía�al�mínimo�indispensable e implementar políticas antiinflacio-
tucionales planteadas durante los
nistas de contención del gasto, que restablezcan los equilibrios macroeconó- años de la crisis en donde la amor-
tización de la deuda y el pago de
micos y estimulen la inversión. En dicho enfoque, se reivindica el papel de la sus intereses fueron priorizados en
libertad y de la iniciativa privada como motores del sistema, en detrimento de detrimento del gasto social.
la igualdad y la justicia social. Las políticas de austeridad con las que Europa
respondió a la crisis del 2009 se basan en el ideario monetarista, marcando
un límite a la implementación autónoma de políticas sociales y a la actuación
20
discrecional del sector público . Como resultado, muchos gobiernos han op-
tado por reducir las cantidades asignadas a algunos programas sociales, por la
supresión de otros o por la privatización de servicios anteriormente asumidos
por el Estado21.
© FUOC • PID_00252429 34 El papel del Estado y de la sociedad civil
(21)
Es importante señalar que, en épocas de crisis, existe una tendencia natural hacia
el déficit fiscal, resultado de la contracción de los ingresos públicos, fruto de la menor
recaudación por IRPF (menos trabajadores), por IVA (menos consumo) y por impuesto
de sociedades (menos beneficios empresariales), y del aumento del gasto público, conse-
cuencia, principalmente, del aumento de gasto por prestaciones por desempleo y por los
mayores intereses vinculados a la expansión de la deuda.
(22)
La primera de las vías relaciona el agotamiento del estado de bienestar a su Vinculando, con ello, el dere-
cho al bienestar tanto al derecho
incapacidad por alcanzar el ideal de plena ciudadanía universal. En esa línea,
a recibir como a la obligación de
David Harris en su obra La justificación del estado de bienestar (1990) vincula ayudar a los otros.
Aún es pronto para saber cuál será el futuro del estado de bienestar y qué
visión logrará imponerse en su reforma; si bien ya pueden apreciarse algunos
elementos comunes que apuestan por una mayor presencia del capital privado
y de sus lógicas de gestión, como son la mayor descentralización, la aplicación
© FUOC • PID_00252429 35 El papel del Estado y de la sociedad civil
(23)
Los primeros trabajos que se proponen explicar las causas del fenómeno lo Entre los más importantes de
estos recursos estarían el tiempo, el
hacen desde el individualismo metodológico, al centrar su análisis en las pre-
dinero, el liderazgo, los medios de
ferencias de los individuos y en los costes y beneficios de sus miembros al comunicación o el grado de profe-
sionalización.
participar en las diferentes movilizaciones sociales. Uno de los máximos re-
presentantes de este enfoque fue el economista y sociólogo estadounidense
© FUOC • PID_00252429 37 El papel del Estado y de la sociedad civil
(24)
Mancur Olson, quien vio en el volumen de recursos del que disponen las or- Definida, según Touraine
23 (1987), como «el conjunto de mo-
ganizaciones y en el sistema de incentivos (positivos o negativos, materiales delos culturales, cognoscitivos,
o simbólicos), los dos principales determinantes para el éxito de su causa y la económicos, éticos y estéticos con
los cuales una colectividad cons-
participación de sus miembros. Otros autores como Tarrow, Mc Adam o Tilly truye sus relaciones con el medio».
centraron sus análisis en las condiciones políticas que contextualizan el na-
cimiento y desarrollo de los diferentes movimientos sociales y que permiten
explicar los ciclos de protesta en función de las ventanas de oportunidad que
se vayan generando y que sean favorables a los intereses de los diferentes mo-
vimientos. Dentro del ámbito político se situará también el análisis de Alain
Touraine. Para el sociólogo francés, la crisis de la modernidad lleva a una mul-
tiplicidad de conflictos que, a su vez, generan un conjunto de sujetos y actores
cuyo estudio debe entenderlos en relación con el sistema en el que se inser- Dentro�de�los�nuevos�movimientos
sociales�podríamos�situar�el�feminismo,
tan, superando los análisis puramente sistémicos o individualistas (Touraine, el�ecologismo�y�los�movimientos
altermundistas�o�antiglobalización
1987). En ese sentido, los movimientos sociales son resultado del conflicto,
como antagonismo entre actores que contraponen proyectos de sociedad y
luchan por la historicidad24 de las sociedades.
• Según� el� nivel� de� iniciativa. Castells diferencia entre los movimientos
proactivos, orientados a transformar las relaciones humanas, y los reacti-
© FUOC • PID_00252429 38 El papel del Estado y de la sociedad civil
(25)
Para autores como Richard Rorty, Brian Barry o Todd Gitlin, la razón última de Para Fraser, dos ejemplos de di-
cha subordinación serían la cosi-
la exclusión se encuentra en la estructura socioeconómica, por lo que la lucha
ficación de la mujer o la violencia
por la justicia social debe seguir centrada en cambiar las propias estructuras machista.
económicas. Esta visión, sin embargo, no es compartida por autores como Iris
Marison Young, que alertan de que las políticas que, en aras de la redistribu-
ción, ignoren el reconocimiento de las diferencias pueden acabar imponien-
do las reglas del grupo dominante al conjunto de la sociedad. Otras autoras,
como la socióloga estadounidense Nancy Fraser, intentan reconciliar ambos
enfoques al identificar en la sociedad grupos afectados simultáneamente por
ambas injusticias (distributiva y falta de reconocimiento). Un ejemplo de es-
tos grupos bidimensionales podría encontrarse en la discriminación que su-
fren las mujeres, explicable tanto por razones relacionadas con la estructura
productiva y laboral (trabajo retribuido frente a trabajo no retribuido) como
por un modelo androcéntrico que está presente en la mayoría de ámbitos de
25
nuestro día a día y que explica la subordinación de su estatus .
Por tanto, el nuevo marco creado por la globalización no solo está difi-
cultando la necesaria integración de las luchas por el reconocimiento y
por la redistribución, sino que, al anteponer la primera a la segunda, es-
tá aflorando un conjunto de contradicciones que comprometen la efi-
cacia misma de la lucha social.
Ejercicios de autoevaluación
1. ¿A qué tradición pertenecen los enfoques instrumentalista y estructuralista?
a) Socialdemócrata.
b) Liberal-demócrata.
c) Marxista.
d) Corporativista.
a) H. Heller.
b) J. M. Keynes.
c) C. Offe.
d) A. Pigou.
4. Entre los programas públicos considerados antecedentes del estado de bienestar está...
a) 1917.
b) 1929.
c) 1942.
d) 1944.
8. Los impuestos que gravan con un mayor porcentaje las rentas altas son...
a) progresivos.
b) regresivos.
c) proporcionales.
d) transparentes.
© FUOC • PID_00252429 42 El papel del Estado y de la sociedad civil
9. Atendiendo al criterio político, los estados del bienestar pueden clasificarse según los si-
guientes modelos:
10. Los estudios empíricos concluyen que el aumento del gasto social ha tenido...
11. En 2015, los países más desiguales (de los incluidos en el módulo) eran los del modelo...
a) nórdico.
b) mediterráneo.
c) liberal.
d) bismarkiano.
13. Entre los argumentos que defienden el impacto positivo del gasto social en el crecimiento
se encuentra...
16. Los países de la eurozona con un mayor gasto en protección social per cápita...
17. El gasto social que ha sufrido un mayor recorte relativo entre 2006 y 2014 ha sido...
a) educación.
b) discapacidad.
c) enfermedad.
d) vivienda.
18. «Las dificultades para financiar un gasto público creciente» es uno de los argumentos
utilizados por quienes explican la crisis del estado de bienestar como una crisis...
a) económica y fiscal.
b) sistémica.
c) políticosocial.
d) financiera.
20. El sociólogo francés P. Rosanvallon explica la crisis del estado de bienestar por...
21. «La reducción del peso del Estado keynesiano a cambio de fomentar mecanismos de re-
gulación autogestionaria e intrasocial» es una propuesta planteada en el ámbito de la tradi-
ción...
a) liberal.
b) marxista.
c) socialdemócrata.
d) corporativistas.
24. M. Olson explica el éxito de los movimientos sociales y la participación de sus miembros
a partir de...
a) la globalización de la economía.
b) las contradicciones intrínsecas del capitalismo.
c) la multiplicidad de conflictos que tienen lugar en las sociedades modernas.
d) el retroceso en los estándares de bienestar.
26. Según la forma de organización, los movimientos sociales pueden clasificarse en...
27. Para Castells, los movimientos orientados a transformar las relaciones humanas se de-
nominan...
a) proactivos.
b) reactivos.
c) en red.
d) de reconocimiento.
28. Para autores como Richard Rorty, Brian Barry o Todd Gitlin, la razón última de la exclu-
sión se encuentra en...
29. Para Nancy Fraser, un ejemplo de injusticia bidimensional sería la que sufren...
30. Para Nancy Frase, los problemas para integrar las luchas por el reconocimiento y por la
redistribución se han acentuado con la globalización, como consecuencia de...
a) la reificación.
b) el desplazamiento.
c) el desencuadre.
d) Todos los anteriores.
© FUOC • PID_00252429 45 El papel del Estado y de la sociedad civil
Solucionario
Ejercicios de autoevaluación
1.�c
2.�b
3.�a
4.�d
5.�c
6.�c
7.�c
8.�a
9.�b
10.�a
11.�b
12.�d
13.�d
14.�d
15.�a
16.�a
17.�d
18.�a
19.�b
20.�c
21.�c
22.�b
23.�c
24.�b
25.�c
26.�a
27.�a
28.�c
29.�c
30.�d
© FUOC • PID_00252429 46 El papel del Estado y de la sociedad civil
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Anexo