DOLORS MONSERDÀ

GRUPO 5

Iris García Díaz

Maria Túnez Bermejo
Alan
Alex
Giorgia
Costin
Norbert
Santi
 Dolors Monserdà
Grup 5

ÍNDICE

1. Introducción 4

2. Contexto histórico 6

3. Resumen del texto 7

4. Análisis del texto 8

5. Las obreras de la aguja 9

6. Análisis de caso actual (España) 10

7. Comparación internacional 11

8. Comparación con un discurso feminista actual 12

9. Conclusiones 14

10. Bibliografia 16

11. Webgrafia 16
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1. Introducción

Dolors Monserdà nació en 1845 en Barcelona, y murió en 1919.

Tenía una ideología religiosa, era una burguesa con una visión feminista desde su
posición social. Fue una impulsora de obreras de carácter feminista y social.
Afirmaba que Europa había descuidado la cuestión social, y no le dieron importancia
hasta que se llevaron a cabo levantamientos y vagas; a parte, criticaba el trabajo
remunerado, y los trabajos peligrosos para las mujeres, ya que eso les desviaba de
su función, que era estar en casa y cuidar a los hijos.
Consideraba que el papel de la mujer burguesa era proteger a la mujer trabajadora
mediante la actuación personal y de centros adecuados.

Representa una de las personalidades más interesantes y complejas en el ámbito

de la lucha social y, particularmente, de la lucha social femenina. Hija de un
encuadernador de libros, se crió en un ambiente intelectual muy dinámico, lo que
era particularmente inusual en una sociedad tan estricta y patriarcal como la de final
del siglo XIX. De hecho, a través de contactos frecuentes con académicos y
intelectuales, la activista catalana empezó desarrollando su pensamiento crítico en
materia social, especialmente gracias a personalidades como la de Anselmo Clavé y
Camps, impulsor del movimiento asociativo.
En sus años de juventud, aún la universidad estaba prohibida a las mujeres,
Monserdà se acercó a varios ámbitos culturales, como la poesía, el teatro, el
periodismo y, sobre todo, la novela, considerada un fuerte elemento transformador
de la sociedad.

El periodo histórico en el que vive la autora influencia profundamente los temas

tratados en sus escritos. De hecho, en la segunda mitad del siglo XIX, una serie de
problemas políticos y sociales en el mundo del trabajo exigen un cambio ideológico
y legislativo que llevará a las primeras leyes laborales, caracterizadas por un acento
humanitario y dirigidas a la protección de las medias fuerzas – mujeres y niños. Por
lo tanto, los principales temas tratados por los escritos de Monserdà se refieren a las

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principales cuestiones de su época y expresan, muy claramente, su posición

conservadora religiosa. La autora vive plenamente los años de la cuestión social,
identificada como problema de orden público, y que incluye una serie de
problemáticas que afectan especialmente a la clase trabajadora: inter alia, pobreza,
duras condiciones de trabajo, escasa higiene y salud. Pobreza y degrado de la
mayoría de la clase trabajadora eran contradictorias con el crecimiento económico
favorecido por la industrialización y se tradujeron en una serie de reivindicaciones
sociales, duramente reprimidas por las autoridades. Frente al crecimiento de la
llamada ‘cuestión social’, en 1891, Papa León XIII publica la Rerum Novarum, que
tiene como objetivo lo de oponerse a la idea marxista según la cual la religión, opio
de los pueblos, adormece al pueblo y le impide reaccionar política y
económicamente.
En este sentido, la autora catalana comparte la idea del rol que el catolicismo social
tenía que jugar: recristianizar y regenerar la población, afirmando que la fuente del
conocimiento y de la práctica política y económica del pueblo forma parte de la
jurisdicción papal. A pesar de esto, sería erróneo plantear la cuestión social, así
como la abordaba Monserdà, como una mera oposición entre católicos y liberales
ateos o republicanos.
De hecho, en este ámbito, la escritora catalana evidencia el papel que la mujer
juega en la gestión de los cambios sociales procedentes de la industrialización.
Como ya hemos visto, Monserdà consideró siempre la novela como una
herramienta transformadora de la sociedad y, por eso, la estableció como una de
sus prioridades. En su obra La Fabricanta de 1904, denunciando un estado social
en el cual las mujeres no tienen poder de decisión, Monserdà se enfrenta en una
tensión entre una retórica narrativa conservadora y la voluntad de emancipar a las
trabajadoras social y económicamente. Por lo tanto, propone la participación de la
mujer en la ‘cosa pública’ para ayudar a los hombres con «la propagación de las
buenas ideas […] facilitando pormenores y hechos relacionados con las intimidades
de las viviendas obreras […] a la educación de los hijos» que las mujeres conocen
en la práctica. Subrayando la importancia de la mujer en la socialización de las
futuras generaciones, lo que se reclama es el acceso de las mujeres a una
formación completa, física e intelectual, con el fin de dejar de ser un parásito. En la

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época, las mujeres que trabajaban no percibían sueldo y, si lo percibían, era inferior
al de los hombres. Por lo tanto, lo que Monserdà defiende es el derecho femenino a
poder trabajar y ser independiente, si su situación lo requería.

Sin embargo, en la dialéctica del conflicto entre el ámbito de la producción,

típicamente masculino, y lo de la reproducción, femenino, Monserdà no defiende
una separación de estas esferas, sino la participación de las mujeres en ambas,
invitando a sus lectoras a actuar según el orden patriarcal vigente y a permanecer
en un papel de reproducción en el que la domesticidad juega un papel ambiguo. De
hecho, si, por un lado, la autora deja existir los parámetros patriarcales definidos,
por otro, defiende la emancipación femenina, explicando la ausencia de un espacio
autónomo para las trabajadoras. Por lo tanto, el objetivo es crear una figura
femenina más valorada socialmente y que no acepta pasivamente su estado social,
sino que se inserta dentro del orden patriarcal, participando en su construcción.

Finalmente, como ya hemos evidenciado, Monserdà vive en una época de

particular conflicto social y violentos enfrentamientos entre obreros e industriales.
Sin embargo, su objetivo es impedir a las mujeres acercarse a la tentación del
sindicalismo, presentando la lucha social como vicio masculino, y subrayando la
necesidad de protección de la mujer para aligerar su situación y evitar la
radicalización de las posturas más rígidas. Para la obtención de este resultado, ella
denunció la situación de las mujeres mostrando siempre ansias de grandes
reformas sociales, hasta ser considerada una de las iniciadoras del feminismo
catalán.
2. Contexto histórico

En el año 1910 se creó el Patronato de Obreras de la Aguja. Este Patronato

quería dar una mejor vida a las obreras de la aguja, ofreciendo una bolsa de trabajo,
asistencia médica gratuita, la ropa a precio de fábrica…
El trabajo se complementaba con la Liga de Compradores. Consistía en sensibilizar
a las mujeres con dinero (burguesas) para que no comprasen en establecimientos
donde se lleva a cabo la explotación de mujeres trabajadoras.

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3. Resumen del texto

En el texto leído de Dolors Monserdà, se exponen dos ideas principales: la ayuda

a las obreras, y la vuelta de las mujeres al hogar.
En la primera idea, se dan algunas propuestas desde su punto de vista conservador,
sobre cómo se podría ayudar a las obreras explotadas en el “mundo de la aguja”.
Monserdà comenta diferentes soluciones como: comprar los productos a precio de
fábrica, que los pagos se hicieran al momento y no hacer esperar a la obrera, crear
una caja de préstamos, para ayudarse entre ellas en caso de ser necesario, que las
mujeres burguesas retirasen sus encargos si las mujeres trabajadoras no tenían
buenas condiciones de trabajo, siguiendo sus valores cristianos y por lo tanto,
manteniéndolo hasta que tenga un efecto.
Por otro lado, también pensaba que el efecto que estas acciones tendrán en el
sistema de trabajo, el cual perjudica a las modistas, a las cuales definia como
“mujeres que tenían que ganar un sueldo y por lo tanto, ellas como clientas que
eran, tenían que tener más paciencia a la hora de la entrega de un cargo, y no
haciéndoles esperar el cobramiento, e incluso, aumentarlo con la finalidad que las
modistas no tengas excusa con llevar a cabo explotación sobre la sobreras”

En la segunda idea, que ya se sitúa fuera del ámbito del Patronato, y hablando
desde un punto de vista más general, Monserdà maldecía que se tratase de
masculinizar a la mujer, y sugiere que en contra de esta masculinización, ellas
consiguieron unos esposos que estuvieran remunerados de forma correcta, con tal
que las mujeres pudiesen preocuparse de pleno con las actividades que tenía que
llevar a cabo en el hogar como: trabajo doméstico o educación de los hijos entre
otros, e incluso que tuviesen tiempo para sus gustos innatos.
Con este deseo, no quería desvirtuar el sexo femenino, vinculaba esta injusticia con
el apoyo que la Iglesia les puede dar para luchar contra la redención, ya que la
Iglesia siempre ha levantado su voz a favor de la mujer obrera, es decir, las mujeres
trabajadoras estaban apoyadas en los espacios religiosos.

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En conclusión, buscaba reforzar el grupo obrero femenino, ya que si las mujeres

siguieran trabajando en las condiciones desfavorables, en vista al futuro, serían las
mujeres burguesas las que perderían su tranquilidad social, y partirían de la misma
forma que lo hacen las obreras de la aguja.
4. Análisis del texto

Los padres de Dolors Monserdà fueron los que hicieron posible su educación y
formación, y los que provocaron su iniciativa por la lucha obrera feminista.
Monserdà pasó gran parte de su infancia en la trastienda del oficio de su padre,
encuadernador de libros, por lo que tuvo la oportunidad de conocer grandes figuras
tales como Anselmo Clavé, Antoni de Bofarull, Víctor Balaguer… este hecho supuso
un gran empujón para su vida literaria y es por eso que en sus textos,
concretamente en el que trabajamos, observamos un lenguaje mucho más
adelantado y culto para las circunstancias de la época en la que se crió la autora. En
la Conferència a favor del Patronat de les Obreres de l’Agulla podemos analizar
palabras tales como “vexar” e “irrisoris” que corresponden a un lenguaje más bien
burgués y formado, por eso deducimos que Dolors tuvo una excelente formación
académica. La formalidad que emplea en el texto es notable y, por mucho que
intente integrarse en la sociedad femenina obrera del momento, la cual disponía de
mucha menos educación que ella, no lo consigue. A pesar de ello, la literata
feminista emplea frases que se adaptan al público a quien van dirigidas (como ya
hemos dicho anteriormente, con muchos menos recursos), como por ejemplo
“essent, com si diguèssim, les veritables cendreretes del món obrer”.
Por otra parte, debemos mencionar que su madre, debido a la muerte de su marido,
se vió obligada a convertirse en costurera. Consideramos, personalmente, que este
fue el hecho que la indujo a conocer más del mundo que rodeaba a las obreras de la
aguja y, mezclado con el impulso que le dio Anselmo Clavé relacionado con la lucha
social, esto supuso el motor de su iniciativa feminista en el mundo de las costureras.
Además podemos observar cómo a lo largo del texto culpabiliza a las mismas
señoras burguesas de estas inhumanidades que se cometen en contra de las
obreras, lo que podría traducirse a que, así, se considera la heroína de estas
haciendo obras de caridad (ya que hace obras desde la lejanía, nunca interviene

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personalmente en el problema), para que las mujeres puedan estar en casa, siendo
así su función según la “feminista” (“cal, senyores, que ens preocupem un xic
d’aquestes pobres germanes nostres, fent algun petit sacrifici en favor de tanta
joventut víctima”).
En conclusión, en los textos de Dolors Monserdà podemos observar que, mediante
su culto lenguaje, se crió en un ambiente burgués y, además, mediante estos nos da
a entender su idea del feminismo, el cual es fruto de la democracia (le atribuye un
orden social) y del cristianismo (demuestra, mediante el orden moral, el feminismo
católico que defendía), mencionando algunas veces la “Ley de Dios”.
5. Las obreras de la aguja

La mujer trabajadora consiguió una notable preeminencia durante el siglo XIX.

Naturalmente, su existencia es mucho anterior al advenimiento del capitalismo
industrial. Ya entonces se ganaba la vida como hilandera, modista…
Nos centraremos en el sector textil, donde muchas mujeres empezaron en sus
hogares o en pequeños talleres confeccionando ropa para las diferentes clases
sociales.
Era un oficio en el que podían aprender de forma autodidáctica. Sirvió para que la
mujer tuviese inserción en el mundo laboral, juntamente con el trabajo en las
fábricas.
En Cataluña fueron un complemento de su potente indústria téxtil.
En el texto se intuye y demuestra que las modistas estuvieron alejadas de los
gremios y sindicatos, y eso permitió una fuerte explotación laboral, con jornadas que
superaban las ocho horas, la cual cosa actualmente es ilegal, a parte de trabajar los
fines de semana.

Es en el año 1910 en el que Dolors Monserdà crea el Patronato de Obreras de la

Aguja, una institución catòlica que actuaba de manera de mutualidad. Esta aglutinó
servicios como bolsas de trabajo, asistencia médica gratuita, o ropa a precio de
fábrica.
Dolors Monserdà se puede decir que fue una referente de “mujer valiente”, siempre
teniendo en cuenta su postura de mujer burguesa y con un nivel de vida mejor que

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el de sus trabajadoras. Su lema en aquél tiempo era: “Hogar, arte, patria y Dios”,
citado por Maria Aurèlia Capmany.
No obstante esto, según Marta Pessarrodona: “aunque hoy las feministas están muy
lejos de estos postulados, es gracias a las mujeres como Dolors Monserdà que hoy
podemos hablar de muchas cuestiones y buscar soluciones a estas que han
afectado durante años a la mujer”.
6. Análisis de un caso actual (España)

En cuanto al análisis de la situación de las trabajadoras de la aguja con un caso

actual en España nos encontramos con las trabajadoras del hogar. Miles de
trabajadoras del hogar en España exceden su jornada laboral, no tienen descansos,
algunas han de vestir con uniforme y cofia, y, lo más importante, la mayoría de ellas
no tienen ningún tipo de contrato ni seguro.
Muchas de estas trabajadoras del hogar, al igual que las trabajadoras de la aguja
en su época, deciden aceptar los trabajos a sabiendas de las malas condiciones que
se les proponen por subsistencia. En el caso de las trabajadoras del hogar,
encontramos varios ejemplos actuales de trabajadoras extranjeras que aceptan
trabajar de internas para evitar pagar un alquiler, trabajan muchas más horas de lo
que deberían con un descanso mínimo, con un salario muy escaso que en
ocasiones han de partir con familiares para ayudarles, todo esto a la espera de un
contrato laboral que se les promete pero que nunca llega a realizarse.
En 2018, unas 109.387 empleadas del hogar fueron dadas de alta en la Seguridad
Social en la Comunidad de Madrid, aunque entre un 30 y un 35% de mujeres de
este sector sobrevive en la economía sumergida, según la Organización
Internacional del Trabajo en España.
Dolors Monserdà creó junto al obispo Laguarda y el padre José Ildefonso Gatell el
patronato en Barcelona (1910). Este funcionaba como una cooperativa y ofrecían
formación a la vez que brindaban el apoyo necesario en cualquier tipo de gestión o
consulta de las obreras asociadas.
En la actualidad para las empleadas del hogar podemos encontrar el símil del
patronato en la asociación SEDOAC (Servicio Doméstico Activo). Esta asociación
reúne a mujeres de distintas nacionalidades, cansadas de pertenecer a un sector

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invisible, vulnerable y precario, deciden unir sus fuerzas y luchar por la igualdad
plena de los derechos laborales, políticos, sociales y civiles de todas las
trabajadoras de hogar en España. Esta asociación trabaja sobre cuatro pilares
fundamentales:
- Empoderamiento: se busca empoderar a las socias por medio de la
formación de sus derechos trabajando su autoestima.
- Sensibilización: sensibilizar a la sociedad en general del valor del trabajo del
hogar.
- Incidencia política: buscan llegar a los representantes y a quienes tienen
poder en la toma de decisiones en el Estado y las diferentes Instituciones
Públicas debido a que eso puede llevar a cambios legislativos y estructurales
que garanticen la igualdad de derechos para el sector de trabajo del hogar.
- Trabajo en red: aliarse a otras asociaciones o instituciones con el fin de
sumar fuerzas para conseguir los objetivos.

7. Comparación internacional

La Alameda es una ONG argentina

que lucha contra la trata de personas, el
trabajo esclavo, la explotación infantil, el
proxenetismo y el narcotráfico.
En el 2005 se creó la Cooperativa “20 de
diciembre”, como fuente de trabajo para
los costureros que lograban escapar de
los talleres textiles clandestinos, y así
comenzó la producción de indumentaria bajo la marca “Mundo Alameda”,
demostrando que se pueden hacer prendas de excelente calidad sin tener que
explotar a nadie en la cadena de producción.

Otro ejemplo, también latinoamericano, es el sindicato mexicano de costureras

“19 de septiembre” fundado tras el terremoto que devastó la capital de dicho país el

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19/09/1985. Dicho sindicato se fundó con el objetivo de combatir los abusos

patronales que sufrían en su mayor parte las costureras mexicanas.
A pesar de inscribirse un siglo después de la época en la que vivió Dolors
Montserdà, reconocemos a través de testimonios como el de Alejandra Martínez
condiciones laborales similares a las que padecían las trabajadoras de finales del
siglo XIX. Esta trabajadora, además de vivir lejos de su puesto de trabajo, se queja
del trato recibido por su patrón, quien las maltrataba a ella y a sus compañeras.
No obstante, tras la tragedia ocurrida en 1985, se desvelaron las condiciones del
trabajo de estas obreras (baño sin agua ni para asearse ni para beber, jornadas de
más de 10 horas, sueldos inferiores al 10% de las prendas que confeccionaban…
La mayoría de los talleres en los que trabajaban eran clandestinos por lo que las
trabajadoras no gozaban de ningún tipo de prestación social. Al ser afectadas más
de 400.000 mujeres por los daños, quedándose sin trabajo ni indemnización, se
confecciona el sindicato que representó el primer movimiento laboral dirigido por
mujeres en este país.
El movimiento fue muy apoyado, consiguiendo el respaldo de 36 gremios y de
movimientos campesinos y populares. El sindicato consiguió indemnizaciones por
un total de 500 millones de pesos y, además, aglutinó a cinco mil trabajadoras y
celebró contratos colectivos con 85 fábricas.
A partir de este movimiento, las costureras mexicanas vieron sus condiciones
laborales mejoradas, consiguiendo derechos como el derecho a vacaciones, bonos
y ayudas para el transporte.
En 2005 nace también la Unión de Trabajadores Costureros (UTC), instrumento
sindical pensado para defender los derechos laborales de los obreros de la industria
textil y ofrecer atención jurídica a esos costureros/as.

8. Comparación con un discurso feminista actual

Como ya hemos mencionado anteriormente, Dolors Monserdà se podría definir

como una feminista burguesa y católica, y por lo tanto, podemos decir que buscaba
el feminismo con la finalidad paternalista que las mujeres puedan atender sus
faenas del hogar, sin “dañar” sus cuerpos trabajando.

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Nos gustaría comparar su visión con la de mujeres como por ejemplo Teresa
Claramunt, quien buscaba un feminismo destinado a la liberación de la mujer, la cual
es la visión que se ha heredado del feminismo actual.

Mujeres como Dolors Monserdà tienen esta ideología clasista (que aplicaba
medidas sociales que solamente beneficiaban su estatus), la cual predominaba
debido al fuerte control de las clases bienestantes sobre los inferiores, se comenzó
a expandir en esta misma época el movimiento feminista del segundo tipo
ejemplificado, hasta diluirlo al feminismo actual, el cual demuestra claramente que el
clasismo dentro del feminismo no debe existir, ya que todas las mujeres son
merecedoras de derechos sin tener en cuenta su situación económica.

A día de hoy encontramos ejemplos feminismos obreros, sobretodo a la denúncia

que se hace sobre que las mujeres están infravaloradas en los trabajos por motivos
como: un embarazo, el hecho paternalista, cuidar a los hijos...
La mujer sufre más interrupciones que el hombre, y es por eso que encontramos
una brecha salarial masiva la cual afecta a su misma vez a las pensiones de
jubilación, ya que se cotiza menos.
Por otro lado, la mujer también se encuentra con dificultades como el techo de
cristal, un hecho que no permite al sexo femenino a aspirar a posiciones laborales
mejores, y que las lleva a la precariedad.

Nos gustaría poner el ejemplo del discurso feminista que denuncia este hecho en
al directoría de operaciones de Facebook y la creadora de Leanln.org, Sheryl
Sandberg: “Desde los cargos laborales altos hasta las altas posiciones, las mujeres
son superadas por los hombres en gran nombre. (...) O los hombres son más
talentosos, trabajan más y son más ambiciosos que las mujeres, o algo injusto esta
sucediendo. (...) Es una cuestión que sea justo. Las mujeres no tienen las mismas
oportunidades que los hombres. Simplemente eso no esta bien. (...) Incorpore una
regla para recoger una lista de diversos candidatos cualificados para cada puesto
vacante”. Entrene sobre eliminación de bajos inconscientes a los avaluadores (...)

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cuando eliminen la parcialidad de la ecuación, las mujeres finalmente tendrán la

misma oportunidad que siempre han merecido”.

Como observamos, Sandberg hace una crítica al sistema mencionado

anteriormente, con cierta ironía, mientras que Dolors Monserdà, por ejemplo, no
luchaba por la igualdad laboral, sino por unas mejores condiciones para que la
smujeres pudiesen estar en el hogar haciendo funciones paternalistas. A parte, las
feministas actuales, como analizamos en este ejemplo, proponen medidas con tal
de ponerle solución al problema de la desigualdad, por el contrario, Monserdà daba
a entender con su discurso, que se posicionan de “heroína” que ayuda a la mujer
por propio lucro, no con tal de buscar la igualdad, sino más por un acto caritativo
hacia las mujeres que no disponen de tantos recursos como la mujer burguesa que
ella era, mediante sus soluciones las cuales económicamente no ayudaban en
absoluto.
9. Conclusiones
Este trabajo ha permitido que los integrantes podamos “empaparnos” más sobre la
vida laboral femenina que concurría por aquellos tiempos y actualmente. Hemos
obtenido información de cómo las mujeres eran explotadas en diversos aspectos del
trabajo, como pueden ser los pocos días de descanso y el excedente de horas
trabajadas añadiendo la poca remuneración que se les otorgaba.
Las mujeres tenían que soportar estas condiciones por tal de subsistir y ayudar en
los gastos de casa y, por otro lado, a esta desfavorable condición se le añadía el
trabajo doméstico que tenían que hacer las mujeres; cocinar, limpiar, cuidar de los
niños entre otras tareas.
Es por ese entonces en el que aparece la queja reivindicativa de Dolors Monserdà,
creando el Patronato para las Obreras de la Aguja en el cual aglutinó servicios como
bolsas de trabajo, asistencia médica gratuita o ropa a precio de fábrica, con tal de
mejorar las condiciones de vida de las obreras del textil.
Por otro lado en el texto se observó la defensa feminista que hace hacia la mujer,
basada en el sistema aún vigente de ser madre de familia, es decir, ella luchaba por
una educación de calidad, igualdad laboral y la dignificación del trabajo femenino
pero teniendo esto como resultado que las mujeres pudiesen estar más tiempo en

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su hogar para realizar las actividades domésticas dichas previamente. Cabe decir
que es un feminismo sobre el contexto del siglo XIX, y si bien las feministas de hoy
en día están lejos de esta postura, este ayudó o fueron los pasos primerizos a las
cuestiones que hoy sí se pueden discutir.
En definitiva: aunque Dolors Monserdà tenía una idea bastante conservadora en lo
que viene siendo la situación de las mujeres trabajadoras, está bien claro que fue
una de las principales precursoras del feminismo en sí, pero teniendo un concepto
muy paternalista y falócrata de lo que conlleva la postura de la mujer frente a la del
hombre.
Aún así tanto ella como diferentes ilustradas de su tiempo, como Teresa Claramunt,
fueron las predecesoras y una gran inspiración para el feminismo. Tal fue este que
llega al punto donde hoy en día se intenta luchar por una igualdad impoluta entre las
mujeres y los hombres en absolutamente todos los ámbitos.

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10. Bibliografía
Espuny Tomás, M. J. (Autor), Paz Torres, O. (Autor), García González, G. (Autor),
Cañabate Pérez, J. (Autor), Tomo XXVIII Esquemas de Historia del Derecho Social y
de las Instituciones Laborales. Editorial Tirant lo Blanch, 2011

Vialette, A., Literatura e industrialización: potencialidades obreras en al obra de

Dolors Monserdà. Hispanófila, no. 171, 2014, pp. 269-285. JSTOR,
www.jstor.org/stable/43808799

11. Webgrafia
- https://www.telesurtv.net/news/Costureras-del-85-una-historia-de-lucha-tras-el
-terremoto-en-Mexico-20170920-0064.html
- https://www.lindin.cat/2019/02/05/dolors-monserda-primera-escriptora-feminis
ta/
- https://www.elnacional.cat/es/cultura/ano-dolors-monserda-feminismo-literatur
a_398566_102.html
- https://www.enciclopedia.cat/ec-gec-0043470.xml
- https://es.wikipedia.org/wiki/Dolors_Monserdà
- https://elpais.com/ccaa/2019/02/15/madrid/1550260589_609261.html
- http://serviciodomesticoactivo.blogspot.com/p/que-hacemos.html

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