Está en la página 1de 2

Moniciones, 19 de diciembre de 2023

5to día de aguinaldos

Monición de entrada

Buen día queridos hermanos y hermanas en Cristo, tengan todos un día


bendecido y una cordial bienvenida a la Casa de nuestro Dios, lugar de
encuentro y oración. Comenzaremos esta Santa Misa, orando por las siguientes
intenciones…

Hoy nos encontramos en el quinto día de la novena de aguinaldos, ya próximos


al nacimiento del Redentor, el Mesías, el Señor. Dios espera de nosotros que
dispongamos nuestro corazón y todo nuestro ser para su llegada, nos reunimos
con alegría en este tiempo de adviento para celebrar la presencia viva del Señor
en nuestras vidas. Abramos nuestros corazones y mentes para recibir la luz que
trae consigo el misterio de la encarnación, un tiempo de esperanza y renovación
en el que nos preparamos para acoger al Salvador en medio de nuestras vidas.
Hoy oraremos de una manera muy especial por los enfermos y ancianos de
nuestra comunidad y del mundo entero, recordando que nada es imposible para
Dios y que una sola palabra suya bastara para sanarnos. Puestos de pie con gran
alegría y recibamos a nuestro sacerdote.

Monición de lecturas

Queridos hermanos en esta parte de la liturgia el Señor nos hablara mediante su


Santa Palabra en la 1era lectura del profeta Isaías, somos testigos de la profecía
que anuncia la venida de Emmanuel, «Dios con nosotros». Este anuncio nos
recuerda la constante presencia de Dios en nuestras vidas, su promesa de
acompañarnos y darnos su amor y redención. En el Salmo 23 escucharemos las
misericordias del Señor sobre sus elegidos, lo proclamaremos diciendo: “Ya
llega El Señor, el Rey de la gloria.” En el pasaje del Evangelio según San Lucas,
contemplamos la escena en la que el ángel Gabriel revela a María el plan divino
para la encarnación de Jesús. La respuesta de María, llena de humildad y
entrega, nos enseña el valor de la disponibilidad y la confianza en la voluntad de
Dios, invitándonos a decir «sí» a su llamado con corazones abiertos y
dispuestos. Escuchemos hermanos con mucha atención la Palabra de Dios.

Oración de los fieles

1. Por la Iglesia Universal, para que en este tiempo de adviento, podamos


preparar nuestros corazones para recibir a Jesús, el Salvador. Que
seamos portadores de paz, amor y esperanza en el mundo. Roguemos al
Señor.
2. Por aquellos que atraviesan tiempos de dificultad y soledad en esta
temporada navideña, para que encuentren consuelo en el mensaje de
esperanza y el amor de Dios. Que la luz de Cristo ilumine sus vidas.
Roguemos al Señor.
3. Por los líderes mundiales, para que trabajen en favor de la paz y la
justicia en todas las naciones. Que sus decisiones estén guiadas por la
compasión y el bien común. Roguemos al Señor.
4. Por todos los enfermos y ancianos del mundo entero para que reciban el
consuelo y la alegría así como también las familias: Saez y Gonzalez Lorca
para que El Señor les conceda una vida en conversión. Roguemos al
Señor.
5. Por todos nosotros reunidos aquí, para que en este tiempo de
preparación para la Navidad, renovemos nuestra fe, fortalezcamos
nuestra esperanza y avivemos nuestro amor por Dios y por nuestros
semejantes. Roguemos al Señor.
6. Por todos los fieles difuntos especialmente aquellos por los que nadie ora
y aquellos quienes partieron sin reconciliarse con Dios para que El Señor
les muestre su rostro y les conceda el descanso eterno. Roguemos al
Señor.

Monición de ofrendas

En este momento de ofrecimiento, traemos al altar nuestros dones como


expresión de gratitud y compromiso. Estas ofrendas materiales representan
también nuestros esfuerzos, alegrías, y desafíos diarios. Que al presentar estos
dones, entreguemos también nuestros corazones, dispuestos a seguir el ejemplo
de María, quien respondió con humildad y entrega al plan divino.

Luz: Tu Jesús que eres la verdadera y radiante luz, “el sol que nace de lo alto” y
la estrella que ilumina nuestro camino; que la luz de tu Santo Espíritu dirija
siempre nuestros pasos y demos de esa luz a las necesidades de los demás.

Alimentos y golosinas: Tu Señor que mediante tu santa Palabra, nos


muestras tu gran generosidad al compadecerte de aquellos más desvalidos,
presentamos muy humildemente estos alimentos y golosinas fruto del esfuerzo y
el trabajo del hombre y que pedimos puedan ser compartidos con el más
necesitado. Que nunca falte el pan en nuestros hogares.

Pan y vino: Danos la gracia de poder cumplir con tu Santa Palabra, y poder
disfrutar la promesa de vivir en la eternidad comulgando con tu Cuerpo y con tu
Sangre. Que podamos deleitarnos con el banquete la mesa celestial.

Colectas: Dios que nunca se deja ganar en generosidad, nos pide que
colaboremos con las necesidades de nuestro templo y nos recuerda que “ni un
vaso de agua dado, quedara sin recompensa.” Brindemos pues con un corazón
sencillo, nuestra colaboración a nuestra santa madre iglesia.

También podría gustarte