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LA VIDA MÍSTICA
DE JESÚS
POR EL
BIBLIOTECA ROSACRUZ
Pág.
Dedicatoria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
I.-El misterio de los Esenios .. .. . . . . . . .. .. . . . . . . . .. .. . . 21
IL-Los Vecinos de Jesús.................................... 35
Ill.-Los Pádres de Jesús . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .. .. . . 43
IV.-El nacimiento virginal de los Avatares............ 57
V.-El Nacimiento Místico de Jesús . . . . . . .. . ............ 73
VI.-El Lugar del Nacimiento y los Magos .. .. . . . .... . 83
VIL-Fecha del Nacimiento de Jesús ... .................. 93
VIII.-La Infancia de Jesús .................................... 103
IX.-Jesús Entra al Sacerdocio .. . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115
X.-Jesús Entra al Sacerdocio Secreto .................. 127
XL-El Maestro································: ••••••••••• : ••• 137
XII.-Jesús el Cristo............................................. 145
XIII.-El Comienzo Místico de la Misión de Cristo ... 153
XIV.-Las Verdaderas Enseñanzas y Milagros de Jesús ... 161
XV.-La Verdad Acerca de la Crucifixión ............... 173
XVI.-Los Verdaderos Secretos de la Resurrección ... 193
XVII.-La Vida Ignorada de Jesús ........................... 203
Apéndice . . ............................................. 215
Índice Analítico · · · .............. · ...... •.......... •.. · 223
Biblioteca Rosacruz ••••••••••••••••••••••••••••••••• 233
La Ex¡lcdición del :1utcr en Egipto.
En la renombrada Cueva número 4 , en
Qumran , Jordán, un oficial del Real
Gobierno Jordano señala las grietas en
las que se encontró el depósito más
grande de Pergaminos del Mar Muerto.
Le acompaña un camarógrafo de
A.M.O.R.C .
El \lome Cinnclo y los \Iona stcrios.
INTRODUCCIÓN
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INTRODUCCIÓN
H. SPENCER LEWIS
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CAPÍTULO PRIMERO
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CAPÍTULO 11
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grandes beneficios.
Los hebreos o judíos ortodoxos tenían sus propios ¡?;ober-
nadores en la mayor parte de las ciudades y se les había
concedido el derecho de ciudadanía romana y los privilegios
especiales que demandaban por creerse firmemente el pueblo
escogido de Dios.
Los romanos les dieron el derecho a tener un gobierno
civil propio e independiente de la jurisdicción de los tribu-
nales de las ciudades en que residían. Gozaban de ilimitada
libertad religiosa, pero se la negaban a los judíos heterodoxos.
Las clases directoras de los hebreos se hacían odiosas a
los demás ciudadanos porque cerraban sus tiendas y alma-
cenes el sábado, e iban ociosos por las calles lujosamente
ataviados con señalados gestos de desdén y repugnancia por
todo cuanto les rodeaba.
Deseaban convertir secretamente a las esposas, hijas, her-
manas y parientes de todos los personajes influyentes, para
inclinarlos en favor de los intereses de Israel, con el defi-
nido propósito, públicamente manifiesto, de expulsar de
Palestina a los gentiles.
En las sinagogas o templos de los judíos ortodoxos se
observaba estrictamente la separación de las clases, y a las
mujeres no se las consideraba aptas para desempeñar cargos
en la iglesia.
Se advierte esta actitud respecto de las mujeres, en algunos
pasajes de la liturgia judaica que se usaba en las sinagogas,
según denota la acción de gracias que dice: "Bendito seas
Señor y Dios, que no me hiciste mujer".
Creían los judíos ortodoxos que las mujeres no tenían
alma, ni eran por tanto capaces de desenvolvimiento espi-
ritual ni de llegar a ser ángeles, y así es que todas las imá-
genes o estatuas de ángeles que se encuentran en los países
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CAPÍTULO 111
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ellos.
Esto no autoriza para investigar el caso y descubrir por
qué los galileos eran gentiles y por qué los gentiles vivían
en Galilea.
En I Macabeo 5: 15 leemos que unos mensajeros venidos
de Galilea, se presentaron a Judas Macabeo, y rasgando an-
gustiosamente sus vestiduras, le dijeron: "Las gentes de
Tolemaida, de Tiro, de Sidón y toda Galilea de los gentiles
se han unido contra nosotros para aniquilarnos".
Judas Macabeo le dijo a Simón su hermano, que escogiese
unos cuantos hombres y marchara con ellos a Galilea para
librar a los judíos que allí estaban, de modo que no los
persiguiesen los gentiles. Simón se encaminó con tres mil
hombres a Galilea donde libró varias batallas con los lla-
mados "paganos", y se llevó sanas y salvas a Jerusalén a las
familias judías que estaban en Galilea.
Aquí vemos conjuntamente un indicio de las condiciones
existentes en Galilea y cómo los judíos ortodoxos conside-
raban a los galileos no sólo gentiles, sino de diferente religión
y raza y enemigos de sus intereses vitales.
La citada repatriación de los judíos residentes en Galilea
se efectuó el año 164 A. C. y por el mismo tiempo Judas
Macabeo rescató a los judíos que vivían entre "paganos"
al norte del país y al este del Jordán y los condujo a
Jerusalén.
Según se infiere de este relato y de algunos otros, hubo
judíos en Galilea mucho después del año 164 A.C. y Galilea
continuó siendo una nación de gentiles o "paganos" hasta el
año 103 A. C. en que Aristóbulo, nieto de Simón y primer
rey de los judíos, obligó a todos los habitantes de Galilea a
circuncidarse y a aceptar la ley mosaica.
De esto se infiere que los gentiles de Galilea, entre quienes
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CAPÍTULO IV
EL NACIMIENTO VIRGINAL
DE LOS AVATARES
Este incidente de la vida de los avatares es muy difícil
de tratar y más todavía de exponer a quienes no llegaron
al alto grado de comprensión mística y despertar espiritual
que capacita al estudiante para comprender la concepción
y nacimiento de los avatares.
Sé que quienes rechazan por entero la doctrina cristiana,
no aceptan el dogma del Nacimiento Virginal de Jesús, que
por cierto es de muy difícil comprensión para el no iniciado
e indocto místico, y les parece imposible a las mentes ana-
líticas que nada saben de las leyes y principios místicos
enseñados por los antiguos Maestros.
Acaso logre yo, mejor que otros que lo intentaron en el
pasado, reducir la fase mística del nacimiento de Jesús a
una exposición semi-mística, o acaso fracase por completo
en el intento. No estoy limitado por creencias o dogmas
que me obliguen a una versión clásica; y si no logro ex-
plicar el misterio del Nacimiento Virginal será porque mi
vocabulario es inadecuado para expresar en términos gene-
rales lo que los místicos comprenden internamente, o tam-
bién porque el 1ector no acierte a leer entre las líneas de
mis afirmaciones para darse cuenta de lo que no es posible
reducir a cosa tan grosera como la letra de molde.
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"Si ustedes los cristianos creéis que Jesús era Hijo de Dios o
Enviado de Dios para redimir a una parte del mundo por
medio del mensaje que había de dar, debéis creer que fue
concebido y nació por acción espiritual, porque no cabe duda
de ello si era Mensajero Divino".
Cuando yo les respondía que algunos cristianos y estu-
diantes de la doctrina cristiana no podían creer en el mis-
terio de la Encarnación, pero que sin embargo, conside-
raban a Jesús como un gran Maestro, un Mensajero Divino,
un Hijo de Dios y un avatar de extraordinaria y altísima
autoridad, replicaban sonriendo que semejante punto de
vista era absurdo, porque nadie humanamente concebido
y nacido, podía alcanzar el grado de divina autoridad que
lo capacitase para ser el Cristo de su época.
Así vemos que este arduo problema se resuelve no ya en
el hecho del Nacimiento Virginal de Jesús y de su divina
filiación, sino en el problema de que el mundo occidental
comprenda conscientemente el hecho, como lo comprende la
consciencia del mundo oriental; es decir, que los estudiantes
occidentale~ de misticismo no han de preocuparse del Naci-
miento Virginal de Jesús, sino de que no lo comprendan los
millones de gentes que todavía no llegaron al grado con-
veniente de comprensión espiritual, para conocer las leyes
espirituales que intervienen en tan importantes aconteci-
mientos.
Los orientales nos dicen a los occidentales que inten-
tamos tratar con un principio del mundo espiritual, que
no comprendemos ni estamos preparados para comprender.
Los místicos de todos los países convienen en que hasta
que el hombre adquiera el suficiente desenvolvimiento espi-
ritual para conocer la operación de las leyes superiores, y
comprender en toda su sublime plenitud la realidad de la
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CAPÍTULO V
EL NACIMIENTO MÍSTICO
DE JESÚS
Antes de relatar el nacimiento de Jesús, tal como cons,
ta en las antiguas crónicas Rosacruces, conviene llamar la
atención del lector sobre los siguientes puntos importantes:
En la época del nacimiento de Jesús, la confraternidad
de los esenios, como parte de la Gran Fraternidad Blanca,
no sólo estaba bien establecida en varios puntos de Egipto y
Palestina, con el gran centro de miembros egipcios en Ale-
jandría, y su vasto distrito de Galilea, sino que la corpora-
ción mantenía un gran templo secreto en Heliópolis de
Egipto donde se reunían los oficiales supremos y se cele-
braban las ceremonias solemnes de la organización.
Las crónicas antiguas llaman a este templo, el templo
de Helios o del Sol.
En Jerusalén había otro templo menor para las cere-
monias sagradas de los esenios, situado junto a una de las
·puertas de la ciudad, donde se reunían los altos dignatarios
de los esenios con objeto de practicar sus ceremonias.
Quizás sea necesario explicar también en este punto, que
en todos los antiguos templos de la Gran Fraternidad Blan-
ca, incluso los de los esenios, las hijas solteras de los altos
dignatarios de la organización servían a manera de vestales
durante ciertos períodos de su vida y estaban bajo la sal-
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vaguardia de la corporación.
En todas las ramas Rosacruces esparcidas hoy por el mun-
do, incluso las de los Estados Unidos, hay varias vestales
adscriptas a cada templo o Logia, y representan simbólica-
mente la consciencia espiritual del Cósmico. Estas vestales
son siempre hijas de miembros que pertenecen a la orga-
nización desde hace tiempo y se. las respeta muchísimo y
se las ayuda a que alcancen el mayor grado posible en los
principios éticos, culturales y educacionales del país.
Teniendo en cuenta estos puntos voy a referir la que
probablemente es la más antigua y completa historia del
Nacimiento Virginal o Nacimiento Divino del Maestro Jesús,
según se conserva en las crónicas de la Orden Rosacruz en
Egipto, India y Tibet. La he compendiado algún tanto para
no hacer muy voluminoso este libro; pero no he omitido
nada esencial ni alterado ninguna de las importantes frases
místicas.
El siguiente relato es el que con perfecta comprensión
aceptan los místicos de la Gran Fraternidad Blanca, y espe-
ro que los místicos del niundo occidental hallarán en él
una comp-leta explicación de este magno misterio místico.
En los días de las escuelas místicas y cidtos sagrados
de la Gran Fraternidad Blanca en Oriente, era Joaquín el
sumo sacerdote del sagrado templo de Helios, junto a las
puertas de Jerusalén. Practicaba muy devotamente los ritos
sagrados, con promesa de consagrar a la obra todo lo suyo.
Al llegar la época en que su mujer Ana quedó encinta,
convinieron los esposos en que si nacía niña y denotaba
en su infancia que la había destinado Dios, sería una paloma
del sagrado Templo y una virgen del Santuario.
Al noveno mes dio Ana a luz una niña, según predi-
jeron los astrólogos o magos del templo. Se purificó Ana,
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tocaron el suelo.
Los sacerdotes del templo de Helios recibieron a María
en las mismas puertas, mientras las vírgenes cantaban en
el interior del templo e incensaban el santuario.
Condujeron a la niña a la tercera grada del altar, donde
ardía el fuego sagrado, y el Sacerdote oró a Dios diciendo:
"Dios ha magnificado sus propósitos y su nombre en todas
las generaciones, y por medio de esta niña redimirá Dios a
los hijos de esta tierra". El Sacerdote bendijo a la niña y
ella danzó gozosa y anduvo desde el altar al santuario pos-
• trándose ante la Shekinah.
Cuando los padres llegaron a la puerta del templo vieron
que la niña no les seguía, sino que permanecía arrodillada,
y las vírgenes, sacerdotes, escribas y magos la cubrían de
pétalos de rosa.
Los padres se maravillaron del deseo de la niña de per-
manecer sola en el templo, y cuando todos se marcharon,
María vio que su cuerpo infantil flotaba en el aire como
una paloma, y del espacio sobre la Shekinah apareció una
mano como de ángel que le daba al flotante cuerpo de María
un manjar, y oyóse una voz angélica que le dijo: "He
aquí, que éste ha de ser en adelante tu alimento, y ya no
hallarás más leche en los pechos de tu madre, porque sorbiste
lo que Dios proveyó, y ahora sólo comerás lo que te sirva
tu linaje".
Al cumplir María doce años, dio signos de fecundidad
que denotaban la llegada del día en que sus padres habían
de cumplir el voto. Reuniéronse los sacerdotes y magos en
consejo, y dijeron los sacerdotes: "He aquí que María la
Paloma ha cumplido doce años de edad, y da señales de que
ha de morar en el templo o ha de contraer matrimonio. ¿La
hemos de admitir ahora o aguardar once meses más?" Y los
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blo o pesebre.
El vasto departamento central que servía de recibo y
está rodeado de varios aposentos particulares, denota desde
luego, que era una mansión mucho más capaz que cualquiera
de los edificios urbanos públicos y particulares de Palestina.·
La escalera de piedra que da acceso a los aposentos es prueba
segura de que aquel lugar no sirvió nunca de establo y al yer
la cuidadosa labor' de las piedras, los decorados todavía
visibles en algunas partes, el pavimento pulido y la distri-
bución de los aposentos en torno de la sala central, se ad-
quiere la certeza de que estaba destinada aquella gruta a
albergar a seres humanos.
Aun hoy día los aposentos reúnen las convenientes con-
diciones higiénicas de una vivienda salubre y agradable, y
si se considera la tosca construcción de los establos, si acaso
se construyen de propósito, resulta evidente que no se hubiera
destinado una gruta tan costosa y bien dispuesta a establo
de ganado.
En el Concilio de N icea, según ya queda dicho, se de-
cidió que para acabar con las controversias acerca del lugar
del nacimiento de Jesús, lo mejor fuera dedarar que había
nacido en un establo. Esta arbitraria decisión fijó definiti-
vamente el asunto, en cuanto a la iglesia cristiana, sin tener
para nada en cuenta los documentos auténticos todavía exis-
tentes.
Otro punto interesante respecto al lugar del nacimiento
de Jesús es el de la visita y adoración de los Magos. Según
las versiones cristianas autorizadas, los Magos fueron guiados
a Palestina por una fúlgida estrella que desde Oriente los
condujo al lugar donde había nacido el niño, y traían con-
sigo ofrendas de oro, incienso y mirra.
Muy fascinador es el relato de la aparición de una es-
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mundo, podrá satisfacer el anhelo del indagador sincero, de
una manera privada y personal, sin otro motivo que el be-
neficio que podrá allegar de la instrucción. el individuo, si
merece recibir tan profundas enseñanzas.
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CAPÍTULO VIII
LA INFANCIA DE JESÚS
En los Evangelios y versiones autorizadas de la vida de
Jesús notamos dos períodos de silencio, sin que nada se diga
ni se comente acerca de ellos.
Son los años que transcurren desde su nacimiento hasta
la controversia con los doctores en la sinagoga, y desde este
incidente hasta el comienzo de su misión, ya en plena vi-
rilidad.
El silencio de los Evangelios respecto de estos dos pe-
ríodos ha sido causa de muchas discusiones, cuyo resultado
fue que algunos críticos negaron la realidad histórica de
Jesús. Los incapaces de comprender fa divina concepción
y nacimiento de Jesús, no vacilan en señalar dichas dos
lagunas como prueba de la inexistencia histórica de Jesús.
Los supercríticos de los Evangelios dicen con algún fun-
damento que si no relataran con tan señalados pormenores
todo lo referente a la concepción y nacimiento de Jesús, no
tendría importancia el silencio que guardan respecto a su
niñez ni haría sospechar la autenticidad de su existencia;
pero cuando se relatan, ensalzan y glorifican con tantos por-
menores todos los incidentes relativos a la concepción, em-
barazo y alumbramiento, es algo significativo el silencio que
los evangelistas guardan acerca de la infancia y juventud de
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Jesús.
Seguramente quienes creyeron su deber indagar, reunir
y conservar el recuerdo de los puntos esenciales y subalternos
referentes al nacimiento y a cuanto el nacimiento implicaba,
debieron conocer muy bien lo relativo a la infancia de Jesús.
¿Por qué, entonces, el silencio y la completa carencia de
aquellos pormenores que hubieran podido ser sumamente in-
teresantes y muy esclarecedores para quienes quisieran adorar
a Jesús en todas las fases de su vida?
Pero entiéndase bien que los hechos concernientes a la
niñez y juventud de Jesús, no faltan en las crónicas guardadas
por quienes no estaban influidos por las decisiones de los
Concilios y los decretos sinodiales, y no encuentran en tales
hechos nada que amengüe la grandeza y el supremo magis-
terio de Jesús el Cristo.
Sé que algunos hechos pertenecientes a la niñez y juven-
tud de Jesús se han publicado en varios países en distintas
épocas y constan en varios tratados místicos de Occidente;
pero el relato completo y los más importantes pormenores
quedaron reservados por las organizaciones que bien los co-
nocían, y opinaban que hasta que el mundo occidental es-
tuviese en disposición de comprenderlos en todo su amplio
y esclarecedor significado, fuera mejor reservarlos.
Ya no hay razón para mantener estos hechos en reserva,
y me place decir que las autoridades que en sus archivos
guardan dichas crónicas y con quienes recientemente he con-
sultado sobre el particular, convienen en que la actual in-
quietud del mundo occidental en materia religiosa, y espe-
cialmente el deseo por parte de millones de personas de tener
un bosquejo más completo de la vida de Jesús, justifican
la publicación por vez primera en Occidente de los hechos
aludidos. •
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cretas respuestas".
Si el joven Jesús reveló a los doctores algunos de los
principios enseñados por los esenios, y si era el aventajado
estudiante de que hablan las crónicas de la Fraternidad, cier-
tamente, debió dejar admirados a los doctores que sólo
sobresalían en las tradicionales enseñanzas de su propia fe
e ignoraban las nuevas y superiores ideas enseñadas en las
escuelas de la Fraternidad.
Sin embargo, el joven Jesús declaró en muy positivos
términos que dentro de pocos meses terminaría los cursos
de instrucción preparatoria en la escuela del Carmelo y que
de conformidad con los reglamentos de la organización, sal-
dría de Galilea a principios de otoño para ir a estudiar en
las escuelas del extranjero y no volvería a Palestina hasta
pasados muchos años. Tales fueron las razones que dio para,.
limitarse a obedecer la ley de inscripción, pues no le era
posible prometer su asidua asistencia a la sinagoga ni tampoco
ser verdadero discípulo de la fe juma.
Por la circuncisión era potencialmente judío, como fun-
damental requisito que para ser admitido en la fe judaica·
había de cumplir todo gentil; pero en modo alguno la iglesia
judaica podía obligar a Jesús ni a ningún otro joven gentil
a que fuese judío ortodoxo.
No era Jesús el primer joven galileo que, ambicioso de
mayor conocimiento, había ido a Egipto y otro países en
busca de superior educación y más amplia experiencia de las·
cosas de la vida, por lo que no les extrañó a los doctores su
propósito de viajar para el mejoramiento de su educación,
aunque su actitud, y la desembarazada manera de exponer
sus planes, sorprendió a aquellos hombres acostumbrados a
que los jóvenes del país les trataran con mayor consideración
Y menos independencia.
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CAPÍTULO X .
JESÚS ENTRA AL SACERDOCIO
SECRETO
Poco insinúan los Evangelios cristianos acerca de la vida
de Jesús entre su discusión con los doctores en Jerusalén y
el comienzo de su ministerio en Palestina.
En efecto, lo primero que nos dicen los Evangelios res-
pecto a la preparación de Jesús para su obra como Hijo de
Dios es su bautismo en el río Jordán. Se nos informa que
a la sazón quiso Jesús salir de Galilea y mostrarse en público.
Seguramente que el bautismo de Jesús no pudo haber sido
el comienzo de su preparación para el ministerio, pues mayor
preparación requería la obra que realizó durante algunos
años. "'
Ya expuse en otros pasajes de este"'libro por qué está
fuera de razón creer que Jesús no necesitaba prepararse para
si· ministerio, y traté de demostrar que toda su vida denota
profundo estudio, cuidadosa preparación y extraordinaria
disciplina durante la juventud.
Nos acercamos ahora a un período de la vida de Jesús
sumamente interesante, no sólo por lo desconocido para los
exégetas cristianos, sino por lo muy significativo en la obra
realizada.
Según las crónicas esenias, terminó Jesús los estudios ofi-
ciales a primeros de otoño, cuando· todavía estaba en los
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sofía moral.
Pero en la época de que tratamos, le era absolutamente
necesario al estudiante de religión y filosofía ir a las sedes de
las antiguas religiones, donde podía consultar los únicos
ejemplares de las auténticas escrituras de cada religión y
convivir con las gentes que la profesaban para familiarizarse
con sus rituales, dogmas y ceremonias.
Algunos grandes avatares del pasado hubieron de ir a
lejanos lugares con dicho propósito, y así se ha diseminado
tan universalmente el conocimiento de las antiguas ense-
ñanzas.
El joven Jesús quedó al cuidado de dos magos que vinie-
ron al Carmelo con objeto de llevarlo a su primera lejana
escuela y lugar de experiencia. Dicen las crónicas que se le
permitió a Jesús pasar una semana con sus padres en Galilea,
mientras los magos hadan los preparativos y consultaban
con los profesores de la escuela del Carmelo. También ins-
truyeron a los padres de Jesús respecto de lo que debían
esperar y lo que debían hacer durante la ausencia de su hijo:
Asimismo refieren las crónicas que cuando Jesús y los magos
salieron de Galilea, se efectuó una ceremonia esenia en una
asamblea privada, y sin llamar la atención de las gentes, los
magos y Jesús, junto con otros que iban hasta corta distancia
por el mismo camino, partieron en caravana en dirección a
la ciudad de Yaganat, ubicada en la costa oriental de la
India, llamada hoy Puri, que durante siglos había sido centro
del más puro budismo.
En una montaña de las cercanías de la ciudad había una
escuela o monasterio en que se guardaban varios antiguos
escritos budistas, y residían los más doctos instructores de
las doctrinas de Buda.
Cerca de un año tardó la caravana en llegar a Yaganat,
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ahora con él como había estado antes; pero ahora las huestes
angélicas guardan sus pasos y le amparan en su camino. Por
lo tanto, ¿a qué llorar y sufrir? Las lágrimas no consumirán
_tu dolor ni tu tristeza cederá a ninguna emoción de tu ánimo.
Mantén tu alma por medio de la meditación en contacto
con la del que se ha ido, y si así lo haces no habrá tiempo
para la aflicción. ' '
• • "Cuando la pena te acongoje el corazón y la angustia te
adolore, levanta el alma a los planos superiores y entrégate
al ministerio del amor. Siempre ha sido de amor tu ministe-
rio, y en la Fraternidad encontrarás muchas ocasiones de res-
ponder a los clamores del mundo que ansía más amor. Por
lo tanto, lo pasado, pasado. Sobreponte a los cuidados de las
cosas del mundo y dedica tu vida a quienes todavía viven
con nosotros aquí en la tierra. Cuando tu vida acabe, la
hallarás de nuevo en el sol de la mañana, en el rocío de la
tarde, en el canto de las aves, en el aroma de las flores y
la mística luz de las estrellas. Porque no tardarán mucho en
resolverse también tus problemas y afanes aquí en la tierra;
cuando .todo se haya consumado, estarás dispuesta a entrar
en más vastos campos de esfuerzo y a resolver mayores pro-
blemas del alma. Así, pues, procura estar contenta hasta que
pronto vuelva a ti y te traiga dones tan ricos como nadie
vio hasta ahora y más valiosos que las alhajas elaboradas con
oro y piedras finas. Estoy seguro de que mis hermanos cui-
darán de ti y proveerán a tus necesidades.
"Siempre contigo en mente y espíritu. Tu Hijo -José".
Esta carta y otros escritos redactados durante los años
posteriores y que están cuidadosamente conservados, denotan
el rápido desenvolvimiento de su mentalidad y su maravi-
llosa comprensión de las leyes y principios cósmicos.
Refieren algunas crónicas antiguas que terminados sus
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CAPÍTULO XI
EL MAESTRO
Para comprender el adelanto de Jesús en los varios grados
del sacerdocio que conducían al magisterio, es necesario ex-
plicar el régimen de la Gran Fraternidad Blanca en la que
estuvo iniciado.
La Gran Fraternidad Blanca, tan a menudo aludida en
los capítulos precedentes, era una organización no sectaria,
formada de un modo primitivo por los ascendientes de
Amenhotep IV, rey de Egipto, mejor conocido en la biblio-
grafía filosófica con el nombre de Akhnaton.
No tenemos seguridad respecto de quién de tales ascen-
dientes fue el primero en proclamar la fundación de la
Fraternidad; pero sabemos que Thothmes 111 estableció algu-
nas de las importantes reglas y estatutos para el régimen de
la Fraternida,d, y que estuvieron muchos siglos vigentes.
En una de las crónicas Rosacruces hallamos que al fin
del reinado de Thothmes 111 en 1447 A. C., estaba el Su-
premo Consejo de la Fraternidad constituido por treinta y
nueve miembros, entre hombres y mujeres. Se reunía el
Consejo en una de las salas del templo de Karnak en Luxor,
donde Thothmes 111 había mandado erigir dos obeliscos
en que estaba esculpido el famoso monograma que fue el
sello de la Fraternidad usado en Egipto y es hoy el de la
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CAPÍTULO XII
JESÚS EL CRISTO
La obtención del título de Maestro en la Gran Frater-
nidad Blanca colocó a Jesús entre los más sabios de los Gran-
des Sacerdotes, en segundo lugar después de Hierofante, lo
que le daba derecho de asistir a los cónclaves, tomar parte
en las más sagradas y sublimes ceremonias, efectuar tras-
cendentales experimentos en ciertos períodos cósmicos del
año y armonizarse con la consciencia de Dios por medio de
las superiores leyes espirituales.
Cabe argüir que si Jesús estaba divinamente predestina-
do, concebido y nacido para ser el Hijo de Dios y el salvador
del mundo, ningún poder terreno y mucho menos un Consejo
de hombres era capaz de concederle o negarle el privilegio
de armonizarse con la consciencia de Dios. Esto es induda-
bleme1_1te cierto, y en ningún pasaje de las crónicas a que
me refiero ni en las actuales enseñanzas de los Rosacruces se
dice que si Jesús no hubiese pasado por las pruebas y expe-
riencias dispuestas por la Gran Fraternidad Blanca, no ha-
bría sido capaz de armonizarse completamente con la cons-
ciencia de Dios y reconocer su divinidad interna o su esencia
de Cristo.
Desde el instante del nacimiento de Jesús, los magos, los
sabios, los altos sacerdotes y los doctos consejeros de la Fra-
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CAPÍTULO XIII
EL COMIENZO MÍSTICO DE
LA MISIÓN DE CRISTO
c;uando Juan llegó a Palestina, presentóse en público tos-
camente vestido, en humildísima actitud. Su misión era
anunciar entre los pobres y humildes en espíritu la venida
del Redentor. Exponía una idea enteramente nueva al pre-
dicar la doctrina del bautismo por redención o regeneración,
No estará de más consignar que el Maestro El-Moria in-
trodujo entre los ritos y ceremonias de 1;-G:ran Logia Blanca
de Egipto, el bautismo y el uso del agua como símbolo de
purificación.
Fue El-Moria uno de los grandes avatares en los primi-
tivos días de la Fraternidad, y aprendió por meditación y
por iluminación cósmica que el agua podía limpiar en sen-
tido cósmico tan bien como en el físico.
A consecuencia de las eruditas disertaciones de El-Moria
sobre este punto, ante el Consejo Supremo de la Fráter-
nidad, se instalaron depósitos de agua purificada frente a
cada altar en los nuevos templos de Egipto y otros países.
También El-Moira estableció el bautismo público para la
regeneración es iritual en las ceremonias del La o Moeris,
en la comarca Fayum e Egipto, en donde florecía una de
las más antiguas y adelantadas civilizaciones de dicho país.
Recientemente hice una excursión a aquel lugar en coma
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Otro monograma de Cristo formado por tres letras, que se suponen las
dos primeras y la última del nombre griego de "Jesús", aunque la
última fue posteriormente cambiada por la latina S de modo que el
monograma J H S significa: "Jesús, Hominum Salvator" o sea "Jesús
Salvador de los Hombres". También pueden significar las ietras "In
Hoc Salus" o "In Hoc Signo", o sea respectivftlente: "En esta Cruz hay
salv!lción" y "'Por este signo vencerás". En latín, la I y la J tienen la
misma grafía; y en el monograma .compuesto por las letras l. H. S. se
puso encima la marca de abreviatura¡, que más tarde se creyó por
ignorancia o por mal trazada, que era una cruz puesta sobre la H y así
apareció el monograma que muestra el grabado, y hoy usan oficialmente
los jesuitas.
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CAPÍTULO XIV
LAS VERDADERAS
ENSENANZAS Y MILAGROS
DE JESÚS
Toda la vida pública de Jesús, desde el bautismo a la cru-
cifixión, fue una extensa y objetiva manifestación de la
serie de iniciaciones porque había pasado en secreto y más
o menos subjetivamente durante sus años de preparación.
Esta importantísima circunstancia suelen no tenerla en cuen-
ta los que estudian analíticamente la obra misionera de
Jesús e intentan interpretar sus enseñanzas, actividades, su-
frimientos, pruebas, fracasos y victorias.
Ya quedó insinuado en precedentes capítulos que el cle-
ricalismo desdeñó injustamente el fundamento místico de la
religión cristiana, aunque lo están restaurando los más in-
signes teólogos.
En un reciente congreso de una de las más importantes
denominaciones protestantes de los Estados Unidos e Ingla-
terra, declaró una de las más prestigiosas autoridades ecle-
siásticas que la salvación de la Iglesia cristiana depende hoy
día de la debida comprensión del fundamento místico del
cristianismo.
El cristianismo primitivo se propuso llevar a la práctica
las enseñanzas de Jesús el Cristo, que eran profundamente
místicas, aunque expuestas en parábolas. Los apóstoles de
Jesús, cuidadosamente elegidos por Él a causa de su previa
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CAPÍTULO XV
LA VERDAD ACERCA DE
LA CRUCIFIXIÓN
En estos dos últimos años se han publicado dos folletos en
que se pretende describir la escena de la crucifixión según
Ja refiere un testigo ocular. La descripción es muy breve y
sólo arroja muy dudosa luz sobre unos cuantos puntos refe-
•rentes a la crucifixión.
Todo cuanto digno de nota aparece en dichos folletos
está tomado de varias fuentes auténticas, pero novelesca-
mente ampliado por un autor anónimo que sin duda se
propuso halagar a los aficionados a historias sorprendentes.
La verdadera historia de la crucifixión consta en algunos
escritos antiguos, todos ellos fidedignos y concordantes en
el relato de los incidentes. Hasta el mismo Judas dejó un
breve bosquejo de su intervención en el asunto y de lo que
personalmente observó, aunque sólo sirve para corroborar
algunos puntos contenidos en otros escritos. Los principales
Y más completos relatos de la crucifixión constan en los tres
manuscritos originales de diferentes escribas, conservados en
los monasterios del Tibet, Egipto y la India.
• Creen generalmente los eruditos que el único relato au-
téntico de la crucifixión es el de los Evangelios; pero algunos
crí~icos dicen que no admiten semejante relato porque no
esta corroborado por los historiadores coetáneos ni consta
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Este signo místico es uno de los más antiguos y populares, y se ha
atribuido equivocadamente su origen a los indios norteamericanos
porque se le encontró muy usado en sus ornamentaciones místicas.
Recientemente se le encontró grabado entre los antiquísimos símbolos
de los mayas de Yucatán, donde probablemente se usaba siglos antes de
la era cristiana. También era uno de los sign<>i del Zodíaco budista y
está en las inscripciones del emperador Asoka. Es la marca de los jainos
y de la secta japonesa de los xacas. Esta misma forma tiene la primitiva
cruz hallada en las catacumbas cristianas.
Es uno de los símbolos sagrados más usados en los monasterios del
Tibet por la Gran Fraternidad Blanca. En el simbolismo Cristiano, se
supone que esta cruz está formada por dos letras mayúsculas gammas,
y se usa como signo de la "fe en el Crucificado".
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CAPÍTULO XVII
LA VIDA IGNORADA DE
JESÚS
Según los Evangelios, la vida de Jesús el Cristo termina
o culmina en la Ascención. Varios otros libros sagrados de
entre. los cuales se escogieron los actuales Evangelios, conte-
nían referencias e incidentes de la vida de Jesús que no cons-
taban en los seleccionados, y por lo mismo los rechazaron.
Pero los rechazados forman un volumen aparte y los consul-
tan hoy varias autoridades eclesiásticas de alta categoría por
la vivísima luz que arrojan sobre muchos otros importantes
incidentes de la vida de Jesús y los apóstoles.
La ascensión descripta en el capítulo anterior, fue un su-
ceso de todo punto místico y psíquico,· y nada hay en los
relatos originales que justifique la creencia de que Jesús
ascendió al cielo en cuerpo físico envuelto en una nube.
Las palabras de Jesús: "Yo voy al Padre", no indican en
modo alguno que fuese en cuerpo físico ni tampoco precisan
el cómo y cuándo había de ocurrir este retorno de su ser
espiritual. La ascensión debe considerarse en sentido místico
Y espiritual, lo mismo que su declaración de la necesidad de
nacer otra vez para entrar en el reino de los cielos. Muy ex-
plícitamente explicó que significaba el renacimiento por el
arrepentimiento y no el renacimiento del cuerpo físico du-
rante la vida terrena. Pero se ha tergiversado el sentido es-
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APÉNDICE
ALGUNAS CRÍTICAS
INTERESANTES
Inmediatamente que salió a luz la primera edición de este
libro y de haberse efectuado la venta mundial de la primera
y segunda ediciones, el autor recibió infinidad de cartas con
comentarios o críticas de esta obra. El lector encontrará
interesantes muchos de éstos.
Naturalmente se esperaba que esta nueva versión de la
antigua historia de la vida de Jesús, y la presentación de
algunos hechos no publicados hasta ahora sobre Su via:C
traerían numerosas y serias objeciones de parte d.eJos cris-
tianos ortodoxos y diversos comentarios críticos' de dos
clases de personas -los defensores de la fe y' los estudiantes
apáticos de Teología Cristiana-. Ni el autor ni los edito-
res esperaron jamás que una parte siquiera del sacerdocio
cristiano aprobara y autorizara el-iibro. No obstante, en
muchos casos sucedió así.
Un hecho interesante que revelan las cartas recibidas y
los comentarios o críticas que se han publicado sobre el
libro en varios artículos de periódicos y en colaboraciones
de revistas, es que muchos miembros eminentes del clero
cristiano, que no debieron intentar la crítica sin antes ha-
berse interiorizado bien en la Historia Cristiana, se apre-
suraron a imprimir sus censuras sobre el libro y centrali-
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ÍNDICE ANALÍTICO
A Krishna, 205.
Mística, 203, 205.
Abirón, 78. Zoroastro, 205.
Adán, 80. Asesinato, 182.
- Adepto, 25. Asiria, 134.
Adonaí, 114. Asirios, 45, 46.
Adonis, 98, 99, 205. Asoka, 176.
Agua, 153, 156, 169. -
Astrologia, 88, 90.
Radiante, 81. --
Astronomía, 88, 90.
Akhnaton (véase Amenhotep IV). Atenas, 64.
Alejandría, 23, 73, 135, 205. -
Aura, 32, 64, 81.
Alhammans. 45. Autoridades, Católico-Romanas,
Alma, 27. 50.
Alquimia, 32. -
Avatares, 18, 20, 35, 54, 55, 57, 88,
Amenhotep IV, 22, 137, 138, 139, 96, 99, 100, 107, ·111, 113, 129,
210. 138, 140, 141, 151, 153, 157, 164,
Ana, 74, 75, 76. 167, 171, 175, 182, 184, 188, 198,
Anás, 116. 205, 206.
Angeles, 39, 77, 80, 82, 88, 112. Nacimiento, 94, 95, 99.
Antioquía, 36.
Antonina, Castillo de, 118. B
Apolonio, 64, 135.
Apóstoles, 146, 161, 163, 174, 175, Babilonia, 134.
180, 185, 195, 196, 198, 201, 204, Baco, 89, 98.
206, 207, 212. Bautismo, 24, 57, 69, 153, 154.
Credo, 194, 195. Beduinos, 85.
Archivos, 20. Belén, 83, 85, 86, 90, 99.
Arios, 25, 35, 43, 44, 46, 54, 55, 71. Benares, 130.
Aris (véase Platón). Bethscida, 28.
Aristenes, 65. Biblia, 17, 18, 21, 34, 43, 45, 46,
Aristóbulo, 44. 47, 48, 50, 52, 53, 55, 60, 109,
-- Armonía, 134. 163, 203.
Arrepentimiento, 167, 203. Bienaventuranzas, 169.
Asaya, 23. Byran, William J., 78.
Ascensión, 206, 208. Buda, 61, 89.
Adonis, 205. Budismo, 129, 130, 133.
Buda, 205. Budistas, 58.
[223)
e Ciclo, 100.
Constantino, 84, 147.
Caballeros de la Cruz, 211. Coré, 78.
Caifás, 181, 190. Coronis, 65.
Cairo, 148. Cristianismo, 18, 22, 58, 59, 161,
Caldeos, 88, 134. 175.
Canaán, 165. Cristianos, 58, 179.
Caponio, 116. Primitivos, 49.
Capri, 155. Crónicas, 48, 64, 104, 130.
Caravanas, Arabes, 37. Antiguas, 99, 181, 194, 204.
Carmelitas, Orden de los, 11 l. Católico-Romanas, 50, 53, 108.
Carmelo, Monte, 24, 91, 108, 111, Cristianas, 66, 199.
125, 128, 213. Destruidas, 177.
Biblioteca, 110. Egipcias, 46.
El-Khadr, ll0. Judías, 47, 49 a 51, 53, 108, 109.
El-Mubraka, 110. Secretas, 176.
Escuela, 109, 110, 111, 114, 117, Crucifixión, 166, 173, 191, 193,
126. 195, 211.
Escuela de los Apóstole, 208. Cruzadas, 93.
Escuda de los Profetas, 128. Cueva, 81, 82, 84, 85, 99.
Monasterio, 109, 207.
Casa de socorro, 54. D
Catacumbas, 113, 147, 176.
Católicos, 18. Daniel, 134.
Cercano Oriente, 20. Datán, 78.
Cesárea, 36. David, 47, 165.
China, 62, 96. Casa de, 40, 71.
Choshen, 23. Delfos, Oráculo, 65.
Christos, 113, 114. Devaki, 61.
Chsai, 23. Día, Sagrado, 27.
Ciencia, 60. Diadema Real, 149.
Circuncisión, 45, 54. Dialecto Galileo, 47.
Cirilo, San, 205. Hebreo, 47.
Ciro, Rey, 64, 113. Dinamarca, Rey de, 212.
Codom, 62, 65. Dios, 26, 27, 30, 35, 38, 66, 70, 80,
Cometa, 88. 82.
Comorín, Cabo, 62. Consciencia de, 105, 145.
Comprensión Espiritual, 59, Hijo de, 58, 59, 61, 62, 64, 66,
Comprometidos, 189. 70, 91, 95, 105.
Concentración, 69. Discípulos, 66, 67, 171, 180, 198,
Concepción, Divina, 59, 60, 61, 64, 199, 204, 213.
67, 69. Discusiones, Públicas, 32.
Concilios, 104, 206. Divino Niño, el, 87, 90, 93 a 101.
Cristianos, 87. ~ Doctrinas Cristianas, 19, 49, 52,
Iglesia, 94, 176, 177, 195. 54, 57, 60, 70, 206.
Confucio, 89. Druidas, 100.
- Consciencia Cósmica, 100, 157,
158, 164, 170, 188.
[224]
E Jefes, 22, 34.
Juramento, 26, 27.
Eclesiástica, 162. Matrimonio, 29.
Edom, 36. Mujeres, 29, 33, 56.
Efeso, Templo de, 23. Ocupacicmes, 25.
Egipto, 22, 24, 39, 46, 62, 65, 72, Saludo, 157, 200.
74, 97, 108, 119, 128, 135, 138, Esfinge, 148 a 149.
147. Altar, 148.
Elena, Reina, 51. Patio, 148, 149.
Elías, 108, 109, 151, 165. Esperanza, 167.
Eloi, 186, 188. Espías Romanos, 180, 181.
Encarnaciones, 56, 71. Espíritu Santo, el, 27, 62, 63, 64,
Energía Divina, 68. 81 a 82, 159 a 169, 187 a 188,
Engadí, 24. 198 a 201, 208.
En-Nasira, 52, 53. Establo, 65, 84, 87.
Enrique IV de Francia, 212. Estrella, 87, 90.
Enseñanzas, 19. Essaio, 23.
Cristianismo, 67. Essen, 23.
Jadicas, 54. Eufrates, 134.
Epidauro, 65. Europa, 17, 62.
:Epifanía, 97. Eusebio, 84.
Escritos: Éxodo, 35.
Antiguos, 65, 173.
Manuscritos, 173. F
Sagrados, 21, 60, 62, 63.
Secretos, 26. Fariseos (véase Sectas).
Escuelas, 22. Farrar, Canónigo, 84.
Antiguas, 21. Fayum, 153.
Metafísicas, 60. Fenicia, 65.
Místicas, 22, 89, 109, 113, 125, Fiesta, Judía, 182, 185.
128, 138, 162. Simbólica, 199, 208.
Ocultistas, 60. Filón, 21.
Profanas, 105, 106. Filopoidi, 183.
Secretas, 48. -· Filósofos, 89.
Esculapio, 64, 89. Orientales, 68.
Esenios, 20, 34, 37, 49, 54, 56, 70, Folletos, 19.
73, 85, 86, 106, 108, 117, 129, Fraternidad, Secreta, 22, 23, 157,
131, 144, 157, 183, 185, 190, 193, 186.
207, 210, 212. Freyr, 99.
Alimentos, 30. Fuego Sagrado, 75.
Artículos de Fe, 26, 27. Fuente, 53.
Comunidad, 26, 29. Santa Maria, de, 53.
Crónicas, 127.
Curaciones, 33. G
Educación, 33, 106, 109.
Empleo, 34. Galilea, 45, 46, 48, 51, 52, 156.
Hábito, 26. Mar de, 45, 52, 55.
Hospitales, 28, 54, 85, 86, 90. Alta, 36.
(225]
Canjes, 130. Hombre:
Gaza, 36. Forma, 27.
Gentiles, 18, 34, 36, 37, 38, 43, 44, -Ego, 27.
45, 47, 51, 53, 55, 115, 116, 119, =~Redención, 58.
121, 123, 125, 156, 178, 186, 207, Templo, 27.
Gólgota, 186. Hor, 133.
Gran Bretaña, 100. Horeb, Monte de, 165.
Gran Fraternidad Blanca, 20 22, Horo, 63, 97.
23. 24, 26, 29, 30, 46, 54, 73, 74, Hospitalarios, 28, 211.
90, 94, 96, 98, 101, 107, 108, 109, Hospitales, 86.
ll0, 130, 135, 137, 144, 145, 149, Huérfanos, 29.
153, 157, 164, 167, 170, 175, 198, Huesos, quebrar, 193.
209, 210, 212. - Huestes Angélicas, 81.
Ceremonias, 50, 145, 149.
Cónclaves, 145.
Consejo Supremo, 150, 153.
Crónicas, 95, 207. Idiomas, 46.
Relato de la Crucifixión, 175. Arameo, 36, 46.
Gran Logia Blanca, 22, 107. Griego, 36, 46.
Grecia, 65, 135. Hebreo, 36, 46.
Griegos, 36. Iglesia, 18, 19, 36, 70, 94, 162,
Gross, Rev., 99. 177, 194, 199.
Gruta, 53, 85 a 87, 90, 99, 133. Católica-Romana, 108, ll l.
Guatemala, 66. Círculo Interno, 209, 2ll, 212.
Elías, ll0. Cristiana, 208, 209, 211, 212.
Judía, 115, 126.
H Iluminación, 157 a 159, 163.
Incienso, 82, 87.
Hamath (véase Hammoth). India, 129 a 130, 133.
Hammati, 45. Indostánica, Península, 62.
Hammoth, 45, 46. Iniciaciones, Grados de, 172.
Hanover, 212. Iniciados, 30, 31.
Hebreos. 35, 37 a 39. Inmaculada Concepción, 57 a 71,
Heliópolis, 73, 124, 128, 135, 139, 74.
141. Inocencia XII, Papa, 111.
Helios, Templo de, 73, 74 a 81, Irlanda, 100,
188. Isabel, 80.
Hércules, 98, 205. Isabel, Reina, 212.
Herejes, 49 a 51, 55. Isaías, 179.
Hennanos Blancos, 26. Isis, 63, 97.
Hermes, 113. Israel, 36 a 39, 40, 55, 165, 181.
Herodes, 30, 33, 82, 83, 93, 147,
184. J
Hierofante, 142, 143, 145, 149.
Hijo de Dios (véase Dios). Jainos, 176.
Hille!, 121. Jeroglíficos Mexícanos, 65.
Hiram de Tiro, ll3. Jerónimo, San, 49 a 50, 84.
Historiadores, 20. Jerusalén, 36 a 37, 73, 74, 115 a
(226J
117, 155, 182 a 184, 208. • Resurrección, 193 a 201.
Jesús el Cristo, 18, 21, 36, 39, 43, Rey de los Judíos, 180, 181.
50, 53, 58 a 60, 61, 63, 66, 69, Sacerdocio, 115, 126.
70, 88, 94, 98, 111, 151, 155, Sacerdocio Secreto, 115 a 126.
161, 163, 167, 206, 207, Silenciosa actividad, l 98, l 99,
Ante los Doctores, 120, 126. 207 a 213.
Arresto, 181 a 184. Tentaciones, 131, 141, 143, 166.
Ascensión, 188, 189 a 204, 207. Tumba, 189 a 193, 195 a 197.
Bautismo, 127, 156 a 161, 187 Últimas Palabras, 186, 188.
a 188. Vecinos, 35 a 41.
Carta, 131 a 132. Viaje Místico, 129, 135.
Círculo Interno, 162, 163. Vida Ignorada de Jesús, 203,
Crucifixión, 166, l 73 a 191, 193 213.
a 196, 211. Joaquín, 74 a 76, 77.
Cuerpo de, 189 a 190, 194, 196. Joash, 165.
Curación, 130, 134. Joppa, 36, 53.
Doctrinas, 161, l 72. José, 53, 56, 78, 80 a 82, 84, 90,
Educación, 105 a 107, 123, 125, 116.
128 a 135, 141. --Transición de, 131.
Enemigos, 131, 141, 185. José de Arimatea, 183, 189, 193,
Enseñanzas Secretas, 213, 197.
Entrando en Silencio, 134, 163. Josefo, 21, 23, 30, 53.
Fecha del Nacimiento de, 93, Juan el Bautista, 51, 151, 153, 154,
101. 167.
Genealogía, 47. Mensaje de, 155, 157.
Hijo de Dios, 111, 127, 140, 144, Juan, La Torre de, 118.
145, 159, 179, 213. Juan, San, 212. •
Idiomas, 46. Judá, Casa de, 179.
Infancia de, 103, 114. Judas, 173, 182, 207.
Iniciaciones, 144, 146, 149, 161 Judas Macabeo, 44.
a 163, 166, 172. Judea, 39, 44, 83.
Lugar de Nacimiento de, 83, 91. Judíos, 18, 20, 30, 32, 34, 36, 37,
Maestría, 137 a 144, 145, 157, 39, 44, 47, 48, 51, 53, 54, 71,
170, 185, 188, 198. 123, 173, 178 a 180, 182.
Maestro, 130. Juliano, Emperador, 205.
Meditación, 165, 167. Júpiter Amón:
Mensaje, 167 a 168. Signo Místico, 147.
Milagros, 168, 170. Juramento, 30.
Misión, 153, 159. Justino Mártir, 84.
Monograma, 147, 156.
Nacimiento de, 57 a 58, 73 a K
82, 93, 95, 98.
Nombre, lll, 112, 114. Kallah, 121.
Origen Divino, 66. Kashai, 23.
Padres, 43, 56. Katak, 130.
• Parábolas, 46. Kedron, Valle de, 118.
Preparación, 27, 135. Krishna, 61, 89, 98.
Procesamiento, 185.
(227)
L Macabeos (véase Judíos).
Maestro Jesús (véase Jesús el
Lábaro, 147. Cristo).
Lahore, 131. Maestros, 55 a 58, 70 a 71, 79 a
Lamas, 130. 81, 149, 164, 204.
Lao-Tze, 62. Venida, 157, 158.
Lasa, 133. Mágdala, 45.
Lebeo, 207. Magos, 74 a 75, 77, 79, 81 a 82,
Ley: 83 a 91, 99, 107, 129, 130, 133
Cósmica, 93, 99, 100, 175, 204. a 135, 138, 145.
Divina, 170. Mahometanos, 58.
Espiritual, 56, 59, 69, 95, 100, Mal, 27.
145, 167, 204. . Mandamiento, Hijo del, ll5.
Judíos, leyes de los, ll5, 122. Manuscritos, 24, 177, l 78.
Material, 56. Antiguos, 24.
Mística, 56, 57, 60, 69, 71. Raros, 19, 32.
Mosaica, 44, 54. Mapa Antiguo, 52.
- Mundana, 96. Mar de la Soledad, 154.
Natural, 69. María Magdalena, 45.
Superiores, leyes, 59, 70. María, Virgen, 50, 53, 56, 61, 78
Libertadores, 70. a 80, 81 a 82, 83 a 85, 86, 90,
Libros: 112, ll6, 159.
Antigüedaes Indicas Infancia, 75 a 78.
(Maurice), 61. Nacimiento, 74, 75.
Apocalipsis de Elías, 109, ll0. Paloma de Helios, 74, 75, 77.
Avesta, 25. 79 a 80.
Creencias Egipcias, 98. Masas, 40, 41.
Enciclopedia Católica, 147, 196. Maspero, 110.
Enciclopedia Judía, 49. Mateo, 84.
Hebrew Lexicon Materia, Fecundar la, 68 a 69.
(Parkhurst), 205. Mathaeli, 183, 189.
Naometría, 212. Mautmes, Reina, 63.
Preguntas y Respuestas Rosa- Maya, 62.
cruces, 141. Mayas, 66, 176.
Rechazados, 203. Médicos, 23, 25, 32.
Religión de los Antiguos Grie- Meditación, 133, 141.
gos, 97. Menahim, 33.
Sagrados, 18, 203. Mengtze, 133.
Talmud, 53. Mensajeros, 37, 44.
Literatura: Dios, de, 58, 61 a 67, 70, 71,
Cristiana, 103, ll6, 126. 105, 114, 124.
Oculta, 22, 68. Divinos, 61.
Logos, ll3, 150, 187. Mente Oriental, 61.
Lun, 133. Mer, 133.
Luneburg, 211. Mercurio, Origen de, 113, 114.
M Merecimiento, 157.
Mesías, 40, 47, 50, 55, 70, 71,, 112.
Maat, ll3. 113, 155, 179, 180, 213.
(228)
Metafísica, 17. Neófito, 146, 148, 149, 163.
México, 65, 100. Nicaragua, 66.
Milagros, 56, 60, 62, 64, 66, 68, Nicea, Concilio de, 84.
69, 82. Nicodemus, 183, 189, 190.
Milicia Crucífera Evangélica, 211, Nilo, 63.
212. Nínive, 165.
Miqueas, 179. Nobleza, 40.
Miriam de Palmira, 51. Nómadas, 36.
Mirra, 82, 87. Nube, 204, 205.
Misión en la Vida, 25. Números Místicos, 165, 166, 198
Misioneros, Jesuitas, 62. a 199.
Misterios, 17, 18.
Antiguos, 22.
Grandes, 63. o
Misticismo, 17, 32, 60, 161.
Místicos, 20, 45, 55 a 56, 68 a 69, Obeliscos, 137.
74. Occidente, 70.
Orientales, 58, 88, 89. Ocultismo, 17.
Moeris, Lago, 24, 153. Ofel, 118.
Mitra, 89, 96. Ofitas, los, 63.
Moira, El, 24, 153, 167. Olivos, Monte de los, 118.
Moisés, 41, 71, 139, 164 a 166. Orden de Prisión, 183, 186, 189.
Monasterios, 19, 173, 176, 207. Orientales, 59, 60, 66, 67, 70.
Monograma, 137. Oriente, 68, 70, 74, 83, 87.
Montañas, 163 a 166, 199. Oro, 82, 87.
Monte Sinaí, 165. Osiris, 98.
Muerto, Mar, 24. Monograma, 147.
Mujeres, 29, 33, 38 a 39.
Multitudes, 168, 185. p
Mundo:
Asiático, 61. Pablo, el Apóstol, 51, 212.
Occidental, 59 a 60, 70, 104, Paganos, 20, 35, 44. -
172, 204. Palabra (véase Logos), 53, 63, 68,
Oriental, 59, 70. 69, 70, 79, 82, 201.
Palestina, 17, 21, 24, 25, 30, 32,
N 34; 35 a 37, 38, 39, 45, 46, 49
a 50, 52, 53, 66, 70 a 71, 73, 84,
Nacimiento: 85, 87, 90, 95, 107, 111, 115,
Divino, 60, 62, 66, 67, 69, 74. 116, 117, 122, 125, 126, 127, 130,
Milagroso, 67. 139, 141, 151, 153, 154, 155, 167,
Místico, 73, 82. 168, 172, 180, 212.
N atalis So lis Invictus, 99. Paloma, 74, 77, 79, 149, 158.
Natividad (véase Jesús el Cristo). Pasajes históricos, 51, 52.
Navidad, 98, 99. Pascua, Fiestas de, 115, 116, 120,
Nazarenos (véase Sectas). 121, 123.
Nazareth, 48, 49, 50, 51 a 53, 116. Pastores, 88, 89, 95.
Nazaritas (véase Sectas). Paz, 18.
Neith, 98. Pecado, 81.
(229)
Pedro, 47, 212. Gentiles, 44.
Pentecostés, ll0, 196. Judaica, 34, 35, 36, 37, 44.
Perfumes, 89. Pagana, 128.
Perictione, 64. Revueltas, 181.
Persépolis, 133. Riquezas, 37.
Persia, 63, 69, 133, 143. Ritos:
Perú, 66. Egipcios, 36.
Pesebre, 83, 87. Fenicios, 36.
Pirámide, La Gran, 146 a 149. Griegos, 36.
Iniciación, 149 a 150. Roma, 36, 39, 65, 49, 98, 99, 147,
Entrada Secreta, 148, 149. 174, 177, 180 a 181.
Cámaras Secretas, 146, 149. Rómulo, 98.
Pitágoras, 64, 108, 172. Rosacruces, 198, 209.
Planes de Dios, 58. Archivos, 20, 74.
Platón, 64. Crónicas, 22, 23, 29, 43, 48, 55.
Pobres, 56. 67, 73, 85, 86, 89, 98, 109,
Poncio Pilato, 50, 155, 183 a 185, ll0, 111, 137, 196, 198.
188, 195, 197. Historia de los, 109.
Prácticas Místicas, 56. Orientales, 109.
Principio: Rosacruces (véase Orden Rosa-
Cien tífico, 69. cruz).
Divino, 61. Rosacruz, Orden, 22, 55, 60, 69 a
Latente, 68. 70, 101, 137, 140, 144, 154, 169
Místico, 59, 69. a 171.
Protestantes, 18. Egipto, de, ll0, 148.
Protevangelión, 84. Enseñanzas, 145.
Proyección, 198. Ramas, 73.
Psicología, 17. Rosario, 91.
Puertos :Fenicios, 37.
Puri (véase Yaganat). s
Puros, los, 40.
Sábado, 38, 52.
Q Sabios, los, 89, 145.
Sacerdocio, 24, 40, 41, 141, 142,
Quetzakoatl, 65. 143.
Pagano, 138, 139.
R Saduceos (véase Sectas).
Salomón, 165.
Ra, 63. Salomón, Los almacenes de, 45.
Rabinos, 36, 39, 114, 121. Salvación, 18.
Rayo de Sol Divino, 62. Salvador, El, 18, 33, 50, 62, 65,
Redentor, 17, 55, 63, 65, 71, 88, 88, 95, 114, 145, 150, 205.
95, 213. Persa, 89.
Reencarnación, 55, 70 a 71, 100. Samuel, 51.
Regeneración, 153, 169. Sanctum, 56.
Reino de los Cielos, 200, 201, 203. Sándalo, 89.
Reino Divino, el, 65. Sanedrín, ll8, 120, 181.
Religión: San Francisco de Asís, 97.
(230]
Sansón, 51. 81, 124, 144, 145, 213.
Santiago, 84.
Santos Padres, 19, 84, 94, 100, 158, T
177. 178, 206, 21 l.
Santuario, 117, 118, 119, 123. Tachut, 113.
Sargon II, 46. Talmud, 43, 121.
Saúl, 165. , Tamuz, 205.
Sectas, 34. Tath, 63, 113.
Boetusianos, 179. Templarios, 209.
Cutitas, 179. Templo, 65, 73, 84, II 7, 118, 128.
Fariseos, 30, 36, 40, 50, 179. Altar, 77.
Judaísmo, 36, 37. Atrio, ll8.
Nazarenos, 20, 48 a 49, 54, 56, Cortina, 79 a 80.
70, 71, 108, 109, 115, 116, ll7, Doce Templos, 76.
179. Eben Shethiyah, ll9.
Nazaritas, 20, 51, 54, 56, 109, Helios, de, 73, 74 a 81, 188.
116, 117, 119, 179. Karnak, 137.
Saduceos, 37, 40, 179. Lugar Santísimo,. ll9.
Sendero, El, 163. Mesa de los Panes de la Pro-
Sermón del Monte, 168. posición, 119.
Setenta, 113. Místico, Velo, 119.
Shing-Shin, 62. Monte de la Casa, II9.
Siameses, 62. Pináculo, ll8.
Sidón, 44. Pórtico de Salomón, ll8.
Silencio, 27. Puertas, 117, ll8.
Símbolos: Sacerdotes, 79.
Cruz, 176, 180, 186, 187, 199, Sagrado Santuario, 74, 75, 77 a
209, 210. 78.
I. H. S., 156. Shekinah, 77.
Niño Jesús, 97 a 98. Sol, del, 73.
Rosacruz, la, 139, 210 a 211. Supremo, 107.
Serpiente, 63. Tentación, 118.
Serpiente Crucificada, 150. Tentador, 63.
X. P., 113, 147. Terapeutas, 23, 25, 139.
X. P. N., 147. Tertuliano, 100.
Simón, 44. Thomas Mauricio, 61.
Sinagogas, 38. 45, 50, 52 a 54, 125, Thothmes 111, 108, 137, 138.
126, 179. Tiberio, 45, 155.
Siria, 93, 205. Tibet, 20, 56, 74, 111, 130, 133,
Sirios, 36. 154, 173, 176, 204.
Sirvientes, 29, 30. Tiglathpileser, Inscripciones de,
Sistema Terapéutico Indo, 130. 45.
Sócrates, 89. Tiro, 44.
Soldados Romanos, 196, 197. Tolemaida, 44.
Sol, Nacimiento del, 96, 99. Tolomeo, 147.
Solsticio de Invierno, 100. Torah, 115.
Sonidos Vocales, 32, 33, 69. Tormenta, 188, 189, 191, 193, 196,
Sumo Sacerdote, 74, 75, 77 a 80, 197.
(231)
Tradiciones Cristianas, 88. a 98.
Traficantes, 37. Negro, de Cutis, 62.
Traición, 183. Celestial, 96.
Tránsito, 67, 171. Viudos, 78, 79.
u X
Udraka, 130. Xacas, Secta Japonesa de los, 176.
Ultima Cena, 150.
y
V
Yaganat, 129 a 130, 133.
Vara Sagrada, 78. Yucatán, 66, 176.
Vaticana, Biblioteca, 177.
Verdad, 17 a 19. z
Vestales, 74.
Vestiduras blancas, 54. Zama, 66.
Violín, 69. Zodiaco budista, 176.
Virgen, 58, 61 a 62, 63, 64, 65, Zoroastro, 63, 114.
74, 75, 76 a 77, 78 a 79, 82, 95
(232J
"BIBLIOTECA ROSACRUZ"
•
LA ORDEN ROSACRUZ
(234J
BIBLIOTECA ROSACRUZ
DEPARTAMENTO DE SUMINISTROS
ORDEN ROSACRUZ
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San José, California 95191, E. U. A.
•
EN VOS CONFÍO
(235]
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MANUAL ROSACRUZ
(236]
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Por H. SPENCER LEw1s, F. R. C., Ph. D.
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Dirija su pedido a:
DEPARTAMENTO DE SUMINISTROS •
[247J
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