Reglas para Hacer Realidad Los Sueños - Español Completo

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Paolo A.Ruggeri
Las diez reglas del

éxito
APRENDE A VIVIR MEJOR, ALCANZA LA FELICIDAD Y REALIZA TUS SUEÑOS.
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ÍNDICE
Introducción Éxito
PRIMERA PARTE: LO BÁSICO
LA PRIMERA REGLA:
¡Deja de seguir pistas falsas!
LA SEGUNDA REGLA:
Para tener éxito tienes que mejorar la calidad de tu intercambio.
LA TERCERA REGLA:
¡Comprende, cumple y supera las expectativas de los demás!
LA CUARTA REGLA:
Conviértete en un gran ser humano
SEGUNDA PARTE: EL PUNTO DE GIRO
LA QUINTA REGLA:
Si quieres que las cosas cambien, primero tienes que cambiarte tú mismo.
LA SEXTA REGLA:
¡Conviértete en un líder!
LA SÉPTIMA REGLA:
Los compañeros que elijas son determinantes en tu destino = evita las personas tóxicas
PARTE TRES: LA MATERIALIZACIÓN DEL ÉXITO
LA OCTAVA REGLA:
El poder de tu imaginación
LA NOVENA REGLA:
La perspectiva del tiempo
LA DÉCIMA REGLA:
El éxito de un individuo se mide por el éxito de quienes lo rodean.
EPÍLOGO: Nos convertimos en lo que hacemos
PARA ESTUDIO ADICIONAL
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INTRODUCCIÓN
ÉXITO
Mientras realizaba mi investigación sobre el éxito, me di cuenta de que en la sociedad existen dos definiciones
diferentes.
Hay un primer grupo de personas que piensa que el éxito significa "ser feliz con lo que tienes, sin importar lo que
nos depare el destino; haz lo mejor que puedas con la mano que te toque". Para estas personas, el éxito parece
ser un sentimiento de satisfacción con lo que han logrado lograr en la vida. Cuentan las grandes dificultades que
han superado y terminan diciendo que, considerando todo, lo que tienen es todo lo que podrían haber logrado y,
por tanto, están satisfechos con lo que han construido. En algunos casos harán comparaciones entre ellos y los
que están peor, diciendo: "No debo esperar más. Estoy contento con lo que tengo. Es cierto que no tengo mucho,
pero hay quienes tienen aún menos". ". Aunque tal vez estén contentos, éstas no son las personas de las que
quiero hablar.
No hablamos de ellos porque sus vidas, aunque equilibradas, se basan en el concepto de "apenas lo suficiente".
Cuando les preguntas cómo les va, generalmente responden "bastante bien". Son personas que ganan "suficiente"
(pero no tanto como realmente necesitan para realizar sus sueños), tienen empresas que van "bien", es decir, "si
no hay grandes trastornos, si todos los clientes pagan al final del mes, si ninguno de los vendedores renuncia",
entonces la empresa está bien. Si algo sale mal, entonces tienen problemas.
No sé por qué, pero esa mentalidad de “apenas suficiente” siempre me parece precaria. Una especie de "todo
está bien mientras no haya problemas". Un equilibrio delicado, más allá del cual las cosas fácilmente podrían salir
mal.
En este libro hablaremos, en cambio, de la segunda definición de éxito: "El conocimiento de que estás
materializando tus sueños". Porque el éxito realmente es solo eso. No se basa en el concepto de apenas suficiente,
sino en el concepto de ABUNDANCIA. Abundancia significa tener mucho más de lo que podrías necesitar. La
abundancia en una relación no significa tener tres esposas, o una esposa y dos amantes (aunque este libro hará
maravillas por usted, no llevará las cosas tan lejos). Pero sí significa tener una relación tan buena con tu pareja
que un desacuerdo, una pelea o tu ausencia de quince días por trabajo, no reducirá de ninguna manera la estima,
el cariño y la armonía que existe entre ambos.
Por abundancia profesional, significa ganar mucho más de lo que técnicamente requieren sus necesidades
financieras. Significa tener tantos clientes interesados en su producto o servicio que tiene problemas para llegar a
todos ellos, significa que incluso una factura vencida o el impago de un cliente importante no tendrá ningún efecto
en la supervivencia de su empresa.
En definitiva, abundancia no significa un delicado equilibrio del que depende tu supervivencia; significa que las
cosas van realmente bien... no sólo "más o menos bien".
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Por muy obvio que lo anterior pueda parecer, hoy en día la mayoría de las empresas viven con el concepto de
"más o menos bien". El 63% de la población piensa que podría hacer realidad sus sueños sólo si le toca la lotería.
Muchos empresarios me dicen que "las cosas mejorarán cuando la economía se recupere", la mayoría de los
directivos tienen problemas considerables con el personal, en resumen, todo está "más o menos bien" en casi
todas partes. No quiero generalizar la situación, pero francamente, todo ese "más o menos bien", todo ese "las
cosas no están tan mal, hay quienes están peor", para mí significa sólo una cosa: la cultura. del éxito se está
perdiendo.
Personas que alguna vez fueron idealistas, que perseguían sus sueños, se han convertido en personas
"realistas", con los pies firmes en la tierra, que soltan frases como "no es tan simple" y "es más fácil decirlo que
hacerlo".
Si observamos más de cerca a todas estas personas que han abrazado la cultura del "más o menos bien",
también podemos deducir algo más: ellos también, en algún momento, persiguieron sus sueños. Ellos también
vieron el éxito como abundancia. Entonces, probablemente, sucedió algo que les hizo cambiar su definición de
éxito, lo que les hizo pasar del grupo de la definición #2 (la realización de sus sueños) al grupo de la definición
#1 (estar satisfecho con lo que tienes).
Bueno, este libro va en contra de la cultura del "más o menos bien". Este libro sostiene que, si realmente lo
deseas, puedes lograr tus sueños. Que no hace falta actuar como el zorro de Esopo con las uvas1, e insistir en
que el éxito o la abundancia no son cosas que realmente te interesen. Todos nosotros, cuando estamos en
nuestro mejor momento, buscamos la abundancia.
• ¿Qué padre, ante la enfermedad de su hijo, no insistiría, cueste lo que cueste, en

¿Consultando a los mejores especialistas del mundo?
• ¿Qué vendedor no querría, al menos por un momento, tener las mayores ventas en
¿la empresa?
• ¿A qué empresario no le encantaría, aunque fuera por un día, que su empresa fuera líder indiscutible del
mercado?
• ¿Qué empleado con salario mínimo nunca ha fantaseado con ser dueño de la casa de
¿Sus sueños?
Pequeños y bonitos cuentos de hadas, se podría decir. No. Es la cultura del "bien" la que se está arraigando tan
firmemente en la sociedad, que nos está quitando algo que siempre ha sido crucial: nuestros sueños.
En este libro no te daré una receta para hacer que lo "más o menos bien" sea más apetecible, sino que hablaré
sobre la abundancia. Cómo construir la vida que siempre has soñado.
El libro está organizado en tres partes. En el primero, hablaremos de cómo dejar de ser invisible, la condición
que resulta de tus defectos personales y que te impide ser visible ante las personas que pueden brindarte las
oportunidades que necesitas para cambiar tu vida. En la segunda parte hablaré sobre cómo fortalecerse para
superar cualquier dificultad que pueda encontrar en el camino hacia el éxito, y en la tercera y última parte cubriré
el tema del éxito real.
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La historia de un zorro que quiere comer uvas de una parra alta, pero no puede alcanzarlas. En lugar de
admitir el problema y solucionarlo, afirma que de todos modos no los quería y se marcha.
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El texto está lleno de información e ideas que puedes aplicar inmediatamente para cambiarte a ti mismo y a
tu vida. Te sugiero que lo leas por primera vez de principio a fin, tomando notas o resaltando cosas que
necesitas cambiar o empezar a hacer. Luego vuelve a leer las reglas en las que sientas que necesitas
mejorar varias veces, tanto como sea necesario para empezar a ponerlas en práctica. Te aseguro que,
siguiendo las diez reglas, tu vida dará un giro definitivo para mejor.
Créame, lograr la abundancia no es sólo una cuestión de riqueza o bienes raíces. Se trata, ante todo, de una
cuestión de satisfacción y felicidad: una persona muere cuando muere su último sueño. Si has caído en la
cultura del "más o menos bien", entonces estás muriendo poco a poco. Puede que tengas todas las
justificaciones del mundo, y puede que incluso intentes convencerme, pero el problema sigue siendo que, en
el fondo, ni siquiera tú te crees tus propias excusas. Como todo ser humano, buscas y mereces la abundancia.
Este libro le enseñará a alcanzarlo y a convertirse en un campeón en cualquier negocio que haya elegido.
Con mis mejores deseos,
Paolo A.Ruggeri
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PARTE UNO
LOS BASICOS
deja de ser invisible
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REGLA 1
¡Deje de seguir pistas falsas!

Una persona que siente que está cayendo en la cultura del "más o menos bien", en un intento de arreglar las
cosas, a veces comenzará a buscar pistas falsas. Lo hacen buscando esa única oportunidad, el sorprendente
descubrimiento que les permitirá volverse repentinamente extremadamente ricos o exitosos, y cambiar su vida
180 grados. Es por eso que se ve a los empleados revisando los anuncios de contratación cada semana, con
la esperanza de encontrar la oportunidad adecuada, esa empresa que les brinde la oportunidad que necesitan.
Ve a los vendedores buscando constantemente el producto ganador, ese producto realmente interesante e
innovador, que una vez lanzado tendrá una gran demanda y les generará enormes comisiones. Se ven dueños
de negocios que buscan ganar dinero en el mercado de valores en lugar de hacerlo con su empresa.
También se ve un gran florecimiento de revistas que hablan maravillas de las últimas y mejores oportunidades
empresariales: pastorear avestruces, cambiar casas, abrir un bar en Costa Rica, lanzar una aplicación exitosa,
etc.
No pretendo criticar todas estas iniciativas, y no quiero en absoluto criticar a aquellos que piensan que uno
debe intentar encontrar la oportunidad adecuada que le permita tener éxito. Al menos estas personas aún no
han caído en el mundo gris de los realistas. Todavía intentan resistirse al "más o menos bien". Todavía tienen
algún tipo de sueño.
¿Pero sabes que? Estas personas nunca alcanzarán el éxito. Nunca lo alcanzarán porque nunca encontrarán
esa oportunidad perfecta, mientras sigan buscándola en el lugar equivocado.
Como yo hace doce años, buscando oportunidades en los periódicos, en las revistas, en el mercado laboral, en
las agencias de empleo. Están buscando en el lugar equivocado. Cualesquiera que sean las oportunidades que
pueda haber, al final resultan ser pistas falsas. Será simplemente otra decepción más que los empujará más
hacia el mundo del "más o menos bien".
La verdadera oportunidad, en realidad, debe ser algo que encuentres dentro de ti. Cuando no tienes éxito, la
calidad de la oportunidad no es el problema, TÚ eres el problema.
Puede ser que alguien pueda lograr construir un negocio próspero criando avestruces o renovando casas, pero
el énfasis está en lo equivocado. Se pone el énfasis en las actividades que han elegido, cuando en realidad
importa muy poco. Lo que realmente importa es el hecho de que habían desarrollado lo que yo llamo "la
personalidad exitosa". Es esto, más que la actividad en sí, lo que permite a las personas alcanzar sus objetivos.
Hasta que desarrolle una personalidad exitosa, todas las oportunidades que intente aprovechar terminarán
siendo pistas falsas.
Por eso digo que al mirar externamente, fuera de ti mismo, estás mirando en el lugar equivocado. Si quieres
tener éxito, si quieres alcanzar un estado de abundancia, primero debes trabajar en el desarrollo de una
personalidad exitosa.
Será esta personalidad, más que cualquier otra cosa, la que te permitirá dejar de ser invisible, este estado de
inconsecuencia que impide que las personas te involucren en proyectos realmente interesantes que podrían
traerte abundancia. Es esta personalidad la que agudizará
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su visión y mostrarle más claramente qué oportunidades son las adecuadas para aprovechar.
Como todos nosotros, usted posee habilidades que sólo utiliza parcialmente. Una vez que haya
desarrollado estas habilidades y su personalidad exitosa, descubrirá que ya no tendrá que buscar
oportunidades, simplemente aparecerán ante usted cuando las necesite.
Piénselo por un momento: todos los días en este planeta se realizan transacciones por miles de millones
de dólares. Cada día millones de empresarios buscan socios o colaboradores para ofrecerles
oportunidades a cambio de ayuda. Cada día los clientes buscan proveedores a quienes confiarles
contratos por valor de miles de millones. ¿Alguna vez te has preguntado por qué ninguna de estas actividades te invol
La respuesta, amigo mío, es que eres invisible. Hay algo en tu forma de ser y de hacer que hace que
estas personas ni siquiera piensen en involucrarte.
Si empiezas a buscar oportunidades como loco, sin realizar cambios fundamentales en tu personalidad,
seguirás experimentando fracaso tras fracaso. Hasta que un día te encuentras mirando a alguien con
recelo cuando intenta hablarte sobre el éxito. Odio decirte esto, pero en este punto serás sólo una cara
más entre la multitud de billetes de lotería.
consumidores.
Algunos pueden objetar que es necesario buscar nuevas oportunidades, porque obviamente todo lo que
están haciendo ahora no está funcionando. A estas personas puedo decirles, inequívocamente, que
¡LO QUE hacen no es el problema, ELLOS son el problema!
Todavía recuerdo mi primer día de trabajo. El jefe de personal me preguntó qué áreas de la empresa me
gustaban más. Respondí que me gustaba todo menos RRHH y ventas. Bueno... ¡he pasado toda mi vida
trabajando solo en esas áreas!
Entre las personas exitosas que vemos todos los días, muchas llegaron a su trabajo no porque lo
buscaron, sino por pura casualidad. Un querido amigo y cliente mío dirige una de las empresas líderes
en sistemas de seguridad para el hogar. Un día le pregunté por qué había decidido ir a esa zona. Me dijo
que varios años antes, la empresa de uno de sus clientes había quebrado y no podían pagarle, sino que
le pagaron con unos cuantos miles de dólares en equipos de seguridad. Para no perder dinero, mi amigo
decidió venderlo y así comenzó una carrera que lo llevó a un gran éxito. ¡El propio Henry Ford quería
irrumpir en el mundo de los relojes antes de empezar a producir coches!
Algunos incluso podrían decir que "en realidad estás destinado a hacer otra cosa, la profesión de tus
sueños debe estar en algún otro área". Cuidado con estos pensamientos, si los tienes, porque son tus
enemigos. Hace años me gustaban las relaciones públicas y soñaba con una carrera como consultor en
ese campo, pero al final tuve un tremendo éxito en otra cosa. Conozco a un empresario de gran éxito en
la industria financiera, ¡cuya ambición original era administrar una granja!
No estoy pidiendo que sofoques tus sueños. Como veremos, estos son muy importantes, pero al mismo
tiempo debes darte cuenta de que el éxito no es un escape de una vida insatisfactoria, sino la
transformación gradual de una existencia que actualmente no te satisface en algo más grande y mejor.
En otras palabras, materializar tus sueños significa pasar primero por la fase en la que aprecias y
sobresales en lo que haces AHORA. Sólo así te convertirás en una persona exitosa. Entonces, créeme,
una persona que tiene éxito y conoce las reglas, puede repetirlo en otras áreas (al final, incluso la industria
financiera
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El empresario logró hacerse con su finca, pero primero tuvo que prosperar con su empresa financiera).
No debes dejar de soñar. Simplemente debes dejar de buscar fuera de ti algo que ya tienes dentro: los
ingredientes de una personalidad exitosa. A medida que conozca estos ingredientes, deje de perseguir
pistas falsas y comprométase a sobresalir en su profesión actual.
Verás que estos ingredientes no sólo te llevarán a las oportunidades correctas, no sólo eliminarán tu
invisibilidad y te traerán abundancia, sino que también te darán una vida mucho mejor.
Con la segunda, tercera y cuarta regla te ayudaré a construir una personalidad exitosa para que dejes de
ser invisible y te involucres en oportunidades reales.
HASTA QUE CONSTRUYAS UNA PERSONALIDAD EXITOSA, TODAS LAS PISTAS QUE INTENTES
SEGUIR SERÁN FALSAS.
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REGLA 2
Para tener éxito tienes que mejorar la calidad de tu

intercambio.
"Su éxito en la vida depende en gran medida de su capacidad para convertirse en un experto en un
área particular y brindar un servicio sobresaliente en esa área".
Colina de Napoleón
Vivimos en un mundo que se basa en el intercambio. Las relaciones humanas y comerciales se basan
en los pilares del intercambio. Esto no quiere decir que la caridad o el deseo de ayudar a los demás sin
segundas intenciones no sean importantes, sino todo lo contrario. Sin embargo, como seres humanos,
estamos en el centro de innumerables intercambios con otras personas. Analizando los “oficios” en los
que se involucra una persona, podemos entender mucho sobre por qué su vida va bien o mal.
Los fracasados suelen intentar "manipular" los intercambios en los que participan para obtener más
dando menos. Las personas verdaderamente exitosas, en cambio, se dan cuenta de que si quieren
obtener un mayor rendimiento de los demás, deben mejorar el valor o la cantidad de lo que ofrecen.
En el extremo más bajo de la escala encontramos al estafador. Cree que para sacar más provecho de
la vida sólo necesita "envasarlo bien" para que otras personas acepten dar algo de gran valor (en la
mayoría de los casos dinero) a cambio de algo que vale poco o nada.
Cualquiera que sea su intento, todos sabemos que su estilo de vida está lleno de altibajos y malas
condiciones económicas, sin mencionar el riesgo de prisión.
El estafador, sin embargo, no es la única persona que intenta manipular artificialmente sus intercambios
para sacar más provecho del sistema sin dar casi nada. También hay varias empresas que basan su
éxito únicamente en su argumento de venta y en la adquisición de clientes, más que en cualquier
servicio o producto real de valor (como se puede ver, por ejemplo, en muchos "esquemas piramidales").
Luego hay gente que intenta especular: especular en el mercado de valores, en el petróleo, en el oro o
en casas rodantes. A menudo hablan de sus grandes operaciones, pero rara vez hablan de las grandes
pérdidas que también han sufrido.
Luego hay personas que piensan que pueden "solucionar" las duras leyes del intercambio inventando
esa nueva aplicación que cambiará el mundo... "Empezaré a criar avestruces porque su carne es cara
y así ganaré mucho dinero". dinero." Soñar o inventar es genial, pero sin trabajar duro nunca será
suficiente.
Aún más comunes son aquellos que siguen exigiendo cosas a los demás sin dar nada a cambio.
No tengo nada contra los inventores. Lo que critico es a la gente que intenta eludir las leyes del toma y
daca, esforzándose por conseguir más con menos, gente que espera alcanzar la abundancia
manipulando artificialmente el intercambio. Estas personas, contrariamente a la creencia común de que
son inteligentes o astutas, no sólo nunca alcanzan la prosperidad, sino que a menudo también viven
una vida miserable y aburrida.
No soy el primero en defender la importancia de los intercambios en las relaciones humanas. Muchos
antes que yo han estudiado el tema, desde Ralph Waldo Emerson hasta Jim Rohn. Emerson, en su
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El famoso Ensayo sobre la compensación, a finales del siglo XIX, ya afirmaba: "Se le pagará
exactamente por lo que haya hecho, ni más ni menos. En el trabajo y en la vida no se puede hacer
trampa. El ladrón se roba a sí mismo, el estafador el hombre se engaña a sí mismo." Emerson llamó
a esta teoría "el equilibrio absoluto de dar y recibir, la doctrina de que todo tiene su precio y si ese
precio no se paga, obtienes algo más y no lo que pensabas" y la usó para indicar que una persona
que intenta eludir las leyes del intercambio, por muy "inteligentes" que sean, no conducirá a ninguna
parte.
Siempre que recibes dando poco o nada a cambio, experimentas un trauma a nivel motivacional.
Uno de los problemas más sentidos por los empresarios es el relevo generacional. En la mayoría de
los casos, cuando los hijos suceden a sus padres en la dirección de la empresa, ésta comienza a
decaer y luego cierra. Esto en sí mismo es extraño, considerando que los hijos de estos dueños de
negocios deberían haber tenido acceso a una mejor educación, haber llevado una vida más cómoda,
no tan llena de penurias o dificultades como sus padres, haber crecido en un ambiente mejor. El
problema es que muchas veces recibieron mucho sin producir nada y están tan acostumbrados a un
intercambio en el que simplemente se les "debe" cosas. Esto les hace perder de vista el verdadero
valor de algo. ¿Qué clase de líder podría ser una persona si piensa que todo se lo merece?
Tomemos otro ejemplo de personas que reciben sin dar nada a cambio: los adivinos y los psíquicos.
Pueden ganar mucho dinero sin dar nada a cambio, excepto, en el mejor de los casos, un poco de
esperanza. ¿Alguna vez has estudiado la expresión del rostro de estas personas? Como ya dijo Ralph
Waldo Emerson en su famoso Ensayo sobre la compensación, la persona que recibe sin dar nada a
cambio, sólo obtiene tristeza, negatividad y una vida de miseria.
En cualquier caso, no queremos hablar de otras personas, se supone que debemos hablar de ti. En el
fondo, como todo el mundo, quieres ayudar a los demás, contribuir a su mejora y felicidad, quieres
tener una parte importante en el éxito de la empresa en la que estás. Es cierto que recibir dinero a
cambio de nada puede ser una experiencia agradable, pero después de eso ¿cómo te sientes? En el
fondo te quedas con un sabor amargo en la boca. Habría sido cien veces mejor si te lo hubieras
ganado.
Las personas exitosas no intentan evitar los principios básicos de la vida, no buscan ganar dinero
manipulando el intercambio, sino que ofrecen algo de gran valor. Si eso no es posible de inmediato,
en lugar de buscar la "próxima oportunidad increíble" que resultará ser otro rastro falso, trabajan en sí
mismos para mejorar y luego poder producir valor.
Intercambio
Un granjero está en el campo. La mañana comienza a las 5:00 am, y el arado, el azadón, la siembra,
el riego y la eliminación de parásitos continúan hasta que, un día, unos meses después, una canasta
llena de tomates está lista para ir al mercado.
Los tomates se cambian por dinero en efectivo u otros activos que permitan la supervivencia. A todos
nos parecería extraño que un agricultor intentara ir al mercado sin tomates y aún así exigiera
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dinero sólo porque habían cavado, plantado, regado, etc. "Bueno, bien por ti", podríamos decirle, "pero sólo
te daremos dinero si tienes tomates".
Por absurdo que parezca el ejemplo, resalta un punto que todavía está muy presente para la mayoría de las
personas en la sociedad. Personas que intentan llegar al mercado con nada más que sus acciones, en lugar
de los resultados de sus acciones. Afirman que deben recibir dinero a cambio de acción, tiempo, compromiso,
esfuerzo, SIN PRODUCIR NINGÚN RESULTADO.
Hay empleados que piensan que se les debe el salario simplemente por las horas que dedican al trabajo,
por el esfuerzo que ponen en las cosas que hacen, por el título escolar que han obtenido con gran diligencia,
por el puesto que ocupan dentro de la empresa. Jerarquía empresarial… pero ¿dónde están los tomates?
El empleado que gana mucho no es necesariamente el que trabaja más duro o el que más asume. Más bien
son personas que, más que otras, producen resultados gracias a sus esfuerzos.
A un empleado del departamento de contabilidad no se le paga por las horas que pasa en la oficina, sino
por el dinero que cobra de los clientes; a un profesor no se le paga por las horas dedicadas a enseñar o
explicar, sino por inculcar nuevas habilidades a sus alumnos; A un director de almacén no se le paga por las
horas que dedica a almacenar y mover cajas, sino por la rapidez con la que entrega las mercancías a
quienes las necesitan, por la limpieza y el orden del almacén, por su precisión para evitar la escasez. Los
ejemplos son infinitos.
Hay vendedores que creen que les va bien porque venden mucho a sus clientes.
Esto es parcialmente cierto, pero un vendedor verdaderamente exitoso es aquel que ayuda AL CLIENTE A
ESTAR MEJOR. El vendedor exitoso no es el que llena el almacén del cliente con un montón de cosas, sino
el que se asegura de que el cliente revende lo que compró en grandes volúmenes y gana mucho dinero. En
consecuencia, enseñar al cliente cómo utilizar correctamente los productos que compró, enseñarle cómo
administrar el negocio, cómo hacer publicidad, cómo vender mucho.
A veces veo consultores o técnicos involucrados en empresas clientes, pero sus intervenciones no dan
ningún resultado. A veces intentan salirse con la suya cobrando sin dar nada a cambio, sólo por el hecho de
pasar tanto tiempo en la empresa. Pero, de nuevo, ¿dónde están los tomates?
Muchas personas hoy en día afirman intercambiar su tiempo o esfuerzo a cambio de dinero u otra cosa. No
irán a ninguna parte. Debes intercambiar RESULTADOS.
LAS ACCIONES SIN RESULTADOS NO VALEN ABSOLUTAMENTE NADA.
Entonces, si lo deseas, incluso puedes probar ese nuevo negocio de cría de avestruces. Quizás sea una
buena idea y quizás la carne de avestruz no sea tan mala, pero debes saber que tu negocio tendrá éxito no
porque cuelgues un cartel que diga que ahora vendes carne de avestruz, o porque pongas un bonito vídeo
en Instagram. En cambio, es específicamente porque pudo hacer que la carne de avestruz fuera una BUENA
OFERTA para su cliente.
¿Cuál es el resultado que produce e intercambia cuando hace negocios con personas? ¿Qué es lo mejor
que obtienen las personas cuando eligen trabajar con usted?
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Responder a esta pregunta no es sólo una cuestión de finanzas, de ingresos, sino principalmente de bienestar
personal. Si te empeñas en aportar algo que tiene poco valor o intentas hacer intercambios a base de acciones
o esfuerzo y no de resultados, poco a poco serás tú mismo el que se queme. Te acostumbrarás a recibir
dando poco o nada a cambio y debilitarás tu personalidad básica, que en el fondo es una personalidad positiva,
orientada a la ayuda y la contribución. ¿Y en qué mutas? Una persona desafortunada e ineficaz.
Dejen de intentar manipular artificialmente el intercambio. Deja de ceder al encanto de recibir cosas a cambio
de resultados de poco valor. Acepta tu personalidad básica, la personalidad del éxito, entra en contacto con
tus cualidades más profundas y rechaza el dinero que te ofrecen cuando no has dado algo de valor a cambio.
No sólo tendrá éxito, sino que estará inmensamente mejor.
Puedes hacerlo
Hace veinticinco años no ganaba mucho. De hecho, seamos realistas, yo era muy pobre. Hubo un momento
en mi vida que constituyó un punto de inflexión. Mis padres me prestaron dinero y aunque me dijeron que
algún día tendría que devolvérselo, nunca me habían presionado para que lo hiciera.
Bueno, un día me presenté en su puerta y les dije: "Ahora hagamos cuentas. Dime exactamente cuánto te
debo, cuánto me has prestado todos estos años". Mi madre, como cualquier padre generoso, me dijo que el
dinero no era un problema, que estaban bien sin él. Insistí en hacer una lista y luego establecimos un monto
mensual para la devolución. A partir de entonces me negué a recibir más dinero de ellos, aunque a veces tuve
mis propias dificultades. Todavía recuerdo que cuando me fui estaba feliz, porque sentía que había hecho lo
correcto, aunque estaba lleno de dudas. ¿Lo lograría? ¿Podría sostenerme sobre mis propias piernas? A partir
de ahí comencé a ganar cada vez más, y ya hace años que no me preocupaba por el dinero, tal es la
abundancia que logré crear en mi vida.
Hoy siento lo mismo acerca del intercambio. Si no proporciono los resultados, entonces no quiero el dinero.
Esta visión es, en sí misma, una fuerza disruptiva. Te obliga a volver a tus habilidades básicas, te obliga a
innovar, a estudiar, a ocuparte y es quizás una de las armas más poderosas para lograr el éxito.
Dinero
El dinero es un símbolo que representa lo que, en el pasado, proporcionamos físicamente al mercado (por
"mercado" me refiero al intercambio que hacemos con clientes, empleadores, colegas, etc.).
Los 100 dólares en el bolsillo del agricultor son sólo un símbolo de los tomates que produjeron y vendieron.
El dinero que tienes en este momento sólo representa los resultados o productos que brindaste al mercado
en el pasado. El dinero no es una causa, sino un efecto. Un resultado de lo que habéis podido aportar.
Si quieres más dinero, no debes buscar sistemas para manipular artificialmente los principios del intercambio,
sino intentar ofrecer algo que tenga más valor para el mercado. Pero el mayor valor, por extraño que parezca,
no es algo que se encuentre buscando la oportunidad "perfecta" o descubriendo un producto nuevo e innovador
que
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todos comprarán. El alto valor se produce manteniendo su personalidad básica y trabajando para llegar a un
acuerdo para su cliente o cualquier relación comercial que pueda desarrollar. Se produce estudiando, cuidando a
la persona, asistiendo, ayudándola y trabajando duro, pero ese será el tema de la siguiente regla.
Éxito
El éxito es el acto de pasar a un nivel superior de intercambio.
Eso es todo. No se trata de perseguir la quimera, las últimas tendencias en materia de oportunidades, no se trata
de dar una buena impresión en la entrevista de trabajo para esa fantástica empresa que ha prometido 150.000
dólares al año, no se trata de adivinar qué acciones subirán en bolsa. mercado. El éxito es pasar a un nivel
superior de intercambio, un nivel en el que lo que ofreces a otras personas tiene un valor mucho, mucho mayor
que lo que recibes a cambio.
Esto no sólo te llevará directamente al mundo de la abundancia, sino que, más importante aún, te permitirá
rehabilitar y revivir a la gran persona, al jugador estrella, al gigante dormido, que llevas dentro: TÚ MISMO.
Es hora de ponerse manos a la obra.
¿Dónde están los tomates?
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REGLA 3
¡Comprenda, cumpla y supere las expectativas de los
demás!
"Cosecha lo que siembras. Lo que ponemos en el universo es lo que regresa a nosotros".
La ley budista de causa y efecto.
Una vez que hayas decidido dedicarte a tu profesión, dejar de perseguir pistas falsas y hayas decidido
mejorar la calidad de tu intercambio, ya tendrás los primeros ingredientes que necesitas para desarrollar
una personalidad exitosa. No solo eso, la dedicación obtenida también te permitirá materializar la tercera
regla del éxito: ¡comprender, cumplir y superar las expectativas de los demás!
La riqueza depende del valor de lo que ofreces al mercado.
La riqueza de Bill Gates no depende de la suerte, sino del hecho de que ha proporcionado al mercado
algo extremadamente valioso: la capacidad de utilizar una computadora para simplificar la vida personal
y profesional. Sin Microsoft Word, escribir este libro me habría llevado al menos el doble de tiempo. Por
tanto, estoy dispuesto a pagarle a Microsoft una fracción del tiempo que me ahorra, es decir, el precio
del programa Word.
Como se menciona en la segunda regla, el primer secreto del dinero es precisamente ese: para tener
dinero necesitas ofrecer algo de valor a tu cliente o a tu jefe a cambio. Cuanto mayor sea el valor
percibido por esa persona, más dispuesta estará a darte dinero.
El dinero que posee hoy no es más que un indicador de cuánto valor ha podido aportar al mercado en el
pasado. Si no tienes mucho, el problema no es el mercado que te paga menos de lo que vales, sino en
la mayoría de los casos es el hecho de que no entiendes lo que el mercado considera valor.
Comprender las expectativas
La mayoría de las personas que viven en la cultura "más o menos bien" no comprenden las expectativas
reales de sus compañeros de intercambio; de hecho, ni siquiera les importa considerarlas. En cambio,
prestan mucha más atención a sus PROPIAS expectativas.
Casi todos los libros que hablan de entrevistas de trabajo refieren que quizás el mayor error que puede
cometer un candidato es preguntar inmediatamente por el salario. Estos libros nos enseñan que cuando
intentamos que nos contraten, más que nada debemos tratar de comprender cuáles son las necesidades
del empleador y mostrarle cómo somos la persona adecuada para satisfacer esas necesidades.
Cualquier libro sobre "Ventas" que se precie dice que un buen vendedor, si quiere vender bien, debe
olvidarse de sus propias expectativas (cerrar la venta) durante las negociaciones, e intentar comprender
las necesidades y expectativas del cliente potencial. Muchos libros nos dicen que tan solo esta simple
acción puede ser suficiente para incrementar las ventas.
dieciséis
Sin embargo, a pesar de los muchos libros sobre el tema, hoy en día casi todo el mundo se centra en
sus PROPIAS expectativas y no se molesta en comprender las expectativas de la persona con la que
está tratando. He visto empleados en una empresa que, cuando su jefe se les acerca con un problema
en particular, lo ignoran o dicen "esto no es parte de la descripción de mi trabajo" o que "si esperas que
trabaje después de las 5 p. m., entonces Espero un aumento". Su atención se centra principalmente en
sus propias expectativas, más que en las de su jefe.
Nunca progresarán en su carrera.
John es un amigo mío al que le gustaría convertirse en empresario. Hace unos meses lo llamé y le
pregunté si estaba interesado en colaborar en un nuevo negocio que estábamos lanzando en la industria
del marketing. Nos conoció a mí y a uno de mis socios. Necesitábamos a alguien que se encargara de
los proyectos de consultoría que nuestros clientes requerían. Lo habríamos entrenado y, en el caso de
que obtuviera buenos resultados, que era muy probable, lo habríamos hecho socio. Durante la reunión,
John, en lugar de escuchar lo que necesitábamos (después de todo, éramos nosotros quienes ofrecimos
una oportunidad), nos dijo en términos muy claros lo que ÉL necesitaba de nosotros. El resultado:
elegimos a otra persona y ahora esa área gestiona decenas de clientes. John, al no haberse centrado
en las expectativas de los demás, permaneció invisible.
¿Qué necesita realmente su empleador? Si eres propietario de un negocio, ¿qué necesita realmente tu
cliente? Las empresas que tienen más éxito son aquellas que intentan mirar las cosas a través de los
ojos del cliente, buscando comprender sus necesidades e inventar nuevas soluciones para hacerles la
vida más fácil.
Puedes intentar decirme que estas reglas no se aplican a ti, que no eres dueño de un negocio, pero
déjame decirte: sigues siendo un emprendedor. Usted es un empresario de sí mismo, una microempresa
que interactúa con una variedad de clientes: su empleador es un cliente, sus colegas son sus clientes y,
ciertamente, los clientes de la empresa son clientes de su propia "microempresa".
¿Cuáles son sus necesidades? Intenta durante media hora observar la vida a través de sus ojos. ¿Qué
les preocupa? ¿Qué les hace perder el tiempo? ¿Con qué tienen problemas? Con solo responder estas
preguntas y hacer lo que se le ocurra, su valor para el mercado y, en consecuencia, sus ganancias
monetarias aumentarán drásticamente.
Algunos sostienen que no es tan sencillo. Que si tenemos un rol de almacén y el problema de nuestro
empleador está en las ventas, entonces no nos corresponde a nosotros solucionarlo. ¡Esa es
exactamente la mentalidad del 80% de la población que vive con el 20% de la riqueza disponible! El
individuo que, yendo contra la tendencia, se responsabiliza del problema del empresario en materia de
ventas, será el individuo que el empresario considere entonces de mayor valor económico.
Otros pueden argumentar que "no, eso no es posible". Incluso si hicieran más, su jefe nunca
recompensaría sus esfuerzos. A este segundo grupo le respondo que si continúan trabajando más de lo
que les pagan, inevitablemente terminarán ganando más de lo que les pagan ahora. Son puras
matemáticas. En mi empresa, el individuo mejor pagado de todos es un tipo que vino a trabajar aquí
hace unos años. Todavía recuerdo su primer encuentro con nosotros: "No hablemos de salario por
ahora. Sólo dime qué necesitas de mí y luego págame en función de lo que hago". Y más tarde, cada
vez que surgía un problema en la empresa, él era el primero en asumir la responsabilidad, en decir
cómo se podía solucionar. Aunque cuidaba de sus propios intereses, no era tan decidido como para
renegociar su salario cada vez que le pedíamos que hiciera otra cosa. Terminó volviéndose indispensable.
Y si no lo hubiésemos hecho
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le pagó lo que valía, seguramente alguno de nuestros clientes o competidores, viendo su forma de trabajar, estaría
dispuesto a hacerlo.
Pero eso no es todo.
Superar las expectativas: cómo volverse indispensable
"Supere las expectativas de sus clientes. Si lo hace, volverán una y otra vez. Bríndeles lo que quieren y un poco más.
"
Sam Walton, fundador de Walmart
A veces en la vida encontramos a alguien que supera nuestras expectativas. Llevamos nuestro auto a una puesta a
punto y no solo obtuvimos una buena puesta a punto por un precio decente (nuestras expectativas), sino que incluso
el auto fue lavado gratis. ¿Cómo reaccionamos en esos casos?
Estamos asombrados. El hecho de que alguien haya superado nuestras expectativas nos toma por sorpresa y nos
convierte en un anuncio ambulante de esa persona o empresa. Hablamos bien de esa mecánica con cualquiera que
conocemos y felizmente ofrecemos publicidad gratuita. Nuestra promoción atraerá más clientes o, al menos, garantizará
nuestra propia fidelidad. Siempre que tengamos un pequeño problema con el coche, nos acordaremos de ese mecánico.
Funciona de la misma manera en una empresa. El empleado que supera las expectativas de su jefe inevitablemente
acabará involucrado en grandes proyectos, con más responsabilidad y, quién sabe, algún día incluso podrá acabar
siendo socio de la misma empresa para la que trabajó (esto ha sucedido más de una vez). ).
Desafortunadamente, esta teoría, que Napoleón Hill llama la teoría de estar dispuesto a hacer un "esfuerzo adicional",
no está muy extendida en la sociedad. En cambio, las personas se han acostumbrado a "obtener sólo lo que pagaron"
o, en algunos casos, a recibir incluso menos de lo que esperaban.
Mientras tanto, las personas que regularmente se esfuerzan por superar las expectativas de los clientes con quienes
interactúan, inevitablemente se vuelven indispensables, un punto de referencia y un estándar de base.
Incluso los pequeños gestos darán grandes frutos en el futuro.
Entiendo que una empresa o un individuo no puede simplemente "regalar" sus productos o esfuerzos. Debe haber
algún tipo de intercambio. No estoy diciendo que debamos trabajar gratis o dar descuentos y plazos de pago ampliados.
Tenemos que cobrar el precio correcto por lo que hacemos, pero una vez que hacemos negocios con un cliente
debemos intentar adherirnos a la filosofía de "ir más allá": dar siempre más de lo que el cliente espera. Este es
literalmente el camino hacia la riqueza y las oportunidades.
En mi empresa, cuando tengo un nuevo proyecto importante, ¿a quién creéis que se lo asignaré?
¿Mi empleado vago, que siempre saca a relucir negociaciones salariales o de jornada laboral cada vez que pido algo,
o el empleado que, a pesar de otros defectos, siempre intenta darme más de lo que esperaba?
Si trabaja más de lo que le pagan, inevitablemente terminará ganando más de lo que le pagan ahora.
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Seamos honestos: si eres un empleado que depende de un salario promedio con un aumento cada dos
años, nunca serás rico ni adinerado. Vivirás la vida al límite, llegarás a fin de mes y, a menudo, tendrás
pocos recursos económicos.
Si quieres salir de esta situación, debes superar las expectativas de tu jefe o de quienes te dirigen. Haciendo
más de lo que esperaban. Supere las expectativas de sus clientes y continúe haciéndolo incluso si parece
que sus esfuerzos no están dando sus frutos.
Adopte plenamente esta regla para lograr el éxito. Verás que aunque algunas personas no parezcan darse cuenta, otras
seguramente lo harán. Los empleados verdaderamente buenos no reciben salarios bajos por mucho tiempo.
Algunos de nosotros en el pasado hemos tenido una mala experiencia con alguien a quien ayudaron, o
hemos dado mucho sin recibir nada a cambio. Algunos empleados, cuando les explico esta regla del éxito,
me dicen que no funciona, que ya lo han probado y que la otra persona no sólo no les ha pagado, sino que
incluso lo ha explotado y simplemente los ha pisoteado. De este único fracaso han deducido la lección
equivocada: que superar las expectativas de su cliente no funciona. Estas personas necesitan saber dos
lecciones adicionales sobre el éxito:
a) El mercado, en su esencia, tiene justicia suprema. Si superas las expectativas del cliente como forma
de vida general, tarde o temprano el mercado te recompensará.
Quizás esa persona específica no te recompense, pero otra persona sí lo hará de alguna manera.
b) Como veremos más adelante en este libro, no debes esperar gratificación instantánea en el camino
hacia el éxito. Más bien, debes tener el coraje de persistir durante meses, a veces años, en seguir
las reglas del éxito.
Un amigo mío era profesor en una escuela pública. El salario, como suelen indicar las noticias y las redes
sociales, no era muy bueno. Pero se propuso superar las expectativas de los demás. Por eso, no sólo se
esforzaba por ser un buen profesor estudiando y manteniéndose al día, a menudo por su cuenta, sino que
también estaba disponible para que los estudiantes o incluso los padres se reunieran por la tarde o incluso
por la noche. Le apasionaba su materia y también experimentó con nuevos métodos de estudio y nuevos
programas. Cuando habló con los padres de los estudiantes, no solo les explicó cómo les estaba yendo a
sus hijos, sino que también dedicó tiempo a escuchar y dar consejos prácticos sobre cómo ayudar a los
niños a crecer y ser capaces en la vida. Fue el primero que se ofreció a ayudar cuando otro maestro estaba
enfermo, y a menudo trabajaba más horas de las que realmente le pagaban. A pesar de todo esto, su salario
no aumentó. Esto continuó durante tres años. Entonces, un día, el padre de uno de sus alumnos, que dirigía
una empresa, reconoció su gran potencial, algo que nadie más en la escuela había hecho hasta ese
momento. Ella le pidió que se convirtiera en el jefe de formación de su empresa. Y así, un profesor normal
se convirtió en un directivo de gran éxito. Trabajando más de lo que le pagaban, era inevitable que terminara
ganando más de lo que había ganado en el pasado.
La moraleja de esta regla es simple: el mercado reconoce y recompensa a las personas que regularmente
se esfuerzan por reconocer y superar las expectativas de sus clientes. A veces no lo hace de inmediato,
puedes sentirte explotado por un tiempo, pero a la larga, si continúas trabajando más de lo que te pagan, es
INEVITABLE que termines ganando.
más.
Olvídate de los casos individuales en los que has dado más sin recibir nada a cambio, deja de pensar sólo
en tus propias expectativas y céntrate en las de la persona que tienes delante. Intenta darles lo que esperan
y… un poquito más. No sólo tu
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tus ingresos aumentarán, pero mágicamente TE ENCONTRARÁS EN UNA POSICIÓN EN LA QUE TE

NOTEN Y OBTENDRÁS OPORTUNIDADES.
¿Por qué seguir sufriendo, ciegos a las muchas oportunidades que nos rodean, sólo porque algunos
episodios de nuestras vidas han paralizado nuestra VERDADERA personalidad y nos han convencido
de que no vale la pena comprender y superar las expectativas de los demás?
Si comprende las expectativas de los demás, los demás estarán más dispuestos a comprender las suyas
y a interesarse por ellas. ¡Darle una oportunidad!
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REGLA 4
¡Conviértete en un gran ser humano!
Me gustaría que pensaras por un momento en lo que significa ser un "gran ser humano". No se trata de
ser hermoso, famoso o un héroe. Es simplemente ser el tipo de persona que hace que los demás digan:
"Guau, qué Gran persona. Estoy muy feliz de haberlos conocido." Alguien que te haga sentir cómodo,
que te haga sentir bien en lo más profundo de tu ser, que realmente crea en los valores que promueven,
que no sólo habla lo que dice sino que también hace lo que hace, una persona que puede confiar.
El éxito requiere que te conviertas en este tipo de persona. Si no lo hace, el éxito, así como el dinero,
siempre estarán fuera de su alcance. Y cualquier éxito o riqueza que consigas conseguir será sólo
temporal y desaparecerá tan rápido como llegó.
Esta regla contrasta marcadamente con el estereotipo de la persona exitosa: alguien que siempre está
rodeado de guardaespaldas, difícil de abordar, un lobo solitario o un tiburón o, en algunos casos, un
dictador siniestro. Todos estos son estereotipos sin sentido y en este capítulo veremos por qué.
El valor de las alianzas
En mi primer libro, The New Leaders2, menciono un aspecto de las personas exitosas que a menudo se
pasa por alto. El individuo, el lobo solitario, no tiene éxito, simplemente sobrevive. A veces nos engaña
el hecho de que vemos líderes ascendiendo al centro de atención que se presentan como figuras divinas,
alguien que comenzó con nada y construyó por sí solo un gran imperio.
En realidad, una persona exitosa necesita un grupo de aliados. Muchas veces este grupo de aliados se
presenta en forma de socios o asociados de confianza, otras veces se trata de clientes con los que
nuestra persona exitosa ha "conspirado" durante mucho tiempo, haciendo planes y proyectos. A menudo,
estos aliados están en las sombras y aceptan que sólo el líder será el que disfrute del protagonismo,
pero, sin embargo, desempeñan un papel crucial en la materialización del éxito del líder. Elon Musk
parece ser una persona que ha logrado el éxito en solitario, cuando en realidad su éxito se ha visto muy
ayudado por sus socios originales, sin mencionar los numerosos técnicos, proveedores y empleados
que Musk logró conquistar a lo largo de los años. Tesla tiene ahora una gran demanda en todo el mundo
no sólo por su calidad como automóvil, sino también porque Musk fue capaz de construir la mejor red
de alianzas posible.
Considere cualquier producto que ya esté establecido en el mercado. ¿De verdad crees que sólo su
innovación y calidad es lo que le permitió convertirse en un producto líder? ¿O grandes sumas de dinero
de la empresa que la sacaron al mercado? Por supuesto que estas cosas ciertamente ayudan, pero sin
la red de alianzas creada por el fundador de esa empresa, el producto no estaría donde está hoy.
Brian Tracy dice que "una persona no te comprará hasta que esté convencida de que eres un amigo y
estás actuando en su mejor interés". Cualquiera que haya escrito sobre ventas repite a menudo
variaciones de esta ley: desde Zig Ziglar hasta Og Mandino.
La red de alianzas construida por una empresa suele ser más valiosa que cualquier edificio o producto.
Su capacidad para tener éxito depende, en gran medida, de cuán grande sea su red de alianzas.
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Esta red de alianzas puede hacer mucho, mucho más por usted que cualquier inversión financiera.
Será esta red de alianzas la que te apoye, la que te ofrecerá oportunidades, te consolará o motivará
cuando las cosas vayan mal, te ayudará a promocionar tus productos si decides convertirte en
emprendedor.
La red de alianzas no es sólo un concepto cuantitativo, sino también cualitativo. Cuanto más hábiles y
poderosas sean las personas que lo integran, mayores serán sus posibilidades de éxito, aunque sólo
sea por el hecho de que tener esas personas en su red le dará acceso a mejores consejos.
James es consultor en mi empresa. Es un gran trabajador, quizás la persona más trabajadora que
conozco, y a menudo trabaja los fines de semana. Es fiel, leal y técnicamente hábil. En definitiva, es el
tipo de empleado que todo buen directivo desearía tener.
Sin embargo, a pesar de todas sus cualidades positivas, Jamie ha tenido dificultades para prosperar
dentro de nuestra empresa. Su defecto: no es capaz de crear una red de alianzas. Cuando visita la
empresa de un cliente, si alguien no está de acuerdo con él, tiende a chocar con él, percibiéndolo como
un rival, un competidor, alguien que no acepta sus "creencias". E, inevitablemente, culmina en un duelo
a muerte. A veces gana y consigue imponer sus ideas a los demás y retener al cliente, a veces pierde,
y con ello su influencia sobre el cliente. Al operar de esta manera, nunca podrá construir una red de
clientes estables, y mucho menos de compañeros de trabajo. En lugar de intentar ayudarles a ganar,
James intenta hacerles aceptar su punto de vista, su forma de trabajar y, en cuanto alguno de ellos no
funciona como a él le gustaría, inevitablemente los margina. Aunque quizás sea el mejor dentro de
nuestra estructura en cuanto a dedicación, experiencia técnica y ética de trabajo, James nunca logra
tener una red estable de alianzas que facilite el éxito.
Por el contrario, hace unas semanas entrevisté a Eusebio, un querido amigo y director general de una
empresa líder en el sector del mobiliario de baño. Lo que más me llama la atención de Eusebio es su
capacidad para mantener excelentes relaciones con todas las personas que ha conocido. Esta habilidad
le ha ayudado enormemente a construir una empresa de gran éxito a partir de la nada. Su punto de
vista me sorprendió porque va en contra de la mentalidad de muchos otros directivos (directores que,
debo añadir, lo están haciendo bastante mal): "No tengo ninguna hostilidad hacia nadie. Me resulta
difícil que alguien me desagrade, incluso si tiene "Me hizo daño. Durante muchos años me han
considerado extraño porque nunca he podido involucrarme en un conflicto. Incluso si alguien ha hecho
algo malo, nunca podría simplemente interrumpirlo sin decir una palabra más".
Descubrir su secreto me ha ayudado mucho a comprender también la razón clave del éxito: Eusebio
tiene y mantiene una personalidad atractiva. Esto le ha permitido construir una red de alianzas en todo
el mundo. Una red de alianzas vale mucho más que todo el dinero que tienes en el banco. La razón es
simple: si tienes mucho dinero, pero no tienes alianzas, tarde o temprano el dinero se acabará (a menos
que ya tengas una cantidad absurda de dinero). Si no tienes dinero, pero tienes alianzas, entonces será
posible construir tu riqueza.
Un gran ser humano
Un gran ser humano es alguien con quien otras personas quieren estar, alguien con quien otros quieren
hacer negocios, alguien que te hace sentir bien. A veces creemos, erróneamente, que una "personalidad
atractiva" es alguien que sabe entretener a los demás, alguien brillante y con un gran ingenio, que
monopoliza las conversaciones y nos deja pensando tímidamente que nunca podremos ser tan geniales
como ellos. En realidad esto no es así.
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Ser una persona atractiva, un “gran ser humano”, no se trata de ser un comediante, ni de ser la persona
con la historia de viaje más exótica. Más bien, es una personalidad compuesta por ciertas cualidades que
cualquiera puede desarrollar:
1) Un gran ser humano pone a los demás y las necesidades de los demás en el centro de la conversación.
Hoy en día, cuando la gente habla, a menudo te contarán todo sobre sus ideas y sus historias.
Sin embargo, son muy pocos los que pueden poner a los demás en el centro de la conversación.
Según Zig Ziglar, maestro en ventas, un buen vendedor no convence hablando, sino haciendo preguntas.
Ziglar, así como muchos otros investigadores, dicen que para convencer a alguien de algo primero hay que
escucharlo. Si no los escuchas o no estás realmente interesado en ellos, nunca estarán interesados en ti ni
en tu producto.
Si eres tímido, esto no es problema. De hecho, para desarrollar una personalidad atractiva es mejor no
hablar mucho, sino escuchar a los demás e interesarse por ellos. Se trata de sentir curiosidad y fascinación
por las historias de otras personas.
Si puedes mostrar curiosidad o interés por una persona, haciéndole preguntas y escuchando lo que dice
durante al menos 15 minutos, se produce un fenómeno psicológico fascinante: te considerarán un experto
en la materia aunque no hayas dicho una sola palabra. .
Incluso antes de los tiempos de Cristo, Publilius Syrus decía: "Nos interesamos por los demás sólo cuando
ellos se interesan por nosotros". Incluso Adler menciona a personas que no se interesan por los demás,
insistiendo en que "estas son las personas que fracasan en su intento".
Interésate por las personas que te rodean, intenta conocer su historia, cómo son las cosas en casa, qué
hacen con sus hijos, cómo se iniciaron en su trabajo actual. Al final no sólo ganarás más, sino que te
aseguro que añadirá una profundidad mucho más entretenida y gratificante a tu vida.
Sin embargo, estar interesado no se trata sólo de escuchar o actuar con curiosidad. Mostrar interés significa
olvidarse de lo que USTED necesita por un tiempo y, en cambio, hablar ante todo de lo que OTROS sienten
o necesitan. Si puede hacer esto, verá que siempre será más apreciado y mejor pagado.
Creo que las palabras más bonitas que podemos decirle a una persona son: "¿En qué puedo ayudarte?"
2) Un gran ser humano es empático.
Empatía significa poder sentir lo que sienten los demás.
Nuestras acciones y nuestras palabras siempre tienen algún tipo de efecto en los demás. Todos los días.
Si nunca has notado esto, asegúrate de mirar más de cerca. Lo que decimos puede decepcionar las
expectativas de los demás, puede fortalecer sus sueños o proyectos, inspirar a otros o arrojarlos a la
desesperación. Las personas suelen estar orgullosas y no querrán confesarlo, pero lo que dices a veces
puede crear efectos emocionales devastadores.
¡Esfuérzate por observar a los demás y ASUME LA RESPONSABILIDAD DE LO QUE LOS DEMÁS
SIENTEN! Si están tristes, recójalos de buen humor. Si están preocupados, anímelos. Si están agitados,
escúchalos y trata de ayudarlos a encontrar una solución. Harás un montón de
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errores, pero aún así trato de hacer algo por ellos. Simplemente haciendo esto, no sólo creará muchos
amigos verdaderos, sino que sus ingresos también comenzarán a aumentar.
Parte de la empatía incluye dejarse guiar por un sentido de justicia. Recuerda ser justo, proteger a los
débiles, luchar contra los abusos. Hazlo de manera efectiva, no te limites a simplemente expresar tu
simpatía o estar triste con ellos. No necesariamente compensa en términos económicos, pero la
gratificación resultante te hará sentir bien contigo mismo y te pondrá en la condición emocional necesaria
para trabajar bien.
3) Un gran ser humano es humilde.
Si conoces a alguien que realmente ha alcanzado el éxito, habrás notado que es gente humilde, que no
hace alarde de sus habilidades ni de su excelencia. Cuando alguien les dice que lo han hecho bien, los
verdaderos líderes siempre dirán algo como “mis compañeros de trabajo fueron los que hicieron el
verdadero trabajo, yo solo los ayudé a coordinar”.
Maradona (uno de los más grandes futbolistas de todos los tiempos), después de hacer un gol
extraordinario, siempre decía: "No fui yo, fue el equipo". Y cuando era evidente que el mérito era suyo
porque había maniobrado él solo a lo largo de todo el campo, respondió a los elogios diciendo: "Tuve
suerte".
No es que tengas que olvidarte de tus habilidades. Si dejas de respetarte a ti mismo será tu fin,
simplemente no hables de ello delante de los demás. Nunca te diferencies de los demás según lo que
posees o tienes.
Cuando alguien me presenta a un cliente diciendo que soy el CEO de Open Source Management, el
que escribió The New Leaders, el que capacitó a todos los consultores, siempre respondo del mismo
modo señalando que también soy "el que que pasa el sábado por la mañana limpiando los baños de la
oficina si hay clientes de visita ese día, para asegurarse de que damos una buena impresión".
Si estás tratando con alguien que obviamente tiene mucho menos que tú o que obviamente carece de
habilidades en comparación con ti, respétalo y trátalo bien, háblale como si fuera tu igual. Sea amable
con los camareros de los restaurantes, las azafatas o los recepcionistas de los aeropuertos.
Te sorprenderá lo gratificante que resulta esto para ti y, sobre todo, para ellos.
4) Un gran ser humano no se toma las cosas demasiado en serio.
Dawn es una amiga mía que trabaja como gerente de recursos humanos. Las cosas nunca son un
problema para ella, porque minimiza las dificultades que encuentra. Quizás sea esta cualidad la que la
ha convertido en una de las personas mejor pagadas y apreciadas de su empresa. Si hay algún
problema, mientras todos los demás son absorbidos por un agujero negro de desesperación, Dawn
intenta encontrar una manera de bromear al respecto. Si un colega no está trabajando bien, en lugar de
exigir respuestas sin rodeos, se enfrenta a la persona con la ayuda de algunos chistes sobre el
incidente. Ella es la mejor gerente de personal que he conocido.
Minimizar los problemas o bromear siempre saca lo mejor de los demás y los tranquiliza, a diferencia
de muchos otros directivos que conozco que siempre "quieren llegar al fondo del problema y resaltar
todas las deficiencias disciplinarias".
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A primera vista, algunos dirían que este tipo de personas no son lo suficientemente serias, que su
tendencia a bromear es dañina porque la risa distrae. Pero, en realidad, su humor regenera a las
personas y, de hecho, aumenta drásticamente la productividad.
Una "personalidad seria", que se centra en el lado oscuro de cada problema, es muy formal, con
tendencia al proceso disciplinario, es quizás la peor desgracia que le puede suceder a una persona.
Deja de tomarte a ti mismo tan en serio. Si conoces a personas exitosas, sabrás que todas son
personas felices, que te tranquilizan y les gusta bromear. Si estás tratando con personas demasiado
serias, abandónalas porque serán tu perdición.
5) Un gran ser humano se inspira en una meta. Está muy claro hacia dónde se dirige.
Hasta ahora parece que un gran ser humano es simplemente alguien que se lleva bien con todos, es
bueno con todos y sabe hacer que todos estén a gusto… pero esto no es suficiente.
Los grandes seres humanos están comprometidos, en el sentido de que saben hacia dónde se dirigen.
Un gran ser humano no es un perdedor, sino alguien que cree en algo, que tiene algún proyecto que le
fascina y entusiasma. Si no persigues una meta, por muy bueno que seas con la gente, los demás no
te respetarán, porque en el fondo te ven como una persona que no va a ninguna parte en la vida. Nunca
te convertirás en modelo y nunca te convertirás en un punto de referencia.
Si aún no lo has hecho, establece una meta o un conjunto de metas, que sean alcanzables pero
también desafiantes y, como dice un amigo emprendedor mío, sigue adelante sin detenerte por nada.
Creo firmemente que la mayoría de las personas en la sociedad simplemente "sobreviven" sin ir a
ninguna parte. Una parte de esta desafortunada mayoría son aquellos que intentan abrirse paso en
algún ámbito, pero tan pronto como se enfrentan a las primeras dificultades lo abandonan.
Sin embargo, la persona que persiste, incluso si las cosas no van muy bien al principio, pero aún así
aguanta, pronto se gana el respeto de aquellos que no llegaron a ninguna parte o se dieron por
vencidos demasiado rápido. Y estos últimos, inevitablemente, pasarán a formar parte de su esfera de
influencia y red de alianzas.
6) Un gran ser humano tiene un alto sentido de la ética.
Ser ético significa principalmente ser fiel a su palabra, no desviarse de los acuerdos hechos, no tratar
a los demás de una manera en la que no le gustaría que lo traten a usted.
Hoy en día, hay deprimentemente pocas personas en la sociedad con un alto sentido de ética personal.
La persona promedio piensa que si hace trampa, si se beneficia injustamente aprovechándose de los
demás, en realidad no está haciendo nada malo. En cambio, se llaman a sí mismos "astutos", "astutos"
o "inteligentes".
Odio decir algo que claramente va en contra de la tendencia, pero sin duda he descubierto que las
personas que regularmente cometen acciones que luego deben ser ocultadas o "encubiertas", no llegan
a ninguna parte en el largo plazo.
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La vida es un conjunto de vasos comunicantes. No puedes cometer acciones perjudiciales o poco éticas
en un área de tu vida, por ejemplo en el ámbito familiar, sin permitir que estos actos causen también
consecuencias negativas en todas las demás áreas de tu vida. El cónyuge infiel, el empleado del
almacén que roba, el vendedor que abusa del reembolso de gastos de la empresa, el empresario que
utiliza métodos al margen de la ley… estas personas pueden llamarse "mañosas", pero también son
personas que, sin darse cuenta, han enredado sus vidas de una manera que eventualmente los hará
ineficaces.
Si miras las cosas objetivamente y piensas en las áreas en las que guardas secretos o hiciste cosas que
preferirías ocultar, te darás cuenta de que estas son también las áreas en las que eres menos eficaz, en
las que tienes que "aguantar". con" otras personas y donde estás más ansioso.
Las transgresiones a veces pueden ser una fuente de placer, pero debes saber que cuando rompes
ciertas reglas o haces algo que no quisieras que otras personas supieran, es como si estuvieras firmando
un cheque. Incluso si nunca se descubre lo que hizo, tarde o temprano ese cheque será cobrado, lo que
significa que usted pagará las consecuencias. Te vuelves ansioso e ineficaz, tu vida se vuelve caótica, y
no sólo afecta el área donde transgrediste, sino que poco a poco, como una gota de tinta que ha sido
metida en un conjunto de vasos conectados, se expandirá a lo largo de tu vida haciendo Eres menos
efectivo en todas partes.
Cuando estás involucrado en actividades poco éticas, sientes como si todo el mundo estuviera
"conspirando" contra ti.
7) Un gran ser humano es confiable y hace lo que promete.
Ser confiable significa convertirse en una persona en quien los demás puedan confiar. Si dices que
harás algo, hazlo. Si no cumples tus promesas o no respetas los acuerdos, te vuelves poco confiable
(en el sentido de que la gente no puede confiar en ti) y la gente huirá de tu red de alianzas como si fuera
un barco que se hunde.
Por eso la ética es tan importante. Por eso es tan importante cumplir la palabra. Es cierto que mantener
ciertos compromisos a veces puede costarle tiempo y esfuerzo, pero cada vez que lo hace, su valor en
el mercado aumenta.
Una de las cosas que más ha contribuido al crecimiento de mi empresa es la política de "si le hicimos
una promesa a un cliente, tenemos que cumplirla aunque cueste más de lo que nos pagan". Esta política
no sólo nos ha salvado de la ruina, sino que también nos ha permitido crear un negocio próspero y
respetado.
Ser confiable a veces también requiere una buena organización personal. Aprenda el hábito de escribir
lo que necesita hacer todos los días. Si hablas con alguien, toma notas. Una vez cada dos o tres
semanas vuelve a leer estas notas, revisa tus planes de trabajo y toma nota de todo lo que aún no esté
hecho. Si lo haces bien, otras personas siempre se sorprenderán de tu capacidad para mantener el
control de las situaciones.
8) Un gran ser humano no teme declarar abiertamente sus propios defectos.
Si quieres triunfar debes tener el coraje de no tomarte a ti mismo demasiado en serio. Las mejores
personas del mundo son aquellas que abrazan la autoironía. Tienen el coraje de bromear sobre sí
mismos. Esto, al contrario de lo que podría pensarse, no es un signo de debilidad, sino un signo de
fortaleza.
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Los empleados más difíciles con los que tienes que tratar son los más susceptibles. Muéstreles algo
en lo que puedan mejorar y se sentirán abiertamente ofendidos o se enfurruñarán y le darán un trato
silencioso. Se lo toman personalmente. Luego hay que motivarlos nuevamente, darles energía, hacer
que hablen.
Después de tratar con ellos, te encuentras pensando en cómo asegurarte de que los proyectos más
importantes estén dirigidos a otras personas: personas con ironía propia, que no se ofenden cuando
les muestras lo que pueden mejorar.
Pero antes de mirar a tus compañeros o empleados, mírate bien a ti mismo: ¿eres lo suficientemente
valiente como para burlarte de ti mismo? ¿Eres capaz de bromear sobre tus debilidades? ¿O te
escondes detrás de una montaña de excusas cada vez que te señalan algo, insistiendo en que tienes
razón? O, peor aún, ¿te ofendes? Si actúas así, la gente dejará de involucrarte en sus proyectos y
dejará de ofrecerte oportunidades, ahora que saben cómo eres.
La capacidad de aceptar críticas y la superación personal es una característica clave no sólo para el
éxito, sino también (y lo más importante) para simplemente ser parte del mundo.
9) Un gran ser humano, en cualquier interacción, siempre pensará en lo que es bueno PARA TI en
esa interacción.
Sí, eso es correcto. Un gran ser humano busca el beneficio mutuo. En cualquier actividad no sólo
intentan ganar para ellos, sino también para ti. Y no sólo con palabras para que te tragues la pastilla y
aceptes el trato, sino que ganes real y verdaderamente.
Así es como se gana el respeto, la buena voluntad y la cooperación de los demás. Conozco algunos
directivos que son negociadores excepcionalmente decididos, en el sentido de que aspiran al mejor
precio con las mejores condiciones, y con razón. A veces las listas de precios están infladas y
simplemente preguntar no hace daño, pero no debe hacerse en exceso, hasta el punto de crear una
situación en la que todos ganan y pierden (donde usted gana pero la otra persona pierde). Si lo lleva
hasta este punto, la próxima vez que este proveedor tenga que tratar con usted difícilmente estará
dispuesto a ayudarlo y tenga la seguridad de que no hablará bien de usted.
Al ganar dinero para sus socios, su empleador, sus colegas y sus amigos, simultáneamente está
ganando algo para usted que es mucho más valioso que cualquier dinero que haya gastado: una red
de alianzas que, en el futuro, será de gran utilidad. gran ayuda para ganar mucho dinero.
El lema de mi empresa siempre ha sido este: si ayudamos a nuestros empleados a ganar bien,
seguramente nosotros ganaremos muchísimo más. Así pudimos construir una empresa líder y
respetada, partiendo de la nada y sin dinero.
Sea generoso, piense en ganarganar, piense en cómo ganar dinero para las personas que hacen
negocios con usted, ya sean clientes, empleadores o empleados. Trabaja para ganar dinero para ti,
pero recuerda ganar dinero para tus compañeros también.
Conviértete en un gran ser humano
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Nuestras acciones determinan quiénes somos. No importa qué tipo de carácter o personalidad tengas en
este momento. Si te entrenas para actuar con las características de una personalidad atractiva,
inevitablemente te convertirás en esa persona. Hasta el punto de que al adoptar esta personalidad, tu red
de alianzas se fortalecerá y ampliará. En la medida en que al fortalecer y ampliar tu red de alianzas, tu
prosperidad y éxito también aumentarán.
Es de ayuda en este momento tomar una hoja de papel y hacer una autoevaluación respecto de las
características de un gran ser humano. Examina las cualidades descritas en este capítulo una por una y
haz un análisis de ti mismo.
1) ¿Qué características te gustaría mejorar?
2) ¿Qué acciones prácticas puedes tomar en las próximas semanas para que estas cualidades formen
parte de tu forma de actuar normalmente? Escribir acciones prácticas reales, para cada
característica. Si lo haces, te aseguro que en los próximos días y semanas darás grandes pasos
hacia el éxito.
Recuerde, nos convertimos en lo que hacemos. Las acciones y métodos que elijamos adoptar en cada
hora, cada día y cada semana determinarán, más que cualquier otra cosa, la dirección de nuestro camino
en el camino del éxito o del fracaso.
Tú eres el que está detrás del volante. ¡Conviértete en un gran ser humano!
28
LA SEGUNDA PARTE
EL PUNTO DE INFLEXIÓN
29
El punto de inflexión
La aplicación regular de las primeras cuatro reglas te sacará de la condición de invisibilidad. Te sorprenderás
cuando te des cuenta exactamente de cuántas oportunidades tienes a tu alrededor. Al ver tu predisposición a
hacer un "esfuerzo extra" y a cumplir y superar las expectativas de los demás, las personas empezarán a implicarte
cada vez más en sus proyectos. Al convertirte en una mejor persona, tu red de alianzas comenzará a crecer y te
encontrarás manteniendo relaciones cada vez más importantes y fructíferas.
Es más, por extraño que parezca, el hecho de aplicar las cuatro primeras reglas del éxito no sólo te traerá las
ventajas antes mencionadas, sino que también te llevará a lo que yo llamo el PUNTO DE GIRO.
Esta es una fase de tu vida empresarial o personal que tarde o temprano te verás obligado a afrontar y superar. Si
permaneces invisible, no sucederá nada dramático. Lo que significa que no llegarás a ninguna parte, no construirás
nada importante y las cosas simplemente seguirán "más o menos bien". Sin embargo, si decides aplicar las
primeras cuatro reglas del éxito, saldrás de la invisibilidad y te encontrarás cara a cara con el punto de inflexión.
El Turning Point puede identificarse como la fase central ubicada entre la invisibilidad y la materialización del éxito,
como se muestra en el siguiente diagrama:
INVISIBILIDAD (Sin
oportunidades o incapacidad para reconocer oportunidades reales.
Mera supervivencia. Persiguiendo espejismos en lugar de oportunidades)
Aplicación de las primeras

4 reglas del éxito.
VISIBILIDAD
(Involucrarse en las oportunidades. La vida mejora)
PUNTO DE RETORNO
VERDADERA MATERIALIZACIÓN
DEL ÉXITO
El punto de inflexión es un momento crucial en el camino hacia el éxito. Superándolo podrás proceder a la
materialización del verdadero éxito. La mayoría de las personas nunca logran materializar el éxito precisamente
porque se quedan estancadas en este punto.
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El punto de inflexión generalmente se manifiesta cuando su vida personal o profesional deja de ir bien.
Alguien que se ha dado cuenta de que debe aplicar las primeras cuatro reglas, al principio verá mejorar
su vida o su negocio y saldrá de la invisibilidad, sólo para chocar con este muro. Generalmente, en este
punto, se confunden: en el fondo saben que están haciendo las cosas correctas (convertirse en un
profesional en lo que hacen, trabajar duro, cumplir y superar las expectativas de los demás e intentar
actuar como un gran ser humano). Pero luego se topan con toda una serie de nuevos fenómenos que
los desaniman: su esfera de influencia ahora ha crecido, lo que les hace sentirse más estresados, tener
nuevos problemas y, a veces, tener altibajos.
Hay dos soluciones disponibles para alguien en este punto de inflexión: a) desanimarse y volver a la
invisibilidad b) aguantar e intentar, trabajando aún más duro, alcanzar el éxito.
La solución a), como puedes comprender, no es realmente una solución. Quienes eligen la solución a)
caen en la trampa explicada en la primera regla: pensar que el éxito sólo se puede lograr encontrando
"la oportunidad adecuada" o "teniendo suerte". Ya probaron las primeras cuatro reglas, pero
aparentemente no llegaron a disfrutar de ninguno de los beneficios. Así que volvamos a perseguir pistas falsas.
La solución b) es la razón por la que quienes están en la cima de una empresa a menudo parecen estar
estresados. Nuestro propio análisis de aptitudes, que hemos realizado a más de 250.000 empresarios
y profesionales, ha demostrado que a pesar de haber alcanzado importantes objetivos económicos,
estas personas están agitadas, estresadas y preocupadas. La razón principal de lo que comúnmente
se conoce como "estrés por el éxito", que afecta a tantos directivos y celebridades, es quizás el hecho
de que el punto de inflexión ha sido superado únicamente por la pura fuerza física y el trabajo duro, en
lugar de realizar algunos cambios prácticos en sus vidas. propias vidas, como veremos en las reglas
quinta, sexta y séptima.
Así que echemos un vistazo más de cerca a por qué el "infame" Turning Point se manifiesta de esta manera.
El punto de inflexión
Si sigues diligentemente las reglas 1 a 4, escaparás de la invisibilidad. Sin embargo, cuanto más visible
te vuelves, por muy bueno que sea, también trae su propio problema: ahora la gente puede verte. Y no
sólo verán tus ganas de trabajar y de triunfar, sino que también notarán una serie de carencias que
arrastras desde hace mucho tiempo.
Estos defectos, que todos tenemos, probablemente hasta ayer eran pequeñas carencias, pero ahora
que tu esfera de influencia ha aumentado, es como si todo estuviera bajo una lupa.
Si bien estos defectos no fueron un problema para alguien que formaba parte del 80% de la población
que vivía con sólo el 20% de la riqueza, ciertamente son un problema para alguien que ha comenzado
a involucrarse en oportunidades importantes. Hay dos respuestas a tus defectos: o te los señalan
constantemente y se quejan de ello, causándote frustración, desmotivación y en algunos casos
aumentando drásticamente tu estrés. O se escabullen y dejan de involucrarte. Te vieron como una
persona prometedora, pero al mirar más de cerca se dieron cuenta de que en realidad no eras tan
bueno ni tan confiable como habían pensado.
Estos defectos o carencias no son sólo un problema para las personas con las que interactuamos. Son
principalmente un problema para usted. Ahora que has aplicado las primeras cuatro reglas y tu esfera
de influencia se ha ampliado, debes hacer algo rápidamente para gestionarlas.
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debilidades. De lo contrario, las pequeñas carencias del ayer se transformarán en verdaderos

abismos que te atraparán, llenarán tu vida de estrés y te imposibilitarán desarrollar habilidades
adicionales que te ayudarán a materializar tu éxito.
En otras palabras, ha llegado a un punto crucial. En este punto puedes seguir adelante o retroceder.
Para sobrevivir al punto de inflexión debes tener el coraje de hacer algunos cambios. Las reglas
cinco, seis y siete le ayudarán a conseguirlo.
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REGLA 5
Si quieres que las cosas cambien, primero tienes que
cambiarte tú mismo.
Aquellas cosas que hasta ayer, cuando aún erais invisibles, eran pequeñas carencias, ahora están bajo la lupa.
Si llegas al punto de inflexión y no logras enfrentarlos y eliminarlos, se convertirán en abismos de debilidad y te
obstaculizarán la rueda. Las personas que han decidido formar parte de tu red de alianzas o que te están
ofreciendo oportunidades se darán cuenta y, si no cambias las cosas, te acosarán hasta el estrés o simplemente
te abandonarán.
Si no hace algo para gestionar esto, no sobrevivirá al punto de inflexión. En cambio, dejarás de crecer y
volverás a caer en la invisibilidad. Alternativamente, si decides apretar los dientes y abrirte camino hacia el
éxito, se convertirá en un ejercicio contraproducente debido al precio exorbitante que terminarás pagando: tu
serenidad y tu felicidad.
Estas debilidades suelen aparecer de dos maneras. Algunas son personales: tus propios defectos privados,
debilidades de carácter, actitudes y puntos de vista que no son óptimos.
Luego están los que se derivan de las relaciones que tienes con otras personas. Discutiremos estos últimos en
las reglas 6 y 7.
Cambiar
¿Hay gente hostil trabajando en tu contra?
La respuesta es sí, al menos en un caso.
Esa persona eres tú.
Ayer tus debilidades eran tan insignificantes, con tu red más pequeña de alianzas, sólo una más entre la
multitud anónima del 80% que no llega a ninguna parte. Pero ahora esas debilidades están en el punto de mira
y ves que una parte de ti no es óptima.
Las personas capaces que quisieran unirse a su red de alianzas probablemente ya hayan notado estas partes
de usted. Tienen ojos de águila y si comparten contigo lo que ven, puedes considerarte afortunado. Porque
muchas veces no te dirán una palabra, pero seguro que hablarán de ello entre ellos.
Estas pequeñas debilidades probablemente antes eran insignificantes, pero ahora te hacen tropezar.
Probablemente ya sepas de qué debilidades estoy hablando. En el fondo hay cosas que sabes, que quizás
alguien ya te haya señalado en el pasado.
Son esas cosas que has justificado y justificado hasta que empiezas a creer que en realidad no son debilidades
en absoluto. Son esas cosas que criticas en los demás pero no reconoces en ti mismo. Las incapacidades o
minusvalías ante las que haces la vista gorda.
Los malos hábitos, las metas que van en contra de lo que dices.
Estoy seguro de que no necesitas más ejemplos. Tú sabes de qué estoy hablando.
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En este capítulo, debes tener el coraje de convertirte en una nueva persona. Porque, querido amigo, si no
cambias, si no gestionas esas cosas dentro de ti que ya sabes, todo volverá a ser como antes.
Quizás te preguntes cómo es posible que sepa esto sobre ti. No hay necesidad de impresionarse
demasiado. Simplemente yo ya he pasado por todo esto. Entiendo lo que estás pasando, lo que estás
experimentando. Conociéndote tan bien como yo, déjame decirte: ¡es hora de convertirte en una nueva
persona!
Sigue siendo un gran ser humano.
En la cuarta regla describimos las características de un gran ser humano y vimos cómo la confiabilidad, la
empatía y el enfoque ganarganar son importantes para crear una red de alianzas.
Sin embargo, en el momento en que tu esfera de influencia comienza a crecer, todas tus debilidades,
incluso las más pequeñas, salen a la luz y te hacen cada vez más difícil seguir siendo un gran ser humano
y mantener el nivel adecuado de intercambio con los demás.
Le impiden ser confiable. De hecho, ¿cómo puedes ser considerado confiable si ni siquiera eres capaz de
mantenerte organizado? ¿Cómo se puede confiar en usted si está involucrado en secreto en actividades
que espera que nadie descubra? ¿Cómo mantener una buena calidad del intercambio cuando su tendencia
a "hacerlo todo usted mismo" le dificulta respetar los plazos acordados?
Te impiden mantener tu sensibilidad y empatía. ¿Cómo se te puede considerar cariñoso si estás

constantemente de mal humor o susceptible? ¿Cómo puedes convencer a otra persona de que eres
empático si, en el fondo, realmente no te preocupas por esa persona?
Le impiden utilizar una mentalidad de ganarganar. ¿Cómo es posible mantener una mentalidad de ganar
ganar (ayudar a otros a ganar) si, debido a la falta de experiencia o conocimiento sobre los nuevos desafíos
que se presentan en nuestro trabajo, pensamos que ya tenemos muchos problemas propios que abordar?
Si no gestionas tus debilidades (debilidades, repito, de las que tú mismo eres muy consciente), se producirá
una estampida de personas que huirán de tu red de alianzas.
Si quieres que las cosas cambien, primero tienes que cambiarte tú mismo.
Cualesquiera que sean las dificultades que estés experimentando en este momento, debes saber que si
quieres que las cosas cambien, primero debes cambiarte a ti mismo. De lo contrario, todo lo demás que
hagas quedará en nada.
En este momento de tu vida puede haber personas y situaciones que te estén decepcionando o con las
que no estés de acuerdo. Les pido por favor que por un momento dejen de pensar en ellos. Deja de pensar
en las injusticias que estás sufriendo o en todos los males que otras personas te están haciendo. Déjalo ir.
Primero, tenemos que tratar con usted.
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Si no nos ocupamos de nosotros mismos, nunca podremos tratar exitosamente con las otras personas con
quienes interactuamos. Comienza contigo mismo primero. Si no cambia usted mismo, otras personas nunca
cambiarán y usted nunca superará el punto de inflexión.
Hagamos un ejercicio para examinar tu conducta, tu carácter y las expectativas que los demás tienen de ti. En
este ejercicio, necesitaré su total cooperación. Es un paso crucial para superar el punto de inflexión, así que
presten mucha atención y hagan lo que les pido.
Si tienes dificultades con esto, al final del ejercicio he puesto un cuadro con un ejemplo que muestra cómo se
hace.
Para el ejercicio necesitarás un bolígrafo, una hoja de papel y 10 minutos de tiempo en el que no te molesten.
Coge tu bolígrafo y tu hoja de papel.
Tómate un momento para mirar las cosas desde la perspectiva de las personas con las que interactúas: tus
colegas, tus amigos, tus empleados, tus clientes, tu cónyuge, tus hijos… en resumen, todas las personas con
las que tratas todos los días. Por un momento deja tus propios pensamientos a un lado y mírate a través de
sus ojos. Luego escriba las respuestas a estas preguntas (responda sólo las que correspondan):
1a) ¿Qué tipo de (tu nombre) espera tu cónyuge o pareja? Describir.
1b) ¿Qué rasgo secreto u oculto en su comportamiento entra en conflicto con lo anterior?
2a) ¿Qué tipo de (su nombre) esperan los clientes de su empresa? Describir.
2b) ¿Qué rasgo secreto u oculto en tu comportamiento entra en conflicto con lo anterior?
3a) ¿Qué tipo de (su nombre) esperan sus empleados? Describir.
4a) ¿Qué tipo de (tu nombre) espera tu jefe o empleador? Describir.
5a) ¿Qué tipo de (su nombre) esperan sus colegas, asociados o socios comerciales?
Describir.
6a) ¿Qué tipo de (tu nombre) espera la sociedad? Describir.
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Asegúrese de responder todas las preguntas. Si tiene alguna duda sobre cómo hacerlo, consulte el cuadro a
continuación para ver un ejemplo en el que pretendo ser un vendedor llamado Joe Brown:
Ejemplo de respuesta
2a) ¿Qué tipo de Joe Brown esperan los clientes de su empresa? Describir.
Esperarían un Joe muy competente, alguien que se prepare y busque incesantemente nuevas
tecnologías para satisfacerlos. Un aliado que ofrece nuevas ideas y productos para mejorar su empresa.
Una persona que se preocupa por su éxito. Quien, después de realizar una venta, no abandona al
cliente sino que, por el contrario, se asegura de que utilizará con éxito lo adquirido, solucionando
rápidamente todos los problemas.
No sólo un vendedor, sino también un amigo, un socio comercial y alguien que realmente se ocupa de
ellos.
En realidad no sé mucho sobre los productos que vendo. Realmente sólo conozco bien un par de
ellos y siempre los vendo. Cuando vendo, en lugar de centrarme en el éxito del cliente, me concentro
más en mis ventas y no siempre estoy seguro de que lo que le vendo realmente funcionará para
su situación. No puedo decir que me considero un “socio comercial” del cliente, sino que me dedico
principalmente a vender mis productos de alta comisión tanto como sea posible.
Además, no dedico mucho tiempo a prepararme técnicamente. No estoy al tanto de las últimas
tendencias del mercado y, por lo tanto, no siempre puedo ofrecer un buen servicio.
Responder estas preguntas le ayudará a aclarar qué cosas debe cambiar para superar el punto de inflexión.

Bien hecho. Te has analizado según las expectativas que los demás tienen de ti.
Ahora reúne todas las respuestas que escribiste para la parte b) de las preguntas. Estos son los comportamientos
que deben cambiar. Si continúas haciéndolo, y no lo que se espera de ti, nunca pasarás de este nivel.
Las personas que pueden brindarte oportunidades detectarán estas deficiencias desde la distancia y seguramente
te dejarán. Su red de alianzas quedará diezmada. Sin abordar estas cosas, no importa cuánto lo intentes, no
podrás seguir siendo un gran ser humano. En realidad, permíteme ser duro contigo por tu propio bien: si no
cambias estas cosas que has destacado durante el próximo año, ya no serás un gran ser humano, solo serás
alguien que finge ser.
Sepa que, no importa cuántas técnicas aprenda, cuántos libros lea, cuánto trabaje, las mismas deficiencias que
acaba de indicar seguirán emergiendo y
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complicarte la vida. No sólo eso, si persistes en tu camino hacia el éxito sin cambiarlos, se convertirán
notoriamente en tu marca registrada.
Ahora tienes que tomar una decisión difícil. Puedes tirar este libro, tal como tiraste todos los consejos
que te dieron tus buenos amigos, y tratar de sofocar todo lo que has leído o pensado con una avalancha
de excusas. En cuyo caso ya sabes lo que te espera: volver a ser invisible.
O puedes usar TU CORAJE y, sin dejar de ser un simple ser humano como todos los demás, encontrar
la fuerza para redescubrirte a ti mismo y ser lo mejor que puedas.
El éxito no es posible mientras sigas traicionando las justas expectativas de quienes creen en ti.
Si quieres que las cosas cambien, primero tienes que cambiarte tú mismo. De lo contrario, todo lo demás
es inútil.
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REGLA 6
¡Conviértete en un líder!
Antes de seguir leyendo, ¿has completado el ejercicio de la regla cinco? Si no lo has hecho, hazlo ahora.
De lo contrario no obtendrás todos los beneficios de la regla seis.
¿Qué le pasa a una persona cuando deja de poner excusas por sus debilidades?
Comenzarán a notar todos los defectos de las personas que los rodean.
Si has trabajado bien en la quinta regla, empezarás a ver que algunos de los comportamientos no óptimos
y debilidades que antes habías justificado también están presentes en las personas que te rodean. Si no
haces algo para ayudar a estas personas a mejorar, si simplemente los aguantas, te guste o no, te
afectarán, te desmotivarán y te obligarán a cometer los mismos errores de los que acabas de encargarte.
cinco.
El mundo en el que vivimos se basa en una regla firme: si ves que alguien hace algo subóptimo y no
haces nada para corregirlo, terminarás haciendo cosas malas tú mismo.
Siempre que aceptes algo subóptimo en los demás, tú mismo cambiarás.
Veo esta regla en acción con los dueños de negocios. Por ejemplo, el dueño de un negocio nota que un
empleado es grosero con los clientes. Si no hace algo para manejarlo, o no logra influir en él, simplemente
terminará resignándose y, al aceptarlo, comenzará a comportarse ella misma de una manera subóptima.
También sucede entre los empleados. Un empleado observa que el jefe siempre está desorganizado.
Si no hacen algo para influir en ello, después de un tiempo empiezan a pensar que "no vale la pena" o
"¿para qué? De todos modos, nada cambia". Luego caen en el patrón de hacer sólo lo mínimo, o trabajar
sólo porque "tienen que hacerlo" sin obtener más placer de lo que hacen. Después de un tiempo,
invariablemente intentan compensar la falta de satisfacción en el trabajo con otras actividades. Al no poder
influir en alguien importante en sus vidas, ellos mismos empiezan a ir cuesta abajo.
Cuando vemos las carencias en otra persona tenemos dos caminos: o influyemos positivamente en ella,
o ella influirá en nosotros, haciéndonos perder la motivación y por tanto arrastrándonos con ellos.
Aplicando la quinta regla, mirándonos realmente de cerca a nosotros mismos, ya hemos dado un gran
salto adelante. Ahora tenemos que continuar con esto creando cambios también en las personas que nos
rodean; de lo contrario, el cambio que hemos creado para nosotros mismos no durará mucho.
Esta es la razón por la cual la sexta regla del éxito es ¡CONVIÉRTETE EN LÍDER! De hecho, ésta es la
única solución que queda para superar el Punto de Inflexión. Si después de gestionar nuestras propias
debilidades o carencias no aprendemos a influir positivamente en las personas que nos rodean, estas nos
desmotivarán y, nos guste o no, nos arrastrarán hacia abajo. Pronto volveremos a cometer los mismos
errores que tanto nos costó superar en la regla cinco.
Convertirse en un líder
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Los líderes son el origen de cambios positivos a su alrededor. Un líder es alguien que, antes que nadie,
se da cuenta de que algo tiene que cambiar y luego, habiéndolo cambiado primero en sí mismo,
comienza a promover esos mismos cambios positivos en las personas que le rodean. En los años 60,
Martin Luther King se dio cuenta de que había llegado el momento de hablar sobre la desigualdad entre
los estadounidenses blancos y negros y decidió que nunca más permitiría que lo discriminaran. A partir
de ahí empezó a promover ese mismo cambio en sus amigos, en sus conocidos y, a la larga, en los
Estados Unidos de América.
El camino para convertirse en líder comienza con alguien que se da cuenta de que hay algo en su
propio comportamiento que podría mejorarse. Después de realizar los cambios descritos en la regla
cinco, el líder continúa influyendo en otras personas hasta que ellas también comienzan a cuestionar su
propio comportamiento. Si el proceso falla, su transformación en líder se verá interrumpida y volverán a
caer en la invisibilidad. Si lo logran, todo su potencial sale a la luz y se vuelven cada vez más fuertes y
respetados.
Asumir la responsabilidad de cambiar su propio comportamiento subóptimo hace que le resulte aún más
fácil apreciar las situaciones de las personas que le rodean. Mientras usted se convierte en águila, su
vista se centrará en otras personas y es posible que no le guste lo que ve.
En este punto tienes que convertirte en un líder para ellos y esforzarte por promover cambios positivos
a tu alrededor.
La responsabilidad de un líder
Un líder es alguien que asume total responsabilidad por el comportamiento de los demás. La mayoría
de las personas en la sociedad, cuando ven algo que no está bien, simplemente critican, se quejan,
atacan y desmotivan. Mientras tanto, los líderes no se preocupan por nada de esto porque se dan
cuenta de que A ELLOS les corresponde solucionarlo. Depende de ellos resolver un problema del que
otras personas simplemente se quejan.
En consecuencia, los verdaderos líderes rara vez critican su entorno. Saben que el problema existe
sólo porque todavía no han hecho nada al respecto, por lo que la responsabilidad principal recae en
ellos mismos y no en otras personas. Un líder de una empresa no criticará las deficiencias de un colega,
pero reconocerá que sus compañeros están actuando de esa manera (incorrecta) porque todavía no les
ha demostrado que comportarse de manera diferente podría ser más beneficioso.
Un líder es alguien que se considera el principal causante del comportamiento de las personas que lo
rodean. Si sus compañeros cometen un error, no los critica ni ataca. Esto no significa que esté de
acuerdo con la situación, simplemente reconoce que cualquier fracaso por parte de sus compañeros
inevitablemente se reduce a él. Los líderes se consideran a sí mismos la causa de los defectos,
deficiencias o debilidades de las personas que los rodean.
No se trata de asumir la culpa. Culpar a otros es algo que hacen las personas cuando tienen una opinión
tan baja de sí mismas que ya no pueden influir en su entorno. Los líderes no atribuyen culpas, porque
saben que hacerlo es inútil.
Cuando ven algo que no es óptimo, los líderes asumen la responsabilidad, sabiendo que no es óptimo
porque todavía no han actuado. Esto no sólo les permite desarrollar y mejorar constantemente sus
habilidades, sino que también significa que su actitud hacia otras personas es positiva y motivadora,
una fuerza orientadora y ciertamente no acusatoria.
39
A este enfoque especial lo llamamos "causatividad": la capacidad de verse a uno mismo como la causa
o la solución potencial de eventos negativos.
Respeto
El liderazgo no es algo que provenga de un diploma o título. El liderazgo no proviene de nuestra posición
en la empresa. El liderazgo es algo que los demás reconocen en nosotros. Nos reconocen cuando la
gente nos mira y ve nuestras mejores características, casi sin defectos.
Por eso es tan crucial cuestionarse a sí mismo y eliminar las debilidades que ha identificado en la regla
cinco. Sin ese paso, carecerás de la base para convertirte en un líder.
La gente verá tus defectos y, si continúas justificándolos, nunca te respetarán. Y si no te respetan, será
difícil lograr que se desempeñen como deseas, sin importar la autoridad que provenga de tu puesto.
Una vez que haya construido una base sólida, el segundo ingrediente es considerarse la causa. Cree
que las carencias, defectos o fracasos de los demás dependen de ti. Actuando a la moda te volverás
cada vez más fuerte.
¿Crees en ti mismo lo suficiente como para considerarte la causa de lo que sucede a tu alrededor, o
tienes una opinión tan baja de ti mismo que te sientes obligado a echarle la culpa?
La causalidad engendra causalidad
Cuando eres causativo con los demás, cuando te comportas como si el problema dependiera de ti y no
de tu compañero, después de un tiempo la mayoría de tus compañeros adoptarán el mismo
comportamiento.
Si tengo una discusión con una compañera de trabajo y la culpo, contando todos sus errores, ella tenderá
a reflejar mi propia actitud, como un espejo. A su vez (aunque no me lo diga en la cara) pensará que en
realidad soy yo quien se equivocó.
Si, en cambio, abordo la situación con el mensaje claro de que no hay necesidad de echar ninguna
culpa, y que tal vez yo mismo tenga alguna responsabilidad por lo sucedido, no sólo mantengo mi
personalidad atractiva (porque no me enfado) , pero sobre todo, después de dar este ejemplo dos o tres
veces, mi colega también empezará a pensar que quizás ella también podría haber hecho las cosas de
otra manera. Mi causatividad se refleja en ella.
Un directivo que no adopte la causatividad creará un equipo de personas que, reflejando la misma actitud
que su directivo, se sentirán meros "efectos" de su entorno.
No es casualidad, entonces, que los vendedores dirigidos por un gerente de ventas acusador y
desmotivador, tiendan a su vez a encontrar chivos expiatorios para "explicar" su mediocre desempeño
culpando a los clientes, la recesión, las deficiencias del departamento de producción, las nuevas
presidente, etc. La actitud no causal del gerente de ventas se refleja en el equipo de ventas.
40
Sé la chispa del cambio
Te estás convirtiendo en una persona nueva y, por lo tanto, ahora también puedes ver muy claramente
los defectos de las personas que te rodean. Si quieres seguir por este camino tienes que convertirte en
un líder, y para ello tienes que abandonar el “juego de las culpas” y creer que las carencias o problemas
que te rodean dependen de ti mismo. Si, por ejemplo, hay deficiencias entre tus empleados, no critiques,
pero acepta que depende de ti, que todavía no has transmitido adecuadamente a tu empleado las
ventajas o desventajas de su comportamiento. Si la situación es con un miembro de la familia,
nuevamente no intentes culpar, pero dile a la otra persona que te das cuenta de que la has decepcionado
un poco al no ayudarla a mejorar. Si es con un cliente, no acudas a él lleno de pensamientos críticos.
Piensa en lo que TÚ podrías haber hecho diferente para garantizar que todo saliera mejor. Recuerde
que el 95% de las veces en las que las cosas no salen como nos gustaría debido al comportamiento
negativo de otras personas, todavía hay alguna manera en que podríamos habernos comportado de
manera diferente para prevenir la situación.
Esta forma de pensar y actuar no sólo te hará mucho más eficaz, sino que también desatará una
auténtica revolución interna que te hará sentir mucho mejor.
Un estudio realizado por el Dr. McCaw en la Universidad de Montana en 1999 demostró que la
satisfacción laboral resultante de cuando te sientes única y directamente responsable de los resultados
de tu trabajo mejora en un 34%, vayan como vayan las cosas, mientras que disminuye cuando crees
alguien o algo más es más responsable de lo sucedido.
¿Cuántos intentos debo hacer para influir en otras personas?
Si intentas ser causativo, descubrirás que la mayoría de las personas que te rodean comenzarán a
cambiar y mejorar, fortaleciendo aún más tu red de alianzas. Sin embargo, ten en cuenta que en la
sociedad hay un porcentaje (38%) de personas que no mejorarán a pesar de tu causalidad. Son "gente
tóxica". Son dañinos porque, después de no lograr ninguna mejora con ellos, comenzarás a cuestionar
si tu enfoque causativo realmente funciona y luego te hará retroceder. Quizás sea el contacto con una
de estas personas lo que le impidió utilizar la causatividad en primer lugar.
¿Cómo saber si alguien es una persona tóxica? Al notar que no estás obteniendo ninguna mejora de
ellos a pesar de REALMENTE intentar ser causativo con ellos tres o cuatro veces.
El término "personas tóxicas" no significa que deban ser criminalizadas o condenadas al ostracismo.
Puede que en realidad sean personas decentes (aunque ciertamente no lo son contigo), pero si no
están dispuestos a cuestionarse a sí mismos, a ser más honestos en sus relaciones con los demás,
descubrirás que no son los mejores compañeros de viaje en tu viaje. viaje hacia el éxito.
41
REGLA 7
Los compañeros que elijas determinan tu destino: evita
las personas tóxicas
"Para convertirte en el mejor en tu campo, necesitas asociarte con los mejores. Debes saber que los
compañeros que elijas determinarán tu futuro"
Brian Tracy
Si te asocias con las personas equivocadas, puedes intentar ser tan causativo como quieras, pero aun así
fracasarás en la vida.
¿Qué se puede hacer con ese 38% de personas en la sociedad que simplemente no quieren cambiar?
¿Qué se puede hacer con las personas en las que ha tratado de influir asumiendo la responsabilidad de las
situaciones, utilizando una mentalidad de ganarganar, convirtiéndose en una mejor persona, pero que aún
no cambian y continúan haciéndole la vida difícil?
Bueno, debes saber que sólo pueden suceder dos cosas: o encuentras una manera de influir en ellos... o
ellos eventualmente comenzarán a influirte y afectarte. No hay alternativas.
Si no eres capaz de reconocer a este tipo de personas, te harán la vida imposible.
Presta mucha atención ahora porque lo que voy a decir es de suma importancia.
Gente tóxica
Hay algunas personas en la sociedad que son perjudiciales para los demás. Cada vez que te asocias con
ellos, las cosas tienden a empeorar. Si existe la mala suerte, en realidad es la asociación con una de estas
personas.
Cada vez que en mi vida me relacionaba con personas así, las cosas pronto empezaban a ir inexplicablemente
mal. Empecé a cometer errores estúpidos y cuanto más tiempo pasaba, menos confianza tenía en mí mismo.
Las personas tóxicas son como esos árboles enormes, que bloquean la luz del sol de todas las plantas que
los rodean, y las plantas pequeñas que logran sobrevivir todavía son débiles. La relación con este tipo de
personas conlleva grandes dificultades y ciertamente mucho estrés.
Además, el Dr. Michael Roizen, en su libro "Real Age", dice que si constantemente pierdes la motivación
debido a las constantes disputas y conflictos con las personas que te rodean, el estrés reducirá tu esperanza
de vida en al menos ocho años.
Por lo tanto, evitar a las personas tóxicas no es sólo algo que podría ayudarte a tener éxito, sino que también
puede darte una vida más larga.
Entonces, investiguemos las características de las personas que resultan ser "tóxicas" para alguien que
quiere alcanzar el éxito, o incluso simplemente quiere sobrevivir.
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Personas que siempre son negativas.
Hay personas que se centran principalmente en el lado negativo de quienes les rodean. ¿Alguna vez has
tenido que lidiar con alguien que, sin importar lo que hicieras, siempre encontraba algo que criticar? ¿O
quién siempre estuvo dispuesto a señalarte todo lo que hiciste mal, sin estar igualmente dispuesto a
reconocer todo lo que hiciste bien? Sepa que si alguien es REALMENTE su amigo, incluso si señala sus
debilidades, también será muy generoso con los elogios por todas las cosas que hace bien.
Cuando hay buenas y malas noticias, puedes estar seguro de que la persona tóxica sólo se acordará de
transmitir las malas. (El gerente que le dice a su equipo de ventas "el jefe está realmente enojado porque
nuestros números han bajado en California", cuando lo que usted en realidad dijo fue "las cosas se ven
muy bien en Oregón y Washington, solo tenemos que estar atentos a California".)
Desgraciadamente, son incapaces de reconocer este comportamiento en sí mismos y, si se lo señalas,

se ponen a la defensiva ("Sólo intento cuidar de ti", "Si no lo digo yo, ¿quién lo hará?", "Yo Sólo estoy
siendo realista") o arremeten negándolo.
Probablemente incluso verás que no eres el único que tiene dificultades. Otras personas cercanas a ellos
también descubrirán que sus vidas se han vuelto “inexplicablemente” más complicadas y difíciles.
Estar involucrado con una persona así durante un período prolongado de tiempo es frustrante, porque te
agota, te desanima y te hace sentir inseguro respecto de tus verdaderas habilidades.
No es casualidad que las personas cercanas a esta persona a menudo estén fracasando o tengan
problemas importantes en sus vidas. Aunque las personas tóxicas pueden quejarse de lo miserables que
son todos sus amigos, el hecho real es que su negatividad en sí misma es la principal responsable del
pésimo desempeño de sus compañeros.
Es como un goteo constante de agua que, lenta pero insistentemente, abre un agujero en la piedra. No
puedes evitarlo: si te quedas con ellos, te debilitarán cada vez más.
Personas con poco sentido de la ética.
Hay personas que a menudo se involucran en actividades poco éticas. No tiene por qué ser una actividad
delictiva absoluta; puede ser tan simple como hacer trampa, robar o mentir. Ser poco ético puede significar
descuidar su trabajo, engañar a su cónyuge, faltar a su palabra, mentir, estafar o aprovecharse de los
demás.
No importa cuántas justificaciones puedan tener para su comportamiento, usted mismo descubrirá que
las personas con un pobre sentido de la ética simplemente resultan ser malos compañeros. Si engañan a
su cónyuge o mienten a sus amigos, puedes estar seguro de que tarde o temprano te harán lo mismo.
Pero esa debería ser la menor de tus preocupaciones. A la larga, el contacto continuo con personas como
ellos hará que usted experimente un empeoramiento de su propio sentido de la ética y, por lo tanto, su
vida simplemente se volverá más enredada.
Personas que simplemente no cambian ni mejoran
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Hay algunas personas que nunca se cuestionan. Cuando intentas corregirlos o les señalas algo, o fingen
complacerte (sin dejar de comportarse como siempre) o te lo devuelven y afirman que en realidad eres tú
quien está equivocado o quien no entiende. Tenga cuidado con estas personas, porque cuanto más tiempo se
relacione con ellas, más le hará comenzar a cuestionarse su obstinada negativa a reconocer sus faltas. Y
después de una asociación constante con ellos, inevitablemente terminarás preguntándote: "Tal vez tengan
razón, tal vez yo sea el problema...".
Si continúas aceptando la injusticia, comenzarás a creer que tal vez no sea injusta después de todo.
Gente que no cree en ti.
Para tener éxito debes tener amigos cercanos que crean en ti. Esto no significa que siempre insistan en que
todo sea siempre genial y que nunca hagas nada malo, sino que son aquellos que realmente creen en ti y en
tus capacidades. Como sea que lo mires, las personas que no creen en ti no son buenos amigos, porque
simplemente resaltarán todos tus defectos y los amplificarán.
¡Las personas con las que pasas la mayor parte de tu tiempo necesitan creer en ti!

Cuando trates con personas que tengan cualquiera de las cuatro características que acabo de describir,
¡instala tu firewall y ten mucho cuidado!
Y si realmente quieres saber el valor de un amigo, pídele que describa lo que piensa de sus asociados. Su
respuesta será una descripción de sí mismo.
Contagio
Si tienes personas en tu entorno con alguna de las características mencionadas anteriormente o, peor aún, te
das cuenta de que tú mismo tienes algunas de ellas, debes actuar rápidamente para solucionar la situación. De
lo contrario, al igual que una computadora infectada con un virus que comienza a enviar correos electrónicos
infectados a todos los que están en la lista de direcciones, con el tiempo usted también comenzará a adoptar y
utilizar las mismas características.
Al pasar tiempo con personas tóxicas, captarás sus vibraciones negativas: te guste o no, poco a poco te
volverás como ellos.
Recuerdo haber leído un libro sobre un padre que siempre golpeaba a su hijo. A lo largo del libro se cuenta el
sufrimiento indescriptible que vivió el niño, todos los abusos que tuvo que soportar, pero lo que más me
impactó fue el final: el hijo, ya grande, se comportaba igual que el padre.
Este es tu futuro a menos que tengas la fuerza para reconocer a las personas tóxicas por lo que son y detener
el contagio.
Al contrario de lo que podrías pensar, no estoy diciendo que debas desterrar absolutamente a estas personas
de tu vida (podrías hacerlo, por supuesto, y debo decir que en realidad estarías mucho mejor), y no estoy
diciendo que Deberíamos atacarlos por ser lo que son.
Se trata principalmente de personas infelices, a las que en algunos casos incluso se les puede ayudar y que
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Sin duda hay que tener lástima. Son dignos de lástima porque su vida es triste hasta el punto de la
desolación.
Enfrentándolos a la causatividad
No los ataques, no inicies una guerra, no enumeres todos sus defectos. De manera positiva, pídales que
cambien su comportamiento. Pruébelo tres o cuatro veces.
Por supuesto, mientras haces lo anterior, también debes intentar cuestionar tu propia parte en las cosas,
tal vez haya algo que necesites cambiar en tu propia actitud. Si no encuentras la manera de influir en
ellos, ya sabes cómo terminará: serás tú quien se vea influenciado, y no sólo eso: también volverás a
caer en los mismos malos hábitos que comentamos en la regla cinco.
Asociarte con personas tóxicas te llevará poco a poco a creer que toda la humanidad está compuesta
por personas así. No es verdad. También hay mucha gente buena por ahí, que se alegra si tienes éxito,
que quiere ayudar a los demás y busca resaltar lo bueno y lo positivo, en lugar de aprovecharse de los
demás y ser negativo, deshonesto y sombrío.
Los compañeros que elijas determinarán tu destino. Si quieres volar con las águilas, tienes que dejar de
juntarte con pavos, y sobre todo… evitar a los cazadores.
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PARTE TRES
LA MATERIALIZACIÓN
DEL ÉXITO
¡Crea tu futuro!
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REGLA 8
El poder de tu imaginación
Aplicando correctamente la quinta, sexta y séptima reglas del éxito, habrás dado un salto importante. Ahora no sólo
eres "visible" para las personas que pueden involucrarte en oportunidades reales, sino que también habrás eliminado
de tu vida cualquier factor que pueda frenarte o, peor aún, provocarte una recaída.
Has elegido ser ético, convertirte en una persona decente. Has influido en las personas que te rodean utilizando la
causalidad y te has convertido en un líder. Has aprendido a reconocer quiénes son tus verdaderos amigos y a qué
personas debes dejar ir.
Ahora estás listo, puedes soñar en grande.
Antes de completar con éxito las primeras siete reglas del éxito, las metas que estableciste fueron en su
mayoría fantasías de escape. Pero ahora estás listo para establecer y alcanzar grandes objetivos.
Todas las cosas son creadas dos veces.
Stephen Covey, el famoso autor estadounidense sobre superación personal, argumentó que todas las cosas
existentes se crean dos veces, la primera en nuestra cabeza y la segunda en la realidad. Tu casa hoy existe porque
una vez alguien tuvo la idea de construirla y siguió creyendo en esa idea a pesar de las circunstancias adversas que
enfrentó. Si esa persona no hubiera tenido la idea original, o si la tuvo, pero luego cambió de opinión, cediendo a las
circunstancias adversas (problemas económicos, deudas, trámites burocráticos, etc.), entonces su hogar no existiría
hoy.
A menos que establezcas una meta, no importa lo duro que trabajes, siempre te faltará ese primer ingrediente
crucial que necesitas para cambiar tu vida. Porque tu vida sólo puede cambiar si primero te fijas objetivos claros y
luego sigues creyendo en tu capacidad para alcanzarlos, a pesar de las circunstancias adversas que se presenten.
Sin metas, tu vida se desarrollará por defecto, construida por eventos aleatorios, por los deseos de otras personas
a tu alrededor o por coincidencias.
Vivir es como estar en un barco en medio del océano. Si no estableces una ruta, el barco se dejará llevar por las
corrientes (es decir, los deseos y metas de otras personas) y no llegarás a ninguna parte.
Deseando y decidiendo
Muchas personas que conozco me dicen que quieren mejorar sus vidas. Quieren un coche nuevo, un trabajo mejor
remunerado, una empresa más grande, una bonita casa, dinero. Piensan en ello, a veces hablan de ello, "esperando"
que suceda algo que les permita materializar su deseo.
Nada cambiará de esta manera.
Desear no es suficiente. Debemos DECIDIR para lograr ese objetivo. Cuando deseamos algo, pensamos en ello o,
como mucho, lo intentamos a medias. Estamos atados al concepto de "esperanza", esperamos que suceda algo
que nos ponga en condiciones de hacer
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progreso. Pero cuando decidimos hacer algo, realmente nos ponemos en acción y creamos las condiciones
ideales para materializar nuestra idea... incluso si estas condiciones no existieran antes.
George Bernard Shaw dijo una vez que "las personas que prosperan en este mundo son las que se levantan
y buscan las circunstancias que desean y, si no pueden encontrarlas, las crean".
Cuando decidimos hacer algo, primero debemos centrar nuestra mente en ello. Si decidimos construir una
casa, comenzamos a planificar o esbozar cómo debería ser.
Cuando decidimos visitar un destino de vacaciones, empezamos a mirar mapas, a recopilar información
sobre cómo llegar, dónde dormir, dónde podemos ir y cuánto puede costar. Si no podemos permitirnos ir
este año, entonces llenamos nuestro entorno de cosas que nos recuerden nuestro objetivo, como colgar un
cartel del destino en la oficina o escribirlo con letras grandes en nuestro calendario. La primera señal de que
realmente hemos decidido hacer algo es cuando comenzamos a explorar nuestra idea en profundidad,
recopilamos información, hacemos preguntas reales del tipo "¿Cómo lo consigo?". Y si encontramos
objeciones o dificultades, pensamos en cómo superarlas en lugar de simplemente aceptar que es imposible.
Mientras tanto, cuando simplemente deseamos poder visitar un destino, podemos pensar que sería bueno
hacerlo algún día, podemos incluso reunir el coraje para buscar un poco de información, pero nos paraliza el
hecho de que hemos Ya he decidido que no se puede hacer. Nos hemos convertido en "espectadores" del
juego de la vida.
Conozco a muchas personas que se han convertido en "espectadores". Ya no deciden objetivos, simplemente
suspiran y "esperan" que sus deseos se hagan realidad simplemente por un golpe de suerte. Ya no son
miembros activos del equipo, y todo lo importante que sucede en su vida queda establecido en otro lugar del
campo de juego, mientras ellos permanecen sentados en las gradas. Por supuesto, animan al resto del
equipo, agonizan por lo que podría suceder o no, esperan, lloran, se regocijan, pero han encargado a otros
la responsabilidad de determinar el cambio en el juego de la vida.
Deja de ser un "espectador" en tu vida. En lugar de simplemente pensar en dónde sería bueno navegar con
su barco, comience a sacar mapas AHORA y comience a trazar su rumbo. Quizás no sea una ruta perfecta,
pero sólo podrás descubrirlo si empiezas. Seguramente nunca lo descubrirás con sólo deambular deprimido
por la cubierta. Ponte al timón, traza una ruta y empieza a actuar.
Cuando se les pregunta cuáles han sido sus mayores arrepentimientos en la vida, ocho de cada diez
personas dirán que lo que no hicieron les atormenta mucho más que cualquier acción que intentaron y fracasaron3 .
Lo que significa: lo que no hagas hoy será la principal causa de tu infelicidad mañana, más que cualquier
acción que intentes hoy y luego salga mal. En el futuro, lo que más te arrepentirás serán todas las cosas que
podrías haber logrado pero que nunca intentaste hacer. Tómate un segundo para pensar realmente en ello.
El momento de actuar no es mañana. NIEVA.
Obviamente también debes tener en cuenta las otras reglas del éxito mientras estableces tus objetivos. No
puedes simplemente abandonar tus compromisos y huir. No deberías abandonar la red de alianzas que has
construido. Pero al mismo tiempo no permitas
3
Ricaurte, 1999
48
estas consideraciones para impedirte emprender el vuelo: ahora eres un águila y tienes que volar.
La imaginación es más importante que tu condición actual.
La primera vez que me pidieron que escribiera mis objetivos profesionales para los próximos cinco
años casi me reí, porque fue un período muy difícil para mí. Pensé que el entrenador que me pedía
que hiciera el ejercicio debía ser de otro planeta. "¿Cómo puedes pedirme que establezca metas
ambiciosas?" Quería objetar. "¿No sabes que no tengo dinero? ¿Que mi auto es una chatarra que ni
siquiera sé si voy a llegar a casa esta noche? ¿Que la vida me ha estado golpeando cada vez más
fuerte? ¿Cómo puedo ver más allá de toda esta negatividad?".
Sin embargo, con el tiempo me di cuenta de que: la imaginación es más importante que tu condición
actual. No importa cuáles sean tus circunstancias actuales en la vida, incluso si te han repartido
cartas muy malas, si mantienes tu capacidad de soñar positivamente con un futuro mejor, entonces
podrás hacerlo realidad.
Podemos decir que el hombre vive en el centro de dos entornos específicos: uno es el entorno mental
(nuestros sueños y nuestra imaginación), el otro es el entorno material (la realidad que nos rodea). El
universo mental ORDENA lo que sucede en el universo material. Nuestra vida, nuestra propiedad, no
es más que un espejo de los pensamientos dominantes que tenemos en la cabeza. Entiendo que
puede parecer difícil de entender ahora, pero cada uno de nosotros tiene el poder de alterar lo que
sucede en nuestras vidas, simplemente ejercitando ese músculo (a menudo atrofiado) conocido como
imaginación.
Con el poder de tu imaginación, construyendo tu vida utilizando el principio de "todas las cosas se
crean dos veces, la primera en nuestra mente" y planteándote metas alcanzables (pero motivadoras),
puedes hacer mucho para cambiar el curso de tu existencia. No importa si ahora mismo estás viviendo
momentos negativos.
Si no me creen, consideren los datos de estos estudios: según un estudio realizado en 2000 por
Forsythe, para predecir la productividad de una persona, los conocimientos adquiridos a través de la
experiencia en el lugar de trabajo son seis veces más importantes que los diplomas obtenidos en la
escuela. . Es decir, si no has tenido la oportunidad de ir a la escuela, puedes compensar seis años
de estudio con un año de experiencia laboral, si decides que realmente quieres aprender una
determinada vocación.
Según Werneck de Almeida, para determinar las posibilidades de éxito de una persona, otros
consideran que el optimismo de la persona es más importante que su experiencia, e incluso más que
su probabilidad real de lograr resultados. Es decir, incluso si no tienes experiencia, si puedes
emocionarte y tu entusiasmo contagia a las personas que te rodean, entonces creerán en ti.
Según Arrison, la conducta real y actual de un empleado (tanto dentro como fuera de la empresa) es
seis veces más precisa para predecir el desempeño que logrará el empleado, en comparación con
su historial laboral pasado. Lo que significa que no es tu pasado lo que determina tu futuro, sino lo
que decides hacer hoy.
Tu imaginación es más importante que los hechos presentes. Incluso si la vida te ha acorralado, si te
fijas nuevas metas y comienzas a avanzar hacia ellas, persistiendo y creyendo en tu capacidad para
alcanzarlas, entonces podrás cambiar el curso de tu existencia.
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Escribe tus objetivos
Así como el capitán de un barco en medio del océano debe trazar el rumbo por escrito, usted también
necesita ESCRIBIR sus objetivos si desea hacer el cambio de "espectador" a "participante" en su
vida.
Escribir metas, de hecho, es un primer paso que ya realiza gran parte del trabajo necesario para
materializarlas. Primero, te permite concentrarte realmente en ellos y entrar en los detalles. En
segundo lugar, un capitán necesita consultar su mapa y sus notas para mantener el rumbo después
de una tormenta. Tú también puedes consultar las metas escritas que has decidido materializar en
tu vida y utilizarlas para volver a encarrilarte después de que una tormenta o incluso un huracán (que
te puedo asegurar que habrá muchos) te haya desviado del rumbo. .
Un estudio realizado en 1999 por el profesor WA Howatt demostró que las personas que anotan sus
objetivos tienen un 32% más de posibilidades de sentir que están progresando en la vida, en
comparación con aquellos que no escribieron sus objetivos. Además, según Howatt, las personas
que establecen sus propios objetivos en términos concretos tienen un 50% más de probabilidades
de confiar en su capacidad para alcanzarlos. Es decir, si escribes claramente las metas que quieres
alcanzar en la vida, inmediatamente te sentirás mucho más motivado y mucho más capaz de alcanzarlas.
Desafortunadamente, sólo el 3% de las personas en la sociedad han escrito sus propios objetivos y
aspiraciones. Hace unos años me enteré de un estudio en la Universidad de Yale con estudiantes
que cursaban su último año de Economía. Preguntaron cuál de ellos tenía metas en la vida. Algunos
respondieron afirmativamente. Luego preguntaron quién de ellos había anotado y guardado sus
objetivos en algún lugar. Sólo el 3% dijo que había escrito sus objetivos en alguna parte. Bueno,
veinte años después, este 3% ganaba más que el 97% restante juntos. No estoy diciendo que puedas
simplemente escribir tus objetivos y luego no tendrás que volver a trabajar nunca más. Lo que quiero
decir es que el hecho de comprometerse en algo, el hecho de anotar metas y referirse a ellas, incluso
cuando las tormentas de la vida nos alejen de ellas, probablemente liberará en ti grandes cantidades
de energía y potencial que de lo contrario han permanecido inactivos.
Las personas exitosas tienen la capacidad de seguir imaginando el logro de sus objetivos, incluso
cuando las circunstancias parezcan indicar lo contrario.
Hemos dicho antes que si sigues creyendo en tus objetivos, sin menospreciarlos ni invalidarlos por
pequeños fallos, tarde o temprano se materializarán.
Cada vez que me comprometo con un nuevo proyecto que me motiva, me doy cuenta de que, poco
después de embarcarme en este nuevo proyecto, inevitablemente me topare con ciertos hechos o
situaciones que me empujan a "abandonarme", a hacerme comprender que "yo nunca podremos
lograr ese objetivo". Siempre. No hay área de mi vida que no haya sido sometida a este fenómeno.
Sucedió cuando decidí ser un vendedor exitoso, sucedió cuando estaba construyendo mi negocio e
incluso sucedió cuando decidí comenzar a escribir libros. Cuando publiqué mi primer libro (Los
nuevos líderes, que luego vendió más de 100.000 copias), hicimos una prueba de distribución del
libro a través de Internet para comprobar cómo funcionaría en el mercado antes incluso de ofrecérselo
a un editor. Enviamos un correo a todos nuestros clientes existentes (en ese momento más de 3000),
pidiendo a los interesados que ordenaran el libro a través de nuestro sitio web. Habíamos determinado
que ocho semanas después del envío evaluaríamos los resultados.
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Estábamos seguros de que, después de leer el primer capítulo, los clientes querrían leer el libro
completo. Bueno, después de ocho semanas, ¿cuántos libros vendimos? Dos. Un resultado realmente
decepcionante. Ya estaba planeando tirar todo por la ventana cuando recordé esta regla del éxito.
Decidí que no me importaba si la comunicación no había logrado ningún resultado. El libro sería un
éxito. Cuatro semanas después llegamos a los 500 pedidos vía internet. Tres meses después éramos
varios miles y ni siquiera teníamos editor todavía...
Apenas unas semanas antes de haber podido abortar el proyecto, podría haber dicho "tal vez no soy
tan buen escritor". Si lo hubiera hecho, no estarías leyendo estas palabras ahora.
Es extraño, pero parece que hay una gran fuerza en el universo que, una vez que has establecido una
meta o un sueño, empieza a jugar contigo y te hace pensar que no podrás alcanzarlo. Te pone frente a
obstáculos para convencerte de que lo que buscas no es factible. Lo hace en forma de pequeños
fracasos, socios que te abandonan o traicionan, malas noticias, etc., todo lo cual tiene como objetivo
hacerte rendir. De hecho, durante mi camino hacia el éxito, me encontré atrapado en eventos que me
sumergieron en una profunda desesperación. Es una prueba. Si tienes el coraje de seguir creyendo en
tu idea y seguir las demás reglas del éxito, tarde o temprano esa idea se materializará; si te rindes, pues
ya sabes cómo terminará. El entorno material juega contigo para cambiar de opinión. No lo dejes.
Recuerda siempre esta regla del éxito, porque cuanto más hay en juego, mayores serán las armas que
el entorno material utilizará para disuadirte.
Sepa, sin embargo, y para mí esto fue un GRAN descubrimiento, que al negarse a abandonar su sueño
y, en cambio, continuar creyendo en él, bueno, LO REALIZARÁ. Valora los problemas que enfrentas por
la experiencia que te brindan, pero NO DUDES NI POR UN MOMENTO DE TU CAPACIDAD PARA
REALIZAR LA META QUE TE HAS ESTABLECIDO.
Según W. Clement Stone, nuestra mente contiene un mecanismo a través del cual si eres capaz de
imaginar algo, también puedes lograrlo.
No estoy defendiendo que la feroz terquedad hacia sus objetivos conduzca al éxito. Hay que hacer
valoraciones cuidadosas, sobre todo cuando se invierte mucho dinero (aunque los mejores negocios de
la historia se crearon con casi nula financiación externa4) y también hay que cumplir con las otras nueve
reglas del éxito. Pero debes saber que tu capacidad de persistir en creer en tu sueño inicial, en tu
destino, es un ingrediente esencial del éxito.
No puedes conseguir lo que no imaginas y, sobre todo, una vez que hayas decidido algo debes tener el
CORAJE de persistir en mantener viva la imagen que has creado para tu futuro, a pesar de cualquier
circunstancia externa que intente convencerte de lo contrario.
Recuerde, la imaginación es más importante que sus circunstancias actuales.
"Cuando decides resolver un problema, puedes encontrar resistencia al principio, pero si te apegas a
ello y no dejas de intentarlo, seguramente encontrarás la solución. El problema con la mayoría de las
personas es que abandonan antes de empezar. ".
Thomas Edison
Un ejercicio que cambiará tu vida
Coge una hoja de papel y escribe diez objetivos que hayas decidido alcanzar durante los próximos doce
meses.
4
Véase Mc Kormack, “Lo que no te enseñan en la Escuela de Negocios de Harvard”, Bantam Editor.
51
Por muy simple que parezca, este ejercicio puede crear un GRAN cambio en tu vida y en tu trabajo.
Si haces este ejercicio y llevas la hoja contigo, dentro de un año te sorprenderás. Seis, a veces siete,
de los objetivos que has escrito en ese papel se habrán materializado. Usted mismo experimentará
un aumento inmediato de su entusiasmo y eficacia. A veces, el mero hecho de haber identificado
objetivos específicos realmente pone las cosas en movimiento a tu alrededor.
Escribe tus objetivos en términos concretos y trata de ser lo más específico posible. No escribas
cosas vagas como "gana mucho dinero" o "hazte rico", sino escribe exactamente cuánto has decidido
que quieres ganar. No escribas "sé más feliz", escribe lo que necesitas lograr para ser feliz. Escribe
cosas que te motiven, cosas que te gusten, pero que al mismo tiempo sean alcanzables (es decir,
cosas que realmente serás capaz de lograr). Mantén los pies en la tierra, pero la cabeza en las nubes.
Puedes imaginar metas tanto para tu vida profesional como personal o familiar.
Pero no te limites sólo a escribirlas. Decide actualizar verdaderamente lo que escribes.
Luego toma la hoja de papel con tus metas y ponla en algún lugar donde la veas todos los días.
Dentro de un año te sorprenderás, pero incluso ahora, con sólo hacer este ejercicio, habrás hecho
algo genial. Te habrás sumado a ese 3% de personas que tienen objetivos claros y habrás creado el
primer ingrediente clave que necesitas para cambiar tu destino: visualizar claramente las cosas en tu
mente.
Hazlo. Y no te limites sólo a escribir. Decide actualizar lo que has escrito.
El milagro de nuestra imaginación.
Cada uno de nosotros en nuestra vida realiza milagros. Los realizamos cuando nos enfrentamos a circunstancias
aparentemente insuperables y, sin embargo, seguimos creyendo en nuestros sueños, en nuestros deseos, y un
día miramos a nuestro alrededor y nos damos cuenta de que nuestra visión se ha cumplido.
Incluso un barrendero vive un milagro cada día. Tiene la idea de una calle limpia, y sigue manteniendo
esa visión a pesar de los montones de basura que son particularmente grandes ese día y, persistiendo
en su imaginación, se materializa algo que los turistas y transeúntes apreciarán.
Un escultor hace un milagro cada día. No ve la rugosidad de la roca con la que está trabajando, pero
mantiene fija en su mente la imagen de la estatua que obtendrá de ella y, poco a poco, produce algo
que despertará emoción en todo aquel que la vea.
Somos seres dotados de un poder milagroso: nuestra imaginación. Nuestra imaginación ordena lo
que sucederá en el mundo material, pero debes saber que luego de establecer una meta o un sueño,
el universo que te rodea comenzará a jugar contigo para cambiar de opinión. Esta es también una
regla del juego. Si atesoras la experiencia que acumulas, sin menospreciar ni destrozar tu sueño,
entonces podrás lograrlo.
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En el momento en que dejas de creer, te resignas a una vida que estará determinada por los acontecimientos
aleatorios, las personas que conoces, lo que otras personas deciden, las condiciones económicas que,
lamentablemente, pueden ser desfavorables. En otras palabras, habrás abandonado el campo de juego y
simplemente estarás mirando desde las gradas.
Sin embargo, no asuma que resignarse a las gradas aliviará su sufrimiento de alguna manera. El juego
continuará y tú seguirás regocijándote o lamentándote por las victorias y los fracasos, la única diferencia es que
has decidido no intervenir en la determinación de los resultados.
¿Qué harías mañana si no existiera absolutamente ninguna posibilidad de fracaso?
Lo que no hagas hoy, dentro de diez años, será tu mayor motivo de arrepentimiento. Mucho más que cualquier
fracaso al que alguna vez deberías enfrentarte.
Recuerda eso.
53
REGLA 9
La perspectiva del tiempo
Antes de continuar, ¿has escrito tus objetivos? Si todavía no lo has hecho, te pido que lo hagas ahora.
Quiero que aproveches al máximo este libro y todos sus posibles beneficios, y si intentas seguir
leyendo sin escribir tus objetivos te perderás un ingrediente importante.
En este capítulo aprenderemos otra razón por la que es tan importante escribirlos.
El Dr. Edward Banfield de la Universidad de Harvard realizó un estudio sobre lo que él llama "movilidad
financiera ascendente": un estudio de personas que, partiendo de la nada, han logrado alcanzar
situaciones financieras envidiables. Después de analizar muchos de los factores que contribuyen al
éxito financiero personal, Banfield concluyó que había un factor que era más importante que todos los
demás. Lo llamó la "perspectiva temporal".
Banfield descubrió que, en cualquier sociedad, las personas alcanzan un gran éxito personal y crecen
en proporción directa al horizonte temporal en el que ven las cosas, o al marco temporal que toman
en cuenta. Las personas que alcanzan niveles sociales y económicos más altos toman decisiones y
hacen sacrificios que tal vez no les recompensen durante meses o incluso años, pero que a mediano
y largo plazo pueden proporcionar resultados sorprendentes.
Las personas que se encuentran en los niveles más bajos de la sociedad, por otro lado, son personas
que, hagan lo que hagan, buscan una gratificación instantánea. Su horizonte temporal es mucho más
limitado. No realizan acciones que les proporcionen grandes beneficios en el futuro, sino que
simplemente llevan a cabo aquellas actividades que les proporcionan una gratificación instantánea.
Se trata de personas que prefieren pasar los sábados y las tardes viendo películas o saliendo con
amigos, en lugar de leer libros para mejorar sus habilidades profesionales. Estos son los vendedores
que no pueden molestarse en "perder el tiempo" construyendo una relación con un cliente que algún
día podría brindarles muchos negocios en el futuro, sino que prefieren simplemente cerrar la venta y
seguir adelante. Estos son los empresarios que, en lugar de quedarse un poco más tarde para enseñar
a sus empleados y obtener así una valiosa ayuda en el futuro, se limitan a "exprimir" hasta la última
gota de trabajo que pueden sacar de su personal por ahora. y terminar con un equipo de trabajadores
no autónomos.
El mundo está lleno de gente como ésta. La perspectiva de corto plazo mata a las empresas que se
limitan a vender y entregar sin innovación (ver Nokia en los últimos tiempos), mata las esperanzas de
los trabajadores jóvenes que, en lugar de centrarse en aprender más sobre su profesión de la mano
de los mejores en el campo, simplemente intentan sacar el máximo provecho de mi salario
(básicamente trabajé gratis durante cuatro años en los EE. UU. para poder costear una educación
innovadora). Mata la relación clienteproveedor porque el proveedor es miope y, sólo para obtener
ganancias rápidas, no logra mantener una relación positiva con las personas con las que tendrá que
continuar haciendo negocios en el futuro. Mata los sueños de un directivo prometedor que, en lugar
de continuar su educación asistiendo a cursos y leyendo buenos libros, siempre se entrega al
entretenimiento instantáneo o a la televisión.
No digo que tengas que vivir como un ermitaño, sin tiempo libre excepto para leer libros, trabajar
gratis y negarte el entretenimiento que te has ganado. Sólo digo que necesitas poner tu vida en
perspectiva, y esa perspectiva está en el futuro.
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El presente depende de las elecciones y acciones que hayas realizado en el pasado. No puedes cambiar el
presente porque es demasiado fugaz y porque no puedes cambiar lo que hiciste en el pasado. Sólo puedes
cambiar el futuro, mañana, el próximo mes, el próximo año, la próxima década de tu vida.
Para cambiar el futuro, debes actuar hoy. Realice las actividades que marcarán una gran diferencia en su
vida mañana o dentro de cinco años. Sólo entonces tu vida comenzará a cambiar.
Intenta responder esta pregunta: ¿cuáles son las actividades que si hicieras hoy marcarían una gran
diferencia en tu futuro? Haga una lista real y asegúrese de dedicar tiempo cada mes a estas actividades.
La perspectiva temporal es parte de cada regla de éxito.
Todas las reglas de éxito anteriores se basan en la perspectiva temporal. De hecho, podríamos decir que
una parte clave de cada regla es el hecho de posponer la gratificación inmediata en favor de un cumplimiento
mucho mayor en el futuro.
Por ejemplo, la primera regla (Deja de seguir pistas falsas) nos dice que para tener éxito tienes que trabajar
y estudiar mucho en tu profesión hoy, en lugar de ceder al atractivo y la gratificación que podrías obtener al
perseguir al "próximo gran oportunidad".
La tercera regla (mejorar la calidad del intercambio) nos dice que si trabajas más de lo que te pagan, si no
cedes a la tentación de la gratificación instantánea, inevitablemente ganarás más de lo que ganas ahora.
La cuarta regla (Conviértete en un gran ser humano) nos dice que dar prioridad a las necesidades de un
amigo puede no ser necesariamente gratificante a corto plazo, pero a largo plazo definitivamente lo será.
La quinta regla (primero debes cambiar tú mismo) nos dice que violar los acuerdos, si bien posiblemente sea
gratificante a corto plazo, a medio/largo plazo te hará pagar un precio mucho más alto en términos de estrés,
ansiedad, empeoramiento de las relaciones y pérdidas. de autoestima.
En resumen, todas las reglas del éxito tienen incorporado este concepto de futuro y se basan en el hecho de
que cada uno de nosotros tiene el poder de cambiar su propia vida, pero sólo si tomamos medidas ahora
para marcar una gran diferencia en nuestra vida. los meses y años venideros.
Para escribir este libro, tuve que posponer muchas formas de "gratificación instantánea": tuve que descuidar
un poco a mi familia, tuve que descuidar a algunos clientes, tuve que hacer pasar algunas actividades en la
empresa que, si las hubiera seguido, más profundamente, definitivamente habría ido mejor y me habría
hecho ganar más dinero. Tuve que pasar parte del verano escribiendo y luego tuve que tomarme unas
vacaciones más cortas. Así que pagué un precio, porque para escribirlo tuve que renunciar a muchas formas
de gratificación instantánea. Ese precio, sin embargo, ahora que estoy al final del manuscrito, me regresa
cien veces mayor y en el futuro seguirá devolviéndome el dinero.
¿Cuáles son las actividades que, si se realizan en los próximos meses, marcarían una gran diferencia en su
vida y/o profesión? ¿Cuánto tiempo dedicas a estas actividades?
55
Recuerda que estas actividades, más que cualquier otra cosa, te ayudarán a cambiar tu vida.
La semilla de la oportunidad
Si sigues las reglas del éxito, podrás encontrar una semilla de oportunidad en cada evento negativo.
Este concepto me fascina. La mayoría de la gente todavía no lo entiende. Cuando intento explicarlo,
la gente me mira con condescendencia y me dice: "Sí, sí, lo entiendo, sé optimista y aprende a ver el
vaso medio lleno incluso ante los fracasos". Pero esto no es de lo que estoy hablando.
La semilla de la oportunidad es algo mágico, casi divino. Porque la semilla de la oportunidad es

siempre algo que sólo se puede entender después del hecho. Nunca es algo que se reconoce en el
calor del momento en que ocurre el desastre. Lo verás tal como es meses o incluso años después.
Pero debes saber que para cultivar esta semilla hay que ser una persona que haya decidido seguir
las reglas del éxito.
El concepto mismo de semilla de oportunidad es: si sigues las reglas del éxito, cada desastre que te
golpee también traerá consigo una gran oportunidad que comprenderás más adelante.
Hace muchos años, mientras vivía en Estados Unidos, mi vida no iba bien. No importa cuánto me
esforcé por lograrlo, por avanzar, por perseguir el éxito y la felicidad, las cosas no iban por el camino
correcto. Luego, en el verano de 1990, me vi afectado por una serie de acontecimientos negativos: mi
entonces novia, con quien había realizado proyectos importantes, me engañó y me dejó por otra
persona. Fue un golpe terrible. Un mes después, una noche mientras trabajaba duro, vi una copia de
un correo electrónico de mi jefe en la intranet corporativa: cosas indescriptibles sobre mí. Que era
negativo, que trabajaba en contra de todos, que era uno de los mayores problemas de la empresa.
Ese fue el golpe de gracia. Decidí salir de Estados Unidos.
Puedes imaginar cómo me sentí al regresar a Europa. Estaba confundida, triste y en total desacuerdo
con cómo me habían tratado y con lo que había sucedido.
Diez años después, he venido a bendecir ese momento. Porque si nunca hubiera regresado a Europa,
nunca habría conocido a tantas personas maravillosas que trabajaron conmigo para lograr el éxito, no
habría fundado mi propia empresa, nunca habría conseguido el trabajo que estoy haciendo ahora.
Con el tiempo el rencor ha pasado, de hecho he llegado a pensar que en realidad fue cuestión de
suerte que mi entonces novia me engañara. Qué suerte que mi jefe me envió ese correo electrónico.
No fueron mala suerte, al contrario me han traído la mejor suerte. Simplemente no pude apreciarlo en
ese momento. De hecho, ellos pusieron en marcha el proceso y determinaron el cambio en mi vida
que me llevaría al éxito. Sólo todos estos años después finalmente pude reconocer la semilla de la
oportunidad.
Unos años más tarde sufrí otro duro golpe. Yo, un directivo decidido a trabajar setenta horas a la
semana, dirigiendo una empresa que crecía con fuerza en toda Europa, me desperté una noche con
las piernas paralizadas. Tenía una hernia de disco que se había deteriorado hasta el punto de
inmovilizarme por completo. Me hospitalizaron inmediatamente y luego tuve que someterme a una
cirugía. La noche que estuve hospitalizada pensé en mi vida. Sentí una gran soledad.
Pensé en mi futuro: ¿qué sería de mí? ¿Qué sería de mi empresa? ¿Tendría fuerzas para continuar
sin mi ayuda? Después de la operación, los médicos fueron categóricos: un mes en cama, tres meses
de reposo y rehabilitación, durante los cuales no me permitieron conducir. Una perspectiva aterradora.
56
¿Qué hice en esos tres meses atrapado en casa? Escribí un libro, Los nuevos líderes, que hoy ya ha
vendido más de cien mil ejemplares, lo que me permitió conseguir muchos nuevos clientes e incluso
me pidieron que escribiera otros. Cuando le entregué el manuscrito a mi socio, me dijo: "Deberías sufrir
una hernia de disco todos los años". Lo que originalmente se había presentado como un desastre, en
realidad trajo consigo una gran oportunidad, la oportunidad de escribir un libro que luego lograría
grandes logros.
éxito.
La semilla de la oportunidad es un concepto que tiene algo de divino. Cualquier desastre que te azote
lleva consigo la semilla de una gran oportunidad. No comprendes esto en el momento del desastre,
pero si actúas según las reglas del éxito, te pones en condiciones de descubrirlo y aprovechar sus
beneficios.
Quizás hoy tu vida no vaya como deseas. Quizás recientemente recibió un golpe que lo dejó
tambaleante. Sepa, sin embargo, que aunque a primera vista las cosas parezcan terribles, también
incluye una semilla, una gran oportunidad que la vida les ha brindado.
Pase lo que pase, TEN EL CORAJE DE SEGUIR VIVIENDO SEGÚN LAS REGLAS DEL ÉXITO.
57
58
REGLA 10
El éxito de un individuo se mide por el éxito de quienes lo

rodean.
"En la vida puedes tener lo que quieres si ayudas a otras personas a conseguir lo que quieren"
Zig Ziglar
Llegamos entonces a la regla final, que también es la más importante: tu éxito está determinado por el
éxito de las personas que te rodean. Éste es el sello distintivo de todo líder. Este es el sello distintivo de
toda gran persona que haya vivido en este planeta.
Hay una especie de efecto MacLeod (ver la famosa serie de televisión Highlander) que ocurre, no
cortándole la cabeza a alguien como en el programa, sino cada vez que ayudas a alguien a ganar. Cada
vez que ayudas a alguien a desarrollar sus propias habilidades y convertirse en un ganador, sus
habilidades pasan a formar parte de ti. Cuantas más personas ayudes, más fuerte te volverás.
¿No me crees? Miremos a la Madre Teresa, uno de los mayores ejemplos de liderazgo del siglo XX: no
tenía nada, pero en realidad lo poseía todo, administraba y controlaba enormes riquezas, dirigía un
ejército de miles de empleados sin contratar a nadie. Todo esto sólo porque ella los ayudó. Siguiendo
esta regla, partiendo de la nada, nada más que una masa de pobres y moribundos, creó quizás la
congregación más grande que la Iglesia católica haya podido crear en los últimos siglos, un ejército
extraordinario.
Cada vez que ayudas a alguien, te vuelves más fuerte.
Esta frase es definitivamente cierta porque la persona a la que has ayudado ahora pasará a formar parte
de tu red de alianzas y, como tal, "conspirará" contigo para ayudarte a tener éxito. Pero si sólo lo vemos
así todavía nos estamos limitando.
También hay un efecto psicológico. Piensa en la última vez que realmente ayudaste a alguien.
Como te sentiste despues? Energizado, feliz, inspirado. De hecho, cuando ayudas a alguien a tener
éxito en un área, a través de una especie de transferencia, tú a su vez te vuelves más competente en la
misma área. Esto no es un truco, es sólo un hecho. Si ayudas a un aprendiz de fontanero a aprender
los secretos del oficio, tú también, por necesidad, te convertirás en un mejor fontanero.
Cada vez que enseño gestión de personas, por ejemplo, si mis alumnos captan eficazmente la materia,
sucede en mí algo extraordinario: inmediatamente siento que también he mejorado en esa materia. Es
fascinante: al dar a otra persona, en realidad te das algo a ti mismo.
El camino al éxito
El mundo se basa en un equilibrio de dar y recibir. Nunca podrás sacar de este mundo más de lo que
pones en él. Si quieres algo, tú a tu vez tienes que dar algo.
Si quieres tener éxito, tienes que dar éxito. Si quieres ganar dinero, tienes que ayudar a otros a ganar
dinero, si quieres amor, tienes que dar amor.
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Puede parecer una locura, pero si puedes ayudar a otra persona a lograr el éxito, tú también lo lograrás.
¿Tienes problemas de dinero? Trabaja duro para asegurarte de que tus empleados y clientes ganen
dinero y verás que, casi mágicamente, tú también empezarás a ganar mucho más dinero. Ésta es la
razón por la que la regla tres (superar las expectativas) es tan importante.
Cada vez que impresionas a alguien con un excelente servicio, tu personalidad pasa por una pequeña
pero significativa transformación: te vuelves más fuerte.
En el primer capítulo dije que el éxito no se trata de escapar de una vida insatisfactoria, sino de
transformar tu vida en algo grandioso. A través de las sencillas reglas de este libro hemos visto qué
transformaciones pequeñas, pero significativas, cada uno de nosotros necesita aplicar.
Transformaciones no de tu trabajo ni de las personas que te rodean, sino de tu propia personalidad. Si
logras esta metamorfosis, verás que, mágicamente, tus actividades y las personas que te rodean
también se transformarán.
El éxito es en realidad una transformación de tu personalidad. Un pequeño cambio tras otro, y paso a
paso te convertirás en una nueva persona... y, como por arte de magia, te encontrarás con una vida
completamente nueva.
la persona exitosa
Dado que hemos pasado los últimos diez capítulos hablando sobre cómo lograr el éxito, analicemos
también cómo es esta persona exitosa y cómo reconocerla. ¿De su riqueza? No. Saddam Hussein
poseía palacios de Las mil y una noches, sin embargo no lo definiríamos como una persona de éxito.
¿De sus conexiones? No. Vemos a muchas personas en el mundo del espectáculo codearse con
muchas personas famosas, pero cuando miramos sus vidas no podemos decir que hayan tenido éxito.
¿Por su fama? De nuevo no. Balotelli era un jugador de fútbol muy famoso y talentoso, pero mira dónde
está ahora. ¿Del poder? No. Muchos empresarios eran figuras muy poderosas, pero terminaron sus
vidas en el tormento. Ninguna de estas características son signos distintivos de éxito.
Una persona exitosa se reconoce por el éxito de quienes la rodean. Éste es el verdadero criterio.
Siempre puedes evaluar a alguien mirando a las personas que lo rodean. ¿Tienen éxito esas personas?
¿Estan felices? ¿Son económicamente prósperos? ¿Han mejorado sus vidas desde que entraron en la
esfera de influencia de esta persona o han empeorado? Éste es el sello del verdadero líder, la persona
que no sólo logra el éxito material, sino también, y sobre todo, el éxito espiritual.
Si ves a alguien que está rodeado de gente triste, infeliz o con muchos problemas, debes darte cuenta
de que por muchos bienes envidiables que haya acumulado esa persona, va por el camino equivocado.
Esto se debe a que han construido su éxito sobre una base de arena, y al primer obstáculo en el camino
o cambio en la economía, su castillo de naipes se derrumbará tan rápido como fue construido.
Todos los días veo dueños o gerentes de negocios que han creado empresas compuestas por personas
que tienen miedo o son débiles. Todos los días veo personas que, a pesar de haber obtenido éxito
financiero personal, están rodeadas de personas a las que les va mal. Y cuanto más de cerca miro,
incluso como ávido partidario del libre mercado y la iniciativa capitalista, más me doy cuenta de que su
versión del "éxito" simplemente no sería suficiente para mí. No funcionaría porque es independiente de
la que quizás sea la regla más importante: el verdadero éxito se basa en el éxito de quienes te rodean.
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Esto no significa que tengamos que recurrir a una mentalidad socialista o crear grandes cooperativas estatales. Lo
intentaron y no funcionó.
Más bien, debemos ser conscientes de la gran misión que se nos ha confiado a cada uno de nosotros. Cada uno de
nosotros tiene una parte que dar a este mundo. Cada uno de nosotros debe contribuir con una pieza del
rompecabezas en la construcción de un mundo nuevo, tal vez incluso una utopía, pero definitivamente mejor que el
que tenemos ahora. Y para ello debemos olvidarnos por un momento de NUESTRAS necesidades y mirar un poco
más a las de nuestro prójimo.
Este libro y mi propia vida son pequeños y humildes ejemplos de que hacerlo no sólo es gratificante, sino que
también te permite convertirte en un ganador en tu propio tiempo.
Escribir este libro me ha costado meses de duro trabajo que le he quitado a mi profesión, a mi familia y a mi tiempo
libre. Pero no importa cuántas dificultades enfrenté al escribirlo, persistí porque sentí que era mi deber dar mi pieza.
La vida me había dado mucho y tenía que corresponderle de alguna manera.
Mi pieza del rompecabezas ya está sobre la mesa.
El mundo ahora está esperando el tuyo.
61
EPÍLOGO
"Nos convertimos en lo que hacemos".
El éxito no es un escape de una vida que no te satisface. El éxito es la transformación de una existencia
insatisfactoria en algo grandioso. Sin embargo, esta transformación es interna más que externa: la
transformación de tu personalidad.
Aplicando las diez sencillas reglas comentadas en este libro, poco a poco irás experimentando una
metamorfosis. No sucederá de la noche a la mañana (debemos recordar el concepto de perspectiva
temporal), pero, como dijo Aristóteles, poco a poco, haciendo cosas diferentes, podrás saborear la
gratificación que proviene de presenciar uno de los milagros más extraordinarios de la naturaleza: tu
transformación en una personalidad atractiva y exitosa.
Con una personalidad atractiva, comenzarás a notar que todas las oportunidades que he mencionado
estaban a tu alrededor incluso ayer, pero simplemente no las viste hasta hace poco.
Cuando era niña, mis padres me llevaban a la playa. A veces, si tuviera una goma entera, me entretendría
intentando empujar la pelota lo más lejos que pudiera bajo el agua. Inevitablemente, el empuje del agua
siempre lo traería de regreso a la superficie, y a menudo incluso lo haría volar por el aire. Si quería
mantenerla bajo el agua tenía que ejercer un poder extraordinario, porque la condición natural de la pelota
no estaba destinada a permanecer bajo el agua.
Este ejemplo encaja perfectamente con el concepto de éxito. El éxito es como la pelota que sale volando del
agua. El ser humano, en su condición natural de gente atractiva y positiva, SÓLO puede tener éxito. Para no
tener éxito se requiere la aplicación constante de una fuerza contraria: el hecho de estar en violación de
leyes naturales simples, casi invisibles, que gobiernan la vida.
Vuelve a vivir según estas leyes, las diez reglas del éxito, y no sólo recuperarás tu entusiasmo (como la
pelota que sale volando con fuerza del agua), no sólo verás aumentar tu prosperidad, no sólo verás la las
personas que te rodean empiezan a sonreír, a ser felices y a ganar, pero también habrás recuperado algo
que antes nadie había considerado importante: ti mismo.
Eres importante porque el mundo, para convertirse en un lugar mejor, también necesita TU apoyo.
Tus sueños son importantes.

Tus aspiraciones son importantes.
Eres importante.
Siempre recuerda eso.
Con mis mejores deseos,
Paolo A.Ruggeri
DERECHOS DE AUTOR © 2017

Libros de participación
RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS
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PARA ESTUDIO ADICIONAL

Para aquellos que quieran profundizar aún más su comprensión, no pierdan la oportunidad de leer
El trabajo publicado más famoso de Engage:
• Los nuevos líderes. Autor Paolo A. Ruggeri: un manual de liderazgo para el directivo del tercer
milenio. Un auténtico cursoformación directiva que describe analíticamente las técnicas de gestión
necesarias para una gestión óptima del personal.
Soluciones que muchos directivos y emprendedores exitosos han desarrollado a lo largo del
tiempo para crear grupos de trabajo valiosos y productivos.
• Aprende a Delegar en 1 hora. Autor Paolo A. Ruggeri: Este libro electrónico conciso pero valioso
está diseñado precisamente para enseñarle los principios fundamentales que subyacen a la
delegación en tan solo unos minutos. Aprenda a construir un sistema que lo haga "superfluo" y
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estratégica. No te conviertas en esclavo de tu negocio, Aprende a DELEGAR.
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Europa
Tel. +39 051 84 90 411
Fax 051 84 90 155
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Las diez reglas del

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RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS

PRIMERA PARTE: LO BÁSICO

SEGUNDA PARTE: EL PUNTO DE GIRO

PARTE TRES: LA MATERIALIZACIÓN DEL ÉXITO

EPÍLOGO: Nos convertimos en lo que hacemos

PARA ESTUDIO ADICIONAL

• ¿Qué padre, ante la enfermedad de su hijo, no insistiría, cueste lo que cueste, en

Con mis mejores deseos,

deja de ser invisible

¡Deje de seguir pistas falsas!

Para tener éxito tienes que mejorar la calidad de tu

LAS ACCIONES SIN RESULTADOS NO VALEN ABSOLUTAMENTE NADA.

No sólo tendrá éxito, sino que estará inmensamente mejor.

El éxito es el acto de pasar a un nivel superior de intercambio.

Es hora de ponerse manos a la obra.

¿Dónde están los tomates?

"Cosecha lo que siembras. Lo que ponemos en el universo es lo que regresa a nosotros".

La ley budista de causa y efecto.

La riqueza depende del valor de lo que ofreces al mercado.

Comprender las expectativas

Pero eso no es todo.

Superar las expectativas: cómo volverse indispensable

Sam Walton, fundador de Walmart

Incluso los pequeños gestos darán grandes frutos en el futuro.

tus ingresos aumentarán, pero mágicamente TE ENCONTRARÁS EN UNA POSICIÓN EN LA QUE TE

El valor de las alianzas

Un gran ser humano

2) Un gran ser humano es empático.

Empatía significa poder sentir lo que sienten los demás.

3) Un gran ser humano es humilde.

4) Un gran ser humano no se toma las cosas demasiado en serio.

6) Un gran ser humano tiene un alto sentido de la ética.

7) Un gran ser humano es confiable y hace lo que promete.

8) Un gran ser humano no teme declarar abiertamente sus propios defectos.

Conviértete en un gran ser humano

1) ¿Qué características te gustaría mejorar?

Aplicación de las primeras

debilidades. De lo contrario, las pequeñas carencias del ayer se transformarán en verdaderos

¿Hay gente hostil trabajando en tu contra?

La respuesta es sí, al menos en un caso.

Esa persona eres tú.

Sigue siendo un gran ser humano.

Te impiden mantener tu sensibilidad y empatía. ¿Cómo se te puede considerar cariñoso si estás

Coge tu bolígrafo y tu hoja de papel.

1a) ¿Qué tipo de (tu nombre) espera tu cónyuge o pareja? Describir.

3a) ¿Qué tipo de (su nombre) esperan sus empleados? Describir.

4a) ¿Qué tipo de (tu nombre) espera tu jefe o empleador? Describir.

6a) ¿Qué tipo de (tu nombre) espera la sociedad? Describir.

La causalidad engendra causalidad

Sé la chispa del cambio

¿Cuántos intentos debo hacer para influir en otras personas?

Si no eres capaz de reconocer a este tipo de personas, te harán la vida imposible.

Personas que siempre son negativas.

Desgraciadamente, son incapaces de reconocer este comportamiento en sí mismos y, si se lo señalas,

Personas con poco sentido de la ética.

Personas que simplemente no cambian ni mejoran

Gente que no cree en ti.

Ahora estás listo, puedes soñar en grande.

Todas las cosas son creadas dos veces.