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*En una fría mañana de lunes, Rouse acosó nuevamente a Sara al verla con libros.

La empujó
con fuerza contra una mesa, haciendo que los libros se esparcieran por el suelo.*

Rouse: ¿Ups? Perdón, no noté que estabas aquí. Alguien tan insignificante como tú, eres como
una rata, tan fácil de pasar por alto, o incluso peor, como una cucaracha, arrastrándote en la
oscuridad sin que nadie lo note

Sara: No sé qué demonios tienes contra mí, pero ¿podrías dejar de ser tan patética? Estás
cruzando límites.

Rouse: Ay, pero qué delicadita eres. Todos cometemos errores, ¿no? Aunque ninguno tan
gigante como el de tus padres por haberte traído a este mundo

*Luego de decir eso se iba y con el paso de los días, las agresiones de Rouse iban en aumento;
ya no se limitaban a simples empujones e insultos. *

Sara: ¡¡Rouse!! ¡¡Ábreme, por favor!!

*Esta se encontraba encerrada en un aula vacía, a punto de que cerraran el colegio al sonar la
campana que anunciaba el fin de las clases. *

Sara: ¡¡ROUSE!! ¡ABRE EN ESTE INSTANTE! ¡ABRE, POR FAVOR!

* Comenzó a golpear la puerta, buscando desesperadamente que Rouse le abriera, pero sin
éxito alguno. *

Rouse: Sara, deja de ser una llorona y más te vale que te calles, o entraré y te cerraré la boca a
golpes.

*Esta era derribada al suelo y observaba cómo Maximiliano abría la puerta, permitiendo que
Sara saliera.

Rouse: Aburrido.

Maximiliano: ¿Qué te sucede, Rouse?

*Él liberó a Sara del aula y la siguió, dejando a Rouse en el suelo. Con el tiempo, las acciones de
Rouse hacia Sara empeoraron, llevándola a enfrentar situaciones cada vez más difíciles. *

Maximiliano: ¡¡Sara no puedes seguir así, debes de quejarte en un maestro o en la directora!!

Sara: No... no solo empeorará las cosas. Decidí simplemente esperar a que se canse de hacerlo,
confiando en que con el tiempo las cosas mejoren por sí mismas.

Maximiliano: ¿Pero qué cosas dices, Sara? ¿En serio esperas que las cosas se solucionen por sí
solas? Sara, debes quejarte. Debes hablar. Nadie hará nada si no te defiendes, y lo peor aún es
que ni siquiera les dices a los maestros.

*Preocupado al ver que a Sara le era indiferente, decidió intervenir sin comunicárselo. En un
salón vacío, Rouse volvía a agredir a Sara, sin percatarse de la presencia de Maximiliano, quien
grababa la situación desde el fondo del salón.*
Rouse: ¿Y dime, fenómeno, qué harás? Aquí no está tu amiguito para que te ayude.

Sara: ¿Por qué me tienes tanto odio? ¿Qué te he hecho para que seas así conmigo?

*Maximiliano, oculto detrás de mesas en el salón vacío, grababa en silencio. Pacientemente


esperó para captar las agresiones de Rouse hacia Sara y documentó cada momento de la
violenta situación. *

Rouse: Jajajaja, eres un estorbo. Nunca debiste haber venido a esta escuela.

Rouse: ¿Qué sucede? ~ ¿Te quedaste sin palabras? ¿Acaso te dolió lo que te dije?

*En ese momento, suena la campana, indicando el final del recreo. Algo molesta, Rouse
vuelve a empujar a Sara al suelo antes de salir por la puerta. Maximiliano, en ese momento,
sale de su escondite y es visto por Sara.*

Sara: Max, ¿viste todo eso?

*Maximiliano sostenía en su mano un celular.*

Sara: ¿Grabaste lo que pasó?

Maximiliano: Sí, lo hice. Ahora tenemos pruebas de lo que hace Rouse contigo. No hay excusa
que Rouse pueda usar para justificarse.

*Al ver como el contrario afirmaba con la cabeza van a buscar ambos a la maestra y le
mostraran las pruebas, la llamaron a Rouse. Al principio, ella se negó a ir, pero después de
insistir, accedió. La llevaron al salón de psicología para hablar con la psicóloga. *

Psico. Eunice: Hola mucho gusto Rouse. Yo soy Eunice y desde ahora te ayudare-…

*la psicóloga fue interrumpida por Rouse por lo que estaba observa como la menor
comenzaba a hablar*

Rouse: ¿Fingir interés, contarles a mis padres? No, gracias, no quiero perder más tiempo.

Psico. Eunice: Rouse, entiendo que esto pueda ser difícil para ti. Pero necesito enserio que
puedas confiar en mí, no le contare nada de lo que sucede aquí a tus padres ni a nadie esto
solo lo sabremos nosotras

*La psicóloga señaló a Rouse, quien después de horas de silencio compartió sus problemas.
Relacionó su comportamiento con problemas familiares y, tras varias sesiones, experimentó un
cambio positivo, disculpándose sinceramente con Sara y sus compañeros. *

Rouse: Lo siento sinceramente por el dolor que te causé. Ahora entiendo lo mal que actué y
estoy comprometida a cambiar. ¿Podrías considerar perdonarme? Sé que es difícil debido al
daño que te he hecho, pero prometo esforzarme cada día para compensar todo el dolor que te
he hecho

Sara: Está bien, Rouse. Te perdono porque veo que todos los días intentas cambiar y valoro los
buenos momentos que compartimos como amigas en el pasado.
*Ambas se abrazan en un momento emotivo. Rouse se disculpa sinceramente por sus
acciones, y Maximiliano observa con precaución. Aunque aún no confía por completo en
Rouse, decide darle una segunda oportunidad. Rouse elige vivir con su tía mientras sus padres
asisten a terapia. La directora, al enterarse, se acerca a Sara y Rouse, expresando su apoyo
para mantener un ambiente seguro en la escuela. *

Directora: Rouse, he escuchado sobre lo que ha sucedido. Estoy contenta de ver que estás
comprometida a cambiar. Sigamos trabajando juntas para mantener un ambiente seguro en
nuestra escuela. Y Sara, si necesitas apoyo adicional, estoy aquí para ayudarte.

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