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NADA, de Carmen LAFORET


BIOGRAFÍA DE LA ESCRITORA Y ANÁLISIS DE LA NOVELA

1. BIOGRAFÍA

Carmen Laforet nació en 1921 en Barcelona, en la casa que sus abuelos paternos tenían en la calle Aribau.
Cuando tenía dos años se trasladó con su familia a Las Palmas de Gran Canaria, donde disfrutó, junto a
sus dos hermanos, de una vida acomodada en un ambiente feliz y sin problemas. Sin embargo, cuando
Carmen tenía 13 años un hecho inesperado sacudió su vida: la muerte de su madre, a la que se sentía muy
unida. Dos años después de aquello, en 1936, su padre volvió a casarse con una mujer con la que la futura
escritora no llegó nunca a congeniar.

Con 18 años, poco después de terminada la Guerra Civil, Carmen Laforet se trasladó a Barcelona a estudiar
Filosofía. Huía de la casa paterna buscando aires de libertad. Allí se alojó en el domicilio de su abuela
paterna, situado en la calle Aribau. Sin embargo, ni la residencia familiar ni la ciudad de Barcelona se
parecían en nada a los recuerdos que ella atesoraba de niña: lo que encontró Laforet fue una ciudad hostil
que rezumaba el miedo, la miseria y el dolor propio de la posguerra y que ella supo retratar como nadie en
Retrato de Carmen Laforet
su primera novela.

En 1942 viajó a Madrid siguiendo a Linka Babecka, una compañera de universidad de origen polaco con la que trabó una amistad que cultivaría
hasta su muerte. En la capital se matriculó en Derecho y dos años después terminó de escribir Nada, su primera novela. Es entonces cuando su
amiga Linka le puso en contacto con un periodista y crítico literario amigo de su familia, Manuel Cerezales, quien le animó a presentarse a un
concurso de novelas que iba a convocar por primera vez la editorial Destino: el Premio Nadal. El manuscrito de Nada, que fue entregado poco
antes de que se terminara el plazo de inscripción, consiguió desbancar a reputados contrincantes y hacerse con el ansiado galardón. Era el año
1945 y Carmen Laforet tenía tan solo 23 años. El éxito de público y crítica obtenido por su primera novela desbordó a la joven escritora, un
poco reacia a la expectación y al interés por su persona que se despertó de repente. De hecho, Carmen Laforet siempre se mostró bastante
arisca con la prensa y huía del interés mediático que la rodeaba.

Un año después de este éxito inesperado, Carmen Laforet se casó con Manuel Cerezales, con el que tuvo cinco hijos en muy poco tiempo. De
esta manera, la joven inconformista, rebelde y con ansias de libertad se vio de repente convertida en un ama de casa convencional con poco
tiempo para escribir. De hecho, entre Nada y su segunda novela, La isla y los demonios (1952)1, transcurrieron 8 años. La isla y los demonios
recibió buenas críticas pero no produjo el impacto literario de Nada porque superar a Nada era muy difícil.

En Arenas de San Pedro (Ávila), en una casita junto al río, Carmen Laforet escribió su tercera novela: La mujer nueva, que fue bien recibida por la
crítica y consiguió ganar el Premio Nacional de Literatura de 1955. Esta novela fue la consecuencia del acercamiento a un catolicismo
mezclado con misticismo que experimentó la escritora a raíz de su relación con Lili Alvárez2.

Sin embargo, la experiencia religiosa que le llevó a escribir La mujer nueva desapareció de manera súbita para dar paso a una nueva etapa en
la vida de Carmen Laforet: su llegada a Tánger, acompañando a su marido, supuso el descubrimiento de un mundo diferente y falto de
prejuicios en el que se sentía muy a gusto y que le dio, además, las claves para escribir su siguiente novela: La insolación, publicada en 1963.
Esta obra aspiraba a ser la primera de una proyectada trilogía titulada Tres pasos fuera del tiempo. En ella Laforet planeaba contar las
experiencias vividas por Martín, un chico oprimido por su padre, durante tres veranos no consecutivos en un lugar imaginario3.

Dos años después de haber publicado La insolación, Laforet viajó a EEUU invitada por el departamento de Estado. Allí pudo respirar un aire de
libertad parecido al que sintió en Tánger y, gracias a esta experiencia vital, publicaría años más tarde el ensayo Mi primer viaje a USA (1981).
Además, su estancia en Estados Unidos le dio la oportunidad de conocer al escritor exiliado Ramón J. Sénder, con quien mantuvo una intensa
relación epistolar.

1
La isla y los demonios, ambientada en 1938 y 1939, gira en torno a la vida de Marta Camino, una adolescente inquieta y con ansias de libertad que vive en Gran Canaria, adonde llegan
unos parientes procedentes de Madrid para refugiarse de la guerra.
2
Lili Álvarez (primera tenista española en llegar a la final de Wimbledon) fue una mujer de gran personalidad que ejerció durante estos años una enorme influencia sobre Carmen
Laforet. A ella le dedicó La mujer nueva, que comienza de una manera un tanto transgresora: una mujer adúltera que abandona a su marido, aunque finalmente termina volviendo a
casa arrepentida y abrazando el catolicismo.
3
La segunda novela de esta trilogía (Al volver la esquina) se publicó después de la muerte de la escritora. El tercer título (Jaque mate) no llegó a ver nunca la luz.
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En 1970, una vez separada de su marido, Carmen Laforet comenzó a viajar por distintos países buscando una libertad y un espacio propio que
parecía no encontrar. En esos viajes tuvo ocasión de conocer y entablar amistad con escritores españoles que vivían en el exilio (Juan Ramón
Jiménez, Mª Teresa León, Rafael Alberti…).

Los últimos años de su vida los pasó en Madrid, en casa de una de sus hijas, adonde se mudó cuando empezó a notar los primeros síntomas de
Alzheimer, una enfermedad neurodegenerativa que la alejó de la vida pública y acabaría por privarla incluso del habla. Meses después del
fallecimiento de la escritora en el año 2004, sus hijos entregaron a la imprenta la última novela escrita por Carmen Laforet: Al doblar la
esquina. Sin embargo, la última novela de su proyectada trilogía, Jaque mate, nunca llegó a publicarse.

Carmen Laforet dejó para la posteridad sus novelas, multitud de relatos cortos y cuentos, un libro de viajes (Paralelo 35, publicado en 1967) y
numerosos artículos periodísticos. Pero su nombre quedaría para siempre indisolublemente ligado a la obra que la catapultó a la fama: Nada,
una novela que rompió moldes, batió récords de ventas y acabó convirtiéndose en una de las novelas españolas más traducidas de todos los
tiempos

2. ARGUMENTO
Nada empieza y termina con un viaje: el primero tiene lugar la noche de la llegada de Andrea a la
Estación de Francia en Barcelona; el segundo, cuando la protagonista, acompañada del padre de su
amiga Ena, abandona la ciudad para ir a trabajar a Madrid. En el espacio de tiempo que transcurre
entre ambos viajes asistimos al crecimiento personal de Andrea, a la búsqueda de su propia
identidad y a su tránsito a la edad adulta.

Andrea es una chica huérfana de 18 años que abandona la casa de su prima Isabel, situada en un
pueblo pequeño, para estudiar en la Universidad de Barcelona. El entusiasmo inicial y la sensación
de “profunda libertad” que experimenta la noche de su llegada a la ciudad se disipa nada más
entrar en el piso de la calle Aribau en el que va a alojarse. Allí viven su abuela, sus tíos Juan y Román,
su tía Angustias y Gloria, la mujer de Juan, con quien tiene un hijo. También vive con ellos Antonia, la
criada. Nada de lo que ve allí se parece a los recuerdos que guardaba de niña: la guerra ha hecho
estragos en la casa y en sus habitantes, convertidos en seres desequilibrados e irascibles. Andrea
intenta sobrevivir en medio de ese ambiente enrarecido y extraño bajo la constante supervisión de
su tía Angustias, una mujer dominante y autoritaria que la somete a una estrecha vigilancia.

Cuando Angustias decide inesperadamente irse a un convento, Andrea siente que un nuevo horizonte se abre ante ella: liberada al fin del
control de su tía, puede huir del ambiente asfixiante de la casa para buscar refugio en sus compañeros y compañeras de facultad. Sin
embargo, ellos pertenecen a un mundo distinto: proceden de familias acomodadas y no tienen que enfrentarse a los mismos problemas que
Andrea. A pesar de ello, la diferente posición social no constituye un obstáculo para que Andrea establezca una sincera amistad con Ena, una
compañera de universidad en cuya compañía puede disfrutar de momentos de alegría y paz. Sin embargo, cuando Ena comienza a
relacionarse con Román, el tío de Andrea, se acaba distanciando de manera inexplicable tanto de su amiga como de su novio Jaime. Andrea
trata entonces de adaptarse a las nuevas circunstancias y comienza a frecuentar el estudio de un joven pintor llamado Guíxols. Allí acude con
Pons, un compañero de universidad, y sus amigos: un grupo de estudiantes de buena familia que juegan a ser bohemios y que acogen a
Andrea como uno más.

Llega el final de curso y el verano. Pons invita a Andrea a un baile que celebran en su casa y, aunque Andrea acude ilusionada, enseguida se
siente fuera de lugar y decide marcharse a la casa de su amigo. En la calle Aribau la está esperando Margarita, la madre de Ena, quien le
confiesa su secreto más íntimo: la relación amorosa que vivió con Román cuando era joven. Margarita le pide a Andrea que le ayude a alejar a
Ena de la mala influencia de Román. Pero lo que no saben Margarita ni Andrea es que Ena no necesita ser salvada: se ha acercado a Román
porque conocía la historia de su madre y quería seducirlo para vengarse. De hecho, Andrea es testigo de cómo Ena, cuando se da cuenta de
que Román no la dejará ir tan fácilmente, le amenaza con denunciarlo por contrabando si no la deja en paz. Finalmente, Ena gana la batalla y
consigue, además, reconciliarse con su amiga y con su novio, lo que le permite a Andrea disfrutar de nuevo de la compañía de ambos antes de
que Ena se marche a vivir con su familia a Madrid.

Unos días después, cuando Andrea regresa a su casa después de haberse despedido de su amiga en la estación de tren, Antonia anuncia, rota
de dolor, que acaba de descubrir el cadáver de Román. Se ha degollado con la navaja de afeitar. Después de esto, la criada decide marcharse
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de la casa y, tras unos días iniciales de estupor y desorientación, los demás habitantes de la casa siguen con su vida: Gloria continúa
vendiendo muebles a traperos para mantener la economía familiar, su marido Juan la sigue maltratando con una brutalidad cada vez mayor y
la abuela se refugia en sus rezos. Andrea recibe entonces una carta de Ena que “iba a cambiar el rumbo de mi vida”: Ena le ofrece a su amiga
trabajo en el despacho de su padre, lo que le permitirá vivir independiente y asistir a la universidad. También le cuenta que su novio Jaime se
irá a vivir a Madrid y que han decidido que se casarán cuando termine sus estudios. El padre de Ena, que ha ido a pasar unos días a Barcelona,
será el encargado de llevar a Andrea a Madrid. Harán el viaje en automóvil.

“Estaba ya vestida cuando el chófer llamó discretamente a la puerta. La casa entera parecía silenciosa y dormida bajo la luz grisácea que entraba por
los balcones (...) Bajé la escalera despacio. Sentía una viva emoción. Recordaba la terrible esperanza, el anhelo de vida con que las había subido por
primera vez. me marchaba ahora sin haber conocido nada de lo que confusamente esperaba: la vida en su plenitud, la alegría, el interés profundo, el
amor. De la casa de la calle de Aribau no me llevaba nada. Al menos, así lo creía yo entonces (...) El aire de la mañana estimulaba. El suelo aparecía
mojado con el rocío de la noche. Antes de entrar en el auto alcé los ojos hacia la casa donde había vivido un año. Los primeros rayos de sol chocaban
contra sus ventanas. Unos momentos después, la calle de Aribau y Barcelona entera quedaban tras de mí”.

3. ESTRUCTURA
La obra consta de 25 capítulos divididos en tres partes, cada una de las cuales se corresponde con una etapa en la evolución que experimenta
Andrea en su camino hacia la madurez:

● PRIMERA PARTE (capítulos I al IX). Comienza la misma noche en que Andrea llega a Barcelona y entra en casa de sus parientes. La
sensación de angustia y falta de libertad que le invade se ve aliviada con la marcha de Angustias a un convento. Se abre así una
nueva etapa en la vida de Andrea.

● SEGUNDA PARTE (Capítulos X al XVIII). Andrea comienza a relacionarse más con sus compañeros y compañeras de Universidad, con
los que descubre un mundo nuevo, muy diferente del sórdido ambiente que reina en el piso de Aribau. La sincera amistad que surge
entre Andrea y Ena se quiebra cuando Ena comienza a relacionarse con Román, tío de Andrea. Es entonces cuando Pons, otro
compañero de universidad, le presenta a sus amigos. Sin embargo, una fiesta en casa de Pons a la que ha sido invitada le abre los
ojos: al contemplar sus zapatos viejos y su indumentaria sencilla, se da cuenta de que ella no encaja en ese mundo y decide
marcharse de la fiesta.

● TERCERA PARTE (Capítulos XIX al XXV). La confesión de la madre de Ena acerca de la relación que mantuvo en el pasado con
Román hace que Andrea abandone el papel de observadora que ha tenido hasta entonces y se atreva a enfrentarse a su tío. Termina
el curso escolar y Ena, cuya amistad ha recuperado, le ofrece un trabajo en Madrid en la oficina de su padre que Andrea acepta. La
luz matinal que brilla cuando abandona la calle Aribau funciona como un presagio de cambio positivo.

4. PERSONAJES

ANDREA. Es una “chica rara”, tal y como la definió Carmen Martín Gaite. Y es que Andrea es, efectivamente, una chica que no encaja en el
modelo tradicional de mujer en la época del franquismo. Así, al contrario que otras chicas de su edad, Andrea no aspira a casarse y tener hijos,
sino que quiere estudiar, trabajar, ser independiente económicamente y controlar su vida. De ahí que se rebele contra las circunstancias que
limitan su desarrollo: el carácter autoritario de su tía Angustias y el ambiente asfixiante de la casa de Aribau. Su carácter introvertido, su
ausencia de coquetería y su total desinterés por la ropa o los peinados es lo que provoca que sus compañeros y compañeras de universidad
sientan curiosidad hacia ella. La encuentran diferente. En cuanto a su pasado, poco sabemos de él: unos breves flashback en la novela nos
hablan de su última estancia en Barcelona, cuando un verano fue a visitar a sus abuelos paternos. Tenía entonces siete años y su familia
gozaba de prosperidad económica y de ahí que se sienta tan decepcionada al ver la casa 11 años después. También hay alguna breve al colegio
de monjas en el que permaneció casi toda la guerra y a los dos últimos años que ha vivido en un pueblo pequeño junto a su prima Isabel. Y si
poco sabemos de su pasado, menos aún de su futuro: al final de la novela no se nos dice qué sucedió en Madrid. Es un silencio deliberado que
deja las puertas abiertas a la imaginación.

HABITANTES DE LA CALLE ARIBAU. Los familiares de Andrea son seres atormentados y rotos, víctimas de las circunstancias y de sus propias
debilidades.

● Román es músico y se presenta al principio como un hombre guapo y simpático que parece estar al margen del ambiente sórdido
de la casa, lo que hace que suscite el interés inicial de Andrea. Sin embargo, su sobrina pronto descubre el lado oscuro de la
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personalidad de su tío: un hombre capaz de hechizar a los demás con su talento artístico y su personalidad, pero que esconde tras
esa fachada un ser narcisista, egoísta y cruel que disfruta humillando a los demás. Su pasado es borroso: sabemos que fue espía del
bando nacional en la Barcelona republicana y que, por ese motivo, fue encarcelado y torturado en una checa4. Y teniendo en cuenta
su pasado franquista, es difícil entender por qué vive en la pobreza ya que lo más lógico sería que el nuevo gobierno le hubiera
recompensado de alguna manera. Tampoco queda claro cuál es su fuente de ingresos, aunque todo parece indicar que se dedica al
mercado negro5.
● Román se muestra especialmente cruel con su hermano Juan, al que domina, hecho del que se enorgullece delante de Andrea (“Tú
sabes muy bien hasta qué punto Juan me pertenece, hasta qué punto se arrastra tras de mí, hasta qué punto le maltrato”). Juan es
un pintor sin talento, violento, desequilibrado y débil de carácter, que paga su frustración personal con su mujer, a la que maltrata
física y psicológicamente.
● Gloria, la esposa de Juan, es una mujer joven, alegre y guapa pero muy inmadura y de escasa formación cultural. Estuvo enamorada
de Román en el pasado pero este se burló de ella y desde entonces le guarda un gran rencor. Su marido la trata con desprecio
porque cree que tuvo relaciones íntimas con Román y porque sospecha, además, que se prostituye para ganar dinero. Sin embargo,
pronto se descubre que los ingresos de Gloria no proceden de la prostitución sino del juego: sus misteriosas escapadas nocturnas
tienen como destino la casa de su hermana, situada en el Barrio Chino, donde juega a cartas para poder mantener a su familia y
comprar medicinas para su hijo. En cualquier caso, ese descubrimiento no hace que cesen los malos tratos por parte de su marido.
● Angustias es un personaje que desempeña un papel decisivo en la primera parte del desarrollo de Andrea. Es una mujer dominante
que, al igual que Román, quiere controlar toda la casa y a todos los que viven en ella. Representa los valores tradicionales con los
que choca el espíritu libre de Andrea y, aunque parece una mujer con las ideas claras y capaz de controlar su vida, pronto
descubrimos su lado oscuro: mantiene una relación secreta con su jefe, un hombre que rechazó siendo joven porque su padre
consideraba que el hijo de un simple comerciante no era suficiente para ella. Eso no impidió que, cuando él regresó del extranjero,
rico y casado con otra mujer, comenzaran a verse a escondidas. Sin embargo, la moral tradicional, puritana y cobarde de Angustias
le impide fugarse con su amante y decide retirarse a un convento.
● La abuela de Andrea es una mujer bondadosa marcada por las dolorosas experiencias que ha vivido a causa de la guerra (la muerte
de su marido y la consiguiente miseria en la que ha caído). Trata en todo momento de mediar en los conflictos familiares, pero
carece de la suficiente lucidez para hacerlo.
● La criada, Antonia, es un ser siniestro y desagradable con todo el mundo, excepto con Román, con el que se sugiere que pudo tener
un relación en el pasado y por el que todavía parece sentir algo.

OTROS PERSONAJES

● El personaje de Ena parece ser que está inspirado en Linka Babecka6, una joven polaca a la que Carmen Laforet conoció en la
universidad y de la que se hizo muy amiga. Ena es una joven inteligente, guapa, decidida, fuerte y valiente que sabe lo que quiere y
tiene iniciativa para conseguirlo. Entra en contacto con Román porque desea vengarse del hombre que tanto daño hizo a su madre
en el pasado. Y lo consigue. De hecho, es la única mujer a la que Román no consigue dominar ni conquistar. Una vez terminada su
relación con Román, logra recuperar la amistad de Andrea y el amor de su novio Jaime, del que también se había distanciado. En
cambio,, Román, vencido y humillado, termina quitándose la vida.
● Pons es el compañero universitario de Andrea que le presentará a sus amigos bohemios. Aparece perfilado como un joven un tanto
inmaduro y frívolo al que le interesa, ante todo, mantener su posición social.
● Gerardo es un personaje episódico pero con cierta relevancia en un momento dado ya que es quien le da a Andrea su primer beso.
Sin embargo, ella lo rechaza porque le parece un ser engreído y no le gusta el tono paternalista con el que la trata.

5. ESPACIO Y TIEMPO

ESPACIO

La acción transcurre en Barcelona, donde pueden diferenciarse dos ambientes antagónicos: la casa de la calle Aribau y el resto de la ciudad. La
casa de Aribau es un espacio oscuro, sórdido y asfixiante, mientras que el resto de la ciudad representa para Andrea la liberación y la felicidad.

4
Una checa o cheka era una instalación que durante la guerra civil española fue utilizada por el bando republicano para interrogar, juzgar de forma sumarísima y asesinar a
sospechosos de simpatizar con el bando franquista.
5
Durante la posguerra española, el mercado negro, conocido en aquella época como “estraperlo”, creció de forma espectacular como consecuencia de la escasez de alimentos.
6
La novela está dedicada, precisamente, a Linka y al pintor Pedro Borrell, con el que Linka se casó.
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En cualquier caso, dentro la ciudad de Barcelona se podrían distinguir dos espacios sociológicos diferentes:

● Los lugares en los que se mueve la clase alta de Barcelona: la casa de Ena, la casa de Pons, el estudio de Guíxols… Se trata de un
espacio muy diferente al de la calle Aribau y Andrea es consciente de ello. Por este motivo, intenta mantener separados esos dos
mundos (“Me juré que no mezclaría aquellos dos mundos que se empezaban a destacar tan claramente en mi vida: el de mis
amistades de estudiante con su fácil cordialidad y el sucio y poco acogedor de mi casa”), pero su intento fracasará cuando Ena entra
en contacto con Román.
● Espacios en los que vive la clase baja, como el Barrio Chino de Barcelona, en el que Andrea se adentra buscando a Gloria y que
provoca en ella atracción y repulsión al mismo tiempo.

Por otro lado, se hace a menudo alusión a la fascinación que siente el personaje por los largos paseos en solitario por la ciudad, algo que
Angustias le reprocha a menudo porque no era habitual en la época que una chica de clase media paseara sola.

TIEMPO

En cuanto al tiempo externo, la novela está ambientada en los primeros años de la década de los 40, en plena posguerra. De ahí que las
alusiones al hambre, al racionamiento y a la miseria sean constantes. Además, hay quien ha querido ver en el enfrentamiento entre Juan y
Román un paralelismo con la lucha fratricida que supuso la Guerra Civil. Y quienes consideran que Angustias, a pesar de sus contradicciones
internas, representa la censura y la moralidad nacional-católica del régimen.

En lo que se refiere al tiempo interno, este se corresponde con un curso académico. Se trata de un relato lineal con algunas referencias al
pasado (analepsis o flashback) en las que la narradora-testigo evoca viejos recuerdos de su infancia (el verano que pasó en casa de sus
abuelos) y su pasado más inmediato (su estancia en casa de su prima Isabel, situada en un pueblo cuyo nombre no se menciona). No se hace
ninguna alusión al futuro.

6. LENGUAJE Y ESTILO

El estilo de Carmen Laforet destaca su sencillez y sobriedad. En los diálogos, la narradora adecúa el registro lingüístico a los personajes. Así,
por ejemplo, el padre de Ena utiliza algunas expresiones propias de Canarias; y el lenguaje de Gloria, salpicado de expresiones propias de los
barrios bajos, muestran de manera clara su procedencia social. Además y a pesar de que estaba prohibido, el idioma catalán se hace presente
en algunos momentos. En lo que se refiere a los fragmentos narrativos es frecuente encontrar en la obra recursos literarios
(personificaciones, metáforas, comparaciones…).

Por otro lado, en lo que se refiere a las descripciones, predominan las descripciones subjetivas, que pueden ser impresionistas (Andrea se fija
en lo que ve a su alrededor y lo describe en breves pinceladas tal y como lo percibe, sin que exista un sentimiento previo acerca de lo que va a
describir) o expresionistas ( la autora tiene una opinión previa acerca de lo que va a escribir). Esto último es especialmente evidente en la
descripción de algunos personajes que le resultan antipáticos, a los que degrada mediante la animalización.

7. LA NARRADORA DE NADA Y EL AUTOBIOGRAFISMO DE LA NOVELA

Nos encontramos ante un relato lineal contado en 1ª persona. Por lo tanto, desde el punto de vista narrativo, estamos ante un
narrador-testigo que nos da testimonio de lo que vivió en el pasado. Sin embargo, en contadas ocasiones, el narrador en 1ª persona cede la
voz a otros personajes. Esto ocurre, por ejemplo, en el capítulo XX de la tercera parte, en el que Gloria cuenta, utilizando la 1ª persona narrativa,
lo que ocurrió cuando Juan la sorprendió jugando a cartas en el local que regenta su hermana.

Por otro lado, el capítulo IV de la obra contiene el único pasaje en el que los personajes dialogan en estilo directo de una manera similar a las
obras de teatro ya que las palabras de los personajes aparecen precedidas de su nombre.

En cuanto al supuesto autobiografismo de la novela, Carmen Laforet siempre negó que su novela fuera autobiográfica. Sin embargo, la
experiencia vital de la autora aparece reflejada en el libro de una manera bastante evidente. Así, al igual que la joven protagonista de Nada,
Carmen Laforet dejó su pueblo con 18 años y se marchó a Barcelona para iniciar sus estudios universitarios, empezar una vida nueva y
liberarse del ambiente familiar. Al igual que Andrea, viajó sola y en la ciudad condal se alojó en la casa de su abuela, en la calle Aribau.
Además, Carmen Laforet debió de experimentar la misma desilusión que Andrea al comprobar que aquel lugar decrépito no se parecía en
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nada al que atesoraba en sus recuerdos infantiles. Y, al igual que Andrea, Laforet se refugió en sus compañeros y compañeras de universidad,
donde conoció a Linka Babecka, una chica polaca de buena familia en cuya casa encontró el cariño que le faltaba. Y de la misma manera que
Andrea se marcha a Madrid siguiendo a su amiga Ena, Carmen Laforet también se irá a la capital española tras los pasos de Linka.

Son , pues, muchos los paralelismos entre Andrea y Carmen Laforet, lo que lleva a pensar que, aunque no sean la misma persona, Andrea tiene
mucho de Carmen Laforet.

8. EL TRASFONDO HISTÓRICO DE NADA


Carmen Laforet refleja en su novela la España gris y triste de la posguerra. Sin embargo, no aparece en ella una crítica social explícita: la
narradora se limita a contar lo que ven sus ojos, sin entrar en juicios ni valoraciones. De hecho, posiblemente sea la sombra permanente de la
censura la que motivó que en la novela no se haga ninguna referencia al clima de represión que vivió la ciudad en los años 40: juicios
sumarísimos, fusilamientos diarios y comisiones de depuración que juzgaban a funcionarios acusados de tener ideas republicanas o
catalanistas (así, por ejemplo, en la Universidad de Barcelona más de un centenar de profesores perdieron sus plazas y no pudieron ejercer
nunca más la docencia).

Parece ser que en las primeras versiones de la novela se hacía alusión a una organización clandestina similar a la de Linka (la amiga de
Carmen Laforet colaboraba junto con su familia en una organización clandestina que ayudaba a entrar en el país a los refugiados polacos que
huían del nazismo). Y parece ser también que aparecían algunos personajes que manifestaban abiertamente su oposición al régimen de
Franco. Pero, antes de presentar la novela al premio Nadal, Carmen Laforet, por lo visto, suprimió todos estos pasajes para evitar problemas
con la censura.

A pesar de ello, Nada constituye un testimonio bastante fiel del ambiente que se vivió en el país en los años inmediatamente posteriores a la
guerra: el hambre, la miseria y el dolor que atacó de manera especial a las clases bajas y a la pequeña burguesía catalana; el rencor y el odio
que germinó durante la contienda; y el inmenso dolor de unos personajes atormentados que caminan por la vida cargados de heridas y
cicatrices que tardarán generaciones en cerrarse.

WEBGRAFÍA
● Carmen Laforet. Página oficial: https://carmenlaforet.com/
● Carmen Laforet Díaz. Real Academia de la Historia: http://dbe.rah.es/biografias/11533/carmen-laforet-diaz
● Carmen Laforet. Biografías y Vidas: https://www.biografiasyvidas.com/biografia/l/laforet.htm
● Nada (Carmen Laforet). Edu365.cat. Generalitat de Catalunya. Departament d´Educació:
http://www.edu365.cat/batxillerat/comunes/lectures/castellana/laforet/03_biografia.html
● Nada, de Laforet. Presentación. jc4: https://es.slideshare.net/jc4/nada-de-laforet
● Nada, de Carmen Laforet. Ramiro Pinto: https://ramiropinto.es/escritos-literarios/ensayos/nada-laforet/

itziar.lopez@barandiaran.biz
www.entornoalalengua.com

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