Midnight's Temtaption

Midnight´s Donna Grant Traducido por: Julia
Temtaption Diseño: ankhara33
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TENTACION DE MEDIANOCHE
CAPÍTULO 1
A finales de agosto
Enredó sus dedos en sus largas y gruesas trenzas de ébano, sus suspiros de
placer le hacían hervir la sangre en sus venas.
Sus curvas femeninas eran una delicia embriagadora para un hombre
hambriento de ellas, tocar su piel de oro herencia española y tan suave como
el satén le instó a querer más de ella.
Se tendió a su lado, su cuerpo se apretó contra el de ella, su mano se deslizó

más abajo de la marca de su cintura y siguió moviendo su mano suavemente
por la cadera, hasta llegar mucho más abajo de su mulso.
Sus piernas se abrieron al instante, sus pulmones ahogaron un gemido

cuando sus dedos llegaron hasta sus rizos negros parcialmente depilados,
ocultando sabiamente su sexo.
-“Por favor” susurró ella. Su voz seductora y baja lo llamó, lo instó a darle
más y él no iba a defraudarla. Él gimió, su pene inflamado aún más, cuando
vio su espada arqueada y sus uñas clavándose en la suya. Sus suspiros
entrecortados llenaron el cuarto, mientras él seguía acariciando la sensible
piel de su sexo.
Empujado por una gran necesidad, finalmente metió un dedo dentro de ella.
Él apretó los dientes por la sensación de calor y humedad en el interior de
ella. Ella era todo lo que él quería y más mucho más. Finalmente él la tenía
en su cama, sus manos en su cuerpo… esto era demasiado bueno para ser
verdad.
Los ojos de ella se abrieron y sus pupilas se veían hinchadas y oscuras por el
deseo. Ella se aferró a él con los labios entreabiertos y sus caderas
apretándose aún más si eso era posible. La puso de espaldas contra la cama
y se colocó entre sus piernas. Ella le sonrio, desafiándolo a tomarla. Su
excitación le rozó su sexo, lo que la hizo jadear de excitación. Él apretó los
puños en la almohada al sentir su cuerpo fuera de control por ella. Él debería
tenerla ya, pero él la quería gritando de placer antes, solo después hundiría
su miembro en ella.
Con una inclinación de cabeza, se inclinó y cerró la boca alrededor de un

pezón erecto. Su lengua rodeó el pico antes de empezar a succionar. Ella
gritó y se cogió la cabeza con las manos. Él se movió al otro pecho y succionó
el pezón hasta que ella no dejó de retorcerse debajo de él. Ahora iba a besar
su cuerpo entero bajando por su vientre hasta descansarlos sobre su sexo.
Él la haría disfrutar varias veces antes de permitirle llegar al orgasmo. Luego

se hundiría en su interior obligándola a envolver sus piernas alrededor de él,
mientras el besaba el valle de sus pechos, pero antes de que él pudiera hacer
todo eso y volver a dar otro beso en su dulce piel, ella rodó sobre su espaldas
y se sentó a horcajadas sobre él.
Su corazón dio un vuelco. Ella era realmente preciosa y desde esa posición
ofrecía una vista magnífica, con su gran cantidad de pelo negro como la
media noche cayendo alrededor de sus hombros para terminar en sus pechos
llenos, tentadores. Su pecho subía y bajaba rápidamente, se quedó
capturado en su mirada de color leonado. Era la primera vez en su vida que
él no tenía el control en la relación sexual, era ella quién marcaba la pauta. Y
se dio cuenta que ese hecho lo emocionó y le gustó mucha más de lo que
quería admitir.
Sus labios gruesos se inclinaron hacia arriba desembocando en una sonrisa

tentadora, una sonrisa que le dijo a él que ella sabía perfectamente lo que le
estaba haciendo, causando, y eso a él le encantó. Él tragó con dificultad, su
miembro se erguía con ansiedad y anticipación, sus huevos se apretaron
cuando ella llevó las manos hacia abajo y los agarró. Mantuvo un rato sus
manos sobre sus bolas. El sudor estalló en el cuerpo de él mientras luchaba
por mantenerse quieto y sin derramarse para ella. Sólo para ella.
Ninguna mujer le había provocado de tal manera y comprendió que desde
ese mismo momento ninguna lo volvería hacer de nuevo, no como ella, no de
esa manera.
Ella estaba de rodillas, su entrada presionando contra su erección mientras

sus manos se movían arriba y abajo alrededor de su miembro. Ella estaba
jugando con él. Y ella lo sabía, así como él sabía que ninguna mujer lo había
hecho sufrir así antes. Hasta ahora nunca había anhelado tanto tener una
mujer antes, hasta ahora, con ella todo cambió, ella lo cambió todo.
Ya no podía aguantar más sin tocarla. Él tomó sus abundantes pechos y
movió sus pulgares sobre sus pezones. En respuesta a eso, ella puso su
pulgar en la cabeza de su pene. Él gimió y levantó sus caderas. Su pene
entró en contacto con los suaves pliegues de su sexo y fue entonces cuando
su control se rompió.
Como si supiera que él había ido más allá del límite, ella se sentó sobre él.
En ese mismo instante estalló una profunda y brutal necesidad.
Con un tirón, tiró de ella hacia abajo mientras levantaba las caderas para
hundirse completamente dentro de ella.
Ella gimió, con la cabeza echada hacia atrás y los extremos de su pelo
rozando sus muslos.
Por un segundo, pensó que no podía moverse. Sus estrechas paredes

resbaladizas lo mantenían suspendido entre la agonía y el placer, el tormento
y la liberación. Él sabía que desde ese momento ella mandaba sobre su
cuerpo.
Su temor era que esa sensación que sintió se extendiese más allá de su
cuerpo a su corazón, o peor, a su alma.
Con el corazón martilleando en su pecho, ella comenzó a mover sus caderas.
Cerró los ojos para sentir cada uno de los deliciosos minutos, dentro de ella.
De repente sintió como si no estuviera dentro de ella, siguió con los ojos
cerrados decidido a ignorar esa sensación de vacío que sintió. Él se dio la
vuelta llevándola con él, de repente la perdió entre las mantas. Él pánico se
apoderó de él mientras la buscaba solo para encontrarse a él mismo
agarrando a la almohada en vez de al cuerpo suave de la chica.
Phelan abrió los ojos, vio la almohada y la habitación vacía y se dejó caer de
espaldas sobre la cama.
Él se pasó un brazo sobre los ojos, mientras su polla le dolía suplicando por
su alivio.
-"Mierda", dijo frustrada mente.
Los sueños que él tenía con Aisley intensificaban cada noche, dejándolo
despierto e insatisfecho, sin importar las veces que se hubiera dado placer así
mismo. La había estado buscando casi dos meses desde que la vio en ese
club. Aún no estaba seguro de por qué la había dejado irse después de la
primera vez que la besó. No supo qué pensar cuando ella le dejó allí sin más,
eso no le sucedía a él, las mueres no salían huyendo de él nunca. Eso era
solo una parte de por qué esa chica lo intrigaba, pero Phelan sabía que había
algo más que eso, Ella era diferente a las demás porqué el beso que
compartieron lo sacudió hasta la médula misma. No importaba cuanto lo
intentara, Phelan no podía olvidarse de ella, no podía dejar de pensar en
Aisley, en ese beso y en el fuerte y desbaratador deseo que sentía por ella.
No solo era diferente por eso, era porque además Phelan sentía la magia de
Aisley. Después de esa noche en que besó a Aisley y sintió su magia, Phelan
se dijo que la volvería a encontrar costara lo que costase.
Su móvil sonó en su mesita de noche. Phelan consideró no responder esa

llamada, pero sabía que si no lo hacía, quien quiera que le estuviera llamando
volvería hacerlo de nuevo. ¿Qué? Contesto bruscamente al responder.
-“¿Qué demonios te pasa?” La voz de Charon preguntó con una nota de

irritación. Phelan se frotó los ojos con el pulgar y el índice de su mano. Se
suponía que la llamada había conseguido enfriar su ardor, pero no fue así,
otra vez tendría que empezar el día con una ducha bien fría.
-“Eso ahora no importa” dijo Phelan, ¿Por qué llamas? le preguntó a Charon.
La pausa que hubo al otro lado del móvil le indicó a Phelan que debía echar
un vistazo al reloj. Las luces de color verde parpadeantes marcaban las 2:30
de la madrugada.
-“Charon” repitió Phelan cuando el silenció se prolongó más de lo debido.
-“Estamos desesperados” dijo Charon, “No hemos tenido ninguna noticia de

Jason Wallace.
Jason Wallace, esa era una de las razonas por las que Phelan estuvo un poco
de tiempo sin poder buscar a Aisley. Jason Wallace, era un druida que dio su
alma al diablo sólo para poder usar la magia negra.
Phelan desenredó las piernas de las mantas y se incorporó. "Yo tampoco le

he visto ni he sabido nada de él. Tal vez Jason esté realmente muerto, tal y
como hemos estado sospechando todo este tiempo” dijo Phelan.
-“Necesito saberlo con certeza." Dijo Charon.
Phelan respiró profundamente, odiando el cansancio y la preocupación que

escuchó en la voz de su amigo. -"Laura está segura. Ella está contigo”.
-“Ninguno de nosotros estamos realmente seguros con un drough alrededor,

dijo Charon. -“Mi esposa me dice que me olvide de Wallace pero oigo como
Laura y las otras druidas hablan de cómo poder utilizar su magia para
buscarlo”
Phelan se pasó una mano por la cara. ¿Cuántas veces habían utilizado las
mies su naturaleza mágica para poder buscar a Wallace? Los mies eran
buenos, por lo que los guerreros tenían suerte de que estas druidas
estuvieran de su lado.
A pesar de la magia de los druidas y de los poderes de guerreros como

Phelan, no sabían nada de Jason Wallace. Los druidas tenían una magia
potentes y los guerreros como Phelan y los demás un dios primigenio dentro
de ellos, entonces porque Phelan no habían encontrado aún a Wallace.
Había estado solo durante tanto tiempo, que pensó que siempre sería así.
Luego se encontró con Charon.
La amistad había comenzado entre ellos cuando llegaron al Castillo para

ayudar.
Después de una gran traición sufrida con anterioridad a esa amistad, Phelan
encontró difícil confiar en nadie, pero Charon cambió todo eso.
Phelan haría cualquier cosa por el hombre que consideraba un hermano.

Sin embargo, no era sólo por Charon que Phelan buscaba a Wallace. Era por
sí mismo.
Él quería dejar el pasado atrás, quería pensar en un futuro que incluyera la

paz que los guerreros tanto deseaban.
-“No vamos a renunciar jamás”, dijo Phelan. -“Estoy cansado de luchar

contra los droughs, primero contra Deirdre, luego Declan y ahora Jason”.
-”Charon, esto tiene que terminar algún día” dijo Phelan lacónicamente.
-“Laura me dice que puede que esto no acabe nunca, que no puede haber
bien sin mal o viceversa” Que tiene que existir un equilibrio” dijo Charon.
-“Sí” dijo Phelan, “pero este momento del mal ya ha durado demasiado “dijo
Phelan, -“además hemos estado a punto de perder”
Phelan odiaba pensar que habían estado muy muy cerca de perder la última
batalla contra el mal. Afortunadamente Charon había conseguido nuevos
amigos, amigos poderosos en la Destilería Dreagan, amigos que terminaron
ayudándoles, amigos que al igual que ellos tenían poderes, amigos que se
convertían en dragones.
Los Reyes Dragón como se hacían llamar, habían existido desde el principio
de los tiempos, en esta última batalla contra Wallace, los dragones lucharon
desde el cielo, mientras los guerreros lo hicieron desde tierra.
Si, estuvieron condenadamente cerca de perder, Charon estuvo de acuerdo

con Phelan.
-“¿Alguna noticia de Rhys o de los otros dragones?” preguntó Phelan.
Charon gruñó. -"Nada. Ellos están ocupados en estos momentos, pero aun
así están vigilando por si ven a Wallace"
-“Ocupados con los Selmyr?,¿Alguna noticia de ellos?” "pregunto Phelan.

Sólo de pensar en esas bestias horribles, Phelan gruñó. El Selmyr era una
antigua criatura que se alimentaba de los seres mágicos. Los druidas y los
guerreros se habían convertido en su comida preferida. A las únicas cosas
que los Selmyr temían era a los Reyes Dragón.
-"Nada," dijo con un suspiro Charon. -"La necesidad que tengo es por Laura
mi amigo” dijo seriamente Charon.
-"Todo estará bien, mi amigo", prometió Phelan. -"Puedo detener mi

búsqueda sobre Wallace y mantener vigilada a Laura”.
Phelan lo haría en un latido del corazón después de todo lo Charon había

hecho por él, pero él rezó para no tener que detener nuevamente la
búsqueda de Aisley.
Tenía que encontrarla, para probar de nuevo sus labios, para poder
disfrutarla como venía soñando tantas noches desde esa noche en el bar.
Tenía que asegurarse si aquel beso fue solamente un beso o si había algo
más.
-"No. Tú y Malcolm son los únicos que estáis buscando a Wallace”.
El primer fantasma de una sonrisa tiró de los labios de Phelan. -“Eso es
porque las druidas del castillo han impedido seriamente a sus hombres que
salgan en búsqueda de Wallace, ¿no es así? Continuó riendo Phelan
-"No", dijo Charon, con una sonrisa en su voz. -"Tampoco los guerreros
podían consentir que las mujeres ayudaran en la búsqueda,".
-"Oh, puedo imaginar la disputa que hay en el castillo ahora."
-"¿Es esa la razón por la que tú no estás ahora en el castillo? ", dijo Charon.
–
-"¿Dónde estás de todos modos?” Phelan le preguntó a Charon.
Phelan se levantó de la cama y se acercó a la ventana para mirar hacia la

ciudad. -“En Glasgow. Esta madrugada saldré para el Oeste” contestó Phelan.
-"Mantente en contacto."
-"Lo mismo digo." Concluyó Phelan.
Phelan terminó la llamada y tiró el teléfono móvil en la cama. Puso las

palmas de las manos contra la ventana y dejó caer la cabeza. Sin ni siquiera
intentarlo, Phelan podía sentir la magia de Aisley.
Siempre había sido así entre los guerreros y druidas. Comenzó hace siglos,
cuando Roma invadió su tierra. Los celtas lucharon en contra de Roma, pero
eso no podía durar para siempre. Además los celtas comenzaban a ser
inferiores a los romanos.
Es por eso que intervinieron los druidas, los celtas les pidieron ayuda para
ganar a los romanos. Los mies no tenían respuesta para los celtas, pero los
drough les dijeron como podían vencer a los romanos. Ellos habían
mantenido durante siglos bajo control y encerrados a dioses en los cuerpos
de los guerreros más fuertes. Estos dioses al ser invocados podían vencer a
los romanos. Así fue como los drough volvieron a llamar a los dioses, dioses
que se instalaron en el cuerpo de los guerreros más fuertes. Así es como los
celtas comenzaron a ganar a los romanos, Roma no podía ganar a esos
hombres con dioses en su interior. La combinación de la magia de los mies y
de los drough sirvió para que los guerreros con sus dioses pudieran vencer a
los romanos. Una vez que la batalla concluyó los droughs no volvieron a
encerrar completamente a los dioses sino que estos fueron pasando a los
hombres a través de la línea sanguínea, pero solo pasaban a los guerreros
más fuertes de cada generación. Hasta que apareció un drough sediento de
sangre llamada Deirdre que encontró el pergamino en el que se decía como
se podía desatar el dios que cada guerrero llevaba dentro. Ella quería sacar
los dioses de sus guerreros, y para ello empezó con el clan de los MacLeod.
Fueron los tres hermanos MacLeod, los que quedaron agrupados en un solo
dios y fueron los primeros guerreros en tener su dios no unido. Después de
eso Deirdre se encargó de buscar más y más guerreros.
Durante cuatrocientos años Deirdre estuvo buscando guerreros y druidas

para obtener más y más poder, hace cuatrocientos años desde que los
MacLeod se escaparon de Deirdre y desde entonces druidas y guerreros
fueron llegando al castillo de los MacLeod para ayudar a Deirdre. Durante
todos esos años estuvieron luchando contra ella, cuando casi la mataron, otro
drough llamado Declan la adelantó hasta el siglo XXI utilizando su magia para
unirse ambos y tomar el control del mundo.
Los guerreros por su parte junto con los druidas del castillo combinaron su
magia para enviar a algunos de estos guerreros adelante en el tiempo y así
poder luchar contra Deirdre y Declan. Mientras estos guerreros fueron
adelantados en el tiempo, Phelan y Charon vivieron en paz durante esos
cuatro siglos, sin que ningún nuevo drough tratara de apoderarse de su
mundo, mientras la verdadera batalla se libraba cuatro siglos por delante de
ellos.
Ese tiempo fue maravilloso y Phelan lo anhelaba, al igual que anhelaba esa
paz y esa calma.
Pero nada podía durar para siempre. Deirdre y Declan habían unido sus
fuerzas, pero la suerte había estado en el lado de los guerreros, ya que los
guerreros pudieron dar muerte a ambos Droughs. Había sido uno de los
grandes momentos de la vida de Phelan ver a Deirdre morir.
No les había tomado mucho tiempo matar a Declan tampoco. Todo debería
haber terminado ahí, pero no fue así.
Un año más tarde, un nuevo mal apareció de la mano del primo de Declan,
Jason Wallace.
Phelan se apartó de la ventana y entró en el baño para abrir la ducha.
Los druidas podían dominar a un guerrero. Phelan lo había visto hacer y lo

había sentido también.
Lo único que lo salvaba era el hecho de que un guerrero podía detectar la

magia de los druidas, los buenos y los malos. La magia mies se sentía suave
y... bien. Mientras que la magia de un Drough era como algo tratando de
asfixiarlo.
Phelan se metió en la ducha y cerró los ojos mientras pensaba en la magia de

Aisley. El agua caliente le golpeó los hombros, pero él no lo sintió ya que solo
estaba centrado en la magia de Aisley. La sensación que sintió le dijo que era
una magia poderosa, sorprendente, pero además seductora, erótica,
haciéndole sentir maravillosamente. Phelan no estaba seguro de dónde Aisley
estaba, pero sabía que ella estaba cerca. Tan cerca de él que podía sentir su
magia.
Por la forma en que él la estaba rastreando sin dar con ella, le hizo saber que
cuando él se acercaba ella salía corriendo. Que si se volvía a acercar ella
volvería a correr, pero también sabía Phelan que Aisley no correría siempre.
CAPÍTULO 2
Aisley Wallace se sentó en el techo del edificio con los ojos cerrados. El
sonido de la música vibraba a través de los ladrillos del edificio y en su
cuerpo, haciéndola sentir como si aún estuviera en la pista de baile entre una
multitud de cuerpos bailando.
No se atrevió a entrar en el club desde que Phelan supo lo mucho que amaba
la música apareciendo siempre donde ella estuviese. A pesar de no querer
entrar en el club, ella subía ahí para escuchar la música.
La música siempre la calmó. Era una parte de su alma. La calmaba, la tocaba

como ninguna otra cosa podía hacerlo.
Ella abrió los ojos y miró hacia la ciudad. No solo se escondía de Phelan,
también de Jason Wallace. Ella sabía que su primo no estaba muerto.
Jason era implacable y brutal. Él siempre pensaba en todo, lo que hacía que
siempre fuera dos pasos por delante de todo el mundo. No había manera de
que no hubiera planeado un posible fallo en su plan y dejar planeada otra vía
de escape.
Pero Aisley no estaba segura si Jason estaba realmente muerto. Ella

esperaba que lo estuviera, ella rogó para que así fuera, pero ella nunca ha
tenido mucha suerte en ese tipo de cosas.
El sonido de una moto hizo que se sentara con la espalda recta. ¿Sería
Phelan? Se levantó de un salto y corrió al borde del edificio para mirar por
encima.
El corazón le martilleaba salvajemente en su pecho mientras ella lo buscaba.

Tan pronto como se encontró con la moto ella supo que no era de Phelan. El
hilo de la decepción no pasó desapercibido para ella, pero se negó a
reconocerlo.
Ella sabía exactamente quién era Phelan. Ella los había visto luchar contra
Jason y él y los otros guerreros la habían visto con él, lo que significaba que
él debía saber quién era ella.
Sin embargo, él la había besado. Un beso que había sido mucho más que un
beso. Incluso dos meses después, sus labios aún hormigueaban cuando
pensaba en la forma magistral con la que había seducido con un beso.
Lo que no entendió fue por qué Phelan le dio el beso. Había actuado como si
le gustara realmente hacerlo así.
¿Cómo puede ser que quisiera besarla cuando sintió su magia Drough? Ella
era el enemigo.
¿Le estaba tomando el pelo antes de matarla? Aisley se dio la vuelta y se

sentó en el borde del edificio con una fuerte exhalación.
Por un momento durante su beso, ella se había olvidado de la persona que

era. Por el segundo más breve en el tiempo ella se había sentido como una
mujer que estaba siendo besada por uno de los hombres más magníficos que
había conocido en un pasillo oscuro de una discoteca.
La realidad enseguida la asaltó y eso la hizo venirse abajo demasiado pronto.

Ese breve momento la hizo olvidarse por un segundo de Jason, de la batalla
con los guerreros y del hecho de que había dejado abandonado a su primo. Si
él estaba vivo, nunca se lo perdonaría. La venganza de Jason sería rápida y
horrible.
Pero tampoco era tan tonta para dejarse matar por mucho que le gustaran
los besos de Phelan.
Dos hombres diferentes, dos razones diferentes, pero ambos la tenían
huyendo.
Todo lo que podía pensar era en salvar su propio pellejo cuando debería estar
profundizando en lo que sabía de Jason, para asegurarse de que él estuviera
realmente muerto y se mantuviera así.
Aisley levantó la cara cuando una ráfaga de viento llegó a través de los
edificios. Las nubes oscuras y pesadas con la humedad se habían trasladado
a la ciudad unas horas antes. La luna se ocultó de la vista, y no pasaría
mucho tiempo antes de que llegara la lluvia.
Las estaciones estaban cambiando, y con ellas las horas de luz fueron cada
vez más cortas. Pronto sólo habría unas pocas horas de luz del día.
Todo había cambiado hace un par de días, quizás sería bueno que Aisley
también cambiara. Al amanecer se marcharía de Escocia y viajaría a
Inglaterra.
Londres era lo suficientemente grande como para que ella se perdiera

durante un largo tiempo. Después de eso, tal vez París. Y entonces... ¿quién
sabe?
Estar lejos del lugar donde tanto desastre había caído sobre ella podría ser
justo lo que necesitaba para liberarse del pasado.
Aisley se levantó y se dirigió hacia la puerta que había dejado entreabierta

que la llevaría por el edificio de cuatro pisos, hasta las escaleras y a la
puerta cuya llave había recogido para entrar.
Se frotó las manos arriba y abajo de brazos cuando estuvo en las calles una
vez más. Tenía la cabeza agachada, pero mantuvo los ojos abiertos mientras
se apresuraba a su coche, que aparcó a unos metros de distancia.
Nadie le molestó, por suerte. Después de que ella estuvo en su coche, ella
apoyó la cabeza contra el asiento y dejó que sus ojos se cerraran. Podría
tener luego tiempo para dormir un par de horas antes del amanecer.
Ella debería conducir ahora, pero estaba demasiado agotada. Todo lo que
necesitaba era un poco de descanso. Ese cansancio no le impidió olvidarse de
los sueños con Phelan besándola, acariciándola... haciéndole lentamente el
amor.
Aisley sintió como rápidamente el sueño la reclamó. Ella le dio la bienvenida,

sólo para encontrarse a sí misma despertándose de golpe cuando la lluvia
comenzó a apedrear su ventana con la fuerza suficiente como para despertar
a los muertos.
-"Maldita sea," murmuró y dejó escapar un suspiro de frustración.
Sin sueño, ella estaba de mal humor y su temperamento teñido mal genio.
Incluso cuando se despertó, ella se despertó con su cuerpo en llamas,
necesitado y dolorido para la liberación del deseo que la quemaba desde
hacía varios días y todo gracias a ese beso de Phelan.
Se asomó por la ventana mientras la lluvia caía en hojas demasiado gruesas

para ver nada más que unos pocos pies delante de ella. Aisley alcanzó su
iPod. Con los auriculares en sus oídos, seleccionó una lista de reproducción, y
luego cogió el mapa, dirigiendo su ruta hacia Inglaterra. Ella tomaría la M74
hacia el sur de Escocia. Era un camino bastante fácil, pero ella se aseguró de
tener otros alternativos por si los llegara a necesitar.
Pero solo los utilizaría por si acaso…, ella aprendió de su primo Jason, la
importancia de tener un plan alternativo. Tocó el dedo en el punto donde
Glasgow estaba marcado en el mapa.
Su siguiente opción sería tomar la A82 hacia el norte hasta llegar a

Crianlarich donde ella cogería se desviaría al oeste por A85 hacia la costa. A
partir de ahí, ella conseguiría un ferry para Irlanda.
No es que fuera su vía opción de escape, pero Jason nunca se esperaría que
fuera a Irlanda.
Para conseguir estar lo más lejos de Jason tendría que ser mucho más lista
que él.
¿Y si realmente estaba muerto? Podría estar haciendo esto para nada?” Pero
¿y si no lo estaba? “Ella respondió a su propia pregunta. "Además, Jason no
iba a permanecer muerto. Era demasiado malo como para permitir eso”.
Jason ya había empezado a dudar de su lealtad antes de la batalla. Como le

había dicho, podía ser reemplazable. Si iba a tener una nueva vida, iba a
tener que garantizarse que Jason nunca regresaría a la tierra de los vivos.
Aisley miró el mapa de nuevo. Ella ya debería haber estado fuera de Escocia,
pero la había llevado todo este tiempo llegar a todos los lugares en los que
ella había escondido el dinero que había robado a Jason.
Jason le dio todo después de haberla llevado a su casa. Podría haber estado
fuera de sí de dolor y odio por sí misma, pero al menos había sido lo
suficientemente inteligente como para coger un poco de dinero a Jason y
esconderlo alrededor de Escocia.
Ella lo había llamado su escenario "por si acaso". Pero Aisley sabía que ya
entonces se había dado cuenta de que estar con su primo había sido lo peor
que pudo hacer.
No había habido mucha opción, sin embargo. Sus días habían estado
contados, y luego Jason la había encontrado dándole un nuevo hogar. Dormir
en una cama con sábanas limpias y comer comidas recién hechas había sido
celestial.
No importó como fue obligada a ir a esa casa, a someterse a la ceremonia

drough y a vender su alma al diablo.
No había nada que pudiera hacer para revertir la ceremonia. Su alma ya no
era la suya.
Una lágrima se deslizó fuera de su ojo. Aisley tendió la mano, la palma hacia
arriba, y dejó que la magia la consumiera hasta que una bola de luz brillante
llenó su mano.
La magia se arremolinaba en una hermosa danza de luz. Era impresionante

hacer eso, pero también era cierto que había sido la magia negra la que lo
hizo y no la magia pura que alguna vez, ya hace mucho Aisley tuvo.
Aisley dejó caer su mano, y la magia se desvaneció al instante.
-"Aissssssley."
Ella cerró los ojos cuando la voz sonó en su cabeza. No era la primera vez
que la había oído. Comenzó después de escaparse de Jason en la batalla. La
voz le daba miedo. Podía sentir la malevolencia en ella, pero lo que la
aterrorizaba más era que no sabía si el mal estaba dentro de ella. Ella
recordaba haber pensado brevemente traicionar a Jason poniéndose en
contacto con y Satanás. Había sido un pensamiento precipitado, sin embargo,
cada vez que oía esa voz pensaba que provenía de Jason. -“No", susurró.
Luego cerró de golpe sus manos en el volante. -"¡No!" La voz se retiró una
vez más. Pero ella sabía que iba a volver. Siempre había sido así.
CAPÍTULO 3
Phelan se quedó en la calle fuera del hotel, bajo la lluvia
mirando primero hacia un lado y luego el otro. Tan sólo diez minutos
antes se había duplicado en la ducha la fuerza de la magia de Aisley cuando
él la sintió.
Ella estaba mucho más cerca de lo que pensaba.
¿Dónde estaba? ¿Qué haría Phelan para no perderla esta vez?
Phelan se dirigió a su moto Ducati y pasó una pierna por encima del
asiento. Se sentó y se puso su casco antes de encender el motor.
El residuo de la magia de Aisley hizo a su pene palpitar de deseo, pero había

sido la rápida oleada de miedo en la magia de Aisley lo que le asustó.
Ella podía tenerle miedo, pero Phelan haría todo lo posible para que
desapareciera de Aisley ese temor que él sintió en su magia minutos antes.
Phelan aceleró el motor antes de ponerse en movimiento. Se dirigió
lentamente al primer cruce, pero tan pronto como la magia de Aisley
comenzó a debilitarse, se volvió a mirar alrededor.
Poco a poco, calle por calle, se acercaba más y más a ella. Este seguimiento
sólo lo había hecho una vez antes, ocurrió hace cinco semanas cuando la
rastreó una vez que le abandonara en el club.
Era la fuerza pura de su magia la que le llevó esa noche a ella. Se había
mantenido a la sombra en el club, para que ella no saliera huyendo, pero
eso había sido muy difícil de hacer. No fue hasta que miró hacía la pista de
baile cuando la localizó.
Estaba bailando alrededor de un grupo de personas, que bailaban una

canción a todo volumen. Los hombres trataban de llamar su atención
bailando cerca de ella, pero Aisley no se daba cuenta. La música tiraba de
ella, se integraba en ella.
Phelan lo vio en su forma de moverse, en la forma en que cada nota de

música se fusionaba con ella, con la música su magia crecía y se expandió
hasta le llegó de lleno a él.
Se quedó clavado en el suelo, mirando el espectáculo erótico que era la

torsión de su cuerpo, sus caderas girando alrededor de la música, moviendo
su camiseta, su ajustado pantalón vaquero y su largo pelo negro recogido
en una trenza.
Fue entonces cuando Phelan comprendido cuánto significaba la música para

ella. Cuanta más alta era, mejor era el resultado.
Cuando bailaba, las líneas de preocupación de su frente desaparecían y en

su cara comenzaba a asomarse una aplastante sonrisa deslumbrante.
Phelan se detuvo en un semáforo en rojo y puso su pie en el suelo para
mantener la motocicleta en posición vertical. Recordaba aquella noche en el
club varias veces al día.
La complicidad de Aisley con la música se le quedó grabada en la memoria y

ese hecho fue la constatación de que él no amaba nada en su vida tanto
como Aisley amaba la música.
Era su vida aburrida?
Hace tres meses no hubiera pensado así. Tenía su moto, para de botas
favorito, y el camino por delante de él
.Tenía tantas mujeres como quería, nadie a quien dar explicaciones, y de
vez en cuando ayudada a los guerreros del Castillo MacLeod a combatir el
mal. Esa era una buena vida. Entonces…. ¿por qué de repente su vida ya no
le parecía tan buena como antes?, se preguntó Phelan.
¿Esta miseria de vida inesperada tenía algo que ver con que Charon
encontrara el amor de su vida? Phelan no estaba seguro. Charon
siempre había protegido a su pueblo, pero ahora tenía a Laura también, y
Phelan vio la diferencia.
Había sido fácil hacer caso omiso de todos los guerreros que habían
encontrado el amor con los druidas en el castillo MacLeod porque era rara
vez estaba allí, pero no pudo pasar por alto la diferencia con Charon.
Phelan aceleró su moto cuando el semáforo se puso en verde. A esta hora

de la mañana y con esta lluvia había muy poco tráfico. El giró la moto al
tropezarse con dos veinteañeros ebrios que salían de un pub.
-"Idiotas”, murmuró. Pensó en Charon y en Laura una vez

más. Charon casi había perdido a Laura por Wallace y
su cruzada para gobernar el mundo. Phelan siempre pensó que la vida de
Charon era una de las mejores.
Charon había hecho lo que ningún otro guerrero hizo después de escapar de
Deirdre, regresó al pueblo donde había crecido con la esperanza de
recuperar la que un día fuera su casa.
Charon se propuso comprar la tierra, sus propiedades y proteger a los

habitantes de Ferness de cualquier mal.
Muchas veces Phelan independientemente del camino que hubiera tomado,

se encontraba regresando a Ferness, no porque pensara que Ferness era su
casa, sino porqué allí siempre era bienvenido.
Los MacLeod también le abrieron las puertas del castillo y siempre le

recibían, pero él no se sentía igual, y sabía el porqué. Allí estaba Isla que fue
la drough que le engaño siendo todavía Phelan un muchacho, lo llevó lejos
de su familia y lo llevó a la montaña de Deirdre para que esta lo encerrara
en lo más profundo de una mazmorra una vez liberado su dios.
No importaba lo que Isla hiciera, que Phelan nunca sería capaz de
perdonarla por lo que le hizo, aún después de enterarse de que Isla lo hizo
para salvar a su propia familia, amenazada por Deirdre. Isla pensaba que
ella era la razón por la que no iba al castillo. La verdad era que él no sabía
cómo encajar allí.
Los que se quedaron en el castillo se consideraban una gran familia. Phelan

no recordaba la cara de su padre o de su madre o, y mucho menos
recordaba la idea de lo que significaba tener una familia, por eso al ver la
familia que se creó en el castillo, el decidió permanecer lejos.
Phelan sacó sus pensamientos de los otros guerreros y druidas cuando la

magia de Aisley se hizo más fuerte. Redujo la velocidad de la Ducati
y detuvo cuando se encontró parquin abierto en el lado de la carretera.
Miró los edificios de su alrededor para saber en cuál se

encontraba. Cuatro empresas, un pub, dos restaurantes, y uno abandonado.
Con un movimiento de su pie, puso la pata en su motocicleta. Fue entonces
cuando oyó la música. Incluso por encima del ruido de la lluvia, con oído
mejorado, gracias al dios que había dentro de él pudo oír la música.
Tiene que haber una discoteca cerca. Él contuvo el impulso de correr y

entrar para ver a Aisley, pero entonces recordó su expresión horrorizada
cuando ella lo vio la última vez.
Fue como un cuchillo clavándosele en el pecho, su mirada diciendo que se

había entrometido en algo privado y personal.
Así que se Phelan quedó sentado en su moto mientras la lluvia caía a su

alrededor. Podía imaginar a Aisley bailando, con los brazos por encima de su
cabeza, con los ojos cerrados mientras se dejaba llevar.
Era suficiente. Por ahora.
No estaba seguro de cuánto tiempo más podría seguir como estaba. Si
pudiera meterla en su cama, saciar este anhelo sin fin, esta
hambre de tenerla en sus brazos de una vez por todas.
Entonces podría volver a la vida que antes tenía.
Se puso de pie y pasó la pierna por encima de la

moto antes de mezclarse en las sombras. Phelan podría querer
a Aisley en su cama, pero iba a tener que acercarse a ella cuidadosamente.
No la estaba cortejando. En primer

lugar, tendría que ganarse su confianza. Igual que había hecho con el gatito
herido hace tres años. Eso le había costado a Phelan tres días, pero con el
tiempo consiguió que el gato se subiera en su regazo. Después de eso, el
gatito le permitió limpiar la herida de su pata.
Así que todo lo que tenía que hacer era pensar en Aisley como en el gatito.
Phelan dio un resoplido. Aisley tenía garras como la de un gatito.
Él las había visto, cuando un hombre intentó agarrarle el culo mientras ella
estaba bailando. Phelan sabía que le iba a costar un gran esfuerzo tenerla en
sus brazos ronroneando como ese gatito herido que había salvado. Ella iba a
ronronear, a gritar de placer, Phelan estaba seguro de eso.
Se metió bajo un toldo para protegerse de la lluvia así que sólo tenía que
girar la cabeza para ver los lados derecho e izquierdo de la calle. Con su
casco en el hueco del brazo, se instaló de nuevo a la espera.
Un par de minutos pasaron antes de que el sonido de una puerta de un

coche abriéndose llamara su atención. Phelan volvió la cabeza hacia la
derecha y vio un coche pequeño en el lado opuesto de la calle tres bloques
más arriba.
Una figura salió del coche y corrió hacia la acera

cubierta. Phelan reconocería a Aisley en cualquier lugar, incluso sin su vista
mejorada.
En pocos segundos, la lluvia mojó su pelo negro, Aisley apartó los mechones
de pelo que tenía pegados en su cara y con los ojos entornados por las
gotas entró en la cafetería.
Phelan se quedó en el lado opuesto de la calle mientras la vigilaba a través

de la ventana del café. Aisley se detuvo en el mostrador y se sentó en un
taburete.
Empezó a caminar, la necesidad de estar más cerca de ella le

sobrepasaba. Justo antes de llegar a la cafetería, se detuvo y se desvaneció
en las sombras de nuevo. Él tenía la ventaja sobre Aisley ya que no
tenía idea de que él estaba allí. Phelan podía sentir su magia, pero
los druidas no tenían las mismas capacidades para percibir a los Guerreros.
Minutos más tarde, Aisley tenía delante de ella, una taza de algo caliente
quizá café y lo que Phelan consideró que eran unos pasteles.
Aisley sofocó un bostezo mientras envolvió ambas manos alrededor de la

taza. Se movió hacia la derecha y vio que había una mesa oculta por un
cartel en la ventana donde estaban sentados dos hombres que la
observaban ávidamente. La inquietud recorrió a Phelan. Él sabía lo que esos
hombres querían de Aisley, pero eso no iba a pasar. Durante los siguientes
diecisiete minutos y medio se conformó con verla comer y beber. Tan
pronto como Aisley terminó, pagó y salió de la cafetería, Phelan supo que no
estaba sola. Justo tres pasos detrás de ella, estaban los hombres que había
visto antes. Su atención estaba centrada en Aisley, por lo que estos
hombres no supieron que alguien estaba viniendo tras ellos.
-“HEY”, uno de los hombres llamó a Aisley.
Aisley se dio la vuelta, su magia reunida ya a su alrededor. Phelan ahogó

entre dientes una respiración, sorprendido por la forma en que
su cuerpo continuaba ardiendo de placer ante la sensación de su magia.
Sus ojos de color leonado se abrieron durante una fracción
de segundo cuándo le vio. Phelan no dio tiempo a los hombres
a decir nada más. Movió sus brazos hacia arriba y hacia
fuera entre los hombres cuando se interpuso entre ellos. Se detuvieron por
la sorpresa, y Phelan les dio un codazo en la cara al mismo tiempo. Los dos
hombres se golpearon al caer al suelo con un ruido sordo.
-“No pretenderás que te exprese mi agradecimiento por esto”, le dijo Aisley

descaradamente. Phelan abrió la boca para responder cuando un
movimiento detrás de ella le llamó la atención. -"Cuidado", dijo cuando un
hombre se lanzó sobre ella.
A pesar de su advertencia, Aisley no se movió lo suficientemente rápido y

el puño de la bestia le dio en la parte posterior de la cabeza, enviándola a la
lluvia y de rodillas frente a la acera.
Dentro de él, su dios, Zelfor, bramó por la batalla. Aunque lo que más
quería Phelan era pelear con esos desgraciados, tuvo que contener a su
dios, porque los humanos no sabían nada de los Guerreros.
En lugar de liberar a su dios, Phelan desprendió sus labios y

gruñó mientras avanzaba hacia el atacante de Aisley. Él echó hacia atrás el
puño para enviarle un puñetazo en la mandíbula y noquearle, cuando el
bruto sacó una pistola de su chaqueta.
Phelan gruñó cuando el impacto de la bala chocó contra su pecho. Miró

hacia abajo al agujero abierto en su chaqueta de cuero y luego hacia el
hombre.
-"Este era mi chaqueta favorita" gruñó Phelan.-” Qué demonios eres,

amigo?" Balbuceó el hombre antes de que él se volviera y corriera lejos.
Phelan miró a los dos hombres inconscientes antes de llegar a Aisley. Le
puso una mano en la parte posterior de la cabeza y con la otra la ayudó a
ponerse de pie. Tan pronto como Aisley se levantó se alejó de él.
¿Por qué no has hecho eso? Le preguntó Aisley.
Phelan frunció el ceño.- "De verdad quieres que te expliqué por
qué muchacha?
-"Sí," dijo ella con un movimiento de cabeza. Ella hizo una mueca y se
apoyó contra el escaparate de una tienda. -"Debes de estar tumbada. Deja
que te lleve a alguna parte. “dijo Phelan
Con su cara pálida, ella abrió los ojos para mirarle. Quería tocarla, pasar las
manos por su cara, sobre sus pómulos altos, y en sus labios plenos. Él
anhelaba abrazar su exuberante cuerpo contra el suyo, pero de alguna
manera se contuvo de hacerlo. En cambio, se dejó que su mirada se diera
un festín con su belleza.
Desde su cara ovalada y su pelo negro como la noche, hasta sus ojos
leonados coronados por unas cejas de color ébano arqueadas ligeramente
hacia arriba, pasando por nariz pequeña y una frente alta. A continuación se
detuvo en sus labios, llenos, completos, amplios, labios que estaban hechos
para el pecado.
Sus piernas eran largas, pero firmes y tenía unas curvas perfectas, curvas
que podían hacer pecar hasta a un santo.
No solo su cuerpo delicioso y su cara perfecta atraían a Phelan. Era su

magia, una magia que le atraía intensamente.
Ella le fascinaba, le intrigaba.
Una ceja negra de ella se levantó mientras le decía -"Tú no me llevas a

ninguna parte”
Si ella sólo supiera lo mucho que deseaba Phelan llevársela en ese mismo
momento.
Si él se lo dijera, se sonrojaría, ardería su piel, como estaba ardiendo la de

él? Él se moría por saberlo.
-"Si vas a matarme hazlo ahora “dijo Aisley sacándole de su ensoñación.
-“Matarte? Phelan dio un paso hacia atrás sin entender sus palabras.
¿Por qué tendrías que pensar eso de mí? Dijo Phelan, al menos…..que ella
supiera lo que era Phelan en realidad. –“¿Por qué crees que me gustaría
matarte? Le volvió a preguntar Phelan.
La duda brilló fugazmente en los ojos de Aisley cuando le respondió -“No es

por eso por lo que me está siguiendo”?
Belleza, comenzó Phelan, si me gustaría matarte, pero por lo que me hiciste

esa noche cuando te besé, o por lo que me haces cada vez que te veo bailar.
Ante esa respuesta Aisley frunció el ceño de su frente.
Mientras tanto Phelan ya estaba acortando la distancia que les separaba y

entonces él cubrió su boca con la suya. Phelan no pudo contener el
gemido cuando ella respondió a su beso. Ella abrió sus labios a los suyos, y
rápidamente él posó su lengua en el interior de ella.
El beso tendría que haber sido suave y sutil, pero el deseo le quemaba
demasiado dentro de él. La envolvió con sus brazos y trató de profundizar el
beso.
En ese mismo instante ella se escabulló de sus brazos. Phelan abrió los ojos
para encontrarse a sí mismo mirando su reflejo en el escaparate de
enfrente. Volvió la cabeza hacia el lado para mirar a Aisley. Nunca había
tenido que trabajar tan duro para besar a mujer antes.
¿Qué era lo que ella quería de él? Y lo más importante, ¿por qué se lo tenía
que poner tan difícil?
-“¿Por qué sigues huyendo de mí?” preguntó Phelan. Yo sé que te gustan

mis besos belleza, por la forma en que respondes”
Aisley cerró sus ojos. "Si tú realmente no estás aquí para matarme, por qué
no me dejas marchar. Phelan volvió para enfrentarse a ella. Él
tenía una difícil elección. Si quería ganar su confianza, tendría que dejarla ir.
Pero, ¿cómo podía él dejarla ir ahora que la tenía cerca de su alcance?
Con su velocidad de guerrero, él podría llevarla a cualquier hotel en cuestión

de minutos, desnudarla y meterla en su cama rápidamente.
Pero él sabía que no podía hacerle eso a nadie, especialmente a Aisley

cuándo él había estado tanto tiempo retenido contra su voluntad.
-“Yo no soy tu enemigo” le dijo finalmente.
-“Demuéstramelo, déjame ir”, dijo ella. Voy a seguirte, le contestó él."

Ella se encogió de hombros.
Phelan soltó una respiración y se trasladó a un lado para que ella pudiera
seguir de camino a su coche. "Voy a ganar tu confianza, belleza," le dijo
cuando ella pasó por delante él.
-"Lo dudo", ella respondió con un resoplido.
Phelan esperó hasta que ella llegar a su coche y se fuera antes de que
él cogiera su casco y se montara en su moto dispuesto a seguirla.
CAPITULO 4
Castillo de MacLeod
-"¿Cuánto tiempo más?" Arran preguntó a la habitación en general.
Lucan miró a su hermano mayor, Fallon, para encontrarlo mirando a la

chimenea apagada, vacía en el gran salón. "Aiden y Britt nos dirá cuando eso
esté listo."
-"Eso" era el suero que Britt había sintetizado a partir de su sangre. Lucan no
era el único incómodo teniendo a un mortal sin magia luchando en su batalla,
pero Britt no solo era un médico increíble, además había conseguido ganarse
el amor de su sobrino Aiden.
Como tío de Aiden, Lucan no podía estar más feliz. Él sabía lo mucho que a
su sobrino le había costado mantenerse a flote alrededor de su mundo
mágico. No le reprocharía a Quinn y Marcail que hicieran todo lo que hicieron
para proteger a su hijo. Lucan haría lo mismo si él y Cara se hubieran
atrevido a tener hijos.
Niños. Él dejó escapar un largo suspiro y desvió la mirada hacia su esposa.

Cara se sentó con algunos de los otros Druidas. Sus rizos castaños estaban
fuera de su cara recogidos en una cola de caballo. Sonrio cuando Danielle
dijo algo, pero la sonrisa no llegó a sus ojos.
Fue entonces cuando vio a Lucan. Estaba tan preocupado como los demás. La
mayor parte de la última la noche se habían sentado en la cama hablando de
suero de Britt y cómo podría ayudar a los guerreros en su próxima batalla.
-"¿Qué te tiene con el ceño fruncido?", Preguntó Quinn mientras se acercaba

a su lado.
Lucan se encogió de hombros antes de volverse a su hermano menor. “Le
mentí a Cara anoche. "
Las cejas oscuras de Quinn se levantaron en la alta frente, la sorpresa en sus

ojos verde pálido. " Es la primera vez” dijo Lucan. Cuál fue la mentira? "
-“Ella preguntó si la lucha terminaría de una vez por todas cuando

matáramos a Wallace. Le dije que sí que se acabaría”.
Quinn cruzó los brazos sobre su pecho, su pequeña sonrisa desapareciendo al

instante. “Le dije a esa misma mentira a Marcail varias noches atrás “.
-" Nos equivocamos al involucrarlas en esto, Quinn?”

"De pleno. Soy un bastardo egoísta sin embargo, yo no podría dejar a Marcail
fuera de mi vida. Pero ella hubiera estado mucho mejor si nunca se hubiese
casado conmigo” dijo sombríamente Quinn.
-" Ah, pero tú hubieras estado mejor sin ella? " le preguntó Lucan
Quinn había estado al borde de la autodestrucción. Sólo lo había superado

con el tacto suave y el amor de Marcail. Marcail le había dado una razón a
Quinn para seguir viviendo.
-“No", respondió sin vacilar Quinn. “Pero no solo yo, Lucan, miro a todos los
guerreros en el castillo y las mujeres que están de pie con ellos, y sé que
cada guerrero es mejor debido a sus mujeres “.
-“Mira a tu derecha hermano ¿Podemos honestamente decir lo mismo de los

druidas? "
Quinn se quedó en silencio un largo tiempo antes de que él negara con la

cabeza. -"No."
Lucan trató de imaginar la vida sin Cara a su lado en los últimos cuatro
siglos. Apenas se había mantenido vivo durante trescientos años antes que
ella llegara, y sólo porque tenía que mantener a sí mismo y sus hermanos
unidos.
Tiró de una larga trenza que le caía desde la sien. Cara fue la única luz en la
oscuridad que era su vida. Las constantes batallas con los drough habían
hecho mella en él.
Cara fue su razón para vivir a través de cada batalla. Sin ella... no habría
nada.
Pero, al igual que Quinn, había sido egoísta. Incluso descubriendo que Cara
era un druida y que estaba siendo perseguida por Deirdre no debería haberla
atado a él.
Había sido pura suerte que encontraran a Isla. Gracias a su potente magia el
castillo MacLeod había quedado blindado y oculto durante todos estos siglos
para el mundo, un escudo que impidió que los druidas mortales que
habitaban en su interior no envejecieran.
Cada vez que Cara dejaba el castillo ella ponía su vida en peligro. Pero esas
salidas eran necesarias para que Guerreros y Druidas por igual, pudieran
combatir a los drough.
-"He oído que todo el mundo que ha sido alcanzado por la magia de Wallace
en Edimburgo está curándose", dijo Lucan.
Quinn dijo, -"Aye. Todos nos alegramos de ello. Marcail estaba lista para ir a
Edimburgo con Sonya y tratar de curarlos”.
Wallace. ¿Por qué todo de lo que se hablaba en el castillo gira sobre ese
bastardo? Controlaba sus vivas sin el más mínimo esfuerzo.
-"Crees que Aiden y Britt permanecerán aquí una vez Britt haya terminado su
trabajo?", Preguntó Lucan para cambiar de tema.
Los labios de Quinn se curvaron hacia abajo en las esquinas. "Quería
preguntarlo, pero me rogó Marcail que no lo hiciera... Ella tiene miedo de la
respuesta”.
-"Britt será un objetivo cuando se vaya." "Es por eso que Aiden se irá con
ella."
-"Así que tú piensas que van a irse? “Preguntó Lucan.
-"Yo no lo sé", dijo Quinn después de dejar escapar un suspiro. -"Me sentiría
mejor si se quedaran, pero Britt tenía una vida antes de que Aiden entrara en
ella”.
Lucan dio un guiño a Fallon como él se unió a ellos. -"Aiden le explicó a Britt
en lo que se estaba metiendo.
Ella lo eligió. "
-"¿Ella?" Quinn preguntó con rabia. -"Aiden podría haber ido a otra persona”.
Fallon sonrio a Quinn. -"Ah, pero él es el hijo de su padre. Nunca he conocido

a un hombre tan terco como tú."
Quinn se acercó y golpeó Fallon en el hombro, la primera sonrisa real en días.

-"¿Obstinado? ¿Estamos hablando de ti?"
Lucan observaba el intercambio. Había habido un momento en que él nunca

pensó que sus hermanos serían capaces de hablarse el uno al otro de nuevo.
Míralos ahora.
Sus mujeres lo habían hecho.
-"¿De qué te estás riendo tú?", Preguntó Fallon. -"Eres igual de terco, Lucan.
Es rasgo un MacLeod"
Lucan gruñó. -“Ah, ya sé que soy obstinado. Yo soy el único que se atreve a
admitirlo ", después de eso las risas y las sonrisas desaparecieron.
Fallon se puso de espaldas a la gran sala y a los guerreros y druidas

dispersos por ella para hacer frente a sus hermanos. -"Alguna noticia de
Phelan o de Malcolm respecto de Wallace?" preguntó
-"Charon llamó y dijo que Phelan aún no había encontrado nada", respondió
Quinn.
Lucan levantó las manos. -"El único que es capaz de ponerse en contacto con
Malcolm es Larena. Pregunta a tu esposa si sabe algo de él”.
-"Lo hice," dijo Fallon entre dientes en voz baja. -"Ella dijo que le ha dejado
media docena de mensajes, pero que él no le había devuelto las llamadas”.
-"Tendremos noticias de él cuando encuentre a Wallace," Quinn señaló.
Lucan asintió. -"Cierto. Pero no soy feliz con sólo dos guerreros buscando”.
-"Ninguno de nosotros lo es," dijo Fallon.
Quinn se pasó una mano por la cara, mostrando su frustración. -"¿Qué se

puede esperar cuando le dijiste a tu mujer que no íbamos a ir en su busca?"
-"¿Yo?", Dijo Fallon con sorpresa. -"Me parece recordar que Marcail te llevó a
tu habitación para que le prometieras lo mismo”
Lucan sonrio mientras Quinn apartó la mirada con timidez. -"Todos tomamos
esa decisión".
-"Sí", dijo Quinn.
Fallon dio una sacudida de cabeza. -"No quiero ni imaginar lo que hubiera
pasado si les decimos que vamos en busca de Wallace y ellas nos dicen a su
vez que quieren ir también"
-"Podríamos escaparnos durante la noche", dijo Lucan.
Los tres hermanos se miraron cuando los planes comenzaron a formarse.
-"¿Crees que podríamos hacerlo sin que se den cuenta?", Preguntó Quinn.
Fallon dijo, -"No, pero si somos capaces de tele transportarnos dentro y fuera
nos ayudará."
-"Tendremos mucho por lo que pagar cuando volvamos a ellas," añadió

Lucan.
Quinn miró alrededor de la sala. -"Entonces solo iremos nosotros tres."
-"Como ya he dicho, mucho que pagar."
Fallon se rascó la barbilla con aire ausente. -"Estoy de acuerdo Quinn. Sólo
nosotros tres. Nos habremos ido y vuelto antes de que los demás lo sepan.
Podemos hacer búsquedas en lugares pequeños donde Malcolm y Phelan no
hayan ido".
-"Nos vamos esta noche", dijo Quinn.
Lucan apoyó un hombro contra la pared. -"Sobre la medianoche. Nos

reuniremos en la torre norte”.
-"Aunque esto a lo mejor no sirve de nada", advirtió Fallon. -"Wallace bien

puede estar realmente muerto."
-"Quiero ver su cuerpo", afirmó Quinn.
Lucan miró a Cara de nuevo. -"Estoy de acuerdo. Necesito ver su cuerpo para
creer que se ha ido de nuestras vidas para siempre. Sólo entonces voy a ser
capaz de respirar”.
-"Ya han pasado dos meses y nada. Si Wallace está vivo, se habría dado a
conocer ya" dijo Fallon.
-"Hubo un tiempo en que pensamos que Deirdre estaba muerta" dijo Lucan.
-"Eso no fue nada bueno para nosotros ya que ella fue capaz de utilizar su
magia para regenerar su cuerpo”.
Quinn se frotó los ojos con el pulgar y el índice. -"No me lo recuerdes.

Wallace fue inteligente.
Más inteligente que Deirdre o Declan. Él podría haber sido más arrogante,
puede que haya hecho planes para preparar su muerte prematura”.
-"Ah, pero él no contaba con tener que luchar contra el selmyr", dijo Fallon,
con los ojos brillantes al recordar la última batalla.
Lucan gruñó al pensar en los monstruos selmyr, criaturas malvadas que se

alimentaban de los seres mágicos, los druidas y los guerreros seguían siendo
sus comidas preferidas.
-"Hemos hecho algunos amigos poderosos", continuó Fallon. -"Sin la ayuda

de los Reyes Dragón, no hubiéramos podido luchar contra los selmyr y
Wallace”.
Quinn pasó de un pie al otro cuando Marcail se levantó de la mesa y se dirigió

hacia las escaleras.
-"Todo esto fue gracias a Charon. Por alguna razón los Reyes Dragón
quisieron ayudarlo”.
-"Raro”, ¿verdad?", Bromeó Lucan.
Quinn puso los ojos. -"Casi mato a Charon mientras estuvimos en la montaña
de Deirdre. Ahora estoy contento de haber escuchado a Marcail para que le
dejáramos que se uniera a nosotros”.
-"Charon ha demostrado ser una valioso Guerrero, incluso mucho antes de su

conexión con los Reyes Dragón", señaló Lucan.
Fallon no se apresuró para expresar su acuerdo. -"Qué pasa. Nada aunque

una vez nos defraudó".
-"¿Debemos decirle sobre nuestro plan acerca de nuestra próxima

búsqueda?" Quinn preguntó en voz baja.
Lucan frunció el ceño. -"No. No se lo diremos a nadie….aún".
-"De acuerdo," dijo Fallon.
Los tres terminaron su conversación de la búsqueda de Wallace cuando Aiden

llegó a la parte superior de la escalera. Se le veía necesitado de un buen
afeitado y una buena comida, pero la sonrisa en su cara lo decía todo.
-"Britt está cerca", dijo Aiden. -"Cerca muy cerca. Todavía faltaran un par de
días antes de que el suero esté listo para ponerlo a prueba”, concluyó Aiden.
Después de una ronda de aplausos y gritos de alegría, Aiden desapareció de

su vista.
-"Esta es una buena noticia", dijo Quinn.
La mirada de Fallon se fijó en su esposa, Larena. Ella era la única mujer

guerrera, y ella había estado muy cerca de la muerte cuando la sangre
Drough había sido puesta en sus heridas.
Sólo una gota de sangre Drough podría matar a un guerrero. Wallace de

alguna manera había logrado hacer un buen trabajo con la sangre drough, ya
que podía matar a un Guerrero muy rápidamente. Por supuesto las balas X90
recubiertas de sangre drough ayudaron.
En el pasado, la introducción de la sangre de un guerrero para contrarrestar

la sangre Drough era la manera de salvar a uno de los suyos cuando la
sangre drough entraba en el cuerpo de un guerrero. La lesión reciente de
Charon no había podido ser revertida tan fácilmente como antes. Ellos casi lo
habían perdido. Lucan rezó para que el suero de Britt funcionara. Era sólo
cuestión de tiempo antes de que uno de ellos volviera a tener sangre drough
en sus venas.
-"Esta noche," susurró Quinn, como si hubieran leído sus pensamientos.

Lucan y Fallon asintieron.
Esta noche comenzarían su caza. Los otros guerreros, druidas, y sus mujeres
estarían enojados con ellos, pero valdría soportar su furia si con ello pudieran
encontrar a Wallace.
Al menos sabrían algo. Si estaba muerto, podían concentrarse en encontrar el

hechizo para obligar a sus dioses a encerrarse para siempre y poder llevar
una vida normal.
Pero si Wallace estaba vivo... eso significaba otra batalla.
Lucan se quedó dónde estaba mientras Quinn y Fallon se alejaron. Lucan

miró por encima de la gran sala a los hombres y a las mujeres que se habían
convertido en su familia. Ellos podrían no estar unidos por la sangre, pero
eran una familia igualmente, aunque ellos ya habían perdido a un guerrero. A
Duncan, y él no estaba dispuesto a pasar por lo mismo de nuevo.
El corazón de Lucan soportaba una gran pena cada vez que pensaba en el
Guerrero. Y no podía mirar a Ian sin pensar en Duncan, ya que habían sido
gemelos.
Su inmortalidad les daba una ventaja, pero ya que se había demostrado, que
podrían ser asesinados.
Lucan no quería perder a nadie más de su familia. Y eso había estado a punto
de pasar con Charon y Larena. ¿Cuántas veces más les favorecería la suerte?
Lucan temía que su suerte se hubiera agotado.
CAPITULO 5
Eran poco más de la una cuando Aisley salió de la carretera para comer. Un
croissant y un café tomados con prisa fue lo último que tomó hacía ya horas.
La falta de alimentos, el estrés de su encuentro con Phelan y la preocupación

de que Jason podría estar vivo y a la vuelta de la esquina le provocaban
continuas migrañas.
Aisley abrió la puerta y parpadeó contra la cegadora luz del sol. Se puso sus
gafas de sol de nuevo y corrió hacia el pequeño restaurante.
Con una inclinación de cabeza al hombre detrás del mostrador, Aisley se

acercó a la barra y pidió un poco de pescado, patatas fritas y un refresco
antes de sentarse en una mesa en la esquina más alejada del bar.
Sus manos temblaban cuando ella buscó en su bolso un medicamento para la

migraña después de que la llevaron su bebida. En cualquier momento, su
cabeza iba a estallarle de dolor. Se metió la pastilla en la boca y tomó un
trago para bajar la comida.
No importaba lo mucho que lo intentara, no podía conseguir sacar a Phelan

de su mente. Él la dejó confusa, la hizo temblar pero la excitó también.
No le gustaba que le provocara todas esas cosas, pero lo hacía. Él era el

enemigo. Ella no debía desear su tacto. O más besos. Ella cerró los ojos y al
instante la imagen de Phelan llenó su mente. El pelo oscuro colgaba más allá
de sus hombros gruesos y rectos. Su cara de duras líneas y ángulos con una
mandíbula que parecía como si hubiera sido tallada en granito.
A pesar de la dureza de su rostro, sus labios gruesos podrían inclinarse en

una sonrisa devastadora que le enviaba todo tipo de emociones por su
cuerpo. Pero cuando sus ojos de color azul grisáceo se encontraban con los
de ella, era como si el mundo se desvaneciera y solo quedaran ellos. Ella sólo
lo veía a él, solo lo sentía a él….no a un guerrero.
Su cuerpo alto con esos músculos duros que se sentían tan bien contra el
suyo. El recuerdo de su beso fugaz, su calor, la forma en que quería envolver
sus brazos y piernas alrededor de él y cómo le salvó la vida, eran cosas que
venían a su mente cada vez que cerraba los ojos.
Incluso sabiendo que era más que probable que él estuviera allí para matarla,
ella no pudo resistir la tentación y el deseo que sintió. Él era la tentación y el
peligro, todo en un paquete delicioso.
No podía mirarle a los labios sin pensar en sus besos, en como anhela ser
besada de nuevo. Él era imposible de resistir. El hecho de que no querer
resistirse a él es lo que le estaba causando problemas.
Él no podría haber sido más tentador si hubiera estado desnudo en la cama y

cubierto de chocolate. Su encanto, sus ojos seductores, y su maldito cuerpo
la estaban volviendo loca.
Cómo deseaba poder ceder a su cuerpo tentador y sentir sus brazos. Su

descarada masculinidad, la sexualidad de su seducción, y esa constante
tentación rompían con cualquier intento de Aisley de mantenerlo alejada y
mantenerse alejada de él.
La comida llegó rápidamente, y ella no perdió tiempo en comer. La migraña

se había comenzado a desaparecer cuando ella terminó de comer.
Aisley se echó hacia atrás en su silla y cerró los ojos, sus gafas de sol aún
puestas. No importa cuánto lo habría intentado, pero no podía usar su magia
para detener las malditas migrañas. Jason le había dicho en numerosas
ocasiones que era porque ella era débil.
Ella no sabía por qué su magia no funciona de esa manera, sólo sabía que no
podía hacerlo. Ella no podía curarse cualquier cosa, incluso un pequeño corte.
Tal vez fuera el mal dentro de ella el que impedía tales cosas. Un druida con
magia curativa era raro, solo funcionaba con la magia pura. Y Aisley nunca
había sido pura en nada.
-"Ciertamente no ahora," murmuró para sí.
Por mucho que quería quedarse y relajarse, tenía que volver a la carretera.
No era una buena idea permanecer en un lugar demasiado tiempo cuando
ella estaba siendo perseguida.
Aisley sacó algo de dinero y lo dejó caer sobre la mesa al lado de la entrada
antes de que ella volviese a la suavidad de su coche nuevo. Ella dejó escapar
un largo suspiro cuando ella estuvo una vez más al volante.
El sueño era lo mejor para su migraña, pero no había tiempo para eso. Ella
sabía, sin lugar a dudas que Phelan la estaría buscando.
-"¿Por qué no me mató?", Se preguntó
No importaba cuántas veces había pensado en lo ocurrido en Glasgow,

todavía no podía comprender por qué no la había matado. Casi lo hizo
parecer como si estuviera ayudándola, y eso que ella incluso le dijo que la
matara. Otra pregunta a de la que no tenía respuesta.
Pero ¿realmente quería conocer las respuestas del guerrero de sonrisa

devastadora y ojos que parecían verla desnuda cada vez que la miraba?
Sí, que Dios la ayudara, ella quería saberlo todo y todo de él.
Era emocionante, peligroso, y la tentaba. Era una tentación que ella quería
probar. Justamente cuando pensaba en esa seducción tentadora Aisley
sacudió la cabeza. -"Él es un guerrero del castillo MacLeod. Se supone que
quiere matarme” se recordó a sí misma.
Aunque podía tener esa seducción una vez que se asegurara que Jason había
desaparecido para siempre. Arrancó el coche y volvió a la carretera. Aún le
quedaba un largo camino por recorrer.
Phelan observó a Aisley con el deseo apenas contenido detrás de un grupo de

árboles sentado encima de su moto. Él frunció el ceño cuándo ella mantuvo la
cabeza lejos del sol, como si sus gafas de sol no fueran suficiente para
protegerse los ojos.
También fue la forma en que sacudió sus hombros lo que le advirtió de que
algo estaba mal. Parecía cansada, y con cierto malestar. Eso fue lo único que
le impidió acercarse a ella otra vez. Su seducción tendría que esperar de
nuevo.
Maldita sea, acaso Aisley no se daba cuenta de lo irresistible y tentadora que

era? Phelan no podía entender la necesidad que tenía por tenerla en sus
brazos.
Phelan esperó a que ella estuviera al menos veinte minutos por delante de él
antes de seguirla de nuevo. Justo cuando comenzó a ponerse el casco, sonó
su móvil.
Lo sacó de su bolsillo y vio que era una llamada de Charon. -"¿Sí?" respondió
Phelan.
-"Quería decirte que el suero en el que está trabajando Britt, está casi listo
para ser probado”.
Phelan se alegró de la noticia, y aún más feliz de escuchar la nota de alivio

en la voz de su amigo.
-"Genial. ¿Cuánto estará totalmente listo? "
-"Aiden ha pedido un par de días más, pero podía escucharse la emoción en

la voz de Ian cuando él nos llamó." Dijo Charon.
-"Ahora puede ser un buen momento para que Fallon que os lleve de vuelta
al castillo.- “Dijo Phelan.
-"¿Por qué?", Preguntó con desconfianza Charon. -"¿Has encontrado algo de

Wallace?"
Phelan cerró brevemente los ojos, sabiendo que no estaba haciéndose a s

mismo ni a Charon ningún favor, siguiendo a Aisley en vez de a Wallace. Sin
embargo, Phelan se dijo a sí mismo que buscaría alguna pista de Wallace
mientras seguía a Aisley...
-"Ya te he dicho que no tenía nada. Supuse que querrías estar con los demás
en el castillo para celebrar las bunas noticias sobre el suero."
-"Voy a celebrar una vez finalice esta mierda." Hubo una pausa en la línea, al
tiempo que Charon emitió suspiro. -"Prefiero estar preparándome para una
batalla imposible de ganar antes que toda esta espera sin noticias” dijo
Charon con pesar.
-"Me gustaría tener buenas noticias, mi amigo."
-"Se supone que podrás encontrarlo." No era una pregunta.
Y Phelan no estaba por la labor de mentir, especialmente a Charon, que era

como un hermano para él. -"Sí, lo haré. Al igual que Deirdre resucitó, creo
que Wallace hará lo mismo si está muerto”.
-"No encontramos ningún cuerpo una vez finalizada la batalla," Charon

señaló.
-"Eso no significa nada y lo sabes. Es una cuestión de cuándo, cómo y

dónde".
-"Y cómo va a atacarnos."
-"Precisamente."
-"Él va a venir a por mí y a por Laura en primer lugar," dijo Charon.
Phelan deseó tener palabras para tranquilizar a su amigo, pero no lo hizo.

-"Si él es tan estúpido como para hacerlo por segunda vez, le estaremos”,
dijo Phelan. ¿Te sentirías mejor si yo estuviera en Ferness para ayudarte a
proteger a Laura? "
-"Sí, pero debes de estar fuera de aquí. Fallon saltó a Isla, Reagan, y Marcail
aquí unos días. Ponen escudos de protección alrededor del edificio y del
pueblo que nos avisan si un drough se acerca por el pueblo”.
-"Eso te dará tiempo para sacar de ahí a Laura y mantenerla a distancia.

“Dijo Phelan.
-"Al igual que hice la última vez? Todos sabemos lo bien que fue. Estuvo a
punto de morir”.
Phelan no sabía cómo responder a eso, que era lo que normalmente ocurría
cuando veía u oía algo sobre Isla. Él debió perderse demasiado tiempo en sus
pensamientos porque Charon comenzó a maldecir.
-"Lo siento. No debería decir el nombre de Isla”.
Phelan se encogió de hombros a pesar de que Charon no podía verlo. -"No

pasa nada. Está bien."
-"No, no lo está, y eso es lo que me preocupa. Después de todo este tiempo,

deberías haberla perdonado."
-"Estoy tratando de hacerlo." Y de verdad que estaba tratando de perdonarla

aunque quizá no tanto como debiera.
-"Deirdre nos tenía a todos nosotros, de alguna manera o de alguna forma.
Ya sabes lo que me hizo a mí y lo que le hizo a Isla. Isla explicó por qué ella
te engañó cuando eras un muchacho para que dejaras a tu familia y te fueras
con ella”.
-"Lo sé", dijo Phelan con dureza. Dio un puñetazo en el muslo. -"Aún no
puedo hablar de ello sin perder los estribos, Charon”.
-"De eso se trata, amigo. Tú nunca hablas de ello y deberías hacerlo”.
-"Es mejor así. Isla se encuentra en el castillo, y yo estoy aquí. Las pocas
veces que tengo que verla es cuando vamos a la batalla. Eso es algo que
puedo manejar bien”.
Hubo otra pausa en el extremo de la línea de Charon. "Ella es una buena

persona. Ella sufrió mucho por todo lo que nos hizo. Trate de recordarlo”.
-"Si, yo lo hago, además Hayden está ahí para protegerla de mí." Charon se
rio, pero Phelan no había estado bromeando. Lo único que le impedía atacar
a Isla era su marido.
-"Parece que tenemos que tener esa charla una vez más sobre las diferencias
entre Mies y drough" dijo Charon.
-"No hay necesidad. Conozco la diferencia”.
-"Entonces debes saber que Isla no es sólo un Drough." Atrás quedó el tono
provocador de Charon. Se había convertido en duro como el acero.
Esto era algo nuevo. Siempre antes Charon había sentido lo mismo que
Phelan respecto al Castillo MacLeod y los que estaban dentro de sus paredes.
¿Qué había cambiado?
-"Se sometió a la ceremonia Drough. Eso la hace una Drough ", argumentó
Phelan.
-"Hay mucho más en su historia que eso y sabes que estoy en lo correcto”.
-"Lo que sé es que mato droughs." Dijo Phelan.
Charon dio una risa irónica a través del teléfono. -“ Cuidado Phelan ya sabes
que Hayden los caza terminó casándose con uno de ellos por amor ".
-"Pero yo no lo haré. Y Hayden nunca debería haber dejado su caza. Son los
drough los que nos mantienen en batalla constante. Si quieres la paz para tu
vida con Laura, mi hermano, tendrás que seguir cazando y matando droughs
“dijo Phelan.
Phelan puso fin a la llamada antes de que pudiera responder Charon. No era
como Charon a la hora de defender a Isla o a los que estaban en el castillo.
¿Era eso lo que significaba caer en el amor? Que iba a cambiar
repentinamente sus puntos de vista sobre ¿todo?
-"No" nunca ", Phelan murmuró mientras se puso el casco y arrancó la

Ducati.
Esperó que dos coches pasaran antes de retirarse de la posición que tenía
entre los árboles y volver a la carretera.
No importó cuántas millas pasó bajo sus neumáticos, la conversación con

Charon seguía presente en él. Le irritaba que Charon de pronto estuviera
defendiendo a Isla.
Isla había tenido una elección. Ella decidió coger a un pequeño muchacho,
llevarle lejos de su familia para ser encerrado en una prisión húmeda fría
durante años. Encadenado, solo y asustado. No hubo perdón para Isla. Ni
ahora ni nunca. Isla trató de redimirse cuando ella le abrió de las cadenas
mágicas que lo ataban a Cairn Toul montaña. Debería haberla matado
entonces, pero sus heridas había sido lo suficientemente graves que como se
había pensó que iba a morir por su cuenta. Pero no lo había hecho. De alguna
manera sobrevivió y terminó en el Castillo MacLeod
Ni el perdón, ni la retribución nunca llegarían.
Esa horrible sensación de ser traicionado le quedó para siempre. No había

sido más que un pequeño muchacho, pero incluso entonces se dio cuenta de
lo que le ocurrió. No había perdón por parte de él para cualquier persona que
lo hubiera engañado.
No era como si quisiera matar a la gente, pero él estaría luchando hasta que
el último drough desapareciera de la tierra. Los druidas parecían estar
desapareciendo, sin embargo, siempre había una lista Drough para hacerse
cargo del mundo.
Phelan se negó a que Isla siguiera en sus pensamientos más tiempo. La

empujó de su mente y siguió a Aisley varias horas más. Phelan se aseguró de
mantenerse lo suficientemente lejos para que Aisley no se diera cuenta que
la estaba siguiendo una vez más. No se sorprendió cuando ella se detuvo en
una pequeña ciudad sobre las seis para comer de nuevo. Una vez más Phelan
encontró un lugar para mantenerse fuera de su vista.
Mientras que ella pidió, que hizo una búsqueda rápida de la ciudad para
comprobar si había otros druidas, especialmente drough. No se sorprendió al
saber que la magia de Aisley era lo único que sentía.
Ella tenía su comida en el momento en giró de nuevo su moto Él comenzó a

preocuparse cuando la vio tomarse una pastilla, y luego protegerse los ojos
de la luz de la lámpara que estaba encima de ella.
No importaba lo que dijera, Phelan no iba a dejarla otra noche sin dormir.
Cruzó la calle hasta el pequeño hotel y reservó una habitación.
Aisley no estaba segura de que su comida se quedara en su estómago. La

migraña no había amainado. Ella tomó otra pastilla y rezó para que esta sí la
calmase el dolor de cabeza.
Ella siguió mirando a la señal del hotel con luz intermitente de libre desde la
ventana del restaurante. Por muy tentador que fuera, ella iba a dormir
durante unas horas en su coche, y luego volvería a la carretera.
Suficiente tiempo había perdido conduciendo por Escocia para reunir el dinero
que necesitaba para hacerla escapar de Jason. No podía explicarlo, pero
sentía como si su tiempo acabase. Si eso significa que era su vida, o el
momento de salir de Escocia, que no estaba segura. Y realmente no quería
saber.
Aisley comió la mayor cantidad de sopa y sándwich que pudo antes de que
pagar y salir del restaurante. El aire fresco de la noche se sentía bien en su
carne caliente.
Anduvo solo dos pasos cuando el mundo comenzó a inclinarse. Aisley se

agarró al lado del edificio más cercano para mantenerse en pie. Después de
varias respiraciones profundas, el mareo continuó hasta que supo que estaba
a punto de caer al suelo.
Justo antes que ella cayera, unos fuertes brazos pasaron alrededor de ella, y
una voz, suave, atractiva, y en conjunto demasiada peligrosa, susurró su
nombre.
-"Te tengo", dijo Phelan.
Aisley quería exigir que la dejara en el suelo, pero el mundo por fin dejó de
girar. Ella se pegó a sus hombros musculosos y apoyó la cabeza contra él.
Debería ser un pecado para que alguien ser tan guapo y encantador como
Phelan. Ella no tenía defensa contra él, pero en el fondo de su mente, ella
admitió que ella no quería tenerla.
Él era el pecado y la seducción, el sexo y la persuasión. Había sido

perfectamente formado para hacer que una mujer perdiera el sentido por el
deseo. Él era salvaje e indomable, al igual que su tierra, lo que mando un
hilo de peligro a sus sentidos.
No entró en su mente para empujarlo lejos. Independientemente de si le

gustaba como si no, lo necesitaba esa noche.
-"Vas a dormir un poco, belleza. Me darás las gracias mañana " dijo Charon.
Sus párpados se cerraron incluso antes de que ella le respondiera –“NO”.
CAPITULO 6
Phelan supo que algo estaba mal en cuanto vio la cara de Aisley. Ella estaba
demasiado pálida, con los hombros en alto en señal de dolor. Él la alcanzó en
tres pasos cuando la vio agarrarse al edificio. Escuchar a su instinto estuvo
bien, porque de lo contrario no habría podido llegar a ella antes de que
cayera. Entró con Aisley al hotel, miró al recepcionista que le estaba a su vez
mirando con los ojos muy abiertos y pasó junto a él a las escaleras. Una
urgencia dentro de él lo empujaba a meter a Aisley dentro de la habitación,
pero tuvo cuidado de no despertarla ella, lo que significaba ir más lento. Miró
hacia abajo para ver los ojos cerrados de Aisley. Su frente seguía arrugada
en un pequeño ceño. Phelan entró dentro de la habitación y rápidamente la
tumbó en la cama. Después de quitarle los zapatos y cubrirla con una manta,
tomó su bolso y buscó las medicinas que él sabía que ella guardaba dentro.
Él no reconoció el nombre de la medicación, pero con una rápida buscar en

Internet desde su teléfono, descubrió que era para tratar las migrañas.
-"Maldita sea," susurró y devolvió las píldoras a su bolso. Phelan no sabía
nada de las migrañas. Acercó una silla junto a la cama y se limitó a mirar a
Aisley. El constante aumento y la caída de su pecho le hizo saber que estaba
durmiendo profundamente. Él debía alejarse de ella, salir de esa habitación,
pero se dio cuenta que no podía. Phelan apartó suavemente de su cara,
varios mechones de su pelo. Su piel dorada era tan suave como el visón, y no
importa cuánto lo intentara, no podía dejar de tocarla. Phelan pasó un dedo
por la frente para suavizar las líneas que aún seguían allí. Aisley suspiró en
su sueño y volvió la cabeza hacia él. Se humedeció los labios, la necesidad de
tenerla en sus brazos y el sabor dulce de su boca de nuevo eran muy difícil
de soportar.
El control sobre su dios y sus impulsos había sido algo que Phelan aprendió
rápidamente. Él detuvo su deseo. Apenas.
Su pene le dolía por estar dentro de Aisley, oírla gritar su nombre mientras la
llenaba una y otra vez.
Y no importaba el tiempo que le tomara, él sabía que la tendría en su cama.
Phelan enrolló un mechón de sus cabellos de medianoche alrededor de su
dedo. “¿Hasta cuándo voy a tener que perseguirte belleza?"
Mientras la observaba dormir, hizo otra búsqueda en su teléfono y se informó

sobre las migrañas. Para cuando terminó de leer el cuarto sitio web, tenía el
ceño fruncido. No tenía idea de por qué la dejaban tan débil. ¿Era sensible a
la luz o al sonido? Él recordó la forma en que se había puesto sus gafas de
sol en el restaurante durante el almuerzo y decidió que debía ser bastante
sensible a la luz.
Phelan se levantó y corrió a cerrar las cortinas para bloquear cualquier luz
que pudiera filtrarse desde el exterior.
No se molestó en dejar encendida ninguna lámpara, con su visión mejorada

podía ver tan claramente en la oscuridad como en la luz.
Él volvió a sentarse al lado de la cama y dejó que su magia se pusiera sobre

él. No era tan limpia... ... como cuando sentía la magia mie. Era casi como si
la magia de Aisley tuviera una gota de emoción, un punzón de actitud, una
pizca de encanto, y un cubo lleno de seducción.
Era una mezcla que nunca se había encontrado, y cuanto más estaba a su
alrededor, más la deseaba.
Phelan comprendió muy bien que estaba pisando un terreno peligroso.

Durante la primera semana que la persiguió, se dijo que era porque ella era
la única mujer que no había caído fácilmente en su cama.
Ahora, él estaba seguro de que era mucho más que eso. Aisley le encantó, lo
cautivó como nadie lo había hecho en los largos años de su vida.
Eso en sí mismo debería bastar para hacerle correr en sentido contrario. Él

era un vagabundo, un vagabundo. La vida le convenía.
Cuanto más pensaba en Aisley y sus sentimientos confusos, más se
inquietaba Phelan. El silencio de la habitación era total, pero no sirvió de
nada.
Él debía alejarse, irse y nunca mirar hacia atrás. Charon contaba con él.
Wallace tenía que ser encontrado y Aisley era una distracción que no
necesitaba.
Finalmente se dirigió hacia el pasillo y sacó su móvil. Se quedó mirando la

pantalla preguntando si debía decir a Charon debía sobre Aisley. Charon fue
siempre la voz de la razón. Si hay alguien que sabía lo que debía hacer, era
el hombre al que llamaba hermano.
Su dedo se movía sobre el número de Charon, pero no pudo marcarlo. En el

último segundo eligió otro número. Aunque Phelan nunca había llamado a
Malcolm, él había oído cómo los demás le llamaban y nunca respondía. Por lo
tanto, la sorpresa de Phelan cuando Malcolm respondió a la segunda llamada
fue absoluta.
-"¿Le encontraste?", Preguntó Malcolm.
Phelan aplastó sus labios. -"Bueno, hola a ti también."
-"¿Y bien?" Malcolm repitió con voz plana.
-"Si lo hubiera hecho, ¿crees que estaría tan tranquilo? “Dijo Phelan.
Hubo una ligera vacilación antes de que Malcolm dijo: -"No".
-"¿Dónde estás?"
-"Estoy en el norte cerca de Wick."
Phelan apoyó la cabeza contra la pared. -"Estoy al sur de Glasgow y no he

sentido nada de Wallace”.
-"Ni yo tampoco. Los MacLeod se unirán en la búsqueda pronto”.
Los ojos de los Phelan se abrieron de golpe. -"Todos los guerreros?"
-"No. Sólo los hermanos”.
-"¿Cómo sabes esto?" pregunto Phelan
El sonido de una risa hueca llegó filtrada a través del teléfono. -"Porque
conozco a Fallon. Él no puede quedarse encerrado por mucho tiempo,
independientemente de lo que Larena le diga”.
-"Podríamos utilizar esa ayuda adicional".
-"Sí. Voy a volver mañana por la mansión de Wallace y ver lo que encuentro
allí”.
-"Esa es una buena idea", dijo Phelan. -"¿Qué sabes de los socios de
Wallace?"
-"Los otros drough? No hay 'mucho con excepción de que los pocos que
sobrevivieron se dispersaron ".
Eso es interesante. -"¿Cuántos sobrevivieron?"
-"Tal vez dos. Con ganas de encontrarlos? "
-"Estoy pensando que podría ser un buen comienzo si Wallace no aparece."
Malcolm gruñó. -"Todo el mundo asume que murió en la explosión."
-"Tú estabas ahí. Tú sabes lo poderoso que era”. Dijo Phelan.
-"Yo también sabía que había magia potente que estaba siendo utilizada por
Wallace y los otros druidas. Esa magia le pudo enviar a cualquier lado”.
Phelan se pasó una mano por el pelo y suspiró. -"Lo que significa que podría
estar en el futuro?"
-"O en el pasado, o flotando en otra realidad." Terminó Malcolm
-"Maldita sea. Podríamos estar buscando el resto de nuestras vidas”.
Malcolm dejó escapar un suspiro a través del teléfono. -"Wallace esperó un

año para poner todo en orden antes de atacarnos. Si le damos esa clase de
tiempo de nuevo, es posible que no podamos ganar".
-"Creo que todos nos hemos dado cuenta de eso. Déjame ver lo que
encuentro mañana en la Mansión Wallace”.
-"¿Quién es ella?", Preguntó Malcolm.
Phelan hizo una pausa. -"¿Quien?"
-"La mujer que tiene dado la vuelta."
Phelan se rió suavemente. -"No hay ninguna mujer."
-"Siempre hay una mujer contigo, pero más que eso, porqué me has
llamado, Phelan."
-"Te llamaba por Wallace."
-"No hay ninguna razón para mentir."
-"Tu poder se supone que es EL rayo, no 'saber si alguien está mintiendo a

través del teléfono" Phelan dijo con los dientes apretados, preguntándose si
era tan fácil de leer como Malcolm lo estaba haciendo ahora.
El sonido de un coche que pasaba llegó a través del teléfono antes de que
Malcolm dijera: "Está en su voz. Tú pareces preocupado”.
-"Es una mujer. La quiero." Dijo finalmente Phelan
-"Pues consíguela como lo hacen todos los demás."
-"No es 'tan simple. Ella no quiera nada conmigo. -"Phelan podría haber
jurado que escuchó a Malcolm reír, pero el sonido de otro coche ahogó esa
posible risa.
-"No soy el indicado para hablar de esto. Además de ti, yo soy el único que
no tiene compañera”.
-"Yo no quiero que los demás lo sepan."
-"Ellos no lo sabrán por mí", prometió Malcolm. "Te haré saber lo que
encuentro de mañana."
El teléfono se cortó. Phelan negó con la cabeza mientras se guardó el

teléfono. ¿Por qué había Malcolm respondido a su llamada cuando él no
respondía a los demás? Fue porque eran los dos últimos Guerreros solteros?
-"Parece que vamos a estar vinculados mucho tiempo, porque no tengo

ningún interés en atarme a una mujer," Phelan dijo cuándo se volvió y entró
en la habitación del hotel de nuevo.
Aisley seguía durmiendo. Le tomó diez minutos para decidir si Phelan la

ayudaba. No podía soportar verla con dolor, y saber que la mañana podría no
aliviar su malestar solidificó su decisión.
Volvió el brazo para mirar las venas en la parte interior de su muñeca. Su

sangre hacía cosas increíbles.
Era capaz de curar cualquier cosa. La única cosa que no podía hacer era traer
a alguien de entre los muertos.
Ni una sola vez se había puesto en duda lo que podía curar su sangre hasta
que Charon había sido golpeado con las Balas X90 y la sangre Drough que
consumieron su cuerpo. No importa cuántas veces utilizó Phelan su sangre en
las heridas, no sirvió para nada.
Al menos Phelan ahora sabía que era algo que Wallace hizo con la sangre
Drough, pero no lo hizo más fácil de soportar saber que ni siquiera él podría
haber salvado a su amigo.
Phelan sostuvo su muñeca izquierda sobre la boca de Aisley y dejó que sus
garras se alargaran en su mano derecha. Como en una película, se cortó la
muñeca y dejó tres gotas de sangre caer en los labios de Aisley y en su boca.
Ella estaría curada cuando despertara. Y él se habría ido de largo.
Fue su decisión, pero no pudo hacer que sus piernas se movieran. Si

solamente se sentaba con él y hablara de porqué creía ella que él iba a
matarla….
Y por qué ella no quería nada con él.
Eso no ocurriría hasta que se ganara su confianza. No importa lo que tuviera

que hacer, Phelan sabía que él tenía que estar fuera de la habitación en el
momento en Aisley despertara.
Que fue condenado inconveniente. La Necesidad lo llenó, haciendo que su

miembro palpitara. Él flexionó sus manos, imaginándolas recorriendo su piel
y ahuecando sus pechos. Phelan se levantó con un gruñido. Tenía que salir
ahora. O luego no podría hacerlo.
CAPÍTULO 7
Aisley abrió lentamente los ojos esperando sentir el dolor de cabeza
punzante, residual que siempre seguía a una de sus migrañas. En cambio, no
había nada.
Se sentía fresca y revitalizada. Sus ojos ya no se sentían como si arena

hubiese sido derramada en ellos.
Un buen descanso era realmente necesario.
Los acontecimientos de la noche anterior destellaron en su mente mientras se

sentaba lentamente. Phelan había estado allí. La había levantado en sus
brazos. La había llevado al hotel? Era la única explicación que podía tener
sentido.
-"Bueno, diablos," murmuró.
Ella ya lo encontró ocupando sus pensamientos demasiado. Ahora

simplemente estaba en deuda con él, pero porqué había hecho una cosa
agradable. No quería darle las gracias.
-"Acaba de jugar con mi cabeza", se dijo a sí misma mientras se quitó la

manta y sacó las piernas sobre el lado de la cama.
Fue entonces cuando vio a sus cosas y el bolso. Aisley dejó caer su cabeza
entre sus manos. ¿Cómo podría ella continuar odiando a un tipo que había
cuidado de ella?
-"Estoy jodida, eso es."
Hubo un suave golpe en la puerta, lo que hizo subir su cabeza hacia arriba.
Aisley recogió su magia y se acercó a la puerta. Miró a través de la mirilla
para ver a un hombre joven que sostenía una bandeja llena de comida.
Llamó de nuevo, y esta vez dijo: -"El servicio de habitaciones."
Aisley abrió la puerta para ver a un adolescente pelirrojo con acné darle una
sonrisa brillante. -"Él dijo que esperara hasta las ocho y luego viniera a ver si
estabas despierta”.
-"¿Ocho? Las ocho de la mañana? “, Preguntó con incredulidad. Ella debería

haber estado hace horas en la carretera
-"Sí, señorita. ¿Dónde debo poner esto? "
Aisley se hizo a un lado para que entrara. -"El hombre era alto, de pelo largo
y oscuro?”
El muchacho se enderezó para sujetar bien la bandeja y sonrió. -“Ese es él,

señorita. Es un buen hombre. Quería que me asegurara de que nada la
despertara a Tú antes de tiempo. " .
-"Formidable. Eso lo describe bien “, dijo con el ceño fruncido.
Aisley agarró un par de billetes de una libra y se los dio al chico antes de irse.
Luego miró en la bandeja de comida.
-“Me apostaría quinientas libras a que si le dejo me alimenta ", dijo mientras
miraba toda la comida de la bandeja.
El olor y su estómago gruñendo fueron demasiado. Ella agarró un plato lleno

de salchichas, huevos, y tostadas antes de verter una taza de café y zumo de
naranja.
Hacía bastante tiempo desde que Aisley había comido tanto en una sola
sesión. Su cuerpo exigía más, y antes de que se diera cuenta, se había
comido casi todo lo que Phelan ordenó.
Había dos pasteles y un croissant a la izquierda, los cuales Aisley envolvió en

una servilleta y metió en su bolso para comer durante el viaje.
Una mirada al reloj mostraba que eran las nueve menos cuarto. Con una
maldición, se precipitó hacia el cuarto de baño y rápidamente se duchó.
Cuando salió y se paró frente al espejo no reconocía a la mujer que estaba
mirándola.
Aisley pasó los dedos por el pelo mojado, desenredando los nudos y
alejándolos de la cara. Dónde estaba la mujer que se reía de todo y que
pensaba que era capaz de comerse el mundo?
Era increíble cómo la vida podría ir a buen ritmo, y luego fácilmente cambiar
para mal en menos de un latido de corazón. Ella podría no haber sido
perfecta, pero ella era una buena persona.
Todavía no sabía por qué Dios la había escogido para castigarla. Desde
entonces, a ella no le importaba si vivía o moría. Ella hacía alarde de sí
misma frente a la muerte todos los días después de eso, esperando que su
vida terminaría el tormento cesara.
No había muerto como quería, pero Jason la había encontrado.
Aisley pasó un dedo por las arrugas en la esquina de sus ojos. Eran tenues,
muy pequeñas, pero hacía un año no habían estado allí
A los veintinueve años Aisley esperaba que su vida fuera muy diferente.
Fueron todas esas decisiones equivocadas que tomó y de las que su madre le
había advertido.
Aisley se apartó del espejo y se vistió con un par de pantalones de color

caqui estrechos, camisa de color negro, y una par se sandalias de cuñas
negras. A continuación, tiró su ropa sucia en su bolsa. Después de pasar el
peine a través su pelo, agarró sus cosas y salió del hotel.
Miró alrededor de la pequeña ciudad en busca de Phelan. Él estaba allí, ella lo

sabía, aunque no podía verlo. Aisley echó la bolsa en la parte posterior de su
Fiat y entró.
-" Aiiiisssssleeeeeyyyy!”
Ella cerró los ojos mientras su corazón latía en su pecho. Unos cuantos
segundos pasaron hasta que la voz desapareció de su cabeza y, Aisley puso
en marcha el coche y subió la radio a todo volumen.
La frontera con Inglaterra estaba sólo a unas pocas horas de distancia. Ella
llegaría y dejaría Escocia y los malos recuerdos atrás para siempre.
La euforia de Phelan al ver el buen paso de Aisley desapareció cuando vio
como agarró fuertemente el volante, como si su vida dependiera de ello.
Justo cuando estaba pensando acercarse a ella, arrancó el coche y se
marchó.
-“Maldita mujer. Si ella hubiera dejado que la ayudara ", murmuró mientras
se ponía el casco.
Comenzó a conducir la Ducati, pero no la siguió inmediatamente. Durante la

noche había tomado la decisión de dejarla ir y buscar a Wallace.
Sin embargo, se quedó allí sólo verla una vez más. Eso era todo lo que iba a
hacer para asegurarse de que se estaba sintiendo mejor. Aunque un buen
aspecto no sería suficiente.
A él le gustaba ayudarla, y quería hacerlo de nuevo. Si ella lo dejaba, aunque

sabía que no lo haría.
Eso necesidad de ayudarla era lo que tiraba de él hacia afuera y hacía ella
una vez más.
No pasó mucho tiempo para darse cuenta Phelan de que Aisley estaba
saliendo de Escocía. Y rápido. Ella se había detenido una sola vez para echar
gasolina.
Cuando se acercaron a Dumfries, Phelan estaba tratando de pensar una
manera de mantenerla en Escocia. No podía seguirla a Inglaterra, no
importaba lo mucho que la quería.
Su deber era ayudar a sus hermanos y los druidas en la localización de

Wallace. Tenía mucho tiempo para continuar su conversación con Malcolm.
Había una posibilidad de que Wallace hubiera sido arrojado a través del
tiempo a algún lugar, pero Phelan no estaba tan seguro de ello. El viaje en el
tiempo no sucedía por accidente. Era hecho con poderosa magia y diciendo
claramente hacía donde quieres ir.
La última batalla se había desarrollado dejando a Wallace solo y a punto de

ser atacado por el selmyr. Phelan no se imaginan al bastardo teniendo el
tiempo suficiente para usar el hechizo para atravesar el tiempo.
En el momento en que llegaron a Dumfries, Phelan sabía que tenía que hacer
algo. Aceleró la Ducati pasando a tres coches, cuando la sensación enfermiza
de la magia Drough impactó en él, robándole el aliento con su poder.
Phelan frenó para empujar la moto fuera de la carretera. Mientras lo hacía,

oyó el chirrido de los frenos y el crujido de metales cuando varios vehículos
chocaron unos contra otros.
-"Aisley," murmuró alrededor de la sensación empalagosa de la magia negra.

Se quitó el casco y puso el pie de apoyo hacia abajo al mismo tiempo antes
de saltar de su moto y corrió hacia el coche de Aisley. Fue la sensación de la
magia Drough la que le hizo moverse con rapidez. Eso y su preocupación de
que Aisley hubiera sido herida.
Phelan tomó nota de cómo ella perdió el control del Fiat y se quedó quieta en
medio de la carretera para que el coche que chocó contra ella la golpeara
desde el lado del pasajero. Se fijó que el daño causado era mínimo, teniendo
en cuenta el choque.
Se inclinó para mirar dentro. -"Aisley."
Tenía un susto de muerte en el cuerpo, agarrada fuertemente al volante, el

pecho agitado y los ojos muy abiertos.
Pero no había signo de sangre. "Aisley?" Volvió a llamarla. Cuando no
respondió, se precipitó hacia el lado del conductor y abrió la puerta.
-"Háblame ahora o voy a besarte aquí mismo ", le dijo Phelan agitadamente.
-"Necesito irme." Le contestó ella.
- "Entonces te irás, pero no estás en condiciones de conducir." Ella sacudió la

cabeza violentamente.
-"No iré contigo. Estás aquí para matarme”.
Phelan apretó la mandíbula con frustración. -"¿Cuántas veces tengo que

decírtelo? Si quisiera matarte, ya estarías muerta. Ahora, hay una Drough
cerca ".
-"Lo sé."
Eso le hizo fruncir el ceño a Phelan. -"¿Lo sabes? Solamente los guerreros
pueden sentir la magia, muchacha”.
Ella lo empujó fuera del camino y empezó a correr por la carretera. Phelan
sólo podía mirarla fijamente, preguntándose si había oído bien cuando ella
murmuró las palabras:- "Él ha venido por mí", mientras se alejaba más allá
de él. Phelan la vio correr tan rápido como podía con sus zapatos.
Miró a su alrededor al caos provocado por el accidente y rápidamente empujó

el coche de Aisley fuera de la carretera. Vio la bolsa en el interior del coche y
tomó una decisión rápida. Agarró la bolsa y corrió de vuelta a su moto.
Después de que él ató la bolsa en la parte posterior de su moto, se puso el
casco y maniobró su moto a través de los coches y comenzó a perseguirla.
Él deslizó la Ducati parando en frente de ella y se quitó el casco que le

entregó a ella. -"Poételo Ahora." Le ordenó Phelan.
-"No quiero tu ayuda."
-"Mentirosa." Siguió con el casco extendidos, esperando esperanzado que ella

lo cogiera.
Phelan nunca permitió que una mujer en apuros se fuera sin haberle ofrecido
su ayuda. Desde luego, no iba a dejar que la primera fuera Aisley y si ella se
negaba y tenía que hacerlo la ataría a su moto.
Se quedó mirando el casco un segundo antes de que ella hiciera lo que le

ordenó.
-"Tienes que confiar en mí, Aisley," le dijo.
-"Si fueras inteligente dejarías que me fuera." Dijo Aisley
-"Si yo fuera inteligente, probablemente lo haría," replicó. -"Pero no lo haré,

belleza."
Unos pocos segundos pasaron antes de que ella echó la pierna por encima de
la moto y echó los brazos alrededor de él. Phelan se alejó como las sirenas
sonaran detrás de él.
Él los llevó al pueblo más cercano donde escondió su moto en un callejón y

se dirigió con Aisley a una cafetería. Ellos se sentaron en una mesa en la
parte de atrás con él cara a la puerta.
Por la mirada en la cara de Aisley ella todavía estaba en estado de shock. Y él

necesitaba llamar a Malcolm. "Pídeme alguna cosa. Ahora vuelvo”.
Él salió del restaurante y se quedó alrededor de la esquina para que pudiera
ver Aisley a través de la ventana.
Luego cogió su móvil y llamó a Malcolm.
-"Dos llamadas en menos de doce horas", dijo Malcolm a modo de respuesta.

-"¿Qué ha pasado?"
-"Es Wallace. Él está de vuelta."
-"¿Estás seguro?"
-"Sí. Sentí su magia. Era poderosa, Malcolm. Muy poderosa”.
Hubo una serie de maldiciones antes de que Malcolm preguntara, "más

poderosa de lo que era antes?"
-"Eso creo."
-"Voy a dejar que los demás lo sepan."
-"Y yo voy a llamar a Charon", dijo Phelan.
Terminó la llamada e inhaló profundamente. Justo cuando pensaba que

Wallace podría haber desaparecido para siempre…el debería haberlo sabido
mejor.
Phelan llamó a Charon, quien respondió a la primera llamada. -"Phelan."
-"Está de vuelta", dijo Phelan y brevemente cerró los ojos.
-"Infierno sangriento. ¿Dónde estás?"
-"Un largo camino desde Ferness. Estoy cerca de la frontera con Inglaterra”.
-"¿Qué está haciendo Wallace ahí?", Preguntó Charon.
Phelan oyó la preocupación en su voz y sabía que Charon ya estaba pensando

en maneras de llevar a Laura al Castillo de MacLeod sin demora. -"Yo no lo
sé. Yo no lo veo, sólo siento su magia ", dijo Phelan.
-"¿Vas en busca de él?"
-"No. Tengo un druida conmigo”.
-"¿Qué?" Charon gritó. "¿Cuando pasó esto?"
-"He sabido de ella durante unos meses. He estado manteniendo un ojo en

ella”.
-"¿Está Wallace detrás de ella?"
Phelan podía oír a Charon tamborileando los dedos sobre el escritorio a

través del teléfono. -"Tal vez, pero no estoy seguro'
Por supuesto."
-"Llévala al castillo."
-"Me tomo que no va a ser tan fácil. Ella sabe que yo soy un guerrero, y ella
piensa que estoy tratando de matarla”.
Charon gruñó en respuesta. "Obviamente ella es una mie o ya han intentado

matarla, o tal vez ella fue llevada a creer que los guerreros son malos”.
-"Probablemente. Voy a hacer todo lo posible para llevarla con los MacLeod,
pero en este momento mi preocupación es mantenerla lejos de Wallace”.
-"Buena suerte con eso. ¿Has llamado el castillo? "
-"Malcolm lo hará," dijo Phelan. "Yo lo llamé. Está llamando para que los
demás lo sepan".
-"Bien, bien. Llámame en cuanto sepas algo. Tú no querrás que yo vaya a

buscar tu feo culo” dijo Charon
Phelan sonrió. -"Nunca me encontrarías."
-"Pruébame", dijo Charon, la sonrisa en su voz.
A pesar de sus burlas, Phelan sabía cuán preocupado estaba Charon.

Mientras se desconecta la llamada, Phelan entró en la cafetería y fue a la
mesa de Aisley.
-"No parecen muy profundas esas heridas ", dijo Phelan. -"¿Te lastimaste en
el accidente?"
Ella sacudió la cabeza y se quedó mirando el vaso de agua delante de ella.

-"¿Había alguien más herido?"
-"Cortes y raspaduras menores, muchacha. No pienses en eso ahora”.
-"¿Cuánto tiempo hace que llevas vivo?", Preguntó ella, levantando su mirada
de color leonado a la suya.
La pregunta directa le tomó por sorpresa por un momento. "Nunca nadie me

ha hecho esa pregunta, aunque nadie fuera de mi pequeño círculo lo sabe”.
-"No es una pregunta difícil."
-"No, no es difícil '. Más de quinientos cincuenta”.
-Ella dejó escapar un largo suspiro. "En todo este tiempo que has caminado
por la tierra, has conseguido que la vida sea más fácil?"
La estudió, preguntándose si ella necesitaba oír la verdad o si debería
moderar su respuesta. En sus ojos vio el dolor, la miseria y la depresión de
su alma profunda.
Algo había sucedido en su corta vida, y Phelan se encontró queriendo

consolarla, para prestar prestarle su hombro para que llorara.
-"La verdad," ella dijo como si supiera que él estaba debatiendo su

respuesta.
-"Hay tramos donde las cosas son fáciles y agradables, casi pacífica. Luego
están los tiempos donde todo va mal y todo el mundo se vuelve contra ti”.
-"Por lo tanto, no. La vida no es más fácil”.
-"No, belleza. La vida es tan puta como es el karma. Sólo los fuertes, los que
son tú pueden sobrevivir”.
Miró hacia abajo en la mesa. -"No voy a sobrevivir, Phelan. Simplemente

estoy existiendo. Y estoy cansada de eso”.
CAPÍTULO 8
Él no tenía idea de dónde estaba, sólo que tenía que volver. Hubo momentos
en que perdió la cuenta de exactamente donde estaba, pero luego era capaz
de recordar.
Sus recuerdos le llevaban a una persona “Aisley”. Ella le entregó. Ella lo dejó
morir solo. Y ella tendría que pagar por ello con su vida, lenta y
dolorosamente.
Cuanto más tiempo se aferraba a sus recuerdos más fuertes eran y él se

hacía más fuerte con ellos. Al principio fue muy difícil. No sabía cuánto
tiempo había pasado, pero él se hacía más fuerte.
Sólo sería cuestión de tiempo volver de nuevo a la tierra, y su venganza

contra Aisley y los del Castillo de MacLeod sería rápida.
Ellos nunca le verían venir, no le esperarían hasta que fue demasiado tarde.
Castillo de MacLeod
-"¿Ha encontrado Phelan a Jason o no?", Preguntó Gwynn desde su asiento

en la mesa larga del gran salón.
Logan se frotó la parte posterior de su cuello y miró al otro lado de la mesa a

su mujer mientras buscaba una manera diferente de responder a la pregunta
que le había formulado Gwynn ya tres veces en los últimos diez minutos.
-"Como le dijo a Charon," Arran habló en el silencio, "Phelan sintió la magia

de Wallace, pero no le pudo ver"
Sonya empujó sus rizos rojos detrás de las orejas. -"Entonces, ¿por qué no
estaba mirando?"
-"Él tiene un druida con él", Broc explicó a su esposa.
Logan intercambió una mirada con Galen, que estaba sentado junto a él. -"El
punto es que Wallace no ha muerto como nosotros esperábamos”.
-"Él crédulo Logan." La voz de Fallon resonó a través de la sala. Se apartó de

la chimenea y cruzó los brazos sobre el pecho. "Hasta que no vea a Wallace,
me aferraré a ese pequeño hilo de esperanza de pensar que está muerto."
Unas pestañas negras gruesas bajaron sobre los ojos de plata cuando
Ramsey frunció el ceño. "¿Me estás diciendo que no crees lo que sintió
Phelan? Todos sabemos cómo se siente la Magia drough. No lo olvides”.
-"Eso no es lo que mi hermano ha querido decir", dijo Quinn.
Logan se puso de pie y miró alrededor de la sala. -"Podríamos discutir esto

durante décadas. El simple hecho es que necesitaremos prepararnos en caso
de que Wallace vuelva”.
-"Sí", dijo Hayden con un movimiento de cabeza. -"Porque si Wallace está de

vuelta, él va a querer venganza."
Isla entrelazó sus dedos con los de Hayden y sonrió. -"Es mejor prevenir, mi
amor. Estoy de acuerdo."
Larena puso los ojos azules llenos de humo y miró a su marido mientras se
sentaba en el escalón inferior de las escaleras.
-"¿Y nosotros seguiremos buscando el hechizo para obligar a nuestros dioses,

Fallon?"
-"Eso queda en espera", dijo Lucan antes de que Fallon contestara.
-"Mi vida ha sido puesto en espera", argumentó Larena con rabia. "He estado
esperando siglos para tener una familia. Tenemos ahora la oportunidad de
encontrar esta Evangeline Walker y ver si ella sabe acerca del collar."
La Dr. Veronica MacCarrick, o Ronnie para sus amigos, se levantó de su

asiento en la mesa y se dirigió a Larena. -"No he sido parte del castillo tanto
tiempo, pero entiendo que desees formar una familia."
Larena sonrió con tristeza. -"No tienes ni idea, Ronnie. Ninguno en absoluto."
-"Pero... si nos centramos en encontrar el hechizo de obligar a los dioses,

cómo vamos a luchar contra Wallace?"
Larena levantó una ceja rubia. -"Nos gustaría, obviamente, esperar hasta que
sea derrotado."
Logan hizo una mueca por el tono duro de la voz de Larena. No era propio de
ella, pero, de nuevo, la cepa de las constantes batallas y su necesidad de una
familia estaban cobrando su peaje.
-"¿Y si hay otro Drough para ocupar el lugar de Wallace?", Preguntó Camdyn.
-"Sucede cada vez que los matamos. ¿Qué hacemos entonces si nuestros
dioses están obligados? "
-"Me importa un bledo lo que haces con ellos!" Gritó Larena cuando ella se
puso de pie.
El silencio que siguió fue ensordecedor.
Fallon se acercó a Larena y la tomó en sus brazos. Sus lágrimas silenciosas

desgarraron a todos.
-"Ella no ha querido decir eso", dijo Fallon.
Cara asintió al lado de Lucan. -"Sabemos. Por mucho que a todos nos
gustaría ser normales, no lo somos”.
Tara dio un resoplido impropio de una dama junto a Ramsey. -"No, no

somos normales. Nosotros, los druidas tenemos la magia que nos diferencia
de los demás. Ya sea que crecimos sabiendo de nuestra magia o no, nunca
fuimos normales."
Ramsey se inclinó y le dio un beso rápido. "Ah, pero me gusta que seas tan
diferente. Nunca deseé que fueran normal, le dijo Ramsey con un guiño de
sus ojos.
-"Pero lo serás si tu dios está atado?", Preguntó Reagan. Miró a Galen y

frunció el ceño.
-"¿De Verdad? Con su Dios unido, ya no tendría que ser inmortal o tener
sentidos mejorados. No más oír al dios dentro de ti o ser capaz de llamar a tu
dios. Cada uno de vosotros sería una persona normal” ¿Cómo podemos,
como druidas entonces, encajar en sus vidas? "
-"Muy fácil", respondió Galen. "Yo no me enamoré de tu magia. Me enamoré

de ti."
Saffron cruzó las manos encima de la mesa. -"¿Alguno de vosotros recordáis

lo que erais antes de ser guerreros?”
-"Donde quieres ir a parar Azafrán?" Camdyn le preguntó.
-"Respóndeme", instó Azafrán
Quinn hizo un ligero movimiento de cabeza. -"Mis recuerdos de la vida

anterior a ser guerrero están ahí, pero yo recuerdo mucho de ellos."
-"Los recuerdos no son los mismos que vivirlos, sentirlos," dijo Danielle.
Ian tiró más cerca Dani. -"¿Qué significa eso?"
-"Significa", dijo Isla, -"que cada uno de Túes sentirán cosas de maneras
diferentes cuando los dioses estén obligados. Vuestros dioses no sólo os dan
sentidos mejorados, impulsan también vuestros sentimientos”.
Hayden se encogió de hombros. -"Tal vez, pero sé que nunca cambiará mi

amor por ti."
Marcail frotó su dedo a lo largo del torque que Quinn tenía alrededor de su
cuello. -"Aunque tú no quieras, las cosas cambiarán, por mucho que
esperemos que no lo hagan”
Los labios de Quinn se estrecharon por un momento. -"Crees que deberíamos

permanecer siempre como guerreros? Deseas continuar viviendo en el castillo
rodeados por el escudo de la Isla? ¿Qué hay de tener más hijos? "
La mirada de Logan estaba en Gwynn, esperando para ver su reacción a la

pregunta de Quinn. Gwynn llegó sobre la mesa y tomó su mano.
-"¿Quieres que me quede como un guerrero?" le preguntó a Gwynn
Gwynn se encogió de hombros. -"Quiero estar contigo, donde quiera que eso
nos lleve. No hay duda de que todos Túes como guerreros son necesarios,
Logan, pero como ha indicado Camdyn, siempre existirá un mal que
necesitará ser eliminado. ¿Quién va a hacer eso? Los Reyes Dragón?
"Respondió su esposa
Arran golpeó un dedo sobre la mesa cuidadosamente. -"Por mucho que esté
disfrutando de esta conversación, es inútil incluso mantenerla. No tenemos ni
hemos encontrado el collar que alberga el hechizo”.
-"Puede que nunca podamos encontrar el hechizo," dijo Broc.
Larena levantó la cabeza del hombro de Fallon y se secó los ojos. -"Lo siento
por... bueno, todo. Lo que hay que hacer es prepararse para Wallace”.
-"No hay necesidad de disculparse," dijo Cara. -"Hemos luchado contra el mal
durante más de cuatro siglos. Está permitido irritarse”.
Tara rió. -"La palabra correcta es encabronarse. Y sí, se nos permite”.
Hubo un coro de risas, pero Logan sólo tenía ojos para Gwynn. Le frotó el
pulgar sobre el dorso de la mano. Ella, Tara, azafrán, Dani, y Ronnie eran
bastante nuevas en el castillo, pero eso no las hacía menos conscientes de lo
que sus vidas eran.
Lo mismo podría decirse de Laura, aunque ella y Charon decidieron quedarse

en Ferness en lugar de ir al castillo.
-"Podemos tener hijos," Gwynn susurró por lo que la conversación era sólo
entre ellos, mientras los otros hablaban alrededor de ellos.
Logan sonrió. -"Podemos, amor. ¿Quieres pasar la eternidad en el castillo? "
-"¿Quién sabe lo que los próximos cien años traerán? Vivamos un día cada
vez. Como ya te he dicho infinidad de veces, siempre y cuando esté contigo,
puedo hacer frente a cualquier cosa”.
"Y las batallas?"
Ella arrugó la cara. -"Siempre me preocuparé ti cuando estés en la batalla,

pero eres un guerrero y a lo mejor pronto está el nuevo suero de Britt.
Vamos a salir de cualquier cosa”.
-"Lo que no puedo es perder, Gwynn. "Dijo amorosamente Logan a su mujer.

-"Y no lo harás."
Logan tragó saliva y echó un vistazo a la mesa. "Wallace fue detrás de Laura
para capturarle. No quiero un infierno para ti así ni para las otras druidas”.
-"¿Olvidas que Laura fue capaz de evitarlo, y si ella no hubiera sido capaz de
hacerlo, Charon lo habría conseguido? No me cabe duda de que tú también
vendrías a por mí”.
-"Me pasearé por el infierno mismo para encontrarte."
Logan nunca había pensado que se sentiría tan fuertemente unido con nadie.
Gwynn con su sonrisa como respuesta lo llenaba con paz y felicidad. Ella
había cambiado su vida. No había nada que no hiciera por ella.
-"Somos más fuertes juntos." La voz de Fallon llegó a través de la sala.

-"Recordad eso. Wallace tratará de dividirnos”.
La mente de Logan comenzó a girar con el modo en que podrían proteger el

castillo. -"Él va a venir aquí."
-"Y me aseguraré de que no haya un lugar en la tierra MacLeod que toque
sin que yo no lo sepa," Isla afirmó.
Fallon asintió. -"Bueno. El castillo en sí se ha salvado muchas veces con la

protección, pero vamos a confiar en que lo haga de nuevo”.
-"De inmediato," dijo Reagan.
Quinn miró a Ian. -"Tenemos que traer a Charon y Laura aquí rápidamente."
-"No nos podemos olvidar de Phelan y su druida, "Ramsey dijo.
Fallon señaló a Ian. -"Llama a Charon. Haz lo que sea necesario para que
vengan aquí y si él y Laura no quieren venir iré yo mismo a por ellos”.
Ian sonrió irónicamente. -"Tú no conoces a Charon en absoluto si piensas que

puedes hacer eso. Él protege Ferness, como tú nos proteges a nosotros aquí.
Charon permanecerá en Ferness para asegurarse que ninguno de la ciudad se
vea perjudicado porque él no quiere luchar allí con Wallace”.
-"Tiene razón", dijo Dani. "Tenemos que informar a Charon y dejar que él y
Laura tomen sus propias decisiones”.
Tara levantó la mano en el aire. -"Laura todavía está aprendiendo su magia,

así que tal vez algunos de nosotros deberíamos ir allí y fortalecer los hechizos
en Ferness de nuevo”.
-"Estoy de acuerdo", dijo Cara. "Necesitamos establecer las alarmas y los

hechizos de protección. Hay demasiados inocentes allí para nosotros no
hagamos algo”.
Larena se aclaró la garganta y deslizó sus manos en los bolsillos traseros de

los pantalones vaqueros. -"Voy a dejar que Malcolm conozca el plan y ver lo
que quiere hacer”.
-"¿Qué hay de Phelan y su druida?", Preguntó Arran.
Logan atrapó la mirada de Fallon. -"Charon probablemente debería hablar

con él, pero Charon está ocupado con sus propia problemas. Voy a darle una
oportunidad de hablar con Phelan”.
-"Buena suerte con eso," dijo Camdyn con sarcasmo.
Logan ignoró a Camdyn. Phelan no era el guerrero más agradable, pero de

nuevo, pocos habían tenido una vida como Phelan. Logan miró y vio a Isla
susurrándole algo al oído a Hayden
Isla quería el perdón de Phelan porqué la vida de Phelan habían sido horrible
por su culpa. Logan no estaba tan seguro de que Isla pudiera conseguirlo
alguna vez. En los cuatrocientos años desde que Isla le había liberado de
Cairn Toul Montaña, Phelan no había querido ser parte del castillo o de su
pequeña familia.
-"¿Qué estás pensando?", Preguntó Gwynn.
Logan miró a los ojos violetas increíbles de su esposa y sonrió. “Phelan tiene
un druida con él. " -“Ah, piensas que podría haber encontrado a su
compañera. "
-"Es posible. Nos ha sucedido a cada uno de nosotros”.
-“¿Sabe Charon cuánto tiempo Phelan había estado con el druida? "
Logan sacudió la cabeza. -“Tampoco Phelan comparte su nombre. Está siendo

muy misterioso”.
-“Debido a Phelan la quiere para sí mismo, " dijo Gwynn con una sonrisa
maliciosa.
-“Como yo te quiero a ti" dijo Logan
Gwynn rió mientras Fallon les había dicho que iniciaran los preparativos.
Logan la vio salir con los otros Druidas a preparar los hechizos. Ya estaba
contando las horas que faltaban para tenerla de nuevo en su cama.
CAPITULO 9
Phelan observó Aisley comer su sándwich. No había tenido respuesta a la
declaración que ella hizo, y dudada que ahora la tuviera.
-"Si se pudiera hacer algo, ¿Qué sería?", Preguntó Phelan.
Ella levantó la mirada hacia él y se limitó a mirar. -"¿Qué?"
-"Es una pregunta simple," dijo con un encogimiento de hombros indiferente.

-"O tienes demasiado miedo para contestarla".
-"No tengo miedo."
Phelan sonrió por dentro. Era tan fácil de irritarla. No quería regocijarse en
ello, pero cualquier cosa era mejor que la melancolía de la que él había sido
testigo.
-"Y bien", le dijo Phelan mientras seguía sentado.
Se humedeció los labios y miró por encima del hombro, una mirada lejana se
posó en sus ojos. Sus ojos medianoche cerrados llenaban la mitad de su
rostro, pero donde quiera que hubiera ido parecía hacerla feliz como así lo
demostraba la pequeña curva de sus labios enfilada hacia arriba.
-"Siempre quise ser bailarina. Mi madre me apuntó a clases cuando tenía seis
años. Siempre ha habido algo con la música que me permite expresarme
como ninguna otra cosa lo hace ", le dijo Aisley.
Phelan pudo escuchar el anhelo en su voz, y un lugar en su pecho comenzó a

doler por ella. "Por qué no continuaste con el baile? Te he visto. Te sientes
viva con la música”.
Ella parpadeó y se concentró de nuevo en él. La pequeña sonrisa se
desvaneció. "Pensé que quería algo más."
-"¿Qué? “Preguntó Phelan.
-“Eres ciertamente agresivo, " ella respondió con irritación y alcanzó su

refresco.
Phelan se removió en su asiento. -"Tengo curiosidad sobre ti. Más aún porque
parece como si tu vida hubiera sido un baile. ¿Qué cambió?"
-“Un chico " dijo. La sonrisa forzada que siguió fue tan hueca como sus ojos.
-"Yo estaba enamorada, ya ves. Hacía lo que quería”.
-"¿Por qué hacías eso?"
-"Buena pregunta. Una de las preguntas favoritas de mis padres”.
-" Hubo una respuesta?”
Ella sacudió su cabeza. "Yo sabía que yo me preocupaba más por él, que lo
que él se preocupaba por mí, pero yo estaba segura que eso era el amor.
Cuando mis padres no nos dejaron estar juntos, me dijo que deberíamos vivir
juntos. Y lo hicimos”.
-"¿Cómo fue eso?" "Fue todo lo que pensé que sería aparte del deteriorado
lugar que fuimos capaces de pagar”.
Eso duró unos cinco meses. Entonces empezó a usar el dinero que se suponía
estaba destinado al alquiler y a la comida, en alcohol y en tabaco”.
Phelan lentamente se echó hacia atrás en su silla. Tenía la sensación de que

la historia iba a terminar muy mal.
Aisley arrancó un pedazo de pavo de su sándwich y se lo metió en la boca.
-"Habíamos recibido aviso del propietario de que desalojáramos el piso al
menos que le pagásemos los cuatro meses atrasados de alquiler que
debíamos. Él me prometió que tendría el dinero esa noche cuando llegara a
casa del trabajo”.
Varios minutos pasaron antes de que Aisley levantara la mirada hacia él.
-"Salvo que nunca llegó a casa."
Phelan quería encontrar el tipo que le había hecho esto a ella y darle una
buena tunda de golpes. Por segunda vez Phelan preguntó. -"¿Qué pasó?"
-"El dueño me echó. Apenas tuve tiempo suficiente para recoger mi ropa
antes de que me echara a la calle. Con otro lugar a donde ir, me fui a casa.
Mis padres me dieron la bienvenida por un tiempo”.
-"Durante un tiempo?", Repitió Phelan con el ceño fruncido. "¿Qué quieres

decir?"
Aisley frotó uno de sus ojos. -"Significa que me fui de nuevo."
-"¿Te echaron?"
-"No importa", respondió crípticamente.
Phelan sabía que había más en la historia. A Phelan le sorprendió tanto que
Aisley le estuviera contando todo, tanto como a la propia Aisley.
Aunque no le dijera nada más. Todavía….
-"¿Dónde conseguiste comida una vez que te fuiste?"
Aisley se removió inquieta en su silla y miró a su alrededor como si estuviera

notando por primera vez donde estaba. "Necesito mi coche. “Dijo Aisley.
-"Estoy seguro de que ha sido remolcado. Tú no estabas en condiciones de
conducir, y yo no podía dejarte ahí."
Ella se apartó el pelo de la cara. -"He estado aquí mucho tiempo. Necesito
irme."
-"¿De qué estás huyendo?", Preguntó Phelan. -"Y sé que no es de mí”.

Aisley se negó a responder. Ella había dejado de lado más de la historia,
estaba seguro. Lo que sucedió en su vida fue tan malo que la envió a la
carrera?
-"Puedo protegerte," se oyó decirle.

Phelan no estaba seguro de lo que había querido decir, pero parecía decirlo
en serio. Además, así se mantendría Aisley con él. Estaba seguro de que si
parpadeaba, ella desaparecería.
-"Tú?", Se preguntó con incredulidad. "Tú me protegerás?"
Apoyó los antebrazos en la mesa y sonrió. -"Eres un Druida, Aisley, destinada

a ser protegida a toda costa. Hay tan pocos druidas ahora”.
-"Tú no me estarías diciendo esto si realmente me conocieras. “Dijo Aisley.
-"¿Quieres decir si supiera el resto de la historia que no me has contado?",

Preguntó. Cuando ella asintió, dio un fuerte resoplido. -"Muchacha, dame un
poco de crédito. Veo la hermosa mujer que eres, por dentro y por fuera.
Además, yo conozco el mal. He luchado en numerosas ocasiones, y tú no
eres mala", terminó diciendo Phelan.
Si tú supieras, pensó Aisley
Aisley no dijo las palabras en voz alta. Estaba siendo una cobarde, lo sabía.
Lo correcto sería decirle a Phelan exactamente quién era ella. La mataría,
pero sería una muerte rápida.
Jason la arrastraría durante días o semanas antes de permitir que la muerte
la reclamara antes que él la matara.
Ella abrió la boca para decirle que era una Drough cuando recordó que ella no
lo podría hacer hasta que estuviera segura de que Jason se había ido para
siempre. Si ella tuviera el valor. Phelan empujó la silla hacia atrás y se
levantó. Él le tendió una mano después de lanzar algo de dinero para pagar
la comida.
Aisley miró de su mano extendida a la cara.
-"Te he dado mi palabra de que voy a protegerte. No debes tenerme miedo ",
dijo Phelan.
Pero lo hizo. No sólo porque era el enemigo, sino a causa de la atracción.

Aisley dio la bienvenida a los recuerdos del pasado, ya que le habían
permitido olvidar la necesidad de sentir el tacto de Phelan.
Pero eso sólo duró un momento. Él quería que ella volviera a la moto con él,
envolver sus brazos alrededor de ella y no sentir el músculo duro bajo sus
vaqueros.
Imposible.
-"Aisley", dijo con el ceño fruncido.
Yo no sé de lo que tú estás corriendo, pero nada te hará daño mientras yo

esté cerca,” dijo Phelan
Era una proposición demasiado tentadora como para dejarla pasar. Phelan la
protegería de Jason. También estaría cerca del cuerpo asombroso de Phelan,
de sus ojos penetrantes, y su lengua encantadora
¿Cuánto tiempo podría resistirse contra el deseo? ¿Cuánto tiempo podría
fingir que su cuerpo no le dolía por su toque, que sus labios no anhelan
saborear sus besos de nuevo? Se preguntó Aisley.
Ella puso su mano en la suya, sabiendo que era un error. Era una injusticia
lo que le estaba ofreciendo. Ella lo sabía y aun así lo hizo. Porque estaba
cansada de correr.
Aisley dejó que tirara de ella, con una sonrisa libertina haciendo que su
corazón dejara de latir. Se dio la vuelta a tiempo para ver a una camarera
deslizar un pedazo de papel en su bolsillo delantero mientras le guiñaba un
ojo.
-"Demasiado mujeriego, ¿verdad?", Dijo mientras se alejaba.
Su risa profunda la siguió fuera donde lo vio discretamente tirar el número a

un cubo de la basura. -"Me gustan las mujeres. No lo niego. Siempre tengo.
No veo ninguna razón para herir sus sentimientos sin embargo”.
Aisley no quería que le gustara más de lo que ya le gustaba, pero maldición,

era difícil. La había ayudado numerosas veces, y ahora le ofrecía su
protección.
Ella no había mentido anteriormente sin embargo. Estaba cansada de existir.

El día en el que su bebé murió fue el día en que dejó de vivir.
Y ahora era el momento de dejar de existir también. Después de que ella se

hiciera cargo de una última cosa: Jason Wallace.
Iba con Phelan por una noche de felicidad, una noche llena de placer. Luego
lo diría lo que ella era. Él se enfurecería de tal manera que la mataría
inmediatamente. Tendría que hablar con rapidez para convencerlo de que
esperara hasta que se enfrentara a Jason.
El infierno le esperaba, pero Jason no sería capaz de tocarla.
-“¿Qué pasa? ", Preguntó Phelan mientras permanecían al lado de su moto.
Aisley se puso su casco. "¿Me puedes ocultar por un día?” "Te puedo ocultar
por más tiempo que eso. " "Sólo un día", dijo. "Eso es todo lo que necesito."
Los penetrantes ojos azul grisáceo de Phelan se clavaron en ella. Estaba

buscando la verdad, pero la conseguiría pronto. Hasta entonces, sus secretos
eran suyos.
-" Crees que un día será suficiente para que puedas deshacerte de todo ese
dolor? Dijo Phelan.
-“Aisley miró el camino hacia el sur, donde ella debería estar ahora camino
de Inglaterra... “Nunca seré libre de él. Sólo hay una manera de salir para mí
“.
-"¿Y esa manera es? Pregunto Phelan.
-"La Muerte”, respondió ella
Phelan la agarró por los hombros y la hizo mirarlo. "¿Has perdido la cabeza,
belleza? Siempre hay otra repuesta antes que la muerte. ".
-"¿Está aquí? ¿Tienes secretos tan malos que no quieres compartirlos con
nadie más? "
Él se echó hacia atrás y dejó caer las manos. "¿Eso es lo que tienes?
¿Misterios?"
-"Quiero mi vida de antes. Me encantaba tanto como... "Se interrumpió justo

antes de que ella le dijera lo mucho quería sus besos.
Ahora no era el momento. Pero pronto, muy pronto.
-"¿Qué se te antoja?"
Su profunda voz era suave, suave. La necesidad de él le producía picor en la
piel y le hacía hervir la sangre. Él podía seducirla con su voz.
No era necesario. Ella había sido seducida la primera vez que se besaron. Oh,
ella había tratado de negarlo, pero no había necesidad de mentirse a sí
misma nunca más.
Ella quería a Phelan. Tenía hambres de su cuerpo, de su tacto, el anhelo de

tenerlo contra ella.
Cerró el espacio que los separaba y llevó las manos a la cara. Aisley contuvo
la respiración, a la espera de que la tocara. En cambio, se puso el casco y se
apartó.
-“¿Vienes?” preguntó Phelan con un brillo en los ojos después de que él se

subió a la moto.
Quería gritar de frustración. Su cuerpo vibraba de necesidad. Una necesidad

que sólo Phelan podía aplacar.
Aisley dejó escapar un suspiro y se puso detrás de él. Ella sintió el ruido
constante de su corazón cuando ella puso sus brazos heridos alrededor de él.
A pesar de sí misma, ella no pudo detener la sonrisa cuando él lanzó una risa
cuando salió a toda velocidad.
El viento sopló su cabello largo y oscuro de su cara. Miró alrededor de su

hombro para ver la sonrisa satisfecha en su rostro mientras corría por el
camino.
Si ella lo deseaba, Phelan anhelado por la emoción del viento en la cara y la

próxima conquista en su cama. Ella debería estar ofendida, pero en su lugar
se encontró con que lo admiraba.
Deirdre le había tomado y puesto en libertad a su dios. Él podría haber
aceptado y convertirse en el mal, pero Phelan perseveró y ganó el control
sobre su dios.
Eso es lo que le hacía diferente de Jason. Los Guerreros podrían haber

tomado el mundo. En su lugar, se estaban defendiendo.
Phelan abrazaba cada día, vivía la vida al máximo mientras se ocultaba en

sus recuerdos y el dolor. Era una lástima que ella no le hubiera conocido
antes de que Jason Wallace hubiera venido por ella.
Tal vez entonces ella habría sido lo suficientemente fuerte como para decirle
a Jason carretera y manta.
Por otra parte, Jason nunca obtenía un no por respuesta.
CAPITULO 10
Phelan salió de la carretera pavimentada a una carretera secundaria.

Mantuvo la velocidad baja sobre todo porque le gustaba bastante la forma en
que los brazos de Aisley lo abrazaron.
La primera vez que tomó un giro y flexionó sus manos contra su estómago,
sabía que no era el adicto a la adrenalina que había sido antes.
Con su cuerpo aplastado contra su espalda, Phelan sólo podía pensar nada
más que en despojarla de su ropa y tocar cada pulgada de su preciosa piel.
Él sabía que tenía un cuerpo sorprendente, ropa ajustada revelaba una gran
cantidad de él mientras bailaba, pero deseaba verla desnuda. Su piel color
moka rogaba ser acariciada.
Phelan desaceleró la Ducati cuando se acercó al lago. Incluso sobre el motor

de la moto oyó la inhalación brusca de Aisley cuando ella alcanzó a ver el
agua.
Se detuvo y apagó el motor, simplemente mirando a la vista que lo había

sorprendido desde el primer momento en que la vio cuatro siglos antes y
cada vez que la visitaba desde entonces.
Por el rabillo del ojo, vio que Aisley se quitaba casco y pasaba una mano por
la medianoche de su cabello. Tenía los labios ligeramente abiertos, y sus ojos
lo contemplaban todo.
Él no pudo contener la sonrisa. Era una vista magnífica con los árboles que
rodean el lago y las montañas que se elevan en la distancia.
-"Creo que podría estar aquí y ver esto para siempre," susurró Aisley.
Phelan sonrió. -"Sí. Eso es lo que sentí cuando vi por primera vez este lugar”.
-"¿Dónde estamos?"
-"En mi hogar." Respondió Phelan.
Ella levantó una ceja negra. "¿Tu hogar?"
-"Sí ", respondió con una sonrisa. " ¿Creías que un Guerrero no podía tener
hogar? "
Aisley se encogió de hombros, pero ella se apartó a toda prisa, haciendo a

Phelan fruncir el ceño. Casi había dicho algo, pero no quiso empujarla.
-“¿Es aquí donde creciste? ", Preguntó Aisley.
Phelan puso una mano en el manillar y trató de tirar de cualquier recuerdo

que tenía de sus padres.
-“No", respondió finalmente.
-"Es hermoso y tranquilo. Muy tranquilo”.
-“Un buen lugar para escapar por un tiempo. "
Ella cortó sus ojos hacia él. “¿Eso es lo que haces cuando vienes aquí?
¿Escapar?"
-“Oh, sí. Nadie sabe de este lugar. Nadie."
-“¿Confías en tan poca gente? "
Analizó sus palabras, preguntándose por qué nunca se lo había contado a

Charon. -"Nunca nadie preguntó, y yo nunca di voluntariamente la
información”.
-"Tu propio paraíso privado. Estoy celosa."
-"Es tu refugio privado también."
Sus ojos de color leonado se volvieron hacia él. Vio incertidumbre y temor en
su mirada. Ella había dicho que no confiaba, pero ella no era la única que no
confiaba en nadie. Aisley tenía secretos en abundancia, y le preocupaba que
no tuviera tiempo suficiente para que ella los compartiera todos.
Debido a que tenía una clara sensación de que Aisley no planeaba quedarse
por mucho tiempo.
-"Tal vez no es una buena idea que me lleves a tu casa."
Phelan tomó una respiración profunda. "¿Por qué?"
-"Es privada. Nadie siquiera sabía que tenías un lugar así. Ahora yo lo sé. ¿No
te preocupa que pueda decirse a alguien?"
-"No me importa si lo haces. “Le dijo Phelan.
-"¿Y si yo no quiero entrometerme en un espacio que es solo tuyo?"
-"Si no hubiera querido que vinieras, no te habría traído."
-“ Creo que hay que ir a otro lugar. Para mantener tu lugar privado”.
Phelan se volvió para verla mejor. -"¿Qué no me estás diciendo, belleza?”
-"Una gran cantidad de cosas", admitió. -"Algunas terribles, Phelan. No me

lleves a tu casa. Te arrepentirás. Confía en mí."
-"Es sólo una estructura. Nada más. “dijo Phelan
"No es cierto. Es tu santuario. No, "dijo ella cuando empezó a interrumpirla.
"Si te hubiera importado que otros lo supieran, lo habrías dicho. Admitiste
que no se lo dijiste a nadie. No lo arruines ahora”
Phelan se enderezó. Le irritaba a su razón de ser, sobre todo porque sabía

que ella tenía razón.
No había sido un capricho traerla aquí. Deseaba que lo viera. Sólo que no
estaba seguro de por qué.
-"Ponte el maldito casco." le gruñó
Al mismo tiempo que ella comenzaba a protestar, él se subió a la Ducati y

aceleró la misma. Miró por encima del hombro para ver si ella se había
puesto rápidamente en el casco...
Ella era una contradicción. Un minuto quería protegerla, y al otro que quería
estrangularla. Ella era ridículamente testaruda, asombrosamente hermosa, y
estaba gravemente rota por dentro.
Con cualquier otra mujer, Phelan podría llevarla a la cama, darle una noche
de placer, y dejarla antes de que ella se despertara. Pero con Aisley, quería
hacer más.
El quid de la cuestión era que no sabía qué hacer. Su única opción por el
momento era mantenerla a salvo y ganarse su confianza.
Tan pronto como los brazos de Aisley se pusieron alrededor de él, Phelan se
puso en la tierra apenas discernible de la carretera. Después de unos diez
minutos alrededor del lago, Phelan alcanzó a ver su casa.
Aisley estaba dispuesta a seguir discutiendo con Phelan acerca de llevarla a

su casa mientras ella echaba miradas lascivas al bosque y a su alrededor .
Densas nubes aparecieron, pero ni siquiera eso podría frenar el
impresionante paisaje a su alrededor. Estaba tan absorta en el bosque que
cuando Phelan detuvo la moto le tomó un momento para ver la casa. No era
enorme, pero era pintoresca y encaja perfectamente en el paisaje.
Phelan apagó la Ducati y puso sus manos sobre sus piernas mientras sus pies
equilibraban la moto.
Ella vio su mirada satisfecha, la pequeña sonrisa de su cara le dijo que le

encantaba este lugar.
No. Ella se negó a hacerlo aquí. Ella iba a encontrar una manera de salir y
que fuera en pos de ella. No había manera de que ella le convenciera de
matarla en su propia casa, un hogar que él apreciaba. Era demasiado cruel.
Aisley bajó de la moto y se quitó el casco mientras caminó hacia la casa.

Tenía un techo inclinado con una chimenea que sobresalía a través de la cara
oculta de la azotea. Un porche se extendía fuera de la parte delantera de la
casa y frente al lago que sólo estaba a unos metros tras ella.
Había rosas, pensamientos, campanillas, y violetas plantadas en una gama

gloriosa de colores alrededor de la casa y el porche. Un camino dirigido desde
la zona del aparcamiento en el lado de la casa en torno al porche.
Aisley miraba a Phelan, y él le dio un guiño para indicarle que podía continuar
avanzando. Con su casco todavía en la mano, Aisley siguió el camino de los
pasos que conducían a la terraza. Luego, se volvió y miró el lago.
-"¿Cómo puedes irte de aquí?", Preguntó mientras seguía andando

lentamente.
Él esperó hasta que estuvo a su lado antes de decir: -"Se vuelve más difícil
cada vez."
-"Si esto fuera mío, yo nunca me iría."
-"Pues entonces considera que es tuya durante todo el tiempo que desees."
Dijo Phelan
Aisley volvió la mirada hacia él. Ella estaba acostumbrada a ser tratada con
desprecio y odio. Había pasado tanto tiempo desde que alguien la tratara
bien, que Aisley no estaba segura de cómo responder. -"Me refiero a que,"
continuó Phelan. "puedes quedarte todo el tiempo que desees."
Ella apartó la mirada, con la garganta obstruida por la emoción. Fue un error
que ella hubiera permitido a Phelan ayudarla de cualquier manera o forma.
Lo lamentó ahora más que nunca. "Solo una noche. Me quedaré solo una
noche."
No dijo nada cuando se volvió y sacó una llave de su bolsillo para abrir la
puerta. Aisley se tomó unos minutos para mirar a las tranquilas aguas del
lago antes de que ella lo siguiera dentro.
Allí se detuvo. El exterior podría ser pintoresco y parecerse más a una casa
construida hace doscientos años, pero el interior era totalmente moderno.
-"Sorprendida veo," dijo Phelan cuando apoyó una cadera contra la encimera
de la cocina.
-"Sí." Aisley rió mientras seguía dentro. -"Creo que pasas más tiempo aquí de
lo que crees."
Phelan lanzó las llaves a la pequeña isla. -"Solía pasar mucho tiempo aquí,
pero últimamente parece que todo lo que he estado haciendo es ir a la
batalla, detrás de un mal, batalla contra otro mal".
Aisley dejó el casco hacia abajo en la isla y vio tres taburetes de bar
escondidos bajo el saliente de la encimera. Ella vio su bolsa situada cerca del
sofá. Cuando la había traído él?
-"Siéntate como en tu casa", dijo Phelan. "Voy a ir a por algo de comer."
Antes de que pudiera formar una respuesta, salió por la puerta montando en
su moto. Ella lo vio conducir desde la distancia, preguntándose si debía hacer
un descanso de él ahora.
Entonces recordó la sensación de sus músculos, el calor de su cuerpo como

se había apoyó en él durante todo el trayecto. Recordó la sensación de sus
brazos mientras él la levantó cuando tuvo la migraña.
Recordó cómo la había encontrado rápidamente después del accidente y la

incorporó en su moto antes de que llegaran las autoridades. O peor Jason.
Aisley se estremeció. Dejarlo ahora sería lo mejor, lo correcto. Pero una

imagen de los ojos de color gris azulado llenos de deseo de Phelan destelló
en su mente, y supo que se quedaría.
-"Pero sólo una noche, "se dijo a sí misma mientras cruzaba los brazos sobre
el pecho.
A pesar de que nunca había conducido una motocicleta, ella ya estaba

haciendo planes para robarla en la madrugada y la licencia.
Phelan la encontraría. Ella sabía que sin lugar a dudas la encontraría. Fue
entonces cuando ella le contaría cada sórdido y feo detalle de su vida. Y
pediría su ayuda.
No era la muerte a lo que tenía miedo, era la decepción y furia que

sospechaba que vería en los ojos de los Phelan.
Jason le había prometido que sería de gran ayuda. Convertirse en Drough

hizo su magia más potente, pero ella seguía siendo la niña asustada,
lamentable y muerta de hambre que había encontrado esperando la muerte
en ese callejón.
Le había dado esperanza. Aisley no se había dado cuenta de lo desesperada
que había estado de tener algo que esperar, y ella había tomado la oferta de
Jason con las dos manos.
Su padre la había llamado débil.
Su madre la había llamado amoral.
Jason la había llamado tortuosa.
Sólo una persona había visto algo bueno en ella. Phelan.
Deseaba creer a Phelan cuando dijo que era una buena persona, pero era
porque todavía no sabía la terrible verdad de Aisley.
Que ella era mala y qué parte de su alma estaba destinada para el infierno.
Había una pequeña posibilidad de hacer algo bueno, y ella se iba a asegurar
costara lo que le costase que Jason nunca haría daño a otra persona en esta
vida o en la próxima.
Algo se dejó caer en su mano. Aisley subió la mano para deslizarla en su

rostro y sentir la humedad de las lágrimas.
-"Maldito seas, Phelan," dijo. -"Me has hecho llorar."
Pensar en Phelan habrías sido imposible al igual que tener cualquier otra
emoción en compañía de Jason. Eso era una señal de debilidad y como
drough, Jason prohibió cualquier clase de emoción.
Durante mucho tiempo mantuvo todo lo que estaba sintiendo en su interior.

Aisley temía el día en que cedieran todas esas emociones y sentimientos
porque estaba segura de que la consumirían.
Se quitó el brazalete ancho de cuero que llevaba en su brazo derecho.
Ocultaría la cicatriz de dos pulgadas en el interior de la muñeca por la
ceremonia Drough. Su reloj ocultaría la cicatriz en su muñeca izquierda.
Mantenerlos ocultos de Phelan tomaría algo de trabajo, pero él merecía saber
la verdad de su boca. No por ver las cicatrices.
Al menos ella no tenía el beso del diablo más. El pequeño vial de plata que
los drough llevaban alrededor del cuello con unas gotas de su sangre, había
sido una cosa que ella se negó a llevar.
Jason no lo había entendido, pero no la había empujado. Aisley odiaba el

beso del diablo más que ella odiaba las cicatrices en sus muñecas.
Podría mentir sobre las cicatrices. Con el beso del diablo no podía.
Aisley giró sobre sus talones y agarró la bolsa mientras caminaba por el
pequeño pasillo en busca del cuarto de baño. Una gran bañera con patas
estaba puesta debajo de una amplia ventana con vistas al bosque.
Ella no perdió tiempo en encender el agua para llenar la bañera. Un buen

baño lavaría la amenaza de las lágrimas. Al menos ella rogó porqué lo
hiciera.
CAPITULO 11
Charon arrojó su teléfono móvil en el sofá mientras se acercaba a las grandes

ventanas del piso de su edificio.
-"Malas noticias?" Laura preguntó mientras levantó la vista de su libro.
Charon se metió las manos en los bolsillos de los pantalones y dejó escapar
un suspiro áspero. -"No coge el maldito teléfono”.
Laura hizo a un lado su libro y se levantó del sofá. Ella caminaba descalza
hacia su marido y deslizó sus brazos alrededor de su cintura desde atrás.
Ella se levantó de puntillas y le susurró al oído, -"Él puede estar ocupado.

Phelan es bastante atento con las mujeres."
-"Él siempre responde, Laura. Él siempre contesta”.
-"A menos que él no pueda," le recordó ella. -"Si él estuviera en problemas

ya te lo habría dicho."
Charon volvió ligeramente la cabeza, moviendo mechones oscuros en su

mejilla. -"Espero que esté bien. Estoy preocupado por el druida que está con
él”.
-"¿Por qué? Phelan sabe la diferencia entre drough y Mies. ¿Qué te

preocupa?"
-"Que no lo pueda apreciar. Algo acaba de no convencerme”.
Laura rodeó a Charon hasta que estuvo frente a él.-"¿Podría ser que estás
molesto con él por qué no te dijo que había encontrado un druida?”
Charon la tomó en sus brazos y apoyó la barbilla sobre su cabeza. -"Él ha
sido mi único amigo desde hace largo tiempo. Él no es de los que se casan y
se quedan quietos". Dijo Charon.
-"Así que estás preocupado por el druida?
-“Yo no sé lo que demonios me preocupa. Él lo único que me ha dicho es que

tiene un druida con él. No me ha dicho ni su nombre ni nada”.
Laura cerró los ojos y se encogió de hombros. "Podría ser un hombre. No

todos los druidas son mujeres”.
-“Es una mujer", dijo Charon. “Lo sé, porque si es un hombre, Phelan
hubiera pedido a Fallon que lo llevara al castillo de inmediato”
- “Hm. Espera un poco más y llama de nuevo Phelan. Si él está en su moto,

responder al móvil no le resulta fácil”.
-" Y si él ha encontrado Wallace?” Los ojos de Laura se abrieron. Sólo la idea

de pensar en Jason Wallace le puso piel de gallina. Ella esperaba
sinceramente que la vez que Jason intentó atraparla fuese la última vez que
ella lo viese. Todo gracias a una Drough de pelo negro. Aisley. Laura se había
preguntado qué pasó con ella durante la batalla en Dreagan. Su cuerpo no
estaba con el resto de los muertos. Había una posibilidad de que pudiera
haber ido donde Jason fue.
-"Y si realmente Jason ha sido lanzado en el tiempo muy muy lejos?" Laura
preguntó. -"Eso no es tan fácil." "¿Por qué el mal siempre parece ganar? ¿Por
qué siempre consiguen los golpes de suerte mientras los demás trabajamos
duro para mantenernos con vida? “Charon le frotó la mano grande por su
espalda. "Es la forma en que siempre ha sido." "Bueno, es una mierda." Su
risa retumbó en el pecho. "Lo es, corazón." Laura levantó la cabeza y miró a
su marido. "¿Quieres ir al castillo MacLeod?"
- "Sólo si tú quieres.
- “Yo no quiero obligarte ", dijo Charon.
-"Te sentirás mejor si voy?" preguntó Laura.
Charon se encogió sus hombros gruesos, sus ojos oscuros le sostuvieron la

mirada.
-"No creo que importe mucho donde estemos. Wallace atacará.
Los otros druidas estarán aquí dentro de poco para agregar hechizos por el
pueblo”.
- "Tú sabes tan bien como yo qué ningún hechizo va a detener a Jason. Le
dijo Laura.
Charon sonrió, mostrando como un feroz guerrero montañés había caído en

las garras del amor.
-"No, pero nos dará tiempo suficiente para llamar a los demás o para
ponerlos a salvo. Estoy ansioso por tener otra oportunidad con ese bastardo”.
-"No eres el único. Él usó su magia en mí para tratar de ponerme en tu

contra”. Dijo Laura.
-"Pero no funcionó. Querías demasiado a mi cuerpo ", dijo Charon con aire de
suficiencia.
Laura salió de sus brazos. -"¿Es eso así?"
-"Sí, y nunca tendrás suficiente " rió Charon.
-“¿Y tú no quieres esto? ", Preguntó mientras se pasaba su vestido de

algodón fino sobre la cabeza, dejando su piel completamente desnuda.
La mirada de Charon oscura como el deseo se la llevó. -"Eres tan tentadora.
No sabía que ahora ya no llevabas bragas”.
-“Terminan siempre sobre los dedos de mis pies. "
Se acercó a ella, pero Laura lo hizo a un lado y empezó a correr por su

dormitorio. Apenas traspasó de la puerta antes de que sus brazos se
envolvieran alrededor de ella, y él la clavara en la pared.
La boca de Charon tomó la suya en un beso de fuego mientras se quitó la

camisa hasta que estuvieron piel con piel.
Phelan puso el pie de apoyo hacia abajo en su Ducati, después de apagar el

motor y deleitarse con la sensación de la magia de Aisley.
Se preocupó por si ella aprovechaba su ausencia para escapar de nuevo, pero

a mitad de camino, sintió como la magia de Aisley le envolvió de nuevo, en
ese momento Phelan suspiró aliviado, ella no se marcharía.
Se bajó de la moto y cogió el móvil de su bolsillo trasero para ver quién le

había estado llamando insistentemente.
Sus labios se comprimieron cuando vio que era Charon. Durante varios
minutos Phelan estuvo pensando si le devolvía o no la llamada, al final supo
que no tenía otra opción que llamarle.
Phelan marcó el número de Charon, tres tonos después saltó el buzón de voz.
El esperó a la señal y dijo:-” Charon, soy Phelan, todo va bien. Todavía estoy
con el druida. También ha habido señales de Wallace, cualquier noticia que
sepas házmela saber”.
Phelan colgó el teléfono y cuando estuvo a punto de guardarlo sonó. Phelan

miró para ver quien llamaba, y vio que era Logan.
Phelan respondió con un simple-“Hola”.
Logan le contestó: Como va todo?
Y Phelan la dijo: -“Eso depende de cómo estén las cosas por allí”
La risa de Logan sonó a través del Teléfono. -“Tenemos noticias que puede
que quieras saber. Britt cree que en unos días podrá tener terminado el
suero”
-“¿Podrá combatir cualquier cosa que Wallace haya hecho a la sangre

Drough?” preguntó Phelan.
-"Sí." Respondió Logan.
-"Esas son buenas noticias, aunque detecto un pero en tu voz. ¿Qué más está
pasando?"
Logan dejó escapar un largo suspiro. Por el silencio a través del teléfono
Phelan sabía que no estaba solo.
-"Logan?"
-"Las cosas están tensas aquí. La mitad creen que Wallace está muerto y
quieren concentrarse en encontrar el hechizo para unir a nuestros dioses. La
otra mitad están listos para la batalla”.
Phelan se frotó la barbilla. -"¿En qué categoría estás tú?"
-"Me gustaría poder decir que creía que Wallace estaba muerto, pero sé que
no mientes cuando sentiste su magia."
-"Era la magia de Wallace. Me gustaría saber en qué lugar se encuentra, pero

creo que es totalmente distinto a lo que le hizo Declan a Deirdre cuando la
llevó adelante en el tiempo. Así es Wallace”.
-"Te creo, Phelan. Es por eso que estoy listo para la batalla. Los druidas han
estado agregando más hechizos al castillo. Unos pocos se dirigirán a Ferness
a hacer lo mismo allí”.
Phelan miraba hacia el lago, odiando lo que Wallace estaba haciendo con
ellos. -"Sabes tan bien como yo lo fácil que es pasar a través de los hechizos.
Ramsey lo hizo sin esfuerzo en la mansión de Wallace. Es capaz de hacer eso
y mucho más también ", dijo Phelan.
-"Sí, pero nos dará tiempo. Isla está poniendo algo para que ella esté avisada
si alguien intenta pasar a través de los hechizos o trata de romperlos”.
Phelan suspiró, eso era todo lo que podía hacer para no gruñir ante la
mención del nombre de Isla. En lugar de gruñir dijo,
-"¿Qué quieres de mí?"
-"Queremos asegurarnos de que todo está bien."
-"Lo está." Contestó Phelan.
-"Y el druida?", preguntó Logan.
Phelan miró por encima del hombro hacia su casa. Por la razón que sea, él no
estaba listo para compartir su situación actual con nadie. -"Ella está huyendo
de alguien. No estoy seguro de quién, pero lo averiguaré, hasta entonces la
estoy manteniendo segura."
-"¿Dónde estás?"
Dudó un rato largo en contestar porque Logan se rió y dijo: -"Tú sabes que
todo lo que tengo que hacer es pedir
A Broc te encuentre”, no?
-"Lo sé demasiado bien. Si quieres saberlo, estoy a una hora al sur de Lago
Ness”.
Logan hizo un sonido en la parte posterior de la garganta. "A menudo me he

preguntado si tenías un lugar al que te escapabas sin que nosotros lo
supiéramos”.
Es ahí donde estáis ahora '? "
-"Sí." Dijo Phelan.
-"Ok, no os molestaremos al menos que sea estrictamente necesario. Hazme

saber si necesitas ayuda con tu Druida”.
Su Druida.
Phelan colgó el teléfono con esa frase pasando a través de su mente. Le

gustó bastante como sonó. No estaba seguro de lo que Aisley sentiría al
respecto, pero eso le hizo sonreír.
Se guardó el teléfono antes de agarrar la bolsa de comida que había atado a

la parte trasera de la moto. Phelan se apresuró a entrar en la casa y con una
patada a la puerta, esta se cerró detrás de él.
Aisley había tenido razón. La casa era su refugio, su santuario. Las únicas
personas que sabían de ella, eran los cuidadores que contrataba cuando
sabía que iba a estar fuera durante mucho tiempo.
Ni por un solo momento a lo largo de los cuatrocientos años desde que la

casa llevaba en pie, a Phelan se le había pasado por la cabeza llevar a nadie
allí, y mucho menos a una mujer.
Ahora eso parecía lo correcto, sabiendo que Aisley estaba allí.

Phelan siguió su magia hasta el cuarto de baño. La puerta estaba abierta, lo
que le permitió verla reclinada en la bañera mirando por la ventana.
Apoyó un hombro contra el marco de la puerta y sonrió a las burbujas que le
llegaban hasta la barbilla. Ella sonrió con malicia, como si ella supiera que él
la estaba observando.
-"Esto es delicioso," ella dijo mientras levantaba los pies del agua y movió los
dedos de los pies.
-"Quizás es el momento salir. “Dijo Phelan.
-"Es lo que me he estado diciendo desde hace treinta minutos…..pero la vista.

"
Se dio la vuelta hacia él. -"Vi a una ardilla y hay pájaros en abundancia.
Aman a sus flores”.
La sonrisa de Phelan creció. -"Tengo que comprobar algunas cosas por el

lugar. Grita si me necesitas."
Ella le dio un último vistazo y se volvió de nuevo a la vista. Phelan colocó la

comida y luego fue afuera. Llevó la Ducati al cobertizo en el otro lado de la
casa para mantenerla fuera de la vista.
Después de comprobar la cantidad de leña, examinó las plantas. Cortó las

flores marchitas y las plantas muertas de la parte delantera antes de recoger
todas las malas hierbas. Arregló todo hasta comprobar que las plantas
estaban a la altura perfecta, como siempre.
A Phelan le encantaba sentarse en el porche y mirar por encima del lago,

pero las dos sillas y una mesa pequeña situadas en el centro de su jardín de
flores más grande le impedían la vista, por lo que las trasladó un poco más
hacia la derecha.
Él encontró satisfacción en poner sus manos en el suelo y ver crecer las

plantas. Uno de sus cosas favoritas era ver como su jardín cobraba vida con
colores en la primavera después de las nieves del invierno.
Phelan se arrodilló al lado de uno de las macetas de flores y empezó a tirar
de las malas hierbas. Los otros se reirían probablemente de él si le vieran
ahora, por eso y por unas cuantas razones más como esa, era porque
mantenía esto en secreto para sí mismo.
Charon era lo más parecido que tenía a una familia, pero Phelan no
compartía todo con él. Sólo en los últimos años fue cuando comenzó a
llamarle amigo y a considerarle como tal.
Durante cuatro siglos había sido su único amigo y confidente. Después de

salir de Cairn Toul y de las garras de Deirdre, Phelan había estado
buscándose a sí mismo para descubrir quién era.
Vagó sin rumbo fijo, mientras aprendía como era esta nueva sociedad y como
encajaba en ella... Tenía que aprender sobre todo, el dinero, el trabajo, la
familia y las relaciones.
Phelan apretó los ojos por un momento. Esos primeros cincuenta años habían
sido horribles. Él aprendió de la forma más dura que no encaja en ninguna
parte.
Cuando Isla lo liberó y ella se estaba muriendo, le había dicho que fuera a
buscar a los MacLeod. Tal vez debería haberla hecho caso, pero se fue solo
por su cuenta. Habían sido dolorosos, tristes y difíciles la mayoría de los días,
sin embargo, consiguió adaptarse.
Todavía no sabía mucho sobre la familia y menos acerca de las relaciones de

cualquier tipo. Se había acostado con su primera mujer al año de salir de
Cairn Toul.
Durante la semana siguiente, había aprendido todo lo que podía de la mujer.

Su marido volvió de mar, y Phelan pasó a la siguiente mujer, y luego a la
siguiente.
Fue aprendiendo todo sobre las mujeres, hasta que descubrió su propio
encanto, su forma de seducirlas hasta que ellas fueran masilla en sus manos.
Mientras que otros hombres estudiaban economía, derecho o medicina, los

conocimientos de Phelan se centraron en los temas carnales y en los
placeres. No había nada que no se toman tiempo para aprender.
Las mujeres fueron sus maestros y sus estudios. Las pocas horas que pasaba
con ellas, compartían sus cuerpos y el placer. Pero nada más
Phelan sabía que era porque le costaba mucho tiempo confiar en la gente.
Nunca había sentido la necesidad de pasar más de una noche con una mujer,
y luego ni siquiera toda la noche. Es por ello que no estaba entendiendo muy
bien por qué había llevado a Aisley a su casa.
Sacó una planta muerta y la arrojó a un lado. A continuación comprobó las

raíces de la planta al lado de él y se aseguró de que estaba cubierta de
manera adecuada en el suelo.
Phelan se preguntó si Charon sabía que su amistad era algo nuevo para él. Lo
más probable es que Charon lo supiera. Había sido él, después de todo, quien
le había dicho a Phelan la historia de cómo llegaron los guerreros de estar
juntos y el papel de los druidas.
Durante siglos, Phelan asumió que todos los druidas eran los mismos. Había
sentido la diferencia en su magia, pero para él, eran criaturas del mal usando
su magia contra todos.
No fue hasta que todos los habitantes en el Castillo de MacLeod decidieron

luchar contra Deirdre y su nuevo cómplice, Declan Wallace, que Charon no
convencido a Phelan a unirse y ayudar a los demás.
Los siglos de paz habían sido buenos, pero él como guerrero estaba
destinado para la batalla, la sangre y la muerte. Y se había sentido bien
entrar en la refriega.
Su dios, Zelfor, el dios de la tormenta, había sido estado satisfecho durante
esas escaramuzas. No podía alejarse de lo que era. Podía fingir que era sólo
un hombre, pero el ansia de la muerte, la alegría de utilizar sus garras para
cortar en canal a un enemigo se sentía demasiado bien.
Era un monstruo con un dios primigenio fuertemente dentro de él. Su piel

puede volverse en dorado metálico cuando se desencadenaba a su dios. Con
garras de oro, piel de oro, ojos de oro y colmillos impresionantes, no había
nada doméstico él.
Phelan se miró la mano en el suelo oscuro y vio la piel de oro. Sacó la mano
de la suciedad y apagó los restos de sus garras.
-“Esto es lo que soy ", murmuró.
Zelfor retumbó su conformidad dentro de él.
Phelan se pasó la lengua por los colmillos que brotaron de su boca. Aisley
dijo que sabía que era un Guerrero, pero ¿cómo reaccionaría si ella lo viera
ahora?
Eso le provocó un nudo de temor en el pecho. Ella era como el gatito

asustado que había encontrado asustadizo y con miedo de su propia sombra.
Un movimiento en falso y Aisley desaparecerían de nuevo. Phelan la seguiría

y la buscaría durante el resto de su vida si fuera necesario, pero él no quería
llegar a eso. La deseaba, la quería en su cama, pero quería algo más que
eso, quería que ella lo necesitara
CAPITULO 12
Aisley terminó de secarse. Habían pasado meses desde que tuvo la

oportunidad de sumergirse en una bañera sin miedo constante a ser
acosada. No podía sentir la magia, por lo que Jason podría haberse colado en
cualquier momento mientras ella se bañaba. Por lo menos con Phelan, sabría
de la presencia de otro druida.
Volvió a colgar la toalla en el gancho y se detuvo a mirar el magnífico jardín

de flores.
Desde la bañera todo lo que había visto eran un par de destellos de flores
altas, pero esto fue una sorpresa.
Fue bueno que ella no lo hubiera visto antes de entrar en la bañera, porque
de lo contraría nunca se habría dado el baño. Por un momento le vino a la
memora un recuerdo de cuando tenía seis años y sus padres la llevaron al
REAL JARDIN BOTÁNCIO de Edimburgo.
Aisley sonrió, recordando lo mucho que lo había amado y lo que corrió por los
senderos, las flores apareciendo a cada lado de ella. Se había sentido como
una princesa ese día.
El jardín de flores de Phelan no rivalizaba con el jardín botánico. Ella no podía

creer la variedad de flores que él tenía. Del blanco al rojo oscuro, amarillo
brillante, vibrante color púrpura, todas distintas en colores. Era como si un
arco iris hubiera explotado y goteado los colores sobre los pétalos de la
flor. Sus cuidadores debían gastar horas todos los días aquí.
Ella apretaba su sostén cuando un movimiento en el jardín le llamó la

atención. Fue entonces cuando vio a Phelan de rodillas atendiendo y cuidando
de las plantas. Tenía las manos rápidas lo que demostraba que, obviamente,
sabía lo que estaba haciendo.
Esto Aisley no se lo había esperado. Se apresuró a vestirse y fue a la cocina
para hacer un poco de té. Las ventanas de la cocina encima del fregadero
daban al jardín y Aisley se encontró mirando a Phelan en lugar de las flores.
Sirvió dos tazas de té y luego se dirigió al exterior. Cuando llegó a las

escaleras que conducían a la parte trasera del jardín desde el porche, se
detuvo.
Phelan parecía más relajado desde que habían llegado. Lo había visto en la
batalla, sabía cómo de feroz y salvaje que podía ser. Pero el hombre que
estaba cuidando las flores era una contradicción que no sabía cómo descifrar.
Sus largos cabellos oscuros estaban recogidos en una cola y atados con un
cordón de cuero. Ella sonrió. Phelan podría vivir en los tiempos modernos, y
podría haber experimentado más de cinco siglos en el tiempo, pero seguía
siendo un Highlander medieval.
Esto le provocó una voz de alarma a un nivel tal que la hizo dar un paso atrás
por precaución. Pensó que había reconocido al guerrero que había delante de
ella, aunque en realidad no sabía nada de su capacidad mortal de lucha.
Había sido Phelan el guerrero que mató a Mindy en el bosque? Ella sabía, que
habría corrido la misma suerte que Mindy si ella hubiese sido la que
perseguía a los guerreros.
Ese pensamiento le provocó una dosis de fría realidad.
Phelan, a pesar de su hermosura, bondad, fuerza no era alguien en quien se

podía confiar. Si ella le ocultaba que era una drough o que estaba al servicio
de Jason, el realmente lo averiguaría en un momento u otro.
Aisley sabía todo acerca de tratar de mantener secretos. Ella cerró los ojos
mientras una ola de angustia la atravesó. Su amor y la necesidad de su bebé,
incluso después de todos estos años, todavía tenían la capacidad dejarla en la
más profunda de las desesperaciones.
-"Aisley?"
Ella abrió sus ojos para encontrar a Phelan mirándola desde su lugar en el
suelo. Aisley dibujó un suspiro tembloroso y empujó a un lado los
pensamientos de su hija mientras sostenía una taza. -"Hice té,” dijo.
-"Eso suena bien."
Dio un paso descalzo desde los escalones a la hierba fresca antes de caminar
hacia las dos sillas colocadas en el medio del jardín.
Phelan cogió una de las sillas y tomó una de las tazas. "Yo no sabía cómo te
gustaba el té," ella dijo.
-"Con un terrón de azúcar".
-"Bueno. Así es como yo tomo el mío ", dijo nerviosa Aisley.
Compartieron una sonrisa antes de que cada uno tomara un asiento en las
sillas inclinadas una hacia la otra. Aisley no encontró el silencio que siguió
incómodo. El canto de los pájaros, el susurro de las hojas y como el viento
susurraba entre los árboles era reconfortante. Ella apoyó la cabeza en el
respaldo de la silla y simplemente se quedó así.
-"Realmente disfrutas en este sitio," dijo Phelan.
Aisley sonrió. -"Lo hago. Mis padres vivían en Perth. A ellos les gustaba la
vida de la ciudad y el ruido de todo. Yo no lo supe hasta más tarde. Yo
prefiero la vida del campo”.
-"Está muy lejos de las tiendas y restaurantes."
Ella se encogió de hombros y volvió la cabeza para mirarlo. -"Soy una

cocinera terrible, pero podría pasar sin restaurantes la mayor parte del
tiempo. En cuanto a las compras, no podía renunciar a ellas por
completo. Cada un par de meses o así iría de compras".
-"Te gusta todo lo que está oculto".
-"Es por eso que elegiste esto." Sus cejas se levantaron en respuesta, y
sonrió antes de levantar la taza de a sus labios. Aisley volvió a mirar las
flores. -"Has hecho todo esto, ¿verdad?"
-"Sí. ¿Sorprendida?"
-"Sí. Y, curiosamente, no”.
-"¿Qué significa eso?", Preguntó, Phelan.
Aisley se encogió de hombros y envolvió ambas manos alrededor de la

taza. Ella pensaba su respuesta cuando ella bebió el té.
-"Yo sé de guerreros. Se supone que debes ser de los mejores luchadores en

tu línea de sangre. Yo pensaba que todo lo que pensabas era en la batalla”.
-"En cierto modo, sí. Especialmente cuando hay un mal con el que luchar. Mi
Dios no está satisfecho a menos que esté en el medio de la batalla”.
Ella lo miró una vez más. -"Entonces no me sorprende. Porque... bueno,

porque esto te conviene. Cuando llegamos vi como desaparecía de ti toda la
tensión que llevabas acumulada. Eres parte de esta tierra, y ella es una parte
de ti ", concluyó Aisley.
-"¿Dónde aprendiste el conocimiento de los guerreros?", Preguntó Phelan.
-"Mi familia". Aisley rogó que no le preguntara si ella había conocido a algún
Guerrero. No podía contar sobre Dale. El guerrero la había salvado varias
veces de Jasón y de otras cosas. Él murió salvándola de los monstruos de piel
blanca que habían aparecido tras Jason.
Aisley apenas reprimió un escalofrío sólo de pensar en las criaturas. Echaba

de menos la tranquilidad de Dale su presencia, como siempre se interponía
entre ella y Jason. Había querido más de ella, pero se había conformado solo
con la amistad.
-"En tu familia ha habido guerreros." Preguntó Phelan.
Ella se sacudió mentalmente cuando la voz de Phelan interrumpió sus

pensamientos. -"Yo no diría eso. Yo conozco la historia de cómo se crearon
los guerreros. Sé que fueron las dos sectas de druidas las que obligaron a los
dioses al interior de los hombres”.
-"Así que ya sabes que era Deirdre quién comenzó a desatar los dioses hace
siete siglos." Continuó Phelan.
-"Sí."
-"¿Sabías que hubo guerreros que se unieron con los druidas para luchar
contra Deirdre?"
Aisley asintió. -"Luego desapareció por cuatrocientos años."
-"¿Sabes por qué?"
¿Qué le digo? ¿La verdad? No quería mentir, pero su omisión de quién era
ella, era también una mentira. Por lo que ella sabía de Phelan, no dudaba que
iba a reaccionar gravemente al ser traicionado.
Aisley tomó un sorbo de té antes de decir: -"Dime lo que crees que pasó."
-"Un hombre llamado Declan Wallace la llevó adelante en este

momento. Excepto que no la llevó solo a ella. En el momento en que acababa
de tomar la cabeza de uno de los guerreros del castillo de MacLeod, su
guerrero hermano gemelo supo al instante de su muerte. Este hecho,
combinado con la magia de Declan trajo a Ian adelante en el tiempo".
Aisley escuchó con interés. Ella sabía de los MacLeod, pero sólo lo que Jason
había querido decirle. Dale no había dicho mucho acerca de ellos, aparte de
que eran condenadamente difíciles de matar.
Pero eso podría decirse de cualquier guerrero.
-"Desde Ian desapareció, continuó Phelan, mientras que en el interior del

castillo, los guerreros y druidas, sabían que tenían que hacer algo. Cuatro
guerreros sin pareja acordaron permitir a los druidas enviarlos a través
tiempo para la búsqueda de Deirdre e Ian”.
-"Los druidas tenían la magia para moverlos a través del tiempo?”, Preguntó
Aisley con incredulidad.
Phelan sonrió irónicamente.
-“Yo creo que realmente el mal contra el que luchamos no se da cuenta de lo

fuertes que son los druidas del castillo MacLeod. Los drough pueden usar su
magia negra en una batalla por si solos y ser fuertes. Sin embargo un grupo
de mies unidos tiene muchas más magia que un drough, por mucho poder
que este tenga” dijo Phelan.
Jason, ese hijo de puta nunca le había contado nada de eso, con Phelan
estaba aprendiendo cosas que no conocía, pensó Aisley.
Todas las veces que Aisley había entrado en batalla, había pensado que los
druidas y guerreros del castillo MacLeod habían tenido suerte. Ahora sabía
que se debía a su gran fuerza y poder. Era un pensamiento aleccionador.
-"¿Qué pasó? Ian y Deirdre nunca fueron encontrados? ", preguntó Aisley.
La sonrisa de Phelan llevó a cabo una gran cantidad de satisfacción. -"Oh,
sí. Ian se encontró con un druida en busca de los MacLeod. Esa Druida,
Danielle, se convirtió en su esposa”.
-"Y Deirdre? Aisley ahora estaba segura que no todo lo que Jason le había
contado sobre Deirdre era cierto, y ella la había admirado más allá de
cualquier cosa.
-“Los MacLeod descubrieron que existían una serie de artefactos que podían
traer de vuelta a Deirdre y destruirla” le respondió Phelan.
-“Hablas de los MacLeod como si tú no fueras parte de ello” le dijo Aisley.

Él apartó la mirada de ella y dejó escapar un largo suspiro. -"No estoy segura
de que lo sea,” dijo Phelan.
La boca de Aisley se abrió en estado de shock. -"Tú luchas con ellos?"
-"Lo hago. Cuando me necesitan ", dijo Phelan
-"No entiendo." Cuanto más sabía de Phelan más complicado se volvía todo
Phelan se encogió de hombros y observó la tierra. "No me uní a la lucha de
los MacLeod hasta hace pocos años. Había... razones para ello " dijo Phelan.
-"Háblame de los artefactos." Ella quería saber sus razones para esperar
unirse a los MacLeod, pero Aisley se dio cuenta de que él no estaba listo para
compartirlas.
Después volvió a la siguiente cosa por la que tenía curiosidad. Ella nunca
había oído hablar de esos artefactos.
Phelan sonrió con malicia. -"El primer artefacto era un druida Reagan. Ella
sabía que el lugar donde la hermana gemela de Deirdre estaba oculta".
-"¿Qué?" preguntó atónitamente Laura.
-"Ella era la única que podía matar a Deirdre, por lo Reagan sabía que un
grupo de druidas había dejado escrito donde dormía la hermana de Deirdre y
como despertarla con los artefactos” le comunicó Phelan.
Aisley estaba mucho más que sorprendida. -"¿Bien? ¿Qué pasó?"
-"Deirdre fue tras los artefactos por sí misma. Con ellos, se convertiría en
imparable. Fue una carrera entre ella y los MacLeod para ver quién podía
encontrar todos ellos en primer lugar”.
-"Tu diste que el primer artefacto fue Reagan. Quien la encontró? "
Phelan bebió más de su té. -"Galen. Él y Logan fueron enviados a buscar el
artefacto. Nadie se espera que el artefacto fuera una persona, o que Reagan
y Galen se enamoraran”.
-"Están juntos?"
-"Sí."
Aisley corrió la uña del pulgar a lo largo del brazo de la silla. "Y los otros
artefactos?"
-"Eso es mérito de Broc y Sonya ", dijo Phelan. "El bastardo puede
volar. Sonya no solo tiene magia curativa, sino que también se comunica con
los árboles. Broc y Sonya tuvieron que buscar un antiguo túmulo celta para
encontrar otro artefacto. "
-"¿Lo consiguieron?"
-"Lo hicieron. Yo estaba sobre ellos, aunque no tenía ni idea de quiénes

eran. Deirdre estaba cerca, y yo estaba dispuesto a ayudar a cualquier
persona que estuviera luchando contra ella. Cuando atacó, me aseguré de
que Broc y Sonya fueran capaces de alejarse."
-"¿Sabían quién eras? “Preguntó Aisley
Él se encogió de hombros. -"Lo supieron después de que Deirdre se
encontrara con Logan y Duncan en su camino hacia Mallaig para buscar el
siguiente artefacto. Deirdre mató a Duncan y luego….” Phelan cayó
-"Y fue transportado a través del tiempo." Terminó por él Aisley.
-"Correcto", dijo con un guiño.
Aisley no podía apartar la mirada de sus ojos azul-gris. Ella sabía, sin lugar a
dudas que le estaba diciendo la verdad. No era de extrañar todo el mundo
odiara a los drough.
No era sólo porque dieron sus almas a Satanás para la magia negra, sino
porque arruinaban todo. Ella no quería pensar en el momento en que Phelan
la miraba con odio. Pero el momento se estaba acercando.
Se acercaba demasiado pronto.
CAPITULO 13
Phelan supo que algo había turbado a Aisley, y dudaba que fuera su
historia. La mirada perdida que había visto en sus ojos de color leonado
desapareció después de un tiempo. Después fue reemplaza por una de
venganza.
-"Logan fue uno de los que se ofreció para cazar druidas a través del
tiempo", continuó Phelan.
-"Vio a Ian cuando se dirigía a Mallaig para el artefacto. “Pregunto Aisley"

Esperaba que todavía estuviera allí?"
-"Esperaba que todavía estuviera allí, y estaba. Lo descubrió con la ayuda de

Gwynn. Ella era un druida que no sabía nada de su magia. Ella era un
descendiente de los de Mallaig, y la guardiana del artefacto que Logan
buscó. Ella era la única que podía conseguirlo”.
Los labios de Aisley se levantaron en una sonrisa. "Y ella lo hizo. Nosotros,
los druidas somos fuertes”.
-"Sin duda. Sí, ella lo recogió, y Logan regresó con ella al castillo”.
-"¿Son... se hicieron…. Logan y Gwynn enamoraron?" preguntó Aisley.
Phelan estiró las piernas frente a él y se las cruzó en el tobillo. -"Te has dado
cuento que el patrón se repite?"
-"Se ve de esa manera."
-"Parece que los guerreros están destinados a estar con los druidas. Cada
uno de los guerreros siente la magia de su mujer de manera diferente a los
demás”, dijo Phelan.
Aisley cruzó las piernas en la silla. "¿Había sólo tres artefactos?"
"No. En el túmulo Broc y Sonya encontraron que dos, un colgante y una

espada. Lo Tableta de Orn que Gwynn y Logan encontraron formaba parte de
ella. Ian sabía que había un código para desbloquear la tableta, pero todavía
carecían de una clave”.
Ella se rió entre dientes. -"Déjame adivinar. La clave fue el siguiente

artefacto? "
-"Ellos lo averiguaron. Resulta que, Danielle, que buscaba Castillo MacLeod,

tenía la llave. Con la tableta totalmente desbloqueada se encontró un
mapa. Ese mapa les llevó a la ubicación oculta de la gemela de Deirdre."
Se detuvo, preguntándose qué factor apareció para que él se hubiera unido

después de que los MacLeod escaparan de Cairn Toul.
-"No me dejes así", dijo Aisley. "Acaba la historia."
Phelan observó la forma en que el sol de la tarde bailó sobre su piel color
moca. -"Ellos pudieron encontrar la abertura que conducía bajo el suelo justo
cuando llegaba a Deirdre. Quería todos los artefactos para entrar a través del
laberinto. Sin embargo, la parte más difícil y cayó sobre Camdyn y Azafrán”.
-"¿Quiénes son?"
-"Camdyn es, por supuesto, un Guerrero. Azafrán es una vidente. Declan

Wallace la secuestró, la cegó, y la torturo para llegar a sus visiones. Fue
cuando los MacLeod atacaron la mansión de Wallace que Camdyn encontró
azafrán y la trajo de vuelta al castillo”.
La frente de Aisley estaba arrugada en un ceño fruncido. "¿Sigue estando

ciega?"
-"Dani fue capaz de utilizar su magia para encontrar cosas para buscar en la
mente de azafrán el hechizo que Declan había usado con ella. Tomó un poco
de trabajo, pero Dani, con la ayuda de los demás, fue capaz de revertir el
hechizo de Declan.
Cuando encontraron a la gemela de Deirdre y la despertaron, pero a los

MacLeod les faltaban un último elemento. Un Guerrero druida".
-"¿Qué es?", Preguntó Aisley arrugando la nariz.
-"Yo esperaba que lo sabias. Ellos son los más poderosos de todos los
druidas. Por eso se les conoce como guerreros druidas. La magia de ellos es
tan inestable y potente, que si se pasa a las mujeres, se podían volver locas
con esos poderes."
Aisley puso los ojos. -"Oh por favor. Esa es la manera de buscar una excusa
para que los hombres puedan acabar con la magia de las mujeres y mantener
la magia para sí mismos ", dijo Aisley airadamente.
-"Tal vez tienes razón." Phelan no pudo detener la risa que burbujeaba en
él. -"Los Guerreros druidas fueron eliminados por Deirdre”.
-"Así que los MacLeod no tenían el último elemento que necesitaban."
-"No es verdad. Resulta que hay una Guerrero Druida con

nosotros. Ramsey. Que también acaba de pasar a ser un Guerrero."
Los ojos de Aisley se abrieron enormemente. -"Y Deirdre no lo sabía?"
-"No tenía ni idea. Con todo y eso, hubo una última batalla. Deirdre murió,
pero Declan se escapó”.
-"Haces que suene tan fácil".
Phelan resopló. -"Fue todo lo contrario. Declan trajo a sus mercenarios que
habían llenado balas con Sangre Drough. Estas eran balas X90s. Deirdre
tenía a los wyrran que ella creó. Por todos los santos como yo odiaba a esos
cabrones de piel amarilla”.
-"Fuiste parte de esa batalla?" preguntó Aisley
-"Charon y yo. Ninguno de los dos nos unimos antes a los MacLeod, y cuando
descubrí que había otro guerrero cerca, me acerqué a él. Él me convenció
para ayudar a los MacLeod "dijo Phelan.
Aisley bajó la taza a su regazo. -"Deduzco que la batalla fue dura."
-"Cualquier batalla es horrible. Con Laria, la gemela de Deirdre, ahora

resucitada, Deirdre se preparó para combatir. Deirdre fue traicionada por uno
de sus propios guerreros, Malcolm, que además era primo de la única mujer
Guerrero, Larena. Que está casada con Fallon MacLeod, el mayor de los
hermanos”.
Aisley parecía encogerse ante la mención del nombre de Larena. Él frunció el

ceño mientras miraba hacia abajo a su regazo, más interesada en su taza
que en la historia que le había instado a contar.
-"¿Te sorprende que haya un guerrero femenino?"

-"Deirdre desató el dios de Malcolm y le prometió que no haría daño a

Larena, si él la obedecía en todo lo demás. Malcolm estuvo de acuerdo. Al
final, él traicionó a Deirdre tal como dijo azafrán que haría."
Aisley levantó la mirada hacia la suya. -"Deirdre murió entonces."
-"Sí, y su gemela con ella. Ninguno de nosotros podía descansar, sin

embargo, ya que todavía quedaba Declan”.
-"¿Cómo lo mataron?"
-"Agonizantemente", dijo Phelan con una sonrisa. -"Fue Ramsey quién

finalmente mató a Declan. Pero la magia que Ramsey tuvo que utilizar para
hacerlo casi le mató. La única que podía salvarlo era Tara, su mujer, que era
descendiente de un Guerrero Druida”.
-"Espera. No me dijiste que las mujeres no podían mantener la magia de un

Guerrero sin volverse locas? ".
-"Es verdad. No pueden’. La madre de Tara se volvió loca a causa de

ella. Toda la familia de Tara es drough, y cuando ella se negó a someterse a
la ceremonia, su madre trató de matarla. Era la magia inestable dentro de
ella la que ayudó a traer de vuelta Ramsey. Si hablas con las mujeres en el
castillo, te dirán que el amor tuvo algo que ver con también”.
Aisley le cortó con una mirada al preguntarle. -"¿Me estás diciendo que no
crees en el amor? Después de escuchar cómo todos los guerreros terminan
con druidas? "
Phelan se inclinó hacia delante en la silla y sacudió la cabeza. "Veo el amor

entre ellos. Nunca he amado nada ni a nadie así que no puedo saber lo que
ellos sienten ", dijo duramente Phelan.
-"El amor es maravilloso", dijo Aisley. -"Maravilloso y sorprendente. Puede

hacerte llegar tan alto como la luna en una respiración y, a continuación,
rasgar tu corazón en el siguiente. Te puede alegrar, y te puede destruir ",
dijo ella.
La forma en que su voz se apagó en un murmullo hizo que Phelan quisiera

tomarla en sus brazos.
Aisley se aclaró la garganta y tragó. -"El mal no se ha ido, ¿verdad?", le

preguntó
-"No. Me temo que nunca lo hará. Hubo un año sin mal después de que
termináramos con Declan. Y entonces Jason Wallace apareció. Es más
despiadado que Declan, más astuto que Deirdre. Puede ser que nos cueste
mucho, pero vamos a matar a Jason Wallace ", sentenció Phelan.
-"No te preocupas por tu propia seguridad?", preguntó Aisley.

Phelan sonrió. "Los antiguos celtas consideraban a Roma el mal. Los primeros
guerreros fueron creados para luchar contra ese mal. Me hicieron para esto,
Aisley. Si vivo o muero no hay ninguna diferencia”.
-"Eso es un montón de mierda."
Echó hacia atrás la cabeza y rió. -"Ah, muchacha. Puede que tengas razón,
pero es la verdad. Sé que cada vez que voy a la batalla puede ser la última,
puedo no volver. Era la forma de mis antepasados, y es mi manera
ahora. Qué otra opción tengo? "
-Tú has dicho que en el castillo MacLeod hay druidas. Déjalos luchar contra
Jason”.
Phelan se pasó una mano por la cara. No había ninguna sonrisa para él ahora
al pensar en el infierno que Charon había atravesado cuando había pensado
que perdió a Laura.
-"No", respondió finalmente Phelan. -"Los guerreros atesoran a sus

compañeras más allá de todo lo demás. Cada vez que los druidas tienen que
abandonar el castillo están en peligro de muerte. Para un guerrero, inmortal
y poderoso, no es posible permitir que un mortal vaya a la lucha, eso es algo
que ni vale la pena considerar, nunca lo permitirían", dijo Phelan.
-"Los druidas tienen recursos. Dijiste que un grupo de mies es más poderoso
que un Drough”.
Él arqueó una ceja. "Eres escocesa, belleza. Ya sabe cómo protegemos

nosotros los montañeses a nuestra familia. Un guerrero no podrá llamarse a
sí mismo un hombre, y mucho menos un Highlander, si permite que su mujer
vaya a luchar en lugar de él”.
-"¿Cuántos guerreros han muerto luchando contra el mal?"
-"Demasiados para contarlos."
Se humedeció los labios. "Has hablado de las balas X90. Por qué no las usáis?
La batalla no tiene que estar muy cerca de vosotros para poder usarlas”
-"Lo sé. Es una oportunidad que tendríamos para proteger el mundo. Una
probabilidad que usaríamos de buen grado, independientemente de la
consecuencias”, dijo Phelan.
Aisley estaba allí con mirada perdida y tan condenadamente hermosa que
Phelan tuvo que luchar para permanecer en su asiento y no cogerla. Él podía
girar en su mente la conversación hacia el placer. Ella podría ir
voluntariamente con él a su casa, pero no estaba seguro de si estaba listo
para más.
Phelan se removió en la silla para aliviar el dolor de su pene. Parecía extraño,

pero incluso estaba contemplando irse a la cama solo.
Habían pasado más de dos meses desde que había tenido una mujer. Dos
meses después de Aisley. Dos tortuosos meses de necesitarla, anhelarla,
pero nunca tenerla.
Allí estaba, sentada sólo a unos centímetros de él, y en lugar de seducirla,

estaba tratando de pensar maneras para ganarse su confianza.
¿Qué demonios le pasaba?
Antes de que él, la habría encantado, seducido y tenido en su cama antes de

la medianoche. Pero no era sólo sexo lo que pensaba con Aisley.
Se preocupaba si estaba lo suficientemente caliente, si la comida que compró
era de su agrado, y si se sentía segura con él.
Phelan contemplaba llamar a Charon. Su amigo sabría cómo manejar a

Aisley, pero luego Phelan no pudo imaginar compartirla con nadie más, ni
siquiera si ese alguien era Charon.
-"A dónde ibas?", Preguntó Phelan para quitarse de la cabeza el flujo

constante de preguntas que se estaba formulando así mismo.
Los ojos de color leonado de Aisley se volvieron hacia él. -"¿Cuando?"
-"Antes del accidente. Parecía que te dirigías fuera de Escocia”.
-"Así era", respondió ella en voz baja.
-"¿Hasta dónde ibas a correr?"
-"Hasta donde lo necesitara."
Su respuesta evasiva le dijo mucho. -"Tenías un plan."
-"Sí. Yo iba a tratar de desaparecer de Londres y después partir a Francia”.

Observó su pulgar rastrear la parte superior de la taza. Phelan pensó en el
accidente. No había habido un coche en frente de Aisley. Ningún coche
podría haberla golpeado.
Phelan miró su perfil. Ella confiaba en él lo suficiente como para estar allí con
él, pero no lo suficiente para decirle lo que estaba huyendo.
-"¿Cómo sucedió el accidente? Estaba varios coches detrás de ti y no te pude

ver”.
Durante un largo rato, se sentó en silencio. Phelan no la obligó a
continuar. Pero si él sabía de lo que ella estaba corriendo, mejor podía
protegerla.
Así las cosas, probablemente estaba poniéndola en más peligro solo por estar
con ella. Wallace estaba de vuelta.
Ya había dejado claro que no tenía ningún problema en atacar a cualquiera

que estuviera cerca de un guerrero, solo para hacer daño a ese guerrero.
Las tripas de Phelan se revolvieron al pensar que Wallace podría dañar a
Aisley.
-"Oí una voz", dijo Aisley.
Phelan fue sacado de sus pensamientos. -"Una voz?", Repitió con el ceño
fruncido.-"No puedo entenderte, belleza."
-"En mi cabeza. Oí una voz en mi cabeza”.
Phelan se inclinó hacia adelante y apoyó los antebrazos en las rodillas. Toda
su atención se centró en ella.
-"¿Qué dijo esa voz?"
-"Mi nombre."
CAPÍTULO 14
Ullapool
Malcolm se situó entre los setos de maleza y miró a la Mansión Wallace. No

había sido reparada desde su última batalla allí. Aun así, había algo malo en
la casa.
Pero al igual que Declan, Malcolm sabía que Jason volvería a la

mansión. Estaba en su naturaleza. La pregunta era, sería Malcolm capaz de
esperar a que eso ocurriera? Los Pies de Malcolm crujían en la roca, mientras
caminaba hacia la puerta principal que yacía en el suelo.
Anduvo unos cuantos pasos más y se detuvo en la puerta.
La suciedad y el polvo cubrían todo. El olor de la comida podrida le llegó

desde la parte trasera de la casa la donde estaba la cocina. Pero los únicos
ocupantes de la casa eran animales, no humanos.
Malcolm envió a Phelan un SMS rápido y giró sobre sus talones. Se iría en
busca de Wallace y sus socios.
Castillo de MacLeod
-"Nada sobre Phelan o Charon?", Preguntó Hayden desde el otro lado de la
mesa.
Ramsey dejó escapar un suspiro y se encogió de hombros. No habían pasado

de la mesa en el gran salón. Una jarra de cerveza estaba intacta frente a él,
pero la mente de Ramsey estaba demasiado ocupado con sus pensamientos
como para beber.
-"Nada."
-"¿Y ahora qué?", Preguntó Arran junto a Hayden. -"No voy a ser capaz de
sentarme y esperar mucho más."
Ramsey hizo un gesto a la habitación contigua con la barbilla. Aiden estaba

sentado en el sofá acurrucado con Britt. Ambos se habían quedado dormidos
incluso antes de que comenzara la película que querrían ver. -"Dejamos a
Britt descansar, y después esperemos que tenga una buena noticia para
nosotros”.
-"Isla quiere que Broc encuentre a Phelan." Dijo Hayden.
Ramsey cambió su mirada con Hayden. Las líneas de la boca de Hayden

mostraron la preocupación de su amigo. -"¿Se lo ha preguntado a Broc?"
-"No. Ella quiere que yo lo haga ", dijo Hayden.
Arran dejó la taza después de un largo trago de cerveza. -"Tengo entendido

que no estás demasiado interesado en la idea. "
Los ojos negros de Hayden se reunieron con los de Ramsey. "No en

absoluto. Phelan ha dejado claro que no quiere tener nada que ver con mi
esposa. Yo no la quiero cerca de él”.
-"¿Quién dice que tenga que acercarse a él?", Preguntó Arran.
Ramsey empujó hacia él su cerveza cuando Hayden vació la suya. -"Si hace
lo que le pide Broc, Isla a continuación, querrá que Fallon la teletransporte
donde él esté. Ella no descansará hasta que Phelan le perdona por lo que hizo
a él." Concluyó Hayden.
-"No quiero que eso suceda" Hayden dijo entre dientes y se pasó el brazo
sobre su boca. -"No quiero poner a Isla en peligro, y con cerca de Phelan, ella
siempre está en peligro”.
Arran estrechó sus ojos dorados. -"Phelan lucha con nosotros. Él nunca haría
daño a Isla”.
-"Él lo haría", argumentó Hayden. -"Él caza drough como una vez yo lo
hice. Recuerdo muy bien el odio que ardía dentro de mí. Se hizo a un lado
toda razón hasta que sólo quedaron la venganza y la retribución. Cada vez
que la Isla esté sola con él, Phelan no atenderá a razones".
-"Hasta que eso pase," dijo Ramsey, -"no sabemos lo que va a hacer."
Arran se pasó una mano por el pelo castaño oscuro y lentamente negó con la
cabeza. -"Casi echo de menos los días cuando sólo teníamos que
preocuparnos más que de Deirdre. Ahora es Wallace, el selmyr, encontrar el
hechizo para unir nuestros dioses, y una multitud de otras cosas”.
-"Deduzco que Ronnie no puede dormir bien tampoco", dijo Ramsey.

Arran gruñó. "Ella está angustiada. Ella se preocupa sin cesar de las cosas
que puede tener bajo control".
-"Creo que la mayoría de los druidas están igual," respondió Ramsey.
Arran llevó la mirada de Ramsey a Hayden. -"No quedamos aquí durante esos
cuatro siglos mientras fueron arrojadas en el futuro. ¿Cómo eran las cosas? "
-"¿Quiere decir que si pasaron también por esto?", Preguntó Hayden. Ante el
asentimiento de Arran, dijo Hayden, -"Oh, sí. Somos como cualquier
familia. Hubo disputas, lágrimas, risas, ira, alegría, esperanza, y todas
emociones que se puedan imaginar. ¿Por qué?"
-"Creo que Ronnie está teniendo otros pensamientos sobre estar aquí." Dijo
Arran
Ramsey apretó el puente de la nariz. -"Esto es lo que quiere Wallace. Nos
quiere separa. Él quiere hacer que los druidas duden de sus vidas con
nosotros”.
-"Isla ha dicho que nada de niños, pero veo cómo mira a la pequeña Emma,
recuerdo como fue con Aiden cuando él era un niño. -"Hayden suspiró
profundamente. "Aunque haya aceptado el tema de los niños yo sé que en lo
más profundo, que ella sí que quiere. Y yo sólo quiero que sea feliz”.
-"Ella lo es", respondió Arran. -"Ella es feliz contigo. Tu solo ves como mira a
Camdyn y a azafrán con el bebé, pero los demás vemos cómo Isla te
mira. Tú, tu tonto obstinado, eres toda su vida”.
El ceño fruncido de Hayden se convirtió en una sonrisa tonta. Ramsey hizo un

gesto de aprobación a Arran. -"Él tiene razón, Hayden. Si Isla no te ha dicho
nada en contra, es porqué todo está bien con ella".
-"Probablemente tienes razón," dijo Hayden y levantó la taza para un largo

trago. -"Arran tienes razón. Esto es diferente para aquellos de nosotros que
vivimos los cuatro siglos sin ningún mal. Todos nosotros consideramos que
nuestra familia crezca, pero sabíamos lo que nos esperaba en el
futuro. Vimos cómo Quinn y Marcail constantemente están sobre Aiden”.
Ramsey empujó el pie de Arran debajo de la mesa para llamar su

atención. -"¿Por qué crees que Ronnie tiene ha cambiado de opinión?”
-"Ella parece inquieta. Rara vez ver sonríe de verdad. Y por la noche cuando
ella cree que estoy dormido, oigo su grito”.
Ramsey miró alrededor de la sala. Uno de sus puntos más fuertes era el
amor que cada uno de ellos compartía.
Wallace podía hacer lo impensable y romper lo que era inquebrantable?
-"La próxima vez, idiota, ayúdala en vez de escuchar", dijo Hayden a Arran.
Ramsey encontró a Tara pie en la puerta de la cocina. Su cabello castaño

claro caía en ondas sobre su espalda. Ella asintió a algo que alguien dijo, y
luego sus ojos azul-verdes se volvieron hacia él. Ella sonrió, y como de
costumbre, su corazón dio un vuelco.
-"¿Cómo están las cosas entre ustedes dos?", Preguntó Arran.
Ramsey soltó un largo suspiro. "Tara tiene miedo de tener hijos y transmitir
su magia inestable.
Mezclada con mi magia y mis raíces de Guerrero, no se sabe lo que podría

suceder si el niño es hembra."
-"Ah. Pero si es de sexo masculino ", dijo Hayden. -"La magia de Tara se
diluye varias veces, y no es una línea directa de magia tan potente como la
tuya. Podríamos tener otro poderoso Druida”.
Ramsey bajó la mirada hacia la mesa, la madera desgastada por siglos de

uso. -"Tú no sabes qué han sido las mujeres las que intentaron controlar
nuestra magia. Es cincuenta veces más potente de lo que nuestros druidas
están acostumbrados. Es adictiva y maravillosa. Nos conocían como los
druidas Guerrero porque cuando el druida tomaba el control de un guerrero,
su mente se hacía más fuerte, e incluso más fuerte el cuerpo para
aprovechar el poder. No estoy diciendo que las mujeres no puedan "hacerlo”,
sólo que es más difícil para ellas".
Se detuvo cuando sintió la magia de Tara cerca de él. Ella envolvió sus
brazos alrededor de su cuello y le besó la mejilla. -"Eso, muchachos, es la
razón por la que no vamos a tener hijos. Las personas lo hicieron Guerrero
porque lo tuvieron que hacer, pero no estoy dispuesta a matar a mi hija sólo
porque ella ha nacido niña”.
-"Se podría ayudarla a aprovechar la magia", dijo Hayden. "Mira Larena. Ella
es fuerte. Eres fuerte Tara."
Ramsey sonrió a Tara. Esta es una conversación que habían tenido muchas
veces. Respetaba sus pensamientos, y él estuvo de acuerdo con los de ella.
La tomó en su regazo y la abrazó con fuerza. Juntos se sanaron.
-"No", dijo Tara. -"Ninguno de vosotros se dan cuenta de lo que sufría, el

daño que hice porque no hice saber lo que era o qué hacer con mi
magia. Incluso si fuéramos capaces de enseñar a nuestra hija, la
posibilidades de que volverse loca por el puro poder de la magia son un
riesgo demasiado grande. Me dieron a Ramsey. Eso es suficiente ", acabado y
lo miró.
La sangre de Ramsey rugió por la necesidad. En la sonrisa de Tara se quedó

con ella en sus brazos. -"Tendréis que perdonarnos. Necesito un poco de
tiempo a solas con mi esposa”.
Arran observaba en silencio a Hayden ponerse de pie y caminar hacia

Isla. Después de unas palabras susurradas, los dos comenzaron a subir las
escaleras.
No llevó a Arran más de un segundo para localizar a Ronnie en la cocina. Se

puso de pie y entró en la cocina para encontrarla con las manos y la frente
cubierta de harina.
Ella levantó la cabeza cuando él entró y le dio una sonrisa. -"Estoy

aprendiendo a hornear un pastel."
Se acercó a ella y la tomó en sus brazos con un beso profundo. Ella se

derritió contra él, con los brazos deslizándolos alrededor de su cuello. Su
cuerpo ardía por ella. Lo hacía desde el momento en que la había visto por
primera vez, y así sería hasta que su corazón dejara de latir.
Arran terminó el beso para ver sus labios hinchados y los ojos
aturdidos. -"Deje que otra persona haga el pastel."
Ronnie asintió. -"Sí. Otra persona puede hacerlo".
Arran tomó la mano y la condujo rápidamente por las escaleras hasta su
habitación. Cuando la puerta se cerró detrás de él, se dio la vuelta y la
empujó contra él mientras cubrió su cuerpo con el suyo.
-"Te quiero."
-"Lo sé," dijo con una risa mientras baja su mano entre ellos y envolvió su
mano alrededor de su excitación.
-"No, Ronnie, escúchame. Te quiero a ti. Siempre a ti. Es suficiente para

mí, pero no estoy seguro de si es suficiente para ti."
Ella parpadeó sus ojos color avellana, la sonrisa desapareció de la cara. -"Me
has escuchado llorar."
-"Sí."
-"No es lo que piensas, Arran. Antes mi trabajo era mi vida. Yo sabía que las
posibilidades de encontrar un hombre y tener una vida normal no eran para
mí. Eso significaba que no tendría niños”.
-"Tú no quieres críos?"
Ella puso su mano cubierta de harina en el pecho sobre el corazón. -"Me

gustaría tener a tus hijos. Si sucede, sucede. Si no es así, como tú has dicho,
nos tenemos el uno al otro. Y eso es suficiente para mí también”.
-"¿Entonces por qué las lágrimas?"
-"Porque sé que otros no están bien con eso. Larena por ejemplo. Ella apenas
lo mantiene en secreto. Ella está obsesionada con encontrar el hechizo de
obligar a sus dioses”.
Arran empujó un mechón de pelo de trigo detrás de la oreja. -"¿Y tú?"
-"Te he dicho lo que pienso de ella," ella respondió con un rollo de sus
ojos. "Me enamoré de lo que eres, de lo que somos ahora. Si quieres vivir
como un mortal, entonces yo apoyo eso. Si deseas seguir siendo un guerrero
y continuar la luchando contra el mal, voy a estar de pie a tu lado. De
cualquier manera, Arran MacCarrick, tú no podrás deshacerte de mí."
-"Nunca", dijo y la besó lentamente, a fondo. Oyó las costuras romperse

mientras tiraba de encima su delantal, pero su suspiro fue todo el estímulo
que necesitaba para despojarla de sus ropas tan pronto como él pudiera.
Su risa llenó la habitación mientras se ayudaban uno a otro con sus ropas y
cayeron en una maraña de miembros sobre la cama.
Arran pasó la mano por el lado de su cara. -"Te amo más allá de las palabras,
más allá del significado... más allá de todo, Ronnie”.
-"Y Te amo, marido."
Compartieron una sonrisa cuando él la besó de nuevo.
CAPÍTULO 15
Phelan se quedó en el porche y apoyó las manos en la barandilla mientras

miraba hacia fuera sobre el lago. La noche había sido maravillosa. La noche
más perfecta que había tenido.
La cena había sido un asunto sencillo de carnes, pan, y las

zanahorias. Resulta que ha Aisley en particular, odiaba las zanahorias. Phelan
sonrió al recordar su historia de cómo sus padres le hicieron comer su cena
de zanahorias cuando tenía seis años.
Él y Aisley habían hablado de otra cosa. Phelan observó lo cuidadoso que era
para no llegar hasta su pasado o mucho acerca de sí misma. Ella no hizo
preguntas de él tampoco.
No es que tuviera nada que ocultar. No había ningún tipo de presión para
deslumbrarla con ingeniosa conversación o hacer uno de sus muchos trucos
para seducir.
Phelan no podía recordar la última vez que tuvo una agradable cena. El deseo
por ella nunca se había disipado. Para su disgusto, creció.
El roce de sus manos mientras él la había pasado la copa de vino le

chamuscó, provocando una descarga de algo primordial y urgente de energía
a través de él.
Phelan inhaló una bocanada de aire escocés y la vista hacia la luna. Estaba
llena, su luz brillando como un faro en el cielo. Las nubes derivadas delante
de la luna, causaban una leve neblina para aparecer como un anillo alrededor
de ella. Belleza real era cómo la luz de la luna dio con las nubes,
bordeándolas.
Se acercaba la medianoche. Aisley había dormido durante un par de
horas. Ya lo había comprobado Phelan dos veces. Cada vez era más difícil
salir de su habitación.
Lo fácil que sería subirse en la cama junto a ella y despertar su cuerpo

mientras ella dormía. Para cuando se despertara, ella estaría en un estado de
necesidad tal que ella no le daría la espalda.
-"¿Qué hago?", Se preguntó en un susurro suave.
Un búho ululó de un árbol cercano en respuesta.
Phelan necesitaba algo para enfriar su lujuria. Él pensó brevemente en un

baño en el lago, pero no lo hizo porque no quería estar tan lejos de
Aisley. Optó por una ducha de agua fría en su lugar.
Se enderezó y entró en la casa. Se quitó la camisa y se desabrochó los

vaqueros cuando llegó al cuarto de baño. Phelan cerró la puerta con cuidado
antes de quitarse rápidamente las botas y los pantalones vaqueros.
Sólo entonces se dio vuelta hacia el agua.
Se metió en la ducha y apretó los dientes mientras el agua fría le

golpeó. Pasó muy poco desde que se apenas sintió el frío gracias a su dios.
Phelan puso las manos en la pared de azulejos y dejó caer la barbilla sobre el
pecho mientras el agua caía por su cuello y espalda. Miró el suelo de la
ducha, de repente agradecido de que fuera grande, ya que él tenía la
sospecha de que iba a pasar la noche allí.
Aisley se quedó mirando el techo, con una mano sobre la frente y la otra
sobre el estómago. Ella no tenía mentido a Phelan en su mente cuando llegó
el agotamiento y se fue a la cama. En ese momento no podía mantener los
ojos abiertos.
No pasó mucho tiempo después de que ella se durmió cuando el sueño que la
había atormentado durante días volvió.
Excepto que esta vez Phelan estaba haciendo mucho más que besarla.
Sus manos, sus manos grandes y callosas acariciaban su cuerpo. Tocándola
en los lugares adecuados, haciéndola gemir y retorcerse de deseo.
Ella había despertado justo antes del orgasmo.
Después de eso, el sueño no había estado lejos de su mente. Había llegado la

última vez que Phelan fue a visitarla y ella, casi le había pedido que se
quedara.
La deseaba. Podía ver el deseo en sus ojos. Mayormente trató de ocultarlo,

pero estaba allí.
Lo que no podía entender era por qué no había hecho un movimiento hacia
ella.
En el club hace dos meses no había tomado un no por respuesta y la besó

antes de que supiera lo que estaba pasando. Hoy día la había tratado con
guantes de seda. Casi como si esperara que ella se rompiera en cualquier
momento.
La peor parte fue cuando ella le dijo que había oído la voz en su cabeza
susurrando su nombre.
En lugar de hacerle preguntas acerca de quién podría ser, simplemente se

había puesto de pie y comenzó a hablar sobre la cena.
Justo cuando pensaba que Phelan la entendía, cambió. No importa la forma

en que mantenía su mente en nudos, su cuerpo sabía lo que quería.
A él.
Miró hacia la puerta cuando oyó la ducha abrirse. Él todavía estaba
despierto. La pregunta era, ella tendría agallas para ir a él?
Aisley se incorporó y envolvió sus brazos alrededor de sus piernas, que ella
había doblado hasta el pecho. Hacía años que no se había acostado con
nadie.
Lo imaginó desnudo en la ducha, el agua que corriendo sobre su cuerpo alto

y musculoso, y se le secó la boca.
Sin pensarlo Aisley se quitó las mantas y se levantó de la cama. Ella abrió la
puerta y se dirigió al cuarto de baño. Hubo un momento de duda cuando ella
puso su mano sobre el pomo de la puerta.
Sus labios se estremecieron, recordándole lo mucho que había disfrutado de

su beso. Eso es todo lo que tardó en darle el valor de abrir la puerta.
Pero estar en el cuarto de baño era diferente a entrar en la ducha con él.
Aisley observó su silueta a través de la puerta de la ducha mientras

permanecía inmóvil como una estatua. Ella sacó la camiseta por la cabeza y
deslizó sus bragas por sus piernas.
Phelan sabía que Aisley estaba en el baño. Había sentido su magia venir
hacia él tan pronto como salió de su habitación. Contuvo la respiración,
esperando a ver qué iba a hacer.
Y entonces la puerta de la ducha se abrió.
Su mirada chocó con la de ella cuando se enderezó. Él podría haberla visto

con poca ropa en el club pero nada lo preparó para la vista de Aisley
desnuda.
Phelan dejó que sus ojos viajaran desde su cara, a sus pezones con punta
oscura y pechos a la estrecha cintura y sus caderas ensanchadas. Sus bolas
se apretaron cuando vio las piernas tonificadas y el triángulo de rizos negros
que oculta su sexo.
Su mirada volvió de nuevo a su rostro. Una pregunta silenciosa acechaba en

sus ojos. Había deseo y necesidad, pero una pizca de miedo también. No
miedo a él, el miedo al rechazo.
Le tendió una mano hacia ella y abrió el agua caliente con la otra. Tan pronto
como su mano estaba en la suya, Phelan tiró de ella suavemente en la ducha,
la mano libre cerrando la puerta detrás de ella.
Parecía una eternidad desde última vez que había probado sus labios. Ya no
podía esperar. La atrajo contra él, volviendo a empujarla contra la pared de
la ducha.
Su suave suspiro en el primer roce de sus labios sobre los de ella fue casi su
perdición. La deseaba demasiado, desesperadamente. Estaba a punto de
derramar su semilla, y él sólo la había tocado.
Phelan tomó la cara entre las manos, inclinando la cabeza para que pudiera
besarla. Deslizó su lengua más allá de sus labios y sus dedos apretaron sus
hombros.
Profundizó el beso y sintió que su cuerpo se estremecía. Con el agua

corriendo alrededor de ellos, Phelan no podía dejar de tocarla. Él ahuecó su
pecho y pasó el pulgar sobre el pezón.
Aisley arrancó su boca de la suya, con el pecho agitado. -"Por

favor. Necesito…"
Se interrumpió mientras la miraba. Phelan la besó en la mandíbula y luego

hacia abajo de su cuello. -"Qué es lo que tú necesitas, belleza? Dime."
-"A ti. Te necesito."
Él la miró, la verdad brillaba en sus ojos. No era así como quería hacer el
amor la primera vez, pero tampoco podía negárselo.
Phelan agarró sus caderas y la levantó hasta que sus piernas se cruzaron
alrededor de su cintura. Sus brazos se enrollaron alrededor de su cuello
mientras sus dedos ahondaron en su cabello.
Normalmente Phelan sabía lo que su pareja necesitaba o quería. Él no sabía

con Aisley, y no importaba. Su corazón latía como un tambor en su pecho
mientras su sangre caliente quemó con un hambre como ningún otro.
La mantuvo por encima de su pene mientras miraba hacia abajo para ver
como sus cuerpos se unían. Débilmente la metió en él. Phelan apretó los ojos
cerrados por el grado de tensión y húmeda que estaba.
Poco a poco angustioso, la llenaba. Sus uñas se clavaron en su cuello. Sus

piernas se tensaron y tiraron sus caderas más cerca de ella, impulsándolo
hacia adelante.
Cuando estuvo completamente asentado, Phelan abrió los ojos para

encontrar Aisley con los labios entreabiertos y mirándole.
-"Más", rogó.
Él sonrió e inclinó la cabeza para tomar el pezón de un bocado en la

boca. Ella gimió cuando su lengua se tomó el pico erecto sin piedad.
Ella sacudió sus caderas, enviando una sacudida de placer a través de

él. Phelan levantó la cabeza y se retiró de ella antes de empujar
profundamente.
Un suave grito salió de sus labios. Pero Phelan quería mucho más de ella. La
deseaba gritando, diciendo su nombre, su cuerpo ya no era suyo.
Una y otra vez se sumergió dentro de su canal tenso. Más rápido, más duro,
más profundo. Cuanto más tomó, más dio. Golpeó su cuerpo, reclamándolo
como propio, incluso si ella no lo sabía.
Tomó sus labios en un beso lleno reclamo. Saqueó la boca, las lenguas
bailaban juntas al igual que sus cuerpos.
Tan pronto como él sintió que su cuerpo apretarse, dejó de moverse. Ella
estaba tan cerca de llegar al clímax que él podría haber tenido el suyo unos
cuantos golpes después de entrar en ella.
Cuanto más largo fuera el placer, más fuerte sería el orgasmo. Interiormente
Phelan sonrió cuando ella intentó moverse contra él. Él la mantuvo inmóvil,
con las manos en las caderas.
-"Por favor", rogó sin aliento.
Empezó a moverse de nuevo, lentamente al principio y luego aumentando el

ritmo.
-"No te detengas," susurró en su oído. "Por favor, no te detengas."
Tenía toda la intención de hacer precisamente eso hasta que oyó su

respiración entrecortada. Entonces ella gritó su nombre, su cuerpo se
convulsionaba alrededor de su pene con tal fuerza que con un empujón más
culminó.
Durante largos minutos, permanecieron como estaban, bajo el agua, tocando

sus frentes.
Phelan levantó la cabeza para verla con los ojos cerrados. Con cuidado se
retiró de ella y la sentó en la piedra del taburete. Luego cogió una esponja y
la enjabonó.
Él empezó a lavar sus brazos luego se trasladó a los hombros y el
pecho. Cuando llegó a sus pechos se tomó tiempo extra, asegurándose de
que cada uno se lavara a fondo.
Era la sonrisa en la cara de Aisley la que hizo que algo se moviera en su

pecho. Phelan lavó rápidamente el resto de ella, y luego la puso de pie para
lavar su espalda.
Sólo entonces se dio vuelta para mirarlo. Se enjabonó las manos con jabón y
suavemente arrastró su semilla de su sexo. Su pene se movió cuando se
balancearon sus caderas contra su mano.
Él la enjuagó, pero antes de que pudiera abrir la puerta de la ducha, ella

tenía la esponja en la mano. Phelan la miró a los ojos, preguntándose lo que
esa mujer tan hermosa estaba haciendo con él.
Llevaba el pelo pegado a la cabeza mientras le frotaba la esponja sobre el

pecho y los brazos, y luego él se dio la vuelta para hacerlo en su espalda.
Ella hizo un trabajo rápido en su trasero, y luego lo volvió una vez

más. Aisley se arrodilló delante de él y empezó a lavar sus piernas desde los
pies.
Phelan apretó los puños a los costados, negándose a moverse cuando llegó a
su pene. Cuando ella finalmente le tocó, su vara saltó en respuesta. Su
mirada se desvió hacia él.
-"No estoy saciado de ti," le dijo.
Una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios mientras lavaba su pene, ahora
totalmente excitado una vez más. Él la agarró por los hombros y la puso de
pie. Después de enjuagarse en un tiempo récord, cerró el grifo y abrió la
puerta de la ducha.
Phelan salió, pero cuando trató de seguirle, la levantó en sus brazos.
-"Soy capaz de caminar, ya sabes."
Se encogió de hombros. -"Me gusta llevarte."
-"¿Tienes miedo de que cambie de idea y corra de nuevo?"
-"El pensamiento me ha pasado por la cabeza," dijo mientras se encargó de

abrir la puerta de la habitación.
-"Bájame", exigió.
Phelan estrechó sus ojos en ella, y luego bruscamente la arrojó sobre la

cama. Antes de que pudiera preguntar, se inclinó hacia adelante y le cogió la
mano. No estaba seguro de lo que estaba a punto de hacer hasta que ella
tomó su mano alrededor de su sexo.
-"Lo sientes?", Le preguntó. "No voy a huir de ti."
Phelan tomó aire ante la humedad que sentía en sus dedos. Él empujó un
dedo dentro de ella y vio como sus párpados se cerraron.
-"Yo te encontraría," susurró antes de besar su cuello. Él movió su dedo

dentro y fuera de ella.
-"Tú sabes que yo lo haría."
-"Sí."
-"Lo quieres."
-"No. Sí. No lo sé. Eso sí, no dejes de tocarme”.
-"Nunca, belleza."
Phelan le dio un beso por el pecho hasta que estuvo en sus pechos una vez
más. Se puso un pico oscuro en su boca y succionó mientras sus caderas se
resistieron contra su mano.
Si ella pensaba que prolongaba su liberación en la ducha, le esperaba una

sorpresa. O lo intentaría. Cuando se trataba de Aisley, descubrió que no tenía
control. Él deseaba declarar su cuerpo como suyo, ella era propiedad.
Aunque ella aún no lo sabía.
Phelan añadió un segundo dedo dentro de ella, pero no aumentó su

ritmo. Las gotas de agua cayeron desde su piel y cabello pero no las prestó
atención.
Movió la boca al otro pecho y pasó la lengua por su pezón antes de raspar
suavemente los dientes a través de ella. Ella gritó, sus manos arañando las
mantas.
-"No”, le dijo cuando sintió que sus piernas le apretaron la mano.
-"No puedo evitarlo. Está llegando, "ella gritó.
Phelan sacó sus dedos de ella y jugó con el pelo que rodeaba su sexo. "Te
dije que no" todavía ".Los ojos de color leonado de Aisley lo miraron. "¿Por
qué?"
-"Va a ser mejor."
-"Muéstramelo."
Con una sonrisa empezó a besar por su estómago.
CAPÍTULO 16
Aisley se agarró a Phelan con fuerza. Ella temía que si se soltaba

desaparecería, al igual que sus sueños. Sus manos le picaban por estar
encima de su esculpido pecho y por su estómago perfectamente definido,
mientras se maravillaba con la anchura de los hombros y los brazos
musculosos.
Se arrastró en una respiración, su cuerpo temblando mientras se acomodaba

entre sus piernas. La besó y lamió el hueso de la cadera antes de besar
tranquilamente la otra cadera.
Él la estaba torturando de la manera más maravillosa, sensual. Sus sentidos

se intensificaron, su sangre era como lava fundida en sus venas. Fue el
centro de su mundo.
Por un segundo el miedo desapareció a través de Aisley. Phelan había dado

su liberación en la ducha. Había sido rápida y sorprendente, pero incluso
entonces había sentido que había entre ellos casi se estaba... fortalecimiento.
Eso era algo que no podía permitir que sucediera.
A ella misma.
O para Phelan.
De repente Phelan levantó la cabeza, las líneas profundas surcaban su

frente. -"¿Qué pasa belleza?"
Aisley parpadeó las lágrimas que amenazaban con salir. ¿Por qué tenía que
ser tan condenadamente bueno? Ella era usada para la insensibilidad. Ella
podía ser cruel.
-"Esto... me asusta." Se sintió bien a decir la verdad. Y ella deseó poder decir
más.
Deseaba decirle que era prima de Jason Wallace, pero entonces se haría
añicos lo que había entre ellos, aunque simplemente acabara en una
atracción. Una enorme losa se asentó en su estómago cuando se dio cuenta
del desastre que había creado al permitir que Phelan estuviera cerca.
Fue entonces cuando comprendió que ella lo necesitaba para mantener a

raya a Jason el tiempo suficiente para poder reunir la magia que ella
necesitaba para matar a Jason de una vez por todas. Se lo tendría que decir
y hacérselo entender antes de que Phelan la matara a ella.
Ella debería haber rechazado la ayuda de Phelan, pero en ese momento fue
muy difícil de rechazarla.
Sus ojos azul-grises la hipnotizaron. Ella alcanzó ver su alma antigua,

obsoleta y el anhelo que de su corazón retumbando en su pecho.
En ese instante, en esa milésima de segundo, la conexión entre ellos fue

irreversible.
El temor debería haberla congelado. En cambio, vio en Phelan las mismas

cosas que ella sentía. Era egoísta porque quería tener al menos unas cuantas
horas de paz con el guerrero. Unas pocas horas para pretender que ella no
era una mala persona y su alma no pertenecía a Satanás.
Ella quería fingir que tenía la vida que una vez había soñado y un hombre
que se preocupaba mucho por ella.
Incluso si al final iba a pagar por todo con su muerte.
-"No me temas," susurró Phelan y besó su estómago, con los ojos todavía en
ella. -"No temas esto.
Por encima de todo, belleza, confía en mí. Deja que te lleve lejos”.
Los ojos de Aisley se cerraron cuando sus besos estuvieron más cerca y más
cerca de su centro. Ella levantó las caderas, la necesidad de contacto con él,
con el placer que encontraba en sus brazos.
Sus grandes manos estaban en todo el cuerpo, tocando, aprendiendo. Ella

sintió que se cobraba vida, casi como si hubiera estado esperando su
contacto la vida entera.
Luego, su boca estaba sobre ella. Aisley gimió cuando su lengua lamió su
sexo. Le pasó la lengua y lamió su clítoris hasta que ella estuvo temblando de
necesidad.
Él la llevó al borde, sólo para dejarla sin aliento y pidiendo más.
-"No", sin embargo, "murmuró contra su muslo.
Él la lamió de nuevo, jugando con su clítoris sin piedad. Ella gritó cuando sus
manos se estiraron y tomaron los pechos. Al instante sus pechos se
hincharon.
Ella se resistió contra él cuando pellizcó sus pezones. El dolor era demasiado
placentero. El deseo era apremiante en su vientre con cada movimiento de su
lengua.
El clímax se estrelló contra ella, tomando el aliento mientras su cuerpo

temblaba con la fuerza de él. Ella era una vela, flotando, a la deriva en un
mar de alegría absoluta.
Su sexo todavía estaba apretado cuando Phelan se levantó sobre sus rodillas
y agarró sus caderas para levantarlas.
Observó mientras la sostenía constante, mientras que la cabeza roma de su

excitación rozó contra ella.
Ella gimió. Su carne sensible moría por sentirlo dentro de ella una vez
más. Aisley encontró su mirada como el grosor de su polla dura la llenó.
La posición en que la tenía a ella le impedía moverse. Él tenía todo el

control. Y le encantaba eso.
Lo necesitaba.
Ella ansiaba más.
Al igual que él la necesitaba y la deseaba.
Debería haberse asustado, pero no lo hizo. Nada podría apartarla de Phelan,

siempre y cuando la estuviera tocando.
Se enterró profundo, un gemido satisfecho rugió en su pecho. Ella cerró sus

tobillos en la cintura y una mano dura las cubrió cuando hizo girar sus
caderas. Él le dio un momento para acomodar su longitud dentro de ella
antes de que él comenzara a moverse.
Aisley gimió ante la sensación de tenerlo empujando dentro de ella. Ella

arqueó su espalda y apretó las piernas, pero se negó a aflojar su control
sobre sus caderas.
Sus dedos se clavaron en su carne mientras seguía sumergiéndose en su

interior, yendo más profundo, más difícil cada vez.
Ya su cuerpo se estaba construyendo hacia otro orgasmo.
Un grito de placer salió de sus labios cuando los empujones de Phelan

crecieron más rápido. Se estableció un ritmo de conducción que ella era
incapaz de ignorar.
Su cuerpo estaba en llamas. Cada fibra de su ser estaba en sintonía con él,
esperando la próxima vez que la llevara al paraíso.
Ella podría no ser capaz de mover sus caderas, pero conoció cada uno de sus
golpes, apretando sus piernas contra él. Él susurró su nombre y empujó con
más fuerza.
-"Phelan," murmuró cuando ella se sentía a punto de culminar.
De pronto, le soltó las caderas y se inclinó sobre ella, sus manos a cada lado
de la cabeza. Sus miradas se enfrentaron, cuando él llevó a cabo sin
descanso un último empuje con su cuerpo.
Aisley se agarró de la cintura cuando sintió la primera oleada de su

orgasmo. Ella gritó su nombre cuando el clímax se la llevó. Con un empuje
más, Phelan se enterró profundo.
Los barrió el placer, la expansión y el aumento hasta que se fundieron en un

brillo deslumbrante de éxtasis.
Cada vez era más fácil y más fácil navegar sobre sus recuerdos. Siempre que
se olvidaba, un nombre aparecía de repente en su mente.
Aisley.
Sentía el poder correr a través de su cuerpo, sintió la magia consumiéndole a

cada momento, en cada aliento, en cada latido del corazón.
Si sólo él supiera dónde estaba, podía volver. Había cosas que tenía que
hacer. Cosas como… y al igual que venían, se desvanecían en su memoria.
Lo que le esperaba era importante. Lo sabía sin lugar a dudas. Eso lo llevó a
seguir explorando su mente y buscar las respuestas.
Aisley.
Ella no estaba muy lejos. Si tan sólo pudiera llegar a ella. Ella le
ayudaría. Estaba seguro de eso, tal y como tenían la certeza de que iba a
volver.
Pero ¿dónde debería volver exactamente?
Lo tenía en la punta de la lengua, pero cuanto más se esforzaba por

comprender el nombre, más se deslizaba de él.
Él no se daría por vencido sin embargo. Sólo tendría que intentarlo un poco
más, y entonces él tendría todo lo que necesitara.
Aisley.
CAPÍTULO DE 17
Phelan nunca se consideró el tipo hombre que tuviera que abrazar después
del sexo, pero, de nuevo, nunca había tenido a Aisley su cama antes. Y en su
casa también por primera vez.
Se levantó sobre un codo y acarició el valle entre sus pechos y luego hacia
abajo a su estómago. Ella sonrió, con los ojos cerrados.
-"Eso hace cosquillas," murmuró.
Phelan abrió la boca para responder cuando vio la cicatriz de cuatro pulgadas
en la parte baja del estómago. Él lentamente rastreo la cicatriz,
preguntándose por qué no le había dicho que había tenido un bebé. A
continuación, se preguntó dónde estaría su hijo.
-"Eres insensible aquí,” le preguntó Phelan
Él la miró para ver la sonrisa desaparecer y los ojos todavía cerrados. Ella
estaba inmóvil, como si apenas pudiera pronunciar las palabras. Su dolor era
evidente, y a Phelan no le gustaba lo mucho que le molestaba. -"Este es uno
de esos secretos que no me quieres decir."
-"Pocas personas saben de ella. Es la carga que llevo ", respondió Aisley.
-"Fue el crío muchacho o muchacha?"
Su cabeza se volvió hacia él mientras abría los ojos. -"Una niña. ¿Recuerdas
cuando te dije que fui de nuevo a mis padres y luego me marché de nuevo?
", le preguntó Aisley.
-"Sí."
-"Yo estuve allí seis semanas antes de saber que estaba
embarazada. Pensamos que era la gripe o algo porque nada lo que comía se
mantenía en mi estómago. Mamá me llevó al hospital donde el médico me
dijo que era un embarazo. El viaje de vuelta a casa, mamá no dijo una
palabra”.
Phelan oyó la angustia en sus palabras, la rabia apenas contenida y la

incredulidad. Por la forma en que habló en sílabas duras, sabía que el final no
podía ser bueno.
-"Tardé dos días antes de que pudiera llevar un trozo de pan tostado al
estómago. No vi ni oí a mis padres durante ese tiempo. Después del segundo
trozo de pan tostado, comencé a sentirme bien y empecé a poner un poquito
de mantequilla. Yo estaba muy contenta de poder comer un poco de
mermelada, sin que saliera de mi estómago segundos después”.
Ella sonrió, pero esa sonrisa no llegaba a los ojos. Phelan no estaba seguro
de por qué, pero le tomó la mano y simplemente la sostuvo.
-"Fui a decírselo a mis padres", dijo. -"Fue entonces cuando mi padre me

echó. Mamá se sentó allí llorando. Ni siquiera me miraba. Sólo me dejaron
llevar un pequeño bolso con algo de ropa. No tenía dinero, y que Dios me
perdone, pero robé la billetera de papá cuando iba hacía la salida”.
-"¿Qué más podías hacer?", Preguntó Phelan. -"Yo habría hecho lo mismo,
belleza. ¿Dónde fuiste?"
Ella dejó escapar un suspiro. -"Edimburgo. Tenía una compañera de escuela

allí. Ella tenía un novio viviendo con ella que no me gustaba, pero ella me
dejó el sofá durante unas pocas semanas. No encontré trabajo. El dinero
escaso, y yo siempre tenía hambre. Nunca hubo comida en el piso. Las pocas
veces que guardaba lo suficiente como para comprar una comida decente, el
bastardo me quitaba el dinero o se comía mí comida”.
-"Dime su nombre." Dijo Phelan fríamente.
Eso le ganó una ligera sonrisa. -"Yo fui la única que consintió eso. No había
manera de que pudiera permitirme un piso por mi cuenta, y encima estaba
embarazada. Por lo tanto, esperé dos semanas más, manteniendo mi dinero
escondido en los zapatos que llevaba cuando dormía. Entonces hice mi
camino a Pitlochry. Yo acababa de llegar y estaba buscando un lugar para
comer cuando me encontré con un hombre que trabajaba en una destilería
cercana. Me contrataron como empleada de la tienda ese día. Incluso me
encontraron un pequeño piso de alquiler”.
-"Suena como las cosas estaban funcionando." Interrumpió Phelan.
-"Así parecía. Fue mientras que estuve allí que sentí que mi bebé se movía
por primera vez”.
Su sonrisa era radiante y acuosa, lo que le hizo a Phelan perder el aliento por
el amor que vio en esa sonrisa y en sus recuerdos. En todos sus viajes,
Phelan no podía decir que había visto nunca nada tan lleno de amor.
No confiaba en nadie lo suficiente para acercarse a él y tener emociones

profundas. Con Charon pudo bajar esos muros que construyó alrededor de sí
mismo porque Charon era un guerrero y había estado en Deirdre montaña.
Pero nunca con una mujer.
Hasta ese momento no se había preocupado de sentir la emoción del

amor. Él no quería experimentarla, pero no podía negar que no le importaría
tener a alguien que le amara. Nadie lo había hecho y pude que nadie lo h
hiciera jamás.
-"Yo estaba viendo la tele y bebiendo un vaso de leche cuando se movió,"

continuó Aisley. -"Yo trabajé más duro para conseguir que nuestra vida fuera
mejor. Todo el mundo en la destilería era tan agradable y servicial.
Cuando mi nena se inquietara, me gustaría cantar con ella. Empujar su

pequeño puño o el pie contra mi estómago, y poner mi mano encima de ella”.
Phelan tragó. Él tenía miedo de moverse, miedo de hablar para no romper el
hechizo y que Aisley parara de hablar. Quería, necesitaba escuchar más, para
ver ese otro lado que muchos daban por sentado.
-"Durante meses, mi vida siguió mejorando. Yo estaba teniendo un nuevo

comienzo. El pasado estaba muy por detrás de mí. Yo había conseguido un
turno extra por más dinero un sábado. Era tarde, y la multitud de turistas se
estaba dispersando. Una pareja entró y pidió una mezcla especial que se
encontraba en el almacén de debajo de la tienda. Mis tobillos se habían
hinchado durante semanas, y mi vientre era tan grande que no podía ver la
mitad inferior de mi cuerpo”.
Phelan cerró los ojos, ya no querer saber nada más.
-"Me acerqué a esas escaleras muchas veces, antes de ese día", dijo
Aisley. "Las bajé lentamente y encontré la botella. Yo estaba a medio camino
de vuelta cuando mi pie resbaló o no pude poner el paso correctamente. Yo
no recuerdo como caí. Recuerdo el dolor que explotó en mi cuerpo. Entonces
todo se volvió negro”.
La miró para ver sus ojos en el techo. Su cuerpo estaba rígido, sus palabras
apenas por encima de un susurro.
-"Al parecer, la caída provocó el parto. Durante seis horas estuve de parto
antes de que se dieran cuenta de que mi niña tenía el cordón umbilical
enrollado dos veces en el cuello. Me practicaron una cesárea de
emergencia. Cuando por fin desperté de la cirugía, el médico estaba de pie
junto a la cama. Me dijo que mi bebé se estaba muriendo. Alguna cosa sobre
un defecto en el corazón. Dejé de escuchar cuando supe que iba a
perderla. No importa lo que hiciera, ella moriría.
Phelan observó la caída solitaria de una lágrima de su ojo para desaparecer

en el pelo. No podía entender cómo cualquier persona podría sufrir tanto, y
sin embargo todavía quisiera amar. -"No tienes por qué contarme el resto.
“Dijo Phelan.
-"Los convencí que me la trajeran", Aisley continuó como si no lo hubiera
oído. -"La tuve entre mis brazos y le conté todas las cosas que había
planeado decirle a ella mientras iba creciendo. Ella alzó la vista hacia mí con
esos pálidos ojos marrones mientras agarraba mi dedo en su pequeño
puño. Luego se tomó un respiro y murió”.
Phelan no tenía palabras. Tomó a Aisley en sus brazos y la abrazó. No sabía

cuánto tiempo se quedó allí. Todo lo que sabía era que se sentía bien, Aisley
se sentía bien.
Ella había revelado uno de sus secretos más profundos. Tenía la sensación de
que nunca había contado a nadie lo que ella acaba de compartir con él.
Tragó aire mientras pensaba en su secreto. Phelan quería decirle, tenía que
decirle.
-"Mis amigos piensan que fui robado de mi familia cuando era un muchacho
de seis años. La verdad es que quería ir con Isla”.
CAPÍTULO 18
Aisley alisó un mechón de pelo oscuro de Phelan de la cara. Estaba contenta
de que Phelan estuviera hablando, porque entonces no tendría que pensar en
el pasado. -"No eras más que un niño."
-"Sí. Un niño que estaba enojado con mi padre y mi hermano mayor. Me

alejé de la casa de mal humor, supongo. Es difícil de recordar. Cuando miré
hacia arriba había una mujer con ojos azul hielo hipnotizantes”.
-"¿Quién era?", Preguntó Aisley.
Se recostó contra la cabecera, sus duros músculos en movimiento. -"Yo, no lo

supe en ese momento, lo unió que sé es que hizo todo lo posible para
convencerme de que fuera con ella. Hay una cosa que recuerdo sobre todo
los demás. No miré atrás. Ni una sola vez, Aisley”.
-"Estás siendo demasiado duro contigo mismo. ¿Cómo ibas a saber lo que
quería? "
-"Eso no es" el punto, ¿verdad? Yo estaba enojado. Accedí a ir con una mujer
a la que no conocía. Ni siquiera pregunté dónde íbamos. Sólo cuando llegué a
los pies de la montaña de Cairn Toul dudé”.
Aisley no quería saber esto. Ella ya se preocupaba demasiado por Phelan, y

cuanto más le importara y cuanto más supiera de él, pondría ella su plan en
peligro. Si ella conociera más de él, su corazón iba a estar en serio peligro.
No había tenido intención de decir tanto de su bebé. Cuando comenzó, todo

se derramó en una caída libre.
Ella le dijo cosas que nunca había compartido con nadie, y no quería volver a
compartirlas. Eran sus torturas privadas, su miseria.
-"Isla debió usar algún tipo de magia, porque lo siguiente que recuerdo fue
estar dentro de la montaña. Eso es la primera vez que vi a Deirdre ",
continuó Phelan.
Aisley se incorporó y se volvió para quedar frente a Phelan. Él puso su mano

en la pierna con un lado de su boca inclinada hacia arriba. "Bromeas acerca
de encontrar a uno de los druidas más potente que jamás haya existido?"
-"Nunca", dijo con vehemencia. "Esa mujer era la hija del diablo y merece
soportar su muerte mil veces al día”.
Aisley pasó la palma de la mano sobre el vientre musculado de Phelan,

recordando cómo su cuerpo se había movido sobre la de ella, con un placer
incalculable y una indulgencia carnal inimaginable. Él era el pecado y la
sensualidad, la maldad y el sexo.
Él era todo lo que necesitaba y quería. Y todo lo que Jason podría utilizar en
su contra.
-"¿Tenias miedo?", Preguntó Aisley.
-"Estaba muy asustado. Ella parecía incluso un hada cuando hablaba, pero yo
sabía que era el mal. Hermoso, pero el mal. Sus palabras y la gran longitud
de su pelo blanco me ponían la piel de gallina. Lo peor eran sus ojos
blancos. Parecían ver en mi alma. Ella sonrió, y luego le dijo a Isla que me
llevara a un sitio.
-"Yo fui tan tonto como para tratar de escapar. Uno de los guerreros de
Deirdre me detuvo. Después de eso, sabía que no habría escapatoria. Seguí a
Isla por un largo pasillo que conducía a una puerta oculta. Desde allí bajamos
escaleras que parecían no tener fin. Cuanto más bajo fuimos, más oscuro se
volvió todo. Se encendió una antorcha para ayudar a iluminar nuestro
camino, pero eso sólo hizo todo más aterrador”.
Aisley entrelazó sus dedos con los suyos. -"¿Dónde te llevó?"
-"Tan abajo y profundo de Cairn Toul como pudieron. Deirdre tenía cadenas
mágicas que me esperaban. Isla abrochó esas esposas alrededor de mis
muñecas. Ella no me miraba, pero ella me dijo que los grilletes crecerían
mientras yo lo hacía para no irritarme con ellas, con una voz como de
disculpa”.
-"Ella se arrepintió de llevarte allí", dijo Aisley.
Phelan dejó escapar un suspiro áspero. -"Eso ya no importa. Yo estuve

ahí. Ella cerró las esposas. Luego salió de la celda y me dejaron mí en la
oscuridad. Me trajeron tres comidas al día, pero los druidas enviados a mí
eran esclavos de Deirdre y nunca hablaban. Todos los días Deirdre tenía mi
sangre drenada de mí, suficiente para llenar una copa. Por casi veinte años
me tenía sólo a mí mismo para hablar. A continuación, el verdadero infierno
comenzó”.
-"Ella lanzó tu dios." Afirmó Aisley.
Él asintió con la cabeza lentamente. -"Dentro de mí está Zelfor, el dios de la

tormenta. Ni aun siendo un guerrero conseguí liberarme de la mazmorra. En
cambio, ella siguió bebiendo mi sangre”.
-"No entiendo", dijo Aisley en la confusión. -"¿Por qué ella quería tu

sangre? Ella bebía toda la sangre de los demás guerreros? "
-"Sólo mía", dijo Phelan con cansancio. -"Mi sangre puede curar cualquier
cosa, belleza. La única cosa que no puede hacer es traer a alguien de entre
los muertos”.
Pensó en su bebé, de cómo su hija pequeña había sufrido

innecesariamente. Phelan haberla salvado.
Aisley hizo a un lado esos pensamientos. Esto la llevaría a la locura. Su hija

se había ido. Lo único bueno era Jason que no podía hacerle daño.
-"Y tu poder?", Preguntó.
Phelan acarició la mano con el dorso de su pulgar. No dijo nada mientras la

miraba a los ojos.
Aisley volvió la cabeza cuando vio una llamarada por el rabillo del ojo.
Había una gran chimenea con una llamarada gigante donde la ventana solía
estar. Un segundo más tarde y toda la habitación parecía un castillo
medieval. Miró a su alrededor con asombro.
Y luego, en un abrir y cerrar de ojos, se había ido.
Su cabeza se sacudió. -"Se puede cambiar la percepción que tiene una

persona de la realidad? “Pregunto asombrada Aisley
-"Sí. Así fue cómo me mantuve cuerdo. Es también la forma en la que

obtengo el control sobre Zelfor”.
-"Tienes un poder increíble."
-"Se ve bien unas cuantas veces," dijo Phelan con una sonrisa.
Ella asintió. -"Apuesto. A que Deirdre finalmente te dejó ir? "
-"Uno de los MacLeod fue capturado por Deirdre. Los otros dos hermanos
fueron a buscarlo. Trajeron otros guerreros con ellos. Quinn se reunió con
Marcail en ese lugar ya que ambos estaban prisioneros. Otros guerreros que
se habían hecho amigos Quinn luego se unieron a la batalla. Eso fue mucho
antes de que Deirdre muriera”.
Aisley frotó la frente en confusión. -"Pensé que habías dicho que era Laria
quién mató a Deirdre?"
-"Así es. Deirdre murió en esa batalla, pero sólo su cuerpo murió, no su
alma. Su magia era lo suficientemente potente para regenerar su cuerpo”.
Un escalofrío de temor se deslizó por la espalda de Aisley. Sus pensamientos

volvieron al instante a Jason. Fue el miedo tangible y la sensación certera de
que él iba a aparecer de repente. Ahora, al parecer, ella tenía razones para
preocuparse.
-"Isla, gravemente herida, bajó a mi calabozo y me soltó."
Aisley dejó un lado los pensamientos de Jason por el momento. -"Ella se

arrepentía de llevarte hasta Deirdre. Cuanto tiempo estuviste en Cairn Toul? "
-"No lo sé exactamente. Cincuenta años? ¿Un centenar? Eso no importa”. Ya

no recordaba a mis padres o donde vivían. Ya no podía recordar sus caras o
nombres”.
Se inclinó hacia delante para acunar su rostro. -"No podías mantener los
recuerdos y lucha de tu dios al mismo tiempo. Era una o la otra. Además,
sólo eras un niño pequeño. ¿Cómo podrías recordar todo?"
-"No sé lo que significa tener una familia. Tengo una persona que llamo
amigo. Uno. Nunca he tenido cualquier tipo de relación”.
-"No puedo recordar la última vez que tuve un verdadero amigo." Dijo Aisley.
Él esbozó una sonrisa infantil. -"Parece que estamos en la misma clase."
-"Lo estamos. Qué sucedió después de que saliste Cairn Toul? “le preguntó
Aisley.
-"Vagué. Sin fin. Caminé toda la amplitud y ancho de Escocia varias veces. Yo
aprendí sobre el dinero y la forma de contarlo. Aprendí a leer y
escribir. Aprendí cómo hacer el amor a una mujer. He aprendido... todo”.
Aisley no podía creer todo a lo que se sobrepuso. Había tomado por sentado
las cosas que aprendió de sus padres mientras crecía.
Phelan tenía nada más que una prisión oscura y él mismo con quien
hablar. Sin embargo, sobrevivió. Era fuerte y obstinado. Podía soportar
cualquier cosa.
Ella sabía que no habría caído por las falsas promesas de Jason.
-"¿Qué?", Preguntó.
Ella levantó un hombro en un encogimiento de hombros. "Estoy pensando

que no debo tenerte miedo. No estoy segura de que muchos pudieran haber
salido cuerdos y con éxito después de lo que pasaste, y mucho menos en el
control de su dios”.
-"Me he centrado en una cosa."
-"¿Que era?"
-"Matar a Droughs".
El estómago de Aisley cayó a sus pies como el plomo. Su corazón latía

dolorosamente en su pecho mientras trataba de centrarse en la cara de
Phelan.
Ella sabía que iba a quien la matara, pero después de que le había hecho el
amor tan dulce, pensó que las cosas podrían resultar diferentes.
Phelan acababa de poner todo en perspectiva una vez más.
-"Al principio era a todos los druidas," continuó, sin darse cuenta de sus
pensamientos. -"Luego me enteré de que había una ‘diferencia. Mi atención
se centró en drough”.
-"¿Es usted mata a todos los drough?"
-"Sí."
Él respondió sin vacilar. ¿Por qué estás dispuesto a matarlos? ¿No lo sientes
por su magia?
-"No lo siento ni por ellos ni por su magia", dijo. -"Son el mal, belleza. Ellos
dan su alma a Satanás”.
-"Lo sé." Ella se movió hacia un lado y le oyó soltar una maldición. -"¿Qué es
esto?"
Su dedo pasó por encima de la cicatriz en su lado izquierdo. -"¿Qué es esto?"

repitió Phelan.
-"Una lección", respondió ella, y trató de ocultarlo.
Pero Phelan empujó sus manos a un lado. -"¿De quién?"
Aisley apartó la mirada de sus ojos sondeadores. -"Alguien de mi familia."
-"Y la lección?" Phelan dijo entre dientes.
-"Eso me lo reservo para mí." Dijo Aisley.
Él suspiró. Cuando volvió a hablar, su voz era suave. -"Esto es otro de los
secretos que no estás dispuesta a compartir."
Aisley no podía mirarlo. Si lo hacía, era responsable de decirle todo. La

mataría en ese mismo lugar tan pronto como dijera el nombre de Jason. Ella
sabía lo que quería a su casa, y quedaría contaminada con ella, que la
matara allí le parecía demasiado cruel.
-“Es…” comenzó a decir Aisley
-“No insistiré. Dímelo cuando estés lista”.
-"Te lo diré," prometió.
Su dedo trazó la herida.-"¿No te la pudieron coser correctamente?"
-"No me dejaron. La cosí yo misma lo mejor que pude”.
Le agarró la barbilla y suavemente giró la cabeza hacia él. -“Has soportado

todo un infierno, belleza."
Por segunda vez sus ojos se llenaron de lágrimas. "Soy sólo una persona que
ha hecho cosas incalificables."
-"También las he hecho yo. Como he dicho antes, somos una buena pareja."
Ella no lo detuvo cuando él la atrajo hacia su pecho. A Aisley le gusta la

sensación de su cuerpo junto al suyo y el sonido de su corazón latiendo
debajo de la oreja.
Si las cosas fueran diferentes, podía tener una vida con Phelan. Ni siquiera la
perspectiva de su inmortalidad y la mortalidad de ella la molestaban.
Ella sabía que conocer a Phelan no la traería nada bueno desde el mismo
momento en que la vio bailar meses antes en el club. Era la forma en que la
miraba con los ojos llenos de peso con el deseo y anhelo, lo que la cautivó.
-"No se permite correr," susurró en la oscuridad como si supiera que ella

podría estar contemplando esa opción.
-"No correré repitió.
No volverás a correr, te lo prometo, belleza.
Phelan se comprometió a protegerla. Y lo haría. Él no lo sabía todavía, pero él

sería la persona que la liberaría.
Ella cerró los ojos y se acurrucó contra su pecho. Libertad. Se había olvidado
de lo que era hasta que llegó Phelan. Él le había mostrado otro mundo.
Era hermoso y trágico al mismo tiempo, porque podría conseguir un poco de

ese mundo. Tal como ella tampoco volvería a tener la ilusión de ser madre.
Todo esto era un castigo por sus pecados pasados. Ella lo supo ahora. Ella lo
aceptó.
Por supuesto que era fácil olvidarse de todo en los brazos de un apuesto
guerrero que sabía exactamente cómo tocar para lograr el placer más
exquisito.
La mano de Phelan acariciaba la espalda, invitándola a dormir. Ella trató de

luchar contra ella. El sueño no es lo que ella había querido. Ella quería vivir
cada minuto al máximo de las próximas horas.
La besó en la frente y le susurró algo que no pudo retener en su cerebro. En

el latido siguiente, ella estaba dormida.
Phelan quedó mirando el techo mientras sostenía en sus brazos a

Aisley. Cada vez que pensaba en levantarse, encontró una razón para
quedarse.
Sus costumbres habituales sobre las mujeres no se estaban cumpliendo con

Aisley por alguna razón.
Y dejó de pensar en ello.
Pensó en la cicatriz que vio en la piel de Aisley y hervía de rabia. Quién le

haría eso? Más importante, por qué? Averiguaría la historia. Descubriría quién
se atrevió a marcarla.
Entonces él mataría al bastardo. Despacio.
CAPÍTULO 19
Fue el canto de los pájaros lo que la despertó. Aisley abrió los ojos para ver a
un pequeño pajarillo apoyado en el alféizar de la ventana abierta. Dio otro
chirrido antes de irse volando en una ráfaga de plumas amarillas.
Aisley se acurrucó contra la almohada con los brazos alrededor mientras

yacía sobre su estómago.
Los recuerdos de la noche anterior trajeron una sonrisa a su cara.
Phelan no era simplemente un amante excelente, le había dado cosas que no

sabía que necesitaba. Cosas como una cálida sonrisa, un apretón
reconfortante de su mano, y la seguridad de sus brazos. Todavía no podía
creer que ella le había dicho lo de su hija.
Ese momento de su vida que nunca compartida con nadie. Jason había
encontrado alguna manera, pero no importa lo que le pedía, ella nunca le dio
detalles.
Había sido diferente con Phelan. Él no la había presionado para nada.
Ella levantó la cabeza y encontró el reloj de la mesilla de noche. -"Oh",

exclamó y se incorporó al ver que era casi mediodía.
Aisley arrojó fuera las mantas y se agarró a la primera pieza de ropa que
encontró mientras corría fuera del dormitorio y entraba a la cocina.
Después de un rápido vistazo para ver donde estaba Phelan, y vio la puerta
abierta se ajustó la camiseta y le vio con los pies descalzos un tobillo sobre el
otro apoyado en la barandilla del porche. Ella sonrió y se acercó a la puerta
para ver que llevaba una par de pantalones vaqueros y una sonrisa.
Le tendió la taza de té. -"¿Dormiste bien?"
-"Gracias, y lo hice," dijo y tomó la taza. -"Deberías haberme despertado
antes." Le dijo Aisley
-"¿Por qué?" preguntó Phelan.
Ella bebió el té y se hizo a un lado de la puerta y se apoyó en la

casa. -"Bueno puede que fuera necesario para mí dormir tanto tiempo”.
-"El agotamiento no tenía nada que ver con eso, ¿verdad?"
Ella ignoró su mirada mordaz y continuó bebiendo el té.
-"Esa camiseta se ve mejor en ti que en mí."
Asustada, por la mirada de él recorriéndola por toda la camiseta, Aisley se

mordió el labio cuando vio la T negra con un gran emblema celta en él. La
camiseta se ajustaba a sus muslos y olía a Phelan, a hombre, viento, y pino.
El hecho de que ella estaba disfrutando llevar su camisa le hizo darse cuenta
de cómo se estaba convirtiendo en dependiente del guerrero.
Ella quería una noche en sus brazos, y ella la había conseguido.
Ahora era tiempo para el siguiente paso en su plan. No era que ella tuviera
miedo a morir. Oh, ella estaba aterrada por lo de ir al Infierno, pero la
muerte era un cierto tipo de libertad de Jason. Pero primero, tenía que hablar
de Jason.
-"¿Hay un pueblo cerca?", Preguntó.
La frente de Phelan se frunció mientras bajaba los pies en el porche y se

sentó. Una brisa del lago le revolvió el pelo oscuro, haciéndola querer deslizar
sus dedos en las frescas mechas onduladas. -"Necesitas ¿alguna cosa?",
preguntó Phelan.
-"Pensé que podríamos ir a cenar." Cuando vio que él respondía
inmediatamente, agregó,
-"Además tengo tan poco en mi bolsa, que me gustaría recoger algunas cosas
más."
-"¿Siempre viajas tan ligera?" le pregunto en cambio Phelan.
Ella cambió su mirada hacia el lago. Aisley no podía soportar mirarle a los
ojos y ver en los ojos de color gris azulado de Phelan su mentira.
-"Nunca he estado en la carrera antes. Mintió lo que pudo lo más rápido que
pudo. Resulta que he traído sólo las cosas que no necesitaba”.
-"Y necesitas otras", finalizó.
-"Precisamente. Aparentemente, hay un arte para hacer el equipaje de toda

una vida, y yo no lo hice bien”.
Miró por encima de él para encontrar a Phelan mirándola fijamente. Ella sabía
que su mente estaba procesando lo que ella había dicho y tratando de
encontrar una manera de preguntarle qué o quién era lo que ella temía.
Muy pronto le diría todo. El deseo en su mirada se desvanecería, sustituido

por la furia y la decepción. No estaba preparada para eso. Todavía no.
Así Aisley decidió cambiar la conversación. De esa manera dijo. -"Me dijiste
que el mal estaba todavía por ahí."
-"Lo está.” dijo Phelan
-"Te estoy distrayendo de ese mal estando aquí?"
Se puso de pie y se paró frente a ella. Aisley tenía que inclinar la cabeza
hacia atrás para mirarlo a la cara.
Movió suavemente su pelo detrás de la oreja izquierda. -"Estoy aquí porque
quiero estar".
Maldita sea, pero el hombre sabía exactamente qué decir para hacer que se
derritiera. Eso la hizo sentir aún peor a causa de su engaño.
Jason había querido matar a todos los guerreros que luchaban contra él, pero
sabía que Phelan era un buen hombre, un hombre necesario en este mundo
para mantener el equilibrio del bien y el mal.
Aisley tragó para humedecer la boca seca de repente. Por mucho que lo
quería con ella, también sabía lo importante que era su trabajo y lo que tenía
que hacer. "Phelan, no quiero ser responsable de más muertes "le dijo de
repente Aisley.
Tan pronto como las palabras salieron de sus labios, ella se encogió por
dentro mientras ella esperó a que la que Phelan le dijera que de qué estaba
hablando.
-"Tú no fuiste responsable de la muerte de tu hija ", le dijo. -"Pero tienes

razón. Después del almuerzo miraré por los alrededores."
Entró en la casa, y Aisley dejó escapar el aire que no sabía que estaba
conteniendo. Ella bajó la vista hacia la taza y vio las cicatrices en sus
muñecas. Cómo Phelan no las había notado los anoche anterior era algo que
Aisley no llegaba a entender.
Era mejor si le decía la verdad antes de que pudiera preguntar. Ya había

mentido suficiente. Él merecía algo mejor. Sin embargo, no podía sentirse
demasiado mal porque las horas que pasaba con él habían sido algunas de
las más felices de su vida.
Lo siguió hasta la casa y dejó la taza en la isla, con cuidado de mantener sus
manos fuera de su vista. Se movía por la cocina con gracia al buscar los
ingredientes para sándwiches.
Su estómago rugió en voz alta, y compartieron una sonrisa.
-"Los círculos oscuros bajo los ojos casi han desaparecido. Debes de dormir
más ", dijo mientras comenzaba a cortar un tomate.
Aisley se encogió de hombros, recordando la terrible necesidad que la

consumía de llegar lo más lejos de Jason y su mal como pudiera. -"No temes
a nada. No sabes lo que es”.
-"Recuerdo muy bien el miedo, belleza." Él hizo una pausa en su corte para
mirarla. -"Es cierto que no tengo miedo a muchas cosas, pero yo lo
recuerdo”.
-"Recordar y experimentar no son la misma cosa."
-"¿De quién tienes miedo? Dime su nombre, y pondré fin a tu miedo hoy ",
dijo y señaló con el cuchillo hacía su moto.
Por una fracción de segundo Aisley casi le contó todo allí mismo. Ella quería
compartirlo todo. Entonces recordó la forma en como había mirado este lugar
con amor.
Su casa era un paraíso para ella y uno que quería dejar como lo había
encontrado.
Ella ya había contaminado el lugar por estar allí, pero podía

superarlo. Manchando el suelo con su sangre podría arruinarle todo aquello a
él.
O ayudar a superar lo que has hecho con él.
Aisley odiaba a su conciencia.
-"¿Qué tengo que hacer para que me lo digas?" Exigió Phelan.
Ella cubrió la mano que sostenía el cuchillo de grandes dimensiones con la de
ella. -"Te diré, Phelan. Lo prometo."
-"¿Cuando?" la instó Phelan
-"Llévame a cenar esta noche, allí te lo diré”.
Él puso sus manos sobre el mostrador y dejó caer la barbilla en el

pecho. -"Puedo cocinar aquí. Y tú me lo puedes decir ahora”.
-"Compartí mi cuerpo y parte de mi pasado contigo anoche. Estoy pidiendo

sólo un par de horas más”.
Los necesitaba para reunir todos los elementos esenciales que requería para
luchar contra Jason.
Su cabeza se sacudió hasta sujetarla con la mirada. -"Lo haces sonar como si
vaya a estar enojado cuando me lo cuentes.
¿Estás casada?" Preguntó con pánico en su voz de repente Phelan.
-"No", dijo con una sonrisa suave. "No estoy casada."
-"Pero voy a estar enojado."
-"La verdad es rara vez lo que queremos que sea."
-"Eso no es" una respuesta, belleza. "
-"No me hagas mentir. Por favor, "rogó. Estaba tan cansada de mentir.
Tomó el cuchillo y terminó cortando el tomate. Aisley suspiró y se preguntó si
fue un erro no decirle en ese momento todo.
Phelan admitió haber matado a droughs. Cuando se enterara que ella era una
de ellos, habría algo que impediría que la matara? El hecho de que habían
compartido sus cuerpos? Ella dudaba.
Después de lo que Deirdre e Isla habían hecho con él, ella sabía exactamente
cómo iba a reaccionar a su traición.
Y la rapidez con que traería la muerte de ella.
No podía apartar los ojos de él. Sus músculos se movían, agrupados, y

cambiaron la forma con la que ahora estaba haciendo su almuerzo. La
facilidad de antes había desaparecido, y Aisley encontró que lo echaba de
menos.
-"Lo siento," dijo ella.
Tiró el cuchillo en el fregadero y la miró. -"¿Te he dado ninguna razón para

no confiar en mí?"
-"No."
-"¿Por qué tantos No Aisley'?"
-"Porque me gustas."
Dio un fuerte resoplido. -"Eso no es" una respuesta”, dijo Phelan.
-"Dame el día de hoy. Te voy a decir todo durante la cena en la ciudad”.
-"¿Por qué tiene que ser en la ciudad?"
-"Es mi historia la que voy a contar. Puedo elegir dónde”.
Se encogió de hombros y cogió los bocadillos. -"Está bien."
Aisley casi quedó mareada de alivio. Si él le presionaba más fuerte, ella
podría decirle todo. Era una carga tan pesada de soportar. Y lo hizo por
él. Soló que él probablemente no se dio cuenta.
Era la atracción, la atracción, que la atrajo hacia él que le dijo que se estaba
acercando demasiado. Pero a ella no le importaba. Su vida estaba a punto de
terminar. No habría ningún dolor para ella, no habría lágrimas o preguntas
por qué la había dejado.
Para la hora del almuerzo, las cosas eran casi habían vuelto a la
normalidad. Phelan iba a hacer una patrulla, y ella se comprometió a estar
allí para su regreso.
-"¿A dónde puedo ir?", Preguntó ella mientras lo observaba en el coche.
No podía creer que había habido un momento en que lo odiaba por

perseguirla. Además de Dale, Phelan había sido el único hombre que había
estado allí para ella sin pedir nada a cambio.
-"Lástima que no te haya encontrado antes, Phelan."
Cuando estaba fuera de la vista, cerró la puerta y entró en el baño. Su

cuerpo estaba deliciosamente dolorido de su vida sexual. Sólo de pensar en
la noche anterior, sintió de nuevo el calor por su toque.
Aisley se metió en la ducha y suspiró cuando el agua caliente cayó sobre

ella. Ella comenzó a tararear, algo que no había hecho desde que estaba
embarazada. Phelan le había cambiado de una manera que no podía
posiblemente entender.
Ella sonrió y se enjabonó con champú el pelo. Mientras inclinaba la cabeza

hacia atrás para enjuagarlo, el vapor a su alrededor cambión, se transformó
en la cara de Jason.
Aisley gritó y se hizo a un lado. Su pie se deslizó sobre la puesta como
consecuencia del jabón que había dentro de la ducha, y ella cayó, golpeando
su hombro contra el suelo de la ducha.
Miró hacia arriba con el corazón en la garganta, pero el vapor se había

desplazado. Ya no podía ver la cara de Jason.
-"¡Basta!", Gritó. -"¿Me escuchas? ¡Déjame sola!"
Ella dio una palmada en la mano contra el suelo de la ducha, pero no pudo
detener las lágrimas que salieron. Por unos cuantos minutos se dejó
revolcarse en la compasión, entonces ella se puso de pie y terminó su ducha.
Aisley seguía temblando cuando ella salió de la ducha y cogió la toalla. Ella
sabía que Jason saltaría sobre ella en cualquier momento. En ese mismo
momento se enfadó realmente.
-"No", dijo en voz alta. -"Me niego a vivir las últimas horas de mi vida con
este estúpido miedo. Has hecho que esto para mí sea suficiente. Me voy a
alejar de ti! "
Ella respiró hondo y se negó a dar al bastardo de su primo la satisfacción de

su miedo.
Aisley se secó con la toalla y se dirigió de nuevo a la habitación para

cambiarse de ropa cuando vio el teléfono móvil de Phelan. Se lo había dejado
a propósito?
De repente sonó, el nombre de Charon apareció a través de la pantalla. Se

quedó mirando el teléfono. Su tiempo se estaba acabando en más de un
sentido.
Esta noche. Todo terminaría esa noche.

Miró el reloj para encontrar que era la una y media. Unas horas era todo lo
que quedaba. Había alivio, también el remordimiento que aparecería en
Phelan cuando se lo contara todo
Más que eso, la culpa pesaba sobre ella por haberlo engañado. Él era un
mujeriego. Ella sabía sin duda que iba a encontrar una nueva mujer con la
suficiente rapidez.
Una punzada de celos la recorrió. ¿Qué más se puede esperar de él? No era
como si fueran a Enamorarse.
Ella era su enemiga
Y él le traería la muerte.
CAPÍTULO 20
El norte de Escocia
Malcolm se puso de pie contra el fuerte viento de la cima de la montaña con

las manos en los bolsillos delanteros de sus pantalones vaqueros y mantuvo
los ojos cerrados. El viento lo zarandeaba tanto como la vida continuó
haciéndolo con él
Gotas de aguanieve comenzaron a aterrizar en su rostro, pero aun así se

mantuvo Malcolm como estaba. Tenía que buscar a Wallace o sus seguidores,
pero él estaba cuestionando esa decisión, estaba pensando en matar a todos
los druidas. Podría Malcolm tomar el lugar de Jason como él había tomado el
de Declan, y Declan había tomado el de Deirdre?
La única manera de acabar con todo era acabar con todos los druidas. Podía
hacerlo. No había ningún sentimiento, sin la emoción dentro de él que le
daría ningún tipo de remordimiento.
Los otros en el Castillo de MacLeod no sentirían lo mismo. Serían sus esposas

a las que estuvieran matando.
Realmente no quería matarlo, sólo que él sabía que con su muerte el mal con
el que estaban luchando desaparecería.
Un chisporroteo de la magia, extraño y único le golpeó como un puñetazo en

el estómago. Malcolm retiró sus manos de los bolsillos y se volvió.
Para encontrar a un individuo mirándolo con una sonrisa de complicidad.
-"¿Estás buscando pelea, amigo?", Preguntó Guy y asintió con la cabeza

mirando a las manos de Malcolm.
Miró hacia abajo para encontrar sus garras relucientes en el
aguanieve. Durante un segundo, él se quedó mirando el color granate de sus
garras antes de que él empujó su dios hacia abajo y desaparecieron.
De alguna manera Malcolm no se sorprendió al encontrar a uno de los

dragones allí. No estaba demasiado lejos de Dreagan, y después de la última
batalla en la que los guerreros y dragones habían unido fuerzas, Malcolm
sabía que los Reyes siempre estaban alrededor.
-"¿Qué quieres, Rey Dragón?"
Guy empujó hacia atrás su largo pelo hasta los hombros. El pelo húmedo de
color miel y entrecerró los ojos marrones claros en él. -"¿Necesito una
razón?" dijo Guy
-"Aye." Malcolm se hizo a un lado y observó como el color negro del anillado
de los ojos de Guy le seguían. "Eres tú el que estás siguiendo?”
-"Te vi anoche."
Malcolm levantó una ceja. -"Estuve aquí ayer por la noche."
-"Lo sé."
Hubo un atisbo de risa en sus palabras. Malcolm cruzó los brazos sobre el
pecho. -"Con qué sentido?"
- “Había tomado a los cielos guerrero " dijo Guy
Malcolm lo recordaría en el futuro. Los Reyes Dragón sólo podían ser capaz
de cambiar por la noche para permanecer ocultos, pero podían subir alto en
el cielo. Y, aparentemente, su vista era bastante buena.
-"Me temo que por tú estado de ánimo, las cosas no van muy bien ", dijo
Guy.
Se pararon el uno al lado del otro en la lluvia helada con vistas sobre el valle
de abajo. Malcolm sacudió la cabeza. -"Phelan sintió la magia de Wallace."
-"Maldita sea. No son buenas noticias. Yo esperaba que no volveríamos a ver

a ese cabrón ", dijo Guy.
-"Todos pensábamos lo mismo."
-"¿Incluso tú? Pensé que disfrutabas con la batalla”.
Malcolm le cortó una mirada. -"Lo hago. Todos los guerreros lo hacen”.
-"Pero unos más que los otros, no?" le provocó Guy
¿Por qué negarlo? Puedes preguntárselo a Larena o a Fallon. Cualquier otro

inmortal sabe lo que significaba ir a la batalla. -“Verdad?”
-"Te hace sentir vivo cuando estás casi muerto el resto del tiempo." Dijo Guy
La observación de Guy era demasiado cercana a su pensamiento. Malcolm

era un guerrero. Había sido creado para luchar. El anhelo de la muerte, la
sangre, el deseo que cubre sus manos, era algo irresistible.
-"Si no vas con cuidado, podrías perderte" Guy le advirtió.
Malcolm resopló y dejó caer los brazos a los costados. -"Yo ya estoy
perdido. La única diferencia es que yo ya me he dado cuenta mientras todos
los demás todavía esperan lo mejor de mí”.
-"Larena nunca perderá la confianza en ti."
-"Mi prima es terca en este asunto. No quiero hacerle daño, pero con el
tiempo lo haré”.
-"¿Es por eso que siempre te mantienes alejado?"
Malcolm se volvió hacia el Rey Dragón y apretó la mandíbula. -"¿Por qué las
preguntas, rey? Qué es lo que tú quieres de mí?"
-"Con, te ha tomado interés." Le confesó Guy
Malcolm gruñó ante la mención de Constantino. Él era el rey de los Reyes

Dragón y parecía meter la nariz en lugares que no debería. -"Dile a Con que
se desinterese."
Guy se rió y dijo: -"Es evidente que no sabes nada de Con. Vio algo en ti,
Malcolm.
Larena también lo hace. Tal vez si no lo hubiera hecho estarían todos

perdidos. "
-"¿Estás tratando de buscar mi ira para una reacción?"
-"¿Está funcionando?"
Malcolm soltó un suspiro. -"Eres irritante. Vuelve con tu esposa, dragón. Ya

he terminado contigo”.
-"No podrás alejar a todo el mundo, Guerrero. Un día vas a necesitar

amigos”.
-"Yo no necesito a nadie ni a nada."
-"Sigue mintiéndote a ti mismo," Guy dijo mientras se giraba y se alejó.

Malcolm quería borrar las palabras de Guy, pero mucho después de que el
Rey Dragón le dejó su declaración había seguido corriendo por la mente de
Malcolm.
-"Maldita la interferencia de los dragones", se quejó Malcolm.
***
Phelan terminó su reconocimiento a pie y corrió de vuelta a su moto. El
bosque no era exactamente el lugar en el que esperaba encontrar a Wallace,
pero Phelan sabía de primera mano lo que era tener un lugar fantástico
donde ocultarse.
Se sintió agradecido de que él no sentir la magia de Wallace, pero al mismo

tiempo, ese hecho no le haría ceder en su preocupación por Wallace. ¿Qué
significaba haber sentido tan ahogadamente y profundamente la magia de
Wallace? Y ahora nada?
Esto fue suficiente para querer llevar a Aisley al castillo MacLeod. Al menos él
averiguaría allí de quien estaba huyendo ella. Phelan sonrió cuando se subió
a la moto.
De camino de regreso a la cabaña, miró al cielo para ver las nubes de lluvia
que llegaban. A él no le importaba circular bajo la lluvia, pero que no quería
llevar en la moto a Aisley bajo una lluvia torrencial.
Cualquier cosa podría pasar. Podía coger un resfriado o que podrían tener un
accidente y ella podría morir.
No le pasó desapercibido el hecho de su intensa preocupación por

Aisley. Incluso antes de saber que sus padres la echaron de casa, de hacer
frente sola a su embarazo y posterior pérdida de su hija, Phelan tuvo una
incontrolable, innegable necesidad de protegerla.
Una vez se imaginó que tendría que luchar contra ella, ahora no podría.
Se rió al imaginar lo que diría si esto lo supiera Charon. Phelan alcanzó su

mano a su bolsillo de atrás y descubrió que había dejado su teléfono móvil en
la casa. Llamaría a Charon a su regreso.
Cuanto más se acercaba a la casa más sentía la magia de Aisley, excepto que
era más fuerte de lo normal como si ella lo estuviera usando.
Ola tras ola cayó sobre él cuando su magia le llegó a través de la tierra. Se
agarró el manillar herméticamente cuando su cuerpo respondió en un
instante.
Cuando la casa quedó a la vista se limitó a seguir el tacto de la magia de

Aisley para verla parada en la orilla del lago. Tan pronto como lo vio, su
magia atenuó el zumbido irregular que había sentido Phelan desde el
principio. Ella se agitó mientras él conducía al cobertizo y aparcó la moto.
Comenzó a lloviznar mientras caminaba hacia ella. Ella comenzó a correr a la
casa. La tormenta se hizo más fuerte con cada paso que daba. Phelan se
reunió con ella a mitad de camino y envolvió sus brazos alrededor de ella,
hasta que llegaron al porche.
Su risa era rica y sorprendente. Y él quería oír más de lo mismo.
-"Me pareció que la tormenta nos podría alejar", dijo.
Phelan la tomó en sus brazos y la besó más profundamente que cualquier

palabra pudiera expresar. Ella respondió rápidamente, y él apretó sus brazos
y profundizó el beso. Ella gimió en su boca mientras sus lenguas se
aparearon.
No podía tener suficiente de ella. Sus manos extendidas corriendo por su

espalda, sobre su camisa húmeda y a lo largo de su cabello color
medianoche. El cerró un puño en sus cabellos y su inclinó por encima de su
brazo. Sus uñas se hundieron en su hombro. El beso se volvió ardiente,
furioso cuando su pasión se encendió como el mismo infierno.
Ella terminó el beso y se retiró de sus brazos. Una sonrisa traviesa mostró en
su cara mientras ella desabrochó la camisa y la tiró a un lado.
Las bolas de Phelan se apretaron cuando los vaqueros la siguieron. Sus ojos
de color leonado bailaron con el deseo cuando ella se soltó el sujetador de
encaje blanco y lo dejó caer de sus pechos. Pero fue cuando se enganchó los
pulgares en sus bragas y, con agonizante lentitud, ellos se deslizaron sobre
sus caderas y sus piernas hacia abajo que él se quejó de necesidad.
Ella tiró las bragas de lunares blancos y negros en su cara. Su risa llenó el
aire cuando la vio correr bajo la lluvia. Ella echó los brazos hacia fuera y dio
vueltas y vueltas en la tormenta.
Phelan dejó caer las bragas y se quitó la ropa en un tiempo récord. La siguió
a la lluvia y la atrajo contra su cuerpo. -"Eres una sirena llegada para
seducirme y encantarme." Le dijo Phelan cuando llegó hasta ella
-"¿Está funcionando?"
-"Sí, belleza. Desde el primer momento en que te vi”.
Su mirada cayó a los labios hinchados por sus besos. Tapó la boca con la de
él. Con sus pechos desnudos presionado contra él, no pudo acercarse lo
suficiente a ella.
Cuando él la bajó a la tierra mojada, terminó el beso y tomó aire

inestablemente.
-"Vas a coger un refriado de muerte." Le dijo Phelan.
-"Si consigo un resfriado, puede sanarme. Además, no me enfermo”.
Ella cerró la distancia entre ellos y envolvió su mano alrededor de su

pene. -"Deje de preocuparse por mí y disfrutar de esto."
Sus párpados se cerraron mientras pasaba la mano arriba y abajo de su

longitud. Se detuvo en la punta de su erección y corrió su pulgar alrededor de
ella.
Anhelo y necesidad quemaban a través de él. Phelan dejó caer la cabeza
hacia atrás y dejar salirse con la suya a Aisley. Él gimió cuando ella tomó su
saco y masajeó suavemente sus bolas.
-"Me estás matando," murmuró.
-"Como tú me hiciste anoche. Es hora para tu placer”. Le dijo ardientemente

Aisley
La agarró de la muñeca para detenerla y la miró a los ojos. -"Ver tu placer es

suficiente para mí,”, le contestó Phelan.
-"¿Por qué no te he visto antes?"
La tristeza en sus ojos le hizo doler dentro de su pecho. Él deslizó sus manos
a su cuello hasta que puso sus manos en su cara -"Ahora estamos
juntos. Durante el tiempo que desees”.
-"Pensé que no creías en las relaciones."
-"No creía. Enséñame, Aisley ", le dijo roncamente Phelan
Aisley no sabía quién estaba más sorprendido por su declaración: él o

ella. Ella parpadeó a través de las gotas de lluvia que caían de sus
pestañas. -"Yo no soy para ti. “Dijo tristemente Aisley.
Sus ojos de color azul grisáceo se estrecharon con ira. -"¿Qué?"
-"No soy para ti," repitió ella y trató de salir de sus brazos, pero Phelan no la
soltó Podemos no ir a la ciudad esta noche," dijo Phelan. -“No quiero que
vayamos a ningún sitio” le repitió Phelan.
Ella le dejó cambiar de tema porque sabía lo ridículo que era para ellos hablar
de una relación. Nunca habría una entre ellos. "¿Por qué dices eso como si
estuvieras tratando de convénceme?"
-"Porque sé que se te irás esta noche."
Ella tragó saliva y bajó la mirada hacia su pecho. -"Phelan, si conocieras la

verdad no dirías eso"
-"Me trae sin cuidado", le interrumpió.
-"Eso dices ahora".
-"Entonces dime ahora, belleza. Dime ese secreto que temes. Quiero la
promesa que te quedarás conmigo”.
Aisley sabía que lo que pedía era imposible. Sin embargo, era lo que
quería. No estaba lista para dejar este pedazo de paraíso que había
encontrado con Phelan.
En el medio de la selva, que era sólo dos de ellos. Sin pasado, sin
preocupaciones. Sólo en el placer de los brazos del otro.
Eso no sería posible, Jason vendría a por ella. Él venía a por ella. Ella lo sabía
realmente ahora. Y sabía que tendría que detenerlo. Phelan no le había dado
tiempo suficiente ese día. Ella necesitaba varias horas.
Ella quería hablarle de Jason esa noche, pero no tenía todo lo que necesitaba.
Si no lo conseguía perdería todo lo que necesitaba. O Phelan no le daría el
tiempo para reunir todo una vez que supiera la verdad.
-"Voy a contarte un secreto", dijo Phelan cuando ella vaciló. -"Yo... yo nunca
he pasado tanto tiempo en compañía de la mujer a la que he hecho el
amor. Esto es nuevo, y estoy seguro de que estoy diciendo y haciendo todo
mal”.
Aisley le llevó un dedo a los labios para silenciarlo. -"Lo estás haciendo y
diciendo todo bien. Ese es el problema. No soy buena para ti”.
-"Lo eres", dijo mientras movía su dedo. -"¿Por qué sino iba a querer tenerte
aquí?"
No importaba lo mucho que quería quedarse, su corazón había tomado una

decisión. No se lo diría allí, no permitiría matarla allí. Nadie hasta ahora le
había pedido que se quedara, nadie salvo Phelan.
-"No. No puedo. "La mató decir esa mentira, cuando dentro de ella estaba
gritando Sí! en la parte superior de sus pulmones.
-"Pedí una noche, me la diste, no puede haber más ", dijo duramente Aisley.
Él la miró fijamente, sin moverse. Ella memorizó todos los detalles de sus
ojos de color gris azulado en el corazón, los labios, y cada una de las líneas
rugosas de su hermoso rostro.
Esto es lo que recordaría de Phelan. No sabía lo que estaba por venir.
Cuando ella trató de salir de nuevo de sus brazos, la dejó ir. Cualquier
sensación que pudo haber tenido de Aisley murió en ese mismo instante.
CAPÍTULO 21
Phelan no podía creer que Aisley no quisiera quedarse. Él sabía que ella había
disfrutado de su noche juntos. El mero pensamiento de su partida le dejó
ansioso y... enfermo. Nunca había experimentado nada igual antes. Y no le
gustaba.
Atrás quedó la satisfacción que le había calmado. Había desaparecido el

estado de ánimo alegre, que había quedado remplazado por ira, malestar y
tristeza.
¿Qué le estaba pasando? Nunca había tenido que perseguir a una mujer
antes, no desde que se encontró con Aisley. Él nunca tuvo que pedirle a una
mujer que se quedara con él. Por lo general, él era el que se marchaba
cuando se quedaban dormidas.
Dio un paso hacia atrás, haciendo caso omiso de la lluvia torrencial. El deseo
de antes no lo había abandonado, pero él se negó a tocarla, se negó a
hacerle saber lo mucho que sus palabras lo habían herido.
Desde que la había besado hace dos meses en el club él había sabido que
Aisley iba a cambiar su vida. Él simplemente no había esperado esto.
Él le dijo que se quedara, que no huyera más, le estaba haciendo ver lo que
había empezado a surgir entre ellos dos, después de las palabras de Aisley, si
se quería ir, él no la detendría.
Los labios de Phelan se separaron para decirle cuando saldrían para la

ciudad, cuando se detuvo recordando cómo había se había abierto Aisley a él
la noche antes. Ella le había dicho lo de su hija, sus
dificultades….entonces ¿Por qué le había hecho eso, si lo que compartían era
sólo un placer rápido para los dos?
Ella no lo haría.
Parpadeó la lluvia de sus pestañas. -"Te dejaré por la mañana." Dijo Phelan.
-"Sería mejor si me dejas ahora." Respondió Aisley
-"Dado que sólo tenemos mi Ducati como medio de transporte, tendremos

que esperar hasta mañana."
Se dio la vuelta y se alejó a continuación, antes de que él se rindiera y la

tomara de nuevo entre sus brazos. Aisley había sido herida gravemente. Las
cicatrices de su pasado no eran sólo físicas, se habían incrustado fuertemente
en su interior.
Como Phelan no estaba seguro de renunciar a ella, y como él no estaba listo

para verla partir, la lluvia le dio la excusa perfecta para mantenerla a su lado
un poco más.
Phelan volvió de nuevo a la casa y se dirigió hacia el porche, donde recogió

sus ropas desechadas.
Pocos minutos antes había anticipado y deseado tener el cuerpo de Aisley en

sus brazos de nuevo. Y al igual que antes ahora se dirigía de nuevo a darse
una larga ducha fría.
No miró hacia atrás para ver si ella lo seguía. Las llaves de la Ducati estaban
con él, y él seriamente dudaba de que ella fuera a escapar en medio de
aquella tormenta.
Una vez dentro, echó un vistazo a través de las ventanas y vio Aisley con los
brazos envueltos alrededor de ella y la cabeza colgando hacia abajo.
Phelan continuó a su habitación, donde volvió a mirarla por la ventana -"Ven
dentro", le instó.
Si se alejaba ahora, él la dejaría salir de su vida para siempre. O al menos

trataría de hacerlo. La había probado, sabía de su maravilloso cuerpo y lo que
se sentía al estar dentro de ella. Phelan la deseaba de nuevo. Esta hambre
insaciable por ella lo alarmó, pero no lo suficiente como para hacerlo correr.
-"Confía en mí, Aisley", dijo.
Cuando ella comenzó a caminar hacia la casa, dejó escapar un suspiro antes
de que él entrara en el baño y se metiera en su ducha de agua fría.
Castillo de MacLeod
Larena se puso de pie en la oscuridad con los brazos cruzados sobre el pecho
mirando por una de las ventanas grandes en el dormitorio que compartía con
Fallon. Dado que ni ella ni Fallon eran druidas, no sabían exactamente
cuándo se alejaban el uno del otro, ya que no podían sentir magia entre
ellos, como la que se sentía sobre los druidas.
Sin embargo, Larena supo exactamente cuando su marido salió del Castillo.
No fue a buscarle para saber quién se iba con él. Ella sabía quiénes eran los
otros culpables.
Larena estaba furiosa con su marido, pero la melancolía que tenía

últimamente con todo y hacía todos, le impedía hacérselo saber.
Un vistazo al reloj digital en la mesita de noche demostró que eran las 4:16
de la mañana. Fallon llevaba fuera más de cinco horas.
Su oído mejorado le advirtió del ruido de una silla en el suelo de la planta de

abajo. Ellos habían vuelto.
¿Cuánto tiempo estaría Fallon sentado con sus hermanos hablando de lo

sucedido antes de volver a su habitación?
Hace un año Larena habría bajado a esa sala a enterarse de todo lo que
estaba pasando.
Hace un año, ella le habría pedido explicaciones de adónde iba, la primera
noche que Fallon abandonó la habitación, hace un año habría exigido ir con
él.
Ya no conocía a la persona en la que se había convertido. Lo que más la

confundía cada día era el hecho de que ninguna de las otras druidas del
castillo estuvieran molestas o desilusionadas por el hecho de no poder formar
una familia o tener que posponer la decisión de formarla vete tú a saber
hasta cuándo.
Muchas veces evaluó la necesidad imperiosa que tenía ella de tener hijos. No
estaba segura de por qué la necesidad de tener hijos era tan fuerte en ella,
cuando sabía que los hijos vendrían aunque tuviera que esperar cuatro siglos
más tal vez.
Después de la desaparición de Declan, hacía ya un año, ella pensó que ya

había llegado el momento de formar una familia con Fallon, pero luego llegó
la búsqueda del hechizo para obligar a sus dioses a contenerse, una
búsqueda que además de ser primordial para la llegada de los niños, estaba
siendo bastante difícil de lograr, y por último ahora se enfrentaban con la
aparición de un nuevo drough al que matar. En tales circunstancias Larena ya
no sabía cuándo podría formar esa familia que tanto ansiaba.
La puerta de la habitación se abrió. Ella sabía por el sonido de las pisadas

que era Fallon, conocía ese sonido tanto como el de sus propios pasos. Se
detuvo por un momento antes de cerrar la puerta y se dirigió hacia ella.
-"Nena, ¿qué haces fuera de la cama?", Fallon preguntó mientras envolvía

sus brazos alrededor de ella.
-"¿Cuántas noches vasa a seguir con Lucan, y Quinn buscando a

Jason? Cuantos noches más vais a ser capaz de iros sin que los otros
guerreros se den cuenta?” preguntó tristemente Larena.
Hubo un suspiro suave antes de que Fallon dijera: -"No lo sé. ¿Desde cuándo
lo sabes? "
-"Desde la primera noche."
-"¿Por qué no me has dicho nada? “Preguntó extrañado Fallon.
Ella se encogió de hombros, ya que no tenía una respuesta.
No se sorprendió cuando Larena se volvió a Fallon. Su frente se frunció

profundamente cuando él la miró. -"No estás enfadada "pregunto Fallon
No había necesidad de responder, ya que sus palabras no eran una pregunta.
-"¿Por qué? “Quiso saber el guerrero.
Ella dejó caer los brazos a los lados y con cansancio dijo. -"No tengo una
respuesta. Algo está mal, Fallon. No soy la misma de siempre. No es sólo el
hecho de que estamos posponiendo tener hijos de nuevo. Es más. Es como si
a una parte de mí le faltara algo”.
-"¿Desde cuándo te sientes así?" preguntó temerosamente Fallon.
-"Desde la última vez que morí."
La atrajo hacia él y apoyó la barbilla sobre su cabeza. -"Nosotros lo

resolveremos, amor. Lo prometo."
-"Me temo que no es una buena respuesta. Debería estar enfadada y

gritándote por el hecho de que estés buscando a Jason por tu cuenta. Pero no
lo hago, no puedo hacerlo. Es como si hubiera algún tipo de velo... ", dijo
utilizando esa palabra por no tener otra mejor con la que explicarse," que me
está cubriendo.
Me embota del mundo, me aleja de él. No encuentro la felicidad, ni risas, ni

alegría en la vida”.
-"Tenemos que hablar con Charon entonces." Fallon frotó las manos arriba y
abajo de su espalda. -"Murió con las X90s antes de que pudiéramos traerle
de vuelta”.
Ella levantó la cabeza para mirar a los profundos ojos verdes de su

marido. -"La diferencia es que él fue curado con magia curativa de druidas y
guerreros. Yo no ", dijo pensativamente Larena.
-"Entonces, ¿qué te trajo de nuevo a mí?"
-"No lo sé. Yo estaba muerta. Los dos lo sabemos qué fue así, aunque nunca
hayamos querido hablar de lo que esa noche ocurrió.
-"Porque me niego a creer que realmente te había perdido. Volviste a mi

Larena, por lo que no debiste estar realmente muerta", le dijo Fallon
Ella sonrió y dio un paso fuera de sus brazos. -"Tuvimos que seguir luchando
contra Jason, por lo hiciste caso omiso del hecho de que me había muerto
realmente. No sé cómo sucedió, pero morí, Fallon. Tú lo sabes. No hubo nada
que los druidas pudieran hacer para sanarme, y ninguna cantidad de sangre
Guerrero fue suficiente para invertir lo que el X90 hizo."
-"Para", dijo Fallon y se alejó.
Larena se dio cuenta entonces que había hecho mal al permitir que Fallon
ignorara la verdad. Que todo el mundo en el castillo la ignorase.
Había estado tan feliz de estar de vuelta que ella no había querido ponerlo en
duda.
Sin embargo, eso era en todo lo que podía pensar en los últimos meses. Si
hubo muerto realmente, que la había traído de vuelta? ¿Y por qué?
-"No", declaró. "No voy a parar ahora. Tenemos que abordar esto. Todos
nosotros, no sólo tú y yo. Si esto me pasó a mí, le puede pasar a uno de los
otros. Charon puede que no haya querido hablar contigo sobre esto, pero
esto realmente pasó Fallon".
Fallon se pasó una mano por la cara y se volvió para apoyarse en una
silla. Apoyó las manos en la silla y sacudió la cabeza. "Tú sabes que yo haría
cualquier cosa por ti Larena."
-"Lo sé."
-"¿Qué es lo que necesitas?" dime y lo hago
-"Esta maldita depresión es como el barro. Estoy hasta el cuello de ella y no

puedo salir. No tengo la voluntad de combatirla." Dijo calladamente Larena.
-"Entonces déjame a mí intentarlo. “Respondió Fallon
Su corazón se agitó como siempre lo hacía cuando él la miraba con el anhelo,

el amor y el deseo que ahora veía en sus ojos. Una lágrima cayó por su
mejilla. "Soy un guerrero. Debería ser capaz de hacer esto por mi cuenta”.
-"Guerrero o no", eres mi esposa, Larena MacLeod. Estamos juntos,

luchando, por nuestro amor y por nuestra vida.
Te fallé en mi promesa una vez. No voy a fallar de nuevo” dijo Larena

Dejó que las delgadas tiras de su vestido de seda cayeran sobre sus
hombros. Con sólo un poco de maniobra de sus caderas, el vestido cayó a
sus pies.
-"A continuación, empezaras hacer el amor conmigo." Le obligó Larena.

Fallon se enderezó y tiró de ella contra él. "No necesito que me lo repitas dos
veces cariño."
Compartieron una sonrisa antes de besarla, y tumbarla de espaldas en la

cama.
CAPÍTULO 22
Aisley podía estar mirando por la ventana de la sala de la casa, pero su
mente no estaba en ella.
Todavía estaba de pie bajo la lluvia con Phelan, pensando en lo que podría
estar sucediendo ahora si ella le hubiera dicho que sí.
Estarían haciendo el amor? Riendo? Compartiendo más secretos?
Cómo quería creer que él la comprendería cuando supiera que ella era la
prima de Jason, pero sabía muy bien lo que iba a pasar.
Si tan solo hubiera tenido más tiempo. Ella podría haber sido capaz de
encontrar la magia que ella necesitaba. Su último recurso era ponerse en
contacto con Satanás, y se negó a hacer eso con Phelan cerca, porque él
sería capaz de sentir el mal y entonces todos sus planes serían en vano.
Un vaso de vino tinto apareció delante de ella. Aisley levantó la mirada para
encontrar a Phelan a su lado, con una expresión indescifrable.
-"Parece que te vendría bien un trago", dijo Phelan antes de caminar de

regreso a la cocina.
Aisley sí necesitaba un trago. Necesitaba toda la botella, en realidad, pero

ella se conformaría con el ese vano de vino por el momento.
Su mano se envolvió alrededor del vaso mientras se lo llevaba a los labios y

tomó un trago.
-"¿Durará la tormenta mucho?", Preguntó a Phelan.
Después de una corta pausa Phelan le pregunto a su voz -"¿No puedes
esperar para irte de aquí, ¿verdad?”
Ella realmente no quería irse, pero eso era algo que nunca le diría, en cambio
le respondió. -"Te dije que era una mala idea traerme aquí."
-"Tú eres la que lo está haciendo complicado, belleza. ¿Por qué no puedes
confiar en mí?"
Aisley se volvió en la silla y apoyó los brazos en la espalda, mientras ella lo

miraba. -"Confías en mí?" le preguntó ella.
Sus labios se separaron, pero no salió ningún sonido. Era justo lo que ella
esperaba. No es que ella lo culpara. Él estaba en lo cierto cuando dijo que
eran de la misma clase. Ambos habían sufrido traiciones, y sus vidas se
habían visto alteradas por ese hecho.
-"Me toma un tiempo", finalmente respondió Phelan.
Ella asintió y se puso de pie cuando le vio poner un trozo de carne en la

sartén para cocinar. "Así que tú puedes tomarte todo el tiempo del mundo en
confiar en la gente y tú pretendes que yo confié en ti ahora mismo? "
pregunto Aisley
-"Sí. Nay. “Phelan dio un rápido movimiento de su cabeza. -"Deja de poner

palabras en mi boca Aisley"
-"No lo hago," dijo y se sentó en el taburete para verle cocinar. -"Era una
cuestión derivada de lo insistente que eres en que confíe en ti”.
Se volvió ligeramente y la miró por encima del hombro. -"No doy mi

confianza fácilmente."
-"Yo tampoco. Los dos tenemos nuestras razones. ¿No puedes dejar las cosas
así? “pregunto Aisley.
Volvió a la cocina. -"No, yo no puedo. Tú necesitas ayuda”. Le contesto
Phelan.
-"Ah. Y quieres ser mi héroe”, aunque tristemente Aisley sí que quería que
Phelan fuera su Héroe y salvarla de todo incluso de ella misma, que cambiara
su historia como se hace en los libros y en las películas.
-"Quizás." Le contestó Phelan.
Ella le había hecho daño de nuevo. No era su intención, pero era algo que
realmente necesitaba hacer, porque si se olvidaba de todo, nunca sería capaz
de lograr sus objetivos.
Ya que si se dejaba, ella podría fácilmente enamorarse de Phelan. Era ese

tipo de persona del que te quieres enamorar, maravilloso, amable e intenso.
El tipo con él que sabía que siempre podía contar.
El tipo que la ayudaría siempre que ella lo necesitara.
El tipo que con gusto haría daño a todos aquellos que primeramente la
hicieron daño a ella.
Era el tipo de persona que siempre había deseado y temido que no existiera
para ella. Si al menos hubiera esperado por él. Si tan sólo hubiera tenido la
fuerza necesaria para conseguir ver más allá de su dolor y seguir adelante
con su vida, hubiera sido capaz de decirle entonces no a Jason.
Pero no lo había hecho.
No había ningún sentido desear cosas que ya no podían ser. Esta era su vida,
y tenía que aceptarlo.
-"¿Hay algo en su vida que hubieras deseado cambiar? “Pregunto de repente

Aisley. Phelan dio la vuelta a la carne y asintió. "No haberme alejado de mi
familia. Deirdre también me hubiera capturado, pero hubiera sido más
tarde. ¿Y tú? ¿Cambiarias algo Aisley?”
-"Yo creo que no." Dijo secamente ella
-"Ni si quiera al hombre que te dejó embarazada y te abandonó?"
Ella hizo una mueca. -"Bueno, sí, eso sí lo cambiaría. Estaba pensando en
otra cosa, pero si, ya que si no me hubiera ido a vivir con él, no estaría en
esta situación ahora."
-“Pero…entonces tú y yo no nos habríamos conocido belleza” le dijo Phelan.

Aisley levantó los ojos para encontrar a Phelan mirándola.
-"Eso hubiera sido lo mejor. “Dijo ella.
-"Yo no lo lamento." Dijo seriamente Phelan.
Él ahora no lo lamentaba. Más tarde lo haría. Ella apostaría su alma, a que él

lo lamentaría después, si realmente Aisley tuviera un alma con la que
apostar.
Realmente hubieses preferido que las cosas hubieran sido distintas a

habernos conocido? Yo creo que no”, dijo Phelan volviendo la cabeza para
seguir cocinando. Su declaración le sentó mal a Aisley, hasta el punto que se
levantó y se dirigió hacia el porche. Sus emociones estaban corriendo
demasiado alto dentro de ella para poder responder a Phelan como ella
quería.
Se quedó en el porche bebiendo su vino hasta que Phelan anunció que la

cena estaba lista. Aisley se sentó en la mesa y volvió a llenar su copa de vino
antes de que Phelan se la llenara.
No fue hasta que se sentó con ella que se dio cuenta que era la primera vez
que disfrutaba de una agradable comida casera dese que sus padres la
echaran a patadas.
En lugar de comentar el hecho, Aisley comió en silencio, levantando una

pared entre ella y Phelan que ella no era capaz de derribar.
La entristecía enormemente, sabía que tenía que cambiar las cosas, pero en
el fondo se sentía apenada por lo que estaba pasando entre ellos.
Una gran emoción de congoja le estrujaba la garganta, impidiendo que ella

tuviera apetito en esos momentos. Ella comió gran parte de la comida como
pudo antes de que ella apartara el plato a un lado.
-"¿No te gusta?" pregunto Phelan.
Sus palabras eran duras, quebradizas. -"Estaba delicioso. Lo que pasa es que
no tengo hambre”.
Aisley recogió su plato y se acercó al fregadero para comenzar a

limpiarlo. Comenzó a limpiar todo lo que había en la cocina y pronto se dio
cuenta que ya no tenía nada que hacer. Solo un Highlander inmortal de casi
dos metros de alto para recordarle el placer que habían compartido la noche
anterior.
Miró hacia afuera para ver que seguía lloviendo.
-"Voy a dejarte ir", dijo Phelan.
Aisley apartó la mirada de la ventana a Phelan. Sus ojos de color azul

grisáceo estaban estables, cuando la observó.
-"Tampoco voy a seguirte."
Después de todo el tiempo que Phelan había dedicado a seguirla, sus
palabras le cayeron como un jarro de agua fría. “Has hecho suficiente." Le
dijo Aisley.
Phelan quería golpear algo. ¿Cómo podía una mujer tan hermosa ser tan
irritante? "La dejaría irse tan fácilmente? Pensó Phelan.
-"Es lo mejor."
-"Cojones, es lo mejor”.
Ella se encogió de hombros y dio un paso atrás. -"Quería una noche."
-"Bueno, pues yo quiero más. “Dijo de pronto Phelan.
-"No siempre conseguimos lo que queremos."
Sonrió, aunque sabía que era una sonrisa fría y calculadora. -"Yo sí."
Respondió airadamente Phelan.
-"No esta vez", afirmó Aisley y enderezó los hombros.
Phelan no había tardado siglos en aprender el arte de la seducción para

nada. Dio un paso hacia Aisley aunque ella se retiró. Fue bastante fácil
maniobrar para que esta vez ella quedara atrapada entre él y la chimenea.
Se inclinó hacia delante como si fuera a besarla, y en el último momento

cambió para lamerle el lóbulo de la oreja. Luego susurró, "Dime que no
disfrutaste la noche anterior."
-"Tú sabes que lo hice", dijo Aisley, aunque su voz era inestable.
-"Y entonces no quieres que te siga dando placer?" Preguntó Phelan
Aisley puso las manos sobre el pecho de Phelan y le dijo. -"Detente. Sé lo
que estás haciendo, y sé que no va a funcionar”.
-"Entonces no tienes nada de qué preocuparte," dijo mientras le cogió las

manos y las levantó suavemente a su boca para que pudiera envolver sus
labios alrededor de uno de sus dedos.
-"Phelan," dijo sin aliento. "Te arrepentirás de esto más adelante."
-"Entonces lo lamentaré más tarde. Te quiero ahora. Dime que me quieres,

belleza. Dímelo, y si te alejas de mí nunca volveré a molestarte de nuevo".
Sus ojos de color leonado se oscurecieron y su cuerpo se inclinó hacia

él. -"Que Dios me ayude, pero te quiero."
Sus labios se separaron y el pulso de su garganta corrió enérgicamente. Él

sonrió interiormente ante su reacción. Esta druida era increíble, esta hermosa
mujer lo estaba volviendo del revés. Sin embargo, él no podía tener
suficiente de ella.
Zelfor, su dios, rugió su aprobación dentro de Phelan. Y Phelan estuvo de

acuerdo. No había ninguna otra mujer como Aisley. Phelan había estado
caminado por la tierra durante cuatro siglos y nunca conocido a otra como
ella.
Podía caminar por el mundo hasta el fin de los tiempos y nunca encontrar a
alguien que pudiera compararse con ella.
Sus dedos se hundieron en su pelo y sujetaron su cabeza mientras la

besaba. Phelan vertió toda su pasión, todo su anhelo en ese beso.
Ella moldeaba su cuerpo al de él, abierto y accesible para todo lo que exigiera
de ella. Cuanto más le daba, más quería. Esa necesidad se convirtió en una
ardiente necesidad.
Su cuerpo estaba ardiendo de deseo. Las llamas lamían su alma, instándolo a
hacerla suya. Ahora y por siempre.
Movió su brazo entre ellos y tocó su pecho. Cuando se encontró con la ropa,
dejó que una garra apareciera rasgara en dos su ropa y la despojara de ella.
En cuestión de segundos Aisley estaba sin sujetador, y con dos golpes de su

garra, sus bragas siguieron a su ropa. Su mano encontró su pecho de
nuevo. Ella gimió en su boca cuando él pellizcó su pezón.
Phelan nunca había sentido tal llamarada de lujuria en su sangre antes. Si él

no conseguía estar dentro de ella pronto, iba a explotar.
Por segunda vez en el día, Phelan se sacudió su ropa, esta vez con la ayuda
de Aisley. Cuando estuvo desnudo, él la empujó contra él y la miró a los ojos.
-"Dímelo otra vez", exigió.
Ella le besó el pecho antes de que ella lo mirara. -"Te quiero."
Phelan la apretó con más fuerza a su alrededor. Se dejó caer de rodillas,

tirando de ella hacia abajo con él. Tenía una sonrisa en su cara cuando se
cayó sobre su espalda y alzó la vista hacia ella.
Ella extendió sus manos sobre el pecho y se sentó a horcajadas. Phelan vio
con asombro fascinante como ella se levantó sobre sus rodillas, con la mirada
fija en él. Entonces ella tomó su dolorida polla en la mano y se la llevó a su
entrada.
A Phelan le costó un esfuerzo hercúleo permanecer inmóvil en lugar de elevar

sus caderas y hundirse en su interior, pero de alguna manera lo
consiguió. Apenas.
La cabeza de Aisley se dejó caer de nuevo cuando ella se sentó sobre su
vara. Apretó los dientes y tomó el control. Ella se deslizó sobre él
lentamente, su calor húmedo rodeándole.
Se balanceó hacia delante, retorciéndose con el gemido de satisfacción de

él. Phelan agarró sus caderas para que él pudiera hacerla mover más rápido
o más lento, pero sus manos le picaban por tocar más de ella.
Sus pechos saltaban mientras sus movimientos crecieron más rápido. Ella era
insensible y apasionada, hermosa y temeraria. Y toda suya.
Algo primitivo creció dentro de él mientras miraba a la mujer que lo había

fascinado desde el comienzo. No le importaba sobre su pasado. Su único
pensamiento era el ahora. Y el futuro.
Él tomó sus pechos. Cada vez que balanceaba sus caderas, se levantaba. El
movimiento estaba tomando dimensiones muy altas, el placer llamándolos
hacia adelante.
Los picos de sus pezones erectos rozaron la palma de su mano mientras

masajeó sus pechos. Él puso los pezones entre el pulgar y el dedo índice
añadiendo presión a medida que lo hacía.
Ella gritó y levantó la cabeza. Con sus manos una vez más apoyadas en el
pecho, ella se encontró con sus ojos y entonces la montó dura y
salvajemente.
No habría ningún freno para cualquiera de ellos, solo prolongar su exquisita

liberación. La necesidad era demasiado grande, demasiado intensa para ser
negada por más tiempo.
Sólo Aisley, la hermosa, desconcertante Aisley, podría llevarlo al borde de un

clímax tan fácilmente.
-"Ven conmigo", instó.
Ella dio un pequeño asentimiento en respuesta. Phelan bajó la cabeza y tomó
su pezón en la boca mientras sus manos palmearon su culo. Él llevó cogió el
pico suavemente entre los dientes y pasó la lengua hacia atrás y hacia
delante sobre el pezón.
Sus piernas se apretaron un momento antes de que su cuerpo se sujetara

alrededor de su pene. Phelan tenuemente la oyó gritar, después llegaron al
clímax junto.
La fuerza del golpe le hizo tambalearse. El mundo se retorcía, girando cuando

un indescriptible éxtasis les inundó, los sitio, los bañó.
Sus almas se tocaron, conectadas. Fusionadas.
No había vuelta atrás para él, no alejaría a esa mujer de sus brazos. Ella era
suya, y haría cualquier cosa para mantenerla con él
Phelan envolvió con sus brazos a Aisley cuando se desplomó sobre su pecho,
sus respiraciones irregulares ahogadas por la lluvia.
Phelan pudo captar la tranquilidad, la serenidad que lo tenía firmemente

agarrado. A pesar de que sabía que no podía durar, iba a disfrutarlo mientras
lo tuviera.
Se frotó la mejilla contra el lado de la cara de Aisley, cuidando de no rasparla

con su barba de varios días.
Necesitaba un afeitado urgente, pero él se resistía a moverse.
Ella suspiró suavemente y se acurrucó más abajo en las mantas que les
cubrían. Después de su intensa batalla sexual, se dieron una ducha. Él sonrió,
recordando que no pudo mantener las manos fuera de ella
Se negó a que ella se pusiera de nuevo la ropa. En su lugar, agarró la manta
de tartán del sofá y la sacó al exterior. Allí se sentó en el columpio con la
manta y sus brazos entre ellos.
Incluso ahora podía recordar la visión de su triste sonrisa mientras encontró

su firme culo ante sus piernas para luego sentarse sobre él. Había envuelto la
manta alrededor de ellos mientras observaban la caída de la lluvia.
Eso fue hace horas. Si hubiera estado seguro, que ella estaba caliente así, se
hubiera llevado a Aisley dentro cuando ella se quedó dormida.
Miró hacia el cielo para ver que se convierta de negro a un color gris acero. El
amanecer se acercaba, y con ella la lluvia fue disminuyendo a una leve
llovizna.
Que le traería el nuevo día? Aisley querría quedarse allí? Podría dejar él que
se fuera?
No había tardado mucho tiempo Phelan en darse cuenta que necesitaba decir
y llevar a Aisley con Charon. Y no sólo con Charon. Fallon necesitaba saber
que había otro druida. Aunque Phelan ya estaba seguro de que Charon se lo
había contado a Fallon.
Phelan aún no estaba preparado para responder todas las preguntas que le
lanzarían sobre Aisley.
Deseaba mantenerse alejado de Wallace por ella, y al mismo tiempo darle

caza, pero no quería compartirla con nadie.
Tampoco quería romper la paz que habían encontrado.
En su propio mundo dentro de esos bosques. Donde nada ni nadie les

molestara. Donde todo se aproximaba bastante a la perfección que buscaba
desde hace siglos.
Ese pensamiento puso hielo en la sangre de Phelan, él sabía que la perfección
tendía a desaparecer y disolverse rápidamente, tal como había comprobado
una y otra vez.
-"Me has vuelto dejar dormir," dijo la voz apagada de Aisley.
Sonrió contra su pelo. "Lo necesitabas."
-"¿Te quedaste despierto toda la noche?"
-"Sí."
Aisley bostezó y rápidamente se tapó la boca con la mano. "¿En qué estás
pensando, que pareces preocupado?" le preguntó Aisley.
-"Tengo que ir a patrullar de nuevo."
-"Hmm. Me lo imaginé….aunque hay algo más ¿verdad? ".
Phelan la besó en la sien, con la esperanza de que ella no le pidiera de nuevo

que la llevara a la ciudad.
-“Los habitantes del castillo MacLeod deben saber de ti, de tu

existencia. Siempre están celebrando cuando otro druida aparece " le dijo
Phelan.
No le pasó por alto la forma en que su cuerpo se tensó, aunque trató de

ocultarlo. "¿Por qué necesitan saber de mí?, preguntó nerviosamente Aisley.
-"Como ya he dicho, ellos protegen a los druidas."
-"Y eso es lo que tú estás haciendo." le dijo Aisley.
Phelan estaba de acuerdo con ella, pero él también sabía que si no la

protegía y Wallace la atacaba, nadie estaría allí para ayudarla. Wallace era
demasiado poderoso como Drough para que Aisley tratara de combatirlo por
su cuenta.
-"Sí, pero ¿por cuánto tiempo vas a dejarme protegerte?" Antes de que
pudiera responder, le preguntó: "¿Has utilizado tu magia en una pelea
antes?”
-"¿Quieres decir en contra de alguien?"
Él asintió con la cabeza.
Ella vaciló en responder, lo que hizo fue fruncir el ceño. -"Sí."
-"Entonces sabes lo que tendrás que hacer si Wallace te ataca aquí."
-"No vamos a hablar de eso." Dijo rápidamente Aisley
Phelan tomó una de sus delgadas manos entre las suyas. Se maravilló de sus
largos dedos. Con el pulgar, él acariciado su palma, tratando de calmarla. No
fue hasta que giró la mano que vio la cicatriz corriendo por su muñeca.
La sangre latía en sus oídos mientras su mirada estaba fija en la cicatriz. Se

trató de una sola respiración, pero sus pulmones prendieron. Phelan tenía
que ser racional. Él sabía que ella no llevaba el beso de un demonio, pero eso
no quería decir que no fuese Drough.
Porque él sabría si estaba con una Drough.
Él sabría! Maldita sea pensó Phelan.
Ella puso su otra mano encima para cubrir la cicatriz que estaba trazando
-"Aisley..." Tuvo que detenerse y aclararse la garganta. Él tenía miedo de

preguntar, miedo de que admitiera que era una Drough. Pero ella sabía que
él los cazaba ¿Por qué ella había ido voluntariamente con él, a su casa, a su
cama si ella era un Drough? Era ese su secreto? Había sido de nuevo
traicionado?
-"Pregunta", se dijo en voz baja.
-"¿Intentaste suicidarte?" pregunto finalmente con temor en su voz
Ella tomó una respiración profunda. -"Muchas veces."
-"¿Por qué?" La verdad estaba en sus ojos, audazmente desafiándolo a

preguntar cómo.
-"No podía hacer frente a los días después de la muerte de mi bebé. Me senté
en el piso que se suponía que era nuestro, mirando una cuna que nunca la
acogería. Las lágrimas dejaron de venir y la vida se volvió
insoportable.... Caminé lejos de Pitlochry y el futuro que había allí. No pasó
mucho tiempo para caer con la gente equivocada y utilizar el poco dinero que
tenía en las drogas. Recé para que la muerte viniera a mí " dijo Aisley
Llevó la muñeca a los labios y besó la cicatriz. -"Sobreviviste."
Aisley cerró los ojos para contener las lágrimas. Qué cobarde era. Ella no
había sido totalmente sincera con Phelan, pero ella había tratado de matarse
a sí misma tomando droga, pero sin rajar sus muñecas, eso era por otra
cosa.
Phelan le había dado tanto y le ofrecía aún más. Era un buen hombre que
merecía algo mejor de lo que ella le estaba dando. Era un hombre limpio, un
hombre bueno.
-"Phelan, sobre la Las cicatrices"
El sonido de su móvil la interrumpió. Aisley se sentó para que pudiera

levantarse y entrar corriendo en la casa. Ella sonrió cuando vio su culo
desnudo antes de desaparecer a través del umbral.
Se puso de pie, envolviendo la manta alrededor de ella. Sintió un escalofrío
asentado en su alma, un escalofrío que no tenía nada que ver con el clima y
sí con todo lo relacionado con ella.
Aisley entró en la casa para ver a Phelan escuchando atentamente todo lo

que le decían en el otro extremo del teléfono. Se pasó la mano por el pelo y
arrugó la nariz.
Una ducha estaría bien. Ella podría usar ese tiempo para determinar cómo iba
a decirle lo que Phelan sospechaba cuando encontró la cicatriz en su muñeca,
así como su plan.
Ella cerró la puerta del baño y dejó caer la manta cuando ella abrió la
ducha. La calidez del agua no descongeló la caja de hielo instalada alrededor
de su alma. Y cuanto más pensaba en decirle a Phelan, más enferma se
ponía.
Pero esto es lo que se merecía por no ser honesta con él desde el principio.
Podía habérselo dicho aquella noche en el club cuando él la besó. Por

supuesto, ella había pensado que él lo sabía, pero era obvio que no.
En lugar de perseguirla para matarla, la había estado siguiendo esos dos

meses tratando de acercarse a ella.
Aisley no podía creer en su suerte. Finalmente había encontrado a alguien a

quien cuidar, a quien amar, alguien honesto, demasiado apuesto para su
cordura, increíble en la cama y no podía estar con él. Eso era una píldora
muy pero que muy difícil de tragar y mucho menos de aceptar.
Podía ser muy complicado pero no imposible, pensó
Pero a quién quería engañar? Se preguntó Aisley.
-"¿Por qué?", Preguntó a nadie en particular en el cosmos que la
escuchara. -"¿Por qué Jason tuvo que venir a buscarme?
¿Por qué no fui lo suficientemente fuerte para decirle que no? ¿Por qué
Phelan no la había encontrado antes? Por qué ella tenía que ser su enemigo?
"
Aisley se sacudió mentalmente. No tenía sentido luchar contra lo

inevitable. Estaba dispuesta a morir?
Por desgracia, la respuesta era no. Había encontrado algo bueno con Phelan,
y ella no estaba lista para que terminara. La eternidad no sería suficiente en
sus brazos. Era un verdadero héroe., su héroe, pero ella era el enemigo que
Phelan tenía que vencer para salvar el mundo.
Por todo lo que ella pensaba ya de sí misma, Phelan tenía razón en matar a
todos drough. El mal estaba dentro del Drough, era un mal demasiado
poderoso.
Aunque definitivamente pudieran matar a Jason, siempre habría otro que

ocupara su lugar. Podrían pasar meses o incluso años, pero iba a suceder.
Aisley estaba encantaba siendo druida. Ella disfrutó de la sensación de su

magia, de esa pizca de magia buena que en algún momento había tenido
dentro de sus venas. Convertirse en Drough le había dado un gran impulso a
su magia, pero no valía la pena el precio que estaba pagando por ello.
Su magia ya no era su alegría. Podía sentir el mal en su interior, sentía como

inundaba su magia cada vez más y lo convertía en algo grotesco, impuro,
malo.
Terminó su ducha y cerró el grifo. Mientras se secó con la toalla, pensó que la
casa parecía tranquila, así que supuso que Phelan estaba fuera.
Con la toalla envuelta alrededor de ella, se puso de pie delante del espejo,
pero no pudo ver su reflejo. Solo pensaba en la ira que sentiría Phelan una
vez que le contara todo, la decepción y la traición en sus ojos.
Había sido traicionado de nuevo. Ella podría haber tenido una buena razón
para hacerlo, pero no importaba. Una traición era una traición, no importaba
qué tipo de necesidad la había impulsado para hacerlo, pero lo había
traicionado.
Aisley tragó y volvió a levantar los ojos para mirarse en el espejo. Ella odiaba
lo que le devolvió su mirada.
Mientras ella se peinó, miraba a cualquier punto del cuarto de baño excepto a
sí misma y su reflejo.
Le temblaba la mano en el momento en que dejó el peine. Ella se apresuró a

salir del cuarto de baño para encontrar alguna ropa. Aisley se puso lo primero
que encontró, que eran un par de pantalones de yoga y un fino jersey, de
gran tamaño.
Después de todo, realmente no importaba lo que llevara para su muerte?
-"Phelan," ella llamó cuando salió de la habitación.
No hubo respuesta.
Aisley miró por toda la casa, y luego buscó en el exterior. Sólo cuando se le
ocurrió echar un vistazo al cobertizo y vio que su Ducati no estaba, se dio
cuenta que la había dejado sola.
Debió ser una llamada importante. Había conseguido un respiro, una tregua a
su confesión, pero extrañamente eso no la hizo sentir contenta.
Aisley temía volver a perder el momento de contarle todo a Phelan...
-"Soy una condenada cobarde," murmuró.
Todo porque ella se estaba pillando fuerte por Phelan Stewart. Un guerrero,
un héroe, un amante increíble, y sobre todo un buen chico.
-"Oh diablos. Estoy tan jodida. Lo quiero."
Ella lo deseaba tanto que le dolía al respirar. Debido a que no quería caer en
las redes de Phelan. Pero ella ya había caído. Completa y totalmente.
Totalmente.
-"Oh Dios mío. Lo amo, "susurró en estado de shock.
¿Cuándo había sucedido? ¿Cómo había sucedido? ¿Por qué no había

protegido su corazón de Phelan?
Phelan era encantador y seductor, y de alguna manera se había colado en

todos sus defensas. Luego se dio cuenta de que quería estar con él, quedarse
con él. Eso no podría suceder ahora. Ella tenía que salir de ahí ya, alejarse de
él lo antes posible.
Podía correr hacia el bosque, pero pronto se perdería en él porque Aisley no

conocía ese bosque, además estaba el hecho de que Phelan podría seguir su
magia. Terminaría caminando en círculos y antes de que se diera cuenta
Phelan la habría encontrado
Aun así, eso era mejor que quedarse, y ella podría tener suficiente tiempo
para ahondar en su magia y aprender cómo podía dejar y alejarse de Jason
siempre.
Aisley corrió al dormitorio y empezó guardar sus pocas cosas en su bolsa de

viaje. Ella metió los pies en las zapatillas de tenis, y justo cuando estaba
cogiendo la bolsa, un escalofrío de algo maligno se deslizó sobre ella.
-"No", dijo.
-"Aisssssleeyyyyyyy!"
Ella cayó de rodillas y se agarró la cabeza. La voz llenó su mente a un

crescendo ensordecedor ya que repetía su nombre una y otra vez.
La voz era más fuerte que antes, como si cada vez que pronunciaba su
nombre, aumentaba el poder de la voz.
-"¡Basta!" Gritó Aisley. "¡Déjame sola!"
-"Aisley."
Esta vez parecía tener la voz susurrada justo al lado de la oreja. Ella levantó
la cabeza y vio remolinos de niebla. La muerte y la congelación la llenaban.
Era Jason? ¿O eran las criaturas de piel gris de las que había escapado por
los pelos en la última batalla contra los guerreros?
Había visto cómo los monstruos se movían girando en la niebla y

desapareciendo. Si se trataba de ellos, no tenía sentido usar la magia. Eso
sólo haría que la atacaran antes.
Aisley observó como la niebla se hizo más densa y más gruesa a su

alrededor. Ella sabía, sin lugar a dudas que lo apareció entre la niebla estaba
allí para matarla.
Ella se deslizó hacia atrás sobre sus manos y pies, hasta que chocó contra un
muro. La niebla comenzó a llenar la sala, arrastrándose más cerca y más
cerca de ella.
_ "AISLEY"
CAPÍTULO 23
EL temor y la inquietud se establecieron en el pecho de Phelan después de la

llamada telefónica con Fallon. Phelan giraba la Ducati mientras conducía más
rápido, con la esperanza de que de alguna manera la velocidad le disolviera
la preocupación que tenía sobre Charon en su pecho.
Frenó cuando tuvo que pararse detrás de un coche. Phelan vio la señal de
AHORA, pero el conductor no puso atención y continuó quieto.
Eran clientes locales y turistas. Phelan frenó rápidamente y oyó el chirrido de

los neumáticos y el olor a goma quemada de los mismos
Maldita sea, eran turistas.
Phelan tuvo que detenerse y esperó a que se volviera a retomar el

tráfico. Phelan miró adelante y vio que tenía una pequeña porción de la
carretera por la que podría meterse.
No era algo que pudiera hacer con un coche, pero gracias a dios no estaba en
un coche. Estaba en su Ducati.
Phelan aceleró la moto y chilló sus neumáticos de nuevo antes de empezar a

correr con ella. Él se encontró el trozo de carretera despejado y pudo
regresar al carril derecho antes de que volviera a producirse de nuevo el
atasco antes de llegar al puente.
La mayoría de los turistas se quejaban de esos puentes y de lo lento que

volvían el tráfico, pero sin pararse a pensar que esos puentes se
construyeron cuando las personas aún utilizaban carros de tiro. Los puentes
eran suficientemente anchos para que pasara un solo carro, pero ahora no
servían para que pasaran dos coches cada vez.
Cuando Phelan hubo conducido otras diez millas, se salió de la carretera
principal a un camino de tierra. Tan pronto como él encontró un buen lugar,
se detuvo en la hierba y apagó la moto.
No era que no pudiera sentir la magia druida desde su moto, pero a veces
estar en la Ducati cuando estaba buscando a alguien hacía las cosas más
difíciles. Era mejor si hacía su búsqueda a pie.
Phelan puso el pie de apoyo hacia abajo y se bajó de la moto. Se quitó el

casco y lo colocó en el asiento. Sólo cuando se volvió vio una marta en un
tronco cercano.
El animal le hizo pensar en Charon y cómo una noche que habían bebido
demasiado corrió a ver quién podía ser el primero en coger uno de esos
animales con rápidas patas.
Ni que decir tiene, ambos corrieron como locos a por el bicho, aunque no
pudieron coger su premio.
-"Maldito seas, Charon."
Phelan se pasó una mano por la cara y suspiró. Él repasó la conversación de

Fallon de nuevo. Alguna cosa estaba mal con Larena, y ella sospechaba que
tenía que ver con la sangre Drough en las balas X9 que se habían utilizado
para matarla.
La misma sangre que casi le había quitado la vida a Charon.
O eso dijo Charon.
Phelan recordó muy bien estar en el asiento trasero del coche mientras se
alejaban de Mansión Wallace después de la batalla. El cuerpo inerte de
Charon estaba cubierto de sangre de la herida de arma blanca.
Habían ido a Mansión Wallace para ayudar a Arran a rescatar a Ronnie
después de que fuera capturada. Ellos no sabían que Wallace les esperaba
con droughs trabajando para él. Los droughs eran conocidos por hacer las
cosas por sí solos, pero Wallace pensaba diferente al respecto.
Los drough hicieron su trabajo y detuvieron el ataque de los guerreros del

castillo. En la mayor parte. Charon y Phelan no fueron detectados por los
drough y el combate cambió a su favor de nuevo
Sin embargo, Charon se puso delante de una daga sumergida en sangre

drough destinada a Arran.
Todos los poderes de los guerreros se vieron afectados por algo en la

mansión de Wallace. Fallon no podía saltarles de vuelta al castillo. No les
quedó más remedio que salir de allí deprisa, conducir los coches rápidamente
de vuelta al castillo para llegar a tiempo de salvar a Charon.
Cada guerrero en el coche había dado su sangre a Charon, pero nada había
funcionado. Phelan todavía recordaba la impotencia que sintió cuando, por
primera vez, su sangre no pudo curar a su amigo.
Durante mucho tiempo sospechaba que el poder en su sangre no tenía nada

que ver con su dios. Si eso era verdad, entonces debería haber sanado al
instante Charon. Pero no lo había hecho. La sangre de los guerreros ayudó a
retardar el efecto de la sangre drough dentro de él, pero no detenerlo.
A mitad de camino de regreso al castillo sus poderes regresaron y Fallon tele

transportó a Charon. Phelan había esperado con ansiedad saber que Charon
se había recuperado con la ayuda de los druidas.
Lo que Charon no mencionó fue que el dolor de la herida siguió

molestándole. Nunca le había sucedido antes. Se reforzó la sospecha de
todos que Wallace había hecho algo a la sangre drough para que fuera mucho
más fuerte y más poderosa contra los guerreros
Los drough combatieron y atacaron con maneras y formas nuevas y no
convencionales.
¿Cómo podrían los guerreros mantener el ritmo? Siempre estaban un paso

por detrás. A ese ritmo, los drough ganarían la guerra.
Los pensamientos de los Phelan se volvieron a Aisley. La mera mención de

ella en un mundo donde la maldad triunfara le hacía doler el estómago. Ella
merecía mucho más.
Siempre había querido matar a Wallace, pero ahora tenía una razón muy
específica. Aisley.
¿Era así como se sentía Charon y los otros guerreros respecto a sus
mujeres? La ansiedad, el miedo, y la desesperanza al pensar en ello, le
llenaban por dentro. Quería encontrar a Wallace, pero al mismo tiempo
quería estar con Aisley para protegerla de todo. No podía estar en ambos
lugares.
-"Mierda", gruñó con rabia Phelan.
¡Qué maldita situación. Respiró profundamente y miró a su alrededor.
Conjuntos y conjuntos de árboles se levantaban desde el suelo y la hierba

alta se balanceaba con el viento. Las gotas de lluvia caían por las hojas de
estos árboles desde la tormenta de anoche. Se movió lentamente y giró
varias veces a su alrededor. Había allí pocos lugares donde Wallace pudiera
esconderse y con la vista mejorada de Phelan, Wallace no podría ocultarse de
él. Cuando se dio por satisfecho al no ver nada y al no sentir magia drough,
Phelan deshizo sus pasos y volvió hacia la Ducati para ponerse de nuevo en
carretera. Tenía horas de búsqueda por delante de él. Sólo podía esperar que
Aisley estuviera en la casa a su regreso.
Aisley tuvo que aplacar la magia que surgió a través de ella. Era el instinto de
un druida poder invocar a su magia en un momento de crisis. Se puso
completamente frenética al pensar que era Jason o las criaturas de piel gris
quienes venían a por ella.
El primer signo de la niebla tocó la punta de sus zapatos. Un sentimiento de

derrota y desesperación la consumió. Se barrió sobre ella, se la tragó, la
ahogó.
Aisley cerró los ojos y esperó a que la niebla cesara. No tenía sentido correr,
no tenía sentido tratar de conseguir escapar. Ella era un druida inútil, sin
sentido ante esas criaturas. Se merecía la agonía que estaba a punto de caer
sobre ella. Los ojos de color gris azulado de Phelan llenos de deseo
destellaron en su mente.
Se agarró a su imagen para mantenerse a sí misma. Cuanto más se

concentró en él, más pudo deshacerse de los sentimientos desesperación en
ella.
-"No", susurró mientras se puso de pie y salió corriendo de la casa.
Ella corrió hacia el bosque sin ningún pensamiento claro de a dónde iba, sólo
que tenía que llegar lejos. Aisley corrió hasta que no pudo respirar, y luego
corrió un poco más.
Un conejo se lanzó delante de ella. Ella sofocó un grito y saltó sobre ella, sólo
para aterrizar torpemente en su tobillo. Se llevó la mano al tobillo mientras
ella caía al suelo.
Aisley miró por encima del hombro pensando en Jason o los monstruos que
podrían aparecer en cualquier momento.
Segundos se convirtieron en minutos, los minutos se volvieron a horas, y

nadie vino a por ella.
Una ardilla roja se sentó en una rama en un árbol de espino en las

inmediaciones comiéndose una nuez y observándola. Mirlos y pinzones
volaban alrededor como si ella no existiera. Tenía adormecidas sus
extremidades desde hacía ya largo rato.
El bosque era un consuelo que no había conocido antes. Ella supuso que se
debía a estar con Phelan, y que tenía algo que ver con él.
Ahora que estaba sola, sin embargo, podía sentirlo. El bosque estaba lleno de
vida. Y magia.
Aisley se deslizó hacia un árbol caído y se sentó a horcajadas de manera que

se apoyó en el tronco de otro árbol. La áspera corteza de pinos raspó las
palmas de las manos. A sus pies grupos de helechos, de un brillante verde
contra el marrón de las agujas de la tierra y los pinos.
Como nunca se había aventurado en un bosque sola antes? ¿Por qué nunca
había sentido su atracción?
Ella cerró los ojos y simplemente se sintió existir. No pasó mucho tiempo
antes de que ella oyera un aleteo de las alas cerca de ella.
Eran demasiado lento para un pájaro. Una mariposa, tal vez?
Un sonido a su izquierda le llamó la atención. Ella escuchó el roce de las

garras en un árbol y reconoció a una marta. Conejos llamados a salir detrás
de ella. Dos ardillas se perseguían desde el árbol hasta otro árbol. Aisley se
congeló cuando oyó el sonido distante de los tambores. El ritmo era lento,
rítmico. Se concentró en ellos, tratando de determinar de dónde venía. No se
asustó, porque de alguna manera sabía que de ellos venía la magia.
Su corazón comenzó a latir al compás de los tambores. Aisley no tenía idea

de cuánto tiempo se sumió en una extraño espacio de tiempo con los
tambores. Lo único que sabía era que se sentía bien, como si los hubiera
oído hace años.
Los tambores se hicieron más fuertes, y de repente comenzaron los
cantos. Ella se retiró al instante, pero no del todo. Las miles de voces que
cantaban en palabras que no podía distinguir la llamaban, le hacían señas.
Ella no conocía el miedo. Sólo... una extraña sensación de paz y rectitud. Ella
se desvió hacia el canto, aunque sabía que no era realmente su cuerpo el que
estaba sintiendo. Era más bien como su conciencia, o su alma.
-"Aisley," dijeron miles de voces al unísono.
-"¿Quiénes sois?"
-"El viene a por ti, él se está haciendo más fuerte, está creciendo”, le dijeron
las voces
-"Jason", dijo Aisley.
-"SIIIIIIIIIIII."
-"¿Puedo escapar de él?"
-"Confiando”
Aisley sabía que se referían a Phelan. Él fue el único en quien

confiaba. "Phelan no me va a ayudar cuando se entera de que soy
un Drough”.
-"Traición."
-"¿Me estás diciendo que voy a traicionar a alguien?"
-"La traición, la muerte."
Ella trató de mantener la calma. "¿Hay alguna manera de matar a Jason para
que nunca regresa a la tierra de los vivos?"
-"Usted tiene una opción. Una opción, Aisley. "
-"¿Qué opción? Por favor. Ayudadme con Jason. Dejadme hacer esto para
compensar mis malas decisiones. "
A pesar de que hizo la pregunta, el canto y tambores comenzó a ser más

débil cada vez. Ella trató de seguir con ellos, pero ya no estaban tan cerca
como al principio.
Aisley abrió los ojos y suspiró. No estaba segura de que eran las voces, pero
la magia que la rodeó no se sentía mal. Se sentía pura.
Ella frunció el ceño mientras sus pensamientos se dirigieron a lo que las

voces le habían dicho. Jason venía a por ella.
La traición y la muerte la esperaban. Y la única persona que podía ayudarla a

escapar de Jason era Phelan.
Esa era una cuestión que ya le estaba rondando la mente. Las voces le
decían que dijera a Phelan que era una drough? o era otra cosa?
-"Joder. Odio los mensajes crípticos ", susurró.
Aisley miró su reloj para ver que se acercaba a las cuatro de la tarde. No
podía creer que había estado ausente casi ocho horas. Era hora de volver.
Ella se puso de pie con cuidado sobre su tobillo lesionado. Sólo había una
punzada de dolor que se disipó después de un minuto. Con sus hombros
rectos, se dio la vuelta en la dirección en la que había llegado y empezó de
nuevo a caminar
Sorprendentemente, se las arregló para llegar a la casa de Phelan una hora

después sin ningún otro percance, a pesar que era la primera vez que se
había adentrado sola en ese bosque que no conocía.
También pensó que a la ida había corrido mucho más lejos, que para la
vuelta a la casa. Definitivamente había pasado algo raro, pero ella no estaba
segura de qué
Cuando llegó a la casa, se detuvo antes de que seguir hacia el porche. La

puerta seguía abierta de par en par desde el momento en que ella la abrió en
su salida.
Aisley tragó el nudo en la garganta y entró en la casa. Habitación por

habitación estuvo buscando algo pero no encontró nada. Ella terminó en el
dormitorio, donde había comenzado la niebla.
Allí, en el espejo colgado en la pared, escrito en lo que parecía una mezcla de
sangre y suciedad estaba su nombre.
CAPITULO 24
A pesar de su pésimo día de búsqueda de pistas sobre el paradero de

Wallace, Phelan estaba ansioso por llegar al hogar. Había estado lejos de
Aisley todo el día. Normalmente eso le hubiera sentado bien, pero una vez
más ese no era el caso con Aisley.
Se encontró necesitando ir a su lado. No era sólo porque él la quería en su

cama. Simplemente la quería... a ella.
Toda ella. Desde la risa a la forma en que ella dejaba esparcida la ropa por
toda la habitación. Desde la sensación de su suave cabello color medianoche,
hasta cuando sus pies tropezaban con los zapatos que ella había dejado
tirados. Desde su cuerpo increíble hasta su habilidades horribles para la
cocina.
No había una parte de ella que no le gustara de Aisley o que quisiera mejorar
de ella...
Tiró la moto en el cobertizo, y se encontró corriendo a la casa. Una ola de su

magia se apoderó de él como una manta caliente, reconfortante.
Phelan la vio en el porche apoyada contra un pilar de madera junto a los

escalones. Se detuvo, colocó un pie en el porche y se preguntó a qué se
debía la peculiar mirada con la que Aisley le recibió.
-"¿Qué pasa?" preguntó Phelan.
Ella se encogió de hombros. Aisley no estaba exactamente sonriendo, pero

ella no tenía el ceño fruncido tampoco.
Phelan pensó en el día y se dio cuenta de lo que había hecho. "Debería

haberte dicho que me iba." Le dijo
Aisley dio una inclinación de cabeza. "Eso hubiera sido lo cortés por tu parte”
le respondió ella
-"Nunca he tenido que responder ante nadie antes."
-"Phelan no tienes que responder ante mí."
-“Debería haberlo hecho. " Eso la había molestado, tendría que haber
pensado en ella cuando se fue sin decirla nada, había estado demasiado
molesto y preocupado por la llamada de Fallo, pero no quería decir que se
hubiera olvidado de ella.
-“¿Cómo fue tu patrulla? "Le preguntó Aisley.
No había ira en sus ojos de color leonado. Phelan envolvió un mechón de su

pelo negro alrededor de su dedo y se maravilló ante la sensación sedosa del
mismo. "Improductivo. ¿Qué tal tu día?"
-“Di un paseo por el bosque. "
Él abrió la boca para decirle que quizás no hubiera sido una buena idea,
cuando ella siguió hablando.
-“Y antes de que me reprendas diciendo que no era seguro, déjeme

recordarte que soy una druida. "
Phelan aplastó sus labios. -“Lo sé Aisley, pero ahí fuera existen criaturas que
se alimentan de magia. Ellos son selmyr”.
-“Selmyr. " repitió Aisley

-
"Sí. Criaturas antiguas que fueron encerradas hace siglos pero que fueron
liberadas accidentalmente hace poco.
-"Por?", Preguntó.
Phelan tiró de ella en la cabaña detrás de él. Él cerró la puerta cuando se
enfrentó a ella. "Por Arran y Ronnie. En una excavación arqueológica. El
selmyr se alimentan de la magia”.
-"Sólo de la magia?" pregunto Aisley
-"Sí, pero matarán a cualquier cosa. Luché contra ellos recientemente. Contra
más magia se utilice contra ellos más frenéticos y hambrientos se vuelven”,
le dijo Phelan.
Aisley se acercó al sofá y se dejó caer en el. -"¿Dónde están estos selmyr
ahora?"
-"No lo sé. Ellos viajan por el viento y se ven como tornados de polvo del
tamaño de un hombre antes de aparecer. Se mueven con la velocidad del
rayo. Y ninguna cantidad de magia puede matarlos”.
-"¿Sabes algo de la forma en que fueron capturados originalmente?"
-"Fueron los druidas de la isla de Skye, quienes lo consiguieron la primera

vez, pero no sé nada más de eso. “Le dijo Phelan
La mirada de Aisley se alejó de la de él, mientras ella comenzó a morderse el

labio.
-"Aisley? ¿Conoce algún druida en esa isla? “le preguntó Phelan.
Ella dio un pequeño movimiento de cabeza. Poco a poco, volvió la mirada

hacia él, su palidez ahora era de un tono más verde.
-"Yo." Respondió ella.
Phelan se quedó en silencio aturdido. -"¿Tú?"
-"SI, YO", repitió. "Mi familia se remonta a seis generaciones en la isa de
Skye. Mis bisabuelos se trasladaron a Glasgow para un trabajo después de
estar recién casados. Yo nunca he estado en Skye”.
"¿Has oído hablar del selmyr?", le preguntó mientras se sentaba a su lado, su

cuerpo en ángulo para verla mejor.
-"Cuando era una niña pequeña, mi abuelo me contaba historias de una

criatura que podía viajar en el viento. Dijo que él vendría a por mí si yo no
era una buena muchacha”.
Phelan se frotó la mandíbula. -"¿Te dijo cómo eran?"
-"Dijo que eran vampiros, excepto que eran de color ceniza y horribles a la
vista." Respondió Aisley
-"Ese es el selmyr. Vive aún tu abuelo? “preguntó Phelan
Ella sacudió su cabeza. -"Murió hace muchos años."
Phelan se puso de pie y empezó a caminar. -"Los selmyr son unas fuerzas
que nosotros los guerreros apenas somos capaces contener. Fue sólo con...
"se detuvo, preguntándose cuánto decirle.
Los Reyes Dragón habían permanecido ocultos a lo largo de la historia,

porque nadie sabía quiénes eran. Ellos se mostraron a los guerreros y druidas
de Castillo de MacLeod debido a Charon.
Phelan no podía decirle a Aisley nada sobre los Reyes Dragón, no importaba
lo mucho que él quisiera hacerlo. No sin la aprobación previa de ellos.
-"Está bien," dijo Aisley. "No debes decirme nada más si no quieres o si no
puedes."
-"Hemos tenido ayuda. Es lo único que puedo decirte, Aisley”.
Aisley puso su mano sobre su estómago. Ella estaba sintiendo cada vez más
nauseas a medida que escuchaba a Phelan dar más detalles y hablarle de los
selmyr y de la última batalla mantenida.
Ella había estado en la última batalla. Ahora sabía el nombre de las criaturas
de piel gris que había matado a Dale muerto y casi llegado a ella. Selmyr.
Eran los monstruos de las pesadillas. Se alimentaban al picar con sus largos
colmillos y beber la sangre de la víctima. No es de extrañar que su abuelo les
llamara vampiros.
Pero ella quería saber que había ayudado a los guerreros a mantenerlos a
raya. Si había algo tan poderoso como los Guerreros por ahí, entonces las
posibilidades de ganar de Jason se apagaban considerablemente.
-"Tenemos que ir a la Isla de Skye." Dijo Phelan
Aisley negó con la cabeza ante la idea de Phelan. -"No."
-"Aisley, tú no has visto el selmyr. Yo sí. He luchado contra ellos, y he sido

mordido por ellos. Ellos beben sólo sangre, pero el poder de un guerrero es la
sangre. Nos debilitamos con cada bocado que nos provocan”.
Ella pensó en Jason, en la niebla que se había formado en el dormitorio esa

mañana, su nombre escrito en el espejo, y las voces de la selva.
Fue el sonido de las voces la que la dijo lo que tenía que hacer? Se preguntó
Phelan
-"Hay tan pocos druidas hoy en día," continuó Phelan. "Muchos ni siquiera
saben que tienen magia. No sé si podremos encontrar algún otro druida que
tenga conexión con la isla de Skye ", dijo Phelan.
Aisley salivaba y sabía que no podía decirle que no. El selmyr atacaba
indiscriminadamente. A ellos no les importaba quién era Drough y quien era
mie.
Tal vez en Skye, el lugar de sus antepasados, podría encontrar algo de su

magia para alejarse de Jason. Estaba casi segura de que estaba muerto, pero
ella también estaba segura que de alguna manera u otra volvería.
-"Está bien. “Le dijo a Phelan.
Él sonrió y sacó su teléfono móvil.
Aisley puso su mano sobre la de él para que no llamara a nadie. -"Lo

haremos solo nosotros." Le dijo a Phelan
-"Se va a necesitar mucho más que solo a nosotros." Le contestó Phelan.
-"Lo sé. Pero realizaremos nosotros la búsqueda”.
Él la miró durante varios momentos de tensión antes de decir: -"Si es lo que

quieres está bien, pero mis amigos nunca te harían daño Aisley".
¿Cómo podía decirle que sus amigos sabrían lo que era cuando la vieran?
¿Cómo podía decirle que cuando sus llegaran, lo que había entre ellos
terminaría?
Aisley se puso de pie. "Podemos salir de esta noche y llegar a Skye en un par
de horas. Phelan le agarró la mano mientras ella comenzó a alejarse. Aisley
le devolvió la mirada para encontrarlo con el ceño fruncido.
-"¿Quieres irte realmente de aquí? “Le preguntó Phelan preocupado
-"No nunca. "Pero tienes razón. Tenemos que averiguar cómo el selmyr ha
estado encerrado antes de que ataque de nuevo”.
-"No nos han atacado en tres meses” Phelan se levantó y dejó escapar un
suspiro áspero.
-"No estoy listo para salir tan rápido”
El selmyr podía seguir aquí y puede atacarme cuando tú estés buscando a

Wallace. Si no puedo usar mi magia para defenderme, ¿qué voy a hacer? Dijo
Aisley. No tenemos más que volver a meter a esos monstruos en el agujero
del que nunca debieron salir”.
-"Me gusta su forma de pensar, belleza," dijo Phelan y le dio un beso y se

levantó para prepararlo todo.
Aisley se apoyó en él, disfrutando de la sensación de su calor y su dureza.

Ella quería romperle la camisa y sentir su piel bajo sus manos, pero tendría
que esperar. Ella podría no ser capaz de revertir el hecho de que ella era una
Drough, pero podía ayudar a Phelan con el selmyr.
Parecía que el destino le había dado una oportunidad única. U odiado lo

suficiente como para ponerla en una situación sin salida. Pero ella había
estado en esa situación sin salida desde el momento en que Phelan le dio
aquel beso la primera noche. En menos de veinte minutos, se puso de pie en
el porche con vistas sobre el lago con su bolsa en la mano. Por un breve
instante pensó que había encontrado un lugar en el que podía vivir sus
últimos días en paz.
El hecho de que se iba de la tranquilidad del bosque y de la cabaña que había

llegado a considerar como su hogar le hizo volver la sangre hielo, porque
sabía en lo más profundo de sí misma, que nunca volvería a verlo.
No se molestó en ponerse triste, cogió su bolsa, la ató en la parte trasera de

la moto, se puso el casco y subió detrás de Phelan. Miró por última vez la
cabaña rodeada por un arco iris de flores. Jason trató de arruinar su
presente, pero Aisley se encargó de borrar la prueba de su nombre escrito en
el espejo. Por un segundo le pareció oír los tambores, pero antes de que
pudiera escuchar de nuevo, Phelan arrancó la moto aceleró el motor y se
alejó.
Observó la cabaña todo el tiempo que pudo antes de doblar la esquina y
desaparecer de la vista.
Su garganta se obstruyó con pesar.
La cabaña no solo le había dado increíbles noches con Phelan, sino que
también le había mostrado un lado de sí misma que no sabía que tuviera. Un
lado que había estado escondido, esperando a que ella fuera fuerte como
para hacerle frente.
Volvió la cabeza hacia adelante. Para bien o para mal ella estaba haciendo lo
que había planeado. Eso no compensaría el mal que había hecho, o el mal
que estaba en ella.
Pero aquello era un nuevo comienzo, sin embargo.
Aisley no era tan tonta como para creer que Phelan estaría siempre de su
lado. El resultado entre ella y Phelan no había cambiado.
Y no lo haría.
Era inteligente. Si ella no se alejaba de él, iba a averiguar sus secretos por su
cuenta. O sus amigos se los dirían. Ninguna de esas dos posibilidades era
opción para ella.
No había una mejor opción. Sin embargo, había encontrado la fuerza interior
que necesitaba para actuar del tiempo que pasó en ese bosque y la magia
que allí la inundó.
Esa fuerza interior ayudaría a conseguir sus propósitos en los días por venir.
Había sido un sueño tonto pensar que Phelan ella y podía permanecer
siempre en la cabaña.
Jason la encontraría. Los amigos de Phelan le presionarían para cumplir con

el druida que había encontrado. Todo eso destruiría su paraíso. Jason se
aseguraría de que Phelan sufriera primero y luego descargaría su ira sobre
ella.
Aisley cerró los ojos cuando la mano de Phelan se acercó a cubrir la de ella
que estaba puesta alrededor de su cintura. Fue un gesto reconfortante, uno
que llevaría en su corazón a través de la larga eternidad del infierno.
CAPÍTULO 25
Phelan avanzó lentamente la Ducati en el ferry antes de apagar el motor y

apoyar las manos sobre sus muslos.
-"Mallaig," dijo Aisley. "Aquí es donde Logan llegó en busca de... la Tabla del
Orn, ¿verdad?"
-"Sí. Él y Gwinn se encontraron en el muelle detrás de nosotros”.
-"¿Puedes sentir la magia druida?"
Él asintió con la cabeza lentamente. -"Oh, sí. No tanto como en Mallaig. Aquí
la magia es... residual. Esto alguna vez fue una gran fortaleza de druidas que
incluso Deirdre temía. Sospecho que hay todavía unos cuantos Druidas que
residen aquí, pero su magia casi ha desaparecido”.
-"Eso es triste", Aisley dijo mientras se quitaba el casco y bajó de la moto. Se

volvió a mirar a Mallaig. -"¿No hay manera de que los druidas obtengan su
magia de nuevo?" preguntó a Phelan.
-"Demasiados años mezclándose con los que no tienen magia, han diluido y
casi eliminado la magia de este lugar y de los druidas. Yo no sé qué decirte a
eso, belleza ", le respondió Phelan.
-"Y en Skye? ¿Hay druidas allí? "
La mirada de Phelan volvió a Armadale, donde bajarían. Estaba a la espalada

de la puerta de la isla de Skye. Armadale se encontraba en las zonas bajas
de la península de Sleat, pero lo que su mirada atraía eran los sorprendentes
picos dentados de las montañas de Cuillin que se elevaban por encima de
Armadale a unas quince millas más hacia el interior.
-"Hay druidas," Phelan finalmente respondió. -"He estado en Skye unas

cuantas veces durante todos mis años, pero nunca me he encontrada con un
Druida".
La cabeza de Aisley giró hacia él con su frente arrugada. "¿Por qué es

eso? Estaban asustados de ti?"
-"Probablemente”, dijo Phelan. Plantearé la pregunta, belleza. ¿Por qué has

estado teniendo miedo de mí?"
-"Se trata de tus ojos," dijo en voz baja Aisley.
Phelan tiró de ella contra él por lo que su conversación no iría más allá de
ellos. -"Entonces deberías verme en mi forma de guerrero ", le dijo Phelan.
-"¿Debería?"
-"Aye." Estudió sus ojos de color leonado. Había visto las marcas en sus
muñecas. Ella tenía una explicación para ellas, puesto que Phelan no había
encontrado el beso del demonio. Pero ¿cómo podía haber pasado por alto que
ella no hubiera pedido ver su forma Guerrero?
Podría ser que ella ya le hubiera visto como guerrero antes? Si ese fuera el
caso, sólo podía significar que estaba involucrada con Jason Wallace.
La mano de Phelan se tensó sobre su cadera. -"Dime por qué no has sentido
curiosidad por verme como guerrero. "
-"¿Por qué puede que salga huyendo de ti?", Preguntó con una sonrisa que
no alcanzó sus ojos.
-"Para Aisley. No bromees con esto. Dime la verdad."
Ella apartó la mirada antes de que ella pusiera su mano sobre su

brazo. "Siento el poder devastador de tu interior. Está bastante unido a ti. La
forma de moverte, la manera de ocuparte de todo, de vigilarlo todo. Eres un
depredador, Phelan. Eres peligroso y feroz. Sé que tú piel y tus ojos cambian
en tu forma de guerrero. Sé que aparecen garras y colmillos, pero ese
cambio a guerrero no tiene nada que ver con el hombre fuerte y feroz que yo
veo siempre"
No era exactamente una respuesta. Ella estaba ocultando algo, y una parte
de él sabía que no iba a gustarle cuando lo conociera. Pero no podía
empujarla, no podía obligarla a contarle todo lo que ocultaba.
Lo que encontró y descubrió de ella le sacudió violentamente. Si las

explicaciones de su pasado no hubieran tenido sentido, él podría pensar que
era una Drough.
Pero sabía que no podía ser el caso. Habría sentido en su magia. La magia de
Aisley era demasiado emocionante y maravillosa para ser otra cosa distinta a
magia mie.
Así que lo que estuviera oculto en su pasado saldría a la luz tan pronto como
ella se decidiera a confiar totalmente en él y contárselo.
Hasta entonces, él tomaría cada día que tenían como un regalo de que no
hubiera huido de él.
Veinte minutos después atracaron en Armadale. En lugar de tomar el camino

que conduce a Skye, Phelan condujo a la izquierda desde el terminal de ferry.
-"¿A dónde vamos?", Preguntó Aisley.
-"Tengo hambre."
Ella se agarró a él cuando él los condujo lentamente hacia abajo, al extremo

del muelle hacía el muelle en la tierra de The Shed. Él se detuvo frente a la
pequeña cafetería y una vez más, apagó el motor de la moto.
-"Espero que la comida sea mejor que su nombre," susurró Aisley.
-"Lo es. Créeme. Podemos pasar un poco de tiempo aquí, "dijo cuando la vio
mirando a la zona de tiendas, a una tienda de ropa.
Ella le devolvió la mirada y sonrió cuando su estómago gruñó. -"La comida

suena bien."
Phelan agarró la puerta de la cafetería para abrirla para ella cuando sonó su
teléfono. -"Pide una mesa. Yo volveré enseguida, estaré justo ahí, le dijo
Phelan."
Ella dudó un minuto antes de entrar. Phelan la observó pedir una mesa
mientras cogía su teléfono móvil del bolsillo de atrás.
Tan pronto como vio el nombre de Charon en la pantalla, respondió. -"¿Estás

bien?", Preguntó.
Hubo una risa ahogada en el otro extremo. -"Sí. Ha pasado algo malo?
“preguntó Charon.
-"¿Aún no has hablado con Fallon?" le preguntó Phelan.
Charon se quedó en silencio durante varios segundos. -"¿Qué diablos está

pasando?"
Él dejó escapar un suspiro y se alejó de la puerta de la cafetería. -"¿Aún

sientes los efectos de la de la herida que sufriste en la mansión de Wallace?”,
le preguntó Phelan
-"¿Quieres decir de la herida que tu sangre no pudo curar?" Preguntó Charon

con fuerza, en voz baja.
-"Sí", Phelan dijo entre dientes. -"Necesito saber si está haciéndote algo más
que molestarte. Laura y yo, te hemos visto frotar tu pecho varias veces,
donde la hoja entró”.
Charon dejó escapar una sarta de maldiciones. -"Hay algo diferente con la
sangre drough de esa hoja. Yo sabía que se sentía extraño. ¿Qué es?" le
preguntó Charon.
-"No lo sé. Fallon me dijo que Larena también está sintiendo algo mal en
ella”.
-"Mierda. Estoy empezando a echar de menos, las batallas fáciles con

Deirdre”.
-"Fueron alguna vez fáciles?" le preguntó sonriendo Phelan
-"No en ese momento, pero ahora, desde aquí parece que lo eran." Charon
dejó escapar un largo suspiro. -"La herida aún me molesta a veces. Solo
puedo decirte eso. Pero yo soy yo”.
-" ¿Y Larena?” Preguntó Phelan.
"Ella murió."
"Prácticamente tú también estuviste a punto de hacerlo", afirmó Phelan.
Charon se rió irónicamente. -"Ah, pero entonces tú estabas allí. Tu sangre me

salvó”.
-"Sabes que no fue así”, dijo Phelan duramente.
-"Lo fue. Sonia me dijo cómo todo el mundo en ese coche puso su sangre en
la herida, pero no pudieron hacer mucho, hasta que tú pusiste la tuya,” le
dijo Charon.
-"Pero mi sangre debió curarte instantáneamente, y no lo hizo Charon."
-"Lo que me dice, mi amigo, que Wallace ha estado muy ocupado."
Phelan se apretó el puente de la nariz con el pulgar y el índice. -"Creo que

desprecio a ese Wallace más de lo que desprecié a Deirdre”.
-"Nunca pensé que oiría decirte eso. “Dijo asombrado Charon.
"Yo tampoco. La verdad es que este bastardo es intrigante. Nunca sabemos

dónde, cómo o cuando va a golpear de nuevo”.
-"Hasta que es demasiado tarde. Lo sé. Fallon está hablando con Britt sobre
Larena? Britt podría ser capaz de ayudar”, dijo pensativamente Charon.
Phelan miró al interior de la cafetería para ver a Aisley mirando

distraídamente el menú, y dijo a Charon "Ella está centrada totalmente en su
trabajo actual, encontrar un suero para nosotros, cuando ella termine, se
concentrará en Larena”.
-“ Y Fallón? ¿Qué opina? ¿Yo vi cómo reaccionó cuando pensó que Larena
estaba muerta. No quiero ver qué pasa con él la pierde una segunda vez”.
-"Entonces es bueno que Aiden encontrara a Britt." Contestó Phelan.
-"Hablando de encontrar cosas," dijo Charon de repente. -"¿Cómo está tu

Druida? Cuál es su nombre?"
Phelan vio levantada a Aisley de la silla y mirar hacia la puerta. Ella estaba
pensando en correr, Phelan sabía eso. -"Charon, no tengo mucho que decirte
sobre ella aún, pero va a tener que esperar de todas formas. Volveré a
ponerme en contacto contigo pronto”.
Terminó la llamada y entró en la cafetería. Tan pronto como ella lo vio, se

sentó de nuevo.
-"Ibas a irte ", dijo mientras se unió a ella.
-"Yo... sí." le contestó ella.
-"¿Por qué?" Después de todo lo que habían pasado no podía creer que ella
empezara a correr de nuevo.
Ella dejó caer la cabeza entre sus manos. -"No sé", fue su respuesta
amortiguada.
Phelan retiró la mano de la cara y entrelazó sus dedos con los de ella. -"Te
sentirás mejor cuando hayas comido algo".
-"Yo no debería estar aquí."
-"¿De qué estás hablando?"
-"Aquí. En Skye. Contigo. Pensé que podía ayudarte y hacer algo bueno. No
pertenezco a este sitio. Necesito irme."
Aisley afirmó su respuesta con un asentimiento de cabeza mientras se
levantaba de la silla. Su magia se hinchó, temiendo que estallase fuera de
ella.
-"Dime lo que está pasando, belleza. "
-"Es esta isla. Me siento... no puedo explicarlo. Me siento fuera de lugar”.
-"Respira hondo Aisley."
Una vez que ella lo hizo, Phelan dijo, -"Bueno. Ahora, aquí viene la
camarera. Pediremos algo. Podemos hablar después de comer”.
Él no la soltó la mano hasta que la camarera se fue. La magia de Aisley se

mostraba confusa, como si no pudiera decidir si estaba feliz o no de estar
donde estaban.
Algo estaba pasando pensó Phelan.
Corann se situó en los muelles ocultos por un barco mientras observaba al

Guerrero y a la Druida en el café. Qué estaba haciendo un druida con un
guerrero? Y lo más importante, que quería ese Drough del guerrero?
El hecho de que ella se quedara a pesar de usar su magia para conseguir que
se fuera mostró que era poderosa. Pero como de poderosa? Su experiencia
en velar por los druidas en Skye le llevó a observarles durante una
hora. Vería a dónde iban.
La cabeza de Isobel salió a la superficie del submarino. "Corann, les has

encontrado?"
-"Aye, muchacha."
-"¿Les has preguntado qué quieren?"
Él bajó la mirada hacia el druida de pelo rubio y tamborileó los dedos sobre
su pierna. "No todavía. Volver a los demás y diles que esperen a mi palabra”,
le dijo Corann,
-"Estamos listos para la batalla."
-"Esperemos no llegar a eso. Ahora ve, Isobel. "
Él esperó hasta que desapareció debajo del agua antes de volverse hacia el
Guerrero y el Druida.
Por cierto, el guerrero observaba a la hembra constantemente, era obvio que

le importaba. La Druida, sin embargo, estaba nerviosa, agitada.
Ella siguió mirando a su alrededor, casi como si ella supiera que estaba
siendo vigilada. Y que la magia estaba siendo utilizada en ella.
-"Bueno," murmuró. "Es necesario que sepan que estoy aquí."
Cuando la mirada del guerrero se volvió hacia él, Corann se puso firme. Este
guerrero había estado en Skye antes. Él siempre llegaba por su cuenta.
Él permanecía solo en esa tierra unos días y después se marchaba. Esta vez
era diferente. El guerrero tenía un propósito. Corann hubiera querido
permanecer oculto, pero sospechaba que se estaría enfrentando al Guerrero
pronto.
Corann sonrió cuando vio que el guerrero estaba tratando de verlo. Corann
no hizo uso de la magia. El barco frente a él ofrecía un escudo que ni siquiera
la vista mejorada de un guerrero podía traspasar.
La atención del guerrero se volvió hacia el druida de pelo negro. La última

vez que un guerrero había estado con un druida había dejado su huella en la
tierra.
Deirdre había matado a muchos de los druidas de Skye por su magia. Ella les
había capturado y les hizo esclavos para cumplir sus órdenes. Corann se
negó a permitir que algo así volviera a suceder.
Se regocijó al encontrar otro Druida, incluso uno que era un Drough. Pero la
mataría si se atrevía a seguir los pasos de Deirdre.
CAPÍTULO 26
Aisley quería irse de la isla de Skye. No importaba qué argumento trató de

dar a Phelan, este se mantuvo diciéndole que la protegería.
Si supiera lo que era lo que la había puesto tan nerviosa, ella se lo diría. Así
las cosas, ya que ella no podía nombrarlo, confiaba en que pudiera hacerse
cargo de lo que fuera.
-"Obstinado."
-"¿Qué?", Preguntó Phelan cuando se volvió a mirarla por encima del hombro
mientras conducía con la Ducati a lo largo de la carretera.
No se molestó en contestarle. En cambio, ella estudió las ruinas del castillo

de Armadale antes de que fuera de vista.
No pasó mucho tiempo antes de llegar a Broadford, cuando Phelan le dijo que
era el segundo mayor asentamiento de Skye. A pesar de la sensación de
inquietud, las vistas eran impresionantes y dramáticas. Este fue el hogar de
sus antepasados, el lugar de donde su magia provenía.
Deseó haberlo visitado antes. Incluso ahora podía sentir la hinchazón de su

magia, como si supiera donde estaba.
-"Broadford se encuentra a la sombra de las montañas de Cuillin rojo. Los

orígenes del pueblo se remontan al Mercado de Ganado, que se celebró aquí
alrededor de1700. Después de la guerra napoleónica, muchos veteranos
vinieron aquí después de 1815 ", dijo Phelan cuando redujo la velocidad al
pasar por la ciudad.
Ella sacudió su cabeza. -"Eres como una enciclopedia. ¿Hay algo que no
sabes? "
-"La bahía es Broadford Bay. Ah, y ahí hay un serpentario”.
-"¿Un qué?" Preguntó ella. "No será serpentario de serpientes, ¿verdad?"
-"Oh, sí, belleza. Es el hogar de serpientes, lagartos y ranas. ¿Quieres verlo?"

Ella se estremeció.- "Voy a pasar, gracias."
Su risa trajo una sonrisa a su cara. La vida con Phelan ciertamente nunca
sería aburrida.
Se quedaron en la A87 que abrazó la magnífica costa con vistas asombrosas

del agua y de las muchas penínsulas de Skye, ya que se retorcía con la
carretera al norte.
Cuando llegaron a Portree, no se detuvo como ella esperaba. En cambio, los

llevó al Cuillin Hills Hotel y aparcó.
-"Comenzaremos por la mañana," dijo mientras apagaba la moto y esperó a

que ella se levantara.
Aisley entregó su casco a Phelan cuando contempló la vista del puerto desde
el hotel en lo alto de una ladera. Cuando echó un vistazo al hotel, se
encontró con el ladrillo encalado en una hermosa colección de
frontones. Entonces vio la sierra. Como has dicho que se llaman? Preguntó
Aisley a Phelan.
Las Cuillins. -"Son la cordillera más salvaje y más irregular de todo el Reino
Unido", dijo mientras se paraba a su lado."
Son más que espectaculares”, dijo impresionada Aisley.
-"¿Ha escalado la montaña antes?"
Ella levantó una ceja mientras le miró. -"No exactamente. ¿Por qué?"
-"Ahí es donde nos dirigiremos mañana."
Aisley parpadeó. -"Debes estar bromeando."
-"Sin miedo ', belleza. Ahora, déjeme decirle sobre el hotel ", dijo mientras la
ayudaba a bajar moto y la llevaba hacia la entrada. "Cuillin Hills Hotel fue
originalmente un pabellón de caza llamado Armadale Lodge en la década de
1880. Han ido añadiendo más edificios continuamente a la estructura a
través de las décadas”.
Aisley sólo podía maravillarse de su conocimiento a medida que entraban en

el hotel. Él se hizo cargo de sus bolsas, y con una sonrisa a la mujer mayor
detrás del mostrador, él caminó hacia ella.
Era increíble de ver. Las mujeres prácticamente se le tiraban para llamar su

atención. Aisley se puso a un lado y observó como la mujer mayor de ojos
azules sonrió tontamente cuando dijo algo a Phelan.
Ella se rió, al igual que una escolar, con un aleteo de sus pestañas. Phelan
apoyó un brazo sobre el mostrador y esbozó una sonrisa brillante, que Aisley
ya conocía, a la mujer mayor que no sería inmune a ella. Un momento más
tarde y él la estaba entregando un manojo de billetes.
Aisley negó con la cabeza mientras se acercaba a él. Él le dio una

sonrisa. -"¿Qué?", Le preguntó inocentemente.
-"Mostrando de nuevo tu encanto?"
-"¿Qué puedo decir? Me gustan las mujeres."
-"Y tú les gustas demasiado a ellas."
Phelan le hizo un guiño. -"Lo sé."
Aisley rió mientras ella lo siguió por la escalera a su habitación. La risa murió
cuando ella vio la vista desde donde dormiría.
-"Es impresionante?" dijo sin aliento Aisley
No podía apartar la mirada de la ventana y de las impresionantes vistas de la

Cuillin cordillera. -"Es espectacular." apretó firmemente la boca cerrada, y se
volvió para encontrar una enorme cama con dosel, con un tartán oscuro
como edredón. La cama daba a las ventanas, y ella sólo podía imaginar en
las vistas que tendría al despertarse.
-"La lluvia está llegando", dijo Phelan.
Aisley miró por la ventana para ver las nubes oscuras que se agrupaban
sobre las montañas. -"A menudo he oído que el tiempo en Skye cambia todos
los días”.
-"El clima aquí cambia rápidamente cada hora, belleza. Tendremos que estar
preparados para todo”.
-"No te preocupes por mí, no soy de las que enferman rápidamente”.
Se movió con la velocidad del rayo para estar delante de ella y agarrarla en
sus brazos. "Vas a tener todo lo que necesites antes de entrar en la
montaña. Usted es mortal, belleza. Tú olvidas rápidamente lo que eso
significa”.
-"No lo olvido, sé exactamente lo que significa. Vi a mi hija tomar su último

aliento en mis brazos”.
Los labios apretados de Phelan eran una línea firme. "No pienso discutir
contigo acerca de esto.", le dijo Phelan.
-"Está bien. Sólo que no entiendo por qué crees que tenemos que ir a las
montañas. No podemos hacerlo alrededor de cualquiera de los pueblos por
los que hemos pasado? "
-"Eso no será tan fácil. Podemos preguntar, pero no vamos a descubrir

nada. Lo que queremos estará en aquellas montañas." Dijo Phelan
Ella entrecerró los ojos hacia él. -Este bien, Guerrero ¿Qué sabes?"
Él dejó caer los brazos y se pasó una mano por el pelo. Su mirada se movió
detrás de ella a la ventana y a las montañas de más allá. "Esa cadena de
montañas no un poco peligrosa. He visto marcas celtas allí antes".
-"Las marcas celtas no significa que haya druidas." Le espetó Aisley
-"Lo son si uno sabe lo que está buscando. Encontraremos lo que

necesitamos en esas colinas”.
-"Me alegro de que estés tan seguro."
Phelan se quitó la camisa y la tiró en una silla cercana mientras iba al

baño. "En algún lado de esta isla hay un druida que tiene las respuestas que
buscamos. Sólo tenemos que encontrarlo”
-"¿Estás seguro de que es una buena idea?", Preguntó Aisley mientras que
Phelan cerraba la puerta.
-"Sí", le gritó a través de la puerta.
Ella puso los ojos en blanco y se quedó en la cama cuando oyó la ducha
abrirse. Un momento más tarde, el sonido de algo golpeando en la ventana le
hizo levantar la cabeza.
-"Lluvia."
Hacía tan sólo unos minutos, el sol había estado fuera.
Ella sonrió cuando recordó haber escuchado a un turista quejarse de la falta

de oscuridad durante los meses de verano. Ellos no sabían que durante el
invierno sólo había unas pocas horas de luz solar.
Aisley se inclinó para agarrar el iPod de su bolso. Echaba de menos a

escuchar música. Una vez que los auriculares estuvieron en sus orejas, ella
golpeó las piernas al ritmo de la música, cerró los ojos y dejó que la música
la calmara. La agitación que había sentido mientras cenaba disminuyó.
No estaba segura de lo que había en Skye que la dejó al borde de todo, pero
no era un lugar donde se sentía cómoda. Phelan decía que estaba bien. Había
magia en todas partes.
Llegaba a través de la tierra y llenaba el aire. Estaba en cada pétalo de la

flor, en cada brizna de hierba. Estaba bajo la lluvia, en el mar, y en las
nubes.
Sentía como si esa magia estuviera a punto de salir de las piedras que aún
estaban en pie en toda Escocia.
Aisley, como cualquier Druida, se sentía atraída por las piedras.
Habían sido sus antepasados los que erigieron muchas piedras de esa
piedra. El poder de los Druidas había sido tan grande, la magia todavía se
podía sentir, siglos más tarde.
Skye era similar, excepto que la magia se sentía... más sólida. Como si no
fuera un eco de la magia, sino la magia misma.
***
Corann se situó en un pico de las montañas de Cuillin y se quedó en el hotel
donde el Guerrero y el Druida habían ido. Una cortina de lluvia cayó sobre
Portree, volviéndolo gris.
-"Están cada vez más cerca," dijo Ravyn.
Miró a Ravyn y agarró el bastón con más fuerza. -"Sí. Lo ha dicho también el
viento"
Ella se encogió de hombros y jugó con los extremos de su pelo negro largo
hasta la cintura. Sus brillantes ojos azules estaban centrados en el hotel. -"El
viento me dice que hay que ayudarlos".
-"Hmm." Corann nunca había conocido que Ravyn malinterpretara el

viento. Era una llevadora del viento, diferente a los druidas del continente,
los de Skye retuvieron toda la fuerza de su magia, pero sólo para ser
selectivos y cuidadosos.
-"Usted no quiere ayudarlos?", Preguntó Ravyn.
-"Me preocupa la Drough.”
Ravyn dejó caer las manos y volvió su mirada hacia él. -"El viento sólo me
dice que está en Peligro."
-"Y el guerrero?" preguntó Corann
-"Eso no lo sé. Tal vez Isobel sepa más”.
Corann gruñó. Isobel era su danzadora del agua, y ella había aprendido todo
de Ravyn.
-"Eso significa que Isobel lo sepa", dijo Ravyn con una sonrisa.
-"No uses ese descaro conmigo, muchacha."
Ravyn le dio un codazo con el puño. -"Pero si te gusta que yo sea descarada
hombre."
La sonrisa de Corann se desvaneció al pensar en el Guerrero y en la Druida

de nuevo. -"Estar todos listos, Ravyn.
Tanto si estos dos son o no peligros, habrá que tenerlo todo preparado por si
acaso”.
-"Voy a ver que se haga."
-"Bien. “Concluyó Corann
Se dio la vuelta para irse, pero se detuvo y puso su mano en el

hombro. Corann volvió la cabeza y encontró su mirada. Ravyn tenía un alma
vieja. Como líder natural, no tenía ningún problema en tomar su lugar entre
los druidas de Skye.
Era su futuro por el que lucharía. El de cientos de generaciones que no

querían morir.
-"No ha habido ningún signo de Jason Wallace," dijo. "Nada de nuestra magia
ha sido capaz de encontrarle en cualquier lugar de Inglaterra o Escocia”.
-"Tal vez abandonó el país."
-"Esa es una posibilidad, pero yo no lo creo."
Corann suspiró con cansancio. -"Tengo la sensación de que sabremos la

respuesta muy pronto."
-"Hay guerreros luchando contra el mal. El viento me ha dicho”.
-"Sí. Aquellos en el Castillo de MacLeod. Guerreros y mies”.
-"Mataron a Deirdre."
Él asintió con la cabeza. -"Y a Declan. Esto lo sé, Ravyn. ¿Cuál es tu punto?"
-"Tal vez por eso este guerrero está aquí?"
-"Con una Drough?" Corann señaló.
Ravyn dejó que su mano se deslizara de su hombro. -"Nadie sabe de

nosotros. Nos hemos mantenido oculto. Si hay una batalla aquí, estaremos
preparados para el asalto”.
-"Y si eso sucede, muchacha, no habrá más escondite para nosotros. Todo el
mundo va a conocer nuestra ubicación. Hay más mal que hay que el de Jason
Wallace”.
Ella cruzó los brazos sobre el pecho y plantó los pies. -"Usted ha dicho que
desde que era una niña, se utilizó solo el nombre de Deirdre para el mal,
luego vino Declan, después Jason. Que pasa viejo. ¿De qué mal está
hablando? "
-"Reza, Ravyn, para que nunca lo averigües."
-"Corann-"
-"Basta," dijo con firmeza. "Ve a los demás. Voy a mantener el reloj”.
Sólo cuando Ravyn se hubo alejado pudo desplomarse contra su bastón. Se

le acababa el tiempo. Si las cosas no salían bien, tendría que decirle a sus
druidas todo lo que sabía.
Ellos tenían que estar preparados.
CAPITULO VEINTISIETE
Castillo MacLeod
Aiden se frotó los ojos y parpadeó varias veces antes de mirar de nuevo bajo
el microscopio. Los sentimientos de celebración que se habían desarrollado
por el castillo anticipadamente ante el avance del suero habían desaparecido.
No podía dejar de preguntarse si alguna vez volverían a darse.
Aiden se echó hacia atrás en su silla y miró al techo. El shock por lo que les
había dicho Fallon de Larena todavía lo dejó tambaleándose.
Cualquier alegría que sentía al ver a Britt avanzar en la lucha contra las balas
X90 de Wallace se paró al instante, dejándolo frío y furioso. Muchos se
habían perdido en las batallas. Duncan, Braden, Fiona. Malcolm y Charon
habían llegado a estar muy cerca de la muerte y Larena había muerto para
volver a resucitar después
Ahora habían descubierto que mientras que la magia pudo haberla traído de
nuevo, la sangre utilizada para Wallace para matarla había producido
cambios importantes en ella.
Britt tiró el lápiz que había estado sosteniendo a través del cuarto. Rebotó en
la pared de piedra y rebotó en el suelo amortiguándose el golpe en la
alfombra.
Ella se bajó del taburete y empujó los montones de papeles a su lado de la

mesa y en el suelo. Estaban dispersos, flotando en el aire como si su ira no
pudiera tocarlos.
Aiden corrió hacia ella. La envolvió con sus brazos, mientras se quedó detrás
de ella. -"Todo está bien."
-"No", dijo Britt con un resoplido. -"No lo está. El tiempo se acaba para
nosotros, Aiden. Puedo sentirlo, y eso que no necesito tener ningún tipo de
magia para saberlo”.
Aiden la giró a él y le alisó el pelo rubio de la cara para mirarla a los ojos
azules
-"Entonces vamos a trabajar hasta que nos quedemos sin tiempo. Mis
padres, mis tíos, no pueden dejar su vida en suspenso ahora ni nunca. Nadie
va a renunciar”.
-"Si Larena nos lo hubiera dicho antes," dijo Britt y cerró los ojos.
Aiden la atrajo hacia él para que su cabeza descansaba sobre su pecho. La

abrazó, porque él no podía dejar de preguntarse si las cosas iban a
derrumbarse a su alrededor en cuestión de segundos.
Ninguna cantidad de magia, ninguna cantidad de fuerza de un Guerrero

podría ayudar a Larena. Los druidas habían estado con ella todo el día en
vano. ¿Cómo se les escapó que algo estaba mal?
Todo el mundo, incluido él mismo, había asumido que no había sido ella
misma porque ella no quería esperar para formar una familia por más
tiempo. Ahora sabían la verdad.
Las piedras del castillo que siempre habían parecido tan vivas y vibrantes
parecían opacas y sin vida.
La Magia vivía y respiraba a través de las piedras y la tierra que rodea el

castillo, pero incluso esa misma magia parecía encogerse ahora, sabiendo lo
que estaba a punto de llegar.
-“No sé qué hacer ", dijo Britt.
-“Yo tampoco. Todo lo que podemos hacer es mantener el rumbo. Cuando
Wallace ataque, vamos a tener algo para usar contra él, lo sé, lo veo venir "
le dijo Aiden para darle ánimos
Britt levantó su bello rostro surcado por las lágrimas. Sus pestañas contenían
lágrimas a punto de llorar, pero ella inhaló profundamente y cuadró los
hombros.
-"Tienes razón. No estaré en el camino durante una batalla, pero puedo

ayudar de otras maneras. Es sólo... es tu tía “.
-“Larena y Fallon saldrán de esto. Larena es una luchadora. Ella tiene una
diosa en su interior por si ella la necesita. Fallon entrara en el mismo infierno
por ella”. No debemos subestimar su amor " le dijo Aiden.
El fantasma de una sonrisa tiró de los labios de Britt. “No olvidemos a Lucan
y Cara o Quinn y Marcail".
Aiden gruñó ante la mención de sus padres. -"Tan pronto como papá sala de
la habitación, mamá se llevará las emociones de Larena ".
-" Eso hace que mamá enferme. "
-" Es por eso que papá se quedará con ella tanto como le sea posible. "
-"Tu madre es inteligente, Aiden. Ella va a encontrar una manera de ayudarla

sin que tu padre se entere”.
Aiden sabía eso sin lugar a dudas. No detuvo Britt cuando ella salió de sus
brazos y se inclinó para recoger los papeles. La sonrisa que dirigió a Britt fue
para animarla. No había nada que él pudiera hacer en este asunto, no hasta
que Wallace estuviera realmente muerto.
La magia de Wallace era fuerte, pero Aiden nunca había esperado que les
afectara así. Pero lo hacía. Poco a poco, de forma deliberada.
Intencionalmente. Pero la de Aiden también lo era.
Aiden podría haberse irritado bajo la atenta mirada de todos los guerreros y
druidas del castillo mientras él se hacía un hombre. Podría haber luchado
contra la necesidad de actuar por su cuenta durante los cuatro siglos que el
tiempo avanzó sin afectarle. Sin embargo, el castillo MacLeod era su hogar.
La gente de dentro, su familia. Wallace no podía ganar. Después todo lo que

habían sacrificado parecía demasiado cruel e injusto que Wallace ganara la
partida.
-"Aiden?"
Miró a Britt para encontrar sus ojos azules mirándolo fijamente mientras ella
se arrodillaba en el suelo, con los papeles en sus manos. -"¿Sí?"
-"Voy a averiguar qué le pasa a Larena. Del mismo modo que voy a terminar
este trabajo con el X90s. No te dejaré tirado, lo prometo."
Él tiró de ella hacia arriba y hacia sus brazos. Luego reclamó su boca en un
beso que fue salvaje y feroz.
Su sangre cantó con la necesidad de enterrarse en ella. -“Y esa es sólo una
de las miles de razones por las que te amo. Britt."
-"Tú siempre sabes qué decir, Aiden MacLeod, " dijo con los ojos llenos de
deseo y los labios hinchados. -"Bésame otra vez."
Aiden rápidamente cumplió sus órdenes.
Phelan salió del cuarto de baño sacudiéndose su pelo rizado para encontrar a
Aisley dormida. Sonrió cuando vio que estaba escuchando su iPod. No
debería haberse sorprendido.
Dejó caer la toalla y se dirigió desnudo a la cama. Saldrían temprano. Lo más
prudente sería dejarla dormir independientemente de lo mucho que quería
fundirse en ella.
Con delicadeza le quitó los zapatos y la cambió de posición para que su

cabeza descansaba sobre la almohada. Por varios minutos simplemente la
miró. Él había disfrutado de las mujeres con las que compartió su cuerpo con
paso de los años. Le había gustado tenerlas en sus brazos. Pero ni una sola
vez las dijo que las quería después de todo el placer que se dieron
mutuamente. Él no selo decía por qué él no quería hacerlas daño, por lo que
siempre se iba mientras ellas dormían. ¿Qué había en Aisley que cambió su
forma de pensar? Lo necesitaba saber.
Porqué corría de él al principio. Porqué se asustó de él. Para una mujer que le
tocaba tan profundamente, la eternidad con ella no era una posibilidad tan
mala. Aisley podría ser su compañera, la mujer destinada para él y para
compartir sus largos años de existencia.
Quería estar con ella. Pero una parte de él, la parte que no estaba segura de
sus sentimientos le hacía dudar, preguntándose por qué aún continuaba con
ella, a su lado.
Ella era una druida. Nunca había estado con la misma mujer varios días, pero
con ella sí, con esa druida sí.
Él siempre había considerado a los druidas como criaturas que merecían su

muerte. Charon le había dicho varias veces lo contrario. Qué no todos eran
malos como él pensaban, y que cuando conociese a su compañera druida lo
reconocería.
-“¿Sería Aisley esa compañera?”
Phelan miró por la ventana para ver la lluvia. Se vistió y salió de la habitación
en silencio. Había cosas que necesitaba conseguir antes de partir para los
Cuillins en la mañana. Tan pronto como llegó al vestíbulo lo sintió.
Magia. Magia druida. Frenó sus pasos y buscó el sitio de donde dicha magia
provenía. Quienquiera que fuese no estaba en el hotel. Fuera tal vez?
Era la misma magia que había sentido un momento antes, cuando él y Aisley
se detuvieron para comer después de bajar del ferry. Phelan lo había
buscado, pero nunca encontró el druida. "Ahora sí", Susurró para sí mismo.
Phelan hizo caso omiso de la lluvia mientras caminaba fuera del hotel y por la
calle de las tiendas. Algunas estaban ya cerrada, otras a punto de hacerlo.
Llegó a una, cuando una joven estaba echando el cierre. Phelan le mostró su
una sonrisa, y se frotó muñeca de un lado a otro.
-"Gracias, sólo necesito un par de cosas ", dijo Phelan cuando abrió la puerta
para él.
Ella sonrió, mostrando los hoyuelos en las mejillas. -"Por supuesto. Cualquier
cosa, en que puedo ayudarle? "
-"En realidad, sí que puedes. "
Aisley se despertó con el olor a té caliente. Abrió un ojo y se encogió cuando

vio a Phelan vestido y sonriendo mientras sostenía la taza de té hacía ella.
-"Necesito unas cuantas horas más de sueño, " dijo y pasó un brazo sobre los
ojos.
-“Te dejé dormir esas horas. "
Eso le llamó la atención. Ella movió su brazo y suspiró. A continuación,

cambió de posición para inclinarse hacia atrás contra la cabecera y cogió la
taza. Ella tomó varios sorbos antes de que ella preguntara, -"pensé que
querías salir temprano?”
-"Lo hice. Salí anoche y reuní todo lo que necesitas para la caminata”.
-“¿Quieres decir todo lo que necesitaremos. "
Él simplemente sonrió a su declaración. -"Por supuesto."
Ella puso los ojos en blanco. -“Ah. Veo. Eres un guerrero, por lo que no
necesitas las cosas de un pobre mortal."
-"Algo así."
-“Soy un druida, ya sabes. Tengo magia. La puedo usar si es necesario”.
-"Te he visto usarla. Sé cómo la usas."
Aisley se alarmó, pensando que se refería a las batallas entre los guerreros y
Jason. Entonces ella se relajó al recordar a los dos hombres que la atacaron
en Glasgow.
-"Sólo quiero que estés a salvo", dijo Phelan.
Miró el líquido oscuro del té. "

¿Por qué sigo sintiendo como si tuviera que estar lo más lejos de Skye como
pueda?” preguntó Aisley.
-"Creo que por los druidas."
-"Los has visto?", Preguntó ella mientras su mirada se sacudió en él.
Él se encogió de hombros de espesor. -"No exactamente. Yo los he sentido.

Están aquí y me observan”.
-"Nos." Replicó Aisley.
-"Nosotros," él estuvo de acuerdo.
Ella se deslizó hasta el borde de la cama, con cuidado de no derramar su té.
Sus pies colgaban sobre un lado. "¿No te preocupa que no se hayan acercado
a nosotros?"
-"No. Están esperando a ver lo que hacemos".
-"Pensé que habías dicho que habías estado aquí antes."
-"Si. Varias veces."
Aisley puso los ojos cuando él no dio más detalles. -"Todas esas veces
sentiste a los druidas?"
-"Lo hice." Su sonrisa era lenta, diciéndole que sabía que estaba siendo
difícil.
-"Phelan," ella advirtió
Él se rió entre dientes. -"Todo el mundo que he encontrado en esta isla ha

sido mortal sin un toque de magia. Los druidas se mantienen a sí mismos. Yo
los he sentido, pero siempre desde la distancia. El que nos está viendo ahora
ha llegado más cerca”.
-"Y tú claro, no estás preocupado."
-"No."
-"No", imitó Aisley cuando se deslizó fuera de la cama y se acercó a la

ventana para mirar hacia fuera a las montañas envueltas en niebla. -"Te das
cuenta que a pesar de todos tus poderes como guerrero, un druida puede
detenerte y alejarte de sus pistas”.
-"Ya veremos."
Aisley dejó la taza sobre la mesa pequeña y echó un vistazo a los zapatos de
caminar, calcetines gruesos, chaqueta impermeable, guantes y dispuestos
para ella. Pero eso no fue todo. Además de un pantalón ligero y resistente al
agua, había cuatro camisas de manga larga térmicas en negro y dos jerséis,
uno de un color crema hecho de lana de gran grosor. El otro era de un gris
oscuro y un peso más ligero, pero también de lana.
-"El tiempo puede cambiar rápidamente a cada hora," Phelan dijo mientras se
acercó a ella.
-"Vas a estar preparada para cuando eso ocurra."
Ella levantó la mirada hacia él. -"¿Y tú?"
-"Siempre estoy preparado para cualquier cosa."
Él le dio un beso rápido antes de golpear su trasero. “Date Prisa. Estoy

ansioso por empezar a moverme”.
Aisley sacudió la cabeza mientras salía de la habitación para hacer lo que

fuera que Phelan le hubiera dicho, que no sabía muy bien lo que era por
culpa de ese beso, aunque estaba relacionado con esa ropa. Ella no lo hizo
perder más tiempo en vestirse.
CAPITULO 28
Aisley se puso sus guantes en la mano mientras caminaba hacia el vestíbulo.

Ella no se sorprendió al descubrir a Phelan hablando con dos mujeres que
estaban pendientes de cada una de sus palabras.
Una de las mujeres, una rubia pechugona estaba tan encima de él, que Aisley
podía distinguir el rojo de su sostén, tenía una mano sobre el brazo de
Phelan.
Phelan siguió hablando, pero al instante se alejó de toque de la rubia. Fue

obvio, y fue hecho de tal manera que si Aisley no hubiera estado
observándolo, no creería en ello.
Su mirada se deslizó hacia ella. La sonrisa que le dio la golpeó, y estuvo a

punto de hacerla caer de culo. Él podría ser encantador esas mujeres, pero
su mirada le dijo que sólo la deseaba a ella.
Aisley cerró en un puño su mano mientras recordaba la forma en que sus

músculos gruesos y definidos se movieron bajo su mano, lo cálida que su piel
era. Lo maravilloso que sintió su peso encima de ella mientras llenaba su
cuerpo con su excitación.
Su respiración se entrecortó y su cuerpo se inundó de necesidad. Phelan no

sólo era atractivo sexual y resistente masculinidad, era magnético, hipnótico.
Irresistible.
Y por el momento, él era suyo.
Como si él supiera lo que estaba pensando, los ojos de color azul grisáceo de
Phelan se oscurecieron. Su deseo era tan palpable como el suyo propio. Los
lazos invisibles entre ellos se reforzaban, crecían cada vez más. Ellos tiraron
de ella, atrayéndola hacía los últimos pasos hasta Phelan.
Aisley no podía evitar que sus pies la llevaran hasta Phelan. Era una fuerza
en sí mismo, y como la gravedad, ella era incapaz de resistirse a su llamada.
Hizo caso omiso de las miradas desagradables de las dos mujeres cuando ella
llegó a estar delante de Phelan.
Llevaba una camiseta térmica de manga larga negra que moldea sus
músculos abultados. Los pantalones de aguan le quedaban de maravilla, al
igual que los vaqueros.
-"¿Listo?", Preguntó Aisley, mirándole con hambre.
Ella pensó en la necesidad latiendo en su interior.
-"No. No me tientes así, belleza," dijo en un tono bajo, seductor que hizo que
su corazón se acelerara.
-"Consideras esto tentador." Le dijo Aisley
Se la quedó mirando durante mucho tiempo antes de que mover la cabeza y

decirle a ella.
-"No me puedo creer, que esta vez no sea yo el primero que de media vuelta
y te haga subir de nuevo a la habitación".
-"No me crees?", Le preguntó con incredulidad. -"Esta es la primera vez para

mí. Al igual que dejarte durmiendo sola anoche”.
-"¿Entonces no querías dejarme dormir?”
Su sonrisa le hizo rodar sus ojos. "No, no quería dejarte dormir, pero
necesitabas descansar al máximo para hoy."
Aisley decidió que la próxima vez que pudiera, se burlaría de Phelan sin
piedad. Dejaría que se retorciera en su necesidad como ella lo estaba
haciendo ahora.
Le entregó una mochila antes de que se colgara la propia por encima del
hombro. -"¿Lista?" le dijo Phelan
-"En realidad no," dijo ella y lo siguió fuera del hotel.
Estaban ya a medio camino de los Cuillins antes de preguntar, -"¿Qué pasa

con nuestras cosas en el hotel?"
-"He pagado una semana de antelación. Nuestros cosas van a estar bien ",
respondió Phelan delante de ella.
Aisley enganchó los pulgares en las correas de la mochila y siguió el ritmo de

Phelan. El cielo estaba claro. Por ahora. Cuánto tiempo se mantendría de esa
manera era una incógnita.
-"Estamos cerca", dijo Phelan cuando se volvió para ayudarla a levantarse

sobre una gran roca.
-"Estupendo."
-"No somos los únicos excursionistas. Nos siguen desde hace rato”.
-"Prefiero que no se nos acerquen en absoluto."
-"¿Por qué tienes miedo de ellos?"
Aisley lo miró y se encogió de hombros. -"Son druidas desconocidos,

¿recuerdas?"
-"Ellos no son 'drough, belleza. No hay nada que temer”.
-"Son los mies siempre tan acogedores cuando se encuentran con un

Guerrero?”
Phelan sonrió, con un brillo de malicia en sus ojos. -"No."
-"Oh, así que nada de qué preocuparse," dijo sarcásticamente. -"Me siento
mucho mejor.
Su risa sólo le hizo apretar más los dientes. No quería ver a estos druidas.
Podrían saber lo que ella era.
Entonces se lo dirían a Phelan y todo se arruinaría. Aisley volvió la vista hacia

las montañas de Cuillin, y comenzó a caminar de nuevo.
Las montañas se elevaban hasta dentados e imponentes picos, algunos con

nieve.
-"Esas son las colinas rojas", señaló Phelan cuando él frenó para que ella
pudiera ponerse a su altura.
-"Pueden diferenciarse debido a sus suaves contornos redondeados en sus

lados empinados. Las colinas negras son harina de otro costal”.
-"¿Cómo?", Preguntó Aisley intrigada.
Se podría decir jocosamente que Phelan era una enciclopedia andante, pero
ella amaba la información que almacena en su mente.
-"Los picos de las colinas negras están conectados por una cresta continua
que se retuerce y sumerge su camino de norte a sur.
Montañeros de todo el mundo han llegado a subir a la Cuillin Negra”.
-"Es bueno saber que no vamos allí."
Cuando Phelan no hizo ningún comentario, ella gimió interiormente. -"Vamos

allí, ¿verdad?"
-"Sí."
-"Sólo un simple 'sí'?" Ella trató de contener la frustración en vano.
Cuando la miró por encima del hombro con una sonrisa que trataba de
reprimir se encontró sonriendo.
-"Te estás riendo de mí."
-"Nunca, belleza. Tan sólo recordaba la forma en que me dijiste que eras un
druida, y que no me preocupara por ti.
-precisamente un escalador experimentado”.
-“Lo bueno es que yo lo soy. "Dijo riendo Phelan.
Aisley se ajustó la mochila. "Por supuesto que lo eres. ¿Hay algo que no
hagas bien? "
-" Las relaciones?”
A Aisley le gustaba que pudiera admitir algo tan personal.
-"Lo dijiste a modo de pregunta."
-"Lo hice, te lo estaba preguntando a ti, belleza."
Ella le dio un codazo. -"Creo que lo estás haciendo bastante bien para un tipo
que dice que nunca antes ha tenido una relación”.
-"Tengo un buen maestro."
Eso hizo que su sonrisa vacilara.
-"Phelan, que no debes tomar mi palabra para todo. Mis relaciones fueron
unos auténticos desastres. Ni siquiera sé si entiendo lo que constituye una
verdadera relación”. Dijo seriamente Aisley.
-"Si lo sabes," dijo como si su declaración fuera verdad.
Caminaron en silencio durante varios minutos, observando el lugar.
Cuanto más cerca de las montañas estaban, más dramático era el paisaje.
No era de extrañar que las personas acudieran a Skye, reflexionó Aisley.
Aisley no podía dejar de preguntarse cómo hubiera sido su vida si ella

hubiera crecido aquí. -"Tienes familia en algún lugar de esta isla", dijo
Phelan.
-"¿Cómo es que siempre sabes lo que estoy pensando?"
Phelan le hizo un guiño y eludió una roca. -"Te conozco."
-“Si, sé que tengo familia aquí."
-"¿Quieres encontrarla?"
-"No” dijo rotundamente Aisley.- “Recuerdo que cuando tenía unos cinco años
me encontré con una tía y un tío que vivían aquí, pero no recuerdo sus
nombres ".
Phelan extendió su mano rápidamente y la estabilizó cuando sus pies se

deslizaron sobre la hierba húmeda.
-"Pensé que los mortales mantenían el contacto con sus familias "dijo Phelan
-"Algunos lo hacen. Algunos no lo hacen. Mi madre era hija única y no sabía

nada de sus parientes. Mi padre era el segundo de cinco hermanos. Todos
sus hermanos menos uno se alejaron de Skye. Supongo que todos perdieron
el contacto."
Phelan se detuvo cuando llegaron a la cima de una pequeña falda de la
montaña.
-"Deberías conocer a tu familia, Aisley. No creo que debas dejar pasar la

oportunidad de verlos de nuevo, belleza”.
Él no trató de ocultar el anhelo en su voz.
Aisley buscó su mano. -"Si pudiera, me gustaría echar atrás el tiempo para
permitirte ver a tu familia".
Él apretó suavemente la mano. Empezaron a caminar de nuevo, esta vez de

la mano. Aisley echó subrepticiamente una mirada a sus manos. Eso Parecía
tan natural y se sentía tan bien, que por un segundo se había olvidado que la
única otra vez sostuvo la mano de un hombre fue cuando estaba todavía en
la escuela. Fue un gesto simple, pero significaba tanto para ella.
Phelan no tenía idea de que con cada palabra, cada movimiento se estaba
haciendo más profundo el amor que sentía por él.
Cuando estaba con él, tenía valor para pensar lo que podría ser la vida si ella
se pusiera de parte de los MacLeod y en contra de Jason.
Luego volvía a recordar que era una Drough. La muerte que quería estaba
siendo empujada más allá y más lejos.
Phelan le estaba haciendo eso a ella. Sus besos, sus sonrisas. Pero era
temporal, por mucho que ella quisiera que fuera permanente. Necesitaba
recordar eso. Aunque se le hacía cada vez más difícil, sin embargo.
Phelan había cambiado todo en ella sin ni siquiera saber por qué, aunque sus
pensamientos no estaban nunca lejos de Jason. Él vendría por ella. Ella lo
sabía cómo ella sabía que el sol salía por el este. Jason no la mataría con un
mero pensamiento. Lo que tenía reservado para ella sería cien veces peor, no
sólo porque ella lo había traicionado y dejado, sino porque ella tenía sangre y
ella lo había sospechado mucho antes de la última batalla.
¿Cuántas veces le había dicho que era prescindible? Él no tendría reparos en

matarla, independientemente de que ella era familia.
¿Cómo lo odiaba. Un odio tan verdadero que ardía en sus entrañas.
El tiempo cambió de repente cuando el viento comenzó a aullar alrededor de

ellos. Aisley se alegró de haberse puesto la ropa que le dio Phelan. La
mantuvo anclado en más de un sentido.
Después de una hora de caminar contra el viento, se detuvo tan pronto como
había empezado. Nada de esto afectaba a Phelan. Siguió caminando,
moviéndose más cerca y más cerca de los Cuillins.
Quince minutos más tarde, se detuvo y buscó en su mochila por una botella
de agua que le entregó a ella. Aisley aceptó con entusiasmo mientras ella se
sentó en una roca y se apoyó en otra.
El tiempo era fresco, pero ella estaba sudando por el esfuerzo. Las capas de
ropa que le dio Phelan tuvieron algo que ver. Sin duda alguna hizo una
compra muy práctica. Nada de lo que había tenido en su bolsa habría sido
suficiente.
-"Cada montaña en las colinas negras tiene un nombre", dijo Phelan cuando
su mirada se fijó en ellas.
-"¿y cuáles son?"
-"Am Bastier, que significa" el verdugo”.
-"Oh, eso me hace sentir segura."
Él se rió y tomó un sorbo de agua. "Hay una que se llama Sgurr Ghreadaich."
-"Y eso se traduce como…?"
-"El pico del tormento."
Las cejas de Aisley se levantaron. -"Guau. Siguen siendo mejor y mejor.

¿Eso es todo?"
-"Luego está Garbh Ah-Choire."
Ella levantó la mano cuando empezó a hablar. -"Déjame adivinar. Significa

'senda del crimen.' "
Phelan echó hacia atrás la cabeza y rió.
-"Buen intento, belleza. Se traduce como "el Caldero salvaje '".
-"Eso es dócil en comparación con los otros."
"Los nombres pueden ser engañosos", le advirtió Phelan
Aisley miraba las montañas. -"¿Crees que encontraremos respuestas allí a los
selmyr. ¿Qué pasa si nos encontramos…. ¿Con más?"
-"Eso es lo que estoy esperando." Replicó Phelan.
-“Más no siempre es bueno. " dijo Aisley.
Los ojos azul- gris de Phelan escaneaban los alrededores. -“A lo largo de mis
largos años, he aprendido que hay demasiadas cosas malas y muy pocas
cosas buenas “.
Aisley se encogió por dentro. Ella iba a llegar a ser una de esas cosas. Y la
entristeció como ninguna otra cosa lo hizo desde que perdió a su hija.
***
Era casi la hora. Había tomado forma. Había sido sólo por un momento, pero
había sucedido. Aisley.
Ella lo atrajo. Había sentido su presencia. Fue su odio lo que lo guio a ella
una y otra vez. Y lo que lo llevaría a ella una vez más.
Estiró en su mente, buscando a través del tiempo y el espacio. Había alguien

más que él quería buscar, pero su nombre se deslizaba todo de su mente.
Cuando encontrara a Aisley, ella le dirá todo lo que quería saber.
Donde estaba, el tiempo no existía. Simplemente era.... Sin forma, no estaba

seguro de cómo su magia se había quedado con él. En lugar de cuestionarse
eso, él reunió a su magia de cerca.
Encontró las palabras de un hechizo que había aprendido, aunque no sabía

dónde ni cuándo lo había aprendido. Simplemente las palabras estaban ahí.
Caían sobre su mente como gotas de lluvia en un lago. Su magia giró a
través del tiempo hasta que encontró a Aisley.
CAPITULO 29
Phelan no se sorprendió al comprobar que Aisley podía subir mejor de lo
que le había dicho. Llegaron a la primera pendiente de la Cuillins hacía una
hora. La subida era empinada y resbaladiza en algunos lugares. Aunque se
quedó detrás de ella por si ella caía, eligió el mejor camino para ella. Los
druidas que había sentido en Portree estaban cerca. Se acercaban a ellos,
Phelan lo sabía. Él rápido asentimiento de Aisley a su propuesta, le generó a
Phelan una sensación incómoda.
Phelan se dio cuenta de que la vehemencia de Phelan porque Aisley confiara

en él, podría volverse en su contra.
Lo que había aprendido de su pasado eran cosas que no había compartido

con nadie más. Fue el resto de su pasado, el que no conocía el que le
afectaba. Lo extraño era que su familia le había contado cosas acerca de ser
un druida y sobre la magia, así como guerreros, pero no le habían contado la
historia de Deirdre.
Apoyó una mano en la cadera de Aisley cuando llegaron a una parte

empinada de la montaña que exigía conseguir una sujeción estable, y
comenzó a tirar de ella hacia arriba.
Sólo cuando logró superar la sección más dura utilizando la fuerza que su
dios le dio la soltó y quedó junto a ella.
Sus labios se torcieron. -"Estoy pensando que debería simplemente, salta

sobre tu espalda y hacer todo el camino en ella hasta la montaña."
-"Puedes", dijo Phelan con una sonrisa. -"Pero entonces te perderías unas
vistas magníficas. Y podríamos perder a los druidas”.
-"Eso es una posibilidad muy remota. Los druidas que pueden contener el
selmyr pueden que se hayan ido desde hace tiempo.
Tú dijiste que los druidas son cada vez más escasos. ¿De verdad crees que
los que queden aquí, sabrán qué hacer?"
La giró para abrir la mochila y sacar la chaqueta que había metido para ella.
Después de abrir la cremallera, la sacó y le entregó la chaqueta.
-"Vas a querer ponerte esto."
Aisley se giró de él hacia el cielo y sin decir una palabra se puso la chaqueta
y empezó a subir la cremallera cuando las primeras gotas de lluvia
comenzaron a caer.
Phelan a continuación le entregó un gorro de lana.
-“Gracias", murmuró Aisley mientras se deslizaba la gorrita sobre su cabeza,

asegurándose que esta le tapara los oídos.
-“La lluvia va a hacer que la escalada sea mucho más difícil."
-"Voy a estar bien. "
-"Sí, pero yo me seguiré preocupando por ti. No habrá un lugar a cientos de

yardas hasta que obtengamos protección."
Los labios aplanados de Aisley le dijeron que odiaba ser mimada, pero Phelan
no podía evitarlo.
Él no jugaría con su vida sólo para conseguir ir un poco más lejos.
Por no hablar del hecho de que la lluvia podría durar todo el día.
No la había mencionado la posibilidad de pasar la noche en la montaña, pero

él había venido preparado para ello.
Phelan le indicó la dirección por la que tenían que ir. En ese preciso
momento, la lluvia cambió rápidamente de una llovizna a un aguacero. Podría
durar tan solo unos pocos minutos o unas horas. El tiempo en Skye tenía sus
propias reglas.
La pendiente se niveló cuando se acercaban a la parte hueca de la montaña.

Pero también creció estrecha.
Phelan estaba abriendo la boca para decirle a Aisley que debería tener
cuidado, cuando su pie resbaló en una roca suelta.
Sus instintos y reflejos rápidos la agarraron antes de que pudiera caerse.

Phelan apretó su mano en su muñeca antes de que ella volviera junto a él.
Aisley estaba visiblemente afectada mientras miraba al lado donde podría

haberse caído si él no la hubiera cogido rápidamente. Ni siquiera podía
pensar en ello.
-"Poco a poco", advirtió.
Ella asintió y empezó a avanzar con una mano en la montaña. Phelan

observó cada movimiento que ella hacía como un halcón. Pasó una eternidad
hasta que llegaron al hueco buscado.
Tan pronto como estuvieron dentro él la empujó contra la pared y la besó

larga y duramente. Eso significaba una distracción para ambos, pero el
gemido de Aisley, su respuesta convirtió su sangre en lava fundida.
Él inclinó la cabeza, profundizando el beso. Sus manos ahondaron en su pelo

mojado, sintiendo su frescor. Al instante sintió agua fría cayendo sobre él.
Phelan terminó el beso y la miró. -"¿Tienes frío? Sientes frío."
-"Un poco." Le dijo Aisley

-"Es necesario un fuego," dijo y miró hacia el exterior con la esperanza de
encontrar algo para quemar.
Hubo un fuerte suspiro detrás de él.
-"Lo que necesito para calmarme ahora es a ti," ella gritó por encima de la
lluvia.
Phelan volvió la cabeza y lo miró. -"Estas helada." "Y también lo está tu piel.
Está lloviendo y la temperatura bajó. He estado en un clima más frío que
esto, y he sobrevivido". Le dijo Aisley.
Él estaba manejando la situación mal, pero ¿cómo iba a explicarle el terror

que sentía.
Asustado él? Pero si ella era la mortal.
Incluso cosa más pequeña podía poner fin a su vida. Lo había presenciado a
través de los siglos, y la idea de que esto le ocurriera a Aisley le dejó la
sensación de un puño de hierro en el pecho que le ahogaba.
-"Además, no hay espacio para un fuego," dijo Aisley. No hay apenas espacio
suficiente para que podamos sentarnos siquiera."
Phelan se pasó una mano por la cara y se sacudió el agua de su cabello.
-"¿Tienes la magia para curarte a ti misma?"
El silencio que siguió hizo que el puño alrededor de su pecho se apretase

hasta que no pudo respirar. -"No", respondió en un susurro suave.
Se volvió hacia ella. -"Eres fuerte. No enfermarás”.
-"No voy a enfermar," repitió Aisley, una pequeña sonrisa inclinó las
comisuras de su boca.
Phelan dejó caer su mochila al suelo y se alisó el pelo de la cara. No podía
ignorar la mirada de Aisley. Dejó lentamente la mochila hacia abajo antes de
que ella se quitara la chaqueta. Cuando su mirada se cruzó con la suya, ella
extendió las manos con las palmas hacia abajo. Su magia, cálida, elegante y
provocativa lo envolvió.
Las garras de sus dedos alargados se enterraron en el granito de la montaña.

Si él iba a Aisley, si él se acercaba a ella, sería salvaje, brutal. Su hambre por
ella era demasiado grande. Un fuego estalló entre ellos. Phelan quitó la
mirada de la de ella para mirar a las llamas rojas y anaranjadas.
El Calor al instante llenó el pequeño espacio.
-“Puede que no sea capaz de curarme a mí misma, pero puedo hacer otras
cosas. "
Phelan tragó saliva. “Realmente no tienes idea de lo que tu magia hace a mí

¿verdad? "
-" Qué quieres decir?, pudo ver que sus ojos parpadeaban de color gris
azulado y oro. Sí, pero no sé qué decir. "
-“¿No te asusta? "
-“Sólo si no vienes hasta aquí para que pueda besarte. "
Phelan estuvo en frente de ella al segundo siguiente.
CASTILLO MACLEOD
Larena estaba en la playa con los brazos envueltos alrededor de ella. El

viento la envolvía mientras que las olas iban hacia ella, aterrizando en
espuma contra las rocas a sus pies. Durante siglos había sido una parte de
esta tierra. Le había dado sangre, sudor, lágrimas y su alma para protegerla
y para proteger a las personas de dentro de los muros del castillo.
La mujer que fue la primera vez que se reunió Fallon había sido moldeada
por años de lucha y el amor de un hombre que estaba destinado a ser suyo.
Sin embargo, ella estaba cambiando. Podía sentirlo en su interior. Las cosas
que antes le eran familiar, la risa, amor eran cosas que tenía que trabajar
para recordar.
Ella tendió una mano y llamó a su diosa. Su piel brilló cuando se vio
iridiscente y sus afiladas garras largas se extendieron desde sus dedos. Se
pasó la lengua a lo largo de sus colmillos. Su diosa, Lelomai, llamó a la
muerte. Larena se esforzó por tomar cada respiración. Lelomai estaba
tomando el control. Poco a poco Larena estaba perdiendo la batalla que había
ganado durante cientos de años. La llamada de Lelomai a dejarse ir era
tentadora. Larena estaba cansada de luchar, cansada de renunciar a todo por
la seguridad de los mortales que no sabían que existía. Todo lo que tenía que
hacer era renunciar al último agarre de su control. Todo sería más rápido.
Unas manos, firmes y fuertes, le dieron la vuelta. Se encontró mirando a los

ojos de color verde oscuro de su marido. Las largas y oscuras hebras del pelo
de Fallon estaban bailando alrededor de su cabeza en el viento, y la afectada
mirada en su cara le dijo que sabía exactamente lo que había estado a punto
de hacer. -“No vayas adonde yo no pueda seguirte Larena” le rogó Fallon.
Ella puso una mano sobre su corazón después de que comprimir a su diosa.
Fallon había tenido sus propios demonios para luchar cuando lo conoció. Ella
le había ayudado a luchar contra su adicción al alcohol, pero no estaba
segura de que él pudiera ayudarla a ella ahora.
-"Se me está haciendo muy difícil luchar contra mi diosa."
-"Tú has tenido el control durante cinco siglos, mi amor. La única que puede
hacerlo eres tú, Larena no te dejes llevar por Lelomai"
-"Si me dejo llevar, toda la locura que está dentro de mí cesará."
-"Si la sueltas, te voy a perder."
Angustia, aguda y verdadera, sonó claramente en sus profundos ojos verdes.
Había amado a este hombre a través de los siglos. ¿Cómo podía pensar en
renunciar a eso? Habían compartido risas, dolores de corazón, batallas, a
largo de noches de amor y tenían un lazo que no podía romperse.
Larena cerró los ojos y dio una sacudida a la cabeza para despejarse. Cuando
miró a Fallon, asintió otra vez, lo que la había afectado estaba
desapareciendo de nuevo.
-"Estoy desapareciendo como mujer" le dijo ella. "Puedo sentirlo. Un día vas
a venir a mí y no voy a saber quién eres”.
Fallon la tomó en sus brazos y la abrazó con fuerza. -"Siempre nos

conoceremos el uno al otro, Larena. Nuestro amor es sólido y formidable. Los
malvados no son lo suficientemente fuertes o lo suficientemente valientes
como para poder con nosotros”.
"No es seguro para mi caminar libremente por el castillo. Es necesario

encerrarme en el calabozo".
-"Nunca." Rugió Fallon.
Ella levantó la cabeza y trazó sus labios con el dedo. -"Siempre tan terco."
-"Te estoy protegiendo."
-“No” volvió a rugir Fallon.
-"Entonces pediremos a los druidas me hechizo para caer en un sueño

profundo."
Fallon sacudió la cabeza.
-"No. No seré capaz de comunicarse contigo. Debes quedarte conmigo.

Tienes que luchar contra esto. Estaré aquí. Sabes que te ayudaré, pero tienes
que luchar contra esto, Larena”.
No terminó. Pero no había una necesidad. Sabía que si no luchaba ya estaba
perdida para él.
Miró a través del mar turbulento. Comprometiendo todo lo que estaba dentro
de ella, lucharía, aunque iba a ser la batalla más difícil de su vida.
¿Cómo podía negárselo a Fallon? Ella no podía.
Parecía desalentador lo que tendría que soportar, pero con Fallon a su lado,
ella podría conseguir cualquier cosa. Larena se enfrentó a su marido y sonrió.
-"Entonces vamos a luchar contra esto."
El alivio inundó sus ojos. Le tendió la mano, y juntos, saltaron a la cima de

los acantilados para caminar de regreso al castillo.
CAPITULO 30
Fue después de comer cuando la lluvia se paró. Besar a Aisley había sido un
error. Todas las intenciones de Phelan de no hacerle el amor, desaparecieron
en ese mismo instante. Pero él se conformó con besos pequeños y tenerla a
horcajadas sobre su regazo mientras se sentaba en el suelo. Ella le distraía
de todo, cosa que no se podía permitir en ese mismo momento.
Phelan no percibió sólo la magia mie, percibió algo más. El peligro estaba en
el aire, crujía alrededor de él, poniéndole en alerta instantánea. Si el peligro
era para él o para Aisley, aún no estaba seguro.
Y hasta que lo estuviera, no quería saber nada de Aisley.
Miró por encima de la tierra. El sol ya se estaba rompiendo a través de las

densas nubes, brillando como faros de luz sobre el terreno accidentado de
Skye. El revestimiento de la lluvia en las montañas brillaba como diamantes a
la luz del sol. Independientemente que tiempo hiciera en Skye, el lugar era
verdaderamente encantador.
-"Esto estaba realmente bueno", dijo Aisley cuando tragó el último bocado de
su sándwich y alcanzó su agua.
Phelan hizo girar su cabeza hacia ella. -"Creo que hay que esperar a que el
sol seque la lluvia antes de poder pisar las rocas."
-"Podríamos estar aquí toda la eternidad. ¿Crees que como no crecí con el
clima húmedo de aquí no sé cómo mantener mi equilibrio? "
Phelan se rio ante ese comentario y dijo -"Las montañas de Cuillin son
diferentes. Se llaman así acertadamente por una razón”.
Ella se puso de pie, se sacudió el trasero, y luego se encogió de hombros en
su mochila. Con un pequeño movimiento de su mano, el fuego se creó
desaparecido. -"Vamos de nuevo."
Phelan no pudo contener su sonrisa. La mujer era espectacular cuando sus

ojos de color leonado brillaban con determinación.
Utilizó las rocas detrás de él para asentar sus pies. -"Sí, vamos. Pero
lentamente."
-"Despacio, entonces. "
La siguió fuera del hueco y desvió la mirada tratando de no sonreír cuando

ella después de andar dos pasos tropezó y su pie se deslizó sobre algunas
piedras sueltas.
-"Estoy bien, " dijo ella con una rabieta después de que ella se enderezó.
- “Seguir y decir ' te lo dije '".
Phelan cogió la parte posterior de la cabeza y la besó. Él la miró a los ojos y

susurró:
-"Ten cuidado, pero mantente en movimiento. Lento y constante”.

-"¿Por qué?"
-"Porque te quiero fuera de esta sección estrecha antes de que me hagas

salir canas, " mintió
Respiró profundamente, pero cuando dio su primer paso, Phelan vio que
estaba siendo más cauta que antes. Afortunadamente, una media hora más
tarde llegaron a una parte más ancha de la montaña.
Phelan tomó la ventaja de nuevo. Sus ojos estaban siempre buscando,

buscando un signo de los druidas o de peligro. Si la amenaza era para Aisley,
podía fácilmente defenderla y mantenerles a los dos a salvo.
Si él era el que estuviera en peligro, esperaba que Aisley pudiera usar su
magia para llevarla a su destino.
Él la miró y se encontró con una sonrisa.
Phelan sabía que ir hasta allí con Aisley a pesar de no decírselo a los del
castillo, era lo correcto. Si pudieran contener al selmyr, entonces tendrían
una cosa menos con la que luchar. Viniendo a Skye Aisley por sí sola hubiera
corrido más peligro.
Sin embargo, también quería hacer eso por el grupo de hombres y mujeres
que le habían dado la bienvenida en el Castillo de MacLeod.
Tal vez con eso les pudiera compensar lo que él no hizo hace cuatro siglos.
Tal vez eso también serviría para ayudar a curar las heridas que atravesaban
su alma.
Aisley sabía que algo estaba molestando a Phelan. Lo sabía por las
diferencias sutiles en la forma en que se movía y miraba a su alrededor.
Había pasado de excursionista a depredador en menos de un latido del

corazón.
No había árboles en las montañas. Sólo paisaje duro y precioso tan lejos
como el ojo podía ver. Una hierba verde brillante alfombraba las colinas y
valles más bajos y, a veces incluso la mitad de una montaña.
Los picos de las montañas parecían imponentes y desalentadores. Se

preguntó cuánto tendrían que recorrer antes que Phelan encontrara lo que
estaba buscando. Eso la hizo fruncir el ceño.
¿Qué era exactamente lo que Phelan estaba buscando?
-"Phelan, ¿a dónde vamos?"
-"A lo más profundo en las montañas."
Ella reprimió un suspiro de frustración. -"¿Por qué?"
-"Los druidas", dijo por encima del hombro. -"Ya te lo dije antes."
-"Sí, pero no me dijiste a dónde íbamos."
Disminuyó la velocidad hasta que ella se reunió con él. Una sonrisa tiró de
una esquina de su boca.
-"Yo no sé dónde se encuentran esos druidas, belleza. Cuanto más lejos nos
adentremos en las montañas oportunidades tendremos de encontrarlos".
-"Y si no los encontramos?"
-"Lo haremos."
Su confianza debería haberle reconfortado. En su lugar, la irritó.
-"No me gusta quedarme al margen de las cosas. Me hace sentir que soy
poco fiable”.
Phelan se detuvo al instante y sus ojos la inmovilizaron.
-"Esto no es una cuestión de confianza, belleza. Se trata de mantenerte a

salvo. Tú tienes mi confianza en todos los sentidos”.
Ella tragó saliva, nerviosa, preguntándose si iba a presionarla para obtener

respuestas acerca de quién era ella.
Aisley apartó la mirada porque sabía que tenía razón Phelan.
Ella tenía problemas de confianza. Grandes problemas en realidad
-"Los druidas están aquí", dijo Phelan, su profunda voz se suavizó.
-"No puedo verlos, pero los siento. No sé por qué no los veo, no tengo
respuesta eso. Espero que contigo a mi lado quieran hablar”.
Aisley miró a los ojos de color gris azulado de Phelan.
-" Crees que no hablaran contigo porque saben lo que eres?”
-"¿Un guerrero?
Sí. Es por eso que no los estás viendo?
Estoy seguro de que también quieren saber que estás haciendo conmigo."
-" Seguramente sepan de los guerreros del Castillo MacLeod? Dijo Aisley.
Phelan se pasó una mano por el pelo y se encogió de hombros.
-"Es posible que no. Tú tienes tus raíces aquí, Aisley. Tú la sangre te une a
Skye. Si los druidas hablan con alguien, ese alguien serás tú”.
-"Phelan, mira, lo siento," dijo ella y se lamió los labios. "Es que... es que...
so-"
-"Shh", dijo sobre ella. "No hay necesidad de una disculpa, belleza."
-"No", insistió ella cuando él continuó caminando.
Tomó más energía para subir la cuesta empinada detrás de él. Su respiración
requería grandes bocanadas, y el aire fresco que había llegado con la lluvia
se había ido.
El sudor cubría su frente. Aisley no pudo ir más rápido por culpa de su
chaqueta y su jersey, así que los metió junto con su gorrita, en su mochila y
suspiró con alivio.
Ella agarró una botella de agua y se la llevó a los labios cuando vio una cara
en las rocas de abajo y a la izquierda de ella. Los ojos azules vibrantes
parpadearon hacia ella sin miedo, sin alarma.
Le llevó a Aisley un momento distinguir que la cara pertenecía a una mujer.

Una impresionante mujer de pelo negro. Aisley abrió los labios para llamar a
Phelan, y en ese instante, la mujer desapareció.
Aisley sacudió la cabeza hacia Phelan para encontrarlo mirándola con el ceño
fruncido. -"Había una chica allí ", dijo y señaló donde había visto la cara.
-"Yo sabía que estaban cerca", dijo Phelan. -"Tenemos que seguir
caminando."
-"¿Por qué no nos habla?"
Phelan levantó un hombro. -"Se están acercando a nosotros un poquito cada

vez."
Aisley deslizó su mochila sobre los hombros y comenzó después a seguir a

Phelan. Sus largas zancadas comieron dos veces tanta distancia como las
suyas podían. Ella pensó que Phelan debería haber estado feliz porqué un
druida de Skye había estado tan cerca, pero sentía exactamente lo contrario.
Él estaba preocupado y no lo notó por su mirada escrutadora o por sus garras
de oro extendidas. Era por su forma de caminar, como si estuviera preparado
para matar.
Aisley imaginado que así vería a Phelan cuando él fuera a matarla. Su

mandíbula apretada, los ojos desprovistos de emoción. Un guerrero hasta la
médula.
Ella tomó una respiración profunda cuando llegaron a otra meseta. Dando la
vuelta lentamente, miró Aisley las vistas.
-"Wow," murmuró. Sus ojos se posaron en Phelan para encontrar sus labios
planos y un ceño fruncido estropeando su frente.
-"¿Qué Pasa?"
-"YO…"
Aisley no oyó el resto cuando el dolor explotó en su cabeza. Aisley se agarró

la cabeza con las manos y se dobló, cuando un disparo de agonía compuesto
de pequeños trozos de vidrio atravesó su cerebro.
-"Aisley." Le llamó una voz
No. No puede ser. El estómago se le cayó a los pies de miedo.
-"¡Eres mía!"
Ella gritó cuando algo cortó la parte superior del brazo izquierdo.
La fuerza del ataque de su expulsión la hizo perder el equilibro y girar.
Ella trató de forzar la apertura de sus ojos para ver dónde estaba, pero el
dolor era demasiado mucho.
-"Eres mía!" Gritó la voz en su mente.
Otro corte, esta vez más profundo, cayó sobre su espalda. Algo la estaba
presionando el pecho, el peso de eso estaba bloqueando su aire. Sus
pulmones no podían expandirse para lograr una respiración. Ella se estaba
ahogando. Ella sabía que la estaba atacando. Y Jason no haría su muerte
rápida.
Phelan no podía hacer que su cuerpo se moviera lo suficientemente rápido.
Dejó caer su mochila y se lanzó desde el borde de la montaña cuando Aisley
cayó de lado.
Algo, alguien la había empujado. Él lo sabía, con tanta seguridad como sabía
que no iba a dejarla morir.
La atrapó contra él y extendió su otra mano para agarrar todo lo que pudiera
encontrar. Sus dedos entraron en contacto con una roca que sobresalía del
lado de la montaña, y los huesos de su hombro chocaron con un alto sauce
que parecía estar fuera de lugar dentro de ese paisaje.
Phelan apretó los dientes. Se olvidó por completo del dolor cuando vio la
sangre que goteaba del brazo de Aisley de y el goteo que caía de la nariz.
Ella estaba inconsciente pero respirando.
Miró hacia abajo para ver un pequeño afloramiento de unos treinta pies por
debajo de él. Phelan soltó en la roca. Aterrizó en el afloramiento con Aisley
acunada en sus brazos y sus rodillas dobladas.
En un salto, Phelan le daba la espalda a la meseta. Se quitó la mochila y

suavemente tendió a Aisley en el suelo, luego se arrodilló para mirar sus
heridas. Había tres cortes en forma de barras a través de su brazo. Uno de
ellos era tan profundo que llegaba al hueso.
Con una garra alargada, se cortó la muñeca y dejó que su flujo de sangre
cayera en sus heridas. Tan pronto como él vio a las heridas curarse, soltó el
aire que había estado conteniendo.
Pero Aisley aún no estaba fuera de peligro. Phelan dejó unas gotas de su
sangre en la boca de Aisley. Tardó unos minutos antes de que ella se lo
tragara, pero tan pronto como lo hizo, pudo ver la curación de su cuerpo.
Quería buscar lo que fuera que la había atacado, pero no podía dejarla.
Cuanto más tiempo permanecía inconsciente, el más se agitaba. Había algo
en el aire, algo malo y malicioso.
Había sentido magia de Wallace instantes antes de que Aisley se agarra la

cabeza por el dolor. Pero si hubiera sido Wallace, ¿por qué no lo atacó a él
también?
No era ningún secreto el odio que Wallace tenía por los que luchaban contra
él. Esa hubiera sido la oportunidad perfecta para Wallace de capturarlo o
matarlo. En cambio, el asalto se había concentrado en Aisley.
Phelan se sacudió el hombro golpeado y luego sacó su teléfono.
Su dedo estaba a punto de marcar el número de Charon, cuando Aisley abrió

los ojos. Ella tomó un largo suspiro, y su mirada se encontró él.
-"Estás bien ahora", le dijo.
Una solitaria lágrima cayó de su ojo para desvanecerse en el pelo.
-"Tú no estás a salvo conmigo, Phelan. "
CAPITULO 31
Aisley esperó a que Phelan respondiera a su pregunta. En lugar de eso,

Phelan pasó el dorso de sus dedos por la mejilla de Aisley con ternura. Sus
ojos de color gris azulado la estudiaron con solemnidad.
-"¿Cómo te sientes?"
Ella hizo un balance de su cuerpo y se sorprendió al encontrar que no había

una punzada de dolor en ninguna parte. -"Como si no hubiera pasado nada.
Lo he soñado? "
-"No, belleza," dijo con desaliento.
Fue entonces cuando comprendió lo que había hecho. -"Utilizaste tu sangre

para sanarme".
Phelan asintió al mismo tiempo que decía. -"Fue Wallace. No sé por qué te
atacó a ti y no a mí, te he puesto en grave peligro".
-"Phelan tú no lo entiendes," dijo mientras se sentó, aun cuando Phelan

trataba de mantenerla acostada. Aisley le apartó la mano. No podía haber
más secretos. Phelan tenía que saberlo todo. Ella no podía vivir consigo
misma si él se culpaba así mismo por algo que era su culpa.
-"Lo hago", dijo sobre ella. -"Tenemos que volver al hotel. Voy a llamar a
Fallon. Él puede tele transportar a algunos Guerreros y druidas aquí para
protegerte mientras que el resto de nosotros buscamos a los druidas de aquí
para obtener las respuestas del selmyr”.
Aisley puso los ojos en blanco. Maldita sea, Phelan era terco. -"En primer
lugar, no iré de vuelta al hotel. Nos quedaremos aquí. Y los druidas de aquí
podrán ayudarnos contra Wallace".
Phelan se puso de pie en un movimiento suave. -"¿Por lo menos sabes lo que
te pasó? lo vi todo, Aisley”.
-"Y lo sentí." Fue horrible. Ella reprimió un escalofrío sólo de pensar en la

agonía que ella había soportado por unos pocos minutos.
Si eso es lo que Jason tenía reservado para ella, ella estaba decidida a no
dejar que ocurriera de nuevo. Aisley se puso de pie y se paró frente a Phelan.
-“La parte de mi pasado que no quería decirte. Es hora de que lo sepas.

Todo."
-"¿Qué fue eso? ", Preguntó Phelan, su frente se arrugó como él estrechó su
mirada por encima del hombro.
En un borrón de movimiento, se había ido, persiguiendo lo que vio.
Aisley recogió su mochila y la de él y comenzó a anda después de él lo más

rápido que pudo. Ella lo perdió de vista cuando se fue hacia arriba sobre una
de las montañas.
Llevar dos paquetes hacía la escalada difícil. No tenía ni idea de que Phelan
puso tantas cosas en su mochila. Pesaba el doble que la de ella. Aisley gruñó
mientras sus músculos del muslo gritaron en protesta por la tensión mientras
caminaba por la inclinación. Las rasgaduras en la manga permitían pasar la
brisa para refrescar su piel caliente, pero también le recordaban que Jason
estaba de vuelta.
Y Phelan merecía la verdad. Incluso si ella no estaba lista para atacar a Jason
por sí misma. Aquí, en medio de las Cuillins sería el lugar perfecto para
morir. Era la casa de sus antepasados. Sería su lugar de descanso final. Era
apropiado, en una especie de morbosa manera.
Se apartó el pelo de la cara que se había soltado de su cola de caballo. El

ascenso a la montaña fue la escalada más difícil que jamás había hecho. Por
mucho que odiaba hacerlo, tenía que parar y descansar. Aisley paró cinco
minutos. Ella usó ese tiempo para aliviar el peso de los paquetes de sus
hombros y beber tanta agua como pudo.
Luego volvió a subir. No vio otra alma durante los siguientes cuarenta y cinco
minutos. Aunque trató de no notar el momento, no podía dejar de
preguntarse dónde estaba Phelan. La dejaría él así? "Carretera y manta," ella
dijo entre dientes cuando su pie resbaló por tercera vez en un trozo de la
roca en la que estaba tratando obtener un punto de apoyo. La roca no era lo
suficientemente grande como para meter siquiera la punta de su pie. Intentó
por cuarta vez, sólo para tener su pie resbalando de nuevo.
Estaba a punto de encontrar otro lugar para subir cuando una mano apareció
en frente de su cara. Aisley miró hacia arriba para encontrar a Phelan. La
tomó de la mano y tiró de ella sin esfuerzo a su lado.
-"Vi a un druida", dijo como a modo de explicación.
Aisley dejó los paquetes y agarró el agua mientras trataba de conseguir

poner su respiración bajo control. Ella bebió media botella antes de que ella
la bajara y lo mirara. "Podrías habérmelo dicho antes de salir corriendo”.
-"Sí. Tengo que trabajar en eso. Estoy acostumbrado a estar solo".
-"Es por cortesía," dijo ella, sin aliento.
Phelan señaló hacia el valle. -"Tenemos que ir allí."
-"¿Encontraste a los druidas?"
Sonrió con timidez. -"No exactamente."
-"Muéstrame el camino a continuación."
Phelan tomó su mochila y trató de agarrar la suya también. Aisley se sacudió
con fuerza de su agarre y alcanzó una bolsa de nueces que había visto. Se
deslizó la mochila a los hombros y abrió el paquete de anacardos de Munch
mientras caminaban.
Todo el camino por la montaña Aisley solo pudo pensar en que ella estaba
conteniendo sus secretos. Ella podía ser una cobarde y decírselo mientras
caminaban. Pero ella quería mirarlo a los ojos para que pudiera calibrar su
reacción. Era cómo iniciar esa conversación problema. Ella no podía dejar de
decirle que era prima de Jason.
Si ella lo que estaba buscando era una manera de luchar contra Jason se
dijo, entonces Phelan querría saber cómo se conocían. Era todo tan
condenadamente enrevesado.
Más nubes se pusieron para bloquear el sol. Eso ayudó a disminuir el calor,
pero, afortunadamente, no hubo más lluvia. El tiempo había cambiado tantas
veces que Aisley no se sorprendería si comenzó a nevar.
Finalmente, llegaron al valle. La hierba verde brillante estaba estirada en un

mar sin fin ante ella, sólo se rompía por algún canto rodado ocasional que
sobresalía del suelo.
Aisley se volvió lentamente en círculo mirando al valle, los picos de las

montañas contra las nubes blancas, y las sombras de esas mismas nubes
encima de las montañas.
La mano de Phelan rozó la de ella. Su atracción sobre ella era tan grande que
ella era incapaz de no hacerle caso. Sus ojos se cerraron cuando sus dedos
rozaron su mandíbula y volvieron suavemente su cara a él.
Sus labios rozaron los de ella en breve beso. Murmuró algo en gaélico que no
entendió, y entonces él reclamó su boca.
Más o menos, con fuerza. Salvajemente.
El cuerpo de Aisley cobró vida bajo su tacto. Ella gimió, respondiendo a la
demanda de su beso. Sus brazos alrededor de su cuello mientras su cuerpo
se moldeaba contra el suyo.
Su excitación estaba presionando contra su estómago. Sus caderas se

sacudieron contra él, produciendo un gemido en lo más profundo de él. Él
susurró su nombre mientras besaba su garganta.
-"Te necesito", dijo.
Ella dejó caer la cabeza hacia atrás mientras su boca se movió hacia su
cuello. Su mano ahuecó su pecho y lo exprimió. Ella sabía que estaba mal
hacer el amor con él justo antes de que ella le dijera que era una Drough,
pero Aisley no pudo evitarlo.
Ya no podía seguir negando su cuerpo o a Phelan.
-"Están viéndonos Phelan", dijo.
-"No me importa. Tengo que sentirte dentro de mí".
Dejó caer su cabeza contra la de ella. -"Por mucho que quiera tumbarme
contigo de bajo y pasar el tiempo haciéndote el amor en este lugar, prefiero
no ser vigilado mientras lo hago".
Aisley no pudo evitar sonreír. Ella hundió sus dedos en sus cabellos oscuros y
los sostuvo. Si sólo ella tuviera la magia para detener este momento en el
tiempo. Aunque los druidas que se animaron a controlar el tiempo pagaron
un alto precio.
Aisley temía las consecuencias de probarlo, aun usando su propia magia

negra
-"¿Has oído eso?", Preguntó Phelan y levantó la cabeza.
Aisley escuchó con atención, pero no oyó nada. -"No."
La tomó de la mano y tiró de ella mientras caminaba más profundamente en

el valle. Ellos caminaron otros diez minutos cuando lo oyó.
-"El agua", dijo Aisley.
Phelan sonrió. -"Una cascada, si estoy en lo cierto.”
Una risa burbujeaba dentro de ella cuando él empezó a correr.
Ella le siguió, con sus manos todavía unidas. El sonido del agua crecía cuanto
más se acercaban a él hasta que fue un rugido ensordecedor.
Ellos se detuvieron cuando llegaron a un acantilado acabó en la más bella

Esmeralda verde de agua que Aisley había visto nunca.
La cascada estaba por debajo de sus pies procedente de una corriente que
nacía a su derecha. El agua caía sobre las rocas antes de caer en las
profundidades esmeraldas. Rodeando el agua escarpadas paredes de roca y
más rocas sobresalían por debajo del agua.
-"En todas las veces que he estado aquí, nunca la he encontrado, " dijo
Phelan.
Aisley levantó de golpe la vista desde el agua a él. -"Que no has encontrado
qué?"
-"Este es el hada de la piscina. "
-"He oído hablar de esto. Es un destino turístico".
Phelan se puso en cuclillas y miró por el borde del agua. -"No, la belleza. No
lo es. Esta es la verdadera hada de la piscina, no un sitio turístico.
-“Significa lo mismo no?", preguntó.
Su mirada se levantó a la de ella. -"Tienes magia. ¿Crees que eres la única

que la tiene? "
-"Bueno…" Aisley se apagó porque ella no quería admitir que había pensado
en eso. Luego levantó la barbilla. "Yo sabía que los guerreros existían."
-"Ah, pero nuestros dioses fueron sacados con ayuda de la magia. Pero
nosotros no tenemos magia".
-"Usted es bastante mágico para el selmyr que quiera comerte."
Phelan se rió entre dientes. -"Eso es cierto belleza."
-"Entonces, ¿qué otros seres mágicos están caminando alrededor de

nosotros?"
Phelan señaló el agua. -"¿Por qué crees que se llaman a esto el Hada de la
piscina?"
-"Sin duda, no por las hadas. No existen".
No discutió con ella, se limitó a sonreír con paciencia.
-"Dime", instó.
-"Escocia tiene muchos mitos y leyendas sobre seres mágicos y magia. Si los
druidas son reales. Qué te hace pensar que ninguno de los otros seres lo
son? "
Aisley miraba el agua. Se veía tan atractiva. Se giró sobre sus talones y
comenzó a buscar un camino hacia el agua.
No tardó mucho en descubrir un estrecho sendero que estaba casi cubierto
por hierba alta. Aisley estaba a punto de dar su primer paso cuando el brazo
de Phelan se envolvió alrededor de su cintura.
-"Espera, belleza," dijo justo antes de que saltara a un lado. El jadeo de

Aisley quedó atrapado en la garganta cuando el aire se derramó a su
alrededor. Phelan aterrizó suavemente antes de que él dejara que sus pies
tocaran el piso de piedra sobre el que estaba.
-"Siempre vienes bien", dijo Aisley con una risa.
Sus ojos azul-grises bajaron a sus labios.
El calor llenó a Aisley cuando sus pechos se hincharon y sus pezones se

endurecieron.
A Phelan le dolía el cuerpo por hacerla la suya. El hambre era primordial, sin
adulterar. Crudo.
Antes de que pudieran besarse de nuevo, la cabeza de Phelan se apartó.

Aisley miró hacia donde estaba mirando Phelan para encontrar a un hombre
mayor con barba gris colgando de su pecho y penetrantes ojos negros.
-"¿Qué buscas aquí, guerrero?" preguntó el hombre.
Phelan se movió para que ella quedara detrás de él. Se inclinó para ver
alrededor de su hombro y obtener una mejor vista del anciano. Sus hombros
estaban ligeramente doblados, y él llevaba un palo grande en la mano
derecha. El pelo gris recogido en una cola ordenada en la base de su cuello.
Llevaba un chubasquero, de color verde oscuro, chaqueta de estilo militar

sobre una camisa de color canela. Pantalones negros y botas completaban su
atuendo. Phelan dejó escapar una respiración lenta. "Estamos buscándole a
usted, en realidad."
-"¿Por qué?"
-"Hemos encontrado información de que los druidas de Skye podrían ayudar

a contener al selmyr."
A la mención de las criaturas, Aisley vio que el cuerpo del anciano dio un
ligero tirón. Así que sabían lo que el selmyr era.
Tal vez Phelan había tenido razón en querer venir aquí.
-"¿Quién es usted?", Preguntó el hombre.
-"Phelan Stewart. Traigo un druida descendiente de aquí, se llama Aisley.

¿Y su nombre es?"
La mirada del anciano se detuvo sobre Aisley. Ella se negó a apartar la

mirada. ¿Por qué iba a encogerse ante un hombre de edad cuando con Jason
no había sido capaz de hacerlo? De alguna manera se mantuvo firme.
-"Corann," respondió el hombre. -"Usted nos ha encontrado, pero si le

ayudamos o no eso queda por ver, Guerrero.
Phelan le apretó la mano y comenzó a seguir a Corann cuando se alejaba.

Aisley dudó un momento preguntándose por qué Corann la había mirado de
una manera tan extraña.
-"No lo hagas," dijo una voz femenina detrás de ella.
Aisley volvió para ver los mismos ojos azules vivos de antes, mirarla. De
cerca veía que el druida tenía solamente veinte años.
-"No hacer qué?"
-"Decirle a Phelan tu secreto."
-"Él necesita saber," susurró Aisley. Ella arrugó su rostro mientras miraba a
la mujer.
-"¿Quién eres tú? ¿Y cómo lo sabes? "

-"Soy Ravyn. Lo sé porque el viento me lo dijo".
-"Entonces debes entender que se lo debe contar. Él tiene derecho a

saberlo".
La tristeza apareció en la cara de Ravyn. -"Lo sé, pero no puedes hacerlo

aquí. Si lo haces, Phelan te matará como has adivinado. Entonces
tendríamos que matarlo por hacerte daño".
-"No entiendo." Aisley se frotó la parte posterior de su cuello, donde había

comenzado un dolor sordo. -"Ya sabes que soy una Drough. Estoy conectada
a Jason Wallace. Puedo parar a mi primo, si cedo al maligno. Y entonces mi
muerte será la respuesta”.
-"Quizás. Pero voy a decírselo a Phelan en Skye.”
-“No si deseas nuestra ayuda con el selmyr".
Fue un chantaje simple y llanamente.
Sin embargo, aceptó Aisley la amenaza de Ravyn.
Después de todo, Aisley no dispuesta a decir nada a Phelan y echar a perder

lo que tenían.
Aisley volvió a mirar a Phelan y a Corann. Phelan se situaba muy por encima
de los que lo rodeaban. Él llamaba la atención con su buena apariencia y la
seguridad que mantenía sobre sí mismo.
Él podría haber sido un gran señor o incluso un poderoso gobernante, si
Deirdre no se lo hubiera llevado. Pero no lo fue, porque Phelan fue atrapado y
ahora estaba en el siglo equivocado. Era un hombre para ser respetado.
-" Lo amas " declaró Ravyn. " Pero hay que esperar para compartir tu
secreto. Se necesita a Phelan”.
-"Yo sé que se le necesita. Es importante en la lucha contra el mal.

Pero porqué quieres matarle solo por el hecho de que matándome estaría
haciendo lo correcto?
Aisley había oído suficiente. Ella comenzó a andar después de Phelan sólo
para sentir Ravyn moverse tras ella. Su voz, cuando alcanzó Aisley, era
apenas un susurro. El viento barrió a través de su pelo en el momento
exacto, el envío de una sensación de hormigueo a lo largo de su piel.
-" Él es un príncipe”
CAPITULO 32
Castillo MacLeod
Camdyn Mackenna dio un golpecito con el dedo sobre la mesa con aire
ausente. La cena había terminado, pero nadie abandonó la gran sala. Salió de
su propia casa, una casa que había construido con azafrán fuera del escudo
que protegía el castillo.
Camdyn había llevado a su esposa e hija al castillo para mantenerlas a salvo,

pero él estaba empezando a preguntarse si había un lugar así. Antes, nunca
se hubiera hecho esa pregunta. Todos se reunieron en el castillo.
La combinación de la magia dentro de las rocas, la magia de los druidas junto

con los poderes de los guerreros hicieron del castillo una fortaleza que muy
pocos podrían atravesar.
Pero esas cosas ya no eran reales.
Podía ver la tensión de ese conocimiento sobre el rostro de cada guerrero.

Los druidas no eran inmunes a ella tampoco, pero las mujeres eran mejores
ocultado su ansiedad.
-"Prefiero no hacerlo", La voz de Broc hizo eco a través de la sala.
La mirada de Camdyn giró hacia donde Broc estaba, Fallon, Arran, y Ramsey
se situaban en el otro extremo de la larga mesa de madera. La conversación
en la sala se calmó cuando todos volvieron su atención a los cuatro hombres.
-"No te estoy pidiendo que lo busques, "argumentó Fallon.
Broc cruzó los brazos sobre su pecho, sus ojos marrones oscuros
estrechándose peligrosamente. -"Eso es exactamente lo que quieres que
haga. Phelan dijo que llamaría a Charon cuando tuviera noticias".
-"Pero eso es algo que no ha hecho!” Bramó Fallon.
Arran levantó las manos entre los dos hombres. -"Tranquilos, muchachos.
Estamos todos irritados. Recordad eso."
Fallon inhaló profundamente, sin apartar los ojos de Broc. "Necesito saber
dónde está Phelan."
-"Tendrás una buena razón para ello, entonces, " Ramsey declaró con calma,
su voz mezclada con un borde duro. " No sabes por qué Broc ha dicho que
no".
- “¿Qué porqué lo necesito? "Fallon gritó.
Una ceja negra se levantó en la frente de Ramsey cuando observó a Fallon.
-"Pura cortesía con nosotros, mi amigo. Nunca has tenido problemas
confiando en Phelan antes. Por qué estás tan preocupado?"
Camdyn se levantó del banco y se dirigió hacia el grupo. -"Eso es fácil de
responder. Larena. Es la única razón que puedo entender por qué Fallón
necesita a Phelan".
-"Su sangre ", dijo Fallon mientras empezaba a caminar. "Quiero su sangre
para tratar de ayudar a mi esposa. "
Camdyn echó un vistazo a azafrán que estaba de pie con las otras mujeres
cerca de la chimenea. Él haría cualquier cosa por azafrán, por lo Camdyn
comprendió por qué para Fallon era tan insistente la búsqueda de Phelan.
-"Nosotros necesitamos que Phelan esté por ahí", dijo Arran en el silencio.
Fallon resopló. -"¿Por qué? Porque así él y Malcolm pueden seguir

encontrando… nada? "
-"¿Tú, Lucan, o Quinn descubrieron a Wallace?", Preguntó con rabia Broc.

Camdyn y Ramsey intercambiaron una mirada.
Cuando Fallon miró a Camdyn este dijo: "Es verdad. Todos sabemos lo que
habéis estado haciendo". "Esto en cuanto a los secretos," Murmuró Quinn
desde su posición apoyada en la pared.
Ramsey miró alrededor de la sala. -"No hay secretos aquí. Todo el mundo
debe saber que…".
-"Dejar a Phelan solo", dijo Broc. -"Lo necesitamos por ahí en busca de
Wallace."
Arran bajó las manos. -"Phelan tiene una druida con él ahora, por lo que no
pasará mucho tiempo antes de que él la traiga a nosotros. Vamos a hablar
con él, entonces tratara de ayudar a Larena ".
-"Puede que sea demasiado tarde", dijo Fallon cuando él se alejó.
Camdyn lo vio salir. Dio un paso para seguirle cuando la dulce magia del
azafrán se apoderó él. Camdyn la alcanzó justo cuando sus ojos comenzaron
a arremolinarse en blanco con una visión. Él la tomó en sus brazos,
sosteniéndola con fuerza contra él.
Ella era una vidente, era una rareza de Druida en el mundo, pero nunca se
acostumbró a las visiones que ella tenía. Cuando finalmente parpadeó
azafrán, el color rojizo volvió la mirada hacia él una vez más. "Lo sé",
susurró.
-"Saber qué, amor?"
-"Yo sé por qué Britt no puede terminar su investigación sobre la sangre

Drough." Azafrán tragó saliva, sus dedos clavándose en su brazo. -"Es
Jason."
-"¿Qué pasa con él?", Preguntó Lucan al lado de ellos. Camdyn esperó con
impaciencia a los otros mientras azafrán dejó que su mente vagara a través
de los destellos que su magia le dio. Las visiones no siempre eran claras. A
veces le tomaba días a azafrán saber exactamente lo que sus visiones habían
estado tratando de decirle. Azafrán se puso de pie con la ayuda de Camdyn,
aunque ella no lo dejó ir.
Britt puede buscar por toda la eternidad un marcador en la sangre que le

diga qué es lo que tiene de diferente pero nunca lo encontrará”, dijo la
vidente.
Gwynn entregó a Azafrán un vaso de agua y le preguntó: -"¿Qué quieres
decir?"
Camdyn podía sentir la agitación que salía de azafrán a través de las ondas
de su magia. Estaba enfadada, asustada y preocupada. Mantuvo un brazo
alrededor de ella para ofrecerle todo el apoyo que pudo.
-"No hay nada científico que pueda encontrar Britt," dijo azafrán. -"Jason
añadió más mal."
Hayden frunció el ceño y sacudió la cabeza. -"Eso no tiene sentido. Los

Drough son el mal".
-"Así son los dioses dentro de nosotros", señaló Logan. "Si vas por esa teoría
entonces la sangre Drough no debería hacernos daño".
Azafrán se sacudió de los brazos de Camdyn cuando Emma se puso a llorar.

No fue hasta que Azafrán tuvo a su hija de nueve meses de edad en sus
brazos que ella fue capaz de tomar una respiración profunda.
-"La sangre Drough es mala. Lo que Jason ha hecho es potenciar más ese
mal. "Azafrán besó la cabeza de Emma y encontró la mirada de Camdyn.
-"Lo vi. Vi a Jason pidiéndole a Satanás ayuda para derrotarnos. La respuesta

fue que ninguno de los guerreros podría recuperarse por completo de la
sangre Drough".
Camdyn tomó la mano de azafrán y miró a sus compañeros de armas. "Britt

tiene que dejar de buscar ese marcador y terminar lo que está haciendo para
que podamos contrarrestar la nueva sangre Drough".
-"Eso va a ser condenadamente difícil sin el marcador", dijo Britt desde lo

alto de la escalera. -"Yo necesito ese marcador para hacer un antídoto. Tanto
si la sangre utilizada es o no un marcador, tengo que encontrarla.
Y la voy a encontrar".
El azafrán se levantó y entregó a Emma a Camdyn. -"Entonces te ayudaré. "

Camdyn esperó hasta que azafrán se perdió de vista antes de volverse hacia
Fallon.
-"Tú no eres el único que quiere proteger a su mujer. Necesitamos saber

dónde está Wallace".
-“Y yo no he tenido ayuda", dijo Broc, su voz mezclada con ira.
-"Wallace puede o no puede estar en este mundo". Quinn se frotó la barbilla.

-"Entre dos mundos tal vez? Ahí es donde estaba Deirdre".
-"¿Eso importa? ", Preguntó Isla. Galen observó las garras verdes como se
extendían desde sus dedos.
- "No. Porque Wallace va a morir como los otros drough lo hicieron antes que
él." Broc dio una palmada en el hombro Galen.
-"Es posible que no sepamos donde atacará, pero sabemos que está
viniendo. Le conocemos menos, pero ganaremos la batalla".
-“Vamos a ganar esta vez, " dijo Ramsey.
Una agonía inmensa cruzó a través de él, aguda e intensa. Gritó, aunque no
tenía voz, cuando comenzaron sus huesos a juntarse. La angustia le invadió
cuando pesó que estaba llegado al final.
El tormento de sus músculos y tendones reformándose era más tortuoso que

con sus huesos. Luego vino su carne. Fue horrible, la picadura de nuevo, el
estiramiento de la piel sobre su cuerpo hizo que sus pulmones ardieran
Tardó un momento en darse cuenta de que tenía órganos una vez más. Antes
de que pudiera disfrutar de ello, que estaba siendo arrancado de la nada.
La lluvia mojaba su piel cuando abrió los ojos para encontrarse a sí mismo en
cuclillas, con los dedos apoyadas en el suelo. Él clavó los dedos en la hierba
húmeda y echó hacia atrás la cabeza.
Él dejó escapar un bramido que había estado encerrado dentro de él por lo

que parecieron siglos. Lentamente se puso de pie y bajó la vista a sus
manos.
Sus huesos estaban agarrotados cuando abrió y cerró los dedos. Él respiró
hondo y soltó lentamente el aire. Sus ojos estaban desenfocados, y tardó
varios parpadeos antes de que pudiera volver ver.
Una sonrisa se formó en su cara cuando se encontró de pie en el patio

trasero de su casa. Lo que quedaba de su mansión eran unas columnas
negras y escombros por todas partes.
Con un movimiento de su mano la mansión fue restaurada a su antigua

gloria. Se dirigió a la puerta trasera y entró. Un espejo en el largo pasillo le
llamó la atención. Se detuvo y miró su cuerpo desnudo antes de encontrarse
con los ojos azules de su reflexión.
Una sonrisa sin un ápice de bondad o piedad apareció en sus labios. -"Volví."
Su primera orden del día era Aisley. Su prima le debía su vida.
CAPITULO 33
Phelan quiso mirar alrededor de la piscina del hada más. Esa era la verdadera
hada de la piscina, no las piscinas turísticas que aparecieron en Skye
después. La mirada de Aisley estaba tratando de visualizar todo cuando
Corann los condujo hacia el frente del acantilado. Corann agitó su mano en
un amplio movimiento de barrido y las rocas comenzaron a brillar. El cuerpo
de Phelan corrió con emoción cuando la entrada de una cueva apareció.
Corann cruzó sin mirar hacia atrás. Phelan puso la mano en la espalda baja
de Aisley y la instó adelante cuando ella vaciló. Phelan no estaba seguro de
cuántos druidas les rodeaban ya que se mantenían ocultos, pero la joven
Druida de pelo negro que había hablado con Aisley fue la última en entrar en
la cueva. Phelan vio cientos de símbolos celtas marcados a lo largo de las
paredes de la estrecha entrada antes de abrirse en una caverna bajo-
colgante. "Esto es lo más lejos que puedes ir," dijo Corann cuando se detuvo
y se encaró con él. Saltó fuego entre Phelan y Corann, las llamas saltando de
forma errática y bailando en os ojos negros de Corann que lo observaba.
Phelan no tenía nada que ocultar. Permaneció inmóvil mientras Corann
terminó su inspección.
-"Podrías haber hecho esto afuera", dijo Phelan.
Corann gruñó y se sentó en un tronco que había sido cortado para hacerse un
taburete. Mantuvo la mano en el bastón y se colocó la otra en la parte
superior de su muslo. "Podría haberlo hecho. Pero preferí que no,
Quería ver si yo podía entrar en la cueva," dijo Phelan.
Una sonrisa se dibujó en el rostro envejecido de Corann. "Sí. Deberías hacer

algo con tu ira, guerrero?"
-"¿Debería?
-"Humm." Corann pasó su mano izquierda por la barba.
-"Siéntate. Hablaremos."
Phelan se dejó caer a otro taburete. Cuando Aisley no lo siguió, volvió la

cabeza para encontrar su mirada fija en Corann. Phelan le cogió la mano y
tiró de ella hacia el taburete a su lado.
-"¿Qué pasa? ", Preguntó en un susurro.
Aisley sacudió la cabeza, sin mirarlo a los ojos.
-"Usted ha sido atacada," dijo Corann a Aisley.
Cubrió las heridas en su camisa con la mano.-" Phelan me sanó. "
-"Nosotros lo vimos."
-" Usted vio como fui atacada y no hizo nada?" Phelan se alegró cuando
Aisley hizo la pregunta, ya que había estado en la punta de su lengua.
Corann se encogió de hombros. -"Estábamos demasiado lejos. "
-"Unos Cojones.” Dijo Aisley suavemente, pero el impacto fue como un

puñetazo. Phelan sonrió para sí por el espíritu de su Druida.
-"¿Prefieres oír que no quisimos ayudarte?" le dijo la chica del pelo negro.
La cabeza de Corann se volvió a su dirección. -"Ravyn."
Eso es todo lo que hizo. Esa sola palabra y la joven no dijo otra más.
-"Usted no confía en nosotros", dijo Phelan. -"Entendemos eso. Como le dije

a usted, que hemos venido por su ayuda y nada más. "
-"¿Está todo bien?"
Phelan sintió que la pregunta de Corann iba dirigida a él, pero los ojos del
anciano estaban en Aisley. Phelan se inclinó hacia delante para apoyar los
codos en los muslos. "Usted sabe sobre los selmyr."
Corann dio un solo movimiento de cabeza.
-"¿Nos puede decir algo de ellos?" preguntó Aisley.
-"Yo puedo decir que estaréis seguros en Skye. Durante un tiempo. El selmyr
se alimentará en otro lugar Hasta que no haya no más de lo que alimentarse.
Sólo entonces ellos pueden que vengan a Skye. "
Phelan se pasó una mano por la cara, su mente corriendo con distintas
posibilidades. -"¿Cómo pueden los seres mágicos luchar contra el selmyr?"
-"No se puede". No, a menos que seas un guerrero."
Eso no era lo que quería oír Phelan. -"Los druidas están en peligro?"
-"Sí", Corann dijo.
-"¿Cómo se contuvo al selmyr la última vez?"
-"Lo hicieron mis antepasados. El selmyr debería haberse quedado atrapado.

¿Qué pasó?"
-"Parece que sabes todo lo demás," dijo Aisley. "¿Por qué no sabes esto?"
Corann no dijo una palabra mientras miraba desde Aisley a Phelan.
Phelan ladeó la cabeza hacia un lado. -"Las cosas pasan. Estábamos

ocupados luchando contra droughs. Mientras nosotros estábamos buscando
un hechizo que podría obligar a nuestros dioses quedarse dentro una vez
más, un druida accidentalmente destapó el selmyr ", dijo Phelan.
-"Eso es lamentable." Corann se puso de pie y comenzó a pasearse con pasos
lentos. "Como estoy seguro de que ya has visto desde tu llegada a Skye,
Guerrero, nuestros druidas son poderosos. No tenemos la misma magia
potente que mis antepasados, pero todavía somos fuertes".
-"Sí", Phelan estuvo de acuerdo.
-"Incluso con nuestra magia, no sé si será suficiente para capturar al selmyr

de nuevo."
-"Ya veo." Dijo Phelan.
Corann temía al selmyr, y le dijo que se había necesitado de una increíble

cantidad de magia y habilidad para atrapar a las criaturas antes. "
¿Hay alguna manera de que los guerreros puedan ayudar a capturar al

selmyr? "
Corann se detuvo y se encaró con él. "Perdimos cientos de druidas la primera

vez. Nosotros no podemos sacrificar más ahora".
-"Sé dónde hay más druidas." Le dijo Phelan.
-"Te refieres a los que están en el castillo MacLeod?" replicó Corann
Phelan asintió, sin sorprenderse de cómo Corann lo sabía. -"Parece que sabes
un poco, viejo."
-"No tanto como usted puede pensar. Sé del Castillo MacLeod. Sé que hay
druidas que viven con Guerreros allí".
Había algo en el tono de Corann que encendió las alarmas en Phelan. Él

entrecerró los ojos en el Druida.
-"Es posible que desees moderar tu tono. Esos guerreros de los que has oído
hablar son los que han impedido que Deirdre y Declan se apoderen del
mundo. Esos druidas los que hablas han hecho lo mismo, mientras que han
encontrado a sus compañeros entre los guerreros. Durante siglos, algunos de
ellos han vivido esperando el momento en que Deirdre volviera a aparecer
para matarla".
-"Cosa que hicieron", agregó Aisley.
Corann no parecía impresionado. "Sea lo que fuere, Guerrero, la última vez

que un druida se asoció con uno de clase reinó el caos".
-"¿Se refiere a Deirdre?" Phelan luchó para mantener la calma. -"Esa perra se
había interpuesto en mis planes mucho antes de que ella desatara nuestros
dioses".
Corann se burló. -"Esa es una historia contada a los jóvenes druidas. Deirdre
nunca tuvo la magia suficiente para hacer tales cosas."
Phelan se puso de pie. Fueron sólo las manos de Aisley en su brazo lo que le
mantuvo inmóvil. "Dígame por qué no cree que eso pasó, viejo. Yo sé la
verdad. Yo estuve ahí. Ella desató mi Dios y me mantuvo encerrado en esa
horrible montaña por más de cien años".
Aisley tiró de él para marcharse, pero permaneció clavado en el suelo.
-"Ha habido druidas que rechazaron nuestra oferta de ayudarles", continuó

Phelan. "Esos druidas ya no están. Deirdre acabó con ellos. Declan hizo su
parte también. El nuevo Drough que está causando estragos similares es
Jason Wallace. Él sabrá que he estado aquí. El vendrá por usted.
Sin nuestra ayuda, ¿cuánto tiempo cree usted que usted y sus druidas serán
capaces de mantenerse con vida? "
-"¿Es una amenaza?", Preguntó Corann.
-"Es una declaración. Hagan con ella lo que quieran".
Corann apoyó el final de su bastón en el suelo. -"Eres malo, guerrero"
-"El dios dentro de mí lo es, sí. No permito que mi dios tome el control. Yo
tengo el control. Llamo a mi Dios cuando necesito".
Corann levantó su bastón y apuntó a Aisley. "¿Cuál es tu excusa para estar

con un Guerrero?" Phelan bajó la mirada hacia ella para ver el pulso de Aisley
latir con fuerza en la garganta. Aisley temía a éstos Druidas. Eso en sí mismo
lo enfureció. Ella era uno de ellos. Ellos debían darle la bienvenida, no
condenarla por estar con él.
-"Es un buen hombre. No sólo me ayudó, también me ha protegido, "ella

contestó de una manera clara en voz.
Corann devolvió el bastón a su lado y se inclinó sobre ella. -"¿Contra qué

necesitas protección?" Phelan había oído suficiente. Si ella no lo diría, desde
luego él no se lo iba a contar a Corann.
-"Hay cosas en su pasado. Eso es todo lo que necesita saber".
-"Ella es un druida," dijo Corann. "Ella tiene la magia para protegerse a sí

misma."
Ese mismo pensamiento había pasado por la mente de Phelan. Él sabía lo

poderosa que Aisley era como druida, pero eso no le impidió desearla. -"Ella
es... especial."
Las cejas espesas de grises Corann aumentaron con su respuesta. "¿Es eso
así?"
-"Yo no he venido a darle una lección de historia sobre mi vida o para validar
lo que mis amigos y yo hemos tenido que para proteger a este mundo. Vine
por su ayuda en la captura del selmyr. Si no va ayudarnos, dígalo y dejaré de
perder el tiempo".
-"Voy a pensar en ello. Podéis permanecer aquí esta noche. Si yo no estoy en

la mañana, usted tiene su respuesta".
Corann luego se dirigió a la parte trasera de la cueva con el druida de pelo

negro y ambos desaparecieron con prontitud.
-"Wow," dijo Aisley.
Phelan gruñó. -"Creo que ya tenemos nuestra respuesta."
-"Así que vamos a comenzar de nuevo ahora." Se tiró de un mechón de pelo

que colgaba junto a su mejilla.
-"Hemos tenido un largo día. Vamos a quedarnos. Además, quiero echar una
mirada más cercana al hada de la piscina".
-"Yo sabía que ibas a decir eso", dijo con una mirada astuta.
Juntos dejaron sus paquetes y miraron por encima del agua. El sol estaba
bajo en el cielo, con un brillo de color naranja intenso.
-"¿Cuál es la leyenda?", Preguntó Aisley.
-"El Fae, por supuesto." Dijo Phelan
-"¿En serio? Hadas? "
-"Fae", le corrigió. "Y ellos no son como los han representado en las películas.
Son de nuestro tamaño y no tienen alas".
Se acercó a la entrada y apoyó un hombro contra las rocas. La cascada era

tan ruidosa que ella tuvo que levantar la voz cuando ella le preguntó:
-"Entonces deduzco que son muy mágicos?"
-"Sí", respondió, a su lado. "Por supuesto. Pero no todos son buenos. Algunos
están en la oscuridad". La luz se desvaneció un poco de sus ojos, casi como
si sus palabras le hubieran entristecido.
-"Hay mal en todos lados." "En todas las dimensiones, y también buenos".
Ella deslizó sus manos en los bolsillos traseros. "La gente piensa que eres
malo. Yo sé que no lo eres. Cómo ¿lidias con eso?"
-"No hago caso." Dijo Phelan
Cuando eso no consiguió una sonrisa, intentó otra táctica. "Cada persona,
cada animal tiene la capacidad de ser bueno o malo. Ellos deciden qué lado
alimentar más". "¿Cómo decidir?" Suspiró y volvió a pensar en esos largos
días de soledad, y llenos de oscuridad. "Soy terco.”"¿Crees que la gente
puede cambiar?" preguntó Aisley.
-“Por supuesto, lo he visto” dijo Phelan.
Su lengua pasó por encima de sus labios cuando ella se volvió a mirarlo. "No
estoy orgulloso de mi pasado o la mayor parte de mi decisiones. No siempre
he hecho lo correcto".
-"Nadie lo hace. No puedes pretender ser perfecto".
-"Otros no estarían de acuerdo”, dijo Phelan.
Quiero saber más de los Fae ", instó Aisley.
Phelan la dejó cambiar de tema. -"Se dice que los Fae oscuros capturan a las
jóvenes. Los aterrorizan y los torturan, toman su inocencia hasta que no
queda nada más que una cáscara, o los matan. A los Fae oscuros también les
gusta tentar a los hombres".
-"¿Quiero saber lo que hacen a los hombres?"
-"Las hembras los usan para el sexo. Se convierten en esclavos de los

oscuros hasta que su única forma de sobrevivir es mediante el intercambio
de sus cuerpos con los Fae”.
-" Y aun así deseas echar un vistazo más de cerca a esas cosas?", Se
preguntó Aisley con incredulidad.
Phelan sonrió. Oh, sí, lo deseo.
CAPITULO 34
Un príncipe. Phelan era un príncipe.
Las palabras se repetían una y otra vez en la cabeza de Aisley. Ella quería
descartar lo que Ravyn le dijo, pero algo dentro de Aisley vaciló.
Había una posibilidad muy real de que Ravyn tuviera razón y Phelan fuera
descendiente de la realeza. Eso explicaría la actitud seguro de sí mismo y su
innata confianza.
-"¿Quieres ir a nadar?", Preguntó Phelan.
Ella se atragantó con una risa. -"¿En serio?"
-"Aye, belleza." Sus ojos brillaban con una luz malvada que hizo que se le
acelerara la sangre. -"Tienes miedo, hace demasiado frío para ti?"
-"Soy escocesa, recuerdas?"
Él simplemente sonrió a su respuesta antes de levantar una ceja y quitarse

las botas.
Aisley medio esperaba que fuera una broma. Cuando la segunda bota golpeó
las rocas y se quitó la camisa, sabía que era demasiado tarde.
En cuestión de segundos, estaba desnudo. Le guiñó un ojo antes de correr

los pocos pasos hasta la orilla del agua y se sumergió en ella.
Se quedó sin aliento cuando vio las rocas, y luego dejó escapar una
respiración áspera cuando él las esquivó.
-"Insano. Eso es lo que es para mí ", murmuró para sí misma.
Salió a la superficie y se volvió a mirarla. Phelan señaló con la cabeza,
sacudiendo el pelo de la cara mientras le caía el agua.
No había duda de que ella había querido tocar el agua desde que la vio por
primera vez. Pero la explicación de Phelan del Fae oscuro la hizo dudar. Ella
podría ser un druida, pero ella no tenía idea de cómo funcionaría su magia en
el reino Fae. O si lo haría en absoluto.
Su mirada se cruzó con la de Phelan, y todos los pensamientos se

desvanecieron. Nada importaba. Jason, los druidas o los Fae.
Sólo Phelan. Las manos de Aisley temblaron cuando ella comenzó a

desvestirse. Era su amor por Phelan lo que la asustaba y al mismo tiempo le
daba fuerzas. Ella dudaba de que alguien lo entendiera porque ella no lo
hacía.
Ella tiró de la cola de caballo que sujetaba su pelo y sintió el peso de su

gruesa melena cayendo en su espalda. Phelan nadó más cerca del borde,
esperando por ella. Él extendió la mano hacia ella, sus ojos de color gris
azulado oscurecidos con un anhelo que comprendía demasiado bien.
Aisley le tomó de la mano y le permitió tirar de ella suavemente hacia el

agua. El líquido de color verde esmeralda estaba fría contra su piel caliente,
pero no tan fría como las heladas profundidades de la mayoría de los lagos.
-"Nunca he conocido a una mujer como tú." Dijo Phelan.
Aisley disfrutó el cumplido, pero sabía la clase de hombre que Phelan era.
-"En todos los siglos de vida que tienes, pretendes que crea nunca has
encontrado a una mujer de esa clase"
-"Sí." Dijo Phelan
Ella tragó. La verdad de sus palabras brillaba en sus ojos. Aisley se alejó de
él, de repente insegura de a dónde iba con la conversación. Ella sabía lo que
sentía, y aunque ella ansiaba el afecto de él, Aisley nunca podría permitirse
que él la amara.
-"No soy quien crees que soy."
-"Ah, pero lo eres, belleza."
Ella sacudió su cabeza. -"He visto la preocupación en tus ojos cuando te

conté los secretos de mi pasado. Tienes miedo de lo que voy a decirte".
-"Olvida el pasado", dijo Phelan mientras nadaba hacia ella. "El pasado es el
pasado."
-"Es más fácil decirlo que hacerlo."
Ella no se alejó al llegar a ella y tiró de ella en sus brazos.
-"Yo no te lo dije al principio, porque yo no quise. Después no te lo dije

porque sabía lo que podrías pensar de mí ". "Y ahora no me importa hacerlo."
-"Tú necesitas…"
Él cortó sus palabras colocando un dedo sobre sus labios. Ella fue empujada
contra las suaves rocas desgastadas por el agua. Su corazón se aceleró, su
sangre quemaba. Y su cuerpo le dolía. Todo por Phelan. Él podría convertirla
en una desenfrenada con una simple mirada. Su sangre podía curar, pero fue
su toque lo que la devolvió a la vida porque él la había hecho sentir algo
bueno y nuevo por primera vez. Aisley había olvidado lo que era. Sufrió,
soportó mucho, pero nunca se había sentido tan cuidada, como cuando
estaba en los brazos de Phelan. Sus dedos se deslizaron alrededor de su
cuello para ahuecar la parte posterior de su cabeza. El agua se movía
sensualmente entre ellos. Los labios de Aisley se separaron en un suspiro
cuando el cuerpo de Phelan se deslizó contra el de ella, frotándose contra sus
pezones.
-"Condenadamente hermosa," murmuró. Sus ojos de color gris azulado la

miraban desde debajo de sus gruesas pestañas negras. Su gran mano
sostenía su cabeza firme mientras que él bajó su cara a la de ella. Sus ojos
se cerraron en el primer roce de sus labios. El beso fue lento, agradable, y en
conjunto romántico. Aisley nunca había recibido nada romántico en su vida, y
el beso de Phelan la tomó su sorpresa. Phelan no dejó que se retirara. En
cambio, profundizó el beso, exigiendo más. Ella no dudó en darle a él todo lo
que ella era, incluso la parte de ella que desde niña había estado guardando
para sí misma y para sus futuros sueños. Aisley alejó el dominio y el control
fuera de sí misma. Ella le dio todo lo que tenía, incluyendo lo que quedaba de
su alma. Phelan nunca sabría que robó su corazón y que tenía su alma en la
palma de sus manos. Fue su regalo para él, ella misma. Su otra mano se
extendió sobre su espalda, sosteniéndola con fuerza contra él. No fue hasta
que la cascada cayó sobre su cabeza que se dio cuenta de que se habían
movido. Ella rompió el beso y se rió mientras el agua se derramó sobre ella.
Un momento después se movieron de nuevo por lo que el agua caía como
una cortina detrás de ella.
-"Detrás de la cascada se encuentra la puerta de la Fae. ¿Deberíamos ir? Dijo

Phelan
Aisley sacudió la cabeza. -"Ha habido demasiadas interrupciones en el día de

hoy. Los Fae pueden esperar."
-"Justo lo que quería escuchar", murmuró Phelan antes de besarla de nuevo.

Sus piernas se enredaron debajo del agua. Los brazos de Aisley se posaron
alrededor de él, mientras que los músculos se movieron bajo sus palmas. Era
la seducción, la persuasión, y la tentación. Era el deseo, la excitación y la
decadencia. Todo eso hacía que se le secara la boca, y el corazón le palpitara
fuertemente, ante ese hombre que ninguna mujer podría resistir. Y menos a
ella. Su mano se movió entre sus cuerpos. Ella gimió cuando él deslizó un
dedo dentro de ella antes de frotar su clítoris en círculos pequeños y rápidos.
Su respiración se hizo entrecortada, pero cada vez que trataba de envolver
sus piernas alrededor de él, él no se lo permitía.
-"Aun no belleza, "susurró entre besos.
Eso no era lo que quería oír. Su cuerpo quería liberación. Cada beso que
compartieron, cada contacto que tuvieron durante todo el día había sido
como una lenta y tentadora seducción. Habían hecho el amor rápida y
frenéticamente. Habían hecho el amor salvajemente. Pero nunca como ahora.
Las caricias sin prisas, los besos lánguidos estaban llevando a Aisley a un
lugar en el que temía perderse. Un lugar en el que se olvidaría de quien era.
Cuando ella puso una mano alrededor de su muñeca y se encontró con su
mirada, Aisley sabía que no podía negarle nada. Incluso si lo que él quería de
ella fuera su verdad. No hubo intercambio de palabras. No había necesidad.
El hambre, la pasión entre ellos fue suficiente.
Aisley sumergió los dedos en su pelo mojado y lo besó. Esta vez, cuando
nadaron a través del agua, la llevó a una roca grande y plana que estaba
medio sumergida en las profundidades de color esmeralda.
La colocó cuidadosamente sobre la piedra para que sólo sus piernas inferiores
colgaran en el agua. Él se apoyó sobre ella antes de que él se inclinara para
besar primero un pezón y luego el otro.
Sus dedos se clavaron en sus lados, mientras trataba de llevar su mitad

inferior fuera del agua. Pero él tenía ideas diferentes.
Movió una de sus piernas hacia su hombro. Sus manos se apartaron para
agarrar la roca, mientras que él cambió su cuerpo. Un segundo más tarde, la
otra pierna estaba apoyada en el hombro también.
El sexo de Aisley se apretó cuando su cabeza bajó hacia sus muslos. Mantuvo
sus caderas agarradas, la miró con sus hermosos ojos de color azul grisáceo,
y luego la lamió.
Su espalda se arqueó fuera de la roca.
Phelan no podía apartar los ojos de Aisley. No era sólo su belleza o su

magnífico cuerpo. Era su pasión. Ella lo dejó sin aliento por la necesidad y el
dolor por más. No importaba cuántas veces la tenía, nunca eran suficientes.
Ese pensamiento le debería dar que pensar. Ella sabía lo que era y no estaba
tratando de cambiarlo. Su aceptación por todo lo que era lo sacudió. Phelan
asumió que aunque volviera a caminar por la tierra durante otra eternidad
nunca volvería a encontrar a nadie como Aisley.
No sabía lo equivocado que iba a estar.
La satisfacción corría por él cuando sus gemidos llenaron el aire. Parecía una
diosa extendida al sol, fuera en la roca con la tenue luz en el cielo y las aguas
esmeralda de la piscina lamiendo su piel.
Le encantaba el sabor de ella, pero ansiaba más. Phelan se levantó del agua
y se inclinó sobre ella.
Los ojos de color leonado de Aisley se abrieron. Sus pupilas se dilataron

mientras le miraban. Inmediatamente las manos de ella estaban sobre él,
instándolo sobre ella.
Phelan la llenaron con un solo golpe. Sus uñas arañaron su espalda mientras
ella se estremeció debajo de él.
Él cerró brevemente los ojos y saboreó la sensación de estar rodeado de sus

paredes calientes, apretadas.
Era lo más parecido al cielo que había encontrado nunca. Miró hacia abajo
mientras lentamente se retiró de ella.
Sus labios se separaron, su pecho se movía mientras ella esperó a que la

llenara de nuevo.
Estableció un ritmo pausado para prolongar su placer. De ninguna de las

maneras permitiría que esto acabara rápidamente.
La piel de Aisley hormigueo en todas partes en las que Phelan la tocó. Ella
estaba preparada, esperando a Phelan para llevarla al paraíso.
Su erección gruesa empujó en ella una y otra vez, extendiéndose en ella,

llenándola. Hizo girar sus caderas mientras se conducía en su interior
provocando un grito en Aisley cuando ella estalló.
Sus manos vagaron por su espalda, sintiendo los músculos contraerse y

expandirse en él. Aisley envolvió sus piernas alrededor de él y suspiró cuando
él se deslizó más profundo.
Él gimió y empujó con más fuerza. Ella le vio agitar los brazos mientras se
mantenía sobre ella y observó la reunión de sus cuerpos. Aisley bajó la vista
al tiempo que su vara gruesa empuja en ella. La vista rastreó su deseo en
algunos grados.
Como si sintiera su elevada necesidad, se inclinó y rozó sus dientes sobre su

duro pezón. Aisley levantó sus caderas para encontrarse con su empuje
siguiente.
Sentía como subía el agua a su alrededor, pero ella estaba demasiado

atrapada en Phelan como para prestarle atención. Sus caderas bombearon
más rápido, más duro. Su cuerpo era de él. Lo único que podía hacer era
aferrarse a él.
El punto culminante fue explosivo cuando Phelan la reclamó. Aisley gritó el

nombre de Phelan mientras que una luminosa luz los envolvió.
Él dio un empuje final y enterró la cabeza en su cuello mientras su simiente

la llenaba. Aisley lo abrazó con fuerza mientras que el placer los llenó a los
dos, envolviéndolos, rodeándolos.
Cuando Phelan fue capaz de levantar la cabeza, sabía que algo profundo
había sucedido. Aisley no solo acaba de tocar su cuerpo como ninguna otra lo
había hecho, sino que también tocó su corazón.
Supo en ese instante que no habría nada en este mundo, o ninguna cosa que
pudiera apartarla de sus brazos.
CAPITULO 35
Phelan podía haber querido desde un principio ver al Hada de la Piscina para
encontrar y conocer a los Fae, pero ahí, en ese momento con Aisley, se
encontró con lo que desde hacía unos meses quería tener, los brazos de
Aisley.
Ella era tan floja como una muñeca de trapo cuando él la levantó del agua y
la llevó a la cueva.
Después de que la acostó, se tendió a su lado y sacó una manta sobre ellos
para que no se quedara fría. El fuego ardía a su lado. Fue entonces cuando
vio comida que antes no había estado allí.
Se dio la vuelta hacia él con un suspiro y apoyó la cabeza sobre su pecho.

Parecía tan natural que él envolviera su brazo alrededor de ella.
-"¿Qué estás pensando?", Preguntó Aisley después de un momento.
Phelan sonrió y jugó con los mechones húmedos de su pelo. -"Qué tú nunca
me preguntaste si llevaba o no condones. ¿Estás utilizando un hechizo para
evitar quedarte embarazada?"
Cuando ella no respondió de inmediato, Phelan la miró. -"Aisley?"
-"Yo no acabé de decirte todo lo que sucedió después de que tuve a mi hija."
Por el tono de su voz, Phelan por dentro se preparó para más malas noticias.
Phelan estaba teniendo dificultades en imaginar que alguien tan maravilloso
como Aisley pudiera haber sufrido tanto. -"No me lo tienes que decir si no
quieres, Aisley."
-"Está bien," dijo ella sin mirarlo. Ella dibujó en el pecho de Phelan con el
dedo. -"Yo quiero. Lo necesito."
Ella respiró hondo y dijo: -"Hubo complicaciones. No recuerdo todo debido a

los analgésicos que me tenían medio sedada, pero tenía algo que ver con mi
caída y la operación. No puedo tener más hijos, Phelan. Así que no hay razón
para que la pida que uses un condón
El haber perdido a su hija y luego aprender que no podía tener más hijos,
parecía como si el destino la tenía tomada con Aisley. Phelan simplemente no
podía entender por qué. La besó en la frente y la dijo "Lo siento." "Es lo
mejor, estoy seguro. Estas cosas suceden por una razón".
Su valiente intento de hacer caso omiso de lo que ha pasado le hizo dolor el

corazón. -"La magia a lo mejor puede ser capaz de solucionarlo", le dijo
Phelan
-"Es mejor de esta forma. Créeme." Dijo Aisley.
A Phelan no le importaban exactamente los niños. Eran ruidosos y

malolientes. Pero en algún momento entre la última vez que había hecho el
amor y ahora, de repente se encontró con que quería ver su barriga crecer
con su niño. ¿Qué le estaba pasando? Aunque lo más alarmante era que no
estaba preocupado por su cambio de actitud.
-"¿Crees que Corann volverá por la mañana?", Preguntó Aisley
-"No. Él no confía en mí. Tenía la esperanza de que tenerte aquí ayudaría".
-"Te equivocaste."
-"Sí. Parece que él desconfiada de cualquier druida que no sea de su clan".
-"Podría ser más que eso." Dijo Aisley preocupada,
Phelan gruñó. -"No es probable. Sé qué tipo de hombre es Corann. Ha estado

a cargo de todo un largo tiempo. Ha pasado muy poco aquí entre ellos y
Deirdre, pero él es un gran protector de su clan.".
-"Encontraste al Hada de la piscina sin embargo."
Él podía sentir su sonrisa contra su pecho. -"Sí. Corann no podía hacer nada
en absoluto. Eso significa que el Fae quería que la encontrara".
-"¿Pero por qué?"
-"Buena pregunta. Tal vez deberíamos ir a través de la cascada y

averiguarlo".
Aisley rodó sobre su espalda, sonriendo. -"Voy a pasar, gracias. Vas y me

dices luego lo que es".
-"¿Qué?" Phelan se puso de costado y apoyó la cabeza con la mano. -"Eres

aventurera, belleza. ¿Por qué dejar pasar una oportunidad así? "
Ella se encogió de hombros, pero él vio una astilla de miedo en sus ojos que
ella no pudo ocultar. "Puede que no sea capaz de usar mi magia en su
mundo".
-"Ah." Ahora todo tenía sentido. -"No lo sabremos hasta que no vayamos."
-"¿Por qué quieres ir?" preguntó Aisley.
Phelan lo pensó un momento y se encogió de hombros. -"Realmente no lo sé.

Parece como si siempre he sabido sobre el hada de la piscina. La he estado
buscando desde que salí de Cairn Toul y de Deirdre".
-"Cuatrocientos años es mucho tiempo para estar buscando algo."
-"Hubo momentos en que no pude llegar a Skye."
Sus ojos se abrieron. -"¿Qué quieres decir?"
-“A veces era el clima que me impedía venir en ferry, otras veces fuertes
corrientes que no me dejaban venir nadando, o cualquier otra clase de fuerza
que hacía mantenerme lejos de aquí muchas veces”.
-"Y porque ahora conseguiste llegar hasta aquí?"
Miró a través de la entrada de la cueva al agua. -"He caminado por estas

colinas, estos valles docenas de veces y nunca he encontrado nada. Creo que
me has traído suerte".
Ella se incorporó y se apartó el pelo de la cara. La tristeza se grabó alrededor

de sus ojos, y sus labios se apretaron en una línea fina. -"No te traigo suerte.
Confía en mí "dijo tristemente Aisley.
-"Vamos a tener que estar en desacuerdo", dijo Phelan y se sentó con ella.
-"¿Por qué cuando trato de decirte un cumplido no te gusta? Pensé que a las
mujeres les gustaban los cumplidos".
Ella sonrió irónicamente. -"Quiero que recuerdes que soy sólo una persona.
Cometo y he cometido errores por los que voy a tener que pagar. Así que
deja de pensar que soy perfecta".
-"Pagar por qué?", Repitió Phelan. -"Belleza, creo que ya has pagado un
precio condenadamente alto. No hay nada más por lo que pagar”.
-"Te equivocas Phelan, sí que lo hay."
Phelan inhaló aire y lo liberó lentamente. -"Esto es lo que has estado

tratando de decirme."
-"Sí."
-"No me importa que me lo digas o no, pero si es tan importante para ti,
entonces me lo dices después de salir de Skye. Yo no quiero que tengas en tu
mente otras cosas que no sean el placer que yo te daré o las maravillas de
este lugar".
El alivio se formó en los ojos de Aisley. -“Me gusta tu idea” le dijo a Phelan.
-"Bien. Ahora… ¿comemos?"
Phelan se alegró cuando la sonrisa de ella volvió a sus ojos mientras le

alcanzaba la comida.
Por un lado ella por ahora estaba feliz de no tener que decirle sus secretos,
pero estaba siendo egoísta. Por el otro Phelan no quería que ella volviera a
revivir los recuerdos más tristes, quería llenarla de cosas buenas mientras él
tuviera esa oportunidad. Tal vez el tiempo que estaban pasando juntos
pudiera borrar algunas de las cosas horribles que le habían ocurrido a ella.
Aisley no se sorprendió al encontrar a Phelan ya levantado cuando se

despertó a la mañana siguiente. Ella se estiró y bostezó antes de sentarse.
Una sonrisa iluminó su cara cuando vio su ropa cuidadosamente doblada en
un montón cerca de ella.
Se vistió y se pasaron los dedos por el pelo. Por primera vez se sintió
agradecida de no tener un espejo para saber lo mal que se veía.
Fue justo cuando terminó de colocar su cabello en una cola de caballo cuando
Phelan entró en la cueva.
-"Buenos días," dijo.
-"Buenos días. ¿Dormiste bien?"
-"Como si fuera necesario preguntarlo. ¿Nunca duermes? "
-"Yo no lo necesito mucho, pero lo hice anoche."
Se sentó y se puso sus zapatos para caminar. -"No hay señales de Corann,
eh?"
-"No. Tenemos una larga caminata de regreso al hotel y con el tiempo,

deberíamos salir pronto".
-"¿Quiere decir salir antes de que tenga la oportunidad de hablar con usted,"
dijo una voz detrás de ellos.
Aisley se dio la vuelta para encontrar a Corann. Ella abrió sorprendida los
ojos y se puso de pie. "¿Qué le pasa con las grandes entradas? ", murmuró.
Phelan cubrió la sonrisa en la limpieza de la garganta. -"Te tampoco lo
esperaba."
-"Obviamente," dijo Corann. -"Hubo mucha discusión durante la noche. El

hecho de que los Fae permitieran que los encontrareis jugó un papel pesado
en nuestra decisión".
Aisley preguntó, -"¿Por qué el Fae le permitió a Phelan encontrar la piscina?"

Los ojos negros de Corann desplazaron a ella. -"La Fae permitió que tanto
usted como Phelan a encontraran la piscina. En cuanto a por qué? No lo
sabemos, muchacha. Desde hace más de seiscientos años nadie fuera de mi
clan ha visto la piscina".
-"Entonces, ¿por qué los Fae no han hecho una aparición? ", Preguntó Phelan.
Aisley odiaba admitir que ella estaba tan curiosa como él. -"¿Puedes ver a los
Fae a menudo?"
-"No" en muchos años ", dijo Corann. -"Pero ninguno de ustedes vinieron
aquí para hablar de las hadas."
Phelan se rascó la mandíbula. -"No. Vinimos en busca de ayuda con el

selmyr. ¿Tiene buenas noticias para mí?"
-"De alguna manera sí."
A Aisley no le gustaba la forma en que Corann se la quedó mirando. Él sabía

que ella era Drough, pero era más que eso. Era como si supiera lo que iba a
pasar con ella en los próximos días.
-"Entonces díganos", dijo Phelan, en voz baja y amenazante.
Corann dudó un momento antes de decir: -"La única manera en que se

podría guardar al selmyr de nuevo es si todos los druidas del Reino Unido se
reunieran aquí".
Phelan dejó escapar una sarta de maldiciones, pero Aisley no iba a dejarlo ir
tan fácilmente. -"Tiene que haber de otra manera. Somos druidas. Hay
poderosos druidas por aquí".
-"Cierto. Eso es verdad, muchacha." Corann pasó la mano por la longitud de

su barba gris. "El problema radica en la búsqueda de la persona que puede
llamar al hechizo".
-"¿Qué?" exigió Phelan.
-"El hechizo fue creado por la magia de una determinada familia aquí en
Skye. Se dice que la línea de la familia murió hace generaciones, pero no ha
habido ninguna prueba de ello. Todavía podría haber uno por ahí que pudiera
realizarlo."
Aisley se sentó a una roca. -"Es difícil decir el hechizo?"
Corann dio un solo movimiento de cabeza. -"Se necesita la sangre de esa

familia con el fin de que pueda llamar al selmyr. Entonces el selmyr no tiene
más remedio que acudir a esa llamada. Cuando lo hacen, pueden ser
atrapados".
-"Por lo que sólo necesita la sangre de esa familia", dijo Phelan. "¿Cuál es el
nombre?"
-"El nombre era Hunter, pero será imposible rastrear ya que esto fue mucho
antes de que los nombres fueran escritos. Pero es más que eso. El Druida
que use el hechizo tiene que ser lo suficientemente fuerte. Si no, el selmyr
arrastrará al druida con ellos, para alimentarse de él por toda la eternidad".
-"Mierda" susurró Aisley.
Phelan miró Aisley. -"He visto al selmyr drenar a un druida en cuestión de

segundos. Y a mí me han picado esos bastardos. No podemos limitarnos a
esperar a su próximo ataque ".
-"No", ella estuvo de acuerdo. "Tenemos que encontrar a ese druida."
De repente Phelan sonrió. -"Broc. Él puede encontrar a cualquier persona, en

cualquier lugar. Broc puede encontrar a quién estamos buscando para."
-"Deben de tener la magia," Corann les recordó.
Aisley se paró cuando Phelan se colgó la mochila sobre su hombro. "Y el

hechizo?", Ella preguntó Corann. -"¿El Druida tiene que conocer el hechizo?"
-"No." Le dijo Corann.
-"Por supuesto que no," se dijo a sí misma.
Corann sonrió. -"Tú tienes agallas, Aisley. Eso te ayudará en los próximos
días".
Ella se calmó ante sus palabras.
Una mirada le mostró que Phelan estaba hablando con Ravyn. Cuando Aisley
miró de vuelta a Corann, encontró la mirada negra del druida anciano
mirándola fijamente.
-"Que sabes de mi futuro?"
-"Lo mismo que usted sabe. "
-"Independientemente de lo que piense de los guerreros, los hay buenos.

Phelan es uno de esos. Al igual que los que están en el Castillo de MacLeod".
Corann apoyó ambas manos sobre su alto bastón para caminar."
Tú me dices que confíe en ellos, pero tú les temes. “le dijo Corann.
-"Usted sabe lo que soy. Usted sabe lo que me van a hacer."
-"Hmm, " dijo Corann de manera ambigua. "Es tu espíritu de lucha el que te
está mantenido con vida en los tiempos más duros, Aisley. Habrá varias
opciones ante ti. Sólo debes elegir la correcta, cuando llegue el momento,
muchacha.
CAPITULO 36
Phelan trató de fingir que no sabía que Corann y Aisley estaban enfrascados
en una conversación. Por el ceño fruncido estropeando la frente de Aisley él
podía decir que no estaba contenta con lo que Corann le dijo.
No fue hasta que sintió la oleada mágica de Ravyn alrededor de ellos, que
entendió que el druida estaba tratando de evitar que él oyera la conversación
de Corann.
-"Ahora recurres al recurso de la magia?"
Ravyn sonrió. -"Corann me advirtió que tu audición es excelente."
-"Lo es."
-"Por eso no tuve opción."
-"Tú lo que tienes es mucha cara." Dijo Phelan sonriendo.
Los intensos ojos azules del druida brillaron de alegría. -"No todos los días
tengo la oportunidad de conocer a un Guerrero. Tengo curiosidad por ver
hasta qué punto llega el poder de tu dios".
-"Te lo podría mostrar, pero me gustaría mucho más porqué Corann tiene
tanto interés en Aisley." Dijo Phelan ya sin sonreír.
La sonrisa de Ravyn cayó. "Corann teme cualquier tipo de alianza entre

druidas y guerreros."
-"Debido a Deirdre?"
-"Sí", dijo Ravyn y apartó la mirada como si estuviera luchando por contar
algo más o no. Cuando ella volvió de nuevo su mirada a Phelan, el dilema,
cualquiera que fuera ya quedó resuelto.
-"Me gusta Aisley, y sé que a ti también", le dijo en cambio la druida.
-"Lo sabes?" preguntó Phelan. Ravyn no respondió de inmediato, y se fijó de

nuevo en Phelan.
-"¿Eres una vidente? O ¿Tienes a alguien que hay visto algo en el futuro de
Aisley?" preguntó Phelan.
Ravyn puso su mano en el brazo. "Ni hay ni soy vidente. Es sólo que... los
antiguos. Ellos nos contaron sobre Aisley".
-"¿Qué más te han dicho sobre ella?" Phelan sabía que Ravyn no podía tener
más de veinte años, pero dejó caer el velo que la cubría alrededor y Phelan
vio que allí vivía un alma muy vieja en el cuerpo de una niña.
-"El mal está alrededor de ella. " le dijo Ravyn
-" Wallace ", dijo Phelan con los dientes apretados. " Él va a hacerle daño
para poder llegar a mí. Es lo que él prometió la última vez que luchamos
contra él. Lucha contra todos los que se encuentra en su camino. Él recurre a
todo tipo de actos atroces para llegar hasta nosotros”.
Ravyn se lamió los labios y dio un paso más cerca de él. "Si Wallace es todo
lo que dice que es, deberás tener mucho cuidado Guerrero."
-"¿Le estás diciendo a un guerrero que tenga cuidado?” Dijo Phelan sonriendo
de nuevo.
Ella puso los ojos en blanco. -"Déjate de burlas. Corann nos dijo todo sobre
Deirdre".
-"¿Pero sabes todo de ella? ¿Sabes que fue adelantada en el tiempo por otro
Drough? ¿Sabes cómo la matamos? "
Ravyn sacudió lentamente la cabeza, sus ojos brillantes de interés. "Los

ancianos descubrieron que Deirdre había muerto a través de los antiguos. El
viento me lo dijo a mí".
-"¿Cuántos de vosotros hay?" le preguntó él
Ella levantó una ceja negra. "No pareces sorprendido de que yo pueda hablar
con el viento."
-"¿Por qué debería? Conozco otro druida que tiene esa capacidad. Ella está
en el Castillo de MacLeod. Gwynn es su nombre."
-"Ella es una habladora del viento?"
Phelan miró a Aisley para ver si su conversación con Corann había terminado.
-"Si lo es. Gwynn piensa que ella es la única. Ella estará feliz de saber que
hay otra".
-"¿Tienes un caminante del fuego o un danzador del agua? ¿Sabes algo del
bebedor de sangre o del sanador? O del caminante del cielo, susurradora de
los árboles, o del doblador del tiempo? "
-"Más despacio", dijo Phelan con una sonrisa. "¿Tenéis este tipo de druidas
aquí?"
-"Por supuesto."
Phelan ocultó una sonrisa burlona. "Sé de un curadora y de una susurradora

de árboles".
-"¿Cuáles son sus nombres?"
-"Es la misma Druida. Se llama Sonya y ha estado en el Castillo MacLeod
durante cuatro siglos. Ella también está casada con un Guerrero."
Los ojos de Ravyn se abrieron. -"¿Casada?"
-"Todos los druidas del castillo están casadas con los guerreros. ¿Por qué te
molesta? "
-"¿Son druidas droughs?" preguntó Ravyn
Phelan resopló. -"No". Entonces pensó en la Isla. Su historia era demasiado

complicada, y si se la contaba tendría que contar parte de su historia. Era
mejor si por el momento no sabían de Isla. Todavía.
-"Eso es bueno", dijo Ravyn.
-"¿Por qué? ¿Qué pasaría si lo fueran?" preguntó Phelan.
-"¿No conoces la profecía? Un potente Drough se apareará con un Guerrero y

engendrará un niño que sostendrá todo el mal del mundo".
-"En primer lugar, muchacha, la profecía ha llegado y se fue ya que implicaba

a Deirdre cuando intentó seducir a Quinn para que le hiciera un hijo. En
segundo lugar, el niño no podrá sostener todo el mal ya que no hay mal en
todas partes".
Aisley se acercó a continuación. Miró a Ravyn y a Phelan. -"¿Qué está

pasando aquí?"
-"Creo que Ravyn habló de la profecía," dijo Corann cuando él se unió a ellos.
Ravyn se encogió de hombros y se inclinó desapasionadamente contra el
muro de piedra. -"Él me preguntó y yo se lo dije."
Phelan oyó el entusiasmo en su voz. Ella estaba mintiendo a Corann. ¿Pero

por qué?
-"Y yo estaba diciéndole a ella que todos sabíamos de esa profecía. Se
trataba de Deirdre y Quinn MacLeod. Quinn la rechazó por supuesto.
Incluso cuando Declan Wallace llevó a Deirdre este tiempo y nuestra viden…"
-"Tienes una vidente?", interrumpió Corann.
Phelan dejó escapar un suspiro de exasperación. -"Azafrán. Declan la

secuestró y la mantuvo por su propia cuenta. Ella fue salvada por los que
están en el Castillo de MacLeod, y vio a Deirdre embarazada del hijo de
Declan. Pero nosotros matamos a Deirdre. Y la profecía no se cumplió".
-"Desafortunadamente estás equivocado ", dijo Ravyn en silencio.
Phelan sintió a Aisley tensarse a su lado. Él se acercó a ella y le preguntó a

Ravyn, -"¿Qué susurras?" "La profecía dice que una Drough con magia
potente se puede aparear con un Guerrero y producir el niño de la profecía."
Corann dijo: -"Y ahora entiendes las razones de que estemos tan recelosos
de los guerreros."
-"No tienes nada de qué preocuparte”, dijo Phelan. -"Ningún guerrero que
conozco se atreverá a mancillarse a sí mismo con una Drough. Cuando veo a
uno de esos, y lo mato".
-"Eso", dijo Aisley. "Un Drough es un eso?"
-"Sí", Phelan respondió sin mirarla. Miró a Corann. -"Hemos matado a Deirdre
y Declan y vamos a matar a Jason. Nos aseguraremos de que no haya más
dioses que puedan ser no unidos. Entonces usted dejará de preocuparse
acerca de su profecía".
El gruñido ronco de Corann estaba lleno de dudas. "¿Cuántos guerreros hay

en el castillo?"
-"Ellos están todos casados ya." Dijo Phelan.
-"Tú no lo estás", señaló Ravyn.
Le costó a Phelan un gran esfuerzo no girarse a Aisley y reclamar su derecho

sobre ella a continuación. En cambio, él sonrió y dijo. "Como yo detesto
mucho a los drough, no debes de preocuparte por eso”.
Unas cuantas palabras más tarde Phelan quería sacar a Aisley de la cueva.
No le gustaba la forma en que Corann le miraba, como si fuera él quien
cumpliría la profecía, una profecía por la que nadie en el castillo se había
preocupado en años.
Maldita sea. Quería dejar Skye con buenas noticias. En su lugar, tenía
noticias semi decentes en cuanto al selmyr y malas noticias acerca de la
profecía.
Levantó a Aisley en sus brazos cuando llegaron al camino empinado hasta el

acantilado. Ella envolvió sus brazos en torno a él un segundo antes de que
ellos saltaran a la cima.
-"Eso nunca pasará de moda", dijo ella con una amplia sonrisa.
-"Me alegro de que pueda ser de utilidad."
-"Oh, tengo un montón de usos para ti," dijo ella con un guiño
Él unió sus manos a las de Aisley y miró hacia el Hada piscina.
Los Fae le habían permitido encontrar la piscina una vez. Iban a hacerlo de
nuevo?
-"Podemos permanecer más tiempo si tú quieres," dijo Aisley.
Phelan negó con la cabeza. -"Hay asuntos más importantes que atender. Sin
embargo volveré."
-"¿Te preocupa que no se te permita encontrar la piscina de nuevo?"
-"Sí” dijo Phelan.
Ella apoyó la cabeza en su brazo. -"Hay una razón por la que te la han
mostraron esta vez, y no creo que tenga nada que ver con los druidas o el
selmyr". Dijo Aisley.
-"¿Por qué esta vez entonces?"
-"No puedo responder, pero… ¿crees... ¿crees que podría tener algo que ver
con tu familia?"
Él la señalo con la cabeza y frunció el ceño. -"¿Mi familia? Si ese fuera el

caso, ¿por qué no me dejaron encontrar este lugar las otras veces que he
tratado de llegar a Skye?"
-"Fue sólo una sugerencia. Nada más ", dijo Aisley a toda prisa.
Phelan se arrepintió de su arrebato, pero siempre se ponía así cuando

pensaba en su familia. Él estaba enojado con ellos por no buscarlo. Más que
eso, llevaba un enorme peso de culpa por dejarles y no recordar nada de
ellos.
-"Lo siento," dijo Phelan y le dio un beso.
-"No hay nada de qué disculparse. Todos tenemos partes de nuestro pasado
que son delicadas".
La condujo lejos de la piscina de Hada y los druidas de Skye. Cada paso le

hizo dudar de su insistencia para irse.
-"¿Cómo sabes que los druidas no eran realmente Fae?" Preguntó Aisley
algún tiempo después.
-"No lo creo, yo sentí la magia de los druidas. Yo sé que eran druidas".
-"Pero tú nunca has conocido a un Fae. No puedes saber a qué se parecen".

Phelan se rió entre dientes mientras envolvía un brazo alrededor de su
cintura. En tres saltos estuvieron encima de la montaña.
Él podría haberlo hecho en dos, pero estaba teniendo cuidado con Aisley.
-"Cierto. He aprendido todo lo que pude sobre ellos a través de las leyendas
y mitos, pero he no hablado con nadie que haya conocido a un Fae”, dijo
Phelan.
-"Yo apostaría toda la fortuna real que hablaste con uno que conoce a los
Fae." -"Corann."
Phelan se frotó la parte posterior de su cuello. -"Probablemente tengas razón.

Estaba tan absorto en encontrar respuestas para el selmyr que ni siquiera le
pregunté por los Fae".
-"Volvemos y preguntamos."
Miró de nuevo a donde estaba el Hada piscina, pero ya no era visible. -"Creo
que nuestro tiempo aquí ha acabado. Tenemos que volver a la civilización
rápidamente " dijo Phelan.
-"De vuelta a la realidad."
No había ninguna duda de la angustia en sus palabras. Phelan podría estar de

vuelta al hotel en una hora. Si iba a paso de Aisley podría tomar todo el día.
-"Puedo llevarte de nuevo a mi cabaña," dijo Phelan. "Wallace no atacara

allí."
Aisley no iba a mirarlo a los ojos, prefirió mirar a su pecho en su lugar.
-"No creo que importe donde yo esté. Si Jason Wallace quiere encontrarme,
lo hará".
¿Conoces algún hechizo de protección que puedas poner alrededor de mi

cabaña? Si es así, puedo irme de allí y reunirme con Charon para decirle todo
lo que hemos aprendido".
-"Sé hechizos. Pero no sé qué tan efectivos puedan ser".
Él puso su dedo debajo de la barbilla y le levantó la cara hasta que ella lo

miró. "Si estás preocupada por decirme ese terrible secreto una vez que
regresemos a la civilización, olvídalo, no lo hagas. Sé qué clase de persona
eres ahora. Eso es suficiente para mí."
-"Eres un buen hombre, Phelan Stewart. Un hombre muy bueno. Es por lo

que eres y como eres, por lo que necesitas saber lo que hay sobre mí".
-"¿Por qué? ¿Qué tan condenadamente importante es tu pasado? "
-"Tiene que ver con lo que soy."
-"Dices que soy un buen hombre. Yo sé que tú eres una buena persona,
Aisley. Que eso sea suficiente".
Ella apartó la mirada y dejó escapar un largo y lento suspiro. "¿Me dejarás en
tu cabaña?"
Había sido su plan, pero de repente Phelan se dio cuenta de que huir otra vez
de él. No le importaba volver a perseguirla. Fue la idea de que Wallace podría
llegar a ella antes que él, lo que le hizo helar la sangre
-"Querías una buena cena. Creo que voy a darte es. En Inverness hay uno de
mis restaurantes favoritos. Yo creo que disfrutarás e la cena".
Él no le dio tiempo para responderle cuando él la cogió en sus brazos y utilizó
su velocidad para llevarlos de vuelta al hotel.
CAPITULO 37
Jason Wallace se quedó mirando su reflejo en el espejo de su habitación. Su

piel se sentía demasiado apretada sobre su cuerpo.
Después de ser nada más que una mera conciencia durante tanto tiempo, se
sentía pequeño. Y no le gusta.
No ayudó haber regresado a una casa vacía. No había servidores, ni Dale, ni

druidas.
Dale y todos los druidas murieron en la última batalla con esas feas criaturas
de piel blanca?
Jason se pasó la mano por la mandíbula bien afeitada antes de alisarse hacia
atrás su cabello rubio corto. Sus ojos azules le devolvieron la mirada. Él podía
parecer el mismo, pero estaba lejos de ser el hombre que había sido antes.
Ni siquiera estaba seguro de si era un hombre.
Las comisuras de los labios se levantaron en una sonrisa. ¿Qué es lo que era
exactamente, que no podía estar seguro? No es que eso le importara. La
magia negra corría por sus venas, más potente que antes, casi sin poderla
contener. Podía sentirla moviéndose a través de sus venas calientes como la
lava, para saltar fuera en el mismo instante que la reclamara.
Tuvo una violenta necesidad de liberar su magia en cualquier cosa y sobre
todo el mundo. La feroz, viciosa necesidad que tenía de hacerlo, no podía ser
ignorada.
Él anhelaba dar rienda suelta a su magia. Porque con cada pedazo de magia
que utilizaba, le alimentaba aún más a él. Esta magia recién descubierta le
era totalmente extraña.
El hechizo de resurrección que usó se había cumplido mucho más allá de sus
expectativas. Si hubiera sabido lo que podía sucederle a él al usarlo, lo habría
hecho antes.
-"Si tan solo hubiera estado así de fuerte cuando me peleé con los MacLeod.
Serían polvo en el viento ahora".
Pero todavía había tiempo. Justo después de que encontrara a Aisley.
-"Ah, prima, ¿tengo algo en el almacén para ti", le dijo a su reflejo.
Con su magia no tomaría mucho tiempo localizarla. Es una lástima que no

sabía dónde había estado cuando él atacó. Él le había hecho daño, pero
estaba seguro de que ella no estaba muerta.
Si lo estaba, él simplemente la resucitaría. Tenía que sufrir por lo que ella le

hizo.
Volvió la espalda al espejo mientras se esforzaba por recordar lo que había

experimentado cuando encontró a Aisley. Había pasado sólo un día desde que
la atacó, después volvería a hacerlo. ¿Dónde había estado? ¿Y quién estaba
con ella?
Jason agarró su chaqueta mientras salía de su habitación. Se la puso

mientras se abría camino hacia abajo por las escaleras hasta su oficina.
Era la misma oficina que Declan había utilizado, la misma oficina donde
Gwynn y Logan habían destruido las cosas cuando fueron a por Declan. La
misma oficina donde había llevado a Ronnie y trató de convencerla para
convertirse en Drough. La misma oficina donde los MacLeod atacaron y
destruyeron la casa de nuevo.
Se puso de pie en medio de la gran oficina y miró a la pared de libros detrás

del gran escritorio de caoba. La magia se había restaurado en la casa. De
nuevo.
La mansión había estado en su familia por generaciones. Había sido

remodelada y agrandada con cada propietario, pero en el transcurso de
varios años había habido más muerte y destrucción en ella, que en el toda la
historia de los Wallace.
Jason se acercó al sofá Chesterfield burdeos y se sentó. Se quedó mirando el

vaso de café antes de deslizar su mano sobre la parte superior. Al instante un
paisaje en 3-D apareció. Escarpadas montañas con picos dentados rodeadas
de espesa niebla aparecieron a la vista. No había duda de que estaba
mirando un lugar en Escocia, por la naturaleza robusta y belleza salvaje.
¿Pero dónde está? -"¿Qué estoy mirando?", Preguntó.
La tierra era borrosa en una masa de verde y marrón, ya que pasó de las
montañas para terminar cerca de un puerto.
-"Bienvenido a la isla de Skye," Jason leyó la señal.
-"Por lo tanto, prima, estás en Skye.
Qué necesitas tú encontrar allí?"
Apoyó los antebrazos en los muslos y juntó las manos. Durante varios
minutos miró en el puerto tratando de pensar porqué Aisley se aventuraría a
la isla.
-"Muéstrame Aisley", exigió.
Una vez más el paisaje fue borroso, pero sólo por un segundo antes de
detenerse frente a un hotel. Eso le serviría para empezar.
Él levantó la mano para despedir a la imagen cuando algo le hizo detenerse.
-"¿Quién está con Aisley?"
Una pequeña réplica de Phelan Stewart sustituyó al paisaje de Skye.
-"Ahora bien, esto será jodidamente fácil", dijo Jason y se apoyó en el sofá.
No había mucho que pudiera hacer ahora que Aisley estaba con Phelan. Una
vez que él descubriera por qué estaba con él, ella podría usarle a él, pero, de
nuevo, Aisley era débil. Cuando le pidió originalmente ser una Drough,
esperaba de ella que fuera mucho más que la mujer débil en que Aisley se
había convertido.
Y todo por el hecho de que ella perdió un bebé. Jason resopló.
Se había asegurado de que perdiera mucho más que eso.

Sus padres habían muerto horriblemente.
Todo ello mientras Aisley observó, incapaz de hacer nada al respecto. Eso la
debería haber llevado a hacer las cosas bien. En su lugar, la perra tonta había
tratado de dejarle. Incluso había llegado a provocarse dolor físico para
intentar volver al buen camino.
Entonces sucedió algo más. Jason no estaba seguro de cuándo, pero Aisley
cambió, suavizándose de nuevo. Había planeado matarla antes de la última
batalla con los MacLeod, pero luego murió Mindy y todos los druidas que
pudiera conseguir eran necesarios, incluso ella. Su error fue dar a Aisley la
oportunidad de entregarle. Y nadie traicionaba a Jason Wallace. Los que lo
hicieron pagaron el precio máximo.
Jason desechó la imagen del guerrero. Se levantó y se sirvió una copa de
whisky mientras contempla su siguiente movimiento. Podía acercarse Aisley
en Skye, matar a Phelan, y luego tratar a Aisley como él había soñado hacer.
Era un plan bastante simple, pero tenía curiosidad por saber por qué un
Guerrero se había asociado con una Drough. Después de todas las batallas en
las que Aisley había estado, seguramente Phelan sabía quién era Aisley. Si
por alguna razón no lo supo, él sería capaz de sentir su magia Drough.
Entonces, ¿qué estaba pasando?
Jason bebió el líquido de color ámbar de un trago y dejó la copa de cristal.

Había una oportunidad aquí, y él no iba a permitir que pasara de largo. Él no
necesitaba a otros druidas para encontrar Aisley. Sin embargo, serían muy
útiles en caso de que necesite alguna cosa. Jason cerró los ojos y soltó una
ráfaga de magia en el aire. Cualquier Druida en un radio de trescientas millas
sentiría su magia. Solo aquellos inclinados al lado oscuro irían a buscarlo. Él
sonrió y se sirvió otro whisky. Las cosas no podrían ser más fáciles.
Aisley estaba de pie en la ducha dejando caer el agua caliente sobre su

cabeza. La decepción que sintió cuando llegaron al hotel había sido
asombrosa.
Ella trató de contárselo todo a Phelan pero no pudo. Phelan había sabido que
algo estaba mal. Sólo él no volvió a insistir en ello después de la tercera vez
que ella trató de decírselo.
El agua ocultó las lágrimas que se permitió derramar. Haber tenido unos días
gloriosos con un hombre increíble, hizo que Aisley volviera de Skye con una
visión de su futuro mucho más difícil. Pero también le dieron el valor para
hacer lo que tenía que hacer con el fin de luchar contra Jason.
Su dedo trazó la cicatriz que tenía en la parte baja del estómago al pensar en
su preciosa hija. Nadie sabía el nombre que le había dado a su bebé. No
había permitido que fuera tallado en la lápida.
-"Gillian," susurró.
Había sido incapaz de pensar en otra cosa que en Gillian desde que hablaron
de la profecía antes de salir de la piscina de hadas. Phelan le mostró la
profundidad de su odio por los drough. Aunque no debería haberle
sorprendido eso a Aisley.
Su tiempo juntos, la forma en que le sonrió, la tocó, la besó habían alterado

su percepción de ser un Drough.
Phelan se lo recordó tan claro y nítido como el cristal.
Pero la profecía le preocupaba. Obviamente también lo era para los druidas

de Skye porque también se lo sacaron a relucir a Phelan. No la había pasado
desapercibido a Aisley cómo Ravyn y Corann la miraron cuando hablaron de
un guerrero que dormía con una Drough.
No podía decirles directamente que no se preocupasen por ella y Phelan

puesto que ella no podía tener hijos. Su única opción fue permanecer en
silencio y aprender todo lo que pudiera.
-"Aisley?
Su cabeza se sacudió cuando Phelan dijo su nombre al otro lado de la puerta

del baño.
-"Estoy bien. Tardo solo un minuto".
-"Tómate tu tiempo. Saldremos por la mañana”.
Una Noche Más. Tal vez dos, si tenía suerte. Pero la suerte nunca había sido
algo que ella podría reclamar como suya.
Si estuviera en una ciudad, Aisley podría encontrar el club más cercano y

dejar que la música fuerte se llevara sus preocupaciones. Aunque solo fuera
por unas pocas horas. Ella cerró el grifo y se escurrió el pelo antes de llegar a
la toalla. Sus movimientos eran desiguales cuando se secaba. Una mirada en
el espejo le mostró los ojos enrojecidos. Lo último que quería era explicar a
Phelan por qué estaba llorando. Ella no lo oyó moverse en la habitación, así
que tal vez salió para algo. Aisley envolvió la toalla alrededor de ella y abrió
la puerta para encontrar a Phelan apoyando las manos en la jamba.
-"Dime que está mal." Él la miró con sus ojos de color gris azulado, con una
voz suave pero firme.
Estaba tan cansada de llevar la carga de mentiras que ella sabía que era el
momento perfecto para compartir sus secretos.
-"No te preocupes por tu condenado pasado," dijo Phelan antes de que ella
pudiera pronunciar una palabra. "Si eso es lo que te molesta, déjalo sin decir.
Si se trata de algo más, entonces dímelo para ver cómo puedo arreglarlo”.
-"No puedes arreglar esto."
-"Pruébame."
-"En los últimos días se has dado el mundo. Tú me lo has dado. Yo... "hizo
una pausa para tragar más allá del nudo que tenía en la garganta. "No quiero
perder esto."
Él tomó su rostro y dejó que su pulgar acaricia la mejilla. "Nos tenemos que
perderlo. Los únicos que pueden romper lo que sea que hay entre nosotros
somos... nosotros", le dijo Phelan.
-"Este es el periodo de tiempo más largo que has pasado con una mujer,
¿verdad?"
-"No."
Ella inclinó la cabeza hacia un lado. -"Una amante de larga continuación."
-"Si hay que ser específico, entonces sí. No hay nada de malo en eso".
-"No", argumentó. -"Tú te cansarás de mí. Es por eso que dejas a esas otras
mujeres".
Él tiró de ella más o menos en contra de él y bajó la voz a un susurro

seductor cuando él dijo, -"Dejé a las otras porque no eran como tú”
Fuera cual fuera el argumento que Phelan le dio, ella cayó rendida en sus
labios. Ella dejó caer la toalla y se puso de puntillas para besarlo. Sus besos
eran como una droga. Podrían darle un placer inimaginable con un solo
toque.
-"No te dejaré ir ", dijo Phelan entre besos. -"Podrás huir de mí una y otra
vez. Pero entiende esto, belleza. Voy a cazarte siempre. No importa lo lejos
que vayas, no importa cuánto tiempo tarde, pero..., te voy a encontrar".
Se estremeció ante sus palabras. Podrían contener un doble significado.

Podían anunciar lo que ella temía ahora.
¿Cómo serían las cosas cuando Phelan supiera que estaba con una Drough?
¿Le daría a ella una ventaja con el fin de cazarla como un animal rabioso?
Aisley no lo permitiría porque ella no volvería a correr.
-"Hazme olvidar", le rogó.
-"¿Qué quieres olvidar, belleza?"
-"Quién soy. Haz que el mundo se pare, Phelan. Por favor."
La llevó a la cama donde la dejó de un salto. Juntos quitaron la ropa de

Phelan hasta que fueron piel con piel, boca con boca. Corazón con corazón.
-"Voy a hacer que todo desaparezca", prometió mientras la besaba con

abandono.
CAPÍTULO 38
CASTILLO MACLEOD
Britt infló sus mejillas antes de soltar un suspiro. Ella estaba mucho más allá
del agotamiento. Le dolía la espalda por estar inclinada sobre el microscopio,
y le dolía la cabeza de tratar de solucionar los problemas con la sangre
drough. "Sólo piensa Britt. Meses atrás yo estaba aburrida y fuera de mi
mente buscaba algo difícil, y ahora que lo tengo no lo consigo "ella le dijo a
Aiden.
Él nunca estaba lejos de ella. Estaba agradecida por eso, ya que muchas
veces hubiera querido irse y abandonar. Entonces ella lo miraba y recordaba
por qué renunció a su vida para vivir en un mágico castillo.
-"Necesitas un descanso. Has estado trabando duro durante días, cariño".

Se relajó cuando él se acercó por detrás y le masajeó los hombros. La
tensión salió de ella con un suspiró de placer.
-"Hay otras maneras en que puedo hacerte suspirar," susurró Aiden en su

oído antes de besar su cuello.
Britt se dio la vuelta en el taburete para quedar frente a él.
-"Cuando esto termine, haremos un largo y excesivo viaje. No me importa

dónde vayamos, porque vamos a estar en la cama todo el tiempo".
-"Durante todo el tiempo?", Preguntó Aiden sus ojos verdes brillando malvaos
con la promesa.
-"Todo el tiempo."
-"Ahora pon ese bonito culo en marcha." Le dijo Aiden
A Britt le encantaba cómo podía hacerla reír. A pesar de que la amenaza los
rodeaba constantemente, Aiden siempre sabía decir y hacer.
Britt se inclinaba para besarlo cuando el analizador sonó. Ella bajó del
taburete y corrió a la impresora cuando los resultados se imprimieron en el
papel.
-"Buenas noticias?" Aiden preguntó mientras se acercaba a ella por detrás y

miraba por encima del hombro.
Durante un minuto Britt no pudo moverse. Su corazón latía tan rápido que
pensó que podría desmayarse. Finalmente se volvió a Aiden y miró desde el
papel a él y luego de vuelta al papel que tenía en sus manos.
-"Lo encontré. "Dijo Britt"
-“¿Qué? ¿Qué encontraste?"
Britt parpadeó para mantener la habitación en equilibrio. Había sido a última

oportunidad de encontrar algo que tuvo al hacer la prueba. Sobre todo
después de fracasar a la hora de encontrar el marcador que hacía más
peligrosa para los guerreros la sangre drough. Ella no albergó ninguna
esperanza para esta última prueba tampoco. -"El marcador. He encontrado el
marcador que hemos estado buscando"
Varios segundos pasaron mientras ella y Aiden se quedaron mirándose el uno

al otro. Luego tiró de ella en sus brazos y la abrazó con fuerza. Estaba
temblando de alivio y sólo permanecía en pie gracias a los fuertes brazos de
Aiden.
-"Lo conseguiste", dijo Aiden -"Nunca tuve ninguna duda sobre ello."
-"Yo si. Cubos y cubos de duda. Oh Dios, Aiden, no puedo creer que lo haya
encontrado”.
Ella enterró la cara en su cuello mientras Aiden le frotaba las manos arriba y
abajo de su espalda. -"¿Estás lista para decírselo a los demás?"
Ella sacudió su cabeza. -"Aún no. Encontrar el marcador es el primer paso, y

no quiero dar a nadie falsas esperanzas. Especialmente a Fallon".
-"Probablemente tengas razón. Sólo me gustaría darles una buena noticia"

dijo Aiden.
Britt tragó saliva y dio un paso fuera de sus brazos, el papel continuaba en su
puño.
-"Tienes razón. Ellos necesitan esperanza. Díselo, yo tengo que seguir

trabando, entre encontrar esto y terminar el medicamento aún me queda
mucho por hacer,".
-"Ven a cenar. Necesitas comer." Le dijo Aiden.
-"Iré a comer en un rato. Ve tú a cenar con tu familia".
Aiden la agarró por las caderas y la atrajo contra él. -"Tú eres mi familia
ahora también. Voy a traerte un poco de comida, muchacha obstinada".
-"Ah, pero te gusta que sea terca."
-"Sí", dijo Aiden, y frotó la nariz contra la de ella. -"Sabes que me gusta
mucho, demasiado."
Sería tan fácil quedarse en sus brazos. Pero el trabajo llamaba.
-"Comparte las buenas noticias mientras intento terminar esto”, le dijo Britt.
Britt esperó hasta que Aiden hubo salido de la torre antes de que ella volviera
de nuevo a su equipo con un gran suspiro. Ella estaba un paso más cerca,
pero necesitaba un milagro. Un milagro enorme.
-"Piensa, Britt ", se dijo. -"Todo el mundo cuenta contigo. No hay nada como
la presión de tener que hacer las cosas bien."
Ella volvió a su lugar en su taburete y alisó el papel arrugado en su mano

para leer de nuevo los resultados. A la vez que estaba realizando pruebas en
la sangre sintética que había creado para luchar contra toda la sangre Drough
que pudiera entrar en un guerrero, también estaba decidida a encontrar una
manera de eliminar el marcador de esa sangre en la sangre de Larena.
Este trabajo sería importante para el mundo y la haría ganar muchos

premios, pero a Britt eso ya no la importaba.
Ayudar a los del castillo a vencer contra el más se había convertido ahora en
su prioridad. "Por lo tanto, vamos a ver cómo reaccionará mi primera prueba
sobre el marcador. " Se dijo Britt a sí misma.
Ferness
Charon firmó el último de los contratos y los reunió todos para llevárselos a
Laura. Ella estaba sentada en su escritorio fuera de la oficina de Charon
contestando correos electrónicos y llevando los libros de las muchas
propiedades y negocios propiedad de Charon que tenían alrededor del
pequeño pueblo.
-"Aquí está el último lote, " dijo Charon.
Ella sonrió mientras cogía los contratos. -"Creo que el trabajo podría
ayudarte a despejar tu mente de todas las cosas que te rondan en ella.
Especialmente las de Phelan".
-"Un buen intento, y lo estoy haciendo poco a poco. Pero el cabrón no está
contestando a mis llamadas a propósitos, después de varios mensajes,
finalmente responde con un seco -" Hablamos pronto”.
-"Él podría ser ocupado." Dijo Laura conciliadora.
-"Espero que sea por eso. No hemos vuelto a tener noticias de Wallace".
Laura se levantó de su silla y le cogió de la mano para llevarlo al sofá. Con un

pequeño empujón a su pecho, ella lo empujó hacia abajo.
-"Aunque sé que no te gusta oír esto, me alegro de que no haya habido

señales de Jason. Porque tan pronto como las haya habrá otra batalla".
-"Esperamos esta última batalla para poder matar al bastardo."
-"¿Y después?", Preguntó Laura. -"Cuando pasará hasta que otro drough
ocupe su lugar? Sabes también como yo que Jason tiene droughs que le
siguen y cualquiera de ellos puede ocupar su lugar si Jason muere.
-“Tenía” dijo Charon corrigiéndola.
Laura cruzó los brazos sobre su pecho y suspiró con fuerza. -"Tú no sabes si
es un tiempo pasado. Ellos podrían estar esperándolo. Sé que había una que
era su prima. Se llamaba Aisley".
-"Hemos encontrado muchos cuerpos de druidas después de la última batalla,

el amor."
-"Sé que los habéis encontrado. Yo estuve ahí. Había dos cuerpos que no
encontramos, Charon. El de Jason y el de Aisley".
-"Piensas que Jason y Aisley están juntos?"
Los labios de Laura se aplanaron en una línea. -"No lo sé. Ella estaba con él,
pero había veces que pensé que ella quería ayudarme. De hecho ella me
ayudó".
-"¿Estás diciendo que ella no es como 'Wallace? " preguntó pensativo Charon.
-"No lo sé," dijo ella y le echó los brazos al cuello. -"Si ella no estaba con
Jason, podría haber escapado conmigo. Pero no lo hizo. Ella se quedó.
Charon agarró la mano de Laura y la atrajo a su lado. Odiaba verla tan
molesta.
-"Tal vez Aisley no estuvo en Dreagan ni en la última batalla porque dejó a

Wallace. Pero familia o no Wallace tal vez pudo llegar a ella de nuevo".
-"Puedes tener razón. Es sólo... que no viste la forma en que la miraba. Era
como si pensara que era de su propiedad, Charon. Y dudaba de su lealtad”.
Charon pasó el pulgar por el dorso de su mano. Habían hablado de Wallace

innumerables veces, pero nunca se habían dicho todo lo que se estaban
diciendo ahora. ¿Qué había en esa Aisley que afectaba a su esposa así?
"Recuerdas algo más?"
Laura volvió sus ojos verde musgo hacia él. "El Guerrero, Dale. Él se puso
entre Jason y Aisley, como si estuviera protegiendo a Aisley. Él se
preocupaba por ella. Profundamente."
-"Pero Aisley es un drough?" le dijo Charon
-"Yo no puedo sentir la magia como tú la sientes. Pero sobre la base de lo

que dijo Jason, sí. Ella es una Drough".
-"No hay vuelta atrás cuando uno se convierte en Drough, amor. Su alma
pertenece a Satanás".
Laura frunció el ceño al decirle "Lo sé. ¿Pero porque me estás diciendo esto?
"
-"Porque te conozco Laura. ¿Quieres ayudarla ".
Laura se volvió y se deslizó hasta quedar recostada contra su pecho.

-"Parecía tan... perdida. Como yo lo estuve una vez".
-"Sí, pero se convirtió en Drough."
-"No sabemos las circunstancias."
-"Un Drough es un Drough. Es necesario que recuerdes eso cariño. Aisley

está perdida. No hay nada que pueda sacar el mal de ella".
-"Isla es Drough también." Le recordó Laura.
Charon pasó la mano por el pelo oscuro y brillante de Laura. -"Ella fue
forzada. Debido a que ella no quiso dar libremente su alma a Satanás, nunca
fue reclamada como tal. Si ella hubiese cedido a la maldad de la magia
negra, ella hubiera de Satanás".
-"En lugar de eso ¿ella ha sido capaz de canalizar la fuerza de su magia

negra?” preguntó Laura.
-"Precisamente. Isla es una mezcla de Drough y mie, el primer caso que

cualquiera de nosotros encontramos. No creo que pueda volver a ocurrir".
Laura puso su mano sobre su muslo. "Si sucedió una vez, podría ocurrir de
nuevo. No sabemos si Aisley se vio obligada o no. "
-"Tienes razón, por supuesto. Yo sólo quiero que comprendas la posibilidad

de que lo que estás diciendo es muy poco probable. Tienes un corazón
blando, mi amor, y yo no quiero que te hagan daño".
-"Lo sé. No sé lo que quiero o lo que siento por Aisley. En un momento me
duele el corazón por ella porque ella parecía estar atrapada por Jaso y a
continuación, la condeno porque ella no me ayudó a escapar."
Charon echó un vistazo a su teléfono móvil, que estaba en la mesa. -"Puedo

llamar a Broc. El encontraría a Aisley para ti."
-"No. No creo que eso sea necesario. Me siento mal por una Drough. Vaya
tontería, verdad? "
Él se rió y la besó en la sien. -"Tienes un corazón blando, recuerdas?"
-"Es un dolor en el culo, es lo que es. No debería sentirse remotamente triste

para una Drough. Como has dicho, ella hizo su elección. Ella tiene que vivir
con ser lo que es".
Por mucho que estuviera de acuerdo con Laura, Charon se encontró

preguntándose si su mujer había tenido razón al cuestionar los motivos de
Aisley.
-"¿Ayudó Aisley a Jason a capturarte?", le preguntó Charon.
Laura sacudió la cabeza. -"Fueron Jason y Dale. ¿Por qué?"
-"Sólo estaba pensando…. ¿Dónde estaban los otros druidas?”
-"A mi alrededor. Espera. Había otro Druida con Jason. Su nombre era Mindy.
Ella y Aisley se odiaban entre sí. Mindy era el amante de Jason".
Charon recordó que Laura había mencionado el nombre de Mindy antes.

-"¿Sabes por qué Mindy y Aisley se odiaban la una a la otra?"
-"Fue pura repugnancia lo que sentían la una hacia la otra. No sé la razón, sin
embargo parecía como si Mindy se sintiera amenazada por Aisley. Mientras
que Mindy estaba siempre cerca de Jason, Aisley se quedaba en el parte
posterior del grupo o sola".
-"Interesante. ¿Tomó Aisley represalias contra Mindy con la magia? "
-"No. Por otra parte, tampoco Mindy. Jason trató varias veces de intimidar a
Aisley. Él le susurró algo a ella acerca de recordarle lo que le hizo la última
vez, si volvía a repetirlo. Yo no podía oír exactamente lo que le dijo pero fue
algo así".
Cuanto más Charon oía hablar de Aisley más se preguntaba si debería llamar
a Broc para encontrarla. Ella era Drough, pero tal vez ella podría darles
información sobre Wallace. Sólo había un problema al respecto. Creerían lo
que Aisley les dijera?
CAPITULO 39
Phelan alargó su mano para tocar a Aisley en la cama, aunque solo se

encontró las sábanas frías al tacto. Fue sólo sentir la sensación de su magia
lo que le impidió entrar en pánico.
Abrió los ojos para verla de pie junto a la ventana ya vestida y lista para el
día. El cielo estaba lleno de nubes grises de baja altitud. La tristeza que
rodeaba tanto a Aisley como al día le provocó un nudo en el estómago.
Ellos habían pasado la noche haciendo el amor una y otra vez. Ella le pidió
que le hiciera olvidar, y él se aseguró de hacerlo.
A pesar de todo, ella se aferró a él como si hubiera sido su última vez juntos.
Cada beso, cada toque se sentía como si se estuvieran diciendo adiós.
Phelan no estaba seguro de qué hacer. Puede que supiera cómo hacer el
amor a una mujer de millón de diferentes maneras, pero no podía encontrar
las palabras para ayudar a Aisley.
Decirle que olvidara el pasado no le había ayudado. Ni siquiera cuando él le

dijo que no quería saber nada acerca de él. Fuera lo que fuera ella estaba
decidida a decirle cuál era su secreto.
Se incorporó deseando que estuviera desnuda en la cama con él. Pasar el día
haciendo el amor con sonaba como un gran plan. Entonces pensó en Charon
y los en otros, en Wallace, y el selmyr.
El tiempo para conocer lo que estaba molestando a Aisley tendría que esperar
hasta que dijera a los demás todo lo que sabía y había aprendido.
-"Parece que volveremos a tener lluvia hoy," dijo Aisley.
Phelan se levantó de la cama y se rascó la mandíbula. Él tenía necesidad de
un urgente afeitado.-"Podemos evitarla"
-"Estoy lista para salir cuando tú lo estés.” dijo Aisley
El hecho de que ella no lo miraba preocupo a Phelan. -"Dame diez minutos."
Durante todo el tiempo que estuvo en la ducha mantuvo contacto con la

sensación de su magia en caso de que ella tratara de huir. Cuando él salió del
baño, se quedó de pie en el mismo lugar en el que había estado antes.
-"¿Has comido?", Le preguntó mientras se vestía con su vaquero azul favorito

y una camisa azul oscuro con rayas blancas y con botones.
-"No tengo hambre." Le dijo Aisley.
Phelan se acercó a ella y la cogió por los hombros para darle la vuelta y
mirarle a él.
-"Sabes que si pudiera llevarte ahora mismo de regreso a mi cabaña o haría.

Estaría contento de pasar el resto de mis días contigo".
Una sonrisa se extendió por la cara de Aisley. -"Lo sé. Y sé que no pude ser
porque tus amigos te necesitan, necesitan que les cuentes todo”
-“Entonces, por qué me siento como si lo de anoche fuera tu forma de

decirme adiós?" le preguntó Phelan.
Ella tomó su mano y la frotó contra su mejilla. -"Has dormido de nuevo. "
-"Sí. Eres la única mujer con la que he querido dormir después de hacerle el
amor" le dijo Phelan.
-"Y tú eres el único hombre que ha querido por lo que soy."
-"¿Por qué querría que fueras otra?"
Ella se encogió de hombros y apartó la mirada. -"Echo de menos la música."
Phelan se dio cuenta de que había pasado algún tiempo desde que ella hubo
estado en contacto con la música. Él sabía de un lugar en Inverness donde
podría llevarla.
Con la música a todo volumen, podía bailar y salir de sus problemas.
-"Conozco a un club", dijo. -"Te llevaré allí esta noche."
Sus ojos de color leonado le miraron. -"Gracias."
-"Cuanto antes lleguemos a Inverness, antes podremos ir al club."
-"Pues pongámonos en marcha”
Él sabía que su sonrisa era un poco forzada, y que ella no podía ocultar la
tristeza de sus bellos ojos. Pero Phelan estaba decidido a hacerle ver que ella
no tenía nada de qué preocuparse.
Ella no le creería, sin embargo, y él tendría que volvérselo a demostrar.

Una vez en camino, se encontraron con una pequeña tormenta que les hizo ir
más lentos de regreso al puerto, aunque llegaron justo a tiempo.
Cuando llegaron al puerto, sacaron dos billetes para el ferry, en el lado

derecho del pasillo. Cinco minutos después de embarcar, la risa de Aisley
llenó el aire cuando vio delfines nadando alrededor del ferry. Phelan que
estaba a su lado en vez de contemplar a los delfines la miraba embobado a
ella.
Ella le sonrió mientras trataba de contener los mechones de su pelo que el

viento arrastraba a lo largo de su cara. El viento azotaba suave a su
alrededor y las gaviotas graznaban en busca de comida mientras que los
delfines saltaban y jugaban en el agua.
Sin embargo, Phelan no hacía caso a nada de eso, porque la vista más
hermosa que jamás vio en sus largos años era la de la mujer que tenía al
lado. Ella se abrió a él y le mostró la parte de su vida que había perdido. Ella
se estaba alejando de él ahora, pero que le condenaran si no intentaba
retenerla a su lado. Habían sido sólo unos pocos días, y él sabía que no había
mucho más que aprender de lo que ella le había mostrado, él quería más.
Quería todo de ella. Aisley a continuación se volvió hacia él, con los ojos
bailando con alegría.
-"¿No es maravilloso?", Dijo Aisley hablando de los delfines.
-"Magnífico." Él estaba hablando de ella, pero ella no lo sabía.
Ella no buscaba cumplidos, y nunca trató de empujarlo para que él diera más
de lo que él estaba dispuesto a darle.
Aisley fue la única que le ofreció... todo. Lo sentía cada vez que hacían el
amor. Ella fácilmente y con entusiasmo le dio su cuerpo a él. Pero ella le
había dado mucho más que eso. Él no había querido admitirlo antes. Incluso
ahora que el cuidadoso muro construido en torno a él se estaba empezando a
agrietar.
Fue la constatación de eso y darse cuenta que tanto su corazón como su

alma habían quedado expuestas lo que hizo que su aliento se quedara en la
garganta. Por primera vez, quería pasar más tiempo con ella en lugar de
contentarse con lo que él solo le daba. La idea de no tenerla en su vida le
hizo sentirse inquieto e inestable. No estaba listo para que se fuera. Su
mente daba vueltas con pensamientos acerca de cómo podía ayudar a sus
amigos y aun así tener tiempo para estar con Aisley. No es que no quisiera
llevarla al castillo, sino que era algo relacionado con lo bien que se estaba
sintiendo Phelan al sentir que su protección solo le correspondía a él. A pesar
de que fue el primero en admitir que no podía hacerlo todo por sí solo.
Sólo había un hombre en quien confiaba lo suficiente como para compartir su

responsabilidad con Aisley. Charon.
Phelan sacó su móvil y envió un SMS rápido a Charon mientras Aisley estaba
ocupada con el delfines.
El nudo que le había estado oprimiendo el pecho se aflojó una vez que
Charon respondió al SMS. Phelan sabía que Laura y Aisley se llevarían bien.
Si Aisley no estaba cómoda con la idea de ir a al Castillo MacLeod entonces

podría quedarse con Laura en Ferness. Por qué no había pensado en todo
esto antes? Phelan se sentía bastante orgulloso de sí mismo, y una vez
atracaron en Mallaig y comenzaron su viaje a Inverness.
Aisley empezó a preocuparse de lo cerca que estaba de Mansión Wallace

cuando Phelan condujo hacia Inverness antes del almuerzo. Por supuesto,
ella podría estar en el otro lado del mundo y aun así estar demasiado cerca
de la casa.
En lugar de encontrar un hotel, agarraron un bocado para comer antes de

que Phelan les llevara a una Ciber Café para hacer una búsqueda sobre la
línea de sangre Hunter. Al menos eso es lo que Phelan estaba mirando por su
parte.
Aisley estaba buscando algo que tuviera que ver con un joven príncipe que
había desaparecido en el siglo dieciséis. Los registros eran dudoso sobre ese
periodo, pero aun así no sabía si era correcto lo que Ravyn dijo acerca de que
Phelan era un príncipe.
Ella buscó cada nación importante durante ese tiempo, pero no encontró
nada. Le ardían los ojos de mirar fijamente la pantalla durante varias horas.
Solo cuando incluyó en su búsqueda países poco conocidos fue cuando ella
obtuvo algo interesante.
Sus dedos temblaban mientras movía el cursor para hacer clic en el primer
enlace. Allí en la historia de un país llamado Sajonia y sus hechos históricos
más señalados, había una pequeña anotación del hermano del rey que se vio
obligado llevar a su familia fuera del país.
No había nada más, pero Aisley no podía dejar las cosas así. Ella hizo otra
búsqueda y encontró un texto un tanto oscuro que mencionaba algo de que
el pueblo de Sajonia estaba tratando de matar a ciertos miembros de la
familia real debido a algo que tenía que ver con su sangre. Bañarse en la
sangre de los Reales podía curar cualquier cosa que cualquier persona
tuviera.
Aisley se sentó y miró al otro lado de la mesa a Phelan que miraba fijamente
a su pantalla. Eso no era suficiente para decírselo. Ella tenía que tener una
prueba definitiva.
Ella tomó una respiración profunda y amplió su búsqueda. Fue entonces

cuando una docena de enlaces aparecieron mencionando la leyenda de
alguna familia real Sajonia que vivió en Escocia.
No importa cuántos de los enlaces comprobó, nada se mencionaba más sobre

eso. Estaba a punto de darse por vencida cuando vio un párrafo de un
estudiante que escribió un artículo sobre un miembro perdido de la familia
real Sajona.
En ella, la mujer escribió que la familia había estado buscando a su hijo, que
sospechaban fue secuestrado. No se pidió rescate nunca, y ningún cuerpo fue
encontrado.
Aisley sabía que estaba leyendo acerca de la familia de Phelan. Habían

buscado sin cesar para encontrarlo. Él no había sido olvidado. Ellos no sabían
dónde se había dirigido, pero le estuvieron buscando.
Ella sabía de primera mano lo que su sangre podría hacer. Las propiedades
curativas de su sangre tenían nada que ver con su dios y todo que ver con
quién era.
Cuántos otros miembros de su familia tenían la misma sangre? Es evidente

que no se había extendido al rey y a sus hijos. Sólo al hermano del rey. O tal
vez sólo Phelan.
Phelan la miró entonces. -"¿Qué pasa?"
-"Nada," mintió Aisley. No estaba segura de si Phelan quería saber lo que

encontró. Tampoco estaba segura de si ella podía decirle cómo se enteró de
que era un príncipe.
Debería dejarlo para otro momento.
"Me pareció ver que el apellido Hunter derivó a Johnson y McDonald.
espués de eso, se perdió. Se toma demasiado tiempo para que un apellido

tan común eche raíces dentro de una familia. -"Es un comienzo."
-"Si, aunque no mucho” Él cierro la sesión y echó hacia atrás su silla. -"Te
prometí una buena comida y una visita al club del que te hablé".
Aisley no se lo pensó dos veces. Se apresuró a cerrar la sesión y se levantó.

-"Vámonos entonces."
En el hotel se duchó y se puso una camiseta sin mangas de lentejuelas de

plata y una falda negro corta. Phelan silbó cuando ella salió del baño.
Aisley tenía el estómago encogido. No a causa de lo que había descubierto

sobre Phelan y su familia, sino porque sabía que iba a hablar sobre Jason y
posiblemente morir a manos de Phelan esa noche.
-"¿Lista?", Preguntó Phelan.
Aisley lo tomó del brazo, dándose cuenta de la camisa con botones de color
borgoña profundo y los pantalones negros de Phelan. Sus largos cabellos
castaños oscuros estaban peinados hacía atrás y asegurados en una cola baja
en su cuello. Él se veía oscuro y peligroso.
Aisley casi le impidió salir de la habitación para poder tener otra noche en sus
brazos. Pero ya había aplazado mucho tiempo lo inevitable. El peso de su
secreto no duraría otra noche más.
El restaurante que Phelan eligió estaba muy cerca del hotel. Mostraba una
pequeña sonrisa sobre sus los labios que le hacía parecer juvenil, como si
tuviera una sorpresa que no podía esperar para decirle.
-"¿Qué es? ", Preguntó Aisley con una sonrisa.
Él la detuvo fuera del restaurante y miró a su alrededor. -"Tengo una

sorpresa para ti. "
-"¿De Verdad? ¿Qué es?"
-"Invité a Charon y a Laura para reunirse con nosotros en la cena."
El estómago de Aisley cayó a sus pies como el plomo. No podía respirar, no

podía impedir que todo su cuerpo dejara de temblar -"No… No he tenido la
oportunidad de decirte la verdad sobre mí... Phelan, soy un DR-"
-"Ahí están, " dijo sobre ella mientras agitaba su mano hacia sus amigos.
Aisley se volvió para encontrar a Laura y a Charon en la esquina de la calle
mirándola como si fuera el Diablo mismo.
CAPÍTULO 40
Phelan no entendía la forma en que Charon y Laura miraron a Aisley, o por

qué las uñas de Aisley estaban hundidas en su brazo en un fuerte apretón.
Miró a Aisley para ver que estaba pálida como la muerte, su pecho agitado
cuando observaba a sus amigos. Pasó una eternidad antes de que Charon y
Laura comenzaron a ir hacia ellos. Él quería decirle a Aisley que podía confiar
en Charon, pero había algo en la forma en que su amigo lo miraba que le
instó a Phelan callarse. La inquietud se deslizó por su espina dorsal. Hubo un
reconocimiento en los ojos de Laura mientras miraba a Aisley.
-"Phelan," dijo Charon. Phelan hizo una señal a su amigo, y luego a Laura.
Laura, sin embargo, estaba mirando a Aisley.
-"Hola, Aisley." Aisley tragó dos veces antes de que lograra decir un débil
-"Hola".
-"Se conocen?", Preguntó Phelan.
Los ojos de color leonado de Aisley eran grandes y estaban llenos de

lágrimas.
-"Traté de decírtelo tantas veces. Es por esto por lo que te pedí que me
llevaras lejos de la cabaña, pensé que tú lo sabias desde el principio”.
-"Dime qué es?" le preguntó Phelan.
A Phelan no le gustaba el miedo que vio en sus ojos o la forma en que sus
labios temblaron mientras Aisley habló. Tampoco le gustaba la forma en que
su magia se estremeció a su alrededor. Asimismo, no le gustaba la forma en
que Charon estaba mirándola como si fuera su próxima presa.
Aisley saltó cuando relámpago rugió por encima de ellos seguido rápidamente
por los truenos. "Pensé que tú lo sabías al principio. Pensé que venías a
matarme " continuó Aisley
-"¿Qué?" Phelan estaba más confundido a medida que pasaban los minutos.
-"Pensé que ya habíamos hablado de esto. Yo nunca quise matarte Aisley”
-"Pregúntale cuál es su apellido " dijo Charon.
Phelan le cortó una mirada antes de volverse a Aisley.
Recordó cuando ella le había contado que pensó que la iba a matar. En el
momento en que había pensado que temía al guerrero.
Ahora estaba empezando a sospechar algo completamente distinto.
-"¿Quién eres tú?"
Las lágrimas corrían libremente por su cara ahora.
-"Por favor, créeme cuando te digo que yo iba a decírtelo esta noche. Yo
tenía razones válidas para no hablar antes”.
-"¿Decirme qué? ¡Maldita sea! “Gritó Phelan, sin preocuparse de las miradas
de los transeúntes.
-"Soy una Drough”
Phelan dio un resoplido. -"Cojones si lo eres.
-“Lo soy ".
-"Es cierto, " dijo Charon. -" Puedo sentir su magia Drough. "
Phelan miró de Charon a la cara llena de lágrimas de Aisley.
Sus ojos estaban llenos de pesar y de un dolor tan profundo que Phelan quiso
tomarla en sus brazos y consolarla. Pero fue el hecho de saber, que él no se
dio cuenta de que ella era una Drough desde el primer momento, lo que le
hizo alejarse unos pasos de Aisley.
-"Lo siento," dijo ella y trató de aferrarse a él. -"Pensé que cuando me
encontraste en Glasgow me ibas a matar. Pero no lo hiciste. Me besaste." Ella
sacudió la cabeza cuando la lluvia empezó a caer. -"Entonces tú, me
seguiste, me protegiste y me llevaste a tu cabaña. Entonces pensé que había
una posibilidad de que pudiera detener a Jason por mí misma. Yo sabía que
él estaba tras de mí. Quería ver si podía dejar a Jason antes de decirte todo.
Pero no quería hacerlo en la cabaña. Ese lugar es demasiado hermoso para
ser ensuciado con mi sangre”.
-"Tienes razón", dijo Phelan entre dientes. Dio un paso atrás y señaló con los
brazos lejos de ella. -"Te llevé a mi casa. ¡Mi casa! Nadie la ha visto nunca
antes. Ni siquiera sabían de ella. Dejaste que te hiciera el amor. Te dije mis
secretos. Y me traicionaste”.
Ella se sacudió con cada palabra que salía de su boca.
Su enojo era tan grande que no le importaba lo que lo había causado. Apenas
podía soportar la idea de que había compartido su cuerpo con una Drough.
-"Yo... Yo sé que estuvo mal. Pero fui contigo porque sabía que así me podía
mantener alejada de Jason hasta que pudiera luchar contra él. Entonces,
cuando después te lo contara, te pediría que me mataras”.
Él parpadeó y retrocedió más de ella. Todo el mundo sabía que él buscaba a

los droughs para matarlos, pero la idea de terminar con la vida de Aisley era
demasiado repugnante incluso para llegar a considerarla.
-"Lo siento," murmuró, Aisley.
Phelan negó con la cabeza, él estaba agradecido de que la lluvia hubiera

enviado a la mayoría de la gente al interior. Había pocos en la acera para oír
lo que decían. -"Acaba con esto de una vez." Dijo Phelan.
-"Soy prima de Jason".
Los ojos de los Phelan se cerraron por sus palabras.
¿Las sorpresas no acabarían nunca? Cuando abrió los ojos, miró cualquier
cosa menos a ella. Le había hecho el amor a una Drough.
-"Apártate de mí vista. No puedo ni mirarte " dijo ásperamente Phelan.
-"Puedo parar a Jason. Por favor, "rogó mientras agarraba su brazo.
Phelan tiró lejos de ella, haciéndola perder el equilibrio y caer de rodillas

sobre el hormigón. Cerró el puño de su mano para evitar golpearla cuando
olió la sangre de sus rodillas peladas.
A pesar de todo lo que le había dicho, no pudo evitar sus sentimientos por
ella. Pero él debía hacerlo. La idea de haber tenido durante mucho tiempo a
una drough en su cama, y que a su vez esa drough fuera prima de Jason, le
revolvió el estómago.
Y pensar que había considerado llevarla de regreso a su cabaña para que

pudieran pasar semanas, meses juntos.
Él estaba derrotado, completamente destrozado.
¿Habría alguna vez alguien que no lo traicionara?
-"¿Todo lo que me dijiste fue una mentira?", Exigió.
Ella sacudió la cabeza, moviendo su melena negra que ocultaba su cara.
Cuando alzó la vista hacia él después de quedar sobre los talones, ella dijo:
-"No. Nada de lo que conté fue mentira."
-"Sólo convenientemente dejaste fuera la parte de que eras prima de Wallace

y una Drough. Incluso cuando te pregunté sobre las cicatrices en las
muñecas ¿Conseguiste toda la información que querías de mí? "
-"¡No! Gritó Aisley. Me quedé porque me pediste que lo hiciera, y porque, por
primera vez en mi vida me habían dado algo bueno."
-"Y una mierda con eso. Ya sabes cómo odio a los drough. ¿Cómo podías
mirarme? "
-"Porque sabía que al final acabaría mi sufrimiento."
Phelan estaba tan sorprendido que no pudo responder durante varios

segundos. -"¿Quieres que me crea que tu sufrimiento terminará con tú
muerte? ¿Eres demasiado estúpida para darte cuenta que tu tortura
únicamente comienza una vez que estés en el infierno?
Ella se puso de pie en lugar de responder. La sangre cubría sus rodillas y las
palmas de sus manos, pero ella no parecía darse cuenta. -"Es tu odio a los
drough por lo que no te lo he contado."
-"¿Dónde está Wallace?"
-"No lo sé."
-"Mierda si no lo sabes. ¿Dónde está Wallace? ", Gritó.
-"¡No lo sé! No me importa! "
Aisley observaba los labios de Phelan que la habían besado con tanta ternura
y dado tanto placer, como ahora estaban apretados, formando una mueca de
desprecio. Su corazón se rompió en dos por la traición que vio en sus ojos de
color gris azulado.
Ella sabía que sería malo, pero ella esperaba poderle contar todo a su
manera, sin tener allí a sus amigos para escucharlo todo.
En cualquier caso, se había hecho. Y ya era hora.
El peso que pensó que se iría cuando ella contara su secreto sólo se hizo más
pesado. Ella sabía que era debido a Phelan. A causa de su amor por él.
La forma en que se separó de ella, como si no pudiera soportar que ella se

acercara a él, la hizo astillas el corazón, rompiéndoselo en millones de
pedazos. Ella había pensado que se había roto antes. Ahora realmente sabía
lo que esa declaración significaba.
Phelan dio la vuelta y se alejó de ella sin decir nada más. Charon y Laura le
siguieron de cerca pisándoles los talones. Aisley se quedó sola en la lluvia.
Se dio la vuelta en la dirección opuesta en la que Phelan había ido y se puso

a pasear por las calles. No había ninguna posibilidad de regresar al hotel por
su ropa o dinero. Nada importaba ya. El sonido de los tambores resonó
débilmente en su mente, pero ella rápidamente se cerró a ellos. Ella no
quería formar parte de la magia más. Ella no quería saber nada de nada.
Ni siquiera podía pensar en Jason o luchar contra él, porque no tenía fuerza
para él ahora. Phelan había sido su fuerza. Ella era tan débil como Jason
siempre le había dicho. Cuando llegó al puente colgante sobre el río Ness, se
puso de pie a un lado y vio el largo descenso hasta el agua Si Phelan no la
mataba, tendría que hacerlo por sí misma. Aisley dejó de lado el asidero de
metal y saltó. Un agarre en su muñeca la obligó a detenerse. Ella miró a los
ojos azules familiares de Jason. "
-“Hola, prima, " dijo Jason con una sonrisa aterradora.
Phelan se sentó en la esquina de la cama de la habitación del hotel mirando a

la bolsa de Aisley con su ropa colgando fuera de ella y derramada en el suelo.
-"Cuanto le contaste?” Preguntó Charon desde su posición apoyado contra

una pared.
Phelan se encogió de hombros. -“Nada de importancia. Le conté la historia

de cómo llegamos a ser guerreros. Ella nunca la había oído. Le conté de
Deirdre y Declan”.
-“Tú le dijiste como fuiste apresado, ¿verdad? " Laura preguntó en voz baja.
Phelan asintió y dejó caer la cabeza en sus manos mientras se inclinaba hacia
adelante.
-“¿Cómo no supe lo que Aisley era? " No sé por qué no sentí que su magia
era la de un Drough”
Cuando Charon y Laura no respondieron, Phelan levantó la cabeza sobre

Charon con una mirada.
-"Apuesto a que tú sabes por qué”.
Charon se aclaró la garganta y miró a Laura. -"Lo hago, pero no te gustará lo

que oirías. "
-"Sólo dime."
-"Tú nos has oído a todos hablar de cómo la magia de nuestras compañeras
se siente diferente a la de las demás."
Phelan casi podía imaginar la expresión de horror en su rostro.
-"Piensas que Aisley es mi compañera?" preguntó atónito Phelan.
-"Eso explicaría por qué no sabías que era una Drough," respondió Laura.
Phelan resopló con rabia. "Podría ser porque uso magia contra mí."
-"Yo no lo creo." Laura se sentó junto a Phelan. -"Estabas muy enojado, y

con razón, mientras Aisley te lo estaba contando. Ella podría haberse alejado.
Podía habernos impedido a mí o a Charon, decirte lo que ella era. En su
lugar, lo hizo, te lo contó.
La creo cuando dijo que te lo iba a decir todo esta noche. -"Terminó diciendo
Laura.
Phelan no podía apartar su mente de ella. -"Ahora tiene sentido el por qué no
quería irse de Skye. Ella sabía que yo lo descubriría”.
-"No", dijo Charon. -"Ella supo lo que tú le dirías al descubrirlo. Ella esperaba
morir”.
-"Tú también la crees?", Preguntó Phelan cuando él se puso de pie para
pasearse por la habitación.
Charon asintió. -"La creo. Cualquiera que fueran las motivaciones para
quedarse a tu lado, o las razones para no decirte aún su secreto. Lo pude ver
en sus ojos”.
Phelan se detuvo y dejó caer la cabeza hacia atrás para mirar el techo. -"Yo
no le dejé ninguna opción. Ella tuvo un accidente cuando sentí la magia de
Wallace esa primera vez. Yo la seguí. La puse en mi moto y la llevé a mi
cabaña”.
-"Tu instinto fue protegerla, y no creo que te equivocaras en eso", dijo Laura.
Phelan la miró y frunció el ceño. -"¿Qué quieres decir?"
-"Es como yo le estaba diciendo a Charon ayer. Wallace puso en duda la

lealtad de Aisley. La amenazó con alguna cosa.
-"Él la cortó," dijo Phelan. -"Ella tenía una cicatriz en su lado izquierdo.
Apuesto mi inmortalidad a que fue Wallace. Ella nunca lo dijo, pero tiene
sentido”.
-"Así que tal vez ella es inocente." Charon se dirigió a sentarse junto a su
esposa. -"O tal vez no. Wallace es intrigante. ¿Quién sabe cuáles son sus
planes para nosotros? "
-"¿Crees que ese plan incluye a Aisley?", Preguntó Laura.
-"Sin duda." Phelan quiso discutir en defensa de Aisley, pero no pudo

encontrar las palabras. No importaba lo que Laura le había dicho sobre lo que
Wallace había hecho a Aisley.
La única cuestión es que ella y Wallace estaban vinculados por lazos de

sangre, y eso había sellado su destino. Ella había tenido razón pensando que
la mataría. Él tenía que hacerlo. Y él lo haría.
Cuando la sintió de nuevo, Phelan apretó los ojos cerrados sintiendo una
punzada de miedo en su magia. Su primer impulso fue correr hacia ella. Fue
sólo su propia voluntad la que hizo que se quedara clavado donde estaba.
Fue capaz de respirar de nuevo cuando su magia se desvaneció por
completo. Había disminuido de manera constante, pero con rapidez. Podía
haber robado un coche y salido de Inverness?
La idea de que ella podría estar muerta era algo que ni siquiera podía
contemplar. Phelan se centró en donde pudo haber ido. Cualquier cosa para
detener el terrible vacío que llenaba su pecho como el invierno más profundo.
No quería pensar en Aisley o en su traición. Zelfor bramó de venganza desde

lo profundo de La mente de Phelan. Una batalla era lo que necesitaba. La
sangre y la muerte cubriendo sus manos y la tierra. Eso pararía la desolación
que sentía.
-"Wallace la atacó en Skye ", dijo para llenar el silencio. -"Pero pensé que
estaba detrás de mí en ese momento. "
-"¿Estaba detrás de ella? ", Preguntó Charon.
Phelan negó con la cabeza. -"No. Creo que fue una estratagema para
conseguir que me uniera más a ella".
-“Espera," dijo Laura. -“Aisley mencionó la lucha contra Jason por sí misma. "
Phelan resopló. -"Yo no lo creí. Wallace está alrededor. Creo que es hora de
que lo encontremos".
CAPÍTULO 41
-"Tenemos que llamar a Fallon," dijo Charon.
Phelan sabía que tendría que ir temporalmente al castillo, pero no estaba

listo. En cuanto viera a Isla pensaría en Aisley.
Para todos ellos, era mejor si se quedaba fuera por el momento.
-"Tengo que hacer algo más que sentarme alrededor de una sala a hablar.
Necesito encontrar a Wallace".
Laura comenzó a recoger la ropa de Aisley pulcramente antes de meterla en

su bolsa.
-"Ni siquiera sabes dónde encontrar a Wallace. Le has estado buscando

durante meses sin éxito”.
-"¿Verdad?", Preguntó con sarcasmo. -"No estoy tan seguro de haberme
empleado a fondo en ello. Estaba más preocupado por Aisley. Ella me llevó
por una feliz cacería, mientras que Wallace hizo lo que hizo”.
Charon inclinó sus manos sobre la cama. -"Broc ha estado tratando de

localizar a Wallace desde la última batalla. Wallace no ha estado en ningún
sitio donde se le haya podio encontrar. Malcolm y tú lo han buscado durante
meses. Incluso Fallon, Lucan, y Quinn se escapaban del castillo por la noche
para buscarle. Nadie ha encontrado nada. Yo no creo que Wallace haya
estado aquí”.
-"¿Dónde ha sido entonces?" preguntó Phelan.
-"Yo no lo sé. Nosotros dejamos Cairn Toul y nunca miramos hacia atrás.
Rompí el cuello de Deirdre con mis propias manos. Ella estaba muerta. Su
cuerpo fue destruido, pero no "su esencia. Ella fue capaz de volver. Creo que
Wallace ha hecho lo mismo”.
Laura salió del baño con el neceser de Aisley. "Realmente no me gusta

escuchar eso. Será Jason el mismo o diferente si regresa? "
-"Eso es un gran y si…," dijo Phelan. -"No sabemos realmente si Wallace

murió."
-"En Skye, dime lo que ocurrió cuando Aisley fue atacada," instó Charon.
Phelan odiaba la forma en que su amigo le estaba mirando como si estuviera
buscando grietas en su armadura.
-"Fue similar a lo que ocurrió cuando la seguía. Sentí una oleada de magia
Drough. Ese fue Wallace sin lugar a dudas”.
-"Espera," dijo Laura. -"Rebobina y dinos otras vez lo que sentiste la primera
vez que sentiste a Wallace."
-"Ya os lo dije." Phelan se pasó una mano por el pelo y apretó brevemente
los ojos cerrados.
- "Estuve tras Aisley durante semanas. Es cierto lo que ella dijo. La besé en
un club. Yo sabía que era un druida, pero no sentí la sensación de magia
negra sobre ella. La besé, ella me preguntó lo que estaba haciendo, y luego
se fue corriendo. Yo la seguí después con la esperanza de acercarme a ella".
Se detuvo, odiándose por haber sido engañado de nuevo. Y por otro Drough.
-"Ella estaba de camino a Escocia cuando sentí a Wallace. Estaba varios

coches detrás de ella. Su coche se desvió y fue embestida por el coche detrás
de ella”.
-"Ella se desvió?", Preguntó Laura.
Phelan tuvo problemas para encontrar una pizca de paciencia. -"Sí." Contestó
finalmente
-"¿Por qué ella se apartó? ¿Había un coche delante de ella? "
-"No." Dijo Phelan
Charon se incorporó y volvió la cabeza a su esposa. -"¿Qué estás pensando

Laura?"
-"Estoy pensando en que Jason podría haber estado tratando de llegar a

Aisley. Ella tal vez lo sintió y la sorprendió suficientemente para que ella
girara las ruedas de su coche".
Phelan reprimió una sonrisa. No estaba seguro de por qué Laura estaba
tratando de encontrar lo bueno en Aisley. Ahí nada era bueno. Un Drough
malo tenía el centro de su alma negra. Podrían usar la magia con apenas el
pensamiento y hacer que la gente hicieran lo que quisieran.
Charon se frotó la barbilla, pensativo. -"¿Qué pasó después del accidente?"
-"Yo sabía que era Wallace, y temía que pudiera venir a por ella por mi
culpa", explicó Phelan. "Así que la puse en mi moto y me fui pitando de allí".
-"¿Algo así volvió a suceder?", Preguntó Laura, una emoción que Charon no
podía nombrar brillaba en sus ojos.
Phelan se apoyó contra la pared. -"En Skye. Estábamos caminando en busca

de los druidas cuando la magia de Wallace chocó contra mí. Era más fuerte
que antes. Me esperaba un ataque. En su lugar, oí a Aisley gritar."
-"¿Qué pasó?", Preguntó Charon.
Phelan cerró los ojos y recordó la sangre corriendo por su brazo, el pánico
que sentía se apoderó de él. -"Ella se cortó profundamente en su brazo
izquierdo, y luego fue como si algo la hizo caer sobre un lado del acantilado.
La atrapé y tiré de ella hacia arriba, creyendo que tenía más lesiones de las
que pensaba. "
-"La sanaste", declaró Laura en el silencio que siguió.
Phelan abrió los ojos y asintió. -"Sí. Le sané”.
-"¿Estaba asustada?" Charon se encogió de hombros ante la mirada de

Phelan. Es una pregunta muy apropiada Phelan” concluyó Charon.
-"Sí lo estaba. Pensé que era porque Wallace estaba tratando de llegar a mí a
través de ella. Ahora creo que fue porque ella estaba muy cerca de ese lado
del acantilado".
Laura cruzó los brazos sobre su pecho. -"No Phelan. Aisley quería morir.
Tener su muerte cerca era lo que la asustaba".
-"Y tú como sabes eso?" Exigió Phelan. -"¿Sabes algo de ella que yo no
sepa?"
Charon se puso de pie y se interpuso entre ellos. -"Laura piensa que cuando
Wallace la capturó a ella, Aisley parecía... bueno, perdida".
-"Dale la protegía", agregó Laura.
Phelan frunció el ceño. -"El Guerrero que Wallace tuvo? Él protegió a Aisley? "
-"Sí. Creo que él se preocupaba por ella”.
A Phelan no le gustaba oír que alguien más había velado por ella. A pesar de
su odio, no podía dejar de sentir lo que sentía por ella, mentirosa o no.
-"Eso no importa ahora. Nada de lo que hizo importa ahora. Ahora lo que
importa es que ella sabe lo que nosotros necesitamos para parar al selmyr. O
más importante aún, ella sabe cómo podemos acabar definitivamente con el
selmyr".
Charon dejó escapar un profundo suspiro. -"Mierda. Es hora de llamar a

Fallon".
En dos zancadas Phelan se paró frente a su amigo, su mano cubriendo el

móvil de Charon. -"No."
-"¿Por qué? Lo debemos hablar con los demás, lo sabes, mi amigo”.
-"Necesito saber qué ha hecho Aisley antes de involucrar a nadie. Wallace ya

intentó apoderarse de Laura. No seré responsable de más druidas heridos o
muerto porque mi pene me llevó hasta Aisley".
Varios minutos tensos pasaron antes de que Charon hiciera una inclinación de
cabeza y guardara el móvil. "Está bien”. ¿Por dónde comenzamos?" le dijo a
Phelan
-“Por el café de Internet donde estábamos antes. Pensé que los dos
estábamos buscando la misma cosa. Tengo que pensar en eso ahora".
Charon tomó la mano de Laura en la suya. -"No soy un genio de la
informática. Y si no podemos traer a Gwynn para hacer una búsqueda, sólo
puedo pensar en un lugar donde podríamos ir".
-"Dreagan." Dijo Charon.
Phelan no estaba seguro de fura una buena idea, pero, de nuevo, los Reyes
Dragón eran increíblemente poderosos. Sin ellos, estaba seguro de que todos
hubieran muerto en la última batalla.
Charon levantó una ceja en cuestión. Phelan miró a Laura antes de que él le
diera una inclinación de cabeza. Charon consiguió su móvil y pulsó un botón.
De alguna manera Phelan no se sorprendió al saber que su amigo tenía a

Dreagan en la marcación rápida, y estaba seguro que eso no tenía nada que
ver con el negocio de almacenamiento de su whisky excepcional en el bar de
Charon.
-"Con, necesito un favor," Charon habló por el teléfono. Hubo un momento

de silencio mientras escuchaba lo que dijo Con. -"Necesito a alguien que
puede introducirse en un ordenador." Continuó Charon.
Phelan miró su pequeña bolsa. Su vida estaba en esa bolsa. Podía ir a

cualquier parte, en cualquier momento y ahí tener todo lo que necesitaba.
Aisley era igual. Se había sentido tan bien tener a alguien que entendiera su
estilo de vida y no tratar cambiarlo.
Ahora sabía por qué ella no había pedido nada ni alterado su vida. Ella se
limitó a echar la cadena a lo largo de él, hasta que tuvo sus garras en él tan
profundas que él no se dio ni cuenta.
-"Vamos," dijo Charon, sacando a Phelan fuera de sus reflexiones.
Phelan agarró su bolso y llegó a la puerta cuando Laura lo llamó.
-"¿Nos llevamos las cosas de Aisley?", Preguntó.
Phelan abrió la puerta y comenzó a caminar hacia fuera cuando él dijo,

-"Quémalo todo, no me importa." En seguida todos estuvieron en el camino
rumbo a la destilería Dreagan. Phelan fue en su moto detrás del elegante
Mercedes gris carbón CL AMG Cupé de Charon. La lluvia caía en un flujo
constante, mientras que un rayo iluminó el cielo en una exhibición dramática
y hermosa de arte. En cualquier otro momento estaría feliz viendo la
tormenta. Pero a medida que la tempestad rugía a su alrededor, no era nada
en comparación con lo que estaba sintiendo Phelan en su interior. Todas las
mujeres que había metido en su cama, todas las mujeres que había seducido,
ni una sola de ellas le tocaron como profundamente lo hizo Aisley. Y muchas
lo habían intentado.
Lo tonto que se sentía en su papel de amante, haciendo cualquier cosa por

ella. Qué ridículo fue al creer la historia que le contó de sus padres, su
embarazo, y luego la muerte de su bebé. Aceptó cada palabra que decía. Ella
era una mentirosa consumada. Ni una sola vez se cuestionó lo que ella decía.
En cuanto a su secreto, él sabía que todo había sido una estratagema. Cada
acción, cada emoción, cada toque, todo había sido para conseguir que cayera
en ella. Se inventó lo de los problemas o ella los tenía realmente. Él se
preocupaba por ella. O más bien, él cuidaba de ella. Debería haberla matado
cuando se lo pidió. Ahora tendría que cazarla. Lo único bueno de eso es que
estaba seguro de que encontraría a Wallace cuando él la encontrara a ella.
Tomando la vida de ambos recorrería un largo camino para calmar su orgullo
herido. Nunca más volvería a confiar en una mujer. Ahora recordaba por qué
las encantaba, las seducía, y las dejaba después.
Era algo que nunca olvidaría de nuevo sin importar el tiempo que el viviera.
Para el momento en que el coche salió de la carretera hacia el largo y sinuoso
camino entre las montañas que llevaban a Dreagan, Phelan estaba tan
enojado que tuvo que luchar para mantener bajo control a Zelfor. Cuando
llegaron a la zona de aparcamiento de roca forrada de Dreagan había dos
hombres esperando por ellos bajo el gran voladizo de la destilería.
Phelan se bajó de la moto y se dirigió a Rhys. El largo cabello oscuro de Rhys
estaba mojado por estar de pie bajo la lluvia. Sus inusuales ojos agua
rodeados de una oscuridad azul profunda se arrugaron en las esquinas
mientras sonreía.
-"Qué bueno verte Rhys."
-"Igualmente." Rhys ladeó la cabeza. -"¿Por qué no te creo, Guerrero?”
-"Porque eres un dolor en el culo, Dragón".
Rhys echó hacia atrás la cabeza y rió. -¿"Nosotros no sabíamos que estabas
escoltando a Charon.?"
-"Él no me está escoltando ", dijo Charon al lado de Banan.
-"Estamos aquí porque espero que uno de ustedes pueda ayudarle a él."
La mirada de Rhys se volvió de nuevo a Phelan, la risa había desapareció.
-"¿Qué ha pasado?"
-"Voy a explicártelo todo mientras vamos al interior. El tiempo es esencial."

Banan abrió la puerta y les indicó que entraran.
-"Creo que todos saben el camino a la casa."
Phelan hizo una señal a Banan cuando le pasó. La finca estaba oculta a la
vista de los visitantes que venían para ver la famosa destilería. Pero era
mucho más que privacidad lo que en Dreagan querían. Era por hecho de que
eran dragones que podrían cambiar de forma por lo que necesitaban esa
privacidad, y por lo que la mantenían en secreto.
Phelan le contó la historia, dejando de lado algunos puntos clave que no eran
asunto de nadie, para el momento en que se llegaron a la casa. Laura no
había dicho una palabra, pero vio la forma en que ella frunció el gesto por
algunas palabras que Phelan utilizaba para hablar de Aisley.
-“Menuda historia", dijo Banan. Volvió los ojos grises A Rhys. -"¿Quieres
darte a la piratería?"
Rhys se dirigió a las escaleras a su pequeña oficina con un escritorio que

contaba con un equipo de cinco ordenadores. Phelan miró sorprendido a
Charon.
-"No sabía que fueras un dios de la informática", dijo Phelan.
Rhys resopló. -"Esta habitación es para cualquier persona en la casa.

Tenemos una gran cantidad de tiempo en nuestras manos, Phelan. A
nosotros nos gusta... el lío... a veces".
Banan rió desde la puerta. -"Esa es una buena manera de decir que nos
hemos topado accidentalmente con sitios….un poco… cuando estábamos
investigando".
-"Así es como se aprende", dijo Rhys y comenzó a escribir en el teclado.
-"¿Dónde estabas?"
Phelan le dio la ubicación del cibercafé en Inverness y se movió alrededor de

la mesa para poder ver lo que Rhys estaba haciendo. Sorprendentemente, no
pasó mucho tiempo para que Rhys obtuviese un acceso.
-"¿Dónde estaba ella sentada?", Preguntó Rhys.
Phelan se inclinó hacia delante para mirar una imagen de la cafetería que
Rhys detuvo en otro monitor y señaló donde Aisley se había sentado. -"Ahí."
Rhys tecleó más información, los ojos se movían de un monitor a otro antes
de que sus dedos se movieran sobre el teclado de nuevo.
-"¿A qué hora los dos se conectaron a las computadoras?"
Phelan le dio la información y lo vio meter más información.
El proceso se repitió un par de veces antes de que los otros cuatro monitores
localizaran sitios Web acerca de Sajonia en sus pantallas. Phelan miró a cada
uno de ellos, sin entender lo que estaba viendo.
-"¿Está mal el terminal?"
Rhys sacudió lentamente la cabeza.
-"No. Si es ahí donde estaba sentada, entonces esta es la información que

ella estaba mirando”.
-"Esto no tiene nada que ver con el nombre de Hunter." Dijo Phelan.
Laura, Charon, y Banan se movían alrededor de la mesa para ver lo que
estaba pasando.
Banan señaló una de las pantallas. -"Se menciona aquí que la familia real
Sajonia tenía sangre especial que podría curar a los demás".
Phelan sintió la habitación girando a su alrededor. -"¿Qué? ¿Qué dijiste?"
Banan comenzó a repetirlo cuando Phelan cortó una mano en el aire.
-"Te oí. ¿Por qué ella quería hacer una búsqueda en eso? "
-"Ella no la hizo", dijo Rhys. -"Ella buscó a un príncipe perdido. Estos sitios
son los últimos en los busco"
Volvió la cabeza para mirar a Phelan. -"Ella estaba buscando tu historia."
Phelan se frotó los ojos con el pulgar y el índice. El día se estaba volviendo
más loco y más loco.
-"Yo no entiendo por qué".
-"Eres un malito príncipe?", Preguntó Charon, su voz en tono alto con

sorpresa.
Phelan negó con la cabeza. -"No."
-"Es posible que debas volver a pensar en eso", dijo Banan y levantó la
cabeza de la pantalla que estaba leyendo.
-"Según esto, parece que Aisley estaba buscando información sobre tu

familia".
-"Eso no es posible. Incluso yo no tengo esa información o no sé qué buscar.

Cómo podría saberlo ella?"
Rhys giró la silla hacia atrás de modo que Phelan podía conseguir una mirada
más cerca de los monitores.
-"Creo que tendrá que preguntarle eso a ella. En cualquier caso, si tú no

sabías nada de tu familia antes, creo que ella la encontró para ti. Tú podrías
querer darle las gracias”.
-"Sobre mi maldito cadáver ", dijo Phelan cuando él salió de la habitación.
CAPÍTULO 42
Phelan arrojó una bocanada de maldiciones cuando él terminó por tercera vez
en la cocina. La mansión era un maldito laberinto. Él solo quería salir fuera.
-"Por ahí," señaló Jane.
Él hizo un gesto de agradecimiento a la esposa de Banan y salió a toda prisa

de la casa. Una fina capa de lluvia se arremolinaba alrededor de él. Podía
verla bailando en el aire mientras caminaba hacia el campo abierto.
Las ovejas se dispersaron al acercarse, sus balidos crecimiento más fuerte en

su prisa por alejarse de él. Él las ignoró y continuó hasta los árboles más
cercanos que vio.
Cuando llegó a la arboleda, su rabia todavía no se había enfriado. Phelan

echó un vistazo alrededor y empezó a subir la pendiente. El sudor le cubría la
frente y rodaba por la espalda mientras corría hacia la montaña.
Las rocas se deslizaron bajo sus botas, pero él no les prestó atención, ni
siquiera cuando se resbaló a pocos metros por la montaña. Phelan mantuvo
su mirada centrada en la cumbre hasta llegar a ella.
Después de llegar a la parte superior simplemente miró las magníficas vistas.

Las nubes se cernían en torno a los picos, mientras que el espesor de la
niebla rodaba tranquilamente por las montañas tragándose todo lo que
pillaba a su paso.
-"¿Te sientes mejo?"
Phelan se dio la vuelta al oír el sonido de la voz de Rhys. -"Cabrón".
-"¿Qué te molesta más, Guerrero? El hecho de que Aisley supiera algo de tu

pasado y no te lo dijera o que ella fuera una Drough y no te dieras cuenta? "
-"Déjalo", dijo Phelan con los dientes apretados. Él estaba buscando una
pelea, y la tendría con cualquiera. Incluyendo el dragón junto a él.
-"Estoy diciendo lo que Charon no te dirá." Rhys pasó la mano por el cabello
para sacarlo de su cara. "Por qué no admites la verdad a ti mismo?”
Phelan volvió la cabeza para mirarlo. "¿Qué quieres de mí?"
-"Que admitas que te preocupas por ella."
-"¿Por qué? ¿Te hará sentirte mejor si lo hago? "
-"¿En serio?", Preguntó Rhys. "No lo sabremos con seguridad."
Phelan se puso de espaldas a él. Si ignoraba a Rhys entonces tal vez se iría.
Rhys, sin embargo, no debió entenderlo cuando le dijo: -"Dime, Phelan, te
has preguntado por qué no pudiste sentir su magia negra? ¿La verdadera
razón? Incluso la que no quieres admitir? "
-"Ella me usó", dijo Phelan sombríamente.
-"Quizás. Pero tú sentiste algo por ella”.
-“No. Yo solo me equivoqué”.
-"Negarlo no hará que desaparezca. Admite que la amabas".
Phelan gruñó y se dio la vuelta al mismo tiempo que lanzó su dios. Se inclinó
y cargo su hombro en el intestino de Rhys.
Rhys envolvió sus brazos alrededor de él, y cayeron rodando.
Rodaron en una masa de brazos y piernas, chocando contra las rocas y

estrellándose contra los árboles hasta que se detuvieron de golpe. Phelan
levantó la cabeza para ver que Rhys se había agarrado de un árbol para
pararlos.
Phelan se puso de pie y le enseñó los colmillos. Se sentía bien con Zelfor
liberado. Se sentiría aún mejor si pudiera derramar sangre.
Rhys se pasó el dorso de la mano por los labios y la mirada hacia la sangre
puesta allí. -"Si tu viniste en busca de una pelea solo bastaba con decirlo".
-"¿Por qué decir nada cuando te lo puedo mostrar?"
-"Da lo mejor de ti, Guerrero," dijo Rhys y le hizo una seña con los dedos.
Phelan sabía que no era prudente atacar cuando la ira ardía por sus venas
como en ese momento pasaba, pero no pudo detenerse. Lanzó el brazo a la
cara de Rhys con sus garras extendidas.
Rhys se inclinó hacia atrás al mismo tiempo, pero las garras de Phelan se
hundieron en su hombro. Un rugido sonaba satisfecho dentro de la cabeza de
Zelfor. Phelan sonrió y tiró de sus garras. Se preparaba para otro golpe
cuando Rhys le asestó un puñetazo en la mandíbula.
La fuerza del mismo hizo que Phelan cayera de culo. Él se sacudió la cabeza
para despejarse y miró a Rhys.
El Rey Dragón se puso de pie con los puños cerrados, en frente de él y con
una sonrisa arrogante en su rostro.
-"Apuesto a que ha pasado un tiempo desde que alguien te tiró de culo."
Phelan se puso de pie. Se rodearon el uno al otro mientras, que Phelan

extendió los dedos todo lo que pudo, buscando una abertura para cortar a
Rhys de nuevo.
Sin embargo cuando Phelan miró a la herida que había hecho a Rhys, esta ya
estaba curada. Como guerrero sus heridas sanaban por el poder de sanar de
su dios, pero no tan rápidamente como en Rhys
-"No sabes mucho sobre los Reyes Dragón", dijo Rhys cuando atrapó a
Phelan mirando su hombro.
Phelan se encogió de hombros. "Sé que os recuperáis mucho más rápido que
nosotros."
-"¿Eso es todo? O hay algo más? "
Phelan odiaba la sonrisa en la cara de Rhys. -"¿Vas a hablar conmigo sobre

heridas o vas a luchar?"
Phelan sonrió cuando él y Rhys se enfrentaron de nuevo. Perdió la cuenta de

los golpes que dio y las veces que Rhys aterrizó. Un árbol se quejó
ominosamente cuando Rhys lo echó en el. En el momento siguiente Phelan
lanzó a Rhys contra una roca.
Su lucha de nuevo les hizo rodar por la montaña otra vez hasta que
aterrizaron en el valle. Era la risa de Rhys la que hizo a Phelan tomar una
pausa.
Estaba de espaldas y miró por encima para encontrar a Rhys apoyado en un

codo mirándolo. Las ovejas curiosas se acercaron a ellos, y fue entonces
cuando Phelan sintió a una oliéndole el rostro.
Phelan ahuyentó al animal y se incorporó. Dobló sus rodillas hacia arriba

hasta que pudo poner sus talones en el suelo. Luego se envolvió con sus
brazos alrededor de sus rodillas y juntó las manos.
-"Estoy dispuesto para este juego en cualquier momento", dijo Rhys mientras
se incorporaba.
-"Como yo"
-"¿Te sientes mejor?"
La sonrisa de Phelan se había deslizado. Apartó la vista de la escrutante
mirada aguamarina de Rhys y dijo -"Juré que ningún drough volvería a sacar
lo mejor de mí otra vez después de lo que Isla y Deirdre me hicieron"
-"Deja ir el pasado, Phelan. "
No le pasó desapercibido que Rhys le estaba dando el mismo consejo que le

había dado Aisley.
-"Isla me apartó de mi familia”.
-"Puede que tu familia no estuviera contigo en la carrera por salvar tu vida,

pero porque era una familia Real. Eres de la realeza, Phelan. Un príncipe. Tu
familia nunca salió de Escocia. Permanecieron siempre aquí, buscándote
hasta que la muerte se los llevó."
-"¿Por qué ella estuvo mirando en mi pasado? Lo que fuera lo que ella quería
encontrar allí o haya encontrado, Aisley podrá usarlo en mi contra? "
-"Tal vez no quiso usarlo contra ti, pero sí para ayudarte. "
Phelan levantó la vista para encontrar a Rhys de pie encima de él con una
mano extendida para ayudarlo a levantarse. La tomó, y Rhys tiró de él a sus
pies.
-"Contén tu furia hasta que hayas capturado a Aisley, Phelan, o Wallace

obtendrá lo mejor de ti. "
Él sabía que Rhys le dio buenos consejos, pero no pudo conseguir sacar a
Aisley fuera de su cabeza. ¿Cómo podía echar a un lado su ira si no podía
dejar de pensar en ella?
La conciencia vino a Aisley lentamente. Se dio cuenta de que ella estaba

sentada y abrió los ojos a una distorsión de colores. Parpadeó varias veces
antes de que ella fue capaz de concentrarse en lo que estaba mirando. Una
sensación de hundimiento en frío la invadió cuando vio las barras de hierro.
Ella no tuvo que mirar alrededor para saber dónde estaba.
En la prisión de Jason por debajo de la mansión.
-"Así que ya estás despierta."
No había soñado que fue el quien la impidió saltar en el puente. Él realmente

estaba allí. Aisley no podía parar los latidos de su corazón, pero ella se
condenaría antes de dejar que Jason supiera cuánto el simple sonido de su
voz la asustaba.
-"No te burlas, prima?" Jason se movió desde el exterior de las barras y se

trasladó fuera de las sombras. "Qué pasó con tus comentarios descarados
siempre listos?"
La única cosa que no había querido que sucediera había pasado.

Ella estaba en las garras de Jason.
Cualquiera que fuera la muerte que Phelan planeaba darle sería mejor que la
comparada con la que Jason haría.
Miró a su primo. -"Me das asco."
-"No estabas tan a disgustado cuando te saqué de ese canalón."
-"Créeme, babosa cucaracha, me hubiese gustado que no lo hicieras."
- "Como si yo te hubiera dejado hacerlo." Jason estrechó su mirada en ella.
-"Tú crees que controlas tu destino, Aisley, cuando en realidad está en mis
manos".
Ella levantó la barbilla en una muestra de desafío.
-"¿Todavía te sientes como la comadreja intimidada por un chico de escuela,

Jason? Todavía tienes pesadillas con los chicos que te utilizaban? "
-"No tienes ni idea de quién soy ahora, ¿verdad?" gritó Jason
Una oleada de terror rodó sobre su espalda.
-"¿Qué quieres decir?"
-"Aisley no sabes en que me he convertido. Aún no sabes lo que puedo hacer

por ti. Doblegaré tu voluntad, Aisley,”.
Sus ojos negros brillaron de miedo, antes de que una oleada de magia se
estrellara en ella rompiéndole varias costillas
CAPÍTULO 43
-"¿Ahora qué?" Exigió Phelan cuando entró en la habitación grande para

encontrar a Rhys, Banan, y Charon jugando al billar.
Charon le pidió silencio antes de que la pelota rodara hasta su sitio. Se

incorporó lentamente y mantuvo su taco junto a él.
-"Mientras Rhys y tú estaban echando…..humo, Banan y yo investigamos un

poco sobre lo que Aisley descubrió".
"No quiero oír su nombre." Phelan no soportaba escucharlo. Ya que cuando lo

hacía, invadía todo su pensamiento. Todo le recordaba a ella. Era demasiado.
Sus manos picaban por abrazarla contra él, quería pasarlas por su pelo color
de medianoche. Sólo había estado un par de horas sin ella y ya la extraña…
entonces. ¿Cómo podía hacer frente a la eternidad?
Banan rodeó la mesa, sin apartar los ojos de la mesa de billar y sintió las
bolas dispersarse en ella cuando se decidió por su juego. Finalmente se
detuvo y se inclinó sobre la mesa para realizar su disparo, cuidadosamente
sosteniendo el taco cuando alineó su juego y tomó su objetivo, golpeando
una bola amarilla sólida en el agujero.
-"Así que no quieres decir su nombre. ¿Pero podemos comentarte que hemos
descubierto algo? "
-"¿Qué quieres que te diga?" Phelan miraba a una de las muchas ventanas en
la pared que daban a las montañas, montañas que le instaban a caminar por
sus laderas escarpadas y perderse en los bosques de Escocia.
Rhys rio reclinado en una silla de cuero mullido y bebiendo el famoso whisky
Dreagan.
-"Te lo dije, Banan. Phelan no quiere saber nada”.
-"¿Querrás saberlo Phelan," Charon le dijo. -"Créeme."
Phelan se pasó la mano por encima de su mandíbula pensando que

necesitaba un afeitado para no raspar la piel de Aisley. Entonces recordó que
ya no estaba con él. Se acordó de la traición y las mentiras. Y su corazón se
rompió de nuevo.
-"Dime", dijo cuándo Banan se perdió en su segundo tiro.
Rhys se levantó y sirvió dos vasos de whisky antes de girarse y entregar un a

Phelan.
-"Tal como te ves, podrías necesitar esto. "
- "AIS-" Banan se detuvo y se aclaró la garganta. -"Ella estaba en el camino

correcto, Si hubiese tenido más tiempo pienso que podrá haber descubierto
lo que hicimos".
Charon observó una bola de color púrpura a rayas y alineó su taco de billar.
- "Encontró de dónde eres, y descubrió que tu familia huyo con el fin de

salvarte. Lo que no llegó a aprender fue acerca de su sangre".
-"¿Qué quieres decir con que mi familia se fue para salvarme? No todos
tienen el mismo tipo de sangre? "preguntó Phelan.
-"No", dijo Charon e hizo su disparo. Dos bolas de rayas encontraron sus
agujeros. Se trasladó a alinear otra para jugar. "Parece que tu sangre era
rara, incluso para tu familia."
Phelan absorbió esa información al mismo tiempo que la bola ocho de Charon
rebotó y dio en el lado de la mesa antes de chocar con una de franja azul
hasta rodar al agujero lateral.
Charon se levantó y captó su mirada. -"En otras palabras Phelan, eres muy
valioso para la familia real. Parece ser que tu tío no quería que se supiera lo
de tu sangre a causa de sus celos por el poder. Tus padres dejaron Sajonia
una noche, aunque tuvieron la mala suerte de encontrarse con un grupo de
campesinos que intentó secuestrarte. "
-"Tu hermana menor murió en el ataque", dijo Rhys.
Al saber que su familia había llegado a tales extremos para proteger sólo uno
de sus hijos, Phelan se avergonzó de sí mismo por los pensamientos de odio
que había tenido hacia ellos durante siglos.
-"¿Cuántos hermanos tenía?", Preguntó.
En dos disparos más, Charon remató el juego de billar. -"Cinco. Tres

hermanos y dos hermanas. Tú eras el segundo de los más jóvenes".
Phelan se acercó a la silla más cercana y se hundió en ella. Se quedó mirando

el whisky de su mano, aunque sin llegar a verlo realmente "¿Qué hay de
especial en mi sangre?"
-"Eso no lo sabemos todavía", dijo Banan. "La historia que nos encontramos
sobre eso es oscura. La palabra magia se utiliza mucho, pero en aquellos
tiempos, la gente usaba la magia para describir un gran número de cosas que
no tenían nada que ver con eso".
-"Isla dijo que mi familia estaba en el norte de Escocia cerca del puente de
Oykel. Están allí todavía? "
Rhys negó con la cabeza. -"No por mucho tiempo. Solo estuvieron durante un
tiempo. Dos de tus cuatro hermanos restantes sobrevivieron lo suficiente
para casarse y tener hijos. La línea de sangre por parte de tu hermana, por
desgracia, fue aniquilada por las guerras de clanes".
-"La línea de tu hermano sobrevivió", dijo Charon.
Phelan bebió el whisky de un trago y sintió que le quemó en la garganta y en

el estómago.
-"El nombre qué Isla me dio fue Stewart. Ese no es el nombre de mi familia,
¿verdad? "
Banan puso su palo de billar sobre la mesa y se apoyó en ella. -"El apellido
de tu familia era Albertina. Eres un príncipe, Phelan".
-"Un príncipe sin país, sin trono y sin familia." Él sonrió sin humor. "Soy la
envidia de todo el mundo."
Charon puso el palo del billar junto a Banan y recuperó la botella de whisky.
Se dirigió a los tres y volvió a llenar el vaso de todos. -"Si no hubiera sido
por Aisley, no hubiéramos sabido nada de esto. ¿Cómo lo descubrió? "
-"No lo sé. Tal vez ella siempre lo ha sabido. Tal vez por eso ella estaba
conmigo" dijo tristemente Phelan
-"¿Ella intentó coger muestras de tu sangre?", Preguntó Rhys.
Phelan frunció el ceño. -"No."
-"Entonces dudo que sea por eso” volvió a decir Rhys.
Banan se rascó la mejilla. -"Estoy de acuerdo con Rhys. Yo sospecho que ella
te estaba diciendo la verdad o tenía un motivo distinto".
La mirada de Phelan se posó en la del rey. Parecía que habían hecho más que
ahondar en su pasado. Habían excavado en el de Aisley también.
-"¿Qué hicisteis?" preguntó Phelan.
-"Encontramos la verdad sobre ella", dijo Charon.
Phelan dejo a un lado su vaso y se esforzó por controlar su ira creciente. Fue
entonces cuando notó lo tranquila que la casa estaba. No había risas de las
tres mujeres que había encontrado a su llegada, ni olor de comida en la
cocina. Y no había otros Reyes Dragón.
-"¿Dónde está todo el mundo? ¿Dónde están Laura y Jane y los otros reyes?
-"Fuera." la respuesta de una sola palabra de Rhys envió señales de alarma a

la cabeza de Phelan. Se puso de pie y apretó los puños a su lado.
Zelfor gritaba por ser puesto en libertad, pero todavía tenía el control Phelan
aunque por un delgado hilo, pero tenía el control.
-"Cálmate," dijo Charon cuando él también se puso de pie.
-"Guárdate toda la información que encontraste sobre el Drough para ti

mismo." Dijo Phelan. Rhys se puso de pie y se encontró con la mirada de
Phelan sobre sus ojos.
-"¿Tienes miedo de que te digamos que ella te mintió y se duplique así tu

dolor? ¿O de lo que tienes más miedo es de saber que ella te dijo la verdad?"
Phelan ya no pudo contener su rabia. Él lanzó su dios y dejó escapar un

gruñido.
-"Creo que antes no te golpee lo suficiente, dragón, porque puedes seguir

abriendo tu maldita boca. "
-"UFF. ¿El pequeño guerrero tiene problemas de ira? "Rhys respondió con una
voz de niño pequeño que puso a Phelan al límite.
No se lanzó por Rhys sólo porque Charon y Banan le agarraron.
-"Basta, Rhys!" Bramó Banan.
Rhys resopló y tiró a un lado la copa de cristal que aterrizó con un golpe en la
alfombra. "
Manejáis esto con él con guantes de seda. Él es un ser inmortal. Él necesita

saber la verdad".
-"La verdad no le ayudará ahora", declaró Charon.
Phelan se sacó a los dos hombres de encima y aprisionó a Zelfor. -"Estoy

aquí por puto derecho. Deja de hablar de mí como si yo no estuviera en la
sala".
-"Pues comienza a actuar como un adulto," respondió Rhys.
El labio de Phelan se levantó mientras gruñía.
-"Oh, estoy temblando", dijo Rhys con sarcasmo. -"La furia del guerrero
podría caer sobre mí."
Banan empujó con fuerza. -"Si él quiere, lo hará. Deja de agitar, Rhys.
Queremos que se calme". "A continuación se lo contaremos."
Rhys se dejó caer en su silla. La mirada de Phelan cambió cuando captó a

Banan y Charon intercambiar una mirada.
Lo que estaban a punto decirle no iba a ser bueno. No quería saber si Aisley
le mintió, o peor aún, si le había dicho la verdad. Cualquiera de las dos
opciones iba a aplastarlo, y, francamente, ya había tenido suficiente.
-"No", dijo Phelan
Charon dejó escapar un suspiro. -"Sé por qué no quieres saberlo, pero puede
ayudar. De cualquier manera, que vaya a ayudar".
-"¿Lo hará? ¿Cómo puedes estar seguro? ¿Has tenido a alguien que te
traicionara como ella me hizo a mí? Tú tienes que poner siempre en tela de
juicio todo lo que alguien te dice, preguntándose si es una mentira para
llegar hasta ti y hacer más fácil cualquier trampa que quieran ponerte?"
Charon negó con la cabeza. -"Phelan, como tu amigo, te estoy pidiendo que
dejes que te contemos."
-"Oh, por el amor de Dios", dijo Rhys cerrando sus ojos.
-"Aisley fue expulsada de su casa. Ella estaba embarazada y el bebé murió.

El lactante de sexo femenino está enterrado en Pitlochry”.
Cada palabra que Rhys hablaba era como un cuchillo en el corazón de Phelan.
Era peor oír todas esas cosas por segunda vez, pero sólo porque había oído el
sufrimiento en su voz cuando ella las había dicho.
-"¿Y?" Se obligó a decir cuando Rhys terminado.
-"Eso es excusa para convertirse en Drough".
Banan se pasó una mano por el pelo. -"Eres un frio bastardo."
Phelan no se molestó en responder. Se volvió a Charon. -"Ya has tenido tu

diversión aquí. Es el momento de contactar con Fallon.
-"Supongo que lo es." Charon dudó un minuto demasiado largo. Phelan se

acercó hasta que estuvo en la cara de Charon. "Tú sientes pena por ella,
¿verdad?"
-"No. La siento por ti."
-"Bueno, pues no lo hagas. Estoy bien."
Una ceja oscura se levantó. -"Desilusionados ¿verdad?"
Banan dijo: -"No estás siendo honesto. Alguien que te importaba te ha

mentido y tú estás enojado". -"Estás en lo cierto", dijo Phelan sarcástico, si
apartar los ojos de Charon.
Charon lo empujó y gruñó largo y bajo. -"Tú quieres descargar tu furia con
alguien, adelante, aquí estoy".
-"¿Por qué quieres defenderla?" preguntó incrédulo Phelan.
-"No la estoy defendiendo! Ella te ha dicho la verdad! "
-"¿Con qué fin?", Preguntó Phelan, su irritación era profunda. -"Ella es una
Drough. Son el mal. No se debe confiar en lo que ellos dicen o ellos hacen".
Rhys rió secamente. -"Y tú no eres el mal, Guerrero?"
Phelan miró al Rey Dragón. -"La diferencia es que yo no tuve la posibilidad de

elegir el mal en mi interior. Deirdre lo dejó suelto. Yo soy el que contenía al
dios y el que tenía el control del mismo.
Un Drough toma por sí mismo la elección de dar su alma a Satanás para

obtener la magia negra. El mal los controla".
-"Si, si, pero no has respondido a mi pregunta."
A veces Phelan realmente odiaba Rhys. -"No soy el mal".
-"Pero tú acabas de decir que tienes el mal dentro de ti, al igual que una
Drough."
-"No" no es lo mismo! ", Gritó.
Rhys estiró las piernas frente a él y las cruzó en el tobillo. -"El mal es el mal.
Aunque tú dices que puedes controlar el tuyo. ¿De verdad?"
-"Rhys", dijo Banan en voz baja llena de advertencia.
Phelan sonrió, con las garras brotando de sus dedos. -"Estás buscando otra
lucha, dragón?"
-"A diferencia de ti, Guerrero, no voy en busca de una pelea por todas
partes."
La verdad de las palabras de Rhys golpeó a Phelan como una pared de

ladrillos.
Cualquiera que sea la ira que tenía se había evaporado en un instante. La

vieja furia que ardía tan brillantemente mientras Deirdre lo mantuvo cautivo
es lo que lo mantuvo en pie cada día horrible
Una vez que estuvo libre, pensó fue tendría que eliminarla. También lo pensó
después de que Deirdre muriera. Ahora se dio cuenta de que esa furia se
había quedado, se movió, esperando algo más de esa furia en él.
Aisley había tomado el lugar de Deirdre. Eso lo enfermaba. ¿Qué clase de

persona era él para tener tales iras dentro de él? ¿Por eso estaba siempre
solo? ¿Es por eso que tenía tan pocos amigos?
Miró a los dos reyes dragón y al guerrero que estaban tratando de ayudarlo.
Demasiado tarde Phelan comprendido que esa era su intención. Rhys era el
único que se había atrevido a decirle la verdad sin ablandarla.
Phelan se retractó de sus garras y dio un paso hacia atrás, y luego otro. No
se merecía los amigos que tenía. Él no merecía nada si él trataba la amistad
con amenazas y rabia.
Él captó la mirada preocupada de Charon. Cuando su amigo dio un paso

hacia él, Phelan dio media vuelta y se alejó.
Charon había visto muchas caras de Phelan, pero esta era una nueva. El
alma, aplastada hasta los huesos. Él sufrimiento que vislumbró en él le dio
ganas de ir tras su amigo.
Pero conocía a Phelan lo suficiente para saber que necesitaba un tiempo a

solas.
-"Bien. Salió todo estupendamente ", dijo Rhys rotundamente.
Banan golpeó con el vaso en la mesa. -"Cállate, Rhys. "
-"¿Por qué? Porque me atreví a lo que ninguno de los dos podría pensar en
hacer? "
-"Tienes razón, " dijo Charon.
- “Rhys hizo lo que era necesario. Me equivoco o creo que ni Phelan entiende
todo lo que Aisley le ha afectado. Nunca antes había abandonado a nadie".
Rhys se levantó y se dirigió a la puerta. "Phelan es un dolor en el culo, pero
es un buen hombre. "
-"Si," estuvo de acuerdo Charon. -"Me preocupa que se vaya a cerrar en sí

mismo ahora. "
-"Sobrevivirá a esto?", dijo Banan.
Charon sabía que Phelan sobreviviría, pero Charon esperaba que no se

quedara en la simple pregunta.
CAPÍTULO 44
Aisley cogió una respiración entrecortada y dolorosa. No había una parte de

ella que no gritara de agonía. Ella no podía ni contener las lágrimas ni los
gritos de dolor.
Ella estaba sola. Por el momento. No había forma de saber cuándo volvería
Jason, o qué nuevas formas de castigo le iba a infligir a ella.
La tierra húmeda en la que estaba tumbada ayudó a enfriar su piel caliente

por el castigo y las heridas. Aisley tenía un calambre en la pierna, pero no
podía moverse para tocarlo, sin pasar por el dolor. Por lo tanto, sufrió aún
más por el calambre.
Jason había curado sus costillas. Más o menos. Fueron sanadas lo suficiente
para que ella no pudiera respirar profundo sin que le doliera. Jason le había
roto y reparado otros huesos en su cuerpo, y el sufrimiento había enviado a
su cuerpo una sobrecarga de dolor.
Ni siquiera podía usar su magia para defenderse. De alguna manera, Jason la

había quitado su capacidad de hacerlo. Ella estaba indefensa, vulnerable.
Su mente se dirigió al único lugar de felicidad que tenía. Se dirigió a Phelan.

Aisley revivió esos preciosos recuerdos para ayudarse a soportar lo peor del
dolor.
Aisley tendría que tener cuidado sin embargo. Si Jason se daba cuenta de lo
que estaba haciendo, podría utilizarlo en su contra. Phelan era de ella y sólo
de ella. Podría odiarla a ella ahora, pero ella siempre recordaría el sabor de
sus besos, la sensación de su cuerpo deslizándose dentro de ella.
-"¿Lista para más?"
Ella se sacudió ante el sonido de la voz de Jason susurrándola en su oído. El
movimiento hizo que la agonía explotara en sus piernas al tener los fémures
rotos.
-"¿De verdad piensas seriamente quedarte dormida para encontrar un poco

de calma? ", Preguntó Jason.
Él hizo un sonido chasqueando los dedos mientras caminaba a su alrededor.

Aisley respiró hondo y trató de prepararse para el ataque de su magia. Sin
embargo, cuando la primera ola la golpeó, no pudo contener los gritos.
Phelan dejó escapar un suspiro mientras las voces resonaban en la gran sala
del castillo MacLeod. Charon no había dicho nada más sobre lo que había
sucedido en Dreagan, y Phelan lo quiso así. Era mejor de esa manera.
Inclinó su cabeza hacia atrás y cerró los dedos sobre sus ojos mientras
Charon y Laura dieron su versión de lo que había ocurrido con Aisley.
No quería volver a vivir ese momento de nuevo. Por lo menos no en voz alta.
Phelan estaba cansado de decir a los demás lo que había ocurrido cuando él
seguía digiriéndolo.
No fue una sorpresa cuando Isla se puso del lado de Aisley. Eso fue hasta
que Ronnie mencionó que fue Aisley la que había disparado a Larena. Fue
entonces cuando la sala estalló.
Phelan podía sentir su alma marchitarse poco a poco. Él había hecho el amor
y protegido a una Drough responsable de la muerte de Larena y su situación
actual.
-"Ronnie dijo que Aisley impidió que Dale disparara a Larena," dijo la voz de
Isla sobre los demás.
Él se encogió. Sonreiría Aisley a saber que algunos druidas la estaban

defendiendo?
Dos veces se mordió la lengua para no decirles que había visto el dolor de su
pasado en sus ojos así como el bien dentro de ella. Pero ¿cómo podría ser
buena? Era una Drough. Ella pertenecía al Diablo.
Pero por la maldición de su alma, él la deseaba. Él la deseaba como el

desierto ansiaba la humedad.
El hambre por ella, el anhelo por ella, el dolor por ella.
Cuando no pudo soportarlo más, se levantó y salió del castillo. El aire fresco
del mar que corría por su cara le ayudó a calmar su acelerado corazón.
No dejó de caminar por el borde del acantilado hasta que el castillo fue un
punto en el horizonte. Sólo entonces dejó que la controversia que tenía sobre
Aisley saltara totalmente.
En menos de un latido del corazón, lanzó a Zelfor. Con un rugido cortó con
las garras la gruesa corteza de un roble que encontró a sus pies. Eso no hizo
que se sintiera mejor. De hecho, se sentía peor.
Se alejó más. Cuando eso no ayudó, corrió de regreso al castillo lo más

rápido que pudo. Cuando el castillo estaba a una milla de distancia, saltó por
el acantilado, deteniéndose a mitad del camino. Luego subió y saltó a una de
las muchas cuevas de los acantilados.
Phelan se quedó en la entrada de una de ellas y miró hacia el mar

sintiéndose más solo que nunca.
El terreno se extendía cientos de yardas más adelante, y el viento aullaba

como si supiera la confusión que había dentro de él.
Él estaba siendo desgarrándose desde adentro hacia afuera. Cuando

finalmente dejó entrar a alguien, volvió a sentir la traición y la falta de
honradez de las personas.
-"Deja de sentir lástima por ti mismo," dijo una suave voz femenina detrás
de él.
Phelan se dio la vuelta para encontrar a una mujer de una belleza imposible
de observar, sentada en una roca mirándose las uñas pintadas de color
lavanda con un diseño un poco raro que no supo distinguir. Su pelo azul-
negro brillante llegaba más allá de sus caderas.
Ella levantó su inusual mirada hacia él.
Al ver su piel casi translúcida, Phelan supo que no era mortal.
-"¿Quién es usted?", Preguntó.
-"Usted lo sabe."
La mujer miró de nuevo a sus uñas antes de dejar escapar un largo suspiro y
ponerse en pie. Ella Llevaba unos vaqueros ceñidos dentro de sus botas de
aguja negras y una camisa de color púrpura pálido casi transparente, por lo
que Phelan juró que casi podía ver a través de sus pezones. Sacudió la
cabeza para despejarse.
-"¿Yo que es lo que sé?" preguntó Phelan.
-"Quién soy. O mejor dicho... lo que soy".
Phelan la estudió por un momento, casi sin poder creer lo que estaba a punto
de decir. -"Eres un Fae".
-"Bingo, semental." Él frunció el ceño al escuchar el lenguaje que venía de

una cara tan dulce.
-“Ah, déjame adivinar, " dijo ella con un brillo en sus ojos. -" ¿ Me esperabas
elegante y de otro mundo."
-"Sí."
-"Bueno, supéralo semental. " Ella lo miró de arriba abajo. -"Realmente tú

eres un semental. Pero no es por eso por lo que yo estoy aquí. A menos
que… “, su voz se apagó y sonrió sin motivo.
Tan atractiva como era, Phelan no podía creerse que la idea de tocarla no le
gustara.
-"No." Dijo tajantemente Phelan.
-"Bueno no se puede culpar a un Fae por intentarlo." Ella se encogió de

hombros.
-"Bueno entonces. Manos a la obra", dijo ella de nuevo.
-"¿Por qué hablas así... moderno?"
Ella sonrió y echó hacia atrás su cabello.
-"Me encanta el lenguaje de estos tiempos. A mi reina, no tanto. Pero como

ahora no estoy en la corte….puedo hablar como quiera. Así que mueve tu
culo, semental”.
-"Deja de llamarme así."
-"¿Por qué? Tú sabes encanto que tienes con el sexo opuesto. Diablos, estoy
segura de que también podrías haber tenido a cualquier hombre que
quisieras. Rezumas atractivo sexual, semental".
Phelan parpadeó. Apartó la vista del Fae.
-"¿Qué quieres de mí?" le pregunto a continuación"
-“¿No lo has adivinado? He venido para atormentarte".
-"Lo estás consiguiendo."
-"¿No vas a preguntarme mi nombre?"
Él dejó escapar un suspiro de frustración y apoyó una mano contra la pared

de la cueva.
-"Eso hará que te vayas? No importa. ¿Cómo te llamas?"
-"Como si fuera a decírtelo."
Ella iba a hacerle estallar la cabeza. Esto no era como se había imaginado a
un Fae. Bueno eso no era realmente fue cierto. Se había esperado una
belleza sobrenatural, pero la elegancia tranquila que se imaginaba no era ni
siquiera una aproximación de lo que estaba viendo.
-"Fue tu dolor," dijo ella en voz baja a su lado.
Phelan se giró hacia ella para mirar su perfil. Cuando se había movido? -"
¿Por qué me permitiste encontrar el hada de la piscina y no me dejaste verte
entonces?"
-"Estábamos allí." Ella sonrió y le devolvió la mirada. "Pero estabas ocupado

en otra cosa. Semental."
Él cerró brevemente los ojos y se rió entre dientes. -"¿Puedes decirme por
qué me dejasteis encontrar la piscina?"
-"¿Cómo sabes que queríamos que tú la encontraras?"
Eso lo detuvo en seco. "Queríais a Ai... Querías a la mujer para encontrar."
-"Tal vez queríamos a los dos."
-"Ella es el mal. Tú no eres un Fae oscuro. ¿Por qué la quieres a ella? "
El Fae rió, el sonido rebota en las paredes de la cueva en forma de pendiente.

-"Nunca has visto un Fae. Tú no sabes a que se parece uno, y mucho menos
uno de la oscuridad".
-"Ok." Él sabía que ella lo era, sólo estaba esperando a que ella lo admitiese.
La sonrisa de ella creció. -"Tienes razón, no soy un Fae la oscuridad, solo un

Fae"
-"Dime por qué tendrías interés en una Drough."
-"Podría hacerte yo la misma pregunta."
Phelan se dio la vuelta y se dirigió hasta el fondo de la cueva. -"¡Para! Dejar

de contestar mis preguntas con preguntas".
-"Entonces deja de ser un chiquillo."
-"Sólo dame una respuesta. Por favor."
Hubo una exhalación suave antes de decir: "No importa lo que te conteste.
Diga lo que diga, lo vas a cuestionar aún más. A veces, semental, es mejor
cuando no hay una respuesta”.
-"No puedo creer eso."
-“Si tú me contestas con la verdad, esa verdad que apenas has permitido
admitirte a ti mismo, sobre por qué te interesaste en la drough, entonces yo
contestaré a tu pregunta”.
Phelan se sentó en una roca cercana y dejó caer la cabeza entre las manos
mientras se inclinaba hacia adelante.
-"Yo no puedo" dijo Phelan.
-"No puedes decir las palabras en voz alta, porque oírlas en voz alta hará que
sean más ciertas que cuando las oyes en tu cabeza."
Él asintió con la cabeza. Él quería negar todo lo que decía, pero no pudo. Era
como si con ella, pudiera admitir cosas que ni siquiera podía admitirse a sí
mismo.
Hubo un crujido de una bota mientras ágilmente la Fae caminaba sobre las
rocas para sentarse junto a él.
-"Dime. ¿Por qué estabas con un Drough? "
-"Porque ella removió mi sangre. Estar sin ella parecía imposible".
La Fae le palmeó el hombro. -"Si no hubiéramos querido que Aisley viera la

piscina de hadas hubiéramos esperado para enseñártela cuando regresaras
solo. Queríamos que los dos la vieran juntos. Y antes de preguntarme, no te
puedo decir por qué. Todavía no por lo menos ". "¿Tiene que ver con los
druidas en Skye?”, Phelan preguntó mientras levantaba la cabeza para
mirarla.
Ella asintió con la cabeza, su belleza brillaba incluso en la cueva oscura.
-"No estoy segura de por qué están involucrados esos Druidas, pero lo están.
Nosotros no somos todo lo que vemos, aunque algunos de nosotros dicen que
sí".
-"¿Por qué esperar hasta ahora para venir a mí? Podrías haber venido cuando
aún estábamos en Skye o en Inverness, o incluso en Dreagan".
Ella levantó una ceja arqueada azul-negra cuando mencionó Dreagan, su

mirada estaba llena de repulsión y ella no trató de ocultarlo. -"Los Fae no se
mezclan con los Reyes Dragón. Nunca."
-"Está bien." Dijo Phelan. La firmeza de su voz le dio ganas de preguntar qué
había pasado entre ellos, pero sabía que no iba a contestarle. "Así que estás
aquí para consolarme?"
-"No exactamente, semental. Estoy aquí porque nunca me puedo resistir

cuando un hombre corpulento necesita una buena patada en su culo
perfectamente formado", dijo la Fae
-"¿Qué?"
Ella sonrió ampliamente. -"Yo sabía que esto iba a llamar tu atención.
Hablando en serio, tiene que dejar de pensar en la mujer y concentrarte en
tu enemigo".
-"Wallace." Phelan se enderezó. "¿Qué sabes de él?"
-"Sé que es más potente que nunca. Posee más magia que la que Deirdre
recogió en sus mil años."
-"Mierda."
-"Eso es sin duda una manera fina y elegante de decirlo, semental."
Phelan se puso de pie y se dirigió hacia la entrada. Se detuvo después de

unos pasos y se volvió a ella, sus ojos plateados casi brillando en la
oscuridad. -"Es todo lo que viniste a decirme?"
-"No."
Esperó mientras estaba de pie, su cuerpo alto y delgado se deslizaba sin

esfuerzo sobre las rocas desordenadas hasta que ella estaba a su lado.
-"El apellido que buscas y que puede terminar con el selmyr es Bennett."
-"Gracias", dijo y salió de la cueva.
Rhi lo vio salir con el corazón encogido. Ella sólo le había dado la mitad de la
pista que necesitaba para poder llegar a la única persona que podría guardar
el selmyr.
Él no la habría creído de todos modos si ella le hubiera dicho la verdad.
Ella se acercó al borde de la cueva y observó la forma de Phelan llegando a la

cima del acantilado.
-"Ten cuidado, príncipe. Alguien al que tú quiere va a morir muy pronto".
CAPÍTULO 45
Phelan abrió la puerta del castillo y dijo al entrar. -"Tenemos que mirar el
apellido Bennett."
Todo el mundo se limitó a mirarlo a excepción de Laura, que se levantó de su

lugar en la mesa larga. Ella se apresuró a llegar hasta Gwynn que tenía su
ordenador portátil abierto.
-"¿De qué estás hablando?", Preguntó Arran.
Había una sonrisa en la cara de Charon cuando dijo: -"Es por el selmyr,
verdad."
-"¿El selmyr?" Repitió Cara.
Phelan cerró la puerta detrás de él cuando entró en el gran salón.

-"Estábamos tan ocupados con Wallace que se me olvidó mencionar que... fui
a la Isla de Skye en busca de una manera de derrotar al selmyr”.
-"¿Por qué a Skye?", Preguntó Isla.
Él no quiso responderle, pero su pregunta era buena. -"Ya sabíamos que los
primeros que contuvieron a los selmyr fueron los druidas de la isla de Skye.
Por eso yo pensé que sería el sitio lógico por el que empezar la búsqueda”.
Quinn frunció el ceño y apoyó los codos sobre la mesa.-"¿Pero no

abandonaron los druidas Skye?"
-"No" y a lo mejor alguno nos podrá ayudar ", agregó Charon.
Phelan echó un vistazo a todas las caras expectantes. Había mirado siempre
hacia delante cada vez que le pedían ayuda los del castillo. Por último, había
llegado el día en el que pudiera ayudar de verdad.
-"Sí, hay druidas allí. Nosotros los fuimos a buscar…..quiero decir yo les fui a
buscar ", corrigió, odiando que le pudiera parecer tan natural incluir a Aisley
en todo. -"Hablé con su líder, Corann, así como con un joven y poderoso
Druida, Ravyn.
Broc apoyó un hombro contra una pared mientras se detenía detrás de Sonia.
-"¿Cuántos druidas ahí?"
-"No lo sé exactamente. Corann tenía mucho que compartir con nosotros,

pero no nos permitió... no me permitió quedarme."
Phelan había dejado de lado el Hada piscina a propósito. Eso era algo
privado. Algo sólo de él… y de Aisley.
Reagan tomó la botella de vino para volver a llenar su vaso. -"Háblanos de

los druidas."
-"No", corrigió Lucan. "Dinos lo que saben de los selmyr."
Phelan aceptó un plato de comida de Dani con un gesto de agradecimiento y

se quedó de pie mientras ponía un bocado de pastel de carne en la boca. -"Te
voy a decir dos cosas. En primer lugar, del selmyr, Corann dijo que no podría
ayudarnos. La última vez que contuvieron el selmyr, este hecho se llevó a
muchos druidas en Skye, perdieron cientos en el proceso."
-"Maldita sea," murmuró Fallon desde la silla a la cabecera de larga mesa.

Phelan terminó de masticar su bocado antes de decir: -"Eso no es todo.
Corann dijo que sólo había una línea de sangre que tenía la capacidad de
manejar el hechizo. La familia se había ido de Skye, pero me dio el apellido
Hunter, para empezar. Después de algunas búsquedas, nosotros... yo, "dijo
con un suspiro de frustración, -“encontré el apellido ramificado en varias
direcciones. Ahora debemos empezar por Bennett”.
-“¿Cómo lo sabes? ", preguntó Ronnie desde su lugar al lado de Arran en el

pequeño grupo de sillas en el hogar.
Phelan se negó a contarles acerca de su encuentro con el Fae. Eso también

era privado.
-"Fue una suerte dar con él”.
Hayden dejó la jarra de cerveza sobre la mesa. -"Así que todo lo que
tenemos que hacer es encontrar a esa familia?”
-"No exactamente. Corann dijo que los druidas de esa línea de sangre sabrían
el hechizo. Es de alguna manera inherente en ellos. Tenemos que encontrar a
ese druida con el fin de que pueda volver a contener el selmyr de nuevo”.
Marcail se situó en la puerta de la cocina secándose las manos después de
lavar los platos. -“¿El Druida de Skye nos ayudará? "
-“No", admitió en voz baja Phelan.
Fue azafrán la que se levantó con la pequeña Emma en sus brazos. -"Los
druidas somos fuertes. Hemos matado a dos droughs. Podemos poner fin al
selmyr”.
-“Estoy de acuerdo ", dijo Isla.
Gwynn todavía estaba usando su portátil cuando levantó la vista y dijo: -"
Cuéntanos más de los druidas. ¿Cómo eran ellos?"
Phelan terminó su comida. -"Sólo vi a dos. Corann era viejo, pero Ravyn era
joven. Yo creo que ella era un poco más que un adolescente de unos veinte
años. No me permitió ver a más de ellos”.
-"¿Has hablado con ellos?", Preguntó Camdyn.
-"Aye." Phelan entregó su plato vacío a Marcail y cogió una jarra de cerveza
de la mesa. Él se bebió la mitad de ella y cubrió a Gwynn con su mirada.
-"Ravyn se llama a sí misma una llevadora del viento".
Los dedos de Gwynn se detuvieron en el teclado mientras lo miraba en

estado de shock.
-"Ella puede oír el viento?" preguntó Gwynn.
-"Ella puede”, confirmó Phelan.
-“Ravyn mencionó a un sanador, un susurrador del viento, un bailarín del

agua, y otros. Yo sospecho que hay muchos más druidas es Skye de los que
nosotros sabemos", concluyó Phelan.
Sonya tenía sus manos sobre su pecho. -"Hay uno que escucha los árboles?"
-"Los árboles de Skye", dijo Phelan con un encogimiento de hombros.

Lucan tiró de una de las pequeñas trenzas de su sien. -"Serían buenos
aliados."
-"No estoy seguro de que vaya a pasar eso ", dijo Phelan y apuró el resto de
su cerveza. "No estaban felices de tenerme allí”. -“Es por el tema de la
profecía ".
La sala quedo en silencio como Phelan sabía que pasaría.
Esto era algo que deseaba poder evitar, pero Corann se había preocupado lo
suficiente como para compartir la información con él. Lo menos que podía
hacer era decírselo.
-"¿Qué profecía?", Preguntó Laura.
Phelan apoyó un pie en el banco junto a Charon.
-“Habrá un guerrero que ponga su semilla en una drough. El niño que nazca
de esa unión llevará todo el mal del mundo”. Dijo Phelan.
Marcail se quedó sin aliento. -“Esa fue la profecía que Deirdre trató de
cumplir con Quinn. "
-“Y que fracasó estrepitosamente ", añadió Quinn.
Phelan se frotó la barbilla. -“Por desgracia, cuando se lo mencioné a Corann,

dijo que no era algo concreto. Esa profecía no era por Deirdre. Nunca se
afirmó quien sería el drough o el guerrero”.
-“Aisley es una Drough, " Dani dijo con una voz suave que parecía hacer eco
en la sala.
Phelan volvió sus ojos a la esposa de Ian. -"Sí, lo es. Ella también es incapaz
de tener hijos”.
-"Tienes razón, " añadió Charon. -"Aisley estuvo embarazada una vez antes.
Ella se cayó de unas escaleras, las cuales hicieron que el parto se complicase.
Los médicos tuvieron que realizar una cesárea, y su hija muró horas después.
Vi los registros médicos. Aisley no puede tener hijos”.
Fallon resopló. "Como si una Drough no pudiera usar la magia para cambiar
eso."
Una réplica estuvo a punto de salir de los labios de Phelan. Sólo logró
mantenerse callado en el último segundo. Fallon tenía sus razones para odiar
Aisley.
-"¿Fue drough antes de que tuviera el bebé o después?", Preguntó Larena.
Phelan miró a los ojos azules llenos de humo de Larena y sacudió la cabeza.
-"No. Fue después de que Wallace la encontrara."
-"¿Tiene magia para poder cambiar ese hecho?" Volvió a preguntar Larena
-"Se lo he mencionado. Pero ha dicho que no puede hacerlo".
Larena apartó la mirada sin decir nada más.
Logan apoyó su brazo sobre los hombros de Gwynn. -"¿Le explicaste a

Corann que la mayoría de nosotros estamos casados con druidas?”
-"Si lo hice, Él estaba impresionado ", dijo Phelan. -"Por lo que sabemos,
somos los únicos guerreros que lo han hecho".
Isla puso su codo en la mesa y apoyó la cabeza en su mano. -"Esto será así,
si Wallace no encuentra a otro antes para hacer cumplir la profecía".
-"Eso es correcto", dijo Laura. -"Sé que el guerrero que había tenido con él,
Dale, quería a Aisley. Si ya ha ocurrido una vez, podría ocurrir de nuevo.
Jason tiene la capacidad de encontrar droughs y guerreros. No es una buena
combinación."
-"Entonces debemos encontrar a Wallace antes de que lo haga él", dijo

Lucan.
Broc visiblemente se sacudió como si alguien lo hubiera golpeado en el

estómago. "Eso no será un problema. Wallace está en su casa”.
-"¿Cómo sabes eso?", Preguntó Phelan. "¿Lo has buscado?"
-"No he tenido que hacerlo. Él envió una señal anunciando su presencia ",
dijo Broc
Hayden golpeó con su mano la mesa. -"Es hora de que muera. Él quiere
hacer saber dónde está, entonces yo propongo ir a luchar contra él".
Jason sólo podía imaginar el caos en el Castillo de MacLeod en este instante

después de que él transmitió su paradero. No habría más juegos para
esconderse y tratar de obtener la ventaja.
Él ya tenía la ventaja, y él iba a hacer un uso completo de ese hecho.
Jason subió las escaleras hacia el piso principal de la casa. Su última sesión
con Aisley había sido productiva. Ella era una mujer fuerte, pero nadie podía
hacer frente a sus torturas por mucho más tiempo. Mientras la había
atormentado físicamente, ella había intentado ahondar en su mente para no
gritar de dolor.
Lo fácil que había sido encontrarla tras la tristeza que la siguió cuando la
encontró tras la pérdida de su hija.
Jason había utilizado esa pena para atraerla hacia el lado oscuro.
Había estado tan metida en las drogas y tan desnutrida que Aisley hubiese
hecho caso de cualquier cosa que cualquiera le hubiera propuesto.
Suerte para él que la hizo creer que su magia era débil pero que aumentaría
una vez que se convirtiera en drough.
La había tentado con palabras susurradas sobre la vuelta de su hija y sobre

la venganza hacia sus padres.
Fue esto último lo que Jason quería volver a poner en práctica.
Sus pasos eran lentos cuando sintió que algo tocaba el escudo que tenían
alrededor de la mansión. No era magia para controlar a la gente, era magia
para llamar a druidas como él había estado haciendo.
Sólo los droughs, o aquellos druidas que tenían el mal dentro, eran capaces
de romper esa defensa.
Jason abrió la puerta y salió a la entrada. Seis droughs estaban en la puerta.

La primera de ellos atravesó la barrera sin dudar, a continuación dos más le
siguieron.
No le hacían falta más droughs. De hecho, los que venían a él sólo serían una
distracción para los guerreros.
Él tomaría a todos los droughs que fueran a él, pero antes se aseguraría que
ninguno tuviera un ataque de conciencia como había desarrollado Aisley.
Tenía que estar seguro de que ningún druida le volvería a traicionar.
-"Bienvenidos," Jason dijo a los tres druidas. -Os he estado esperando."
El más joven del grupo, un adolescente flaco, se había teñido el pelo de

negro tenía la piel blanca por el polvo de maquillaje, los ojos con delineador
negro y lápiz labial.
-"Sabes lo que soy, ¿verdad?" le dijo el chico
-” ¿Sabes quién soy yo muchacho? “Preguntó Jason. -"Soy tu líder,

muchacho. Mantén eso en tu cabeza todo el tiempo” Mi plan es gobernar el
mundo en cuestión de días. Eso es después de matar a algunos Guerreros y
druidas”.
-"Cuenta conmigo", dijo el muchacho y se acercó a él.
La niña tenía en un traje de camarera y el pelo de color rojo brillante que

sobresalía en espigas cortas por toda la cabeza.
-"¿Puedo usar la magia?"
-"Por supuesto", respondió Jason.
-“Estupendo”. Me quedo. Mientras tú no me digas lo que puedo o no puedo

hacer con mi magia te seguiré donde vayas”
Jason le indicó que se situara a su otro lado. Eso dejó sola a la hembra
restante que parecía tener unos cuarenta años. Llevaba ropa holgada y
desaliñada y tenía círculos oscuros bajo los ojos.
- “Y tú?", Le preguntó.
-"Tengo una familia." Le respondió tristemente
Se encogió de hombros. -"Es tu elección. Tú familia o yo.
Ella se apartó el rizado y canoso pelo detrás de la oreja y llegó a estar

delante de Jason.
-“Soy Matilda”, le dijo
-"Y soy Jason Wallace tu nuevo amo ", dijo mientras miraba a sus tres
drough.
CAPÍTULO 46
Phelan miró por la ventana del castillo el amanecer de un nuevo día. Habían
pasado toda la noche discutiendo cómo atacar a Wallace. Los ánimos eran
escasos y todo el mundo estaba agotado. También estaban divididos.
Los únicos que no están presentes fueron Aiden y Britt que seguían
trabajando en terminar el suero para combatir la sangre Drough.
A pesar de las exhortaciones de Cara, Phelan no tenía ningún interés en

conseguir un poco de descanso. Cada vez que cerraba sus ojos veía a Aisley,
sentía sus brazos, su sabor en la lengua.
-"Se está burlando de nosotros," dijo Ronnie. -"Nuestra respuesta no debe

ser un ataque."
Arran se llevó la mano de su mujer a los labios para besarla. -"Cariño, aún no
estás acostumbrada a nuestras formas de batallar”
Ella puso los ojos. -"Puedo ser americana y nueva en el castillo, pero es obvio
para mí, que Jason nos está tendiendo una trampa a todos nosotros.
Seríamos tontos si caemos en ella”.
-"Wallace, Declan, Deirdre," dijo Fallon. -"Ellos tenían trampas preparadas, y

las hemos sorteado."
Los labios de Sonya se fruncieron mientras sus ojos color ámbar atraparon la
mirada de Fallon. -"Sí, Fallon, pero también hemos perdido amigos en el
proceso. Todos recordamos lo poderosa que Deirdre fue cuando ella recuperó
su cuerpo. Tengo la sensación de que Jason es peor. Estoy de acuerdo con
Ronnie”.
-"Y yo estoy de acuerdo con mi esposa", dijo Broc.
Ian asintió con la cabeza desde su posición a caballo entre el banco. -"Por
mucho que me gustaría encontrar a este bastardo y poner fin a su miserable
vida, yo creo que ir a la mansión es la decisión correcta”.
-"No creo que seamos capaces de atraerlo de nuevo a Dreagan," dijo Charon.
Ramsey sacudió la cabeza de pelo negro. -"Eso fue una sola vez, estoy de
acuerdo. Estarán los Reyes Dragón dispuestos a ayudar si los necesitamos? "
-"Puedo hablar con ellos, pero estaría mejor pensando que nos ocuparemos
nosotros solos " dijo Charon.
Galen salió de la cocina con su cuarto plato de comida en menos una hora.
-"Estoy de acuerdo”. Dudo que Wallace venga aquí tampoco”.
-“Entonces, ¿dónde? ", Preguntó Tara con una taza de café entre sus manos
mientras se acurrucaba junto a Ramsey. -"No podemos tener exactamente
una batalla en el medio de la ciudad. "
Phelan sonrió y miró a Charon. -“creo que tenemos un sitio. "
-“Ferness, " dijo Charon.
Fallon hizo un gesto renuente. -“¿Cuánto tiempo necesitas para evacuar a tu

gente, Charon? "
-“No mucho. Voy a hacer la llamada ahora ", dijo y se puso de pie.
Ahora hablarían de la estrategia a seguir. Phelan no necesitaba oírlo. Siempre

era lo mismo. Los druidas estarían protegidos por unos guerreros, mientras
que el resto atacaría.
Habían trabajado en eso en innumerables ocasiones en el pasado.
El problema era, que Phelan no estaba seguro de que fuera a funcionar esta
vez. Durante la hora siguiente, escuchó como los druidas discutían con sus
hombres acerca de la forma en que se beneficiarían de su magia estando más
cerca de la acción y el no rotundo de los guerreros como contestación.
Phelan sabía cómo de fuerte era la magia de Aisley. Lo había sentido, había
visto cómo la utilizaba. Hace días hubiera estado feliz de tenerla a su lado en
la batalla.
Miró a las parejas mientras estaban sentados juntos sonriendo, compartiendo

palabras susurradas y silenciosas.
Nunca había estado celoso de ninguno de ellos hasta ahora. Hasta Aisley.
Ella había abierto su corazón mostrándole algo nuevo y maravilloso. Pero

saber que lo había hecho sólo para traicionarlo le escocía en su orgullo como
nada más podía.
Como un guerrero, él debería haber visto a través de su belleza y sus

palabras. Debería haber sentido su negra magia. No importaba lo mucho que
la quería. Debería haberla reconocido por lo que era.
No sabía cuánto tiempo se había perdido en sus pensamientos hasta que

sintió una mano en su hombro. Phelan se volvió para encontrar a Laura a su
lado.
-"Todos vamos a descansar durante unas horas", le dijo. -"Sé que no es

necesario el sueño para los guerreros, pero deberías intentar dormir un poco
Phelan"
Phelan asintió y se levantó de su asiento. -"Creo que voy a ir a hacer algo...".
-"Tú sabes que estamos aquí contigo, Charon y yo." Le dijo Laura.
-"Por supuesto," dijo Phelan apresuradamente y miró a su alrededor a la sala

vacía.
Laura le palmeó el brazo. -"Por supuesto. Descansa un poco, Phelan”.
Él esperó hasta que ella se fue por las escaleras y saliera de su vista antes de
hundirse de nuevo en la silla y dejar caer su cabeza entre las manos. Tenía
que dejar de pensar en Aisley.
-"Te iba a preguntar si quieres una bebida, pero puedo ver que la necesitas",
dijo Charon mientras sostenía un vaso de whisky delante de él. -"Laura está
preocupado por ti. A decir verdad, yo también”
Phelan aceptó el vaso y bebió el whisky. -"Estoy bien."
-"Crees que seguir diciendo la misma mentira, con el tiempo se convertirá en

verdad? Preguntó Charon. -"Lo intentaré. No sé si funcionará ", le dijo
Phelan.
-"Tu anhelas el toque de esa Drough." Dijo seriamente Charon.

Phelan tomó la botella de whisky Dreagan de la mano de Charon y sirvió más
en su vaso. "Yo quiero olvidarla”.
-“Marcail puede quitarte estas emociones si eso va a ayudarte. -"Le dijo

Charon.
Lo sabía, pero de alguna manera Phelan no estaba dispuesto a renunciar a

ellas. Sin mencionar que no quería hacer frente a la cólera de Quinn cuando
Marcail se enfermara por ayudarlo. -"No." Dijo al fin.
-"Sabía que dirías eso. "
Se sentaron en silencio durante varios minutos.
-"Tienes que hablar con ella. "
Phelan tomó una respiración profunda. Él no iba a fingir que no sabía que
Charon se estaba refiriendo a Aisley. -"Imposible."
-"No hay nada de malo en ello ‘. Odio admitirlo, mi amigo, pero creo que ella
realmente se preocupaba por ti”.
-"Fue teatro"
-"¿Cómo lo sabes? Deja que Reagan vaya contigo. Ella puede mirar a los ojos
de Aisley y determinar si está diciendo la verdad”.
Phelan se rió entre dientes. -“No me puedo imaginar lo feliz que Galen sería
si pongo a su amada esposa en la misma habitación con una drough.
-"Aquí hay un montón de druidas que pueden ayudarte, maldita sea Phelan
deja que lo intenten”.
La frustración de las palabras de Charon era imposible pasar por alto. Él

sabía que su amigo sólo estaba tratando de ayudar, pero Charon no se daba
cuenta que no había nada que se pudiera hacer.
-"No puedo '."
Charon se inclinó hacia adelante y sacudió la cabeza. -"Maldita sea, eres un

cabrón obstinado."
-"Es por eso por lo que tú aprecias mi amistad."
Charon no le devolvió la sonrisa. En cambio, sus ojos oscuros lo

inmovilizaron. -"Ella te cambió. Y para bien, podría añadir."
-"No sirve de nada que me hagas la pelota," dijo Phelan con una risa forzada.
-"Puedo ser un príncipe, pero no tengo trono, ni soy idiota”.
-"Bromea todo lo que quieras", dijo Charon mientras se levantaba y dejaba

de lado su vaso. -"Sabes qué digo la verdad."
Phelan observó a su amigo irse. Lo único que se prometieron siempre el uno
al otro, era decirse siempre toda la verdad, no importaba lo difícil que fuera
de escuchar.
Él sabía muy claramente cómo Aisley lo había cambiado. La armadura que

siempre había usado cayó de él, dejándolo desnudo y expuesto. Se sentía
indefenso.
-"Jodidamente maravilloso", murmuró.
Phelan se levantó y lentamente hizo su camino por las escaleras a su

habitación. No habría ningún resto de él, pero al menos podía regodearse en
su autocompasión sin que los demás lo vieran.
Tal vez entonces podría enfrentarse a ellos de nuevo con alguna media
armadura en su lugar.
Un gemido salió de los labios de Aisley cuando ella se despertó. Había estado
teniendo el más delicioso de los sueños, sueño que implicaba a Phelan, la
piscina de hadas, y la cascada.
El hormigueo que su piel sentía en el sueño se desvaneció abruptamente

cuando la incomodidad de sus numerosas lesiones la tuvieron completamente
despierta.
Ella quería frotar una picazón en la nariz, pero no podía levantar los brazos,
no después de que Jason hubiera colocado docenas de cortes superficiales
por todos sus brazos, cuello y cara.
La sangre acumulada debajo de la mejilla la molestaba. Tan repugnante

como era el hecho de que no pudiera darse la vuelta. Incluso podía soportar
el dolor del resto de su cuerpo, pero las ronchas de su espalda se lo
impedirían.
¿Cuánto tiempo había pasado? Días o semanas? Estar encerrada en el
calabozo oscuro se llevó todas las pistas del tiempo. Aisley se preguntó qué
es lo que Phelan estaría haciendo, al mismo tiempo que esperaba que fuera
capaz de encontrar una manera de matar a Jason.
-"Por favor, Dios," susurró, y luego esperó a ser herida de muerte por rezar.
Cuando Dios no volcó su ira sobre ella, le envió una súplica silenciosa, de
corazón para proteger a Phelan.
No estaba segura de que él incluso la escuchara, pero valía la pena

intentarlo.
-"¿Por qué no me rezas a mí?" Dijo una voz profunda, inquietante desde el
interior de su celda.
El corazón de Aisley dio un vuelco y el miedo se deslizó por su espina dorsal.

-"¿Quién eres tú?"
-"Mírame." Le dijo la voz
-"Si no lo has notado, no puedo. Mi vista me fue quitada”.
El sonido de tela moviéndose cerca la asustó. Un segundo más tarde, pudo

ver unas gruesas suelas de botas de motorista negras. El hombre se puso en
cuclillas junto a ella.
Las sombras se aferraban a él, pero se podría decir que era joven. Llevaba
vaqueros oscuros, una camisa oscura, y una chaqueta de cuero negra. Ella
era capaz de ver su cabello, era oscuro y corto sin embargo, ella no podía ver
la sombra exactamente de él. Sus ojos, sin embargo, eran fáciles de ver.
Eran negros.
-"¿Esta es la forma que quieres que tenga para ti, Aisley?"
Algo en la voz la hizo helar la sangre en las venas. -¿Por qué te importa?"
-"Es una de las muchas formas que puedo tomar. Dime lo que te agrada, y
me verás así”.
Una imagen de Phelan entró en su mente. Casi al instante el hombre se

transformó en Phelan.
Ella cerró los ojos, su pecho agitado ante la vista de él. -"Para. Tú no es
realmente él”.
-"Es lo que querías, Aisley." Le dijo la voz con una gran sonrisa.
-"No. Veté."
Hubo una pausa. -"Ya no me parezco a Phelan. Abre tus ojos."
Aisley miró por un ojo. Cuando miró, la imagen de Phelan se había ido, ella
abrió los ojos.
-"¿Quién eres tú?" le preguntó temerosa de oír la respuesta.
-"Tú ya conoces la respuesta a eso. ¿No sería mejor preguntarme qué estoy
haciendo aquí? "
-"Supongo que has venido a ver cómo me tiene Jason."
La risa del hombre era el sonido más terrorífico que jamás había oído. -"He
venido para ayudarte. Todo lo que tienes que hacer es pedir”.
-"Jason se comprometió a ti. Le ayudaste a venir”.
-"En realidad, no lo hice." El hombre pasó un dedo por su mejilla, y cuando

lo hizo, se llevó el dolor con él.
-"Jason profundizó en lugares donde yo pensé que no tendría el valor de ir. Él

mismo se ha ayudado con la magia”.
Aisley tomó una respiración profunda y la liberó lentamente. Sin el dolor

arruinando su cuerpo era capaz de pensar con claridad. Ella sabía que el
hombre que tenía delante no era un hombre en absoluto, que era en realidad
el diablo.
También sabía exactamente lo que la estaba pidiendo.
-"Te puedo sanar, Aisley. Puedo triplicar la magia en tu interior. Puedo

ayudarte a matar a Jason”.
-"¿Por qué no tomas directamente su poder?"
El Diablo sonrió. -"Eso sería demasiado fácil. Tengo más... fineza que eso,
querida. "
-"¿Por qué yo?"
-"Debido a que tienes esa pasión dentro de ti al igual que lo hizo Deirdre. La
diferencia entre tú y ella, es que tú eres más inteligente. Deirdre se volvió
imprudente en sus largos años de poder. Se olvidó de quién estaba
realmente al cargo."
-"Y yo no lo voy a olvidar?"
-"No te dejaré." Se rascó la punta de la nariz que le picaba. -"Por lo tanto,

Aisley. ¿Cuál es tu respuesta?
¿Debo quitarte todo tu dolor, otorgarte más magia de la que se puede

imaginar, y ayudarte a matar a tu primo?"
CAPÍTULO 47
Aisley no podía apartar la mirada de los ojos negros de Satanás. Estaba

tratando de cortejarla para usarla en su propio beneficio. Y a ella no le
gustó.
-"Yo podría hacer que Phelan fuera tuyo de nuevo. Lo podías tener a tu lado
por toda la eternidad” dijo el Diablo tentándola. -"Él estaría del lado del mal."
-"Por supuesto."
El diablo tiró de su brazo hasta que ella quedó sentada.
-"Esos malditos drough no tenían idea del tiempo que me llevó bloquear los
dioses y mantenerlos a distancia en el Infierno. Se les mantiene bajo control,
cuando no pueden estar unidos.
Pero Deirdre los utilizó en su provecho.
-"Basta con pensar, Aisley. Se puede ordenar a los guerreros. Son seres
poderosos. Con Phelan a tu lado, podrías ser feliz”.
Ella sabía que era cierto, pero su alma gritó ante la idea de que Phelan se
aliara con el mal. Sí que tenía el mal dentro de él, pero no era malo. Había
una gran una diferencia en eso.
La cabeza del diablo estaba inclinada hacia un lado mientras la estudiaba.
-"El poder no te gusta, ¿verdad?"
-"No." Contestó Aisley.
Él puso su mano sobre su estómago. -"Podría cambiar lo que la naturaleza te
hizo. Podría curar las cicatrices de tu vientre para que otro niño pudiera
crecer allí”.
Aisley podía imaginar el niño sin dificultad. Tendría ojos del color gris azulado
de Phelan, su determinación, y su lealtad. Sus manos se apretaron mientras
ansiaba sostener a un bebé en sus brazos de nuevo para compartir el amor
de ese niño con Phelan. Pero nunca sería. Nunca podría ser. Ella era Drough,
y aunque ella no creía en las profecías, los druidas en Skye hicieron que su
miedo fuera suficiente para hacérselo pensar dos veces.
Por mucho que quería otro niño, no podía tener el bebé que contuviese todo
el mal del mundo.
-"No", dijo ella y movió la mano del diablo de su estómago. Su mirada se

estrechó mientras las llamas ardían en sus ojos por una fracción de segundo.
-"Es lo que quieres, Aisley. "
-"No", repitió ella, con voz más fuerte. "
-“Eso no sucederá nunca".
-"No tienes idea de lo que estás rechazando, Aisley. "
-"Lo sé. Más de lo que crees”.
Desplegó su cuerpo a la torre por encima de ella, y le dijo -“Pero vas a

aceptar mi oferta para matar a Jason. Si alguna vez cambia de opinión sobre
el bebé, házmelo saber “.
-"Tú me malinterpretas. Quiero decir que no a todo”.
Ella no podía creer que su voz fuera constante, que no temblara al sonar,
especialmente cuando ella sí que estaba temblando por dentro.
-"Nadie me niega." Dijo tenebrosamente el diablo.
Un escalofrío corrió por su columna vertebral al oír la malicia en su voz.
-"En realidad lo hacen. Y a menudo. No seré tuya."
Su sonrisa era lenta y fría. -"Es posible que desees cambiar de opinión,
Aisley. Al ritmo que Jason te está torturando, tú serás mía en cuestión de
días.
¿Quieres que te enseñe lo que te puede pasar si reniegas de mí? "
Ella sacudió la cabeza, pero ya era demasiado tarde. Una imagen de unos
tres pies de altura estalló desde el suelo. Era de una mujer de gran belleza
cuyo pelo blanco estaba despojado cerca de su cabeza. Rodeándola había
criaturas que eran mitad humanas y mitad animal.
Demonios, lo más probable. Su piel era de un rojo apagado y sólo tenían

semicubiertos sus cuerpos esqueléticos, tenían mandíbulas con hileras de
dientes largos y afilados que arrancaban la carne del cuerpo de la mujer. Los
demonios utilizaban sus garras de seis pulgadas para cortarla a ella también.
Sus gritos la llenaron de terror y dolor. Y justo cuando Aisley pensó que había
terminado, la carne de la mujer volvió a crecer y los demonios empezaron de
nuevo.
-"¿Sabes quién es?", Preguntó el Diablo.
Aisley sacudió la cabeza, incapaz de apartar la vista de la imagen.
-"Deirdre. Le advertí que escuchara mis instrucciones, pero ella decidió seguir
su propio camino. Hubo un instante en que su plan podría haber funcionado y
hubiera podido controlar el mundo. Sin embargo, los Guerreros ganaron.
Deirdre luego se convirtió en mía. Ella va a ser torturada así por siempre”.
Aisley se estremeció. Él la estaba amenazando con el mismo tratamiento que
estaba dispensando a Deirdre una vez que muriera, si ella no aceptaba su
oferta. La idea de sufrir de esa manera le daba ganas de estar acuerdo con
él.
Sin embargo, ella ya no podía empeorar las cosas.
-"Encuentra a alguien más." Le dijo Aisley
Él negó con la cabeza lentamente. "Vas a estar rezando por mí pronto, Aisley.
Yo sé lo que Jason tiene preparado para ti y no vas a sobrevivir a ello. El
dolor será insoportable. Entonces será cuando cambies de opinión y rezaras
por mí. Estaré esperando a ello Aisley."
Sin mucho más que un sonido, él y la imagen de Deirdre desaparecieron.

Casi al mismo tiempo las lesiones que el diablo le curó antes, volvieron de
nuevo.
Aisley cerró los ojos y se concentró en tomar respiraciones profundas a fin de

no perder el conocimiento. Ella quería estar despierta cuando Jason viniera a
por ella.
Phelan sonrió mientras su mano ahuecó su culo antes de que él acariciara su

espalda. Amaba la sensación de su piel y la forma en que respondía siempre
a su toque.
-"Más ", susurró mientras besaba su cuello.
La hizo rodar sobre su espalda y le cubrió el cuerpo con el suyo. Sus piernas
se separaron fácilmente. Miró dentro de sus ojos leonados sabiendo que la
vida nunca sería mejor sino con ella a su lado. Con sus manos a ambos lados,
ella le exigió que entrara ya. Su pene saltó, con ganas de estar dentro de ella
y en la sensación de su calor húmedo. El ángulo de sus caderas era perfecto,
y con un solo golpe duro, la llenó. Ella gritó, sus uñas hundiéndose en su piel.
Su espalda arqueada, y sus caderas en movimiento. Empezó a introducirse
dentro de ella con movimientos largos y lentos. Sus gemidos llenaban la
habitación. Mas gemidos salieron al sentirla tan caliente y húmeda. Empezó a
empujar con fuerza y profundamente, golpeando sus empujones fuertemente
en ella, cuando su propio deseo aumentó.
-"Phelan ahora!" Gritó ella.
Phelan se despertó al instante, su cuerpo con el fuego, con la necesidad y

enredado en las sábanas. Phelan se sacudió las gotas de su cuerpo
empapado de sudor con una maldición. Todavía podía sentir el contacto de su
piel bajo sus palmas. El sueño había sido tan real.
Cada vez cerraba los ojos era lo mismo. Él sabía que no volvería a conciliar el
sueño.
Phelan sacó las piernas por un lado de la cama y apoyó las manos sobre el
colchón. Cuando eso no lo calmó, se levantó y se acercó a la ventana. Él la
abrió y tomó una profunda bocanada de aire del mar. Él esperó hasta que su
cuerpo se enfrió antes de vestirse. Una mirada al reloj le dijo que sólo había
dormido durante una hora, pero había sido una hora demasiado larga. El
recuerdo del sueño se quedaría con él todo el día. Sin importar lo que hiciera,
no podía deshacerse de Aisley en sus pensamientos. Incluso sabiendo lo que
era, con quien estaba relacionada, eso no ayudaba a sacársela. Él salió de su
habitación y se dirigió hacia el gran salón. El único que estaba era Galen que
estaba comiendo de nuevo. -"Te ves como el infierno."
Phelan sonrió -"Es bueno verte, también."
Sin desanimarse, Galen le preguntó: -"¿Quieres hablar de ello?"
-"Cuando esté muerto" contestó Phelan.
-"Charon nos dijo de que eres un príncipe." Le dijo sin más Galen.
Phelan se detuvo en su camino a la cocina. Se dio la vuelta y se dirigió de
nuevo a la mesa y se quedó mirando a Galen, que estaba sentado frente a él.
-"¿Qué quieres saber?" preguntó Phelan.
-"Nada. Sé que nunca te has sentido cómodo aquí o con lo que nos rodea,
pero espero que sepas que serás siempre bienvenido. Somos tus amigos,
Phelan”.
Él apartó la mirada y dejó escapar un suspiro áspero. "Sí, soy un príncipe. Y

soy una rareza hasta en mi familia. Eso es lo único que ha cambiado."
-"¿De verdad?", Dijo Galen y apartó el plato vacío. "¿Por qué tengo la
sensación de que eso aún te hace sentirte más alejado de los demás que
antes?”
Phelan se aseguró de que Galen no lo tocara y usara su poder de leer los

pensamientos de la gente. Esta fue una de las razones por las que a Phelan
no le gustaba estar en el castillo. Todo el mundo siempre estaba ocupado con
lo suyo aunque siempre preocupándose de los demás. El hecho de estar
siempre solo cuando raramente se encontraba en el castillo, le irritaba aún
más.
- "¿Y qué?", preguntó Phelan mientras miraba al Guerrero. "Todos somos

diferentes. Es lo que nos hace individuos.
-“No asumas la culpa por lo que le hiciste a tu familia. Esas cosas aun siendo
errores es lo que se hace en las familias."
Phelan se frotó la parte posterior de su cuello, incómodo por lo que Galen le

estaba diciendo, pero aún más incómodo porque él quería hablar de ello.
-"Sé que no fue tu culpa irte." "Los niños rara vez hacen lo que sus padres
dicen. Uno hace sacrificios por la familia. Se supone que así es como deben
de ser las cosas” dijo Galen.
-"¿Lo son? ¿Cómo puedo saberlo? Si nunca he tenido una familia alrededor
para aprenderlo. "
Galen se levantó y rodeó la mesa y le dijo "Esta es tu familia ahora Phelan.

Lo has visto y experimentado, sin ni siquiera saberlo. No has visto el
sacrificio que has hecho por esta familia, pero lo más importante es que lo
has hecho”. “Has hecho demasiado por todos nosotros Phelan y lo sabes, y
eso es lo que uno hace por su familia, hace cosas, sacrificios.
Phelan estaba a punto de discutir ese punto cuando Galen levantó una mano
y le dijo.
-"Es cierto", continuó Galen, ¿Cuantas veces nos has ayudado

voluntariamente, sin pedir nada a cambio, cuando alguno de nosotros ha
necesitado tu sangre?
¿Cuántas veces te hemos llamado para que nos ayudaras en la batalla?

¿Cuántas veces has protegido a los druidas? "
Phelan tragó, incapaz de responder.
-"Exactamente", dijo Galen con una pequeña sonrisa. "Tú has sido una parte
de nosotros desde la primera vez que luchaste a nuestro lado. Aunque somos
una familia poco convencional, somos una familia de la misma manera”.
-"He sido un estúpido."
Galen se rió entre dientes, con sus ojos azules brillando intensamente. "Eso
es cierto, pero eso es lo que te caracteriza, Phelan. Mejor coge los alimentos
que quedan antes de que los demás lleguen. Si preguntan, yo no he estado
aquí. Reagan dice que estoy comiéndome las raciones de los demás”
Galen después de decir esto, resopló y retrocedió.
Phelan no podía creer que estuviera sonriendo mientras observaba a Galen
subir corriendo por las escaleras. Entró en la cocina para encontrar a Charon
apoyado en el mostrador bebiendo un vaso de leche. Se encontró con la
mirada de su amigo y asintió.
-"Supongo que has oído todo eso?" le dijo Phelan.
Charon terminó su leche y dejó el vaso en el fregadero.
-"Sí. Galen tenía razón en todo. Me costó un tiempo ver que mi lugar estaba
aquí también. Hay veces en que todavía me siento como un extraño, pero
eso es por mí y no por los demás”.
-"Las cosas han cambiado", dijo Phelan. -"Wallace está más fuerte que
nunca."
Charon frunció el ceño y se apartó del mostrador. -"¿Cómo lo sabes?"

preguntó
-"Sentí su magia, pero... me dijeron."
- "¿Qué?”
Phelan vaciló. Los Fae no le habían dicho que no pudiera decirle a los otros
acerca de ellos, pero no estaba segura de si él debería hacerlo. Se acercó
más a la cocina hasta que sólo unos pocos pasos lo separan y Charon.
-"Phelan?" Charon instó con preocupación.
-"Cuando estaba en Skye, me encontré con el Hada de la piscina."
Charon se encogió de hombros. -"Todos los turistas van a ver las piscinas de
hadas."
-"No. Vi al Hada de la piscina ", le dijo lentamente Phelan.
-"¿Me estás diciendo que..." Charon se calló y se pasó una mano por el pelo.
-"Mierda."
Phelan cruzó los brazos sobre el pecho. -"Lo sé. Aisley también lo vio. Corann
no estaba feliz con lo de los Fae pero nos permitió encontrarlos. Pero hay
más”.
-"Más?", Preguntó con sorpresa Charon.
-"Sí. Un Fae vino a verme ayer”.
Charon miró como si Phelan hubiera declarado un amor apasionado a la cesta

de frutas. -"Un Fae? Quieres decir... un verdadero Fae? "
-"No lo digas tartamudeando," Phelan respondió con irritación.
- "Ella dijo que Wallace regresó con más magia que la que nunca Deirdre
hubo tenido”.
Charon apoyó ambas manos sobre la mesa grande que servía como isla en la
cocina. -"Mierda. Esto es malo, muy muy malo."
-"Lo sé. Yo no quiero que los demás sepan de los Fae. No todavía al menos.
No " hasta que sepa lo que quieren de mí”.
Charon giró la cabeza para mirarlo. -"Tienes mi palabra. Me alegro de que me

hablaras de Wallace.
-“Vamos a tener que tomar precauciones para esta batalla”.
-“Te das cuenta de que no todos vamos a sobrevivir a la próxima batalla.

Wallace se encargará de eso”.
Los labios de Charon se comprimieron en una línea apretada. -"Sí. Estás en lo
cierto”.
Phelan observó a su amigo salir de la cocina.
Él no tenía una esposa a la que poner en peligro. Él no tenía a alguien que

contara con él.
Si alguien tenía que perder su vida, tendría que ser él. Ellos eran su familia,
después de todo. Ahora le tocaba a él cuidar de todos ellos.
CAPÍTULO 48
Malcolm echó un vistazo a su teléfono para ver que había cuatro llamadas
perdidas de Fallon. Ninguna de Larena. Lo cual era extraño. Si los que
estaban en el castillo tenían necesidad de encontrarlo, Larena siempre era la
que le llamaba.
Entonces vio un mensaje de Phelan diciéndole que estaban preparando una

trampa para Wallace en Ferness.
Malcolm estaba en las montañas.
Se marchaba y ayudaba a los demás de nuevo? ¿O se mantenía esta vez

alejado de todo? Si optaba por lo último, Larena nunca se lo perdonaría, pero
cada vez estaba más y más difícil estar con ella o alrededor de los demás
Si no había más druidas no habría una razón para la continuidad de los

guerreros. No quería que sus amigos murieran, simplemente se dio cuenta de
que las cosas estarían mucho mejor sin guerreros y druidas por el mundo.
Su alma estaba fría y vacía, y él le quitó la última gota de humanidad que le

quedaba. Se dejaba llevar por el sentimiento o dejaba de ir a Ferness?
Malcolm respiró profundamente y decidió quedarse donde estaba.
Horas después de su conversación con Charon, Phelan se situó en el techo

del edificio de Charon y se quedó mirando las calles completamente
desiertas. Se habían puesto señales de bloqueo en la carretera dentro y fuera
de Ferness y se había dicho a los habitantes que se debía a una fuga de gas.
Aún no era mediodía, pero Phelan ya se sentía como si el día hubiera durado
una eternidad. Él y otros Guerreros tenían sus lugares por toda la ciudad y
sus alrededores, a la espera de que Wallace llegara.
Si él realmente llegaba.
Phelan no estaba seguro de que el plan de los druidas realmente funcionara.
Esa era su única preocupación. Las últimas noticias llegaron una hora antes
de que una niebla grisácea llegara flotando en el aire. Había dos testigos que
afirmaban que esa niebla había matado a una mujer mayor en Elgin.
Fueron los selmyr. Todos lo sabían, pero nada se podía hacer al respecto. Al
menos no por ahora.
Gwynn, por su parte había encontrado varios apellidos derivados del que los
Fae le habían dado.
No estaban más cerca de encontrar a alguien que pudiera contener el selmyr

de lo que habían sido capaces de hacerlo antes. Era frustrante, pero más que
sentirse frustrado se sentía preocupado, muy preocupado.
Con tanta magia como la que Wallace estaba transmitiendo, y la magia que
los druidas estaban usando en Ferness, Phelan tenía pocas dudas de que los
selmyr fueran a visitarles.
A diferencia de la última vez, los dragones no estarían allí para ayudarles.
Lo que le perturbaba más de la próxima batalla o del selmyr fue la idea de

ver Aisley de nuevo. No estaba seguro de cómo iba a reaccionar cuando él la
viera de pie con Wallace, porque sabía que es donde ella estaría.
Una mujer que compartía su cuerpo con él, una mujer que le había dado más
de lo que nadie le daría, estaría de pie junto a Wallace. ¿Por qué se le había
entregado? ¿Por qué no pudo ser real lo que tuvieron?
-"¿Cómo lo llevas?" Phelan se dio la vuelta, sorprendido de encontrarse a

Larena a su lado.
-"Yo podría hacerte la misma pregunta."
La mujer guerrera normalmente activa, parecía frágil y cansada. Las ojeras

estropeaban su piel pálida y ella no podía ni siquiera ocultarlo.
Lo que estaba dentro de ella la estaba comiendo lentamente por dentro.

Larena se encogió de hombros. -"Fallon me agobia. Tiene buenas intenciones,
pero yo estuve a punto de gritarle si no se alejaba de mí un momento. Sólo
me dejó ir cuando le dije que iba a venir aquí con vosotros”.
-"Él te ama. Él sólo quiere verte bien ", le dijo Phelan
-"Lo sé." Su suspiro decía todo. -"Créeme, lo sé."
Phelan se humedeció los labios. "Has pasado cuatro siglos con Fallon. Te has
arrepentido alguna vez de ello? "
-"Nunca. Yo supe tan pronto como lo vi que era diferente, y no sólo porque
era un guerrero. Cuando estoy con él, siento que he encontrado mi otra
mitad” dijo tristemente Larena.
-"Yo normalmente solía pasar unas horas en compañía de una sola mujer."
-"Hasta Aisley." Le dijo Larena.
Phelan la miró, notando que no había enojo en su voz.
-"Sí."
-"¿Estabas feliz con ella?"
Phelan pensó en la sonrisa de Aisley, en su tendencia a quemar todo lo que

ella cocinaba, y la forma en que dejó un rastro de sus cosas en su casa.
-"Sí, lo era. Hasta que supe que era una Drough”.
-"Olvídalo por un momento," dijo Larena cuando ella lo enfrentó. -"Tienes

más de cinco siglos de antigüedad, Phelan En todo ese tiempo, ¿puedes
decirme otro momento en el que te hayas sentido tan feliz como con ella?”
Él no podía responderle, porque no podía imaginar como una Drough podría

darle la paz y la satisfacción que Aisley le dio.
-"Lo tomo como un no," dijo Larena. Ella se rió suavemente. "¿Por qué los
hombres siempre tenéis que luchar contra lo que tenéis delante de vosotros?"
-"No estoy luchando contra cualquier cosa, Larena. Ella es una Drough,
maldita sea”.
-"Ella es un druida," corrigió Larena, con voz afilada por la ira. -"Tú sabes
que ella lo era antes de que Jason la encontrara. Tú no sabes lo que la llevó a
tomar la decisión de convertirse en Drough o si Jason le obligó”.
Phelan sacudió la cabeza y miró por encima de la ciudad, negándose a

escuchar más.
-“No hay excusas para convertirse en Drough. Nada."
-"Esto viene de un hombre que piensa que dormir con una mujer diferente
cada noche está bien."
-"Eso ya la he oído antes pero las mujeres con las duermo al día siguiente se
van satisfechas”.
-"Quizás. ¿Estás ahí cuando se despiertan? ¿Sabes lo que les sucede después
de que te has ido? "
-"No es mi problema."
La boca de Larena se torció en una mueca. -"No, no me supongo que no."
-"Donde quieres ir a parar Larena?"
-"Siempre te tomé por un hombre inteligente, Phelan."
Él levantó las manos a modo de derrota. -"Ilústrame, entonces."
-"Sólo tú sabes por qué haces las cosas que haces. Tú eres el único que sabe
lo que ocurrió en tu pasado para hacerte el hombre que eres hoy”.
-"Entonces," dijo Phelan con un encogimiento de hombros indiferente.
Una ceja rubia perfectamente arqueada se levantó. "Por lo tanto, los demás
solo podemos adivinar que eres lo que eres, pero tú eres el único que sabe la
verdad de cómo realmente llegaste a ser lo que eres”.
-"¿Por qué estás defendiendo a Aisley? Ella te disparó, Larena. Ella te mató”.
La cara de Larena entró en una fría máscara de indiferencia cuando ella

apartó la cara.
-"Dale iba a decapitarme. Si eso hubiera sido así nada hubiera servido para
traerme de vuelta otra vez. Tal vez Aisley me hizo un favor."
Phelan había oído suficiente. Él negó con la cabeza y deseó que Fallon
volviera para llevarse a su esposa.
--"Ahora la estás defendiendo. Pero tú ahora no estarías luchando por lo que

te pasa si ella no te hubiera disparado" dijo Phelan
-"Y tú no estarías vivo hoy si Deirdre no hubiera desencadenado tu dios." Dijo

Larena girando de nuevo la cabeza hacía él.
-"La vida es lo que es. Somos afortunados, porque sobrevivimos a todo y

vivimos para ver cambiar el mundo que nos rodea. Tenemos posibilidades
para cambiar las cosas en nuestras vidas que los mortales no pueden. No
puedo, no pretendo saber lo que condujo a Aisley a convertirse en Drough,
pero sé lo que es el anhelo por tener un hijo.
-"Ella sostuvo a su hija en sus brazos. Aisley la vio tomar su último aliento.
Quiero sentir crecer la vida en mí. Aisley tuvo esa oportunidad. Sólo puedo
imaginar la angustia que sentía como madre cuando no pudo salvar a su hijo.
Eso mataría a cualquier persona por dentro ", terminó diciendo Larena.
Phelan no quería oírlo. No quería pensar en Aisley en cualquier tipo de forma

compasiva.
Si sentía lástima por ella, pero luego se abrieron a sí mismo a otros

sentimientos que no podía permitirse de nuevo.
Nunca.
Él sabía que era el momento de cambiar de tema. -"¿Podrás controlarte en la

batalla?"
-"Lo dudo."
Phelan no se sorprendió que ella no tratara de mentirle. Larena siempre se

había enfrentado a lo que la vida le deparaba de con valentía y coraje.
-"¿Fallon, lo sabe?"
-"¿Quieres decir si sabe Fallon que liberando a mi diosa y matando no puedo

tener el control total sobre mí misma?
-"Sí."
Larena tragó saliva y dio una sacudida de su cabeza. -"Sabe lo suficiente
como para preocuparse por mí. Será mejor para mí mantener mi diosa bajo
control”.
-"¿Se lo has dicho a alguien más?"
-"Cara y Marcail lo saben. Ellas, al igual que tú, sospechaban”.
Phelan quiso bramar su frustración al cielo. Los drough eran la causa de

todos sus problemas. Si nunca hubieran existido él nunca se había apartado
de su familia, y Larena no tendría ahora este sufrimiento.
Y el alma de Aisley no pertenecería a Satanás.
-"¿Qué hay de Malcolm?"
Larena sonrió con tristeza. -"Mi querido primo ha hecho tanto por mí ya. No
quiero que él sepa lo que me está pasando."
-"Él querrá saberlo."
-"No me importa", dijo con un encogimiento de hombros. -"Ya casi ni me

responde cuando le llamo. Temo que si algo me sucede, va a alejarse de todo
el mundo”.
Phelan había asumido eso durante mucho tiempo. -"Le podemos ayudar.
Juntos podemos ayudar y ayudaros mutuamente".
-"Phelan, Y...”
Las palabras de Larena se detuvieron ya que ambos sintieron un latido de

magia negra en el aire en el mismo instante. Gwynn dejó escapar un fuerte
grito cuando el viento corrió por las calles.
-"El viento dijo algo a Gwynn ", dijo Larena.
-"Sí."
-"¿Está aquí?", Preguntó, mirando a su alrededor. "No puedo decirlo con

seguridad."
-"No todavía. Aunque estoy ansioso por comenzar esta lucha. El bastardo
tiene que morir”.
Larena cogió sus cabellos de oro en una mano en la parte posterior de su

cabeza y rápidamente les aseguro en una cola de caballo.
-"Así es. Sólo esperaba que pudiéramos haber dado un día más para que
Britt tuviera tiempo de terminar el suero."
-"Eso es por lo que yo estoy aquí. Mi sangre, ¿recuerdas? "
Se paseó de un lado de la cubierta al otro.
-"Jason no va a venir. Le dije a Fallon que no funcionaría”.
-"Oh, vendrá, es su trabajo", dijo Phelan. "Wallace quiere terminar con

nosotros. Este es el lugar perfecto, ya que estamos todos reunidos en un solo
lugar”.
-"Es su trabajo, pero no vendrá. Jason quiere que esto se termine según sus
términos”.
Phelan trató de suprimir la ansiedad que estaba construyendo a un ritmo

rápido en su interior. Él quería hacer caso omiso de lo que decía Larena, pero
sabía que ella tenía razón.
-"Él no va a venir", Gwynn gritó mientras corría fuera de la barra a las calles.
-"Mierda", dijo Phelan.
Él y Larena se miraron entre sí y, al mismo tiempo, dijeron, -"El castillo".
Larena corrió de regreso al interior del edificio, mientras que Phelan saltó de
tejado en tejado en su camino hacia Charon. Aterrizó para encontrar a
Charon con el ceño fruncido.
-"¿Qué demonios significa que Gwynn diga que no viene?" Exigió Charon.
Phelan sintió que se le encogía el intestino. -"Wallace no va a venir aquí."
-"¿Dónde podría..." Charon dejó escapar una sarta de maldiciones.
-"Los únicos que no están con nosotros son Britt y Aiden. Él va al castillo”.
-"Sí. Sólo quiero saber cómo”.

-"Aisley?"
Phelan negó con la cabeza. -"No es posible. Ella no tenía idea de lo que Britt
y Aiden estaban haciendo”.
-"¿De Verdad? ¿Cómo lo sabemos? Si ella es una drough de Wallace entonces

ella estuvo en Edimburgo cuando fueron atacados Aiden y Britt. Ella lo sabe."
-"¿Cómo iba a saber que ellos no vendrían con nosotros?"
Charon se pasó una mano por el pelo. -"No lo pudo saber. Si tienes razón y si
Wallace es más potente que antes tal vez se dio cuenta por sí mismo”.
Antes de que Phelan pudiera responder, hubo una conmoción en medio de la

ciudad cuando apareció Fallon con Britt en sus brazos. Debió de tele
trasportarse del castillo tan pronto como le habló Gwynn de Wallace. Phelan y
Charon saltaron desde el techo, aterrizando con sus piernas dobladas antes
de su despegue corriendo hacia los otros.
-" ! Britt " Marcail gritó mientras corría a Fallon.
Phelan vio a Fallon liberar una respiración reprimida cuando los ojos de Britt
se abrieron.
-" Aiden?” Murmuró Britt.
-" Él no estaba en el castillo ", Fallon le dijo. -" ¿Qué pasó, muchacha? "
Ella cerró los ojos. -“Jason y sus droughs. "
-"Imposible. No debería haber llegado a través de mi escudo “, dijo Isla.
Phelan sintió la mirada de Charon en él. El tiempo para mantener las cosas
para sí mismo llegó a su fin.
-"Es culpa mía."
Todo el mundo se volvió hacia él.
Phelan dejó escapar una respiración profunda. -"Me enteré ayer que Wallace
volvió con más magia que la que Deirdre había tenido”.
-"Y no nos lo dijiste?" Gritó Quinn mientras empujaba hacia atrás Phelan.
-"Has puesto a Britt y a mi hijo en peligro? Santo infierno. Lo que está mal en
ti es que guardas todo para ti mismo? "
Charon se puso entre Quinn y Phelan.
-"Tranquilo, Quinn. Phelan nunca pondría a tu hijo o a nadie en el castillo en

peligro intencionalmente”.
-"Pero lo hice," dijo Phelan. "No quise que nadie supiera donde me dieron la
información."
Britt se retorció hasta que Fallon le dejó en el suelo. Fue Marcail y Reagan
quién la estabilizó.
-"¿Quién te la dio?" Exigió Britt.
-"Un Fae".
Tara se cubrió la mano con la boca y lo miró con los ojos abiertos durante
varios minutos. Sus manos cayeron a sus costados. -"Viste a uno? Un
verdadero Fae? "
-"Sí. Ella vino a verme ayer y me advirtió que Wallace había obtenido mucha
magia”.
Fallon dio un paso hacia él. "Y de verdad pensaste que esto no era lo
suficientemente importante como para compartirlo con nosotros?"
-"No. Pensé que este plan iba a funcionar, y que podríamos atraer aquí a
Wallace. Isla dijo que su escudo mantendría a Britt y Aiden seguros”
Hayden gruñó bajo y profundo. "No te atrevas a echar la culpa a mi esposa.

Tu odio por los droughs te ciega. Si te hubieras tomado la molestia de
informarnos sobre lo que la Fae te dijo, Isla podría haber fortalecido el
escudo.”
-"No", dijo Isla en el silencio que siguió.
Phelan desvió la mirada hacia ella. Isla volvió sus ojos azules como el hielo
de Hayden a él.
-"Si lo que el Fae le dijo Phelan es correcto, no hay nada, ningún tipo de
magia que pudiera mantener a Jason fuera del escudo," Isla dijo.
Marcail se limpió una lágrima solitaria que corrió por su rostro. -"Tal vez no,
Isla, pero yo no habría dejado a mi hijo y a Britt donde ese monstruo pudiera
encontrarles. Sólo Dios sabe lo que le está haciendo a Aiden”.
Britt se abrazó a Marcail. -"Aiden aún está vivo. Jason lo está usando para
asegurarse que ha llegado hasta donde quiere”.
Phelan comenzó a alejarse cuando Britt dijo: -"Espera."
Se dio la vuelta para ver como ella cogía un frasco de gotero de su bolsillo.
Britt lo sostuvo en alto para que todos lo vieran. -"Cada guerrero necesita
esto."
Phelan iba a preguntar lo que era cuando sintió un cosquilleo de magia que
pensó que nunca sentiría de nuevo. Su pene respondió al instante. Quedarse
quieto era todo lo que podía hacer para no correr al lado de Aisley.
-"Es el suero", dijo Britt. -"Todo el mundo tomará uno. No es todo lo que
quería daros a cada uno, pero es todo lo que pude agarrar cuando Wallace
llegó”.
Phelan apenas la oyó. Se volvió hacia donde sintió la magia de Aisley. Su

magia le llamaba, le atraía. Y que los santos lo ayudan, pero quería ir con
ella.
Sintió que algo le tocaba el brazo. Phelan miró hacia abajo para encontrar a
Britt sosteniendo el pequeño frasco. Era sólo una pequeña dosis. Todos los
demás ya había tomado el suyo.
Phelan tomó el vial y bebió lo que quedaba. Si el suero de Britt funcionaba o

no, estaban a punto de ponerlo a prueba.
-"Ahora. ¿Dónde está Wallace? ", Preguntó Lucan
Phelan se giró a la izquierda, hacia el bosque. -"Ahí. Wallace está allí. Y
también está Aisley”.
CAPÍTULO 49
Aisley tomó una respiración entrecortada por el dolor y miró el espeso

bosque de árboles a su alrededor. Uno de sus costillas estaba rota y
empujaba contra sus pulmones. Cada dedo se retiró de las articulaciones y
los huesos estaban rotos en pedazos. Su camisa estaba pegada a su espalda
por la sangre que goteaba de las decenas de cortes. Pero ninguna de las
cientos de lesiones infligidas por Jason era visible.
Pero él sabía que estaban.
-"¿Cómo estás, prima?", Preguntó con una sonrisa maliciosa.
-"No sientes ningún dolor?"
-"Cabrón, feo de mierda." Dijo Aisley

Prima, sabes que morirás hoy ¿eh? ".
Ella lo sabía. Lo sabía muy bien. Y también sabía quién pondría fin a su vida.
Phelan.
No podía esperar para verlo de nuevo. Aisley echaba de menos mirarle a los
ojos de color gris azulado y escuchar su seductora voz que siempre le daba
escalofríos.
Podía leer el diccionario y él seguiría sonando sexy.
-"Tú puedes salvarte a ti misma," dijo Jason.
-"Dime lo que necesito saber sobre los guerreros."
Aisley parecía conocer al hombre que Jason había capturado.
Ella lo reconoció como el hijo de Quinn. Aiden estaba de rodillas, con la
cabeza inclinada hacia adelante, y sus brazos estaban cogidos por dos de los
nuevos drough de Jason.
- "Has compartido la cama con un guerrero y vienes con las manos vacías!"
Gritó Jason.
-"Dime lo que necesito saber."
Aisley reprimió un grito de dolor mientras giraba la cabeza para mirarlo.

-“Eres el todo-poderoso. Descúbrelo por ti mismo."
Por el rabillo del ojo, vio la elevación de la cabeza de Aiden para mirarla. Ella
quería tranquilizarlo, quería decirle que no había nada que Jason pudiera
hacer para conseguir que le dijera nada acerca de Phelan o cualquiera de las
Guerreros.
Pero no pudo mostrar ningún tipo de respuesta a Aiden por miedo a lo que le
haría Jason a él.
-“Después de todo lo que te hecho soportar. “
La voz de Jason fue baja, calmada mientras caminaba a su alrededor. -

"Incluso después de que me haya asegurado de que soy el único que puede
curar tus heridas. Pensé que a estas alturas ya estarías dispuesta a
confesarlo todo. Creo que estaba equivocado."
Aisley permaneció en silencio. Dejaría a Jason decir lo que quisiera, lo dejó

continuar torturándola. Ella no se dejaría llevar por él de nuevo.
-"¿Mami?" La voz de la niña pasó por Aisley como un cuchillo.
Ella miró hacia abajo para encontrar a una niña de unos dos años que tenía el
pelo negro y largo atado con una cinta rosada alrededor de su cabeza y los
ojos de color leonado.
Aisley no podía respirar, no podía moverse mientras miraba hacia abajo a la

imagen que ella siempre había imaginado de su hija.
-"Mamá, cógeme," dijo la niña al tiempo que levantaba los brazos hacía
Aisley.
Jason se puso detrás de ella y le susurró: -"¿Qué clase de madre serías si

ignoraras a tu hija, prima?"
La visión de Aisley estaba borrosa debido a las lágrimas que se derramaban

por su rostro. Su corazón se alegró al mismo tiempo, pero su mente le
advirtió. Pero la última imagen de Gillian en sus brazos no era fácil dejar de
lado ahora.
Nada, ni un solo hueso roto, cortado o ningún dolor podía impedir que Aisley
se pusiera de rodillas ante la adorable niña. Ella abrió los brazos, y Gillian se
topó con ellos, envolviendo sus brazos con fuerza alrededor del cuello de
Aisley.
Aisley sollozó mientras sostenía a su hija. Su pequeño cuerpo parecía tan

frágil y robusto, todo al mismo tiempo. Y olía a inocencia y a flores silvestres.
-"No le puedes dar la espalda a tu hija," dijo Jason.
Aisley se echó hacia atrás y trató de tocar las mejillas de Gillian. Sus dedos
no se doblaban, por lo que fue sólo capaz de pasar suavemente su mano a lo
largo de las mejillas de querubín cuando su hija le sonrió.
-"Yo podría hacerlo de tal modo que olvidaras que murió horas después de su
nacimiento. Te daré recuerdos de la primera vez que la tuviste en brazos, de
la primera vez que gateó, de la primera vez que se puso de pie, la primera
vez que comió comida de bebé, sus primeras palabras. Darte todo sobre los
primeros recuerdos de su vida, Aisley. Su primer año de vida, su primera
Navidad. "
Aisley besó la frente de Gillian. Sus ojos se enfrentaron con Aiden mientras la
observaba con la sangre que gotea de un corte en la esquina de su boca.
No podía olvidar cómo Quinn había luchado tan duro para salvar a su hijo de
Jason en Edimburgo. Aiden era hijo de alguien. Si no le decía a Jason nada,
Aiden moriría después de que su utilidad para Jason hubiera terminado.
Aisley apoyó a Gillian contra ella y cerró los ojos. Ferness estaba cerca, y los
guerreros ya sabrían que Jason tenía a Aiden. La batalla que Jason ansiaba
pasaría pronto.
-"¿Quieres que vuelva a casa mamá," Gillian dijo mientras se movió contra
ella.
Todo lo que Aisley tenía que hacer, era decirle a Jason que aceptaba su
oferta. Y volvería con Gillian. Pero a ¿qué precio? ¿Cómo podía pensar en
criar a un niño cuando su alma se iría al infierno?
No quería a Gillian entorno a la magia negra. Luego estaba Jason. Ella sabía
que tenía motivos ocultos. Él usaría a Gillian para su propio interés y,
posiblemente, a su vuelta contra Aisley.
-"Todas las heridas se pueden curar en tu próximo aliento, Aisley" dijo Jason.
-"Puedes regresar con Gillian de nuevo a la mansión y esperarme allí. "
Aisley se puso de pie y se tragó el nudo de emoción en la garganta cuando

Gillian escondió su pequeña mano en la suya.
Jason sonrió a Gillian mientras le pasó la mano por la cabeza. -"Ella es una
hermosa muchacha. Pero yo necesito tu respuesta.
¿Vas a dejar a tu hija morir por segunda vez? "
Aisley miró una vez más en la mirada verde oscuro de Aiden. ¿Cómo iba a
dejar ir a Gillian un segundo, una hora sola con Wallace? Apenas había
sobrevivido a la primera vez. Ella no sobreviviría una segunda vez.
Pero ¿cómo podía ponerse del lado del mal, una vez más?
Jason no era su única opción. Siempre podía rezar al diablo como él le había
dicho que así sería, sin embargo, ella perdería Gillian.
Todo se redujo a su hija.
-"No te defraudaré de nuevo, " susurró.
La barbilla de Aiden cayó de nuevo a su pecho. Jason sonrió ampliamente y

juntó las manos.
-"Yo sabía que el niño lo conseguiría. Tú siempre la elegirías a ella.

Un consejo, prima. Nunca te permitas tener una debilidad".
-"Dijiste que me sanarías."
-"En un momento," dijo Jason y miró a su alrededor. -"Vamos a tener

visitantes pronto. Me pregunto lo enojado que Quinn estará por llevarme a su
hijo. Él será el primero en atacar. Y el primero en morir”. Aiden dejó escapar
un grito y trató de ponerse en pie, pero las dos mujeres drough lo sujetaban
con su magia.
-"Dime en qué han estado trabajando lo habitantes del castillo" Jason

preguntó a Aisley.
Se humedeció los labios. No tenía ni idea, y no estaba segura de sí Jason

tampoco.
Podía usar la magia para hacerla decir la verdad. O torturarla más. Ella no
quería que hiciera ninguna de esas dos cosas. Si iba a jugar a este juego,
tenía para hacerlo bien.
-"No lo sé."
-"Mientes" Jason aspiró profundamente y forzó una sonrisa. -"Estuviste con

Phelan durante días. Te conozco, sé que hablasteis de esto. Dímelo todo."
No había manera de que Aisley dijera nada sobre Phelan a Jason. La piscina
de la hada y el patrimonio real de Phelan, estaban destinados solo para
Phelan.
Aisley miró hacia Gillian cuando su corazón se rompió por Phelan y su tiempo
juntos.
Ella tardó un poco demasiado tiempo en responder, porque en el segundo

siguiente, sintió más sangre sobre su espalda.
-"Ni pienses en jugar conmigo," dijo Jason con los dientes apretados. -"Te
rompí una vez. Te voy a romper de nuevo.
-"Muy bien, " dijo Aisley rápidamente, y luego con una voz más suave,-”.
Están trabajando en una forma de usar su sangre en contra tuya”.
-"Interesante."
Ella dejó escapar el aliento que había estado conteniendo. Tan pronto como
Jason aceptó su mentira, sabía que tenía una oportunidad de mantener a
Gillian.
-"¿Qué más? ", Preguntó Jason.
Aisley se encogió de hombros e ignoró la mirada llena de odio de Aiden.
-“Están buscando una manera de contener al selmyr como se hizo en el
pasado “.
-"Esas bestias que me mataron? ¿Y?"
-"Eso es todo."
Jason resopló. -"¿Hasta qué punto están en lo del selmyr?”
-"Lo último que supe, no fue mucho. Estaban buscando una cierta línea de
sangre que sabría cómo hacerlo"
-" Y eso es todo lo que sabes?”
-"Eso es todo lo que sé ", dijo.
Jason se frotó las manos. -"Mis enemigos están cerca. Pon de tu parte, y
mantendré mi promesa a ti."
-"¿De mi parte?" pregunto de pronto asustada Aisley.
Él le lanzó una mirada irritada. -"Matarás a Phelan. "
Aisley no podría matarlo más de lo que podría matar a Gillian. Ella amaba a
Phelan, el tipo de amor que una persona sólo podía soñar. No sabía por qué
el amor había llegado a ella, sólo que lo tenía.
Sus decisiones pasadas les mantenían separados, pero no detuvieron su

amor. Nada, ni siquiera su muerte, pondría fin a su amor por él.
Afortunadamente, Jason se alejó para hablar con un muchacho. Aisley tuvo

una elección difícil ante ella. Ella podría matar a Phelan y mantener a su
amada hija a su lado y enfrentarse a las consecuencias que vinieran de ello.
O podría volverse en contra de Jason y tratar de matarlo. Perdería a Gillian y
sin duda su propia vida. Pero Phelan estaría vivo.
Se redujo a Gillian o Phelan.
¿Cómo iba a hacer una elección así? Gillian, la quería, mientras Phelan la
despreciaba. Si se le diera la oportunidad, Phelan la mataría.
Nuevas lágrimas cayeron cuando Aisley gritó hacia el interior por la injusticia
de todo lo que le estaba sucediendo. Cualquier opción terminaba con ella
perdiendo a alguien a quien amaba. Era una situación sin salida, y Jason lo
sabía. El Jason que había llegado de entre los muertos tenía un borde duro
para él, una crueldad de la que había carecido anteriormente.
Estaba claro que iba a hacer cualquier cosa, y no se detendría por nada, para
tener lo que quería.
Como si sintiera que Aisley se tambaleaba, Jason se volvió hacia ella.

-"Gillian, ven de pie junto a mí, muchacha. Quiero mantenerte a salvo."
Aisley no tenía la fuerza suficiente en la mano para sostener a su hija. Una

mirada de Jason silenció cualquier argumento que Aisley estuviera a punto de
hacer.
Gillian corrió al lado de Jason, su risa llenando el bosque. La batalla estaba a

punto de empezar e iba a ser mortal. Y su preciosa hija, su hermosa hija,
estaba de pie al lado del hombre que la había instigado.
¿Por qué no podría haberse quedado Jason entre los muertos?
¿Por qué no podría el diablo dejar de jugar y terminar con Jason ahora?
¿Por qué Phelan no la mató cuando ella se lo pidió?
Aisley sorbió la nariz a través de sus lágrimas. De alguna manera ella iba a
tener que mantener tanto a Gillian y a Phelan con vida.
Esto no tenía que ver con ella, tenía que ver con las dos personas que más
amaba en su vida.
La elección que Corann le había advertido que tenía que hacer estaba aquí.
Ella sólo rezaba para poder conseguir la magia que necesitaba.
CAPÍTULO 50
La piel de Phelan sintió un hormigueo por la sensación de la magia de Aisley.
Había una gran tristeza en su magia, pero eso no le impidió a él prometerle
que la mataría cuando ella se lo había pedido en Inverness.
Mezclada con la magia de Aisley sentía la sensación empalagosa y

repugnante de la magia Drough. Phelan reconocido la magia de Wallace como
parte del resto de magia drough que percibió.
Fue Wallace a quien había sentido en Skye. Podía ser que el bastardo hubiera
atacado a Aisley o no, o incluyo algún tipo de plan concebido por ambos, en
cualquier caso ya no importaba.
-"Salid, salid, de dondequiera que estéis!" Gritó la voz de Wallace a través de

los árboles.
Phelan hizo una señal a Charon y se dirigió al camino que su amigo le había
mostrado. Necesitarían a Phelan alrededor para bloquear a Wallace. Malcolm
se suponía que se pondría al otro lado, pero no habían tenido noticias de él.
Si se presentaba o no era una incógnita.
No había tiempo para nada más. Phelan se movía silenciosamente a través

de los árboles mientras enviaba un SMS rápido a Malcolm. Casi al instante
Malcolm respondió para hacerle saber que ya estaba allí y que estaba viendo
a Wallace.
Phelan sonrió. Todo dependía de él y de Malcolm. Los otros guerreros harían

su parte, pero también tenían que mantener a los druidas a salvo. Él y
Malcolm no tenían ese problema, no tenían esposas que proteger.
Wallace se puso sobre una pequeña elevación protegida por enormes robles,
alisos, pinos y castaños.
Había una fuerte pendiente que llevaba hasta la espalda de Wallace. El suelo
sobre los tres lados restantes eran suaves colinas.
Phelan apretó la mandíbula cuando sintió la magia detrás de Wallace

impidiendo que cualquiera pudiera atacar por ahí. Wallace había establecido
claramente el campo de batalla a su favor.
Aunque Wallace no sabía por dónde había estado caminando en ese

momento, pero Phelan y los otros sí lo sabían.
Nadie conocía ese terreno como Charon. Tan pronto como descubrieron
donde se había instalado Wallace, Charon dibujó un mapa rápido de la selva.
Una vez que Broc descubrió exactamente dónde estaba Wallace, fue cuestión
de tiempo, que Charon dijera a todo el mundo donde se debían de colocar
para ser más eficaces.
Phelan desencadenó su dios y observó las garras de oro que se extendieron

desde los dedos mientras apoyaba una mano contra el tronco de un árbol.
Luchar contra los droughs era lo que estaba destinado a hacer.
A su izquierda, los otros diez guerreros habían tomado sus posiciones para la
batalla, mientras que los tres hermanos MacLeod se harían visibles a Wallace.
Phelan miró a través del follaje y vio a Quinn con Fallon y Lucan a cada lado
de él.
La rabia de Quinn era palpable.
Los hermanos se quitaron las camisas de modo Wallace pudo ver la piel
negra y las garras negras del dios que compartían.
Por las muchas batallas en las que había estado, Phelan sabía que esta podría
cambiarlo todo. Con Aiden prisionero, no estaba seguro que Fallon y Lucan
pudieran controlar a Quinn.
Phelan continuó a través de los árboles, hasta que encontró la formación

rocosa que sobresalía, donde Charon le había dicho que estaba. Se quedó
tendido sobre su estómago y bajó la mirada hacia Wallace. A pesar de que no
estaba tan cerca como parecía ser, él tenía desde allí una gran ventaja para
llegar a la siguiente colina. Dejó que su mirada lentamente barriera la zona
hasta que vio a un muchacho joven, y junto a Wallace una niñita de pelo
negro. La niña le dio que pensar, sobre todo cuando ella volvió la cabeza y
vio el de color leonado de sus ojos.
Phelan continuó su búsqueda hasta que encontró a Aiden en manos de dos

drough de sexo femenino que usan la magia para mantenerlo sumiso.
Aunque Aiden estaba luchando contra ellas
Una sonrisa tiró de los labios de Phelan. Era como un MacLeod tenía que ser,
lo suficientemente tenaz para pensar que podía salir de cualquier situación
por sí solo.
Pero no importa qué parte de la magia de Aiden sintió Phelan, no fue

suficiente para superar a la de sus captores.
Entonces Phelan vio a Aisley.
Su aliento se quedó en un silbido, y sintió como si alguien le hubiera dado

una patada en el estómago. Sus cabellos de medianoche estaban desorden y
enredados. Su ropa estaba sucia, y casi podía jurar que olía la sangre en ella.
Sangre fresca. Ella estaba de pie detrás de unas formas, en frente de Wallace
y delante de Aiden. Sin embargo, ella no se movió. No era un tic de sus
dedos o un capricho de sus labios. Sólo fue la brisa y el crujir de las hojas la
que se atrevió a barrer a través de su pelo, dejando un mechón enredado en
sus pestañas. Esperó a ver si Aisley lo quitaba de su cara, pero nada
sucedido. Su mirada estaba fija en la niña que Wallace tenía a su lado.
Phelan apartó la mirada de Aisley. Si, continuaba mirándola, era probable
que pensara en la expresión de su cara, expresión de abatimiento y dolor.
Pero él estaría preparado para todo. Después de la facilidad con que ella le
había mentido, Phelan no confiaba en lo que sus ojos vieran o lo que sus
oídos escucharan.
Él se había preparado para entender que si ella se ponía en contacto con él,
él creería justo lo contrario de lo que ella le dijera.
-"¿Vas a esperar por más tiempo?" Wallace gritó al bosque.
Phelan desprendió sus labios cuando vio a Wallace intercambiar una sonrisa
con el muchacho a su lado. Los bastardos se divertían.
En el momento en que Phelan consiguiera hacerse con él, Wallace no tendría

nada para sonreír. Los MacLeod salieron de la sombra de los árboles y se
detuvieron. Fallon había cruzado los brazos en su pecho mientras que Lucan
se quedó a su lado en una postura ni mucho menos casual.
Quinn, sin embargo, tenía los puños cerrados y los labios bien abiertos hacia
atrás mientras gruñía. -"Ponle una correa," Wallace le dijo a Fallon respecto a
Quinn
Fallon arqueó una ceja. -"Libera a su hijo, y yo no tendré que hacerlo. "
Wallace abrió la boca en una O dramática y miró por encima del hombro a
Aiden. "Te refieres a él? Me temo que eso no va a pasar”.
-"Pues entonces prepárate a morir, Drough, " Quinn dijo amenazadoramente.
En respuesta, Wallace se rió. -"Crees que tú y tus matones fácilmente vais a

subir aquí y matarme? Por si aún no lo sabes, Sobreviví, volví de los muertos
y he ganado más poder en el proceso”.
-"Tú no has sido el primero en hacerlo ", dijo Lucan. -"Deirdre lo hizo antes.
Mejor que tú, creo".
Fallon asintió. -"Deirdre lo hizo hacerlo mejor, mucho mejor."
-"Me importa una mierda, como lo hayan hecho los demás," Wallace dijo
entre dientes, mostrando por simple vanidad el engrosamiento de su acento.
-"Estoy de vuelta, y no vais a deshaceros de mí tan fácilmente."
Quinn dio un paso hacia él antes de que Lucan y Fallon le agarraran por los
brazos.
-"Sigue pensando eso. Nosotros no hemos matado a dos poderosos Drough

por nada. Tú eres el siguiente en la lista, Wallace”.
-"Y yo estoy temblando en mis zapatos", dijo Jason con una sonrisa.
-"Pero es que ninguno de vosotros es capaz de darse cuenta de que ya no

tienen ninguna ventaja sobre mí".
Lucan le dio una sonrisa burlona. -"Con tres drough?"
-"Si con tres drough."
Fue la actitud fría de Wallace la que llamó la atención de Phelan.
El bastardo podría ser un sociópata, pero tenía un plan. Y uno para el que
seguramente no estaban preparados. No había tiempo para advertir a los
demás.
Phelan llamó a su poder y alteró el bosque para que Wallace pensara que los
MacLeod habían desaparecido. Fue segundo antes de que Wallace soltara un
chorro de magia junto con tres cuchillos que se levantaron del suelo y
apuntaron a la derecha de los MacLeod.
Phelan vio sangre en los cuchillos y supo que era sangre Drough. Los
hermanos salieron del camino de los cuchillos y la magia y volvieron de
nuevo al bosque.
Sólo entonces Phelan vio toda la artillería que Wallace tenía preparada.
Wallace dejó sueltas varias explosiones más de magia sobre los árboles que
llegaron demasiada cerca de los guerreros. Si Phelan no hacía algo, Wallace
podría tener suerte y golpear a uno de sus amigos.
Phelan se puso de pie. Antes de que pudiera saltar delante de Wallace, un

relámpago serpenteó a través del bosque y alcanzó una de las mujeres que
sostenían a Aiden.
Aisley esperó a que el rayo le golpeara. En su lugar, fue sólo uno de los
nuevos reclutas de Jason el que cayó al suelo, con el cuerpo sin vida
humeando después de ser alcanzado por el rayo.
Sus rodillas estaban rígidas, manteniéndose aún en posición vertical y Aisley

todavía en su lugar en vez de ir corriendo a Gillian.
Por el rabillo del ojo, vio Aisley a Aiden junto a la otra mujer. Ella era mayor,
y él sería capaz de ganar ventaja, incluso con la magia de la Drough.
Ella quería ver si Aiden se soltaba, pero la atención de Aisley no podía ser
desviada completamente de Gillian quien todavía estaba al lado de Jason
mientras continuaba la explosión de su magia en los árboles.
Aisley gritó el nombre de Gillian cuando el relámpago vino de nuevo y golpeó

a pocos pasos de ella. Cuando Gillian comenzó a correr hacia ella, Jason la
agarró del brazo para mantenerla a su lado.
-"No", dijo Aisley. No iba a esperar y ver a su hija en peligro.
Bolas de fuego, más rayos, e incluso el agua en forma de lanza aparecieron

en el pequeño claro acercándose más y más a Jason.
El adolescente fue alcanzado por una lanza de agua en su pecho. Jason no le

prestó atención. Era como si el drough que Jason había reclutado no
significara nada para él.
Su magia brotó dentro de ella. Podía usarla contra Phelan y los demás. Si lo
hacía, le demostraría a Jason que se aliaba con él.
Y Jason le daría a Gillian. Ella podría ver a su hija a dormir por la noche,
enseñarle acerca de la magia, la vida, y los niños.
Un mundo de filamentos sonó en las orejas de Aisley y ella se encontró boca

abajo en el suelo, las agujas de los pinos pegándose en su mejilla.
Por el olor a tierra quemada, parecía como si hubiera sido golpeada por un
rayo.
Era el sonido de Gillian gritándole a ella, lo que tenía a Aisley en movimiento.

Se mordió los labios y saboreó su sangre cuando movió sus manos debajo de
ella para empujarse a sí misma. Las heridas en su espalda derramaron
sangre. Ya estaba débil por la falta de alimentos y la tortura. Cuanta más
cantidad de sangre perdía, más débil se volvía.
¿Cómo podía ayudar a Gillian entonces? Aisley se mareó cuando ejerció

presión sobre sus manos heridas para estabilizarse. Poco a poco trasladó sus
piernas de modo que sus rodillas estaban debajo de ella. Ella parpadeó y se
centró en sus dedos. Fue entonces cuando vio el rastro oscuro de la sangre
que corría por su brazo y sobre su mano hasta la palma.
-"¡Mamá!"
Aisley intentó enviar magia para traer a Gillian con ella, pero Jason era
demasiado poderoso. Incluso con su concentración en los guerreros, Aisley
no podía llegar a él.
Phelan vio la sangre que corría por el brazo de Aisley. Pero lo que envió un
choque a través de él fue a la niña gritando hacia ella y llamándola mamá.
No podría ser posible sin embargo. La hija de Aisley había muerto cuando ella
tenía apenas horas de vida.
-"Esa es la otra magia que siento," dijo Phelan, ya que todo empezó a tener
sentido.
Esperaba que Aisley corriera a su hija, pero le estaba llevando demasiado

tiempo mover simplemente sus pies.
El rayo lanzado por Malcolm le había dañado más de la cuenta?
Phelan comenzó a ir hacia ella cuando se acordó de quién era ella, lo que era.
En su lugar, volvió su atención para ayudar a Aiden a liberarse de la Drough
que seguía sosteniéndolo.
Era casi demasiado fácil. Aiden la cogió con la guardia baja, y con poco
esfuerzo Phelan alteró la percepción del drough sobre Aiden, para que Aiden
pudiera escapar.
En lugar de desaparecer en el bosque como Phelan esperaba que haría, Aiden

fue a Aisley.
Phelan se alejó de la escena y se concentró una vez más en Wallace. Sus

compañeros de armas no estaban poniendo toda la fuerza de sus poderes
sobre el ataque debido a que Wallace seguía teniendo junto a él a la niña.
Si seguían así, Phelan tendría que retirar a la niña de Wallace. Tal vez
entonces podría con un solo golpe a Wallace acabar con todo.
¿O acabaría con Aisley? Si Aisley aún seguía allí
CAPÍTULO 51
Aisley aulló de dolor cuando una gran mano agarró su brazo y tiró de ella
hacia sus pies.
La sangre corría rápidamente por su brazo. Ella levantó la cabeza para

encontrar los ojos verdes de Aiden furiosos sobre ella "Si vas a matarme,
hazlo." Le dijo Aisley a Aiden.
Aiden arrugó su frente y le dijo. -"¿Matarte?"
-“Le pedí a Phelan que lo hiciera”. “¿él te envía?”
- "Quiero saber por qué mentiste a Wallace."
Ella débilmente trató de apartarse. Ahora que estaba de pie podía llegar a
Gillian. -"Yo no sabía nada. Él sin embargo no la creyó. Yo tenía que decirle
algo”.
- "Aisley tú sabías en lo que estábamos trabajando. Tú formabas parte del

ataque contra Britt en Edimburgo "dijo furiosamente Aiden.
La respiración superficial de Aisley no ayudaba a combatir el dolor de sus

costillas. "Jason sabía que ella te estaba ayudando a ti. Eso era todo el
incentivo que necesitaba para querer verla muerta. Ahora, si no vas a
matarme, déjame ir a buscar a mi hija” le pidió Aisley.
-“Ella no es real” le dijo Aiden.
Aisley sacudió la cabeza, sin preocuparse de cómo se expandían los

músculos desgarrados en su espalda. -"Sí que lo es, él la trajo de vuelta.”
-“Aisley” dijo Aiden, -“Puedes verla pero ella no es real”, “Él la está ayudando
para llegar a ti. Ayúdanos Aisley contra Wallace” le dijo Aiden.
- "Puedo verla, pero ella no es" real. Él lo está usando para llegar a ti.
Ayúdanos, Aisley”.
- "Tú no lo entiendes Aiden” dijo apenada Aisley
Él dio apretó su braza. -"Dime que no amas a Phelan." Dijo Aiden
- "Yo... no puedo."
- "Entonces ayúdanos. Ve a por tu hija entonces, para que podamos luchar

contra Wallace”.
Aisley sacó el brazo fuera de su alcance. "Llega a tu familia antes de que

Wallace te vea."
- "Si se entera de que me dejaste ir, te matará."
- "Estoy muerta de todos modos. Lo he sabido desde hace meses”, murmuró

Aisley
Un músculo se contrajo en la mandíbula de Aiden. -"¿El apellido Murray

significa algo para ti en lo que respecta al selmyr?”
Aisley parpadeó, sin poder ocultar su sorpresa. Fue sólo gracias a la manía
obsesiva de su madre por aprender su árbol genealógico que Aisley sabía que
el nombre de soltera de su tatarabuela había sido Murray.
-“Lo conoces”, afirmó Aiden.
Aisley le dio un empujón y le dijo. -“Aléjate de aquí mientras puedas Aiden”
-“Los selmyr están cercan, vendrán” le dijo antes de perderse de nuevo en la

oscuridad del bosque.
Aisley iba de nuevo hacia Jason cuando Gillian gritó. Parte del pelo de su hija
estaba siendo quemado por una bola de fuego. Mientras Gillian estuviera con
él, los guerreros no atacarían. Maldito fuera Jason por poner a su hija en
peligro.
Aisley cerró los ojos y llamó hasta el último punto de la magia que tenía en
su interior. La magia palpitaba y crecía, hasta que la pudo sentir
arremolinándose a su alrededor. Entonces Aisley abrió los ojos y tendió los
brazos a Gillian y le dijo “Gillian ven a mí”, en el mismo instante en que
dirigió su magia sobre la espalda de Jason. Le lanzó hacia un lado, dando a
Gillian tiempo suficiente para liberarse de Jason y correr hacia ella. Aisley
sonrió mientras las pequeñas piernas de su hija corrían tan rápido como
podían hacia ella.
-"No!" Gritó Jason.
Aisley lanzó una vez más su magia sobre la espalda de Jason. Volvió la
cabeza para buscar Gillian, pero ella había desaparecido. Sólo la cinta su
cinta rosa del pelo se mantuvo flotando en el aire hasta caer al suelo. Todo
alrededor de su magia, fuego, agua, relámpago voló. La tierra se sacudió y
se quebró en a los pies de Jason. De alguna manera su magia se estaba
lanzando en él. Eso mezclado con la magia de los druidas que estaban
lanzando sus propias descargas sobre él.
Pero Aisley no sentía nada de eso, el dolor que la atravesó fue tan fuerte, tan
real, tan visceral como lo había sido el día que Gillian murió en sus brazos.
Ella contuvo desde ese instante, ahora ella no lo volvería a hacer, lo sacaría
todo fuera.
El grito de Aisley brotó en su pecho hasta que no tuvo más remedio que
dejarlo salir.
Phelan utilizó su poder para cambiar constantemente la percepción que de los

arboles tuviera Wallace, para que el drough no supiera en ningún momento
de dónde venían los ataques. El grito de desgarro que Aisley expulsó llegó
hasta el alma misma de Phelan. Sintió su dolor, su ira
. Oyó la angustia y la tristeza desgarradora de su alma.
Su mano aún estaba extendida hacia la niña que había estado corriendo
hacia ella. Jason había matado a la muchacha. Phelan cerró la mente y el
corazón al dolor de Aisley y se concentró en ayudar a sus amigos. Wallace
estaba tan seguro que nadie atacaría su espalda que cuando llegó la
oportunidad, Phelan desde donde estaba para llegar al claro de Wallace.
A su derecha estaba Aisley. Ella estaba luchando para ponerse de pie de

nuevo. A su izquierda estaba Wallace, con la sonrisa de la victoria en su
rostro.
-“No por mucho tiempo” murmuró Phelan.
Sin volverse, Wallace le sorprendió con una explosión de magia que lo

inmovilizó contra un árbol. Phelan gritó y luchó contra sí mismo, pero no
pudo soltarse.
A continuación, un cuchillo cerca de los pies de Wallace se elevó en el aire.
Su hoja recubierta de sangre drough apuntando directamente hacía el

corazón de Phelan. Phelan apenas tuvo tiempo para prepararse antes de que
la hoja se lanzara sobre él.
La magia de Aisley circulaba a su alrededor, de repente la hoja se desvió, en

lugar de golpear el corazón de Phelan, se hundió en su brazo.
-"No."
La palabra fue dicha con calma, en silencio por Aisley en el caos de la batalla.
Ella se puso de pie, pero se balanceo. La sangre goteaba de sus manos, y
parecía como si su camisa estuviera mojada de negro en la parte posterior.
Jason miró por encima del hombro. -"Voy a llegar a ti en un momento, perra
traidora".
- "No."
Phelan contuvo la respiración cuando la magia de Aisley, hermosa y erótica,

se estrelló contra él de nuevo. Él no podía creer que ella fuera a atacar a
Jason. Con una mano extendida hacia sus atacantes, Wallace utilizó algún
tipo de defensa de rebote dirigida a él cuando se enfrentó a Aisley. Phelan
entendió entonces que Wallace había estado jugando con ellos. Él podía
terminar con todo en un momento.
- “Los últimos días no han sido suficientes para ti?" Wallace exigió de Aisley.
-“¿Quieres más?”
- "Has hecho todo lo que has podido." Aisley visiblemente tragó saliva y
parpadeó, como para aclarar su visión. -"Tú Te la llevaste ", gimió Aisley.
Jason sonrió. “-Como si hubiera dejado que permanecieras al lado de tu

querida hija. La usaba para luchar contra ti”
Una solitaria lágrima se deslizó por la cara de Aisley. Phelan podía ver las
huellas de las lágrimas anteriores en las manchas de suciedad, pero esa sola
lágrima le tocó como nada más podía hacerlo.
- "Ayer tuve un visitante. Satanás ", dijo Aisley.
Wallace se rió. -"No te creo."
Phelan sentía que la sangre Drough corría través de su cuerpo, pero no fue
tan debilitante como antes.
El suero de Britt parecía estar funcionando.
-“Él te quiere muerto, Jason”. Parece que el que hayas vuelto de entre los
muertos con más magia pero sin cualquier ayuda de él, no le ha hace feliz. Él
quiere que yo tome tu lugar, se ofreció a darme mucha más magia para
poder matarte”, le dijo seriamente Britt.
Phelan estaba orgulloso del valor que estaba teniendo Aisley y de lo serena y
tranquila que parecía estar delante de Wallace, pero oír hablar a Aisley de su
conversación con Satanás le preocupó sobremanera.
-“¿Wallace llevó a Aisley más allá del punto de la ruptura consigo misma por
matar a su hija?” se preguntó Phelan al oír hablar a Aisley así.
-“Mientes” dijo Wallace, aunque la carencia de su voz no aportaba convicción

a sus palabras.
Aisley negó con la cabeza. -“No, no estoy mintiendo” “Satanás me dijo que lo
único que tenía que hacer era rezar con él, para que tú volvieras a ese vacío
terrible del que no debiste salir” le dijo Aisley.
-“Yo estoy aquí por ti, para retribuirte por todo lo que te he hecho” le dijo
Wallace. Tú eres mi familia Aisley. Nunca debías dudar de mí, ni yo debí
dudar de ti”.
Ella se encogió de hombros, las líneas de dolor que aparecieron en su boca,

le dijeron a Phelan que ese simple movimiento le provocaba un gran dolor a
ella.
-“En palabras de Justin Timberlake “Cry me a river” (puedes llorarme todo lo

que quieras)
La alegría se extendió por Aisley mientras observaba la cara que se le

empezaba a poner a Jason de preocupación, su expresión de enojo y
preocupación solo sirvió para divertirla aún más.
Aisley dio la bienvenida a la magia que iba dirigida a ella. Magia que pondría
una vez por todas fin a toda su vida, a todo su sufrimiento.
La sonrisa murió en la boca de Aisley cuando la explosión de magia de Jason

no iba dirigida a ella, sino que se dirigió directamente hacia Phelan. Aisley
observó como el rostro de Phelan se contrajo de dolor, como se había
quedado clavado en el árbol tras el primer impacto de Jason.
-“Ya te he quitado a tu hija, Aisley, ahora voy a matar a Phelan”
Aisley le vio levantar la mano, vio la magia arremolinándose en una bola que
crecía por segundos. Aisley no lo pensó dos veces, simplemente reacción, el
dolor de sus heridas fue olvidado mientras corría hacía Phelan. Jason echó
hacia tras su mano y sacó toda su magia. Aisley se lanzó delante de Phelan y
tomó directamente ella todo el impacto de la explosión. Su respiración se
detuvo a la vez que cayó golpeándose contra el suelo.
En ese mismo momento, alguien gritó -“Selmyr”
Aisley podía sentir como la iba se le escapaba de las manos. Sospechaba que
su espalda estaba rota junto con la mayoría de sus huesos. Jason se olvidó
de los MacLeod y volvió toda su magia a la niebla gris y fría que se
aproximaba rápidamente a través del cielo.
Aisley apenas podía mantenerse fuera de ella, en ese momento comprendió

que Aiden había tenido razón, que toda la magia que ellos usaron solo había
servido para atraer la atención del selmyr.
- “Murray” susurró Aisley
Corann, le había dicho solamente que los druidas de la línea de sangre

directa de los Murray sabían el hechizo. Ella no estaba segura si funcionaría
porque ella era una drough, pero esa sería su única oportunidad para
intentarlo.
No era su vida la que estaba tratando de salvar, era la de Phelan y la del
resto de aquellas personas a las que consideraba familia.
Si ella no era del linaje, nada se perdería por intentarlo, si lo era, podría
poner fin al selmyr. Aisley se concentró en su magia. Le tomó tres intentos
debido a la agonía de su cuerpo antes de imaginar que estaba oyendo el
sonido de unos tambores. Ella los necesitaba ahora, necesitaba a alguien que
la ayudara. La niebla llenó el claro antes de que Aisley se desvaneciera,
llenando todo de criaturas de piel ceniza. Jason no hizo uso de la burbuja de
magia como la última vez. Se escapó como el cobarde que era. Aisley se
habría reído si hubiera sido capaz de hacerlo. Afortunadamente, los guerreros
salieron de la selva y comenzaron a atacar la selmyr, rasgando sus espinas
dorsales de sus cuerpos.
Pero ellos no salían ilesos. El selmyr era rápido y había demasiados de ellos.
Por cada uno que un guerrero mataba, diez más le picaban.
Tenía que encontrar alguna manera de buscar el hechizo en su

subconsciente. A menos que Corann le hubiera mentido y no hubiera nada
que pudiera detener al Selmyr.
Pero eso no podía ser. Él les había dado un apellido. Phelan encontró donde
había cambiado, y luego
Aiden descubrió el nombre de soltera de su tatarabuela. No podía ser una

coincidencia.
Aisley vio un destello de oro y vio a Phelan cuando él profundizó en la

refriega. Había tanto que quería decirle. Él no quiso escucharla, y ella no
pudo esperar a hacerlo. No después de mantener quién era en un secreto.
Le observó durante unos segundos y le vio moverse con rapidez y eficiencia,

su hermosa piel de oro brillaba bajo la luz del sol. Era todo un Highlander
orgulloso, por la forma en la que se precipitó hacia la batalla con sus garras
de oro balanceándose y sus colmillos fuera de su hermosa boca.
Dio unos segundos y lo observó moverse con rapidez y eficiencia, su

hermosa piel de oro
Él la miró, y ella se quedó mirando a los ojos de oro de su dios. El color

metálico pasó de esquina a esquina, pero sabía que la estaba mirando a ella.
Luego se dio la vuelta.
Todo lo que podía hacer por él y por su familia lo haría para que estuvieran
protegidos. Aisley dejó a un lado el dolor laceraba su cuerpo y comenzó a
escuchar los tambores.
***
Una vez que Wallace se escapó, Phelan quedo libre de su magia, sacó el
cuchillo y lo dejó caer al suelo mientras pasaba junto a Aisley, mirando hacia
abajo, a su cuerpo roto, sin saber qué hacer por ella.
Fue el selmyr acercándose, el que le sacó de su estupor y lo impulsó a la

acción. El saltó sobre ella y se precipitó hacia la criatura, rodeándola para
agarrar su columna vertebral.
La sensación de sus garras hundiéndose en la piel del selmyr y la sensación

de arrancarla la columna vertebras fuera del cuerpo hizo sonreír a Phelan,
hasta que seis selmyr más se acercaron hacia Aisley.
Se puso entre ella y ellos. No permitiría de ninguna de las maneras que una
de esas criaturas le tocara un solo pelo a ella. Phelan bramó cuando un
selmyr hundió sus colmillos en su hombro. Él le dio un codazo a la criatura
mientras pateaba a otra en la cabeza. Phelan se giró y metió sus manos en
las espaldas de los dos selmyr antes de que ellos se abalanzaran sobre el
guerrero. Un segundo después les había arrancado sus espinas dorsales. Miró
hacia abajo para ver qué los ojos de Aisley estaban cerrados, aunque su
magia aún la sentía ahí. Eso fue lo único que le mantuvo en pie para poder
seguir luchando.
CAPÍTULO 52
Hubo una gran explosión de magia que hizo que los ojos de Aisley se abrieran
de golpe. El selmyr se movía sobre la hierba, mezclando su niebla gris en ella
como si estuviera esperando la ocasión para succionar la magia de Aisley, de
repente nada
-"Aisley.” Gritó Phelan.
Su piel se estremeció al oír el sonido de la voz de Phelan tan cerca de ella.

Contuvo un grito de agonía cuando la cogió por la espalada, sosteniéndola en
sus brazos mientras estaba sentado en el suelo.
-"Lo siento," dijo, a la vez que comprimió a su dios haciendo desaparecer

todo el color oro que conllevaba tener su dios fuera.
-"Lo siento, por todo." Repitió Phelan
Sus ojos de color gris azulado se veían sin emoción. -"Me salvaste." "No pude
verte morir." Le dijo Aisley débilmente
-"¿El niño?" preguntó Phelan
Ella apartó la mirada. -"Mi hija."
-"Fue creada con la magia de Wallace," dijo Aiden cuando se arrodilló cerca
de los pies de Aisley. -"Lo he oído todo."
-"Necesito hablar con tus druidas." Le dijo Aisley
Phelan negó con la cabeza. -"Espera un momento. Estás herida. Dime dónde
para que pueda curarte”.
Phelan no esperó una respuesta de Aisley antes de que una garra de oro
apareciera en el aire y abriera la muñeca de Phelan vertiendo su sangre
sobre lo que Aisley sospechaba era una herida bastante desagradable en su
intestino. El dolor fue decayendo. Se aclaró la mente, pero sabía que no tenía
nada que ver con la sangre de Phelan y todo que ver con el hecho de que se
estaba muriendo.
-"No tenemos mucho tiempo", dijo una mujer fuera de la línea de visión de
Aisley, su voz fija, con ansiedad.
Aisley tragó. -"Necesito hablar con ellos, Phelan."
Él asintió con la cabeza y varias caras aparecieron a la vista. Ella sabía que
eran del libro rojo que Declan había creado y que Jason había utilizado. Sin
embargo, no conocía a ninguno de ellos, excepto a Laura.
-"La magia de cada druida llegará hasta aquí. ¿Tienen algo para contener el
selmyr? ", preguntó Aisley.
La mirada de Phelan se sacudió a su rostro. -"Sabes que no puedes realizar el

hechizo?"
-"Sí, puedo,” dijo Aisley
Un momento después Fallon estaba detrás de Phelan rostiendo una caja de

madera. -"Esto es lo que era originalmente."
-"Perfecto", dijo. Todavía lleva la de la primera vez, por lo que servirá

maravillosamente para controlar al selmyr.
El agarre de Phelan la apretaba fuertemente. -"¿Por qué tú herida no está

sanando? ", Preguntó con rabia.
-“Quería decirte que quise estar contigo desde el principio. Pero quiero que
sepas que estar contigo me hizo la mujer más feliz del mundo, y fui
realmente feliz, como nunca antes lo había sido
-“Yo estaba desde el principio. Yo fui egoísta por mentirte todo este tiempo”
dijo Aisley a Phelan
-"No", dijo Phelan con una sacudida de cabeza, su cabello oscuro cayendo a
ambos lados de su rostro, cogió su cabeza. -"Sonya! Necesito a Sonya! "
Aisley sabía que su tiempo era corto. Una tortura inimaginable la esperaba en
el infierno pero al estar en los brazos de Phelan, esa tortura se estaba
haciendo más fácil de soportar.
-"¿Quién puede contener al selmyr?", Preguntó Charon.
Aisley tragó mientras las lágrimas corrieron por su cara. No podía apartar la
mirada de Phelan. Él era todo lo que ella quería, era guapo y bueno y
valiente. Odiaba dejarlo, pero al hacerlo ella, le ahorraría a él y a los otros
más problemas.
Fue Aiden quien respondió por ella. -"Ella es la única que puede."
Phelan le apartó el pelo de la cara. -"Eso no puede ser. Corann dijo que hacer
el hechizo podía costar la vida a los druidas”.
-"Yo ya estoy muerta Phelan", le dijo Aisley
-"Te puedo salvar." Contesto amargamente Phelan
-"No. Es lo que he tratado de decirte. Jason se aseguró de ello. Ninguna

cantidad de magia, o incluso sangre curativa me puede ayudar".
Phelan sintió como si el peso del mundo descansaba sobre su pecho. No
podía respirar, no podía meterse en la cabeza lo que Aisley le estaba
diciendo.
-"¿Qué te hizo?"
Su sonrisa era triste. -"Un hechizo para evitar que nadie más que él pudiera
sanarme." dijo Aisley
-"Es sólo una herida", dijo Sonya mientras corría hacia ella. "Debemos ser
capaces de combinar nuestra magia para poder llegar más allá de la magia
que ha utilizado Jason”
Phelan sabía por la mirada de Aisley que su herida, era mucho más que una
herida.
-“Qué te hizo? “Volvió a preguntar Phelan
-" La torturaron ", dijo Aiden.” Llevarla al borde de la muerte.

Repetidamente. Es lo mismo que me dijo que me haría a mí una vez ganara
la batalla.
Phelan no podía esperar para poner sus manos sobre Wallace. Iba a desollar
la piel de su cuerpo pulgada a pulgada.
-“Se está acabando mi tiempo ", dijo Aisley.
Miró a su alrededor con impotencia. -"Tiene que haber una manera. "
-" El selmyr están rompiendo mi escudo, " Isla dijo firmemente. " Tenemos
que hacer algo ahora. "
Los dedos de Aisley, puestos en diferentes ángulos, le tocaron la cara.

-“Phelan, sabes que tengo que hacerlo. "
-"Esto te matará. ¿Me escuchas? No dejaré que lo hagas. Te mantendrás con
vida y volveremos a luchar contra Wallace
Ella sonrió, con los ojos de color leonado nadando en lágrimas. -“Poner la
caja en el suelo y mantener a todo el mundo fuera de ella ", dijo Aisley
-“Aisley ", instó Phelan.
-"Lo haré lo mejor que pueda." Ella le sonrió
Era todo lo que iba a obtener de ella, pero Phelan sabía que no sería
suficiente. El escudo de la Isla empezó a romperse. El selmyr una vez más
caería sobre ellos. Todo dependía de Aisley.
Algo goteaba el brazo que él le sostenía. Miró hacia abajo para ver que era
sangre. La idea de que alguien tan hermoso y maravilloso como Aisley
hubiera sido torturado hizo que su alma y su dios ardieran por la furia.
Miró hacia arriba mientras la niebla comenzó a atravesar la grieta del escudo
de Isla.
-"Sé que no vas a creer esto", dijo Aisley. -"Pero te amo Phelan."
Phelan bajó la mirada hacia ella, sin saber qué decir. Tendría tiempo para
pensar en ello después de que ella hubiera sanado. Luego sabría cómo
responder.
Todo el mundo se apartó cuando el hechizo cayó de sus labios. Todo el

mundo, menos él. No podía soltarla. No tenía magia en su interior, pero él
estaría con ella todo el tiempo. Ella lo necesitaba.
El suelo empezó a vibrar rápidamente, las hojas caían desde los árboles.
Phelan miró a Camdyn, pero el guerrero sacudió la cabeza para hacerle saber
que no había tenido nada que ver con ello.
La magia de Aisley creció y se expandió con cada palabra del hechizo. Fue
entonces cuando comprendió que era lo que estaba pasando.
Phelan observó la pausa en niebla como si no supiera lo que estaba pasando.

Cuando trataron de retirarse, Aisley había sellado la grieta en el escudo de la
Isla atrapando al selmyr en el interior.
Los druidas formaban un círculo con las manos enlazadas, ofreciendo su

magia junto a la de Aisley. Los temblores que siguieron fueron tan violentos,
que se sentía como si el mundo estuviera a punto de romper en dos.
Phelan abrazó aún más a Aisley. El hechizo cayó más rápido de sus labios,
coincidiendo con las vibraciones.
Varios guerreros rodearon a los druidas, mientras que los MacLeod vigilaban
a Britt. Pero todos tenían sus ojos en la niebla. El selmyr estaba deseoso de
salir del escudo. La niebla lo embistió una y otra vez, pero no lo consiguió
La gran cantidad de magia procedente de Aisley provocó un hormigueo en la
piel de Phelan y se extendía a través de él. ¿Cómo necesitaba tomarla,
tocarla, tenerla?
-"Phelan."
La miró, seguro de haber oído susurrar su nombre. Pero tenía los ojos
cerrados y el hechizo todavía estaba en curso. Hubo un grito cuando un poco
de niebla cayó en los druidas en su camino hacia Aisley.
De repente, sus ojos se abrieron, su cuerpo se tensó mientras terminaba el

hechizo.
Los gritos de miles de selmyr llenaban el aire mientras la niebla se vio

obligada a meterse dentro de la caja. Ronnie corrió hacia ella y cerró la tapa
cuando el último tramo de la niebla se metió dentro.
-"Se acabó", dijo Phelan y miró a Aisley con una sonrisa. Esa sonrisa cayó
cuando sintió la debilidad de la magia de Aisley corriendo por sus venas.
-"Lucha, Aisley."
Ella trató de sonreír mientras sus ojos se cerraron, y tomó su último aliento.
-"Aisley", dijo Phelan y la sacudió. -"Lucha, maldición. ¡Lucha!"
-"Ella se ha ido."
Phelan levantó la vista para encontrar a la mujer Fae de pie delante de él. No
tenía su sonrisa descarada en este momento. La tristeza en sus ojos de plata
arremolinados lo decía todo.
Tragó saliva y se declaró, -"Por favor, ayudarla."
-"No puedo. Lo siento. -"La Fae se arrodilló junto a Aisley y apoyó la mano
sobre la de ella antes de que ella también tocara a Phelan.
- "Ella te salvó. Ella les salvó a todos ustedes”.
-"Y no hay nada que puedas hacer?” Pregunto desconsolado Phelan
Ella sacudió la cabeza de pelo largo y azul-negro. -"Aisley sabía qué hacer el
hechizo tomaría el último aliento de su vida”
-"Así que ella está en el infierno ahora?", Preguntó Phelan, odiándose a

pensar en ello. Los Fae se levantaron en un movimiento elegante y le dijeron
a Phelan. -“Príncipe no hay mucho que podemos hacer, te garantizamos que
Wallace no os molestará durante unos días para que puedan enterrar a Aisley
como se merece. Es todo lo que puedo hacer. Lo siento."
Phelan no la vio desaparecer. Su mirada estaba en Aisley. Enterrarla? Él no

quería enterrarla. Pensar que ella estaría bajo tierra ahogándose como lo
había estado en casa de Wallace hizo que se le revolviera el estómago. Es
espíritu de Aisley necesitaba volar.
Reunió su cuerpo inerte en sus brazos y se levantó. Luego se volvió y se

dirigió hacia Ferness.
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-“¿Cómo está? ", Preguntó Hayden a Charon.
Charon negó con la cabeza mientras miraba su whisky. Phelan se había

encerrado en el almacén con el cuerpo de Aisley durante horas, negándose a
salir ni permitir a nadie entrar.
-"¿Esta la pira lista?”
Hayden se sirvió un vaso de whisky y se dejó caer en el sofá. -"Sí”."
-"Debería ir a decírselo. "Dijo Charon
-"No hay necesidad. Isla se hace cargo de eso”.
Charon frunció el ceño a Hayden. -“¿Es eso una buena idea? "
-“Mi esposa es terca. Ella también anhela el perdón de Phelan. -“Hayden se

rascó la barbilla. " Isla no fue nunca realmente un Drough. Aisley lo era.
¿Cómo es para un drough esa guerra a la hora de dejar a un lado lo que uno
es? "
-"Ojalá supiera. Tal eso sirviera para ayudar a Phelan en su dolor “, dijo
Charon
-"Alguna vez podrá recuperarse Phelan de esto?” Preguntó Hayden

preocupado.
Charon vació su copa y añadió -“Lo dudo”
Phelan se quedó mirando el cuerpo de Aisley. Le limpió la sangre y la

suciedad, le puso un vestido de gasa negro que le había dejado Laura, y
peinó sus cabellos de medianoche.
Nunca más volvería a ver los ojos de color leonado o pasar los dedos a través
de los hilos de seda de su pelo. Nunca más volvería a sentir su piel satinada u
oír su grito de placer. Nunca más oiría el sonido de su risa iluminar su día, ni
iba a tropezar con sus zapatos tirados por el suelo.
Nunca más volvería a sentir su magia o conocer el sabor de sus besos.
-"Debería haberte escuchado antes," le dijo. -"Trataste de decírmelo, pero yo

no podía soportar la idea de que fueras un Drough y que estuvieras al
servicio de Wallace. Yo sabía que temías a alguien y ojala hubiese sabido
mucho antes de quien se trataba, nunca debí alejarme".
Él parpadeó y sintió algo rodando por su mejilla. Phelan se limpió y se

encontró con una lágrima. La última vez que había llorado fue después
quedar encadenado en la montaña de Deirdre.
Phelan apretó los ojos cerrados mientras recordaba las heridas y lesiones que
había encontrado en el cuerpo de Aisley mientras la lavaba. ¿Cómo había sido
capaz de mantenerse en pie, y mucho menos mantenerse con vida, es algo
que Phelan nunca llegaría a saber.
-"Yo tuve demasiado miedo de decirte lo que sentí por ti cuando te conocí.
¡Qué tonto he sido. Nunca llegué a decirte que yo... te amo, Aisley. Y ahora
te has ido para siempre, y ya no podré decírtelo”.
La sentó sobre él y empezó a decirle a Aisley lo idita que había sido con ella.
Phelan estaba dispuesto a rebajarse, a hacer cualquier cosa, con tal que ella
volviera a él.
Hubo un suave golpe en la puerta. Él pudo sentir el golpe de magia que llegó
con ese golpe. Él sabía que solo había un druida que se atrevería a acercarse
a él en ese momento.
-“Entra Isla” dijo Phelan.
La puerta se abrió y ella entró antes de cerrar suavemente detrás de ella.
-"Estás bien” ¿Hay algo que pueda hacer?” Le preguntó Isla.
-"No”, le contestó el Guerrero.
-"Lo siento, Phelan. Lo siento de verdad”.
La emoción que había estado conteniendo lo ahogaba. Él asintió con la

cabeza, pero no trató de hablar.
Isla estaba a su lado y apoyó la mano en su hombro. -"Aisley se ve

hermosa."
Phelan se levantó y se acercó a Aisley.
-"La pira está lista?” Preguntó Phelan.
-"Sí. No tiene por qué hacerse ahora. Podemos esperar. “respondió Isla.
-"Se merece descansar en paz de una vez por todas."
Phelan se sorprendió cuando Isla colocó un pequeño puñado de flores

silvestres por debajo de las manos del Aisley, que estaban entrelazadas sobre
su estómago. Levantó los ojos a Isla y la encontró llorando lágrimas
silenciosas.
-"Te perdono por lo que hiciste que me pasar", dijo Phelan.
Esa declaración tomó de sorpresa hasta el mismo Phelan de tal manera que
al decirla pegó con su mentón en la cabeza de Aisley.
-"Ella me dijo que dejara de lado el pasado. Ella tenía razón. Debería haberlo
hecho hace mucho tiempo."
Phelan levantó cuidadosamente a Aisley por última vez. Se sintió tentado de

hacer lo que sugirió Isla y esperar, pero sabía que estaba mal. Él estaría
mirando su cuerpo, no el alma que una vez se había alojado en el interior de
ella.
Phelan seguido a Isla a través del bosque a un lugar cerca de un pequeño

arroyo. A cada lado de la trayectoria estaban los guerreros y druidas del
castillo. Y para su sorpresa, vio a Rhys, Constantino, Banan y Jane, y Guy y
Elena.
La pira fue construida a lo largo del suelo por lo que Phelan tuvo que dar dos
pasos para poder colocar el cuerpo de Aisley en la parte superior. Le alisó el
vestido y el pelo y dio un último beso en los labios.
-"Se libre, belleza ", susurró.
Cuando se dio la vuelta, Charon estaba esperando en la parte inferior de los

escalones con una antorcha. Phelan la tomó mientras caminaba hacia abajo.
Antes de que cambiara de opinión, Phelan empujó la antorcha en la parte
inferior de la pira y se dirigió de nuevo al grupo.
Lo más difícil que nunca hizo fue ver crecer el fuego, las llamas cada vez más
cerca y más cerca de su amada Aisley.
CAPÍTULO 53
Aisley sintió el calor del sol en su cara, la luz parpadeante incluso detrás de
sus párpados cerrados. Ella abrió sus ojos esperando encontrarse a sí misma
en el infierno con Satanás, esperándola con una sonrisa para comenzar su
tortura.
En su lugar, ella estaba en un bosque.
Miró hacia llevaba un vestido negro de seda y los pies descalzos, pero las
agujas de los pinos no le estaban haciendo daño.
La confusión de Aisley crecía por segundos.
A su derecha, un ciervo llegó corriendo a través de los árboles antes de

detener su trote y pararse.
Él levantó la cabeza y olfateó el aire. El animal procedió vacilante antes de

seguir y bajó la cabeza al suelo. Cuando se levantó, el agua goteaba de su
hocico.
Aisley se dirigió hacia el ciervo, sorprendida cuando el animal la miró, pero

no se escapó. A él no parecía importarle su presencia.
El lago se hizo visible con la luz del sol sobre el agua que era suave como el
cristal. Ella sonrió y se detuvo junto al ciervo.
-"Eres tan hermoso,” dijo Aisley.
El animal volvió a beber. Aisley pasó su mano a lo largo de la espalda del

macho.
Su piel de color rojo oscuro era suave y erizada. Con un movimiento de
cabeza el ciervo podía embestirla con sus astas, sin embargo, ella no tenía
miedo.
Miedo no por el ciervo, miedo por el hecho de que ella estaba en algún lugar
que no conocía y sin zapatos. Por qué ella estaba sin zapatos? Y ¿por qué
había esperado estar en el Infierno?
Entonces recordó.
-"Morí."
Su satisfacción se difuminó cuando pensó en Phelan. Todos los recuerdos de

la última batalla estaban desordenados y confusos en su mente. Ella recordó
cómo suavemente Phelan la había abrazado, lo maravilloso que había sido
ver sus increíbles ojos azul-grises mirándola.
Era un recuerdo que nunca la abandonaría. Si estaba en el infierno o el

purgatorio, se sostendría con ese último recuerdo de Phelan abrazándola,
mirándola.
Aisley levantó la vista y miró al otro lado del lago. Su cuerpo se sacudió
cuando vio a la cabaña de Phelan.
-“No puede ser ", se dijo
El ciervo soltó un suspiro antes de que él se volviera de nuevo y se alejara.

Aisley no lo siguió. Ella se quedó clavada en el suelo mirando a la cabaña y el
toque de color de las flores había plantado Phelan.
Después de un rato se sentó, con las rodillas dobladas. Ella no podía

entender, porqué ella se encontraba en ese lugar.
Ese había sido el último lugar donde había sido feliz. Tal vez por eso
estuviera allí. O podría ser un truco del Diablo. Ella quería cruzar a nado el
lago, pero que le esperaba en las oscuras profundidades del agua?
Durante dos días se quedó allí sentada, el sol salía y se ponía sin que nada ni
nadie la molestara. Ella no tenía sed o necesidad de comer.
Cuando en el segundo día de estar allí apareció una puesta de sor de color
rojo brillante anaranjado quemando el cielo, Aisley se decidió y entró en el
agua del lago.
No sabía exactamente qué pasaba con ella, lo que sí sabía con certeza era
que tenía que llegar a la cabaña.
Ella se sumergió bajo el agua y nadó tan rápido como pudo a través de la
extensión del lago. Ni una sola vez le pesaron o se le cansaron los músculos.
Durante todo el tiempo esperó a que algo agarrara sus pies y tirara de hacia
abajo. Pero nada sucedió. Sus pies tocaron tierra en el lado opuesto del lago
y ella salió del agua. Aisley se disponía a escurrir su pelo cuando se encontró
con el su pelo estaba seco, al igual que su ropa.
-"Bien, estoy definitivamente muerta", se dijo a sí misma.
Su mirada se posó en la cabaña, y se olvidó por completo de su ropa seca y

el pelo. Comenzó a tener destellos pasajeros de su tiempo anterior en la
casa, de la primera vez que Phelan la llevó allí, de la primera vez que vio el
jardín, de la primera vez que hicieron el amor, de la primera vez que ella se
dio cuenta que lo amaba.
Ella no trató de detener las lágrimas que amenazaban sus ojos. Lloró por lo
que había sido, y lo que había perdido. Lloró por sus errores, y por lo único
que había hecho bien, lloró por Phelan.
Pero sobre todo lloró porque por primera vez desde que estaba allí, ella se
dio cuenta que ya nunca, nunca volvería a sentir el toque de su guerrero...
-"¿Esto es mi tortura?" Gritó
Si lo fuera, Satanás no podía haber escogido un modo mejor para herirla,
para hacerla sufrir.
Aisley enojada se secó las lágrimas y se dirigió a la cabaña. Ella subió las
escaleras y abrió la puerta. Pero no pudo pasar dentro.
Ya era bastante difícil tener que estar de pie frente a la puerta de entrada. Si
entraba dentro, Aisley recordaría los pocos gloriosos días que ella y Phelan
habían tenido allí, como si hubieran sido las únicas dos personas sobre la faz
de la tierra.
La oscuridad creció con la última luz del sol cayendo detrás de las montañas.
Aisley respiró profundamente y levantó un pie. Después de otra respiración
profunda, ella cruzó el umbral.
Ella cerró la puerta detrás de ella y se dirigió a la habitación de Phelan. Todo

estaba tan limpio y ordenado como la primera vez que llegó a la casa. Ella
sonrió irónicamente por las veces que le había visto recoger todas sus cosas
apiladas en cualquier rincón.
La limpieza nunca había sido algo que a Aisley le preocupara. Por lo general,
la gente se enojaba con ella por su desorden. Pero no Phelan. Nunca le dijo
una palabra respecto a eso, no importaba cuántas veces se tropezara con sus
zapatos.
Entró en su habitación y se metió en la cama. Aisley yacía de lado mirando

por la gran ventana que daba al lago.
Su tiempo podría haber sido corto en la cabaña, pero los recuerdos habían
sido los mejores. Despertar en las mañanas para ver la magnífica vista del
lago y las montañas con los brazos de Phelan a su alrededor.
Por las noches cuando habían hecho el amor y caía dormida escuchando los
sonidos del bosque.
Aisley cerró los ojos pensando que desde ahora nada ni nadie podrían sacarla
de allí.
Las llamas comenzaron a devorar los pies de Aisley. Phelan no estaba seguro
de si quería quedarse allí viendo quemarse el cuerpo de Aisley, pero por
alguna extraña razón tampoco podía apartarse de la pira funeraria.
No podía quitarse la sensación de que Aisley podría necesitarlo, lo cual era

bastante absurdo porque ella estaba muerta. Sin vida, se había ido para
siempre.
Phelan quiso bramar su enojo por la injusticia de todo. Gritarse a sí mismo

por no haberle dado una oportunidad a Aisley. ¿Cómo iba a continuar durante
toda la eternidad sin ella?
Más que eso, ¿cómo podría vivir consigo mismo por lo que le había hecho a
Aisley? Le había dado la espalda a ella y a Wallace la oportunidad de hacerle
daño. Después de que Phelan había jurado mantenerla a salvo.
-"No es tu culpa, Phelan" le dijo Charon.
Phelan apretó los puños que colgaban a los costados. -"Ah, pero lo es. Le di
mi palabra, y luego la rompí."
-"Ella no te dijo quién era ella." Continuó suavemente Charon.
-"Yo la conocía, Charon. Había pasado días con ella. Debería haberle dado al
menos la cortesía de escuchar lo que tenía que decirme. Fue mi odio ciego
por los droughs y ser traicionado lo que me lo impidió."
Charon suspiró y sacudió la cabeza. -"Siempre es fácil mirar hacia atrás y

pensar en lo que se podría haber hecho o dicho de otra manera. Pero así no
es cómo funciona la vida. Nos enfrentamos a algo, y nosotros
Reaccionamos a eso."
-"Por mucho que odie a los droughs, ¿Daría y haría cualquier cosa para
tenerla de vuelta?"
-"Debido a que la amas." Le dijo Charon.
Phelan apretó la mandíbula cuando la emoción se hinchó a través de él. -"Sí.

La amo. Y la he perdido”.
-"Toma tu venganza sobre Wallace," dijo Charon. "Haz que lo pague."
-"Tengo la intención de hacerlo" Phelan prometió, la furia goteaba de sus

palabras.
Un dolor en el pecho apareció y se le hizo difícil respirar cuando las llamas

alcanzaron a Aisley. Apenas podía verla ahora. Pronto lo único que quedaría
de ella serían sus cenizas.
Aisley despertó con el sonido de un susurro, de una multitud de voces, pero

no podía entender lo que decían ya que estaban hablando sobre otra
persona. Ellos comenzaron a desvanecerse, y rápidamente se levantó de la
cama y se lanzaron a la parte trasera de la cabaña para seguirlos. La llevaron
al bosque.
Entonces comenzaron a moverse más rápido hasta que Aisley estuvo

corriendo para tratar de estar a su alcance. Ella sin esfuerzo saltó por encima
de los árboles caídos y los barrancos.
Con la luz del sol filtrándose a través de los árboles, los pájaros cantando, y
los árboles se meciéndose en el viento, Aisley se sentía como si estuviese en
un bosque mágico.
Cogiendo su vestido negro con las manos para ayudarse a moverse con
facilidad, Aisley se encontró sonriendo cada vez que se adentraba más en el
bosque.
Ella comenzó a tararear mientras corría tras las voces. Le tomó un tiempo
fijarse en que coincidía con el zumbido de un lejano sonido de tambores. Ella
se detuvo en seco, los latidos de su corazón se hicieron más rápido, porque
sabía de qué se trataba. Eran los antiguos que habían hablado con ella la
última vez que estuvo en el bosque.
Los mismos antiguos que la habían ayudado a encontrar el hechizo para

contener el selmyr.
-"Aisley!" oyó una y otra vez
Ella saltó ante el sonido de su nombre en las voces. De repente, la rodearon.

Empezaron a hablarla una vez más, cada vez más fuerte hasta que tuvo que
taparse los oídos.
Una mano tocó suavemente su hombro, Aisley se volvió para encontrase con
una mujer brillante, incandescente, de gran belleza delante de ella.
Tenía el pelo negro y grueso y los ojos de color leonado. Aisley hubiera
jurado que se estaba mirando en un espejo, si no fuera por el hecho de que
la piel de la mujer era varios tonos más claros que la suya.
-"Hola, Aisley," dijo la mujer.
Las manos de Aisley cayeron de sus orejas. -"¿Quién eres tú?" le preguntó
-"Un pariente muy lejano. Yo soy el que atrapó al selmyr primera vez. Y tú
fuiste sorprendentemente valiente para enfrentarte a ellos”.
-"Usted". Aisley hizo una pausa y tragó mientras trataba de centrar su cabeza
en torno a lo que estaba viendo y oyendo. -"¿Cómo sabes lo que hice?"
La mujer sonrió. -"Hemos estado observándote. Siempre vemos a los

druidas, mie y Drough y tú me gustas."
-"¿Dónde estoy?"
La mujer frunció el ceño. -"Pensé que lo sabías. Este es el lugar al que nos
has traído”.
-"Os traje?" Aisley preguntó con incredulidad. -"Pensé que me habías traído a
mí."
-"No, querida. Pero cualquiera que sea esta lugar debe significar mucho para
ti, para que ahora te encuentres en él”.
Aisley miró a su alrededor y pensó en Phelan. -"Esto lo significa todo".
-"Has hecho un sacrificio noble al exponerte a la magia de Wallace para

salvar a Phelan."
-"Me gustaría hacer algo más por él. Sólo lamento no haberle encontrado
antes en mi vida. Tal vez entonces hubiera tomado las decisiones
equivocadas " dijo tristemente Aisley.
-"Fueron esas elecciones las que te llevaron a él. Del mismo modo que sus
decisiones lo llevaron a ti. Para cambiar el pasado hay que cambiar el futuro.
¿Es eso lo que realmente quieres?"
Aisley negó con la cabeza. -"Nunca. No quiero olvidar un solo instante de mi

tiempo con él”.
-"Y de Jason?", le preguntó la mujer.
-"Él tiene que morir", dijo Aisley con calma. "Él tiene un libro que no ayuda a
los druidas, pero les hace daño.
Él no puede usar magia como lo hizo Deirdre para matar a los druidas, pero
él los está usando de la misma manera”
La mujer asintió con tristeza. -"Sí, hija, eso es cierto.
Sin druidas, la magia de la tierra podría desaparecer”
-"¿Podría?" preguntó incrédula Aisley
-"Todavía hay seres mágicos. Ya has visto uno y aprenderás de otro ". "Los
dragones y los Fae", dijo la mujer.
- "Sí. Ayudan a mantener la magia viva. Pero los druidas juegan un factor
importante en todo esto”.
-“Son esos los únicos seres mágicos? “preguntó Aisley.
La mujer se limitó a sonreír, siendo esa toda respuesta que Aisley

obtendría. Así que intentó otra pregunta. "¿Por qué estás aquí?"
-"Eres mi descendiente. Es mi derecho poder hablar contigo".
-"¿Cuánto tiempo puedo permanecer aquí antes de ir al infierno?" preguntó

Aisley
La cara de la mujer se arrugó en una máscara de piedad. "Oh, querida, dijo,

pensé que te habías dado cuenta. Satanás perdió su control sobre ti”.
-"¿Qué?", Preguntó Aisley y dio un paso atrás, sus palabras eran demasiado
importantes como para no necesitar oírlas de nuevo.
-"Es posible que hayas sido objeto de la ceremonia Drough, pero el momento
en que diste tu propia vida para salvar a otro, el diablo perdió la reclamación
de tu alma”.
Aisley tomó una bocanada de aire y miró a su alrededor. -"Así que estoy en
el…."
-"El cielo", la mujer terminó. -"Puedes quedarte aquí si lo desea."
Eso hizo fruncir el ceño a Aisley. -"¿Qué quieres decir que me puedo quedar
aquí si lo deseo?"
La mujer sonrió, haciendo que su cara resplandeciera.
-“Además de ser mi descendiente, Aisley, has heredado un regalo o un

especial” “¿Has oído hablar alguna vez de los Phoenix? Le preguntó la mujer.
Aisley aturdida asintió con la cabeza.
-"Tú puedes resurgir de tus cenizas, querida. Es tu elección. Permanecer

aquí, lejos de Wallace, o volver al lado de Phelan y seguir luchando”.
-"¿Qué pasa si Phelan no me quiere?" preguntó temerosa Aisley.
-"¿Eso te impediría luchar contra Wallace? “Le preguntó a su vez la mujer.
-"No." Respondió rotundamente Aisley.
Ella hizo un gesto de aprobación. -"No lo creo. Entonces, ¿qué decides? "
Aisley miró a su alrededor al bosque antes de que su mirada volviera de
nuevo a su antepasada. -"¿Voy a ser capaz de hablar contigo otra vez?"
-"He hablado contigo muchas veces. Soy parte de los antiguos, y voy a ver
siempre velando por ti”.
-"Entonces quiero volver."
-"Una buena elección, querida."
Ella cerró el espacio entre ellas y la abrazó. Aisley no tenía ninguna familia
que reclamar. El único familiar que ahora tenía, era ella, una antigua, y Aisley
no iba a dejar pasar la oportunidad de volver a oírla, de volver a sentirse
parte de algo por una vez en su vida.
-"Gracias", susurró Aisley.
La mujer la envolvió en su abrazo y la apretó. -"Sigue a tu corazón. No te

decepcionará. Oh,
Y una cosa más, el tiempo se mueve de manera diferente aquí. Sólo han
pasado ocho horas desde que moriste”.
-"Sin embargo, para ti han pasado dos días enteros."
-"Lo sé", dijo.
-"Ahora, cierra los ojos y piensa en la regeneración." Le dijo su antepasada
Aisley hizo lo que le pidió, y en unos segundos podía saborear el fuego en su

boca, sentir la ceniza arremolinándose a su alrededor. Pura y sin adulterar,
una hermosa magia fluía a través de ella.
La magia se arremolinaba alrededor mezclándose con el fuego y la ceniza.

Nunca se había sentido tan poderosa o tan fuerte.
Y fue sólo el principio.
CAPÍTULO 54
La respiración de Phelan aumentaba mientras observaba como las llamas se

tragaban a Aisley. Su alma gritó por la pérdida de la única mujer a la que
había querido con sus cinco sentidos.
¿Cómo iba a pasar el resto de su vida, toda su eternidad sin ella a su lado?
-“¿Qué demonios pasa”? dijo alguien detrás de él.
Phelan se desprendió de sus reflexiones para encontrarse a las llamas

envolviendo el cuerpo de Aisley como un capullo de mariposa, ya no podía
ver nada de su cuerpo. Las llamas eran demasiado brillantes para poder ver a
través de ellas.
-“Siento magia” dijo Arran
Phelan dio un paso hacia atrás cuando una potente sensación de magia se
estrelló en él. Fue una magia que nunca pensó que volvería a sentir de
nuevo.
-“Aisley” susurro mientras contemplaba la pira funeraria.
Trató de acercarse a ella pero Charon y Rhys lo detuvieron.
-“Ella me necesita” les gritó desesperadamente.
Fue Rhys quien se puso delante de él y apoyó las manos en el pecho de

Phelan.
-“Phelan” le dijo, “Espera….solo espera”
-“¿Por qué”? pregunto desesperadamente Charon.
Constantino se trasladó a su lado, mirando con sorpresa a la pira. -“No puede
ser” dijo impresionado.
-“¿Qué pasa”? bramo Phelan
Con giró la cabeza para mirarlo. -“El tiempo”
Phelan quiso saber lo que Con estaba diciendo, cuando de repente se

encontró girando de vuelta al fuego.
Aisley había comenzado a moverse, torciéndose y girándose en un hermoso

despliegue de luz y calor.
Hubo un estallido de chispas flotando por el suelo, antes de que las llamas se
apagaran de nuevo. Y ahí, encima de la pira funeraria, estaba Aisley,
totalmente desnuda, como si hubiera renacido del fuego.
Su pelo color medianoche giraba alrededor como si fuera viento, mientras

que sus puntas bailaban con las llamas. El fuego lamió su piel desnuda sin
causarle ningún daño, como si fuera el fuego quien le estuviera devolviendo a
la vida.
Si mirada color leonado se posó sobre la de Phelan. Phelan caminó

lentamente hacia ella, sin poder creer lo que estaban viendo sus ojos.
-“Como el ave fénix que renace de sus cenizas” dijo Rhys detrás de él.
Phelan vio como Aisley giraba sus manos a través de las llamas, como si se
estuviera moviendo a través del agua y no del fuego.
-“Aisley” Phelan la llamó.
Ella le mostró sus muñecas, le llevó apenas un minuto comprender que las
cicatrices derivadas de la ceremonia Drough, habían desaparecido, aunque la
cicatriz de su cesárea y la que le provocó Jason en el costado izquierdo aún
eran visibles.
-“Aisley” repitió Phelan.
La imagen de alguien apareció en las llamas junto a Aisley. La mujer miró a

Phelan antes de inclinarse y susurrarle algo a Aisley en el oído, para
posteriormente desaparecer.
Aisley salió de la pira y comenzó a bajar las escaleras, las puntas de su pelo
todavía estaban ardiendo, pero al salir del fuego, las llamas se apagaron en
los extremos de su pelo.
Phelan extendió una mano y tocó la mejilla de Aisley para encontrarla

caliente.- “¿Cómo”? preguntó
-“Al parecer uno de mis antepasados tenía este poder. Yo lo heredé. Ya no

soy una drough Phelan”
-“A mí ya no me importa que tú lo seas o no, mientras hayas regresado a mí”

le dijo y tiró de ella hacía sus brazos.
Hubo un fuerte jaleo detrás de él, pero a él no le importó. El centro de toda

su vida había vuelto a sus brazos.
Algo fue puesto en su mano, cuando se dio cuenta que era una manta,
Phelan envolvió rápidamente en ella a Aisley, quien le sonrió a su vez.
Estaban rodeados de gente, pero él solo estaba pendiente de ella. “Así que no
moriste”
Aisley asintió. “Fui al cielo. Parece que cuando vi que Jason usaba su magia
contra ti, eso fue demasiado para mí, quise salvarte, y al sacrificarme yo por
ti, no solo nos salve a los dos sino que también salvé a los demás, y ahí fue
cuando el diablo perdió el poder sobre mi alma.
-“Estoy contenta de oír eso” dijo Laura con una sonrisa brillante.
Rhys sujetó el hombro de Phelan. -“Aisley es una Phoenix, Phelan” -”No

sabes la suerte que tienes al tenerla”
-“Si lo sé”, susurró Phelan y reclamó la boca de Aisley en un beso.
El trató de profundizar el beso, pero ella terminó antes de que él pudiera

seguir. Ella se retiró y puso sus manos sobre el pecho del guerrero.
-“Yo tuve una opción Phelan. Yo podía haberme quedado en el cielo….o volver
a ti”
-“Volví a ti porque te amo” dijo Aisley.
-“Te amo” dijo Phelan.- “Tenía miedo de haberme dado cuenta de ello cuando
ya fue demasiado tarde”
-“Te amo mi apuesto guerrero” volvió a repetir Aisley.
Era una lástima que no estuvieran solos. Phelan quería estar dentro de ella
en ese mismo momento, pero desgraciadamente no estaban solos. Estaban
rodeados de Reyes dragón, guerreros…su extensa familia.
-“¿Quién era la mujer con la que hablaste”? pregunto Con.
Aisley miro a Con antes de mirar a Phelan. -“era mi antepasado y una

antigua” -“ella fue la primera que contuvo al selmyr, ella también puso su
habilidad en mi”
-“¿Qué te susurro?” le preguntó Phelan.
La sonrisa de Aisley creció. -“Ella me dijo que el fénix no solo renace una vez,
que puedo usar mi poder tantas veces como yo lo necesite para permanecer
contigo por toda la eternidad”
Phelan la empujó contra él y Aisley encerró su cabeza en su cuello. “No te
merezco druida” le dijo Phelan.
-“Sí que me mereces” le susurró. “Los dos hemos sufrido mucho, y yo no

quiero vivir en este mundo sin ti”.
-“Tú tenías que ser, solo tú”, -“Te quiero siempre conmigo” dijo Phelan.
-“Me gusta cómo suena eso” contestó con una gran sonrisa Aisley.
Phelan levantó la cabeza y se pasó una mano por el pelo. -“Fui un tonto”
Ella puso un dedo sobre sus labios y dijo -“SHHH, el pasado es el pasado.
Tenemos la oportunidad de empezar de nuevo, no la desperdiciemos”
-“¿Te quieres casar conmigo Aisley Wallace”” ¿Quieres ser mi esposa”?,

pregunto Phelan.
-“Como si me lo tuvieras que pedir” contestó Aisley.
Esta vez, cuando los demás aplaudieron, Phelan levanto a su mujer y gritó
con ellos.
No sabía que había hecho para ser bendecido así, pero no se lo iba a
preguntar. Cuando todo el mundo comenzó a regresar a Ferness, Phelan
cogió a Aisley de la mano y comenzó a andar cuando divisó a un Fae de pie a
un lado.
Ella hizo un guiño y levantó el pulgar hacia arriba.” Bien hecho semental”
Aisley pasó la mirada de Phelan al Fae y viceversa para decir “eso es….”?
Sí respondió Phelan cuando el Fae desapareció. Tengo muchas cosas que

contarte.
-“Hablar puede esperar”, dijo Aisley, cuando ella dejó caer la manta y se
volvió desnuda hacía él
Phelan sonrió a la que pronto sería su esposa. Se quitó rápidamente la ropa y

se echó contra Aisley besándola con todo el amor, la pasión y la necesidad
que lo recorría.
Un futuro brillante estaba empezando para ellos.
EPILOGO
Tres día después………….
Rhi se puso a un lado tocando con un dedo la barra. Mirando los clavos
negros y plata que había a lo largo de ella.
Phelan y Aisley celebraban con sus amigos su boda. La música sonaba,

fluyeron las bebidas, y la risa llenó el edificio.
-"¿Qué estás haciendo aquí?" Con, le preguntó
Rhi frunció los labios mientras Constantino se acercó. -"Vete."
-"Tengo todo el derecho a estar aquí. Ahora respóndeme”, volvió a decir

Con.
Ella puso los ojos en blanco e inclinó la cabeza hacia un lado mientras
levantaba las cejas. -"Eren un cabron, Dragón".
-"No lo creí, cuando oí que un Fae se había acercado a Phelan. ¿Qué opinas,
si tu reina se entera de lo que has hecho?
Rhi perdió su actitud y se enfrentó al rey de los Reyes Dragón. -"¿Qué

quieres, Con?"
-"Quiero saber lo que quieres de Phelan." Dijo Con.
-"Él es un príncipe." Dijo secamente Rhi
Con un gruñido Con le contestó. -"Ya lo sé. Dime algo que yo no sepa”.
Rhi miró hacia la pequeña caja que había en la barra. -“Eso es para Phelan”,
que lo abra si así lo desea”
-“¿Qué es para mí? ¿Y qué se me tiene que decir?, preguntó Phelan mientras
caminaba con Aisley, sus manos unidas y sus sonrisas brillando en su cara.
Hey, chico... al final te han cazado? Le dijo Rhi a Phelan con un guiño hacia
Aisley.
Aisley la sorprendió con un abrazo. Por un momento Rhi no se movió,

entonces ella después le palmeó con torpeza la espalda a Aisley. Rhi se aclaró
la garganta mientras se alejaba y empujó la caja de dos pulgadas hacia
Phelan. -"Esto es para ti, de parte de mi reina”.
Phelan echó un vistazo a la caja con el ceño fruncido antes de cogerla. -“¿De
tu reina? Preguntó.
Rhi no respondió mientras quitaba los lazos de oro de la caja y levantaba la

tapa. Ella no tenía que mirar en la caja para saber que dentro estaba el anillo
de oro con el escudo de armas de la casa de Phelan grabado en la parte
superior.
Phelan pasó los dedos por las rayas y las líneas de coronas del anillo desde la
esquina superior izquierda hasta la parte inferior derecha.
-“Esto yo lo he visto antes” dijo pensativamente.
-“Es el símbolo de tu padre”, dijo Rhi. “Se lo dio a mi reina antes de morir”.
“Ella debía dártelo a ti”
Phelan negó con la cabeza. -“No lo entiendo” dijo.
Rhi fulminó con la mirada a Con que aún estaba allí. Se movió de tal manera
que le dio la espalda poniéndose de pie entre Con y Phelan.
-“Phelan”, comenzó Rhi, “Eres un príncipe, pero no solo de Sajonia, eres

príncipe de los Fae”
-“Él también es tu príncipe” dijo con asombro Aisley.
Rhi hizo un guiño a Phelan. Bien hecho semental
-“Si yo he sido y soy tu príncipe…. ¿Por qué me dejaste todo este tiempo en
la cárcel de Deirdre? Preguntó molesto Phelan.
Rhi apartó la mirada y se removió. -“Una vez hace mucho, mucho tiempo,
uno de tus antepasados, tuvo una breve relación con un Fae. Ella quedó
embarazada, pero nunca se lo dijo a su amante Fae. Los Fae nunca nos
apareamos con humanos.
¿Por qué? Preguntó Aisley.
-Rhi, se encogió de hombros. -“Eso ahora no importa”. Tu ancestro dio a luz

un hijo varón, que poco después subió al trono de Sajonia. Cada cien años
más o menos, alguien de esa línea de sangre es capaz de curar a cualquiera
de cualquier cosa, con solo unas gotas de su sangre” prosiguió Rhi.
-“Todo esto porque un Fae se metió en la cama con uno de mis antepasados?
Preguntó Phelan con el ceño fruncido.”
-“Sí” dijo Rhi. Los mortales se han sentido siempre atraídos por los Fae. ¿Por
qué crees que las mujeres siempre han ido detrás de ti?
Phelan sonrió y miró a Aisley trayéndola cerca de él. -“Por mi puro y simple
encanto” dijo.
No solo era tu encanto, semental. La simple verdad de todo es que yo no

supe nada de ti, hasta que no fuiste capturado por Deirdre. Años más tarde
de tu captura, cuando tu padre se estaba muriendo, llamó a los Fae y les
contó tu historia, de cómo te habías ido y de donde posiblemente estabas.
Fue ahí cuando tu historia quedó confirmada para nosotros”
-“La línea de sangre que sobrevivió por parte de mi hermano, tienen mi

misma sangre curativa? Preguntó Phelan.
Rhi sacudió la cabeza. -“Esa posibilidad murió contigo” -“El hermano del que
hablas, llegó a tu familia diez años después de tu desaparición”.
-“¿Cómo explicas entonces que Phelan sea un príncipe?” preguntó Con de

espaldas a ella.
Rhi apretó los dientes. Dios como odiaba a los dragones. Ellos pensaban que
eran el principio y el final de todo.
-“Él es nuestro príncipe porque el siguiente macho Fae pasó a ser el hermano
de nuestra reina”
-”Guauuuu, y las sorpresas siguen llegando” dijo boquiabierta Aisley,

agarrando uno de los chupitos de vodka que había en la barra. Ella se lo
bebió de un tirón y miró a Phelan preguntándole ¿Estás bien?
-
Phelan sacudió la cabeza y volvió a preguntar.- “¿Por qué no me sacaste de
la montaña de Deirdre cuando lo supisteis?
-“No pude” dijo tristemente Rhi. -“Al igual que los Reyes Dragón no podían
intervenir, nosotros los Fae, tampoco
Y ahora qué? Preguntó Phelan.
Rhi se apartó de la barra. -“Supongo que recibirás la visita de la reina Fae

muy pronto, ella está ansiosa por conocerte al fin” -“Ella iba a presentarse a
ti, pero hubo un pequeño problema con dos hadas que ella debía de resolver”
Phelan vio cómo se pasaba el dedo por el pelo antes de salir de la barra.
Él siguió mirando el anillo.
-“El príncipe de los sajones y un príncipe de los Fae” “¿en qué me he metido?
Preguntó Aisley.
Phelan la besó rápidamente y con fuerza. -“Tengo mujeres haciendo cola por
mí…si tú no quieres ser la primera de ellas…..? Le dijo burlonamente.
Oh, no, Ni lo sueñes semental. Volví de los muertos por ti y para ti. Eres todo
mío, seas príncipe o no”
Phelan se olvidó de que no estaban solos cuando oyó a Con reír. Phelan le
miró y dijo “Tengo la sensación que no aprecias demasiado a los Fae”
-“Tenemos una historia en común” dijo con un encogimiento de hombros

Con. Los Fae querían este reino, y nosotros no lo permitimos. Por lo tanto
hay una especie de resentimiento mutuo”
-“Pero siguen aquí” dijo Aisley.
-“Pueden visitarnos” explicó Con. -“Algunos pueden permanecer en este

mundo durante meses o años, pero siempre deben regresar a su reino”.
Phelan sacó el anillo de la caja y se lo deslizó por el dedo anular derecho. Se

ajustaba perfectamente a él. Él dejó escapar un aliento largamente contenido
al pensar que estaba llevando el anillo de su padre.
Aisley apoyó su cabeza en el hombro de su marido y le dijo -“Tenemos más

regalos que abrir”.
Phelan se volvió y se encontró con que Con había desaparecido. Dejó a un

lado la caja y se alejó con Aisley para seguir abriendo el resto de los regalos.
Ni él ni Aisley estaban preparados para todo lo que estaba sucediendo, pero

eso era lo que significaba pertenecer a una familia. Al menos eso es lo que
poco a poco Phelan estaba aprendiendo.
El día siguiente llegaría, y con él, el viejo enemigo. Pero por una noche más,
por esta noche especialmente, Wallace quedaría relegado a lo más profundo
de sus pensamientos.
Phelan tenía a Aisley, a sus amigos guerreros, a su nueva familia, a sus

nuevos amigos….si, la vida por fin era buena para él.
Jason se sentó en su oficina hirviendo de furia. Había tenido a los guerreros y

a los druidas a su alcance, entonces el Selmyr llegó de nuevo. Eran la única
cosa a la que realmente temía porque con ellos su magia se desvanecía
mientras la de ellos aumentaba.
¿Cómo podía luchar contra ellos, o contra algo si su magia desaparecía? No le

parecía justo.
Pero si él había conseguido a los guerreros del castillo MacLeod una vez,
podría hacerlo de nuevo. Al menos Aisley estaba muerta. Con su muerte, su
venganza fue completa.
-“Te equivocas Jason, ella no está muerta” dijo una voz profunda a su
izquierda.
Jason volvió la cabeza, para encontrase con el diablo sentado en una silla que
hasta hacía unos momentos se encontraba vacía.
-“¿Vas a matarme? Le preguntó Jason.
El diablo sonrió y se pasó la mano por su pelo negro peinado hacia atrás, se
incorporó y se ajustó la corbata.
-“No, de momento”
-¿”Entonces por qué estás aquí?” preguntó Jason.
El diablo se puso de pie, con su traje de montar, su figura alta, su musculoso
y elegante traje, para dirigirse a mirar por la ventana.
Jason, tú nunca has sido conocido por tu buena apariencia, de hecho todo el
mundo se burla de ti, de tu cara tan agresiva, ningún traje por caro que sea,
puede verse tan elegante en ti, como se ve elegante en mí.
-“Has intentado utilizar a Aisley en mi contra” le dijo Jason.
-“Tu problema Jason, es que siempre quieres lo que los demás tienen, aun
cuando ni ellos mismos saben que lo tienen”.
Jason se levantó y metió las manos en los bolsillos de su pantalón. -“Tengo

todo lo que necesito”, ahora quiero saber qué has querido decir con que
Aisley no está muerta”
-”He querido decir exactamente eso, que Aisley no está muerta” le dijo el
diablo.
-“Imposible” contesto furiosamente Jason. -“Me aseguré que ningún tipo de

magia pudiera curarla”
-“Ella es una Phoenix” dijo pacientemente el diablo.
-“¿Una qué?
El diablo suspiró dramáticamente y se enfrentó a él. -“Un Phoenix, necio”.

Ella es capaz de regresar de los muertos una y otra vez.
Ella se casó con Phelan hace solo unos minutos.
-“Eso es todo lo que has venido a decirme” le instó Jason.
-“Jason la venganza está fraguándose en tu intestino. El odio te ha traído de

nuevo aquí, mi pregunta es, Jason, que vas a hacer con él?
Jason miró al diablo y se rio diabólicamente -“Voy a matarlos a todos”
-“Por supuesto” Pero en primer lugar debe cumplirse la profecía en la que un

drough tendrá el hijo de un guerrero y ese niño albergará todo el mal del
mundo”
-“Últimamente me cuesta mucho encontrar guerreros. Además no me queda

mucho tiempo para hacerme con el control de sus dioses” dijo Jason.
-“No te preocupes por eso” contestó el diablo. -“Hay un guerrero MacLeod

que tiene el alma muerta. Malcolm podría ser tuyo en poco tiempo, y tendrá
un druida para ayudarle.
Jasón comenzó a frotarse las manos, definitivamente ese plan le estaba

comenzando a gustar….mucho….bastante
Proximamente…….
DARK WARRIORS
08
MIDNIGHT'S PROMISE

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Midnight´s Donna Grant Traducido por: Julia

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Se tendió a su lado, su cuerpo se apretó contra el de ella, su mano se deslizó

Sus piernas se abrieron al instante, sus pulmones ahogaron un gemido

Con una inclinación de cabeza, se inclinó y cerró la boca alrededor de un

Él la haría disfrutar varias veces antes de permitirle llegar al orgasmo. Luego

Sus labios gruesos se inclinaron hacia arriba desembocando en una sonrisa

Ella estaba de rodillas, su entrada presionando contra su erección mientras

Por un segundo, pensó que no podía moverse. Sus estrechas paredes

-"Mierda", dijo frustrada mente.

Su móvil sonó en su mesita de noche. Phelan consideró no responder esa

-“¿Qué demonios te pasa?” La voz de Charon preguntó con una nota de

-“Charon” repitió Phelan cuando el silenció se prolongó más de lo debido.

-“Estamos desesperados” dijo Charon, “No hemos tenido ninguna noticia de

Phelan desenredó las piernas de las mantas y se incorporó. "Yo tampoco le

-“Necesito saberlo con certeza." Dijo Charon.

Phelan respiró profundamente, odiando el cansancio y la preocupación que

-“Ninguno de nosotros estamos realmente seguros con un drough alrededor,

A pesar de la magia de los druidas y de los poderes de guerreros como

La amistad había comenzado entre ellos cuando llegaron al Castillo para

Phelan haría cualquier cosa por el hombre que consideraba un hermano.

Él quería dejar el pasado atrás, quería pensar en un futuro que incluyera la

-“No vamos a renunciar jamás”, dijo Phelan. -“Estoy cansado de luchar

Si, estuvieron condenadamente cerca de perder, Charon estuvo de acuerdo

-“¿Alguna noticia de Rhys o de los otros dragones?” preguntó Phelan.

-“Ocupados con los Selmyr?,¿Alguna noticia de ellos?” "pregunto Phelan.

-"Todo estará bien, mi amigo", prometió Phelan. -"Puedo detener mi

Phelan lo haría en un latido del corazón después de todo lo Charon había

-"No. Tú y Malcolm son los únicos que estáis buscando a Wallace”.

-"Oh, puedo imaginar la disputa que hay en el castillo ahora."

Phelan se levantó de la cama y se acercó a la ventana para mirar hacia la

-"Lo mismo digo." Concluyó Phelan.

Phelan terminó la llamada y tiró el teléfono móvil en la cama. Puso las

Durante cuatrocientos años Deirdre estuvo buscando guerreros y druidas

Phelan se apartó de la ventana y entró en el baño para abrir la ducha.

Los druidas podían dominar a un guerrero. Phelan lo había visto hacer y lo

Lo único que lo salvaba era el hecho de que un guerrero podía detectar la

Phelan se metió en la ducha y cerró los ojos mientras pensaba en la magia de

La música siempre la calmó. Era una parte de su alma. La calmaba, la tocaba

Pero Aisley no estaba segura si Jason estaba realmente muerto. Ella

El corazón le martilleaba salvajemente en su pecho mientras ella lo buscaba.

¿Le estaba tomando el pelo antes de matarla? Aisley se dio la vuelta y se

Por un momento durante su beso, ella se había olvidado de la persona que

La realidad enseguida la asaltó y eso la hizo venirse abajo demasiado pronto.

Londres era lo suficientemente grande como para que ella se perdiera

Aisley se levantó y se dirigió hacia la puerta que había dejado entreabierta

Aisley sintió como rápidamente el sueño la reclamó. Ella le dio la bienvenida,

-"Maldita sea," murmuró y dejó escapar un suspiro de frustración.

Se asomó por la ventana mientras la lluvia caía en hojas demasiado gruesas

Su siguiente opción sería tomar la A82 hacia el norte hasta llegar a

Jason ya había empezado a dudar de su lealtad antes de la batalla. Como le

No importó como fue obligada a ir a esa casa, a someterse a la ceremonia

La magia se arremolinaba en una hermosa danza de luz. Era impresionante

Ella estaba mucho más cerca de lo que pensaba.

¿Dónde estaba? ¿Qué haría Phelan para no perderla esta vez?

El residuo de la magia de Aisley hizo a su pene palpitar de deseo, pero había

Estaba bailando alrededor de un grupo de personas, que bailaban una

Phelan lo vio en su forma de moverse, en la forma en que cada nota de

Se quedó clavado en el suelo, mirando el espectáculo erótico que era la

Fue entonces cuando Phelan comprendido cuánto significaba la música para

Cuando bailaba, las líneas de preocupación de su frente desaparecían y en

La complicidad de Aisley con la música se le quedó grabada en la memoria y

Era su vida aburrida?