Santo Qurbono de Mor Jacob

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Divina Liturgia de San Yacobo
LIBRO DE CELEBRACIÓN DE LA LITURGIA

PARA El USO EXCLUSIVO DEL
SACERDOTE CELEBRANTE
DE IGLESIA SIRIACA (SIRIAN) ORTODOXA

DE LA
CÁTEDRA DE ANTIOQUIA
INCLUYENDO LOS CANTOS Y LAS ORACIONES
DE LOS DIÁCONOS Y LA CONGREGACIÓN.
Las oraciones de vísperas tripartites (horas nocturnas) que se practican antes de los
matinaes, y en especial antes del “ Magnificat Nocturno” , el sacerdote celebrante se
coloca delante de la entrada central del santuario, esto es al frente del púlpito del
Evangelio y pronuncia las siguientes oraciones inclusive antes del Canto del “ Himno
Angelical - Glória a Dios en las Alturas...”
Sigue:
(+)“Glória al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, y sobre nosotros débiles y pecadores haya
compasión en los dos mundos para siempre, Amén.
El Sacerdote celebrante con los brazos abiertos dice :
Santifícanos a través de Tu Santidad, Señor Santificador de todo. Tú que por tu voluntad

naciste de la Santísima Virgem Mariam, para que dignamente podamos festejarla y seamos
protegidos por sus oraciones y la glorifiquemos ahora, y en todos los tiempos y para
siempre.
“HUSOYO”
Iglesia Siro-ortodoxa 3
ORACIÓN DE SÚPLICA GENERAL

El Sacerdote con los brazo abiertos dice:
Oremos todos suplicando bondad y misericordia del Señor.

Señor Misericordioso ayúdanos y ten compasión de nosotros.
Haznos dignos de oferecerte glória y gratitud; honor, adoración contínua, incesante, y
verdadera exaltación en todos los tiempos y todos los días de nuestra existencia.
“ FRUMIUN”
PREFÁCIO
El Sacerdote continúa con los brazos abiertos diciendo:
Glória al Glorioso y Glorificado, que exaltó la memoria de su Madre en los Cielos y en la

Tierra, y fortificó la memoria de sus santos entre todas las naciones y recónditos; derrame
el rocío de su bondad y compasión sobre los huesos de los fieles difuntos; a Él sean
debidas glória y honra en esta hora de oraciones nocturnas y perdón, en todas las
conmemoraciones, tiempos, eras y en todos los días de nuestras vidas para siempre, Amén.
“ SEDRO”
LAS ÓRDENES Y LA DISPOSICION DEL DÍA
Recordamos de forma amable y querida a la digna de ser recordada y glorificada por

todas las razas y generaciones de la tierra, la Santa, Glorificada, Exaltada, bendecida y
Siempre Virgen, la Bienaventurada Mariam, Madre de Dios, y, con ella recordamos a los
profetas, los santos apóstolos, los predicadores, los evangelistas, los mártires, los
confesores; los justos, los sacerdotes, los santos padres, verdaderos pastores y maestros de
la gloriosa fé verdadera, recordamos, también a los santos célibes, los honrados, los
ascetas, los eremitas, los monges, y todos los que obraron dignamente. Por sus oraciones y
súplicas que escuchas y aceptas, óyenos bondadosamente, perdona nuestros errores y
pecados y transformanos y a nuestros difuntos en herederos de Tu mansión, la Jerusalén
celeste, donde juntamente con los santos sirvamos y estemos glorificandote y a tu Padre y
al Espíritu Santo vivificante para siempre. Amén
El Sacerdote Celebrante si vira para el clero presente y los fieles extendiendo los
brazos y con las manos abiertas toca suavemente el pecho con las manos cruzadas
como si fuera a abrazar cada uno de los presentes repitiendo en silencio:
*En caso de que estén presente miembros del clero el Celebrante va y complementa
el saludo con un beso santo.
En caso de un prelado va y Vesa la Cruz de mano y la mano que la sostiene.
Mis hermanos y amados oren por mí, por amor de Dios, y, para que Cristo acepte mí
oblación.
Los presentes también en silencio hacen una reverencia diciendo:

Dios acepte tu sacrificio.
Éste es el momento siguiente cuando se canta la “ Glorificacion Angelical” , el

sacerdote celebrante, coloca incenso en el turíbulo, y el diácono incensador debe
incensar inicialmente el frente del altar atrás del sacerdote, luego entre el pueblo ,
pero debe voltear antes de que el sacerdote diga las seguintes palabras “ Nuestro
Señor Jesus Cristo” , continúa incensando hasta el final del Trisagion y se retira.
*Se Abre por primera vez la cortina del Altar.
Diáconos (Glorificación Angelical):
Glória a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena vontad.
Te glorificamos, bendecimos, reverenciamos, y te damos glória,
Y te exaltamos por tu inmensa glória,
Señor Creador, Rey Celestial, Dios Padre de todas las cosas.
Señor Dios, Hijo Único, Jesús Cristo con el Espírito Santo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo de Dios, y Verbo del Padre.
Tú que quitas el Pecado del Mundo ten piedad de nosotros.
Tú que quitas el Pecado del mundo, ruega por nosotros y acepta nuestras súplicas.
Tú que te sientas con glória a la diestra del Padre, ten piedad de nosotros,
Pues eres el Único,
y unicamente Santo, Señor Jesús Cristo con el Espírito Santo
En la Glória del Padre y en todos los tiempos y días de nuestras vidas te bendecimos y
glorificamos tu Santo y bendecido nombre para siempre.
Quien es fortificado para siempre.
Bendito eres Señor Creador de nuestros padres, y
Glorificado es tu nombre, lleno de exaltaciones eternamente.
A ti glorificamos, y volvemos a glorificar, y, exaltamos oh Dios de todo.
Padre verdadero, con el Hijo Único y el Espíritu Santo vivo, ahora y en todos los tiempos
para siempre. Amén.
Nuestro Señor Jesús Cristo (estas palabras las dice solo el sacerdote ).
No cierres la puerta de tu Misericordia delante de nuestros rostros,
Señor, somos pecadores, mas, creemos; ten piedad de nosotros .
Dispón de tu amor desde tu Mansión para bien de nosotros, pues, por tu muerte cesó
nuestra perdición, ten piedad de nosotros.
Sigue el “ Trisagion”
( En la iglesia Siriana Ortodoxa el“ Trisagion” está dirigido a Nuestro Señor Jesús
Cristo).
Santo eres oh Dios.

Santo eres oh Todo poderoso,
Santo eres oh Imortal ,crucificado por nosotros, ten piedad de nosotros.
(Repetir tres veces ésta frase).
Señor ten piedad de nosotros.

Señor ten piedad y misericordia de nosotros.
Señor acepta nuestras oraciones y ten piedad de nosotros.
Glória a Ti oh Dios.
Glória a Ti oh Creador.
Glória a Ti Cristo Rey, que te compadeces de los pecadores para siempre. Amén
El sacerdote anuncia el amanecer clamando tres veces:
Aleluia, Aleluia, Aleluia, Gloria a Ti Señor.(3) Señor Misericordioso ten piedad de

nosotros.
1-PRIMEIR OFICIO PREPARATÓRIO DE LA SANTA EUCARISTIA
El Sacerdote celebrante parado frente al púlpito central del Evangelio,

Hace reverencia al Santo de los Santos
Y en cilencio ora:
(+) Glória al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.

Y sobre nosotros débiles y pecadores la misericórdia y la compasión se derramen en los
dos mundos para siempre.
Oración inicial:
Otórganos conocimiento, espíritu de adoración y rectitud de intención, para que seamos
dignos, Dios, misericordioso y compasivo, de estar en tu presencia, con pureza y santidad
y permite que te sirvamos, reconociéndote como nuestro Señor y Creador, a quien sea
dado el honor y la gloria, Padre, Hijo y del Espíritu Santo, ahora, y por los siglos de los
siglos. Amén.
En seguida cantan el Salmo 51:
(El sacerdote puede alternar con un diácono este salmo o puede determinar que dos
diáconos alternen el canto).
Por tu amor, oh Dios, ten compasión de mí; por tu gran ternura, borra mis cul-
pas.
¡Lávame de mi maldad! ¡Límpiame de mi pecado! Reconozco que he sido
rebelde; mi pecado no se borra de mi mente.
Contra ti he pecado, y solo contra
ti, haciendo lo malo, lo que tú condenas.

Por eso tu sentencia es justa; irreprochable tu juicio. En verdad, soy malo desde que nací;
soy pecador desde el seno de mi madre.
En verdad, tú amas al corazón sincero, y en lo íntimo me
has dado sabiduría.
Purifícame con hisopo, y quedaré limpio; lávame, y queda-
ré más blanco que la nieve.
Lléname de gozo y alegría; alégrame de nuevo,
aunque me has quebrantado.
Aleja de tu vista mis pecados y borra todas mis
maldades. Oh Dios, ¡pon en mí un corazón limpio!, ¡dame un espíritu nuevo y
fiel!
No me apartes de tu presencia ni me quites tu santo espíritu. Hazme sentir
de nuevo el gozo de tu salvación; sostenme con tu espíritu generoso, para que
yo enseñe a los rebeldes tus caminos y los pecadores se vuelvan a ti.
Líbrame de cometer homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación, y anunciaré con cantos
que tú eres justo. Señor, abre mis labios, y con mis labios te cantaré alabanzas.
Pues tú no quieres ofrendas ni holocaustos; yo te los daría, pero no es lo que te
agrada. Las ofrendas a Dios son un espíritu contrito; ¡tú no desprecias, oh Dios,
un corazón arrepentido y humillado!
Haz bien a Sion, por tu buena voluntad; vuelve a levantar los muros de Jerusalén.
Entonces aceptarás los sacrificios requeridos, las ofrendas y los holocaustos; entonces se
ofrecerán becerros sobre tu altar.
En seguida, el sacerdote celebrante, se dirige al clero presente diciendo:
Barekmor, pidamos perdón.
Después con las manos abiertas , el sacerdote celebrante pide perdón a toda la
congregación presente, haciendo una pequeña vuelta en su lugar y dicendo en
silencio:
Barekmor, oren por mí mis hermanos amados, para que yo sea digno de oferecer el Santo
Sacrificio Vivo por toda la Iglesia y la comunidad..
Todos responden en silencio con respeto y haciendo una reverencia:
Barekmor, Dios escuche tus oraciones, y se agrade con tu sacrificio, acepte tus ofrendas y
nos haga partícipes contigo.
El Sacerdote celebrante entra en el altar diciendo :
“ Llegaré a tu altar, oh Dios, pues tú, llenas mi vida de alegría. (Salmo 43: 4)
*Cierra la cortina del Altar*
(DENTRO DEL ALTAR SE REALIZAN LAS ORACIONES POR EL

SACERDOTE EN SILENCIO SIEMPRE CON LA CORTINA CERRADA,
MIENTRAS LOS DIÁCONOS DICEN LAS LECTURAS DEL DÍA).
El Sacerdote celebrante reverencia al altar diciendo:
A tu Casa entré y te adoré Rey Celestial, perdona todo lo que pequé contra ti.
El Sacerdote da una vuelta al altar una única vez, de derecha a izquierda, besa cada
esquina , diciendo:
Señor, ilumínanos y ata nuestras festividades con cadenas en los cuernos de Tu Altar;
¡Tú eres mi Dios a quien agradezco y exalto!
Los dos candeleros junto a la hostia, donde se guarda la Comunión consagrada, el

Cáliz y la Patena, deben ser encendidos por el sacerdote; Entona los siguientes
cánticos en secreto:
Cuando enciendes el candelero a la derecha del altar.
En tu luz vemos Luz Jesús lleno de Luz.

Eres la Luz de la verdad que ilumina toda la Creación
Ilumínanos con tu Luz gloriosa, el Esplendor del Padre Celestial.
Cuando enciendes el candelero a tu izquierda:
Puro y santo que habita en las mansiones de la luz,

Mantennos alejados de pensamientos tristes, malvados y odiosos.
Danos corazones puros para hacer los actos correctos.
OFERTORIO
El sacerdote celebrante sube el escalón del Altar, descubre la patena y el cáliz; coloca
la Palas de la patena, la esponja (que debe ser natural) y la cuchara en el lado sur
del Altar, es decir, a tu derecha. A continuación, coloque la palas del cáliz, el velo de
la Eucaristía, el jarrón pequeño (mxamxonitho), la estrella y la almohada pequeña
(gomuro) en el lado norte del Altar, es decir, su lado izquierdo.
Nota: - Mxamxonitho o “servicial” es un pequeño jarrón, o vaso especial, en el que

el vino y el agua se mezclan en el ofertorio y luego se vierte en el cáliz.
Posteriormente, este vaso se llena de agua pura en la que el celebrante se moja las
yemas de los dedos cada vez que toca el Santo Cuerpo. Debe estar a la izquierda del
celebrante. El agua de este recipiente no se puede tirar, al final de la Misa se
arrojará al Cáliz después de que el sacerdote haya consumido todo el vino restante y
sea tomado por el sacerdote celebrante.
El hecho de que el sacerdote siempre se moje las yemas de los dedos cuando toca el
Santo Cuerpo es para asegurarse de que ninguna partícula de Comunión se pierda o
caiga indebidamente en un lugar inadecuado.
El sacerdote celebrante sostiene el pan de la hostia con ambas manos y dice:
Como una oveja fue llevada al matadero:

Como cordero mudo antes de la esquila, así no abrió la boca , permaneció en silencio.(
Hechos 8:32, Isaías 53: 7).
Señor, has construido tu permanencia en tu trono.
Señor, prepáralo con tus manos.
¡El Señor reinará por los siglos de los siglos!
El sacerdote coloca el pan de la hostia sobre la patena mirando hacia arriba y dice:
¡Oh, Primogénito del Padre Celestial, acepta a esta oblación de las débiles manos de tu
siervo pecador!
Nota: - En la Fiesta del Señor, cuando un gran número de fieles quiere recibir la
Sagrada Comunión, el celebrante puede utilizar dos panes. Si se necesita un número
mayor, siempre debe usar números impares. Deben disponerse en forma de cruz,
pero si la patena es pequeña, puede colocar una sobre la otra. Hay que tener mucho
cuidado, porque dejar caer la hostia al suelo implica un proceso de excomunión del
sacerdote.
El sacerdote celebrante mezcla el agua con el vino en el sirviente (mxamxonitho), sin

exceder un tercio de agua y dos tercios de vino, diciendo:
Unifica Señor, esta agua y este vino como tu divinidad se ha unificado con tu humanidad.
Eche la mezcla en la taza, directamente de la taza al cáliz diciendo:
Nuestro Señor Jesucristo fue crucificado en el madero entre dos ladrones en Jerusalén, fue
lanzado en su costado con la lanza; su sangre y agua fluyeron; para absolución de toda la
creación. El que lo vio testificó de eso; y tu testimonio es verdadero.
Juan 19: 34-35.
(Atención: por problemas de salud el cura puede aumentar el volumen del agua,
pero nunca llegar a la mitad, porque, en proporción, el vino debe estar en mayor
volumen que el agua).
El celebrante cubre la patena y el cáliz, desciende del Altar, besa el Altar en el medio
y comienza a recitar el Oficio de Penitencia, diciendo siempre en secreto:
Señor ten piedad
HUSOIO - SÚPLICA
El sacerdote con los brazos abiertos y en secreto
Oremos todos por la bondad y misericordia del Señor.

El Señor Misericordioso nos ayuda y tiene compasión de nosotros.
Haznos dignos de ofrecerte gloria, gratitud, alabanza, culto continuo e incesante;
verdadera exaltación en todo momento y en todos los días de nuestra existencia.
PROEMION - INTROITO
El sacerdote todavía con los brazos abiertos y en secreto dice:
Gloria al único Padre misericordioso que responde a los pecadores que lo invocan.
Al Hijo Misericordioso, que acepta a los penitentes que llaman a su puerta y,
Al único Espíritu Santo que absuelve a los deudores que lo buscan.
A Él gloria y honor, en este día de penitencia y perdón y en todas las festividades, días,
estaciones y horas de cada día de nuestra vida para siempre, Amén.
SEDRO
LAS DISPOSICIONES DEL DÍA
Oh Dios bondadoso, agradable, humilde, amante de la humanidad; que te agrada la

misericordia y no los sacrificios, y que amas un corazón contrito más que las ofrendas
sacrificadas; prefieres el espíritu humilde más que la sangre y el olor a grasa de toros y
corderos cebados. En este día acepta este Sacrificio Espiritual en tu Altar puro.
Permítanos ofrecerte nuestras almas como sacrificio vivo aceptándolo de una manera que
agrade a tu grandeza en esta ceremonia racional, en la que ofrecemos sacrificios
espirituales con corazones contritos y espíritus humildes en tu Altar Celestial, haciéndonos
tu glorioso rebaño impecable. ; Para que podamos transformarnos y renovarnos en el
nuevo mundo con almas racionales, prudentes y con brillantes lámparas de fe en la nueva
transformación, entremos todos en tu Altar cantando la gloria al Padre, Hijo y Espíritu
Santo, ahora, en todos los tiempos y para siempre. .
Luego, y todavía en secreto, el sacerdote celebrante canta el siguiente himno:
A tu puerta, Señor, llamo,

Y pido misericordia de tu tesoro,
Hace años que soy pecador y me he desviado de tu camino,
Permíteme confesar mis pecados y

Viva en su bondad.
A qué puerta llamaremos, si no a la tuya, misericordioso Señor,

¿Y a quién tenemos que interceda por nuestras transgresiones?
¿Si no fuera por tu compasión, oh rey?
El que los reyes reverencian tu gloria.
(Bendícenos Señor)
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. (Haciendo la señal de la cruz)
Oh Padre, Hijo y Espíritu Santo sean nuestra defensa contra el maligno y sus fuerzas que
luchan contra nosotros.
Bajo las alas de tu bondad protégenos
Cuando lo bueno sea separado de lo malo.
Por siempre y para siempre. Amén.
Sea la voz de nuestras oraciones

Llaves que abren las puertas del cielo
Y digan los arcángeles:
Cuán dulces son las voces de los terrestres,
Dios conceda sus peticiones.
ETHRO
PERFUME O FRAGANCIA O OLOR
El olor de nuestras oraciones te agrade, Señor en todo momento,

El incienso de nuestro incensario es para nuestra reconciliación;
Reconcíliate con tu creación con bondad,
Ahora, en todo momento y para siempre.
ORACIÓN FINAL
Cristo que aceptaste la ofrenda de Melquisedec el Sumo Sacerdote, acepta la oración de tu
siervo y perdona las ofensas de tu rebaño.
CONCLUSIÓN
El sacerdote celebrante con los brazos abiertos dice en secreto:
Cordero puro e inmaculado, que se ofreció a sí mismo como ofrenda aceptable para la
redención y expiación del mundo entero. Haznos dignos de ofrecernos como sacrificio
vivo agradable a Ti, similar a tu sacrificio por nosotros, oh Cristo nuestro Dios por los
siglos.
Sigue: Kirieleison (repite tres veces)
Señor, ten piedad de nosotros (tres veces)

Señor ten compasión y misericordia de nosotros (tres veces)
Señor respondenos y compadecete de nosotros (tres veces)
Gloria a ti
Gloria a Tí nuestra esperanza por siempre,
Barekmor.
Nuestro padre en el cielo,

Santificado sea tu nombre
Venga a nosotros Tu Reino,
Hágase tu voluntad
Así en la tierra como en el cielo;
El pan de cada día danoslo hoy, y
Perdona nuestros errores (u ofensas) y pecados,
Así como perdonamos a los que nos han ofendido,
No nos dejes caer en la tentación
Mas líbranos del maligno,
Porque tuyo es el Reino, el Poder y la Gloria por siempre,
Amén.
Aquí termina el primer oficio, llamado: OFICIO DE MELQUIZEDEC EL SUMO

SACERDOTE que ofreció al Señor Altísimo pan y vino (Génesis 14:18, Salmo 110: 4
y Hebreos 5: 6).
2-SEGUNDO OFICIO
(En este segundo oficio se instala el sacerdote

celebrante; siempre en secreto e inmediatamente
después del oficio anterior, el diácono de incensar debe ayudarlo a sostener cada
vestidura para que tenga las manos libres, cuando es un obispo celebrante quien lo
asiste debe ser el sacerdote o párroco de la Iglesia y en el caso del Patriarca su
asistente directo, en ausencia de estos, el diácono censor debe asistir)
Sacerdote: (+) Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; Que tu misericordia y

compasión caigan sobre nosotros débiles y pecadores en ambos mundos por los siglos de
los siglos, Amén.
ORACION INICIAL
Dios nuestro Señor, rocía nuestros corazones y límpianos de todos los malos sentimientos,
para que podamos entrar en tu Santo de los Santo, inmenso y alto, con pureza y santidad,
para poder estar de pie ante tu Santo Altar y ofrezcamos un sacrificio puro y espiritual con
verdadera fe todos los días de nuestra vida. Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora, en todo
tiempo y por siempre.
Se quita la capa negra (sobrepelliz) diciendo:

Despójame, Señor Dios, de las ropas sucias que Satanás me viste a causa de mi debilidad y
mis malas acciones, y vísteme con las ropas escogidas y apropiadas para servir el honor y
dar gloria a tu Santo Nombre, Señor nuestro y Dios nuestro, para siempre.
Ponte la zapatilla en tu pie izquierdo diciendo:

Provee, Señor Dios, los preparativos para el Evangelio de la Paz, para que pueda pisar
víboras y escorpiones y todas las fuerzas enemigas para siempre.
Ponla en tu pie derecho deciendo:

Humilla Señor bajo mi pie, todo orgullo que me impide conocerte, y con tu ayuda aleja de
mí todas las pasiones carnales por los siglos de los siglos.
(El sacerdote usa estos zapatos exclusivamente en el Altar, se puede usar antes de
comenzar el primer servicio, e incluso hoy en día en muchas iglesias de Oriente hasta
los diáconos usan estas pantuflas exclusivamente para servir en el Altar).
Haz tres cruces sobre la túnica y el vestido blancos diciendo:

Vístame, Señor Dios, el manto de incorruptibilidad, por el poder de tu Espíritu Santo.
Permíteme complacerte con una conducta virtuosa y correcta todos los días de mi vida,
Señor y Dios nuestro por siempre.
Hacer dos cruces sobre la estola, colocándola sobre el cuello diciendo:

Me diste fuerzas para luchar y frente a mí doblaste a mis oponentes.
Hiciste volar a mis enemigos y dispersaste a los que me odiaban.
Salmo 18: 39 y 40.
Haz una cruz sobre el cinturón y átalo a tu espalda diciendo:

Cíñete tu espada al costado, vístete de tu majestad y tu esplendor. Salmo 45: 3 y 4.
Antes de ponerse las manijas o los puños, diga:

Señor, haz de mis miembros una armadura de honradez. Y esté preparado para todos los
actos buenos y correctos. Exhibiéndonos como altares puros y vestiduras escogidas, aptas
para el oficio de tu gloria y glorificación de tu santo nombre, nuestro Señor y nuestro Dios
por siempre.
Haz tres cruces en la muñeca y colócala en la mano izquierda diciendo:

Bendito el Señor, que preparó mis manos para la batalla y mis brazos para tensar el arco
de bronce. Salmo 18:35.
Hace una cruz en el otro puño y con ella en la mano derecha dice:
Y tu diestra me sostuvo, y tu bondad me engrandeció. Salmo 18:36.
Cuando un obispo es el celebrante, hace una señal de la cruz en el velo triangular

(Masnafto) y dice:
¿Quién nos mostrará la felicidad?
¡Señor, que la luz de tu rostro se eleve sobre nosotros!
Inundaste mi corazón con más alegría. Salmo 4: 7 y 8.
Haga tres cruces en la cubierta (capullo) en el punto de cierre diciendo:

Vístanse sus sacerdotes de justicia y se regocijen sus fieles.
Por amor de David tu siervo; no apartes el rostro de tu ungido. Salmo 132: 9 y 10.
El uso de la capa (capullo) dice:

Vestirás a tus sacerdotes y a tus justos de salvación con gloria. Salmo 132: 16
Nota: - Si está presente un prelado (obispo) y el celebrante es un sacerdote de

ordenación menor, presente el capullo que usará para bendecirlo. Si otro sacerdote
está presente, el celebrante debe pedirle que bendiga el capullo. El otro sacerdote
hace dos señales de la cruz en el capullo del celebrante y este último hace una señal
de la cruz en el capullo antes de vestirlo.
Si el celebrante es un obispo o un patriarca, hace una señal de la cruz en el dosel

mayor y la lleva puesta:
Me esconderá en su tabernáculo, en los días de adversidad,
Me esconderá en el escondite de su tienda y me levantará sobre una roca.
Entonces mi cabeza se elevará por encima de los enemigos que me rodean. Salmo 27: 5 y
6.
Cuando el obispo usa la cruz pectoral, dice:

Levanté la mirada hacia Él en busca de consuelo. Salmo 34: 6.
Los obispos, maferione y el patriarca también utilizan los iconos junto con la cruz y
el sacerdote o diácono que asiste debe ayudarlos.
Cuando el obispo toma el cetro de la mano del sacerdote o de quien le ayude, dice:
El cetro de tu poder se extenderá desde Sion:
Domina entre tus enemigos. Salmo 110: 2.
(Un sacerdote o diácono siempre debe sostener el cetro en el lado norte del Altar, es
decir, en el lado izquierdo del celebrante y sostendrá el candelero móvil; si es
diácono, debe saber que cada vez que el prelado o Patriarca se vuelve para bendecir,
se le debe entregar el cetro en su mano derecha, además, en el momento del sermón
el obispo, maferiono y el Patriarca sostienen el cetro en su mano izquierda y la cruz
en su derecha).
(De acuerdo con la constitución patriarcal, el obispo visitante no debe usar el cetro
en la parroquia que no le pertenece. Tampoco usará el cetro en presencia del
Patriarca)
Cuando el obispo toma la cruz manual del sacerdote o de la persona que lo ayuda,
dice:
Por ti rechazamos a nuestros enemigos y en tu nombre aplastamos a nuestros opresores.
(El prelado o patriarca suele dejar la cruz manual en el Altar en su lado sur, es
decir, a su derecha para facilitar el manejo, aún así quien esté sirviendo al
celebrante debe estar atento a entregarle siempre la cruz manual)
El sacerdote celebrante, ya vestido, se lava las manos, se arrodilla en los escalones

del Altar y recita en secreto la siguiente oración:
Señor, Dios Todopoderoso que perdona las iniquidades humanas, y no desea la muerte de
los pecadores, Te extiendo las manos de mi corazón y pido el perdón de todos mis errores
en esta hora de acercarme a tu Altar, a pesar de que No soy digno.
Te ruego que liberes mi mente de todas las influencias enemigas y mis ojos no se vuelvan a
la lujuria, mis oídos no escuchan la futilidad, mis manos no practiquen tareas vergonzosas,
y, en conjunto, me acerco a Tí para poder ser todo tuyo y benefíciarme de la gracia de tus
Divinos Misterios, Nuestro Señor y Nuestro Dios por siempre.
El sacerdote celebrante se levanta, besa el centro del Altar frente a él y sube al

escalón del Altar; descubre la patena y el cáliz, colocando la vestidura de la patena a
tu derecha y la del cáliz a tu izquierda diciendo en secreto:
El Señor reina. Está vestido de majestad.

El Señor se vistió con poder y se ciñó.
Él estableció el mundo que no vacila.
Desde el principio tu trono es firme
Y eres eterno. (Salmo 93: 1 y 2).
El sacerdote celebrante sostiene la patena en su mano derecha y la copa en su mano

izquierda. Cruza los brazos con la mano derecha sobre la izquierda, levanta la
patena y el cáliz sobre el madero (tablito) y en secreto dice ahora:
ORACIÓN DE DIVINA DISPENSACIÓN
El recuerdo de Nuestro Señor, nuestro Dios y Salvador Jesucristo y toda su dispensación

redentora por nosotros, que citamos conscientemente en particular el Mensaje del
Arcángel, su Nacimiento en la carne, su Bautismo en el río Jordán, su Abstinencia
cuaresmal, su Pasión voluntario, su Subida a la Cruz, su Muerte vivificante, su Venerado
Entierro, su gloriosa Resurrección, su Ascensión al cielo y su Entronización a la diestra del
Padre.
También recordamos, en este día, en esta Eucaristía ante nosotros, inicialmente nuestro
padre Adán y nuestra madre Eva, y, la Santísima Virgen María, Madre de Dios, los
profetas y apóstoles, los predicadores y evangelistas, los santos padres y dignos pastores,
los maestros de la verdadera fe, los célibes, los monjes y todos los que se ponen de pie y
oran con nosotros, desde nuestro padre Adán y nuestra madre Eva hasta el día de hoy.
Recordamos a nuestros padres, hermanos, maestros que correctamente nos enseñaron la
palabra de la Verdad; nuestros difuntos, y todos los creyentes difuntos conocidos u
olvidados, estos que son de nuestra sangre; los que trabajaron para la construcción de este
Altar, y, todos los que participan en el mantenimiento de este lugar, ya sea de palabra, con
medios materiales o mediante trabajos manuales, en mucho o en poco, sobre todo
individualmente por quienes ofrecemos este sacrificio ... (aquí, cite el nombre o nombres
de quienes lo ofrecen).
*LAS SIGUIENTES ORACIONES SON ESPECÍFICAS Y DEBEN SER DICHAS

POR EL SACERDOTE CELEBRANTE QUE SOSTIENE LA PATENA Y EL
CÁLIZ COMO DECIMOS ARRIBA.
Si la Eucaristía está dedicada a la MADRE DE DIOS, la siguiente oración debe

repetirse en secreto tres veces:
Que se sepa que a María Santísima, Madre de Dios, y por su honor, ofrecemos esta
Eucaristía para que ella sea, de manera distinta la intercesora de todo aquel que se
protege en sus oraciones .
Dios bondadoso y misericordioso, a través de sus oraciones (de la Virgen María) que son
escuchadas y sus súplicas que son aceptadas, responde con tu bondad a las súplicas de
quienes te distinguen y honran. Quita todas las tentaciones, castigos, flagelos airados e
imperfecciones perdonando muestras ofensas en la inmensidad de tu misericordia.
Si la Eucaristía se ofrece en memoria o por intercesión de un Santo o Santa,

repite esta oración tres veces en silencio:
Que se sepa que en particular conmemoramos la memoria de Santo (aquí el sacerdote

debe mencionar el nombre del santo en cuestión) y por su honor ofrecemos esta Eucaristía
para que él (o ella) pueda ser un intercesor contigo, porque (cite aquí el nombre de la
persona que solicitó la intercesión u ofrenda) se refugia en sus oraciones (es decir, las
oraciones del santo), y ofrece esta oblación en su Altar. El Señor Misericordioso responde
a tu súplica con amabilidad, porque eligió y honró tu recuerdo, ofreció sus dones y
cumplió sus promesas y votos en este templo. Mantén lejos de nosotros las tentaciones,
heridas, flagelos, males (o enfermedades) a través de las oraciones de tus Elegidos y de
todos los Santos.
Incluso en forma abreviada, el sacerdote celebrante puede decir tres veces:
En honor al Santo (mencionar el nombre del santo), que celebramos hoy.
Si la Eucaristía la ofrece una persona enferma, el sacerdote celebrante debe repetir

la siguiente oración en secreto tres veces:
Por el alma de tu siervo (nombre del enfermo), en tu bondad, ten piedad de él, concédele
la curación y la salud de su cuerpo y espíritu a través de las oraciones y súplicas de la toda
pura y virgen María y de todos tus santos.
Para un penitente, repita tres veces:
Por el arrepentimiento de tu siervo (citar el nombre del penitente) que ofrecemos esta
Eucaristía por él. Señor Dios nuestro, perdona sus pecados y borra sus transgresiones; da
descanso a las almas de sus difuntos y protegelo de todas las heridas y los azotes del mal
durante todos los días de su vida.
Para un creyente, repita tres veces:
Acepta esta Eucaristía de mis manos débiles y pecadoras, oh Dios, por el alma de tu siervo
(citar el nombre del difunto) que se ha separado de nosotros. Señor, Dios nuestro, en tu
misericordia perdona sus errores y pecados; concédele descanso y felicidad en tus
mansiones de luz con todos tus siervos que hacen tu voluntad.
Para familiares cercanos, es decir, familiares del sacerdote celebrante, repita tres
veces:
Oh Dios en tu piedad, concede descanso y un buen recuerdo a mi padre y a mi madre, a

mis padres, hermanos, hermanas, a todos mis vecinos, mis maestros y superiores, y a todos
los que se relacionan conmigo, así como a todos aquellos que cuestionan mi debilidad
recordándoles en esta ofrenda y cuyos nombres el Señor conoce.
PARA TODAS LAS FIESTAS Y QUE SE DEBEN REPETIR TRES VECES CADA
DOMINGO.
Oh Dios que aceptas este Sacrificio de mis débiles y pecaminosas manos; acéptalo en
memoria de todas las almas de los fieles que partieron de aquí, cuyos nombres conoces. El
Señor Dios perdona sus pecados y borra sus transgresiones, concédeles el descanso eterno
en las mansiones celestiales llenas de luz junto con todos aquellos que te han complacido
haciendo tu voluntad.
El sacerdote celebrante desciende los elementos colocando el cáliz sobre el madero

(tablito) mirando hacia el este (oriente), y la patena hacia el oeste (oeste u occidente)
cubre ambos con el velo o manto blanco de los elementos diciendo:
El esplendor de su Gloria ha cubierto los cielos y toda la creación está llena de su Gloria
(Habacuc 3: 4).
El sacerdote celebrante desciende del escalón del Altar y en secreto pronuncia la

siguiente súplica;
HUSOYO
Oremos todos, pidiendo la misericordia del Señor.

Señor misericordioso, ten piedad de nosotros y ayúdanos. Gloria, gratitud, continua
adoración y exaltación incesante en la verdad, en todo momento, sea digno de ofrecerte.
FRUMIUN
PROEMION O PREFACIO
A ese fruto dulce que brotó del vientre virginal de su Genitora magnificándolo y
ensalzándolo,
A ese Señor venerado que glorificó a sus santos en este mundo y se regocijó en sus
celebraciones (es decir, recuerdos y festividades de los santos que celebra la Iglesia).
A ese Viviente vivificante que con su dulce voz da descanso a los muertos y los alegra en
su agradable gloria,
A Él debemos glorificar y honrar este día de oración por el perdón de los errores y en
todas las fiestas y festividades, horas, tiempos y todos los días de nuestras vidas para
siempre, Amén.
El sacerdote celebrante pone incienso en el incensario y, tomando el incensario de la

mano del diácono, inciensa frente al altar, diciendo en secreto:
Para el honor y la gloria de la Santísima y Exaltada Trinidad, este incienso se ofrece a

través de mis débiles y pecaminosas manos. Oremos todos por la misericordia y compasión
de Nuestro Señor; Señor misericordioso, ten piedad y ayúdanos.
SEDRO
PROVISIONES ...
Te agradecemos con gratitud, Creador de los Mundos y Organizador de la Creación, por

la Bendita Raíz que brotó y se levantó de la tierra sedienta que es Mariam, y llenó el
mundo entero con su fragancia dulce y glorificada; expulsó el pestilente olor del
paganismo de todos los rincones con sus gloriosas enseñanzas; ofrecemos este incienso a
Tí, siguiendo el ejemplo del sacerdote Aarón que te ofreció incienso puro y detuvo la
matanza del pueblo israelita. En verdad, Señor Dios nuestro, acepta el aroma de este
incienso que ofrezco en nuestra debilidad, por nuestros pecados e iniquidades; y, por
nuestro padre Adán y Eva nuestra madre, por la Santísima Virgen Mariam, Madre de
Dios, por los profetas y apóstoles, por los justos y honorables, por los mártires y
confesores, por los santos padres y maestros de la verdadera fe, por los célibes y monjes,
por el ricos y pobres, por los huérfanos y las viudas, por los afligidos y angustiados, por
los enfermos y oprimidos, por todos aquellos que nos pidieron ser recordados en nuestras
oraciones dirigidas a ti, Cristo nuestro Dios. Por todos los vivos y por el resto de las almas
de los muertos en la Jerusalén celestial.
Gloria y exaltación cedemos a Tí, tu Padre y el Espíritu Santo, ahora, en todos los
tiempos, para siempre.
El sacerdote celebrante se levanta sobre el escalón del Altar y mueve suavemente el

incensario sobre los Elementos, hacia el este, cantando en secreto:
Los Justos glorifican al Señor: - Con la fragancia de este incienso conmemoramos a la

Virgen María, Madre de Dios.
Inciensa al oeste y canta en secreto:
Glorifiquenlo todas las naciones: - Con el aroma de este incienso conmemoramos a los
profetas, apóstoles y santos mártires.
Al Norte por los elementos, canta en secreto:
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo: - Con la fragancia de este incienso recordamos
a los maestros, los sacerdotes, los justos y los honorables.
Incienso al sur, canta en secreto:
Desde la eternidad y eternamente, Amén: - Con el aroma de este incienso celebramos la

Santa Iglesia con todos sus fieles.
Haciendo círculos con el incensario sobre los Elementos, dos veces a la

izquierda y una a la derecha, el sacerdote celebrante pronuncia en secreto la
siguiente oración de aceptación del incienso:
Sumo Sacerdote, Señor de Señores, que entraste para habitar en la Santa Iglesia en el
Altar, que aceptas la glorificación de los ángeles y las primicias de las agradables
fragancias de todos los seres naturales puros, incorpóreos y perceptibles, acepta ahora con
el aroma de este incienso la glorificación de nuestras bocas y el agradecimiento de nuestras
lenguas, para que a través de ellas recibamos tranquilidad para tu pueblo y paz para tu
rebaño, armonía para tus ovejas y olor dulce para tu Iglesia. Danos el descanso y la buena
memoria (recuerdo) de tu Madre, tus Santos y todos los fieles muertos, Oh Cristo, Hijo
reverenciado y glorificado con Tu Padre y Tu Santo Espíritu, ahora, en todo tiempo, para
siempre, amén.
El sacerdote celebrante desciende del escalón del Altar, inclina la cabeza y,

sosteniendo en medio del manto de la Eucaristía que cae sobre los Elementos; este
lugar simboliza al Padre en la Santísima Trinidad, inciensa tres veces repitiendo tres
veces siempre en secreto:
Adoración (o reverencia) para el Padre Compasivo.
Sosteniendo la esquina del velo hacia el norte o hacia la izquierda del sacerdote, que
simboliza al Hijo, inciensa tres veces repitiendo, también en secreto, tres veces:
Adoración al Hijo Misericordioso.
Sosteniendo la esquina del velo hacia el sur o hacia la derecha del sacerdote, que
simboliza al Espíritu Santo, inciensa tres veces, repitiendo en secreto tres veces:
Adoración al Espíritu Santo y Vivo.
Luego, todavía en secreto, hace la oración final con el incensario en la mano:
Justos y honorables, profetas y apóstoles, mártires y confesores, y la Santísima Madre de

Dios, María, con todos los santos que agradaron al Señor, quienes se hicieron intercesores
y suplicantes contigo e intercesores por las almas de todos nosotros. Por sus oraciones y
súplicas, apaga la ira de tu pueblo y ten piedad de tu rebaño. La plenitud de tu tranquilidad
y paz reine en los cuatro rincones del mundo. En tu gracia perdona las iniquidades y los
pecados de los fieles fallecidos, Señor nuestro y Dios nuestro para siempre, Amén.
Luego termina diciendo en secreto:

Kirieleison (tres veces)
Trisagion.
Padre Nuestro...
Credo de Nicea ...
*Aquí termina el Segundo Oficio, que el sacerdote celebra de manera secreta,

mientras los diáconos cantan canciones matutinas y uno de los diáconos lee la
lección del día del Antiguo Testamento. Este Segundo Oficio simboliza las ofrendas
como se menciona en Levítico 1: 2 Habla a los hijos de Israel y diles: cuando alguno
de ustedes ofrezca al Señor un ejército de ganado, es decir, de bueyes y de ovejas ...
LA CELEBRACIÓN
PÚBLICA O LA LITURGIA DE
CATECUMENOS.
1-Ritos de Entrada:( se abre la

cortina).
/El sacerdote celebrante arroja incienso en el
incensario, inciensa el altar y comienza la
procesión al comienzo de la misa. Se adelantan dos
diáconos portando candelabros manuales, el
diácono de incienso camina frente al sacerdote
con las manos cruzadas, en una caja fuerte el incienso o paloma (iauno) y en la otra
una pequeña vela encendida.
En Tierra Santa, Palestina, en las Iglesias del Santo Sepulcro, de la Natividad u
otras, cuando un Patriarca celebra la Misa, dos diáconos de incienso sirven al mismo
tiempo en algunos puntos de la Misa./
(-El sacerdote inciensa el altar primero y hace la aclamación inicial diciendo):
2- Responsorial de Mor Severos:

María, que te dio a luz y Juan que te bautizó, sean nuestros intercesores, ten piedad de
nosotros.
-(La Procesión alrededor del Altar comienza con los diáconos gritando con una sola
voz):
¡Por las oraciones de tu Madre y de todos los santos!
Congregación:
Te exalto mi Señor y Rey, Único hijo,
Palabra del Padre Celestial,
¡Que por naturaleza eres eterno!
Aceptaste y viniste por tu bondad
Por nosotros los pecadores, y
Por la salvación y la vida eterna de la humanidad
Encarnado de la Santísima y Exaltada Virgen, Pura,
Madre de Dios, Mariam.
Sin cambio te convertiste en un hombre (encarnado), y,
Fuiste crucificado por nosotros,
Cristo nuestro Dios.
A través de tu muerte
Aplastaste (pisoteaste) y destruiste nuestra muerte.
Eres uno de la Santísima Trinidad,
Adorado y glorificado con el Padre y tu Espíritu,
¡Ten compasión de nosotros!
(Cuando la Procesión termina alrededor del Altar, incluso cuando la congregación

está cantando, el sacerdote celebrante hace una pequeña reverencia frente al Altar,
luego rodea al clero, los diáconos y el pueblo; besa la Biblia expuesta y le entrega el
incensario al diácono que debe besar la mano del sacerdote.
Si es un prelado el que está celebrando, el sacerdote o diácono que incensa debe
besar la mano del prelado y la Cruz Episcopal Manual de pie detrás del sacerdote
celebrante, el lugar correcto es al menos a un paso del celebrante.
*Cuando la Gran Cruz esté expuesta, el celebrante se acercará a ella e inciensa tres
veces frente a ella, volviendo a entregar el incensario al diácono censor.)
3-TRISAGION:
/Al finalizar la Procesión, el sacerdote coloca los tres dedos de su mano izquierda en
el lado izquierdo del velo o manto de los elementos, y con los tres dedos (índice,
medio y pulgar) de la mano derecha en la postura de hacer la señal de la Cruz, toca

Madero (tablito) cantando/:
Sacerdote: ¡Santo eres, oh Dios!
Congregación: Santo Eres Tú, Todopoderoso, Santo Eres Tú, Inmortal

que fuiste crucificado + por nosotros, ten piedad de nosotros.
(Todos los presentes cuando dicen CRUCIFICADO hacen la señal de la Cruz; y el

sacerdote también se bendiga. La segunda vez repiten el cántico y los gestos en el
mismo orden con los dedos en el borde de la patena ; finalmente la tercera vez el
sacerdote celebrante pone su mano sobre el cáliz y canta por última vez: ¡Santo eres,
oh Dios!
A lo que la congregación responde nuevamente: Santo eres tú. ¡Poderoso! Los tres
dedos a la derecha del sacerdote celebrante descienden hasta el borde de la patena,
luego sobre el madero y luego se bendice por tercera vez. Estos movimientos siempre
se realizan sobre el velo de los elementos.)
Congregación (continúa cantando): Kirieleison, kirieleison, kirieleison.
4-LECTURAS BÍBLICAS:
(Antes de leer los Hechos de los Apóstoles y la Epístola del día, esta última suele ser
de San Pablo, el sacerdote reza en secreto:)
Sacerdote: Señor, acepta nuestras oraciones y súplicas en este día, y haznos dignos de
preservar, con pureza y santidad en tus enseñanzas y las de tus divinos Apóstoles y de San
Pablo, el arquitecto de tu Santa Iglesia. Oh Señor y Dios nuestro por siempre.
4.1-Antes de la lectura de los Hechos de los Apóstoles:

Los apóstoles elegidos, enviados por Dios al mundo entero,
Salieron a predicar las buenas nuevas del Hijo entre las naciones hasta los confines de la
tierra.
Se predicó el Reino de los Cielos, proclamando a los que creen en ¡Bienaventurados!
(La lectura de los Hechos de los Apóstoles u otras lecturas del Antiguo Testamento
se realiza en el lado izquierdo del Altar en el escalón más bajo (Gudo), mientras que
las Epístolas siempre deben leerse en el lado derecho del Altar, pero en todas, el
diácono de lectura debe proceder la lectura de cara a la gente con una adecuada
entonación de voz.)
(El diácono lector comienza a leer anunciando: De los Hechos de los Apóstoles,
Barekmor.)
Congregación: Gloria al Señor de los Apóstoles;

Que tus oraciones estén con nosotros, Amén.
Diácono lector: Estimados ...
4.2-Antes de la Epístola de San Pablo:

* La Congregación canta según la melodía de la Santísima Iglesia (Tubaic Ito):
Escuché al Beato Apóstol Pablo decir:

Si alguien predica algo contrario a lo que predicamos,
Incluso si es un ángel del cielo
Debería ser excomulgado de la Iglesia.
Tengan cuidado, por lo tanto, de todos lados surgen diferentes enseñanzas.
¡Bendito el que comienza y termina en las enseñanzas de Dios!
(La siguiente lectura de la Epístola de San Pablo, preferiblemente debe ser leída por
el diácono censor, en ausencia de este por razones organizativas, un diácono lector
debe proceder anunciando:)
Diácono lector: De la Epístola del Apóstol San Pablo a (Corintios o Gálatas o, etc.)
Barekmor.
Congregación: Gloria al Señor del Apóstol,

Que sus oraciones estén con nosotros, Amén.
Diácono lector: Hermanos ..., y al final de la lectura dice Barekmor.
(Durante la lectura de la Epístola, el sacerdote coloca incienso en el incensario y ora

en secreto y debe terminar su oración cuando la congregación está en medio del
Aleluya en la palabra Reverenciarlo, reverencia el Altar al final y se vuelve hacia el
púlpito y la gente para leer el evangelio):
Concédenos, Señor Dios, el conocimiento de tus divinas palabras; llénanos con un

entendimiento de tu Santo Evangelio y la riqueza de tus dones divinos y los dones de tu
Espíritu Santo. Asegúranos el gozo de guardar tus mandamientos para que podamos
cumplir y practicar tu voluntad, haciéndonos dignos de tus beneficios y bondades, Señor
nuestro y Dios nuestro, ahora y siempre.
(La lectura del Evangelio debe proceder desde el púlpito en medio del Altar, y la
lectura ya debe estar demarcada una vez que el sacerdote en las oraciones
vespertinas, es decir, desde la víspera de la tarde, lee el mismo texto en preparación
para la Misa del día siguiente. Cuando el sacerdote se vuelve hacia la gente, siempre
debe ir acompañado de dos diáconos que porten candelabros móviles)
4.3-Evangelio:
*(Canción previa al evangelio)*:

Aleluya, aleluya, aleluya,
Ofrécele sacrificios de gloria, y
Acepta ofrendas sin tacha,
Entra en el patio del Señor,
Reverencialo ante su santo altar,
¡Aleluya!
Diácono del incensario:

Barekmor, con temor, piedad y pudor, escuchemos y atendamos las buenas nuevas en las
palabras vivas de Dios,
Del Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, que será leído.
Sacerdote: La paz sea con ustedes.+
Diácono incensario: Haznos dignos Señor, y con tu espíritu también.
Sacerdote: Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, predicación vivificante de Mateo

(o Juan), apóstol; el predicador que predica Vida y Salvación al mundo.
Si lee Marcos o Lucas, el sacerdote dirá: La predicación vivificante de Marcos (o
Lucas) el evangelista que proclama la Buena Nueva de Vida y la Salvación del mundo.
Diácono del incensario: ¡Bendito el que ha venido y vendrá!

Gloria al que lo envió por nuestra salvación,
Que tenga misericordia de todos nosotros.
Sacerdote: En el momento de la dispensación (o según las festividades que el sacerdote

deba anunciar: en el momento del nacimiento, o bautismo, muerte, resurrección, etc.) de
Nuestro Señor y Dios Salvador Jesucristo, Verbo de Vida +(Cuando el sacerdote cita la
Palabra de Vida, se vuelve hacia el Altar, se bendice y luego regresa bendiciendo al
pueblo), Encarnado de Santísima Virgen María, estas cosas han sucedido. +
Congregación: Creemos y confesamos.
(El sacerdote celebrante lee el Evangelio al estilo del Canto oriental de Tiziano; y al
final dice):
Tranquilidad y Paz para todos +
(Bendice al pueblo nuevamente con la señal de la Cruz con el Evangelio, o en el caso

de un prelado con la Cruz Pastoral.)
Congregación :
En todo momento se recuerdan:
Los profetas y los santos que predicaron el Evangelio entre los pueblos,
Recordados son los justos y dignos gloriosamente aureolados,
Recordados son los mártires y creyentes que sufrieron torturas y aflicciones,

Recordada es la Madre de Dios, los santos y el amado.
El sacerdote, cabizbajo y en secreto, se vuelve ahora hacia el Altar:

A nuestro Señor Jesucristo, gloria, gratitud y bendiciones,
Por sus palabras vivas que nos dirigió,
A su Padre que lo envió por nuestra salvación
Y a su Espíritu Santo y Viviente, nuestro Bendito, por los siglos de los siglos,
Amén.
El diácono principal, u otro elegido, establece el tono y la melodía de la Misa:
STAUMEN KALOS
Congregación: KIRIELEISON.
5-SUMINISTRO HUSOIO O EXPIACIÓN
Sacerdote (con los brazos abiertos ante el altar, pero no en el escalón más alto):
Oremos todos por la bondad y misericordia de nuestro Señor;

Señor misericordioso, ten piedad de nosotros y ayúdanos,
para que seamos dignos de ofrecerte gloria y gratitud, alabanza, continua adoración;
exaltación incesante y verdadera en todo momento y en todos los días de nuestra
existencia.
(Si un prelado está presente, es él quien debe citar las primeras palabras “Oremos”,
y el sacerdote celebrante continúa).
6-PREFACIO DE PROEMION: (variable)

... El Pan de Vida que descendió del cielo y por medio de la hija de David se hizo visible y
fue partido en el Gólgota, distribuido en la Santa Iglesia, dado a los creyentes, regocijando
a los vivos y a los difuntos; Gloria y honor a Él en este día de celebración de la Divina
Eucaristía y en todas las festividades, días, horas, tiempos, por todos los días de nuestra
vida para todos y siempre.
*Diácono: Amén, Barekmor.

Ante el Señor misericordioso,
Ante su altar que da la absolución,
El sacerdote reverente y digno (o el venerable obispo o Maferiono o Su Santidad el
Patriarca) ofrece incienso, oremos todos por la gracia y la salvación de nuestro Señor.
Congregación: Señor Misericordioso, ten piedad de nosotros.
*(Durante el canto del diácono, el sacerdote arroja incienso en el incensario, pero

primero descubre el velo o manto de los Santos Misterios; si un prelado está
presente, debe desplegar el velo y arrojar el incienso. El diácono censor debe

inciensar en el Altar después de los sacerdotes presentes y luego se vuelve hacia la
gente en un pequeño círculo en el centro del Altar.
Si un prelado o patriarca está presente, el diácono debe inciensar frente a él, y él, a
su vez, puede llamarlo nuevamente para obtener más incienso si así lo desea.
Si un prelado o patriarca arroja incienso en el incensario, el diácono de incienso
antes de comenzar a incienso debe besar la mano y la Cruz Pastoral del prelado).
7*ETHRO (ORACIÓN FIJA DE PERDÓN Y GRACIA):

Sacerdote (con los brazos abiertos):
Con el aroma de este incienso, oh propiciador, purificador, perdonador y generoso,
absuelvenos y no recuerdes nuestra iniquidad.
En la bondad de tu amor, Señor, borra mis inmensos e innumerables pecados, y los
pecados de todos tus fieles; ten piedad y compasión de nosotros.
Acuérdate, Señor Dios, de nuestras almas, en tu amor inmanente;
Recuerda también, las almas de nuestros padres, hermanos; nuestros ancianos, maestros y
fallecidos, y todos los hijos fieles fallecidos de tu Santa y Glorificada Iglesia.
Concede, Señor, descanso a sus almas y cuerpos; el rocío de tu bondad y misericordia
rocíe sus huesos.
Bríndales perdón, Cristo nuestro Rey, Nuestro Señor y Señor de la Gloria.
Respóndenos, Señor, ven en nuestra ayuda, sálvanos, acepta nuestras oraciones y súplicas,
apartándonos en tu bondad todas las duras tentaciones, los traicioneros y rudos golpes del
malhechor.
Concédenos, Señor de la Paz y la Armonía, la bienaventuranza de los hombres de paz.
Concédenos un final cristiano, querido, agradable y hermoso para tu gloria, Señor, y te
ofrecemos gloria y gratitud ahora, en todo tiempo y por siempre.
Congregación: Amén.
8-SEDRO, PEDIDOS O ACUERDOS DEL DÍA: (variable)

Sacerdote (con los brazos abiertos):
Ante ti, Dios de dioses, Señor de señores, Juez de jueces; admirado por tus súbditos;
Aquel que los espíritus iluminados temen su visión y los seres espirituales temen tu
apariencia; te reverenciamos y oraramos para hacernos partícipes dignos de esta ceremonia
seráfica (serafines) y santa, estos adorados dones divinos; perdónanos en tu abundante
misericordia para ser perfilados ante Ti en santidad, y, ante tu Santo Altar, para servirte
piadosamente en este tu Alimento Espiritual. Envíanos tu Espíritu Santo para santificar
este pan y este vino (+) ante nosotros expuestos para la purificación de nuestros cuerpos y
almas; la santificación de nuestros pensamientos y mentes, apartándonos de toda
corrupción pecaminosa para ofrecerte sacrificios agradables e inmaculados, haciéndonos
dignos de tu promesa a tus santos; y para glorificarte y darte gracias a tu Padre, y al
Espíritu Santo, ahora y en todo tiempo.
Congregación: Amén, el Señor acepta tu súplica y ayúdanos con tus oraciones.
(En este punto, el diácono censor se coloca ante el sacerdote celebrante para la
bendición del incensario; el sacerdote bendice a la congregación haciendo la señal de
la cruz y luego comienza la bendición del incensario).
Sacerdote: Que la Paz de Dios esté con ustedes, y permita la remisión de las ofensas y el
perdón de los pecados en ambos mundos por los siglos de los siglos. +
9-BENDICIÓN DEL INCENSARIO:

(El sacerdote arroja el incienso al incensario y sostiene una cadena en el punto
central con los dos primeros dedos (índice y pulgar) de la mano izquierda. Con la
derecha desde el punto de unión de las cadenas hace la señal de la Cruz sobre el
incensario cantando):
Nota: - mientras el sacerdote canta haciendo la señal de la Cruz en el incensario, los
diáconos hacen uso de sonajeros (abanicos de sonajeros, platillos, campanas, etc.)
Sacerdote: Yo, un siervo de Dios débil y pecador, grito diciendo: ¡Santo Santo Padre!
(El sacerdote sostiene la cadena central sosteniendo dos juntas y canta):
Sacerdote: ¡Santo Santo Hijo!
(El sacerdote sostiene todas las cadenas del incensario en el punto central, hace la
señal de la cruz por tercera vez, hace círculos con la mano derecha alrededor del
incensario dos veces de izquierda a derecha y una vez de derecha a izquierda
cantando):
Sacerdote:
Santo Espíritu Santo, Santificador de los incensarios de los siervos pecadores; por la
conmiseración y misericordia de nuestras almas y las almas de nuestros padres, hermanos,
ancianos y difuntos y de todos los fieles difuntos de Tu Santa Iglesia en ambos mundos,
por los siglos de los siglos.
Diácono: Amén, escuchemos a la Sabiduría Divina dispongance correctamente a través de

las oraciones de este digno sacerdote (o prelado, o Patriarca), que se compromete a decir.
10-CREDO:
Durante el canto del diácono, el sacerdote debe inciensar en el Altar, girar a la

derecha del altar, incienso al prelado o al Patriarca si está presente, besarles el
crucifijo manual y volverse hacia la gente, siempre con incienso, de cara al pueblo
anuncia las primeras palabras del Credo Niceno compuesto por San Atanasio y
luego complementado por los Maestros de la Iglesia.
Sacerdote: ¡Creemos en un solo Dios verdadero!
(El sacerdote entonces permanece de pie, terminando el recorrido que inició,

volviéndose hacia el Altar. El diácono censor debe estar a la derecha del sacerdote
listo para recibir el incensario y al recibirlo de las manos del sacerdote, primero debe
besar su mano, dejar atrás el Altar siempre con incienso, pasar frente al Altar,
incienso tres veces y descender entre la gente caminando de derecha a izquierda a
través de la Iglesia en un gran círculo y de regreso al Altar. Si la Gran Cruz está
expuesta, es desde el Domingo de Resurrección hasta el 14 de septiembre, cuando se
celebra la fiesta del descubrimiento de la Cruz por Helena, madre del emperador
Constantino, o, si hay un servicio fúnebre, el diácono debe inciensar tres veces frente
al Cruzar o desde la mesa del despacho, y luego subir al Altar hasta cerca del escalón
del sacerdote, pero está debajo del escalón, sosteniendo el incensario en la mano
derecha en el punto donde se juntan las cadenas y en la mano izquierda une las
cuatro cadenas antes que las últimas dejando las cadenas juntas y listas para recibir
el beso santo.)
/Si un prelado o patriarca está presente, el grado más alto debe presidir la
ceremonia de bendición del incensario y el sacerdote debe sostener el incensario en
lugar del diácono. El prelado o patriarca debe anunciar la frase inicial del Credo de
Nicea/
(Uno o como mucho dos diáconos cantan el Credo alternadamente mientras el
incensario circula entre la gente. Hoy, toda la congregación pronuncia el credo al
unísono)
(Exclusivamente en la Misa del Jueves Santo, es decir en la Conmemoración de la

Institución de la Sagrada Eucaristía, se cambia el discurso del sacerdote en el
Triságion y en la Bendición del incensario, por un canto especial que ahora citamos:
Cristo que en su Pascua, nos liberó. En Pascua, acepta nuestra ofrenda y ten piedad
de nosotros! A lo que los diáconos y la congregación responderán: Amén; repitiendo
el cántico tres veces)
Diácono: Padre todopoderoso,

Creador del cielo y de la tierra, y
De todo lo que es visible e invisible;
Y en un solo Señor Jesucristo,
Hijo único de Dios,
Nacido del Padre antes de todos los mundos.
Luz de luz,
Verdadero Dios de Verdadero Dios,
Generado y no creado,
Consustancial (igual en esencia) al Padre
Por quien todas las cosas fueron hechas;
Que por nosotros los hombres y por nuestra salvación,
Descendió del cielo,
Se encarnó del Espíritu Santo y de la Virgen María, Madre de Dios,
Y se hizo en hombre;
Fue crucificado por nosotros (para nuestra salvación) en los días de Poncio
Pilato,
Sufrió, murió, fue sepultado y,
Resucitó al tercer día, como era su voluntad,
Ascendió al cielo y
Se sentó a la derecha del Padre;
Y vendrá con gran gloria para juzgar a vivos y muertos,
¡Aquel cuyo Reino no tendrá fin!
(Creemos) En un Espíritu Santo que es el Señor vivificante de todos,
El que procede del Padre, y
Con el Padre y el Hijo es glorificado y adorado.
El que habló a través de los profetas y apóstoles.
Creemos en una única Iglesia santa, católica (universal) y
Apostólica.
Creemos en un solo bautismo para el perdón de los pecados,
Esperamos la resurrección de los muertos y,
¡La nueva vida del mundo venidero!
Diácono: Barekmor. Stomen Kalos. Kirie eleison.
/Mientras el (los) diácono (s) cantan el Credo, el sacerdote celebrante se lava las
manos diciendo en secreto/:
Lava la obscena corrupción de mi alma, Señor, y límpiame con tu rocío de vida para que
pueda entrar en tu Lugar Santísimo con pureza y santidad.
Oh Santo y Santificador; y, sin tacha, permíteme descubrir en tus Dones Divinos, con pura
conciencia, ofrecerte Sacrificio Viviente agradable a tu Divinidad y comparable a tu
Glorioso Sacrificio, Nuestro Señor y Nuestro Dios por siempre.
(El sacerdote celebrante pide perdón por sus pecados, y si está presente un prelado o
patriarca, se acerca a él (ellos) y dice en voz baja):
¡Bendígame, señor, le ruego que me perdone!
Luego hace un pequeño círculo en el Altar, abriendo las manos y tocándose el pecho
con humildad y discreción, volviéndose hacia la gente y dice en voz baja: -
Hermanos míos y seres queridos, perdónenme y oren por mí para que el Señor acepte mi
ofrenda.
Si otro sacerdote está presente al final del círculo, se dirige al otro sacerdote y le pide
perdón; y luego se arrodilla ante el Altar, cabizbajo, resuelto y reza esta oración
apostólica en secreto:
Santísima y Gloriosa Trinidad, ten piedad de mí.

Santísima y Gloriosa Trinidad, ¡líbrame de mis pecados!
Santísima y Gloriosa Trinidad acepta esta ofrenda de mis débiles y pecadoras manos.
Dios en tu misericordia concede tranquilidad y buen recuerdo en tu Santo y Celestial Altar
a tu Madre, Santos y todos los fieles difuntos.
Dios absuelve y perdona mis pecados en esta hora, soy un pecador en mi debilidad,
siempre te invoco en todo momento a través de las oraciones de tu Madre y de todos los
santos.
Dios en tu misericordia perdona y absuelve a estos que son de nuestra sangre; nuestros
padres, hermanos, ancianos y tal y tal * ... por quienes ofrecemos este sacrificio.
* En este punto, el sacerdote debe mencionar

el nombre (s) que se le pidió que mencionara vivo
(o muerto), y en cada nombre debe hacer la
señal de la cruz con su pulgar derecho en el
Altar. Luego se levanta y besa el Altar en el medio,
el lado norte y el lado sur, que es el lado derecho e
izquierdo del árbol (tablito), sube al escalón
del Altar y se mantiene firme con los pies cerrados
(juntos).
+++
ANÁFORA:
( EL SACERDOTE CELEBRANTE DEBE REALIZAR TODAS LAS
ORACIONES SECRETAS O PÚBLICAS DE MANERA ORDENADA Y
VALORANDO LA CEREMONIA QUE ES UN SACRIFICIO AL DIOS MÁS
ALTO Y EN LA QUE LOS FIELES ESTÁN INVITADOS A PARTICIPAR Y NO
A ENVIAR. LA ACTITUD DEL SACERDOTE DEBE SER PLENA, EL
DIÁCONO REQUIERE ATENCIÓN Y DISPONIBILIDAD PARA SERVIR Y LA
GENTE PARTICIPACIÓN CON RESPETO Y TEMOR. DE TODA LA
HUMILDAD Y EL AMOR SE REQUIEREN)
+ + +
LITURGIA DE SAN TIAGO LLAMADO HERMANO DE CRISTO, PRIMER

OBISPO DE JERUSALÉN (+ 61 A, D)
11-ORACIÓN ANTE LA SOLICITUD DE PAZ

(El sacerdote con sus manos en forma de cruz proclama con plena voz)
Sacerdote:
Señor, Dios de todos; indignos de merecer esta salvación, sin malicia unidos en amor,
saludemonos unos a otros con el beso santo y divino, glorificándote y adorándote a ti y a
tu único Hijo y al Espíritu Santo bondadoso, venerado, vivificante y consustancial como tú
en esencia ahora y siempre.
/El sacerdote dobla la esquina derecha de la vestidura que cubre los elementos, besa
el altar sobre la vestidura y llama al diácono con el incensario.
El diácono con el incensario se presenta al sacerdote sosteniéndolo en dos puntos de
la cadena del incensario, besa el Altar cuando y donde el sacerdote indica; el
sacerdote hace la Señal de la Cruz en su frente continuamente, haciéndolo el
mensajero de la paz, este extiende el incensario al archidiácono o diácono mayor,

luego vuelve a su lugar detrás del sacerdote./
(El sacerdote también puede dar la bendición directamente a otro diácono

simultáneamente para que pueda distribuir el beso sagrado a los demás y al pueblo.
El diácono que recibió la paz, lleva el beso santo al pueblo, con las manos cerradas y
las pasa entrelazando sus manos con las de los que reciben y pasa sobre su rostro,
simbolizando el acto de besar a los demás)
Congregación: Amén Bendícenos Señor.
Sacerdote: La paz sea con ustedes.
Diácono: Bendícenos Señor; daos la paz con un Beso Santo y Divino en el amor de
Nuestro Señor y Dios.
Congregación: Concédenos, Señor Dios, esta paz todos los días de nuestra vida.
Diácono: Después de que se nos haya concedido esta santa y divina paz, inclinamos
nuestros rostros ante el benevolente Señor.
Congregación: Ante Ti Nuestro Señor.
Sacerdote:
Único, bondadoso Señor, que moras en lo alto y mira a los humildes, envía tus bendiciones
a los que inclinan la cabeza ante ti, bendícelos en la gracia de tu Hijo Unigénito; todo
honor y gloria se le debe a Él en la unidad de tu Espíritu Santo, todo bondadoso,
reverenciado, vivificante y consustancial ahora y para siempre.
Sacerdote:
Señor Dios, que en tu gran amor por la humanidad enviaste a tu Hijo al mundo para
rescatar el rebaño perdido, no rechaces este sacrificio no sangriento , no por nuestra
justicia o virtud, sino por tu misericordia, para que este sacrificio sea por El nuestra
salvación y no condenación, por el perdón de nuestros pecados y la gratitud a tu Hijo
Unigénito y a tu Espíritu Santo, todo bondadoso, reverenciado, vivificante y consustancial
a Ti ahora y por siempre.
/El diácono porta el incensario que incensa el altar perfilado detrás de la

convocatoria del sacerdote, mientras que los otros diáconos utilizan las sonajas
(abanicos de sonajas o platillos sordos) y platillos, campanas, etc/
Diácono incensario:
Levantémosnos con paz
Levantémonos con temor
Levantémonos con modestia
Levantémonos con pureza
Levántesemos con santidad
Levantémonos entonces, todos unidos en el amor y la fe verdadera, con sabiduría,
temerosos de Dios por esta admirable y santa liturgia que tenemos ante nosotros, ofrecida
por este digno sacerdote (obispo o patriarca) en paz y armonía,
Sacrificio vivo a Dios Padre, Señor de todo, por nosotros.
Congregación: Misericordia y Paz, Sacrificio de Gratitud.
(Durante el canto del diácono, el sacerdote levanta el libro de la liturgia o la

vestidura del cáliz y lo mueve sobre los misterios tres veces y recita en secreto)
Sacerdote:(en secreto)
Tú eres la roca firme que emanó los doce ríos de agua para las doce tribus de Israel; Tú
eres la Roca Firme colocada sobre la tumba de Nuestro Salvador.
El sacerdote con la mano izquierda en el madero y con la derecha toma fuerza de los
Misterios: primero haciendo la Señal de la Cruz sobre los Elementos y luego sobre
los de la izquierda y derecha y tres cruces sobre el pueblo diciendo:
Sacerdote: + El Amor de Dios Padre, + la gracia del Hijo Único, la protección del Espíritu
Santo +, sea con ustedes mis hermanos por siempre.
(Tenga en cuenta que cuando no hay nadie a la izquierda ni a la derecha, el

sacerdote solo hará la señal de la cruz frente a él y sobre la gente)
(Inmediatamente después de la bendición, el diácono con el incensario, que se perfila

en el costado frente al sacerdote, se presenta al sacerdote que deposita incienso en el
incensario antes de dirigirse al altar)
Congregación: y con tu espíritu también.
Sacerdote:
Arriba, donde Cristo está sentado a la diestra de Dios Padre,
Nuestras mentes, pensamientos y corazones deben estar ahí en este momento.
Congregación: Lo tenemos levantado hacia el Señor y Dios nuestro.
Sacerdote: Glorificamos a Dios con temor.
Congregación: Es justo y adecuado (o justo y necesario).
El sacerdote agita sus manos sobre los misterios, concentrándose y dice en secreto:
En verdad, la adoración al Creador del mundo es justa y apropiada, glorificándolo,
reverenciando y exaltándolo.
El sacerdote con los brazos abiertos proclama:

Aquel a quien glorifican las huestes celestiales, corporales e incorpóreas,
El sol, la luna y todas las estrellas
La tierra y los mares,
Los primogénitos inscritos en la Jerusalén celestial,
Ángeles, arcángeles, virtudes y poderes, tronos, dominaciones, principados,
Los querubines de muchos ojos, y
Los serafines de seis alas que cubren sus rostros y pies volando y
Glorificando diciendo Santo ...
Aquí el diácono con el incensario inciensa el altar siempre de perfil detrás del
sacerdote y el resto debe hacer uso de cascabeles (abanicos de cascabeles o platillos
sordos), platillos, campanas, etc.
Santo( aclamación)
Congregación:
Santo, Santo, Santo es el Señor Todopoderoso,
El que los cielos y la tierra están llenos de sus glorias,
Hosanna en lo más alto,
Bendito es lo que ha venido y vendrá en el nombre del Señor.
Hosanna en las alturas.
(El sacerdote, después de haber depositado ya el incienso en el incensario, y

agitando sus manos sobre los Elementos, reza en secreto mientras la congregación
canta el Santo, Santo)
Eres verdaderamente santo y tu santidad llena el mundo,

Santo es tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo,
Santo es tu Espíritu Santo que busca misterios (cosas ocultas).
Creaste al hombre de la tierra y lo pusiste en el paraíso,
Incluso después de haber transgredido tu mandamiento, no lo has abandonado sino que lo
guiaste con tus profetas, y en los últimos tiempos enviaste a tu Hijo al mundo,
El que se encarnó por el Espíritu Santo y la Virgen María,
Renovando en nosotros tu imagen gastada.
*A partir de este momento, el diácono censor, los portadores de sonajeros u otros

instrumentos se manifiestan utilizando los instrumentos cuando el sacerdote
pronuncia las máximas palabras de Cristo en el milagro de la transformación del pan
y del vino en Su Cuerpo y Sangre; preferiblemente estas palabras deben decirse en el
idioma de Cristo, el arameo.
12-ANAMNESIS: (institución)
Sacerdote:
Cuando llegó el momento de aceptar su muerte voluntariamente (espontáneamente) por
nosotros los pecadores, el que no pecó, tomó el pan en sus manos sagradas, agradeció,
bendijo +, santificó + y lo partió ##, se lo dio a sus santos apóstoles diciendo, tomad y
comed de él, esto es mi cuerpo, que por vosotros y por muchos es quebrantado y
distribuido (dado) para el perdón de los pecados y la vida eterna.
*/kad lḥa-sho fo-ru-qo-yo eth-ṭa-yab llaḥ-mo haw dan-sab ba-rekh ♱ ♱

wqa- desh ♱ waq-ṣo wfagh-reh
qa-di-sho sham-heh lḥa-yé dal-‛o-lamlho-nundnos binleh. Amin. /
/Observe que el sacerdote debe tomar el pan en sus manos, depositarlo en su mano
izquierda y hacer la señal de la cruz donde se indica en el texto con su mano
derecha. El Corte aquí lo indicamos con ## porque, en realidad, el sacerdote hace la
mención de cortar en este punto, pero solo parte el pan superficialmente, aún no es
momento de dividirlo en partes. Antes de colocar el pan en la patena, el sacerdote lo
venera inclinando la cabeza hacia el pan y acercándolo a los labios, sin tocarlo con
los labios./
Sacerdote:
Así también, tomó la copa en sus manos, agradeció, bendijo + y santificó +, se la dio a sus
santos apóstoles diciendo, tomen y beban todos de él, esta es mi sangre que será derramada
por ustedes y por muchos por perdón de los pecados y la vida eterna.
*/wal-ko-so haw dma-zegh mén ḥam-ro wmén ma-yo, ba-rekh ♱ ♱

wqa-desh ♱♱ wad-meh ya-qi-ro gam-reh, lḥa-yé dal-‛o-lamlho-nun,
dnos-bin leh. Amin/
(Asimismo, venera el cáliz y repite los movimientos como en el pan antes de volver a
colocar el cáliz en el madero)
Sacerdote: Hagan esto en mi memoria cada vez que participen en este misterio celebrando
mi muerte y resurrección hasta mi regreso.
(En este último discurso, el sacerdote sostiene la cuchara sobre la almohada con la
mano derecha, toca la cuchara sobre la patena y la copa y la eleva por encima del
nivel de su hombro derecho, recordando así la promesa de la segunda venida del

Señor que sucederá como la un relámpago.)
*Luego el sacerdote, a petición del diácono, y si es necesario, pone incienso en el

incensario y permanece con los brazos abiertos en súplica.
Congregación: Celebramos tu muerte, Señor,

Creemos en tu resurrección;
Y tu segunda venida está esperando
Señor, ten piedad de todos nosotros.
Sacerdote: En memoria, Señor, de tu muerte y resurrección al tercer día,

Ascensión al cielo y tu asiento a la diestra de Dios Padre.
Esperamos tu segunda venida (o tu regreso),
Cuando juzgues correctamente al universo,
Cada uno en sus actos, por lo tanto, ofrecemos este sacrificio incruento,
Para que no nos juzgues según nuestras ofensas,
Ni siquiera nos recompenses por nuestros pecados, pero,
Con tu inmensa misericordia, borra (revela) nuestros pecados,
Nosotros, tus siervos, tu pueblo y tu herencia,
Suplicate a Ti y por Tí a tu Padre diciendo ...
Congregación: Ten piedad de nosotros, el único Padre Todopoderoso

Te glorificamos,
Te bendecimos
Te veneramos
Te suplicamos, Señor Dios,
Ten compasión de nosotros.
Durante el canto de la congregación, el sacerdote extiende sus manos y reza en

secreto:
Nosotros también, tus siervos débiles y pecadores, que aceptamos tu benevolencia y

creemos en tu bondad (o afabilidad) sobre todos y para todos nosotros.
Siguiendo el canto de la congregación, el diácono con el incensario mientras incensa

el altar detrás del sacerdote proclama:
(Los diáconos deben hacer uso de platillos y cascabeles)
Cuán admirable es esta hora,

Y qué maravilloso es este día, queridos,
Que el Espíritu Santo y Viviente desde los Pinos Celestiales
(O las altas bóvedas celestes) se cierne y desciende sobre esta Eucaristía presente
santificándola, con admiración y paz (calma) permanezcamos correctamente en la oración:
Congregación: Paz para nosotros y tranquilidad para todos.
13-EPICLESIS:
(Mientras el diácono canta la canción en solitario , el sacerdote invoca al Espíritu

Santo en secreto, agitando ostentosamente las manos sobre los Santos Sacramentos
y presionado con una Fuerza alicaída, dice):
Dios Padre, ten piedad de nosotros

Envía sobre estas ofrendas tu Espíritu Santo, el Señor como tú y el
Hijo en poder, reino y consustancial en esencia,
El que habló en el Antiguo y Nuevo Testamento,
Descendiendo como una paloma sobre Nuestro Señor Jesucristo en el río Jordán, y como
lenguas de fuego sobre los apóstoles en el aposento alto.
El sacerdote grita en voz alta:

Respóndeme, Señor!
Respóndeme Señor,
Respóndeme Señor único y bondadoso,
Ten piedad de nosotros.
Congregación: Kirieleison, Kirieleison, Kirieleison. (O el Señor se apiade de nosotros tres

veces).
El sacerdote agita su mano derecha sobre el pan que está en su mano izquierda
sobre la patena , haciendo tres veces la señal de la Cruz sobre el pan.
(Los diáconos deben hacer uso del incensario, símbolos y sonajeros)
Con tu morada, transforma este pan en el cuerpo vivificante +

Cuerpo Salvador +
Cuerpo de Cristo nuestro Dios +
Congregación: Amén
El sacerdote agita su mano derecha sobre el cáliz, haciendo la señal de la cruz tres
veces sobre el cáliz.
(Los diáconos deben hacer uso del incensario, símbolos y sonajeros)
Perfecciona este cáliz como

Sangre del Nuevo Testamento +
Sangre de salvación +
Sangre de Cristo nuestro Dios +
Congregación: Amén
El diácono con el incensario sale del centro del altar, se lava las manos, dobla la
vestidura de los Elementos Santos y comprueba si hay agua en el cáliz pequeño
(mxamxonitho) donde el sacerdote se moja los dedos. Recordando que el sacerdote
usa esta agua para no dejar fragmentos de los Elementos en sus dedos y que puedan
caer al suelo o extenderse indebidamente.
14-DÍPTICOS:
(Los diáconos que van a enseñar los dípticos deben turnarse detrás del sacerdote,
mirando hacia el altar y al final de su canto besar el capullo sacerdotal (capa del
sacerdote). El diácono debe esencialmente mantener una postura humilde y sin
presumir.)
*/En algunas circunstancias, solo se puede pronunciar el primer y el último
díptico.En las festividades de Nuestra Señora la Virgen María, Madre de Dios y de
los Santos Apóstoles, conviene hablar el díptico propio/
El sacerdote con los brazos abiertos grita:
Por la santificación de las almas y los cuerpos que participan de estos frutos de las buenas
obras, por la confirmación de la Santa Iglesia construida sobre la roca de la fe e invencible a
las puertas del Sheol, defiéndela de las ofensas heréticas para que al final de los tiempos te
glorifique y exalte a ti y a tu único Hijo y al Espíritu Santo, todo bondadoso, adorado,
vivificante y consustancial ahora y para siempre.
Sacerdote (postración) - [mientras el diácono habla el díptico, el sacerdote en voz

baja o en secreto reza y, en los nombres que menciona, hace la señal de la cruz a
ambos lados de la patena (izquierda y derecha).]
1-DE LOS PASTORES DE LA IGLESIA:

Ofrecemos, Señor, este sacrificio no sangriento por la iglesia de Jerusalén, la Santa Sión,
madre de todas las iglesias, por la Santa Iglesia en todo el universo para que el don del
Espíritu Santo la asista. Recuerda a los Patriarcas justos y correctos, nuestro Patriarca Mor
Ignatius ......., Mor .... (Patriarca Copto), Mor Baselios. (Maferiono si está presente), nuestro
Obispo Mor., Y todos los sacerdotes, diáconos, así como todas las órdenes de vuestra
Iglesia, junto con mi alma débil. No te acuerdes de los pecados de mi juventud, pero déjame
vivir en tu misericordia; también recordamos a nuestros hermanos encarcelados, enfermos y
afligidos y a los atormentados por los malos espíritus. Bendice el aire y el halo del año dando
buena voluntad a toda la vida.
Diácono I (de los líderes espirituales):

Barekmor - oremos y suplicamos a Nuestro Señor y Dios, en este gran, solemne y santo día,
por todos nuestros prelados gobernantes, que dirigen hoy y en esta vida, pastoreando las
Santas Iglesias de Dios en los cuatro rincones del mundo.
Santo y digno, Nuestro Patriarca, el Beatísimo Mar Ignatius ..., y, Mar ... (Patriarca copto
ortodoxo), Mar Baselios (Basíleu - Vice Patriarca de la India, cuando esté presente) ..., (otros
Vice Patriarcas si los hay), y nuestro obispo Mar ..., que Dios los preserve con todos los
demás prelados y sacerdotes ortodoxos (de la verdadera fe). Oremos al Señor.
Congregación: Kirieleison. (O Señor, ten piedad de nosotros).
El sacerdote abre los brazos y grita:

Señor, líbranos de todas las revueltas de los impíos, de la opresión y del ataque de los
demonios, y de todos los castigos que caen sobre nosotros por nuestros pecados.
Presérvanos en obediencia a tus santos mandamientos, porque eres un Dios misericordioso,
y para ti gloria y gratitud, y para tu Hijo, tu Espíritu Santo, todo bondadoso, adorado,
vivificante, consustancial a ti ahora y en todo. veces.
6-DE LOS DIFUNTOS:

Sacerdote (postración):
Acuérdate, Señor, de todos los hijos de tu Iglesia que en verdadera fe nos precedieron,
durmieron y descansaron, y a todos por quienes ofrecieron la Eucaristía, y a los que citamos
ahora: (Al citar los nombres, haz el signo de Crucz con el pulgar de la mano derecha
sobre el borde derecho de la patena, luego hace la señal de la Cruz sobre el cáliz, la
patena, la madera (tablito) y el libro (anáfora).
*Este último diptico debe ser rezado por el diácono censor, que se coloca detrás del
sacerdote sin llevar el incensario y cuando termina se queda hasta el final de la
próxima bendición y el cierre del telón.
Diácono VI (de los fieles difuntos):

Barekmor- También recordamos a todos los fieles difuntos que partieron de este Santo
Altar, de este lugar y de todos los lugares y rincones, que nos precedieron, descansaron y
reposaron en Dios Padre, Señor de todos los espíritus y cuerpos,
Rogamos implorando a Cristo nuestro Dios, reciba sus almas y espíritus en su infinita
bondad, concediéndoles la remisión de las ofensas y el perdón de los pecados; y nos recibe a
nosotros y a ellos en su reino celestial; gritemos diciendo tres veces:
Congregación: Kirieleison, Kirieleison, Kirieleison.
Sacerdote:
Señor, Señor Dios de los espíritus y de todos los cuerpos, recuerda a todos los que nos
dejaron en la fe verdadera.
Dale descanso a su cuerpo, alma y espíritu.
Líbralos de la condenación eterna. Regocíjalos donde emana tu luz.
Borra sus ofensas y no las juzgues, porque no hay inocente frente a Ti, excepto tu Hijo
Unigénito, a través de quien esperamos buscar la bondad para lograr el perdón divino para
nosotros y para ellos.
Remite (suelta) y perdona, Dios, las ofensas en pensamiento, palabra o hecho, manifiestas u
ocultas, pero visibles para ti.
Diácono: Oh Dios, descansa, perdona sus ofensas y las nuestras, las que hemos pecado ante
Ti, voluntaria o involuntariamente, con conocimiento o en ignorancia.
Sacerdote:
Señor, guárdanos sin pecado hasta el fin de los tiempos.
Reúnenos bajo los pies de tus elegidos, cuando y donde tú elijas, sin embargo,
Sin humillación por nuestras ofensas, para que así podamos
Glorifica, ensalzando tu nombre respetuoso y todo bendito, con el de Nuestro Señor

Jesucristo y tu Espíritu Santo, todo bueno, reverenciado, vivificante y consustancial a Ti
ahora y siempre.
.
Congregación (preferiblemente en este punto un solo diácono proclama):

Amén, tal como fue y es, y en los tiempos venideros, en todas las edades, por siempre,
Barekmor.
El sacerdote celebrante toma fuerza de los Misterios, extiende su mano derecha al

pueblo y dice:
Que la paz sea con ustedes.
Congregación: y con tu espíritu .
(El sacerdote celebrante toma las bendiciones del cáliz, la patena y el borde del
madero, luego se bendece, hace una cruz al norte, luego al sur y finalmente con la
mano derecha se vuelve hacia el pueblo y bendice con la Señal de la Cruz tres veces
diciendo):
Que la misericordia del Gran Dios + y nuestro Salvador Jesucristo + esté con todos ustedes,
mis hermanos + para siempre.
*(Se cierra el telón del Altar, mientras la Congregación entona el himno según el
calendario de la Iglesia)
HIMNO o CANCIÓN GENERAL:(opcional)

Yo era una oveja perdida y sin rumbo,
La Iglesia respondió diciendo
Fue esparcido y extraviado.
He aquí, mi Pastor fue a buscarme y me encontró,
Me cargó en su hombro,
Me envolvió en el pliegue de su manto de vida,
La mesa de la vida me ha puesto delante
Tu Salvífico Cuerpo y Sangre,
Lo que mis hijos y yo juntos siempre nos apoyamos mutuamente.
Así que mis hijos y yo al unísono le gritamos diciendo:
¡Santo! ¡Santo! Santo eres el Hijo que nos dio tu cuerpo y tu sangre.
Santo eres, Hijo de Dios,
Bendito seas donde estás.
(Al final del Canto General y mientras el sacerdote termina sus actos, los diáconos se
turnan con las súplicas y glorificaciones que siguen, que todavía se utilizan hoy,
donde tienen conocimiento y preparación)
15-LETANIAS (opcional)
Diácono I: Bendícenos Señor, un ángel de la paz, la tranquilidad, la piedad y la compasión,
mis hermanos y hermanas, rogamos al Señor en todo momento.
Congregación: En tu gracia, Señor, concédenos.
Diácono II: Paz para las Iglesias y tranquilidad para los monasterios, buena
conservación para sus sacerdotes y fieles, mis hermanos al Señor, rogamos en todo
momento.
Congregación: En tu gracia, Señor, paz.
Diácono III: Seamos verdaderos cristianos, que agraden a Dios con sus buenos y justos
actos; hermanos al Señor te rogamos.
Congregación: Concédenos Señor en tu bondad.
Diácono IV: Sálvanos a nosotros, a nuestros difuntos ya nuestra Congregación del fuego
eterno, gusano inmortal y tormenta infinita, hermanos, rogamos al Señor.
Congregación: Sálvanos Señor en tu Misericordia.
Diácono V: Estos Elementos Puros y Santos, que ahora están consagrados, son provisiones
de Salvación, y en ellos nos salvamos del fuego decretado a los impíos y de la quema de los
obradores del mal, hermanos del Señor, roguemos.
Congregación: Sálvanos Señor en tu bondad.
Diácono VI: Que ocurra

La curación completa de los enfermos
Alivio para los afligidos,
La liberación de prisioneros,
El regreso de lo distante (distante),
La preservación de los demás,
La unión de los dispersos
Concordia y amor por los divididos,
Provisión y satisfacción para los humildes,
Perdón total a los pecadores,
La exaltación de los sacerdotes,
Virtud a los diáconos,
Paz en los reinos (gobiernos, estados o países) de la Tierra,
El cese (o el fin) de las guerras,
Descanso por el difunto, y
A nosotros el perdón de ofensas y pecados.
Congregación: Concédenos en tu bondad Señor.

Diácono VII: Recordemos de nuevo a María Madre de Dios, a los santos y a los difuntos
fieles mis hermanos al Señor.
Congregación: Concédenos Señor en tu bondad.
Diácono VIII: Desde la rica gracia y piedad de Cristo, Dios nuestro, pedimos por nuestras
almas, las de nuestros padres, hermanos, maestros, difuntos y todos nosotros.
Diácono IX: Damos gracias al Padre Dios, Señor de todas las cosas,
Reverenciamos a su único hijo y,
Al Espíritu Santo glorificamos,
En tus manos damos nuestra vida
Señor misericordioso,
De tu piedad buscamos misericordia.
Congregación: Oh Amable, sálvanos y ten piedad (de nosotros).
*/Durante este período de súplica de los diáconos y la congregación, el sacerdote

comienza a cortar el pan y recita la oración del Santo Obispo Dionysus Bar Salibi :
El sacerdote corta el pan por la mitad y moja la mitad de la mano derecha, solo la
punta, y limpia el centro de la otra mitad, pasa por arriba y por abajo en la alineación
marcada, une las dos partes juntas, gira las manos y esta vez la que vino a la mano
derecha se empapa en el vino y procede de la misma manera con el que estaba en la
mano izquierda.
A continuación, vuelva a juntar las dos partes y levante /// con las dos manos el pan
ya mojado en el vino, por encima de su cabeza, depositándolo luego sobre la patena.
Los elementos unidos esta vez, Cuerpo y Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, es
decir Pan y Vino están definitivamente unidos en la patena.
El sacerdote inmediatamente después de depositar el Cuerpo Bendito y la Sangre de
Cristo en la patena, sumerge las yemas de los dedos de ambas manos en el agua a su
izquierda, que está en un recipiente adecuado (mxamxonitho) y se seca las manos
en su toalla, sin dejar fragmentos del Pan. y vino santificado en sus manos y pueden
caer del altar/.
(Tenga en cuenta que el agua en la que el sacerdote mojó los dedos no se puede
tirar, sino que el mismo sacerdote la ingiere al final de la ceremonia para que no se
tiren pequeñas partículas del Cuerpo de Cristo)
16-Oración de mezcla y fracción:

Así como en verdad el Verbo Divino Encarnado sufrió y fue sacrificado, roto en la Cruz, Su
Alma fue separada del Cuerpo, Su Divinidad nunca fue separada ni de su Alma ni de su
Cuerpo.
Fue herido en el costado con una lanza y sangre y agua brotaron de él para la salvación del
mundo entero.
Y su Santo Cuerpo fue cubierto en ellos +

Y por el pecado de todo el mundo, el Hijo murió en la Cruz +
Y su alma vino y se unió a su cuerpo.
Y la Sangre de su persona pacificó, reconciliando, uniendo y combinando celestes y
terrenales; el pueblo con los gentiles y el alma con el cuerpo.
Y al tercer día se levantó /// del sepulcro.
Uno que es Emanuel, y no se ha dividido después de la unión de dos naturalezas después de
la unión invisible; y entonces creemos y confesamos que este Cuerpo es de esta Sangre, y
esta Sangre es de este Cuerpo.
[El sacrificio o partición del pan en este momento se realiza de dos formas, una en
forma de cordero y la otra en forma de crucifijo. La primera se practica desde el
Jueves Santo (Sagrada Comunión) hasta la Ascensión, y la segunda durante el resto
del año].
Cuando el sacerdote dice que se levantó /// de la tumba, entonces debe sostener la
Sagrada Hostia con ambas manos y levantarla hacia arriba declarando la
resurrección del Señor de la tumba.
El sacerdote continuará suplicando con la oración de Santiago de Srug (Yacoub

DaSrug).
¡Oh Padre de la Verdad!

Aquí está Tu Hijo sacrificado para complacerte,
Acéptalo, por tanto, él sufrió y murió por nosotros.
Acepta esta Ofrenda de mis manos y perdóname,
No recuerdes mis pecados cometidos ante tu grandeza.
Aquí está Su Sangre derramada sobre el Gólgota por nuestra salvación y clama por mí;
acepta mi súplica a través de él.
En cuanto a mis errores, ten piedad de mí,
Porque tu misericordia inconmensurable es más grande que los montes.
Mira los errores y las Ofrendas por ellos (de la gente)
Las ofrendas y el sacrificio son más grandes que nuestros errores.
Pequé y tu amado recibió los clavos y la lanza,
Sus sufrimientos (o Pasión) son suficientes para reconciliarnos contigo, y entonces viviré.
Gloria al Padre que dio al Hijo para nuestra salvación,

Adoración del Hijo que murió en la Cruz y nos dio la vida,
Gratitud al Espíritu Santo que inició y cumplió el Misterio de nuestra salvación.
Trinidad Suprema, ten piedad de nosotros.
Una vez partido el pan y levantada la Hostia, el sacerdote al bajar el pan sobre la
patena procede a partirlo en pequeños trozos depositándolos sobre la patena, y luego
con la cuchara echa el vino sobre el pan, rezando en secreto esta oración:
¡Tú eres el Dios Cristo, el que fue lanzado por nosotros en la cima del Gólgota en Jerusalén!
Tú eres el Cordero de Dios que quitó el pecado del mundo y lo salvó.
Perdona nuestras ofensas, líbranos de los pecados y colocanos a tu diestra.
En este punto, cuando el sacerdote haya terminado de preparar el pan y el vino,

deberá lavarse las yemas de los dedos como ya hemos especificado anteriormente. Se
abre el telón del Altar y el celebrante con los brazos abiertos y las manos extendidas
hacia arriba proclama la Oración Suprema:
17-PADRE NUESTRO:
Sacerdote:
Oh Dios Padre, que aceptas nuestras oraciones y contesta nuestras súplicas, y a través de Tu
Hijo nos enseñaste a orar de perfil en Tu presencia, Señor Dios nuestro, garantízanos con
pureza de alma, mentes limpias y pensamientos puros, para suplicar orando y diciendo:
Padre nuestro que estás en los cielos,
Congregación :
Santificado sea tu nombre,
Ven a nosotros, Tu Reino,
Hágase tu voluntad,
En la Tierra como en el cielo,
Danos hoy nuestro pan de cada día, y
Perdona nuestras ofensas y pecados,
Así como perdonamos a los que nos han ofendido.
No nos dejes caer en la tentación
Mas líbranos del maligno.
Porque Tuyo es el Reino, el Poder y la Gloria para siempre, Amén.
*Padre nuestro, en arameo:

/ Abun dbash-ma-yo. neth- qa-dash shmokh ti-thé mal- ku-thokh. neh-wé ṣeb-
yo- nokh ay-ka-no dbash-ma- yo of bar-‛o. hab lan laḥ- mo dsun-qo-nan yaw-mo-
no. wash-buq lan ḥaw-bayn waḥ-ṭo-hayn ay-ka-no dof ḥnan shbaqn lḥa-yo-bayn.
wlo ta‛-lan lnes-yu-no elo fa-ṣo lan mén bi-sho. mé- ṭul ddi-lo-khi mal-ku-tho
wḥay-lo wtesh-buḥ-to l‛o- lam ‛ol-min. Amin/
(Los diáconos que llevan las velas, así como el portador del incensario, deben estar
listos al final de la oración del Padre Nuestro)
Sacerdote: (con los brazos abiertos) Sí, Señor Dios, no nos dejes caer en una tentación
intolerable, sino líbranos del mal evitando el camino de la tentación para darte gracias y
glorificarte; y a tu Hijo Unigénito, a tu Espíritu Santo, todo Santo, Bondadoso y
Consustancial contigo ahora, en todo tiempo y para siempre.
Congregación: Amén, bendícenos, Señor.
Sacerdote: La paz sea ustedes.
Congregación: Y con tu espíritu.
Diácono: Antes de comulgar (o recibir) estos dones santos y divinos que se ofrecen,
inclinemos nuestros rostros ante el Dios Misericordioso.
Congregación: Ante ti, Señor y Dios nuestro.
Sacerdote: Estos tus siervos te reverencian y anhelan tu rica misericordia, envíanos

bendiciones, santificando nuestros cuerpos y almas, haciéndonos dignos de compartir los
misterios vivificantes de Cristo nuestro Salvador, glorificando y agradeciendo a tu Hijo
Unigénito y a tu Espíritu. Santo, todo bondadoso, venerado y vivificante, consustancial a Ti
ahora en todos los tiempos para siempre.
Congregación: Amén, bendícenos Señor.
Sacerdote: La paz sea contigo.
Congregación: Y con tu espíritu,
Sacerdote (volviéndose al pueblo, haciendo la señal de la cruz como ya se ha explicado):

Que la gracia y la misericordia de la Santísima Trinidad glorificada, no creada, siempre
existente, eterna, venerada y consustancial, esté con todos ustedes mis hermanos por
siempre.
18-ELEVACIÓN DE LOS SANTOS MISTERIOS.

Diácono I: Bendícenos Señor; con temor y reverencia contemplamos.
Diácono II: Señor Misericordioso, ten compasión, compasión y ayúdanos.
Sacerdote (grito): Lo Santificado solo para los Santos y los puros debe ser ministrado.
(El sacerdote sostiene la patena con ambas manos, sobre la madera (tablito), por
encima de su cabeza, y hace dos círculos, el primero de oeste a este, luego lo mueve
en forma de cruz y hace el segundo círculo de este a oeste, volviéndolo a colocar en
el árbol. Luego, sosteniendo la copa, hace los mismos movimientos y devolviéndola
al árbol, mientras los diáconos cantan ):
Diácono III: Bendícenos Señor; Un Santo Padre.
Diácono IV: Un Santo Hijo.
Diácono V: Un Espíritu Santo.

Diácono VI: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo vivificante, Uno, por todos y
siempre, Amén.
[Antes de comenzar, el sacerdote sostiene el cáliz con la mano izquierda y la patena

con la derecha, con los brazos cruzados grita]
Sacerdote: Un Padre Santo esté con nosotros; uno que planeó (o estructuró) el mundo
con su compasión.
Sacerdote: Un solo Hijo Santo esté con nosotros, que nos salvó, con Su Pasión y
Sufrimiento.
Sacerdote: Un solo Espíritu Santo esté con nosotros, el que es perfeccionador y hacedor
de todo lo que ha sucedido y el futuro. Bendito sea el nombre de Nuestro Señor ahora y
(El sacerdote pasa la patena sobre el cáliz con un movimiento circular hacia adelante
y hacia atrás, solo entonces coloca el cáliz y la patena sobre la madera del altar,
cubre los Santos Misterios, desciende del altar, besa la madera del altar, arroja
incienso en el incensario si quieres, mientras la congregación canta)
Con ofrendas y oraciones, recordamos a nuestros padres,
Que mientras viva
Nos enseñaron a convertirnos en hijos de Dios en este mundo transitorio.
El hijo de Dios,
Les garantiza el descanso eterno en el Reino celestial,
Junto con los justos y virtuosos, en un mundo que nunca pasará.
Señor, ten piedad de nosotros y ayúdanos.

*(Se cierra la cortina del altar) y los diáconos pueden decir las letanías.
Bendición del Pan de Poscomunión.

En este punto, el sacerdote bendice en privado el pan que se distribuirá después de
la comunión:
[Que la benevolencia (o gracia) de la Santísima Trinidad descienda del cielo y se extienda

sobre este pan y sobre sus tomadores (consumidores) y quienes les sirven; así también
quienes lo reciben o lo usan; Que la Misericordia de Dios esté con todos los que
trabajaron en ella o participen de ella en ambos mundos, para todos y siempre, Amén.]
(El sacerdote pide perdón extendiendo sus manos al clero, a los diáconos y al pueblo
diciendo):
Hermanos y seres queridos, recen por mí ”, luego se arrodilla ante el Alimento de la Vida
y, después de cerrar el telón, dice al postrarse en secreto ante el Altar.
Señor, permíteme comulgar de manera santa al comer de tu cuerpo que mis deseos
materiales sean marginados; y así como tomo de la copa de la vida mis pasiones son
aniquiladas, así por ti sea digno del perdón de las ofensas y de la remisión de los pecados,
Señor nuestro y Dios nuestro para siempre.
-El Sacerdote sube al Altar, y con la cuchara usa la Brasa que está en el cáliz
diciendo en secreto:
“Estoy seguro en los que llevan los límites del mundo: me apodero de los que gobiernan el
abismo; Señor Dios en mi boca te pongo. A través de ti seré salvo del fuego eterno y seré
digno del perdón de mis pecados como la mujer pecadora y el ladrón, mi Señor, para
siempre, Amén.
-El sacerdote toma la “brasa” de la patena y con la cuchara la pone en la taza, luego
llena la cuchara en la taza y bebe la sangre diciendo:
Con Tu sangre viva y vivificante derramada en la Cruz, mis ofensas y mis pecados
remitidos, Oh Jesús, Palabra de Dios, que vino por nuestra salvación y vendrá por nuestra
resurrección y restitución de la humanidad para siempre, sea yo perdonado, Amén.
(Luego, el sacerdote celebrante da la comunión a los otros sacerdotes con una

cuchara, o los invita a comulgar directamente desde el altar, y a los diáconos les da
la comunión con la mano, diciendo)
Ascuas abrazadoras del Cuerpo y Sangre de Cristo Nuestro Dios es ministrado al

reverendo sacerdote (o diácono) para el perdón de las ofensas y la remisión de los pecados
en ambos mundos por los siglos de los siglos.
(Después de la comunión, el sacerdote cubre la patena y el cáliz y proclama)
Sacerdote: ¡Gritamos y decimos!
Diácono: Venerado y glorificado es el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, desde la

eternidad, por los siglos de los siglos; Gloria a Él, Aleluya.
*(Se abre el Telón del Altar)
19-Procesión de los Santos Misterios.

El Sacerdote lleva la patena en la mano derecha, la copa con la izquierda, colocando
la mano derecha a la izquierda, en forma de cruz, desciende del Altar gritando:
Sacerdote: De tu altar expiatorio; sobre tus siervos vendrá reparación,

Oh Hijo de Dios, que has venido por nuestra salvación, y
Volverás a nuestra resurrección y a la renovación de nuestra especie,
Para siempre.
Sacerdote: (da dos pasos, extiende los brazos abiertos y grita)

Extiende Señor, tu Derecha invisible y

Bendice a esta congregación de tus adoradores,
Que reciben tu precioso cuerpo y sangre
Por el perdón de las ofensas, el perdón de los pecados y,
Confía en tu presencia, Señor y Dios nuestro,
Por todos y siempre.
Sacerdote: (da un paso y grita con los brazos extendidos)

Las gracias del gran Dios y nuestro Salvador Jesucristo están sobre los portadores del
Santísimo, sus destinatarios y,
A todos los que participaron en su preparación o comunión con ellos. Que la Misericordia
de Dios sea derramada sobre nosotros y sobre ellos, en ambos mundos.
20-COMUNIÓN:
El sacerdote invita y comparte los dones diciendo en secreto:
Ascuas salvadoras, del Cuerpo y Sangre de Cristo, Dios nuestro, ministra a los fieles (o a
los fieles) para la remisión de las ofensas y el perdón de los pecados en ambos mundos,
El diácono auxiliar responde con reverencia: Amén.
*Si no hay comunión de los fieles, el sacerdote debe estar de pie con las manos
juntas, la mano derecha sobre la izquierda, inclinada con reverencia mientras la
congregación continúa cantando. Este canto también se canta durante la comunión
de los fieles.
Congregación (cantando):
-Señor, ten piedad de nosotros,
Señor, ten piedad y misericordia de nosotros,
Señor, respóndenos y ten piedad de nosotros.
-Gloria a Dios en las alturas, y

A tu Madre, exaltación, aureolas de Gloria a tus mártires,
compasión y Misericordia para con los muertos,
Aleluya.
*Los siguientes versos solo se cantan en los días de las Fiestas Mayores y las Misas
Patriarcales u Obispos entre los dos versículos anteriores.
/Concede Señor, hermosa celebración a la

Bendita Virgen María,
Que te engendró en virginidad, y
Apóyanos en sus oraciones,
Aleluya.
Concede Señor, hermosa celebración a los

Profetas, apóstoles, mártires, justos y virtuosos,
Aleluya.
Concede Señor, hermosa celebración a los

Santos Padres, Maestros de la verdadera fe,
Aleluya.
Concede Señor, hermosa celebración a

Nuestros padres Mar Ignatius, Mar Basíleu (Baselios) y,
Mar (obispo local o actual), y,
Aleluya./
Sacerdote:
Gloria a ti, gloria a ti,
Nuestro Señor, Dios y Salvador Jesucristo,

¡Gloria eterna a ti!
Tu Santísimo Cuerpo que comemos y,
Bebemos Tu Sangre Salvífica,
No sea para reprocharnos ni juzgarnos,
Pero por la Vida Eterna y la redención de todos nosotros.
Cuando el Sacerdote cita Tu Santísimo Cuerpo, extiende su mano derecha con la

patena hacia la congregación y de la misma manera cuando cita Tu Sangre Salvífica
con el Cáliz.
Al final de su discurso, el sacerdote se vuelve nuevamente hacia el Altar, hace una

reverencia y deposita la patena y el cáliz en el madero.
Congregación (cantando):
El Universo se arrodilla y te venera,
Y todos los idiomas proclaman Tu Nombre,
Eres el Resurrector de los muertos, y
La esperanza de los enterrados.
Aleluya.
Diácono: Te damos gracias, Nuestro Señor y Dios, y, en particular, aceptamos Tu bondad

hacia nosotros, Ten piedad de nosotros.
21-Oración de agradecimiento.
Sacerdote: (con los brazos abiertos, grita)
Agradecemos Tu continua bondad, Señor, por compartir este alimento celestial.
No seamos condenados por recibir Tus Santos Misterios, sino dignos de compartir la
compañía del Espíritu Santo, heredando parte de su legado con los justos que han sido
parte de tu herencia desde el principio de los tiempos.
Te traemos gloria y exaltación, y
A Tu Único Hijo y Tu Santo Espíritu, todo bondadoso, vivificante y consustancial
contigo, ahora, en todo tiempo y por siempre.
Congregación: Amén, Bendícenos Señor.
Sacerdote: La paz sea contigo.
Congregación: Y contigo también.
Diácono: Después de recibir estos Santos y Divinos Misterios, que nos han sido
ministrados, inclinamos nuestros rostros ante nuestro Dios Misericordioso.
Congregación: Ante Ti Nuestro Señor y Dios.

Sacerdote:
Dios Magnífico y Grande, que descendió del cielo para
la salvación de la humanidad, siempre tiene
compasión y misericordia de nosotros para que podamos
glorificarte a ti y a tu Padre que te engendró a ti y a tu
Espíritu Santo, todo bondadoso, adorado y
vivificante para ti. ahora y siempre.
Sacerdote: (Final según Santiago)

Tu Iglesia sobre la Roca está construida.
Fortalece sus cimientos.
Protege con tu fuerza a los pastores que pastorean
(guía),
Asegúrate de que tus sacerdotes estén adornados y cubre a tus diáconos de gloria, ilumina
al guardián (afediacono) y al lector (koruio) con Tu luz.
Congregación:
Por la oblación ofrecida por el sacerdote,
Señor, sé amable con nosotros.
Las Vidas Celestiales se regocijan en él, y,
A través de él, los fieles difuntos pueden ser perdonados.
(El Sacerdote toca con la mano el cáliz, la patena y la madera del altar, tomando
fuerza del altar y de los Santos Misterios, hace la Señal de la Cruz dos veces, una a
cada lado, y la tercera vez sobre el pueblo diciendo):
22-Despedida:
Sacerdote:
Id en paz + mis queridos hermanos, os encomendamos a la Gracia y Misericordia de la
Santísima y Gloriosa Trinidad, con el Alimento para el camino, y las bendiciones que
habéis recibido del Altar del Señor ; distantes o cercanos, vivos o muertos, fuimos
redimidos por la Cruz Victoriosa del Señor + y ungidos por la Señal del Santo Bautismo;
redimirá sus ofensas y perdonará sus pecados, garantizando también el resto de las almas
de sus difuntos. Y, yo, un siervo débil y pecador, puedo ser apoyado y perdonado por sus
oraciones.
Vayan en paz + gozosos y felices, rueguen siempre por mí.
Congregación: Amén, que el Señor acepte tu ofrenda y nos ayude con tus oraciones.
✝️ -ORACIONES ALTERNATIVAS Y DE COMPLEMENTOS

DE LA MISA:
6/8-OTROS SUMINISTROS ALTERNATIVOS:

(Las siguientes diez súplicas litúrgicas son específicas para cumplir con el calendario
religioso de la Ortodoxia Siria en Antioquía, en el que también incluimos una para
Nuestra Señora y de los Santos y otra para los fieles difuntos.)
El discurso del sacerdote siempre obedece a la misma secuencia en la súplica, es
decir, Frumiun o Proemion, que es el Prefacio al final del cual el diácono canta el
Ante el Señor ..., seguido de Etro o Aroma, que es el Oración de perdón y gracia,
siendo ésta invariable, al final de la cual la congregación testifica diciendo Amén,
sólo entonces se proclamará al sacerdote Sedro o las Órdenes del Día, que son
variables para cada ocasión.
I-REZO POR TODOS LOS DÍAS COMUNES DE LA SEMANA
PREFACIO DE FRUMIUN
Sacerdote celebrante: Gloria al Líder de los Supremos Pontífices de nuestra fe, Jesucristo,
sacrificio puro y santo que con Su Persona (hipóstasis) estableció nuestra limpieza de los
pecados limpiando el universo con Su Sacrificio. A él se debe a la gloria, el honor y el
dominio con su Padre y su Espíritu Santo en esta hora de celebración de esta Eucaristía y
en todas las fiestas, días, ahora y en todo momento.
SEDRO DE LOS PEDIDOS DEL DÍA

Sacerdote celebrante: Señor Dios Creador de todo, que acepta esta ofrenda de gloria de
todos los que claman por Ti con todo su corazón, acepta de nuestras manos pecadoras,
tus siervos, este incienso, y acercanos a tu santo Altar; danos fuerza para ofrecerte dones
espirituales y sacrificios por nuestros pecados y las transgresiones de tu pueblo. Haznos
dignos de convertirnos en un sacrificio aceptable, y deja que tu Espíritu bondadoso
descienda sobre mí y sobre estos Misterios expuestos y sobre todo tu pueblo fiel por
medio de Cristo Jesús nuestro Señor, a Él le debemos gloria, honor y dominio con tu
Santo Espíritu ahora en todo tiempo y para siempre.
II -ORACIÓN POR LAS GRANDES FIESTAS DEL SEÑOR

(En estos días el sacerdote practica la siguiente súplica siempre en la liturgia de
Santiago el primer obispo de Jerusalén)
PROEMION DE FRUMIUN
Sacerdote de celebración:
Gloria a las tres personas,
Un Dios verdadero que habita en su secreto incomprensible en el Santísimo, el que es
servido espiritualmente por las santas huestes, y que aceptó en su abundante gracia ser
servido por la humanidad terrestre,
El que es el distribuidor de dones y bendiciones divinas,
Quien hace agradable a los pontífices y el perfeccionamiento de los sacerdotes;
Quien revela los ejemplos y completa los mandamientos;
Acepta sacrificios y concede súplicas.
Le debemos gloria y honor en esta hora de celebración de esta Eucaristía en todas las
festividades, estaciones, tiempos y en todos los días de nuestras vidas para siempre.
SEDRO DE LOS ARREGLOS DEL DÍA
Sacerdote celebrante:
Señor heroico y combativo, poderoso y glorificado, levántate en nuestra ayuda y sálvanos
del diablo y sus fuerzas a través de tu fuerza y tu brazo exaltado. Amable Señor en tu
infinito amor por la humanidad, encarnado de la Virgen y Santa María, vistiendo el cuerpo
humano; en ese trono celestial que exalta tu grandeza; y por los cuatro rostros de las
criaturas que están atadas a tu carro; por las legiones de tus ángeles y tus arcángeles que
glorifican tu divinidad; por las hordas de querubines que bendicen, glorifican y magnifican
tu fuerza; por las órdenes de los serafines de seis alas que claman diciendo Santo, Santo,
Santo eres Señor en tu Santidad, y, por todas las huestes, órdenes y legiones que están
delineadas y sirven a Tu Majestad y a tu Hijo unigénito, no nos apartes de tu presencia,
sino muéstranos el camino de la vida y la salvación para que podamos ir a tu Reino.
Déjanos darte gracias por tu gracia, buscando y suplicando tu bondad,
Nuestro Señor Jesucristo ten misericórdia de nosotros.
Nuestro Señor Jesucristo ayúdanos.
Nuestro Señor Jesucristo sálvanos de nuestros enemigos,
Nuestro Señor Jesucristo protegenos bajo las alas de tu Cruz,
Nuestro Señor Jesucristo levantanos de la caída del pecado,
Nuestro Señor Jesucristo liberanos de la trampa y la corriente de las aflicciones,

Nuestro Señor Jesucristo preservanos de todas las tentaciones del mal,
Nuestro Señor Jesucristo libéranos de todos los malos pensamientos,
Nuestro Señor Jesucristo sálvanos de toda corrupción y blasfemia,
Nuestro Señor Jesucristo límpianos de toda inmundicia y maldad,
Nuestro Señor Jesucristo límpianos de todo mal y defecto,
Nuestro Señor Jesucristo nos satisface en todas las bendiciones y dones,
Nuestro Señor Jesucristo enriquecenos con tu tesoro lleno de misericordia y compasión,
Nuestro Señor Jesucristo se regocíjanos en tu posada celestial,
Nuestro Señor Jesucristo complácenos con los huéspedes e invitados de tu Reino,
Nuestro Señor Jesucristo invitanos con los justos y honorables que te han agradado,
Nuestro Señor Jesucristo colócanos con las ovejas a tu derecha,
Nuestro Señor Jesucristo déjanos entre los elegidos y los santos para el día de tu gran
gloria,
Nuestro Señor Jesucristo sientanos a tu diestra en el banquete espiritual, para que nosotros
y nuestros fieles fallecidos, con todos los fieles fallecidos, podamos glorificarte y
agradecer al Padre y al Espíritu Santo, ahora y en todo tiempo para siempre.
III -ORACIÓN DE LA IGLESIA DOMINGO DE SANTIFICACIÓN

(OCHO DOMINGOS ANTES DE NAVIDAD) HASTA LA FIESTA DE EPIFANIA.
PROEMION DE FRUMIUN
Sacerdote celebrante: Gloria al Dios verdadero indivisible que aceptó los sacrificios de
los primeros justos, se apiadó de las súplicas de los santos padres, se tranquilizó con los
holocaustos de los sumos pontífices, se complació con los sacrificios de los profetas y
perfeccionó y santificó las ofrendas de los apóstoles. El que reveló sus misterios a Abel,
Noé y Melquisedec; moldeó a Moisés, Aarón y Samuel a su semejanza; el que tu Unidad
mentaliza, y en tu Trinidad veneramos y glorificamos en este tiempo de celebración de esta
Divina Eucaristía y en todas las festividades (celebraciones) y horas de cada día de nuestra
vida por siempre.
Al Dios Grande y Eterno, que conoce los secretos, que sabe todo antes de que suceda, y
de quien nada de lo que tenemos escapa a Su conocimiento; porque todo está expuesto
ante sus ojos.
Dios sabe que no confiamos en nuestra honestidad para acercarnos a estos Santos
Misterios expuestos ante Ti, sino en la esperanza de la bondad de tu abundante
misericordia, por eso, Señor que nos llamastes, no nos rechaces porque nos has buscado, y
no nos eches ni quites tu Santo Espíritu de nosotros, sino danos confianza para entrar en
tu divino Santuario, el que tu Hijo Unigénito nos mostró en el nuevo camino de vida;
demoliendo el muro de la enemistad uniendo a los celestiales con los mortales, uniéndolos.
Ahora Señor Dios, amante de la humanidad, aceptando en tu gracia este incienso de

nuestras manos pecadoras, sé entre nosotros por la influencia de tu divinidad.
Explora nuestros secretos y busca nuestra ignorancia; entra en nuestras mentes y examina
nuestros pensamientos. Guarda de nosotros toda lujuria, todo pensamiento inmundo y
todo conocimiento que te desagrada; todo fraude, toda codicia, todo altivez, hipocresía,
enemistad, desprecio, odio, falsedad, insipidez, malas palabras, miradas inmorales.
Reemplaza, Señor, estos actos con un espíritu de humildad, modestia, pureza, rectitud,
gozo, paz, mansedumbre y amor para que podamos estar libres de condenación y
vergüenza para estar ante tu Santo Altar y, los que son tuyos, ofrecerte regalos, ofrendas y
frutos para el perdón de nuestros pecados cometidos contra Tí; por la preservación de
nuestras almas y cuerpos, y por la propiciación de todos nuestros padres, hermanos,
maestros y fieles fallecidos que nos precedieron y descansen en su esperanza por la gloria
y exaltación de tu respetado nombre. Toda la gloria, honor, dominio y autoridad se te debe
a ti, a tu Hijo Unigénito y al Espíritu Santo ahora, siempre y por siempre.
IV- ORACIÓN PARA LOS DOMINGOS DESPUÉS DE EPIFANIA HASTA

PRESENTACIÓN.
INTROITO HUSOYO
Sacerdote en celebración: Oremos todos ... (cita de la primera súplica anterior).
PROEMION DE FRUMIUN
Sacerdote Celebrante: Gloria al Verdadero Pastor con cuyo Cuerpo se sostiene Su rebaño
y con cuya Sangre apacigua la sede de su Iglesia. Gloria al Bondadoso con cuyo Cuerpo
se santifican todas las bocas y se suavizan los labios; cuyo honor es reverenciado por
todos los coronados (o gobernantes) y todas las naciones exaltan en este tiempo,
estaciones (del año), a todas horas y en todos los días de nuestra vida por todos y para
siempre.
Sacerdote celebrante: Cristo nuestro Dios, Sumo Sacerdote de la Verdad, Sacrificio

Absoluto, que se ofreció a Sí mismo en el Gólgota y reconcilió a Su Padre enojado con la
humanidad, pacificando a los celestiales con los mortales a través de la Sangre de Su
Persona; Mírame con compasión y piedad en este momento terrible y espantoso mientras
me perfilo ante Ti, en esta hora de temblor, cuando los ángeles están asombrados, los
arcángeles están asombrados, los tronos cantan gloria, los querubines te bendicen y los
serafines te bendigan. santifica, mientras te miran y ven con sus ojos agudos al Espíritu
Santo flotando suave e invisible, moviéndose y descendiendo sobre estas ofrendas
santificándolos. Mi Señor, no prestes atención a los errores y faltas que he cometido para
no apartar Tu Santo Espíritu de las ovejas de tu rebaño. No impidas tu compasión de tu
rebaño adquirido con tu Preciosa Sangre por mis actos ignominiosos, sino en tu Gracia, mi
Señor, y en tu inmensa misericordia por la cual me has hecho digno de entrar en tu Lugar
Santísimo (Altar) donde los ángeles quieren mirar; Limpia a tu pueblo del pecado, perdona
las transgresiones de tu rebaño y acepta este sacrificio que te ofrecemos de mis manos
pecadoras. Por él, oh mi Señor, perdona a los pecadores, perdona a los ofensores, acepta a
los penitentes, une a los disidentes, reúne a los que están separados. Terminadas las
ofensas, aparta de los castigos, santifica a los impuros, haz virtuoso a los virtuosos,
ilumina a los sacerdotes, adorna a los diáconos, asegura la comprensión a los lectores,
fortalece a los frailes, salva a los ermitaños, confirma las Iglesias, establece los
monasterios, preserva el celibato, bendice a los cercanos, perdona a los pecadores y da
descanso a los fieles muertos. De nuestra boca ofrecemos Gloria continua, oh mi Señor, a
Tu Padre y Tu Espíritu Santo, ahora, siempre y en todo momento. (Del Señor podemos
recibir la remisión de errores y el perdón de pecados en ambos mundos, ahora y por
siempre, amor).
V- SUMINISTROS PARA LOS DOMINGOS DE CUARESMA
INTROITO HUSOYO
Sacerdote de celebración: Oremos todos ...
PROEMION DE FRUMIUN
Sacerdote celebrante: Gloria a Él, el que Absuelve de las ofensas y el perdonador de los
pecados, el Santificador de los corruptos y el que acoge a los penitentes, El que se
regocija en la conversión de los pecadores y busca resueltamente la salvación de los
transgresores. El que dijo “pregunta y te responderé! Toca y se te abrirá, y mi mano amiga
te extenderé, y tus pecados y transgresiones te perdonaré, toda la gloria es debida, el
honor en esta hora de celebración de esta Divina Eucaristía y en todas las festividades,
estaciones, horas, tiempos. y todos los días de nuestra vida por los siglos de los siglos.
Sacerdote celebrante: Por Ti y ante Ti doblo mis rodillas y mi corazón Creador del Cielo
y de la Tierra; Tú que me diste este regalo de tu buena voluntad. No pido oro ni plata ni
las almas de mis enemigos, sino que lloro con contrición y lamento el dolor que continúa
debido a mis pecados. Suplico desde el fondo de mi corazón en esta súplica escrita con
lágrimas en los ojos. Señor, no me arrojes fuera de tu presencia, para que no sea presa de
los demonios que se burlarán de mí diciendo que pensaba que tenía un Redentor en el
Cielo.
Me acercaste a Tí y ahora me acerco a ti para que ella pueda interceder por mí y por todo
tu rebaño. Purifícame, Dios mío, y ten piedad de mí, porque soy como el siervo pecador
que pide absolver sus ofensas y perdonar sus pecados. Eres el Proveedor Completo que en
ningún momento se ha visto pobreza, pero la gran riqueza de tus dones nunca ha cesado a
la humanidad. Y ahora, mi Señor Dios, que me preparo para entrar en el Lugar Santísimo
de tus Exaltados Divinos Misterios, quítame las vestiduras sucias que Satanás me cubre en
la debilidad de mis malos pensamientos y ponme nuevas vestiduras hechas de Tu Gracia.
Estoy dispuesto a sacrificar a tu Hijo ante Tí, comer Su cuerpo y beber Su sangre, porque
no hay otro sacrificio que ofrecer por nosotros, y tampoco tengo pecados difíciles por Tu
Voluntad. (Perdonar)
Señor, no recuerdes estos mis pecados y ahora insisto contigo para perdonarlos; ten
compasión de mí y santifícame en tu Santo Espíritu; purifica y santifica a tu pueblo para
acercarte a tus santos misterios, fuentes de vida. Y yo (me vuelvo) puro y sin mancha,
digno de aparecer ante Ti en todo tiempo sin pecado, glorificando tu Nombre, Dios Padre,
y a tu Hijo Unigénito y el Espíritu Santo, ahora, en todo tiempo y para siempre .
VI- SUPLICACIÓN DE LA MISA DE INSTITUCIÓN DE LA SANTA

EUCARISTÍA,
(La melodía de este día es específica de Semana Santa)
HUSOIO INTROITO
PROEMION DE FRUMIUN
Sacerdote celebrante: Gloria a esa Esencia, la más alta de todas las demás esencias.
Gratitud a la Bondad que supera toda bondad; Proveedor de regalos perfectos. Reverencia
a la Divinidad de tres Personas en una Esencia y Señora de la Santidad que brotó de su
resplandor iluminando las huestes concebibles y perceptibles, y, para su gloria, avanzó en
el conocido Sumo Pontificio. El Perfeccionador de los Pontífices, Adorno de los
sacerdotes, Proveedor de Gracia y Lleno de los Misterios de la Vida. La Trina, tres veces
sagrada por las hordas celestiales, y, en las tres santificaciones divinas, es santificada en la
Iglesia celestial y en la Iglesia terrenal, de los sumos sacerdotes y diáconos, es honrada,
alabada, exaltada, glorificada y alabada. A ella (Santísima Trinidad) glorificamos y
arrodillamos en este día de celebración de la Divina Eucaristía y en todas las fiestas
(celebraciones), estaciones, tiempos, tiempos y en todos los días de nuestras vidas para
siempre.
Sacerdote celebrante: El que es bueno por naturaleza y da cosas santas a los santos en
su bondad. Al que dejó Su Cuerpo Absoluto a sus santos discípulos, y mezcló Su Sangre
preciosa para la redención de todos los creyentes fieles. Se reveló ordenándoles diciendo:
Así haréis en mi memoria; y ahora, Señor, en la misericordia de tu bondad me has llamado
y me has acercado para este servicio espiritual, no soy digno, y, en virtud de tu Bondad,
para servirte, como sacerdote, este Divino Sacrificio y Redentor por intercesión. del
Espíritu Santo clamamos:
Este Sacrificio Divino y Espiritual lo celebramos con alegría espiritual diciendo:
Este es el Sacrificio Divino, el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo, que nos
fue dado para nuestra salvación.
Este es el Sacrificio Divino a través del cual se limpian nuestras manchas e imperfecciones.
Este es el Sacrificio Divino que, a través de él, los perfectos se elevan a las alturas
celestiales.
Este es el Sacrificio Divino sin sangre que se ofrece por la vida del mundo.
Este es el Sacrificio Divino que Abel, el sumo sacerdote representó en su ofrenda
aceptada.
Este es el Sacrificio Divino que se nos concede, creyentes redimidos, como signo de la
promesa divina.
Este es el Sacrificio Divino, la armadura de salvación garantizada a nuestras almas y
cuerpos.
Este es el Sacrificio Divino en el que las ofensas y pecados de los penitentes son
perdonados y absueltos.
Este es el Sacrificio Divino manifestado por David, el profeta del Espíritu Santo, quien
dijo: ¡Toma y mira qué bondadoso es el Señor!
Este es el Divino Sacrificio que Josué, el Sumo Sacerdote hijo de Josedec, despojó de sus
sucias vestiduras.
Este es el Sacrificio Divino descrito por todos los justos y virtuosos en los misterios
desconocidos.
Este es el Sacrificio Divino confiado al profeta Isaías en lenguas de fuego.
Este es el Sacrificio Divino del pan y el vino, descrito, que ofreció el sumo sacerdote
Mequisedec.
Este es el Sacrificio Divino que el profeta del Señor mostró en la gloriosa imagen del
cordero sacrificado al atardecer.
Este es el Sacrificio Divino que nuestros padres ancestrales querían ver y no lo vieron
abiertamente.
Este es el Sacrificio Divino a través del cual los pueblos renacidos tienen sus pecados
perdonados, sus imperfecciones removidas y sus transgresiones absueltas.
Este es el Sacrificio Divino del cuerpo vivificante y la sangre redentora que se da a los
fieles.
Este es el Sacrificio Divino descrito por Moisés, el jefe de los profetas, en la proposición
pan que se guarda en el altar.
Este es el Sacrificio Divino ante el cual los querubines de fuego se levantan temblando y
los temibles serafines se tambalean.
Este es el Sacrificio Divino sobre el cual descendió y santificó el Espíritu Santo, que es
igual al Padre y al Hijo Unigénito.
Este es el Sacrificio Divino que el Padre Celestial cumplió, el Hijo Amado perfeccionó y el
Espíritu Santo santificó.
Este es el Sacrificio Divino que el Segundo de la Santísima Trinidad perfeccionó con el
sufrimiento y la pasión de Su Persona. A Él (Jesucristo, Segunda Persona de la Santísima
Trinidad) suplicamos y presentamos nuestras peticiones con el agradable aroma del
incienso para que en su compasión, nos lave y limpie de manchas y perdone nuestras
ofensas, absuelva nuestros errores y transgresiones en la abundancia de sus bendiciones.
divino, y estar con nosotros y entre nosotros convirtiéndonos en nuestros fieles muertos
dignos de la Gloria de Su Majestad y Su Padre Bendito que lo envió para nuestra
salvación, y de Su Espíritu Santo ahora, en todos los tiempos y para siempre .
VII- SUPLICACIÓN DEL DOMINGO DE RESURRECCIÓN (PASCOA) HASTA

EL PENTECOSTÉS
HUSOIO INTROITO
Sacerdote de celebración: Oremos ...
PROEMION DE FRUMIUN
Sacerdote Celebrante:
Gloria a ese Sacrificio Puro que es llamado sacerdote por su Persona; Este es el Santo,
Superior de los Pontífices, que se ha familiarizado con la ofrenda de su Padre para nuestra
rehabilitación. Este es el bendito cordero que, por su amor, ha tendido a cruzar la cruz,
salvando a personas y naciones con su vida. Te debemos la gloria y la alegría en esta hora
de celebración Divina Eucarística y todas las fiestas (celebraciones), tiempos, horas,
edades y todos los días de nuestra vida para todos y siempre.
Sacerdote celebrante: Dios, la Palabra Exaltada que sostiene el cielo en la palma de la

mano, sin embargo, se lleva para expiación en las palmas de los terrenales. Potente cuyo
resplandor hace temblar a las temibles legiones de querubines y reenfoca a la Iglesia con
sus hijos en su Cuerpo. Espléndida de la que revolotean las compañías serafines y se
enriquecen las aglomeraciones de Sus terratenientes. Agradable cuya bondad no permite
cambios, pero su Pontificado es objeto de transformación. Cacho da Vida, que sus
crucificadores apretaron pero no comprendieron, y los que creyeron aceptaron y no
cambiaron. Pan Celestial cuyos consumidores no tienen hambre; y Bebida Espiritual cuyos
prestatarios no tienen sed. Fruto que da vida eterna a sus destinatarios. Fuente que hereda
a sus prestatarios un sinfín de beneficios. Yo sostengo que cada día se come y nunca se
consume, y cada día se bebe y no se acaba; se divide en todo momento y no muere, y en
todo momento se administra, pero nunca es insuficiente. Vivo del que sus creyentes se
alegran y los que lo analizan son humillados. A Ti Supremo Dios Infinito, te rezamos con
el agradable aroma de este incienso pidiendo tu indescriptible amor por la humanidad que
nos permita comprender la grandeza de estar frente a tu Santo Altar. Danos una visión de
conocimiento para mirarte, un oído espiritual para escuchar tus mandamientos, un corazón
puro para suplicarte con sinceridad; pensamientos limpios para agradar a tu Divinidad,
manos puras para servir a tus Misterios, labios prudentes para alabar y creer en tu piedad,
lenguas inocentes que glorifican tu nombre, bocas santas que comparten tu cuerpo, gustos
espirituales que disfrutan de tu sangre, y la nuestra hambre se sacia en todo momento con
tu abundancia; apaga nuestra sed de placer en tu fuente; y, en todo momento en los frutos
de nuestros labios, para glorificarte, y para proclamarte con la exaltación de nuestra
lengua, y con fe verdadera para alabarte, y nosotros, y nuestros fieles difuntos, juntos, para
regocijarnos en Tú, dándote gloria, gratitud y a tu Padre y a tu Espíritu Santo ahora y en
todo tiempo.
VIII-ORACIÓN PARA EL DOMINGO DESPUÉS DEL PENTECOSTÉS HASTA

EL DOMINGO DE SANTIFICACIÓN DE LA IGLESIA
(ESTE ES EL OCTAVO DOMINGO ANTES DE NAVIDAD)
HUSOIO INTROITO
PROEMION DE FRUMIUN
Gloria a esa Copa de gratitud y salvación que se mezcló en la cima de la Golgota y en ella
los pecadores fueron perdonados y limpiados de sus iniquidades; A esa Santa Sangre que
fue derramada en la cima de la Cruz y con Él los pueblos fueron ungidos y salvados de la
muerte. A Él es debida la gloria y la alabanza en este día de celebración divina eucarística
y en todas las fiestas, días, horas y horas, y en todos los días de nuestra vida para siempre.
Cristo nuestro Dios, que es recibido en la Comunión de sus Misterios e ingerido en la
acogida de su cuerpo.
Novio de la Verdad que llamó a su pueblo al banquete de su pasión e invitó a las naciones
al banquete de su masacre.
Buen Pastor que se dio a sí mismo como alimento a su rebaño y mezcló su sangre en
bebida para sus ovejas.
Alimento eterno que se sirvió a sí mismo ante los hambrientos, hambrientos de comérselo.
Fuente inmaculada que se abrió por su deseo ante los sedientos de beberla.
Incensario Absoluto que inciensa a los contaminados por los pecados que desean olerlo.
Perla Divina que los sacerdotes comparten en las Iglesias.
Copa inagotable de salvación que la gente y las naciones beben en ella.
Pan celestial que se entregaba para ser cortado en todo momento para aplacar el hambre.
Bebida agradable que se humilló al ser crucificado para consolarnos.

Y ahora, Señor amante de la humanidad, inclínate ante nosotros en tu amor y muestra tu
bondad, satisface nuestra hambre en tu abundancia y apaga nuestra sed en tu dulce fuente
de placer.
Señor, vierte la belleza de tu pureza en nuestros corazones y marca en nuestras almas el
símbolo de tus promesas.
Enriquécenos en tu amor y cúbrenos con tu cariño.
Eleva nuestras mentes a las alturas de tu Esencia.
Permítanos acercarnos con alegría y recibir su Cuerpo y Sangre Redentor uniéndose a
nosotros con su compañía.
Nuestras fosas nasales están llenas de tu aroma, nuestra boca se abre para glorificarte,
nuestra lengua canta alabanzas, nuestros labios cantan exaltaciones; nuestros errores sean
perdonados con tu misericordia; nuestros pecados olvidados en tu bondad, nuestras
ofensas perdonadas con tu simpatía, nuestros arrebatos e imperfecciones limpias con tu
hisopo. Transfórmanos a la semejanza de tu gloria y transfórmanos en altares glorificados
para tu morada; Magníficos y convenientes edificios para albergar tu grandeza. Perdona a
los difuntos en tu piedad y concédenos a nosotros ya ellos el descanso eterno a tu derecha
para que nosotros y ellos podamos glorificarte y darte gracias a ti, a tu Padre y al Espíritu
Santo ahora y en todo tiempo.
IX- ORACIÓN POR CELEBRACIONES Y FIESTAS DE

NUESTRA SEÑORA, LA VIRGEN MARÍA, MADRE DE DIOS
Y TODOS LOS SANTOS.
HUSOIO INTROITO
PROEMION DE FRUMIUN
Gloria a ese Santo lleno de todas las Santidades, que la Santísima Virgen concibió, la
pequeña Belén Efrata honrada, le esperaba el bautismo puro, la Golgota desnuda alaba,
todo el sacerdocio le servido, y los pueblos y naciones lo santificaron; la Iglesia creyente lo
aceptó, y en él su Cuerpo y Sangre fueron distribuidos a todo su rebaño; ministrarlo a
pueblos y naciones es suficiente para que los vivos y los muertos se regocijen en su gracia.
A Él se le debe gloria, honor, adoración y reverencia en este día de celebración de esta
Eucaristía, y en todas las fiestas, celebraciones, tiempos, tiempos y en todos los días de
nuestra vida para siempre.
Cordero celestial engendrado milagrosamente de la Virgen, felizmente honrado por Belén

Efrata, y quien, festivamente esperaba el río Jordán, Golgota exaltó el árbol de
celebración; en su sacrificio todos los pueblos y naciones fueron absueltos. Y ahora
Nuestro Señor en tu infinito amor por la humanidad, en la plenitud de tu bondad, por las
oraciones escuchadas y aceptadas de tu bendita y Santa Madre, y de toda la plétora de
profetas, apóstoles, mártires, maestros, absuelve a tu Iglesia creyente, Bendice tu oveja
prudente, santifica tu legado, preserva tu rebaño, extiende tu tranquilidad en el mundo,
reina tu paz en los hogares, ordena la salvación de los cautivos, la liberación de los
prisioneros y esclavizados. Dale un buen recuerdo a tu Santa Madre, a los profetas y
apóstoles, a los mártires y confesores, ya los difuntos fieles que nos precedieron y que
descansan en la esperanza de la verdadera fe. Y a mí, Señor, a este siervo tuyo pecador a
quien has confiado para celebrar esta ceremonia, concédeme ahora la conducta apropiada
del verdadero sacerdocio. Él administra y provee con celo a través de mis manos ese
talento del que no soy digno; Concédeme en tu bondad y salvación la recompensa de tu
gracia junto con los mayordomos fieles y sabios, porque tú eres Señor, bueno, rico en
dones y lleno de misericordia. Te ofrecemos gloria, alabanza y, a tu bendito Padre que te
envió para nuestra salvación, al Espíritu Santo ahora, en todo tiempo y para siempre.
X -SUPLEMENTO PARA FIELES DIFUNTOS.
HUSOIO INTROITO
PROEMION DE FRUMIUN
Gloria a esa Oblación que se ofreció en el árbol de la Cruz y, en su sacrificio por
nosotros, absolvió nuestras transgresiones; murió, y con su muerte nos dio vida; resucitó y
nos resucitó en su resurrección; y subimos al cielo y con él subimos. A Él, a Su Padre y al
Espíritu Santo le debemos gloria, honor, en este día de celebración Divina Eucarística y en
todas las festividades, estaciones, tiempos y en todos los días de nuestra vida para siempre.
Te suplicamos y rogamos Señor Dios, bendice a tus siervos reunidos en la celebración de
esta Ofrenda Divina pidiendo tu abundante misericordia, para enviarles el don de tu
Espíritu Santo, santificando sus almas y cuerpos para que sean dignos de Recibe a tu
Santo Cuerpo y Sangre salvadores. Cúbrelos con el adorno espiritual, concédeles amor y
armonía; la tranquilidad y la paz reinan entre ellos, sálvalos de los duros golpes y
tentaciones del enojado (mal) y protégelos con tu Santa Cruz; y a nosotros y a nuestros
difuntos haznos dignos de ser perfilados a tu diestra en tu regreso, para que nosotros y
ellos te glorifiquemos y agradezcamos a ti, tu Padre y el Espíritu Santo ahora, en todo

tiempo y por nunca.
De Dios recibimos la remisión de las ofensas y el perdón de los pecados eternamente +
11.1-ORACIONES ALTERNATIVAS ANTES DE LA

SOLICITUD DE PAZ
I-ORACIÓN ANTES DE LA SOLICITUD ESPECIAL DE PAZ PARA LA MISA
DE NAVIDAD, ESCRITA POR SAN JACOBO (O TIAGO) DE SRUG 521DC.
(Srug era un estado en Mesopotamia cuya capital era Batnan)
Sacerdote:
Dios que es tranquilidad infinita, paz indivisible y amor permanente (no fragmentado), en
la belleza de tu bondad creaste al hombre incorruptible, y por haber desobedecido tu
mandato por medio del diablo, fue condenado a muerte.
Con el advenimiento de tu Hijo, Nuestro Señor y Nuestro Dios, Fuente de Vida, has
llenado la tierra de la paz celestial. Aquel cuya gloria glorifican los ángeles diciendo: -
Gloria a Dios en las alturas y Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad. Señor,
llena ahora nuestros corazones de buena voluntad, guárdanos de toda mancha o maldad,
de toda malicia mortal y de toda maldad y astucia.
Haznos dignos de darnos la paz unos a otros en el Beso Santo y de participar del don
celestial incorruptible de Cristo nuestro Señor, que por tus manos y con Él te glorifica,
alaba y honra con tu Espíritu Santo, siempre bueno, adorado, Fuente da Vida y
Consubstantial contigo, ahora en todos los tiempos y para siempre.
II-ORACIÓN PREVIA AL PEDIDO DE PAZ ESPECÍFICO DE LA MISA DE

CONMEMORACIÓN DE LA INSTITUCIÓN DE LA SANTA EUCARISTÍA
CELEBRADA EL JUEVES SANTO, CUANDO NO SE DARÁ EL
CUMPLIMIENTO TRADICIONAL
AUTORIZADO POR SAN DIONÍSIO JACÓ BAR SALIBI.
(Esta oración reemplaza la oración del beso Santo, y al final los diáconos dicen
Amén y sigue la liturgia.
Sacerdote:
Cristo, nuestro Dios, que después de completar su Divina Dispensación en cuerpo (carne)
por nosotros, sufrió la pasión y la crucifixión, bajó a la mansión de los muertos (xiul)
garantizando esperanza y consuelo a los muertos. Has revelado el Misterio en tu Persona
para purificar y absolver todos los pecados de quienes creen en Ti, prometiéndoles la
alegría de participar nuevamente en tu Reino. Haznos dignos de participar como partícipes
de este regocijo místico y celestial, y asegúranos que con pureza y sin condenación
podemos participar de él y compartirnos contigo en la verdadera Vida indivisible,
obteniendo de ti la incorruptibilidad, la felicidad eterna, y clamamos alabanza, honor y
gratitud a tu Padre y tu Espíritu Santo ahora, siempre y para siempre.
+++
14.1-OTROS DÍPTICOS:
2-DE LOS FIELES DE LA IGLESIA:

Sacerdote (Postración):
Recuerda Señor de los padres y hermanos que asisten y rezan con nosotros, recuerda
también a los que se van y quieren hacer ofrendas pero no pueden, atiende los ruegos de
todos.
Diácono II (de los hermanos fieles): Barekmor - Recordamos a todos los hermanos fieles,
verdaderos cristianos que nos precedieron, constituidos con celo, modestia, fragilidad en
este tiempo y en este día, y, por todos los que lo intentaron, cayeron en todo tipos de
tentaciones, y buscan refugio en Dios Todopoderoso, y de Tí esperan salvación y
reconocimiento;
También rezamos por esta ciudad custodiada por Dios, pidiendo armonía y prosperidad a
todos sus fieles habitantes para que sigan siendo virtuosos. Roguemos al Señor.
Congregación: Kirieleison.

Recuerda, Señor, de todos los que recordamos aquí así como de los que no recordamos;
recibe sus ofrendas en la inmensidad de tu cielo.
Rocía sobre ellos el gozo de la salvación y hazlos dignos de tu ayuda. Fortalécelos con tu
fuerza y ármalos con tu poder, porque eres misericordioso y te glorificamos y exaltamos
tanto a ti como a tu único Hijo y a tu Espíritu Santo, todo santo, en esencia igual a ti ahora y
por nunca.
3-DE LOS GOBERNANTES:

Recuerda oh Señor a los reyes y reinas piadosos. Apóyelos con la armadura espiritual
sometiéndoles a sus enemigos para que podamos tener una vida pacífica. (Aquí el sacerdote
recuerda el nombre de los gobernantes locales y hace la señal de la cruz en el Altar con los
dedos).
Diácono III (de reyes o gobernantes):

Barekmor- Ahora recordamos a todos los reyes cristianos verdaderos y creyentes, aquellos
que sostuvieron y fortalecieron en la fe verdadera las Iglesias y Monasterios en los cuatro
rincones del mundo. Y para todos los dominios, estados, provincias cristianas, para el clero
y los fieles que actúan con dignidad (correctamente). Oramos a Dios.

Porque eres el Salvador, Ayuda y Ministro de la victoria de todos los que confiaron en Ti,
Señor, por eso te glorificamos y exaltamos a Ti y a tu Hijo unigénito y a tu Espíritu Santo,
todo santo, bondadoso, adorado y vivificante, consustancial a Tí ahora y siempre.
4-DE LA VIRGEN Y LOS SANTOS:

Porque tienes autoridad sobre la vida y la muerte, Señor, recuerda a los santos sacerdotes,
profetas y apóstoles, la Virgen María, Madre de Dios, San Juan Bautista y San Esteban
mártir con todos los justos. (Cuando menciona el nombre de la Virgen María, el
sacerdote hace la señal de la cruz con el pulgar derecho en el borde superior de la
patena y cuando menciona los nombres de los santos hace la señal de la cruz en la
parte inferior de la patena).
Diácono IV (de los Santos Apóstoles y de Nuestra Señora):

También conmemoramos aquello que es el primero y digno de glorificación por todas las
generaciones de la tierra, la Santísima y Glorificada, Bendita, Exaltada y Virgen en todos los
tiempos la Santísima Madre de Dios, María.
Con ella recordamos a los Profetas y Apóstoles, a los Predicadores y Evangelistas, a los
Mártires y a los Confesores;
El Glorificado San Juan Bautista, Mensajero y Precursor de su Señor.
San Esteban glorificado, cabeza de diáconos y primero de los mártires.
Los líderes de los apóstoles, los exaltados santos Pedro y Pablo,
También recordamos a todos los santos que sus oraciones son nuestra defensa, oramos a
Dios.

Rogamos, Señor Todopoderoso, que nos unamos a la multitud de primogénitos cuyos
nombres están inscritos en el cielo.
Les recordamos para que nos recuerden frente a Ti y compartan con nosotros este sacrificio
espiritual por nuestra preservación (preservación de los vivos), nuestro aliento, los
miserables, por el resto de los fieles fallecidos, nuestros padres, hermanos y maestros en los
tuyos. gracia y misericordia, de tu Hijo Unigénito y de tu Espíritu Santo, todo santo, bueno,
amable y vivificante, consustancial, para todos y siempre.
5-DE LOS SANTOS PADRES:

Sacerdote (Postración):
Recuerde señor de los verdaderos pastores (cuando nombra los nombres de los Santos
Padres, el celebrante hace la señal de la cruz con el pulgar derecho en el borde
izquierdo de la patena) ya que Santiago (o Jacob) el líder de los obispos confirmó hoy en
la verdadera fe de tu Iglesia.
Diácono V (de los Santos Padres):

Barekmor- también recordamos a los santificados entre los santos a los que nos
precedieron y descansan; los que conservaron y nos legaron la Doctrina Apostólica sin
tacha.
Para ellos proclamamos los tres Santos Sínodos Ecuménicos, el de Nicea, Constantinopla y
Éfeso.
También recordamos a los exaltados y teóforos prelados, santos y maestros, entre ellos:
Santiago el primer obispo de Jerusalén, apóstol y mártir.
Ignacio (Ignacio), Clemente, Dionisio, Atanasio, Julio, Basileo, Gregorio, Dióscoro,
Timóteo, Filoxinos, Ántimo y Juan (Crisóstomo).
En particular, destacamos a San Cirilo, bastión fuerte y elevado e indicador de la
encarnación del Verbo Divino, Nuestro Señor Jesucristo que se encarnó, apareció y se
manifestó.
Y, también, nuestro Patriarca Severo, la corona de los Siríacos, esa boca (habla) racional
(elocuente), columna, y maestro de toda la Santa Iglesia de Dios (ese prado lleno de flores
que predicaba constantemente a María Madre de Dios).
El Santo Obispo Jacobo Baradeu sustentador y restaurador de la doctrina de la verdadera fe.
San Afrem, San Jacob, San Isaac, San Balai, San Barsaumo la cabeza de los anacoretas, San
Simón el Estilita, el escogido San Abhai y todos los que los precedieron, y con ellos, y
después de ellos, nos conservó y legó la doctrina inmaculada.
Que sus oraciones sean nuestra defensa - Roguemos al Señor.

Las iluminadoras doctrinas de los maestros que llevaron su santo nombre ante las naciones y
reyes, hijos de Israel, en nuestra alma lo confirman.
Acaba con las herejías que nos confunden, haciéndonos dignos e irreprensibles ante tu
trono en el día del juicio asombroso, porque eres santo y santificas a los santos, y te
ofrecemos gloria y gratitud a tu único Hijo y al Espíritu Santo, todo santo, bueno y
venerado, vivificante y consustancial a Tí, ahora y siempre.
ORACIONES Y CANTOS PRE-COMUNION:

1-Oración de la Madre de Dios.( Opcional)
Canción: Se levanta la hija del rey con gran gloria,

Aleluya Aleluya;
Y la Reina se destaca a Su derecha.
Diáconos: Bendícenos Señor.
Sacerdote: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Diáconos: Amén desde el principio, ahora y en todo momento para siempre.
Canción: Oh tú que eres el orgullo de los fieles, ruega por nosotros,

Suplica al Hijo Unigénito que vino de ti,
Tener piedad de nosotros.
Diáconos: Stau men Kalus Kirieleison -

¡Ten piedad de nosotros!
Canción: El Arcángel llevó el mensaje de paz a la hija de David;

Anunciando las buenas nuevas diciendo:
El Señor está contigo;
¡Y de ti se levantará!
Diácono: Bendícenos Señor.
Cantando: María se convirtió en un jarrón

Que cargó, adoró y glorificó
Aquel que es el Yelmo del hombre y el Señor de la Creación.
Señor, ten piedad de nosotros y ayúdanos.
Con tu cruz, nuestro Señor Jesucristo,

Con las oraciones de tu Madre María,
Guárdanos y protégenos de los golpes y la ira del mal.
*[En este punto, si hay o se solicita una Súplica a Nuestra Señora, debe hacerse de
forma secuencial.
2-Canción por los santos( Opcional)
Canción: Como la palmera, el justo florecerá,

Aleluya Aleluya
Se levantará como cedro del Líbano.
Darán fruto en la vejez,

Aleluya Aleluya
Lleno de savia y exuberante.
Diáconos: Desde el principio, ahora y en todos los tiempos, para siempre, Amén.
Canto: Tu celebración. Santo (fulano de tal), aquí (en la Tierra), y,

En los pinos celestiales,
Y los que te celebran, estés donde estés,
Sea protegido por sus oraciones.
Perfilado correctamente, Señor ¡Ten piedad de nosotros!
En este día de oración, oh Santo (fulano de tal),

Levántate y ora en el liderazgo de tu rebaño como era tu costumbre,
Extiende tu diestra como Moisés, y
Bendice a tus ovejas que han llegado a tus dulces enseñanzas.
Diácono: Bendícenos Señor
Canción: Gloria al Padre que te eligió, Oh Santo (fulano de tal), y,

Al Hijo que honró tu celebración en las cuatro esquinas,
Veneremos en todo momento al Espíritu Santo que te coronó,
Concédenos, a través de tus oraciones, misericordia
En todo momento.
Oh Santos, intercede por nosotros

Con Él, por quien hiciste Su voluntad, y,
Para que se detenga y quite de nosotros los golpes y pecados del mal.
3-Por los muertos:
Canción: Como el Padre se compadece de los hijos,

Aleluya Aleluya
Por eso el Señor se compadece de los que le temen.
¡El hombre! Tus días son como heno;

Aleluya Aleluya
Florece como la flor del campo.
Diáconos: Desde el principio, ahora, en todos los tiempos, para siempre, Amén.
Canción: Tus siervos, que duermen

En tu esperanza
Confiado en tu misericordia,
Despiértalos con tu voz vivificante,
Llevándolos de las tumbas al paraíso.
Señor, ten piedad de nosotros!
Salvador Rey,
En tu gloria descendiste de las alturas,
Resucita a los muertos y despierta a los que duermen;
Los muertos se levantarán de entre sus tumbas
Gloriandote y exaltándote, Salvador de los muertos.
Canción: Gloria a esa voz de Nuestro Señor

Quien en su Evangelio (Buenas Nuevas) dijo:
Todo el que come mi cuerpo y bebe mi sangre viva,
No te dejaré en el Sheol, porque por ti bajé y experimenté la
muerte; para que tengas vida eterna.
El Señor,
Da descanso a nuestros muertos en tus mansiones gloriosas,
Señor, dales descanso y ten piedad de nosotros.
Perdona y olvida sus errores y los nuestros.
3-En los días de las Fiestas del Señor (Mayor) ,(Nacimiento, Bautismo, Muerte,
Resurrección, Ascensión de Cristo Rey)
En el nacimiento de Cristo Rey,

Hemos recibido la expiación de nuestras almas.
Todos juntos afirmamos en verdadera fe
Al Hijo que nos salvó con su nacimiento
Bendita es la Santa Salvación.
Santo, santo eres tú
En cada rincón crece la celebración de tu Genitora,
de tus santos.Cristo Rey, Aleluya ,Cristo Rey,
Aleluya.
Las huestes celestiales, levántense con nosotros en el Santuario, y,

Exaltan el Cuerpo y la Sangre del Hijo de Dios,
Ante ellos sacrificados.
Acércate, por el perdón de los pecados,

Aleluya.
Cristo Rey,Aleluya
Cristo Rey,Aleluya.
Cerca de tu Altar Señor,

Recordamos a nuestros padres, hermanos y superiores,
Resucítalos a tu derecha,
En el día de tu Gran Gloria.
Cristo Rey,Aleluya
Cristo Rey,Aleluya.
***********
✝️Purificación de los vasijas santas✝️
/Después de la Misa (parte pública) los diáconos cantan la siguiente canción mientras el
sacerdote celebrante continúa con el rito de poscomunión con el telón cerrado./
-Los fieles se despiden de la Iglesia besando la Biblia expuesta y si hay una Cruz expuesta,
también deben reverenciarla. Luego usan el pan compartido (burektho) diciendo:
Señor, agrega a nuestra prosperidad, gracias y bendiciones, Tus bendiciones, Padre,

Hijo y Espíritu Santo para siempre, Amén.
*Diáconos (cantando):
El que el iluminado teme

Es lo mismo que ves en Pan y vino en la comida,
Los vestidos de rayos arden cuando lo ven brillar,
La arcilla sencilla y confiada comparte con Él.
Los misterios del Hijo son fuego para lo alto (celestial),
Isaías testifica que los vio.

Estos Misterios que estaban en el corazón de la Divinidad,
Como alimento, son compartidos por los hijos de Adán.
El altar se compara con el carro de querubines,
Lo rodean dominaciones celestiales.
En el alimento está el cuerpo del Hijo de Dios,
Los hijos de Adán lo exaltan con sus manos.
En lugar del hombre envuelto en lino, se encuentra ell sacerdote para
distribuir la Eucaristía entre los necesitados.
Si existiera la envidia entre los ángeles,
Habría envidia entre los querubines hacia los hombres.
Dondequiera que en Sion levante una cruz para crucificar al Hijo,
Allí habrá un árbol para dar a luz al Cordero.
Dondequiera que se claven los clavos en las manos del Hijo,
Allí estarán las manos de Isaac atadas para la ofrenda.
Ven en paz, sacerdote que lleva los misterios de Dios,
Y con su derecho distribuye la vida a la humanidad.
Ven en paz, sacerdote que lleva el incensario puro,
Y con su olor hace que el mundo sea más agradable.
Ven en paz, sacerdote que crece en el Espíritu Santo,
Y con su habla (lengua) lleva las llaves de la casa de Dios.

Ven en paz, sacerdote que ata (firme) al hombre en el abismo,
Y el Señor lo ata en el cielo, aleluya.
Ven en paz, sacerdote que desata (libera) al hombre en la tierra,
Y el Señor lo desata en la cima, kirieleison.
Gloria a Dios, piedad a ti, absolución a mí,
Y Mor Jacobo el maestro, sea festejado.
1-El sacerdote celebrante se arrodilla y reza en secreto durante el canto de los diáconos:
La ofrenda que ofrecemos hoy es para el deleite del Señor y sus santos ángeles
escogidos. En él pedimos un buen recuerdo de la Virgen María, de su Madre, de
vuestros santos y de todos los fieles amados y especialmente para los que ofrecemos.
Otra oración alternativa:

Tu santa y pura boca, Señor, prometió diciendo: el que come mi cuerpo y bebe mi
sangre permanece en mí y yo en él; y te resucitaré en el último día.
Los que comemos de Tu Santo Cuerpo y bebemos Tu Sangre de Salvador, Señor, no
sean para mi juicio y condenación, ni para tu pueblo fiel, sino para la absolución de
las ofensas y el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos y la certeza y
confianza delante de tu trono de justicia, Señor nuestro y Dios nuestro para siempre.
2-Mientras consume el Cuerpo, el sacerdote recita el Salmo 22:
Dios es mi pastor, nada me falta

Llévame a descansar en verdes pastos,
Guíame a aguas refrescantes;
Reconforta mi alma,
Guíame por los senderos correctos, para (honrar) tu nombre.
Aunque camine por un valle oscuro
No temeré ningún daño, porque tú estás conmigo.
Su bastón y su cayado son mi consuelo.
Me preparas una mesa frente a mis oponentes,

Unges mi cabeza con aceite; mi copa se desborda.
La felicidad y la gracia me acompañarán todos los días de mi vida,
Y en la casa del Señor habitaré por largos días.
3-El sacerdote sostiene la patena con la mano izquierda y arroja todas las
partículas restantes en la copa con el pulgar derecho diciendo:
Si existen partículas restantes, sea del conocimiento de los mundos de Tu

Creador. Si queda algo, oh Dios, sé mi Guardián, absolviendo y perdonando.
4-El sacerdote consume las partículas del cáliz con la cuchara diciendo:
Cristo Nuestro Dios, fuego vivo de Su Cuerpo y Su Preciosa Sangre apaga las
llamas de fuego de las asombrosas y violentas torturas de mis miembros y de
las almas y cuerpos de los fieles fallecidos que fueron vestidos por Ti en el
agua y el Espíritu. Llámalos y levántalos en el último día haciéndolos
permanecer a tu derecha, Señor y Dios nuestro por siempre.
5-El sacerdote consume la Sangre citando el Salmo 115: 12 19.
Qué le pagaré al Señor por todos los beneficios que me ha hecho?

Tomaré la copa de la salvación, invocaré el nombre del Señor
Cumpliré mis votos al Señor en presencia de su pueblo,
Con gran precio a los ojos del Señor
La muerte de tus santos,
Tuyo, Señor, tu siervo,
Tu siervo, e hijo de tu sierva.
Rompiste mis cadenas
Te ofreceré un sacrificio de acción de gracias,
E invocaré el nombre del Señor.
Cumpliré mis votos al Señor en presencia de su pueblo,
En la plaza de la casa del Señor, en tu recinto, oh Jerusalén.
6-Después de consumir los elementos del cáliz, el celebrante lava la patena con el
agua del sirviente (mxamxonitho) y vierte el agua en el cáliz; luego humedezca las
yemas de los dedos de la mano derecha dos veces.
-La primera vez dice:
Mis labios hablarán tu gloria y mi boca mi agradecimiento.
-La segunda vez dice:
Para los clavos en tus manos y pies; y con la lanza que abrió tu costado,
perdóname todos los pecados cometidos contra ti.
7-Luego moje los dedos de la mano izquierda una vez diciendo:
Protégeme de todo mal, Señor, tu derecha me ayuda a preservarme de todas

las obras de la izquierda (del mal).
8-Cuando bebe el agua de la copa, cita el Salmo 35: 9-13.
Se sacian de la abundancia de tu casa,

Y en el torrente de tus delicias apagarás su sed.
En Tí está la fuente de la vida,
Y en Tu luz veremos la luz.
Continúa tu benevolencia con los que te conocen,
Y tu justicia a los rectos de corazón.
Que el pie de los orgullosos no nos aplaste.
Líbranos de la mano de los impíos.
Cayeron los hacedores de iniquidad,
Han sido destruidos y ya no pueden levantarse.
9-Cuando limpia el cáliz, la patena, la cuchara y el resto con la esponja, cita la

súplica de San Efrem:
Limpia Señor con la esponja de Tu compasión todas mis ofensas y pecados

cometidos ante Ti.
Oh Cristo Rey, vivificador, he administrado tus santos sacramentos,
inclúyeme entre los virtuosos que te amaron.
Que pueda servirte en el reino celestial para siempre, ahora y siempre.
Señor Clemente, amable, ten piedad de todos nosotros, de los sacerdotes y
diáconos que han ofrecido esta ofrenda.
Al Señor Gloria Incesante, a ti misericordia en el día del juicio final, y a mí,
humilde pecador, que el Justo Juez me perdone mis pecados.
10-El sacerdote celebrante se lava las manos, citando el Salmo 25:
Señor, hazme justicia, porque anduve en mi inocencia,

Y, confiando en el Señor, no vacilé,
Examíname, Señor, y pruébame, prueba mis riñones y mi corazón.
Tu benevolencia está ante mis ojos,
Y en tu verdad guío mis pasos.
No tomo asiento con mentirosos
Y entre los malvados no me siento.
En inocencia me lavo las manos
Y doy la vuelta, Señor a tu altar,
Para anunciar tus alabanzas al público,
Y narra todas tus maravillas
Amo, Señor, la dirección de tu casa,
Es el tabernáculo donde reside tu gloria.
No tomes mi alma con la de los pecadores,
Ni siquiera mi vida con la de los sanguinarios que llevan el crimen en sus
manos,
Y el lado derecho lleno de sobornos.

Camino en mi inocencia, sálvame y sé propicio.
Mis pies se mantienen en el camino llano;
En la asamblea bendeciré al Señor.
11-El sacerdote celebrante se seca las manos citando el Salmo 28:
Sométance al Señor, hijos de Dios,

¡Dale al Señor gloria y poder!
Dale al Señor la gloria de su nombre,
Adora al Señor con ornamentos sagrados.
¡La voz del Señor resuena sobre las aguas!
El Dios de majestad tronó:
¡Alabado sea el Señor sobre las muchas aguas!
Voz del Señor, ¡qué poder!
Voz del Señor, ¡qué magnificencia!
La voz del Señor quebranta los cedros,
El Señor quebranta los cedros del Líbano,
¡Hace saltar al Líbano, como un ternero!
¡Y Sarion como un ternero de búfalo!
La voz del Señor envía llamas de fuego,
La voz del Señor sacude el desierto.
El Señor sacude el desierto de Cades.
La voz del Señor sacude los robles y escudriña los bosques;
Y en mi templo todos claman: ¡Gloria!
Sobre el diluvio, el Señor eleva su trono,
Y el Señor lo exaltará como a un rey eterno,
¡Que tu pueblo bendiga al Señor con el beneficio de la paz!
12-El sacerdote se quita las vestiduras rezando por los fieles fallecidos:
HUSOYO
Oremos todos, rogando al Señor por misericordia y su bondad,
PROEMION
Gloria a aquel que con su muerte cesó nuestra muerte, y con su sacrificio por
nosotros, absolvió a todos los hijos de Adán. Al Amable que recordamos y
exaltamos en todo momento, en todas las fiestas, temporadas, horas y en
todos los días de nuestra vida ahora y siempre.
SEDRO
Tranquilidad de los muertos y resurrección de los sepultados, Señor, acepta

las almas de estos tus siervos por quienes ofrecemos esta ofrenda hoy,
colócalos en las mansiones benditas de tu Padre con Abram, Isaac y Jacob
Tus amados y con todos los verdaderos creyentes que duermen en Tu
esperanza. Colócalos a tu derecha. Y tu misericordia se extienda sobre todos,
porque te glorificamos y damos gracias a tu Padre y a tu Espíritu Santo
ahora y en todo tiempo.
Esquina:
Nuestro Señor Jesucristo,

Tu Cuerpo y Tu Sangre que compartimos, no sea para nuestro juicio y
venganza, sino para la remisión de las ofensas y el perdón, en la resurrección
a tu derecha, Aleluya, con convicción.
¡De tu agradable Fuente nos apaga!

Tu Señor Cuerpo que tomamos y Tu Sangre Viva que bebemos con fe sea
para nosotros un puente y pasaje de salvación del fuego de la Genna, Aleluya,
heredaremos la vida.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,

Te ofrecemos oblaciones Cristo Rey, de manos de los sacerdotes, tus siervos;
acéptalo en tu misericordia, Señor bondadoso, y reconcílianos en tu gracia,
aleluya, seamos perdonados en ellos.
Desde la eternidad y para siempre, Amén.

Las manos que extienden las palmas para recibir Tu promesa, Hijo de Dios,
no las detengas en el día del juicio final, con la llama furiosa, Aleluya, porque
ellas tu Cuerpo llevan.
ETRO
El agradable aroma de esta oblación que ofrecemos por tus hombres y

mujeres, ya sea para su descanso en Tu esperanza, dales la bienvenida en tu
misericordia ahora y siempre.
13-El sacerdote celebrante lleva la sobrepelliz diciendo:
Si Moisés le dio a Ruben su vida con la sangre de un sacrificio animal, cuánto

más serán perdonados los fieles fallecidos por el Sacrificio Viviente ofrecido
en su intención.
14-Ya con la sobrepelliz, ante el altar dice:
Kirieleison, Kirieleison, Kirieleison,
Señor, ten piedad de nosotros,

Señor, ten piedad y compasión de nosotros,
Señor, respóndenos y ten piedad de nosotros.
Gloria a ti, Señor,
Gloria a ti, Señor,
Gloria a Ti nuestra eterna esperanza.
Padre Nuestro ....
15-Luego, el sacerdote venera el altar tres veces besándolo en el medio, la derecha

y la izquierda diciendo:
Queda en Paz Santo Altar de Dios,

Oblación pacífica de paz,
Es en paz Un alto trono que lleva a su Señor.
El Cuerpo y la Sangre que tomé de ti es para el perdón de las ofensas y el
perdón de los pecados y para una nueva vida para todos y para siempre.
Amén.
16-Cuando bajes del altar, en la sacristía debes dejar los zapatos propios del altar y
usar tus zapatos habituales.

Santo Qurbono de Mor Jacob

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ELSANT

LIBRO DE CELEBRACIÓN DE LA LITURGIA

DE IGLESIA SIRIACA (SIRIAN) ORTODOXA

El Sacerdote celebrante con los brazos abiertos dice :

Santifícanos a través de Tu Santidad, Señor Santificador de todo. Tú que por tu voluntad

ORACIÓN DE SÚPLICA GENERAL

Oremos todos suplicando bondad y misericordia del Señor.

Glória al Glorioso y Glorificado, que exaltó la memoria de su Madre en los Cielos y en la

Recordamos de forma amable y querida a la digna de ser recordada y glorificada por

Los presentes también en silencio hacen una reverencia diciendo:

Dios acepte tu sacrificio.

Éste es el momento siguiente cuando se canta la “ Glorificacion Angelical” , el

Diáconos (Glorificación Angelical):

Santo eres oh Dios.

Señor ten piedad de nosotros.

El sacerdote anuncia el amanecer clamando tres veces:

Aleluia, Aleluia, Aleluia, Gloria a Ti Señor.(3) Señor Misericordioso ten piedad de

1-PRIMEIR OFICIO PREPARATÓRIO DE LA SANTA EUCARISTIA

El Sacerdote celebrante parado frente al púlpito central del Evangelio,

(+) Glória al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.

En seguida cantan el Salmo 51:

ti, haciendo lo malo, lo que tú condenas.

En seguida, el sacerdote celebrante, se dirige al clero presente diciendo:

Barekmor, pidamos perdón.

Todos responden en silencio con respeto y haciendo una reverencia:

El Sacerdote celebrante entra en el altar diciendo :

*Cierra la cortina del Altar*

(DENTRO DEL ALTAR SE REALIZAN LAS ORACIONES POR EL

El Sacerdote celebrante reverencia al altar diciendo:

Los dos candeleros junto a la hostia, donde se guarda la Comunión consagrada, el

Cuando enciendes el candelero a la derecha del altar.

En tu luz vemos Luz Jesús lleno de Luz.

Cuando enciendes el candelero a tu izquierda:

Puro y santo que habita en las mansiones de la luz,

Nota: - Mxamxonitho o “servicial” es un pequeño jarrón, o vaso especial, en el que

El sacerdote celebrante sostiene el pan de la hostia con ambas manos y dice:

Como una oveja fue llevada al matadero:

El sacerdote celebrante mezcla el agua con el vino en el sirviente (mxamxonitho), sin

Eche la mezcla en la taza, directamente de la taza al cáliz diciendo:

Señor ten piedad

El sacerdote con los brazos abiertos y en secreto

Oremos todos por la bondad y misericordia del Señor.

El sacerdote todavía con los brazos abiertos y en secreto dice:

Oh Dios bondadoso, agradable, humilde, amante de la humanidad; que te agrada la

Luego, y todavía en secreto, el sacerdote celebrante canta el siguiente himno:

A tu puerta, Señor, llamo,

Permíteme confesar mis pecados y

A qué puerta llamaremos, si no a la tuya, misericordioso Señor,

Sea la voz de nuestras oraciones

El olor de nuestras oraciones te agrade, Señor en todo momento,

El sacerdote celebrante con los brazos abiertos dice en secreto:

Sigue: Kirieleison (repite tres veces)

Señor, ten piedad de nosotros (tres veces)

Nuestro padre en el cielo,

Aquí termina el primer oficio, llamado: OFICIO DE MELQUIZEDEC EL SUMO

(En este segundo oficio se instala el sacerdote

Sacerdote: (+) Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; Que tu misericordia y

Se quita la capa negra (sobrepelliz) diciendo:

Ponte la zapatilla en tu pie izquierdo diciendo:

Ponla en tu pie derecho deciendo:

Haz tres cruces sobre la túnica y el vestido blancos diciendo:

Hacer dos cruces sobre la estola, colocándola sobre el cuello diciendo:

Haz una cruz sobre el cinturón y átalo a tu espalda diciendo:

Cierra la cortina del Altar

(Canción previa al evangelio):