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e n say o

Pintura de castas,
una interpretación
Ana Julia Arroyo Urióstegui
Programa de Educación Continua, CyAD
Universidad Autónoma Metropoltana, Unidad Xochimilco
julia_anaarroyo@yahoo.com.mx

Palabras clave Keywords


Castas Caste
Género de castas Gender caste
Mestizaje Miscegenation
Limpieza de sangre Cleaning blood
Raza Race
Linaje Lineage

El tema de la pintura de castas del siglo xviii The theme of the painting of the 18th century
ha sido retomado en diversos estudios, ya Caste has been taken up in various studies, as
que en estos cuadros se intentaron fijar gru- these boxes are tried to fix ethnic groups, show
pos étnicos, mostrar los productos de Amé- the products in America and its economic and
rica y su desarrollo económico social. Si bien social development. While with the indepen-
con el movimiento de Independencia se dejó dence movement was set aside this form of
de lado esta forma de interpretación visual, visual interpretation, at the end of the 19th
a finales del siglo xix, fue motivo de diversos century, was the subject of several studies that
estudios que se interesaron en la taxonomía were interested in the taxonomy representing
que representaban y las distintas mezclas que and different mixes that were displayed. In the
se mostraban. En el xx, en primera instancia se 20th century, in the first instance he saw the
consideró a los cuadros como formas de regis- boxes as forms of visual record, but toward
tro visual, pero hacia los noventa se realizaron the 1990s research was carried out on the
investigaciones en torno a la interpretación de interpretation of the images and the histori-
las imágenes y el contexto histórico en que cal context in which they were made. For the
fueron realizadas. Para la primera década del first decade of the present century, developed
presente siglo, se desarrollaron investigacio- research on the miscegenation, mixtures and
nes en torno al mestizaje, las mezclas y la the purity of blood that have allowed us to
limpieza de sangre que nos han permitido understand how these concepts were used in
comprender como estos conceptos fueron uti- the creation of a stratified society and subordi-
lizados en la conformación de una sociedad nated to the Spanish designs, which is evident
estratificada y subordinada a los designios in this pictorial genre.
españoles, que se evidencia en este género
pictórico.

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Introducción no era, o que “te están negreando”, para La vigencia de esta visión del blanco como

L
a pintura de castas del siglo xviii ha sido recordarte que trabajas como esclavo. En la mejor y más inteligente persiste, como si fuera
estuadiada e interpretada desde diver- encuesta aplicada por el Consejo Nacional algo natural, aun cuando su construcción se
sos enfoques. Con la abolición de la es- para Prevenir la Discriminación en 2010 se haya desarrollado a lo largo de los años, no
clavitud y la proclamación de la igualdad de acotó que el “racismo, la discriminación racial, cabe duda que esta mirada del otro sobre el
los mexicanos por el movimiento de Indepen- la xenofobia y las formas conexas de intole- otro sigue funcionando. Si bien en el siglo xix
dencia, esta forma de interpretación visual rancia se producen por motivos de raza, color, el movimiento de independencia planteó la
cayó en desuso; no obstante, a finales de xix linaje u origen nacional o étnico” (Conapred, abolición de la esclavitud y la igualdad entre
su contenido motivó diversos estudios sobre 2011: 16). Un resultado que se destaca fue los mexicanos, y las series de castas dejaron
los distintos grados de mezcla racial. A princi- que 30% de los encuestados dijeron que no de realizarse, prevalecen conceptos como
pios del xx se vio a los cuadros como formas se respetan los derechos de las personas de raza, indio, cambujo y negro, en sentido ofen-
de registro visual, pero fue hacia los noventa otra “raza”, es decir, con distintas caracterís- sivo. Por ello, son de gran valor los estudios
cuando se realizaron investigaciones en torno ticas fenotípicas (rasgos físicos como el ca- de este género pictórico, ya que resaltan su
a la interpretación de las imágenes y el con- bello, tono de piel, forma de la cara, etc.) carácter artístico, pero también lo identifican
texto histórico en que fueron realizadas. (Conapred, 2011: 29). como producto de una concepción de estrati-
En 1989, María Concepción García Sáiz, En 2012, se realizó un reporte por parte ficación social prevaleciente en algunos círcu-
en Las castas mexicanas un género pictórico del Conapred en el que se utilizó categorías los de la élite española. La naturaleza artifi-
americano, por primera vez nos mostró un ca- como la apariencia física y la clase social, que ciosa de las pinturas nos presenta una forma
tálogo de la vasta producción de este género resulta de gran importancia, pues en los años de ver la sociedad, pero las posibilidades de
pictórico de autores conocidos y anónimos, noventa todavía el gobierno mexicano nega- ir más allá de lo aparente nos permiten pro-
resaltando su importancia como obra de arte ba que el racismo fuera una práctica común fundizar en e motivo de las mismas, de ahí
y su evolución estilística, así como su posible entre los mexicanos, y es hasta el siglo xxi la importancia de revisar las investigaciones
función para el conocimiento de la vida en cuando “se promovió la iniciativa de Ley Fe- más recientes en torno a este discurso para
la Nueva España; por su parte, el trabajo de deral para Prevenir y Eliminar la Discrimina- comprender el pensamiento de esa época
Ilona Katzew en La pintura de castas. Repre- ción (lfped) y la creación de un consejo nacio- y cómo se persuadió a los no españoles y crio-
sentaciones raciales en el México del siglo xviii nal dedicado a velar por su cumplimiento” llos de la “naturalidad” de esta diferenciación.
(2004), hace una investigación contemporá- (Conapred, 2012: 41).
nea en la que plantea cómo la producción de Evidencias de la idea de la supremacía del Sobre los conceptos
imágenes codificó los significados, pero cómo hombre blanco se pueden encontrar en dis- Respecto a este tipo de pinturas, Jaime Cua-
políticamente los significados evolucionaron; tintos textos literarios como en el siguiente driello (2004: 96) menciona que el término
nos habla de los pintores y la importancia del fragmento del cuento La cabra de dos patas de cultura híbrida [mezclada] no “ayuda del
gremio, así también analiza distintos docu- en El Diosero (Rojas, 2005:89): todo a satisfacer la explicación histórica de las
mentos que permiten comprender el contex- imágenes, ante la incómoda contaminación
to en que se desarrolló este género. …La raza no tiene nada que ver… y menos cuan- de las muchas identidades coloniales con la
Asimismo, se han realizado investigacio- do se trata de la raza que ustedes los indios memoria de la historia antigua, acaso sólo ayu-
nes en torno al mestizaje, las mezclas y la quieren conservar… ¡Bonita casta que no sirve de a distinguir su formulación visual, como si
limpieza de sangre para comprender como más que para asustar a los niños que van a se tratase de un injerto recibido y reciclado en
estos conceptos fueron utilizados para con- los museos! un sistema de representación que es, por lo
formar una sociedad estratificada y subordi- … A lo mejor tú sales ganando un nieto demás, sumamente ecléctico”. No obstante,
nada a los designios españoles, aspecto que mestizo. Un hijo de blanco que será más inte- el análisis de las pinturas de castas nos per-
se devela en diversos documentos y en la pin- ligente que tú.1 mite identificar una interpretación de la rea-
tura de castas. Este hecho muestra la impor- lidad, a distinguir su formulación visual y el
tancia que sigue teniendo el discurso racial y O en la obra teatral La navaja del libro Armas trasfondo de su producción.
la idea de la pigmentocracia que aún preva- blancas (Rascón, 1990: 63): Para entender el concepto de género de
lece, “como una herencia perniciosa de los castas es necesario distinguir que cuando ha-
antepasados mestizos (Campos: 2014)”. Amparo: Bueno, todavía no se ha formalizado blamos de pintura de género nos referimos a
Cabe mencionar que las categorías racia- nada, porque queremos que la niña crezca un la que tenía como tema: costumbres, paisajes,
les como categorías biológicas se han desecha- poco más… ¿Sabías que ya tengo una hija? naturaleza muerta, lo popular y lo cotidiano,
do, sin embargo, en la vida cotidiana siguen Ángel: Es la primer noticia… ¿Y a quién de ahí que la pintura de castas sea conside-
empleándose como conceptos peyorativos, se parece? rada pintura de género por mostrarnos una
de menosprecio, insulto y sobajamiento, que Amparo: A mí, aunque la pobre nació población clasificada por el color y su econo-
muestran cómo este pensamiento discrimi- morenita.2 mía, mediante la mímesis que utiliza ciertos
natorio ha prevalecido a través de los siglos: rasgos representativos del modelo, aparen-
así escuchamos expresiones semejantes a tando una realidad, pero en forma ideal (Fer-
“eres un ladino”, en referencia al indio que se 1
Cursivas de la autora. nández de Urquiza, 2009).
vestía como español, aparentando algo que 2
Cursivas de la autora.

Pintura de castas, una interpretación 13


Con respecto al traslado del concepto el origen posiblemente judío de Miguel de Estado, es decir, que los borbones retomarán
de castas a las Américas, Thomas Cummins Cervantes, es decir, no cristiano viejo, por lo las riendas económicas y políticas de las co-
apunta que el “término casta viene del latín que La Mancha, a juicio de éste “es un tér- lonias, lo que obligaba a replantear el papel
castus, que quiere decir puro o casto. El pro- mino simbólico y no real, ya que alude a los de los españoles, pues la ilustración, a su vez,
yecto colonizador global transforma el térmi- manchados o no limpios de sangre según la favoreció el surgimiento de una ilustración
no casta, que se convierte en algo diferente concepción religiosa de la época (citado por criolla, que entraría en conflicto con el centra-
en las Américas (Catelli, 2012)”. Por eso, la Villaverde, 2002: 196).” lismo impuesto, que los limitaba, sobre todo,
casta representada en este género en reali- De acuerdo con López Beltrán, las castas en las actividades económicas. Por tanto, esta
dad se refiere a las diferentes mezclas raciales son una ocurrencia central en la historia de la necesidad de reafirmar el poder de los eu-
que conformaban la sociedad, así como la po- modernidad. Los personajes mostrados no ropeos puede tener relación con la produc-
sición socioeconómica que tenían (Katzew: son “raras producciones” como las denomi- ción de cuadros hacia la segunda mitad del
2004: 39) y su valor moral; los cuadros nos naría el virrey Amat, sino seres humanos naci- siglo xviii, pues la mayoría de las series cono-
ofrecen indicios de esa necesidad de clasifi- dos en situaciones confusas (289). El pretexto cidas son de este periodo y en ellas el prota-
car al diferente, de ordenarlo en un doble de la mancha de sangre dio pie a construir gonista no es el criollo sino el español.3
sentido, visual (por el color de la piel) y social. una idea de superioridad para permitir el en- Llama la atención que en esta necesidad
En ese sentido, el término limpieza de señoramiento de los españoles peninsulares de reforzar la autoridad de la dinastía y de
sangre (que se relaciona con la mácula o el incluso por encima de los criollos, lo cual pro- conservar su poder en sus colonias, a su vez,
color oscuro de la piel) se refiere a no tener vocó descontentos y sublevaciones que die- se fortaleciera la autoridad eclesiástica, enfa-
mezcla, primero de moros y judíos, luego de ron origen al movimiento de Independencia, tizando el poder absoluto de la Iglesia, lo que
indios, negros y asiáticos. De ahí surge el con- lo que contradice el determinismo de castas le permitió continuar con el control de los
cepto de calidad como lo que reflejaba la que mostraban las pinturas, como si esa so- feligreses que favoreció en cierta medida la
reputación de un individuo, “Su color, ocupa- ciedad estuviera dispuesta sin más a aceptar disminución de las tensiones entre españoles
ción y riqueza podían incidir sobre su calidad, esta jerarquización, sin cuestionamiento. y criollos.
en la misma medida que su limpieza de san- Las pinturas, sin embargo, parecieran te-
gre, honor, integridad (Katzew, citada por ner un valor etnográfico por la identificación De los pintores
Bermúdez, 2009: 66)” y procedencia, por lo de las castas en sus usos y costumbres, como Los pintores representan y presentan una
que el concepto de raza no era lo único que producto ideológico social y cultural, pues época determinada, como fue el caso de Juan
se tomaba en cuenta a la hora de designar retomando a López, al “llamarlos ‘produccio- Rodríguez Juárez, Luis de Mena, Miguel Ca-
ocupaciones o contraer matrimonio. nes’ o resultados de ‘sucesivas generaciones’ brera, José Joaquín Magón, Andrés de Islas,
El linaje se aplica a la descendencia de […] es ya materializar, dar un carácter fisioló- Ignacio María Barreda, Andrés de Islas, Ignacio
cualquier familia, de ahí que el concepto gico a su peculiaridad, su otredad, y facilitar el de Castro y José de Páez. Estos artistas del gé-
de raza se manejaba como sinónimo de cali- determinismo que hace que las ‘inclinaciones nero de castas, concordando con Gombrich
dad de origen o linaje (Castillo, 2011: 221). y propiedades’ morales estén ligadas a las mo- (17), tenían una intención, pues “el arte no se
dalidades que los cuerpos adopten (López: produce en un espacio vacío, [ya] que ningún
Sobre la “mala sangre” 290)”. Aunque en realidad su cualidad idílica, artista es independiente de sus predeceso-
A partir de la conquista, los españoles tras- ilusoria, les resta veracidad. res y modelos”, de su posición social y de su
ladaron su forma de pensar a sus dominios De hecho, uno de los factores para que contexto.
americanos. Por ello, su ideología centrada los españoles impusieran su autoridad fueron Al respecto Sonia Lombardo de Ruiz
en la pureza de sangre prevaleció y se exten- los prejuicios raciales, que a decir de Chance (1982: 35) dice que: “Respondiendo a la intro-
dió en sus círculos, y así aparece en las pintu- y Taylor tomaron forma como sistema cogni- ducción de las reformas borbónicas, la repre-
ras: el español, primero y sobre los otros es tivo y legal de categorías socio-raciales jerar- sentación de imágenes sufrió un proceso de
la constante en éstas, lo que muestra una je- quizadas y legalizadas por los españoles para desacralización”, por ello, considero, fue posi-
rarquía social basada en la raza, en el color tener un mejor control del creciente mesti- ble el surgimiento de un género que muestra
de la piel, en la mancha. zaje (citados por Katzew, 2004: 43). temas cotidianos, de trabajo y familiares, en
El imaginario ibérico de valoración de la Esta clasificación presente en las series de lo que la Academia de San Carlos tuvo un
limpieza de sangre fue un “importante factor castas devino en gran medida en un esfuerzo papel fundamental al promoverlos.
de distinción en España moderna, [pues] en nominativo y taxonómico (López: 302), que El hecho de que los pintores contribu-
América se impuso a indios y negros una dis- de alguna manera nos remite a la Ilustración es- yeran a construir una forma de mirar al otro
criminación semejante a la que sufrían judíos pañola, que estaba interesada en el orden de mediante la representación visual eviden-
y mahometanos en la Península Ibérica (Al- los seres humanos, los animales y las plantas cia la importancia tanto del tema como del
meida de Souza, 2006: 96)”. de su entorno, así como de lo extraño, lo gremio. Sin duda, su conocimiento sobre el
Prejuicio que en España se manifestó inclu- extranjero, lo exótico; si bien esta jerarquiza-
so desde principios del xvii con don Quijote, ción social en nuestro país venía realizándo-
en 1605, que inicia “En un lugar de la Mancha, se desde el siglo xvi. Además era una forma
de cuyo nombre no quiero acordarme…”, de mostrar el dominio español que le permi- 3
Al respecto puede verse las fechas, entre 1760-1790, en
que a decir de Rodríguez tiene relación con tiría transformar la sociedad y modernizar el los cuadros citados por García ((1989) y Katzew (2004).

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desarrollo del mestizaje les permitió plantear (Ramírez, 1982: 139)”. De ahí el éxito de las najes que dan origen a la mezcla, a las castas,
clasificaciones muy similares a las que se in- series de castas en los grupos de poder. siguiendo las manecillas del reloj, en princi-
dicaban en los registros de nacimiento y ma- Y si bien esta ideología determinó la com- pio De española y yndio, nase mestizo, que son
trimonio. Xavier Moiseén consideraba que posición de este género y el establecimiento el origen, luego De española y mestizo, nase
estos famosos cuadros, “representan los tipos visual de una estructura social, casos como el castisa, De castisa y español, nase española,
de castas en que estaba dividida la población de Juan Correo, de origen mulato, muestran De negra y español, nase mulato, De españo-
novohispana (1982: 1078)”; y mostraban retra- que “en la práctica lo que se valoraba era la la y mulato, nase morisca, De morisca y espa-
tos tomados del natural, veraces en cuanto a habilidad más que la casta. Varios mulatos y ñol, nase albino tornatras, De mestisa y yndio,
los tipos retratados y las propiedades de su pardos lograron ser aceptados como apren- nase lobo, De yndia y lobo, nase yndio (García,
atuendo ((1982: 1078). Al observar las pintu- dices y oficiales en el gremio de herreros, uno 1989: 66), en éstas observamos un interés
ras, la denominación expresada en las castas de los que exigía limpieza de sangre (Alberro por mostrar hijos e hijas; en la base, la tierra,
variaba de acuerdo con el pintor, lo que per- y Gonzalbo, 2014: 112”. De hecho, correa fue con sus frutos, que abarca casi un tercio de
mite apreciar la libertad con que se aplica- eminente autoridad en el gremio de pinto- la tabla. Así, distinguimos diferentes niveles,
ban los términos conforme la mezcla se hacía res, junto con Miguel Cabrera, del que se ha que están integrados en un todo: lo divino, lo
más difusa. considerado tiene también un origen mulato. humano, lo terrenal. Desde mi punto de vista,
La base del mestizaje se dio a partir de la esta serie es una singular representación por-
mezcla entre españoles, indios y negros, pero Los cuadros y sus imágenes que logra en una sola composición, con distin-
las series en su mayoría inician con la unión En general, las series se realizaron en grupos tos planos y niveles, exponer lo que se quiere
de español e india, y en algunos casos con de 16 o 12 cuadros y la forma de representar destacar: una supremacía religiosa (median-
española e indio. Al leer las inscripciones de las castas con un padre, una madre y un hijo te la Virgen), una supremacía racial (del es-
los cuadros, observamos que éstas corres- o dos a menudo se repitió, aunque se fueron pañol, el blanco), una supremacía de la tierra
ponden a los personajes representados: dos incorporando fondos, paisajes, iconografía (abundante riqueza de frutos y vegetales), en
personas de distinta raza, que dan origen a cristiana, animales, frutas y verduras, así como un estado armonioso, donde conviven las
otra, y así sucesivamente en todos los cuadros. productos de trabajo (zapatos y cigarros, por tradiciones y la recreación de los pobladores;
Los personajes mostrados en las pinturas ejemplo), que evidenciaban el oficio u ocu- es decir, en apariencia no se evidencia la pro-
forman parte de un ideal de sociedad como pación de los personajes. blemática social, sin embargo, subyace en las
lo expresa Ilona Katzew (2004), con el pro- También se realizaron cuadros únicos diferentes castas y su representación (el color
pósito de realzar la riqueza que existía en la que contienen un conjunto de castas, como de la piel, el vestuario). Esta obra puede con-
colonia y su posición moral y económica que el de Luis de Mena (Museo de América) (circa siderarse de síntesis, ya que en una sola com-
aparentemente tenían, lo que constituían en 1750). Es de notar que este cuadro está dise- posición representa la estratificación de las
gran medida un orgullo de carácter nacional ñado a la manera de un retablo; se conforma castas y la integración de otros temas que se
tanto de españoles asentados en nuestro país por con cuatro franjas: en la primera, como irán incorporando en otras series: las fiestas,
como de los criollos, nacidos en América de remate, al centro, se muestra a la Virgen de el paisaje y la religiosidad.
padre o madre española. Esto posiblemente Guadalupe como protectora de todas las En el triángulo, como observamos, se de-
cumplió una función comunicativa para con- castas, a su izquierda la “Dansa de Matachi- vela la importancia de la religión, de la divi-
trarrestar el estigma que tenían los españoles nes que asen a N. Sra. de Guadalupe”, una nidad que cubre al hombre y a la tierra, pero
en la Europa del xviii como personajes deca- tradición religiosa, a la derecha, “Paseo de también como se tenía que ver al otro, al no
dentes, al mostrarlos en su grandeza de lina- Jamayca”, como una postal paisajística; las español. Al respecto, Nina M. Scott, comenta
je y entre riqueza económica y cultural. franjas 2 y 3 , con cuatro cuadros, muestran que: “Tanto en la indumentaria como en los
De acuerdo con Fausto Ramírez (1982: las distintas combinaciones de las castas y su fondos escénicos se nota una estricta jerar-
139), en Europa hasta el siglo xix se veía a Amé- producto. Esta serie es de las pocas en las que quía, con el hombre blanco en el ápice de la
rica como “un continente extraño y primitivo, la mujer es la protagonista, en este caso la es- pirámide social, económica y racial, imagen
rico y salvaje” con pobladores que practica- pañola en unión con el indio, caracterizado a que no correspondía a la realidad, ya que
ban ritos y crueles costumbres, seguramente la manera europea como el buen salvaje, da en el siglo xviii muchos mestizos habían alcan-
estas opiniones se respaldaron en “Cornelio origen al mestizo; la cuarta, en la base, se con- zado tanta riqueza como los blancos (2000:
de Paw y Donald Roberstson quienes nega- forma por un bodegón con frutas y vegetales 10)”. Desde luego hay consenso de que los
ban la existencia de civilizaciones avanzadas como el ”sapote blanco”, la “guallaba”, la “chi- personajes y su representación no correspon-
en América”. rimolla”, el “mamei”, el “cacaguate” o la “cala- dían del todo a la realidad, pero como explica
Con este panorama se hizo necesario pre- basa”, que por su denominación constituyen, Gombrich, “No podríamos percibir y recono-
sentar un país civilizado acorde con las civi- a su vez, una fuente para el conocimiento de la cer a nuestros semejantes si no pudiéramos
lizaciones europeas, mediante pinturas que transformación de nuestro idioma (Figura 1). aprehender lo esencial y separarlo de lo acci-
idealizaran una sociedad, en la realidad divi- En esta composición, el triángulo posi- dental, sea cual fuere el lenguaje en el que se
dida, puesto que: “La forma de una represen- ciona a la Virgen de Guadalupe en la cúspide quiera formular esta distinción (1973:17)”; de
tación no puede separarse de su finalidad, de la pirámide, a los lados se resguarda, en el ahí que si bien lo representado no era lo que
ni de las demandas de la sociedad en la que mismo nivel, parte de la tradición (la danza) funcionaba socialmente, si permitió crear una
gana adeptos su determinado lenguaje visual y del paseo (el paisaje); en medio, los perso- imagen, una idea de estratificación social.

Pintura de castas, una interpretación 15


en torno a este pensamiento colonialista,
como Solange Alberro y Pilar Gonzalbo quie-
nes rechazan que existiera una organización
social basada en la raza y apoyada en recursos
coercitivos de poder, mientras que no dudan
en aceptar “la existencia de una formación
discursiva en defensa de privilegios basados
en el origen familiar o de procedencia, vaga-
mente formulada y sólo aceptada por una
minoría, en progreso desde mediados del
siglo xvii hasta alcanzar su culminación a fines
del xviii” (2013: 23). Estamos, con la pintu-
ra de castas, ante la imposición de un discurso
visual de mirar al otro a través de imágenes
que recurren a la representación ideal de un
español con aparente autoridad moral, buena
presencia, cariñoso limpio y con linaje, que
se contrapone a muchos personajes de ori-
gen negro, a quienes se les otorgaban valo-
res negativos al mostrarlos sucios, borrachos
o violentos, particularmente a las mujeres ne-
gras se les representa temperamentales (figu-
ras 2 y 3).
Así se va estructurando un género pictó-
rico que: “al tiempo que celebra el mestizaje”
subraya la legitimidad de la estratificación y
por ende la desigualdad social, pues si bien
el español tiene disponibilidad de convivir
con otras razas e incluso mezclarse con ellas,
en estas obras se acentúa la subordinación de
las castas a los preceptos de dominio colonial
(Katzew, 2004: 4).
De ahí que aceptar como confiables las
Figura 1. Castas, Luis de Mena, Género de castas, óleo sobre lienzo, 120 × 104 cm, Museo de América. composiciones de los pintores resulta inexac-
to, pero sobre todo prejuicioso porque se
asume algo que no es y se da por cierto, re-
produciendo así un pensamiento que sólo
Con este tipo de pinturas “se construyó se mostraba lo que caracterizaba al país que, era parte de ciertos grupos de élite española
una apariencia conforme a los paradigmas a decir de Scott, contribuiría a crear estrate- y que no tuvo un carácter legal. Si bien tampo-
culturales e ideológicos que los grupos recto- gias de resistencia, por lo que en “algunas de co las imágenes tienen un carácter científico
res de una sociedad imponen para sí mismos las pinturas de castas se pueden vislumbrar ni son un testimonio fidedigno de la realidad
y para los demás” (Curiel, citado por Scott, gérmenes de lo que luego sería un espíritu del xviii, sí cumplieron un papel en la disemi-
2000, 30); Así éstos aparecen en la cumbre nacional (2000:14)”. nación de una ideología discriminatoria de
social, vestidos elegantemente, a la moda eu- ciertos grupos de españoles. Pensamiento
ropea, rodeados de riqueza material o natural. La importancia del origen que recuerda a Kant porque él sostenía “que
Por ende, no se debe perder de vista la repre- En el estudio de Ketzaw se aborda por prime- la mezcla de razas conduce a la atenuación
sentación de lo comible, frutos diferentes y ra vez de forma crítica las ideas que contri- gradual de los caracteres y que, a pesar de
apetitosos, pues había una necesidad de mos- buyeron a conformar representaciones que las opiniones filantrópicas de muchos, no es
trar en Europa la riqueza de América que era mostraban la supremacía del español euro- favorable a la especie humana (citado por
distinta, exótica y abundante, porque “ante peo, aparentemente aceptadas sin cuestio- Rincón: 68)”.
la constante escasez de comida en el mundo, namiento y de manera pasiva, pues la armo- No obstante, la variedad de nombres para
lo contrario era un auténtico milagro (Scott, nía entre la población parecía ser un hecho denominar a las castas, en el censo de 1753
2000: 13), al que tenían acceso por derecho incuestionable, sin embargo, las fricciones de la Ciudad de México, tanto el término de
divino los españoles. entre peninsulares y criollos estuvieron siem- mestizo como de mulato eran aplicados a la
Si bien esta exhibición era para el cono- pre latentes. Después de este libro, varios au- diversidad étnica indistintamente, por eso
cimiento de los europeos, al mismo tiempo tores han aportado nuevos conocimientos resulta curioso que clasificaciones como la

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Figuras 2 y 3. De Español y Negra Mulata, anónimo, Escuela Mexicana, 36 × 48 cm, Museo de América, Madrid; De Coyote Mestizo y Mulata, Ahí te estás,
atribuida al taller de Ignacio Castro, Escuela Mexicana, 50 × 40.5 cm, Museo Nacional, México (García Sáiz, 1989: 146 y 229).

siguiente: de español con india, mestizo, de Un caso específico indio, mestizo; De español y mestiza, castiza;
mestizo con india, coyote; de negro con espa- La serie de Miguel Cabrera pareciera ser De español y negra, mulata; De español y
ñola, mulato; de mulato con española, morisco; armónica y representativa de una realidad mulata, morisca; De español y albina, torna
de español con morisca, albino; de español aceptada, sin embargo, al analizar los cua- atrás; De español y torna atrás, tente en el aire;
con albina, negro-torna-atrás; de negro con dros empezamos a encontrar diferencias re- De negro e india, china cambuja; De chino
india, lobo; de lobo con india, sambaiga; de lacionados con los personajes que están en cambujo e india, loba; De lobo e india, alba-
sambaigo con india, albarazado; de indio con ellas. Se puede ver en esta serie, pese a su razado; De albarazado y mestiza, barcino;
albarazada, chamizo; de chamizo con india, calidad técnica y compositiva, que la identi- De indio y barcina, zambaiga; De castizo y
cambuja; de indio con cambuja, lobo-torna- dad de la Nueva España se construyó a partir mestiza, chamizo; De mestizo e india, coyote;
atrás; de lobo-torna-atrás con india, tente en de la diferencia… sustentada en un código de Indios gentiles (Palmera, 2012).
el aire; de albarrado con india, cachimboreta superioridad” (Bermúdez, 2009: 64), que Para un acercamiento al análisis de las
(Universidad de Pensilvania), sólo circularan como se ha mencionado se basa en la lim- pinturas, hemos seleccionado dos cuadros
en las pinturas de castas, y “no tienen circu- pieza de sangre, el linaje y la posición socio- que se considera muestran dos realidades, la
lación alguna en el padrón elaborado a ins- económica. de la opulencia y la de la pobreza, la de los
tancias de la Real Audiencia, de manera que Esta serie, por tanto, es un claro ejemplo prejuicios hacia las castas por el color de la
no corresponden a las reglas dadas por la de este tipo de género; en ella, Miguel Cabre- piel; a decir de Bermúdez, de un cuadro fami-
burocracia para construirse una identidad ra (1763), representa a sus personajes ideali- liar perfecto, lleno de armonía, que da una
legal (Rincón: 68)”. Así también lo sostienen zados, posando teatralmente, algunos rica- idea de sociedad perfecta (familia de español
Alberro y Gonzalbo, pues afirman “categóri- mente ataviados, otros pobres, pero limpios; e india con hijo mestizo), se pasa a uno más
camente que ‘tan compleja y detallada cla- muestra una jerarquización racial aceptada cotidiano, entre albarazado y mestiza que
sificación social no existió nunca ni en la ley como “normal”, pero que en el contexto “a la origina zumbayga, en donde la mezcla da
ni en la práctica’ (2013: 37)”. hora de clasificar a un individuo ésta podía cuenta de “la ‘degeneración’ obligada por el
Aun así, la sangre pesaba, “nadie lo ne- dejarse de lado, porque la situación econó- mestizaje” (2009: 65).
gará. Lo hace, evidentemente, en términos mica y el entorno familiar siempre fueron más
fisiológicos, pero también, de forma muy importantes que el origen étnico (Alberro y El primer cuadro
diferenciada, a nivel simbólico y discursivo… Gonzalbo, 2013: 38)”. El trabajo de Cabrera, Éste se observará a partir de una retícula
la sangre ha sido históricamente y sigue sien- sin embargo, nos informa sobre su manufac- determinada por cuatro cuadrantes, a fin de
do una representación, un vehículo de poder tura preciosista y con un tono realista, que aproximarnos a una posible lectura (Figura 4).
para cimentar las relaciones entre grupos nos ilusiona con una sociedad propuesta por En esta serie los modelos se inspiraron en
fenotípicos, religiosos, sociales y de género” la élite. Costaba de 16 cuadros, de los cuales los de Rodríguez Juárez y De Ibarra.
(Bôttcher, Hausberger, Torres, 2011: 9), y con existen sólo 14: en el Museo de América de Desde el punto de vista descriptivo vemos
ello, se promovieron discursos textuales y Madrid, España hay 8, pertenecen 6 a colec- un hombre, una mujer y una niña, un mues-
visuales de subordinación. ciones privadas. Las denominaciones que es- trario con tejidos.
tán presentes son las siguientes: De español e

Pintura de castas, una interpretación 17


pintura se evidencia la riqueza mediante los
atavíos suntuosos y las joyas (2004, 106).
Es un cuadro con figuras en tres cuartos,
que es novedoso, dado que la costumbre
eran las figuras frontales, si bien sólo el rostro
de las mujeres es visible. Están en un espacio
público, posiblemente un mercado.
La paleta destaca un color primario y frío,
el azul; están los secundarios como el naran-
ja y terciarios como el naranja amarilloso o
verde azulado, así como colores tierra, ocre y
café, todos conviviendo con el blanco. La obra
mantiene los cánones religiosos en cuanto a
los colores empleados en esa época con el
azul, los verdes, amarillos dorados y algunos
ocres o tierra.
El uso del color azul en el español sugiere
distancia, superposición y armonía. Los co-
lores naranjas, verdes y tierra dan efecto de
profundidad, mientras que el blanco, ilumina
a la mujer y a la niña, generando una luz que
nos atrae hacia ellas, es decir, nos acerca a
ambos personajes. Cabrera consideraba el
color azul como divino e incorruptible, cuan-
do lo usaba en el manto de la Virgen. El tono
luminoso que da el blanco también podría
denotar divinidad.
La familia se presenta en tres cuartos, tie-
ne relación mediante la mirada y el contacto
físico, que reflejan la emotividad entre ellos.
En la composición reticular aparecen seis
planos: desde el fruto, el hombre, la niña, la
mujer, el muestrario y el fondo del cielo. De
derecha a izquierda, la diagonal atraviesa a
los padres, pero en el rombo del segundo
nivel queda centrada la cara de la niña. La
tercera vertical establece una relación evi-
dente entre madre e hija, la tercera vertical
Figura 4. De español e india, mestizo, 1763, Miguel Cabrera, Género de castas, óleo sobre lienzo, 132 × 101 cm,
Colección particular. cruza el cuerpo de la mujer y el fruto, relacio-
nando todo el conjunto entre sí. Se sitúan en
un espacio público, pero la composición es
cerrada y hay una relación coherente entre
Desde el punto de vista iconográfico se tanto la mujer tiene una especie de tocado el espacio y los personajes.
representa una familia, que representa una prehispánico y una combinación de huipil y Este objeto cultural denota un conoci-
mezcla, en este caso es de la que se deriva blusa al estilo del robe a la francesa por las miento del pintor Miguel Cabrera de la
el mestizaje primordial, De español e india, mangas con holanes, la niña con blusa euro- pintura de género holandés y flamenca del
mestisa, y a partir de ella se derivan las castas; pea y falda de fino tejido. Ambas con encajes siglo xvii (Ketzaw, 2004: 106), también devela
representando la estratificación social. Padre, y pendientes y collares de perla, que muestran la clase social a la que pertenecen los perso-
madre e hija son los personajes constantes, la riqueza de la familia; a su espalda un mues- najes, la más alta.
con vestimenta híbrida: europea e indígena, trario de telas en los que se hace alusión al te-
acompañados de textiles y fruta (piña). jido indígena, de los nueve que se exponen Segundo cuadro
En su vestuario, se puede apreciar tam- ninguno repite el dibujo; si bien se sitúan en un Desde el punto de vista descriptivo vemos
bién la mezcla pues encontramos influencia posible mercado, ellos son los compradores, un hombre, una mujer, una niña y un niño,
europea, árabe, o indígena, como observa- no quienes venden. Ketzaw menciona que ánforas, platos de comida, un muro y una
mos en este cuadro con el uso de casaca y Cabrera representó un amplio espectro de columna (Figura 5).
sombrero tricornio por parte del español, en las clases sociales y económicas, y en esta

18 Diseño y Sociedad 40 j Primavera 2016


tamiento preciosista de la pintura, las roturas
nos remiten a una ropa desgastada, de ahí
que la calidad ínfima de sus prendas da prue-
ba de su pobreza. La mujer se ve alejada del
hombre, sentada, en un plano más abajo,
pero ambos padres tienen una relación emo-
tiva con sus hijos.
El color de la piel se acentúa con la in-
dumentaria de colores “morenos o negros”,
que se exhibe a través de las mínimas roturas
de las blusas.
El azul como fondo armónico que pro-
duce un horizonte, pero combinado con la
arquitectura cierra la composición, que se
presenta en nueve niveles: el primero plano
es el ánfora grande; el segundo, el niño; el
tercero, la segunda ánfora; el cuarto, la niña;
el quinto, la mujer, el sexto, el hombre; el sép-
timo, el muro; el octavo, la columna; el nove-
no, el cielo. El color blanco permite cierta
iluminación a la escena.
Con el uso de retícula para analizar la
imagen podemos detenernos en cuatro
cuadrantes:

Cuadrante superior izquierdo: La percep-


ción visual en éste es de colores más fríos,
de tal modo que al predominar el azul se
recuerda la justicia y la fidelidad.

Cuadrante superior derecho: la percep-


ción visual en de colores tierra, entre ellos
el café como mezcla de algunos rojizos y
amarillos, combinados con blanco y azul.

Cuadrante inferior izquierdo: cálidos con


predominio del café y rojo: que remiten,
además, a la penitencia, la pena, la trai-
Figura 6. De indio y barcina, zambaigo, 1763, Miguel Cabrera, Género de castas, óleo sobre lienzo, 132 × 101 cm,
Museo de América, Madrid. ción y la humildad, que suelen ser con-
ceptos relacionados con la pobreza, en
este caso la de las castas.

Desde el punto de vista iconográfico se Es un cuadro con figuras en tres cuartos y Cuadrante inferior derecho: predominan
representa una familia, una casta, que surge de perfil, que permite ver los rostros, que su- los rojizos, que pueden darle a los per-
de la unión de indio y barcina, zumbayga, gieren bondad o pasividad. Están ubicadas sonajes cualidades de amor, entre los
que en la serie corresponde al lugar 13 (Gar- en un espacio público, que se evidencia por el miembros de la familia, pero también
cía 1989: 86); si tomamos en cuenta que las muro y la columna a sus espaldas, que podría coraje, cólera o crueldad, otra forma de
pinturas se leen en un sentido vertical, esta ser de una casa. Los colores utilizados son percibir al otro, al de la clase baja
mezcla es una de las de más abajo y, por ende, azul claro, terciario (naranja rojizo) y colores
más difusa en la estratificación social. tierra, café, que da cierta fiabilidad a los per- La tercera diagonal de izquierda a derecha
Padre, madre e hija y posiblemente otro sonajes; aunque también el color café provo- destaca la mirada del padre hacia la niña, un
hijo zambaygo, ya que en su serie Cabrera ca rechazo por considerarse triste o sucio, rombo enmarca la mirada de la madre, que ve
muestra familias con un hijo o dos, cuyos como la sangre maculada de las castas. al niño. Otro rombo destaca el rostro de la
rostros pueden verse, con expresión teatral, En su vestimenta destaca el negro, café niña, que mira a su padre, y ella además tiene
los personajes son idealizados. y blanco. Su ropa es sencilla mezclada con más cercanía con el observador; en el primer
moda europea e indígena, donde, pese al tra- nivel, de abajo hacia arriba, extremo izquier-

Pintura de castas, una interpretación 19


do, destaca el niño, que aparece alejado de social y al contribuir con estas imágenes a re- cas de la Ilustración. Carl Linnaeus (Carlos
la escena, pero todos los personajes están forzar los estereotipos que habían construido Linneo) sostuvo en su Sistema de la naturaleza
relacionados, a partir de la narrativa de las los grupos del poder, como se ha menciona- de 1735 que: “Lejos de tener una unidad bási-
diagonales, que expone el cruce de miradas do, porque ante todo era una diferenciación ca, el hombre podía dividirse en cuatro grupos
y el contacto con las manos, así la idea de la civil, política y clasificatoria, basada en la clasificatorios diferentes: europeos blancos,
unión familiar se confirma.4 subyugación de pueblo indio, la inmigración indios americanos rojizos, africanos negros y
En este cuadro, Miguel Cabrera nos des- europea voluntaria y la inmigración africana asiáticos morenos (Outram, 2009: 73)” y para
cubre la clase social a la que pertenecen los forzada, a decir de Carlos López Beltrán. 1758 incorporó nuevos grupos como los sal-
personajes, de las más bajas, pues además de vajes, los pigmeos y los gigantes. Estas clasifi-
su vestuario desgastado, nos revela el oficio A manera de conclusión caciones en relación con las presentadas en
del padre, posiblemente un aguador, que por Los cuadros de castas intentaron fijar grupos las castas muestran lo poco confiables que
ser trabajo manual era considerado inferior en étnicos, mostrar las maravillas de América y son en términos biológicos, pero también en
la élite. el desarrollo económico social que se carac- cuanto a los afanes de los ilustrados por cla-
La escena nos remite a la ciudad por la terizó por la aparición de oficios (zapateros, sificar a la población en grupos diferentes o
columna parcial y el muro que es de una cons- tabaqueros, carpinteros, vendedores ambu- castas.
trucción arquitectónica, en la que se situa- lantes) y el desarrollo cultural e intelectual de En realidad, el virreinato construyó un
ron a las figuras para desarrollar su actividad, la élite española y criolla. Como bien dice sistema de segregación de los no españoles o
el padre como aguador, la madre y los hijos Ketzaw, todavía quedan muchas interrogan- criollos para controlar los ingresos a empleos
acompañándolo, quizá a la hora de la comi- tes por resolver, como la postura que algunos de alto rango, a los colegios, a la élite del mo-
da familiar, que se deduce por los platos de ilustrados tomaron de reconocer lo injuria- mento, que en cierta medida les funcionó,
tamales que comparten con los hijos. El tema dos e indefensos que estaban los indios, pero pero que gracias a que algunos si se incor-
del aguador junto con su familia comiendo a la vez sostener la supremacía de los espa- poraron al estudio universitario o se casaron
tamales se repite en otras series. ñoles y cómo se resolvieron estas contradic- con cónyuges de mayor rango económico, su
Así, observamos como estos dos cuadros, ciones. También, cuáles fueron realmente calidad fue movible. Aunque cabe recordar
con imágenes aparentemente idílicas, com- los intereses de los pintores en su quehacer que si bien la mayoría de interrelaciones ra-
parten un punto de vista de la estratificación artístico y hasta qué punto contribuyeron en ciales eran aceptadas, de todas éstas, la mez-
social. Cabe destacar que si bien los pintores, esta construcción de la imagen de una socie- cla más temida fue la de indios con negros,
como Cabrera, trataron de abarcar todas dad estratificada, ya que las pinturas de cas- incluso se planteó su prohibición aunque sin
las mezclas, casi no se presentó a la española tas no fueron conocidas por la mayoría de éxito, lo anterior porque ser negro y particu-
como protagonista, y por eso en el primer la población en su momento de producción. larmente mulato, “significaba padecer infa-
cuadro de Cabrera es la mujer india, hija Bermúdez hace incapié en cómo actual- mia” (Bottcher, 2011: 205).
de caciques, la que está junto al español para mente el problema de la otredad persiste en La apariencia se convirtió en una forma
dar origen al mestizo. la medida que: “El otro no sólo se nos apare- de ver la calidad de las personas, de ahí que
Esta serie muestra las cualidades que ce como extraño y diferente sino que a veces el aspecto económico era determinante; de
mencionaba Efraín Castro de destacar no- hasta como menos humano o inhumano por ahí que los indios y los negros se pintan como
tablemente por su tema, las castas y por el completo (63)”. Aunque en las pinturas de pobres, sin prosperidad, desarrollando una
cuidado que puso el artista “en representar castas pareciera que se planteaba lo contra- imagen miserable de éstos en contraposi-
los detalles de indumentaria y objetos, que rio, al reconocer a las castas como parte del ción con la opulencia del español.
le dan un carácter realista y veraz” que con- devenir social novohispano; llama la atención Los indios siempre aparecen en las obras
trastaba con la amplia producción de pintura que los personajes no dejan de ser personas, de los cronistas como seres ingenuos que de-
religiosa, donde “las representaciones de te- pero están supeditadas a un complicado mo- ben ser protegidos, idea que se reforzó con
mas profanos y civiles son en verdad escasas delo de sometimiento. la Ilustración y el mito del buen salvaje, no
(Castro, 1983: 3), aunque como se comentó Esta interpretación visual de la estratifica- obstante, en los hechos, como lo atestiguan
en realidad constituyen una pintura de géne- ción social en el siglo xviii supone una docu- las pinturas de castas, se diferenció la calidad
ro de castas porque representan personajes mentación de su realidad, pero justamente humanística del español o criollo en oposi-
en ambientes familiares y cotidianos. como afirman estudios hermenéuticos “un ción al salvajismo o ingenuidad indígena; por
Si bien todas los personajes de la serie momento histórico debe analizarse en el mar- ello, incluso en la actualidad, el estudio de la
aparecen como posando, de manera que su co del contexto que lo originó (Bermúdez: 63)” pintura de castas sigue siendo necesario para
representación resulta un tanto artificiosa, los a fin de tener una comprensión de su razón abrir posibilidades diversas en torno a la com-
elementos compositivos nos permiten apre- de ser. En un periodo donde la diferencia era prensión del otro y al diseño de su imagen.
ciar las intenciones del pintor al expresar su la constante, resulta fundamental conocer
propio punto de vista de la estratificación cómo se veían a los otros, a los diferentes a Bibliografía
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miento de castas en 53 grupos (García, 1989) dos: José Bernardo Couto (1803-1862) y José
4
Agradezco las recomendaciones en el uso de retícula y habla de un pensamiento clasificatorio moti- Joaquín Pesado (1801-1861)”. Historia Mexica-
ortogonales a Irene Pérez Rentería e Ixek Violeta Rivera. vado, quizá, por las clasificaciones taxonómi- na, lxi (1) julio-septiembre: 163-230. México:

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