Cuatro amigas se han ido a hacer un picnic en la montaña y mientras se tomaban un trozo

de tarta, una de ellas dice.

-mmm… Que rico pastel, !¿me puedes dar la receta?!
-Me encantaría dártela pero no puedo, porque es de mi abuela y es un secreto familiar.
-Entonces cuando tu abuela no esté se podrá perder la receta.
-No porque pasará a mi madre, y de mi madre a mi.
-Entonces cuando la tengas tú, ¿nos la darás?
-No podré, porque ya os he dicho que es un secreto familiar.
-Entonces si todos nos guardamos información,¿ como avanzaremos en esta vida?
-!pues vaya todo por un pastel!
-Es que este no es un pastel cualquiera, sino el pastel más rico que hemos probado.
Pero es cierto que a raíz de esta conversación ha surgido una pregunta que es muy
interesante, la cual es ¿por qué no compartimos nuestro saber con los demás?
De hecho todos vamos a la escuela donde el maestro o maestra nos ha enseñado todo lo
que saben.
-Vale vale.., pero si comparto la receta ya no seré diferente a vosotros.