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Foja 293.- doscientos noventa y tres.

Rol C-911-2011
Carátula: Lioi Di Caro Maria con Angulo Budge Eduardo
Materia: Reivindicación

Casablanca, a trece de mayo de dos mil diecisiete.


Visto:
A fojas 21 comparece Maria Eugenia de Lourdes Lioi Di Caro,
ingeniero comercial, domiciliada en Santiago, Comuna de la Reina, calle
Isaac Arce 171, personalmente y en representación de don Nicolás José Lioi
Di Caro, ingeniero civil, de su mismo domicilio, quien interpone demanda
de reivindicación en contra de don Eduardo José Angulo Budge, ignora
profesión u oficio, domiciliado en la Parcela siete de la parcelación del
fundo El Batro, comuna de Casablanca, y en Viña del Mar, calle cuatro
Norte número 675, departamento 31.-
A fojas 30 se notificó de conformidad al artículo 44 la demanda al
demandado.
A fojas 53 el demandado contestó la demanda pidiendo su rechazo
y, en el Primer Otrosí, interpone demanda reconvencional de prescripción
adquisitiva.
A fojas 94 el demandante evacuo la réplica.
A fojas 99 la demandada evacuó la duplica.
A fojas 132 se tuvo por contestada la demanda reconvencional en
rebeldía.
A fojas 134 se tuvo por evacuada la réplica reconvencional en
rebeldía.
A fojas 135 la parte demandante reconvencional evacuó la dúplica
reconvencional.
A fojas 142 se llevó acabo audiencia de conciliación, la que no se
produjo.
A fojas 146 se recibió la causa a prueba, rindiéndose la que consta
de autos.
A fojas 292 se citó a las partes a oír sentencia.
Considerando:
I. En cuanto a las objeciones de documentos:
Primero: Que a fs.53 la parte demandada objetó los documentos
acompañados por la demandante en el primer Otrosí del escrito de fecha
12 de septiembre de 2011, por los siguientes fundamentos: 1) Plano
corriente a fs.17 del expediente y acompañado por la demandante, por no
emanar de su parte no le consta su autenticidad, ni su integridad, sin
perjuicio de que no se corresponde con las posesiones materiales que se
están ejerciendo por los propietarios de las 15 parcelas que se contienen
en el refreído plano de subdivisión; 2) Fotocopias de las escrituras de
compraventa y cesión de derechos que rolan a fs. 6 a 16 de autos ya que,
por no tratarse de documentos originales, no le consta su autenticidad,
integridad, ni la sinceridad de los mismos; y 3) Croquis acompañado a fs.
20 del expediente, ya que no se trata de un documento oficial, no ha
emanada de su parte y, por lo mismo, duda de su autenticidad y la
sinceridad de los datos que contiene.
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Estimando que del mérito de los documentos objetados y de los


antecedentes de la causa no aparecen elementos que permitan considerar
que es efectivo que sean incompletos, no auténticos o que su contenido
sea falso, y que las demás consideraciones argumentadas por la parte
demandada dicen relación con el valor probatorio de cada uno, el que debe
ser determinado en forma exclusiva por el Tribunal, no siendo materia de
objeción, ésta deberá ser rechazada.
Segundo: Que en el segundo otrosí de fojas 99 la parte demandada
objetó el documento acompañado por la parte demandante en el segundo
otrosí de fojas 94, esto es, el informe pericial evacuado por el ingeniero
constructor Andrés Sendra Ramírez, evacuado en la causa Rol 7363-2004,
seguida ante este mismos Tribunal, en atención a lo establecido en el art.
156 del Código de Procedimiento Civil, ya que se trata de una prueba
rendida en un juicio que fue declarado abandonado.
Al respecto cabe considerar que no se está acompañando en la
actuación objetada el procedimiento abandonado sino que se acompaña un
documento privado emanado de un tercero, por lo que la alegación de la
parte demandada no es efectiva, y la objeción será desestimada, sin
perjuicio del valor probatorio que se le dé al instrumento en definitiva.
II. En cuanto a la demanda principal:
Tercero: Que a fojas 21 comparece Maria Eugenia de Lourdes Lioi Di
caro, ingeniero comercial, domiciliado en Santiago Comuna de la Reina,
calle Isaac Arce 171, personalmente y en representación de don Nicolás
José Lioi Di Caro, ingeniero civil, de su mismo domicilio, quien interpone
demanda de reivindicación en contra de don Eduardo José Angulo Budge,
ignora profesión u oficio, domiciliado en la Parcela siete de la parcelación
del fundo El Batro, comuna de Casablanca, y en Viña del Mar, calle cuatro
Norte número 675, departamento 31.
Funda su demanda en que, de los documentos que acompaña,
consta que los demandantes son los propietarios de la parcela doce del
plano de parcelación del fundo El Batro, comuna de Casablanca, provincia
de Valparaíso, Quinta Región, cuyos deslindes particulares, según sus
títulos y planos, son los siguientes: AL norte, parcela número once y parte
de la parcela número diez; Al Sur, camino interior que la separa de las
parcelas siete y ocho; Al Oriente, parcela número trece; y Al Poniente,
parcela número nueve. Los derechos antes referidos los adquirió doña
María Lioi, en parte por sucesión por causa de muerte, al obtener la
posesión efectiva de los bienes quedados al fallecimiento de su madre,
doña Maria Di Caro Castillo, la que se halla inscrita a fs.2011 vta. Número
2.730, del Registro de Propiedad de 1999 del Conservador de Bienes
Raíces de Casablanca, y la inscripción de herencia se halla inscrita a fs.
2012 vta. número 2.731 del Registro de Propiedad de 1999 del
Conservador de Bienes Raíces de Casablanca, en parte por compra de
derechos que hizo a don Nicolás Lioi Sciaraffia, según consta de la
escritura pública suscrita ante el Notario de Iquique, don Néstor Araya
Blazina, de 9 de julio de 2001, la que se halla inscrita a fs. 2058 vta,
número 3.609 del Registro de Propiedad del 2001 del Conservador de
Bienes Raíces de Casablanca, en parte por compra de derechos que hizo a
don Francisco Antonio Urrea Lioi, según consta de la escritura pública
suscrita ante el Notario de Santiago doña Maria Angélica Zagal Cisternas de
31 de diciembre de 2003, inscrita a fs.149 vta, número 235 del Registro de
Propiedad de 2004 del Conservador de Bienes Raíces de Casablanca y, por
último, por compra de derechos que hizo a doña Priscila Mercedes Lioi Di
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Caro, doña Jacqueline Beatriz Lioi Di Caro, doña Catalina Viviana Lioi Di
Caro y a doña Anabella del Carmen Liou Di Caro, según consta de la
escritura pública suscrita ante la Notario de Santiago doña Nancy de la
Fuente Hernández, de 10 de junio de 2003, inscrita a fs.149 número 234
del Registro de Propiedad de 2004 del Conservador de Bienes Raíces de
Casablanca. Por su lado, don Nicolás José Lioi Di Caro adquirió sus
derechos por sucesión por causa de muerte, al obtener la posesión efectiva
de los bienes quedados al fallecimiento de su madre doña Maria Di Caro
Castillo, la que se halla inscrita a fs. 2011 vta. Número 2.730 del Registro
de Propiedad de 1999 del Conservador de Bienes Raíces de Casablanca, y
la inscripción de herencia se halla inscrita a fs. 2012 vta. Número 2.731 del
Registro de Propiedad de 1999 del Conservador de Bienes Raíces de
Casablanca.
Expone que, luego de adquirir sus derechos, los actores concurrieron
a la referida parcela, observando que la situación material de la misma no
guardaba ninguna relación con sus títulos y plano, pues tenía menos
superficie de la que efectivamente corresponde; iniciaron las gestiones
tendientes a determinar esta situación, llegando a la conclusión que una
parte de su superficie estaba superpuesta por la parcela siete del mismo
plano. Tomaron conocimiento por el propietario de la parcela siete y,
además, poseedor material de la parcela ya individualizada, parcela doce,
don Eduardo José Angulo Budge, quien en principio manifestó buena
disposición en orden a estudiar y analizar la situación. Luego de un tiempo
relativamente breve el demandado reconoció que la parcela siete estaba
superpuesta sobre la parcela doce, manifestando que esta superposición se
debía a causas ajenas a su voluntad. En todo caso, el demandado junto con
reconocer en término explícitos la referida superposición, que en otras
palabras manifestó expresamente tener bajo su posesión parte de la
parcela doce, en la superficie reclamada, esto es 29,941 metros cuadrados,
de la que su representado y ella son los únicos y exclusivos propietarios,
planteó una solución que no es atendible, no es de su agrado, púes
naturalmente su intención es recuperar la superficie de la parcela 12, como
en derecho les corresponde.
Explican que, en consecuencia, pese al título inscrito en el Registro
pertinente del Conservador de Bienes Raíces de Casablanca, ya indicado,
no han podido ejercer las facultades inherentes al derecho de propiedad
que les asiste respecto de la ya aludida parcela doce, y que han tenido
oposición por parte del demandado que, pese a reconocer la superposición
de la parcela siete (bajo su posesión), sobre la parcela doce, ha
desconocido de hecho el ejercicio pleno del derecho de dominio que
ostentan sobre una superficie aproximada de 30.000 (treinta mil) metros
cuadrados, para ser más preciso 29.941 metros cuadrados,
específicamente todo el sector sur de la parcela doce que, en definitiva,
importan actos posesorios materiales evidentes, como lo es la ocupación
material, algunas construcciones menores y uso de la referida superficie de
terreno, situación de hecho que les impide el goce pleno y total de los
derechos que les asisten sobre la ya mencionada parcela doce, esto es, el
uso, el goce, y principalmente la disposición de toda la superficie, como los
habilita el derecho y los títulos que poseen.
Señalan que, para graficar con mayor claridad la situación expuesta,
adjuntan un croquis descriptivo de la situación, el que se entiende formar
parte de esta demanda, el retazo de terreno en posesión del demandado es
de una superficie de 29.941 metros cuadrados aproximadamente.
Reitera que el demandado ha reconocido la superposición descrita, y
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que planteó una solución que contempla la devolución de terrenos, sin


embargo esa propuesta no satisface sus pretensiones, toda vez que olvida
la existencia de un título inscrito, sus medidas, sus deslindes y lo
dispuesto en el artículo 2055 del Código Civil, que prescribe que contra un
título inscrito no tendrá lugar la prescripción adquisitiva de bienes raíces o
de derechos reales construidos en éstos, sino en virtud de otro título
inscrito, ni comenzará a correr sino desde la inscripción del segundo.
Creen que la claridad del texto legal ahorra todo tipo de comentarios y
argumentaciones.
De este modo, personalmente y en la representación que comparece,
viene en demandar de reivindicación respecto del retazo del inmueble
antes individualizado, de su dominio, esto es, de 29.941 metros
cuadrados, indicados y graficados en el croquis descriptivo que forma
parte de la presente demanda, en color naranja, y agrega que el actual
poseedor, don Eduardo José Angulo Budge, debe considerarse como
poseedor de mala fe, pues carece de justo título que ampare su actual
posesión sobre parte de la parcela doce, estando, además, en
conocimiento pleno que tienen un título legítimo y justo, que acredita y
respalda sus derechos sobre la totalidad de la parcela doce, no obstante lo
cual, permanece en posesión de parte de la parcela doce, con conocimiento
que no le pertenece.
Indica que, en la especie, concurren las exigencias legales para la
procedencia de la acción de dominio impetrada, esto es, que los
demandantes son los propietarios únicos y exclusivos de la parcela doce,
de la que no están en posesión material en toda su extensión y, por su
lado, el demandado sí está en posesión de una superficie de terreno de la
parcela doce, a cuyo respecto carece de título de dominio y de cualquier
otro título que lo habilite legítimamente para detentarlo como propietario,
poseedor o mero tenedor.
Por lo expuesto y de conformidad a lo dispuesto en los artículos 582
y siguientes, 700 y siguientes, 889 y siguientes, 1890 y 2595 del Código
Civil, y 253 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, solicita, en
definitiva, acoger la demanda, declarando: A) Que la parcela doce del plano
de parcelación del fundo El Batro, Comuna de Casablanca, ya
individualizada, es de dominio exclusivo de los actores y, por consiguiente,
que el demandado no tiene derecho alguno de dominio sombre ésta, o
sobre un retazo de la misma, debiendo cancelarse la inscripción
conservatoria, si la hubiere; B) Que el demandado les debe restituir la parte
del inmueble reclamado que ocupa, ya individualizada, y que alcanza a
29.941 metros cuadrados, la que se graficó en croquis adjunto, elaborado
por el construmensor don Guillermo Rojas Aravena; C) Que el demandado
les debe indemnizar por todos los deterioros que, por sus hechos o chulpa
a sufrido la cosa, reservándose el derecho de pedir la determinación y
monto de los deterioros y perjuicios en el cumplimiento del fallo; y D) Que
el demandada debe pagar las costas de la causa.
Cuarto: Que a fs. 53 la parte demandada contestó la demanda de
reivindicación deducida, solicitando que sea rechazada en todas sus partes,
con expresa condenación en costas.
Expone que los demandantes demandan la reivindicación del predio
que les pertenece, la Parcela número 12 del plano de parcelación del Fundo
El Batro, comuna de Casablanca, provincia de Valparaíso, Quinta Región,
que tiene según sus títulos y plano, que supone debe referirse al plano de
subdivisión archivado bajo el número 2 al final del Registro de Propiedad
de 1955 del Conservador de Bienes Raíces de Casablanca, los deslindes
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particulares que indican: al NORTE, parcela número once y parte de la


parcela número diez; Al SUR, camino interior que separa de las parcelas
siete y ocho; al ORIENTE, parcela número trece; y al PONIENTE, parcela
número nueve. Sin embargo, señala que en los títulos no se especifican los
metros de los deslindes, lo que hace imposible determinar la superficie de
la parcela, sin entrar previamente a determinar e interpretar la escala en
que fue confeccionado el referido plano; individualización de superficie
que tampoco expresan los demandantes en su libelo, aun cuando
reivindican por 30.000 metros. Agrega que tampoco expresan los
demandantes determinadamente cual es la porción de terreno singular que
reivindican, expresando su ancho, largo y superficie; ni menos qué parte
de su predio específicamente se encuentra supuestamente invadido por el
demandado, lo que hace improcedente la acción reivindicatoria que alegan.
Añade que el camino que según el plano de subdivisión separa las
parcelas 8, 7, 5 y 1 de las parcelas 13, 12 , y 9, no existe, ha sido ocupado
por los parceleros, o ha sido vendido, de tal manera que el deslinde Sur de
la parcela 12 de los demandantes no existe a la fecha, cuestión que
corrobora la falta de requisitos exigidos por la ley para reivindicar.
En este punto, señala que nuestros tribunales superiores de justicia
han resuelto, conforme a lo prescrito en el artículo 889 del Código Civil,
que sólo se pueden reivindicar las cosas singulares, esto es, aquellas que
estén clara y específicamente determinadas. No es posible, como pretende
la demandante, entregar al juez la determinación de lo que se reivindica.
Destaca que con fecha 27 de diciembre de 2004, los demandantes
dedujeron en mi contra de su parte la misma acción que hoy intentan,
juicio que se ventiló bajo el rol número 7363-2004, caratulado "LIOI DI
CARO MARÍA EUGEN1A Y OTRO CON ANGULO", y que terminó por
sentencia de abandono recientemente con fecha 2 de marzo de 2011,
ratificada por la Ilma. Corte de Apelaciones con fecha 2 de junio de 2011.
En cuanto al plano de subdivisión agregado con el N° 2 al Registro de
Propiedad del año 1955 del Conservador de Bienes de Casablanca,
referente de los títulos e inscripciones que invocan las partes, explica que
la realidad de la subdivisión de la parcelación el Batro es dramáticamente
incierta, los sitios resultantes de la subdivisión fueron teóricamente 15, de
superficies variables, por sobre los 30.000 metros cada uno de ellos, con
demarcaciones arbitrarias, que han hecho que, referidos al plano,
aparezcan vendidos más sitios de los contemplados en él y, además, que la
posesión real que se está ejerciendo por los diversos propietarios no
guarde relación con los deslindes que corresponden a los sitios,
superponiéndose unos con otros en la mayoría de los casos, y acarreando
con ello el consiguiente problema de inscripciones paralelas.
Señala que consta de los documentos que acompaña que el año
1982 el demandado adquirió el dominio de la parcela número 7 de la
parcelación El Batro, sector Las Tablas, comuna de Casablanca, cuya
superficie es de aproximadamente 50.000 metros de terreno, según
títulos, por lo que, en primer lugar, debe quedar claro que no está
ocupando una superficie superior a lo que su título autoriza, es decir, no se
ha apropiado de terreno alguno mediante la fórmula de adicionar a su
parcela los 30.000 metros que reclaman los demandantes. Como segundo
aspecto, señala que desde el año 1982 el señor Angulo ostenta la posesión
inscrita de la parcela 7, como asimismo la posesión material de ésta, la que
he ejercido de manera tranquila, pacífica e ininterrumpida. En tercer lugar
expresa que, de haber una superposición de terrenos, otro propietario
colindante a la parcela siete, que le pertenece al demandado, estaría
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ocupando a su vez los terrenos que corresponderían a ésta, como


asimismo otros los de aquel y así sucesivamente. Lo anterior haría
necesario el ejercicio de tantas acciones reivindicatorias como propietarios
existen para regularizar sus posesiones, motivándose para ello
interminables juicios, alejándonos con ello de la lógica elemental del
derecho que es evitar la incertidumbre, de ahí la existencia de la
prescripción.
Ante lo expuesto, asegura que lo más sensato y justo es que, previo
a la acción reivindicatoria, se proceda a la demarcación de todas las
parcelas contenidas en el plano de subdivisión, pues claramente no hay
duda que los demandantes son dueños de la parcela número 12, como así
tampoco se ha discutido el dominio que el demandado tiene sobre la
parcela número 7 y, en el mismo sentido, tampoco hay discusión respecto
de la propiedad de las otras parcelas, debiendo entonces sus deslindes.
Expresa que la eventual superposición de la parcela siete que
pertenece a su parte no alcanza ni puede alcanzar a los expresados 30.000
metros cuadrados que alegan los demandantes, pues la parcela doce de su
propiedad estaría ocupada en parte por los propietarios de las parcelas 8,
13, 11, 10 y 9, los que aún no han sido demandados. Por su parte, señala
que el señor Angulo es propietario con título debidamente inscrito. En
efecto, consta de copia autorizada de escritura pública de fecha 9 de
diciembre del año 1982 suscrita ante el notario de Valparaíso don Eduardo
Bravo Ubilla, que compró a doña Magdalena Fath Perder la parcela siete de
la hijuela denominada "A" del Fundo El Batro, incorporada en el plano
protocolizado a fojas número dos al final del Registro de Documentos
Públicos del Conservador de Casablanca el año 1955, de más de 50.000
metros cuadrados, con los siguientes deslindes: AL NORTE, con camino
interior del Fundo El Bato; AL SUR, con parcela número seis; AL ORIENTE ,
con parcela número siete; Y AL PONIENTE, con parcela número cinco. El
título se inscribió a mi nombre a fs. 1529 N° 2662 del Registro de
Propiedad del año 1982 que lleva el Conservador de Bienes de Casablanca.
La venta se hizo como cuerpo cierto, y el predio se entregó al demandado
debidamente cercado y cerrado, ocupando el mismo lugar físico que ahora
ocupa, ni un metro más allá o más acá, situación que se ha mantenido
invariable desde la compra que fue el año 1982, aún más, si se agrega la
posesión de sus antecesores en el dominio, la situación se mantiene
inalterable desde el año 1957 a lo menos.
Reitera que la acción reivindicatoria requiere que exista una
indispensable singularidad y determinación del objeto cuyo dominio se
pretende y cuya posesión indebida por el demandado se denuncia (Arts.
889 y 892 de Código Civil), requisito que no se da en el caso presente, ya
que entre, otras omisiones, los demandantes no han señalado el ancho,
largo, ni la superficie del terreno que reivindican, ni tampoco qué parte
específica de su predio aparece amagado por la posesión material del
demandado. En efecto, los títulos e inscripciones citados por la contraria
no establecen por sí mismos, en forma directa, los deslindes, como así
tampoco los metros de la parcela 12, cuestión que claramente impide
determinar con certeza su superficie. Asimismo, se ha indicado que se
reivindican 29.941 m2 pertenecientes a mayor extensión que conforma
toda la parcela 12, no obstante, tampoco se aportan datos precisos sobre
límites y medidas que permitan individualizar, sin lugar a dudas, el paño
de terreno que reclaman. Ante esto, señala que se debe concluir que los
demandantes no tienen un dominio cierto sobre la propiedad que
reivindican, ya que existe una razonable duda sobre la ubicación exacta de
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aquella y sobre la ubicación de la propia parcela 12, y del curso y vigencia


de los deslindes actuales de los predios. Por lo anterior, entiende que,
previo a la reivindicación, es necesario establecer con claridad las medidas
y deslindes de todas las parcelas individualizadas en el plano del año 1955.
En este contexto, el artículo 842 del Código Civil da derecho al dueño de
un predio a que se fijen los límites que los separan de los predios
colindantes, pudiendo exigir a los respectivos dueños que concurran a ello.
Al respecto cita fallos dictados por le Excma. Corte Suprema.
En relación a las conversaciones que se mantuvieron entre los
demandantes y el demandado, a fin de superar los eventuales problemas
de deslindes existentes, relata que en el año 1994, la señora Lioi concurrió
hasta su domicilio para manifestarle que a su propiedad le faltaban metros
y que existía un problema de deslindes respecto de todas las parcelas. En
dicha oportunidad el demandado le manifestó que tenía título inscrito de
su parcela desde el año 1982, fecha desde la cual vive en ella, sin jamás
haber recibido reclamo de los dueños anteriores de la parcela 12, como así
tampoco de los propios demandantes que manifestaron haber adquirido el
año 1999, pero que mantuvieron absoluta inactividad hasta el año 2004.
Asimismo, el señor Angulo le hizo presente que los límites de su parcela y
la superficie no han variado desde la época en que la compró. Finalmente,
le hizo saber su buena disposición para buscar una solución que
involucrara a los demás vecinos, pues dieron por establecido que el plano
de subdivisión que ampara los títulos de las 15 parcelas de la parcelación
"El Batro" no concuerda con la realidad de las posesiones que se ejercen.
Sin embargo, dichas conversaciones no obligan a las partes, no tienen ni
pueden tener un carácter vinculante entre ellas, a menos que hubiere
revestido el carácter de una formal transacción. El ejercicio de acciones
judiciales por los demandantes, por sí mismas, dejan sin efecto todas las
gestiones que se hubieren realizado sobre la materia objeto de este juicio,
careciendo de validez las opiniones y proposiciones extrajudiciales que se
hubieren emitido, y su parte se limita ahora a los planteamientos,
alegaciones, excepciones, solicitudes y demandas que expresa dentro del
presente juicio.
En cuanto a la indemnización demandada, en el caso hipotético e
improbable que se diera lugar a la reivindicación, y siendo un poseedor de
buena fe, el demandado deberá ser indemnizado por los demandantes de
todos los perjuicios que sufra, conforme a las normas sobre prestaciones
mutuas de los artículos 904 a 915 del Código Civil, a regularse en su forma
y monto a la ejecución del fallo. En estos términos, rechaza la petición de
indemnización de perjuicios efectuada por la contraria.
Concluye señalando que: 1.- La acción reivindicatoria interpuesta es
improcedente, debiendo previamente ejercerse la de demarcación prevista
en los artículos 841 y 842 del Código Civil, demarcación que debe
comprender todas las parcelas de la subdivisión El Batro comprendidas en
el plano N°2 del Registro de Propiedad del año 1957 del Conservador de
Bienes de Casablanca; 2.- La acción reivindicatoria es improcedente
porque no está determinado por los actores singularmente la parte del
predio que estaría afectado por la posesión material del demandado,
requisito indispensable para poder ejercer dicha acción; 3.- En caso
improbable de acogerse la acción, debe regularse la indemnización que
favorece a nuestro representado conforme a las normas de las prestaciones
mutuas y rechazarse la indemnización pedida por la contraria.
Opone la excepción de prescripción adquisitiva ordinaria o, en
subsidio, extraordinaria, en forma subsidiaria a todas las excepciones y
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alegaciones formuladas precedentemente, opongo a la demanda la


excepción de prescripción, fundada en que el demandado es actual
poseedor inscrito y material de la porción de terreno que se pretende
reivindicar por el actor, abarcando su posesión a lo menos 30 años, pues
adquirió el dominio, según consta de la copia de escritura y la copia de
inscripción de dominio, en el año 1982, fecha desde la cual, además, vive
en la propiedad, por lo que se reúnen en él la posesión inscrita y material.
A mayor abundamiento, si el señor Angulo agrega a su posesión la de sus
antecesores, conforme lo autoriza el artículo 717 del Código Civil, lo que le
permite gozar de un tiempo posesorio ininterrumpido y pacífico que en
unión de los demás requisitos legales, hace posible que adquiera,
indiscutidamente, por prescripción adquisitiva el inmueble, dado el
supuesto hipotético que tal dominio no lo hubiera adquirido por el modo
tradición en virtud de los negocios traslaticios que le atribuyeron o
pudieron haberle atribuido dominio. La posesión que alega tanto inscrita
como material a partir del año 1982, es regular, como así también lo es la
que se agrega en virtud de los Arts. 717 y 2.500 del Código Civil, por lo
cual tiene derecho a la prescripción adquisitiva ordinaria de cinco años y,
para el evento de falta a alguno de estos requisitos, a la extraordinaria de
10 años del Art. 2.510 del mismo Código.
En virtud de tal adquisición por usucapión, los actores carecen de
acción reivindicatoria en virtud de lo prevenido en el Art. 2.517 del Código
Civil, por cuanto toda acción por la cual se reclama un derecho se extingue
por la prescripción adquisitiva del mismo derecho, y señala que deberá,
entonces, en definitiva, acogerse esta excepción perentoria, en caso de
desestimarse las otras alegaciones hechas por esta defensa.
Quinto: Que a fojas 94 la parte demandante evacuó el trámite de la
réplica, exponiendo lo siguiente:
La contestación de la demanda alude a una eventual indefinición o
inexactitud de la superficie de terreno que se pretende reivindicar, es decir,
se alega falta de singularización, lo que no es efectivo, pues, si bien es
cierto se alude a una superficie cercana a 30.000 metros cuadrados, no lo
es menos que se señala que, concretamente, se trata de una superficie de
29.941 metros cuadrados, y se señala una superficie aproximada por
cuanto las medidas suelen tener variaciones, considerando los
instrumentos con que se mide, la persona que efectúa la medición, y un
elemento a considerar es el paso del tiempo entre la fecha de la
subdivisión y la actualidad, toda vez que ha transcurrido tal cantidad de
tiempo que los instrumentos utilizados entre una y otra época son muy
distintos, incluso más, puede haber existido una variación en el terreno
mismo que tenga influencia en las medidas.
Tampoco puede abstraerse de la discusión que tanto los títulos de la
parte demandante, como los de la parte demandada, que provienen de la
misma subdivisión, no aluden a superficies ni medidas. Dentro de tal
contexto cabe consignar que el deslinde NORTE de la parcela SIETE, de
propiedad del demandado, según sus títulos, es: "camino interior del fundo
El Batro"; por su parte el deslinde SUR de la parcela DOCE, de esta parte
demandante, es, también según sus títulos: "camino interior que lo separa
de las parcelas siete y ocho". En consecuencia, resulta manifiestamente
obvio que, según los respectivos títulos, la parcela SIETE deslinde al norte
con un camino, y que la parcela DOCE deslinda al sur con un camino, que
es el mismo a que alude el título de la parcela siete, y, por ello no resulta
errónea señalar que ambas parcelas son colindantes.
En los autos ordinarios sobre re vindicación, caratulados "LIOI DI
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CARO, MARÍA EUGENIA con ANGULO BUDGE, EDUARDO", rol No


7.363/2.004, de este mismo tribunal, seguidos entre las mismas partes, y
que dice relación con el mismo asunto debatido, en que se decretó
abandonado el procedimiento, se dispuso un peritaje, el que fue evacuado
por don Andrés Sendra Ramírez, y que, en términos simples, señala que la
parcela SIETE debe restituir o entregar el lote "E" del plano de peritaje, y
que la parcela DOCE debe recibir el lote "E" del aludido plano de peritaje.
En otras palabras, el señalado perito indicó con absoluta claridad, con
medidas y superficies cuál es el terreno de propiedad de la parte
demandante que se encuentra en posesión material del demandado, y que
debe restituir. Dicha superficie de terreno tiene las siguientes medidas: al
NORTE, en línea quebrada de dos parcialidades de 170 metros y 99
centímetros; al SUR, en línea recta de 273 metros; al ORIENTE, en línea
recta de 79 metros y 72 centímetros; y, al PONIENTE, en línea recta de 88
metros y veintiocho centímetros. Esta superficie, encerrada en las medidas
recién señaladas, es de 15.101 metros cuadrados.
Aquella superficie que, como se señaló, pertenece a la parcela DOCE,
de propiedad de la parte demandante, en posesión del demandado, es la
que, en definitiva, su parte reivindica respecto del demandado don Eduardo
Angulo Budge. Este retazo de terreno es el que el demandado posee
materialmente como si fuera parte integrante de la parcela SIETE.
Agrega que el demandado indica que el deslinde SUR de la parcela
DOCE no existe; y si eso es así, lo es por cuanto el demandado invadió
parte del inmueble de los demandantes, como ya se señaló.
En cuanto a que el demandado señala que el terreno de su propiedad
estaría siendo ocupado por otro propietario, y así sucesivamente, lo que
obligaría a interminables juicios de reivindicación, y plantea, como ejercicio
de sensatez, la demarcación previa del loteo, expone que, en primer
término, su parte recuerda al señor Angulo que los actores, antes del
ejercicio de la acción reivindicatoria, alrededor del año 1993, promovieron
una solución extrajudicial en que una de las alternativas era tal
demarcación, siendo aquello rechazado por el ahora demandado, y que tal
vez sea cierto que existe un problema de traslape, y que producto de
aquello varios propietarios se han visto afectados, la diferencia que a
alguno de ellos, como al señor Angulo, el problema se reduce a una
cuestión de emplazamiento, conservando su superficie, y a otros, el
desplazamiento territorial les ha significado la pérdida de superficie, como
es el caso concreto de los demandantes. Añade que, si al señor Angulo
Budge otro propietario le está ocupando su terreno (parcela 7)
sencillamente debe accionar en iguales términos como lo hacen los
demandantes o como él estime pertinente, es decir, debe actuar con
estricto apego y respeto a la institucionalidad vigente, y no tomar el
Derecho en manos propias.
En relación con el plano de subdivisión de la parcelación "El Batro",
a cuyos respecto la parte demandada le atribuye defectos, entre los cuales
menciona "demarcaciones variables" y posesiones reales que no guardan
relación con los deslindes de los sitios, es una situación de hecho que de
manera alguna puede esgrimirse como defensa válida; por el contrario,
esta situación es demostrativa del error de emplazamiento del terreno del
demandado.
En cuanto que el demandado alega que no ha adicionado 30.000
metros cuadrados a su parcela 7, y que no ocupa una superficie mayor a la
que su título lo autoriza, dice que esta alegación también debe ser
desestimada, pues el tema en conflicto no se reduce a la superficie de
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terreno que ocupe materialmente, sino a la ubicación de aquella superficie,


a su emplazamiento, pues sus títulos lo habilitan legalmente para ocupar
un determinado terreno, y que, en la especie, no es aquel que
materialmente ocupa en la actualidad, puesto que el demandado ocupa,
tanto en la superficie, deslindes y medidas, un retazo de terreno de los
actores, que corresponde a una parte de la parcela.
En cuanto a los fallos de la Excelentísima Corte Suprema citados,
señala que básicamente en ellos se alude a la susceptibilidad de la cosa
que se reivindica, al dominio del actor y la privación de la posesión
material de tal cosa.
En lo que dice relación con la singularización de la cosa que se
reivindica, reitera que se remite al informe pericial de don Andrés Sendra
Ramírez, evacuado en los autos ordinarios sobre reivindicación,
caratulados "LIOI DI CARO, MARÍA EUGENIA con ANGULO BUDGE,
EDUARDO", rol N° 7.363/2.004, de este mismo tribunal.
En cuanto a la indemnización de perjuicios pretendida por el
poseedor de buena fe, señala que aquello no es exacto, pues en la
contestación queda claro que el demandado tiene cabal conocimiento que
la parcela 7 se emplaza en un lugar distinto al que él está en posesión
material, de modo que reconoce en forma expresa estar en posesión de
terrenos que no son de su dominio, por lo tanto, es un poseedor de mala
fe, en los términos del artículo 706 del Código Civil.
El demandado opuso también excepción de prescripción, fundado en
que es poseedor inscrito y material, lo que no es cierto, pues la posesión
inscrita del demandado no es coincidente con la posesión material del
terreno de dominio de los demandantes, como lo admite en su escrito de
contestación, al referirse a dificultades del plano de loteo, que haría que
todas las parcelas se encuentren mal emplazadas. De conformidad lo
prescribe el artículo 728 del Código Civil, contra un título inscrito no se
adquiere posesión por quien se apodera de la cosa, ni pone fin a la
posesión existente. Es decir, no por el hecho que el señor Angulo, como lo
reconoce expresamente, se encuentre en posesión material de un retazo de
terreno que le pertenece a mis representados, puede adquirir el dominio
por prescripción. Añade que esta alegación es demostrativa del ánimo que
tiene el demandado, y que se traduce en una expresión inequívoca en
cuanto a que se encuentra en posesión de algo que no le pertenece y que
constituye una confesión judicial del derecho que les asiste a los actores.
Sexto: Que a fojas 99 la parte demandada evacuó el trámite de la
dúplica en relación a lo señalado en la réplica:
En cuanto a lo indicado por la demandante, relativo a la
singularización del terreno a reivindicar, mantiene plenamente lo
expresado en la contestación, por cuanto el artículo 889 del Código Civil
es categórico en indicar que solamente se puede reivindicar una cosa
singular, y en este caso particular, la contraria ha expresado que pretende
reivindicar una superficie de 29.941 metros cuadrados, sin embargo no
expresa los deslindes particulares y metraje específico del predio que
reclama, por lo que el libelo no se basta a sí mismo, y resulta imposible
que se pueda acceder a la acción reivindicatoria respecto de un bien que ni
siquiera se precisa con claridad en la demanda.
En cuanto a que en la réplica se sostiene que los títulos de las partes
no hacen referencia a superficies ni medidas, indica que esta declaración
refuerza la falta de singularización, ya que si la contraria reconoce que sus
títulos no hacen referencia a superficies ni medidas, esto es, si la parcela
12 en su totalidad no se encuentra debidamente precisada en los títulos,
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muchos menos entonces lo estará la superficie que se pretende reivindicar.


Aclara que no discute que las parcela sean colindantes, incluso
señaló que existiría un problema de eventual demarcación. Sin embargo, la
realidad de deslindes que pretende hoy hacer valer la contraparte y que
figura en el plano del año 1955, es totalmente distinta en el terreno, y lo
fue desde el principio, es por ello que ha venido alegando que hace más de
30 años el demandado compró el lote 7 con la ubicación y deslindes que es
posible apreciar hasta el día de hoy, no ha corrido cercos ni ha tomado
terrenos, aquello que le fue vendido es lo que ocupa.
En cuanto al peritaje evacuado en la causa rol 7363-2004, reitera
que dicho procedimiento terminó por abandono decretado por el Tribunal,
por lo que en conformidad a lo establecido en el artículo 156 del Código de
Procedimiento Civil, la contraria ha perdido el derecho de hacer valer aquel
proceso y todas las pruebas rendidas en él, en esta nueva causa. No
obstante, hace presente que el peritaje aludido fue objeto de importantes
objeciones que claramente hacían que lo concluido por el profesional,
careciera de mérito y rigurosidad técnica.
Señala que la contraparte reconoce que existiría un problema de
traslape o superposición de terrenos e inscripciones simultáneas, es decir,
que en la parcelación del fundo El Batro, todos los propietarios tendrían
posesión inscrita pero, además, una posesión material por más de 30 años
que no coincide con el plano original inscrito en el Conservador de Bienes
Raíces de Casablanca, indeterminación que nuestro Código Civil repudia
razón por la cual confiere a quienes han ocupado estos terrenos con ánimo
de señor y dueño, realizando actos efectivos de posesión, la posibilidad de
adquirir por medio de la prescripción. La solución que propone la
demandante principal, en cuanto a que todos los parceleros debieran
embarcarse en juicios reivindicatorios es impracticable, sin perjuicio de que
mantendría en el tiempo la falta de certeza que el Código subsana
mediante la prescripción.
Niega haber reconocido en la contestación que el demandado se
encuentra ocupando una parte de la parcela 12, sino que señaló que la
realidad referida en el plano original de loteo no coincidió jamás con lo que
existía en el predio y que el Sr. Angulo, al tiempo comprar la parcela 7,
esta se emplazaba en el mismo lugar que ocupa en la actualidad, por lo
que en su calidad de dueño posee y ha poseído en el tiempo solamente
aquello que compró y que le fue entregado por su vendedora, sin extender
sus límites a otras zonas o parcelas. Por esta razón, en el caso hipotético
re la parcela 7 se encontrara superpuesta a otra, sería un poseedor de
buena fe en los términos del artículo 706 del Código Civil.
Respecto de la afirmación de que es falso que el demandado sea
poseedor inscrito y material, pues ambas posesiones no coinciden, señala
que si se examinan los títulos del señor Angulo, se puede ver que lo que
adquirió no es otra cosa que la parcela número 7, cuya extensión y límites
son y han sido los mismos desde la entrega, esto es, compró la parcela 7
por la cual ostenta un título inscrito y por tanto posesión inscrita, sin
perjuicio de que, además, ha poseído materialmente el terreno de manera
pacífica y tranquila por 30 años, dentro de los límites que ya ostentaba al
tiempo de la adquisición y que han permanecido inalterados.
Séptimo: Que, llamadas las partes a conciliación, ésta no se produjo
y a fojas 146, y modificación de fojas 160, se recibió la causa a prueba,
fijándose como hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos, los
siguientes: 1.- Cabida y deslindes del inmueble ubicado en la Parcela 12,
Fundo El batro, Comuna de Casablanca, de propiedad de los demandantes
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principales; 2.- Efectividad que la parcela 7 del mismo Fundo El Batro, de


propiedad del demandado principal, se encuentra superpuesta a la parcela
12, de conformidad a sus respectivos títulos y en aquella parte que se
pretende reivindicar; 3.- Efectividad que el demandado principal se
encuentra en posesión material de una parte de la parcela 12 de propiedad
de los demandantes. En la afirmativa, época de inicio de dicha posesión y
características. Identidad de dicha parte en relación a la que reclaman de
reivindicación los demandantes principales; 4.- Efectividad de haber
sufrido deterioro la parte que se pretende reivindicar por hecho o culpa del
demando principal.
Octavo: Que la parte demandante, a fin de acreditar los fundamentos
de su acción, rindió la siguiente prueba:
Documental:
1.- Copia autorizada de la cesión de derechos con certificado de
dominio vigente del inmueble ubicado en el Fundo El Batro, que
corresponden al cedente de la Parcela doce, inscrito a fs. 2058 vta. N°
3.609, del Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de
Casablanca, del año 2001 (fs. 1).
2.- Copia de la inscripción de la posesión efectiva inscrita a fs.2011
vta. Nº 2730 del Registro de Propiedad de 1999 del Conservador de Bienes
Raíces de Casablanca. (fs. 2).
3.- Copia autorizada de la inscripción especial de herencia inscrita a
fs.2012 Nº 2371 del Registro de Propiedad del 1999 del Conservador de
Bienes Raíces de Casablanca. (fs.3).
4.- Copia autorizada de la cesión de derechos inscrita a fs.149 Nº
234 del Registro de Propiedad del año 2004, del Conservador de Bienes
Raíces de Casablanca (fs.4).
5.- Copia autorizada de la cesión de derechos, inscrita a fs, 149 vta.
Nº 235 del Registro de Propiedad de 2004 del Conservador de Bienes
Raíces de Casablanca. (fs. 5).
6.- Copia simple de la escritura de compraventa de derechos que se
hizo a don Nicolás Lioi Sciaraffia, suscrita ante el Notario de Iquique don
Néstor Araya Blazina de 9 de Julio de 2001 (fs. 6 y 7).
7.- Copia simple de la escritura pública de compraventa de derechos,
suscrita ante la Notario de Santiago doña María Angélica Zagal Cisternas de
31 de diciembre de 2003 (fs. 8 y 9).
8.- Copia simple de la escritura pública de compraventa de derechos
suscrita ante el Notario de Santiago doña Nancy de la Fuente Hernández de
20 de junio de 2003 (fs. 10 a fs.16).
9.- Copia del plano de subdivisión archivado bajo el Nª 2, al final del
Registro de Propiedad de 1955 del Conservador de Bienes Raíces de
Casablanca. (fs. 17).
10.- Copia simple del Mandato especial de don Nicolás Lioi Di Caro
ante la Notario doña Mercedes Moreno Güemes suplente del titular don
Camilo Valenzuela Riveros de 29 de enero de 1999(fs. 18 y 19, Fs. 43 a fs.
46).
11.-Copia simple del croquis de la parte de la parcela doce que el
demandado se encuentra en posesión. (fs.20).-
12.- Copia del Peritaje efectuado por don Andes Sendra Ramírez en la
Causa Nª 7363-2004 de este mismo tribunal entre las mismas partes de
fecha 10 de enero de 2008 y 17 de Octubre de 2007 (fs. 79 a 90),
13.- Tres planos confeccionados por el Perito Andrés Sendra Ramírez,
en la causa 7.363-2004 (fs. 91,92 y 93
14.- Carta fechada el 30 de marzo de 2001, remitida por don Eduardo
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Angulo Budge a doña Maria Eugenia Lioi Di Caro (fs.188 a 190).-


Causa a la vista:
A fs. 183 se ordenó traer a la vista la Causa 7363-2004 caratulada
LIOI DI CARO MARIA EUGENIA CON ANGULO BODGE EDUARDO, sobre
reivindicación, la que terminó por sentencia de fecha dos de marzo del dos
mil once, en donde se declaró abandonado el procedimiento, que fue
confirmada por la Ilma. Corte de Apelaciones de Valparaíso con fecha 7 de
junio de 2011.
Noveno: Que la parte demandada rindió la siguiente prueba:
Documental:
1.- Copia de escritura de 9 de diciembre de 1982 suscrita ante el
notario de Valparaíso Eduardo Bravo Ubilla en virtud de la cual el
demandado de autos compra y adquiere para sí la parcela 7 de la
parcelación Fundo El Batro a doña Magdalena Fath Perrier.
2.- Copia de inscripción de dominio de la parcela 7 a nombre del
demandado de autos en el Conservador de Bienes Raíces de Casablanca a
fojas 1529 N° 1662 del Registro de Propiedad del año 1982.
3.- Plano agregado bajo el N° 75 al final del Registro de Propiedad
del año 1981 en el Conservador de Bienes Raíces de Raíces de Casablanca
(fs. 171).
4.-Plano protocolizado bajo el Nº 2 al Final del registro de Propiedad
del año 1955 (FS.172).-
5.-Plano agregado bajo el Nº 40 AL FINAL DEL Registro de Propiedad
del año 1983 fojas 555. (fs.173) y
6.- Plano agregado bajo el Nª 143, al final del Registro de Propiedad
del año 1988. (fs.174).-
Testimonial:
1.- Comparece don Carlos Hernán Carreño Zamora, Run 5.565.162-
0, domiciliado en el Fundo El Batro s/n, Camino a Quintay de Casablanca,
pensionado, quien expone al punto segundo de la resolución que recibió la
causa a prueba, que es probable porque todas esas parcelas están corridas,
pero lo que sabe él compro 5 hectáreas cercadas se las compró a la señora
Magdalena Fath el año 1982, primero construyo una casa chica e hizo un
pozo, y ahí tiene plantados árboles nativos, después el año 1995 construyo
la casa grande, hizo piscina, tiene una bodega y unas caballerizas, esta es
la parcela 7 y está ubicado en el plano 54 Fundo El Batro, y estas parcelas
están todas corridas, y la parcela 7 está superpuesta con la parcela 12, que
él compro así mismo, como estaba, esto le consta, porque son vecinos y él
es del Batro. Aclaró que la parcela 7 son 5 hectáreas, que le consta que el
señor Angulo compró esa parcela ya cercada y que dichos cercos no han
sido corridos hasta hoy como vecino, conocen todo el sector y se da cuenta
que no han sido nunca corridos los cercos, que en el cerco que rodea la
parcela 7 hay una parte con alambres y otro sector con varas, y que la
parcela 12 no ha sido nunca cercada. Contrainterrogado señaló que no
sabe cuál es la superficie de dicha superposición de una parcela sobre otra,
y que sabe que lo están porque están todas las parcela corridas, y que
porque ahí había un camino interior y ahora no existe, ese camino se habla
cuando hicieron el aparcelamiento y después se perdió. Al punto tres del
auto de prueba, dijo que lo supone porque está todo corrido, eso tendrían
que medirlo, sabe que el demandado tiene los 50.000 metros, cuando él
compro con esa dimensión, el año 1982, él construyo esa casa chica y un
pozo, planto árboles nativos y después construyo el año 1995, la casa
donde vive él actualmente, construyo una piscina y tiene unas bodegas y
caballerizas, eso es lo que se ve. Esto le consta, porque vive ahí. Aclaró que
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sabe que el señor Angulo compro 50.000 metros cuadrados porque


compro cercado eso, dijo que era vecino del sector cuando se cercó la
parcela del señor Angulo, y que no había otras parcelas cercadas,
colindantes con la parcela 7, que esa parcela la cercó la señora Magdalena
Fath.
2.- Comparece don José Manuel Antonio González Vásquez, Run
9.553.994-7, domiciliado en El Batro, Parcela 4 Quintay de Casablanca,
agricultura, quien expone al punto segundo de la resolución que recibió la
causa a prueba, que conoce a don Eduardo Angulo desde cuando compro y
que toda parcela están todas corridas, cuando el compro, le compro a la
señora Magdalena Fath, el compro en el año 1982, él compro 5 hectáreas y
esto estaba todo cercado, tal como está ahora, él cuando compro hizo una
casita de veraneo, hizo un pozo, planto árboles nativos y los álamos,
después en el año 1995, hizo la casa grande, la piscina, esto está ubicado
en el Fundo El Batro, el testigo es nacido y criado y es vecino de él. Aclaró
que le consta que el señor Angulo ya compro la parcela cercada y que esos
cercos no se han corrido durante el tiempo porque trabaja cerca y se ven y
están donde mismo, que las parcelas están todas corridas como la 8 y la 6,
y cuando se vendió había un camino alternativo y ahora no está, que en la
12 nunca sea hecho nada, hasta el día de hoy está igual, que el loteo del
Fundo El Batro se hizo el año 1955, que no sabe cuál es la superficie de
superposición de la parcela 7, sobre la 12. En cuanto a sobre que deslinde
o punto cardinal se produce la superposición, dijo que está la parcela 8, la
6 y la 5 y la parcela 7 estaría en el medio. Se le exhibió el plano de fojas
172 y dijo que reconoce las parcelas 7 y 12, se encuentran numeradas en
el plano, que el camino que aparece no existe, entre la 7 y la 12, que se ve
en el plano, están iguales la situación de las parcelas. En cuanto a punto
tres del auto de prueba, dijo que todas las parcelas están corridas, pero
cuando él compro estaba así, con alambre y varas y siempre se ha
mantenido así, antes que él comprara habían unos pinos y después él
compro puso árboles nativos, de ahí hizo la casita de veraneo, hizo el
pozo, hizo una caballeriza y después en el año 1995, hizo la casa grande y
piscina.
Confesional:
A fs. 199 declaró doña María Eugenia De Lourdes Lioi Di Caro, Run
6.012.307-1, al tenor del pliego agregado a fojas 197, y señaló que es
efectivo que es propietaria de la parcela 12, que es efectivo que el
demandado está ocupando una parte de esta parcela, que el plano original
está debidamente en el Conservador de Bienes Raíces, como le ha
verificado varias veces; que solo tiene problemas con el señor Angulo, y no
ha conversado con los otros propietarios de otras parcelas, que no ha
mantenido con las otras personas problemas de deslindes, que tiene
problemas con el señor Angulo solamente, que la superposición de la
parcela 7 con otras es problema del señor Angulo, ella solamente tiene
problemas con el señor Angulo, que no conoce otros planos y su plano es
el que está vigente en el Conservador de Casablanca, como ha verificado
varias veces, que su predio no está invadido por otras parcelas y sólo tiene
problemas con el señor Angulo, que no hay otros colindantes que ocupen
su parcela, eso está verificado, que no colinda con el señor Angulo sino
que con un camino interior que separa la Parcela 12 de la parcela 7, y no le
consta que él está ahí hace 25 años, que desconoce todo lo que el señor
Angulo puede tener en su parcela, que es efectivo que no han podido
ocupar la parcela, porque de las 5 hectáreas que son suyas el señor Angulo
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ocupa casi 3, que no le consta que el demandado haya hecho denuncias en


Carabineros; que su parcela está desocupada por la ocupación el
demandado, que no le consta lo que se pregunta sobre otros planos, y que
lo único que tiene entendido que el demandado es dueño de la parcela 7 y
ella de la 12 y que está separada por un camino interior.
Pericial:
1.- De fojas 251 a 259 evacúa informe el perito judicial doña Camila
Lagunas López, Geógrafo especialidad en geomática, que en su parte
conclusiva refiere que: A) La superficie aproximada que les corresponde a
las parcelas 7 y 12 de acuerdo a lo que expresan sus respectivos títulos y
atendiéndose al plano de parcelación archivado bajo el N° 2 al final del
Registro de Propiedad del año 1955 del Conservador de Bienes Raíces de
Casablanca, respecto del cual están basados es de 47.250 metros
cuadrados. B) La parcela 7 del demandado fue cercada y limitada en base a
los planos supuestamente modificatorios que se encuentran archivados
con los números 40 y 163 al final del Registro de Propiedad de los años
1983 y 1988 del mismo Conservador, respectivamente, encerrando una
superficie aproximada de 55,187 metros cuadrados, mayor que la que le
corresponde, según su título y C) La superficie aproximada que la parcela 7
le ha restado a la parcela 12 de la demandante es de 19.905 metros
cuadrados y la que le ha restado la parcela 13 ( o extensión de la parcela 8)
es de 7.268 metros cuadrados, lo que hace un total de menor superficie
ascendente a 26.973 metros cuadrados aproximadamente, en desmedro de
la demandante.
2.- De fojas 264 270 evacúa informe el perito judicial don Pablo
Curotto Berruezo, arquitecto, que en su parte conclusiva refiere que: La
conclusión que viene a exponer tiene relación con la superposición de la
parcela 7 de la propiedad del Sr. Angulo Budge, sobre la parcela 12 de
propiedad de la Sra. Maria Eugenia Lioi Di Caro. Camino proyectado según
plano del año 1955, En el plano que se adjunta se observa el
desplazamiento del camino proyectado en relación al camino actualmente
existente donde este tiene un ancho según plano de 33ml, esta medida no
se observa en terreno ya que este no ésta consolidado. El camino existente
o huella para acceso a las parcelas no corresponde al graficado en plano
del año 1955.- Superposición de parcelas: Según planos las superficies que
le corresponde a la parcela doce es de aproximadamente 48.689 m2 y la
superficie que le corresponde a la parcela siete es de 49.400 m2.La parcela
mencionada en el último punto se pudo observar en visita que está
ocupado superficie del camino proyectado y una superficie de la parcela
12, existiendo una ocupación con cerco, bodega y edificaciones. Para el
Perito es importante señalar que los planos revisados como el del año
1955 el de 1983 y el del 1988, no se encuentran aprobados por ningún
organismo público, solo tuvieron la inscripción en el Conservador de
Bienes Raíces correspondiente. Es preciso informar que la ley general de
Urbanismos y construcción y su ordenanza general datan desde el año
1959, que en unos de sus artículos como el 55 establece que toda
subdivisión que se establezca posterior al año de publicación de estas
leyes deberán ser aprobadas por un municipio o por el SAG, en el caso que
la subdivisión sea rural, para poder tener alguna inscripción en el
Conservador de Bienes Raíces.-Todo plano anterior a los años 1959, no
tenía reglamentación alguna. La superficie que en estos momentos la
parcela 12 no puede hacer uso y goce según muestra el plano adjunto es
de aproximadamente 27.130 m2 y la superficie ocupada en el camino
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proyectado es de 6387 m2 aproximado.


Decimo: Que de conformidad a la prueba rendida por ambas partes
es posible tener por acreditados los siguientes hechos:
1.- Que los demandantes son dueños de la parcela N° 12, de la
parcelación del Fundo El Batro, lo que consta de los documentos agregados
a fojas 1, fs. 2, fs. 3, fs. 4, fs. 5, fs. 6, fs. 8 y fs. 10, y descritos en el
motivo octavo.
2.- Que el demandado es duelo de la parcela 7 de la señalada
parcelación, lo que consta de los documentos agregados a fojas 49 y 52,
detallados en el motivo noveno.
3.- Que la parcela N° 12 deslinda al sur con un camino interior, de
conformidad a sus títulos, señalados en el numeral 1 que antecede, y en el
plano del año 1955 agregado a foja 17 y 172.
4.- Que la parcela N° 7 deslinda al norte con el mismo camino
interior de conformidad a sus títulos, señalados en el numeral 2 que
antecede, y en el plano del año 1955 agregado a foja 17 y 172.
5.- Que el camino interior señalado, y los deslindes de las parcelas 7
y 12, establecidos en sus respectivos títulos, corresponden a los dibujados
en el plano de 1955, agregado a fojas 17 y 172.
6.- Que en planos posteriores de la misma parcelación, de los años
1981, 1983 y 1988, inscritos en el Conservador de Bienes Raíces de esta
ciudad, se agregaron predios y se trasladó la ubicación de los predios del
sector.
7.- Que el demandado adquirió su parcela en el año 1982, como
consta de la copia de inscripción de fojas 52, y que estaba cercada del
mismo modo en que lo está ahora, según lo declara el mismo demandado
en la respectiva absolución de posiciones, y según los dichos de los dos
testigos de la parte demandada, quienes estuvieron contestes en ese hecho
y justificaron saberlo por ser vecinos del sector, por lo que les consta
personalmente.
8.- Que los demandantes adquirieron la parcela doce en 1999, como
consta de los documentos de fojas 1 a 10, y de los dichos de la
demandante María Eugenia Lioi en la prueba confesional respectiva, y que
cuando la adquirieron, y hasta el día de hoy, no estaba cercada, lo cual
consta de esos mismos antecedentes, de los dichos de los dos testigos de
la demandada, y de los dos peritajes rendidos en autos.
9.- Que, de acuerdo a los deslindes establecidos en los títulos de
inscripción de las parcelas 7 y 12, y su ubicación actual, la parcela 7 de
propiedad del demandado está emplazada y cercada en un lugar que no es
el que le corresponde sino que se ubica en parte de lo que debiera ser su
terreno, parte del camino interior proyectado en el plano de 1955, parte de
la parcela 8 y pate de la parcela 12. Así lo concluyen los dos peritos que
informaron al tenor de los hechos de esta causa, a saber, doña Camila
Lagunas López, a fs. 251 y siguientes, y Pablo Curotto Berruezo, a fs. 264 y
siguientes.
Undécimo: Que se ha interpuesto en estos autos acción de
reivindicación respecto del inmueble individualizado en el motivo primero,
esto es, por una fracción de la parcela 12 de la parcelación del Fundo El
Batro, comuna de Casablanca, emplazada en su deslinde sur.
Al respecto, cabe tener presente que en el artículo 889 del Código
Civil se establece que, “La reivindicación o acción de dominio es la que
tiene el dueño de una cosa singular, de que no está en posesión, para que
el poseedor de ella sea condenado a restituírsela”, y compete al que tiene
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la propiedad plena o nuda, absoluta o fiduciaria de la cosa. Por lo tanto,


para que sea procedente la referida acción es necesario que concurran los
siguientes elementos: 1) que se trate de una cosa susceptible de
reivindicarse y se encuentre debidamente singularizada; 2) que el
reivindicante sea dueño de ella; 3) que el reivindicante esté privado de su
posesión; y 4) que la acción de dominio se dirija en contra del actual
poseedor no - dueño.
Duodécimo: Que en la parte petitoria de la demanda, los actores
solicitan que se declare que son dueños exclusivos de la parcela 12. De
conformidad a lo señalado en el número uno del motivo que antecede, se
concluye de la documental de fojas 1 a 10 acredita que es efectivo que
ellos son los dueños de ese inmueble.
De acuerdo con esos mismos instrumentos, los deslindes del
inmueble en cuestión son: AL norte, parcela número once y parte de la
parcela número diez; Al Sur, camino interior que la separa de las parcelas
siete y ocho; Al Oriente, parcela número trece; y Al Poniente, parcela
número nueve.
De la exposición del levantamiento topográfico que hicieron los dos
peritos que evacuaron informe en esta causa, a fojas 251 y 264, quienes
acompañan planos que dan cuenta de la situación de los inmuebles, consta
el lugar físico en donde se emplaza la parcela 12, de conformidad a los
deslindes establecidos en sus títulos.
Décimo tercero: Que en relación a la singularización del inmueble,
en la demanda se individualiza la parcela 12 de la parcelación del Fundo El
Batro, con los deslindes señalados en el considerando precedente, y lo que
se demanda es la reivindicación de una parte de dicho inmueble
constituida por una superficie de 29.941 metros cuadrados.
La parte demandada solicitó el rechazo de la demanda en atención a
que la porción de terreno a que se refiere la demanda no se encuentra
determinada.
Al respecto cabe tener presente que es posible demandar la reivindicación
de un retazo o porción de terreno, siempre y cuando se le pueda
individualizar e identificar de manera tal que no quepa lugar a duda qué es
lo que debe restituirse. Así lo ha fallado la Excma. Corte Suprema, en fallo
dictado con fecha 6 de septiembre de 2016, en la causa Rol N° 11869-
2015, caratulada "Peña Varas y otros con Silva Miranda”, al señalar que una
de las mayores dificultades que presenta la singularidad de la cosa, es
cuando se intenta reivindicar una zona o parte de un predio de mayor
cabida que ocupa el demandado, ya que previsiblemente no estará
asociado a deslindes específicos, sin embargo, ello no debiera constituir un
obstáculo insalvable, si se efectúa una descripción en la demanda que no
deje dudas acerca de la identidad del inmueble poseído y se logra una
coincidencia con la zona que resulte probada en el juicio. En consecuencia,
el hecho de no determinarse con precisión el lugar específico que ocupa el
demandado de reivindicación, cuando lo que se demanda es la restitución
de un terreno que forma parte de un predio de mayor extensión, no puede
ser obstáculo para que la acción sea acogida, pues si se prueba que una
persona se encuentra ocupando materialmente parte del predio de que otra
es dueña, no resulta indispensable que esa prueba se extienda a la
cantidad exacta y determinada de metros cuadrados de la superficie
ocupada o a los deslindes expresadas sus extensiones en metros.
De la prueba pericial rendida en esta causa, y como se indicó en el
número nueve del considerando décimo, se ha probado suficientemente en
autos que hay una porción de terreno que corresponde a los deslindes
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inscritos de la parcela 12, que está siendo ocupada por el demandado, por
sobre el deslinde sur de la parcela de propiedad de los actores.
Así las cosas, no cabe sino concluir que en esta causa, al
individualizar la porción de terreno cuya reivindicación se demanda, y de
conformidad a la prueba rendida, la cosa objeto de la presente acción
reivindicatoria se encuentra suficientemente singularizado y resulta posible
determinar con claridad y precisión cuál es la porción de terreno materia
de autos, dándose así cumplimiento a los requisitos exigidos en los
artículos 889 y 890 del Código Civil.
Décimo cuarto: Que, en cuanto a que el los actores se encuentren
privados de la posesión del inmueble de su propiedad, de la declaración de
los dos testigos de la demandada, quienes estuvieron contestes en indicar
que las parcelas del sector El Batro se encuentran corridas, de lo expuesto
por la demandante María Eugenia Lioi y el demandado Eduardo Angulo, al
absolver posiciones, y de las conclusiones de los dos peritos que
evacuaron informe a fojas 251 y 264, consta que el demandado ocupa una
parte de la parcela 12, ya que una porción de terreno que debería
corresponder a dicho inmueble según sus títulos está cercada con
alambres y postes de madera, quedando dentro del terreno que usa el
demandado como su parcela.
Así las cosas, se acreditó en forma suficiente la efectividad que la
cosa cuya reivindicación se demanda no está en posesión material de los
actores, y que es el demandado de autos quien la ocupa.
Décimo quinto: Que el demandado, en subsidio de los fundamentos
alegados para el rechazo de la demanda principal, opuso excepción de
prescripción adquisitiva en relación al inmueble materia de autos, por
encontrarse en posesión material del mismo.
Sin perjuicio de lo que se expondrá en relación a la demanda
reconvencional, la excepción será desestimada por cuanto la inscripción
conservatoria es requisito, prueba y garantía de la posesión de los bienes
raíces, y es necesaria para adquirir cualquiera posesión, sea regular o
irregular, en consideración a lo dispuesto en el artículo 724, que no
distingue entre regular e irregular; en el artículo 728 inciso 2 o que dispone
que "mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa o que se
refiere el título inscrito, no adquiere posesión de ella ni pone fin a la
posesión existente"; porque de acuerdo al artículo 924 la posesión de los
derechos inscritos se prueba por la inscripción; y porque de no ser así no
se explicaría la razón por la cual el artículo 2505 preceptúa que contra
título inscrito no hay prescripción, sino en virtud de otro título inscrito.
Décimo sexto: Que, de conformidad a lo concluido en lo precedente,
esto es, que se acreditaron los elementos o requisitos que ha establecido el
legislador en relación a la acción interpuesta en autos, se la hará lugar
como se dirá en lo resolutivo.
Décimo séptimo: Que en la letra c) de la parte petitoria de la
demanda de fojas 21 los actores solicitan que se indemnicen todos los
deterioros que por los hechos o culpa del demandado ha sufrido la cosa
cuya reivindicación se demanda.
Al respecto consta de la prueba rendida en autos que no hay
elementos que permitan tener por acreditado que es efectivo que la
porción de la parcela 12, ocupada por el demandado, haya sufrido
deterioros, motivo por el cual no será posible acceder a la demanda en este
punto.
Décimo octavo: Que, para los efectos del cumplimiento del presente
fallo, se estima que el demandado ha sido poseedor de buena fe en
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relación a la porción de terreno materia de autos, por haber adquirido un


inmueble ya cercado, como lo dijeron sus testigos, y por existir planos
que, si bien no fueron revisados por las autoridades pertinentes, sí fueron
inscritos en el Conservador de Bienes Raíces de Casablanca, y contienen
indicaciones imprecisas de los deslindes de los inmuebles en relación a su
emplazamiento, como puede verse de los planos de fojas 171, 173 y 174,
en relación con lo explicado por el perito Pablo Curotto en su informe de
fojas 264. En relación a lo solicitado por el demandado, en orden a que se
le indemnice los perjuicios que le ocasionaría la restitución de la porción
que ocupa, tratándose de una de las materias contenidas en los art. 904 y
siguientes del Código Civil, deberá ser conocido en la etapa procesal
pertinente, esto es, en la de cumplimiento.
III. En cuanto a la demanda reconvencional de prescripción
adquisitiva:
Décimo noveno: Que en el primer otrosí de fs. 53 el demandado
deduce demanda reconvencional prescripción adquisitiva ordinaria, o
extraordinaria en subsidio, en contra de los demandantes, ya
individualizados, a fin de que se declare que, en razón de la posesión que
ostenta sobre el predio cuya reivindicación se pretende, y a la cual agrega
la de sus antecesores vendedores y, a su vez, los causantes de éstos, en
conformidad a los Arts. 717 y 2.500, inciso 1° del Código Civil, se
completa tiempo suficiente para consumar en su favor la prescripción
adquisitiva ordinaria establecida por los Arts. 2.506 y siguientes del
Código Civil o, en subsidio, la prescripción adquisitiva extraordinaria
conforme al Art. 2.510 del mismo Código Civil.
En cuanto a la posesión inscrita, señala que Eduardo Angulo es
dueño de una porción de terrenos compuesta por la parcela siete de la
subdivisión Fundo El Batro, lo cual consta de copia autorizada de escritura
pública de fecha 9 de diciembre del año 1982 suscrita ante el notario de
Valparaíso don Eduardo Bravo Ubilla, con los siguientes deslindes: AL
NORTE, con camino interior del Fundo El Batro; AL SUR, con parcela
número seis; AL ORIENTE, con parcela número siete; Y AL PONIENTE, con
parcela número cinco. El título que se inscribió a nombre del señor Angulo
a fs. 1529 N° 2662 del Registro de Propiedad del año 1982 que lleva el
Conservador de Bienes de Casablanca, y en virtud de la inscripción
conservatoria vigente y de la eficacia que tal inscripción reviste para los
efectos de constituir requisito, garantía y prueba de la posesión
inmobiliaria, conforme a los Arts. 724, 728, 730, 924 y 2.505 del Código
Civil, el demandante reconvencional es actual poseedor de los terrenos
referidos, a partir de la fecha de tales inscripciones y, con mayor razón si
agrega a la suya, la posesión de sus antecesores en el dominio, conforme a
los Arts. 717 y 2.500 del Código Civil.
En cuanto a la posesión, señala que el señor Angulo y sus
antecesores en el dominio han efectuado numerosos actos posesorios de
carácter físico o material sobre la parte del predio respecto de la cual los
demandados reconvencionales han ejercido acción de reivindicación. En
efecto, la parcela de su parte se encuentra cercada dentro de sus actuales
límites desde hace 30 años a lo menos, mismo tiempo que vive en la
propiedad. Por otra parte, se han efectuado o ejecutado obras civiles como
construcciones de amplia casa habitación, en la que el señor Angulo habita
personalmente junto a su cónyuge por 30 años. Se ha construido una
piscina y pequeños embalses para desplazamiento de las aguas, tranques o
depósitos para acumulación de agua, viviendas, bodegas, etc. Igualmente
ha habido aprovechado los suelos efectuando esporádicamente siembras,
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plantado frutales. Se han utilizado materiales de las capas vegetales con


fines de mejoramiento de tierras o con el objeto de ser aprovechados con
fines constructivos, etc.
Expone que los propios demandados reconvencionales en su
demanda, han reconocido abiertamente la posesión material que ostenta el
demandante reconvencional y las obras que lo demuestran.
En cuanto a la existencia de inscripciones paralelas o simultáneas,
argumenta que si la contraparte efectivamente cuenta con título sobre la
extensión de terreno que reclama, al igual que el demandante
reconvencional, se generaría un problema de inscripciones paralelas o
simultáneas, todas ves que ambas partes en conflicto alegamos posesión
inscrita sobre una misma propiedad. Señala que al respecto nuestros
Tribunales superiores de justicia han expresado en innumerables fallos que
ante la concurrencia de dos inscripciones vigentes y simultáneas respecto
de un mismo predio, resulta inevitable entrar al análisis de los derechos de
cada uno de ellos, para poder establecer, en definitiva, hasta dónde cada
una de dichas inscripciones es significativa de verdadera posesión, esto es,
para decidir cuál de los dos presuntos poseedores es el legítimo para
otorgarle la protección o amparo que las leyes prescriben. En suma, ante la
doble inscripción de un mismo y determinado predio se debe recurrir a la
prueba de la posesión integral del inmueble, esto es, la posesión material e
inscripción registral vigente, por lo tanto, contando ambas partes con
inscripción, debe ser preferido aquel título que representa una realidad
posesoria material efectiva, manifestada por actos positivos de aquellos a
que sólo da derecho el dominio. Lo anterior, ha significado, en la práctica,
dejar atrás y largamente la teoría de la inscripción ficción alegada por los
demandado en su libelo de reivindicación; e incluso expresamente por el
legislador, quien ha permitido la regularización de miles de propiedades
por medio de la aplicación del Decreto Ley 2695 de fecha 30 de mayo del
año 1979, que da prioridad absoluta a la posesión material real para
determinar la inscripción de predios en favor de dichos poseedores,
pasando por sobre las inscripciones desprovistas de posesión.
Indica que su parte tiene no solo la posesión inscrita, sino también la
material de la porción de terreno que reclaman los demandados
reconvencionales, por lo que le asiste el derecho de que esta realidad
posesoria le sea reconocida y se acoja la demanda reconvencional de
prescripción adquisitiva ordinaria que alego, o en subsidio la
extraordinaria.
Asegura que los demandados reconvencionales nunca han tomado
posesión material sobre la parcela número 12 ni sobre la extensión de
terreno que reivindican, no han ejercido jamás actos mínimos de posesión,
y que todo lo expuesto se traduce en que el Sr. Angulo tiene dominio
incuestionable, no sólo en virtud del modo tradición que es el que
genuinamente cabe, sino también conforme a las normas sobre
prescripción adquisitiva ordinaria establecidas en los Arts. 2.507 y 2.508 o,
en subsidio extraordinaria conforme al Art. 2.510 toda vez que los
presupuestos legales establecidos en dichas normas se encuentran
cumplidos con creces, por lo cual se demanda la declaración judicial
correspondiente.
Vigésimo: Que la demanda se tuvo por contestada en rebeldía.
Vigésimo primero: Que la parte demandante reconvencional no
evacuó la réplica reconvencional.
Vigésimo segundo: Que a fs. 135 la parte demandante principal
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evacuó la dúplica reconvencional, señalando que nuestro sistema legal no


admite la prescripción contra un título inscrito, y, en la especie, los
demandados reconvencionales ostentan un título inscrito; que el hecho que
la parte demandada principal alegue la prescripción sobre el inmueble cuya
reivindicación su parte pretende es demostrativo que se trata de un predio
absolutamente identificado, de un predio singularizado; que el título de
dominio esgrimido por el demandante reconvencional se refiere a un
inmueble distinto del inmueble amparado por los títulos de dominio de los
demandados reconvencionales, y tal situación no es sino una estrategia
para evitar la restitución del inmueble que se encuentra en posesión del
demandante reconvencional; hace presente que el propio sistema del D. L.
2.695 plantea que se trata de un sistema para poner término a una especie
de indefinición, a una situación material, pero, en todo caso, deja opción
para que, aún luego de dictada la resolución que sirve de justo título de
dominio, el poseedor inscrito pueda recuperar su propiedad, y dejar sin
efecto la referida resolución.
Vigésimo tercero: Que de lo expuesto en el motivo octavo y del
mérito de los antecedentes, se concluye que se acreditó de manera
suficiente que los demandados reconvencionales son dueños de la parcela
12, que tiene unos determinados deslindes de conformidad a sus títulos y
a su inscripción conservatoria, y que el demandante reconvencional es
dueño de la parcela 7, que tiene, a su vez, sus propios deslindes, distintos
de los de la N° 12, también de conformidad a su inscripción en el
Conservador de Bienes Raíces.
Asimismo, de acuerdo al mérito de los informes periciales de fojas
251 y 264, el emplazamiento del terreno que ocupa el demandado no
coincide con los deslindes de su inscripción y, en la realidad, ocupa una
parte de la parcela 12, sobrepasando el deslinde sur de esta, fijado de
acuerdo a la inscripción conservatoria.
Así las cosas, lo que pretende el demandante reconvencional es que
se declare que es dueño por prescripción, ordinaria o extraordinaria en
subsidio, de la franja que ocupa materialmente, mas no inscrita, toda vez
que su ocupación cubre más allá de lo que corresponde según sus títulos,
como se grafica con claridad en el plano efectuado por la perito Camila
Lagunas López, agregado a fojas 258.
Vigésimo cuarto: Que en nuestro ordenamiento jurídico la
inscripción conservatoria es el único medio legal para efectuar la tradición
del dominio de los bienes inmuebles y de los demás derechos reales
enumerados en el artículo 688 del Código Civil, permite dar una amplia
publicidad a la situación de la propiedad inmobiliaria, con sus gravámenes,
cargas y limitaciones; y es requisito, prueba y garantía de la posesión de
los bienes raíces, de tal forma que, si se desea adquirir la posesión regular,
se requiere la inscripción en el Registro del Conservador respectivo, de
conformidad a lo dispuesto en los artículos 724 y 702 N° 2 y 3, en relación
con el artículo 686 inciso primero, todos del Código Civil. En cambio, si se
desea adquirir la posesión irregular de un inmueble inscrito, la doctrina es
unánime en sostener que la inscripción es necesaria para adquirir
cualquiera posesión, sea regular o irregular, fundamentalmente porque al
tratar la posesión el artículo 724 no distingue entre regular e irregular;
porque el artículo 728 inciso 2o determina que "mientras subsista la
inscripción, el que se apodera de la cosa o que se refiere el título inscrito,
no adquiere posesión de ella ni pone fin a la posesión existente"; porque
de acuerdo al artículo 924 la posesión de los derechos inscritos se prueba
por la inscripción; y porque de no ser así no se explicaría la razón por la
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cual el artículo 2505 preceptúa que contra título inscrito no hay


prescripción, sino en virtud de otro título inscrito.
En el caso de marras, la inscripción de dominio del inmueble de que
es dueño el demandante reconvencional, esto es, la parcela N° 7 de la
parcelación del Fundo El Batro, no incluye porción alguna de terreno por
sobre la parcela N° 12, de propiedad de los demandados reconvencionales,
como consta de los títulos de cada uno de los inmuebles, del plano del año
1955, agregado a fojas 17 y 172, y por lo expuesto por los peritos a fojas
251 y 264, de manera tal, que, careciendo el actor de la posesión inscrita
de la porción de terreno de la parcela 12 que ocupa, y de conformidad a lo
expuesto y normas citadas en lo precedente, no resulta procedente hacer
lugar a la declaración de prescripción adquisitiva demandada.
Vigésimo quinto: Que la prueba rendida, pormenorizada y no
analizada en nada varía las conclusiones a las que ha arribado el Tribunal.
Por lo expuesto, y visto lo dispuesto en los art. 670, 686, 702, 724,
728, 889, 890, 895, 902, 904 y siguientes, 1698, 1700, 1701, 1713, 2492,
2493, 2505 del Código Civil, art. 144, 170, 342, 346, 384, 399, 409 y
siguientes del Código de Procedimiento Civil, se declara:
I. Que se acoge la demanda interpuesta en lo principal de fojas
21 por doña María Eugenia Lioi Di Caro, por sí y en
representación de don Nicolas Lioi Di Caro, en contra de don
Eduardo José Angulo Budge, todos ya individualizados. En
consecuencia, el demandado deberá restituir a los
demandantes la porción de terreno constituida por el polígono
destacado en color entre las letras A-B-C-D-G-A, del plano
efectuado por la perito Camila Lagunas López, agregado a
fojas 258 de estos autos.
II. Que se rechaza la demanda de indemnización de los
deterioros de la cosa objeto de la demanda de reivindicación.
III. Que se rechaza la demanda reconvencional de prescripción
adquisitiva interpuesta en el primer otrosí de fojas 53.
IV. Que cada parte pagará sus costas atendido a que no han
resultado totalmente vencidos y por considerar que han tenido
motivo plausible para litigar.-
Notifíquese y archívese en su oportunidad.

Dictada por Alexandra Yáñez Jara, juez titular.


Autorizada por doña Lucía Silva Núñez, secretaria subrogante.

Se deja constancia que se dio cumplimiento a lo dispuesto en el inciso final del art.
162 del C.P.C. En Casablanca, a trece de mayo de dos mil diecisiete.
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Este documento tiene firma electrónica y su original puede ser


validado en http://verificadoc.pjud.cl o en la tramitación de la
causa.
Durante el período del 14 de mayo de 2017 al 13 de agosto
de 2017, la hora visualizada corresponde al horario de
Alexandra Sofia Yanez Jara Lucia del Carmen Silva Nunez invierno establecido en Chile Continental. Para la Región de
Fecha: 13/05/2017 13:37:50 Fecha: 13/05/2017 13:49:36 Magallanes y Antártica Chilena sumar 1 hora. Para Chile
Insular Occidental, Isla de Pascua e Isla Salas y Gómez restar
2 horas.

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