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Tema: Los Secretos de la Oración

Salmos 63:1
Dios, Dios mío eres tú;
De madrugada te buscaré;
Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela,
En tierra seca y árida donde no hay aguas,

Ver la TLA

Mateo 6:6-13

6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu


Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará
en público.

7 Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que
por su palabrería serán oídos. 8 No os hagáis, pues, semejantes a ellos;
porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que
vosotros le pidáis. 9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en
los cielos, santificado sea tu nombre. 10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad,
como en el cielo, así también en la tierra. 11 El pan nuestro de cada día,
dánoslo hoy. 12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros
perdonamos a nuestros deudores. 13 Y no nos metas en tentación, mas
líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los
siglos. Amén.
Santiago 4:3
3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.

1-Toda oración debe ir dirigida a nuestro Padre celestial; no a los ángeles, no


a los santos, ni a ninguna otra criatura, solo al Padre. Jesucristo mismo lo
enseñó, que oraremos al Padre. Y esto lo confirmó cuando dijo en

Salmos 18:6
En mi angustia invoqué a Jehová,
Y clamé a mi Dios.
Él oyó mi voz desde su templo,
Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.

Por tanto, la oración tiene que ser dirigida a Dios Padre, en el nombre
de nuestro Señor Jesucristo.

2- Tenemos que comenzar alabando y adorando al Padre, santificando su


nombre, honrando su presencia, dándole alabanza, demostrándole que lo
reconocemos como nuestro único Dios, y a ninguno otro daremos nuestra
alabanza; solo a él como Dios nuestro. Alábalo.

Hebreos 13:15
15 Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de
alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.
Amos 5:21-23
21 Aborrecí, abominé vuestras solemnidades, y no me complaceré en
vuestras asambleas. 22 Y si me ofreciereis vuestros holocaustos y vuestras
ofrendas, no los recibiré, ni miraré a las ofrendas de paz de vuestros animales
engordados. 23 Quita de mí la multitud de tus cantares, pues no escucharé
las salmodias de tus instrumentos.

Mateo 15:8-9
8 Este pueblo de labios me honra;
Mas su corazón está lejos de mí.
9 Pues en vano me honran,
Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.

3- Al pedirle que venga su reino le estamos diciendo que queremos sentir


su presencia, que queremos que tome control y dominio de todo lo que hay
en esta tierra. Debemos decir como dijo el apóstol Juan en Apocalipsis 22:20
“Si, ven Señor Jesús.” Clamemos su presencia.

4- Tenemos que mostrarle que nosotros no queremos que se haga lo que


nosotros queramos, sino lo que Dios quiera. Porque él sabe lo que nos
conviene. Que se haga su voluntad en mi vida, en mi familia, en mis
decisiones, en mis caminos, en todo. Que de la misma forma que se cumple
y se hace la voluntad de Dios en el cielo, que así mismo sea en esta tierra, y
en nosotros.

Lucas 22:42
42 diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi
voluntad, sino la tuya.
5- Pidámosle el alimento diario, no el de la semana o el mes, como si
supiéramos cuando nos vamos de este mundo. Solo pidamos para el día de
hoy. No solo el de nosotros, sino también el de los demás, el de aquellos que
no tienen que comer. No pensemos solamente en nosotros, ocupémonos por
la necesidad de los demás.

Mateo 6:8
8 No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué
cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.

6- Pidámosle perdón por nuestras faltas, porque siempre le fallamos en algo.


Pero también, perdonemos a quienes nos han fallado.

Mateo 6:15
“Más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os
perdonará vuestras ofensas.”

Mateo 5:44-45.

44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os


maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y
os persiguen; 45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos,
que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e
injustos.

Marcos 11:24 "Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que
lo recibiréis, y os vendrá."
1 Timoteo 2:1-4

2 Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y


acciones de gracias, por todos los hombres; 2 por los reyes y por todos los
que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda
piedad y honestidad. 3 Porque esto es bueno y agradable delante de Dios
nuestro Salvador, 4 el cual quiere que todos los hombres sean salvos y
vengan al conocimiento de la verdad.

¿Cómo debe ser la persona que se acerca a Dios?


¿Qué características debe tener?

Santiago 5:17
17 Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró
fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y
seis meses.

I. La oración puede obrar milagros

Hechos 3:1-9
1 Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración. 2
Y era traído un hombre cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la
puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los
que entraban en el templo. 3 Este, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a
entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna. 4 Pedro, con Juan,
fijando en él los ojos, le dijo: Míranos. 5 Entonces él les estuvo atento,
esperando recibir de ellos algo. 6 Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero
lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.
7 Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron
los pies y tobillos; 8 y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en
el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios. 9 Y todo el pueblo le vio
andar y alabar a Dios.

II. La oración puede sacarnos de la pobreza

1 Crónicas 4:
9 Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos, al cual su madre llamó Jabes,
diciendo: Por cuanto lo di a luz en dolor.
10 E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición, y
ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de
mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió.

Proverbios 30:7-10
7 Dos cosas te he demandado;
No me las niegues antes que muera:
8 Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí;
No me des pobreza ni riquezas;
Manténme del pan necesario;
9 No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová?
O que siendo pobre, hurte,
Y blasfeme el nombre de mi Dios.
10 No acuses al siervo ante su señor,
No sea que te maldiga, y lleves el castigo.

¿Para qué oramos?

Para que Dios sea glorificado


Juan 14:13
13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre
sea glorificado en el Hijo.

Mateo 7
7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 8 Porque
todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
9 ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra?
10 ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? 11 Pues si vosotros,
siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más
vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?

Hebreo 5:7
7 Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran
clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su
temor reverente.

Santiago 2:19
18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando
en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos

¿Cómo pedir?

Santiago 4:5
5 ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar
en nosotros nos anhela celosamente?

Romanos 8:26-27
26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué
hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo
intercede por nosotros con gemidos indecibles. 27 Mas el que escudriña los
corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la
voluntad de Dios intercede por los santos.

Hechos 5:32
32 Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu
Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen.

1 Reyes 3:3-15

3 Mas Salomón amó a Jehová, andando en los estatutos de su padre David;


solamente sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos. 4 E iba el rey
a Gabaón, porque aquel era el lugar alto principal, y sacrificaba allí; mil
holocaustos sacrificaba Salomón sobre aquel altar. 5 Y se le apareció Jehová
a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que
quieras que yo te dé. 6 Y Salomón dijo: Tú hiciste gran misericordia a tu siervo
David mi padre, porque él anduvo delante de ti en verdad, en justicia, y con
rectitud de corazón para contigo; y tú le has reservado esta tu gran
misericordia, en que le diste hijo que se sentase en su trono, como sucede
en este día. 7 Ahora pues, Jehová Dios mío, tú me has puesto a mí tu siervo
por rey en lugar de David mi padre; y yo soy joven, y no sé cómo entrar ni
salir. 8 Y tu siervo está en medio de tu pueblo al cual tú escogiste; un pueblo
grande, que no se puede contar ni numerar por su multitud. 9 Da, pues, a tu
siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo
bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?

10 Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto. 11 Y le dijo Dios:
Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste
para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste
para ti inteligencia para oír juicio, 12 he aquí lo he hecho conforme a tus
palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha
habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú.
13 Y aun también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria, de
tal manera que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días. 14 Y
si anduvieres en mis caminos, guardando mis estatutos y mis mandamientos,
como anduvo David tu padre, yo alargaré tus días.

Nehemías 1

1 Palabras de Nehemías hijo de Hacalías. Aconteció en el mes de Quisleu,


en el año veinte, estando yo en Susa, capital del reino, 2 que vino Hanani,
uno de mis hermanos, con algunos varones de Judá, y les pregunté por los
judíos que habían escapado, que habían quedado de la cautividad, y por
Jerusalén. 3 Y me dijeron: El remanente, los que quedaron de la cautividad,
allí en la provincia, están en gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalén
derribado, y sus puertas quemadas a fuego.

4 Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y
ayuné y oré delante del Dios de los cielos. 5 Y dije: Te ruego, oh Jehová, Dios
de los cielos, fuerte, grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia
a los que le aman y guardan sus mandamientos; 6 esté ahora atento tu oído
y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que hago ahora delante de
ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados de
los hijos de Israel que hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre
hemos pecado. 7 En extremo nos hemos corrompido contra ti, y no hemos
guardado los mandamientos, estatutos y preceptos que diste a Moisés tu
siervo. 8 Acuérdate ahora de la palabra que diste a Moisés tu siervo, diciendo:
Si vosotros pecareis, yo os dispersaré por los pueblos; 9 pero si os volviereis
a mí, y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra, aunque
vuestra dispersión fuere hasta el extremo de los cielos, de allí os recogeré, y
os traeré al lugar que escogí para hacer habitar allí mi nombre. 10 Ellos, pues,
son tus siervos y tu pueblo, los cuales redimiste con tu gran poder, y con tu
mano poderosa. 11 Te ruego, oh Jehová, esté ahora atento tu oído a la
oración de tu siervo, y a la oración de tus siervos, quienes desean reverenciar
tu nombre; concede ahora buen éxito a tu siervo, y dale gracia delante de
aquel varón. Porque yo servía de copero al rey.
Capítulo 2

2 Sucedió en el mes de Nisán, en el año veinte del rey Artajerjes, que estando
ya el vino delante de él, tomé el vino y lo serví al rey. Y como yo no había
estado antes triste en su presencia, 2 me dijo el rey: ¿Por qué está triste tu
rostro? pues no estás enfermo. No es esto sino quebranto de corazón.
Entonces temí en gran manera. 3 Y dije al rey: Para siempre viva el rey.
¿Cómo no estará triste mi rostro, cuando la ciudad, casa de los sepulcros de
mis padres, está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego? 4 Me dijo
el rey: ¿Qué cosa pides? Entonces oré al Dios de los cielos, 5 y dije al rey: Si
le place al rey, y tu siervo ha hallado gracia delante de ti, envíame a Judá, a
la ciudad de los sepulcros de mis padres, y la reedificaré. 6 Entonces el rey
me dijo (y la reina estaba sentada junto a él): ¿Cuánto durará tu viaje, y
cuándo volverás? Y agradó al rey enviarme, después que yo le señalé tiempo.
7 Además dije al rey: Si le place al rey, que se me den cartas para los
gobernadores al otro lado del río, para que me franqueen el paso hasta que
llegue a Judá; 8 y carta para Asaf guarda del bosque del rey, para que me dé
madera para enmaderar las puertas del palacio de la casa, y para el muro de
la ciudad, y la casa en que yo estaré. Y me lo concedió el rey, según la
benéfica mano de mi Dios sobre mí.

9 Vine luego a los gobernadores del otro lado del río, y les di las cartas del
rey. Y el rey envió conmigo capitanes del ejército y gente de a caballo.

17 Les dije, pues: Vosotros veis el mal en que estamos, que Jerusalén está
desierta, y sus puertas consumidas por el fuego; venid, y edifiquemos el muro
de Jerusalén, y no estemos más en oprobio. 18 Entonces les declaré cómo
la mano de mi Dios había sido buena sobre mí, y asimismo las palabras que
el rey me había dicho. Y dijeron: Levantémonos y edifiquemos. Así esforzaron
sus manos para bien.
LOS ATRIBUTOS NATURALES DE DIOS

La inmutabilidad de Dios (su cualidad de no cambiar) es claramente


enseñada en las Escrituras.

En Malaquías 3:6 Dios afirma:


Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido
consumidos.

Números 23:19
Dios no es hombre, para que mienta,
Ni hijo de hombre para que se arrepienta.
Él dijo, ¿y no hará?
Habló, ¿y no lo ejecutará?

1 Samuel 15:29;
Además, el que es la Gloria de Israel no mentirá, ni se arrepentirá, porque no
es hombre para que se arrepienta.

Ezequiel 24:14
Yo Jehová he hablado; vendrá, y yo lo haré. No me volveré atrás, ni tendré
misericordia, ni me arrepentiré; según tus caminos y tus obras te juzgarán,
dice Jehová el Señor.

Santiago 1:17
17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de
las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
Isaías 46:9-11
9 Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy
Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, 10 que anuncio lo por
venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que
digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero; 11 que llamo desde
el oriente al ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo hablé, y lo haré
venir; lo he pensado, y también lo haré.

Salmos 25:6
Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades y de tus misericordias,
Que son perpetuas.

La oración es la fuerza del hombre y la debilidad de Dios.

III. PODEMOS MOVER LA VOLUTAD DE DIOS


32 Viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se
acercaron entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan
delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra
de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. 2 Y Aarón les dijo: Apartad
los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, de vuestros
hijos y de vuestras hijas, y traédmelos. 3 Entonces todo el pueblo apartó los
zarcillos de oro que tenían en sus orejas, y los trajeron a Aarón; 4 y él los
tomó de las manos de ellos, y le dio forma con buril, e hizo de ello un becerro
de fundición. Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron
de la tierra de Egipto. 5 Y viendo esto Aarón, edificó un altar delante del
becerro; y pregonó Aarón, y dijo: Mañana será fiesta para Jehová. 6 Y al día
siguiente madrugaron, y ofrecieron holocaustos, y presentaron ofrendas de
paz; y se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a regocijarse.
7 Entonces Jehová dijo a Moisés: Anda, desciende, porque tu pueblo que
sacaste de la tierra de Egipto se ha corrompido. 8 Pronto se han apartado del
camino que yo les mandé; se han hecho un becerro de fundición, y lo han
adorado, y le han ofrecido sacrificios, y han dicho: Israel, estos son tus dioses,
que te sacaron de la tierra de Egipto. 9 Dijo más Jehová a Moisés: Yo he visto
a este pueblo, que por cierto es pueblo de dura cerviz. 10 Ahora, pues,
déjame que se encienda mi ira en ellos, y los consuma; y de ti yo haré una
nación grande.
11 Entonces Moisés oró en presencia de Jehová su Dios, y dijo: Oh Jehová,
¿por qué se encenderá tu furor contra tu pueblo, que tú sacaste de la tierra
de Egipto con gran poder y con mano fuerte? 12 ¿Por qué han de hablar los
egipcios, diciendo: Para mal los sacó, para matarlos en los montes, y para
raerlos de sobre la faz de la tierra? Vuélvete del ardor de tu ira, y arrepiéntete
de este mal contra tu pueblo. 13 Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel
tus siervos, a los cuales has jurado por ti mismo, y les has dicho: Yo
multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo; y daré a
vuestra descendencia toda esta tierra de que he hablado, y la tomarán por
heredad para siempre. 14 Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo que
había de hacer a su pueblo.

Éxodo 32:14, podemos leer: Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo
que había de hacer a su pueblo. Es evidente que si Dios lo sabe todo, es
eterno e inmutable, no va a cambiar de opinión, en el sentido de arrepentirse
de algo, o de reconocer que estaba equivocado. A nosotros puede parecernos
que cambia de opinión, desde nuestra perspectiva finita y temporal. Sin
embargo, desde su perspectiva eterna, Dios no puede cambiar. Lo que ocurre
es que sólo se puede comunicar con el hombre por medio de una revelación
antropomórfica. Es decir, hablándonos en términos humanos temporales que
podamos entender. Rebajándose hasta nuestro nivel.
Debemos de recordarle a Dios las promesas que nos ha hecho

Salmos 32:8
Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar. Sobre ti fijaré
mis ojos.

Salmos 34:7
El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen,
Y los defiende.

Salmos 41:1
Bienaventurado el que piensa en el pobre;
En el día malo lo librará Jehová.

Salmos 67:6
La tierra dará su fruto;
Nos bendecirá Dios, el Dios nuestro.

Salmos 103:3
Él es quien perdona todas tus iniquidades,
El que sana todas tus dolencias;

Jeremías 33:3
Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que
tú no conoces.
Mateo 11:28
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré
descansar.

Mateo 21:22
Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.

Juan 11:25
Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté
muerto, vivirá.

Juan 16:33
Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis
aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

Salmos 84:11-12
11 Porque sol y escudo es Jehová Dios;
Gracia y gloria dará Jehová.
No quitará el bien a los que andan en integridad.
12 Jehová de los ejércitos,
Dichoso el hombre que en ti confía

Proverbios 3:9-10
9 Honra a Jehová con tus bienes,
Y con las primicias de todos tus frutos;
10 Y serán llenos tus graneros con abundancia,
Y tus lagares rebosarán de mosto.
Proverbios 19:17
A Jehová presta el que da al pobre,
Y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar.

Mateo 28:19-20
19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que
guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros
todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Lucas 6:38
38 Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán
en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán
a medir.

Juan 10:27-29
27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, 28 y yo les doy
vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. 29 Mi
Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la
mano de mi Padre.
IV. DIOS AVISA LO QUE HARÁ

AMOS 3:7
7 Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus
siervos los profetas.

1 Corintios 14:39-40
39 Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas;
40 pero hágase todo decentemente y con orden.

Romanos 4
17 (como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de
Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que
no son, como si fuesen.

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