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Latacunga-Ecuador
18 de octubre 2023
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INDICE DE CONTENIDOS
1. INTRODUCCIÓN...................................................................................... .....4
2. ANTECEDENTES…………………………………………………………….6
2.1Justificación……………………………………………….………...….…..7
2.2 Planteamiento del problema ………………………………………............8
2.3 Hipótesis o pregunta de investigación ………………………………...…..9
2.4 Objetivos de la información ………………………………….……………9
2.5 Objetivo general ………………………………………………….………..9
2.6 Objetivos específicos …………………………………...……………..…..9
CAPITULO I
3. DEFORESTACIÓN Y MINERA LEGAL EN EL ECUADOR……... ……...10
3.1 La Amazonía pierde 1.660 hectáreas de selva por la minería. …………10
3.2 Zonas protegidas en Zamora Chinchipe…………………….....………....12
3.3 Mineros ilegales se toman Napo………………………………….……...12
3.4 Deforestación en Morona Santiago………………………………….. …12
3.5 Minería ilegal: impresionante deforestación en Napo y Orellana……….13
4 MINERÍA LEGAL E ILEGAL AUMENTA EN 300% EN LA PROVINCIA
AMAZÓNICA DE NAPO……...............................................................................15
4.1 La minería en el rio Jatunyacu sigue siendo noticia ………………........15
4.2 Crecen las zonas con minerías y aparecen focos nuevos ………….…....19
4.3 Conflictos sociales cada vez mas intensos ……………………….……...21
5 DEFORESTACIÓN POR MINERÍA DE ORO EN LA AMAZONIA
ECUATORIANA …………………………………………………….……………24
5.1 Caso de estudio …………………………………………...……………...24
5.2 Bosque Protector Cuenca Alta del Rio Nangaritza………………….…...26
5.3 Territorio Indígena Shuar Arutam……………………………….……….27
5.4 Parque Nacional Podocarpus……………………………………………..27
5.5 La pérdida de bosques en Ecuador……………………….….…………...29
6 LA DEFORESTACIÓN AFECTA A LA BIODIVERSIDAD ………………..….31
6.1 Un problema de aun tiene solución………………………………...…... 33
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6.2 Minería Ilegal ha Arrastrado con mas de 25 Hectáreas de Bosque en el
Parque Nacional Podocarpus………………………………...…….…..…37
6.3 Túneles mineros atraviesan los suelos protegidos del
Podocarpus………………………………………………………….….....38
6.4 La minería acelera su expansión en la Amazonia sur del Ecuador……….42
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1. Introducción
Ecuador es un país rico en recursos naturales por la diversidad de regiones naturales con
que cuenta Costa, Sierra, Amazonía y Galápagos. Según datos del Ministerio del
Ambiente, y obtenidos a través de fotografías aéreas e imágenes satelitales, el país
cuenta con 12 753 387 hectáreas de bosques nativos, de las cuales cerca de 10 millones
y medio de hectáreas corresponden a bosque húmedo, mientras que los bosques con
menor cobertura son los manglares con 157 094 hectáreas. También es importante
resaltar que 3 254 080 hectáreas corresponden a zonas de bosque dentro de las áreas
protegidas, esto según la estimación y proyección realizada. (Ropero Portillo Sandra ,
Ambientóloga).
La pérdida de biodiversidad y biomas puede hacer que los ecosistemas sean más
frágiles, acarreando a grandes consecuencias para todo ser vivo.
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Las principales causas que impulsan la deforestación en Ecuador y otros países de
sudamericana es la minería ilegal, la expansión de la frontera agrícola y ganadera, el
desarrollo de infraestructura, la expansión minera de hidrocarburos y la extracción de
recursos madereros.
Los investigadores de MAAP analizaron que la minería es una situación que afecta a la
biodiversidad de todo territorio durante los años 2021 y 2022, 22 sitios en donde se
detectó actividad minera y 222 campamentos destinados para las personas que extraen
el oro. La minería al pasar de los años continúa en aumento en la actualidad y destaca
que todos los lugares de extracción de oro son ilegales pues se encuentran dentro de un
área natural protegida.
En el año 2020 un estudio revela que en los territorios indígenas se perdieron 124000
hectáreas de cobertura vegetal natural en 36 años. Por otra parte, las áreas protegidas se
perdieron 13800 hectáreas de cobertura vegetal natural en ese mismo periodo.
A pesar de las amenazas, las áreas protegidas y los territorios indígenas mostraron una
menor afectación por deforestación que otras zonas. Por ejemplo, los bosques
amazónicos ecuatorianos que no cuentan con ningún tipo de protección, o que no
pertenecen a pueblos indígenas, representan apenas el 21 % de la cuenca amazónica del
país, pero en ellos se concentró el 54 % (339 000 hectáreas) de la deforestación de las
últimas dos décadas.
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En medio de esta situación, María Olga Borja destaca el caso de la provincia de Pastaza
que es principalmente forestal y, aunque tiene cierto grado de transformación, “hemos
visto una alta proporción de recuperación del bosque, incluso en las zonas
transformadas. Entonces el saldo, en muchos casos y dependiendo de la época que uno
analice en Pastaza, puede ser positivo, es decir, podemos hablar de una ganancia de
cobertura forestal. Muchas de esas ganancias han sido en territorios indígenas”.
Una de las principales causas que afecta a la fauna es la deforestación producida por la
minería y expansión de la frontera agropecuaria y las actividades extractivas, Hay
ausencia estatal en las zonas amenazadas por la pérdida de bosques en Ecuador.
Se ha demostrado que las zonas de minería legal e ilegal y donde se han abierto caminos
para la extracción de petróleo, minerales o madera son algunas de las más deforestadas.
Los controles estatales no son suficientes y por eso, la sociedad civil y los pueblos
indígenas han suplantado en muchos casos la función de vigilancia que deberían
cumplir las instituciones. ( Diego Cazar Baquero)
2. Antecedentes
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Thünen y la Universidad Técnica Luis Vargas Torres trabajaron durante tres años en
LaForeT, un proyecto de investigación sobre la deforestación en los paisajes tropicales
del Ecuador. Los resultados fueron publicados por el Instituto Nacional de
Biodiversidad (INABIO) en el libro Deforestación en Paisajes Forestales Tropicales del
Ecuador: bases científicas para perspectivas políticas.
Los científicos creen que si no se toman acciones pronto, los bosques tropicales en la
Amazonía en Ecuador podrían perderse por completo y repetir la triste historia de lo que
ha ocurrido en la provincia de Esmeraldas.
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2.1 Justificación
Hay mucha contaminación, pero no hay remediación ambiental. Todos los ríos, suelos,
subsuelos están contaminados, todo lo que nosotros consumimos está contaminado. Con
esa experiencia, no queremos que la industria petrolera se expanda hacia el centro de la
Amazonía; los pueblos y nacionalidades aseguran que se mantendrán en resistencia ante
las petroleras, mineras, maderera. Se ve la necesidad de disminuir la deforestación y por
ello hay que dar a conocer a las personas los daños que están causando.
Los beneficiarios de este tema de investigación serían las personas que habitan dentro
de las zonas urbanas que son afectados por la creación de las calles (proyectos viales),
los animales ya que con un plan de recuperación de zonas afectadas por la deforestación
estarían reconstruyendo el planeta para que tengamos un aire limpio ya que los árboles
producen oxígeno. No se ha considerado importante tratar este tema ya que se piensa
que como hay muchas áreas verdes destruir una parte no causa daño, pero están
equivocados un pequeño daño es causa de calentamiento global en el planeta, la
sociedad debería poner más énfasis en tratar temas de la naturaleza porque tenemos un
planeta lleno de áreas verdes y su protección ayudaría de mucho para evitar daños que
en el futuro serán irreparables.
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2.2 Planteamiento del problema
Hipótesis
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Conocer las causas y consecuencias de la minería y deforestación en diferentes
provincias del país.
CAPÍTULO I
Fundamentación Teórica
3. Deforestación y Minera Legal en el Ecuador
3.1 La Amazonía pierde 1.660 hectáreas de selva por la minería.
Las actividades de minería para extraer oro en Ecuador han arrasado con 1.660
hectáreas de selva en cuatro provincias de la Amazonía: Napo, Orellana, Zamora
Chinchipe y Morona Santiago. Lo anterior equivale a una extensión equivalente a 26
veces el tamaño del Parque La Carolina en la ciudad de Quito. La destrucción se
evidencia en los mapas satelitales que recoge el reporte de Monitoring of the Andean
Amazon Project (MAAP) y la Fundación Ecociencia, publicado el 1 de marzo de 2023.
La zona con mayor deforestación es Yutzupino y sus alrededores en la provincia de
Napo. Solo en Yutzupino se reportaron 125 hectáreas arrasadas entre 2021 y 2022.
Daños por la minería ilegal en Yutzupino, Napo. Fundación Ecociencia/MAAP.
Actividades mineras en Bosque Protector Cuenca Alta del Río Nangaritza. Fundación
Ecociencia/MAAP Rastros de la minería en el territorio Indígena Shuar Arutam en
Morona Santiago. Fundación Ecociencia/MAAP. Deforestación en una zona del cantón
Carlos Julio Arosemena Tola, en Napo, cerca a Yutzupino. Fundación
Ecociencia/MAAP. Deforestación a orillas del río Punino, en Napo. Daños por la
minería ilegal en Yutzupino, Napo. Fundación Ecociencia/MAAP. Actividades mineras
en Bosque Protector Cuenca Alta del Río Nangaritza. Fundación Ecociencia/MAAP
Rastros de la minería en el territorio Indígena Shuar Arutam en Morona
Santiago. Fundación Ecociencia/MAAP. Deforestación en una zona del cantón Carlos
Julio Arosemena Tola, en Napo, cerca a Yutzupino. Fundación Ecociencia/MAAP.
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Deforestación a orillas del río Punino, en Napo. Daños por la minería ilegal en
Yutzupino, Napo. Fundación Ecociencia/MAAP. Aunque en febrero de 2022 el
Gobierno intervino en Yutzupino para sacar a unos 700 mineros ilegales que operaban
en la zona, las actividades no se detuvieron. Los mineros informales que trabajaban en
Yutzupino abrieron bocaminas en los alrededores de este sector, en zonas como Anzu la
Victoria y Pioculín, a las orillas del río Jatunyacu. Unas 490 hectáreas han sido
deforestadas en los alrededores de Yutzupino, dice el reporte de MAAP.
Figura 1
Casos de Deforestación y Minería en la Amazonia Ecuatoriana
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Nota. Minería ilegal sin freno La mayor parte de las 1.660 hectáreas destruidas es
producto de actividades de minería ilegal para extraer material mineralizado para
procesarlo y obtener oro, explica la Fundación Ecociencia.
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de árboles avanza más rápido y el daño es más profundo, enfatiza Ecociencia. Lo
anterior ocurre porque estas personas no siguen procesos técnicos ni usan la tecnología
ni maquinaria apropiada para reducir el impacto ambiental, dice Ecociencia. La
deforestación que cuantifica el reporte también es producto de las actividades en
concesiones legales otorgadas a mineras artesanales y de pequeña escala. La Fundación
explica que en algunas de estas concesiones han identificado que hay mineras que
realizan actividades para las que no tenían permisos. Por ejemplo, mineras que
"tercerizan" sus concesiones a otras
personas para que extraigan minerales para los que no tienen permisos
3.2 Zonas protegidas en Zamora Chinchipe
El reporte alerta que la deforestación ha afectado bosque protector y áreas protegidas en
Zamora Chinchipe desde 2019. En el Parque Nacional Podocarpus 25 hectáreas de
vegetación fueron arrasadas desde 2019. Además, dentro del parque hay 200
campamentos de mineros ilegales, según el reporte de MAAP. Otra zona afectada es el
Bosque Protector Cuenca Alta del río Nangaritza. El reporte identificó 545 hectáreas
arrasadas por actividades mineras desde 2018 en esta zona. Los bosques protectores no
están dentro del sistema nacional de áreas protegidas. De ahí que no está prohibida la
minería siempre que tenga los permisos de autoridades competentes, precisa el informe.
Sin embargo, el reporte alerta que hay por lo menos unas 100 hectáreas con daños en el
Bosque Protector Cuenca Alta del Río Nangaritza, en zonas en las que no hay
concesiones mineras formales.
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en esta zona ocurre por la actividad minera de 15 concesiones de pequeña minería y
minería artesanal. Aunque también hay selva destruida por actividad informal. El
territorio Shuar Arutam está entre los ríos Zamora y Yaupi y agrupa a 49 centros o
comunidades. El 5% del territorio de estas comunidades es parte del Bosque Protector
Kutukú Shaimi.
El panorama en los territorios selváticos a orillas del río Punino es desolador por la
minería ilegal, que ha venido creciendo. El río atraviesa poblados limítrofes entre las
provincias amazónicas de Napo y Orellana. Imágenes satelitales muestran como la
maquinaria que usan los mineros ilegales ha carcomido lo que hasta 2019 era una un
área montañosa y de intensa vegetación selvática. Los daños llegan incluso a una parte
de la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Sumaco-Napo Galeras. Un informe
de la organización Monitoring of the Andean Amazon Project (MAAP) detalla que entre
2019 y 2022, unas 217 hectáreas han sido deforestadas para extraer, de manera ilegal,
material mineralizado para obtener oro. El área devastada equivale al tamaño de 304
canchas de fútbol, advierte el informe publicado el 7 de febrero de 2023. Mapa de las
zonas de deforestación por minería ilegal en las riberas del río Punino. Febrero de
2023. Fundación Ecociencia y MAAP. En mapa satelital muestra que los puntos de
color amarillo son aquellos en donde hubo deforestación entre noviembre de 2019 y
noviembre de 2021. Y las áreas de color naranja muestran zonas de deforestación entre
noviembre de 2021 y septiembre de 2022. Mientras que las zonas de color rojo
muestran la deforestación reportada a partir de septiembre y hasta diciembre de 2022.
Figura 2
Deforestación en el rio Punino
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Nota. En la Imagen satelital se puede observar la deforestación en las orillas del río
Punino por la minería ilegal. Fundación Ecociencia y MAAP.
Entre 2018 y 2022, MAAP identificó que unas 32 hectáreas en esta zona habían sido
deforestadas por mineros informales. Pero en 2022, el área devastada creció casi siete
veces. El avance de la deforestación fue más acelerado entre septiembre y diciembre.
Las minas ilegales se instalan cerca o invaden zonas concesionadas a empresas mineras
formales. En Orellana y Napo hay 45 concesiones formales.
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Figura 3
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Además de la minería y la deforestación en Punino, el nuevo reporte de MAAP y
Fundación Ecociencia destaca tres importantes focos de esta actividad en el sur de la
provincia de Napo: Yutzupino, Huambuno y Ahuano. En los dos primeros casos se
detectó una expansión de 165 hectáreas de deforestación causada por la minera durante
el 2022. El tercero es un nuevo foco que crece muy rápido.
“En los últimos años hemos visto que la gente se ha empezado a dedicar con mucha
fuerza a la minería, principalmente aluvial, alrededor del río Napo y muchos de sus
afluentes. Se convirtió en una actividad bastante rentable, sobre todo a raíz de la
pandemia”, comenta un experto de la Fundación Ecociencia que prefirió proteger su
identidad para seguir participando, en condiciones de seguridad, en investigaciones que
se realizan en la zona.
El investigador también destaca que el nuevo foco detectado, en las riberas del río
Napo, a 2,5 kilómetros al noreste de la localidad de Ahuano, llama la atención porque,
al parecer, no es minería de oro sino de material pétreo. “En cuestión de un mes vimos
que se comieron parte de la playa del río con bastante fuerza”, añade.
Figura 4
Minería en Napo
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Nota. En la siguiente imagen se puede observar como la Minería en los ríos de la
provincia de Napo afecta a espacios verdes. Foto: cortesía José Moreno.
Para esa época, el gobierno ecuatoriano lanzó el Operativo Manatí para frenar la
actividad ilegal que se presentaba en la zona. Desde ese entonces, la minería se frenó en
ese punto, pero se expandió a lugares cercanos.
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(equivalente a 88 canchas de fútbol) afectadas por minería desde octubre 2021 a
diciembre 2022 en este sitio”.
Figura 6
El problema es que para el experto de Ecociencia, así como para Matthew Terry,
miembro de la Fundación Río Napo y José Moreno, vocero de la organización
19
social Napo Ama la Vida, incluso la minería que se realiza dentro de concesiones no
está siendo responsable con el manejo ambiental de la actividad.
“La minería se ha expandido hacia el otro lado del río Jatunyacu. Nuestro análisis, en
este caso, no especifica nada sobre si la actividad es legal o ilegal, o si hay alguna
irregularidad, porque hemos podido visualizar que se encuentra dentro de los límites de
la concesión. Sin embargo, la minería empezó a darse de forma muy rápida y a
expandirse velozmente. Hay que prestarle atención”, comenta el experto de Ecociencia
Figura 7
Caso yutzupino
Nota. La figura, muestra Panel Caso Yutzupino de deforestación y minerías que afecta a
ecosistemas y biodiversidad . Datos: EcoCiencia; Planet.
El segundo caso analizado está a orillas del río Huambuno. El análisis de las imágenes
satelitales, tomadas entre enero de 2022 y enero de 2023, mostraron que la superficie
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afectada por actividades mineras aumentó un 86,1 % respecto al valor reportado para
inicios del 2022. Se ha extendido hacia al este, aguas abajo del río Huambuno.
“Se identificó un aumento de 110 hectáreas, lo que suma un total de 238 hectáreas
(equivalentes a 335 canchas de fútbol) afectadas por minería desde mayo 2017 a enero
2023”, indica el reporte.
El tercer caso de estudio se localiza en las riberas del río Napo, aproximadamente a 2,5
kilómetros al noreste de la localidad Ahuano. Para febrero del 2023, ambas instituciones
identificaron la extracción de material pétreo fuera de la zona minera a cargo del GAD
provincial de Napo que está destinada al libre aprovechamiento de material de
construcción, como áridos y pétreos. “Juntamente con el área de extracción, se
identificó la adecuación de una vía, que conduce hacia el área afectada, y una berma
(barrera elevada que separa dos zonas), de la cual se desconoce el propósito de
construcción”, destaca el análisis.
Figura 8
Mapa de Monitoreo
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Nota. En la figura mustra el Mapa Monitoreo Caso Huambuno en el Ecuador . Datos:
EcoCiencia; ARCERNNR; Planet, NICFI.
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y recuperación en los ríos Ila, Blanco, Chimbiyacu, Anzu, Jatunyacu, Napo y
Mishulalli, en los cantones de Tena y Carlos Julio Arosemena Tola.
Sin embargo, José Moreno, representante de Napo Ama la Vida y vocero de las
organizaciones sociales y ambientales de la provincia, dice que nada de esto ha
avanzado. “Incluso, se han entregado nuevas concesiones”, afirma.
Figura 9
Caso Ahuano
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No Renovables, a quien señalaron como el líder de la organización delictiva relacionada
con la minería ilegal, según informó la Fiscalía.
Matthew Terry, de la Fundación Río Napo, y José Moreno, vocero de Napo Ama la
Vida, consideran que estas acciones se quedan cortas frente a la magnitud de la
expansión minera. Además, ponen en duda la capacidad de respuesta técnica para
analizar el manejo ambiental de las concesiones legales.
Moreno agrega que hay un nivel de violencia extremadamente alto en las comunidades
y “muchas de las familias no pueden denunciar, porque están amenazadas de muerte”. Y
es que en la provincia de Napo no solo preocupa la situación ambiental que se vive con
la expansión minera sino la agudización de los conflictos sociales. De hecho, Moreno
fue agredido por presuntos mineros durante una protesta que las comunidades realizaron
en la parroquia Talag del cantón Tena, durante la semana del 19 de marzo de 2023.
Figura 10
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Nota. La imagen representa a el ecosistema de los ríos afectado por la Minería en los
ríos de la provincia de Napo. Foto: cortesía José Moreno
“Sufrí una agresión directa por parte de cuatro personas que me golpearon. Ese día yo
ingresé al frente minero, estuve alrededor de una hora y media y, cuando salí, me
acorralaron. Adentro estábamos con pasamontañas, era complicado que supiesen quién
era yo. El ataque fue dirigido, de eso estoy más que seguro”, le dice Moreno a
Mongabay Latam.
Mathew Terry, miembro de la Fundación Río Napo, integrada en gran medida por
personas y asociaciones dedicadas al turismo de la naturaleza, dice que el sector turismo
ha sido uno de los más afectados por la expansión minera legal e ilegal en la provincia.
El extranjero, que vive hace más de 30 años en Ecuador, asegura que tampoco ha valido
que el Ministerio de Turismo haya declarado a 12 ríos de la provincia de Napo como de
interés turístico. “Le hemos insistido muchas veces al gobierno ecuatoriano que respete
y resguarde el potencial turístico de la zona, pero no hemos tenido respuestas
favorables”, comenta Terry.
José Moreno dice que los colectivos seguirán insistiendo en la defensa de los derechos
humanos y de la naturaleza, pero le preocupa que continúen los conflictos
socioambientales. En eso coincide el experto de Ecociencia y es por eso que le
preocupa, aún más, que la tendencia de expansión minera en Napo parece estar lejos de
frenarse o desacelerarse.
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Estos casos, que incluyen la expansión de la minería aurífera en áreas protegidas,
territorios indígenas y bosques primarios, son:
Río Punino, ubicado entre las provincias de Napo y Orellana, ha experimentado la
rápida expansión de la deforestación por minería de 217 hectáreas desde el 2019.
Para cada uno de los cinco casos presentados a continuación, mostramos tanto un
ejemplo de alta resolución (3 metros) de la reciente deforestación por minería (panel
izquierdo) como un zoom de muy alta resolución (0.5 metros) de la actividad minera
(panel derecho).
A lo largo del río Punino, ubicado entre las provincias de Napo y Orellana, hemos
documentado la rápida expansión de la deforestación por minería de 217
hectáreas desde noviembre del 2019. Alarmantemente, gran parte de esta actividad
(85%) ocurrió más recientemente en el 2022.
Figura 11
Rio Punino
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En esta zona, ubicada en la provincia de Napo, hemos documentado la deforestación por
minería de 125 hectáreas desde octubre del 2021, incluyendo impactos importantes a lo
largo del río Jatunyacu. Los sitios circundantes en Napo han añadido 490
hectáreas desde el 2017.
Figura 12
Caso Yutzupino
Figura 13
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Nota. Caso
C. Bosque Protector Cuenca Alta del Río Nangaritza
Figura 14
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5.4 Parque Nacional Podocarpus
Figura 15
Los científicos creen que si no se toman acciones pronto, los bosques tropicales en la
Amazonía en Ecuador podrían perderse por completo y repetir la triste historia de lo
que ha ocurrido en la provincia de Esmeraldas.
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promedio de 94 353 hectáreas de bosque en el país, un área que, según la FAO, es
bastante grande en comparación con otros países de la región con mayor territorio.
Pero esto no sería lo más grave. Según los expertos, la tasa de deforestación sería
incluso mayor porque no hay suficiente investigación sobre el manejo de los bosques ni
suficiente control forestal para determinar el verdadero número de árboles que se pierde
cada año.
Figura 16
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Deforestación de paisajes tropicales en el ecuador libro
Nota. Cuando se pierden los bosques, se deja sin recursos a las comunidades, en su
mayoría indígenas, que dependen de ellos para subsistir. Fotografía de Richard
Fischer.
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superficie total del Ecuador. Carolina Zambrano, líder de justicia climática en Hivos —
una organización que trabaja para resolver problemas globales— dice que esto ha
sucedido debido a una profundización del extractivismo como base del modelo
económico ecuatoriano. “Cada vez más dependemos de la explotación de bienes
primarios como el petróleo, los minerales y la agricultura, y esto no es sostenible”,
asegura. La dependencia que el país tiene en esta clase de bienes no solo está
deforestando los bosques, sino también degradándolos y, según Zambrano, esto podría
causar un colapso de la biodiversidad.
La presión por tener medios para sobrevivir y por aprovechar los abundantes recursos
naturales ha causado una gran pérdida de vegetación en Ecuador. El doctor Bolier
Torres, uno de los líderes de la investigación de LaForeT, afirma que en la provincia
costera de Esmeraldas había bosques muy abundantes pero que la presión por extraer
madera y por convertirlos en plantaciones ha causado que se pierdan casi en su
totalidad.
“Y ya es muy tarde para hacer algo”, dice el científico alemán Richard Fischer, quien
también lideró la investigación. Ahora, comenta Fischer, si no se proponen nuevas
alternativas que les permitan a las familias tener los medios necesarios para vivir; la
deforestación y degradación de los bosques en el país continuarán. “Si no actuamos
pronto, en la Amazonía va a pasar lo mismo que pasó en Esmeraldas”, asegura Torres.
“Y eso sería fatal”, destaca. (Menciona Montaño Doménica, 2021)
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Figura 17
Nota. La imagen se observa a parte del proyecto LaForeT fue liderado por científicos
ecuatorianos y alemanes de la Universidad Estatal Amazónica, el Instituto Johann von
Thünen, y la Universidad Técnica Luis Vargas Torres. Fotografía de Richard Fischer.
Perder los bosques tropicales en Ecuador no significaría solo perder uno de los lugares
más biodiversos del mundo sino también perder miles de especies únicas en el planeta.
Carolina Zambrano dice que esto traería varios problemas ambientales y resalta que
Ecuador es un país megadiverso cuyos bosques alojan a miles de especies endémicas de
flora y fauna. Según cuenta, la pérdida de especies podría alterar los flujos de energía
del ecosistema y modificar el ambiente. Por ejemplo, al deforestar el bosque, la cadena
alimenticia se altera y el ecosistema es más propenso a sufrir plagas, enfermedades o
climas extremos.
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Pero no solo eso. Preocupa la destrucción de plantas endémicas, que pueden ser muy
importantes para el futuro de la humanidad debido a su utilización para medicamentos y
otros productos. Bolier Torres asegura que en los bosques tropicales de Ecuador
hay más de 5000 especies de plantas nativas que tienen diversos usos y que podrían
extinguirse si los bosques del país continúan desapareciendo o deteriorándose. “No
podemos perder estas especies porque tal vez ahí está el verdadero desarrollo sostenible
del Ecuador”, afirma Torres.
Por otro lado, la pérdida de árboles altera enormemente la densidad de los bosques y
esto, a su vez, podría cambiar el ciclo del agua. Zambrano explica que normalmente los
árboles atraen lluvias, así que si se pierden, desaparecen las lluvias en la zona y esto
podría ser muy grave. “Sin lluvias, habrá sequías, y por lo tanto, lo que ahora son
bosques se podrían convertir en una especie de desierto”, dice.
El efecto no solo sería a nivel local. La bióloga asegura que en los últimos 20 años se ha
determinado que la deforestación influye en el cambio climático que afecta a todo el
planeta. Según dice, los suelos del bosque son reservas de dióxido de carbono.
“Entonces, cuando este se destruye o se deteriora, este dióxido de carbono se
descompone y se libera a la atmósfera, contribuyendo al cambio climático”.
Figura 18
Deforestación en el país
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Nota. Encuestas en grupos focales revelaron que la gran mayoría de la población está
dispuesta a pagar hasta 6 dólares mensuales para conservar los bosques. Fotografía de
Richard Fischer.
Contrario a lo que podría pensarse, la pérdida de bosques no solo tiene efectos
ambientales. En países como Ecuador, este fenómeno tiene grandes implicaciones sobre
la vida de las personas. A Zambrano le preocupa que muchas comunidades, en su
mayoría indígenas, se quedarían sin recursos para subsistir. “Pero no solo a ellos.
También se dejaría sin recursos a toda la población que depende de los productos que se
alojan en los bosques. Por ejemplo, en las ciudades podría haber escasez de alimentos,
de agua, e incluso de energía”.
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Sin embargo, los científicos Bolier Torres y Richard Fischer creen que si se hacen
cambios lo más pronto posible, se podrá detener la destrucción de los bosques. Pero eso,
según Fischer, no significa que se deban cercar los bosques y dejar a cientos de personas
sin sus fuentes de alimentación. Los científicos proponen la revisión y ejecución de las
políticas nacionales e internacionales relacionadas con deforestación, conservación y
reforestación.
En Ecuador, desde 2017, el Código Orgánico del Ambiente está en vigencia para
regular la legislación ambiental que incluye el manejo de los bosques. Sin embargo, los
expertos señalan que este código no se ha puesto en práctica. Fischer asegura que el
problema no es precisamente la falta de política, que es lo que ocurre en otros países,
sino la falta de implementación de esa política. Según él, si se empieza a aplicar lo que
está en papel, se logrará conservar los bosques tropicales que aún quedan —y están
en su mayoría en la Amazonía— y así evitar repetir la historia de la provincia de
Esmeraldas.
Figura 19
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Nota. En los últimos 26 años, Ecuador ha perdido más de 2 millones de hectáreas de
bosque tropical. Fotografía de Richard Fischer.
Torres menciona que otra solución es ampliar los proyectos que ya existen como el
programa Socio Bosque. En 2008, el Ministerio de Ambiente lanzó este programa con
el objetivo de conservar bosques y páramos en Ecuador a través de incentivos
económicos. Para Torres, el programa es bueno y ha permitido la conservación de al
menos 1,6 millones de hectáreas de bosque. Sin embargo, “no es suficiente y tiene sus
falencias”.
El programa Socio Bosque sigue vigente pero el temor de los investigadores es que, si
se acaba, se podrían potenciar fenómenos como la tala ilegal, la invasión de tierras y la
expansión ilegal de la frontera agrícola. Solicitamos información al Ministerio de
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Ambiente y Agua sobre cómo se financia el programa Socio Bosque y cuál es el
presupuesto que se ha destinado para su implementación en los últimos años, pero hasta
el momento de publicación de este reportaje no recibimos respuesta.
Para la bióloga Carolina Zambrano, es esencial que Ecuador “cambie y salga del
modelo de desarrollo neoextractivista” y se enfoque en la inversión pública en ciencia,
tecnología e innovación. Esto, asegura la bióloga, ayudará a desarrollar una nueva clase
de economía sostenible que apoye a todos los estratos sociales del país —incluyendo las
personas que viven en la ruralidad y que dependen de los bosques—.
Figura 20.
Nota. La mayoría de las personas que habitan en los bosques tropicales de Ecuador
viven en pobreza extrema —con menos de 47,37 dólares al mes. Fotografía de Richard
Fischer.
Con todo y la importancia de que el Estado lidere el tema, los científicos que
participaron del proyecto LaForeT aseguran que cuando se habla de deforestación, la
solución no es solo esperar que el gobierno responda y actúe. Según Torres, hacen falta
esfuerzos interinstitucionales entre el gobierno y la academia que permitan llegar a una
investigación científica que incentive el cuidado de los bosques.
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Los investigadores consideran que la publicación del libro Deforestación en Paisajes
Forestales Tropicales del Ecuador: bases científicas para perspectivas políticas es muy
importante, no solo porque cuenta la realidad de lo que está pasando en los bosques
tropicales de Ecuador, sino porque es un vínculo entre la academia y la política. Diego
Inclán, director de INABIO, explica que la investigación es únicamente de un grupo de
científicos pero que esta institución estatal la publicó porque es un ejemplo de cómo se
deben formar nexos entre el Estado y la academia para proponer cambios en las
políticas públicas.
Pero no todo tiene que ser económico. En la Amazonía ecuatoriana, José Gualinga, líder
de la nacionalidad indígena kichwa de Sarayaku, cuenta que su comunidad tiene un plan
de vida que se enfoca en tres ejes: vida social y comunitaria, tierra fértil y conocimiento
del ser amazónico. Gualinga asegura que, basado en esos tres ejes, se ha implementado
el proyecto Kawsak Sacha —una iniciativa de conservación de diversidad biológica—
con el que han logrado administrar de forma sostenible un territorio de 135 000
hectáreas de bosque amazónico primario a través de una zonificación. De esta manera,
se han establecido lugares de conservación, zonas de caza y pesca, y zonas de
asentamiento humano que tienen como objetivo principal “tratar al bosque amazónico
como un ser viviente que merece todo el cuidado y respeto que tiene un sujeto de
derechos”, comenta.
Si hay algo en los que coinciden los científicos Richard Fischer y Bolier Torres es que
la deforestación no se va a solucionar de un día para otro. Sin embargo, esperan que la
publicación del libro, los ejemplos de conservación de las comunidades indígenas, la
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disposición de la ciudadanía y las propuestas que han establecido sobre políticas
públicas y de cooperación sirvan para cuidar los bosques y frenar la deforestación en
Ecuador.
Andrés Rojas, Defensor del Pueblo de esta provincia, aseguró que la Agencia de
Regulación y Control de Energía y Recursos no Renovables no tiene la capacidad de
coordinar con otras instituciones con el fin de realizar operativos de control en zonas
tomadas por mineros ilegales. “No pueden ingresar [a los frentes mineros], existe
violencia alta, coordinar con Fuerzas Armadas y Policía es complicado”, explicó.
Aunque no ha terminado el primer mes del año, no hay duda de que la minería ilegal
sigue siendo un problema que no solo afecta zonas de bosque prístino sino, incluso,
áreas protegidas por el Estado. En su más reciente reporte sobre Ecuador, el Proyecto de
Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP) —iniciativa de Amazon Conservation
Association y Conservación Amazónica (ACCA) y la Fundación Ecociencia— reveló
que la actividad se está realizando dentro del Parque Nacional Podocarpus, en el sureste
de la Amazonía, entre las provincias de Loja y Zamora Chinchipe.
Figura 21
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Actividades mineras en el parque nacional
Nota. Mapa que muestra las actividades mineras realizadas en el Parque Nacional
Podocarpus durante 2022. Datos: EcoCiencia, Planet, NICFI.
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El reporte presentado recientemente sobre la minería en el parque Podocarpus analiza la
situación del área durante los años 2021 y 2022, para ello los investigadores utilizaron
imágenes satelitales de alta resolución (Planet). En ese periodo se identificaron 22 sitios
en donde se detectó actividad minera y 222 campamentos destinados para las personas
que extraen el oro. El análisis de las imágenes revela que la minería continúa en
aumento en la actualidad y destaca que todos los lugares de extracción de oro son
ilegales pues se encuentran dentro de un área natural protegida.
Figura 22
Los investigadores de MAAP analizaron con detalle tres de las zonas más críticas en
donde la minería se ha acelerado en los últimos dos años y que suman 25 hectáreas de
bosque impactado. Los tres casos de estudio se encuentran en la zona conocida como
“Eje Minero Parque Nacional Podocarpus”, localizada aproximadamente a 13
kilómetros al sur del Sector “Romerillos Alto”, en la provincia de Zamora Chinchipe.
“El área superficial total afectada por la tala de madera y evacuación de sedimentos
resultado de la minería tipo socavón (perforación de túneles) es de 24.8 hectáreas en los
tres casos reportados, entre agosto 2019 y octubre 2022, lo que equivale a 35 canchas de
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fútbol profesional. Adicionalmente, identificamos un total de 222 campamentos mineros
distribuidos en la zona”, indica el reporte.
El primer caso es el del sector conocido como Dos Camas, donde se registraron 4.7
hectáreas afectadas por la tala y el depósito de sedimentos resultado de la actividad
minera subterránea.
Para agosto de 2019, el impacto era solo de 0.1 hectáreas. A octubre 2022 se incrementó
en 4.6 hectáreas adicionales. Además, los análisis de MAAP y Ecociencia
identificaron 68 campamentos mineros en el sector.
Figura 23
El segundo caso de estudio es el frente minero San Luis, en donde 11 hectáreas tienen
daños por la tala y los sedimentos causados por la minería de socavón. En agosto de
2019, el área afectada era de 3.7 hectáreas, para octubre de 2022 se registró un
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incremento de 7.4 hectáreas adicionales, además de un total de 68 campamentos
mineros en el sector.
Finalmente, está el frente minero La Aida, una de las primeras zonas del parque
Podocarpus en ser afectadas por la minería subterránea, en donde se han registrado 9
hectáreas de bosque dañadas entre agosto de 2019 y octubre de 2022. Par a agosto de
2019, el área degradada era de 4.3 hectáreas y aumentó 4.7 hectáreas adicionales para
octubre de 2022. Además, gracias a las imágenes satelitales se pudieron detectar 86
campamentos mineros en la zona.
Figura 24
¿Por qué se disparó la minería ilegal de oro en los últimos años? Jorge Villa comenta
que ese aumento empezó a verse, sobre todo, con el inicio de la pandemia, cuando se
hicieron mucho más evidentes las necesidades insatisfechas de las comunidades.
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“La minería tanto aluvial como la minería subterránea tienen un impacto bastante fuerte
y es uno de los principales drivers que nosotros vemos en temas de reducción de
biodiversidad y fragmentación de ecosistemas. Están causando problemas en la
Amazonía ecuatoriana, en especial en el Parque Nacional Podocarpus donde sabemos
que existen ecosistemas bastante frágiles, muy conservados y con una biodiversidad
muy única en el planeta”, asegura Jorge Villa y agrega que “se está causando un
deterioro muy fuerte, aunque esperamos que el parque pueda recuperarse si es que
existen acciones para su regeneración”.
Los análisis de imágenes satelitales de alta resolución revelan que la problemática por la
minería no solo es crítica en el Parque Nacional Podocarpus, sino en sitios contiguos
como el Bosque Protector Cuenca Alta del Río Nangaritza que comparte su territorio
con 10 centros de la nacionalidad indígena shuar.
Figura 25
Territorio shuar
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Nota. Mapa Minería 2022 en Territorios Shuar dentro del Bosque Protector Cuenca Alta
del Río Nangaritza. Datos: EcoCiencia.
En su reporte de fines del año pasado, MAAP y Ecociencia llamaron la atención por el
gran incremento en la deforestación minera al interior del Bosque Protector Cuenca Alta
del Río Nangaritza a partir del año 2016. Por ejemplo, se registraron 290 hectáreas
impactadas solo en el 2020, en comparación con menos de 30 hectáreas cada año entre
el 2006 y el 2016.
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El aumento de la actividad minera persistió en 2021 y 2022. Mediante el uso de
imágenes satelitales de alta resolución (Planetscope) se identificaron 231 puntos en
donde se realiza actualmente esta actividad. El reporte analizó tres de las zonas más
críticas dentro del bosque protector, en donde se perdieron 545 hectáreas de cobertura
vegetal entre 2018 y 2022, lo que equivale a 768 canchas de fútbol profesional
Figura 26
Nota. En el bosque protector Cuenca Alta del Río Nangaritza. Se pueden identificar con
mucha precisión el número de máquinas presentes en esta zona seleccionada, así como
la dimensión de las piscinas de dragado. Fuente: Skysat Caso 1. Datos: Planet,
EcoCiencia.
Otro de los datos que más llaman la atención es que el 20 % de los puntos identificados
se localizan fuera de concesiones mineras y el 63 % dentro de territorios de
comunidades shuar.
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En varias ocasiones Mongabay Latam ha reportado los constantes enfrentamientos
entre el pueblo Shuar Arutam y diversas empresas mineras que tienen concesiones
entregadas por el Estado dentro de su territorio. MAAP y Ecociencia dedicaron otro de
sus reportes, en diciembre de 2022, a este territorio ubicado en la cordillera del Cóndor,
también en plena Amazonía sureste ecuatoriana. Allí resaltaron que más de la mitad (55
%) del territorio se encuentra concesionado a la industria minera de oro, plata y cobre.
Los procesos de monitoreo comunitario del Pueblo Shuar Arutam durante el 2022
evidenciaron un aumento de la actividad minera dentro de su territorio, registrando 42
sitios con minería artesanal y 16 con minería a gran escala, mientras que en cuatro
puntos clave del territorio indígena, las imágenes satelitales mostraron el impacto y la
velocidad con que la minería se ha desarrollado en los últimos dos años: 258 hectáreas
de bosque se han transformado para darle paso a esta actividad.
“¿A quién le consultó Guillermo Lasso, con quién socializó los impactos positivos y
negativos de la minería? Con nadie, porque a nosotros no nos consultaron. Asimismo,
todo el Pueblo Shuar Arutam ha sido concesionado sin respetar el derecho que tenemos
a decir no a estas actividades”, aseguró la lideresa shuar Josefina Tunki.
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