Está en la página 1de 1

LOS GALLINAZOS SIN PLUMAS

(Entran Efraín y Enrique a la casa)

Efraín (herido por un vidrio en el pie): ¡Me duele, me duele! ¡sigue sangrando! (llorando)

(Enrique sale a buscar ayuda y después llega con su amigo Luis)

Luis (se agacha y venda su pie): ¿Cómo sucedió esto?

Efraín: Pues, yo estaba trabajando y no miré al caminar un vidrio.

Luis: Ya está (termino de curarlo), recuerda tener más cuidado la próxima.

Enrique: Gracias por ayudarlo, ahora iremos a descan- (alguien irrumpe en la habitación)

(Por la puerta se asoma un perrito preocupado por la conmoción)

Enrique: Que bonito, nos lo llevaremos, desde ahora te llamarás Pedro (dirigiéndose al
perrito).

Pedro (pensando): Ahora tengo un hogar, siempre estaré al lado de estos niños, son mis
salvadores.

Efraín (nervioso): Ya tardamos bastante, seguro Don Santos nos espera.

(Enrique y Efraín llegan en silencio junto a su nueva mascota)

Don Santos (enojado): ¡Que hacen holgazaneando, hace horas debieron llegar! ¡trabajarán el
doble para suplir su ausencia!

(unos segundos de silencio invaden el ambiente y Don Santos observa detenidamente a Pedro)

Don Santos (sonríe maliciosamente): Y trajeron a uno más, espero que sea útil para algo.

(Los niños asintieron en silencio y salieron a cumplir su jornada)

(Al regresar) Efraín (Se queda helado unos segundos, un escalofrió recorre su cuerpo y se
anima a preguntar): Espera, ¿Dónde está Pedro?

(Confundidos ven una sombra en la oscuridad)

Don Santos: se refieren a este animal, mi amado Pascual tenía hambre así que …. (señala un
rincón del corral) (A pocos metros yace el cadáver de Pedro en descomposición)

Enrique (asustado y temblando): ¿Qué fue lo que hiciste? No cabe duda, ¡Eres un monstruo!

Don Santos: ¿Quién eres tú para levantarme la voz a mí! (levanta su mano y abofetea a
Enrique)

(Al ver a Efraín llorando junto a Pedro, Enrique se arma de valor y agarra un palo golpeando en
la cara a Don Santos)

Don Santos (Cae al corral de Pascual): No, no, no, ¡Pascual soy yo! ¡Déjame, no puedes contra
mí! (repite una y otra vez, maldice a todos, mientras se retuerce de dolor)

(Don santos lucha contra Pascual, hasta dar su último aliento, rindiéndose ante su cruel final)

Pascual (pensando): Uno menos hoy, otro adefesio fue eliminado de la sociedad.

También podría gustarte