“Ave María Purísima. Sin pecado concebida”.

Era un saludo espontá neo que se usaba mucho antes de que se declarara
como parte de la fe.

IN-MACULA
QUIERE DECIR: SIN PECADO

Es una cualidad que hemos hecho nuestra,

nos la hemos apropiado,
la hemos CONQUISTADO.
¿pecado? ¿Y qué es eso?
¿Yo? Pero si no tengo pecado!!!

Nos hemos convertido en expertos en echar culpas a todos: a la

sociedad, la cultura, el sistema, la economía, el mercado, los amigos, a los
profesores….

Y así parece que hoy todos somos inmaculados.

Vivimos como el Ariel, el Coló n, el Dixan y la Elena juntos,
También hay un detergente que se llama “Lagarto”.
Lavados y centrifugados,
sin manchas, en la blancura total, limpios de toda culpa.

Y aprendemos a decir eso de que aquí no pasa nada, y “aquí paz y

después - ¡pá smate!- gloria”.

De modo que nos plantamos tan ricamente en un estado sin conciencia

de pecado en el que podemos ir tirando con la CERTEZA de que algo só lo
está mal “si te pillan”

Porque hemos llegado a considerar el bien y el mal de forma muy extrañ a

y todo depende de cómo se lo tome uno.

Es un delito robar y no pagar a Hacienda, má s o menos por lo menos en

estas cosas estamos de acuerdo, pero si no te pillan o si te puedes
ahorrar el IVA y pagar si factura, no pasa nada.

Es un delito mentir en un juicio, pero si alguien pasa por la vida

escondiéndose de la verdad no pasa nada.
Es un delito matar, pero si ofendo al otro o trato de acabar con su fama
o con el honor de otra persona, o si sólo eran “cosas de niños”, o “es
que era una broma”, entonces no pasa nada.

Es un delito matar una cigü eñ a, pero si uno no atiende a sus padres

como se merecen, o hace la vida imposible a otra persona no pasa
nada.

Es un delito acabar con la vida de alguien, pero si se acaba con la vida de

alguien de semanas o de meses, no pasa nada.

Es un delito usar la violencia contra nadie, pero si uno cultiva su

agresividad con gritos o con eslóganes, no pasa nada.

Eso es, ¡aquí no pasa nada!,

El misterio de la Inmaculada no se podrá entender
ni tendrá sustancia cuando hemos lavado el pecado no só lo con el
superdetergente que deja una blancura total, sino con una conciencia
que no tiene ninguna sustancia.

No es ese no es mundo ni las personas que queremos ser.

Dios nos hizo hijos suyos

y, ademá s de los delitos legales,
sabemos que hay algo mucho má s profundo y real,
algo mucho má s cierto que es la fuente de nuestras sombras. Eso es el
pecado.

¿Y QUÉ ES EL PECADO?

El pecado es querer ocupar el puesto de Dios

“seréis como dioses”

ES decidir lo que no me corresponde, “venga, hombre, si todos lo

hacen… y decidir qué está bien y qué está mal” por mi cuenta,
Es no dejar que Dios ocupe su puesto y yo el mío

El pecado es lo que nos rompe por dentro….¿alguien no lo nota?

El pecado es lo que hace que la palabra má s importante que

pronunciemos,
y que será el origen de todos los males, sea YO: YO DIGO, YO DECIDO,
YO HAGO,
YO VOY POR LIBRE… y si alguien me dice algo, ya veremos.
Por supuesto, si ese alguien es Dios…. no tiene ya nada que hacer.

Pues con la fiesta de la Inmaculada

que ERA EL DÍA DE LA MADRE
recordamos que tenemos MADRE
QUE NO SOMOS HUÉ RFANOS
QUE ALGUIEN NOS DESPIERTA
NOS RECUERDA, QUIERAS O NO,
QUE HAY QUE ABRIGARSE,
QUE HAY QUE COMER
Y QUE HAY QUE IR DERECHOS POR LA VIDA.

MIRAR A MARÍA es como VOLVER A CASA

Y pasar DEL “AQUÍ SE HACE LO QUE YO DIGO” AL “QUE SE HAGA TU

VOLUNTAD”
“DEL ESCONDERSE CUANDO LLEGA DIOS”, AL “AQUÍ ESTÁ LA ESCLAVA
DEL SEÑ OR”

Con María volvemos al Paraíso, al estado original, a poder intuir ese día en
que el Señ or nos redimirá del pecado.

Y así miramos hoy a María, la llena de gracia,

y con todos los que confesamos la misma fe decimos:

“ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén”.

AVE MARÍA, PURÍSIMA

SIN PECADO CONCEBIDA.