UNIVERSIDAD ABIERTA Y A DISTANCIA DE MÉXICO

(UnADM)

23 DE MARZO DEL 2023

LICENCIATURA EN DERECHO

ALUMNO: REYES ARENAS ALEJANDRO

GRADO: QUINTO SEMESTRE

MATERIA: INTERNACIONALIZACIÓN DEL DERECHO EN

SU ÁMBITO PÚBLICO DE-DEIDPU

GRUPO: DE-DEIDPU-2301-M14-004

LICENCIADA Y PROFRA: ISIS IVET FONTES PORTILLO

 ACTIVIDAD 1. JERARQUÍA DE LA DIPLOMACIA DEL ESTADO MEXICANO
Propósito: identificar la jerarquía de la diplomacia del Estado mexicano y conocer cada
una de sus funciones.
Completa el cuadro de acuerdo a cada nivel diplomático (jefe de Estado, ministro de
relaciones exteriores, servicio exterior)
NIVEL EN LA
JERARQUÍA
DIPLOMÁTICA FUNCIONES
REPRESENTANTE O
REPRESENTANTES
Se refiere a la cabeza, líder o soberano que
ejerce las funciones de representación del
Estado, visto éste como la máxima organización
política que ostenta y se regula con una
estructura jurídica y política propia, con
población y que opera en un territorio delimitado.
En México, las funciones de jefe del Estado y de
gobierno se reúnen en una sola persona: el
Jefe de Estado presidente de la República, que es electo
popularmente. Tiene su fundamento en los
artículos 80 y 89 constitucionales que
establecen, en el primero, que “se deposita el
ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo de la
Unión en un solo individuo, que se denominará
«Presidente de los Estados Unidos
Mexicanos»""; y, en el segundo, por su parte,
define las facultades y obligaciones del
Presidente que en su conjunto le otorgan el
carácter de Jefe de Estado, Jefe de Gobierno y
Jefe de las Fuerzas Armadas.
Formular, orientar, ejecutar y evaluar la
política exterior en materia de integración y
desarrollo fronterizo, en coordinación con las
autoridades sectoriales del orden nacional y
territorial cuando sea del caso.
Coadyuvar al fortalecimiento de la democracia y
los derechos humanos en el orden internacional.
Ministro de • Aumentar la influencia del país en el diseño de
Relaciones la nueva arquitectura política y económica
Exteriores internacional.
• Promover los intereses nacionales en los foros
multilaterales.
• Alentar la cooperación internacional en el
ámbito económico, comercial, cultural, científico
y tecnológico.
• Proteger y defender los derechos de los
mexicanos en el extranjero.
EJEMPLO
Las facultades y obligaciones del
Presidente, son las siguientes:
I. Promulgar y ejecutar las leyes que
expida el Congreso de la Unión,
proveyendo en la esfera administrativa a
su exacta observancia.
(REFORMADA, D.O.F. 9 DE AGOSTO DE
2012)
II. Nombrar y remover libremente a los
Secretarios de Estado, remover a los
embajadores, cónsules generales y
empleados superiores de Hacienda, y
nombrar y remover libremente a los demás
empleados de la Unión, cuyo
nombramiento o remoción no esté
determinado de otro modo en la
Constitución o en las leyes
La protección de los derechos e intereses
de los connacionales en el extranjero
representa una labor permanente en la
agenda diplomática de la SRE. Las
principales tareas que se realizaron a
través del Sistema Integral Consular.
Se aplicó el Programa de Asistencia
Jurídica Urgente para mexicanos en los
Estados Unidos de América y para la
Defensa de los Mexicanos Condenados a
Pena de Muerte con 50 000 personas
beneficiadas.
Se llevó a cabo el Programa Migrantes en
Situación de Probada Indigencia con el
cual se dio asistencia consular y ayuda a
15 800 residentes.
Se realizaron 1 059 visitas de 46
 Consulados Móviles, en el marco del
Programa de Protección al Migrante
Mexicano.
Se favoreció a 25 000 personas con el
programa de Apoyo a las Mujeres, Niños y
Niñas Migrantes en Situación de Maltrato y
se atendió y brindó sustento económico a
200 000 connacionales con el Programa
de Apoyo al Migrante.
El Servicio Exterior Mexicano, a través de las Brindar asistencia consular y proteger los
embajadas y consulados, tiene la facultad de intereses del ciudadano.
ayudar a los mexicanos en el extranjero Asesorar en lo relativo a su relación con
mediante acciones. las autoridades locales.
Como tal, es responsable de ejecutar la política Informar sobre los derechos y obligaciones
exterior de nuestro país, siguiendo los principios en el país donde se encuentre.
normativos que establece la Constitución. Proporcionar orientación y facilitar datos de
algún abogado que lo pueda representar.
Visitarlo si se encuentras detenido u
Servicio Exterior hospitalizado para conocer sus
necesidades y actuar en consecuencia.
Brindar acompañamiento e identificar los
medios para que acceda a representación
legal en caso estar imposibilitado para
hacerlo.
Proporcionar información sobre médicos y
hospitales.
Expedir un pasaporte en caso de extravío
o robo.
En caso de detención, tu embajada o
consulado:
Vigila que las autoridades locales respeten
sus derechos.
Proporciona información sobre ayuda
legal.
Informa a los familiares sobre la situación
jurídica.
 ACTIVIDAD 2. LA DIPLOMACIA EN OPERACIÓN.
Caso para investigar

Analizar las relaciones diplomáticas entre la República Árabe de Egipto y los

Estados Unidos Mexicanos.

1. Espera el caso proporcionado por tu docente en línea.

2. Responde la(s) pregunta(s) planteada(s) en el mismo

1.- ¿Cómo surgen las relaciones diplomáticas entre México y Egipto?

Han pasado 65 años desde que México y Egipto establecieron relaciones diplomáticas en
1958. Más de seis décadas de amistad mutua caracterizada por una colaboración diversa
y permanente en diferentes áreas como la cultura y la economía, la cooperación al
desarrollo y temas de la agenda global.

La interacción bilateral a lo largo de este año se ha enriquecido gracias al sentido de

innovación y creatividad de múltiples actores que dan vida y sustancia a las relaciones
entre ambos países.

2. Mencione tres reuniones o eventos diplomáticos entre los Estados de México y

Egipto, así como la relevancia de cada uno.

Con creatividad, se han multiplicado nuevos canales y oportunidades de cooperación

como lo revela la celebración de una conferencia sobre cooperación internacional sobre el
tráfico y restitución del patrimonio cultural, la culminación del primer concurso de
traducción de novela mexicana en Egipto, la creación de obras pictóricas en sitios
icónicos de El Cairo realizadas por muralistas mexicanos, conversatorios literarios entre
escritores mexicanos e hispanistas egipcios y una exhibición fotográfica en el Museo de la
Civilización Egipcia. Además, atletas mexicanos de alto nivel han competido con éxito en
torneos internacionales en Egipto y grupos artísticos participan contantemente en
festivales culturales organizados en diferentes ciudades.

3. Mencione los tratados internacionales celebrados entre México y Egipto.

Ambas naciones han firmado varios acuerdos bilaterales, como un Acuerdo sobre
intercambios culturales (1960); Acuerdo comercial (1963); Acuerdo de Cooperación
Económica (1984); Acuerdo de Cooperación Cultural, Científica y Técnica (1987);
Acuerdo de Cooperación Educativa (1987) y un Memorándum de Entendimiento entre el
Instituto Matías Romero y la Academia Diplomática de Egipto (2022)

4. ¿En algún momento se han presentado fricciones entre las relaciones

diplomáticas entre Egipto y nuestro país?

En septiembre de 2015, un grupo de 14 turistas mexicanos fueron atacados por error por
las fuerzas de seguridad egipcias mientras estaban de vacaciones en el desierto
occidental de Egipto. El gobierno egipcio declaró que las fuerzas de seguridad
confundieron a los turistas con terroristas. Durante el ataque, ocho ciudadanos mexicanos
murieron y seis resultaron heridos. El gobierno de México condenó el incidente, pidiendo
una exhaustiva investigación del percance, sin embargo, este acontecimiento no rompió
las relaciones diplomáticas entre ambas naciones.

5. ¿Cómo es la relación diplomática entre México y Egipto en la actualidad?

Los dos países ofrecen regularmente exposiciones culturales y en 1996 establecieron

la Asociación Egipcio Mexicana para la Egiptología. En 2018, México y Egipto celebraron
60 años de relaciones diplomáticas.

En junio de 2022, la subsecretaria de Relaciones Exteriores de México, Carmen Moreno

Toscano, realizó una visita a Egipto. Durante la visita en Egipto, ambas naciones firmaron
un Memorándum de Entendimiento entre el Instituto Matías Romero y la Academia
Diplomática de Egipto. La subsecretaria Moreno Toscano también visitó la Liga
Árabe para fortalecer las consultas periódicas de alto nivel con esa organización regional
y México. Ese mismo año en noviembre, el canciller mexicano Marcelo Ebrard realizó una
visita a Egipto para asistir a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático de 2022 en Sharm el Sheij
 ACTIVIDAD INTEGRADORA. IMPACTO DE LA DIPLOMACIA EN EL MUNDO

Exponer la importancia de las relaciones diplomáticas instrucciones:

1. En un documento de texto redacta un ensayo considerando los siguientes puntos:

¿Por qué es importante que un país tenga representantes en el exterior?

La política exterior es relevante para todo país que aspire a modernizarse, a promover sus
intereses nacionales y a ejercer su soberanía en las mutables condiciones de la pos
Guerra Fría. En la globalización, intrincada red de desafíos y oportunidades, esa política
resulta crucial para conjurar amenazas, abrir puertas, refrendar alianzas, estimular la
cooperación y participar, de forma activa, en el complejo proceso de reforma del
entramado multilateral, de tal suerte que se le equipe con la solidez política y jurídica que
exige el orden mundial del porvenir.

En el caso concreto de México, reflexionar sobre la política exterior es ejercicio necesario

y pertinente, en especial valorando la relevancia y prestigio alcanzados por nuestro país
en el plano global, así como su predictibilidad y compromiso efectivo con la paz, la
agenda del desarrollo y el derecho Internacional. El asunto no es cosmético y tampoco
convoca a unos cuantos; los temas diplomáticos, antaño reservados a pequeños grupos,
son ahora de la mayor importancia y hacen parte de una agenda pública que vincula las
políticas doméstica y externa de manera inexorable.

¿Qué pasaría si no los tuviera?

Puede afirmarse que esto llevaría a la ruptura de relaciones diplomáticas que es una de
las más graves patologías que pueden padecer las relaciones entre dos Estados
soberanos, superada únicamente por el enfrentamiento bélico Generalmente, la ruptura
de relaciones obedece a razones muy graves y es consecuencia de una aguda crisis
diplomática, aunque las causas pueden ser diversas El artículo 41 de la Carta de las
NNUU, por ejemplo, contempla la ruptura de relaciones diplomáticas, dentro de las
posibles decisiones en caso de amenazas a la paz, quebrantamientos de la paz, o actos
de agresión. Pero por lo general, son otras las medidas que acostumbran a adoptarse con
más frecuencia en el marco del Capítulo VII de la Carta de NNUU. También la Asamblea
General de la ONU puede recomendar por las mismas razones, la ruptura de relaciones
diplomáticas, tal como sucedió en 1946 con España en 1946, y esto como consecuencia
nos puede llevar a.
La convocatoria del Embajador:

Acto diplomático relativamente frecuente, que consiste en citar a un Embajador al

Ministerio de Asuntos Exteriores del Estado receptor al objeto de expresarle el malestar o
la protesta por una determinada situación. A veces, puede realizarse para hacer entrega
de una nota diplomática de protesta, en cuyo caso, se añade, además, una nueva “vuelta
de tuerca” a la puesta en escena del malestar diplomático. El mayor o menor nivel del
funcionario que convoca, permite también añadir matices y gradaciones y como
consecuencia a.

La expulsión de diplomáticos de rango inferior al de Embajador:

Éste sería un nuevo escalón en la cadena de la crisis diplomática. Aunque la expulsión de

funcionarios puede producirse también por razones objetivas - generalmente vinculadas al
desarrollo de actividades incompatibles con las Convenciones de Viena sobre Relaciones
Diplomáticas de 1961 y sobre Relaciones Consulares de 1963, como el espionaje -, en el
contexto de una escalada de crisis, la expulsión de diplomáticos es un gesto claro, que
añade un grado adicional de tensión. De nuevo, el número de expulsados, y el nivel de los
mismos, permite introducir gradaciones, siendo, lógicamente, la expulsión del Embajador,
el nivel máximo, por lo que se ha singularizado como una categoría propia.

Pero más allá de la formalidad diplomática que las caracteriza, las relaciones México y
Egipto tienen hoy un perfil discreto y a la zaga del potencial que sugiere el tamaño de sus
economías, la similitud de los retos que enfrentan en el terreno del desarrollo y su
influencia político-económica en sus respectivas regiones. Tal circunstancia se ha
traducido en una interacción formalmente correcta en lo político, pero austera en lo
sustantivo, y ha determinado que un país y otro ocupen lugares periféricos dentro de sus
agendas respectivas de política exterior. Para México y Egipto, esta situación cancela la
posibilidad de una vinculación más productiva y de ganancias compartidas que en un
momento dado podría convertirse en un referente de funcionalidad entre dos potencias
medias. De tal suerte, el propósito central de este ensayo es esbozar las pautas para un
modelo que permita construir una relación más fructífera y relevante entre ambos países,
y ser un referente de interacción entre potencias medias.

El espectro de las relaciones México-Egipto es amplio al abarcar múltiples ámbitos de

actividad. Sin embargo, su impacto y valoración política suelen ser muy limitados por
tratarse, las más de las veces, de acciones puntuales con impacto efímero, desventaja a
la que hay que agregar una escasez crónica de recursos y una indefinición de objetivos
de largo aliento.

La agenda en esas condiciones opera en forma básicamente correcta, pero de modo casi
inercial, excepto en circunstancias determinadas por coyunturas inesperadas (como
sucedió en septiembre de 2015, cuando murieron ocho ciudadanos mexicanos en el
desierto egipcio). En el plano político-diplomático existen coincidencias entre los dos
gobiernos alrededor de principios generales como la no intervención en asuntos internos
de los países y el rechazo a la proliferación de las armas nucleares. Fenómeno similar
ocurre en distintos campos y rubros de la arena multilateral, como el del medioambiente,
la preservación del patrimonio histórico o la ayuda al desarrollo, entre otros. Alrededor de
estos temas se producen múltiples contactos y esfuerzos bilaterales, sea para hacer
compatibles determinadas posiciones o para intercambiar apoyos en torno a candidaturas
ad hoc en foros multilaterales, lo cual, por cierto, ocurre con relativa frecuencia. No
obstante, los contactos de alto nivel son reducidos, circunscritos con frecuencia a
encuentros en los márgenes de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva
York, donde los compromisos que llegan a convenirse suelen carecer del seguimiento que
permita su cabal cumplimiento. En el terreno económico, el rezago es mayor y acaso más
delicado, como lo revela el hecho de que el instrumento que regula los intercambios
comerciales data de 1963: el Convenio Comercial entre los Estados Unidos Mexicanos y
la República Árabe Unida (Egipto). Además, no existen acuerdos en materias tan
importantes como la protección de inversiones o para evitar la doble tributación. De tal
suerte, las Partes no se dispensan preferencia alguna en su comercio (con los perjuicios
que ello implica en términos de costo e ingreso para sus exportaciones), provocando que
el intercambio comercial sea exiguo, como lo revelan con evidente crudeza los 133
millones de dólares reportados en 2018.

En el terreno de las inversiones, la dinámica es distinta. Pese a las limitaciones

señaladas, en los últimos años se ha logrado generar condiciones para activar la relación
económica con base en inversiones mutuas, como lo sugiere el hecho de que, por vez
primera en la historia de la relación bilateral México-Egipto, existan empresas de cada
país operando en el otro y que en tal virtud se crease en 2018 el Consejo de Negocios
México-Egipto, con empresas de origen mexicano como Cementos Mexicanos,
Ruhrmpumpen, Aqualia y Polímeros Mexicanos, así como PICO Energy y El Sewedy
Electrometer del lado egipcio, junto a franquicias como KidZania, que involucran
iniciativas conjuntas. Esta actividad empresarial, a la que se ha promovido y dado el
apoyo institucional pertinente, ha impreso un dinamismo emergente a la relación bilateral,
no sólo en la esfera económica, sino también a la imagen de México en Egipto, gracias a
que las empresas han apoyado diversas actividades culturales desplegadas por la
embajada. Es temprano para evaluar las repercusiones de esta dinámica, pero se trata sin
duda de un fenómeno alentador. En ese contexto, mención especial requiere el arribo de
Polímeros Mexicanos a Egipto en 2019 y la construcción de una planta para el
procesamiento de sus productos en Alejandría a fin de proseguir sus exportaciones a
Europa. La firma mexicana aprovechará la ubicación geográfica del país árabe y su
creciente posición como plataforma logística multirregional, así como sus bajos costos de
operación y prerrogativas comerciales con la Unión Europea, merced al acuerdo de
cooperación que tiene con ese bloque. Además, en un momento dado, Polímeros
Mexicanos podrá aprovechar los ocho acuerdos de libre comercio suscritos por Egipto con
acceso preferente a Medio Oriente, las zonas EFTA (Asociación Europea de Libre
Comercio) y CFTA (Área Continental Africana de Libre Comercio). Así, con esta acción, la
compañía mexicana manda un mensaje de gran significación a sus pares del país
interesados en la diversificación y el ingreso a nuevos mercados, lo que, ante las
tensiones existentes en los mercados tradicionales, resulta de la mayor importancia para
México. En el terreno de la cooperación cultural se ubica el sector más dinámico y
relevante de la relación, tanto por el activismo y la calidad de los artistas mexicanos, como
por la valoración estética y política que las autoridades egipcias tienen de las
aportaciones extranjeras en el ramo a fin de preservar a El Cairo como uno de los
pulmones culturales de África y el mundo árabe. En ese marco, las expresiones
mexicanas en la música y la danza, la fotografía y el cine, la pintura, la literatura y la
gastronomía tienen una gran acogida y permiten gestionar patrocinios con diversos
actores, públicos y privados. De ahí que la actividad en el ramo sea intensa como lo
ilustran las 13 actividades programadas por la Embajada de México en Egipto en 2019. La
cooperación técnica, por su parte, es limitada e inconstante por una escasez recurrente
de recursos; sin embargo, es bien apreciada en medios especializados de la
administración pública de ambos gobiernos, dada la similitud de retos y la pertinencia de
sus respectivas experiencias en renglones clave para el desarrollo. México y Egipto son
considerados economías emergentes, espacio de arribo, tránsito y salida de migrantes,
con diásporas cuya importancia es fundamental en virtud de sus remesas. Uno y otro
tienen dos de las mega urbes más pobladas del planeta, El Cairo y la Ciudad de México,
con problemas similares de contaminación y movilidad, para los cuales una solución
difícilmente puede extrapolarse de fórmulas acuñadas en el mundo desarrollado.
Similitudes como éstas determinan que México y Egipto se encuentren en una condición
idónea para prestarse a una cooperación acorde con sus necesidades. Iniciativas previas
de colaboración en política migratoria (para el relacionamiento con las diásporas), otras
en materia de desarrollo social y algunas más en rubros muy técnicos entre bancos
centrales y aduanas han sido exitosas e ilustrativas del potencial existente en ese sentido.
No obstante, como se ha denotado, los esfuerzos son episódicos y sin un norte
estratégico que permita conformar un portafolio de cooperación, compacto por su número
de prioridades temáticas, pero relevante para efectos del desarrollo sustentable, de
manera que la relación bilateral en el sector se torne más sustantiva y valorada por ambas
partes.

En ese marco de entendimiento político, pero con un cariz predominantemente formalista,

se desaprovecha el potencial de una relación que podría resultar paradigmática en la
interacción entre dos potencias medias cuyo modelo podría replicarse en países de otras
regiones del mundo donde la presencia del uno en el otro es marginal, como es el caso de
México en África y de Egipto en América Latina. Por ello, es necesario potenciar
contactos, apoyos y sinergias que en la arena multilateral podrían acordar diplomacias tan
activas como la mexicana y la egipcia en asuntos clave de la agenda global. Un proceso
sistemático de consultas mutuas permitiría intercambios de perspectivas e información en
áreas sensibles de seguridad nacional. México podría compartir experiencias valiosas en
el combate a la delincuencia transnacional organizada y Egipto hacer lo propio en el
análisis de las distintas problemáticas en Medio Oriente y sus posibles reverberaciones en
América Latina: el terrorismo, la cuestión palestina y los diversos conflictos que se
padecen en la región. El intercambio de información sobre el tráfico internacional de
personas y el papel de las bandas criminales especializadas en el tema podría ser otro
rubro de interés común. A México, la información y las perspectivas obtenidas en estas
materias por parte de un país árabe como Egipto, le permitiría enriquecer el diálogo e
intercambio de información con nuevos interlocutores en el ámbito de la inteligencia, de
suerte tal que no se dependa tan sólo de interlocutores occidentales. En el plano
económico, es posible que la dinámica generada por la actividad empresarial contribuya a
su vez a dinamizar los intercambios comerciales, aunque se requiere la voluntad política
de los gobiernos para incentivar la atención mutua, de manera que se pueda avanzar en
acuerdos de facilitación comercial. Existe un innegable potencial de negocios gracias a las
redes de tratados comerciales que uno y otro tienen no sólo en sus continentes, sino más
allá de ellos; por ejemplo, México en la cuenca del Pacífico y Egipto en Medio Oriente.
Los mercados internos de ambas naciones podrían constituirse para las empresas
mexicanas y egipcias en laboratorios o cabezas de playa en zonas del planeta no
tradicionales para ellas y en plataformas de proyección ulterior. Considérese desde esa
perspectiva la relevancia de México para Egipto de cara a Norteamérica y los países de la
Alianza del Pacífico y, a la inversa, la de Egipto para México frente a los 55 países
suscriptores del Acuerdo Africano Continental de Libre Comercio (AfCFTA, por sus siglas
en inglés), que entró en vigor en mayo de 2019 Igualmente relevante puede ser una
vinculación más innovadora en el campo de la cooperación internacional, que se
circunscriba a dos o tres puntos prioritarios para el desarrollo, de manera tal que éstos
constituyan el núcleo de una agenda de colaboración compacta por su número de temas,
pero trascendente desde un punto de vista sustantivo.

Conformar un portafolio de cooperación como el referido permitiría a cualquiera de los dos

países replicarlo, mutatis mutandis, con otras naciones o regiones de interés,
incrementando con ello su rentabilidad técnica, por la colaboración misma, y política, al
enriquecer la oferta de cooperación con contrapartes amigas en materias relevantes.

Revertir el statu quo referido dista de ser sencillo o una labor de pronta ejecución, sin
embargo, no es irreversible y los activos esbozados a lo largo del ensayo podrían ser un
incentivo para construir un nuevo patrón de convivencia bilateral. La clave, en ese sentido,
radica en la adopción de una genuina voluntad de cambio y ánimo innovador, a la luz de
los cuales se puedan diseñar estrategias y medios de ejecución que permitan la
materialización de metas clave en el mediano plazo. La voluntad de cambio es requisito
de partida para aspirar a una mejor relación bilateral, sustentada en la expectativa de
beneficios compartidos como sinergias en lo multilateral, plataformas mutuas de comercio
e inversión en distintas zonas del planeta y una cooperación para el desarrollo
trascendente y replicable. El sentido de innovación es también un elemento necesario
para transformar el statu quo. En esa lógica, promover el diálogo entre instituciones de
investigación y educación superior como la UNAM y El Colegio de México con
instituciones de educación superior como la Universidad de El Cairo y la Universidad
Americana, entre otras varias, podría representar un venero de ideas de gran utilidad. Una
expresión en ese sentido es la iniciativa de la Agencia Mexicana de Cooperación
Internacional para el Desarrollo (Amexcid) y la Liga de Estados Árabes, por medio de la
cual ocho investigadores (cuatro por cada parte) desarrollan estancias cortas de
investigación posdoctoral en instituciones del mundo árabe y de México con el ánimo de
propiciar relaciones interuniversitarias de largo plazo. En esa misma dirección podrían
operar “cumbres empresariales” periódicas en donde los timoneles de firmas globales de
México y Egipto, e incluso de América Latina y del mundo árabe, pudiesen identificar y en
su caso explotar nichos de cooperación empresarial.

En este contexto una medida imprescindible es la modernización integral del entramado

jurídico-institucional de las relaciones bilaterales, actualizar el acuerdo comercial y
negociar instrumentos que supriman la doble imposición fiscal e incentiven la inversión
mutua. En esa ruta se inscribe, asimismo, la negociación de un portafolio de cooperación
compacto y centrado en aspectos clave del desarrollo. De ese modo se estimaría factible
generar un modelo de vinculación innovador y beneficioso que hiciera de las relaciones
México-Egipto un modelo atractivo de interacción entre potencias media que permitiese
transitar de la formalidad diplomática a una interacción genuina para el desarrollo.
REFERENCIAS:
Texto de apoyo
https://dmd.unadmexico.mx/contenidos/DCSA/MODULOS/DE/M14_DEIDPU/U2/S4/
Descargables/DE_M14_U2_S4_TA.pdf

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos

Título Tercero
Capítulo III - Del Poder Ejecutivo
https://mexico.justia.com/federales/constitucion-politica-de-los-estados-unidos-
mexicanos/titulo-tercero/capitulo-iii/
RELACIONES EXTERIORES MÉXICO
https://embamex.sre.gob.mx/egipto/index.php/es/la-embajada-de-mexico-en-
egipto#:~:text=Han%20pasado%2065%20a%C3%B1os%20desde,temas%20de%20la
%20agenda%20global.

file:///C:/Users/Equipo/Downloads/tripprmpe116.pdf

file:///C:/Users/Equipo/Downloads/Dialnet-LaRupturaDeLasRelacionesDiplomaticas-4642951.pdf

MEDIOS VIOLENTOS

http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1315-62682005000300004

Ahora bien, paralelamente a estos medios pacíficos existen otros medios violentos que
aún estando prohibidos por la Carta de la Organización de las Naciones Unidas en
reiteradas oportunidades se ponen en práctica en la Comunidad Internacional ante las
diversas fricciones que se presentan entre sus Estados miembros y que no serán
analizados detalladamente en la presente investigación por no constituir objetivo de la
misma, entre éstos se tienen:
Tras diez años de permanencia y combates, el 29 de marzo de 1973, Estados Unidos
completo la retirada de los últimos 4.300 soldados norteamericanos que combatieron en
Vietnam. Aquel día se celebró en Saigón la ceremonia de retirada de la bandera
estadounidense como símbolo del fin de la presencia militar americana en Vietnam.
Debido a que la participación en la guerra se reveló como cruel e interminable, dividió a la
opinión pública norteamericana y esto sirvió como base para el nacimiento de un
movimiento pacifista entre la sociedad civil. Lo anterior debido a que el saldo en vidas de
esta guerra fue de 500.000 civiles y 200.000 soldados vietnamitas por 57.000 soldados
norteamericanos[1].

La Guerra de Vietnam comenzó en la década de 1960, se tuvo por protagonistas, por un

lado, a la República de Vietnam o Vietnam del Sur, y su aliado Estados Unidos. En
contraposición, el Ejército de la República Democrática de Vietnam o Vietnam del Norte,
aliado con el Frente Nacional de Liberación de Vietnam o Viet Cong, y respaldados por la
República Popular China y la Unión Soviética. Como causa principal del conflicto
encontramos que fue la de intentar derrocar el gobierno de Vietnam de Sur. Esta era la
pretensión de algunas guerrillas comunistas de esta zona como el Vietcong o el Frente de
Liberación Nacional. Este intento de golpe de estado fue apoyado por Vietnam del Norte,
y derivó en una guerra entre ambos países. El objetivo era crear un único país comunista
que fuese aliado de China y la URSS[2].

Derivado de esta guerra se suscitaron diversas violaciones a derechos humanos, como

ejemplo de ello encontramos que el 16 de marzo de 1968 soldados de Estados Unidos
atacaron un pueblo en el sur de Vietnam, en la región de Son My, con el fin de aniquilar a
los combatientes del Viet Cong. En aquel lugar solo encontraron civiles a los que violaron
y asesinaron. El pelotón que mando el teniente William L. Calley Jr. arrasó Son My y
acabó con la vida de 182 mujeres, 173 niños (entre ellos 56 bebés) y 60 ancianos,
además de destruir 247 viviendas, matar todo el ganado y quemar los arrozales. El
Ejército de Estados Unidos lo calificó entonces de victoria hasta que el reportero Seymour
Hersh publicó la verdad de los hechos y, desde entonces, la Matanza de My Lai se
convirtió en el símbolo de las masacres de los estadounidenses en el extranjero[3].

La retirada de las tropas estadounidenses facilitó el derrumbe inmediato del Sur. La

ofensiva final comunista tuvo lugar en la primavera de 1975. El 30 de abril, los comunistas
tomaron Saigón y forzaron la rendición de los survietnamistas. El 2 de julio de 1976, se
reunificó el país bajo el nombre de la República Socialista de Vietnam. La guerra había
terminado. Más allá de la lucha por los territorios, este conflicto fue una lucha de
superpotencias, del capitalismo contra el comunismo. Dentro del orden mundial de la
época, la derrota de los Estados Unidos significó un fuerte golpe a su poderío militar e
internacional, que hasta entonces gozaba de total inmunidad. China y la URSS fueron las
más favorecidas. Sin embargo, el efecto más significativo fue la reconstrucción del propio
Vietnam, que tuvo que acoger a los distintos grupos sociales y políticos en una sola
nación