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¿Qué es la inteligencia emocional?

La inteligencia emocional (a veces, denominada EI o EQ) puede describirse como tu capacidad


para identificar, expresar y manejar tus reacciones emocionales. También implica tu capacidad
para percibir, evaluar y responder a las emociones transmitidas por los demás.

Otra forma de observar la inteligencia emocional es el “sentido común”. Conocer a las personas
y comprender sus necesidades es un complemento ideal para las personas con un IQ alto o
“intelectuales”. Por sí sola, ni siquiera la mejor educación universitaria es una garantía de éxito.

Es por eso por lo que algunas personas prosperan y se convierten en líderes efectivos, oradores
motivacionales y dueños de negocios con solo un diploma de escuela secundaria y por qué
otros fracasan incluso teniendo una maestría.

Si bien hay quienes parecen nacer con el don de la inteligencia emocional, con el suficiente
tiempo y dedicación, cualquiera puede perfeccionar o desarrollar aún más su inteligencia
emocional. Empieza desglosando los diferentes elementos que contribuyen a la inteligencia
emocional.

La inteligencia emocional se refiere a la capacidad para reconocer, comprender y manejar tus


propias emociones. También se refiere a la capacidad para comprender las emociones de
aquellos con los que interactúas. Al desarrollar tu inteligencia emocional, podrás mejorar tus
relaciones laborales e influir positivamente en tu equipo de colaboradores.

Tener una alta inteligencia emocional significa que eres capaz de reconocer tus sentimientos, lo
que significan y cómo pueden afectar a los demás. Los líderes con alta inteligencia emocional
pueden utilizar sus emociones de manera adecuada para influir en los resultados positivos.

Esta es una habilidad imprescindible para los líderes, ya que les ayuda a administrar equipos de
manera efectiva sin causar divisiones o conflictos. Los líderes emocionalmente inteligentes
pueden sacar el máximo provecho de sus empleados y adaptar su estilo de liderazgo según sea
necesario para acomodar a sus colaboradores, aunque tengan diferentes personalidades.

La inteligencia emocional (IE) es la capacidad de entender y manejar tus propias emociones y


las de las personas que te rodean. Las personas con un alto grado de inteligencia emocional
saben lo que sienten, lo que significan sus emociones y cómo estas emociones pueden afectar a
otras personas.

La inteligencia emocional en el liderazgo es esencial para conseguir el éxito. Después de todo,


¿quién es más probable que tenga éxito, un líder que grita a su equipo cuando está bajo estrés,
o un líder que controla y evalúa con calma la situación?

Cuanto mayor sea la capacidad del líder para administrar cada una de estas áreas mayor será su
inteligencia emocional.

Los buenos líderes son aquellos que nunca pierden el control, que se enfrentan a sus retos
dejando a un lado sus problemas personales y confían plenamente en sí mismos. Demuestran
su inteligencia emocional en el liderazgo.

Los buenos líderes se reconocen porque escuchan a los suyos y son comunicativos y porque se
informan antes de tomar decisiones, valorando seriamente sus posibles repercusiones. Así, la
inteligencia emocional juega un papel fundamental en liderazgo.
El liderazgo es una capacidad que todos deberíamos potenciar, porque seguramente en alguna
ocasión tendremos la oportunidad de ponerla en práctica como empresarios, como padres,
como maestros, como terapeutas, etc. Por lo tanto, es necesario que tengamos en cuenta las
implicaciones que la inteligencia emocional tiene para jugar este papel para desarrollar las
capacidades necesarias.

Los elementos de la inteligencia emocional

De acuerdo con el modelo que propuso el psicólogo de renombre internacional Daniel


Goleman, que se publicó por primera vez en 1995, la inteligencia emocional se compone de las
siguientes cinco habilidades:

1. Conoce tus emociones


2. Regula tus emociones
3. Motívate a ti mismo
4. Reconoce y comprende las emociones de otras personas
5. Maneja las relaciones (es decir, las emociones de otras personas)

También hay cuatro cuadrantes que detallan las áreas internas y externas de la inteligencia
emocional:

 Autoconocimiento: un aspecto de la competencia personal, el autoconocimiento personal es


un reconocimiento de cómo influyen tus acciones en los demás y cómo las acciones de ellos
también afectan tu estado emocional.
 Autorregulación: otro aspecto de la competencia personal, la autorregulación consiste en
mantener el control de tus emociones, adaptarse al cambio y perseverar a pesar de los
contratiempos.
 Conciencia social: un aspecto de la competencia social, la conciencia social consiste en ser un
oyente activo e implicado, mostrar empatía por los demás y notar los cambios de humor.
 Manejo de las relaciones: otro aspecto de la competencia social es tu capacidad para
expresarte, llevarte bien con las personas y manejar los sentimientos de la gente con
sensibilidad.

En conjunto, la inteligencia emocional es el equilibrio constante entre los factores internos y


externos que afectan nuestra vida. Una vez que hayas comprendido básicamente los puntos
fuertes y las limitaciones de tu propia inteligencia emocional, tendrás una base firme para
mejorarla.

¿Por qué es importante la inteligencia emocional para un líder?

En nuestro mundo cada vez más incierto y cambiante, aplicar la inteligencia emocional a las
situaciones de vida nos da certeza. La inteligencia emocional es la clave para el desarrollo de la
resiliencia y permite a las personas adaptarse a los contratiempos, dejar las ideas obsoletas,
encontrar un propósito renovado o avanzar en un curso de acción audaz con confianza.

Y lo que es más importante, la presencia de la inteligencia emocional suele ser lo que inspira a
los empleados a unirse y confiar en sus líderes. La práctica de la inteligencia emocional actúa
como una señal para los demás, haciéndoles saber quién se preocupará por ellos y sus
intereses, y quién hará de su bienestar personal y su sustento una prioridad.

Para bien o para mal, las emociones son contagiosas. Cuando las personas reflexionan sobre
cuánto disfrutan (o desprecian) un trabajo, a menudo interpretan su experiencia no a través de
la perspectiva de lo que implica el trabajo real de forma cotidiana o por una lista de ventajas,
sino por si disfrutaron o no trabajar con su jefe.

Aquí es donde la inteligencia emocional puede hacer o deshacer la dinámica del trabajo o
empresas enteras.

Antes de que puedas empezar a apreciar por qué la inteligencia emocional es importante en el
lugar de trabajo, es útil comprender primero qué es la inteligencia emocional y qué puede
hacerse para desarrollarla.

Cómo mejorar la inteligencia emocional

Mejorar tu inteligencia emocional no es una solución rápida, sino un camino que requiere
mucha honestidad y reflexión personal. Esto es importante, sobre todo, cuando se trata de
revisar en qué aspectos puedes fallar.

Con una mayor inteligencia emocional, empezarás a distinguirte de quienes tienen una
formación, educación y experiencia similares. En el caso de los puestos directivos, poseer un
buen conocimiento de la inteligencia emocional puede marcar una gran diferencia en tu
capacidad para motivar a tu equipo y crear una sólida base de confianza en tu empresa.

Como líder, considera estos consejos para mejorar inteligencia emocional en el trabajo:

 Pide a tus empleados y compañeros que te den comentarios sinceros y constructivos.


 Habla con tus empleados de forma asertiva, ganándote su respeto y siendo respetuoso a la
vez.
 Comunícate con algo más que palabras: utiliza el lenguaje corporal, los gestos y el tono de
voz.
 Realiza un seguimiento de los momentos en los que te sientes abrumado por las emociones o
te disgustas fácilmente.
 Motívate a ti mismo y a los demás estableciendo metas y enfrentando desafíos, grandes o
pequeños.
 Lee historias sobre personas en diferentes circunstancias para tener mayor empatía.
 Organiza reuniones virtuales a través de Zoom para evitar que los miembros del equipo se
sientan demasiado aislados.
 Haz un modelo del comportamiento apropiado de la IE y establece normas para la
interacción del equipo.
 Comienza a reconocer y apreciar a quienes muestran inteligencia emocional.

En situaciones estresantes, siempre favorece la respuesta sobre la reacción. La actitud significa


todo. No dejes que la negatividad empañe tus acciones y tu comportamiento. Al transmitir una
actitud positiva, te vuelves más accesible. Esto por sí solo contribuirá en gran medida a
promover un entorno de transparencia y respeto.

Logar que todos se enfoquen en el objetivo común de mejorar su inteligencia emocional


colectiva mejorará la forma en que tu equipo se comunica y resuelve los conflictos internos.
Además, brinda a los miembros del equipo las herramientas necesarias para ser más
productivos y proactivos, independientemente de su disciplina de trabajo.

Dado lo introspectivo que puede ser un balance de tu inteligencia emocional, ¿dónde está la luz
al final del túnel? ¿Qué se necesita para lograr una transformación real?

¿Cómo sabré si estoy progresando?

Dependiendo de tu nivel actual de inteligencia emocional y autoconocimiento, puede tomar


tiempo encontrar tu ruta. La buena noticia es que no es necesario arreglar todo. Empieza por
aprovechar tus puntos fuertes.

Es más fácil medir tu progreso en una habilidad en la que tienes cierta competencia, pero en la
que todavía puedes mejorar. Por lo tanto, si tienes facilidad para comunicarte con los
integrantes de tu equipo, desafíate a interactuar con los empleados o compañeros de otros
departamentos para hacer una comparación.

Al ver el progreso gradual en estas áreas, sentirás confianza para enfrentar desafíos más
grandes.

Por supuesto, esforzarse para enfrentar los puntos débiles de tu inteligencia emocional será lo
más revelador. Si te causa problemas abordar la confrontación o reivindicar tu autoridad en
tiempos de crisis, concéntrate en cómo manejar tu respuesta emocional en esas situaciones.

Para verificar el progreso que estás teniendo en mejorar tu inteligencia emocional personal,
pide la opinión sincera y sin filtros de tu subordinados directos, colegas y supervisores. Es
simple; solo hazlo de forma anónima utilizando una herramienta de evaluación en línea de 360
grados.

Los comentarios obtenidos a través de una evaluación de 360 grados a menudo también
incluyen una autoevaluación.

La confirmación más inmediata y satisfactoria de que tu inteligencia emocional está


aumentando se manifestará en comunicaciones cotidianas más sencillas (y productivas) con tu
equipo. En esta nueva normalidad, en la que el trabajo a distancia es más la norma que la
excepción, los que lideran a través de la inteligencia emocional son los que prosperarán.

La importancia de la inteligencia emocional para el liderazgo

Con un enfoque cada vez mayor en la inclusión y el bienestar mental en el trabajo, los líderes deben
demostrar más que nunca su inteligencia emocional. Es esencial a la hora de crear la cultura diversa y
positiva que una organización necesita para triunfar, ya que ayuda a contratar y retener los mejores
talentos, y, en última instancia, a potenciar los resultados.

Según una investigación del Consortium for Research on Emotional Intelligence in Organizations, la
inteligencia emocional contribuye positivamente a los procesos de contratación exitosos, aumenta la
rentabilidad de los gerentes de cuentas e impulsa la productividad en todos los niveles de empleo.
También aumenta las ventas y reduce los niveles de estrés.

Desarrollar y usar la inteligencia emocional permite que los líderes logren lo siguiente:

Potenciar el compromiso: Los líderes fomentan el compromiso al desarrollar una cultura de trabajo
positiva y productiva. Por el contrario, los empleados poco comprometidos pueden convertirse en una
carga, ya que afectan la productividad, reducen la colaboración y generan una mayor rotación del
personal. Según Gallup, la desvinculación de empleados les cuesta a las empresas entre 450.000 y
550.000 millones de USD anuales en EE. UU.

Mejorar las interacciones: La inteligencia emocional contribuye a generar confianza, lo que ayuda a
sacar lo mejor de las personas y permite a los líderes potenciar el talento y las habilidades disponibles
en sus equipos.

Fomentar el intercambio de ideas: Las personas que se sienten psicológicamente seguras tienden a
ser más creativas e innovadoras. Para propiciarlo, los líderes con inteligencia emocional pueden
recurrir a la crítica constructiva.

Resolver conflictos: Los líderes con inteligencia emocional corren con ventaja a la hora de reconocer
problemas como el estrés, el agotamiento1 o la negatividad, lo que les permite ponerles un alto antes
de que pasen a mayores.

Gestionar el cambio: Vivimos en una era de altibajos. La inteligencia emocional puede contribuir a
fortalecer la resiliencia y ayudar a los empleados a adaptarse al cambio y a convivir con la
incertidumbre.

Los principios psicológicos de la inteligencia emocional se aplican en igual medida al trabajo y a


nuestras vidas fuera de él. Las emociones positivas generan un pensamiento positivo, una tendencia a
querer aprender nuevas habilidades y un entusiasmo por conectarnos con las personas. Por su parte,
los sentimientos negativos intensifican nuestras expectativas de fracaso o amenaza, generan una
tendencia a desconfiar de los demás y una mentalidad de "sálvese quien pueda", y restringen
nuestros horizontes.

Qué pueden hacer los líderes para desarrollar la inteligencia emocional

Algunas personas tienen una inteligencia emocional más desarrollada que otras. Así y todo, se trata
de una habilidad que es posible mejorar. Estas son algunas medidas que puedes tomar.

• Ten en claro qué es importante para ti. Esto significa reevaluar los valores y principios que más
te importan personalmente y también aquellos que impulsan tu negocio.

• No temas admitir errores y asumir las consecuencias. Evita culpar a los demás y prepárate
para hacerte responsable y demostrar cómo esto te afecta a ti y a tus acciones.

• Adopta una actitud racional y fomenta la calma para no dejarte abrumar por sentimientos
como la ira, la decepción o la frustración. Tomar distancia, hacer una pausa y poner en práctica
técnicas de respiración pueden ser de gran ayuda.

• Sé consciente de tu voz y tu lenguaje corporal al interactuar con otras personas.


• Prepárate para ganarte el respeto de los demás y espera a que tu equipo te conozca y confíe
en ti.

• Trabaja en tu propia motivación. Reflexiona sobre qué cosas te sirven de motor y define
nuevos objetivos con regularidad.

• Practica el optimismo. Intenta ver el lado positivo de cualquier situación e involucra a los
demás en el proceso.

Cómo liderar con inteligencia emocional

La inteligencia emocional no es solo algo que desarrollas. Es necesario aplicarla al mundo real. Estas
son algunas ideas sobre cómo los líderes pueden hacer uso de su inteligencia emocional.

Conéctate con las personas a nivel personal

Tómate el tiempo necesario para conocer individualmente a los miembros de tu equipo e intenta
comprender la diversidad de sus experiencias. De este modo, podrás incluir las cosas que les importan
a tus interacciones con ellos y comprender por qué reaccionan de tal o cual manera a determinadas
situaciones y emociones. También es fundamental que les demuestres individualmente que son
importantes para ti. Los pequeños gestos, recordar sus cumpleaños o sus aniversarios en el trabajo, o
preguntarles por una situación personal difícil que sabes que están atravesando marcan una enorme
diferencia.

Pero en una conexión personal siempre debe haber reciprocidad. Debes prepararte para sincerarte y
no temerle a mostrarte vulnerable si eso ayuda a mejorar el entendimiento.

No escatimes en halagos

Los elogios de líderes y gerentes no deben limitarse a los resultados. También debes reconocer –
públicamente, si corresponde– cuando alguien logra avances significativos, cuando aportó (aunque
haya sido un pequeño granito de arena) al éxito de una iniciativa y cada vez que notes una mejora.

Escucha y nunca dejes de escuchar

Puede que debas tomarte un tiempo para escuchar realmente lo que uno de tus empleados está
intentando decirte. La escucha eficaz también implica no juzgar y generar un espacio seguro para
compartir ideas e inquietudes. Para desarrollar tus habilidades comunicativas, pídeles su opinión a los
empleados y actúa en consecuencia para demostrarles que tomas en cuenta sus comentarios y
sugerencias.

Permite que todas las personas se expresen

Asegúrate de que todos tengan la oportunidad de colaborar y que se sientan tenidos en cuenta. A
algunas personas puede costarles más que a otras sentir la confianza suficiente para colaborar, así que
ten paciencia.

Comunícate con empatía

La empatía es la clave para garantizar la diversidad en la organización. Ponte en el lugar de los demás
cada vez que puedas. Antes de comunicarte, piensa en cómo recibirán tu mensaje las personas.
Resuelve los conflictos con esmero

En lugar de usar respuestas estándar, familiarízate con los enfoques de resolución de conflictos ideales
para las distintas situaciones o personas, y cambia la forma en que respondes.

COMPONENTES CLAVES DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

Autoconocimiento o Conciencia de ti mismo: Para sacar el máximo provecho de tu equipo,


primero debes poder sacar el máximo partido de ti mismo, razón por la cual la autoconsciencia
es tan importante para los líderes. La autoconsciencia simplemente significa comprender cómo
te sientes y cómo estos sentimientos pueden afectar a los demás en el lugar de trabajo. Debes
ser capaz de reconocer tus fortalezas, debilidades y emociones.

Muy importante y necesario conocerse a uno mismo, no puedes relacionarte con otros, sin
conocerte a ti primero. Como líder debes entender tus emociones y sentimientos, cómo te
sientes y qué impacto tiene que lo sientas. Cuanto mejor te conozcas, mejor sabrás cómo
actuar en momentos críticos o de estrés, y reaccionarás más efectivamente. Entenderlo te
llevará a saber mejor cuáles son tus fortalezas, tus debilidades y miedos, te ayudará a saber
dónde puedes poner más foco y te permitirá entender mejor a los demás. Trata de reconocer
esas emociones, alegría, rabia, decepción, euforia para asociarlas a las causas que las
provocaron, y así entenderlas mejor.

Conocerse ayuda a explotar al máximo las demás cualidades en cualquier situación que se
presente y estar motivado para animar a los colaboradores. Ayuda a analizar y entender más
profundamente los sentimientos de los demás, por lo que se trabaja también la empatía.

El psicólogo David McClelland analizó en 1998 a más de 30 organizaciones, concluyendo que


aquellas que poseían competencias en inteligencia emocional superaron entre 15% y un 20%
sus objetivos anuales de ingresos.

La autoconciencia es la capacidad para identificar las propias fortalezas y debilidades, y de


comportarse en el lugar de trabajo de manera de capitalizar las primeras y minimizar las
segundas. Franqueza acerca de las áreas de debilidad, comodidad con uno mismo y "un sentido
fuerte y positivo de autoestima" caracterizan a las personas que son conscientes de sí mismas.
Parte de la autoestima es la voluntad de escucharse a uno mismo antes que nadie. De acuerdo
a las observaciones de Goleman y Malcolm Gladwell, la conciencia de sí mismo va más allá de la
auto-evaluación conciente de un individuo, y más profundamente involucra la capacidad innata
de una persona para la toma de decisiones, influyendo así en todos los aspectos del desempeño

Autorregulación o autogestión / Autocontrol de las emociones o autogestión: Se refiere a tu


capacidad para gestionar y controlar tus propias emociones. Los líderes deben ser capaces de
controlar sus emociones y mantener una actitud positiva a pesar de los obstáculos con los que
se puedan encontrar. Esto es particularmente importante en situaciones de estrés, ya que los
líderes deben poder responder a la adversidad de manera tranquila y adecuada.

Las emociones se rigen por impulsos biológicos, hay que aprender a manejarlas y gestionarlas.
Este autocontrol ayuda a no ser prisionero de los sentimientos. Por ejemplo, si un ejecutivo se
enfrenta al fracaso de su equipo, no reacciona con frustración e ira, sino que debe saber
enfrentar la situación con calma para poder gestionarla correctamente. El conocerte te permite
controlarte, autorregularte, mantener el control en momentos clave. De otro modo, podrías
perder la forma y dejarte llevar, nada bueno para un líder.
Es importantísimo para tu inteligencia emocional intentar definir tus valores, qué te mueve y te
mantiene firme. Así, sabrás qué es más importante para ti al tomar decisiones. Alguien
responsable se autoconoce y se autorregula.

Por lo tanto, un líder no se deja guiar por sus emociones, sino que reflexiona sobre las razones,
las consecuencias y realiza un análisis del problema y una solución conveniente.

La autorregulación se relaciona con la conciencia de sí mismo, pero describe más


específicamente la capacidad de controlar las emociones, ya sean negativas o positivas, con el
fin de mantener un comportamiento más adecuado a la práctica profesional y la actividad.
Goleman escribe acerca de la auto-regulación no sólo como un enfoque reaccionario ante
escenarios que pueden empujar, movilizar y distraer, sino también como el impacto constante y
deliberado de un ejecutivo en la cultura organizacional

¿Por qué la autorregulación es tan importante para los líderes? Las personas que tienen control
de sus sentimientos e impulsos -es decir, las personas que son razonables - son capaces de
crear un ambiente de confianza y equidad. En tal ambiente, la política y las luchas internas se
reducen drásticamente. Las personas con talento fluyen hacia la organización. Menos mal
humor en la parte superior significa menos en toda la organización.

Conciencia social o Empatía: Tiene que ver con tu capacidad de empatizar con los demás y
comprender sus emociones. Para comunicarse de manera efectiva con los miembros del
equipo, los líderes deben poder comprender y reconocer los sentimientos de sus
colaboradores. Los líderes que muestran empatía apoyan el crecimiento profesional y personal
de sus equipos y son capaces de mantener una moral positiva en el lugar de trabajo.

Es la más reconocible de las cualidades. Es la capacidad de ponerse en el lugar o situación de


otra persona. Permite conectar, conocer y entender mejor a los demás y darles la oportunidad
de ser ellos mismos, así podrán dar lo mejor y se desarrollarán mejor.

Esta cualidad no significa adueñarse de las emociones ajenas y complacer a los demás, sino
considerar sus emociones y sentimientos para tomar decisiones correctas. Practicarla genera un
entorno de confianza y seguridad, da libertad para que las personas se expresen y compartan
su verdad. Te permite además aportar un feedback honesto y productivo. Trata de escuchar de
forma activa, de ponerte en su piel y entender su postura y busca qué crees que les puede
ayudar más, esto ayudará a que los empleados trabajen mejor y a generar confianza en la
compañía.

La empatía es el cuarto pilar de Goleman de la inteligencia emocional y es quizás el más


propenso a la mal interpretación. Pero la empatía tiene un propósito profesional, claro y
concreto, y según Goleman "no significa adoptar las emociones de otras personas como propias
y tratar de complacer a todo el mundo". Describe la comprensión intuitiva del líder de las
necesidades no- técnicas del personal y la capacidad de comunicar esa comprensión efectiva.
Como se indica más adelante, la importancia de la satisfacción del personal, sintiéndose
respetado y escuchado, no puede ser subestimada. La moral del personal y la satisfacción en el
trabajo tienen un impacto enorme en cómo los demás en la organización se sienten acerca de
sus trabajos y cómo la totalidad de la organización se desempeña.

Observa Goleman: "La empatía es un antídoto. Las personas que la tienen están en sintonía con
sutilezas en el lenguaje corporal; pueden escuchar el mensaje detrás de las palabras que se
pronuncian. Más allá de eso, tienen una profunda comprensión de la existencia e importancia
de las diferencias culturales y étnicas". La empatía también mejora la capacidad del líder para
hacer que el personal se sienta respetado, por lo que este puede, a su vez, respetar a otros,
fortaleciendo los esfuerzos constantes hacia la retención. Este tipo de líder puede por lo tanto
desarrollar equipos fuertes que trabajan juntos de manera efectiva para animarse
recíprocamente y realizar con éxito la misión de la organización.

Habilidades sociales: Son esenciales para un líder exitoso. Estas incluyen la capacidad para
comunicarte, colaborar, influir, entrenar y guiar a otros de manera efectiva. También se
refieren a la capacidad para resolver con éxito conflictos y manejar situaciones difíciles. Los
líderes con habilidades sociales desarrolladas pueden construir y mantener relaciones positivas
en el lugar de trabajo en beneficio de ellos mismos y de sus colegas.

La Inteligencia Emocional habla de emociones, pero también de relaciones. Las habilidades


sociales, permiten a un líder tener una relación exitosa con su equipo, generar sentimientos de
cohesión y confianza y un clima de seguridad y bienestar, donde se apoyan unos a otros. Más
no se trata solo de ser amistoso, se trata de guiar a las personas hacia un objetivo común y la
dirección correcta.

Quienes tienen esta característica, suelen despertar simpatía en los demás y ayuda a mediar en
los posibles conflictos que pueden surgir en tu equipo de trabajo. También te será útil para
adaptarte, a gestionar el cambio y a ayudar a los demás.

Habilidad social, el quinto componente de la inteligencia emocional, es, como la empatía, el


reflejo de la interacción de un líder con el mundo, en contraste con los tres primeros factores,
que ponen de relieve características más internas. Es la capacidad de un líder de aprovechar las
relaciones para promover sus ideas, a través de la simpatía, confianza y respeto. Pero así como
la línea no es clara entre la auto-conciencia, la autorregulación, la motivación y la empatía, la
habilidad social representa también matices de los otros cuatro. Sin habilidades sociales, los
otros cuatro componentes de la inteligencia emocional pueden caer por el piso.

Goleman señala también que, debido a que la habilidad social se basa en relaciones positivas,
los líderes más exitosos pueden "parecer no estar trabajando cuando están en el trabajo" y, por
tanto, la habilidad social puede ser el área más difícil de cuantificar. Goleman reconoce, de
hecho, que la inteligencia emocional en general no siempre es propicia para la medición.

Tomar riesgos inteligentes, buenas decisiones y mostrar iniciativa son las conductas
ejemplificadas por los líderes más exitosos y emprendedores. Los principios de la
autoconciencia, la autorregulación, la motivación, la empatía y habilidades sociales permiten la
claridad y la capacidad para llevar a cabo estos comportamientos, especialmente en las
industrias vulnerables sin fines de lucro, donde son cada vez más críticos para la estrategia
organizacional.

Automotivación: Es una habilidad crítica que deben poseer los gerentes o managers. Los
líderes deben trabajar constantemente para lograr sus objetivos personales y profesionales, así
como los objetivos de la organización en su conjunto. Trabajar en la automotivación será una
forma de auto ejemplificar para el resto del equipo.

Un buen líder tiene la capacidad de motivarse por un objetivo: tener logros. El alcanzar logros le
motiva e impulsa por una razón: la pasión por su trabajo. Normalmente, busca los desafíos
creativos, la constante mejora y el orgullo de un trabajo bien realizado. Por lo tanto, emplea su
energía en hacer mejor las cosas y crecer profesionalmente.

Es esencial saber cómo automotivarte para motivar o no desmotivar a tu equipo. De esta


manera sabes qué necesitas y cuál es tu foco. Escucha qué es lo que realmente te motiva, te
gusta y por qué lo haces. Es importante que entiendas por qué tomas una decisión u otra y
también que busques la parte positiva a lo que ocurra. El pensar así puede ayudarte a la hora
de enfrentarte a los problemas. Se trata de la esencia para conseguir lo que queremos, y para
eso debes saber muy bien qué objetivos quieres cumplir y cómo lo vas a hacer. Acaba siendo un
estado de ánimo que contagie al equipo, de ahí la importancia de que sea positivo y
equilibrado.

Estar motivado es la clave para poder animar a los demás. Y si los empleados están felices y
motivados con su puesto de trabajo, los resultados serán mucho mejores. Por lo tanto, es el
líder quien tiene la llave para animar a los demás integrantes de la empresa, gracias a su
capacidad motivadora.

El principio de la motivación representa la voluntad de logro - entusiasmo, empuje, ambición -


independientemente de los obstáculos, y es otro tema constantemente reforzado por los
líderes analizados. Los líderes motivados son competitivos - con ellos mismos y con sus pares
por igual. Se fijan metas y emplean métodos de medición para cuantificar qué tan bien se han
cumplido esos objetivos, si se ha hecho. No cuesta imaginar lo fácil que este rasgo, si no se
controla o no está lo suficientemente equilibrado con otras características como la auto-
conciencia y la autorregulación, puede socavar un perfil de liderazgo. Sin embargo, Goleman
sostiene que un líder potencial no se materializará en uno real sin una motivación suficiente: "Si
hay un rasgo que casi todos los líderes tienen, es la motivación". El líder más fuerte ve
oportunidades donde otros no pueden y asume que todos los problemas se pueden resolver, y,
más importante, está motivado para aprovechar esas oportunidades y buscar la resolución.

Importancia para líderes de equipos

Al mejorar en cada una de estas áreas, los gerentes o managers podrán mejorar su inteligencia
emocional para convertirse en mejores líderes en el lugar de su trabajo.

La inteligencia emocional es importante por una variedad de razones.


Los líderes emocionalmente inteligentes pueden desarrollar y mantener un lugar de trabajo
positivo, productivo y eficiente mientras motivan constantemente a sus empleados para que
den lo mejor de sí mismos.

Los líderes con esta importante habilidad pueden crear entornos de trabajo en los que los
colaboradores se sientan cómodos asumiendo riesgos y compartiendo sus ideas. Son capaces
de tomar decisiones difíciles, resolver conflictos de manera efectiva y adaptarse a los objetivos
y circunstancias cambiantes.

La falta de inteligencia emocional inhibe la capacidad de un líder para colaborar y comunicarse


de manera efectiva con los demás. Cuando un líder no puede manejar sus emociones, existe un
grave riesgo, ya que los empleados pueden sentirse cohibidos o sin deseos de compartir sus
ideas y es menos probable que alcancen su máximo potencial.

La Inteligencia Emocional como un componente del liderazgo

Este campo de estudio ha ganado cada vez más atención en la última década. ¿Qué es, y por
qué es importante para el éxito en una organización?

La inteligencia emocional se refiere a la capacidad de una persona para utilizar la emoción de


manera proactiva, tanto sus propias emociones como las de los demás a su alrededor, y tanto a
nivel consciente como subconsciente, como una herramienta para mejorar el razonamiento y la
toma de decisiones.
Daniel Goleman, el "padrino" de la inteligencia emocional, ha publicado extensamente sobre la
importancia de las habilidades no técnicas en el lugar de trabajo. Él conecta las cualidades de la
inteligencia emocional directamente con el liderazgo y argumenta que el éxito en éste no
depende exclusivamente de las cualidades más tradicionales de competencias prácticas e
intelectuales.

Goleman escribe: “No es que las habilidades intelectuales y técnicas sean irrelevantes. Ellas son
importantes, pero sobre todo como ‘capacidades de umbral’, es decir, que son los requisitos de
nivel de entrada para los cargos ejecutivos. Pero mi investigación, junto con otros estudios
recientes, muestra claramente que la inteligencia emocional es la condición ‘sine qua non’ del
liderazgo. Sin ella, una persona puede tener la mejor formación en el mundo, una mente
incisiva y analítica, y una fuente inagotable de ideas inteligentes, pero aún así no será un gran
líder”.

¿Cómo se traduce a nivel laboral un buen liderazgo?


Goleman también abordó ciertos factores a través de los cuales podemos hacernos una idea
sobre si existe un buen liderazgo dentro de una empresa:
1. Libertad. El sentimiento o percepción de libertad que tienen los trabajadores para
aportar ideas e innovar. Si el trabajador se siente escuchado se sentirá valorado. Si
se siente escuchado y valorado, es una señal de que se está ante un buen líder.
2. Responsabilidad. El grado de responsabilidad que siente un trabajador en su puesto
de trabajo. Si se trata de un bien líder, hará que todos se sientan responsables y
valiosos en sus puestos de trabajo.
3. Calidad de trabajo. El nivel de la calidad del trabajo que llevan a cabo los
trabajadores es también un indicador sobre la calidad del líder.
4. Compensaciones. Si normalmente reciben compensaciones por el rendimiento y/o
cómo se perciben esas recompensas. ¿Sienten los trabajadores que se valora su
trabajo? ¿Sienten que está recompensado?
5. La compañía. Nivel de claridad sobre la misión y los valores de la compañía.
6. Compromiso. Nivel de compromiso que tienen los trabajadores hacia un objetivo
común.

Inteligencia emocional y su rol en el liderazgo efectivo

Inteligencia emocional y su rol en el liderazgo efectivo


El liderazgo efectivo es una de las principales claves para el éxito de cualquier empresa. Por
esta razón, resulta esencial que, entre otras cualidades, un líder sepa gestionar sus emociones
con el fin de guiar adecuadamente a los miembros de su organización.

¿Cómo se relacionan el liderazgo y la inteligencia emocional?


Para entender cómo están ligados estos conceptos es necesario conocer su
significado. En el caso del liderazgo, este se vincula a la manera de la que una persona
es capaz de influir, motivar y organizar a otros individuos para conseguir un objetivo
determinado.

Mientras que la inteligencia emocional se refiere a la habilidad de una persona de


comprender, utilizar y controlar sus emociones para relacionarse de mejor manera
consigo misma y con quienes la rodean.
Por ello, la relación entre estos conceptos viene de la necesidad de que un líder sepa
gestionar adecuadamente sus emociones, por los efectos que estas tienen en su propio
desempeño laboral y en el trabajo en equipo de la empresa.

Esta materia representa uno de los grandes desafíos de las organizaciones para
potenciar su rendimiento, considerando que, por ejemplo, según un estudio global de la
consultora Korn Ferry, solo el 22% de 155 mil líderes tienen verdaderas fortalezas en
inteligencia emocional.

Importancia de que un líder desarrolle su inteligencia emocional


Una de las habilidades directivas que poseen los buenos líderes, es saber aplicar la
inteligencia emocional al dirigir un equipo. Esto les permite, por ejemplo, mantener la
calma en momentos de crisis, transmitir con confianza y claridad sus ideas, reconocer las
emociones de sus colaboradores, empatizar con sus necesidades y saber motivarlos ante
nuevos retos.

De este modo, es posible generar un ambiente propicio para el trabajo en equipo, que
implique una mayor unión y compromiso del grupo y, que, a su vez, permita que cada
uno de los integrantes se sienta valorado y con la suficiente seguridad para expresar sus
ideas y talentos, facilitando así, el cumplimiento de las metas comunes.

No obstante, aun muchas empresas carecen de un liderazgo efectivo en Chile. Por


ejemplo, un estudio de liderazgo corporativo realizado por Cadem a trabajadores del
sector privado, reveló que, en materia de claridad sobre los objetivos que deben
cumplir, un 27% de los encuestados calificó como mala o pésima la entrega de una
visión clara por parte de sus líderes.

Capacitación UC: curso para fortalecer las competencias de liderazgo


Como se puede ver, el liderazgo es una de las disciplinas más relevantes en el buen
funcionamiento de una empresa, por tanto, es necesario que los máximos responsables
trabajen en potenciar habilidades directivas como su inteligencia emocional.

Así, Capacitación UC , dispone del curso Herramientas para el liderazgo efectivo para
aquellas personas interesadas en fortalecer sus competencias en este ámbito, con el fin
de impulsar su carrera directiva y potenciar el rendimiento de sus organizaciones.

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