Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
NARRADOR
MARÍA
JOSÉ
LUCIFERIO
PERVERSINA
ARCANGEL MIGUEL
QUERUBINA
JUANA
PANCHO
ESCENOGRAFÍA.-
Plantas altas o rocas hechas con papel maché detrás de las cuales se puedan esconder.
MÚSICA.-
Redoble de tambores
Campana de Box
NARRADOR.- (siempre en off) Allá en tiempos de Herodes, cuando María estaba a punto de dar a
luz, la ley ordenó que todos los habitantes acudieran a su pueblo natal para registrarse; por lo que
María y José, su esposo, tuvieron que hacer un largo viaje a la ciudad de Belén
MARÍA.- José, estoy muy cansada, se está haciendo de noche y no encontramos un lugar donde
quedarnos.
JOSÉ.- Lo encontraremos María, tú ten fe. Estoy seguro que todo saldrá bien.
MARÍA.- El niño está por nacer. (mira al cielo) Dios mío, ayúdanos.
LUCIFERIO.- ¡No puede ser! ¿Otra vez navidad? ¿Tan pronto? ¡Pero si fue el año pasado! (Se
molesta más) ¡AGH! (entra Perversina y se queda a un lado, escuchando) Estoy harto de estas
fechas ¡Odio la Navidad! ¡Odio la Navidad! Pero este año no habrá Navidad, ¡No! Este año no
habrá nacimiento. Este año…
PERVERSINA.- (Interrumpiendo) ¡Bla bla blá! ¿Ya párale no? ¿De qué te quejas? ¡Si todos los años
es lo mismo! Elaboras “brillantes” planes para detener lo mismo y siempre sucede igual. Te dejan
en ridículo frente a toda esta gente (señala al público) y los pastores llegan a Belén a adorar al niño
Jesús. Ya deberías estar acostumbrado. Mejor déjalo ya por la paz.
LUCIFERIO.- ¡Cállate hija de Luzbel! (reflexionando) Tienes razón… pero ¡cállate! Este año no será
igual, este año tengo un plan diferente a todos los demás.
LUCIFERIO.- (continúa) Y como caballero, este año realizaré una competencia justa… Voy a…
(Perversina hace expresión de suspenso) (redoble de tambores)
LUCIFERIO.- ¡Claro que sí! Voy a retar al Mickey, pero el plan de tentarlos sigue en pie (ríe
perversamente)
LUCIFERIO.- (molesto) ¡NO PERVERSINA! ¡NO! Me refiero a que vamos a darles tentaciones:
promesas de placeres, de riquezas, de puntos extra en las clases y días de asueto. Lo que sea con
tal de que no lleguen a Belén
LUCIFERIO.- ¿De veras que tú no entiendes nada, verdad? El reto con el del vestido blanco es sólo
un pretexto para ganar tiempo. Yo voy a detener a Miguelito explicándole lo del reto, mientras tú,
mi malvada diablita, te adelantarás a tentar a los pastores. Así, cuando Miguel y yo hayamos
terminado de hablar y se marche a dar el anuncio a los pastores, ya será demasiado tarde porque
tú ya los habrás tentado. Y de esa manera nadie podrá ir a adorar al niño Jesús
(Ríe perversamente; Perversina ríe con él, después de un momento el Diablo deja de reír.
Perversina continúa riendo y el Diablo se desespera y grita)
¡A callar ya! Escucho alguien que se acerca, escondámonos (se ocultan. Pervrersina, a la vista del
público poco a poco comenzará a dormirse)
QUERUBINA.- ¡Ya Miguel! Déjate de rodeos y dime qué quieres, ¿a qué viene todo este misterio?
MIGUEL.- Te traje hasta acá para evitar a los espías. Tenemos una misión muy importante que
cumplir.
QUERUBINA.- ¿De verdad? ¿Y cuál es? ¿Tenemos que entregar algún documento aún a costa de
los peligros de la ciudad, de los espías y del mal clima? ¿O terminar con las clases de artísticas? ¿O
rescatar a algún chamaco de la oficina de LA MISS MAGGY.? (nombre de la directora)
MIGUEL.- Nada de eso mi pequeña Querubina, la misión que tenemos asignada (mira al cielo) y
viene de allá arriba, consiste en… (redoble de tambores y suspenso de Querubina) anunciar a los
pastores el nacimiento del niño Jesús y guiarlos hasta Belén.
MIGUEL.- Nada de eso. Es una misión importante y peligrosa ¿sabes? No dudo que se encuentre
llena de peligros y de que el LUCIFERIO ese trate de sabotearla.
MIGUEL.- Sí, cómo no. Otra vez planeando maldades, ¿verdad? De seguro estabas espiando.
LUCIFERIO.- ¿Es que uno no puede esconderse tranquilamente entre las plantas sin que crean que
uno está espiando? (Pausa) Incluso aunque eso sea cierto, lo que me tiene aquí son otro tipo de
cuestiones.
DIABLO.- Me he enterado que algunos pastores de los alrededores se dirigen a Belén a adorar al
niño Jesús
GABRIEL.- Pues aún no hago el anuncio, pero sí, la idea es ésa. ¿Por?
MIGUEL.- ¿Una apuesta? Hay no inventes!!! Cada año haces lo mismo y terminas perdiendo
hasta…..la cola!
LUCIFERIO.- Ash! Sí, año tras año te encargas de engañar a estas pobres personas (señalando al
público) haciéndoles creer que el bien siempre triunfa sobre el mal
MIGUEL.- (Enojado) ¡Yo no tengo alas de gallina! (Pausa, pensativo) Y… ¿Cuáles son las reglas?
LUCIFERIO.- Pues verás plumífero. Como mi propósito es demostrarte que el bien no siempre gana
te la voy a poner fácil. Yo no voy a intervenir; tú harás tu numerito de todos los años: te apareces a
los pastores y les dices tu mismo rollo aburrido de siempre y verás que ni así irán a Belén.
GABRIEL.- (sonríe incrédulo) ¿Así de simple? ¿No harás nada? ¿Me dejarás actuar?
LUCIFERIO.- Así es
MIGUEL.- (Dudando) mmm… ¿Y qué te hace pensar que así tan sencillo vas a ganar?
LUCIFERIO.- ¡Mira aspirante a cigüeña! Te estoy dando una oportunidad única, así que no juegues
con mi paciencia que sabes que es poca, ¿La tomas o la dejas? ¿O qué? ¿Tienes miedo gallinita?
MIGUEL.- (pensando) Está bien, que no se diga que los ángeles somos sacatones. Es un trato, tu
cola y tus cuernos contra mi espada y mis alas de gallina… ¡digo! y mis alas.
LUCIFERIO.- (sonriendo triunfante) Venga esa mano para sellar el pacto (Se estrechan la mano)
LUCIFERIO.- Ve tranquilo, que yo de aquí no me muevo (espera a que Miguel salga y comienza a
reírse) ¡Ja ja ja! No me voy a mover ni a hacer nada, porque justo en estos momentos mi malévola
Perversina se encuentra tentando a los pastores y cuando tú, avestruz estirado, te aparezcas a
ellos ya será demasiado tarde (Ríe a carcajadas)
PERVERSINA.- (Sale del escondite bostezando, al ver al Diablo riéndose comienza a reír con él) ¿De
qué nos reímos mi Diablo?
LUCIFERIO.- (sin dejar de reírse ni caer en la cuenta) ¿De qué? De que ahorita Gabrielito está por
aparecérsele a los pastores sin saber que ya es demasiado tarde (Sigue riéndose)
LUCIFERIO.- ¡La hora en que el mal triunfa en la pastorela! ¡La hora en que los pastores no llegarán
a Belén! (Estalla a carcajadas)
PERVERSINA.- (Ríe con el Diablo, poco a poco va calmándose) ¿Y cómo le hiciste para conseguirlo?
LUCIFERIO.- ¿Yo? Yo no hice nada. … quien lo hizo todo fue mi malvada Perversina
PERVERSINA.- (sorprendida) ¡Achis! ¿Pues ahora yo qué hice?
LUCIFERIO.- ¿Cómo que qué? Pues te le apareciste a los pastores… los tentaste… les diste puntos
extra y las respuestas de los exámenes… ¡y gracias a ti no llegarán a Belén!... ¡Gracias a ti
ganamos!
PERVERSINA.- Sólo que tenemos un pequeño problemita, nada importante, detallitos nomás.
LUCIFERIO.- No importa PERVER, no importa, después de lo que hiciste puedes decirme lo que
quieras, a ver ¿qué pasó?
PERVERSINA.- Pues que yo no hice nada de esas cosas que dices, si yo estaba bien dormidita ahí
junto a las plantas
DIABLO.- ¡Ya te escuché hija del demonio! ¿Y ahora qué vamos a hacer? Miguel se marchó hace un
buen rato para dar el anuncio a los pastores, tenemos que alcanzarlo (Empuja a Perversina
gritándole y reclamándole hasta que los dos salen de escena)
JUANA.- Sí, me dijeron que por aquí, todo derecho, se llega a Belén
JUANA.-¡Que no era una muchacha tú! Que era una Querubina; y me dijo quesque iba a nacer el
hijo de Dios tú, y que juéramos a adorarlo
JUANA.- ¡No seas sonso! Adorarlo de alabar, no a dorarlo de comer taquitos. Tú nomás piensas en
tragar y puro pisto Pancho.
PANCHO.- Bueno ya, pero eso de que una Querubina te habló, sí cómo no, y por eso estamos
perdidos, ¿no? Pa mí que esta es otra de tus mentiras, no sé cómo sigo creyendo en ti si eres una
mentirosa
JUANA.- ¡Ay! ¿Mentirosa yo? ¿Mentirosa yo? ¡A ver! ¿Dime cuándo te he mentido tú?
JUANA.- A ver, a las pruebas me remito tú, dame un ejemplo, a ver, dime, ¡dime!
PANCHO.- ¿Te acuerdas cuando nos dijiste que se iba a desbordar el río?
PANCHO.- ¿Y que todos corrimos rete bien asustados, hasta que nos acordamos que por aquí no
hay ningún río?
JUANA.- Ay bueno, pero es que yo no tengo la culpa de que sean tan sonsos
PANCHO.- ¿Y qué me dices de aquella vez que dijiste que venían unos salvajes a atacarnos y que
todos nos preparamos con los machetes y los bastones y a la mera nadie vino?
JUANA.- Bueno, es que ese era un simulacro pa’ cuando se ofrezca de a de veras.
PANCHO.- ¡Sí como no, mentirosa eso es lo que eres! ¿y cuando viniste corriendo bien asustada y
nos dijiste que venía el lobo y que ahora sí nadie te creímos y no hicimos nada?
JUANA.- ¡Pero si esa no fue mentira! ¡Si ustedes de brutos que no se movieron! ¿No te acuerdas
cómo quedaste todo mordido y arañado?
PANCHO.- Pues sí, pero de todas formas mentiste… no era lobo, era un coyote… animal mugroso.
PANCHO.- (Arremedándola molesto) “Te lo mereces por no creerme” (entra la música de misión
imposible) (Sorprendido) ¡’Ora, ‘ora! ¿Y esa música tú?
JUANA.- ¡No sé tú! (Se abrazan asustados, entra Arcángel Miguel acompañado de Querubina)
PANCHO.- ¡Mira tú! (riéndose) Ahí hay dos tipos que siguen con el disfraz de jalowin
JUANA.- Si serás bruto Pancho, que ellos nostán disfrazados, ella es la Querubina que me dijo lo
del niño, y él debe de ser…
MIGUEL.- Un ángel, el ángel MIguel. Vine a pedirles que dejen de pelear, Pancho, tu compañera
tiene razón, la agente Q-007, o Querubina, para los cuates, aquí presente, le entregó a Juana un
mensaje y es totalmente cierto. Está por nacer, en Belén, Jesús, hijo de Dios, y su misión, si
deciden aceptarla, es ir allá mismo a adorarlo. No están perdidos, la estrella (señalando al cielo)
los guiará. Nuestra misión, es protegerlos de los peligros que se encuentren en el camino. Ahora, a
callar y caminen, que el tiempo de la pastorela se nos termina y el respetable (señalando al
público) tiene que descansar. (Sale junto con Querubina)
JUANA.- ¿Vistes? Si te dije que yo tenía razón, nomás que tú no me querías creer
PANCHO.- Sí, sí, tienes razón, disculpa, pero estarás de acuerdo que esto es algo que pasa sólo una
vez al año y que así de mentirosa como eres, pues era muy difícil de creerlo.
JUANA.- Ay Pancho, ya estuvo suave ¿no?, mejor camínale, que se nos hace tarde
LUCIFERIO.- Pues parece que no todo está perdido, aún podemos evitar que vayan a avisarles a las
demás personas, tendremos que tentarlos (Diablita empieza a tocarlos) Pero ¿Qué haces?
QUERUBINA.- ¿Viste? ¡Te dije que ese Diablo no era de fiar! Ya está haciendo sus cosas otra vez
MIGUEL.- (A los Diablos) ¡Alto ahí! ¿Qué creen que están haciendo?
LUCIFERIO.- ¡Calla! (se dirige luego a Gabriel) Gabrielito, plumas de pavo, ¿qué haces por aquí?
MIGUEL.- Eso es lo que te pregunto yo a ti, ¿qué haces tú aquí? ¿Rompiendo el pacto, quizás? El
servicio de inteligencia secreta nos informó de tu plan malévolo y ya estábamos preparados. No
contábamos con que tu Diablita iba a quedarse dormida, así que antes de que pudieras hacer
cualquier cosa, mi Querubina se adelantó y le dio la buena nueva a los pastores, mismos que te
pido que liberes, ya que esto no formaba parte del trato.
DIABLO.- Voy, voy, muy salsa, ¿no? Pues éntrale que desde hace tiempo te traigo ganas, éntrale a
ver si muy machín.
(Suena campana de box, y empieza pelea en cámara lenta. Diablita y Querubina siguen a los
contrincantes, apoyándolos, también en cámara lenta) (música de Rocky)
(Se pelea hasta que el bien vence y el Diablo queda en el suelo, derrotado. Se descongelan los
pastores y continúan su camino como si nada hubiera pasado, salen de escena)
GABRIEL.- Por este año, lo hemos logrado Querubina, ahora vámonos, vayamos también a adorar
al niño.
GABRIEL.- Tienes razón, (Se acercan ambos al Diablo y le quitan la cola y los cuernos, salen
triunfantes)
DIABLITA.- ¿Ves? Te lo dije, déjalo por la paz, date por vencido, pero tú noooo y ahí vas de terco,
ve cómo te dejaron, descolado y sin cuernos… Pero nomás no aprendes, y ahí estás con tu “este
año si vamos a ganar”. Ándale, ya levántate (Le ayuda a levantarse y se van juntos)
NARRADOR.- Debido al censo, todas las casas y posadas se encontraban llenas, pero José se
negaba a que su esposa pasara la noche en la calle
JOSÉ.- Mira María ahí hay otra casa, tal vez aquí se apiaden de nosotros y nos den posada
MARÍA.- Ojalá que sí, ya no puedo más, siento que nuestro hijo está a punto de nacer.
(Empieza el canto de posada y se invita al público a que canten de igual manera; al iniciar la parte
de “entren santos peregrinos” entran todos los actores haciendo cosas características de los
personajes y agradecen al público)