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NAVIDAD

La Navidad, la conmemoración del nacimiento de Jesucristo, que se celebra el 25 de diciembre, guarda muchas similitudes con las
Saturnales, las fiestas paganas que celebraban los romanos en honor a Saturno, el dios de la agricultura y la cosecha, y que
originalmente transcurrían entre el 17 y el 23 de diciembre, coincidiendo con el solsticio de invierno, el período más oscuro del año,
cuando el Sol sale más tarde y se pone más pronto.

Navidad proviene de la palabra latina nativitas que significa nacimiento y se refiere particularmente al nacimiento de Cristo que se
celebra cada 25 de diciembre; sin embargo, en ninguna parte de la Biblia se menciona la fecha exacta del nacimiento de Jesús.
La fiesta de Navidad fue reconocida 300 años después de su muerte, cuando el emperador Constantino permitió el cristianismo en el
Imperio romano, después de haber sido perseguido desde tiempos de Nerón, porque la fecha había encontrado popularidad entre los
romanos cristianos al tratarse de la fecha del "renacimiento" del Dios Sol.
La Navidad es una de las fiestas más importantes de la Iglesia porque en ella celebramos que el Hijo de Dios se hizo hombre para
abrirnos las puertas del Cielo, para enseñarnos el camino para la vida eterna

Por desgracia, el verdadero sentido de celebrar el nacimiento de Cristo se ha transformado en un mero intercambio de regalos, tal
como lo hacían los paganos griegos y romanos para las fiestas de la Saturnalia, es decir, el inicio del invierno

Emmanuel significa Dios con nosotros. La celebración de la Navidad nos recuerda que Dios no está lejos, sino muy cerca de
nosotros. En Navidad, celebramos al Niño Jesús que es Hijo de Dios. En Él, Dios nos mostró su rostro humano, para salvarnos y
amarnos desde la tierra.

Jesús es el Hijo unigénito de Dios, imagen perfecta del Padre, lleno de gracia y de verdad.

María es verdaderamente Madre de Dios.

Pregunta: "¿Cómo puede ser María la madre de Dios, si Dios ya existía antes de que ella naciera?"

Respuesta: En el diccionario encontramos que "madre" es la mujer que engendra. Se dice que es madre del que ella engendró. Si
aceptamos que María es madre de Jesús y que Él es Dios, entonces María es Madre de Dios.

No se debe confundir entre el tiempo y la eternidad. María, obviamente, no fue madre del Hijo eternamente. Ella comienza a ser
Madre de Dios cuando el Hijo Eterno quiso entrar en el tiempo y hacerse hombre como nosotros. Para hacerse hombre quiso tener
madre. Gálatas 4:4: "al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer". Dios se hizo hombre sin dejar de ser
Dios, por ende María es madre de Jesús, Dios y hombre verdadero.

Entonces, María es Madre de Dios, no porque lo haya engendrado en la eternidad sino porque lo engendró hace 2000 años en la
Encarnación. Dios no necesitaba una madre pero la quiso tener para acercarse a nosotros con infinito amor. Dios es el único que pudo
escoger a su madre y, para consternación de algunos y gozo de otros, escogió a la Santísima Virgen María quién es y será siempre la
Madre de Dios.

Cuando la Virgen María visitó a su prima Isabel, esta, movida por el Espíritu Santo le llamó "Madre de mi Señor". El Señor a quien se
refiere no puede ser otro sino Dios. (Cf. Lucas 1, 39-45).

"ENGENDRADO, NO CREADO"

Creado es algo que empieza a existir. Supone un antes y un después. Y la segunda Persona de la Santísima Trinidad es eterna, no ha empezado
nunca. Por eso decimos que no fue creada, sino engendrada, lo cual no supone un antes y un después.

Un padre empieza a ser padre en cuanto aparece el hijo. No hay padre si no hay hijo. La paternidad y la filiación aparecen simultáneamente.

Yo suelo poner este ejemplo: Si en un cuarto oscuro yo pongo mi mano veinte centímetros sobre una mesa y enciendo una luz, aparecen
simultáneamente mi mano y su sombra. La mano engendra la sombra, y la sombra es simultánea a la aparición de mi mano.

ADVIENTO

La Corona de Adviento representa el “tiempo de Adviento”, es decir un primer periodo litúrgico que da la bienvenida a los primeros
días previos hasta que llegue Navidad y Año Nuevo. En la inauguración de este tiempo, los feligreses tienen la tradición de acudir a
las iglesias católicas en familia, llevar su Corona de Adviento, bendecirla, leer y escuchar el evangelio y a partir de este acto encienden
cada semana una vela hasta la llegada de Jesús de Nazaret.
La figura geométrica de la Corona de Adviento en forma de círculo significa para los feligreses una preparación espiritual, cuya
finalidad es recibir al Niño Dios en sus hogares y representa una “constante”, es decir, no existe un principio ni un final, ya que se
asemeja a la “eternidad De Dios”.

Los colores de las velas hacen referencia a los colores litúrgicos:


 Morado: simboliza el espíritu de vigilia de este tiempo… «estad preparados».
 Verde: simboliza la esperanza.
 Rojo: simboliza la alegría por la cercanía del nacimiento de Jesucristo.
 Blanco: es el color de la presencia de Dio

Adviento: comienza 4 domingos antes de Navidad.


El Adviento es el comienzo del Año Litúrgico, empieza el domingo más próximo al 1 de diciembre y termina el 24 de diciembre. Son los
cuatro domingos anteriores a la Navidad y forma una unidad con la Navidad y la Epifanía.

El término "Adviento" viene del latín adventus, que significa venida, llegada. El color usado en la liturgia de la Iglesia durante este
tiempo es el morado. Con el Adviento comienza un nuevo año litúrgico en la Iglesia

Tradición cristiana:

Según la tradición cristiana, se inició esta práctica con lo escrito en el Nuevo Testamento, donde los reyes magos viajan a Nazaret con
una serie de ofrendas por el nacimiento del niño Jesús. Nacimiento que se celebra de forma simbólica cada 25 de diciembre.

Es por eso que en algunos países anglosajones la entrega de regalos se realiza el 6 de enero, como recordatorio de los reyes magos.

Historia del Papá Noel:

En muchos países la tradición de hacer regalos, empezó con Papá Noel, conocido también como San Nicolás, Santa Claus o Padre
Navidad.

El origen de esta historia se remonta a finales del siglo III, en la actual Turquía, donde un niño llamado Nicolás queda huérfano,
heredando una gran fortuna de sus padres.

Nicolás se convierte en sacerdote y destina su fortuna a ayudar a los niños y desamparados. La devoción por San Nicolás se extendió
por gran parte de Europa y se cree en algunos países que es inicio de la entrega de regalos navideños.

ARBOLITO NAVIDEÑO

El origen del árbol de Navidad se remonta a la época de los antiguos romanos, que celebraban el solsticio de invierno con una fiesta
llamada “Saturnalia”. Durante esta fiesta, decoraban las ramas de los árboles y se realizaban ofrendas a los dioses. Esta tradición se
extendió a otras partes de Europa, donde se celebraba el solsticio de invierno con una fiesta similar llamada “Yule”. En esta fiesta,
también decoraban las ramas de los árboles y se reAalizaban ofrendas a los dioses.

Los antiguos germanos creían que el mundo y todos los astros estaban sostenidos pendiendo de las ramas de un árbol gigantesco
llamado el “divino Idrasil” o el “dios Odín”. En cada solsticio de invierno, cuando suponían que se renovaba la vida, le rendían un
culto especial.

La celebración de ese día consistía en adornar un árbol de encino con antorchas que representaban a las estrellas, la luna y el sol. En
torno a este árbol, bailaban y cantaban adorando a su dios.

Cuentan que San Bonifacio, evangelizador de Alemania e Inglaterra, derribó el árbol que representaba al dios Odín, y en el mismo
lugar plantó un pino, símbolo del amor perenne de Dios y lo adornó con manzanas y velas, dándole un simbolismo cristiano: las
manzanas representaban las tentaciones, el pecado original y los pecados de los hombres; las velas representaban a Cristo, la luz del
mundo y la gracia que reciben los hombres que aceptan a Jesús como Salvador. Esta costumbre se difundió por toda Europa en la
Edad Media y con las conquistas y migraciones, llegó a América.
Poco a poco, la tradición fue evolucionando: se cambiaron las manzanas por esferas y las velas por focos que representan la alegría y
la luz que Jesucristo trajo al mundo.

Las esferas y sus colores, actualmente simbolizan las oraciones que hacemos durante el periodo de Adviento:

• azules simbolizan oraciones de arrepentimiento

• plateadas, de agradecimiento

• doradas, de alabanza

• rojas, de petición

Se acostumbra poner una estrella en la punta del pino que representa la fe que debe guiar nuestras vidas.

También se suele adornar con diversas figuras el árbol de Navidad. Éstos representan las buenas acciones y sacrificios, los “regalos”
que le daremos a Jesús en la Navidad.

Para aprovechar la tradición: Adornar el árbol de Navidad a lo largo de todo el Adviento, explicando a los niños cada simbolismo. Los
niños pueden elaborar sus propias esferas (24 a 28, dependiendo de los días que tenga el Adviento) con una oración o un propósito
en cada una. Conforme pasen los días, las van colgando en el árbol de Navidad hasta Nochebuena.

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