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Martorell La Inoponibilidad Dela Persona Juridica Enelccyc
Martorell La Inoponibilidad Dela Persona Juridica Enelccyc
Martorell, Ernesto E.
El hecho de que el art. 54 de la LSC haya sido adoptado por un Código "Civil y Comercial" le
da "carta de ciudadanía" a la teoría de la penetración cuya aplicación en materia de sociedades
civiles, asociaciones, fundaciones, cooperativas y entes no mercantiles venía siendo
severamente cuestionada por no pocos magistrado s. En ese sentido, la referencia a que podrá
serle aplicada a quienes actúen las conductas reprochadas a las que alude la primera parte del
precepto, llevadas a cabo en su condición "...de socios, asociados, miembros o controlantes
directos o indirectos...", no sólo está ratificando la posibilidad elongatoria de la
responsabilidad a las personas colectivas excluidas de la regulación de la ley 19.550, sino que,
además, permite una mayor apropiación de sujetos dado que la manus responsabilizatoria del
Tribunal por los procederes societarios desmañados y/o por la actuación fraudulenta también
habrá de caer sobre aquellos que "... la hicieron posible...". I. El nuevo Código
Como se sabe, dado que su análisis es el motivo principal de la aparición de la serie de
artículos que viene publicando este Diario, la Comisión designada por el decreto 191/2011 del
Poder Ejecutivo Nacional, ha encarado la reforma más ambiciosa de que se tenga noticia del
derecho privado argentino.
A su vez, los miembros de aquélla, por todos conocidos a raíz de su condición de autores de
nota de gran trayectoria en nuestro país, y de Jueces y/o de ex Magistrados de Superiores
Tribunales Provinciales (caso de Aída Kemelmajer de Carlucci), tuvieron a bien designar
Comisiones de especialistas de diversas áreas, en una de las cuales tuve el honor de participar,
con la intención de integrar un plexo de opiniones sobre cada tema. Ello, sin que esto
implique, como se aclara en los "Agradecimientos...." que acompañaran a la versión del
trabajo que fuera enviado al Congreso para su análisis y tratamiento, que cada uno de nosotros
"esté de acuerdo con la totalidad de lo proyectado".
Va de suyo que con no poco de lo concebido no lo estoy.
Sin embargo, y las cosas hay que decirlas aunque duelan a algunos, lo cierto es que —sin que
lo que diré continuación deba o pueda ser tomado como panegírico de ninguna índole de la
gestión actual— es la primera vez en décadas que se encara una reforma normativa tan vasta,
ambiciosa y de las características que surgen del texto propuesto. Y esto no es poco, dado que
la experiencia nos indica que no ha sido precisamente el Derecho —que todos nosotros
amamos— campo de interés puntual para la tarea legislativa, tomando por parámetro muchas
de las décadas pasadas.
A poco que se avanza en un análisis de un par de nuestras leyes consideradas "emblemáticas";
excempli- gratia —como suele decir Edgardo Alberti— la 24.441 (1995) (de Financiamiento
de la Vivienda), y 24.522 (de Concursos y Quiebras), del mismo año, es poco lo que puede
decirse de ellas sin sonrojarse dado que la primera, por ejemplo —que fuera motivo de
severísimas críticas del suscripto—, omitió, y ello es sólo una muestra, tratar el fideicomiso
testamentario que es cuestión que ahora se subsana, y sigue generando verdaderas entelequias
interpretativas por el engorro de sus regulaciones y las feroces lagunas que exhibe. Lagunas
que, como era de esperar, fueron reiteradamente utilizadas por "los desconocidos de siempre"
para medrar en perjuicio de la República; lo que jamás debió de haberse permitido.
Con respecto a la ley 24.522, aunque innovadora en su momento, fue siendo objeto de parches
y retoques, como los del año 2002, que volvieron perverso su texto, repotenciándose
verdaderos "engendros" como el APE (Acuerdo Pre ventivo Extrajudicial), cuya aplicación
debió ser reiteradamente "monitoreada" y morigerada por la Justicia para evitar que se
consumen despojos.
Así las cosas, y recordando las anécdotas de Guillermo Borda (h) y Lino Palacio acerca de
cómo la reforma efectuada al Código Civil por medio de la ley 17.711, la cual tuvo que ser
introducida por el Dr. Borda (p.) —siempre de estar al relato de mis reconocidos amigos—
prácticamente "manu militari", por las permanentes disidencias de aquellos que habían sido
llamados a colaborar con la misma, tenemos que el primer logro de este "Código......", si entra
en vigencia en el año 2016, habrá de ser su propia existencia.
Ello, repito, más allá del mayor o menor disgusto que pueda causarle a algunos su "puesta en
marcha", o que se reduzca a tan sólo 2671 artículos, dos cuerpos normativos que, "recapados"
y "emparchados" durante décadas, duplican esa cantidad de disposiciones, y llevan
prácticamente un siglo y medio de vigencia.
Sostuvo con acierto hace ya décadas algún filósofo del derecho norteamericano, que las leyes
no constituyen productos culturales neutros (1), agregando en nuestro país José Antonio
Iglesias, que aquéllas no lo son en su aplicación y menos aún en su concepción, puesto que
cada una de sus prescripciones refleja una posición filosófica o, lo que es más grave, "la
indefinición filosófica del legislador" (2).
Obviamente, no es el caso que ahora nos ocupa, puesto que en la "Presentación del Proyecto"
concebida por Ricardo Lorenzetti para el trabajo que se cita, en la parte que dedica a la
"Seguridad Jurídica en la actividad económica" —y más precisamente a la "Persona Jurídica"
(arts. 141 y ss.)— destaca que "Hay importantes avances..." en su regulación, ya que se ha
procedido a "....consagrar como principios generales la inoponibilidad (art.144), y los deberes
de los administradores (art.159 y ss)", y a regular ".....de modo más minucioso a las
asociaciones civiles que tanta relevancia tienen en la actualidad" (arts. 168 y ss) (3).
Más allá de que se coincida o no con tal aserto —de hecho, en el sentido y el contenido del
art. 144, no sólo coincido sino que he venido bregando por una aplicación más plástica y
desmitificada del concepto de "persona jurídica" desde hace décadas— entiendo que estamos,
como lo destaca en más de una oportunidad Lorenzetti en la "Presentación......" del
"Proyecto...." (4) precedentemente mencionada, ante un "Cambio de paradigmas" y que,
dentro de esta mutación, adquiere importancia liminar "El paradigma protectorio que tutela a
los débiles..........." que, según el pensamiento que he venido siguiendo, encuentra ".... su
fundamento constitucional en la igualdad" (5).
También es ajustado a la verdad el hecho de que "Los textos vigentes regulan los derechos de
los ciudadanos sobre la base de una igualdad abstracta, asumiendo la neutralidad respecto de
las asignaciones previas del mercado" (6), y que esto, en materia de relaciones entre "los
privados" —según suele llamarlos Horacio Fargosi— y las personas colectivas, no puede ni
debe ser así.
¿Cómo ha regulado el legislador del 2014 el instituto del "disregard of legal entity", el
"piercing the veil" y/o la llamada "teoría de la inoponibilidad de la persona jurídica" de las
personas de existencia ideal?
Pues lo ha hecho en el artículo 144 del nuevo texto legal, que sostiene:
"(Inoponibilidad de la personalidad jurídica.) La actuación que esté destinada a la
consecución de fines ajenos a la persona jurídica, constituya un recurso para violar la ley, el
orden público o la buena fe o para frustrar derechos de cualquier persona, se imputa a quienes
a título de socios, asociados, miembros o controlantes directos o indirectos, la hicieron posible
quienes responderán solidaria e ilimitadamente por los perjuicios causados.
Lo dispuesto se aplica sin afectar los derechos de los terceros de buena fe y sin perjuicio de
las responsabilidades personales de que puedan ser pasibles los participantes en los hechos
por los perjuicios causados."
En un análisis precoz (2012), sencillo y bien construido sobre este precepto, Jorge Lavalle
Cobo, luego de referirse brevemente a la doctrina del "disregard of legal entity" del derecho
anglosajón, y tras destacar que la misma ".....hace posible investigar los fines de la
constitución de las personas jurídicas, o las desviaciones en el cumplimiento de su objeto", no
sólo nos recuerda que ella fue receptada en su momento en la segunda parte del artículo 54 de
la ley 19.550, sino que pone de relieve que "El Proyecto (hoy ley) establece en su artículo 144
la inoponibilidad de la persona jurídica en los mismos casos contemplados en la fuente".
Y luego agrega, que podrá decretarse la mentada "inoponibilidad", "....cuando con la
actuación de la sociedad se encubra la consecución de fines extrasocietarios, o se la constituya
como mero recurso para violar la ley, el orden público o la buena fe, o para frustrar derechos
de terceros, en cuyo caso se imputará directamente a los socios o a los controlantes que la
hicieron posible, quienes responderán solidaria e ilimitadamente por los perjuicios causados"
(7).
Como se verá asiste razón al comentarista citado, dado que la redacción concebida por la
"Comisión...", abreva claramente en la normativa societaria en vigencia a la que supera, dado
que —por ejemplo— existían numerosos fallos de la Cámara Nacional de Apelaciones del
Trabajo (CNTrab.), que excluían de la posibilidad de aplicación de la Teoría del "Disregard",
a las Asociaciones, Fundaciones, Cooperativas de Trabajo y demás sujetos colectivos que,
cuando menos idílicamente, no poseen un fin de lucro.
Un breve "travelling" sobre las construcciones doctrinarias y jurisprudenciales efectuadas en
torno a la normativa societaria que rige el instituto que precedieran la sanción del nuevo
Código, ratifica lo sostenido acertadamente por Lavalle Cobo.
Veamos, pues:
II. La inoponibilidad de la persona jurídica en el art. 54 de la ley 19.550
II.1. El instituto previsto por el art. 54 de la ley 19.550:
La norma que da título a este acápite, reza:
"(Dolo o culpa del socio o controlante): El daño ocurrido a la sociedad por dolo o culpa de
socios o de quienes no siéndolo la controlen, constituye a sus autores en la obligación
solidaria de indemnizar, sin que puedan alegar compensación con el lucro que su actuación
haya proporcionado en otros negocios. El socio o controlante que aplicare los fondos o
efectos de la sociedad al uso o negocio de cuenta propia o de tercero está obligado a traer a la
sociedad las ganancias resultantes, siendo las pérdidas de su cuenta exclusiva.
(Inoponibilidad de la personalidad jurídica): La actuación de la sociedad que encubra la
consecución de fines extrasocietarios, constituya un mero recurso para violar la ley, el orden
público o la buena fe o para frustrar derechos de terceros, se imputará directamente a los
socios o a los controlantes que la hicieron posible, quienes responderán solidaria e
ilimitadamente por los perjuicios causados".
El texto legal de referencia, nacido de una profunda modificación a la normativa originaria
(ley 19.550) introducida por la ley 22.903, ha establecido un nuevo régimen de
responsabilidad, cuyos puntos más destacados son los siguientes:
Primero: Su ámbito de aplicación es mucho más vasto que el del artículo 33 de la ley
sustantiva, puesto que mientras éste último se refiere a "sociedades controlantes", el artículo
54 habla de "controlantes" en general, lo que permite encuadrar en el mismo no sólo a sujetos
colectivos, sino también a personas físicas.
Trasladado el tema a la práctica, la norma también permite responsabilizar al denominado
"grupo personal" el cual, como lo destaca Otaegui, no se configura por el control de una
sociedad sobre otras, sino que se caracteriza por la existencia de accionistas "controladores"
en distintas sociedades, las que constituyen un grupo si aquéllos imprimen a todas las
compañías una política económica de conjunto (8).
Segundo: Se establece un régimen distinto para sujetos también distintos.
¿Qué se quiere decir con esto?.
Respecto de los socios, la norma no exige que sean controlantes de la sociedad para que surja
su responsabilidad.
Respecto de los no-socios, deberá tratarse de "controlantes", o sea de personas físicas o
jurídicas que, de una manera o de otra, puedan imponer su voluntad en la administración de la
Compañía y/o —en su caso— en las decisiones sociales por medio de las cuales se lleven a
cabo los hechos que, según el propio artículo tornan inoponible la personalidad jurídica (9).
Tercero: En materia de socios, el art. 54 L.S.C. no distingue, resultando por ello aplicables sus
disposiciones a todos los integrantes del ente aunque sean sus propios administradores, siendo
éstos últimos los protagonistas de una de las hipótesis de conflicto más comunes: La del
socio-administrador, que utiliza los fondos sociales para concluir sus negocios perso nales o
los de un tercero (10).
Cuarto: Si bien la primera parte del mencionado artículo —en cuanto habla de la obligación
solidaria de indemnizar de quienes causen un daño por culpa o dolo— no hace sino reiterar
una norma general del derecho común (el art. 1068, del Cód. Civil vigente), ello apareja una
ventaja práctica, porque pone a disposición del damnificado los patrimonios de todos los
causantes del daño, fuesen socios o no, los que no podrán oponer ante su pretensión
resarcitoria, el beneficio de división, ni la denominada "garantía del co-deudor solidario" (11).
Quinto: El artículo 54 alude al "dolo" y a la "culpa" como factores de atribución de
responsabilidad.
Con referencia a la última, se considera imprescindible destacar que —contrariamente a lo
que ocurre con otras normas (Vid. art. 274 LSC), en las que se menciona a la "culpa grave"—
en ésta se hace referencia sólo a la "culpa", sin ningún otro aditamento.
(1) (1) RAWLS, C.: "Teoría de la justicia", Fondo de cultura Económica, Bs. As., 1983, pág.
10 y sstes.
(2) (2) IGLESIAS, José Antonio: "Concursos y quiebras. La ley 24.522 comentada", Bs.as.,
Depalma, 1995, 1ra Edición, pág. 21.
(3) (3) LORENZETTI, Ricardo L.: "Presentación del proyecto", en Código Civil y Comercial
de la Nación": Rubinzal Culzoni Editores, Santa Fe, Junio de 2012, pág. VI: Textual.
(4) (4) LORENZETTI, Ricardo Luis: "Presentación del Proyecto...", en "Código Civil y
Comercial de la Nación": Rubinzal Culzoni Editores, Santa Fe, Junio de 2012, pág.11 y sstes.
(7) (7) LAVALLE COBO, Jorge: "5.- La doctrina de la penetración en la persona jurídica",
su colaboración a la obra colectiva —en la que también interviniera el suscripto—
denominada "Comentarios al Proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación 2012),
dirigido por Julio César Rivera, con la Coordinación de Graciela Medina, Buenos Aires,
Abeledo Perrot, 2012, pág. 90.
(8) (8) OTAEGUI, Julio César; "Concentración societaria", Abaco, Bs. As. , 1984, pág. 219.
(9) (9) FARINA, Juan M.; "Tratado....", Zeus, Rosario, T° IV (Actualización), pág. 57.
(10) (10) NISSEN, Ricardo A.; "Ley de sociedades comerciales ....", T° III, pág. 55.
(11) (11) GAGLIARDO, Mariano; "Sociedades Anónimas", Bs. As. , Abeledo - Perrot, 1990,
pág. 335 y 336.
(14) (14) NISSEN, Ricardo A.; "Ley de sociedades comerciales", Buenos Aires, Abaco, T°
III, pág. 57.
(15) (15) ALSINA Atienza; "La necesidad de tutela jurídica y el interés de las nulidades",
J.A., T° 1954-IV-240; CIFUENTES, Santos; "Negocio jurídico", Bs. As. , Astrea, 1986, pág.
579; MARTÍNEZ RUIZ, Roberto; "Distinción entre acto nulo e inoponibilidad", J.A., 1943-
IV-335.
(16) (16) SPOTA, Alberto G.; "Tratado de derecho civil", T° I, vol. 2, Nro. 285.
(17) (17) CNCom, Sala D, 28/4/88; "Establecimientos Metalúrgicos Pecu S.A. s/Quiebra
c/Permanente Cía. Financiera S.A.", LL, Fascículo del 3/10/88.
(18) (18) FARGOSI, Horacio P., "Notas sobre sociedades comerciales y personalidad
jurídica", LA LEY 1988-B
(19) (19) VON GIERKE, O., "Das deutsche genossenschafts Recht", t. I, p. 690, Berlín,
1954.
(21) (21) GIRON TENA, José, "Tendencias actuales y reforma del derecho mercantil
(Estudios)", p. 19, Ed. Civitas, Madrid, 1986.
(24) (24) MAJORCA, P., "La nozione di organo del diritto privato con particolare riguardo
alla teoría delle associazioni", en "Annali della Facoltá Giuridica di Camerino", Napoli, 1938,
p. 18.
(27) (27) En el Derecho anglosajón, puede verse con provecho: POWELL, Fredericq James,
"Parent and subsidiary corporations. Liabilities of a parent corporation for the obligations of
its subsidiaries", Callaghan and Co, Chicago, 1931. En el Derecho continental europeo, la
doctrina del "clean-hands", por el contrario, aparece en una recepción sensiblemente más
tardía. Por todos, véase la obra de Rolf Serik permanentemente citado: "Apariencia y realidad
en las sociedades mercantiles", de la cual existe una edición española de Ariel, Barcelona,
1959, y —fundamentalmente— su "Prólogo" de Antonio Polo Diez y los Comentarios de José
Puig Brutau. En Italia, por ejemplo, la doctrina de marras también se recibe tardíamente,
principalmente a través del trabajo de Piero Verrucoli; "Il superamento della personalitá
giuridica delle societá di capitali", Giuffré, Milano, 1964.
(28) (28) LE PERA, Sergio, "La doctrina del abuso de la personalidad. El abuso de una
doctrina", DT, 1974-530.
(29) (29) ANAYA, Jaime Luis, Prólogo a la obra de OTAEGUI, Julio César,
"Transformación y fusión de sociedades", p. 9, Ed. Abaco, Buenos Aires, 1979.
(31) (31) MARTORELL, Ernesto Eduardo, "Breves estudios societarios - La sociedad hoy:
"el crepúsculo de los mitos"", LA LEY 1996-C, 1408.
(35) (35) DE CUPIS, Adriano, "I diritti della personalitá", Milano, 1959.
(36) (36) FARGOSI, Horacio P., "Consideraciones sobre el directorio en la ley de sociedades
comerciales", LA LEY, 148-911, y también "Anotaciones preliminares sobre la
responsabilidad civil de los directores de sociedades anónimas en la Ley 19.550", LA LEY,
147-331. Del suscripto, puede verse "Sociedades anónimas", p. 313, Ed. Depalma, 1ª ed.,
Buenos Aires, 1988; "Sociedades de responsabilidad limitada", p. 241, Ed. Depalma, 1ª ed.,
Buenos Aires, 1989, "Los directores de sociedades anónimas", p. 100, Ed. Depalma, 1ª ed.
Buenos Aires, 1990; "El directorio de la sociedad anónima: necesidad de un replanteo sobre la
naturaleza y alcances de su función". LA LEY, 1987-A, 1025; "La sociedad anónima y sus
directores ante el fenómeno del poder", Revista Información Empresaria (Organo de la
Cámara de Sociedades Anónimas), N° 239, noviembre de 1988, p. 8. Y, finalmente, de
FARINA, Juan M., véase: "El director con vínculo laboral con la empresa" (Ponencia), IIdo.
Congreso de Derecho Societario, Mar del Plata, 1979, en "IIdo. Congreso...", Publicación de
la Cámara de Sociedades Anónimas, Buenos Aires, 1979, p. 79, y también "La función de
director de sociedades anónimas configura una relación jurídica extraña al contrato de
trabajo" (Ponencia), en "IIdo. Congreso...", p. 77.
(37) (37) LARENZ, Karl, "Derecho Civil (Parte General)", trad. española, 1978, ps. 168/9.
(39) (39) VILLAR PALASI, J. L., "La interpretación y los apotegmas jurídico- lógicos", p.
128, Madrid, 1975.
(40) (40) CASTRO y BRAVO, Federico, "La persona jurídica", Madrid, 1981. FARGOSI,
Horacio P., "Notas sobre sociedad comercial y personalidad jurídica", LA LEY, 1988-F, 796.
(42) (42) SCOTTI CAMUZZI, Sergio, "La societá con unico azionista come fenomeno del
gruppo societario", Rivista delle Societé, año 1932, p. 465; ANGELICI, Carlos, "Trattato di
Diritto Privato" (dir. por Pietro Pescigno), t. XVI, p. 230, Torino, 1985.
(47) (47) FARGOSI, Horacio P., "Notas sobre la inoponibilidad de la persona jurídica", LA
LEY, 1985-E-Doct.-712, con cita de un fallo de la Cámara Civil, LA LEY, 1981-A, 90.
(48) (48) BELLUSCIO, Augusto C. & ZANNONI, Eduardo A., "Código Civil
Comentado...", p. I, ps. 171/2, Ed. Astrea, Buenos Aires, con sección concebida por Jorge
Lavalle Cobo.
(51) (51) GALGANO, Francesco, "La societá per azioni", en el "Trattato di Diritto
Commerciali e Pubblico dell economia'", Cedam, Padova, 1984.
(52) (52) Vid, voto del doctor Ezcurra en autos caratulados: "Gutiérrez, Héctor s/ quiebra c.
Credi-Hogar S.A. s/pedido de extensión de quiebra", JA, 1987-II-248, en el que se cita a Rolf
Serik, en "Apariencia y realidad...", y vaya mi agradecimiento al profesor doctor Marcelo J.
López Mesa, relator de la Cámara Civil y Comercial de la Provincia del Neuquén, que me
remitiera el fallo, de quien recomiendo la lectura de su excelente trabajo: "El abuso de la
personalidad societaria y la doctrina de la desestimación", LA LEY, 1985-A, 1117.
(53) (53) GALGANO, Francesco, "Delle Associazioni", ps. 15 y 18, y también, "D iritto
Commerciale. Le societá", Bologna, 1986; FERRI, Giuseppe, "La societá", N° 149, Torino,
1985.
(55) (55) FARGOSI, Horacio P., "Anotaciones sobre la sociedad unipersonal", LA LEY,
1989-E, 1037 (Doctrina).
(56) (56) FARGOSI, Horacio P., Prólogo a la obra del recordado PERROTA, Salvador,
"Intervención judicial de las sociedades comerciales", Buenos Aires, 1965.
(57) (57) LE PERA, Sergio, "Estatuto del comerciante, personas jurídicas y sociedad en la
Ley de Unificación", Revista del Derecho Comercial y de las Obligaciones, p. 798, "in re",
Buenos Aires, 1987; PALMERO, Juan Carlos, "Las personas jurídicas en el proyecto de
unificación".
(63) (63) BORDA, Guillermo Julio, "La persona jurídica y el corrimiento del velo
societario", Buenos Aires, Abeledo Perrot, 2000, pág. 84.
(64) (64) Así sostuvo el prestigioso autor que "No hay, en derecho continental, una solución
de derecho positivo societario referida a la inoponibilidad de la personalidad jurídica, sobre lo
cual nuestra LSR, art. 54, último párrafo constituye una novedad". OTAEGUI, Julio César,
"Concentración societaria", Buenos Aires, Abaco, 2004, pág. 467.
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