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Investigación Histórica

Introducción.

De un encanto particular; de una dinámica propia, que a medida que pasa el tiempo,
se diferencia cada vez mas de otros lugares de la Argentina. Con un ritmo y una
identidad platense, que normalmente se tiñe de “colores porteños” ante los ojos del
resto del país. La Plata se presenta como una ciudad para la inspiración, una ciudad
para los pensadores pasados, presentes y futuros; un lugar con una conexión especial
no solo con el progreso científico, sino también, con los aspectos naturales y verdes
expresados en su cariño (apego) con sus plazas y parques. Esta dualidad, ciencia y
naturaleza, que en otras partes del mundo tiende a ser opuesta a puntos críticos,
podemos observarla en gran armonía en el bosque platense, un bosque verde que se
alza a pocos metros del núcleo urbano y que en su interior no solo alberga
Universidades, un planetario y centros recreativos diversos para las artes, sino que
también cuenta con su propio lobo que se enfrenta al león por el dominio.
Vivir en La Plata es vivir en una ciudad que tiene un sentido particular, un sentido
pensado, su trazado nos muestra un recorrido que quizás con el tiempo se vuelve
diario, pero que cuenta con pequeños detalles y formas, que lo vuelven único. Nos
llaman la atención esos diagonales por los cuales fácilmente nos perdemos, la forma y
la ubicación de los edificios “fundacionales” del centro platense, las estatuas y
monumentos que adornan las plazas y (que) están cargados de grandes simbolismos,
y las calles que tantas veces hemos caminado, presentes como rectas claras que nos
permiten recorrer la ciudad de forma contraria a las agujas del reloj. Sin lugar a dudas,
la ciudad capital o ciudad universitaria, esa ciudad pensada para los jóvenes y futuros
intelectuales, esconde secretos y datos que podrían cambiar la forma en la cual
apreciamos nuestra ciudad de origen.

En el siguiente trabajo, se buscará dar cuenta de la influencia de la institución


francmasónica durante el proceso de fundación de la ciudad de La Plata, una ciudad
que dista mucho de haberse generado por el azar o el afán de urbanizar lo
descampado, que representó un cambio con respecto a la forma del trazado urbano
tradicional o de “herencia española”, que se muestra ante los ojos del mundo, y no
solo de la Argentina, como la ciudad capital de la provincia que indiscutiblemente
ocupa el papel mas importante de la nación; y que fue concebida con intenciones
claras: solucionar un problema político y nacional que afectaba a la Argentina de la
década de 1880.
Con el finde lograr un cierto orden, dividiremos el análisis en diferentes secciones: Una
de ellas destinada al origen de la masonería, y su llegada a la argentina; otra referente
al proyecto fundacional, los impulsores, pensadores del y trabajadores del mismo.
¿Qué es la Masonería?

Para dar inicio deberíamos definir ¿Qué es la masonería? Y para llevar a cabo esta
tarea, vamos a remontarnos a una definición dada y aceptada por los mismo masones:

<< Una institución esencialmente filosófica, filantrópica, mística, esotérica y


progresista, la cual tiene por objeto la búsqueda de la verdad, el estudio de la ética y la
práctica de la solidaridad; y trabaja por el mejoramiento material y moral de la
humanidad. Tiene como principio la tolerancia mutua, el respeto a los demás y de uno
mismo, y la absoluta libertad de conciencia. Considerando que las condiciones
metafísicas y religiosas son del dominio exclusivo de la apreciación de cada individuo,
rechaza cualquier afirmación dogmática. Tiene por divisa: Libertad, Igualdad,
Fraternidad >> [El Masón, 2006:1].

A su vez, sus propios miembros prefieren que se los caracterice como una “Sociedad
discreta, nunca secreta” como dice Manuel Souto Pardo, presidente de la R.L
Renacimiento n°54 de Galicia. Sostienen esta premisa, puesto que consideran
inoportuno el llevarse reconocimiento por sus acciones, las cuales son llevadas a cabo
con fines filantrópicos. Y, a su vez, porque responden a lo que A. Lantoine describe
como: Organizaciones Iniciáticas. Es decir, aquellos grupos que no buscan mantener
en secreto su existencia, sus leyes, sus miembros o lugares de reunión, sino que
mantienen fuera del público conocimiento sus ceremonias y sus signos de
reconocimiento. Esto permite que cada miembro pueda anunciar libremente su
pertenencia al grupo, pero que no divulgue información que pueda comprometer a
otros miembros, los cuales simplemente no quieren ser reconocidos como tal.

No debemos perder de foco, el hecho de que como a otras “corporaciones” o grupos


discretos, a la masonería en determinados momentos se la persiguió, enjuició y
condenó por parte tanto de la religión, como del estado. Esto llevo a que en
determinados periodos, adquiera características mas propias de las Sociedades
Secretas, con el fin de poder escapar del foco de persecución y borrarse “la diana de
la espalda”. Esto se pudo ver claramente en las condenas realizadas por varios
estados a partir de 1734, con Holanda como el primer caso, en donde no se
condenaba a la institución masónica, sino que se condenaba la asociación de
masones puesto que escapaban al control oficial; por otro lado, tenemos a los Papas
Clemente XII y Benedicto XIV los cuales, además de los motivos de seguridad del
estado, añadieron motivos religiosos considerándolos herejes, puesto que las logias
admitían miembros de diferentes credos.
Para intentar aclarar un poco más el asunto, creo correcto hablar un poco sobre el
significado de “Francmasonería” y sus derivados. M. Martin-Albo nos dice que la
palabra “Mason”, citando a Armando Hurtado un maestro masón, tiene su origen en la
lengua germánica de los francos, significando Cortador o Tallador de piedras. El prefijo
“Franc” se consolida en Inglaterra hacia el siglo XIV, para hacer referencia a aquellos
trabajadores dedicados a la construcción cualificada.
Por otro lado, se cree que la procedencia de la palabra es el termino “Free-Mason” o
Mason libre o franquiciado, vinculado al trabajo con la “Free-Stone” o piedra libre o
blanda, fácil para cincelar. En contraposición a los “Roughmason” es decir, aquellos
que realizan trabajos más básicos con piedras duras.

“Masonería: Un fetiche con su origen”

Atribuirle a la masonería un origen es una tarea compleja. Varios son los autores y
pensadores que intentaron, desde un sinfín de perspectivas, siendo miembros o no,
estando a favor de ellas o persiguiéndolas, darle un origen concreto a la que
podríamos definir como la “Sociedad Secreta mas famosa del mundo”.
Esto lleva a que, sin lugar a dudas, revisar el material escrito sobre ella sea una tarea
cuanto menos difícil, puesto que cada discurso encontrado tiende a plasmar por
exceso la cosmovisión y la perspectiva de su autor. Esto no seria un problema si tan
solo se limitara la propuesta a dos bandos: a favor o en contra; pero con la masonería
la cuestión es diferente.
Absorbida por la literatura por su significante atractivo para con las masas, por su falta
de datos concretos, por su “facilidad” para ser tratada como “Aquellos culpables de
todo”; o los que “están detrás de…”. Toda fuente de la masonería tiende a ser escrita
desde perspectivas novelescas y fundadas en mitos, o conspiranoica. Esto vuelve
compleja la tarea de encontrar un registro histórico concreto sobre su procedencia.
Ya nos lo dice Miguel Martin-Albo en su libro “La Masonería. Una hermandad de
carácter secreto”, << Heredera de inagotables acusaciones, así como de
hostigamientos y beneplácitos seguidores, la masonerías pierde en unos comienzos
tan confusos como remotos en el tiempo”, “(…) Hoy sigue fascinando tanto a
investigadores, ya sea desde una base plenamente historiográfica, como a aficionados
o a profanos que buscan un acercamiento a su ya dilatada realidad>>

Las diferentes versiones sobre el origen abarcan un abanico muy amplio de


posiciones. Christian Jacq nos comenta en “La Masonería Historia e Iniciación” que
existen versiones que consideran que la sociedad masónica existe antes de la
creación del mundo, sosteniendo que: <<Dios fue el primer masón puesto que creó la
luz. Nombró al arcángel San Miguel como primer gran maestro de la primera gran
logia. Adán fue el primer hombre iniciado. Fiel a las instrucciones de Dios, creo una
logia con sus hijos y juntos trabajaron por la expansión de la orden>>. Según esta
perspectiva todos los grandes sabios formaron parte de la masonería, puesto que Dios
la creó para que en ella se reunieran, de esta manera Solón el legislador, Moisés,
Tales de Mileto, Pitágoras, Zoroastro fueron miembros de la orden a lo largo del
tiempo.

Otras versiones consideran el punto de partida en el Antiguo Egipto, y se funda en las


investigaciones del egiptólogo francés Bernard Bruyére, el cual durante excavaciones
en Deir el-Medineh, al sur de la necrópolis tebana, descubrió numerosas tumbas
pertenecientes a constructores, albañiles, grabadores y pintores. Las cuales estaban
adornadas por símbolos como escuadras, niveles, imágenes de la diosa del silencio
Mertseger.

La versión mas aceptada por los historiadores remonta el origen de la masonería a los
gremios o corporaciones de la edad media, periodo en el cual las grandes obras tanto
para reyes, miembros de la aristocracia, órdenes religiosas u algún comerciante de
gran renombre, y con caudales aún mayores, exigían grandes contingentes de
trabajadores destinados a la construcción o a la artesanía. Esta versión de la historia,
plantea que los primeros grupos de masónicos o de logias se encargaban de proteger
a los trabajadores de determinados sectores, junto a las corporaciones; mientras que
estas se encargaban de regular el trabajo en la construcción, las condiciones de
contratación, la incorporación de los nuevos miembros y la cooperación entre gremios;
las logias se encargaban de proteger aquellas técnicas y conocimientos
especializados de los diferentes profesiones para que estas no se divulgaran, y se
encargaban de la trasmisión de estos mismos a personas seleccionadas que
continuaran con las tradiciones.
Con el paso del tiempo, y las modificaciones en los sectores laborales, con la
desaparición de ciertos oficios, la aparición de otros nuevos, las persecuciones por
mantener “secretos de intereses social”, las logias comenzaron a nuevo camino en el
cual además de mantener entre sus filas a aquellos especializados en determinadas
profesiones (véase esto en las sinfín de teorías que plantean la pertenencia de
grandes inventores a determinadas logias) se encargaron de aceptar a diferentes
sujetos de las elites sociales. Esto trajo consigo un gran beneficio para los miembros
de las logias, ya que, el estar rodeados de grandes inversores, personajes
importantes, grandes pensadores e impulsores del cambio, y personas cercanas a las
diferentes esferas de poder, y en resumen: los mejores en diferentes ocupaciones”;
llevaron a que los miembros tuvieran una proyección a futuro favorable, y una gran
ayuda de sus hermanos masónicos, para aquellos proyectos que quisieran llevar
adelante.

Esto último que mencionamos tiene gran importancia para la historia americana, pero
en especial para la historia Argentina. La llegada de la masonería hacia el continente
americano es un poco incierta, si bien se reconoce que las primeras logias fundadas
en el continente son “sedes” derivadas de las grandes logias ubicadas en la
metrópolis. Esta participación en los asuntos coloniales es replicada en todos los
dominios europeos en America: en America del Norte, la participación de la Gran Logia
de Escocia y la Gran Logia de Londres tuvo un impacto significativo en la
administración colonial llegando varios miembros a participar en el gobierno local u
ocupando puestos importantes en el sector administrativo, inclusive la acción de las
logias puede ser vista en el proceso independistas (característica que se va a replicar
tanto en Centro America, como en America del Sur) tomando como principal a George
Washington; al ideólogo de la constitución norteamericana Edmund Randolph
(perteneciente a la logia Williamsburg) o John Hancock (Logia San Andrés).
Si bien varios fueron los estudios que intentaron probar la filiación a la masonería por
parte del “Venezolano Mundial” Francisco Miranda, pocos son los registros o pruebas
documentales que verifiquen o comprueban a ciencia cierta la membresía de Miranda
con alguna logia. Pero debemos destacar que su contacto con constante con varios
reconocidos masones, con los que no solo compartió un viaje en barco o un almuerzo
nos invita a pensar que su acercamiento a la masonería pudo ser bastante cercano
(art de Revista Estudios Masónicos de Latinoamérica y el Caribe: “El venezolano
Francisco de Miranda ¿Iniciado masón después de muerto?” – José Gregorio Parada-
Ramírez). Y no debemos olvidar la fundación de la Gran Reunión Americana, con la
cual Francisco de Miranda se convertía en uno de los grandes impulsores de los
procesos independentistas, y en donde ser forjaron grandes alianzas que
posteriormente serian cruciales para el cumplimiento de los afanes revolucionarios de
la época.
Ya para acercarnos a la historia argentina, uno de los contactos que va a tener
Francisco Miranda, que van a provocar el mayor cambio en la historia colonial del Rio
de la Plata, fue con el general Don José de San Martín, uno de los impulsores de la
declaración de las independencia de 1816 sino el que fue mas importante, y uno de los
fundadores de la “Logia Lautaro”, un grupo secreto de patriotas que enarbolaban la
bandera de la liberación en America del Sud. Si bien en la actualidad se plantean
distintos debates que plantean la inconexión entre masonería y la misma “Logia
Lautaro”, ciertamente ambas agrupaciones compartían principios símiles, mismos
modos de acción y miembros. La incursión de San Martin en la masonería según
Nicolás Orlando Breglia, ex gran maestre, fue en la logia “Integridad de Cádiz”,
posteriormente pasó a la logia “Caballeros Racionales N°3” donde obtuvo el grado de
maestre y forjo las alianzas posteriores.
Bibliografía:

“La Plata Ciudad Milagro” – Compilación de varios autores.

“Las Sociedades Secretas” – Serge Huttín

“Un pasado para la Plata” – Daniel Badenes.

“La Historia oculta de la ciudad de La Plata”- Guadalberto Reynal

“La Masonería Argentina a través de sus hombres” – Alcibiades Lappas.

“En las Entrelineas de la memoria y de los lugares: El proceso histórico de


preservación del patrimonio cultural-material en la ciudad de La Plata (1982-2008)-
Laura de Leão Dornelles

“La Masonería. Una hermandad de carácter secreto” Miguel Martín-Albo.

“La Masonería” Pedo Francisco Sánchez Nava

“La Masonería en la Argentina y en el mundo” Aníbal A Rottjer.

“La Masonería Historia e Iniciación” Christian Jacq

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