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ACTUALIZACIÓN

Colangiocarcinoma
A. M. Matilla Peña*, A. Clemente Sánchez, E. Ramón Botella y D. Rincón
Servicio de Aparato Digestivo. Hospital General Universitario. Gregorio Marañón. Madrid. España.

Palabras Clave: Resumen


- Colangiocarcinoma Los colangiocarcinomas (CCA) suponen un grupo de neoplasias que se originan en cualquier localización
intrahepático a lo largo del árbol biliar, con una gran heterogeneidad intertumoral e intratumoral. Son muchos los facto-
- Colangiocarcinoma perihiliar res de riesgo conocidos, todas aquellas enfermedades que asocian inflamación crónica de la vía biliar,
así como las infecciones por los virus de las hepatitis, la cirrosis per se de cualquier etiología y algunos
- Colangiocarcinoma distal tóxicos. Pero, en los próximos años, será la obesidad y el consiguiente síndrome metabólico probable-
- Trasplante hepático mente una de las principales causas predisponentes para su desarrollo, al menos en los países occiden-
tales. El diagnóstico generalmente se basa en hallazgos radiológicos, biomarcadores no específicos y
muestras de tumor, desempeñando la endoscopia un papel fundamental en él y permitiendo la obtención
de muestras. La resección completa del tumor es el único tratamiento que consigue supervivencias pro-
longadas, pero son pocos los pacientes que se pueden beneficiar de ella, dado que el diagnóstico del
CCA es habitualmente tardío. La enfermedad avanzada es solo candidata a tratamiento quimioterápico
con beneficio muy pobre en términos de supervivencia. Los resultados de la investigación actual en el
tratamiento médico con terapias dirigidas contra mutaciones específicas y la inmunoterapia conseguirán
cambiar, en el futuro, el pronóstico y la calidad de vida de estos pacientes.

Keywords: Abstract
- Intrahepatic Cholangiocarcinoma
cholangiocarcinoma Cholangiocarcinoma (CC) is a diverse group of cancers arising from any locations within the biliary tree
- Perihilar cholangiocarcinoma showing a deep inter- and intratumor heterogeneity. Several risk factors are identified: chronic liver-duct
- Distal cholangiocarcinoma inflammation-related diseases, viral hepatitis, cirrhosis of different causes and some toxic substances. In
the next years, obesity, and hence metabolic syndrome, will become one of the main predisposing
- Liver transplantation factors, at least in western countries. Usually, diagnosis is based on imaging findings, non-specific tumor
markers and tumor samples. Endoscopy plays a basic diagnostic role and allows the sampling. Although
complete tumor resection is the only treatment with the best outcomes (prolonged survival rates), the
number of candidates is limited (late diagnosis of CC). The chemotherapy is reserved for advanced stages
of disease, and survival rates are poor. In the future, targeted therapies against driver mutations and
immunotherapy will change the prognosis and the quality of life of these patients.

Introducción colédoco. Así, de acuerdo con su localización, el CCA puede


ser intrahepático (CCAi), perihiliar (CCAp) y distal (CCAd)
con similitudes, pero también importantes diferencias que
El colangiocarcinoma (CCA) constituye un grupo muy hete-
pueden afectar a su patogenia y pronóstico. Desde un punto
rogéneo de neoplasias que pueden originarse en cualquier
de vista histológico, comparten características de diferencia-
punto del árbol biliar, desde los canales de Hering que comu-
ción del árbol biliar y se presume que pueden derivar del
nican con el canalículo biliar entre los hepatocitos, hasta el
mismo, pero trabajos recientes sugieren que el CCA puede
originarse también directamente de los hepatocitos. El cán-
cer de vesícula biliar es diferente al resto de CCA en cuanto
*Correspondencia a epidemiología, patogénesis, presentación clínica y manejo
Correo electrónico: ammatilla@gmail.com y debería por ello ser considerado una forma diferente de

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COLANGIOCARCINOMA

cáncer del árbol biliar. En los últimos años, también se ha


reconocido al CCAi como una forma diferente de CCA y, de
1,4
hecho, se ha impulsado la creación de guías de práctica clíni-
ca independientes del resto de CCA de otras localizaciones1. 1,2

Por 100 000 personas/año,


Considerado globalmente, el CCA supone el segundo

estandarizado por edad


tipo de cáncer hepático primario en frecuencia, por detrás 1,0
del carcinoma hepatocelular (CHC) y aproximadamente el 0,8
3% de todos los tumores gastrointestinales2. La incidencia
del CCA varía de forma importante a lo largo de todo el 0,6
mundo, de acuerdo con la distribución de los factores de
0,4
riesgo, siendo en la mayoría de los países una neoplasia poco CCAi
frecuente, pero existen países y regiones con una incidencia 0,2
CCAe
alta como son Chile, Bolivia, Sur de Corea y Norte de Tai-
landia2. 0,0

1973
1975
1977
1979
1981
1983
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2001
2003
2005
2007
2009
2011
La incidencia de CCAi ha ido aumentando durante los
años 90, alcanzando su meseta en la última década del siglo
pasado por razones que no se conocen, mientras la incidencia Fig. 1. Incidencia ajustada por edad del colangiocarcinoma (CCA) intrahepá-
del CCAp o del CCAd ha ido disminuyendo3 (fig. 1). tico (CCAi) y CCA extrahepático (CCAe) (EE. UU. 1973-2012).
Debido a su biología agresiva, diagnóstico frecuente-
mente tardío y naturaleza refractaria, el CCA tiene actual-
mente una alta mortalidad. Generalmente cursa de una for-
ma silente, realizándose el diagnóstico en la gran mayoría
de los casos no precozmente, mediante una combinación de
biomarcadores no específicos, muestras de biopsia y hallaz-
gos en las pruebas de imagen radiológicas y endoscópicas. El
diagnóstico tardío imposibilita los tratamientos más eficaces,
la resección quirúrgica y el trasplante hepático (TH), siendo
la quimioterapia virtualmente paliativa debido a la marcada
quimiorresistencia de esta neoplasia. El tamaño tumoral, su CCA intrahepático
localización anatómica, la invasión vascular o ganglionar y la
presencia de enfermedad metastásica condicionan las opcio- CCA perihiliar
nes de tratamiento. En los pocos casos en los que se puede
hacer una cirugía de inicio, la recurrencia es muy frecuente,
por lo que la adyuvancia ha cobrado un papel muy impor-
CCA distal
tante.

Clasificación y características histológicas Fig. 2. Tipos de colangiocarcinoma (CCA) según localización anatómica.

Considerando diferentes aspectos de estos tumores, se han


propuesto distintas clasificaciones. Según su localización
anatómica, el CCA se clasifica en CCAi, CCAp y CCAd
(fig. 2). De acuerdo con su patrón de crecimiento, se clasifica Mass-forming Periductal Intraductal
en mass-forming cuando crece en forma de efecto masa, peri-
ductal infiltrativo cuando crece a lo largo del conducto en su
periferia e intraductal cuando crece por dentro de la luz del
conducto (fig. 3).
La variedad mass-forming es la más frecuente en CCA
asociado a enfermedad hepática crónica y surge de los con-
ductos biliares de menor tamaño y periféricos, mientras que
las formas periductal o intraductal se originan de conductos
biliares de gran tamaño.
Histológicamente, la gran mayoría de los CCAp y CCAd
son adenocarcinomas mucinosos, mientras que los CCAi son
tumores altamente heterogéneos, pero con dos subtipos fun-
damentales, reflejando su origen anatómico a lo largo del
árbol biliar, tipo biliar ductular (mixto) que se origina de los
conductos intrahepáticos más pequeños y el tipo ductal (mu-
Fig. 3. Tipos de colangiocarcinoma según su patrón de crecimiento.
cinoso) originándose de los conductos biliares de mayor ta-

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ENFERMEDADES DEL APARATO DIGESTIVO (XII)

maño. Estos dos tipos de CCAi se corresponden con muy TABLA 1


Factores de riesgo para el desarrollo de colangiocarcinoma
diferentes características clinicopatológicas. El tipo ductular
(o mixto) de CCAi se presenta casi siempre como mass- General
forming y frecuentemente se asocia a una enfermedad hepá- Edad > 65 años
tica crónica (hepatitis viral o cirrosis) y no viene precedida Obesidad
por lesiones premalignas. Por otra parte, el CCAi tipo ductal Diabetes mellitus
(mucinoso) puede tener crecimiento en forma de efecto
Enfermedades inflamatorias
masa, periductal infiltrativo o intraductal, más frecuente-
Colangitis esclerosante primaria
mente asociado a colangitis esclerosante primaria (CEP) y
Hepatolitiasis
puede venir precedido de lesiones premalignas como la neo-
Litiasis biliar
plasia biliar intraepitelial o la neoplasia papilar intraductal4. Bilio-enteroanastomosis
Cirrosis hepática

Epidemiología y factores de riesgo Enfermedades infecciosas


Opisthorchis viverrini
Clonorchis sinensis
La colangiocarcinogénesis es un proceso multifactorial y las
Hepatitis C
importantes diferencias geográficas y étnicas en su epide-
Hepatitis B
miología reflejan las diferencias genéticas, ambientales y cul-
Infección por el VIH
turales que predisponen a desarrollar el tumor. Han sido
identificados muchos factores de riesgo (tabla 1)5; sin embar- Drogas, toxinas, agentes químicos

go, en la gran mayoría de los CCA que se diagnostican no se Alcohol


Tabaco
conocen cuáles han sido los factores de riesgo asociados.
Thorotras
Desafortunadamente, los estudios en los que se han exami-
Cloruro de vinilo
nado los potenciales factores de riesgo no diferencian entre
Dioxinas
los distintos tipos de CCA, por lo que el riesgo que suponen
Nitrosaminas
dichos factores para cada uno de los tipos de CCA no es
Asbestos
conocido.
Contraceptivos orales
Las infecciones por parásitos (Opisthorchis viverrini and
Isoniazida
Clonorchis sinensis) son un factor de riesgo común en el Este
Asiático, donde el CCAi es muy frecuente. Existe también Congénitas
Quistes de colédoco
una asociación clara entre el CCA, especialmente el CCAp,
Enfermedad de Caroli
y la CEP6.
Fibrosis hepática congénita
Más relevante desde el punto de vista epidemiológico es
VIH: virus de la inmunodeficiencia humana.
la relación entre el CCA y la enfermedad hepática por virus
de la hepatitis B (VHB) y C (VHC) con una potente relación
especialmente con el CCAi en Europa y países asiáticos6. De que apoya el hecho de que puedan existir factores genéticos
hecho, el incremento en la incidencia de CCAi registrada al en el huésped que predispongan a la aparición de CCA. Se
final del siglo pasado se ha relacionado con la prevalencia de han descrito diferentes polimorfismos genéticos del huésped
la infección por el VHC. asociados a un incremento del riesgo de CCA, pero son ne-
La cirrosis de cualquier etiología parece ser también un cesarios estudios genéticos amplios que aporten más infor-
factor de riesgo, así como el consumo de alcohol. Otros es- mación a este respecto.
tudios han demostrado la asociación entre el CCA y la dia-
betes o el síndrome metabólico, que podría ser una causa de
aumento del CCA en países occidentales debido al aumento Patogenia
de la obesidad7.
La hepatolitiasis y los trastornos congénitos de las vías La patogenia del CCA no es bien conocida. CCA de diferen-
biliares como la enfermedad de Caroli también predisponen tes localizaciones presentan una gran heterogeneidad, lo que
al CCA. Todos ellos comparten un mismo mecanismo pato- ha hecho pensar que cada subtipo de CCA pudiera tener di-
génico, la inflamación crónica del árbol biliar y un turnover ferentes orígenes celulares8.
celular aumentado. En este sentido, se piensa que el CCAp se origina de los
Algunos tóxicos y factores ambientales se han relaciona- colangiocitos secretores de mucina y de las células glandula-
do con el CCA: comida contaminada con nitrosaminas, as- res peribiliares localizadas en los conductos biliares hiliares8.
bestos, dioxinas, etc. La asociación no está tan bien demos- Los CCAp están asociados a lesiones preneoplásicas que apa-
trada con la presencia de enfermedad inflamatoria intestinal recen en el epitelio y glándulas peribiliares. Por el contrario,
o un hábito tabáquico importante que sí puede representar el CCAi muestra una heterogeneidad intertumor que ha mo-
ser un cofactor relevante. tivado el reconocimiento de sus dos subtipos histológicos
A pesar de la prevalencia de los factores de riesgo, solo antes descritos, probablemente con diferentes orígenes celu-
una minoría de los pacientes expuestos a ellos desarrollan lares. Mientras, el CCAi tipo conducto biliar (mucinoso) se
CCA, con diferencias geográficas y étnicas importantes, lo piensa que se origina en conductos hepáticos de gran calibre

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COLANGIOCARCINOMA

con apariencia histológica y embriológica similar con el ár- nóstico, siendo mayor en los CCAi no resecables10 y un valor
bol biliar extrahepático y el sistema ductal pancreático. Este por encima de 100 U/ml parece predecir un peor pronóstico
subtipo muestra una inmunohistoquímica, perfil genético y tras la resección quirúrgica11. Además, una obstrucción biliar
perfil clinicopatológico muy similar a la CCAp y ambos con y/o colangitis puede elevar el CA 19.9 sin CCA subyacente.
gran similitud con el adenocarcinoma pancreático ductal8. El Se han descrito otros marcadores en suero, en orina y en
tipo CCAi tipo ductular (mixto) muestra una inmunohisto- bilis más específicos, pero no están todavía disponibles en la
química y un perfil genético de colangiocitos no productores práctica clínica.
de mucina presentes en conductos biliares de pequeño tama-
ño. Presenta un perfil fenotípico y genotípico de carcinoma
colangiocelular que se origina de células progenitoras hepá- Diagnóstico radiológico
ticas8, lo que soporta la hipótesis de ancestros celulares co-
munes entre el CCAi y el CHC en clases moleculares espe- Habitualmente es un hallazgo incidental. No existe un com-
cíficas. portamiento radiológico característico. En general, el tipo
Además, los CCA son muy heterogéneos desde el punto mass-forming, la forma más habitual de CCAi (más del 90%),
de vista molecular. Dicha heterogeneidad no solo se relacio- aparece en la imagen como una lesión ocupante de espacio
na con las diversas localizaciones anatómicas sino también (LOE) hepática. Cuando aparece en el contexto de una ci-
con los factores de riesgo predisponentes y patologías asocia- rrosis hepática deberemos hacer el diagnóstico diferencial
das. Se han descrito un gran número de mutaciones, aberra- con el CHC. El comportamiento más habitual en la tomo-
ciones cromosómicas, disregulación de vías de señalización y grafía computarizada (TC) con contraste es el de una LOE
cambios epigenéticos involucrados en el desarrollo del CCA. hipodensa en el estudio basal de márgenes imprecisos, con
Todo ello representa una oportunidad de hacer un trata- una captación periférica en anillo en la fase arterial y una
miento personalizado dirigido en este tipo de neoplasia. La progresiva hiperatenuación en la fase venosa o tardía. La TC
mayoría de los CCA muestran una mutación genética driver, con contraste puede distinguir entre CCAi y CHC. Más del
aunque tumores de diferentes localizaciones muestran dife- 80% de los CCAi se caracterizan por esa progresiva capta-
rentes perfiles genéticos. En los últimos años, ha habido va- ción de contraste desde la fase arterial a la venosa y especial-
rios intentos de clasificar el CCA de acuerdo con los distin- mente en la fase tardía. Este comportamiento puede reflejar
tos perfiles genéticos; sin embargo, todavía no disponemos la presencia de fibrosis, que tarda en coger el contraste pero
de una clasificación molecular del CCA basada en firmas luego lo retiene, mientras que el CHC se caracteriza por una
genéticas y anomalías moleculares para su aplicación clínica. rápida captación de contraste en la fase arterial y un rápido
lavado en la fase venosa o tardía. Sin embargo, algunos CCAi
en forma de LOE pueden captar en fase arterial e imitar al
CHC. En la resonancia magnética (RM) hepática con gado-
Diagnóstico del colangiocarcinoma linio, el comportamiento vascular es el mismo, pero es algo
más sensible en lesiones menores de 3 cm. Estos signos ra-
Diagnóstico clínico diológicos para el diagnóstico de CCAi no tienen tanta espe-
cificidad como la hipervascularidad y el lavado en el CHC.
Los CCA son generalmente asintomáticos en estadios inicia- En los últimos años, está ganando interés el uso de con-
les. En estadios más avanzados pueden asociarse a pérdida de trastes hepatoespecíficos en la RM como el ácido gadoxético
peso, debilidad, molestias abdominales y hepatomegalia, que permite valorar no solo el comportamiento vascular de
siendo la ictericia por obstrucción biliar infrecuente en el las lesiones hepáticas sino la función hepatocitaria, dis-
CCAi. Por el contrario, en el CCAp, la ictericia indolora es tinguiendo así entre lesiones que contienen hepatocitos y
la forma más habitual de presentación. En pacientes con aquellas que no o en las que los hepatocitos están muy po-
CEP, el CCA puede comenzar como un rápido deterioro de bremente diferenciados (metástasis, CCA o CHC muy indi-
la situación clínica, con una estenosis dominante en el segui- ferenciados) (fig. 4).
miento por pruebas de imagen de la anatomía del árbol biliar Pero además pueden existir signos radiológicos adiciona-
o incluso como hallazgo incidental en el TH. les que apoyan el diagnóstico de CCAi: retracción capsular,
presentar una zona de marcada hipointensidad central que
corresponde a un área de cicatriz central en la secuencia T2
Diagnóstico serológico en la RM o la dilatación periférica de la vía biliar.
Radiológicamente, el CCAp o CCAd suele aparecer
Los marcadores tumorales en suero o bilis no son específi- como una estenosis biliar. En estos casos, la RM con colan-
cos, aunque han demostrado cierto valor diagnóstico y pro- giorresonancia tiene la mayor precisión diagnóstica para lo-
nóstico. El antígeno carbohidrato 19.9 (CA 19.9) y el antí- calizar y determinar la longitud de la estenosis, pero precisa
geno carcinoembrionario (CEA) pueden tener un gran de la obtención de muestras del tumor para confirmar el
solapamiento con lesiones benignas y sobre todo muy baja diagnóstico definitivo.
sensibilidad en el diagnóstico precoz. Un CA 19.9 superior a Especialmente complicado es el diagnóstico de CCA en
130 U/ml en pacientes con CEP tiene una sensibilidad y es- el contexto de la CEP. En muchos casos, ninguna prueba
pecificidad del 79 y 98% para la detección de CCA9. La ele- de imagen (RM, TC, ultrasonografía endoscópica —EUS—
vación del CA 19.9 además puede tener un cierto valor pro- ni FDG18 con tomografía por emisión de positrones

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ENFERMEDADES DEL APARATO DIGESTIVO (XII)

Fig. 4. Comportamiento de un carcinoma hepatocelular (CHC) y un colangiocarcinoma intrahepático (CCAi) en una resonancia magnética (RM) con ácido gadoxético. A, B,
C, D y E: CHC. A. No se identifica el CHC en fase basal. B. Hiperdenso en fase arterial. C. Hipodenso en fase portal. D. Hipodenso en fase de transición. E. Hipodenso en
fase de excreción biliar. F, G, H, I y J: CCAi. F. No se identifica en fase basal. G. Captación periférica en anillo en fase arterial. H e I. Se mantiene hiperdenso en fase portal
y de transición. J. Se hace hipodenso en fase de excreción biliar.

—PET-TC—) consigue demostrar la naturaleza maligna de material obtenido para citología por cepillado o biopsia
la estenosis. En muy pocos casos, la estenosis biliar asocia transpapilar.
una masa perihiliar que permite hacer el diagnóstico sin ne-
cesidad de confirmación histológica. Ecoendoscopia
La PET con FDG puede detectar CCA. Es útil en el La ecoendoscopia (EUS) puede tener un papel clave espe-
CCAi, en la forma efecto masa con LOE hepáticas tan pe- cialmente cuando el resto de las exploraciones no han sido
queñas como de 1 cm12, con una sensibilidad comunicada del concluyentes. Con esta técnica, se pueden obtener imágenes
85-95%. Sin embargo, es menos útil en tumores de tipo in- de alta definición sobre la morfología de la estenosis que
filtrativo y en ningún caso es útil para el diagnóstico precoz. pueden ayudar a caracterizar su naturaleza maligna. Además,
Los estudios radiológicos son además necesarios para va- permite una excelente visualización del árbol biliar extrahe-
lorar la extensión locorregional y a distancia, y así determi- pático, vesícula, ganglios regionales y estructuras vasculares.
nar el estadio y con ello su posible resecabilidad. Por ello, en Su principal limitación es la mala visualización a nivel proxi-
los últimos años ha cobrado mayor interés la PET en la va- mal del árbol biliar extrahepático, zona perihiliar y del árbol
loración de extensión de la enfermedad no visible en los es- biliar intrahepático. Se ha demostrado más sensible que la
tudios radiológicos y metástasis no sospechadas y, de hecho, TC y la PET en la valoración de las metástasis ganglionares
puede cambiar la indicación de cirugía en más de un 30% de regionales, especialmente en pacientes con CCAd13. La EUS
los pacientes12. Por ello, se recomienda la realización de una puede desempeñar también un papel importante en la iden-
PET para descartar localizaciones no vistas en la TC intra- o tificación de CCA en estadios precoces. En estos casos, la
extrahepáticas. combinación de EUS y colangiorresonancia mejora la sensi-
bilidad del 80 al 90% y la especificidad del 90 al 98%13.

Diagnóstico endoscópico Colangioscopia


La colangioscopia permite la visualización directa de la mu-
La importancia de la endoscopia en el diagnóstico de los tu- cosa intraductal y la identificación de anormalidades sugesti-
mores de las vías biliares radica en su posibilidad de obtener vas de malignidad (vasos dilatados y tortuosos, estenosis ul-
muestras del tumor, necesarias para confirmar el diagnóstico ceradas, nódulos intraductales). Además, puede facilitar
definitivo. Debido a su acceso a través del duodeno, las téc- dirigir la biopsia. Puede existir más riesgo de colangitis res-
nicas endoscópicas son fundamentalmente útiles en el diag- pecto de la CPRE convencional. Su papel no está todavía
nóstico del CCAd. La precisión para diferenciar entre este- bien establecido en la práctica clínica.
nosis benignas o malignas en base a los hallazgos de la
colangiografía (irregularidad, asimetría y extensión) es muy Ecografía intraductal
baja, incluso en manos de expertos endoscopistas. Puede ofrecer información útil en casos de duda diagnóstica.
La colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) Obtiene imágenes de alta definición del árbol biliar extrahe-
desempeña un papel clave en el estudio y tratamiento de las pático, vena porta y arteria hepática derecha. Tiene mayor
estenosis biliares, incluyendo los tumores de la vía biliar. precisión diagnóstica de malignidad que la EUS en estenosis
Obtiene imágenes de gran calidad del árbol biliar y confirma indeterminadas (89 frente a 76%), en establecer el grado de
hallazgos basados en los datos del estudio histológico del resecabilidad en caso de CCAd (82 frente a 76%) y en cate-

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COLANGIOCARCINOMA

gorizar correctamente el CCAp (95-100%)14. La superiori- Sistema de estadificación


dad frente a la EUS es mayor en los CCAp, donde la EUS
está más limitada. Sin embargo, no permite la obtención de
El objetivo fundamental en el manejo del CCA es determi-
muestras, es menos útil en la estadificación ganglionar regio-
nar la posibilidad de resección quirúrgica y su pronóstico,
nal y precisa una CPRE para su realización. Todavía es una
para ello una correcta estadificación es crucial.
técnica poco usada.
En el CCAi, el sistema de estadificación más empleado ha
sido la clasificación de la Unión Internacional contra el Cán-
cer y el American Joint Committee of Cancer (AJCC/UICC)
Diagnóstico histológico basada en el TNM, que se ha ido perfeccionando con el
tiempo. Hasta la 6ª edición era común con el CHC, pero en
El diagnóstico específico se alcanza con la biopsia. De la 7ª edición se hicieron modificaciones basándose en crite-
acuerdo con la mayoría de las guías clínicas, esta no debe rios específicos para el CCAi como número de tumores, in-
hacerse por el riesgo de diseminación en los casos potencia- vasión vascular, infiltración de estructuras adyacentes e in-
les candidatos a resección quirúrgica1,5. El diagnóstico his- filtración ganglionar. En la última actualización, la 8ª,
tológico del CCAi es especialmente necesario en los pacien- publicada en el año 2018, ha habido algunos cambios gracias
tes cirróticos con LOE pequeñas de comportamiento a nuevos conocimientos referentes a la anatomía patológica
radiológico inespecífico. La sensibilidad de la biopsia es y la importancia relativa de las diferentes estaciones ganglio-
variable dependiendo de la localización, tamaño y experien- nares involucradas18 (fig. 5). Todo ello englobado en un con-
cia del explorador. Para la obtención de una muestra ade- tinuo esfuerzo por estratificar de la forma más correcta posi-
cuada es necesario la core-biopsia1. Debemos hacer siempre ble a los pacientes de acuerdo con su pronóstico y guiar
el diagnóstico diferencial con lesiones biliares benignas y mejor las decisiones terapéuticas.
malignas (hepatocolangiocarcinoma, CHC, CCA y metás- El CCAp durante muchos años ha sido catalogado de
tasis) y no existen marcadores específicos validados. En tu- acuerdo con la Clasificación de Bismuth y Corlette basada en
mores pobremente diferenciados, este diagnóstico diferen- la extensión y forma de afectación de la vía biliar (fig. 6)19. Sin
cial es complejo. La inmunohistoquímica con la expresión embargo, la ausencia de información acerca de la invasión
de citoqueratinas (CK7+, CK19+ y CK20-) en combinación vascular o la enfermedad a distancia la hacía poco útil para la
con la inmunohistoquímica Herp-Par1, Glypican 3, HSP70 toma de decisiones terapéuticas. En el año 2011, la Clínica
o glutamina sintetasa suele ser suficiente para descartar Mayo propuso un sistema de estadificación en el que se tenía
CHC15. en cuenta: el tamaño tumoral, la extensión de la enferme-
En el CCAp, el diagnóstico definitivo precisa de la de- dad en el sistema biliar, la invasión o no de la arteria hepática
mostración de malignidad en una estenosis detectada en la y de la vena porta, la afectación ganglionar, las metástasis a
RM. Para ello, generalmente se realiza una CPRE con múl- distancia y el volumen remanente. A pesar de su complejidad,
tiples posibles procedimientos para obtención de muestra tiene la ventaja de que define bien las posibilidades de resec-
y/o demostración de malignidad: citología por aspiración o ción, estandarizando los resultados que se comunican y dife-
cepillado, biopsia, ecografía intraductal, colangioscopia con renciando clases pronósticas20. Pero tanto para el CCAp
chromoendoscopia, etc., pero con todos ellos la sensibili- como para el CCAd, es la clasificación de la AJCC/UICC 8ª
dad diagnóstica es todavía baja. De hecho, hasta un 40% de edición, publicada en el año 2018, la más ampliamente utili-
los pacientes remitidos a cirugía no tienen un diagnóstico zada (figs. 7 y 8). Desde la 7ª edición se ha generado un sis-
definitivo de CCAp y en un 10% de los casos operados no tema de estadificación diferente para el CCA extrahepático,
se encuentra demostración del CCA en la pieza de resec- considerando por separado en CCAp (proximal) y CCAd,
ción16. Para estudiar la naturaleza de una estenosis domi- siendo la 8ª edición la actualmente utilizada. No permite eva-
nante, la punción aspiración con aguja fina a través de EUS luar la resecabilidad, pero mejora la predicción de supervi-
parece haberse confirmado como un adecuado procedi- vencia de los pacientes sometidos a resección quirúrgica18.
miento para distinguir estenosis benignas y malignas, sin
riesgo de diseminación. La EUS, además, permite obtener
imágenes de alta definición sobre la morfología de dicha Tratamiento
estenosis.
En pacientes con resultados negativos por citología/ El CCA debe manejarse en hospitales terciarios en el seno de
biopsia, pruebas citológicas más recientes, que todavía no grupos multidisciplinares con experiencia amplia en procedi-
han sido uniformemente validadas, tales como el FISH-Po- mientos endoscópicos, percutáneos y quirúrgicos.
lisomy, análisis de imágenes digitales o citometría de flujo
pueden aumentar la sensibilidad levemente, manteniendo
una alta especificidad. El FISH (Fluorescence in situ hybriza- Cirugía
tion) que evalúa la presencia de aneuploidía cromosómica
puede confirmar el CCA en los pacientes en los que la cito- La cirugía con resección completa del tumor representa la
logía estándar es negativa; sin embargo, su papel es todavía única opción de tratamiento con intención curativa en el
controvertido por su baja sensibilidad en un reciente meta- CCA, con márgenes microscópicamente libres (R0). En la
análisis17. mayoría de las series de CCA, tan solo un 30-65% de los

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ENFERMEDADES DEL APARATO DIGESTIVO (XII)

Tumor primario (pT) Ganglios linfáticos regionales (pN) Metástasis a distancia (pM) Estadios
Tx: Tumor primario desconocido Nx: Ganglios linfáticos no evaluados 0: Tis N0 M0
IA: T1a N0 M0
M0: Sin metástasis a distancia IB: T1b N0 M0
II: T2 N0 M0
T0: No evidencia de tumor primario N0: Sin metástasis ganglionares regionales M1: Metástasis a distancia IIIA: T3 N0 M0
Tis: Carcinoma in situ IIIB: T4 N0 M0, cualquier
(tumor intraductal) T N1 M0
N1: Con metástasis ganglionares regionales
T1: Tumor solitario sin invasión
vascular
T1a: Tumor único ≤ 5 cm
sin invasión vascular
T1b: Tumor único > 5 cm
sin invasión vascular

T2: Tumor solitario con invasión


vascular intrahepática o múltiples
tumores con o sin invasión vascular

T3: Invade peritoneo visceral

T4: Invade estructuras


extrahepáticas locales por invasión NOTA: Los ganglios regionales dependen
directa de la localización del tumor. Lesiones
izquierdas incluyen ganglios frénicos
NOTA: La forma de crecimiento inferiores hiliares y gastrohepáticos.
tumoral (mass-forming frente Lesiones derechas incluyen ganglios
a periductal) debe ser reportada hiliares, periduodenal y peripancreáticos

Fig. 5. Colangiocarcinoma intrahepático. 8ª edición de la clasificación TNM del American Joint Committee on Cancer (AJCC) y la International Union Against Cancer.
(2017-2018).

La morbimortalidad en la cirugía
del CCA es alta y aumenta especial-
mente en pacientes con colestasis e
hipoalbuminemia, por lo que una op-
timización preoperatoria de los pa-
cientes es fundamental. En los últimos
años, la aproximación clásica por lapa-
rotomía está siendo gradualmente re-
emplazada por técnicas mínimamente
Tipo I Tipo II Tipo IIIa Tipo IIIb Tipo VI invasivas, laparoscopia o cirugía robó-
tica guiada, con menor morbilidad y
Fig. 6. Clasificación de Bismuth-Corlete. Tipo I. La lesión está próxima al hilio pero no lo invade. Tipo II. La
lesión invade el hilio hepático, pero no se introduce por ninguna de sus ramas. Tipo III. La lesión invade el mejores resultados clínicos.
hilio hepático y se introduce por la rama principal derecha (IIIa) o izquierda (IIIb). Tipo IV. La lesión invade En el CCAi la cirugía conlleva la
el hilio y las dos ramas principales derecha e izquierda. resección de los segmentos o del lóbu-
lo afecto. Lógicamente, ello supone
valorar la posible resecabilidad del
pacientes son candidatos potenciales a cirugía, debido a que tumor conforme a la extensión del tu-
se trata de tumores localmente avanzados, con infiltración mor, relación con estructuras vasculares, tener un volumen
peritoneal o metástasis a distancia, con imposibilidad de re- remanente suficiente y la comorbilidad. Sin embargo, en los
construcción biliar o inadecuado remanente hepático21. Los pacientes con enfermedad hepática de base, la posibilidad de
criterios de resecabilidad, así como el abordaje quirúrgico cirugía va a estar también condicionada por la reserva fun-
son diferentes en centros occidentales y orientales. En los cional hepática del paciente. El riesgo quirúrgico se va a va-
últimos años, aproximaciones quirúrgicas más agresivas (re- lorar de la misma manera que en el CHC, de acuerdo con la
secciones hepáticas amplias con resecciones vasculares en escala Child-Pugh y la presencia de hipertensión portal clí-
CCAp precoces) han permitido incrementar las opciones nicamente significativa. En el CCAi no existe todavía con-
quirúrgicas y mejorar los resultados22. senso sobre la necesidad de realizar linfadenectomía reglada,

672 Medicine. 2020;13(12):666-77


COLANGIOCARCINOMA

Tumor primario (pT) Ganglios linfáticos regionales (pN) Metástasis a distancia (pM) Estadios
Tx: Tumor primario desconocido Nx: Ganglios linfáticos no evaluados 0: Tis N0 M0
I: T1 N0 M0
M0: Sin metástasis a distancia II: T2a-b N0 M0
IIIA: T3 N0 M0
T0: No evidencia de tumor primario N0: Sin metástasis ganglionares regionales M1: Metástasis a distancia IIIB: T4 N0 M0
Tis: Carcinoma in situ/displasia alto IIIC: Cualquier T, N1 M0
grado N1: 1-3 ganglios + en hilio, cístico, conducto IVA: Cualquier T, N2 M0
hepático común, arteria hepática, IVB: cualquier T, cualquier
T1: Tumor confinado al conducto pancreatoduodenales posteriores y de la N M1
biliar con extensión a la capa vena porta
muscular o tejido fibroso
N2: 4 o más ganglios + de los sitios
T2: Invade más allá de la pared del descritos en N1
conducto biliar, tejido adiposo
circundante o parénquima hepático
adyacente
T2a: Invade tejido adiposo
circundante
T2b: Invade parénquima hepático
adyacente

T3: Invade unilaterlamente ramas de


la vena porta o arteria hepática

T4: Invade la porta principal o sus


ramas bilateralmente, o la arteria
hepática común o unilateralmente
radicales biliares de 2.º orden con
afectación de la vena porta o arteria
hepática contralateral
Fig. 7. Colangiocarcinoma perihiliar. 8ª edición de la clasificación TNM del American Joint Committee on Cancer (AJCC) y la International Union Against Cancer.
(2017-2018).

Tumor primario (pT) Ganglios linfáticos regionales (pN) Metástasis a distancia (pM) Estadios
Tx: Tumor primario desconocido Nx: Ganglios linfáticos no evaluados 0: Tis N0 M0
I: T1 N0 M0
M0: Sin metástasis a distancia IIA: T1 N1 M0 o T2 N0 M0
IIB: T2 N1 M0 T3 N0-1 M0
T0: No evidencia de tumor primario N0: Sin metástasis ganglionares regionales M1: Metástasis a distancia IIIA: T1-3 N2 M0
Tis: Carcinoma in situ/displasia alto IIIB: T4 N0-2 M0
grado N1: 1-3 ganglios +

T1: Invade la pared del conducto N2: 4 o más ganglios + d


biliar con una profundidad < 5 mm

T2: Invade la pared del conducto


biliar con una profundidad de 5-12
mm

T3: Invade la pared del conducto


biliar con una profundidad > 12 mm

T4: Invade el eje celíaco, arteria


mesentérica superior o arteria
hepática común

Fig. 8. Colangiocarcinoma distal. 8ª edición de la clasificación TNM del American Joint Committee on Cancer (AJCC) y la International Union Against Cancer. (2017-
2018).

Medicine. 2020;13(12):666-77 673


ENFERMEDADES DEL APARATO DIGESTIVO (XII)

pero, dado lo frecuente de la afectación ganglionar y su ex- Un drenaje paliativo puede estar indicado en pacientes
traordinario valor pronóstico, algunos autores consideran en los que la expectativa de supervivencia sea prolongada. Se
que debe realizarse en todos los pacientes para guiar las de- puede hacer por vía endoscópica (CPRE o EUS) técnica de
cisiones terapéuticas y su seguimiento tras la cirugía23. En el elección, por vía percutánea a través de colangiografía trans-
CCAd es necesaria la realización de una duodenopancreatec- parietohepática cuando fracasa la anterior o en CCAp y por
tomía y en el CCAp, dependiendo de la extensión del tumor, vía quirúrgica, esta última con mayor coste. Se pueden utili-
resección de los conductos biliares intra- y extrahepáticos zar prótesis plásticas o stents metálicos autoexpandibles, estos
afectos, del lóbulo ipsilateral, de la vesícula y de los ganglios últimos parece que con una más prolongada permeabilidad.
linfáticos regionales. En un porcentaje importante de pa-
cientes, la resección completa del tumor obliga a resecciones
mayores, muchas veces con resección y reconstrucción biliar, Terapias locorregionales
por lo que esta cirugía debe realizarse en centros con alto
volumen de cirugía hepatobiliopancreática. Un porcentaje importante de pacientes con CCA tienen la
La mortalidad posoperatoria media es de 8,2% (3-17%), enfermedad confinada al hígado y no son candidatos a ciru-
con una morbilidad de 50% (31-85%) en centros con amplia gía, bien por enfermedad localmente avanzada, por dificulta-
experiencia y un volumen alto de cirugía hepática. La super- des técnicas, comorbilidades, cirrosis hepática de base des-
vivencia tras la cirugía va a depender de conseguir márgenes compensada o porque se trate ya de una recidiva. Cuando el
libres y de la ausencia de invasión vascular y de metástasis paciente no es candidato a cirugía solo va a ser candidato a
ganglionares, así como de la función del remanente hepáti- tratamientos locorregionales (TLR), evaluados fundamen-
co24. La supervivencia comunicada a los 5 años tras la resec- talmente en el contexto del CCAi.
ción es del 22-44% para el CCAi, 11-41% para el CCAp y Existen muchas alternativas de TLR; sin embargo, no se
de 27-37% para el CCAd21. puede hacer ninguna recomendación por falta de evidencia
El TH tiene un papel muy limitado en el tratamiento del en la literatura, se necesitan estudios controlados para saber
CCA. Las series hasta ahora comunicadas daban unas cifras cuál es la mejor opción del TLR y si es mejor la combinación
de supervivencia muy inferiores a la supervivencia de los pa- de TLR con tratamiento sistémico. En este escenario se re-
cientes trasplantados por otras etiologías25. Sin embargo, en comienda valorar siempre a estos pacientes en el seno de
pacientes muy seleccionados en estadios precoces (I-II) de grupos multidisciplinares.
CCAp, la tasa de supervivencia libre de recurrencia a los
5 años ha llegado al 65-68% tras el TH, siguiendo protoco- Radioterapia externa
los bien establecidos con terapia neoadyuvante (radioterapia No ha demostrado un papel claro y, por ello, no hay consen-
—RT— externa con quimioterapia radiosensibilizante, bra- so en su recomendación. No existen estudios controlados y
quiterapia endoluminal y quimioterapia de mantenimien- solo en algunas series retrospectivas demuestra algunas ven-
to)25,26. Además recientemente en un estudio sobre una tajas paliativas con reducción de la carga tumoral y anecdó-
cohorte multicéntrica internacional se han comunicado re- ticos beneficios en la supervivencia. La RT externa demues-
sultados prometedores con el TH en pacientes cirróticos con tra beneficio en la supervivencia en adyuvancia en pacientes
CCAi muy precoces27, tumores únicos de 2 cm o menos, resecados especialmente con margen positivos, ganglios po-
con cifras de supervivencia a los 5 años del 65% y de recu- sitivos en el CCAi y CCAp y en el CCAp no candidato a
rrencia del 18%, claramente mejor que los CCAi más avanza- cirugía ni TH22. La SBRT (radioterapia corporal estereotác-
dos, por lo que se ha abierto la posibilidad de no contraindicar tica) tras la quimioterapia mejora la supervivencia libre de
el TH en pacientes con CCAi muy seleccionados, en centros progresión y el control local, por lo que podría ser conside-
de referencia y de acuerdo a estrictos protocolos clínicos. rada en el futuro como terapia adyuvante, pero se requieren
más estudios.

Tratamiento endoscópico y radiológico Terapias intraarteriales


Se han usado en el CCAi. Aunque el CCAi no se ve hipervas-
En el paciente con CCA, no se debe realizar un drenaje biliar cular en la TC o en la RM, en la angiografía suele detectarse
antes de hacer una correcta estadificación tumoral y determi- bien. En cuanto al uso de la quimioembolización existe poca
nar su resecabilidad. El drenaje biliar previo a la cirugía se evidencia en la literatura y no existen estudios controlados.
colocará solo en casos de colangitis, ictericia sintomática El análisis de lo publicado es complejo, pues pocos estudios
marcada, ictericia previa a quimioterapia neoadyuvante, en son prospectivos o comparativos, la mayoría con pocos pa-
paciente con desnutrición grave, insuficiencia renal o hepáti- cientes y experiencias de un solo centro. Además, existe una
ca o en pacientes que deban recibir embolización portal28. gran heterogeneidad en cuanto a los pacientes, así como los
Las principales ventajas de un drenaje biliar son la mejora de tratamientos aplicados a través de los estudios, que limita la
la ictericia, la prevención de colangitis y la prevención de la interpretación de los resultados.
toxicidad hepática de los fármacos quimioterápicos usados. La evidencia disponible claramente indica alguna activi-
Pero también existen riesgos inherentes al drenaje como la dad de las terapias intraarteriales en el CCAi, al menos en
pancreatitis o la contaminación de un lugar estéril, el árbol términos de tasa de respuesta, lo que justifica que muchas
biliar. Por ello se debe valorar cada caso en el seno de grupos sociedades científicas admitan su papel en el CCA tanto en
multidisciplinares. primera línea como en pacientes refractarios a la quimiote-

674 Medicine. 2020;13(12):666-77


COLANGIOCARCINOMA

rapia. Se ha visto que el beneficio en la supervivencia puede ajustando por estatus N32. Esto, junto con la diferencia nu-
ser mayor combinado con una quimioterapia sistémica se- mérica en las cifras de supervivencia (mediana 51 meses fren-
cuencial. te a 36 meses; hazard ratio —HR— 0,81, intervalo de con-
Debido al pobre pronóstico y las escasas alternativas de fianza —IC— 95%: 0,63-1,06), ha hecho que muchos
tratamiento sistémico en los últimos años, la radioemboliza- clínicos adopten capecitabina como estándar de tratamiento
ción (TARE) con itrio-90 ha cobrado un gran auge en el en adyuvancia.
tratamiento del CCAi en pacientes seleccionados. Se han Un metaanálisis reciente que incluye 20 estudios publi-
publicado diferentes series de TARE en el tratamiento del cados, con más de 6 000 pacientes, sobre el beneficio de la
CCAi, con cifras de supervivencia comparables a las logradas terapia adyuvante en los tumores del tracto biliar, sugiere
con la terapia sistémica, con un perfil de seguridad adecuado, que los pacientes con más alto riesgo, ganglios positivos o
algo peor cuando se combina TARE y terapia sistémica29. Se margen afecto parecen tener claramente beneficio con las
han comunicado casos incluso de downstaging con TARE en estrategias de adyuvancia. Se observa una mejoría significati-
pacientes no resecables inicialmente. Por tanto, la TARE va en la supervivencia global en los pacientes con ganglios
puede representar una nueva opción terapéutica en el futuro. positivos con cualquiera de las modalidades de adyuvancia
Actualmente hay ensayos clínicos en marcha que definirán (odds ratio —OR— = 0,49; IC 95%: 0,30-0,80), y resultados
mejor el papel de la TARE en estos pacientes. similares en los pacientes con margen positivo (OR = 0,36;
IC 95%: 0,19-0,68). La RT parece solo beneficiar a los pa-
Termoablación percutánea cientes con margen positivo, mientras que existe una tenden-
Ya sea por radiofrecuencia (RF) o microondas (MW) es una cia a empeorar la supervivencia en los pacientes con cirugía
alternativa de tratamiento recomendada en otros tumores R0. Sin embargo, la calidad de los estudios incluidos y la
hepáticos en las guías de práctica clínica en pacientes con heterogeneidad de los datos hacen que dicha hipótesis re-
tumores pequeños, estadios muy precoces que no han podi- quiera una validación que posiblemente resuelvan los ensa-
do ser candidatos a resección quirúrgica. En el CCA, toda la yos clínicos actualmente en marcha33.
experiencia es retrospectiva y no hay estudios aleatorizados. A la espera de una evidencia más robusta, parece que
Se han utilizado distintos procedimientos de ablación, pero existe beneficio de la terapia adyuvante en pacientes someti-
la RF es el más frecuente, seguido de las MW. Se ha utiliza- dos a resección quirúrgica con criterios de mal pronóstico,
do la ablación percutánea por RF en el tratamiento del CCAi ganglios positivos o margen afecto, pero no está clara la me-
tanto inicial como en la recidiva. En un reciente metaanálisis jor modalidad de tratamiento adyuvante en este escenario ni
que incluye 7 estudios, con un total de 84 pacientes, las cifras el beneficio de la adyuvancia en pacientes de bajo riesgo
de supervivencia comunicadas a los 1, 3 y 5 años son de 82, (ganglios negativos y R0).
47 y 24%, con una baja tasa de complicaciones, menor de un
4%30. Parece por tanto que la RF tiene beneficio en la super-
vivencia comparado con otros tratamientos paliativos30. De Tratamiento sistémico
acuerdo con ello, la ablación percutánea por RF puede estar
indicada en pacientes muy seleccionados con tumores únicos Quimioterapia sistémica
y de pequeño tamaño (menores de 3 cm) no candidatos a Dos tercios de los pacientes diagnosticados de CCA están en
cirugía. La ablación por RF intraductal se ha demostrado estadios avanzados en el momento del diagnóstico y la gran
como un tratamiento seguro y posible en el CCA extrahepá- mayoría de los operados presentan recidiva local o a distancia.
tico31, así como una forma segura de mejorar la permeabili- En los pacientes con enfermedad tumoral localmente
dad de los stent biliares. avanzada o enfermedad metastásica y adecuado performans
A pesar de los prometedores resultados de muy diferentes status (PS), el tratamiento de elección es la quimioterapia sis-
tipos de TLR, no existe una evidencia robusta sobre su bene- témica. El único tratamiento con un nivel de evidencia 1 es
ficio y, por ello, se necesitan más estudios que apoyen su uso. la combinación de gemcitabina y cisplatino en primera línea,
ofreciendo una mediana de supervivencia de aproximada-
mente un año y no habiéndose establecido ninguna pauta de
Terapia adyuvante quimioterapia en segunda línea. Esta evidencia procede
de dos ensayos clínicos34,35 y un metaanálisis36 en los que se
La base racional para la adyuvancia es el tratamiento de la incluyeron CCAi, CCAp y CCAd, pero la magnitud del be-
enfermedad micrometastásica y, con ello, una mejoría en neficio en la supervivencia fue consistente en todos los sub-
la supervivencia libre de progresión y en la supervivencia glo- grupos anatómicos34. Tras este ensayo clínico, se han evalua-
bal. En los tumores del tracto biliar, son altas las tasas de re- do otros agentes quimioterápicos o incluso la adicción de un
currencia o metástasis a distancia en los pacientes sometidos tercero a la combinación previa, pero todavía no se han ob-
a cirugía. Los estudios que han evaluado la adyuvancia, con tenido resultados relevantes.
diferentes regímenes de quimioterapia o quimioterapia com- En pacientes con deterioro de función renal oxaliplatino
binada con RT o RT sola, han arrojado resultados dispares en puede sustituir a cisplatino. En un estudio fase II de
cuanto al beneficio en términos de supervivencia global. GEMOX, la mediana de supervivencia fue de 15,4 meses en
El estudio BILCAP que no consiguió el objetivo princi- el subgrupo de pacientes con buen PS y adecuada función
pal en el análisis por intención de tratamiento, sí consigue hepática37. En pacientes con peor PS (PS 2), gemcitabina en
beneficio en la supervivencia en un análisis de sensibilidad monoterapia puede ser una opción36.

Medicine. 2020;13(12):666-77 675


ENFERMEDADES DEL APARATO DIGESTIVO (XII)

En muchos pacientes con hepatopatía de base cuando la Cuando seamos capaces de integrar la caracterización mole-
enfermedad oncológica es extensa y con enfermedad metas- cular con cada una de las terapias diana, conseguiremos el
tásica, la posibilidad de acceder a la quimioterapia va a estar objetivo de la medicina de precisión en los pacientes con
limitada y en muchas ocasiones contraindicada de inicio. CCA.
Los resultados de la quimioterapia en el CCA son pobres
y más allá de esta primera línea su papel está muy cuestiona- Inmunoterapia
do. El rápido deterioro de la situación clínica del paciente El CCA se relaciona con situaciones de inflamación crónica
con la progresión, en muchas ocasiones impide el acceder a e infecciones virales, por lo que parece razonable pensar que
una segunda línea y no existen en la actualidad estudios alea- pueda existir algún papel de los agentes inmunomoduladores
torizados en segunda línea con resultados positivos. en este tipo de neoplasia.
Las cifras tan pobres de supervivencia y la intención pa- Se han ensayado vacunas sin gran éxito, terapia celular
liativa han hecho, si cabe, más necesaria la adición de facto- adoptiva en series de pocos casos con resultados prometedo-
res para la selección del tratamiento, lo que pone en eviden- res y actualmente los inhibidores de check point inmunológi-
cia la necesidad de buscar biomarcadores moleculares. cos (ICPI) son los que tienen un desarrollo clínico mayor.
Fundamentalmente anti-PD1 y anti-CTLA4, inhibidores de
Otros tratamientos sistémicos la respuesta inflamatoria local contra las células tumorales,
El rápido avance en los esfuerzos por una medicina de preci- están siendo evaluados actualmente en múltiples ensayos clí-
sión ha permitido descubrir el escenario mutacional subya- nicos, en monoterapia o en combinaciones múltiples.
cente en el CCA, permitiendo orientar terapias moleculares Además, se ha demostrado que ciertas aberraciones gené-
en pacientes seleccionados en muy diferentes ensayos clíni- ticas se han asociado a la probabilidad de respuesta a los
cos. ICPI, lo cual podría relacionarse con la presencia de neoan-
La vía de señalización FGF (factores de crecimiento de tígenos capaces de estimular una respuesta inmune celular T.
fibroblastos) regula la proliferación celular, la migración y la Un ejemplo es la deficiencia de tumor DNA mismatch repair
angiogénesis. Alteraciones en los genes de los receptores de (MMR) y/o la inestabilidad de microsatélites (IMS), cuya
los FGF (FGFR) pueden promover una activación aberrante presencia está asociada a una alta tasa y durabilidad de la res-
de esta vía de señalización FGF, promoviendo la carcinogé- puesta al tratamiento con ICPI en múltiples tipos de tumo-
nesis38. Las fusiones y traslocaciones FGFR constituyen mu- res39,40. En este sentido, la IMS está presente en un 3% de los
taciones driver en el CCA presentes en el 13-17% de los CCA, pudiendo justificar el uso de terapias anti-PD1 en él.
CCAi, especialmente la fusión FGFR2. También se han des- Por otra parte, el CCA asociado a una infección viral cró-
crito mutaciones en los genes isocitrate dehidrogenasa (IDH) nica o inflamación crónica como en la CEP podría represen-
IDH1 e IDH2, presentes en el 20% de los CCAi, por lo que tar el subgrupo de pacientes con CCA con carga mutacional
constituyen otra diana terapéutica en el tratamiento de los y de neoantígenos elevada, que podrían condicionar un ma-
tumores del árbol biliar. Los resultados preliminares de yor beneficio del tratamiento con ICPI. Además, existen in-
los ensayos clínicos que exploran las alteraciones IDH y dicios preclínicos que soportan la evidencia de que existe
FGFR2 han destacado su prometedor potencial como alter- correlación entre la infiltración tumoral por células inmunes
nativas terapéuticas en el CCA. y un mejor pronóstico en el CCA, otra razón más para explo-
Otros agentes diana en diferentes estadios de desarrollo rar los ICPI en esta enfermedad41. Las estrategias que están
clínico están siendo testados como inhibidores EGFR (Epi- actualmente evaluándose son combinaciones de ICPI con
dermal Grow factor receptor), inhibidores de receptores multi- otros ICPI, con quimioterapias, con vacunas y con agentes
quinasa (inhibidores FGFR, MEK y BRAF). diana.
Debido a la importancia de la angiogénesis en el desarro-
llo del CCA y basándose en datos de estudios preclínicos, la
actividad de muchos tratamientos antiangiogénicos con anti- Conclusiones
cuerpos monoclonales (bevacizumab y ramucirumab) y con
inhibidores multiquinasa (sorafenib, vandetanib, cabozanti- Los CCA suponen un grupo heterogéneo de neoplasias de
nib y regorafenib) están siendo explorados solos o en asocia- diferentes localizaciones, con una gran heterogeneidad inter-
ción con quimioterapia y/o fármacos anti-EGFR en múlti- e intratumoral y una incidencia creciente. En el pasado se han
ples ensayos, con resultados controvertidos posiblemente clasificado de acuerdo con la localización anatómica, sus alte-
debido al desconocimiento de los mecanismos de resistencia raciones genéticas, la histología, sus factores de riesgo y el
y la falta de selección molecular. perfil molecular. De acuerdo con este perfil molecular, se han
A medida que vamos aprendiendo acerca del valor pro- descrito diferentes subtipos que pueden ser útiles en el diseño
nóstico y la historia natural de los diferentes grupos de CCA de ensayos clínicos con terapias diana específicas para cada
de acuerdo con su perfil molecular, se hace más necesario subtipo. En espera de estos resultados, la cirugía con resec-
diseñar estudios en población seleccionada de acuerdo con ción completa del tumor y el TH en casos muy seleccionados
su perfil molecular. Es necesario poder identificar a aquellos son la única terapia curativa en el CCA, aplicable en una mi-
subgrupos de pacientes con hiperactivación de vías de seña- noría de pacientes dado el diagnóstico tardío en la mayoría de
lización proangiogénicas o con específicas aberraciones que los casos. Una aproximación diagnóstica y terapéutica perso-
permitan definir grupos de pacientes con CCA que se pue- nalizada de estos pacientes debe realizarse en el seno de gru-
den beneficiar de ciertas combinaciones de agentes diana. pos multidisciplinares en centros con gran experiencia.

676 Medicine. 2020;13(12):666-77


COLANGIOCARCINOMA

Responsabilidades éticas 15. Lau SK, Prakash S, Geller SA, Alsabeh R. Comparative immunohistoche-
mical profile of hepatocellular carcinoma, cholangiocarcinoma, and me-
tastatic adenocarcinoma. Hum Pathol. 2002;33:1175-81.
16. Nuzzo, G, Giuliante F, Ardito F, Giovannini I, Aldrighetti L, Belli G, et
Protección de personas y animales. Los autores declaran al. Improvement in perioperative and long-term outcome after surgical
treatment of hilar cholangiocarcinoma: results of an Italian multicenter
que para esta investigación no se han realizado experimentos analysis of 440 patients. Arch Surg. 2012;147:26-34.
en seres humanos ni en animales. 17. Navaneethan U, Njei B, Lourdusamy V, Konjeti R, Vargo JJ, Parsi MA.
Comparative effectiveness of biliary brush cytology and intraductal biop-
sy for detection of malignant biliary strictures: a systematic review and
Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que en meta-analysis. Gastrointest Endosc. 2015;81:168-76.
este artículo no aparecen datos de pacientes. 18. • Amin MB, Edge S, Greene F, Byrd DR, Brookland RK, Washing-
ton MK, et al, eds. AJCC Cancer Staging Manual. 8ª ed. Chicago:
American Joint Committee on Cancer; 2017.
Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los 19. Bismuth H, Corlette MB. Intrahepatic cholangioenteric anastomosis in
carcinoma of the hilus of the liver. Surg Gynecol Obstet. 1975;140:170-8.
autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pa- 20. Deoliveira ML, Schulick RD, Nimura Y, Rosen C, Gores G, Neuhaus P,
cientes. et al. New staging system and a registry for perihilar cholangiocarcinoma.
Hepatology. 2011;53:1363-71.
✔ ••
21. Khan SA, Davidson BR, Goldin RD, Heaton N, Karani J, Perei-
ra SP, et al. Guidelines for the diagnosis and treatment of cholangio-
Conflicto de intereses ✔•
22.
carcinoma: an update. Gut. 2012;61:1657-69.
Mansour JC, Aloia TA, Crane CH, Heimbach JK, Nagino M,
Vauthey JN. Hilar cholangiocarcinoma: expert consensus statement.
HPB (Oxford). 2015;17:691-9.
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses. 23. De Jong MC, Nathan H, Sotiropoulos GC, Paul A, Alexandrescu S, Mar-
ques H, et al. J Clin Oncol. 2011;29:3140-5.
24. Zaydfudim VM, Rosen CB, Nagorney DM. Hilar cholangiocarcinoma.
Bibliografía Surg Oncol Clin N Am. 2014;23:247-63.
✔•
25. Rosen CB, Heimbach JK, Gores GJ. Liver transplantation for
cholangiocarcinoma. Transpl Int. 2010;23:692-7.
• Importante •• Muy importante 26. Darwish Murad S, Kim WR, Harnois DM, Douglas DD, Burton J, Kulik
LM, et al. Efficacy of neoadjuvant chemoradiation, followed by liver
✔ Metaanálisis ✔ Artículo de revisión transplantation, for perihilar cholangiocarcinoma at 12 US centers. Gas-
troenterology. 2012;143:88-98.e3.
✔ Ensayo clínico controlado ✔ Guía de práctica clínica 27. Sapisochin G, Facciuto M, Rubbia-Brandt L, Marti J, Mehta N, Yao FY,

✔ Epidemiología et al. Liver transplantation for “very early” intrahepatic cholangiocarcino-


ma: International retrospective study supporting a prospective as-
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✔1. • Bridgewater J, Galle PR, Khan SA, Llovet JM, Park JW, Patel T, et
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28. Dumonceau JM, Tringali A, Papanikolaou IS, Blero D, Mangia-
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Safety and feasibility of endoscopic biliary radiofrequency ablation treatment
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