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viniendo ocasionalmente hasta fines de 1958, Ta vi 961 yuna ver mésen | 962. Hasta 1965 meeseribid 2 mis enfermedades y owas difleultades, 20 pude responder sus cartas y pordi el cont No sé ida 0 no, pero espero que viva en lo que he es Ma es un recuerdo vivients, una persona a le que Ie dobo bastante, me enseié y me entregé ‘macho. 2. LA CONTRATRANSFERENCIA Y 1.4 RESPUFSTA DFE PACIENTE! Comenzaré con ina historia: Un pacients cuya madre haba fallecido recientemente, debia dar una charla radial acerca de un tema gue sabia cue interesaba 2 su analista, Le pasé el guion para cue lo leyera de antemano, y a Ia vez, ef analista tuvo Ia oportunidad de esenchar la transmisién. Fl paciente no estahz de animo para después de 1a transmisién legs a su andl ansiedad y confusion | analisla (quiea era un hombre con muche experientia), interpreié Ja angustie del pacionte come un miedo a que cl, al psicoanalista, estuviera celoso de lo que claramente habia y podria querer privarlo ce este éxito y sus erpretacion fue aceotada, la angustia se tarde (en el interlanto su anilisis habla terminado), el paciente estaba en una fiesta que no lograba disthar. De pronto, comprendié que el aniversario de la muerte de su madre habia sido tan sélo uma semana antes. Repentinamente, logré ver que lo que lo tuyo preocupado darame el tiempo de su tansmision ena algo muy sencillo io: fa pera que su macre no estuviera presente pare Dos aos m: negara ‘sn muerte, casi en for rpretacion dada, que podia ser la acertada para! psicoanalista, quien realmente habia estado colosa de culpa inconsciente del analista lo que lo llevé a opiada. La habia aceptado por el gue él tavo de bebs cor qye, si hnhiera depencide de 1s hubiere Recho de sodas mareras, pero por otra r2z6n, psicoanalista, debe ser atribaida a su contratransferencie. 74 a. La actitud inconsciente del psicoanalista hacia el paciente bb, Elomentes seprimidas, haste ahora no analizades en el psicoanalista. ue se relacionan con el paciente de la ‘forma en que el paciente “transtiere” al analista afectos, etc., perteneciontcs a su su objelos de su nies: es decir, fica © mecanismo con cl -aneferencia del paciente. Yo diria que Ia contratransferencia ineonsciente no puede sor observads directamente como tal, sino silo en sus efectos: esta dificultad se puede comparar con los fisio u observar una fuerza que se manificsia como 0} 3d, ofc. pers que no puede ser detectads esti preocupado de no hay limites elaros 3. Cualquier un autounilisis) analizado y un analiste; en cierto sentido, scm inseparables, ransferencia y fa contralransterencia son igo qne se sugiere en el hecho cue , puede ser ampliamente a ante que tole esiv. P es decir, hacia nuestros propio: sentimicntos e ideas, que es realmente parancide 0 tos som, 0 pueden la contratransferencie es precisamente la misma, que es un lc y reconocible, pero que es innecesario ligroso interpretarla, En todo caso, uno no a de lo que es inconsci dg); tratar de observar e interpretiralgo inconse’ smo, ¢s comotratar de mirar le parte de strds de muestra 16 cabevas: resulta eabcaas de otros, El hecho de la trensfereacia del paciente, se prvsta ficilmente a ser evitedo por medio de la proyeccicn y meiozslizacién; ambos mecenismos caact uo, encontr muy di dos del concepto do con Al principio quise limitarlo a sentimientos s imecionales y teprimidos, algunos agradal S, Yue peleueceu aul SeZUL ida, © producto sta, e2a parte ans cercana y Io, y que se ence 10 con le realidad. De lo anterior, se deduce cue que pectoneve onfnimo c m mnficilmonle sesostiane enasto, pero fe de la cepresion, juegan un panel prohibicida, Ta distibucién ing las proporciones, relativas de cada una Debido 2 que la preocupacin, tanto de la contra ie [a tansferencia implican 2 ot, les mec: ¢ introyaccién son cepecialmente importantes Por el momento, hemos relacionado la paranoia \ferencia: se nos pi ; Hablar de la respuesta del pacionte puede ser absurdo, sno que padamos encontrar uns [orma simplede abordarlo fs parece que muchas de auestres madamente, n total. A riesgo de desarticular mi “aproximaci¢n almente de hablar sobre algunas cosas, jonatlas con el tema principal, cde os aspestos dindmices Legaaros 2 a pregunta eeiealonore eee ene del qualisva han sido jegando & ser, como resultado de B su prapio andlisis, més directas y eftetivos, Me parece que combinacién exitosa de estos impulsos, depeade de um especial de identificacién de! paciente con el psivoanalista Conseiemtements, y segurameute en gran medida, enfermo y depe cer esto, podemos lentificar su Tecuperaci6n. Inconscientemente, para mestros. propios s hamos de la enfermedad de agecsive, y el acspoulesd Dp que todo esto es cualquier analisia, pero en el ting de la in, come las que be dest en la comprension o cualquier inserforenci yendo el temor a perder a st. 0 pueden ser bien ratados, basta que wwe ocurra, cuando én a ln repeticion ando, les, Lu exigeacia que un paciente ro debiera hacer lisis, puede entorpecer la formacié comportarse como Jo lagen los pacres “que por el bien del ito” interfieren con su desarrollo, no pemmitiéndole amar a mas, Por supuesto que sl paciente las necesita, ante ia former identificaciones con personas tos de sus padres Lo anterior se va dando de manera tat est siper yo del paciente, a raves de nuestro mismo tiempo, estamas demostando incapacidad para tolerar uaa digociecién, ya fasta de su hogar, victimia del narcisismo (p como de su propio narei interpretacion adecuada para el p que, por razones de contratransferencia y contra-resistencia, sea la menos ascquible para el psivoanalists en ese momento, Si la interprotacion dada es ls apropiada para el analista, e! paciente podrd, ya sea por miedo, sumision, ete., aceptar ede la misma forma qu Ia “correcta”, que Ta resistencia del paciente se ha forta prolongado, la identificaciin, siendo el desapego lo que hace la difes entre ellas, Esie desapego, surge en parte al menos. por. lente a conoce por experiencias espresemte, Esto lahace, mento, una experiencia del paciente, no delanalisia, ysielanalista la esta experimentande como un hecho presente, paciente. Cuando una experiencia ¢s propiedsd del paciente gL el analista, se introduce automiticamente tancia, ¥ es en la preservaciin de 0 Y distancia donde se puede dar el uso. exitoso de Ta contratronsferencia, La identificaciéa del psicoanalista con el paciente necesita ser introyectiva y no proyectiva Cuwado se introduce tal wede. sentir Su exper jerferencia, y dejar que se rambién, de modo que pueda o rervalo de tiempo, el pasiente depende de un ritmo aliemado de identificacion y separ provocade per experiencias que son reconocidas como p y todo esto, en ua sefting adecuade, Volviendo a la historia del principio, fue el analista quien muerte de su madre, sintiendo la wamsmisidn redial ore, en ese pre yenel placer propiaments fo experimentar la. ‘torices recenocer (como tana nueva represién. Fallas como estas en el snporal ¢ irracional, mifo, es mfo", “Le que es tuyo rmiia, par lo tanto, tode es mi Estes son formas infunliles oA Conlratransfevencia se convierte en un crecimiente del paciente. E! analista se eonyierte en un eiego que conduce a otro ciego, ya que no tiene el uso de Tas dos intervals se teng Bsta es ans de [as mayores difculiades pars un anise, jon 0 para cl que sid levando a cabo um jucenfrentarsea muchas cosas durante el atl de presentes cualidad de pasado algunos pacienles que por afios habfan estado completamente maccesibles, lograban mostrar en unos pocos dias 0 semanas, eambios esombrosos, los cuales -al menos desée algunos puntos de vista- debfan ser considerados como una mejoria, Pero lo cue no extaha en el trato, era que ellos pe dependientes y vinculados al interés del psicoanalista, Le 83 descripcién de la manera de como los pacier ¥ los resultados obtenidos, nos commovieron profundamente y, aparemtemente, generaron una buena cantidad de culpa entre nosotros. Varios de los presentes ex ladiscusién se golpearen el pevto ¢ hicieron una mea euipa. fatado de entender de donde financieras) do nosotros consideramos una conelusién jon superficial de idefinidamenie, * siendo ‘una tendenciz a identificarse particularments con el ello de las pacientes, generalmente en los casos psicdlicas; de hecho, puede ser joarse. Tsta seré une que, sin embargo, s© pre en amor objetal. El defense. mas primitivos (y los smo tiempo, um pequeiic pedazo del ite, puede identificarse com el yo del ‘erapeute (donde Ia comprensién del terapeute de bos miedos del pacienle se filtsa@ (cavés de &l, padienco intoyecter ol yo del terapeula como un objeto bueno). Entonces podra hacer fe! contacto del terapenta con ella, En un momento, este cent romperse facilments, pudiendo a través de un proceso de ino sostener solo, De esto quizds podemos sacar as mayor es c) gradu Ue de Es posible que en aquellos pa responden de forma normal a la dcsarrellando uma transferercia que puode ser snlexprctada y 85 nifios, 9 comocent 9 los reconocen, Resulta bien ya que predaminin los sentimientos positivas. ‘no $e ven. o1nO sé muestran, prudiendo estar incluso reprimides, Todos ten privados y ao 1odas lay tumbes tienen Tépidas. En tanto, Los analistus experimemades, debide a que han retardando la recuperacién del paciemte, es 6 la resistencia a la contratransferencia, A veces el propib paciente evud: y contratransferencia no son s6lo en tomna separada, sino que ico como un todo, es el re junto, A menue escucrames ido, ye que el paciente y el am: respondon de una manera reverberante. Por fe cue el zumenlo de claridad en uno de los espejos, traera la necesidad de una claridad comespondiente en el otro, La ambivalence del ps contzeresi las coma propias. Desde jerable importancia darle al ‘eorreeta de este hecho. su origen en la contmtransfereneia inconssiente, a menos que jefinitiva para hacerlo. Fin estos que no quiero dev trans ferene comunicadas imprudentemente a, 9 sin 19 tammpoee que os se hacen sin hoy en ch terpretacionas ti pensar, Quierodecirgue nodebes dad para anal:zarlos, pero por sobre 10d er reconocitas por ambes, cl pacie a es que debier analista, s desir que el psicoanalista desatiolla y debe éesarrollar una sontratransferencia ince la que, sin embargo, es capaz de mangjar para que no interfiera en un grado importante con ‘og intzreses del paciente, sobre progreso de su mejoria. El grado en qu wales inconscicntes del analista (es de prever este conocimiento, que lo poseen, y parte de Ta tarea del ser esto a lo que prohibirle al paciente conocerla o hablar de el 88 dificaltades con Ia mas profundo y puede ser en el mejor una tendencia a desarroflar El remedio siempre sitado para contratransferencia, es. decir, un su paciente, ¥ que ademds do lo anterior, recuerde que esto varia di segtin el esinés y presiones a las que esté expues 8, ya que el analizando es iquier insinceridad de se anslista ¢ inevitablemente (no inlerpretada), puede ser responsable de de un anilisis, Pucde ser igualmeate a reso% \drmino premeturo. Siento que es auevamente en las ctapas finales conde se hace necesario un mayor cuidado para evitar estas coses. Los analistas que eseriben acerca de las etapa finales y termi ud, $e escapan rmevamente panto, la ante'y labuena Tuctar ms importante joy segura que la ci sera menudo la responce de llevar a cabo un anélisis en buenos términos, gue previamente pareeia encaminarse hacia un fracasa, cuando e| peciente Tas revele. Sin esto, los pacientes pueden fiacasar en reconocer objetivamente Ia mayor parte del comportamienta icracional de sus padres. que he sido un ftctor poderoso en e! desurrollo de la ne: comporca come les padres y esconde este hecho, pucd: el momento en que la ropresién continua de to que podria haber sido reconocido, sea inevitable. Alivia mucho al peciente tolerable para él que cualquier oura cosa. todo anilisis habré firtasias acerca de los paciente —sabemos desde 1m comienso- y deban ser intempretadas como cualquier otra 90 » algunas ideas y recuerdes que hisbien vido inaccesibles haste entonoss, podriun ser traidas a la consciencia, cosas que de otra manera habrian permanecido reprimidas. hablado del pacionte revelando'e ta contratransforeneia al psicoanalista y me refiero a esto muy svene como un peligreso depo: Como esti establecida hoy en ai mucho mds Util para nosotros que en st no “requeritnos” que auestros pacientes que tienen en eu mente. Al contra Io que « pemnise para diferente de dar las interpretaciones o comentarios, En los vigjos tempos amie los analistas como los padres, d que queriaa cuando quesfan, por derecho propio y Tos p a buena cantidad de las inlerpretaciones regadis pueden. por ad de contzatransferencia; por como tu madre lo estaba “Que yo sepa no estoy enojada, pero i Jo ostoy, suber por que, ya que no cuando...” tendré que descu st como una forma de jiberar las contratransferer més dicectamente disponibles para su uso. La Dra. Heiman (1950), en su trabajo leido en el Congreso de Ziriva, se rofirié a le aparioion de algunos sentimientos eontratsansferencicles, eome wn tipo de sefial comparable al Por debajo del nivel de cone: pueden ser sensibles a los mizdos paran persccutories de cada ume, y cronizados con.ellos (2 pera que el andlisis sea aco por ambos como una defensa. El anabste puede saltar de una identificacion introyectiva cm el ke a una proyectiva, perdiendo aquellos intervalos de tiempo y distancia que mencioné anterlormente, mientras que el pucienle, se (on, puede oourrir 2 través de Ja contrstransferencia, ya paciente, El fracaso en reconocerla, puede Hlevar a una interrupeién prematura del endlisis cauna prolongacién delmismo, En cada caso, habréuna 92 ‘vuelta @ repsimir -lo que de otra manera se podria haher hecho premature © una prolonga para el éxito del ya ous le prosencie de e suficiente y de algo de contratransferencia valiosa, puede Dosiiltar un proyreso posterior, incluso despues ¢e!término dc un emilisis, en virrad de otras int fe faa ih Mallee quel gactont puede utilizar para desarrollar gus propios palzones basicos ¥ sore al yo inconseiente somirol de la comp trensferencia y la contratransferencis so: paciente y analista, Depencen de condiciones parcialmente 93 trans[oroncia, de hecho, no puede ser ev taca, ede ella, controtarla hasta cierto punto as experimeniados, héhiles y bien a pueden ser utilizadas positivamente para ayudara los paciertes a recuperarse mediante sus propias trensferencias, Ds acuerdo ctitud del analista by (que ia, su goiitud hacia sus propios impulsos serd animado e responder, ya sea explotindola repetitivemente: o nsandola pregcesivamente para buenos propésites La interpretacién de la contratransferencia, siguienda las lincas que he inientade sedalar, detern , como también la vo la a en el momento que empez6 intempretacion de la tans ser usada. Hoy en dia esto es algo que se de por sentado a0 ha encontrado que que los impulsos tbid y reparatorios encuentran 1 ne sus Compensaciones, en tanta de] anelista, sus deseos oreativos ificacion efectiva en el mayor poder y éxito de su trabajo, Creo que resultados similares pucdan llevar 2 un mayor uso é¢ 1a contratransfureneia, 91 encontramos un modo de usarla, aunque debo enfatizar la Yimidez ccn Ia cual estoy proponiende cualcuiera de estas ideas. ATLAS NECESIDADRS DE SU PACIENTE? Este capitulo co! Jos-cuales requis juntos cw su rel -ne un gran mimero de wemus, cada une de studio en si mismo, Al considerarlos mn, condenséndolos, estoy tom: resultar Ge esto, lo cue cont lida A esto ‘ltima, se sama capfuule es extenso y de peso. Espero hacere ji s adelante « cada uno de Tos temas, cuando pueda duserrollaslos ‘por separade. pacionte ex particular Lamiayoria de los pacientes que n bajo las categorias conocidas como “psicopatas” y “ del _caricter”, Algunos de ellos pueden ser co1 5 1 Analyte Thal Resaense this Ps Poycho-dnal., 38: 240-254, 95

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