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Buenas tardes, damas y caballeros,

Hoy, nos encontramos aquí para abordar una problemática que ataca las raíces de nuestra sociedad: el feminicidio. Esta palabra, cargada de dolor y
tragedia, representa una realidad que no podemos, ni debemos, ignorar.

El feminicidio es el asesinato de mujeres y niñas únicamente por su género. Es la máxima expresión de una violencia que se arraiga en la discriminación
y la desigualdad. No es un problema aislado, sino un síntoma de una sociedad que aún no ha logrado erradicar la violencia de género.

Cada mujer que pierde la vida a manos de esta violencia es una herida abierta en nuestra sociedad, una tragedia que nos duele a todos. Cada una de
estas muertes es un llamado a la acción, un grito que nos impulsa a cambiar, a luchar por un mundo en el que todas las mujeres y niñas puedan vivir
libres de violencia y miedo.

No podemos permanecer indiferentes ante esta realidad. No podemos permitir que la violencia y la impunidad continúen. Es hora de decir "basta ya".
Basta de violencia, basta de silencio, basta de inacción. Es hora de que todos, hombres y mujeres, nos unamos en esta lucha.

La lucha contra el feminicidio es una lucha por los derechos humanos, por la justicia, por la igualdad. Es una lucha que requiere de nuestra solidaridad,
de nuestra empatía, de nuestro compromiso. No podemos, ni debemos, abandonar esta lucha.

Debemos trabajar juntos para cambiar la cultura que permite y perpetúa esta violencia. Debemos educar a nuestros hijos e hijas sobre el respeto y la
igualdad. Debemos exigir que nuestros gobiernos tomen medidas para prevenir y sancionar el feminicidio. Debemos alzar nuestras voces para
denunciar cada acto de violencia contra las mujeres.

Hoy, hago un llamado a cada uno de ustedes. Un llamado a la acción, a la resistencia, a la esperanza. Juntos, podemos poner fin al feminicidio. Juntos,
podemos construir un mundo en el que todas las mujeres y niñas puedan vivir libres de violencia y miedo.

Porque cada vida cuenta, porque cada mujer importa. Porque no podemos, ni debemos, permitir que una mujer más pierda la vida a manos de la
violencia de género. Porque la lucha contra el feminicidio es una lucha

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