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Doctorando
Sr. Jordi CALVO SANZ
Directores de Tesis
Dr. Joan Carles MONLLAU GARCIA
Dra. Montserrat GIRABENT FARRÉS
Barcelona, 2017
Me lo contaron y lo olvidé;
lo vi y lo entendí;
lo HICE y lo APRENDÍ
AGRADECIMIENTOS
Una vez finalizada esta tesis, aunque decir finalizada es una quimera, porque una
puerta abre otra puerta, un capítulo abre otro capítulo y una cosa me ha ido llevando a
explorar otra y así sucesivamente con todo este proceso de conocimiento e
investigación, me dirijo a rellenar este apartado con el que empieza el siguiente trabajo
recordando el refrán que yo había escuchado cuando era niño: «De bien nacido es ser
agradecido”.
En primer lugar, a los pacientes por haberme enseñado tanto a lo largo de toda mi
trayectoria profesional, y también a los que han participado en este proyecto. Opino
humildemente que debe ir enfocada nuestra investigación y nuestro traspaso práctico-
clínico del conocimiento hacia ellos, ya que nuestro fin es entender mejor qué pasa,
cómo pasa y por qué pasa, además de cómo lo abordamos para mejorar día a día
nuestra aproximación y abordaje terapéutico.
En tercer lugar, a nivel clínico, a todos mis compañeros, personal, dirección, etc. del
Hospital-Centro de Prevención y Rehabilitación Asepeyo St. Cugat del Vallés de
Barcelona que me han permitido llevar a cabo este proyecto. En especial a todos mis
compañeros del Departamento de Rehabilitación.
En cuarto lugar, a mis directores de tesis, Dra. Montse Girabent y Dr. Joan Carles
Monllau, que en este camino que hemos seguido me ha permitido descubrir, aparte de
a dos excelentes profesionales en sus respectivas áreas, a dos mejores personas.
En quinto lugar, retrocediendo más en el tiempo, quisiera dar las gracias a todos los
que han participado en mi educación, a los compañeros y profesores de clase. A todos
los docentes que he tenido durante los estudios de fisioterapia (diplomatura, grado,
[5]
AGRADECIMIENTOS
Y, por último y sonando de fondo esa melodía que se ha convertido en todo un himno
You'll never walk alone, a mi familia. A mis padres Pili y Santi por haberme enseñado
el camino. A mi mujer Montse por recorrer juntos este camino y a mis hijos Roger y
Laura que seguirán sus caminos.
[6]
ÍNDICE DE LA TESIS
AGRADECIMIENTOS ................................................................................................................... 5
RESUMEN................................................................................................................................... 29
1. JUSTIFICACIÓN ..................................................................................................................... 35
2. FUNDAMENTOS .................................................................................................................... 39
[7]
3. HIPÓTESIS DEL ESTUDIO .................................................................................................. 223
[8]
6.7.1. Comparativa descriptiva del seguimiento del Score de Lysholm pre-IQ vs. pos-IQ
(6º mes) ............................................................................................................................ 298
6.8. ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS SOBRE EL SCORE DE TEGNER .......................... 299
6.9. ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS SOBRE LA CORRELACIÓN DE LA EMG
CUADRICIPITAL VASTO MEDIAL Y VASTO LATERAL A 0º + LA DINAMOMETRÍA A 0º Y 30º
Y LA PERIMETRÍA CENTRAL ROTULIANA ........................................................................ 300
6.10. ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS SOBRE LA CORRELACIÓN DE LA EMG
CUADRICIPITAL VASTO MEDIAL Y VASTO LATERAL A 0º + LA DINAMOMETRÍA A 0º Y 30º
Y EL DOLOR EN REPOSO Y POS RHB ............................................................................... 301
6.11. ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS SOBRE LA CORRELACIÓN DE LA EMG
CUADRICIPITAL EMG_VML_0º (1 KG)_(VML_0º) Y EMG VM 0º (1 KG) % (VM + VL 0º-1 KG) Y
EMG VL 0º (1 KG) % (VM + VL 0º-1 KG) Y LA DINAMOMETRÍA A 0º ..................................... 303
6.12. ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS DE LA CORRELACIÓN DE LA EMG_VML_0º (1
KG)_(VML_0º) Y LA EMG VM 0º (1 KG) % (VM + VL 0º-1 KG) Y EMG VL 0º (1 KG) % (VM + VL 0º-
7. DISCUSIÓN........................................................................................................................... 311
[9]
8. CONCLUSIONES ................................................................................................................. 337
[ 10 ]
SUMARIO DE SIGLAS, ABREVIATURAS Y ACRÓNIMOS
AM: anteromedial
CM: centímetros
[ 11 ]
CVIM: contracción voluntaria máxima isométrica
DTTAR afecta SC: distancia tuberosidad tibial anterior-polo inferior rótula afecta sin
contracción cuadricipital a 0º
DTTAR afecta SC a 30º: distancia tuberosidad tibial anterior-polo inferior rótula afecta
sin contracción cuadricipital a 30º de flexión de rodilla
DTTAR afecta CC a 0º: distancia tuberosidad tibial anterior-polo inferior rótula afecta
con contracción cuadricipital a 0º
DTTAR afecta CC a 30º: distancia tuberosidad tibial anterior-polo inferior rótula afecta
con contracción cuadricipital a 30º de flexión de rodilla
[ 12 ]
ECA: ensayo clínico aleatorizado
EMG: electromiografía
[ 13 ]
EMG no afecta VL 30º % CVM: amplitud normalizada de la electromiografía de
superficie en la extremidad no afecta sobre el vasto lateral a 30º sobre la contracción
voluntaria máxima → (EMG%_NA_VL_30º)
EMG afecta VM 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg): actividad EMG relativa del vasto medial
afecta a 0º (1 kg) sobre el conjunto (VM + VL) → (EMG%V_A_VM_0º (1 kg))
EMG afecta VL 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg): actividad relativa del vasto lateral afecta
a 0º (1 kg) sobre el conjunto (VM + VL) →EMG%V_A_VL_0º (1 kg):
EMG no afecta VM 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg): actividad relativa del vasto medial
no afecta a 0º (1 kg) sobre el conjunto (VM + VL) → (EMG%V_NA_VM_0º (1 kg))
EMG no afecta VL 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg): actividad relativa del vasto lateral no
afecta a 0º (1 kg) sobre el conjunto (VM + VL) → (EMG%V_NA_VL_0º (1 kg))
FIG: figura
FP: femoropatelar
G: gramo
GR: gracilis
H: hora
HZ: hercios
ID: indentificador
[ 14 ]
IMA: inhibición muscular artrogénica
IV: intravenosa
KILOPONDIO: kp
KILOVOLTIO: kV
M: metros
Mg: miligramo
MSEG: milisegundos
MM: milímetros
[ 15 ]
ML: mililitros
N: newtons
OA: osteoartritis
PL: posterolateral
RHB: rehabilitación
[ 16 ]
RE: rotación externa
RX: radiología
RXS: radiografías
ST: semitendinoso
V: voltios
W: watios
µm: micrómetros
[ 17 ]
µs: microsegundos
♂: hombre
♀: mujer
: media
vs.: versus
[ 18 ]
ÍNDICE DE FIGURAS
[ 19 ]
Figura 32. Aplicación del vendaje neuromuscular sobre hematoma posterior tras
ligamentoplastia de ST-GR (Fuente propia del autor)...................................................... 108
Figura 33. Diferentes plazos de ligamentización en injertos humanos en comparación con una
reciente revisión con animales. Traducido de (Claes et al., 2011) (110). ........................ 111
Figura 34. Esquema de las fuerzas que se ejercen sobre el LCA o sobre el trasplante y su
fijación, con motivo de una contracción aislada del cuádriceps en CCA (Quelard, 2010).
.......................................................................................................................................... 123
Figura 35. Contracción simultánea del cuádriceps y de los isquiotibiales (Quelard, 2010). .... 124
Figura 36. Tensiones sobre el LCA tras reconstrucción durante diferentes actividades de RHB.
Traducido de (Levangie, 2011)......................................................................................... 126
Figura 37. Componente de deslizamiento posterior del fémur inducido por una inclinación tibial
(Quelard, 2010)................................................................................................................. 127
Figura 38. Ejercicios de flexión plantar-dorsal de tobillo en posición de derivación circulatoria y
de elevación de la extremidad inferior (Fuente propia del autor). .................................... 137
Figura 39. Posiciones posturales para la extensión 0º (Fuente propia del autor). .................. 138
Figura 40a. ERMI Knee Extensionater® (web) ........................................................................ 138
Figura 40b. EliteSeat® knee extension device (Shelbourne, 2012) ........................................ 138
Figura 41. Ejercicios de flexión de rodilla en sedestación (Fuente propia del autor)............... 138
Figura 42. Flexionador ERMI Knee Flexionater® (web). ......................................................... 139
Figura 43. Movilizaciones manuales pasivas oscilatorias rítmicas rotulianas según la técnica de
terapia manual de Maitland (Fuente propia del autor). .................................................... 140
Figura 44. Movilizaciones manuales pasivas accesorias rotulianas según la técnica de Maitland
(Fuente propia del autor). ................................................................................................. 141
Figura 45. Intensidad de las fuerzas que se ejercen sobre el LCA en función de los ángulos de
flexión (Quelard, 2010). .................................................................................................... 143
Figura 46. Pautas de ejercicios propioceptivos (Fuente propia del autor). .............................. 145
Figura 47. Ejercicios de enfoque interno y externo (Benjaminse, 2015).................................. 148
Figura 48. Ejercicios de enfoque interno y externo (Benjaminse, 2015).................................. 148
Figura 49. Lunge y caminar en lunge (Benjaminse, 2015). ..................................................... 148
Figura 50. Comparación de instrucciones para reducir el valgo de rodilla y aumento de flexión
de cadera y rodilla en el hop test single leg distance (Benjaminse, 2015). ..................... 149
Figura 51. The 4 single-legged hop tests (Logerstedt, 2012). ................................................. 156
Figura 52. Pep Program (web). ................................................................................................ 158
Figura 53. Programa FIFA 11+ (web)....................................................................................... 159
Figura 54. Frappier Acceleration Training Program (web). ...................................................... 161
Figura 55. Single leg press (web). ............................................................................................ 167
Figura 56. Triple hop for distance (Martin et al., 2013). ........................................................... 168
Figura 57. Side hop test (Martin et al., 2013). .......................................................................... 168
Figura 58. Drop jump and jump test (web). .............................................................................. 169
Figura 59. Star excursion balance test (web). .......................................................................... 169
[ 20 ]
Figura 60. Bulge Sign (web). .................................................................................................... 182
Figura 61. Índice de Insall-Salvati (web). ................................................................................. 183
Figura 62. Ratio de Blackburne-Peel (web). ............................................................................ 183
Figura 63. Índice de Caton Deschamps (web). ........................................................................ 184
Figura 64. Representación de los métodos de medición radiológica para determinación de
posicionamiento patelar alto-bajo (Seil, 2000). ................................................................ 184
Figura 65.Medidas para el contorno perimetral (Fuente propia del autor). .............................. 187
Figura 66. EVA y END (web). ................................................................................................... 188
Figura 67. Registro de la respuesta refleja mediante la estimulación eléctrica de las fibras
aferentes Ia en un nervio periférico (Figueira et al., 2007)............................................... 196
Figura 68. Colocación de manguito de isquemia para la intervención quirúrgica de
ligamentoplastia del LCA (Fuente propia del autor). ........................................................ 200
Figura 69. Esquematización del Bucle Gamma (Fuente propia del autor). ............................. 203
Figura 70. Esquema simplificado de las diferentes vías nerviosas que pueden influir sobre el
mecanismo de coactivación de los músculos antagonistas.Traducido y adaptado de
(Remaud, 2007). ............................................................................................................... 204
Figura 71. Mecanismo de retroalimentación de la IMA (Fuente propia del autor). .................. 207
Figura 72. Aplicación de crioterapia con presión hidrostática (web). ....................................... 209
Figura 73. Irradiación periférica homolateral (Fuente propia del autor). .................................. 216
Figura 74. Irradiación del miembro inferior contralateral a la extremidad afecta (Fuente propia
del autor). .......................................................................................................................... 216
Figura 75. Ejemplo de irradiación axial periférica (Fuente propia del autor). .......................... 217
Figura 76. Estimulación vibratoria a través de vibraciones mecánicas-sónicas con equipo
Vibralgic 5® (Fuente propia del autor). ............................................................................ 218
Figura 77. Procedimiento quirúrgico en la ligamentoplastia pata de ganso (Fuente propia del
autor). ............................................................................................................................... 234
Figura 78. Tunelización y procedimiento artroscópico en la ligamentoplastia LCA de pata de
ganso (Fuente propia del autor). ...................................................................................... 234
Figura 79. Báscula médica con altímetro modelo SECA (Fuente propia del autor). ............... 237
Figura 80. Cinta métrica para medición de circunferencias de extremidades (Fuente propia del
autor). ............................................................................................................................... 239
Figura 81. Perimetría femoral por segmentos; 1/3 inferior (5 cm), 1/3 medio (10 cm), 1/3
superior (15 cm) (Fuente propia del autor). ...................................................................... 240
Figura 82. Valoración radiológica DTTA-R (basal y en contracción a 0º) (Fuente propia del
autor). ............................................................................................................................... 241
Figura 83. Valoración radiológica DTTA-R (basal y en contracción a 30º) (Fuente propia del
autor). ............................................................................................................................... 242
Figura 84. Situación de colocación de electrodos para EMGS de VM y VL de rodilla según
SENIAM 8 (web). .............................................................................................................. 244
[ 21 ]
Figura 85. Colocación de la EMGS y del paciente en acoplamiento con el DFM para valoración
a 0º y 30º de flexión de rodilla (Fuente propia del autor). ................................................ 244
Figura 86. Escala EVA (Fuente propia del autor)..................................................................... 247
Figura 87.Diagrama de árbol del reclutamiento muestral (Fuente propia del autor). .............. 253
Figura 88. Box plot de DTTAR CC a 0º y 30º afecta y no afecta comparativa pre y pos-IQ (1ª
semana). ........................................................................................................................... 256
Figura 89. Gráfico de la línea evolutiva de DTTAR CC a 0º entre la observación pre-quirúrgica
y el 6º mes. ....................................................................................................................... 257
Figura 90. Gráfico de la línea evolutiva de DTTAR CC a 30º entre la observación pre-quirúrgica
y el 6º mes. ....................................................................................................................... 258
Figura 91. Comparativa del seguimiento de la EMG VM 0º (1 kg) % CVM afecta y no afecta
er er
para las valoraciones pre-IQ y pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes)................................ 267
Figura 92. Comparativa del seguimiento de la EMG VL 0º (1 kg) % CVM afecta y no afecta
er er
para las valoraciones pre-IQ y pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes)................................ 267
Figura 93. Comparativa del seguimiento de la EMG VML 0º (1 kg) (VML 0º)) afecta y no afecta
er er
para las valoraciones pre-IQ y pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes)................................ 268
Figura 94. Comparativa del seguimiento de la EMG VM 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg) afecta y
er er
no afecta para las valoraciones pre-IQ y pos-IQ (1ª semana,1 , 3 , 6º mes). ................ 268
Figura 95. Comparativa del seguimiento de la EMG VL 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg) afecta y
er er
no afecta para las valoraciones pre-IQ y pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes) ................ 269
Figura 96. Box plot de la dinamometría cuadricipital a 0º y 30º afecta y no afecta ................. 274
Figura 97. Comparativa evolutiva de la DIN_C_A_0º y la DIN_C_NA_0º entre la valoración pre-
er er
IQ, pos-IQ, 1 , 3 y 6º mes. ............................................................................................. 275
Figura 98. Comparativa evolutiva de la DIN_C_A_30º y la DIN_C_NA_30º entre la valoración
er er
pre-IQ, pos-IQ, 1 , 3 y 6º mes........................................................................................ 276
Figura 99. Perimetría de cuádriceps a 5 cm afecta y no afecta pre y pos-IQ. ......................... 283
Figura 100. Perimetría cuadricipital a 10 cm afecta y no afecta pre y pos-IQ. ........................ 284
Figura 101. Perimetría cuadricipital a 15 cm afecta y no afecta pre y pos-IQ. ........................ 284
Figura 102. Perimetría central rotuliana afecta y no afecta pre y pos-IQ................................. 286
Figura 103. Box plot del dolor extremidad afecta tras RHB pre-IQ y pos-IQ (1ª semana). ..... 293
Figura 104. Box plot del dolor en la extremidad afecta en reposo pre-IQ y pos-IQ (1ª semana).
.......................................................................................................................................... 294
Figura 105. Seguimiento descriptivo de la evolución del dolor pos-RHB (EVA) entre el pre-IQ y
er er
el pos-IQ (1ª semana, 1 mes, 3 mes, 6º mes). ............................................................. 295
Figura 106. Seguimiento descriptivo de la evolución del dolor en reposo (EVA) entre el pre-IQ y
er er
el pos-IQ (1ª semana, 1 mes, 3 mes, 6º mes). ............................................................. 297
Figura 107. Box plot del Score de Lysholm pre-IQ y pos-IQ al 6º mes.................................... 299
Figura 108. Score de Lysholm pre y pos-IQ............................................................................. 299
Figura 109. Score de Tegner pre ruptura,pre intervención quiúrgica y posIQ al 6º mes ......... 300
Figura 110. FMS (web). ............................................................................................................ 399
[ 22 ]
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 1. Factores intrínsecos y extrínsecos como riesgo de lesión del LCA ............................. 68
Tabla 2. Ventajas y desventajas según el tipo de injerto del LCA............................................ 103
Tabla 3. Revisión de las fases de ligamentización. Adaptado de (Janssen, 2014) ................. 113
Tabla 4. Comparación del protocolo de fisioterapia acelerada con el estándar ....................... 117
Tabla 5. Objetivos de fisioterapia en las fases pre y posquirúrgica ......................................... 119
Tabla 6. Tensión mecánica ligamentaria y osteoarticular. Adaptado de Lutz (139)................. 128
Tabla 7. Sector óptimo de carga en el refuerzo muscular de cuádriceps e isquiotibiales en CCA
y CCC. (+++): tensión excesiva en el injerto; (-): mínima tensión en el injerto (140)....... 128
Tabla 8. Factores y criterios que influyen en el retorno a la actividad deportiva ...................... 170
Tabla 9. Estudios de fiabilidad intraobservador en las medidas de circunferencia de la rodilla
.......................................................................................................................................... 186
Tabla 10. Cronograma de evaluaciones y medidas posoperatorias tras ligamentoplastia de
LCA. Traducido de (Shaw et al., 2004) ............................................................................ 189
Tabla 11. Equilibrio de la balanza neuromuscular en el transcurso de una inhibición muscular
artrogénica. Traducido y adaptado de (Chanussot, 2005) ............................................... 191
Tabla 12. Equilibrio de la balanza neuromuscular en el transcurso de tratamiento de fisioterapia
en un contexto de inhibición muscular artrogénica. Traducido y adaptado de (Chanussot,
2005) ................................................................................................................................. 191
Tabla 13. Variables electromiográficas normalizadas .............................................................. 246
Tabla 14. Estadísticos descriptivos y comparación de los valores de la DTTAR pre y
posintervención quirúrgica (1ª semana) ........................................................................... 255
Tabla 15. Estadísticos descriptivos de las variables DTTAR a 0º y 30º con contracción en las
er er
valoraciones pos-IQ (1 , 3 , 6º mes) ............................................................................... 257
Tabla 16. Modelo lineal general de medidas repetidas para las variables DTTAR CC a 0º y
er er
DTTAR CC a 30º entre las valoraciones pre-IQ, a la semana, 1 , 3 , 6º mes................ 258
Tabla 17. Comparaciones apareadas post hoc de las variables DTTAR CC a 0º afecta pre-IQ y
er er
pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes) ................................................................................. 259
Tabla 18. Comparaciones apareadas post hoc de la variable DTTAR CC a 0º no afecta pre-IQ y
er er
pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes) ................................................................................. 260
Tabla 19. Comparaciones apareadas post hoc de las variables DTTAR CC a 30º afecta pre-IQ
er er
y pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes) .............................................................................. 261
Tabla 20. Comparaciones apareadas post hoc de las variables DTTAR CC a 30º no afecta pre-
er er
IQ y pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes) ......................................................................... 262
Tabla 21. Comparaciones entre los valores de la extremidad afecta y la no afecta de las
variables DTTAR CC a 0º y DTTAR CC a 30º en cada una de las valoraciones, pre-IQ,
er er
pos-IQ (1 , 3 , 6º mes) .................................................................................................... 263
Tabla 22. Comparaciones entre la EMG pre y pos-IQ (1ª semana) para la extremidad afecta y
no afecta ........................................................................................................................... 264
[ 23 ]
er, er
Tabla 23. Comparaciones descriptivas EMG pos-IQ afecta y no afecta (1 3 , 6º mes) ........ 265
Tabla 24. Modelo lineal general de medidas repetidas para las variables EMG VM y VL 0º (1
kg) % CVM; EMG VM y VL 30º % CVM; EMG VM y VL (1 kg) % (VM + VL 0º -1 kg); EMG
er er
VML 0º (1 kg) (VML 0º) entre las valoraciones pre-IQ, pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes)
.......................................................................................................................................... 266
Tabla 25. Comparaciones apareadas post hoc de la EMG afecta VM 0º (1 kg) % CVM ......... 269
Tabla 26. Comparaciones apareadas post hoc de la EMG afecta VL 0º (1 kg) % CVM .......... 270
Tabla 27. Comparaciones apareadas post hoc de la EMG afecta VL 30º % CVM .................. 271
Tabla 28. Comparaciones apareadas post hoc de la EMG afecta VML 0º (1 kg) (VML 0º) ..... 272
Tabla 29. Comparaciones entre los valores de la extremidad afecta y la no afecta de las
variables electromiográficas en cada una de las valoraciones pre y pos-IQ ................... 273
Tabla 30. Comparativa dinamométrica pre-IQ vs. pos-IQ a 0º y 30º (1ª semana) ................... 274
Tabla 31. Comparativa de seguimiento evolutivo temporal en la dinamometría cuadricipital a 0º
er er
y 30º afecta y no afecta (1 , 3 , 6º mes) ......................................................................... 275
Tabla 32. Modelo lineal general de medidas repetidas para las variables DIN_C_A_0º y
er
DIN_C_NA_0º y DIN_C_A_30º y DIN_C_NA_30º entre las valoraciones a la semana, 1 ,
er
3 , 6º mes ......................................................................................................................... 276
Tabla 33. Comparaciones apareadas post hoc de la dinamometría cuadricipital 0º afecta en las
er er
valoraciones pre-IQ, pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes) ............................................... 277
Tabla 34. Comparaciones apareadas post hoc de la dinamometría cuadricipital 0º no afecta en
er er
las valoraciones pre-IQ, pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes) .......................................... 278
Tabla 35. Comparaciones apareadas post hoc de la dinamometría cuadricipital a 30º afecta en
er er
las valoraciones pre-IQ, pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes) .......................................... 279
Tabla 36. Comparaciones apareadas post hoc de la dinamometría cuadricipital a 30º no afecta
er er
en las valoraciones pre-IQ, pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes)..................................... 280
Tabla 37. Comparaciones entre los valores de la extremidad afecta y la no afecta de las
variables dinamometría cuadricipital a 0º y dinamometría cuadricipital a 30º con
er er
contracción en cada una de las valoraciones, pre-IQ, pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes)
.......................................................................................................................................... 281
Tabla 38. Comparaciones descriptivas de la perimetría central rotuliana y del segmento femoral
(a 5, 10, 15 cm de polo superior de rótula) pre-IQ vs. pos-IQ (1ª semana) entre la
extremidad afecta y la extremidad no afecta .................................................................... 282
Tabla 39. Comparaciones descriptivas de la perimetría central rotuliana y del segmento femoral
er er
(a 5, 10, 15 cm de polo superior de rótula) pos-IQ (1 , 3 , 6º mes) entre la extremidad
afecta y la extremidad no afecta....................................................................................... 283
Tabla 40. Modelo lineal general de medidas repetidas para las variables perimetría central
er er
rotuliana entre las valoraciones pre-IQ y pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes) ................ 285
Tabla 41. Comparaciones apareadas post hoc de la perimetría central rotuliana afecta pre-IQ,
er er
pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes) ................................................................................. 286
[ 24 ]
Tabla 42. Comparaciones apareadas post hoc de la perimetría cuadricipital afecta a 5 cm pre-
er er
IQ, pos IQ-(1ª semana, 1 , 3 , 6º mes) ........................................................................... 287
Tabla 43. Comparaciones apareadas post hoc de la perimetría cuadricipital afecta a 10 cm;
er er
pre-IQ, pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes) ..................................................................... 288
Tabla 44. Comparaciones apareadas post hoc de la perimetría cuadricipital no afecta a 10 cm;
er er
pre-IQ, pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes) ..................................................................... 289
Tabla 45. Comparaciones apareadas post hoc de la perimetría cuadricipital afecta a 15 cm;
er er
pre-IQ, pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes) ..................................................................... 290
Tabla 46. Comparaciones apareadas post hoc de la perimetría cuadricipital no afecta a 15 cm;
er er
pre-IQ, pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes) ..................................................................... 291
Tabla 47. Comparaciones de los valores de la extremidad afecta y la no afecta de la perimetría
central rotuliana y la perimetría cuadricipital a 5, 10, 15 cm en las valoraciones pre-IQ, y
er er
pos-IQ (1 , 3 , 6º mes)..................................................................................................... 292
Tabla 48. Comparaciones pre-IQ vs. pos-IQ (1ª semana) para el dolor en reposo y el dolor pos-
RHB .................................................................................................................................. 293
er er
Tabla 49. Comparativa descriptiva del seguimiento entre las valoraciones pos-IQ (1 , 3 , 6º
mes) .................................................................................................................................. 294
Tabla 50. Modelo lineal general de medidas repetidas para las variables dolor en reposo y pos
er er
RHB entre las valoraciones pre-IQ, (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes).................................... 295
Tabla 51. Comparaciones apareadas post hoc de la variable dolor en reposo afecta pre-IQ y
er er
pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes) ................................................................................. 296
Tabla 52. Comparaciones apareadas post hoc de la variable dolor pos-RHB afecta pre-IQ y
er er
pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes) ................................................................................. 297
Tabla 53. Comparaciones entre los valores de la extremidad afecta y la no afecta de las
variables dolor en reposo y pos-RHB en cada una de las valoraciones (pre-IQ y pos-IQ)
.......................................................................................................................................... 298
Tabla 54. Comparación del Score de Lysholm pre-IQ y pos-IQ (6º mes) ................................ 298
Tabla 55. Comparaciones del Score de Tegner valorando pre-ruptura del LCA, pre-IQ y pos-IQ
(6º mes) ............................................................................................................................ 300
Tabla 56. Coeficientes de correlación EMG_VML_0º + dinamometría 0º y 30º y la perimetría
central rotuliana ................................................................................................................ 301
Tabla 57. Coeficientes de correlación EMG_VML_0º + dinamometría 0º y 30º y el dolor en
reposo pre y pos-IQ .......................................................................................................... 302
Tabla 58. Coeficientes de correlación EMG_VML_0º + dinamometría 0º y 30º y el dolor pos
RHB pre y pos-IQ ............................................................................................................. 302
Tabla 59. Correlación de la EMG cuadricipital EMG_VML_0º (1 kg)_(VML_0º) y EMG VM 0º (1
kg) % (VM + VL 0º-1 kg) y EMG VL 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg) y la dinamometría a 0º
pre-IQ y pos-IQ ................................................................................................................. 303
[ 25 ]
Tabla 60. Correlación de la EMG_VML_0º (1 kg) _ (VML_0º) y la EMG VM 0º (1 kg) % (VM +
VL 0º-1 kg) y EMG VL 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg) a 0º sobre la perimetría cuadricipital
a 5 cm ............................................................................................................................... 304
Tabla 61. Correlación de la EMG_VML_0º (1 kg) _ (VML_0º) y la EMG VM 0º (1 kg) % (VM +
VL 0º-1 kg) y EMG VL 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg) a 0º sobre la perimetría cuadricipital
a 10 cm ............................................................................................................................. 304
Tabla 62. Correlación de la EMG_VML_0º (1 kg) _ (VML_0º) y la EMG VM 0º (1 kg) % (VM +
VL 0º-1 kg) y EMG VL 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg) a 0º sobre la perimetría cuadricipital
a 15 cm ............................................................................................................................. 305
Tabla 63. Relación de la EMG VM 0º (1 kg) % (VM + VL 0º -1 kg vs. EMG VL 0º (1 kg) % (VM +
VL 0º-1 kg) ........................................................................................................................ 305
Tabla 64. Correlación entre la EMG VM 0º (1 kg) y coincidencia o no con extremidad afecta
dominante en las valoraciones pre-IQ y pos-IQ ............................................................... 306
Tabla 65. Correlación entre la EMG VL 0º (1 kg) y coincidencia o no con extremidad afecta
dominante en las valoraciones pre-IQ y pos-IQ ............................................................... 306
Tabla 66. Correlación entre la EMG_VML_ 0º (1 kg)_(VML_0º) y coincidencia o no con
extremidad afecta dominante en las valoraciones pre-IQ y pos-IQ ................................. 307
Tabla 67. Correlación entre la dinamometría a 0º y coincidencia o no con extremidad afecta
dominante en las valoraciones pre-IQ y pos-IQ ............................................................... 307
Tabla 68. Correlación entre la dinamometría a 30º y coincidencia o no con extremidad afecta
dominante en las valoraciones pre-IQ y pos-IQ ............................................................... 307
Tabla 69. Análisis de la correlación del Score de Tegner vs. la EMG_VML_0º (1 kg)_(VML_0º)
.......................................................................................................................................... 308
Tabla 70. Análisis de la correlación del Score de Tegner vs. la dinamometría a 0º ................ 308
Tabla 71. Análisis de la correlación del Score de Lysholm vs. la EMG_VML_0º (1 kg)_(VML_0º)
.......................................................................................................................................... 308
Tabla 72. Análisis de la correlación entre realizar o no RHB pre-IQ y la EMG_VM 0º (1 kg) %
(VM + VL 0º-1 kg) ............................................................................................................. 309
Tabla 73. Análisis de la correlación entre realizar o no RHB pre-IQ y la EMG_VL 0º (1 kg) %
(VM + VL 0º-1 kg) ............................................................................................................. 309
Tabla 74. Análisis de la correlación entre realizar o no RHB pre-IQ y la EMG_VML 0º (1 kg) %
(VM + VL 0º-1 kg) ............................................................................................................. 310
Tabla 75. Análisis de la correlación entre realizar o no RHB pre-IQ y la dinamometría a 0º ... 310
Tabla 76. Análisis de la correlación entre realizar o no RHB pre-IQ y la dinamometría a 30º . 310
Tabla 77. Test de Harris ........................................................................................................... 403
[ 26 ]
ÍNDICE DE ANEXOS
[ 27 ]
ANÁLISIS DE LA INHIBICIÓN
MUSCULAR ARTROGÉNICA DEL
CUÁDRICEPS
POSLIGAMENTOPLASTIA DEL
LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR
DE RODILLA Y SU REPERCUSIÓN
EN LA FUNCIÓN DEL APARATO
EXTENSOR
RESUMEN
Facultad de Medicina
y Ciencias de la Salud
RESUMEN
[ 31 ]
RESUMEN
[ 32 ]
ANÁLISIS DE LA INHIBICIÓN
MUSCULAR ARTROGÉNICA DEL
CUÁDRICEPS
POSLIGAMENTOPLASTIA DEL
LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR
DE RODILLA Y SU REPERCUSIÓN
EN LA FUNCIÓN DEL APARATO
EXTENSOR
JUSTIFICACIÓN
Facultad de Medicina
y Ciencias de la Salud
1. JUSTIFICACIÓN
Las lesiones de LCA tienen una alta prevalencia, basta con fijarnos al citar datos del
2001 en España donde se practicaron 16.821 plastias de LCA, ya que la opción
quirúrgica es el tratamiento de elección (1) de lo que representaba 4 casos cada 1.000
habitantes al año (2). El número de intervenciones quirúrgicas de ligamentoplastias de
LCA en las últimas décadas ha aumentado exponencialmente debido a las exigencias
físicas de muchas actividades laborales, al mayor número de accidentes (tráfico, etc.),
así como la proliferación de muchas actividades deportivas ya existentes y otras
novedosas (deportes de aventura, etc.).
Todo ello hace que uno de los procesos de fisioterapia posquirúrgica más común que
nos podemos encontrar en lo que se refiere a cirugía de rodilla y de las reparaciones
más frecuentes de la extremidad inferior sea la ligamentoplastia de LCA.
Aunque es una lesión que cuenta con numerosos estudios no se puede establecer
cuál es el tratamiento ideal en esta patología y persisten hoy en día variabilidad en las
técnicas de RHB. Los estudios e investigaciones han ido encaminados a temas como
la prevención de la lesión, las cargas sobre el ligamento, los factores biomecánicos y
más recientemente en el retorno seguro al deporte; todos ellos temas imbricados entre
sí y con mucha implicación en el ámbito deportivo, de ahí la multitud de publicaciones
en torno a ello.
• Los criterios cronológicos de los cirujanos vs. los criterios de progresión funcional.
• El uso de protocolos o trayectorias clínicas denominadas aceleradas vs. de
conservadores, sin tener en cuenta la variabilidad de lesiones y los factores de
riesgo previos.
• La variabilidad en los tipos de injertos, (autoinjerto vs. aloinjerto), (HTH vs.
isquiotibiales) y la variabilidad en la técnica y experiencia del cirujano constituyen
un debate sobre cuál es la reconstrucción ideal.
[ 35 ]
JUSTIFICACIÓN
Es un fenómeno frecuente tras una lesión en la rodilla. Los mecanismos son poco
conocidos por los terapeutas clínicos que atienden estos procesos y ha recibido poca
atención el estudio científico del proceso, además en general la bibliografía sobre el
tema es escasa, sobre todo en la ligamentoplastia del LCA. En los diferentes estudios
no hallamos las correlaciones o análisis del estado prequirúrgico respecto al
posquirúrgico y no se analiza uno de los precursores de la atrofia como es la inhibición
muscular artrogénica (IMA).
[ 36 ]
JUSTIFICACIÓN
Todo esto aportará un mejor conocimiento de esta entidad clínica para una posterior
mejor comprensión de sus factores desencadenantes, así como de su abordaje
terapéutico posterior y su importancia para el buen desarrollo de la rehabilitación de la
ligamentoplastia del LCA.
El contexto clínico-asistencial personal hace que sea muy factible poder llevarlo a cabo
debido a los siguientes factores: amplia experiencia clínica en esta patología a nivel
médico-rehabilitador; disposición de los recursos materiales, humanos y técnicos;
respaldo de la dirección médica asistencial del Hospital y Centro de Prevención y RHB
Asepeyo St. Cugat del Vallés (Barcelona) de la unidad de investigación biomédica
creada recientemente en la Mutua Asepeyo, así como en la Universitat Internacional
de Catalunya (UIC).
[ 37 ]
ANÁLISIS DE LA INHIBICIÓN
MUSCULAR ARTROGÉNICA DEL
CUÁDRICEPS
POSLIGAMENTOPLASTIA DEL
LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR
DE RODILLA Y SU REPERCUSIÓN
EN LA FUNCIÓN DEL APARATO
EXTENSOR
FUNDAMENTOS
Facultad de Medicina
y Ciencias de la Salud
2. FUNDAMENTOS
Tanto el objetivo principal como el secundario nos tienen que llevar a analizar y
estudiar el comportamiento de la IMA sobre el cuádriceps y su incidencia con el déficit
de extensión activa de rodilla, su evolución temporal en la guía o trayectoria clínica de
la plastia de LCA, así como su correlación con las variables de estudio y el estado
trófico de la rodilla, además de las diferencias entre el vasto medial y lateral.
[ 41 ]
FUNDAMENTOS
Existe un ligero movimiento de rodilla en varo y valgo, que más que tratarse de un
movimiento consistiría en una holgura debido a la elasticidad de los ligamentos
laterales.
[ 42 ]
FUNDAMENTOS
Superficies articulares
• La tróclea. El fémur forma el esqueleto del segmento del muslo y presenta una
diáfisis y dos epífisis, proximal y distal. La cara anterior de la epífisis distal está
ocupada por la superficie patelar o tróclea y presenta dos carillas (la externa más
larga, más alta y más sobresaliente que la interna) separadas por una depresión
vertical (Figura 2).
[ 43 ]
FUNDAMENTOS
A pesar de las grandes presiones que tiene que soportar la articulación FP, la
congruencia entre el fémur y la rótula es muy variable y cambia según los diferentes
tipos morfológicos y en el mismo sujeto, dependiendo del grado de flexión de la rodilla.
Nunca se llega a utilizar toda la superficie articular de contacto de la rótula (Figura 3)
(4).
[ 44 ]
FUNDAMENTOS
[ 45 ]
FUNDAMENTOS
En las conclusiones sobre los diferentes haces musculares, según los trabajos de Lieb
y Perry (6), que estudiaron sobre muslos de personas amputadas en el análisis de las
contracciones aisladas de cada haz muscular, observaron lo siguiente:
Lieb y Perry también verificaron que la fuerza que hay que aplicar para obtener una
extensión de rodilla va a cambiar con la posición de la rodilla (para los últimos grados
de extensión hace falta un 50 % de fuerza suplementaria).
El conjunto de haces del cuádriceps desarrollan una fuerza en el eje de la diáfisis. Es,
por lo tanto, una fuerza que tiende a llevar la rótula hacia el exterior. El componente
oblicuo del vasto medial contrabalancea este componente luxante hacia el exterior de
la patela. Sobre el vasto medial, su pérdida de volumen (amiotrofia) es más rápida que
la de las otras cabezas o haces del cuádriceps (está ricamente vascularizado), por el
contrario su recuperación de volumen es muy lenta. Esta amiotrofia larga para el vasto
medial no guarda relación con la fuerza. Los cuatro haces desarrollan una fuerza hasta
[ 46 ]
FUNDAMENTOS
llegar alrededor de los últimos 15º de extensión, pero en estos los últimos 15º deben
desarrollar el 50 % de la fuerza suplementaria, dado que la disposición del cuádriceps
es menos eficaz en los últimos 15º de extensión (Figura 7) (5).
• Los cóndilos. Presentan una superficie convexa tanto en sentido sagital como
transversal. El cóndilo es alargado de delante a atrás y divergente en sentido posterior.
Su contorno no es circular, describe una curvatura cuyo radio no es constante y, por lo
tanto, no cuenta con un centro de giro único. Separados por la escotadura
intercondilea, son divergentes hacia atrás. El cóndilo externo tiene una superficie más
grande que el interno.
• Glenoides. Se apoyan sobre las tuberosidades tibiales. La oposición de las
superficies del cóndilo interno (convexo) y la glenoides interna (cóncava) presentan un
encaje recíproco a diferencia de la falta de congruencia entre el cóndilo y la glenoides
entera (ambas convexas).
• Pivote central. Está formado por las espinas tibiales y los ligamentos cruzados
alojados dentro del espacio intercondíleo. La espina tibial externa actúa como eje de
giro en la rotación axial femorotibial.
Sinovial
[ 47 ]
FUNDAMENTOS
comunicar con la articulación peroneotibial por medio de una bolsa situada sobre el
tendón del poplíteo.
Medios de unión
Los medios de unión con los que cuenta el menisco son los siguientes:
Macroscópicamente en el menisco hay una zona periférica que constituye 1/4 del área
meniscal (zona parameniscal), que es vascular a partir del plano capsulosinovial, y una
zona central, que se denomina articular y que es fibrocartilaginosa. A nivel
microscópico, encontramos tres tipos de fibras: las horizontales, que siguen la curva
anteroposterior y son las más numerosas, las radiales, predominantes en las zonas de
apoyo que unen la cara periférica con el borde libre, y las verticales u oblicuas, que
unen la cara superior e inferior (Figura 8).
[ 48 ]
FUNDAMENTOS
El menisco externo tiene una forma circular casi cerrada o en forma de O. Algo más
ancho que el interno de unos 12-13 mm de ancho. Su adherencia capsular está
interrumpida por detrás por el paso del tendón del poplíteo que forma el hueco
poplíteo. Tiene numerosas y reforzadas inserciones, como la existencia de una unión
músculomeniscal, que es el amarre dinámico externo que une el cuerno posterior con
el músculo poplíteo, la prolongación de unas fibras, que se fijan por detrás y por
delante del LCP y que se denominan ligamento menisco femoral posterior o de
Wrisberg, y el ligamento meniscofemoral anterior o de Humphrey, que terminan
insertándose en el cóndilo femoral medial (Figura 9).
[ 49 ]
FUNDAMENTOS
El sistema central está compuesto por una parte ósea, representada por el macizo de
las espinas tibiales, y por otra parte ligamentosa, representada por los ligamentos
cruzados (LCA y LCP), cuyo origen embriológico es común con el de los meniscos.
El LCP (ligamentum cruciatum posterius) tiene una dirección oblicua hacia arriba,
adentro y adelante desde la superficie retroespinal hasta la cara externa del cóndilo
interno. Tiene una longitud prácticamente igual a la del LCA, pero es más grueso y
más resistente (esto explicaría, en parte, la mayor rareza de las lesiones de LCP). El
LCP consta de dos porciones que se comportan de forma distinta ante los
movimientos de la rodilla. En relación con el fascículo anteroexterno y el
posterointerno, en extensión la mayor parte del ligamento está relajado y solo la banda
posterior está tensa, mientras que en flexión la parte principal del ligamento se tensa y
la banda posterior se relaja. El LCP es el principal límite en el desplazamiento
posterior de la tibia. También produce resistencia en la rotación externa, pero no limita
la rotación interna y ofrece una pequeña resistencia en los movimientos de varo-valgo.
La RE de la tibia relaja el LCA mediante el desplazamiento hacia delante del cóndilo
femoral lateral y tensa el LCP. Con la RI sucede lo contrario, el LCA se tensa y el LCP
se relaja. El LCP es un límite en la hiperextensión solo cuando el LCA ha sido dañado.
El LCP establece un débil anclaje con el cuerno posterior del menisco externo, menos
consistente y extenso que el fascículo posterolateral del LCA.
[ 50 ]
FUNDAMENTOS
En su tercio medio se asocia el plano capsular, la aponeurosis iliotibial que cruza por
delante y el ligamento lateral externo (LLE) o colateral lateral.
El PAPE está constituido por el cuerno posterior del menisco externo, el músculo
poplíteo y su tendón, el tendón del músculo bíceps femoral, el ligamento colateral–
lateral, el tracto ilio-tibial, el ligamento poplíteo-fibular, el ligamento poplíteo arqueado,
la cápsula articular (en su porción posterolateral) y el LCA. La disociación del PAPE
del menisco externo la impone el paso lateral y oblicuo del tendón del poplíteo. Este
está en contacto con la cara periférica del menisco, dando lugar a una interrupción de
la cohesión capsular a lo largo de todo el trayecto tendinoso. La discontinuidad así
formada constituye el hiato poplíteo. El sostén ligamentoso del PAPE está asegurado
por el ligamento lateral externo (LLE) que constituye un cordón grueso oblicuo hacia
abajo y adelante con la inserción dividida en alta y baja,esta inserción baja se efectúa
sobre la apófisis estiloides de la cabeza del peroné, dividiendo el vértice con la
implantación del pilar externo del ligamento poplíteo arqueado (LPA) (Figura 10). El
PAPE o PAPL (punto de ángulo posterolateral) impide la rotación medial de la tibia
respecto al fémur (5).
[ 51 ]
FUNDAMENTOS
[ 52 ]
FUNDAMENTOS
[ 53 ]
FUNDAMENTOS
• Los mecanismos de bloqueo en flexión. El LCA a 60º de flexión es, ante todo, el
cerrojo del desplazamiento anterior del espacio interglenoideo y, accesoriamente, el
primer freno del desplazamiento anterior o posterior de la glenoides, además de
reforzar la estabilidad lateral en extensión. El PAPI es el cerrojo del desplazamiento
hacia delante del espacio interglenoideo y el freno principal del desplazamiento hacia
delante de la glenoides interna.
El ligamento cruzado anterior es una estructura que forma parte del sistema de pivote
central y es intracapsular. Está situado en pleno centro de la articulación de la rodilla,
pero extrasinovial o extraarticular, ya que está asilado por un pliegue sinovial propio.
Su longitud media es de 32 (22 a 41 mm), su anchura media es de 10 ± 2 mm y su
sección transversal va de 34 a 42 mm2 (10) (Figura 12). Está formado por tejido
conectivo denso envuelto en una membrana sinovial, que tiene su origen en el cóndilo
femoral externo o lateral en la parte posterior de la cara medial. Esta porción femoral,
con forma de segmento circular con su borde anterior recto y su borde posterior
convexo, tiene su eje longitudinal inclinado ligeramente hacia delante de la vertical,
mientras que la convexidad posterior es paralela al margen articular posterior del
cóndilo femoral lateral. A partir de este origen femoral se dirige de manera oblicua en
sentido anterior, distal y medial para insertarse entre las dos espinas tibiales pasando
por debajo del ligamento menisco-transversal. En algunos casos fascículos de la cara
posterior de la inserción tibial del LCA pueden extenderse y mezclarse con la fijación
posterior del menisco externo o lateral (10). Sus inserciones se amplían en abanico
sobre todo a nivel tibial. El área de inserción es de 3 a 3,5 veces superior a la de su
sección media (36-44 mm2 vs. 113-136 mm2) (11). La inserción o huella tibial es un
120 % mayor a la femoral y también más resistente que esta, hecho que explicaría que
la mayoría de rupturas sean proximales. Por una parte, la huella tibial tiene una forma
triangular u ovalada con un tamaño aproximado de 10 × 20 mm (anchura 10,3 ± 1,9
mm; longitud 19,5 ± 2,6 mm). Por otra, la huella femoral es de forma oval o segmento
de círculo, y su orientación cambia si la rodilla se encuentra en extensión (posición
anatómica) o en flexión (posición quirúrgica). En esta huella femoral se distinguen dos
crestas que son la respuesta insercional del LCA (12,13).
[ 54 ]
FUNDAMENTOS
[ 55 ]
FUNDAMENTOS
Figura 13. Disección en cadáver que muestra el LCA y sus dos fascículos (AM y PL), vista medial (A),
vista lateral (B) (Martins et al., 2012).
Figura 14. Posicionamiento del LCA de los fascículos AM y PL durante la flexo-extensión (Chhabra et al.,
2006).
Cada uno de los ligamentos cruzados presenta una doble oblicuidad, pues no solo son
oblicuos entre sí, sino que también lo son con sus homólogos laterales; el LCA lo es
con respecto al LLE, mientras que el LCP lo es respecto al LLI. El LCA es 5/3 del
[ 56 ]
FUNDAMENTOS
La irrigación del LCA procede de la arteria genicular media o arteria articular media,
que es una rama de la arteria poplítea que envía una sola rama al LCA tras atravesar
la cápsula posterior y que a través del tejido conjuntivo periligamentario penetra en el
tercio superior del ligamento. La irrigación también va a proceder de la red arterial
periarticular (ramas anteriores de las arterias articulares inferoexterna e inferointerna)
que a través del paquete adiposo retropatelar se distribuyen por el borde anterior del
ligamento, fundamentalmente en el fascículo anteromedial (18,19).
En un modelo canino, Kobayashi et al., en 2006 vieron que el LCA está rodeado por
membrana sinovial con abundantes vasos. Las ramas penetran en el ligamento y
forman una red vascular en su interior. Con el microscopio electrónico observaron que
el espacio perivascular alrededor de los vasos intrínsecos comunica a través de las
fibras ligamentosas y la membrana sinovial.
La nutrición del LCA se realiza mayoritariamente por difusión a partir del líquido
sinovial, en la inserción de los ligamentos, donde los vasos se anastomosan con la red
vascular subcortical del fémur y de la tibia, anastomosis muy pequeñas para reparar
un ligamento roto. La inserción de los ligamentos cruzados, anterior y posterior, están
libres de vasos y se nutren de los vasos sinoviales que se anastomosan con los vasos
del periostio.
[ 57 ]
FUNDAMENTOS
Los ligamentos tienen una inervación sensorial que les permite actuar como el primer
eslabón dentro de la cadena cinemática. Diversos autores preconizan que los impulsos
que parten de los ligamentos son transmitidos a través del sistema nervioso central y
vuelven a los músculos efectores permitiendo un mantenimiento de forma normal,
suave y coordinada del movimiento de la articulación. Con ello se establece que los
impulsos fuertemente anormales, tales como aquellos que se inician cuando los
ligamentos están sobreextendidos, acaban en contracciones musculares que intentan
proteger los ligamentos y prevenir que la lesión progresase y se llegase al grado de
subluxación de la rodilla (Figura 15).
Figura 15. Función sensitiva de los ligamentos de la rodilla (Fuente propia del autor).
Autores como Zimmy en 1986 ratifican los estudios de Palmer que destacó el interés
de los impulsos propioceptivos en los ligamentos de la rodilla. Además, Palmer
demostró la contractura en flexión de los isquiotibiales mediales y vasto medial
cuadricipital en respuesta a la estimulación de la porción capsular profunda del
ligamento colateral medial. Incluso demostró que el reflejo se encuentra debilitado en
la rodilla traumática y llega a perder su selectividad. Más tarde otros autores
demostraron que los mecanoreceptores en los ligamentos de la rodilla humana tenían
importante interés en las lesiones que se producían con efectos a largo plazo de
ligamentos lesionados.
El LCA recibe la inervación de la rama articular del nervio ciático poplíteo interno. La
rama posterior del nervio tibial es la encargada de la inervación. Las ramificaciones
[ 58 ]
FUNDAMENTOS
Autores como Freeman demostraron estimulando el nervio tibial una respuesta de las
Mn-γ, lo que apoya la teoría de una acción de los mecanoreceptores del LCA en la
regulación del tono muscular en la posición y el movimiento. También se ha
demostrado la existencia de un reflejo de estiramiento del ligamento ante estímulos
nociceptivos débiles (5 a 40 Newtons) de alargamiento de cápsula y músculos. Pero
para la ruptura del LCA se necesitan estímulos superiores a los 1740 Newtons, por lo
que se ha desestimado que sean consecuencia de un reflejo secundario a un estímulo
nociceptivo.
Los elementos nerviosos constituyen un 1 % del ligamento, mientras que los axones,
receptores especializados y terminaciones nerviosas libres constituyen un 3 % del
área del tejido sinovial y subsinovial que rodea al LCA. Este último porcentaje aumenta
en pacientes afectados de gonartrosis (21).
[ 59 ]
FUNDAMENTOS
función muscular tal como comentan autores como Konishi et al., en 2002 y Williams
et al., en 2005
El LCA está constituido de colágeno (80 % de peso seco del ligamento), se divide en
un 85 % en el de tipo I y un 15 % de tipo II. Este colágeno se dispone en múltiples
haces fasciculares entrelazados y agrupados en fibras de fascículos de 20 a 40 µm
con orientación específica, un gran número de las cuales, juntas, forman unidades
subfasciculares de 100 a 250 µm de diámetro, que tienen un endotenon circundante.
Estos subfascículos se unen para formar fascículos, rodeados por el epitenon. El
ligamento está después rodeado por el paratenon y la vaina sinovial (24). La
complejidad de las fibras del LCA se incrementa por la transición de ligamento a hueso
en la zona de inserción. La zona I está compuesta por fibras ligamentarias que
ingresan a la matriz cartilaginosa de la zona II. En la zona III, los ligamentos están
compuestos por fibrocartílago que se fusiona con el hueso. Esta transición protectora
resulta en un cambio en la rigidez gradual que reduce la concentración de estrés en el
sitio de inserción. Los fibroblastos del ligamento están rodeados por matriz extracelular
compuesta por agua (representa de un 60 a 80 % del peso total del LCA en estado
fresco) y también por macromoléculas ordenadas en forma circular principalmente.
Entre estas macromoléculas aparte del colágeno en la composición molecular del
ligamento también se encuentran las elastinas (representan un 5 % de las
macromoléculas que contribuyen en la resistencia a la tensión, en la recuperación
[ 60 ]
FUNDAMENTOS
elástica del ligamento y en la recuperación del patrón ondulado de las fibras colágenas
después de la deformación), los proteoglicanos y las glicoproteínas (fibronectina,
laminina), que son las otras macromoléculas que sintetizan los fibroblastos que forman
una porción muy pequeña de la matriz. Los proteoglicanos tienen una importante
función en organizar la matriz extracelular y las glicoproteínas facilitan la interacción
entre las células y la matriz circundante (Figura 16).
[ 61 ]
FUNDAMENTOS
El LCA es responsable durante la flexión del deslizamiento del cóndilo hacia delante.
Este ligamento se tensa durante el estado de flexoextensión de rodilla, limita la
hiperextensión de rodilla, previene el deslizamiento hacia atrás del fémur sobre el
platillo tibial y también la traslación anterior de la tibia. Por lo tanto, funcionalmente
retiene el desplazamiento anterior de la meseta tibial respecto a los cóndilos
femorales, en la cual los isquiotibiales son sinérgicos del LCA (25). Además, el LCA
limita la rotación interna excesiva de la tibia sobre el fémur y controla en carga la
laxitud en varo-valgo. Por consiguiente, el LCA también participa en la estabilidad
rotatoria de la rodilla en calidad de freno secundario a la rotación medial o interna de la
tibia y, en este caso, los frenos primarios son las formaciones periféricas laterales. El
eje de rotación de la rodilla sana se sitúa en el centro de la meseta tibial, cerca de las
espinas tibiales. La ruptura completa del LCA produce una traslación de este eje de
rotación sobre el borde medial de la meseta tibial medial, que su vez causa un
aumento de movilidad del compartimento lateral con acrecentamiento de la traslación
anterior y de la rotación medial tibial (26) (Figura 17).
[ 62 ]
FUNDAMENTOS
[ 63 ]
FUNDAMENTOS
así como también representa un tope frente a la rotación externa en flexión, sin limitar
significativamente la rotación interna (RI). En extensión el LCA limita la rotación
externa (RE) y en menor medida la RI. Los movimientos de rotación de la tibia
respecto del fémur ocurren en todos los rangos de movimiento de la rodilla.
La resistencia del LCA ha sido estudiada por diversos autores que la midieron
encontrándola entre 480-640 N (29). Otros autores han estudiado la resistencia del
complejo fémur-LCA-tibia a diferentes edades, situándola en torno a 1730 N en el
adulto joven (29,30). Esta resistencia mecánica en tracción del LCA puede variar con
la edad (si la edad aumenta, la resistencia disminuye), con la velocidad de
movilización (si la velocidad aumenta, la resistencia aumenta), con el entreno (cuanto
mayor es el entreno, la resistencia aumenta). El LCA ofrece una fuerza de 2160 N y
una rigidez de 242 N/mm (31). Si la reparación del LCA es quirúrgica deberán intentar
restaurar las propiedades de cada tendón, que son las siguientes: el tendón rotuliano
ofrece una fuerza de 2977 N y una rigidez de 455 N/mm, el tendón cuádruple de
isquiotibiales ofrece 4140 N de fuerza y 807 N/mm y el tendón del cuádriceps ofrece
una fuerza de 2353 N y 326 N/mm.
Respecto a la respuesta que ofrece el ligamento al estrés, muchos autores abogan por
ampliar la ley de Wolff a todos los tejidos conectivos, para que así sea todo el sistema
músculo-esquelético el que se adapta al estrés aplicado. Con este concepto todos los
tejidos conectivos, cartílago, tendón y ligamento, así como el hueso, estarían incluidos
en este argumento.
Una de las diferencias entre los tendones y ligamentos es que los ligamentos
contienen elastina, mientras que en los tendones es muy escasa. La falta de estrés
ilustra la relación entre la forma y la función del ligamento. Implica que la estimulación
mediante estímulos físicos es necesaria para la homeostasis del tejido conectivo que
incluye la regulación de los valores metabólicos, tanto de la síntesis como de la
degradación, y también el control de la orientación de las proteínas de la matriz
extracelular.
La manera en la cual las células interpretan estas señales físicas o la falta de ellas se
postula en que son sensores mecánicos para la tensión o la compresión y sensores
eléctricos que sienten señales piezo-eléctricas que se generan por fuerzas físicas en
las fibras de colágeno (32).
[ 64 ]
FUNDAMENTOS
[ 65 ]
FUNDAMENTOS
[ 66 ]
FUNDAMENTOS
En general el deportista profesional tiene más posibilidades de sufrir esta lesión que el
deportista aficionado, con la excepción del esquí alpino, donde el esquiador amateur
eventual tiene mayores índices de lesión. También está demostrado que la intensidad
[ 67 ]
FUNDAMENTOS
del juego es un factor agravante. El riesgo de sufrir una lesión durante la competición
es de 3 a 5 veces mayor que durante las sesiones de entrenamiento (39,43).
Entre las causas de esta mayor incidencia en mujeres se señalan las diferencias en el
ángulo Q, la morfología de la articulación de la rodilla, las dimensiones pélvicas, el
entrenamiento y el estado hormonal durante el ciclo menstrual. También se ha
considerado la menor protección que ejercen los músculos sobre los ligamentos de la
rodilla, ya que las mujeres muestran menor rigidez articular de la rodilla en respuesta a
las menores magnitudes de torsión que deben soportar en relación con los hombres
(44). Estas diferencias de incidencia de lesión del LCA según el sexo se abordan junto
a otras en el apartado “Factores de riesgo que contribuyen a la lesión del LCA”.
Los factores de riesgo que contribuyen a la lesión del LCA, según diferentes autores
(Griffin 2001, Alentorn-Geli 2009, Khan 2011, Shultz 2015), pueden ser de origen
multifactorial y con una interacción entre ellos, y se pueden clasificar en los siguientes
(Tabla 1):
[ 68 ]
FUNDAMENTOS
Los factores extrínsecos que contribuyen a las lesiones y su correlación entre ellos
pueden ser los siguientes:
[ 69 ]
FUNDAMENTOS
⇒ Dominancia del tronco. La posición del tronco del sujeto en el espacio será muy
importante. La disfunción del Core o lumbo-pélvica hace que haya una mala percepción
del mismo y, por lo tanto, una mayor movilidad que puede conllevar más inestabilidad y
mayor riesgo de lesión. Un aumento de la flexión de tronco más un aumento de la
flexión de cadera provoca una disminución de las fuerzas de reacción y una disminución
de amplitud de la contracción del cuádriceps. Por consiguiente, la estabilidad lumbo-
pélvica y de la zona central o núcleo del tronco (Core) requiere de un buen control
neuromuscular necesario para todos los movimientos de las extremidades. La
musculatura de la cadera actúa en conjunción con el cuadrado lumbar para estabilizar el
tronco sobre el miembro inferior y transferir fuerza a la pelvis y a la columna, además de
mantener la cadera alta y controlar la aducción del fémur. La contracción de la
musculatura lateral del Core previene los movimientos internos de la cadera, las
deficiencias en la fuerza abductora de caderas y, en extensión, aumentan los momentos
en valgo, por aumento de la rotación interna de fémur y abducción de rodilla (47).
Incrementos de la extensión del tronco alteran la cinemática del plano frontal,
aumentando el riesgo de lesión, debido a que una postura más erecta durante la
recepción del salto está asociada a una mayor extensión de rodilla (42).
[ 70 ]
FUNDAMENTOS
Grooms et al., en 2015, señalaron que tras una lesión del LCA a nivel cortical llegan
menos aferencias y, por tanto, la respuesta muscular es incorrecta. Este hecho
conlleva una alteración somatosensorial sobre la cual muchos sujetos intentan
compensar más a nivel visual. La respuesta muscular ante una gran demanda es más
lenta de lo habitual. Para modificar este hecho y para que el sistema somatosensorial
trabaje más, los autores proponen intentar que el paciente tenga menos estímulos
visuales y que no dependa tanto de la vista. Para ello colocan unas gafas que privan
de la vista mediante intervalos de tiempo durante la rehabilitación, obligando al
sistema somatosensorial a responder más rápido (48).
Autores como Mclean y Wojtys en 2009 encontraron que la fatiga aislada del
cuádriceps y de los isquiotibiales en jóvenes sanos potenciaba la traslación anterior de
la tibia hacia adelante.
[ 71 ]
FUNDAMENTOS
[ 72 ]
FUNDAMENTOS
[ 73 ]
FUNDAMENTOS
el estudio que realizaron los sujetos lesionados del LCA tenían mayor caída del
navicular que los sujetos no lesionados. Sobre esta base, otros autores afirman que la
hiperpronación del pie causa inestabilidad en toda la cadena cinética de la extremidad
inferior, alteración de la mecánica propulsiva con patrones posturales compensatorios
y prolongada rotación tibio-femoral, en rotación interna (47).
• Hormonales. Las hormonas sexuales femeninas podrían influir en la composición y
propiedades mecánicas del LCA. Hay evidencia respecto a una mayor laxitud de las
mujeres en comparación con los hombres, debido a que durante el ciclo menstrual se
producen cambios en los niveles hormonales. Estos cambios inducen un incremento
de la laxitud de la rodilla en su función neuromuscular y biomecánica, que aumenta el
riesgo de lesión. Esta afectación altera el colágeno del ligamento, haciéndolo más
susceptible a fallar durante las cargas en el ligamento. El estrógeno y la relaxina tienen
efectos sobre las propiedades tensiles de los ligamentos y de las funciones
neuromusculares. Se han encontrado que los estrógenos y la progesterona pueden
afectar al metabolismo del colágeno en modelos animales y humanos. El estrógeno
disminuye la proliferación de fibroblastos y del procolágeno tipo I, mientras que los
niveles de progesterona atenuarían los efectos inhibitorios del estrógeno en el
colágeno del LCA femenino.
El riesgo de padecer una lesión de LCA es mayor durante la fase preovulatoria del
ciclo menstrual (42,50,52). Dentro de las tres fases del ciclo menstrual (fase folicular,
alrededor de la ovulación y luteal) existe disparidad de resultados en cuanto a la
determinación de las lesiones en mujeres. En algunos estudios muestran mayor
número de lesiones en la fase ovulatoria y menos en la folicular. En la fase ovulatoria o
posovulatoria parece producirse un aumento en la laxitud de la rodilla, encontrándose
una menor laxitud en mujeres que tomaban anticonceptivos orales (50).
Aunque parece haber una asociación protectora entre la toma de contraceptivos orales
y la posibilidad de tener una lesión de LCA, no se debería utilizar como medida
profiláctica hasta no tener una mejor explicación de las asociaciones biológicas y/o
causales.
• Genéticos. Hay estudios contradictorios al respecto. Parece ser que los genes
asociados a laxitud ligamentosa pueden predisponer a lesión del LCA (COL1A1,
COL5A1, COL12A1: colágeno I, V, XII) en fenotipos con genu recurvatum, laxitud
ligamentosa anterior y laxitud generalizada, especialmente en ♀.
En estudios se ha evidenciado en ♀ con lesión del LCA una menor representación del
genotipo CC del gen COL5A1 BstUI RFLP (53). En cambio, en un estudio con
[ 74 ]
FUNDAMENTOS
Kaeding, en 2015, estudiando una cohorte con una muestra de 2.488 individuos y
valorando los factores de riesgo y predictores de lesión de LCA subsiguientes en la
rodilla después de la cirugía, mostró sobre la ipsilateral que los individuos eran de
edad joven, con alto nivel de actividad y con la técnica quirúrgica de aloinjerto. Los
individuos con lesiones en la contralateral a la intervenida quirúrgicamente eran de
edad joven y con alto nivel de actividad. Valorando la afectación de la contralateral, en
2015, Mouton, en un estudio con una “n” muestral de 171 rodillas sanas de individuos
con lesión de LCA sin contacto y una “n” muestral de 104 controles, observó que las
rodillas contralaterales “sanas” presentaron laxitud en rotación interna y laxitud en el
desplazamiento anterior. Otros autores estudian la reincidencia en una segunda lesión
de LCA, como Paterno que en el 2014 estudió la incidencia de una segunda lesión de
LCA después de dos años de reconstrucción y retorno al deporte. En el grupo que
había tenido lesión del LCA era 6 veces más probable tener una nueva lesión que en
el de los controles; el 29,5 % sufrieron una segunda lesión de LCA dentro de los 24
meses, el 20,5 % tuvo lesión en la contralateral y el 9 % en la ipsilateral, la mayoría en
menos de 72 exposiciones de juego.
La implicación clínica en las lesiones del LCA de los factores de riesgo se puede llegar
a modificar a nivel preventivo. Llevar a cabo una prevención puede ser posible si en
los programas precautorios de la lesión se incluyen modificar los movimientos de alto
riesgo.
[ 75 ]
FUNDAMENTOS
Los mecanismos de lesión del LCA se presentan de varias formas. Según la energía
cinética que los provoca, pueden ser de alta energía (accidente de tráfico o laboral) o
de baja energía (accidentes deportivos). Dentro de los de baja energía se pueden
clasificar a su vez en mecanismos de contacto o sin contacto.
Los mecanismos de contacto suelen ser a través de impactos sobre la cara medial de
la rodilla o la cara lateral del antepié o bien por impacto sobre la cara lateral de la
rodilla o la cara medial del antepié (17). La mayoría de estas lesiones por contacto
suelen ocurrir por un impacto directo sobre la cara externa de la rodilla, provocando un
valgo o una hiperextensión forzada. Los accidentes de alta energía, como por ejemplo
los de tráfico, pueden lesionar no solo al LCA sino a otros ligamentos y estructuras, e
incluso a veces la lesión del LCA puede pasar desapercibida por lesiones más graves
osteomultiligamentosas.
Los mecanismos de lesión sin contacto son los mayoritarios y representan alrededor
del 70 %. Se producen cuando no existe contacto de la rodilla con ningún agente
externo en el momento de la lesión, además muchos de ellos ocurren cuando el
paciente apoya el pie tras un salto, al realizar una desaceleración brusca, un cambio
súbito de dirección o maniobras de pivotaje, sobre todo de pivotaje sobre una pierna
teniendo el pie fijo en el suelo. En ellos se pueden apreciar mecanismos de rotación
sin contacto corporal, hiperextensión con valgo y rotación interna de la rodilla. El
mecanismo de desaceleración puede producir lesiones del LCA por contracción súbita
de los cuádriceps con la rodilla cerca de la extensión completa, que es cuando el LCA
presenta más tensión y el efecto protector de la musculatura isquiotibial disminuye.
[ 76 ]
FUNDAMENTOS
así como momentos de rotación externa y momentos de traslación anterior (Figura 21).
Estas fuerzas de traslación anterior entre 20º-30º pueden ser el mecanismo más
importante de lesión del LCA.
Figura 21. Mecanismo de lesión combinado en lesiones de LCA sin contacto asociado a una rotación
interna (c) o a una rotación externa (d). (a) ACL (ligamento cruzado anterior) - MCL (ligamento colateral
medial o LLI) (Koga et al., 2010).
Para algunos autores como Kobayashi en 2010, la posición de rodilla hacia adentro
pies hacia afuera como mecanismo estaría presente en el 51 % de las lesiones, la
rodilla hacia afuera y pies-dedos hacia adentro en el 9 %, la hiperextensión en el 4-5 %
y sin claridad en el 35 % de los casos (55).
Para autores como Quatman la abducción combinada con cualquier otra forma de
carga sobre todo multiplanar contribuye a la lesión del LCA. Las fuerzas que
contribuyen a una lesión del LCA serían el momento de traslación anterior de la tibia,
el momento de abducción de la rodilla y el momento de rotación interna tibial junto a la
compresión axial (28,56).
[ 77 ]
FUNDAMENTOS
las rodillas, el aumento del momento de ABD (abducción) de rodilla, la mayor flexión
lateral de tronco y el centro de gravedad posicionado posteriormente (Figura 22) (57).
La posición más erecta está comúnmente asociada con un incremento en las fuerzas
de reacción del suelo. En estudios tanto en vivo como in vitro el fallo del LCA se
relaciona con la máxima carga vs. el tiempo de reacción de las fuerzas de reacción del
suelo. Miranda, en 2013, en un estudio sobre el LCA, evidencia que las mujeres
después de un salto aterrizan o cortan con menor flexión de rodilla y mayor fuerza de
reacción del suelo.
[ 78 ]
FUNDAMENTOS
Para la valoración de la lesión del LCA será muy importante un diagnóstico clínico
adecuado que englobe la anamnesis, la valoración del mecanismo lesional, la
exploración física, que valore aspectos como la estabilidad de la articulación afectada, y
los test y pruebas complementarias así como diagnósticos por la imagen.
Hay numerosas clasificaciones para detallar la lesión ligamentaria del LCA. Una de las
más citadas en la literatura que clasifica las lesiones según la gravedad de afectación
del LCA es la de la Asociación Americana de Medicina que divide la lesión en 3 grados:
[ 79 ]
FUNDAMENTOS
La exploración trata de manifestar la incompetencia del LCA. Entre los signos clínicos
y exploratorios se encuentran los siguientes:
El test de Lachman es como una prueba de CAN en extensión. Se lleva a cabo con la
rodilla entre 10º-30º de flexión y se traslada la tibia hacia anterior, mientras el
explorador estabiliza el fémur con la otra mano. Si el LCA es insuficiente, la tracción
efectuada borra la concavidad del tendón rotuliano y la falta de continencia del LCA se
acompaña de una traslación “sin fin” de la tibia hacia delante, por lo que no se produce
sensación de freno y la parada ocurre tardíamente. Se trataría de una parada blanda.
[ 80 ]
FUNDAMENTOS
Los falsos negativos corresponden esencialmente a casos en los que existe una lesión
meniscal del tipo asa de cubo que puede bloquear la traslación anterior de la tibia
sobre el fémur. A veces el test puede ser dificultoso por la presencia de grandes
masas musculares, hemartros o derrame importante y, como mencionábamos
anteriormente en caso de lesiones del menisco interno, en rupturas de asa de cubo
que impide el desplazamiento.
[ 81 ]
FUNDAMENTOS
anterior Drawer test), signo del cajón anterior en rotación externa (CARE) y del pívot
shift o resalte lateral (Figura 23)(62).
• Maniobras de los cajones anteriores. Se van a realizar en tres posiciones del pie:
en rotación neutra (cajón directo) o CAN, en rotación interna (cajón interno) o CARI y
en rotación externa (cajón externo) o CARE. Van a permitir la valoración del
desplazamiento femorotibial anteroposterior a 90º de flexión de rodilla y 45º de cadera
con el pie fijo sobre la camilla de exploración.
El CAN es más sensible para las fibras del haz anteromedial, el CARE permite evaluar
las estructuras posterointernas de manera específica (PAPI y cuerno posterior del
menisco interno). El cajón anterior realizado sin anestesia sobre rodillas agudas
traumáticas tiene una sensibilidad media del 62 % (IC del 95 %, 0,42-0,78) y una
especificidad media del 88 % (IC del 95 %, 0,83-0,92) (Figura 23)(62).
El lateral pívot shiftde Mac Intosh o resalte rotatorio interno o test de Loose, que es
muy parecido al test de Lemaire, se efectúa con el paciente en decúbito dorsal y la
rodilla en extensión. Mac Intosh describió el pívot shift como la forma subjetiva del
paciente de cuando “la rodilla se sale”. El paciente describe un intento de movimiento
sobre un eje lateral, durante el mismo se sufre un cambio y “la rodilla se sale”; este
efecto es producido por la convexidad de la meseta tibial lateral en el plano sagital, ya
que la insuficiencia del LCA, el cual previene el desplazamiento anterior de la tibia,
permite que el cóndilo femoral resbale hacia la parte posterior de la meseta tibial
lateral provocando una subluxación cuando la rodilla se extiende. Al flexionar la rodilla,
la banda ileotibial migra posteriormente pasando el eje de la rodilla y tira de la tibia
reduciendo la posición. En la realización del test, el examinador efectúa una presa con
la mano que coloca el talón en rotación interna mientras que con la otra mano emplea
[ 82 ]
FUNDAMENTOS
una presa apoyada sobre el platillo tibial externo ejerciendo una fuerza valguizante. La
rodilla está flexionada (60).
El test de pívot shift puede ser difícil de realizar en fase aguda, sobre todo si se
acompaña de lesión del LLI, siendo más útil en lesiones crónicas o cuando es
realizada bajo anestesia. El pívot shift puede ser dificultoso en su realización si hay
otras lesiones que acompañen a la lesión del LCA, como la ruptura del LLI,
interposiciones mecánicas, rupturas o desinserciones de la cintilla iliotibial.
El signo del resalte realizado sobre rodillas traumáticas recientes tiene una
sensibilidad pobre del 30 % al 35 %, pero extremadamente específica entre el 97 % y
100% (Figura 23).
[ 83 ]
FUNDAMENTOS
El test de Slocum completará las maniobras de resalte. Dicho test se realiza con el
paciente estirado en decúbito lateral del lado opuesto a la rodilla a examinar. Así el
miembro inferior a examinar queda apoyado por el talón en la camilla de exploración,
rodilla y pie en rotación interna. El examinador se coloca detrás del paciente y
mantiene con una mano la extremidad superior de la pierna, el pulgar lo sitúa sobre la
cabeza del peroné y con la otra mano abarca el tercio distal femoral y ejerce una
fuerza valguizante sobre le cóndilo externo. Partiendo de la extensión, se realiza una
flexión suave a la misma vez que ejerce una fuerza valguizante hacia abajo. El test es
positivo cuando se produce una subluxación anterior del platillo tibial externo hacia los
20º de flexión, que se reduce bruscamente hacia los 40º de flexión bajo la forma de
resalte (60).
Se complementa el pívot shift con otros test dinámicos en rotación interna como el
Jerk test de Hughston, siendo este el inverso del test de Mac Intosh.
Figura 23. Maniobras exploratorias básicas para la exploración clínica y diagnóstico de una lesión del
LCA y lesión meniscal.Adaptado de (Magee, 2014).
A nivel práctico todos estos test, incluida la anamnesis del paciente y la eventual
punción articular, pueden encaminar al diagnóstico con bastante certeza sobre una
lesión del LCA.
A menudo, llevar a cabo la exploración en esta fase aguda es difícil por el dolor y la
tensión que producen una contractura muscular (del grupo muscular isquiotibial) que
frena el desplazamiento. Es importante completar la exploración con otras maniobras
como la exploración de los ligamentos laterales en varo/valgo a 0-30º de flexión. A su
[ 84 ]
FUNDAMENTOS
En la evaluación clínica de las rupturas del ligamento cruzado anterior también será
muy importante para poder distinguir entre rupturas completas o rupturas parciales, ya
que estas orientarán al clínico sobre su opción terapéutica. En las rupturas totales son
patognomónicas dos pruebas: cajón anterior claramente aumentado en extensión con
parada blanda en la prueba de Lachman y un jerk test o pívot shift positivo. En cambio,
la ruptura del LCA aislada no produce cajón anterior a 90º de flexión de rodilla. Si esta
prueba es positiva, la ruptura del LCA se asocia a una lesión meniscal y/o estructuras
periféricas (cuerno posterior del menisco medial la mayoría de veces, PAPI o más rara
vez PAPE). Las rupturas parciales, por contra, se explican por la existencia de los dos
fascículos con tensiones diferentes, según el grado de tensión, y por la afectación de
uno de ellos en esta circunstancia. En el caso de ruptura parcial, a veces la clínica es
menos evidente: a menudo un cajón anterior no tan marcado, una sensación de
parada dura y retrasada en la prueba de Lachman, un resalte dudoso e, incluso,
ausencia del mismo en rotación medial.
En el plano frontal se realizan los test de las estructuras laterales (ligamentos laterales
y punto de ángulo).
[ 85 ]
FUNDAMENTOS
En el plano sagital se realizan los test de las estructuras posteriores (sobre los
cóndilos femorales). La ausencia de recurvatum asimétrico informa de la integridad de
estructuras posteriores y, en un principio, del LCP.
[ 86 ]
FUNDAMENTOS
con las caderas flexionadas y las rodillas a 90º de flexión sosteniendo el examinador
los pies del paciente. Si hay lesión del LCP, permite que la pierna caiga
posteriormente por la acción de la gravedad y de los isquiotibiales. La ausencia del
cajón posterior, del “reverse pivot shift” de Jakob y de un test de rotación externa-
recurvatum negativo confirman la integridad del LCP y de las estructuras
posteroexternas. El signo de cajón posterior es positivo cuando hay rotura del LCP.
Para ello, se realiza en la misma posición que la maniobra del CAN, una variante del
cajón será en rotación externa.
[ 87 ]
FUNDAMENTOS
muchos casos, la RMN puede ser por si sola insuficiente para realizar el diagnóstico
de lesión del LCA. Muchos autores sitúan su sensibilidad diagnóstica de forma variable
entre el 61 % al 100 % y su especificidad del 82 % al 100 % (Figura 24).
La RMN puede evidenciar en una lesión aguda del LCA entre otras imágenes, signos
directos como una discontinuidad total o parcial del ligamento con hiperseñal peri o
intraligamentaria y desestructuración del ligamento (edema), presencia de derrame
articular y hemartrosis secundaria a la ruptura.
Los cambios de orientación del LCA son los signos de mayor sensibilidad y
especificidad, entre ellos están los siguientes: relación con el platillo tibial (el ángulo
formado entre borde superior del platillo y el LCA tiene una amplitud media normal de
55º; se considera anormal cuando es menor de 40º) y la horizontalización del LCA,
que se puede determinar en relación con la línea de Blumensaat (el ángulo entre esta
línea y la parte anterior del LCA, normalmente tiene vértice superior; en los casos de
ruptura está horizontalizado y con vértice inferior) (Figura 25).
[ 88 ]
FUNDAMENTOS
Otros signos indirectos e inconstantes pueden evocar hacia una ruptura del LCA,
como sucede con la verticalización del LCP o los cambios de morfología del mismo, la
subluxación anterior de la tibia respecto al fémur, la lesión aislada del cuerno posterior
del menisco externo, el edema óseo del cóndilo femoral externo y meseta tibial
externa. También se valora la presencia de derrame articular y, en muchas ocasiones,
la presencia de edema óseo del cóndilo lateral con posible lesión osteocondral. Hay
autores que también describen imágenes que se pueden apreciar en una RMN como
signos indirectos de ruptura del LCA, que serían por ejemplo : las fracturas
trabeculares de la porción posterior del platillo tibial externo, y una muesca en el hueso
subcondral del cóndilo femoral externo, con edema intraesponjoso adyacente, y las
fracturas de Segond (64).
También se valoran otras estructuras que puedan estar implicadas como lesiones
meniscales y ligamentarias.
[ 89 ]
FUNDAMENTOS
pueden ser axial a 30º de flexión para patología rotuliana, Fick (escotadura)
anteroposterior a 50º de flexión, Schuss (femorotibial) anteroposterior en carga y
flexión, y oblicuas (para fracturas de meseta tibial). Las proyecciones radiológicas de
toda la extremidad en apoyo (orto-radiografía) estarían indicadas en caso de
alteraciones de alineación.
• La radiografía (Rx) dinámica pasiva. Los clichés dinámicos comparativos
realizados sobre la rodilla en un perfil a 30º de flexión permiten cuantificar la laxitud
anterior, la utilización de las proyecciones en stress como el TELOS (Lachman activo
radiológico), que es el método más preciso y fiable, u otros sistemas de medición del
cajón anterior dinámico, así como también el cliché radiológico dinámico según
método de Lerat, que es un método simple y poco costoso que genera sobre la rodilla
distendida a 20º de flexión un cajón posterior de fémur respecto de la tibia gracias a un
peso de 9 kilos (kps) en la parte anterior distal de muslo (Figura 26). La realización
práctica de los clichés dinámicos sobre una rodilla traumática muy aguda está
entorpecida por los fenómenos dolorosos, lo que circunscribe generalmente este
diagnóstico por la imagen a laxitudes crónicas. En estos casos crónicos, la medición
objetiva de los milímetros de traslación anterior comparada con la extremidad
contralateral sana ofrece una información complementaria muy importante (66).
Figura 26. a) Stress pasivo radiológico método de Lerat; b) Rx en stress (Beldame, 2012).
[ 90 ]
FUNDAMENTOS
(FARO, Lake Mary, Fl), Stryker knee laxity tester (Kalamazoo, MI), Acufex knee
signature system (Norwood, MA), dyonics Dynamic Cruciate Tester (DCT) (Smith and
Nephew, Andover, MA) y el KT-2000.
También hay otros medidores de la laxitud anterior de la rodilla como son el GNRB®,
laxímetro informatizado que mide el desplazamiento sagital de la tibia a 20º de flexión,
o el Rolimeter, donde el examinador realiza una medición directa pero a través de una
tracción manual máxima (Figura 28).
Figura 28. GNRB® (Beldame et al., 2012) y Rolimeter (Pollet et al., 2005).
Hay autores que ponen en cuestión la utilización de estos dispositivos, debido a que
hay factores que influyen en los valores obtenidos por los artrómetros que dependen
del explorador y del paciente, pues la precisión de las medidas del desplazamiento
anteroposterior depende de la estandarización en la colocación del artrómetro y de la
estabilización precisa de la rótula en la tróclea femoral. La comparación entre las dos
rodillas afectas y no afecta puede discriminar más estos valores absolutos
artrométricos, debido a que la valoración artrométrica se ve influenciada por la
contracción muscular refleja isquiotibial. Relajar la musculatura inducida por una
anestesia, teóricamente, puede permitir un mayor desplazamiento e incluso detectar
los falsos negativos debido a la defensa muscular.
[ 91 ]
FUNDAMENTOS
Características generales
[ 92 ]
FUNDAMENTOS
[ 93 ]
FUNDAMENTOS
estabilidad objetiva era mejor y presentaron menor riesgo de resección meniscal (73).
La opción de tratamiento conservador puede ser válida en determinados casos.
El tratamiento conservador de rupturas aisladas del LCA es probable que tenga éxito
en pacientes con las siguientes características (43):
• Funcionales a nivel biomecánico en su día a día, sin que la lesión suponga realizar
adaptaciones para las AVDS.
• Con el rango de movilidad de extensión de rodilla lo más cercano a la normalidad y
sin lesión meniscal asociada o, si las tienen, que sea mínima (verificada mediante
RMN).
• Con rupturas parciales del LCA y sin síntomas de inestabilidad.
• Con rupturas completas de LCA que no presentan síntomas de inestabilidad de la
rodilla durante la práctica de deportes de baja demanda y que están dispuestos a
renunciar a los deportes de alta demanda, como, por ejemplo, dejar el fútbol y
practicar ciclismo.
• Que realizan solo trabajo manual o estilo de vida sedentario.
• En niños que tienen los cartílagos de crecimiento aún abiertos y con posibilidades
de crecer, y que no tengan grandes demandas físicas. Si el niño es deportista de élite
se puede pensar en la reparación quirúrgica.
• Que conservan un buen balance muscular del cuádriceps y que puede realizar
todos los test o pruebas funcionales dispuestas en la rodilla con un resultado mayor al
85 %.
Este tratamiento suele ser más exitoso para los pacientes que llevan un estilo de vida
más sedentario o que están dispuestos a modificar sus actividades físicas (74).
[ 94 ]
FUNDAMENTOS
Los estudios experimentales han demostrado que el potencial de reparación del LCA
es muy pobre por lo que es necesaria una intervención quirúrgica que restaure la
estabilidad de la rodilla (75,76).
Aunque no existe consenso, los estudios parecen indicar que la intervención quirúrgica
después de tres semanas desde la lesión disminuye el riesgo de rigidez articular (25).
En cambio, otros autores dicen que la espera tiene que ser de unos tres meses (77) y
[ 95 ]
FUNDAMENTOS
Grinsven et al., opinan que se debe esperar entre seis y ocho semanas (78). Sin
embargo, parece ser que el factor más importante para la intervención quirúrgica no es
el tiempo transcurrido desde la lesión, sino la situación de la rodilla.
En 1935, en EE. UU., Campbell describió la primera obtención del tercio interno del
tendón rotuliano para ser utilizado como autoinjerto con el fin de reemplazar el LCA
roto. En la década de los años 1940-50 se desarrollaron técnicas de estabilización
activa basadas en el retensionado del ligamento colateral, o se utilizaba el
semitendinoso desinsertado de la tibia y rotado con el músculo a través del espacio
poplíteo. La técnica empleada por Campbell fue difundida más tarde por Kenneth G.
Jones en Little Rock (Arkansas, EE. UU.) y popularizada por Clancy en el 1963 con el
uso de injerto HTH, pero la técnica que ha llegado a nuestros días es la que
modificaron con sus aportaciones Brückner en 1966 y Franke en Berlín en el 1969; es
la que abrió las puertas al uso de uno de los mejores elementos de reconstrucción del
LCA debido a sus propiedades en cuanto a resistencia y fijación. Para darle solución a
la inestabilidad resultante de la cirugía, se describió el uso del injerto pediculado de
[ 96 ]
FUNDAMENTOS
fascia lata sobre la tibia pasándolo por debajo del ligamento colateral medial. Lemaire
describió la reconstrucción extraarticular del ligamento (80-82).
La década de los 70 fueron años de duda con el abandono parcial de las técnicas de
reconstrucciones anatómicas y el desarrollo de técnicas substitutivas extraarticulares.
Para rupturas recientes del LCA en el contexto de lesiones complejas, se realizaba
una sutura del ligamento roto y una reparación de los planos periféricos para las
laxitudes crónicas. Con ello, se inician las primeras plastias extrarticulares (Slocum,
Ellison, Loosey, Lemaire…). Las pautas de RHB posquirúrgica eran largas y difíciles
para las rupturas agudas de LCA, ya que se aplicaba inmovilización con yeso
cruropédico durante 6 semanas, después apoyo progresivo durante 1 mes con
mantenimiento de un flexo de seguridad de 30º. El refuerzo muscular se realizaba en
cadena cinética abierta. La inhibición del cuádriceps era de muy larga duración. El
trabajo propioceptivo no se iniciaba hasta el tercer mes posoperatorio. El retorno
deportivo no se iniciaba hasta los 9 meses y en deportes con pivotación y contacto
hasta los 12 meses. Los resultados anatómicos y funcionales eran decepcionantes, ya
que dominaba un alto porcentaje de SDRC-I que retrasaba el proceso y progreso de la
RHB, pérdida de movilidad definitiva (flexum en un 30 % de los casos) y sobre todo la
reaparición de una laxitud residual (82).
Entre los sustitutos artificiales del LCA encontramos el uso del dacrón y del Gore-Tex,
nylon E691, ácido poliglocólico trenzado, polietileno Poliflex, polietileno tereftalato,
Trevira y polipropileno. Las materias sintéticas se abandonaron muy temprano a causa
de sus complicaciones, entre las cuales se encontraba una tasa muy importante de
reacciones inflamatorias por cuerpo extraño y rupturas casi sistemáticas del ligamento
sintético. La ruptura de un ligamento artificial puede dejar como secuelas de la misma
una recidiva de la laxitud con diseminación de las partículas protéticas responsables
de la sinovitis, que en un periodo de tiempo más o menos tardío será responsable de
la artrosis.
En los años 1980, se optaba por una reconstrucción con injerto de tendón rotuliano. Al
final de esta década, aparece la noción de “cirugía diferida” para así disipar el proceso
inflamatorio postraumático inicial y disminuir las complicaciones posquirúrgicas. Los
programas de RHB, a su vez, evolucionan aunque tienen una actitud muy
conservadora para la protección máxima del trasplante utilizado. La utilización de una
[ 97 ]
FUNDAMENTOS
Más tarde se empieza a implantar otra utilización técnica que es la introducción del
uso del injerto de pata de ganso (semitendinoso y recto interno) debido a que la
técnica de Jones podía presentar en algunos casos disconfort anterior y debilidad del
aparato extensor de la rodilla. Esta técnica de elección de tendón dador autólogo como
el HTH utilizando el recto interno y semitendinoso fue propuesta por A. B. Lipscomb en
Nashville en 1982, aunque otros cirujanos como Macey ya desde el 1939 la
propusieron eligiendo una porción del tendón del semitendinoso (80,81). Hoy en día
hay técnicas más recientes como la TLS (tape locking screw) inspirada en la anterior y
preconizada por el grupo de cirujanos franco-belga en el 2005, que consiste en
obtener únicamente el injerto a nivel del semitendinoso. El trasplante se fija por un
sistema de tornillo dentro de dos túneles femorales y dos tibiales. Este anclaje es
particularmente resistente a los movimientos de tracción y permite en el posoperatorio
un apoyo completo y sin ortesis.
[ 98 ]
FUNDAMENTOS
Otra de las técnicas quirúrgicas también utilizadas regularmente, pero no tan conocida
como las anteriores, es la del tensor de la fascia lata (TFL) popularizada por D. L Mac
Intosh en Toronto en el 1972, recogiendo las experiencias de quien la propuso primero
en 1917 en el Reino Unido, que fue E. W. Hey Groves. Esta intervención consiste en
obtener una parte del tendón de la fascia lata con una base ósea a nivel del tubérculo de
Gerdy y con una parte del tendón del grácil. Tiene, por lo tanto, dos vías de abordaje,
una anteromedial y la otra lateral. Este método permite respetar más el sistema extensor
y el sistema flexor (80,81,83).
Se han descrito una gran variedad de técnicas quirúrgicas para estabilizar la rodilla con
insuficiencia del LCA. Se utilizan procedimientos extra-articulares, intrarticulares y la
combinación de ambos. La revisión de la literatura indica que los resultados son más
favorables, predecibles y reproducibles con las reconstrucciones intrarticulares (84).
En las últimas tres décadas la tendencia ha sido hacia técnicas quirúrgicas menos
invasivas para la reconstrucción del LCA con el fin de disminuir el trauma al mecanismo
extensor de rodilla, así como la cicatrización, y evitar la exposición del cartílago articular
(85).
Hay muchos estudios sobre la elección del injerto, pero sin que exista por el momento
unanimidad sobre cuál es el mejor. La decisión sobre el tipo de injerto que se va a
utilizar debe estar basada en la fuerza inicial y la rigidez del LCA, así como en la
facilidad de fijación estable que permita la remodelación adecuada del injerto y un
programa de rehabilitación (86).
[ 99 ]
FUNDAMENTOS
rango de movilidad a los 15-20 años con diferencias estadísticamente significativas con
las no intervenidas.
Por este motivo, algunos autores opinan que la primera elección debe ser un injerto
autólogo (90), aunque el aloinjerto puede resultar una opción para el paciente para no
aumentar las deficiencias físicas resultantes del uso del HTH o isquiotibiales, en el caso
de rodillas con reintervenciones o afectaciones multiligamentosas.
Las técnicas más utilizadas son la reconstrucción mediante autoinjerto del tendón
rotuliano o autoinjerto del semitendinoso–recto interno o gracilis. La plastia de tendón del
gracilis y semitendinoso no posee pastilla ósea en sus extremos, por lo que en teoría la
integración en los túneles óseos demora más tiempo en producirse. Esta plastia tiene
como principal ventaja una menor morbilidad de la zona donante en comparación con el
HTH. En un metaanálisis se compararon los injertos HTH con los de la pata de ganso –
semitendinoso (ST)-gracilis (GR)– y los resultados no mostraron diferencias en cuanto a
la estabilidad antero-posterior ni tampoco en la actividad. El dolor anterior de rodilla
apareció en ambos grupos (91). En el estudio de Fox, también se compara la
[ 100 ]
FUNDAMENTOS
reconstrucción del LCA con injerto de tendón rotuliano y con el injerto de la pata de
ganso. Los resultados fueron similares en cuanto a satisfacción, evaluación objetiva de
la estabilidad, recuperación final de la fuerza muscular y tiempo de reincorporación a la
actividad deportiva (92). En una RS de Spindler et al., en el 2004, y otro metanálisis de
Biau et al., en el 2006, comparando los resultados clínicos de las plastias HTH vs. las de
pata de ganso vs. las de aloinjerto, se llegaba a la conclusión de que no había
diferencias a largo plazo; no había diferencias en los resultados objetivos y subjetivos
(de un 80-94 % era normal o casi normal el IKDC).
Actualmente, el tercio central del tendón rotuliano autólogo con una pastilla ósea en su
extremo proximal de la rótula y otra distal de la TTA sigue siendo el injerto más utilizado
para la reparación del LCA. Este injerto fue el preferido por el 79,1 % de los 249
cirujanos que participaron en una encuesta realizada en 2003. En un estudio similar de
la Asociación Española de Artroscopia el porcentaje de injertos rotulianos autólogos
usados en España fue del 71 % (88).
La utilización del tercio central del tendón rotuliano se considera el tejido autólogo de
elección para los deportistas por su resistencia, durabilidad y elasticidad (25,91,92). Esta
plastia aporta en teoría una mejor integración de los extremos de la plastia a la tibia y al
fémur, ya que esta integración es hueso a hueso. Esta técnica tiene también sus
inconvenientes: compromiso del aparato extensor de la rodilla, contractura en flexión,
dolor de la articulación fémoro-rotuliana, debilidad del cuádriceps, ruptura del tendón
rotuliano, tendinitis rotuliana, calcificación intratendinosa, fractura rotuliana contractura
infrarrotuliana, y deterioro de las superficies femoropatelares. Sin embargo, lo más
frecuente es el dolor anterior de la rodilla, que se relaciona con una pérdida de la
movilidad, falta de extensión completa y lesión del nervio infrarrotuliano (91).
Con los autoinjertos de HTH se obtiene una mejor estabilidad a corto plazo, pero no hay
diferencias en la estabilidad, la fuerza muscular, la función, el regreso al deporte y la
satisfacción del paciente, y el coste comparativo y las infecciones posoperatorias entre
los autoinjertos. Un estudio de Webster publicado en el 2016 que valoró las diferencias
entre el injerto de tendón rotuliano y el de pata de ganso en 65 injertos con revisiones a
los 4, 8, 12, 24 y 36 meses, revisando 47 casos a los 15,3 años, tenía resultados
comparables entre los dos tipos de injertos (93).
[ 101 ]
FUNDAMENTOS
Otra posibilidad en desuso como medio de refuerzo biológico son los xenoinjertos
(artificiales como fibras de carbono, etc.). Uno de sus inconvenientes radica en la
posibilidad de deformarse plásticamente elongándose de forma permanente.
También hay xenoinjertos de tejido animal, iniciada esta técnica con el tendón de
canguro en el 1929 (Bircher, Micheli). Hoy en día se utiliza el porcino modificado
inmunohistoquimicamente o bovino, pero pueden tener los mismos inconvenientes
que los injertos sintético- protésicos, aunque actualmente la mejora de la preparación
y la limpieza de injertos de cerdo para el tendón patelar ha demostrado que puede
mejorar la respuesta de rechazo del sistema inmune para este tipo de implantes.
Por lo tanto, es importante conocer los diferentes tipos de injertos entre los más y
menos comunes y en desuso alguno de ellos, conociendo sus ventajas y desventajas
y sus recomendaciones o no para adaptarlas según el paciente (Tabla 2) (97).
[ 102 ]
FUNDAMENTOS
AUTOINJERTO ST-GR Disminuye la morbilidad del lado donante Déficit de fuerza muscular de
(QUADRUPLED comparado con el injerto HTH. En teoría isquiotibiales
HAMSTRING TENDON) causa menos dolor anterior de rodilla. Importante para la prevención de
Mejor estética respecto al HTH lesiones y la desaceleración. Posible
Recomendado en: incremento de laxitud. Mayor tiempo de
-jóvenes adultos que tengan problemas cicatrización respecto al HTH
femoropatelares No recomendado en:
-lesión previa de LLI
-laxitud ligamentaria
-lesión de isquiotibiales previa
-deportes de aceleración-desaceleración
TENDÓN DEL Opción viable en revisiones cuando otros Menos resultados funcionales cuando se
CUÁDRICEPS (EL CUAL tejidos ya han sido extraídos. El injerto es compara con reconstrucciones primarias
INCLUYE “TAPÓN” O grande, no interrumpe la apófisis tibial.
BLOQUE OSEO DE LA Menos pérdida de extensión
RÓTULA
ALOINJERTO DE Se elimina la morbilidad del sitio donante, Riesgo pequeño de hepatitis o HIV.
CADAVER disminuye el dolor. Menos tiempo Número de fallos más alto. Se deben
operatorio y menos tiempo de RHB. Mejor evitar cuando sea posible en población
también a nivel estético-cosmético activa adulta más joven, ya que existe un
Recomendado en: ratio de fracaso más alta en esta
-adultos activos o sedentarios que quieran población
regresar al trabajo rápido sin expectativas No recomendado en:
de participación deportiva antes de 1 año -pacientes jóvenes o quienes quieren
-revisiones o segundas cirugías regresar a deportes de alto rendimiento
LARS Conveniente para pacientes de mayor edad Los muñones se deben retener para la
Ligamento artificial que requieren recuperación rápida revascularización y propiocepción
constituido por fibras de Recuperación inmediata de la estabilidad Hay laxitud residual posoperatoria
tereftalato de polietileno No hay extracción del tejido presente
Imita a la orientación y estructura del LCA No hay estudios de seguimiento a largo
Reduce fuerzas de cizallamiento sobre el plazo todavía
implante
Su porosidad estimula el crecimiento de
tejido
INGENIERÍA DE TEJIDOS Duplicar propiedades mecánicas y Pierde fuerza con el tiempo
estructurales del LCA nativo La alergenicidad de un molde de
La restauración de la normalidad colágeno puede conducir al rechazo
cinemática de la articulación de la rodilla Reproducción consistente difícil debido a
El implante puede parecerse al LCA normal la variabilidad
con el tiempo
MATERIAL DE Recuperación inmediata de la estabilidad Faltan estudios
POLIETILENO No hay extracción del tejido
[ 103 ]
FUNDAMENTOS
Figura 30. Sistemas de fijación de la plastia a nivel tibio-femoral (Kousa et al., 2003).
Otros sistemas utilizados en rupturas recientes agudas que no hayan transcurrido más
de 21 días desde la ruptura son las estabilizaciones intraligamentarias dinámicas como
es el sistema ligamys© (implante que comprende un hilo de polietileno, una placa
metálica para la fijación al fémur y un muelle de una sola pieza que tiene un sistema
patentado para ser atornillado en la tibia) (Figura 31) (101).
[ 104 ]
FUNDAMENTOS
Las vías de investigación futuras sobre el apartado quirúrgico van en busca de mejorar
la intervención quirúrgica y las complicaciones residuales de las ligamentoplastias, que
se orientan en las siguientes:
[ 105 ]
FUNDAMENTOS
En la reparación quirúrgica del LCA se debe establecer unos objetivos y fases del
tratamiento que irán acordes a los estadios de ligamentización del tendón dador para
la consecución de un nuevo ligamento que sea lo más parecido al original y que nos
pueda reproducir funcional y biomecánicamente las funciones previas a su ruptura y
reparación. La rehabilitación, como se menciona anteriormente, se orientará siguiendo
las fases y el fenómeno de ligamentización debiendo favorecer la cicatrización y el
remodelaje colágeno con la aplicación de tracciones juiciosamente dosificadas y
estimulantes de su transformación progresiva en neoligamento (85,86).
La literatura no indica el tiempo ideal sobre cuándo intervenir tras la ruptura del LCA.
Varios autores coinciden en no dejar o retrasar mucho la cirugía. Autores como
Shelbourne nombran la incidencia de mayor artrofibrosis cuando se hacía la cirugía de
forma temprana. Numerosos estudios prospectivos comparativos han demostrado que
una reconstrucción del LCA efectuada rápidamente (3 semanas después de la ruptura
aguda) se acompaña contrariamente a las reparaciones diferidas de una tasa elevada
de complicaciones (rigidez y SDRC-I), independientemente de la técnica utilizada.
Todo ello ocurre debido a que la ruptura del LCA se acompaña de la liberación
intrarticular de citoquinas proinflamatorias. En el caso de una intervención quirúrgica
sobreañadida, estos mediadores inducen una reacción fibrocicatricial responsables de
fenómenos de rigidez. Por lo tanto, esta cascada de respuesta inflamatoria debe pasar
antes de intervenir quirúrgicamente. Esto pueden ser días en el caso de una ruptura
aislada del LCA, o varias semanas en el caso de lesiones periféricas asociadas (82).
[ 106 ]
FUNDAMENTOS
Se debe de intervenir sobre una rodilla fría, seca, indolora, con una buena troficidad
cuadricipital y una movilidad casi normalizada, sobre todo sin déficit de extensión. En
los casos en que no se haya tenido que intervenir de urgencia y se haya podido dejar
un periodo de recuperación donde la rodilla pueda recobrar su aspecto previo a la
lesión, es de suma importancia que el paciente haya podido hacer tratamiento
prequirúrgico encaminado a tratar diversos aspectos como la erradicación de los
signos inflamatorios, como el trabajo de la tonificación muscular para obtener un
balance muscular correcto. Será muy importante el refuerzo isquiotibial en todas sus
modalidades (cadena cinética abierta, en concéntrico y en excéntrico) y el trabajo
cuadricipital priorizando la cadena cinética cerrada, es decir, la propiocepción
acompañada de una reprogramación neuromotriz para evitar la inestabilidad al igual
que haríamos en el tratamiento conservador. El balance articular debería ser completo
y, en los casos en que se aprecie limitación articular previamente a la intervención
quirúrgica, debemos recuperar las amplitudes articulares limitadas preoperatorias para
en buen desarrollo de la ganancia articular posquirúrgica. Los déficits de balance
articular de la rodilla a nivel prequirúrgico pueden condicionar el déficit posterior
poscirugía (79).
En el caso de lesiones que sean rupturas del LCA asociadas a lesiones periféricas
posteroexternas (lesiones menos frecuentes que las lesiones asociadas internas), se
debe operar de forma más rápida, por la mala cicatrización espontánea de estas
lesiones y, particularmente, por ser difíciles de estabilizar en estadios cronificados
(82).
Para ello, la RHB de las ligamentoplastias del LCA será personalizada a cada caso
concreto, pero siguiendo unas trayectorias clínicas establecidas que combinarán fases
hospitalaria, ambulatoria y domiciliaria (72).
[ 107 ]
FUNDAMENTOS
Complicaciones posoperatorias
Los mecanismos de fracasos o fallos en la reconstrucción del LCA han sido descritos
en tres categorías (38):
1. inestabilidad recurrente.
2. comorbilidades asociadas con las características específicas de los pacientes,
anormalidad de la rodilla, lesiones de cartílago y problemas de alineación.
3. las complicaciones de la cirugía de la ligamentoplastia de LCA que tendremos que
tener en cuenta son las propias de cualquier acto quirúrgico y de naturaleza variada,
como vemos en los dos siguientes puntos.
• Lesión nerviosa o arterial. Dolor por causa tromboembólica (embolia pulmonar,
flebitis), infección (artritis séptica), inflamatoria (hidrartrosis persistente), hemorrágica
(hematoma, hemartrosis) (Figura 32), complicaciones cutáneas (cicatriz dolorosa,
zonas dolorosas o de anestesia del tipo neuromas, dehiscencia de la vía de acceso)
Figura 32. Aplicación del vendaje neuromuscular sobre hematoma posterior tras ligamentoplastia de ST-
GR (Fuente propia del autor).
[ 108 ]
FUNDAMENTOS
preparación física insuficiente con cargas excesivas sobre el aparato extensor puede
desembocar en la etiopatogenia también del dolor anterior. El dolor posterior es más
específico en la plastia de pata de ganso y menos común que el anterior. Se puede
presentar tras algún ejercicio en desaceleración, y puede indicar una falta de
regeneración tendinosa, desinserción o una RHB inadecuada.
⇒ Tendinopatias cuadricipitales. Son infrecuentes.
⇒ Bursitis de la fascia lata o síndrome de la cintilla iliotibial. Es infrecuente, aunque
posiblemente relacionada con procedimientos asociados como tenodesis externa de la
fascia lata o técnicas de reconstrucción desde fuera hacia adentro.
⇒ Los déficits musculares se abordan ampliamente en los apartados “Implementación
de los abordajes técnicos según la fase de rehabilitación posquirúrgica” y “La
recuperación muscular en la ligamentoplastia del LCA y la importancia del trofismo
muscular cuadricipital”
⇒ Recidiva de la laxitud. Es infrecuente, aunque posiblemente relacionada con una
fijación primaria insuficiente del trasplante o una mala ligamentización del
neoligamento. De forma tardía se puede tener en cuenta el índice de rupturas del
injerto que según series oscila entre un 2-10%.
⇒ Fracturas de la rótula y de la TTA. Son infrecuentes y específicas de injertos con
tendón rotuliano.
⇒ Rupturas y avulsiones tendinosas. También son infrecuentes.
En las últimas dos décadas, la rehabilitación de la lesión del LCA ha hecho un gran
cambio mejorando los resultados en los pacientes y un retorno más rápido a la
actividad.
Los injertos de tendones son tejidos vivos y como tales son dinámicos. Tienen la
capacidad de cambiar sus propiedades mecánicas y su estructura en respuesta a las
[ 109 ]
FUNDAMENTOS
Este concepto fue introducido por Amiel y colaboradores en 1984. Amiel et al.,
demostraron la transformación del ligamento rotuliano en una estructura muy similar,
en forma y función, a la del LCA. Establecieron que dicho proceso seguía diferentes
fases, una inicial con necrosis central de la plastia e hipocelularidad sin detectarse
revascularización del injerto, seguida por una fase de proliferación, periodo de mayor
actividad remodeladora y revascularización, y por último lo que denominaron fase de
ligamentización, un proceso de transformación y no una regeneración o restauración
del LCA original.
[ 110 ]
FUNDAMENTOS
gradual que revasculariza el injerto con una migración celular y formación de la matriz
extracelular (108).
Los estadios de transformación del trasplante tendinoso serán varios (109) (Figura 33):
Figura 33. Diferentes plazos de ligamentización en injertos humanos en comparación con una reciente
revisión con animales. Traducido de (Claes et al., 2011) (110).
La primera fase de la integración de la plastia del LCA se inicia desde las primeras
horas posoperatorias. Es un periodo crítico relacionado con el tipo de técnica utilizada.
Los cambios biológicos que se producen están marcados por el aumento de necrosis
en el injerto, la hipocelularidad, los cambios celulares ultraestructurales en las
mitocondrias, la dilatación del retículo endoplásmatico, la deposición
intracitoplásmatica de lípidos, así como la inflamación y el aumento del área de
sección de la plastia (111).
[ 111 ]
FUNDAMENTOS
Tanto las plastias del tendón rotuliano como las de pata de ganso presentan un
recambio de fibrillas de colágeno de gran diámetro por otras de menor diámetro
durante 2 años (117,118).
Todo este proceso tiene lugar durante los siguientes 3 años, y se caracteriza por una
disminución en el número de núcleos y en la maduración de la matriz de colágeno.
[ 112 ]
FUNDAMENTOS
FASE PROLIFERATIVA
FASE TEMPRANA
FASE PROLIFERATIVA VASCULAR EXTENSIVA
(0-4 semanas)
(4-12 semanas) REPOBLACIÓN CELULAR
Necrosis avascular
(12 semanas en adelante)
Existe una actividad celular grande y Durante esta fase la
Después de la cirugía hay necrosis de
cambios en la matriz extracelular, al mismo remodelación es continua.
la porción central del injerto, baja
tiempo las propiedades mecánicas del injerto Estudios en animales relatan
celularidad y una revascularización no
son más bajas. La revascularización que la revascularización total
detectable del tejido del injerto.
empieza en la cuarta semana y continua puede ocurrir entre los 6-12
Las fibras de colágeno se empiezan a
hasta la duodécima, progresando de la meses, pero en humanos se
desintegrar hacia la tercera semana.
periferia hacia el centro del injerto. cree que toma más tiempo.
La estructura del injerto no cambia.
Cabe la posibilidad que la plastia esté más A los 9 meses el injerto
vulnerable entre las 6-8 semanas debido a la histológicamente se parece
revascularización y los cambios en el al ligamento nativo.
colágeno.
Las cargas sobre el injerto deben ser altas
para estimular el componente necesario
celular para crear la estabilidad sin
comprometer la integridad del injerto y evitar
que se estire.
Cuando se inicia la RHB se deben de tener en cuenta estos factores biológicos que
conciernen a las fases de ligamentización. Para ello se aplican los criterios inherentes
a la mecanotransducción para la estimulación y reparación-remodelación del tejido. El
tejido lesionado respecto al tejido sano puede responder diferente a la solicitación de
carga mecánica. El tejido vivo es dinámico y puede cambiar sus propiedades
mecánicas y estructurales en respuesta a las alteraciones de tensión como un
fenómeno de adaptación funcional y buscando una actividad óptima. Se genera un
proceso de remodelación. Los tendones y los ligamentos tienen la capacidad de
adaptarse a nuevas condiciones de trabajo adecuadas. Si en un contexto de proceso
inflamatorio inicial el abordaje es muy agresivo se puede crear fibrosis. Las uniones
entre el injerto y el hueso son débiles, y la RHB agresiva puede incrementar el
micromovimiento del injerto dentro del túnel y ensancharlo (121).
[ 113 ]
FUNDAMENTOS
Las fuerzas mecánicas afectan la formación de la cicatriz a través de todas las fases
de cicatrización. Durante la fase inflamatoria es importante alinear los tejidos lo más
cerca posible para influenciar positivamente el desarrollo de la cicatriz. Músculo,
tendón, ligamentos y cartílago requieren movilización para estimular la regeneración.
El periodo de tiempo de 5 a 21 días parece ser el óptimo para modificar la cicatriz y
obtener la mayor función. Después del quinto día de una lesión, la cicatriz empieza a
encogerse, ya que los tipos de colágeno aparentemente se atan a los proteoglicanos y
glicosaminoglicanos, creando cadenas moleculares.
La RHB posintervención quirúrgica deberá ser dirigida sobre todo por la evolución de
la rodilla y estará guiada por las referencias teóricas de la ligamentización.
• Proteger la plastia. Debe ser uno de los principales objetivos de la fisioterapia tras
la reparación quirúrgica del LCA. Se deberá ser muy respetuoso y prudente en los
actos de RHB sobre la plastia, así como muy cauteloso con el injerto en cada una de
las etapas de ligamentización del tendón dador. Se evitará maniobras inapropiadas y
se adaptarán posiciones o abordajes buscando no crear tensión mecánica sobre la
misma, como hiperextensión de rodilla o movimientos bruscos de rotación femorotibial.
• Evitar las secuelas de la inmovilización. Será muy importante tratar
precozmente al paciente para que no se puedan desencadenar procesos derivados de
la inmovilización como atrofia, osteoporosis, etc. y, al mismo tiempo, es fundamental
tratar los propios del acto quirúrgico como el derrame sinovial, dolor, hematoma, etc.
También, como en toda intervención quirúrgica, se deberá vigilar y alertar de las
posibles complicaciones como sepsis, tromboflebitis, síndrome de dolor regional
complejo tipo I (SDRC-I), neuromas (zonas de anestesia o dolorosas), cicatriz
dolorosa, rigidez articular en flexión por adherencias, o limitación de la extensión por
síndrome del ciclope, lesión nerviosa o arterial, etc.
• Incorporación rápida a las actividades deportivas y laborales. Todo ello a
través de restablecer el rango de movimiento articular normal que pueda permitir el
[ 114 ]
FUNDAMENTOS
El objetivo final será conseguir una rodilla estable para retomar las capacidades físicas
y deportivas del individuo.
Este objetivo final se conseguirá devolviendo a la rodilla una movilidad y una troficidad
muscular compatible con el retorno soportable a las solicitaciones de las actividades
de la vida diaria, hecho que podremos demandar según diversos autores entre las 8–
12 semanas, y después el retorno deportivo por regla general entre 6-8 meses (72).
Los deportes con pivotaje (surf, baloncesto, tenis, etc.) se podrían iniciar a partir de los
6 meses y se proponen una serie de indicadores funcionales para autorizar su retorno
que son los siguientes (122):
Todo ello se debería plantear en el uso de las diversas guías o protocolos, a veces
diferenciados en la literatura entre los denominados acelerados vs. los llamados
conservadores, clásicos o no acelerados.
[ 115 ]
FUNDAMENTOS
Autores como Mandrino y Gal en 2006 proponen como tiempo de retorno a la actividad
deportiva el quinto mes, consiguiendo en la RHB apoyo inmediato, movilización precoz
y extensión a 0º de forma inmediata. En las plastias de HTH proponen llevar las
muletas hasta la segunda-tercera semana y para las plastias de isquiotibiales hasta la
tercera semana, siendo prudentes durante el primer mes; el footing lo permiten al
segundo mes.
[ 116 ]
FUNDAMENTOS
[ 117 ]
FUNDAMENTOS
En posteriores estudios del mismo autor, Beynnon en 2011 llegaba a la conclusión que
las dos guías acelerada y no acelerada tenían el mismo incremento de laxitud, y el
mismo efecto aparente en el resultado clínico, en la propiocepción y en la perspectiva
de función del paciente. Los participantes en el programa acelerado tuvieron un
incremento de la fuerza muscular después de 3 meses, pero no hubo diferencias más
tarde (125).
Otros autores como Marumo et al., en 2005 realizaron estudios mediante artroscopia y
revelaron en pacientes que habían seguido un proceso de RHB acelerado en la
biopsia realizada al ligamento que este era diferente, de mayor carácter inflamatorio y
de menor calidad. A su vez también argumentaban que el proceso de ligamentización
se produce a nivel interno en un año completo (127).
Estas fases están estructuras en una fase aguda o fase temprana, una fase
secundaria o intermedia y una fase de retorno a la actividad laboral-deportiva (Tabla
5).
[ 118 ]
FUNDAMENTOS
Si es posible, como Según autores puede Tiene como objetivos los Las modalidades
objetivos tiene los comprender las primeras siguientes: deportivas se
siguientes: semanas del primer mes -restablecer las amplitudes reemprenderán si:
-reducir el dolor posintervención. articulares en relación con -la rodilla está seca,
-reducir el derrame Tiene como objetivos los la contralateral, balance estable e indolora
articular siguientes: articular completo -la movilidad es funcional
-recuperar las amplitudes -disminuir el dolor -control de los problemas o -la fuerza muscular está
articulares funcionales y -disminuir la inflamación complicaciones recuperada
restaurar también las -prevenir las circulatorias -no se solicita el trasplante
amplitudes del miembro complicaciones o -obtener un buen control en cizallamiento
inferior contralateral problemas tróficos y activo de la rodilla con el
-refuerzo muscular de la circulatorios fin de obtener una buena
musculatura de las EEII -restaurar la movilidad de estabilidad, marcha sin
-entrenar la cocontracción extensión y de flexión de muletas
cuádriceps-isquiotibiales rodilla. Restaurar la -reforzar el miembro
-mejorar la reprogramación extensión completa 0º. inferior contralateral
neuromuscular -obtener un control activo -obtener una buena
-adiestrar al paciente en de rodilla en extensión. estabilidad funcional
los ejercicios y tipos de Promover la activación y el -vida cotidiana normal
marcha con muletas para control del cuádriceps. (marcha, subida y bajada
el posoperatorio -favorecer de forma segura de escaleras, conducción
-informar al paciente en el la independencia funcional de automóvil)
desarrollo de la fase del paciente
posquirúrgica (heridas, -deambulación con muletas
drenajes, acciones con apoyo de peso a
terapéuticas…) tolerancia progresiva
[ 119 ]
FUNDAMENTOS
Las técnicas propuestas en las diferentes guías o trayectorias clínicas son diversas,
las más comunes utilizadas son las siguientes:
Según una revisión sistemática de Smith del 2007 sobre los beneficios de la utilización
de la MPC se concluye en que hacen falta más estudios y con mayor calidad
metodológica y sobre todo en técnicas quirúrgicas que utilizan para la reconstrucción
tendones isquiotibiales que evalúen resultados sobre la repercusión funcional y la
calidad de vida de los pacientes entre grupos que lo hayan utilizado para su
rehabilitación y grupos que no (129). En la RS de Wright del 2008, analizando 6 ECA
en donde compara en cinco de ellos la aplicación de férulas mecánicas (artromotores)
con la movilización activa precoz y en donde compara dos tipos de protocolos de
férulas mecánicas en el restante, se concluye que no existen ventajas sustanciales
para la férula mecánica, excepto para una ligera disminución del dolor.
[ 120 ]
FUNDAMENTOS
Mientras hay autores como Delitto y Snyder-Mackler que señalan en los resultados
aumentos de fuerza sobre los grupos musculares estudiados en los grupos de
pacientes que habían recibido EENM, otros autores como Rebai o Paternostro-Sluga
no observan diferencias estadísticamente significativas entre los grupos de estudio
que reciben EENM y los que no. En una RS del 2010 realizada por Kim et al., concluye
que la EENM combinada con ejercicio durante las primeras 4 semanas después de
reconstrucciones del LCA mejoran la fuerza del cuádriceps. La EENM se puede
combinar con isométricos o con cadena cinética abierta (CCA) y funcionalmente en
cadena cinética cerrada (CCC).
Otros autores como van Melick en el 2016 en una RS coinciden en este aspecto,
concluyendo que la EENM en combinación con la RHB convencional puede ser más
eficaz para mejorar la fuerza muscular hasta 2 meses después de la reconstrucción
del LCA que la RHB convencional sola. Sin embargo, su efecto sobre el rendimiento
funcional a largo plazo y la funcionalidad de la rodilla no son concluyentes. Como
recomendación en la GPC de van Melick N. et al., en 2016 refieren que la EENM
puede ser útil como una adición al entrenamiento de fuerza isométrica para reeducar
[ 121 ]
FUNDAMENTOS
En la década de los 80, los fracasos por ruptura de los trasplantes después de los
ejercicios musculares no controlados en CCA llevó a diversos autores como Beynnon,
Bynum, Lurz o Henning a estudiar las tensiones reales de los ejercicios en CCA o
CCC sobre el LCA y sobre las articulaciones femoropatelar y femorotibial.
En la CCA el punto proximal (cadera) está fijo, el punto distal (pie) está libre; esto
permite un trabajo analítico sin cocontracción agonista-anatagonista. Este trabajo
permite un reclutamiento voluntario de un solo grupo muscular sin el control real de la
estabilidad y del movimiento por los antagonistas, lo que conlleva que la traslación-
rotación de tibia sobre fémur no sean controladas y pueda haber tensión ligamentaria y
estrés osteocartilaginoso. En las ligamentoplastias la carga distal producirá mucha
traslación anterior, mientras que la carga proximal a la rodilla inferior a 10 cm minimiza
la traslación anterior.
[ 122 ]
FUNDAMENTOS
Para la flexión activa y su implicación en la RHB los ejercicios isométricos a 15º / 30º /
45º y el trabajo isocinético a 60º / 180º y 300º/s no provocan ningún estrés mecánico
sobre la plastia de LCA. Estos ejercicios producen fuerzas posteriores directas sobre
el segmento tibial de la extremidad inferior (134). No se debe de realizar un
fortalecimiento exclusivo y precoz del cuádriceps de 0º a 60º en CCA. El trabajo
dinámico concéntrico del cuádriceps en CCA crea tensiones mínimas sobre el LCA
entre 90º-60º de flexión, que aumentan de 60º-0º (Figura 34).
Figura 34. Esquema de las fuerzas que se ejercen sobre el LCA o sobre el trasplante y su fijación, con
motivo de una contracción aislada del cuádriceps en CCA (Quelard, 2010).
En la CCC los dos puntos proximal y distal son fijos. Se realiza una tonificación
funcional global sin estrés, contempla una mejora funcional en las EEII, aumenta la
estabilidad articular por las fuerzas de compresión femorotibial de forma axial,
disminuyen las tensiones articulares de cizallamiento y de rozamiento entre las
superficies articulares, favorece el trabajo de otros extensores de rodilla como son los
glúteos y los flexores plantares, realiza reprogramación neuromotriz entre músculos de
la cadena posterior (isquiotibiales, tríceps sural) y cadena anterior (cuádriceps),
establece control de la traslación-rotación de tibia sobre fémur, facilita el trabajo
simultáneo de isquiotibiales y la coordinación intermuscular; por lo tanto, produce una
cocontracción automática y realiza un reclutamiento simultáneo y automático de
agonistas y antagonistas (132,135,136). Se origina también estimulación de la
reprogramación neuromotriz por refuerzo del equilibrio entre la musculatura de la
cadena posterior (isquiotibiales, tríceps sural) y de la cadena anterior (cuádriceps). La
contracción simultánea estática de cuádriceps e isquiotibiales suprime las cargas
sobre el LCA desde los 30º de flexión. El componente de deslizamiento posterior de la
tibia creado por la fuerza de acción de los isquiotibiales se opone al componente de
deslizamiento anterior generado por la fuerza de contracción del cuádriceps (Figura
35).
[ 123 ]
FUNDAMENTOS
Figura 35. Contracción simultánea del cuádriceps y de los isquiotibiales (Quelard, 2010).
Según Paulos y Chen, las actividades y el estrés sobre la plastia difieren según las
siguientes actividades:
Bicicleta 26 N
Subida de escaleras 67 N
Jogging 550-630 N
[ 124 ]
FUNDAMENTOS
Otros autores como Beynnon en 1995 relatan diferentes acciones dentro de la RHB y
el estrés causante sobre la plastia, tales como:
Squat 3.6 %
Autores como Levangie en 2011 también relatan los diferentes grados de tensión
sobre el LCA en diferentes ejercicios durante actividades de rehabilitación o en
diferentes test exploratorios sobre el ligamento cruzado anterior de rodilla (Figura 36).
[ 125 ]
FUNDAMENTOS
Figura 36. Tensiones sobre el LCA tras reconstrucción durante diferentes actividades de RHB. Traducido de (Levangie, 2011).
[ 126 ]
FUNDAMENTOS
En relación con el squat, según Escamilla y Wilk, el estrés sobre el LCA es ínfimo en
razón al aumento de la actividad de la fuerza de los isquiotibiales (entre 40 % y 80 %
de la contracción voluntaria isométrica). La posición del tronco influye en la tensión
mecánica sobre el LCA, una flexión anterior de 30º a 40º favorece el reclutamiento de
los isquiotibiales y disminuye las fuerzas sobre la plastia.
Habrá situaciones en las que se deberá diferir el inicio de la CCC en apoyo monopodal
y no realizarlo antes del tercer mes tras la ligamentoplastia, ya que serán situaciones
de tensión parecidas a las que provoca la CCA con trabajo de carga distal
favoreciendo el retroceso de los cóndilos sobre la tibia. Estas situaciones son lesiones
del segmento posterior del menisco medial y morfotipos con pendiente tibial exagerada
mayor a 10º de inclinación (138). En este último caso, cuando hay una inclinación tibial
excesiva (superior a 10º), las fuerzas de deslizamiento posterior del fémur están
aumentadas. La traslación anterior de la tibia respecto al fémur, a veces incrementada
por una meniscectomía medial posterior produce un aumento de cargas sobre el
trasplante (Figura 37).
Figura 37. Componente de deslizamiento posterior del fémur inducido por una inclinación tibial (Quelard,
2010).
[ 127 ]
FUNDAMENTOS
CCA
0º a 60º 0º a 60º > 90º
(CUÁDRICEPS)
CCC
0º a 30º
(ISQUIOTIBIALES)
Tabla 7. Sector óptimo de carga en el refuerzo muscular de cuádriceps e isquiotibiales en CCA y CCC.
(+++): tensión excesiva en el injerto; (-): mínima tensión en el injerto (140)
0º +++ ++ +
30º ++ + -
60º + - -
90º - - -
Sobre la técnica de reconstrucción HTH, autores como Bynum concluye que los
ejercicios en CCC producen menor laxitud y menos dolor anterior de rodilla. Otros
autores como Mikkelsen introduce a la sexta semana ejercicios isocinéticos en CCA en
un rango articular entre 90º y 40º, obteniendo como resultados que no se mostraban
diferencias en la laxitud de la rodilla y sí mostraban mejoría en la recuperación de
cuádriceps y en el retorno a la actividad deportiva.
Tagesson et al., en el 2008 en un estudio tras lesión del LCA sobre el programa de
fortalecimiento de cuádriceps dividió dos grupos a los pacientes para que unos
realizaran ejercicios en CCA y otros en CCC. Aparte de estos ejercicios de cuádriceps,
los dos programas de rehabilitación eran idénticos. Los pacientes fueron evaluados
después de 4 meses de rehabilitación. Se les evaluó con un electrogoniómetro.
También se evaluó la fuerza muscular, el rendimiento del salto y la activación
muscular. El resultado funcional se evaluó mediante la determinación de la puntuación
de Lysholm y el Score para la osteoartritis. El resultado del estudio fue que no hubo
diferencias entre los grupos a nivel de estática o dinámica después de la rehabilitación.
En el grupo de CCA había un número significativamente mayor de fuerza del
[ 128 ]
FUNDAMENTOS
En la RS de van Melick N. et al., del 2016 se concluye que se deben utilizar las dos
modalidades, CCA y CCC, para la recuperación de la fuerza del cuádriceps y que
después de la reconstrucción del LCA los ejercicios en CCA se pueden realizar desde
la cuarta semana de posoperatorio con ROM restringido de 90º-45º (nivel de evidencia
1). Las recomendaciones en su GPC son, en cuanto el cuádriceps está reactivado, los
ejercicios concéntricos y excéntricos que se deben utilizar para reemplazar los
ejercicios isométricos siempre que la rodilla no reaccione con derrame o aumento del
dolor. Los ejercicios en CCC se pueden realizar desde la segunda semana de
posoperatorio. Para la ligamentoplastia HTH, los ejercicios en CCA se pueden realizar
desde la segunda semana posoperatoria en un ROM restringido de 90º a 45º y
resistencia adicional, por ejemplo, en una máquina de extensión de pierna. Para las
ligamentoplastias de la pata de ganso los ejercicios en CCA también se pueden iniciar
a partir de las 4 semanas con un ROM restringido de 90º-45º, pero sin peso adicional
en las primeras 12 semanas para evitar la distensión y alargamiento del injerto. El
ROM se puede aumentar de 90º a 30º en la semana 5, de 90º hasta 20º en la semana
6, de 90º hasta 10º en la semana 7, y en pleno ROM en la semana 8 para ambos tipos
de injerto (nivel de evidencia 2) (128).
[ 129 ]
FUNDAMENTOS
En la década de los 70-80 comenzaba a la retirada del yeso cruropédico y por lo tanto
se prolongaba en el tiempo, siendo dolorosa y dificultosa. Los pacientes presentaban
déficit de extensión persistente aun realizando movilizaciones bajo anestesia.
Actualmente, la prioridad es la búsqueda de la extensión fisiológica simétrica del lado
afecto y no afecto. Autores como Harner y Jackson constataron en sus estudios que
para deportistas de alto nivel la pérdida definitiva de la extensión era incompatible para
el retorno deportivo y era más discapacitante que la inestabilidad preoperatoria (82).
La movilización rápida posoperatoria y la recuperación de la extensión completa son
dos elementos que permiten prevenir un eventual conflicto anterior fibroso (síndrome
del Cíclope). Las técnicas de ganancia de amplitud deben de ser cuidadosas, ya que
no deben comprometer los anclajes óseos ya que las tensiones máximas están en las
amplitudes extremas 0º/120º.
El apoyo precoz parece ser beneficioso, ya que mejora la actividad del vasto interno y
disminuye el dolor femoropatelar. El objetivo debería ser alcanzarlo a los diez días de
la cirugía. Por su parte, la movilización precoz es segura y puede prevenir la aparición
de artrofibrosis, debe incluir las movilizaciones de rótula (78,142). Autores con van
Melick N. en una RS del 2016 concluyen que la carga de peso inmediata no afecta a la
laxitud de la rodilla y se traduce en una disminución del dolor anterior de la rodilla
(nivel 2 de evidencia). El mismo autor en la GPC publicada recomienda el peso
inmediato si hay un patrón correcto de la marcha (si es necesario con muletas) y sin
dolor, sin derrame o sin aumento de temperatura al caminar o poco tiempo después de
haber caminado (128).
[ 130 ]
FUNDAMENTOS
Las fuerzas que se ejercen sobre el LCA durante la marcha son aproximadamente de
350 N y suceden cuando el pie de la extremidad opuesta despega del suelo con la
pierna de apoyo con la rodilla en flexión de 15º a 20º.
En población que ya tiene el LCA afectado o roto algunos estudios demuestran una
reducción del número de relesiones. Cuando se comparan estudios in vitro vs.
estudios in vivo y las demandas funcionales de los pacientes la protección es limitada.
Los sujetos participantes de los estudios refieren una mejoría y un sentimiento de
seguridad al llevar la ortesis. Según la AAOS (American Academy of Orthopaedic
Surgeons) y la AAP (American Academy of Pediatrics), las dos recomiendan
parcialmente, pero en ningún caso substituyen al programa de RHB y
acondicionamiento físico.
Cuando ya existe una reconstrucción del LCA la utilización de las ortesis se pueden
distinguir de dos maneras. Una primera manera sería que se utilicen como ortesis de
readaptación funcional. En esta situación, se deben colocar en el posoperatorio
inmediato y las primeras semanas, en ello coinciden la mayoría de cirujanos
ortopédicos de la AOSSM (American Orthopaedic Society for Sports Medicine),
administrándola en una media de 4 semanas. La segunda situación serían las ortesis
denominadas funcionales recomendadas para el retorno deportivo o actividades de
riesgo, indicadas por el 65 % de médicos de la AOSSM, mayormente en el periodo de
9-12 meses poscirugía del LCA.
[ 131 ]
FUNDAMENTOS
[ 132 ]
FUNDAMENTOS
Cuando se produce una lesión del LCA se origina una modificación a nivel estructural,
pero también a nivel del sistema nervioso central. Según Kapreli et al., en el 2009, se
observan una diferencia y una reorganización de la actividad de las zonas corticales
tras una lesión del LCA. Reider et al., en el 2003 reportó que el tiempo que pueda
transcurrir entre la lesión del LCA y la reconstrucción del mismo pueda acarrear una
modificación permanente en el sistema nervioso central por alteración de la
representatividad y organización en el homúnculo de Penfield. Autores como Salvator-
Vitwoet et al., en 2003 destacan que el injerto tendinoso en la reparación del LCA no
tiene inervación (en particular receptores propioceptivos). Son los elementos nerviosos
de los músculos periarticulares y de los mecanoreceptores capsulares los que
contribuyen a la reprogramación neuromuscular.
[ 133 ]
FUNDAMENTOS
[ 134 ]
FUNDAMENTOS
• adquirir los gestos o ayudas técnicas que permitan compensar las restricciones
funcionales, según la fase evolutiva en la que se encuentre el paciente respetando las
indicaciones quirúrgicas.
• participar activamente en su rehabilitación (automovilizaciones, aplicaciones de
crioterapia, colocación de posturas de declive de la extremidad, retorno progresivo a
las actividades, etc.).
• integrar los hábitos relativos a la práctica de la actividad deportiva para prevenir
recidivas (respetar las reglas de calentamiento muscular y de puesta en marcha
progresiva del aparato cardiorespiratorio, practicar de forma razonada los
estiramientos pasivos en búsqueda del mantenimiento de las cualidades de
extensibilidad del complejo músculo-tendón, concienciar la práctica regular de una
preparación física global y de una preparación física específica, etc.).
Antes de las fases posoperatorias está indicado que el paciente realice RHB
prequirúrgica que se iniciará antes de la cirugía.
En esta fase los objetivos principales son reducir el derrame sinovial y el dolor,
restaurar el ROM normal, normalizar la marcha y prevenir la atrofia muscular, realizar
un trabajo músculo-articular de fuerza de tronco, cadera, rodilla y tobillo, y adiestrar al
paciente tanto física como mentalmente para el procedimiento quirúrgico y sus rutinas
de RHB posquirúrgica.
[ 135 ]
FUNDAMENTOS
la calidad de vida en el KOOS (knee injury and osteoartritis outcome score). Shaarani
en el 2013 en un programa de 6 semanas de RHB progresiva mejoró la función de
rodilla. En el test de salto de una pierna y en la puntuación en el Score de Cincinnati
los efectos fueron mantenidos a las 12 semanas posoperatorias. En el estudio de
Grindem et al., en el 2015, demostraron que un programa intensivo de 5 semanas de
fisioterapia antes de la intervención mejoraba la función de la rodilla evaluados por la
escala KOOS. El objetivo del este programa preoperatorio también era conseguir al
menos el 90 % de fuerza del cuádriceps y de los isquiotibiales y el 9 0% en la
ejecución de las pruebas de salto antes de la cirugía del LCA.
Van Melick et al., en el 2016 en una RS, concluyen y recomiendan en su GPC con un
nivel 2 de evidencia que un déficit de extensión (falta de extensión completa) es un
factor de riesgo después de la reconstrucción del LCA. Se recomienda medir el ROM
preoperatorio. El déficit preoperatorio en la fuerza del cuádriceps de > 20 % tiene una
consecuencia negativa significativa para el resultado en la percepción subjetiva 2 años
después de la reconstrucción del LCA. Se recomienda medir la fuerza del cuádriceps y
también el ratio de fuerza cuádriceps-isquiotibiales. La prehabilitación asegura un
mejor funcionamiento de la rodilla con percepción subjetiva de hasta 2 años después
de la reconstrucción del LCA (nivel 3 de evidencia) (128).
En la primera fase temprana-aguda los abordajes y las técnicas a utilizar serán las
siguientes:
[ 136 ]
FUNDAMENTOS
Según Shelbourne et al., las posibles causas del déficit de extensión de rodilla pueden
ser artrofibrosis, tensionamiento inadecuado del injerto, síndrome del cíclope,
intervenciones quirúrgicas durante el proceso inflamatorio, diseño inadecuado del
programa posterior de RHB, realización también de cirugía en el LCP, inmovilización
prolongada y SDRC-I (149).
[ 137 ]
FUNDAMENTOS
Figura 39. Posiciones posturales para la extensión 0º (Fuente propia del autor).
Figura 40a. ERMI Knee Extensionater® Figura 40b. EliteSeat® knee extension device
(web) (Shelbourne, 2012)
Figura 41. Ejercicios de flexión de rodilla en sedestación (Fuente propia del autor).
[ 138 ]
FUNDAMENTOS
[ 139 ]
FUNDAMENTOS
Figura 43. Movilizaciones manuales pasivas oscilatorias rítmicas rotulianas según la técnica de terapia
manual de Maitland (Fuente propia del autor).
Las pérdidas de movilidad rotulianas muchas veces pueden ser ocasionadas como
consecuencia de un exceso de adhesiones de tejido de la cicatriz a lo largo de los
retináculos mediales y laterales, las restricciones de grasa y la extracción del tendón
rotuliano (125,137,151-153).
[ 140 ]
FUNDAMENTOS
Figura 44. Movilizaciones manuales pasivas accesorias rotulianas según la técnica de Maitland (Fuente
propia del autor).
[ 141 ]
FUNDAMENTOS
A las 4 semanas se pretende conseguir la marcha sin ayudas técnicas de ningún tipo.
En esta fase debemos de autonomizar al paciente para que alcance la autonomía a
través del aprendizaje para la deambulación.
En la fase temprana, pero en una etapa más subaguda (3-6 semanas), los objetivos se
incrementan respecto a la etapa anterior más aguda. Se sigue protegiendo la fijación
quirúrgica, se debe de restaurar la extensión completa comparada con la contralateral,
se debe de incrementar la flexión de rodilla para que sea próxima a la contralateral, y
se debe de normalizar la deambulación-marcha en extensión completa pasando de
dos a cero muletas (154).
Es muy importante en esta fase evitar la rigidez de rodilla por artrofibrosis. Las causas
de la pérdida de movilidad después de la intervención quirúrgica pueden ser por
diversos motivos que se deben de analizar, como el bloqueo mecánico por una ruptura
meniscal en asa de cubo, el injerto pinzado o colocado inapropiadamente, la lesión del
cíclope, el tensionamiento inapropiado del injerto, la contractura de la cápsula posterior
o a veces el mal manejo de la fisioterapia posquirúrgica también pueden contribuir a la
formación de la artrofibrosis (148,155).
Será muy importante en esta fase la mejora y recuperación del rango de movilidad en
flexoextensión pasiva y activa. La tasa de progresión será gradual durante las
primeras semanas. En el caso de derrame importante se avanza a un ritmo más lento.
Las movilizaciones serán pasivas, es decir, realizadas por el fisioterapeuta o por
dispositivos artromotores o autoasistidas por el propio paciente acompañadas de
posiciones osteoarticulares mantenidas que permita una flexión normalizada a las 4-6
semanas (137,147,153,154).
[ 142 ]
FUNDAMENTOS
Figura 45. Intensidad de las fuerzas que se ejercen sobre el LCA en función de los ángulos de flexión
(Quelard, 2010).
Los ejercicios en las diferentes fases deben ir de acuerdo a las fuerzas de tensión
generadas en el LCA, tanto en los ejercicios de apoyo o carga de peso como los de no
apoyo. Las cargas más altas del LCA ocurren en ángulos de flexión inferiores (10º a
50º). La máxima carga ocurre entre 10º y 30º de flexión de rodilla. No existe carga
después de 60º de flexión de rodilla (133).
Hacer extensión entre 10º y 50º de flexión de rodilla, con o sin resistencia, produce
más cargas en el LCA comparado con ejercicios de apoyo de peso (cuclillas de dos
piernas, de una pierna, leg press, lunges, subir escaleras, bicicleta, etc.).
Utilizar una inclinación de tronco de 30º a 40º ayuda a reclutar a los isquiotibiales, que
proveen una coactivación muscular en la rodilla y descarga el LCA (son más
importantes en la fase intermedia y tardía) (133).
[ 143 ]
FUNDAMENTOS
Para minimizar las cargas también será importante durante los ejercicios de apoyo de
peso y prestar atención a la alineación de la extremidad inferior en los planos frontal y
transversal (por ejemplo, evitando el valgo de rodilla, aducción y rotación interna de
cadera). Se deben mantener los talones en el suelo y evitar que la rodilla se extienda
más allá de los dedos del pie (8-10 cm) (133).
• Deambulación normalizada.
• Recuperación progresiva de la fuerza muscular (cuádriceps/isquiotibiales).
• Rango de movilidad normal.
• Evaluación funcional (técnica apropiada de squat bi y monopodal).
[ 144 ]
FUNDAMENTOS
[ 145 ]
FUNDAMENTOS
La preparación para la carrera se puede iniciar de forma que sea una deambulación
rápida resistida a velocidades altas a punto de trotar o se puede hacer carrera estática
en mini-trampolín de forma intermitente. Entre los criterios para empezar a correr están
que la fuerza de la extremidad intervenida esté a un 70 % o más, que realice una
sentadilla unilateral de 45º con control de cadera y no valgo o que esté a un 75 %
respecto del contralateral.
En la fase tardía o de regreso a la actividad, que puede estar comprendida entre 13-
24 semanas o más, los objetivos serán los de progresar en la evaluación funcional
(calidad/cantidad de movimiento).
En los ejercicios pliométricos un salto con los pies juntos a una altura de 60 cm
provoca una fuerza de cizallamiento sobre la plastia de 250 N, lo que puede
corresponder a la misma fuerza que un trabajo de cuádriceps en sedestación (157).
[ 146 ]
FUNDAMENTOS
ligeramente tendido hacia delante, con un buen control del valgo de rodilla, de la
aducción y de la rotación interna de cadera.
[ 147 ]
FUNDAMENTOS
[ 148 ]
FUNDAMENTOS
Figura 50. Comparación de instrucciones para reducir el valgo de rodilla y aumento de flexión de cadera y
rodilla en el hop test single leg distance (Benjaminse, 2015).
Con las extremidades se inicia con una pierna anterior/una pierna lateral / lunge
arrodillado, puentes / salto doble pierna anterior / salto lateral-salto una pierna
(Figura 50).
[ 149 ]
FUNDAMENTOS
Autores como Sernet afirman que sea cual sea el score utilizado, no hay
correspondencia entre los test de laximetría y las evaluaciones funcionales y
subjetivas del paciente.
Autores como Irrgang, Hefti, Labs, Mariani, Peters, Risberg recomiendan la utilización
del Score IKDC por ser fiable y reproducible para el seguimiento de las lesiones
ligamentosas.
Otra actividad para circunscribir las actividades del paciente es la capacidad de salto.
Se pueden evaluar las capacidades de impulsión y recepción de salto monopodal, de
la estabilización dinámica lateral, rotatoria medial y lateral, de estabilización y de
fuerza dinámica sagital y de velocidad en encadenamientos cinéticos. La escala de
Codificación Funcional del Retorno a las Actividades Deportivas (COFRAS) evalúa
estos diferentes ítems mencionados.
[ 150 ]
FUNDAMENTOS
una actividad determinada (carrera sobre el terreno, salto monopodal…), así como
también aspectos funcionales subjetivos referidos al paciente (aparición de síntomas
referidos a una actividad o limitación de la misma…) y nivel de actividad.
Entre las escalas funcionales para las valoraciones del LCA destacan las siguientes
(159,160):
La versión de base abarca ocho criterios. Dos de ellos subjetivos que comprenden la
evaluación subjetiva funcional del paciente y la evaluación de los síntomas. Los seis
objetivos restantes conciben la evaluación de la movilidad articular, la evaluación de la
laxitud, la evaluación del aspecto degenerativo del cartílago de la rodilla, la patología
del sitio de obtención del tendón, el análisis radiológico y los test funcionales.
[ 151 ]
FUNDAMENTOS
medios cuando son inferiores a 81. Es una escala válida y fiable según Barber et al.
por los test-re-test para la evaluación funcional de la rodilla en pacientes que han
sufrido una intervención de reconstrucción del LCA.
• Hop test. Descrita por Booher, Hench, Woeell y Stikeleather en el 1993. Permite
evaluar el rendimiento y el estado funcional de la rodilla. Consiste en ejecutar cuatro
tipos de saltos sobre una pierna (saltos simples, saltos cruzados, saltos triples y saltos
sobre una distancia de 6 metros) y se miden la distancia y la velocidad de cada uno de
ellos. Es un test fiable y válido presentando una buena especificidad para las personas
intervenidas de LCA. Es un buen predictor de recuperación funcional. Un quinto test de
salto es también propuesto en la literatura y consiste en subir 22 escaleras sobre una
sola extremidad.
• Escala visual analógica de la función. Permite evaluar la función de la rodilla. El
paciente evalúa la percepción de su rodilla durante actividades. Está acotada de 0 a
100, 0 siendo la incapcidad de realizar la actividad y 100 siendo la función normal de la
rodilla para esa actividad. La escala está constituida por una regla alineada midiendo
100 mm. El paciente debe puntuar sobre la línea representando la percepción de su
rodilla durante la actividad. El evaluador puede cuantificar la percepción del paciente
del número inscrito en el reverso de la regla. No hay estudios que reporten la fiabilidad
y validez de esta escala. Hay autores como Hughston, Flandry, Hunt y Terry que
demuestran que esta herramienta o escala es comparable a otras subjetivas validadas
(151).
• KOS (knee outcome survey) – ADLS (activities of daily living scale sports
activity scale). Es un cuestionario de autoevaluación sobre la capacidad funcional y
los síntomas de la rodilla. Comprende dos partes, una primera parte de 14 ítems que
evalúa las actividades de la vida cuotidiana, y una segunda parte de 11 ítems que
evalúa los síntomas de la rodilla durante las actividades deportivas. Según autores
como Irrgang, Snyder-Mackler, Wainner, Fu y Harner es una escala fiable y válida.
• Patient specific functionnal scale. Es un cuestionario a partir del cual el paciente
debe evaluar el estado funcional de su rodilla tras tres-cinco actividades que el juzgará
difícil o imposible de ejecutar, según su problema de rodilla. La evaluación se realiza
sobre una escala graduada de 0 a 10, siendo el 0 la incapacidad total de ejecutar la
actividad y el 10 la capacidad de realizar la actividad a un nivel anterior a la lesión.
Esta escala está descrita como fiable y válida para las evaluaciones simples, según
sus autores Stratford, Gill, Westaway y Binkley (1995).
[ 152 ]
FUNDAMENTOS
• Global rating scale. Evalúa la percepción del nivel funcional global de la rodilla en
las actividades. Demanda oralmente al paciente evaluar su nivel de función de la
rodilla en una escala de 0 a 100 puntos, donde 100 puntos representan el nivel de
función antes de la lesión y 0 indica la pérdida total de la rodilla.
• Escala funcional de la extremidad inferior. Es un cuestionario ampliamente
utilizado para evaluar el deterioro funcional de un paciente con un trastorno de una o
ambas extremidades inferiores. También se puede utilizar para evaluar al paciente a lo
largo del tiempo y para valorar la eficacia de una intervención, no es específico de LCA
(Anexo 12).
• MARX-activity rating scale. Esta escala mide el nivel de actividad del paciente. A
diferencia de la escala de Tegner, contiene preguntas sobre actividad funcional y no
sobre deportes específicos. La frecuencia de realización de los deportes está incluida
en el instrumento. Se evalúan ítems como correr, tijeras, desaceleración y
movimientos de rotación, recibiendo un puntaje de 1 a 4 de acuerdo con la frecuencia
de realización (una vez al mes, 0 puntos; cuatro más o veces por semana, 4 puntos),
con un mínimo de 0 y un máximo de 16. La escala está diseñada para evaluar el pico
máximo de actividad del último año.
• Short form 36 health survey (SF-36). Es un cuestionario de medida de la calidad
de vida en general. Se divide en ocho partes: el funcionamiento físico, las limitaciones
físicas, el dolor físico, la salud general, la vitalidad, el funcionamiento social, las
limitaciones emocionales y la salud mental. La puntuación de cada bloque está
comprendida entre 0 y 100, cuanto más elevada es la puntuación, mayor es el
resultado. Este cuestionario está considerado como fiable y válido por autores como
Loge, Kaasa, Hjermstad y Kvein en 1998.
• Lysholm & Gillquist knee scoring scale. Evalúa de forma subjetiva la capacidad
funcional de la rodilla en forma de cuestionario. El objetivo de esta herramienta es
evaluar el nivel funcional de la rodilla después de una intervención quirúrgica (Lysholm
& Gillquist, 1982); posteriormente, fue modificado en el 1985. Esta escala está
constituida de ocho ítems, con una puntuación máxima de 100 puntos. Evalúa la
cojera (/5), la utilización de ayudas para la marcha (/5), la posición de cuclillas (/5), la
subida y bajada de escaleras (/10), el edema (/10), el bloqueo (/15), la estabilidad (/25)
y el dolor (/25) (162). El resultado se considera de muy bueno a bueno con una
puntuación total comprendida entre 84 y 100 puntos, medio para una puntuación entre
65 y 83 puntos y malo para una puntuación por debajo de los 65 puntos. Esta escala
está descrita como válida por Briggs et al., en el 2009 (Anexo 15)
[ 153 ]
FUNDAMENTOS
• Tegner & Lysholm activity scale. Es una escala modificada de la Lysholm &
Gillquist realizada por Tegner en el 1985 como valoración numérica de la actividad del
paciente. Evalúa la capacidad funcional de la rodilla después de una intervención
quirúrgica. El cuestionario abarca, según los diferentes niveles de actividad del
individuo, una parte evaluativa de la rodilla según la actividad y otra parte evaluativa
de la rodilla si realiza actividades deportivas y profesionales (163). La puntuación 0
indica hándicap o discapacidad profesional, mientras que el 10 expresa deporte de
competición. Según Briggs, en el 2009 se considera una escala válida. El punto débil
es que valora la actividad como un deporte específico más que las actividades
requeridas para participar en esos deportes. Las diferencias culturales en los deportes
practicados hacen difícil aplicar los resultados a todos los pacientes y limitar la
unificación (Anexo 14 y 15).
• Score COFRAS (codification fonctionnelle de la reprise des activités
sportives). Realiza la evaluación de las principales funciones de la rodilla (impulsión,
recepción, estabilidad tridimensional antes del retorno deportivo con 6º mes
posintervención quirúrgica). Fue introducida por primera vez por el autor I. Chatrenet
en el 1994 y la versión actual es del 1998. El score global va de 0-30 puntos (nota
máxima 30 puntos). Tiene ocho ítems por orden creciente de dificultad, siendo
puntuados por lo general por la calidad total comparable al lado sano (Anexo 7) (123).
• Cotation ARPEGE (Association pour la Recherche et la Promotion de l’Etude
du Genou). Es una escala de actividades deportivas basadas en el sistema
(competición, no competición, amateur y sedentario). Una modificación reciente
clasifica los deportes en cuatro categorías, según si existe o no apoyo, pivot o
contacto. El balance funcional se juzga según tres criterios: estabilidad, dolor y
resistencia a la fatiga, y movilidad funcional. La puntuación global se cifra en
(excelente, bueno, medio, mediocre) (Anexo 8).
• Functional movement screening (FMS). Es un test de valoración funcional
integral que permite evaluar los patrones básicos de movimiento y el control motor del
deportista previo a la participación en un programa de entrenamiento. Se evalúan el
sistema de cadenas cinéticas, teniendo en cuenta el cuerpo como sistema relacionado
de segmentos interdependientes. Será útil para indicar si un deportista tiene
problemas de estabilización y/o movilidad. De las siete pruebas, cinco se califican por
separado valorando los lados izquierdo y derecho permitiendo localizar asimetrías. Las
siete pruebas valoran la capacidad de un individuo para realizar patrones básicos de
movimiento que reflejan la combinación de la fuerza muscular, la flexibilidad, la
amplitud de movimiento, la coordinación, el equilibrio y la propiocepción (164). Las
[ 154 ]
FUNDAMENTOS
siete pruebas son las siguientes: sentadilla profunda, paso sobre valla, estocada en
línea, movilidad de hombro, elevación de la pierna (straight leg raise active), push up
con estabilidad de tronco y estabilidad rotatoria. Cada patrón de movimiento se califica
de 0 a 3. Si el sujeto es capaz de hacer los movimientos sin ningún tipo de
compensación, se le otorga los 3 puntos. Si realiza el movimiento con una o más
compensaciones o con alguna dificultad recibe 2 puntos. Si es incapaz de reproducir el
movimiento solicitado se le otorga solo 1 punto. Por último, si durante la ejecución de
la prueba presenta dolor, la puntuación es de 0 puntos. En total se pueden lograr 21
puntos (Anexo 10).
• Knee injury and osteoarthritis outcome score (KOOS). Se trata de un
cuestionario para evaluar las lesiones deportivas relacionadas con la rodilla,
basándose en las respuestas del paciente con respecto a su dolor, la sintomatología,
las actividades de la vida diaria, la actividad deportiva y recreacional y la calidad de
vida. Cada ítem se valora por separado, otorgando de 0 a 4 puntos (según frecuencia,
intensidad, etc.). Tras la obtención de los resultados se calculan los porcentajes. Así
se obtienen datos objetivos para el seguimiento de cada paciente durante el proceso
de RHB.
• Pruebas funcionales. Recoge las mencionadas anteriormente como los Hop Test.
Para la evaluación de las limitaciones funcionales provocadas por la ruptura del LCA,
Noyes et al., desarrollaron en el 1991 una batería de pruebas aplicables a situaciones
de simulación. Estas pruebas están diseñadas para el salto con una pierna. Se
realizan dos veces con cada pierna y se utilizan para establecer la simetría entre las
EEII.
⇒ Las pruebas son las siguientes (165) (Figura 51): Distancia recorrida con un salto a
una sola pierna (one-legged single hop for distance). El paciente en apoyo monopodal
salta a la máxima distancia posible con aterrizaje sobre la misma pierna. Se mide la
distancia saltada.
⇒ Salto con una sola pierna medido por tiempo (one-legged timed hop). El paciente
salta con una sola pierna una distancia de 6 metros lo más rápido posible. Se anota el
tiempo a los 0,01 segundos con un cronómetro.
[ 155 ]
FUNDAMENTOS
⇒ Distancia recorrida con triple salto con una sola pierna (one-legged triple hop for
distance). El paciente con apoyo monopodal realiza tres saltos consecutivos con una
pierna a la máxima distancia posible con aterrizaje sobre la misma pierna. Se mide la
distancia total saltada.
⇒ Distancia recorrida con saltos con una sola pierna cruzando una línea (one-legged
cros-over hop for distance). Sobre una distancia de 6 metros, marcándose una línea
de 15 cm de longitud en el centro. El paciente debe de realizar tres saltos consecutivos
con una pierna cruzando por encima de la línea en cada uno.
Todos estos test, escalas y pruebas funcionales pueden ser útiles en las últimas
etapas o fases del proceso de RHB para identificar si los patrones de movimiento
pueden producir dolor dentro de un ROM normal. También sirve para identificar
patrones de movimiento que no producen dolor, pero que tienen mayor riesgo de
lesión al realizar una actividad física.
Los test y escalas también sirven para identificar determinados ejercicios y actividades
específicas que pueden mejorar los patrones de movimiento gestos específicos y, a su
[ 156 ]
FUNDAMENTOS
vez, identifican de forma eficaz y eficiente cómo corregir y restaurar el movimiento. Por
último, con todos estos test, escalas, pruebas funcionales, etc. se obtienen unas
referencias de los patrones de movimiento estandarizados en ese paciente para
posteriores consultas y valoraciones de seguimiento.
Estos programas preventivos se caracterizan por intentar influir sobre los factores de
riesgo analizados ya abordados en el apartado “Factores de riesgo que contribuyen a
la lesión del LCA”. Unos determinados tipo de programas se centran en ellos y han
mostrado ser eficaces, ya que consiguen reducir el valgo de rodilla, la rotación interna
de cadera, la traslación anterior de la tibia y las fuerza de impacto verticales, así como
también han conseguido aumentar los grados de flexión de cadera y de rodilla.
• Pep Program. Fue diseñado por el Santa Monica Orthopedic and Sport Medicine
Research Foundation en el año 1999 y lo denominaron Prevent Injury and Endurance
Performance Program (PEP). Este programa está dividido en diversas estaciones de
trabajo en las cuales se trabajan el calentamiento, los estiramientos, la fuerza, la
pliometría y los ejercicios de agilidad. Además, no conlleva la utilización de material ni
tiene coste económico. Está enfocado para deportes como el fútbol (Figura 52).
[ 157 ]
FUNDAMENTOS
[ 158 ]
FUNDAMENTOS
[ 159 ]
FUNDAMENTOS
de práctica del KLIPP es de una hora dos veces a la semana, durante al menos 6
semanas.
• Programa Harmoknee. Consta de cinco partes: calentamiento, activación
muscular, equilibrio, fuerza y estabilidad de base.
• SIPP (Sports Injury Prevention Programs). Se diseñó orientado a niñas mayores
de once años que practicasen deportes basados en carrera y salto. Se dirige hacia la
identificación de deportistas predispuestas a padecer una lesión del LCA y tiene una
parte educacional para los deportistas que informa sobre los mecanismos de lesión y
factores de riesgo. El SIPP se presenta como una alternativa frente al calentamiento
clásico con una duración de unos 20 minutos.
• Prevent ACL Injury Program (Sports Injury Prevention Academy). Se basa en
ejercicios de técnica de carrera y control neuromuscular y pretende enseñar a los
deportistas a reaccionar ante situaciones de riesgo de lesión del LCA.
• Sportsmetrics (Cincinnati Sports Medicine & Orthopaedic Center). Es un
programa preventivo basado en entrenamiento de salto, con eficacia científicamente
probada, que reduce el riesgo de padecer una lesión del LCA y mejora la condición
física del deportista.
• Injury Prevention & Performance Enhancement Program (The Children´s
Hospital of Philadelphia). Es un programa dirigido a jóvenes deportistas basado en
ejercicios de carrera, estiramientos dinámica, fuerza y pliométricos. Su objetivo es
reducir lesiones en el miembro inferior y mejorar el rendimiento de los deportistas.
Para ello se centra en evitar mecanismos de lesión y focaliza la atención en la correcta
ejecución. Se realiza 15 minutos antes de la sesión.
• LCA Injury Prevention Program (UPMC Sports Medicine). Este programa está
orientado a disminuir el riesgo de lesión de LCA en ausencia de contacto y aumentar
el rendimiento deportivo. Este programa busca analizar los desequilibrios que puedan
predisponer a lesión a sus deportistas, además de tener utilidad durante el proceso de
readaptación de lesiones deportivas. Se basa en contenidos de estabilidad abdomino-
lumbo-pélvica, fuerza y potencia miembro inferior, flexibilidad, técnica recepción de
saltos y equilibrio. La realización de este programa de prevención de lesiones de LCA
debe durar al menos 6 semanas, ejecutándose 2 o 3 veces por semana.
• Programa neuromuscular de Kiani y Knakontroll. Kiani et al., en el 2005
evaluaron la eficacia de un programa neuromuscular que reducía en sus resultados en
tanto por ciento elevado las lesiones de rodilla y de LCA. Este programa incluía cinco
tipos de trabajo, que son los siguientes: calentamiento general, activación muscular,
[ 160 ]
FUNDAMENTOS
Los programas de prevención y reducción del riesgo de lesiones de LCA, según Shultz
& Benjaminse en 2015, pueden evidenciar lo siguiente (57) :
[ 161 ]
FUNDAMENTOS
• Los factores de riesgo del LCA pueden incluir variables que no están directamente
asociadas con las cargas en el ligamento mismo o en la misma lesión.
• El control neuromuscular y la fuerza de la musculatura de la cadera juegan un
papel importante en la biomecánica de la rodilla.
• Los individuos con una historia personal de lesión del LCA están con un alto riesgo
de tener otra, ya sea ipsilateral o contralateral.
• Los programas de entrenamiento preventivos que utilizan un estilo de
calentamiento dinámico de múltiples componentes son seguros y efectivos en reducir
la incidencia de lesiones de LCA. El entrenamiento preventivo con resultados exitosos
que hace la reducción de la tasa de lesiones o mejoran el control neuromuscular
deben ser realizados de 2 a 3 veces por semana y con una duración por lo menos de
10-15 minutos.
• La mejora en la calidad del movimiento después de 12 semanas de entrenamiento
parece que no puede ser retenida una vez los programas de entrenamiento preventivo
terminan. Probablemente se necesiten programas de entrenamiento más largos y que
se planteen mejorar la retención y la transferencia.
• La retroalimentación en tiempo real puede cambiar la biomecánica del aterrizaje.
• El entreno y los programas deben asegurar que existe una apropiada técnica del
ejercicio y calidad, ya que son un factor importante para la efectividad de los
programas. La retroalimentación debe enfatizar una ejecución exitosa de ignorar los
intentos menos exitosos, ya que esto beneficia el aprendizaje debido a los efectos
motivacionales positivos.
• Los programas de entrenamiento preventivo apropiados por la edad podrían ser
efectivos a la hora de modificar la biomecánica en niños.
• La transición de una técnica consciente durante las sesiones de entrenamiento
técnico, a un entrenamiento de movimientos automáticos e inesperados, o al deporte
involucran elementos del control motor complicados que no encajan con estrategias
explícitas de aprendizaje.
En la década de los 80, había dos concepciones diferentes y opuestas. Por un lado,
había muchos cirujanos que adaptaban la actitud más conservadora para proteger al
máximo el trasplante y no autorizaban el retorno al deporte entre los 9 y 12 meses. Por
otro, otros como Shelbourne en el protocolo acelerado que preconizaba autorizaba el
retorno a los 4 meses. Más tarde diversos autores como Glasgow en el 1993 no
encontraron diferencias significativas en el aumento de la laxitud entre los pacientes
[ 162 ]
FUNDAMENTOS
que retornaron al deporte precozmente, quinto mes, y los que retornaron al noveno
mes.
Durante esta etapa será necesario el trabajo multidisciplinar con preparadores físicos,
psicólogos, etc. (146).
Existe una falta de consenso en los criterios que acrediten cuáles deben ser los
indicativos para el retorno a la actividad deportiva no restringida una vez realizada la
reconstrucción del LCA.
Entre los criterios más frecuentes para permitir el retorno deportivo estaban el
Lachman negativo (81,7 %), el rango de movilidad libre (78,4 %), el test de pivot shift
negativo (60,1 %), el test de cajón anterior (45,4 %), los test propioceptivos (43,1 %),
el análisis de la fuerza muscular (40,8 %), la prueba de salto en una pierna (39 %), la
medida traslatoria del KT-1000 (16,1 %) y la RMN (4,1 %). En las puntuaciones en
[ 163 ]
FUNDAMENTOS
pruebas de valoración específicas el 85,8 % no las utilizaban (IKDC (10,6 %), Lysholm
(8,3 %), puntaje objetivo IKDC (7,4 %), escala de actividad de Tegner (3,7 %).
El mismo autor, Logerstedt, en el 2013 relata que la fuerza del cuádriceps antes de la
cirugía predijo las puntuaciones del IKDC-2000 6 meses después de la cirugía. En el
estudio de Zwolski en 2015 sobre el IKDC y la fuerza isométrica del cuádriceps, donde
describe que los pacientes que tenían un IKDC alto tenían mayor fuerza de
cuádriceps. Una puntuación de 94,8 en IKDC indicaría que el paciente tiene una fuerza
aceptable para regresar al deporte.
[ 164 ]
FUNDAMENTOS
[ 165 ]
FUNDAMENTOS
discrepancias entre los datos se debe investigar más e identificar qué factores y
variables dan esta incapacidad de volver al nivel pre-lesional (171).
Autores como Martin et al., en 2013 proponen entre el cuarto y sexto mes proceder a
un examen clínico preciso que incluye la anamnesis, la laximetría de la rodilla, la
evaluación isocinética y los test de equilibrio y salto. Todo ello antes de someter a la
evaluación funcional neuromuscular las EEII. Este protocolo evaluativo comprende los
siguientes pasos:
[ 166 ]
FUNDAMENTOS
Otra medida de fuerza utilizada es el single leg press (Figura 55), que expresa la
estimación de la fuerza del cuádriceps por la medición de la carga máxima mantenida
en la presa en un arco de movimiento de 0º a 100º. Vendría a ser un equivalente del
Single Leg Squat Test.
• Evaluación del control neuromuscular. Muchos test están descritos para evaluar
el control neuromuscular sobre la rodilla intervenida quirúrgicamente. La mayoría se
realizan a través de análisis por imagen de la habilidad de la rodilla en la recepción de
saltos (Hop Test).
[ 167 ]
FUNDAMENTOS
⇒ Single leg hop test. Es una medida reproducible y fiable tras plastias de LCA ya
comentado en el apartado “Utilización de indicadores y escalas de valoración funcional
en lesiones del LCA” en el subapartado de pruebas funcionales.
⇒ Triple hop for distance (Figura 56).
⇒ Side hop test (Figura 57). El paciente debe efectuar saltos sobre una extremidad lo
más rápido posible, durante 15 segundos por cada lado de dos líneas alejadas a unos
40 cm. El número de saltos es contabilizado, registrado con cámara y el ángulo entre
el tronco y el miembro inferior es medido. Una desviación de tronco creará tensiones
mecánicas y desequilibrios en valgo considerables (172).
[ 168 ]
FUNDAMENTOS
⇒ Star excursión balance test (SEBT). El paciente se mantiene sobre un pie y está
pendiente de ir a buscar los puntos en estrella, lo más lejos posible de él con el otro
pie. Permite evaluar la capacidad de control del apoyo monopodal medida según esta
amplitud (Figura 59).
Otras pruebas funcionales de salto serían el landing error scoring system, que analiza
un salto y busca la disminución de la flexión de cadera y rodilla, el Y balance test, que
se considera una variante del star excursión balance test), el carioca test, el shuttle run
test, etc.
[ 169 ]
FUNDAMENTOS
Otras pruebas psicológicas son las de Fear Avoidance Beliefs Questionnaire (FABQ),
VR-12 Physical and Psychological Health Form y Psychological Readiness to Return to
Sport (I-PRRS).
Como síntesis final de este apartado, Kvist en el 2004 nos esquematiza los factores y
criterios que influyen en el retorno deportivo desde tres ámbitos: la cirugía, la RHB y
otros factores (174) (Tabla 8).
[ 170 ]
FUNDAMENTOS
El refuerzo muscular será dividido según las fases de progresión con el fin de respetar
la cicatrización y de evitar dañar al injerto tendinoso. También diferirá según el tipo de
intervención y en el momento que se efectúa. Tendrá como objetivo principal la
ganancia de potencia y resistencia o endurance muscular.
[ 171 ]
FUNDAMENTOS
Las plastias biológicas sustitutivas del LCA, en forma de injertos libres (hueso-tendón-
hueso) o protegidos por un ligamento sintético de refuerzo, deben conservar al
máximo los extremos del LCA roto, donde se localizan preferentemente los
mecanorreceptores (en especial, el muñón ligamentoso tibial), procurando su
incorporación a la plastia para conservar los reflejos de la propiocepción (182).
[ 172 ]
FUNDAMENTOS
Por todo ello, la recuperación del tono muscular y trofismo del cuádriceps es muy
importante para el buen funcionamiento del aparato extensor. La debilidad y la atrofia
muscular del cuádriceps son las deficiencias neuromusculares más persistentes
asociadas a la lesión del LCA. Los primeros meses tras la lesión o reparación son
críticos, ya que en ellos se puede producir una pérdida del 20 % al 30%, debiendo
restaurar su volumen y función (184). La rehabilitación muscular es clave para la
prevención y la recuperación articular (185). La RHB es diferente entre el vasto medial
y el vasto lateral. Sobre el vasto lateral proximal ayudará a la extensión de rodilla,
mientras que el vasto medial distal ayudará a guiar a la rótula medialmente (186).
El déficit de fuerza del cuádriceps según autores se puede prolongar durante tiempo
después de la cirugía de LCA y también a la extremidad inferior no afecta. Como es
muy importante para la estabilidad de la rodilla su debilidad implica la aparición de
otros procesos patológicos derivados (osteoartritis, etc.) (151,187).
La fuerza del cuádriceps y la activación central en pacientes con patología del LCA
después de dos semanas de ejercicios de rehabilitación mejoraban sin haber
diferencias significativas entre las técnicas de estudio (TENS y Crioterapia) (152).
[ 173 ]
FUNDAMENTOS
[ 174 ]
FUNDAMENTOS
Todo ello combinado con la inhibición conlleva no a una desaparición de las fibras
musculares, pero sí a una disminución de su diámetro. Este fenómeno afecta a todas
las fibras musculares, pero sobre todo a las lentas de tipo I. El músculo pierde
resistencia y también su capacidad de contracción voluntaria (5).
La atrofia muscular sin lesión nerviosa afecta a los diferentes tipos de fibras, tanto si
tiene un origen en una inmovilización total o una infrautilización del músculo que
concierne.
Sobre diferentes estudios como los de Willmore en 2006 se aportan resultados sobre
el efecto de la inmovilización y del cese del entreno regular. En el caso de la
[ 175 ]
FUNDAMENTOS
inmovilización completa, la atrofia era rápida para las fibras I y IIa, pero las fibras IIb
también se encontraban afectadas. La pérdida de fuerza se iniciaba a partir de la sexta
hora de inmovilización y era muy importante durante la primera semana (de un 3 % a
un 4 % por día).
En el caso de una inmovilización parcial o detener una actividad regular, hay una
conservación de fibras tipo I y IIa y una disminución del porcentaje de fibras IIb. Por
contra, la sección de las fibras musculares, sin tener en cuenta el tipo de fibras, se
modifica poco al tiempo que la fuerza muscular disminuye.
Pero la inhibición muscular en general o IMA puede aparecer sin amiotrofia por
traumatismos menores o menos importantes, como una caída o un golpe que paraliza
durante un tiempo determinado antes de volver a movilizar los miembros. Este reflejo
puede convertirse en crónico y tener consecuencias patológicas para la articulación
que protegía, como la rigidez articular o las retracciones de los elementos
periarticulares.
Los métodos y herramientas de medida para la utilización del registro de los datos de
la siguiente tesis son mencionados y recogidos en la literatura. No hay un único
[ 176 ]
FUNDAMENTOS
estándar y su recogida puede resultar de diversos métodos propuestos para cada uno
de ellos, tal y como vemos a continuación:
El paciente está sentado en un banco con las caderas y rodillas en flexión de 90°. La
tibia distal está fijada al brazo de fuerza del dinamómetro justo proximal al maleolo
lateral, y las tiras o fijaciones de velcro se utilizan para estabilizar el muslo y la pelvis.
El eje de rotación se ajusta de modo que se alinee con el epicóndilo lateral del fémur.
Después de limpiar el área con alcohol, se colocan electrodos autoadhesivos de 7,6 a
12,7 cm, que para el test de estímulo eléctrico durante la prueba se colocan
proximalmente sobre el vasto lateral y medial de forma proximal y distal en sus
vientres musculares.
Para asegurarse de que el paciente está ejerciendo un esfuerzo máximo, este debe
estar familiarizado con el procedimiento y recibir el estímulo verbal del evaluador y una
retroalimentación visual de indicación de la fuerza en tiempo real del dinamómetro. El
paciente realiza tres ensayos de práctica, y se inicia la prueba después de 5 minutos
de descanso. Para la prueba, se enseña al paciente a contraer al máximo sus
cuádriceps durante 5 segundos, tiempo en el cual una ráfaga supramáxima, en ráfaga
de estimulación eléctrica (amplitud de 135 V; duración de tren de 100 milisegundos;
duración del pulso de 600 microsegundos; e intervalo de pulso de 10 milisegundos), se
aplica en el cuádriceps para asegurar la activación del músculo de forma completa. Si
la fuerza producida por el paciente es de menos de 95 % de la fuerza eléctricamente
suscitada, la prueba se repite, con un máximo de tres ensayos por extremidad. Para
evitar la influencia de la fatiga, el paciente debe permanecer 2-3 minutos de descanso
entre ensayos. Si no se consigue la activación completa (el pico de esfuerzo voluntario
es menos que el 95 % que el eléctricamente suscitado para la producción de fuerza)
durante alguno de los ensayos, el más alto de la fuerza voluntaria de salida es el que
se utiliza para el análisis. Un software a medida se utiliza para identificar la fuerza
voluntaria máxima producida tanto por la extremidad no afecta y afecta durante la
prueba. El índice del cuádriceps se calcula como la valoración de fuerza después de la
misma y se completa mediante el cálculo (lado afecto fuerza máxima/lado sano fuerza
máxima) × 100 %.
Otros métodos, como los dinamómetros manuales, son considerados por muchos
autores un buen método de valoración de la fuerza (Fenter et al., 2003; Krause et al.,
[ 177 ]
FUNDAMENTOS
El paciente está sentado en un banco con las caderas posicionadas a 90° de flexión.
La tibia distal está fijada al brazo de fuerza dinamómetro justo proximal al maleolo
lateral, con sujeción de cinchas de velcro que se utilizan para estabilizar el muslo y la
pelvis. El eje de rotación se ajusta de modo que se alinee con el epicóndilo lateral del
fémur.
Para asegurarse de que el paciente está ejerciendo un esfuerzo máximo, que está
familiarizado con el procedimiento y que recibe el estímulo verbal del evaluador y la
retroalimentación visual de indicación de la fuerza en tiempo real del dinamómetro, el
paciente realiza tres ensayos de práctica, y se inicia la prueba después de 5 minutos
de descanso.
[ 178 ]
FUNDAMENTOS
[ 179 ]
FUNDAMENTOS
Además, esta relación EMG-fuerza depende del tipo de músculo así como de su
patrón de reclutamiento (número y tamaño de las unidades motoras activas y de su
frecuencia de estimulación). Sin embargo, la amplitud electromiográfica es una medida
indirecta de fuerza muscular y, por tanto, es muy utilizada para conocer el estado
funcional de un músculo y determinar si se encuentra debilidad o atrofiado (194).
[ 180 ]
FUNDAMENTOS
2+: derrame que rellena completamente el surco medial de la rodilla con el movimiento
hacia abajo o vuelve al lado medial de la rodilla sin movimiento descendente
Otra medición del derrame intrarticular como el anterior se puede realizar utilizando el
Bulge Sign o Bulge Test que también se puede denominar o se encuentran en la
literatura sinónimos como knee hydrops test, knee effusion test, effusion wave test,
sweep test, patella brush test. Todos ellos se pueden combinar con las pruebas de
fluctuación o peloteo/rebote rotuliano denominadas a nivel anglosajón ballottement
patella test y fluctuation test. El examinador, con su mano situada a nivel superior a la
rótula, empuja los tejidos y el posible fluido inferiormente hacia la rótula. Mantiene esta
[ 181 ]
FUNDAMENTOS
Estos sistemas han servido para aprovechar alguna parte de estas mediciones en
cálculos de distancia de relación cuando el cuádriceps está contraído o en reposo
muscular a 0º y 30º de flexión y ver su variación pre y posquirúrgica respecto al
posicionamiento rotuliano. Se ha realizado una radiografía lateral en reposo muscular
y otra dinámica (con contracción cuadricipital isométrica a 0º y 30º de flexión de rodilla)
y se ha tomado la parte de la medición del índice de Insall-Salvati; se ha tomado la
distancia TTA-polo inferior de rótula para así poder apreciar la diferencia de
posicionamiento entre el reposo y la contracción muscular máxima isométrica
cuadricipital. Tavera et al., en el 2000, propone también otro método tomando la
[ 182 ]
FUNDAMENTOS
[ 183 ]
FUNDAMENTOS
[ 184 ]
FUNDAMENTOS
Según Calmels (1990) y Staron (1989), la amiotrofia del segmento muslo estimado por
perimetría no parece estar correlacionado al déficit real de la fuerza del cuádriceps.
Después de un entrenamiento, el desarrollo muscular apreciado por perimetría no está
relacionado con la ganancia de rendimiento y las adaptaciones neurológicas no están
tomadas en consideración.
[ 185 ]
FUNDAMENTOS
LCA y rodillas
Soderberg et al.,1996 18 Línea media articular R= 0.82-0.98 (ICC)
normales
La fiabilidad entre observadores se calculó usando una media de tres ensayos y también se informó de una misma medida en un
día, y las mediciones realizadas en días diferentes.
[ 186 ]
FUNDAMENTOS
R = Perímetro medido/2π
S = Pl/2
r = R-S
área = π r2
[ 187 ]
FUNDAMENTOS
Para el control del área muscular valoraremos el aumento o disminución del radio (r).
Y con ello evidentemente el aumento del área ocupada por la musculatura.
Las escalas analógicas como las numéricas se presentan en muchos formatos para
valorar la experimentación del dolor del individuo, tanto en una actividad específica o
en reposo.
Las escalas analógicas visuales se componen de una línea con descriptores verbales
proporcionados en cada extremo. Permite medir la intensidad del dolor con la máxima
reproductibilidad entre los observadores. Consiste en una línea horizontal de 10 cm,
en sus laterales se encuentran las expresiones extremas de un síntoma. Se mide con
una regla milimetrada. La intensidad se expresa en centímetros o milímetros. Estos
descriptores verbales son similares a las de la escala numérica del dolor (END). En la
escala numerada de 1-10, donde 0 es la ausencia y 10 la mayor intensidad, el
paciente selecciona el número que mejor evalúa la intensidad del síntoma. La longitud
de la línea puede variar, aunque las líneas de 10 cm de longitud son frecuentemente
utilizadas (Chapman et al., 1985; Flaherty, 1996).
Se requiere colocar una sola marca en la línea del sujeto e indicar su nivel de dolor. La
distancia entre el extremo izquierdo de la línea y la marca realizada por el sujeto se
mide por el investigador, comúnmente en milímetros, y esta longitud es interpretada
para equiparar la cantidad de dolor experimentado por el sujeto (Flaherty, 1996)
(Figura 66).
[ 188 ]
FUNDAMENTOS
Las principales ventajas de los END y la EVA (escala visual analógica) se basan en
que son fáciles y económicas de administrar (Chapman et al.,1985; Flaherty, 1996).
Una ventaja adicional de la END es que se puede administrar en una forma escrita o
verbal. Por el contrario, la EVA solamente se puede completar en la forma escrita
(Flaherty, 1996). La EVA, sin embargo, evita los problemas asociados con dificultades
en el lenguaje (Flaherty, 1996).
Flaherty (1996) sugiere que algunos pacientes podrían tener dificultades para convertir
la percepción del dolor a una línea recta con la EVA. Esta es presumiblemente debido
a que el dolor es un complejo multidimensional y puede ser dificultoso para muchos de
los pacientes convertirla en una medida analógica unidimensional.
La EVA y la END han demostrado ser fiables y válidas para las mediciones de dolor
agudo y el dolor crónico (Jensen, Turner, Romano y Fisher, 1999; Puntillo y Vecino,
1997). Además, se utiliza en múltiples asociaciones de escalas funcionales, siendo un
apartado de ellas.
[ 189 ]
FUNDAMENTOS
[ 190 ]
FUNDAMENTOS
Tabla 11. Equilibrio de la balanza neuromuscular en el transcurso de una inhibición muscular artrogénica.
Traducido y adaptado de (Chanussot, 2005)
[ 191 ]
FUNDAMENTOS
La magnitud de la IMA dependerá del tipo de lesión. El déficit de activación parece ser
de una mayor amplitud en un contexto de dolor anterior de rodilla que en una lesión de
LCA (201). Suter observó, tras una artroscopia de rodilla, que los pacientes con
dolores anteriores tenían no solamente una inhibición del músculo homolateral sino
también una inhibición menor en la extremidad contralateral (205). Este mismo
fenómeno sucede en otras lesiones como las reconstrucciones del LCA y la artrosis de
rodilla (201,205,207).
[ 192 ]
FUNDAMENTOS
Hay estudios que demuestran que los valores de par muscular por unidad de volumen
de ambos lados (lesionados y no lesionados) de pacientes con rotura del LCA fueron
significativamente menores que los del grupo de control, proporcionando de ese modo
una evidencia indirecta de la obstaculización del reclutamiento de unidades motoras
en estos pacientes (211). En una RS realizada por Hart se muestra que hay un déficit
de activación muscular del cuádriceps de la extremidad lesionada, pero también en
menor proporción del cuádriceps de la extremidad no lesionada (201). En esta RS se
citan estudios de Urbach y Hopkins que utilizan el interpolated twitch technique o
técnica de interpolación fibrilar para medir el nivel de activación muscular. Esta técnica
de medida contabiliza el número de unidades motoras que no son reclutadas durante
una contracción muscular voluntaria. Por lo tanto, la twitch interpolation o interpolated
twicht technique pone de manifiesto para cualquier tipo de población (sujetos sanos,
lesionados de la rodilla, individuos con miopatía, etc.) la incapacidad del sistema
nervioso central de activar de forma máxima todas las unidades motoras del músculo
durante las contracciones voluntarias máximas estáticas o dinámicas. Este grado de
inhibición está generalmente comprendido entre un 5 % y un 15% para el cuádriceps
en condiciones estáticas, y para los flexores plantares del tobillo entre 1 % y un 10%,
[ 193 ]
FUNDAMENTOS
En sus estudios han evidenciado que la reconstrucción del LCA hace disminuir la
activación de los dos cuádriceps. Estos estudios también subrayan la dificultad en la
explicación del origen de este fenómeno de la IMA y la dificultad de la graduación de la
evolución del estado de contracción muscular de una extremidad respecto a la otra
(208,214).
El tiempo transcurrido desde la lesión también resulta ser un factor que influye sobre la
IMA (201). La IMA dependerá del grado de lesión articular, el tiempo transcurrido
desde la lesión y el ángulo de la articulación de la rodilla (201). Hay mayor afectación
de la IMA en la fase aguda del daño articular, pero con el tiempo la gravedad de la
lesión disminuye, según este autor no estaba presente en pacientes con lesión crónica
del LCA (promedio de 2 años después de la lesión) (215). El tipo cirugía practicada
también parece influir sobre la IMA, por ejemplo la cirugía mínimamente invasiva
puede minimizar la disfunción cuadricipital a nivel muscular respecto a otro tipo de
cirugía (216).
[ 194 ]
FUNDAMENTOS
Hay numerosos factores que poseen las propiedades de aumentar las aferencias de
descarga articular que corresponden a las aferencias inhibidoras. Los factores que han
sido identificados que alteran la descarga aferente de inervación sensorial se pueden
encontrar en todas las lesiones de rodilla asociadas o aisladas y provienen del
derrame articular, la inflamación, la laxitud articular y el daño estructural en los
receptores articulares y su aumento anómalo de descarga aferente sensorial; estos
son los que pueden dar en algunos casos IMA (220).
[ 195 ]
FUNDAMENTOS
Figura 67. Registro de la respuesta refleja mediante la estimulación eléctrica de las fibras aferentes Ia en
un nervio periférico (Figueira et al., 2007).
Hay estudios que observaron los efectos en rodillas sanas tras la perfusión de una
solución salina y detectaron mayor inhibición a los 90º y a los 15º de flexión de rodilla,
hecho por el cual puede explicar por qué el paciente coloca su rodilla en ligero flexo y
[ 196 ]
FUNDAMENTOS
estos últimos grados de extensión de rodilla puedan ser más difíciles de recuperar
(201,208,228).
Por esta razón, se preconiza por parte de algunos autores que el trabajo isométrico de
cuádriceps en esta etapa aguda poslesión, cirugía, etc. se realice a 30º-50º de flexión
de rodilla donde la presión intrarticular es más baja (229). Sería útil para investigar los
déficits voluntarios de activación en trastornos de la articulación de rodilla oscilar en
ángulos más extendidos utilizados con frecuencia durante la actividad diaria (230).
En pacientes que ha predominado el dolor en la IMA una vez resuelto el cuadro álgico
se necesita aún más tiempo para restaurar esta función muscular (231). Hay estudios
realizados tras una meniscectomía en los que se objetivó disminución del dolor y
también de la IMA introduciendo en la articulación 15 ml de inyección de anestésico
local. Por el contrario, introduciendo 5 ml menos (10 ml) de anestésico local se eliminó
el dolor, pero no se observó disminución de la inhibición muscular (232). Autores como
Suter en 1998 destaca una disminución del dolor después de una artroscopia de rodilla
en pacientes con patologías que cursan con dolor anterior de rodilla. Esta disminución
del dolor se asocia a una disminución de la inhibición muscular. Se constata que la
presencia de dolor a nivel de la rodilla se traduce por una disminución de la frecuencia
de descarga de las unidades motoras. Esta disminución de la frecuencia de descarga
condiciona una disminución de la fuerza. Este fenómeno no se produce del todo así,
ya que, por el contrario, el reclutamiento espacial de nuevas unidades motoras en
presencia de dolor en cada haz muscular permite repartir mejor las cargas
relacionadas con la contracción muscular para disminuir el dolor y proteger las
estructuras (233).
[ 197 ]
FUNDAMENTOS
[ 198 ]
FUNDAMENTOS
Tras la ruptura del ligamento, se observa una exageración del movimiento a nivel de la
articulación. Lo que estimula los nociceptores y los receptores que informan sobre el
exceso de movimiento. Estos receptores envían informaciones aferentes anormales
que por ellas mismas reducen la excitabilidad de las Mn-α del músculo cuádriceps y,
por lo tanto, su activación voluntaria.
[ 199 ]
FUNDAMENTOS
La elección del tendón dador para la ligamentoplastia también puede influir sobre la
inhibición muscular según la posibilidad de elección del cirujano entre el tendón
patelar, el tendón del grácil o semitendinoso, el tendón cuadricipital y el tendón de la
fascia lata. Sobre los dos más comúnmente utilizados se encuentran el tendón
rotuliano o de musculatura de la pata de ganso. El injerto rotuliano es muy a menudo
utilizado por ser más sólido y las fijaciones son implantadas a nivel óseo. Si se elige
este injerto tendinoso las repercusiones sobre la inhibición cuadricipital y el déficit de
fuerza tienen más influencia sobre el aparato extensor, hecho que provoca una
inhibición neural (201).
Figura 68. Colocación de manguito de isquemia para la intervención quirúrgica de ligamentoplastia del
LCA (Fuente propia del autor).
Aunque los efectos nocivos de la utilización del manguito sobre los músculos o los
nervios han sido demostrados, su uso hoy en día todavía obedece a razones prácticas
y tradicionales. Barwell realizó un estudio en las colocaciones de las prótesis total de
rodilla sobre la diferencia del proceso operatorio en función del momento de relajación
del manguito anterior o posterior al cierre cutáneo. Los pacientes que pertenecían al
[ 200 ]
FUNDAMENTOS
grupo en el que el manguito fue relajado antes del cierre cutáneo presentaban menos
dolores, la extensión completa activa se adquiría más temprano y la duración media
hospitalaria se reducía 3 días. Estos resultados se acercan a los resultados de
estudios en ausencia de manguito.
Los receptores de Golgi están inervados por axones sensoriales (Ib), que penetran en
la médula espinal para efectuar sinapsis con las interneuronas del asta ventral.
Algunas de estas interneuronas realizan conexiones inhibidoras con las motoneuronas
alfa que inervan al mismo músculo, base del reflejo miotático inverso (de función
[ 201 ]
FUNDAMENTOS
El reflejo miotático tiene una función postural, es el responsable del tono muscular.
Cuando una fuerza externa tiende a modificar la postura se estiran algunos músculos y
se genera una contracción que se opone a ese cambio. Al seccionar las raíces
dorsales se elimina el reflejo y se produce una pérdida del tono muscular, lo que
ratifica la retroalimentación sensorial.
Las fibras aferentes procedentes de los husos (tipo Ia y II) entran en la médula por la
raíz posterior, se ramifican rápidamente y hacen sinapsis excitadoras con las
motoneuronas del músculo del que proceden y de los músculos sinergistas.
La fibra (Ia) y las motoneuronas alfa con las que hace sinapsis constituyen el arco
reflejo miotático monosináptico porque solo una sinapsis separa las aferencias
sensoriales primarias de las eferencias de la motoneurona. Este arco reflejo sirve de
circuito de retroalimentación antigravedad. La mayor descarga de potenciales de
acción de los axones (Ia) despolariza sinápticamente las motoneuronas alfa, que
responden aumentando su frecuencia de potenciales de acción (contracción muscular,
acortamiento del músculo) (Figura 69).
[ 202 ]
FUNDAMENTOS
Figura 69. Esquematización del Bucle Gamma (Fuente propia del autor).
⇒ las células ganglionares de la raíz dorsal, con axones que inervan a los husos
neuromusculares.
⇒ las neuronas motoras superiores del cerebro, que terminan principalmente en las
neuronas motoras alfa que inervan los músculos distales.
⇒ las interneuronas de la médula espinal, cuyas aferencias pueden ser excitadoras o
inhibidoras
Estas vías medulares no se deben de tener en cuenta por separado, y parece que se
produce un solapamiento entre ellas, aunque los mecanismos exactos no se
encuentran todavía claramente dilucidados (201).
El derrame articular puede facilitar la IMA por la facilitación de las Ib-via inhibitoria y de
las Mn-γ (240). Las Mn-γ se inhiben. La activación de las Mn-γ es regulada por el
[ 203 ]
FUNDAMENTOS
sistema sensorial aferente (feedback aferente) desde el huso muscular dentro del
propio músculo (244).
Figura 70. Esquema simplificado de las diferentes vías nerviosas que pueden influir sobre el mecanismo
de coactivación de los músculos antagonistas.Traducido y adaptado de (Remaud, 2007).
Por último, la tercera vía espinal seria la Mn-γ. Es un circuito reflejo espinal que se
forman con las Mn-γ que inervan los husos musculares primarios que, a su vez,
transmiten impulsos excitatorios a la motoneurona homónima-α a través de las fibras
aferentes Ia. La función normal del circuito reflejo espinal gamma es necesario para
lograr la activación muscular completa durante contracciones voluntarias, por lo tanto
el deterioro de transmisión de esta vía puede contribuir a la IMA. Se han encontrado
hallazgos en pacientes con intervenciones quirúrgicas de LCA hasta 20 meses
después de la cirugía pudiendo haber afectación bilateral, es decir, en el cuádriceps
contralateral (247).
La medición del reflejo de Hoffmann ha resultado ser una medida válida y fiable para el
estudio de la detección de estos cambios neuromusculares (248). Actualmente se
acepta que el reflejo Hoffmann (onda H) resulta de la transmisión espinal a través de
un arco reflejo que involucra el huso muscular o fibras intrafusales, la vía sensitiva la,
[ 204 ]
FUNDAMENTOS
En conclusión sobre este último apartado, se puede apreciar que hay pruebas que
sugieren que la lesión del LCA interrumpe el flujo de salida de excitabilidad aferente en
el cuádriceps con las descargas de la Mn-γ y/o centros supraespinales.
Dada la publicación de estudios donde se señala una reducción voluntaria del esfuerzo
en la activación del cuádriceps, tal vez por temor a dañar la zona lesionada o provocar
dolor de la articulación lesionada (250), es rebatido por otros autores donde destacan
que las reducciones de activación del cuádriceps se basan más en las acciones
reflejas de las aferencias articulares que en los cambios de voluntad (229).
La IMA del cuádriceps se concentra sobre todo en los vastos medial y lateral. El recto
femoral también se ve implicado, pero en menor medida respecto a los vastos. En
consecuencia el paciente utiliza el TFL (tensor de la fascia lata) para realizar una parte
[ 205 ]
FUNDAMENTOS
de la extensión de rodilla, pero al final este hecho resulta poco eficaz porque no
permite el bloqueo activo de la articulación.
En carga, los pacientes se quedan en posición de flexo activo de algunos grados por
utilizar los isquiotibiales como mecanismo propioceptivo de estabilización. Se puede
evidenciar en algunos pacientes al cabo de unas semanas en el posoperatorio que
mantienen un flexo con IMA todavía de vasto medial del cuádriceps (246). Por lo tanto,
el abordaje de la IMA en el periodo posoperatorio inmediato permite optimizar el
abordaje muscular en la RHB para recobrar una rodilla estable con bloqueo activo en
extensión.
• atrofia muscular,
• retracciones de los alerones rotulianos,
• formación de adherencias a nivel de la bursa serosa pretibial pudiendo derivar o
provocar acortamientos y retracciones del tendón rotuliano,
• retracción capsular,
• retracción isquiotibial.
• un genu flexum,
• una rigidez en flexión,
• un descenso de la rótula/rótula baja,
• un síndrome doloroso femoropatelar.
[ 206 ]
FUNDAMENTOS
también poder evitar mayores repercusiones patológicas (251). El objetivo principal del
abordaje de la IMA es retornar al músculo una buena contracción voluntaria dentro de
un esquema motor satisfactorio que devuelva la conciencia del movimiento, todo ello a
través de inhibir las estimulaciones inhibidoras y aumentar las estimulaciones
facilitadoras musculares. La inhibición puede entrar en un bucle de retroalimentación
(Figura 71). Es por este motivo que es de gran importancia tratarla rápidamente para
evitar un nuevo perjuicio. La inhibición afecta el trabajo excéntrico del cuádriceps a la
hora de la marcha y la estabilidad dinámica de la rodilla.
[ 207 ]
FUNDAMENTOS
[ 208 ]
FUNDAMENTOS
La crioterapia puede reducir temporalmente la IMA como anestésico local sin ser
invasivo. Si se aplica antes de la sesión de trabajo muscular para reducir el dolor,
retardar o reducir la inflamación y la IMA, aumenta la activación del cuádriceps
(184,223).
[ 209 ]
FUNDAMENTOS
de impulso de 100 µseg y una frecuencia de 120 Hz. La intensidad es elevada hasta el
umbral de contractibilidad muscular y después se disminuye ligeramente para no
observar la contracción. La duración del tratamiento es de 30 minutos.
[ 210 ]
FUNDAMENTOS
El uso de la crioterapia y/o del TENS antes del refuerzo muscular puede tener
resultados más eficaces para la tonificación muscular. Los efectos de la crioterapia son
visibles en los 45 minutos siguientes de su aplicación. La disminución de la velocidad
de conducción es una parte de sus efectos, pero por otra parte un mayor porcentaje de
actuación se encuentra en la influencia sobre los estímulos sensoriales más que sobre
los estímulos motores.
[ 211 ]
FUNDAMENTOS
a la estimulación eléctrica puede ser aceptada por el paciente, pero para un músculo
de mayor volumen como el cuádriceps puede llegar a ser desagradable o molesto.
Esta situación se puede combinar por la activación activa del cuádriceps. Si la IMA
abarca el 50 % del músculo, que la estimulación eléctrica active el 40 % y que la
contracción voluntaria active el 50 %, así solo quedará un 10 % de fibras que no serán
activadas.
⇒ Masaje del músculo inhibido con estiramiento sobre los husos neuromusculares.
⇒ Contracción isométrica con fijación de cincha. Está asociado a la imagen motriz de
aplastar un cojín poplíteo y de movilización patelar con previo descenso pasivo con
ascenso activo por contracción muscular de cuádriceps si es posible.
Hay numerosas variantes de este ejercicio pudiendo contraer con contacto del talón
sobre la camilla o no, de colocar el tobillo en flexión dorsal o no o una combinación de
ambos. Este ejercicio en el contexto de una ligamentoplastia de LCA puede aumentar
la tensión del trasplante si se realiza en CCA con talón libre y no en CCC con talón fijo
a la camilla.
[ 212 ]
FUNDAMENTOS
Hay autores que alertan que, en la realización del ejercicio de contracción isométrica
de aplastamiento del cojín poplíteo, el paciente puede realizarlo utilizando la cadena
muscular posterior conformada por glúteos, isquiotibiales y tríceps sural, hecho por el
cual se debe vigilar por parte del terapeuta dicha situación para corregirla y alertarla al
paciente.
Las contracciones flash se obtienen en posición del paciente en sedestación con los
miembros inferiores sobre la camilla con la rodilla intervenida quirúrgicamente de 0º a
5º, colocando manualmente en tensión el tendón cuadricipital por un descenso de la
rótula y solicitando al paciente extender la rodilla.
[ 213 ]
FUNDAMENTOS
Se pueden utilizar cadenas homolaterales de distal a proximal como son los ejercicios
de reclutamiento muscular del cuádriceps por dorsiflexión resistida de tobillo. En ellos
se debe de prestar especial atención los primeros días posquirúrgicos, ya que el
paciente los puede realizar a través de estrategias compensatorias como un flexum de
rodilla y cadera, sin una real utilización del cuádriceps, y ello conllevar dolores que
incidan en el aumento de la IMA cuadricipital (246). Para que no suceda esta situación,
el fisioterapeuta explica e instruye sobre la realización del ejercicio dentro de un
esquema progresivo de RHB en el cual supervisa la ejecución del mismo para poder
realizar las correcciones oportunas.
Se utiliza de forma homolateral (si se utiliza un músculo distal del miembro homolateral
como músculo gatillo o desencadenante) o contralateral (si se utiliza un músculo distal
del miembro contralateral como músculo gatillo o desencadenante) y su irradiación
viene caracterizada por su dirección.
[ 214 ]
FUNDAMENTOS
[ 215 ]
FUNDAMENTOS
Figura 74. Irradiación del miembro inferior contralateral a la extremidad afecta (Fuente propia del autor).
[ 216 ]
FUNDAMENTOS
Figura 75. Ejemplo de irradiación axial periférica (Fuente propia del autor).
A este ejercicio de irradiación se le puede añadir los rectos abdominales para irradiar
hasta los flexores de cadera para finalizar en el músculo diana del cuádriceps. En este
ejercicio de irradiación se utilizan reacciones de equilibrio utilizando un desequilibrio
anteroposterior y simétrico solicitando un trabajo de cadena anterior del tronco.
[ 217 ]
FUNDAMENTOS
En conclusión, se puede iniciar por un trabajo indirecto de irradiación, que permite una
difusión de la respuesta muscular de la parte más fuerte hacia la más débil. Este
hecho permite una contracción no voluntaria del músculo débil y la disminución del
dolor.
Figura 76. Estimulación vibratoria a través de vibraciones mecánicas-sónicas con equipo Vibralgic 5®
(Fuente propia del autor).
Es un buen método para estimular los husos neuromusculares, pero no actúa sobre
los órganos de Golgi ni sobre otros receptores de tipo muscular.
[ 218 ]
FUNDAMENTOS
[ 219 ]
FUNDAMENTOS
[ 220 ]
FUNDAMENTOS
Por lo tanto, es más fácil obtener una contracción del cuádriceps en un movimiento o
un patrón cinético que demandando al paciente que contraiga el músculo del
segmento muslo. Cuando el cerebro recibe mayores aferencias el movimiento estará
mejor coordinado. Por todo ello, se estimulan los propioceptores en variedad de
demandas o solicitaciones por resistencia, por irradiación, por estiramiento
preparatorio, por tracción o decoaptación y los exteroceptores por feedback visual y
verbal (262).
⇒ Estimulación magnética transcraneal (TMS). Hay autores que demuestran una mejor
activación de cuádriceps tras la utilización de esta terapéutica (263). La estimulación
magnética transcraneal es un método no invasivo, seguro e indoloro de estimulación de
las neuronas corticales; es decir, las corrientes eléctricas en los axones de las
interneuronas estimuladas por estimulación magnética transcraneal activan cuerpos
celulares de las neuronas corticales a través de la transmisión sináptica.
La TMS se dirige sobre la región del córtex motor que genera el movimiento voluntario
en la periferia correspondiente al tracto corticoespinal descendente que tiene
proyección sobre las motoneuronas musculares. La TMS se puede utilizar para
disminuir la inhibición presináptica de las interneuronas que intervienen en el
mecanismo de modulación de la IMA. Esta inhibición podría disminuirse antes de
realizar el ejercicio terapéutico utilizando la TMS. En este momento los pacientes
pueden tener más neuronas motoras disponibles para optimizar la función
neuromuscular.
Hacen falta más estudios para conocer si la TMS podría abordar eficazmente los
déficits de activación cuadricipital en pacientes con inhibición muscular y que están en
riesgo de progresión evolutiva a osteoartritis de rodilla (254).
[ 221 ]
FUNDAMENTOS
Otros autores como Grindstaff et al., en el 2012, en un estudio sobre la activación del
cuádriceps en el dolor del síndrome fémoropatelar, no encontraron diferencias
significativas sobre el cuádriceps pre y posintervención de maniobras a nivel
lumbopélvico.
[ 222 ]
ANÁLISIS DE LA INHIBICIÓN
MUSCULAR ARTROGÉNICA DEL
CUÁDRICEPS
POSLIGAMENTOPLASTIA DEL
LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR
DE RODILLA Y SU REPERCUSIÓN
EN LA FUNCIÓN DEL APARATO
EXTENSOR
HIPÓTESIS
Facultad de Medicina
y Ciencias de la Salud
• La IMA de cuádriceps incidirá más sobre el vasto medial (VM) que sobre el vasto
lateral (VL) en la extremidad afecta. A nivel muscular global habrá una presencia
en menor grado de IMA en la extremidad contralateral no afecta.
[ 225 ]
ANÁLISIS DE LA INHIBICIÓN
MUSCULAR ARTROGÉNICA DEL
CUÁDRICEPS
POSLIGAMENTOPLASTIA DEL
LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR
DE RODILLA Y SU REPERCUSIÓN
EN LA FUNCIÓN DEL APARATO
EXTENSOR
OBJETIVOS
Facultad de Medicina
y Ciencias de la Salud
• Comparar la afectación de la IMA sobre vasto medial (VM) y el vasto lateral (VL)
en la extremidad afecta y en la contralateral no afecta.
[ 229 ]
ANÁLISIS DE LA INHIBICIÓN
MUSCULAR ARTROGÉNICA DEL
CUÁDRICEPS
POSLIGAMENTOPLASTIA DEL
LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR
DE RODILLA Y SU REPERCUSIÓN
EN LA FUNCIÓN DEL APARATO
EXTENSOR
MATERIAL Y MÉTODOS
Facultad de Medicina
y Ciencias de la Salud
5. MATERIAL Y MÉTODOS
[ 233 ]
MATERIAL Y MÉTODOS
otros como el Biosure. Ha habido casos que en la fijación proximal también se han
utilizado el Endobutton Direct y en la fijación distal el tornillo de interferencia del tipo
PLLA-Stryker o la grapa Richards. El cierre de las incisiones quirúrgicas se realiza
mediante agrafes metálicos en piel.
Figura 77. Procedimiento quirúrgico en la ligamentoplastia pata de ganso (Fuente propia del autor).
[ 234 ]
MATERIAL Y MÉTODOS
El segundo criterio de inclusión es que lleven más de 4 semanas tras la ruptura del
LCA y que tengan una movilidad completa de rodilla (solo se aceptan pacientes con
una limitación en los últimos grados de flexión por sospecha o confirmación de
patología meniscal).
Los criterios de exclusión son todos aquellos que no reúnan las características del
grupo anterior, es decir, las que reúnan los siguientes rasgos:
[ 235 ]
MATERIAL Y MÉTODOS
• Sexo
• Edad
[ 236 ]
MATERIAL Y MÉTODOS
Figura 79. Báscula médica con altímetro modelo SECA (Fuente propia del autor).
[ 237 ]
MATERIAL Y MÉTODOS
Las recogidas de datos posquirúrgicos se llevan a cabo el 4º día (1ª semana), y el 1º,
3º y 6º mes, se vuelven a repetir las mismas valoraciones y recogidas de datos de las
variables.
[ 238 ]
MATERIAL Y MÉTODOS
Todas las valoraciones las llevará a cabo un fisioterapeuta y, para la variable DTTA-R
para objetivar la distancia en reposo y el ascenso rotuliano por contracción activa
isométrica de cuádriceps a 30º y 0º, las llevará a cabo un técnico de radiología junto
con un fisioterapeuta. Para estas valoraciones el paciente tiene preparada la piel (está
rasurado y tiene la piel libre de impregnaciones cutáneas como cremas, etc. que
puedan dificultar la realización de la valoración sobre todo para la electromiografía de
superficie).
Para las variables sexo, extremidad afecta y no afecta, edad, talla, peso, IMC, RHB
prequirúrgica se realiza y se lleva a cabo a través de entrevista personal y por la
información disponible en la historia clínica del paciente. Para la valoración de talla y
peso se lleva a cabo valoración–exploración física funcional, mientras que para las
demás variables se lleva a cabo una valoración funcional-instrumental que se detalla a
continuación como objeto de estudio.
Figura 80. Cinta métrica para medición de circunferencias de extremidades (Fuente propia del autor).
[ 239 ]
MATERIAL Y MÉTODOS
Figura 81. Perimetría femoral por segmentos; 1/3 inferior (5 cm), 1/3 medio (10 cm), 1/3 superior (15 cm)
(Fuente propia del autor).
[ 240 ]
MATERIAL Y MÉTODOS
nombrada como 0º SC: sin contracción. Se toma una segunda radiografía dinámica,
con la solicitación en contracción activa de cuádriceps hacia la extensión activa de
rodilla (isométrico de cuádriceps a 0º) nombrada como 0º CC: con contracción a nivel
prequirúrgico.
Figura 82. Valoración radiológica DTTA-R (basal y en contracción a 0º) (Fuente propia del autor).
[ 241 ]
MATERIAL Y MÉTODOS
Para determinar la dosis recibida se depende del factor de ponderación del órgano y las
superficies óseas. La dosis efectiva media en mSv (milisievert) en extremidades por
proyección es de 0,001-0,005. El personal expuesto tiene máximo 50 mSv/año (264).
Igual que para la valoración a 0º, se realiza la segunda valoración a 30º de flexión de
rodilla, con cuña triangular no deformable con protección para hueco poplíteo y que
abarca desde hueco poplíteo hasta tuberosidad isquiática, recogiendo la parte posterior
del muslo, y se le solicita al paciente la contracción isométrica cuadricipital hacia la
extensión de rodilla (30º hacia 0º) sin movimiento activo de rodilla (Figura 83).
Figura 83. Valoración radiológica DTTA-R (basal y en contracción a 30º) (Fuente propia del autor).
[ 242 ]
MATERIAL Y MÉTODOS
Se colocan dos electrodos en dirección a las fibras musculares para el VM, colocándolos
en el 80 % de la línea entre EIAS y espacio articular del ligamento colateral medial, y
dos electrodos en el VL situado a 2/3 de la línea entre EIAS y borde lateral de rótula
(Figura 84) y el 5º electrodo o electrodo toma de tierra o de referencia se coloca en la
[ 243 ]
MATERIAL Y MÉTODOS
Todos los registros se han unificado bajo las mismas condiciones ambientales (sala,
temperatura, etc.) y temporales realizándose a partir de las 18 h, ya que según diversos
autores (Guette et al., 2005 y Maffiuletti, 2010) es cuando se obtienen los mayores picos
de fuerza en el cuádriceps, siendo menores a primeras horas de la mañana.
Figura 84. Situación de colocación de electrodos para EMGS de VM y VL de rodilla según SENIAM 8
(web).
Figura 85. Colocación de la EMGS y del paciente en acoplamiento con el DFM para valoración a 0º y 30º
de flexión de rodilla (Fuente propia del autor).
[ 244 ]
MATERIAL Y MÉTODOS
Estos factores varían entre individuos, entre días para un mismo individuo y dentro de un
mismo día si los electrodos han sido retirados y vueltos a colocar. Ello hace que el
voltaje registrado procedente de un músculo sea difícil de describir en términos de nivel,
si no existe un valor de referencia respecto al cual compararlo.
Por tanto, para poder comparar la actividad EMG en un mismo músculo en días
diferentes o en diferentes individuos, o para poder comparar la actividad EMG entre
músculos, dicha actividad debe ser normalizada (191). La normalización se refiere a la
conversión de la señal absoluta a una escala relativa, es decir, en relación con un valor
conocido y repetible. Para ello, generalmente se divide la actividad de la señal EMG
durante una tarea o movimiento por un valor EMG de referencia obtenido del mismo
músculo, y utilizando la misma disposición de los electrodos; expresándose en tanto por
ciento (%). Ello hace que los factores que afectan a la señal durante la tarea o durante la
contracción de referencia sean los mismos, obteniéndose un valor de activación
comparable relativo a un valor de referencia (196). El valor de referencia debe ser
repetible y debe tener un significado similar entre individuos y músculos.
En la siguiente tabla se muestran los nombres de las variables calculadas, sus códigos
y su fórmula de cálculo.
[ 245 ]
MATERIAL Y MÉTODOS
EMG afecta
EMG afecta VM 0º (1 kg)
VM 0º EMG%_A_VM_0º (1 kg) = × 100
EMG afecta VM 0º
(1 kg) % CVM
EMG afecta
EMG afecta VL 0º (1 kg)
VL 0º EMG%_A_VL_0º (1 kg) = × 100
EMG afecta VL 0º
(1 kg) % CVM
EMG no afecta
EMG no afecta VM 0º (1 kg)
VM 0º (1 kg) % EMG%_NA_VM_0º (1 kg) = × 100
EMG no afecta VM 0º
CVM
EMG no afecta
EMG no afecta VL 0º (1 kg)
VL 0º (1kg) % EMG%_NA_VL_0º (1 kg) = × 100
EMG no afecta VL 0º
CVM
EMG afecta
VM 0º
EMG afecta VM 0º (1 kg)
(1 kg) % EMG%V_A_VM_0º (1 kg) = × 100
EMG afecta VM 0º (1 kg) + EMG afecta VL 0º (1 kg)
(VM + VL
0º-1 kg)
EMG afecta
VL 0º
EMG afecta VL 0º (1 kg)
(1 kg) % (VM + EMG%V_A_VL_0º (1 kg) = × 100
EMG afecta VM 0º (1 kg) + EMG afecta VL 0º (1 kg)
VL
0º-1 kg)
EMG no afecta
VM 0º (1 kg) % EMG no afecta VM 0º (1 kg)
EMG%V_NA_VM_0º(1 kg) = × 100
(VM + VL 0º-1 EMG no afecta VM 0º (1 kg) + EMG no afecta VL 0º (1 kg)
kg)
EMG no afecta
VL 0º (1 kg) % EMG no afecta VL 0º (1 kg)
EMG%V_NA_VL_0º (1 kg) = × 100
(VM + VL 0º-1 EMG no afecta VM 0º (1 kg) + EMG no afecta VL 0º (1 kg)
kg)
[ 246 ]
MATERIAL Y MÉTODOS
• Registro mediante la escala EVA del dolor (escala visual analógica del
dolor). Se aplica un registro a través de la cuantificación numérica expresada en el
pase de la escala al paciente por el lado de las caras que expresa entre ausencia del
dolor “0” a dolor insoportable “10” (Figura 86). Para recoger el dolor, se realiza tiempo
después (2-4 horas) de que se haya administrado la medicación pautada
estandarizada por el equipo médico (traumatólogo-servicio de anestesiología) para
que no interfiera la valoración por estar bajo los efectos farmacológicos, ya que será
cuando está ya metabolizado. La pauta administrada estandarizada para dolor
moderado (EVA 5-7) es la siguiente:
Paracetamol 1g / 6h Analgésico
Dexketoprofeno trometamol
AINES
(Enantyum) 50 mg / 8h
[ 247 ]
MATERIAL Y MÉTODOS
A los pacientes se les hará un seguimiento recogiendo datos desde el ingreso para la
IQ (el día antes de la intervención quirúrgica), siendo la recogida preoperatoria y
después las posoperatorias al 4º día, 1er mes, 3 er
mes y 6º mes. En total cinco
recogidas de datos, una prequirúrgica y cuatro posquirúrgicas. Se llevará a cabo en la
extremidad afecta y en la contralateral.
Los datos se recogerán mediante la plantilla de recogida de datos realizada para tal fin
(Anexo 3). Algunas de las variables serán recogidas mediante la primera entrevista
personal y las siguientes mediante el control físico-evaluativo-instrumental. Los
instrumentos de medición ya comentados en los apartados anteriores son la cinta
métrica, el dinamómetro de fuerza muscular (DFM), la electromiografía de superficie
(EMGS), la medición radiológica (aparato de RXS), escala EVA para el dolor, Scores
de Lysholm y Tegner. Todos ellos los realizará el fisioterapeuta, más en la medición
radiológica con el técnico de radiología. Se llevarán de forma bilateral tal como está
expresado en el apartado de descripción de seguimiento de los pacientes.
En primer lugar se calculan las frecuencias y porcentajes para las variables cualitativas
y la media, desviación estándar y IC95% para las variables cuantitativas tanto para la
extremidad afecta como la no afecta, así como para todas las valoraciones realizadas.
Para evaluar las diferencias entre la valoración pre y post quirúrgica se realiza un test
T-Student para datos apareados en el caso de las variables de respuesta que siguen
una distribución Normal y un Test de Wilcoxon en caso contrario. Para determinar si
dichas variables siguen una distribución Normal se ha realizado el test de Kolmogorov-
Smirnov. Así mismo se ha procedido para la comparación en cada una de las
valoraciones entre la extremidad afecta y la no afecta. Se ha calculado el coeficiente
de correlación de Pearson o el de Spearman para evaluar la existencia de relación
lineal entre las variables de respuesta según estas seguían una distribución Normal o
no respectivamente.
[ 248 ]
MATERIAL Y MÉTODOS
Todos los datos recogidos han sido guardados en una ficha individual codificada para
cada paciente para garantizar la confidencialidad de los datos. La correspondencia
codificada está en un archivo informático de acceso restringido.
Este proyecto de investigación ha sido aprobado por el CEIC del IDC Salud-Hospital
General de Catalunya (se adjunta el documento en el Anexo 6) y también por el CER
de la Universitat Internacional de Catalunya (Anexo 5).
[ 249 ]
ANÁLISIS DE LA INHIBICIÓN
MUSCULAR ARTROGÉNICA DEL
CUÁDRICEPS
POSLIGAMENTOPLASTIA DEL
LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR
DE RODILLA Y SU REPERCUSIÓN
EN LA FUNCIÓN DEL APARATO
EXTENSOR
RESULTADOS
Facultad de Medicina
y Ciencias de la Salud
6. RESULTADOS
Figura 87.Diagrama de árbol del reclutamiento muestral (Fuente propia del autor).
[ 253 ]
RESULTADOS
Así pues, la composición final de los individuos que realizaron todo el seguimiento fue
de 40 hombres (79.9 %) y 12 mujeres (23.1 %), con una edad media de 35.39 (8.40)
en un rango de edad de 20 a 54 años. El peso medio de los individuos es de 77.54
(13.32), con una altura media de 1.73 (0.08) metros y un IMC medio de 25.43 (3.48).
De los cuales, la extremidad afecta (IQ) es la derecha en 20 (38.5 %) de los casos y la
izquierda en 32 (61.5 %) de los casos; entre los cuales en 24 (46.15 %) de los casos la
extremidad afecta coincide con la de la extremidad dominante, según el test de Harris.
Solo 3 (5.8 %) individuos eran portadores de plantillas ortopodológicas y en 28 (53.8
%) de los casos habían hecho RHB preoperatoria. La media de días entre el
diagnóstico de ruptura LCA y la intervención quirúrgica es de 132.73 (117.37).
Los grupos de los pacientes que cumplen los criterios de inclusión y firman el
consentimiento informado por categorías quirúrgicas se subdividen en los siguientes
grupos:
[ 254 ]
RESULTADOS
Tabla 14. Estadísticos descriptivos y comparación de los valores de la DTTAR pre y posintervención
quirúrgica (1ª semana)
afecta 55,02 (7,38) [53,13 - 56,91] 52,21 (7,46) [50,23 - 54,20] 0.000a*
DTTAR CC a 0º
no afecta 54,62 (6,46) [52,97 - 56,28] 55,15 (6,76) [53,42 - 56,88] 0.090a
afecta 54,93 (7,52) [53,01 - 56,86] 53,75 (7,49) [51,84 - 55,67] 0.000a*
DTTAR CC a 30º
no afecta 54,77 (6,86) [53,01 - 56,53] 54,98 (6,88) [53,22 - 56,75] 0.438a
[ 255 ]
RESULTADOS
Figura 88. Box plot de DTTAR CC a 0º y 30º afecta y no afecta comparativa pre y pos-IQ (1ª semana).
6.2.2. Comparativa descriptiva del seguimiento DTTAR pre-IQ vs. 1er, 3er, 6º mes
[ 256 ]
RESULTADOS
Tabla 15. Estadísticos descriptivos de las variables DTTAR a 0º y 30º con contracción en las valoraciones
er er
pos-IQ (1 , 3 , 6º mes)
60
58
56
54
52
50
48
46
44
42
40
La variable DTTAR CC a 30º sigue la progresión lineal muy similar que DTTAR CC a
0º, pero no siendo tan acentuadas el descenso posquirúrgico (1ª semana) y siguiendo
la misma línea de normalización alcanzando el 6º mes que la DTTAR CC a 0º (Figura
90).
[ 257 ]
RESULTADOS
Afecta NO Afecta
DTTAR CC a 30º
60
58
56
54
52
50
48
46
44
42
40
Figura 90. Gráfico de la línea evolutiva de DTTAR CC a 30º entre la observación pre-quirúrgica y el 6º
mes.
Tabla 16. Modelo lineal general de medidas repetidas para las variables DTTAR CC a 0º y DTTAR CC a
er er
30º entre las valoraciones pre-IQ, a la semana, 1 , 3 , 6º mes.
[ 258 ]
RESULTADOS
Se observan en las siguientes tablas, para las variables DTTAR CC afecta y no afecta
a 0º y 30º y para cada una de las extremidades, entre qué observaciones existen
diferencias estadísticamente significativas mediante las comparaciones apareadas.
Se observa para la variable DDTAR CC afecta a 0º que entre las observaciones pre-IQ
y pos-IQ es donde se denota la mayor diferencia en descenso de su valor, a nivel
clínico se observa una disminución de la distancia DTTAR CC a 0º. Resultan también
estadísticamente significativas en el seguimiento posquirúrgico entre la valoración de
la primera semana y el primer, tercer y sexto mes. En las valoraciones sucesivas
primer, tercer y sexto mes, entre el primer y sexto mes, resulta también
estadísticamente significativo. No encontrando diferencias relevantes también a nivel
clínico entre el primer y tercer mes (Tabla 17).
Tabla 17. Comparaciones apareadas post hoc de las variables DTTAR CC a 0º afecta pre-IQ y pos-IQ (1ª
er er
semana, 1 , 3 , 6º mes)
Pos-IQ (1er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana.) 1,902 0,001* [0,54 - 3,26]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) 2,706 0,000* [1,41 - 4,00]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1er mes) 0,804 0,143 [-0,13 - 1,73]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) 3,050 0,000* [1,74 - 4,38]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1er mes) 1,157 0,011* [0,18 - 2,13]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (3er mes) 0,353 0,067 [-0,01 - 0,72]
[ 259 ]
RESULTADOS
Tabla 18. Comparaciones apareadas post hoc de la variable DTTAR CC a 0º no afecta pre-IQ y pos-IQ
er er
(1ª semana, 1 , 3 , 6º mes)
Pot-IQ (1er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) 0,275 1,000 [-0,57 - 1,12]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) 0,392 1,000 [-0,61 - 1,40]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1er mes) 0,118 1,000 [-0,59 - 0,82]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) 0,843 0,079 [-0,05 - 1,74]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1er mes) 0,569 0,199 [-0,13 - 1,26]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (3er mes) 0,451 0,261 [-0,13 - 1,03]
[ 260 ]
RESULTADOS
Tabla 19. Comparaciones apareadas post hoc de las variables DTTAR CC a 30º afecta pre-IQ y pos-IQ
er er
(1ª semana, 1 , 3 , 6º mes)
Pos-IQ (1er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) 1,725 0,001* [0,56 - 2,89]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) 1,745 0,001* [0,59 - 2,90]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1er mes) 0,020 1,000 [-0,75 - 0,78]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1a semana) 2,020 0,000* [0,88 - 3,16]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1er mes) 0,294 1,000 [-0,54 - 1,13]
[ 261 ]
RESULTADOS
Tabla 20. Comparaciones apareadas post hoc de las variables DTTAR CC a 30º no afecta pre-IQ y pos-
er er
IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes)
Diferencia de IC95 % de la
DTTAR CC a 30º no afecta P-valor
medias diferencia
Pos-IQ (1er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) 0,412 1,000 [-0,33 - 1,16]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) 0,451 1,000 [-0,39 - 1,30]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1er mes) 0,039 1,000 [-0,41 - 0,49]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) 0,824 0,069 [-0,03 - 1,68]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1er mes) 0,412 0,316 [-0,13 - 0,96]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (3er mes) 0,373 0,045* [0,01 - 0,74]
A continuación se observa si en cada una de las valoraciones y para cada una de las
variables existen diferencias entre la extremidad afecta y la no afecta para valorar en
qué momento la extremidad afecta alcanza valores similares a los de la extremidad no
afecta.
Para la variable DTTAR a 30º solo existen diferencias entre ambas extremidades en la
valoración realizada a la semana pos-IQ. A partir de la valoración del 1er mes no se
[ 262 ]
RESULTADOS
Tabla 21. Comparaciones entre los valores de la extremidad afecta y la no afecta de las variables DTTAR
er er
CC a 0º y DTTAR CC a 30º en cada una de las valoraciones, pre-IQ, pos-IQ (1 , 3 , 6º mes)
Extremidad Pre-IQ Pos-IQ Pos-IQ (1er mes) Pos-IQ (3er mes) Pos IQ-(6º mes)
Variable
(1ª semana)
afecta
afecta
(*p<0.05, existen diferencias estadísticamente significativas; a: test de Wilcoxon; b: test t-Student para datos apareados)
Las variables EMG VM 0º (1 kg) %(VM + VL 0º-1 kg), EMG VL 0º (1 kg) % (VM + VL
0º-1 kg) y EMG_VML_0º (1 kg)_(VML_0º) siguen una distribución Normal tanto en el
caso de la extremidad afecta como la no afecta, así como para los valores pre-IQ y
pos-IQ a la semana (p-valor > 0.05 en el test de Kolmogorov-Smirnov).
Así, para estas variables se ha utilizado el test t-Student para datos apareados para
determinar si existen diferencias estadísticamente significativas entre los valores pre-
IQ, y pos-IQ a la semana.
Para el resto de variables, estas no siguen una distribución Normal en ninguno de los
casos (p<0.05 en el test de Kolmogorov-Smirnov). En estos casos, la comparación
pre-IQ, y pos-IQ a la semana se ha realizado con un test de Wilcoxon.
[ 263 ]
RESULTADOS
Por lo contrario, para las variables EMG VM 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg) y EMG VL 0º
(1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg) no se encuentran diferencias ni para la extremidad afecta ni
para la no afecta entre los valores iniciales y los de una semana posterior a la IQ.
Destaca un registro inferior de la media del EMG VM 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg)
respecto a la EMG VL 0º (1 kg) % (VM + VL 0º -1 kg) sobre la extremidad afecta de
12,28 en el pos-IQ ya partiendo de una diferencia similar en el pre-IQ.
Tabla 22. Comparaciones entre la EMG pre y pos-IQ (1ª semana) para la extremidad afecta y no afecta
(*p<0.05, existen diferencias estadísticamente significativas; a: test de Wilcoxon; b: test t-Student para muestras apareadas)
[ 264 ]
RESULTADOS
er, er
Tabla 23. Comparaciones descriptivas EMG pos-IQ afecta y no afecta (1 3 , 6º mes)
[ 265 ]
RESULTADOS
En relación con la evolución de las variables de EMG entre los valores pre-IQ y los
valores pos-IQ a la semana (4º día), al 1er, 3er y 6º mes, se observa mediante un
modelo lineal general de medidas repetidas que hay una evolución estadísticamente
significativa para la extremidad afecta en el caso de las variables EMG VM 0º (1 kg) %
CVM, EMG VL 0º (1 kg) % CVM, EMG VL 30º % CVM y EMG_VML_0º(1
kg)_(VML_0º) (p-valor < 0.005 en el test de esfericidad asumida o en el test de
Greenhouse-Geisser según el p-valor de la prueba de esfericidad de Mauchly sea
>0.05 o no respectivamente) (Tabla 24).
Por lo contrario, para las variables EMG VM 30º % CVM, EMG VM 0º (1 kg) % (VM +
VL 0º-1 kg) y EMG VL 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg) el modelo lineal general nos
indica que no existen diferencias estadísticamente significativas a lo largo del tiempo
entre las cinco valoraciones realizadas.
Tabla 24. Modelo lineal general de medidas repetidas para las variables EMG VM y VL 0º (1 kg) % CVM;
EMG VM y VL 30º % CVM; EMG VM y VL (1 kg) % (VM + VL 0º -1 kg); EMG VML 0º (1 kg) (VML 0º) entre
er er
las valoraciones pre-IQ, pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes)
Prueba de
Pruebas de los efectos
Variable Extremidad esferecidad de
intersujetos (p-valor)
Mauchly
afecta 0.100 Esfericidad asumida 0.000*
EMG VM 0º (1 kg) % CVM
no afecta 0.000 Greenhouse-Geisser 0.055
[ 266 ]
RESULTADOS
Tal como se observan en los siguientes gráficos para las variables EMG VM 0º (1 kg)
% CVM; EMG VL 0º (1 kg) % CVM; EMG VL 30º % CVM EMG_VML_0º (1
kg)_(VML_0º) tienen diferencias estadísticamente significativas y con relevancia
clínica entre el pre-IQ y pos-IQ, aumentando respecto a su valor pre-IQ en el pos-IQ
de la 1ª semana y 1er mes y normalizándose a partir del 1er mes pos-IQ hasta la
valoración del 6º mes pos-IQ (Figuras 91, 92 y 93).
Figura 91. Comparativa del seguimiento de la EMG VM 0º (1 kg) % CVM afecta y no afecta para las
er er
valoraciones pre-IQ y pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes).
Figura 92. Comparativa del seguimiento de la EMG VL 0º (1 kg) % CVM afecta y no afecta para las
er er
valoraciones pre-IQ y pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes).
[ 267 ]
RESULTADOS
EMG_VML_0º(1kg )_(VML_0º))
Afecta No Afecta
80
70
60
50
40
30
20
10
0
EMG_VML_0º(1kg EMG_VML_0º(1kg EMG_VML_0º(1kg EMG_VML_0º(1kg EMG_VML_0º(1kg
)_(VML_0º) (Pre_IQ) )_(VML_0º) (1ª Semana )_(VML_0º) (1ª Mes Post )_(VML_0º) (3er Mes )_(VML_0º) (6º Mes
Post IQ) IQ) Post IQ) Post IQ)
Figura 93. Comparativa del seguimiento de la EMG VML 0º (1 kg) (VML 0º)) afecta y no afecta para las
er er
valoraciones pre-IQ y pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes).
No se observa sobre las variables EMG VM 30º % CVM; EMG VM 0º (1 kg) % (VM +
VL 0º-1 kg); EMG VL 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg) en la extremidad afecta
variaciones estadísticamente significativas con relevancia clínica a lo largo de las
diferentes valoraciones (Figuras 94 y 95).
Figura 94. Comparativa del seguimiento de la EMG VM 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg) afecta y no afecta
er er
para las valoraciones pre-IQ y pos-IQ (1ª semana,1 , 3 , 6º mes).
[ 268 ]
RESULTADOS
Figura 95. Comparativa del seguimiento de la EMG VL 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg) afecta y no afecta
er er
para las valoraciones pre-IQ y pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes)
Tabla 25. Comparaciones apareadas post hoc de la EMG afecta VM 0º (1 kg) % CVM
Diferencia de IC95 % de la
EMG afecta VM 0º (1 kg) % CVM P-valor
medias diferencia
Pos-IQ (1er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) -2,673 1,000 [-26,98 - 21,63]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) -22,080* 0,006 [-39,67 - -4,49]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1er mes) -19,407 0,131 [-41,56 - 2,75]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) -25,140* 0,004 [-44,50 - -5,79]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1er mes) -22,467 0,087 [-46,62 - 1,69]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (3er mes) -3,060 1,000 [-21,43 - 15,31]
[ 269 ]
RESULTADOS
Tabla 26. Comparaciones apareadas post hoc de la EMG afecta VL 0º (1 kg) % CVM
Diferencia de
EMG afecta VL 0º (1 kg) % CVM P-valor IC95 % de la diferencia
medias
Pos-IQ (1er mes) vs. Post-IQ (1ª semana) -39,841 0,232 [-89,80 - 10,12]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) -55,351* 0,016 [-104,04 - -6,67]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1er mes) -15,509* 0,009 [-28,44 - -2,58]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) -57,620* 0,007 [-104,19 - -11,05]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1er mes) -17,778* 0,006 [-31,97 - -3,59]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (3er mes) -2,269 1,000 [-11,36 - 6,82]
[ 270 ]
RESULTADOS
Tabla 27. Comparaciones apareadas post hoc de la EMG afecta VL 30º % CVM
Diferencia de
EMG VL 30º % CVM P-valor IC95 % de la diferencia
medias
Pos-IQ (1er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) -40,453 0,167 [-88,42 - 7,52]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) -53,461* 0,008 [-97,40 - -9,52]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1er mes) -13,009 1,000 [-44,35 - 18,34]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) -61,389* 0,004 [-108,56 - -14,22]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1er mes) -20,936 0,436 [-50,62 - 8,75]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (3er mes) -7,927 1,000 [-37,78 - 21,93]
Se observa para la variable EMG afecta VML 0º (1 kg) (VML 0º) diferencias
estadísticamente significativas entre el pre-IQ y el pos-IQ de la 1ª semana, y entre los
valores de las valoraciones pos-IQ de la 1ª semana con el 3er y 6º mes, así como el 1er
mes pos-IQ vs. el 3er y 6º mes (Tabla 28).
[ 271 ]
RESULTADOS
Tabla 28. Comparaciones apareadas post hoc de la EMG afecta VML 0º (1 kg) (VML 0º)
Diferencia de
EMG afecta VML 0º (1 kg) (VML 0º) P-valor IC95 % de la diferencia
medias
Pos-IQ (1er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) -15,513 0,083 [-32,10 - 1,07]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) -30,128 0,000* [-44,17 - -16,08]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1er mes) -14,615 0,009* [-26,80 - -2,43]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) -33,795 0,000* [-47,50 - -20,09]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1er mes) -18,283 0,002* [-31,72 - -4,85]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (3er mes) -3,667 1,000 [-11,36 - 4,03]
A continuación, se observa si en cada una de las valoraciones y para cada una de las
variables existen diferencias entre la extremidad afecta y la no afecta para valorar en
qué momento la extremidad afecta se normaliza, entendiendo que alcanza valores
similares a los de la extremidad no afecta.
Para las variables EMG VM 0º (1 kg) % CVM y EMG VL 0º (1 kg) % CVM existen
diferencias estadísticamente significativas en todas las valoraciones pre y pos-IQ.
En todas las valoraciones pos-IQ para las variables EMG VM 30º % CVM y EMG VL
30º % CVM, así como para la variable EMG VML 0º (1 kg) (VML 0º) no existen
diferencias estadísticamente significativas en todas las valoraciones para las variables
EMG VM 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg) y EMG VL 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg).
[ 272 ]
RESULTADOS
Tabla 29. Comparaciones entre los valores de la extremidad afecta y la no afecta de las variables
electromiográficas en cada una de las valoraciones pre y pos-IQ
afecta
EMG VM 0º (1 kg) % CVM 0,033*a 0,000* a 0,000* a 0,008* a 0,031* a
no afecta
afecta
EMG VL 0º (1 kg) % CVM 0,007* a 0,000* a 0,000* a 0,005* a 0,003* a
no afecta
afecta
EMG VM 30º % CVM 0,140 a 0,000* a 0,000* a 0,000* a 0,003* a
no afecta
afecta
EMG VL 30º % CVM 0,061 a 0,000* a 0,000* a 0,021* a 0,330 a
no afecta
afecta
EMG VM 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg) 0,986 a 0,855 a 0,694 a 0,610 a 0,597 a
no afecta
afecta
EMG VL 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg) 0,986 a 0,855 a 0,209 a 0,610 a 0,597 a
no afecta
afecta
EMG_VML_0º(1 kg)_(VML_0º) 0.012 0,000* a 0,000* a 0,001* a 0,002* a
no afecta
(*p<0.05, existen diferencias estadísticamente significativas; a: test de Wilcoxon; b: test t-Student para datos apareados)
Se utiliza el test de Kolmogorov-Smirnov, que nos indica (p>0.05) que las variables de
dinamometría siguen una distribución normal tanto en el pre como en el pos-IQ a la
semana y para ambas extremidades. Se observan diferencias estadísticamente
significativas entre los valores pre y pos-IQ a la semana, tanto de la dinamometría
cuadricipital a 0º (DIN_C_A_0º y DIN_C_NA_0º) como a 30º (DIN_C_A_30º y
DIN_C_NA_30º) (p<0.05) en el caso de la extremidad afecta, pero no para la no afecta
(Tabla 30).
[ 273 ]
RESULTADOS
Tabla 30. Comparativa dinamométrica pre-IQ vs. pos-IQ a 0º y 30º (1ª semana)
[6,88 - [2,64 -
afecta 7,70 (3,21) 3,10 (1,79) 0.000*b
Dinamometría cuadricipital a 0º 8,52] 3,56]
(DIN_C_A_0º y DIN_C_NA_0º) [10,26 - [10,31 -
no afecta 11,26 (3,90) 11,25 (3,68) 0.995b
12,26] 12,20]
Dinamometría cuadricipital a [8,23 - [3,31 -
afecta 9,55 (5,16) 4,09 (3,03) 0.000*b
30º 10,88] 4,87]
(DIN_C_A_30º y [11,49 - [11,28 -
no afecta 13,14 (6,45) 12,97 (6,57) 0.729*
DIN_C_NA_30º) 14,80] 14,65]
(*p<0.05, existen diferencias estadísticamente significativas; a: test t-Student para muestras apareadas)
[ 274 ]
RESULTADOS
Dinamometria cuadricipital a 0º
Afecta No Afecta
50
45
40
35
30
25
20
15
10
5
0
Dinamometria Dinamometria Dinamometria Dinamometria Dinamometria
cuadricipital 0º cuadricipital 0º (1ª cuadricipital 0º (1ª cuadricipital 0º (3er cuadricipital 0º (6º
(Pre_IQ) Semana Post IQ) Mes Post IQ) Mes Post IQ) Mes Post IQ)
Figura 97. Comparativa evolutiva de la DIN_C_A_0º y la DIN_C_NA_0º entre la valoración pre-IQ, pos-
er er
IQ, 1 , 3 y 6º mes.
[ 275 ]
RESULTADOS
Figura 98. Comparativa evolutiva de la DIN_C_A_30º y la DIN_C_NA_30º entre la valoración pre-IQ, pos-
er er
IQ, 1 , 3 y 6º mes.
En relación con la evolución de las variables de la dinamometría entre los valores pre-
IQ y los valores pos-IQ a la semana, al 1er, 3er y 6º mes, se observa mediante un
modelo lineal general de medidas repetidas que hay una evolución estadísticamente
significativa tanto a 0º como a 30º y tanto para la extremidad afecta como para la no
afecta (p-valor < 0.005 en el test de Greenhouse-Geisser ya que según la prueba de
Mauchly no hay esferecidad, p-valor < 0.05) (Tabla 32).
Tabla 32. Modelo lineal general de medidas repetidas para las variables DIN_C_A_0º y DIN_C_NA_0º y
er er
DIN_C_A_30º y DIN_C_NA_30º entre las valoraciones a la semana, 1 , 3 , 6º mes
Para ambas variables y ambas extremidades véase en las siguientes cuatro tablas en
qué comparaciones apareadas existen las diferencias.
[ 276 ]
RESULTADOS
Se establecen un ascenso progresivo de los valores a partir del 3er y 6º mes habiendo
diferencias sobre los valores del pos-IQ de la 1ª semana, así como entre el 6º y 1er
mes. No se aprecian diferencias significativas entre el 3er mes y la valoración
prequirúrgica (Tabla 33). Se aprecia un aumento del valor de la media entre el pre-IQ y
el 6º mes tanto para la posición a 0º (aumento de 2,41) como para la posición a 30º
(aumento de 7,21).
Tabla 33. Comparaciones apareadas post hoc de la dinamometría cuadricipital 0º afecta en las
er er
valoraciones pre-IQ, pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes)
Pos-IQ (1er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) 2,452* 0,000 [1,28 - 3,62]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) 5,496* 0,000 [3,91 - 7,08]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1er mes) 3,044* 0,000 [1,89 - 4,20]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1ª semana.) 6,994* 0,000 [5,39 - 8,60]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1er mes) 4,542* 0,000 [3,40 - 5,68]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (3er mes) 1,497* 0,008 [0,26 - 2,74]
[ 277 ]
RESULTADOS
Tabla 34. Comparaciones apareadas post hoc de la dinamometría cuadricipital 0º no afecta en las
er er
valoraciones pre-IQ, pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes)
Pos-IQ (1er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) -0,143 1,000 [-1,37 - 1,09]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) 1,335* 0,042 [0,03 - 2,64]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1er mes) 1,478* 0,003 [0,36 - 2,59]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) 2,079* 0,000 [0,76 - 3,39]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1er mes) 2,223* 0,000 [1,01 - 3,44]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (3er mes) 0,745 1,000 [-0,61 - 2,10]
[ 278 ]
RESULTADOS
Tabla 35. Comparaciones apareadas post hoc de la dinamometría cuadricipital a 30º afecta en las
er er
valoraciones pre-IQ, pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes)
Pos-IQ (1er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) 3,899* 0,000 [2,15 - 5,64]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1 semana) 8,729* 0,000 [6,91 - 10,55]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1er mes) 4,830* 0,000 [3,03 - 6,63]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) 12,658* 0,000 [6,40 - 18,91]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1er mes) 8,759* 0,002 [2,44 - 15,08]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (3er mes) 3,929 0,624 [-2,12 - 9,98]
[ 279 ]
RESULTADOS
Tabla 36. Comparaciones apareadas post hoc de la dinamometría cuadricipital a 30º no afecta en las
er er
valoraciones pre-IQ, pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes)
Pos-IQ (1er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) 0,120 1,000 [-2,03 - 2,27]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) 3,604* 0,000 [1,27 - 5,94]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1er mes) 3,485* 0,001 [1,04 - 5,93]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) 4,985* 0,000 [2,06 - 7,91]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1er mes) 4,865* 0,000 [1,96 - 7,77]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (3er mes) 1,380 0,911 [-0,97 - 3,73]
A continuación, observamos si en cada una de las valoraciones y para cada una de las
variables existen diferencias entre la extremidad afecta y la no afecta para valorar en
qué momento la extremidad afecta alcanza valores similares a los de la extremidad no
afecta. Para ello, en primer lugar, comprobamos con el test de Kolmogorov-Smirnov si
las variables siguen una distribución normal. Para la dinamometría a 0º la distribución
es Normal tanto para la extremidad afecta como para la no afecta en las valoraciones
pre-IQ, al 3er mes y al 6º mes, y para la dinamometría a 30º solo en la valoración pre-
IQ. En estas valoraciones, la comparación entre la extremidad afecta y la no afecta se
realizará mediante el test t-Student para datos apareados y para el resto con el test de
Wilcoxon (Tabla 37).
[ 280 ]
RESULTADOS
Tabla 37. Comparaciones entre los valores de la extremidad afecta y la no afecta de las variables
dinamometría cuadricipital a 0º y dinamometría cuadricipital a 30º con contracción en cada una de las
er er
valoraciones, pre-IQ, pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes)
Dinamometría afecta
0.002*b 0.000* a 0.000* a 0.000* b 0.000* b
cuadricipital 0º
no afecta
Dinamometría afecta
0.000* b 0.000* a 0.000* a 0.000* a 0.000* a
cuadricipital
30º no afecta
(*p<0.05, existen diferencias estadísticamente significativas; a: test de Wilcoxon; b: test t-Student para datos apareados)
[ 281 ]
RESULTADOS
Tabla 38. Comparaciones descriptivas de la perimetría central rotuliana y del segmento femoral (a 5, 10,
15 cm de polo superior de rótula) pre-IQ vs. pos-IQ (1ª semana) entre la extremidad afecta y la extremidad
no afecta
(*p<0.05, existen diferencias estadísticamente significativas; a: test de Wilcoxon; b: test t-Student para muestras apareadas)
Se observa un aumento del valor promedio de la perimetría central rotuliana entre el pre
vs. pos-IQ, así como en la perimetría de los valores a 5 cm desde polo superior de rótula
en la extremidad afecta, no es así en la no afecta. Se constata un inicio de descenso de
los valores promedio en la afecta en la valoración del 1er mes con continuación en el 3er
mes para recobrar los valores iniciales pre-IQ. Para la no afecta ligeramente hay un
descenso a 10 y 15 cm sin ser clínicamente significativo en dicha extremidad.
6.5.2. Comparativa descriptiva del seguimiento entre las valoraciones pos-IQ (1er,
3er, 6º mes)
[ 282 ]
RESULTADOS
Tabla 39. Comparaciones descriptivas de la perimetría central rotuliana y del segmento femoral (a 5, 10,
er er
15 cm de polo superior de rótula) pos-IQ (1 , 3 , 6º mes) entre la extremidad afecta y la extremidad no
afecta
Perimetría central afecta 39,43 (2,51) [38,72 - 40,15] 38,87 (2,64) [38,12 - 39,62] 38,26 (2,66) [37,50 - 39,01]
rotuliana
no afecta 38,09 (3,70) [37,04 - 39,14] 37,77 (2,51) [37,05 - 38,48] 37,64 (2,45) [36,94 - 38,34]
Perimetría cuádriceps afecta 40,58 (3,50) [39,60 - 41,57] 40,45 (3,43) [39,49 - 41,42] 39,47 (6,08) [37,76 - 41,18]
a 5 cm
no afecta 40,29 (3,39) [39,33 - 41,24] 40,62 (3,32) [39,69 - 41,55] 40,45 (3,24) [39,54 - 41,36]
Perimetría cuádriceps afecta 43,19 (4,14) [42,03 - 44,36] 44,00 (4,04) [42,86 - 45,14] 44,32 (4,02) [43,18 - 45,45]
a 10 cm
no afecta 45,21 (3,89) [44,12 - 46,30] 45,65 (3,91) [44,55 - 46,75] 45,53 (3,72) [44,49 - 46,58]
Perimetría cuádriceps afecta 47,50 (4,68) [46,19 - 48,81] 48,64 (4,61) [47,35 - 49,94] 48,79 (4,37) [47,56 - 50,01]
a 15 cm
no afecta 50,18 (4,50) [48,92 - 51,45] 50,75 (4,40) [49,51 - 51,98] 50,64 (4,31) [49,43 - 51,85]
Perimetría cuádriceps a 5 cm
55
Afecta No afecta
50
45
40
35
30
Perimetria cuádriceps Perimetria cuádriceps Perimetria cuádriceps Perimetria cuádriceps Perimetria cuádriceps
a 5 cm Pre IQ a 5 cm Post IQ (1º a 5 cm Post IQ (1er a 5 cmPost IQ (3er a 5 cm Post IQ (6º
Semana) Mes) Mes) Mes)
[ 283 ]
RESULTADOS
Perimetría cuádriceps a 10 cm
Afecta No afecta
55
50
45
40
35
30
Perimetria cuádriceps Perimetria cuádriceps Perimetria cuádriceps Perimetria cuádriceps Perimetria cuádriceps
a 10 cm Pre IQ a 10 cm Post IQ (1º a 10 cm Post IQ (1er a 10 cm Post IQ (3er a 10 cm Post IQ (6º
Semana) Mes) Mes) Mes)
50
45
40
35
30
Perimetria cuádriceps Perimetria cuádriceps Perimetria cuádriceps Perimetria cuádriceps Perimetria cuádriceps
a 15 cm Pre IQ a 15 cm Post IQ (1º a 15 cm Post IQ (1er a 15 cm Post IQ (3er a 15 cm Post IQ (6º
Semana) Mes) Mes) Mes)
[ 284 ]
RESULTADOS
Tabla 40. Modelo lineal general de medidas repetidas para las variables perimetría central rotuliana entre
er er
las valoraciones pre-IQ y pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes)
Se advierte en las siguientes tablas, para cada una de las variables y cada una de las
extremidades, entre qué observaciones existen diferencias estadísticamente
significativas mediante las comparaciones apareadas.
[ 285 ]
RESULTADOS
Tabla 41. Comparaciones apareadas post hoc de la perimetría central rotuliana afecta pre-IQ, pos-IQ (1ª
er er
semana, 1 , 3 , 6º mes)
Pos-IQ (1er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) -1,330 0,000* [-1,79 - -0,87]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) -1,888 0,000* [-2,43 - -1,35]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1er mes) -0,558 0,000* [-0,86 - -0,26]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) -2,506 0,000* [-3,11 - -1,90]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1er mes) -1,176 0,000* [-1,48 - -0,87]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (3er mes) -0,618 0,000* [-0,89 - -0,34]
Afecta
Perimetria Central Rotuliana No afecta
45
40
35
30
25
Perimetria Central Perimetria Central Perimetria Central Perimetria Central Perimetria Central
Rotuliana Pre IQ Rotuliana Post IQ Rotuliana Post IQ RotulianaPost IQ RotulianaPost IQ
(1º Semana) (1er Mes) (3er Mes) (6º Mes)
[ 286 ]
RESULTADOS
pos-IQ (1ª semana), pero iniciando un descenso entre la pos-IQ 1ª semana y 1er mes,
estabilizándose de forma similar entre la pre-IQ y el 6º mes (Tabla 42).
Tabla 42. Comparaciones apareadas post hoc de la perimetría cuadricipital afecta a 5 cm pre-IQ, pos IQ-
er er
(1ª semana, 1 , 3 , 6º mes)
Pos-IQ (1er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) -1,265 0,000* [-1,82 - -0,71]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) -1,396 0,000* [-1,97 - -0,82]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1er mes) -0,131 1,000 [-0,46 - 0,20]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) -2,380 0,027* [-4,60 - -0,16]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1er mes) -1,116 1,000 [-3,28 - 1,05]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (3er mes) -0,984 1,000 [-3,14 - 1,17]
[ 287 ]
RESULTADOS
Tabla 43. Comparaciones apareadas post hoc de la perimetría cuadricipital afecta a 10 cm; pre-IQ, pos-IQ
er er
(1ª semana, 1 , 3 , 6º mes)
Diferencia de IC95 % de la
Perimetría cuádriceps a 10 cm afecta P-valor
medias diferencia
Pos-IQ (1ª semana) vs. Pre-IQ -0,312 0,225 [-0,70 - 0,08]
Pos-IQ (1er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) -1,043 0,000* [-1,66 - -0,43]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) -0,237 1,000 [-0,86 - 0,38]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1er mes) 0,806 0,000* [0,32 - 1,29]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) 0,078 1,000 [-0,58 - 0,73]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1er mes) 1,122 0,000* [0,57 - 1,67]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (3er mes) 0,316 0,415 [-0,13 - 0,76]
[ 288 ]
RESULTADOS
Tabla 44. Comparaciones apareadas post hoc de la perimetría cuadricipital no afecta a 10 cm; pre-IQ,
er er
pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes)
Diferencia de IC95 % de la
Perimetría cuádriceps a 10 cm no afecta P-valor
medias diferencia
Pos-IQ (1er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) 0,231 1,000 [-0,37 - 0,83]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) 0,669 0,093 [-0,06 - 1,39]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1er mes) 0,437 0,064 [-0,01 - 0,89]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) 0,553 0,669 [-0,31 - 1,42]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1er mes) 0,322 1,000 [-0,28 - 0,93]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (3er mes) -0,116 1,000 [-0,64 - 0,41]
[ 289 ]
RESULTADOS
Tabla 45. Comparaciones apareadas post hoc de la perimetría cuadricipital afecta a 15 cm; pre-IQ, pos-IQ
er er
(1ª semana, 1 , 3 , 6º mes)
Diferencia de IC95 % de la
Perimetría cuádriceps a 15 cm afecta P-valor
medias diferencia
Pos-IQ (1er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) -1,035 0,001 [-1,74 - -0,33]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) 0,106 1,000 [-0,59 - 0,80]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1er mes) 1,141 0,000* [0,60 - 1,68]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) 0,251 1,000 [-0,43 - 0,93]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1er mes) 1,286 0,000* [0,56 - 2,01]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (3er mes) 0,145 1,000 [-0,35 - 0,64]
[ 290 ]
RESULTADOS
Tabla 46. Comparaciones apareadas post hoc de la perimetría cuadricipital no afecta a 15 cm; pre-IQ,
er er
pos-IQ (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes)
Diferencia de IC95 % de la
Perimetría cuádriceps a 15 cm no afecta P-valor
medias diferencia
Pos-IQ (1er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) 0,296 1,000 [-0,41 - 1,00]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) 0,857 0,019* [0,09 - 1,62]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1er mes) 0,561 0,011* [0,08 - 1,04]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) 0,751 0,184 [-0,15 - 1,66]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1er mes) 0,455 0,538 [-0,22 - 1,13]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (3er mes) -0,106 1,000 [-0,67 - 0,46]
Se observa a continuación si en cada una de las valoraciones y para cada una de las
variables existen diferencias entre la extremidad afecta y la no afecta para valorar en
qué momento la extremidad afecta alcanza valores similares a los de la extremidad no
afecta.
[ 291 ]
RESULTADOS
Para el resto de variables su realiza un test t-Student para datos apareados al tener
una distribución que sigue una ley normal. Se observan diferencias estadísticamente
significativas entre la extremidad afecta y no afecta en todas las valoraciones a lo largo
del tiempo en el caso de la perimetría central y la perimetría de cuádriceps a 10 cm y
15 cm. Sin embargo, en el caso de perimetría de cuádriceps a 5 cm a partir de la
valoración del 1er mes pos-IQ no hay diferencias de los valores entre la extremidad
afecta y la no afecta (Tabla 47).
Tabla 47. Comparaciones de los valores de la extremidad afecta y la no afecta de la perimetría central
er er
rotuliana y la perimetría cuadricipital a 5, 10, 15 cm en las valoraciones pre-IQ, y pos-IQ (1 , 3 , 6º mes)
no afecta
no afecta
5 cm
afecta
Perimetría cuádriceps a 10 cm 0,000*b 0,001*b 0,000*b 0,000*b 0,000*b
no afecta
afecta
Perimetría cuádriceps a 15 cm 0,000*b 0,000*b 0,000*b 0,000*b 0,000*b
no afecta
(*p<0.05, existen diferencias estadísticamente significativas; a: test de Wilcoxon; b: test t-Student para datos apareados)
6.6.1. Comparativa descriptiva del seguimiento del dolor pre-IQ vs. pos-IQ (1ª
semana)
La variable dolor, medida con la escala EVA sigue una distribución normal solo en su
valoración pos-IQ “Dolor pos RHB” (1ª semana) para la extremidad afecta (p = 0.200,
en el test de Kolmogorov-Smirnov), para el resto de las valoraciones el p-valor en el
test de Kolmogorov-Smirnow es inferior a 0.05.
[ 292 ]
RESULTADOS
Tabla 48. Comparaciones pre-IQ vs. pos-IQ (1ª semana) para el dolor en reposo y el dolor pos-RHB
afecta 1,38 (1,66) [0,92 - 1,85] 2,26 (1,77) [1,76 - 2,76] 0.001*a
Dolor (EVA) reposo
no afecta 0,06 (0,31) [-0,03 - 0,15] 0,09 (0,37) [-0,02 - 0,19] 0.414a
afecta 3,98 (2,33) [3,33 - 4,63] 3,72 (2,25) [3,09 - 4,35] 0.314a
Dolor (EVA) pos-RHB
no afecta 0,34 (1,30) [-0,02 - 0,71] 0,10 (0,41) [-0,02 - 0,21] 0.112a
(*p<0.05, existen diferencias estadísticamente significativas; a: test de Wilcoxon; b: test t-Student para muestras apareadas)
Figura 103. Box plot del dolor extremidad afecta tras RHB pre-IQ y pos-IQ (1ª semana).
[ 293 ]
RESULTADOS
Figura 104. Box plot del dolor en la extremidad afecta en reposo pre-IQ y pos-IQ (1ª semana).
6.6.2. Comparativa descriptiva del seguimiento entre las valoraciones pos-IQ (1ª
semana, 1er, 3er, 6º mes)
er er
Tabla 49. Comparativa descriptiva del seguimiento entre las valoraciones pos-IQ (1 , 3 , 6º mes)
Dolor (EVA) afecta 0,86 (1,42) [0,46 - 1,26] 0,59 (1,14) [0,27 - 0,91] 0,40 (0,94) [0,14 - 0,67]
reposo
no afecta 0,00 (0,00) [0,00 - 0,00] 0,00 (0,00) [0,00 - 0,00] 0,08 (0,39) [-0,03 - 0,19]
Dolor (EVA) afecta 2,62 (1,70) [2,14 - 3,09] 2,09 (1,73) [1,60 - 2,58] 1,76 (1,85) [1,24 - 2,29]
pos-RHB
no afecta 0,18 (0,79) [-0,05 - 0,40] 0,06 (0,24) [-0,01 - 0,13] 0,16 (0,64) [-0,02 - 0,34]
[ 294 ]
RESULTADOS
Figura 105. Seguimiento descriptivo de la evolución del dolor pos-RHB (EVA) entre el pre-IQ y el pos-IQ
er er
(1ª semana, 1 mes, 3 mes, 6º mes).
En relación con la evolución de la dolor en reposo y pos RHB entre los valores pre-IQ
y los valores pos-IQ a la 1ª semana, al 1er, 3er y 6º mes, se observa mediante un
modelo lineal general de medidas repetidas que para la extremidad afecta hay una
evolución estadísticamente significativa (p-valor < 0.005) en el test de Greenhouse-
Geisser, ya que según la prueba de Mauchly no hay esferecidad, (p-valor < 0.05)
(Tabla 50) que nos indica que los valores se han modificado a lo largo del tiempo, no
indicando una evolución en el tiempo estadísticamente significativa en el caso de la
extremidad no afecta ni para el dolor en reposo ni pos-RHB.
Tabla 50. Modelo lineal general de medidas repetidas para las variables dolor en reposo y pos RHB entre
er er
las valoraciones pre-IQ, (1ª semana, 1 , 3 , 6º mes)
Prueba de
Pruebas de los efectos intersujetos
Variable Extremidad esferecidad de
(p-valor)
Mauchly
[ 295 ]
RESULTADOS
Tabla 51. Comparaciones apareadas post hoc de la variable dolor en reposo afecta pre-IQ y pos-IQ (1ª
er er
semana, 1 , 3 , 6º mes)
[ 296 ]
RESULTADOS
Tabla 52. Comparaciones apareadas post hoc de la variable dolor pos-RHB afecta pre-IQ y pos-IQ (1ª
er er
semana, 1 , 3 , 6º mes)
Pos-IQ (1er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) -1,100 0,009* [-2,02 - -0,18]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) -1,629 0,000* [-2,46 - -0,80]
Pos-IQ (3er mes) vs. Pos-IQ (1er mes) -0,529 0,105 [-1,11 - 0,06]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1ª semana) -1,953 0,000* [-2,88 - -1,03]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (1er mes) -0,853 0,008* [-1,55 - -0,15]
Pos-IQ (6º mes) vs. Pos-IQ (3er mes) -0,324 1,000 [-0,95 - 0,30]
Figura 106. Seguimiento descriptivo de la evolución del dolor en reposo (EVA) entre el pre-IQ y el pos-IQ
er er
(1ª semana, 1 mes, 3 mes, 6º mes).
A continuación, se observa si en cada una de las valoraciones y para cada una de las
variables (dolor en reposo y pos-RHB) existen diferencias entre la extremidad afecta y
la no afecta para valorar en qué momento la extremidad afecta alcanza valores
similares a los de la extremidad no afecta.
[ 297 ]
RESULTADOS
Tabla 53. Comparaciones entre los valores de la extremidad afecta y la no afecta de las variables dolor en
reposo y pos-RHB en cada una de las valoraciones (pre-IQ y pos-IQ)
Dolor afecta
(EVA) 0,000*a 0,000*a 0,000*a 0,000*a 0,000*a
pos-RHB no afecta
(*p<0.05, existen diferencias estadísticamente significativas; a: test de Wilcoxon; b: test t-Student para datos apareados)
6.7.1. Comparativa descriptiva del seguimiento del Score de Lysholm pre-IQ vs.
pos-IQ (6º mes)
Tabla 54. Comparación del Score de Lysholm pre-IQ y pos-IQ (6º mes)
Score Lysholm 60,65 (18,76) [55,37 - 65,92] 79,82 (16,29) [75,24 - 84,40] 0.000*b
(*p<0.05, existen diferencias estadísticamente significativas; a: test de Wilcoxon; b: test t-Student para muestras apareadas)
[ 298 ]
RESULTADOS
Figura 107. Box plot del Score de Lysholm pre-IQ y pos-IQ al 6º mes.
El valor promedio final del score de Lysholm (6º mes) es superior al valor promedio
pre-IQ (Figura 108).
Score Lysholm
100
95
90
85
80
75
70
65
60
55
50
45
40
35
30
25
20
15
10
5
0
Pre IQ Post IQ 6º Mes
Para el Score de Tegner, no sigue una distribución normal en ninguna de sus dos
valoraciones (p-valor<0.05 del test de Kolmogorov-Smirnov). Así, el test de Friedman
nos indica que el Score de Tegner muestra diferencias estadísticamente significativas
entre las tres valoraciones, pre-ruptura, pre-IQ y al 6º mes pos-IQ (Tabla 55).
[ 299 ]
RESULTADOS
ruptura y pre-IQ, así como entre las valoraciones pre-IQ y al 6º mes pos-IQ (p = 0.00,
en ambos casos).
Tabla 55. Comparaciones del Score de Tegner valorando pre-ruptura del LCA, pre-IQ y pos-IQ (6º mes)
Score de Tegner 6,20 (1,70) [5,72 - 6,67] 2,08 (1,45) [1,67 - 2,49] 4,75 (1,64) [4,29 - 5,20] 0.000*c
Score de Tegner
10,00
9,00
8,00
7,00
6,00
5,00
4,00
3,00
2,00
1,00
0,00
Pre ruptura Pre IQ Post IQ 6º Mes
Figura 109. Score de Tegner pre ruptura,pre intervención quiúrgica y posIQ al 6º mes
[ 300 ]
RESULTADOS
[ 301 ]
RESULTADOS
Tabla 57. Coeficientes de correlación EMG_VML_0º + dinamometría 0º y 30º y el dolor en reposo pre y
pos-IQ
Dolor en reposo
Tabla 58. Coeficientes de correlación EMG_VML_0º + dinamometría 0º y 30º y el dolor pos RHB pre y
pos-IQ
Dolor pos-RHB
[ 302 ]
RESULTADOS
Tabla 59. Correlación de la EMG cuadricipital EMG_VML_0º (1 kg)_(VML_0º) y EMG VM 0º (1 kg) % (VM
+ VL 0º-1 kg) y EMG VL 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg) y la dinamometría a 0º pre-IQ y pos-IQ
Dinamometría a 0º
[ 303 ]
RESULTADOS
Tabla 60. Correlación de la EMG_VML_0º (1 kg) _ (VML_0º) y la EMG VM 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg)
y EMG VL 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg) a 0º sobre la perimetría cuadricipital a 5 cm
Perimetría cuádriceps a 5 cm
Tabla 61. Correlación de la EMG_VML_0º (1 kg) _ (VML_0º) y la EMG VM 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg)
y EMG VL 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg) a 0º sobre la perimetría cuadricipital a 10 cm
Perimetría cuádriceps a 10 cm
[ 304 ]
RESULTADOS
Tabla 62. Correlación de la EMG_VML_0º (1 kg) _ (VML_0º) y la EMG VM 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg)
y EMG VL 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg) a 0º sobre la perimetría cuadricipital a 15 cm
Perimetría cuádriceps a 15 cm
Tabla 63. Relación de la EMG VM 0º (1 kg) % (VM + VL 0º -1 kg vs. EMG VL 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1
kg)
(*p<0.05, existen diferencias estadísticamente significativas; a: test de Wilcoxon; b: test t-Student para datos apareados)
[ 305 ]
RESULTADOS
Tabla 64. Correlación entre la EMG VM 0º (1 kg) y coincidencia o no con extremidad afecta dominante en
las valoraciones pre-IQ y pos-IQ
No coincide Coincide
EMG VM 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg) P-valor
afecta dominante afecta dominante
Tabla 65. Correlación entre la EMG VL 0º (1 kg) y coincidencia o no con extremidad afecta dominante en
las valoraciones pre-IQ y pos-IQ
No Coincide Coincide
EMG VL 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg) P-valor
afecta dominante afecta dominante
[ 306 ]
RESULTADOS
Tabla 66. Correlación entre la EMG_VML_ 0º (1 kg)_(VML_0º) y coincidencia o no con extremidad afecta
dominante en las valoraciones pre-IQ y pos-IQ
No coincide Coincide
EMG_VML_0º (1 kg)_(VML_0º) P-valor
afecta dominante afecta dominante
Tabla 67. Correlación entre la dinamometría a 0º y coincidencia o no con extremidad afecta dominante en
las valoraciones pre-IQ y pos-IQ
No coincide Coincide
Dinamometría a 0º P-valor
afecta dominante afecta dominante
Tabla 68. Correlación entre la dinamometría a 30º y coincidencia o no con extremidad afecta dominante
en las valoraciones pre-IQ y pos-IQ
[ 307 ]
RESULTADOS
Tabla 69. Análisis de la correlación del Score de Tegner vs. la EMG_VML_0º (1 kg)_(VML_0º)
Score Tegner
Score Tegner
Pos-IQ
Pre-IQ
(6º Mes)
Tabla 71. Análisis de la correlación del Score de Lysholm vs. la EMG_VML_0º (1 kg)_(VML_0º)
Score Lysholm
[ 308 ]
RESULTADOS
Del total de la muestra hay 24 individuos que no han realizado RHB pre-IQ y 28 que si
han realizado RHB pre-IQ.
Tabla 72. Análisis de la correlación entre realizar o no RHB pre-IQ y la EMG_VM 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-
1 kg)
EMG VM 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg) No RHB pre-IQ RHB pre-IQ P-valor
Tabla 73. Análisis de la correlación entre realizar o no RHB pre-IQ y la EMG_VL 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-
1 kg)
EMG VL 0º (1 kg) % (VM + VL 0º-1 kg) No RHB pre-IQ RHB pre-IQ P-valor
[ 309 ]
RESULTADOS
Tabla 74. Análisis de la correlación entre realizar o no RHB pre-IQ y la EMG_VML 0º (1 kg) % (VM + VL
0º-1 kg)
Tabla 76. Análisis de la correlación entre realizar o no RHB pre-IQ y la dinamometría a 30º
[ 310 ]
ANÁLISIS DE LA INHIBICIÓN
MUSCULAR ARTROGÉNICA DEL
CUÁDRICEPS
POSLIGAMENTOPLASTIA DEL
LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR
DE RODILLA Y SU REPERCUSIÓN
EN LA FUNCIÓN DEL APARATO
EXTENSOR
DISCUSIÓN
Facultad de Medicina
y Ciencias de la Salud
7. DISCUSIÓN
[ 313 ]
DISCUSIÓN
Los resultados de este índice nos sitúan en un rango de normalidad de 0,8 a 1,2;
inferior a este rango se considera una patela baja y superior una patela alta según
Schueda et al., 2013 (266) y Phillips et al., 2010 (267).
Como ha sido abordado en el apartado 2.2.14, los autores Redón Tavera et al., en el
2000 proponen un método diferente a los comentados anteriormente para las
mediciones anatomo-radiológicas de patela alta o baja pero similar al de nuestro
estudio, en cuanto a la utilización de la radiografía dinámica en contracción
cuadricipital pero en este caso con proyecciones frontales y con mediciones de la
distancia intercóndilo-rotuliana con el individuo en decúbito supino mientras mantiene
la contracción del cuádriceps. Esta contracción permite la posición de ascenso
máximo, tal como ocurre al final de esta fase de balanceo de la marcha, tratando el
estudio radiológico reproducir esta condición fisiológica (197).
[ 314 ]
DISCUSIÓN
quirúrgicas como puede ser la ligamentoplastia de LCA, hecho por el cual nos hace
replantear una futura línea de investigación en este sentido (222).
Los resultados mostraron que el ángulo de fuerza de la rodilla del grupo con el LCA
con fuerza superior al 90% fue igual que el grupo sin lesión; el grupo con la fuerza
menor al 80% presentaron un ángulo de fuerza y fuerza en la rodilla disminuida
durante la marcha, similar a los individuos lesionados. Los autores concluían que una
fuerza inadecuada del cuádriceps contribuye a presentar patrones de marcha
alterados tras reconstrucción del LCA. Un rápido fortalecimiento después de la
reconstrucción del LCA puede contribuir a recuperar un nivel alto de actividades (268).
Este aspecto de nuestro estudio es acorde con el aportado por Hart et al., en el 2010
en el que afirman que la IMA depende del grado de lesión articular, el tiempo
transcurrido desde la lesión y el ángulo de la articulación de la rodilla. Hay mayor
afectación de la IMA en la fase aguda del daño articular, pero con el tiempo la
gravedad de la lesión disminuye; como ha ocurrido en nuestros hallazgos corroborado
también por otros autores sobre la aparición y gravedad de la inhibición muscular
artrogénica cuadricipital siendo mayor tras la lesión o cirugía (Mizner et al., 2005,
Petterson et al., 2011) pudiéndose resolver con la rehabilitación posterior en muchos
[ 315 ]
DISCUSIÓN
pacientes (269), aunque todavía puedan haber individuos que presenten déficits de
activación voluntaria de cuádriceps tiempo después de la cirugía o la lesión (Hart et al.,
2010)(201).
Según Zargi et al., en 2016 la atrofia del cuádriceps durante el primer mes
posintervención quirúrgica explica en gran parte la debilidad muscular contribuye
significativamente sobre el ejercicio isométrico y el déficit de amplitud articular en
extensión de rodilla.
Trees et al., en 2016 estudió los niveles de activación muscular voluntaria y de fuerza
de cuádriceps en contracción isométrica mediante registro de la técnica de
contracciones interpoladas e isocinéticos en pacientes con ruptura unilateral de LCA
dentro de los 6 primeros meses desde la lesión concluyendo menores niveles de
activación y de fuerza en la extremidad afecta.
Estos datos convergen con otros hallados por Keays en 2000 y De Jong et al., en 2007
que han demostrado evaluando con dinamómetros isocinéticos que en preoperatorio
es frecuente un déficit de extensores promedio de 7-15%, en cambio para los flexores
es de 1-4% de. Tras la reconstrucción los déficits se incrementan, más acusado en
cuádriceps si ha sido de hueso-tendón-hueso e isquiotibiales si ha sido de pata de
ganso, de forma progresiva se recupera al reanudar la práctica deportiva si es tendón
rotuliano, los isquiotibiales del 90-100% a los 6 meses y del cuádriceps a los 2 años. Si
el injerto es de ST-GR la recuperación del cuádriceps e isquiosurales es del 90% a los
12 meses (270,271)
Globalmente puede existir un déficit del 15 al 20% a los 6 meses y mostrar alteración
de las curvas isocinéticas y una disminución de la eficacia alrededor de los 50º de
flexión. Déficits de este tipo pueden infligir problemas en deportes que necesitan la
potencia en flexión de rodilla y la cadera en extensión como pueden ser el judo o la
gimnasia (272).
[ 316 ]
DISCUSIÓN
Según Eitzen et al., en 2009 la fuerza cuadricipital previa a la cirugía podría ser un
indicador de funcionalidad de la rodilla, ya que déficits previos a la cirugía se podrían
conservar hasta 2 años posteriores a la reconstrucción quirúrgica. Se ha podido
constatar que el nivel de fuerza de cuádriceps previo a la cirugía muestra una
correlación significativa con el nivel de actividad y funcionalidad posquirúrgica (Mc
Hugh et al., en 2002 y Heijne et al., en 2009).
[ 317 ]
DISCUSIÓN
Lorentzon et al., en 1989 estudiaron en pacientes con ruptura crónica de LCA sin
tratamiento con el objetivo de evaluar el tamaño, la morfología y el rendimiento
isocinético del cuádriceps. El TAC mostró un atrofia leve del 5.1% del cuádriceps, la
hipertrofia leve de 2.1% de los músculos posteriores del muslo, no hallándose cambios
significativos en otras zonas musculares del músculo afecto. La morfología del
músculo vasto lateral fue normal en 11 muestras por biopsia, mientras que las
anormalidades menores (irregularidad o atrofia) se observaron en los restantes
músculos. La potencia mecánica isocinética de los extensores de la rodilla fue de 71%
en la extremidad lesionada, mientras que el miembro no afectado fue del 87%. No
hubo correlación significativa entre el rendimiento y la isocinética, el tamaño del
músculo o la morfología cualitativa.
Draper en 1997 afirma que tras una reconstrucción del LCA, la inmovilización y/o el
desuso del miembro intervenido puede desembocar en una atrofia significativa del
cuádriceps resultando en una debilidad del mismo los primeros días o semanas.
En 1999 Maitland, Ajemiam y Suter describieron que en pacientes con lesión bilateral
crónica de LCA que empeora progresivamente a inestabilidad de rodilla durante la
[ 318 ]
DISCUSIÓN
marcha estaba asociado a la insuficiencia del LCA. Las pruebas y los análisis fueron
hechos antes y después de 12 semanas de entrenamiento; compuesto principalmente
biorretroalimentación con electromiografía, el equilibrio y ejercicios de senderismo. Sus
resultados mostraron disminución de la inhibición muscular, aumento de la flexión
isométrica máxima y el torque de extensión de la rodilla. Los autores también
argumentan que las variables de la marcha, el torque y la inhibición del músculo puede
cambiar en una persona con rodilla inestable.
Sobre diferentes estudios como los de Willmore en 2006 que aportan resultados sobre
el efecto de la inmovilización y del cese del entreno regular. En el caso de la
inmovilización completa, la atrofia era rápida para las fibras I y IIa, pero las fibras IIb
también se encontraban afectadas. La pérdida de fuerza se iniciaba a partir de la 6ª
hora de inmovilización y era muy acentuada durante la primera semana (de un 3% a
un 4% por día).Esta atrofia conlleva una disminución del número de miofibrillas por
consecuencia de sárcomeros en paralelo lo que conlleva una disminución de fuerza y
reclutamiento de unidades motoras (275). Para aumentar la tensión muscular se
necesitan mayor número de unidades motoras reclutadas y por lo tanto aumentar la
frecuencia de descarga para la tetanización y también a través del otro mecanismo
que es la intensidad de descarga para aumentar el reclutamiento de unidades motoras
(276).Esta última característica de la intensidad de descarga es la que va a utilizar el
sistema nervioso central como sistema de compensación de la atrofia muscular para
aumentar la activación de unidades motoras.
Sobre esta situación muscular, dado el factor intrínseco de atenuación de la señal por
el dolor y sobre todo por el derrame sinovial (193).El aumento de la amplitud de la
señal electromiográfica posquirúrgica respecto a la prequirúrgica, podría obedecer a
que en el proceso de normalización de la señal electromiográfica, durante la prueba de
[ 319 ]
DISCUSIÓN
Entre los que reportan una presencia asociativa destaca entre otros Lepley et al., en el
2014 que relaciona el aumento de la activación voluntaria del cuádriceps con el
aumento de la excitabilidad espinal refleja y la excitabilidad cortico-espinal que
conlleva el aumento de la fuerza (278), también coincide Neuman et al., en el 2014 en
los estudios de esta asociación sobre los cambios de la fuerza muscular del
cuádriceps tras una artroplastia total de rodilla.
[ 320 ]
DISCUSIÓN
Autores como Hopkins, Ingersoll en el 2000 y Park & Hopkins en el 2013 argumentan
en sus estudios que las disminuciones en el cuádriceps en la contracción voluntaria
máxima podrían ser resultado de disfunciones en la motoneurona que obstaculiza la
excitabilidad neuronal asociada con las 2 vías medulares pre y post sináptica lo que
podría limitar la producción de fuerza voluntaria. Park & Hopkins en el 2013 apuntan
que el fallo de la activación central puede ser causada por la disminución voluntaria de
producción de fuerza (187,208,279).
Otros autores como Krishnan et al., en el 2011 reportan ausencia de esta asociación,
indican que la debilidad del cuádriceps esta en relación principalmente con los
cambios periféricos del cuádriceps y no a los niveles de activación voluntaria o
activación antagonista de los isquiotibiales (269).
Pietrosimone et al., en el 2014 avalan el argumento sobre que los déficits inmediatos
de activación del cuádriceps después del derrame articular producen alteraciones
inmediatas en la fuerza muscular, momento extensor de la rodilla y fuerza de reacción
vertical en el suelo durante la marcha (281).
[ 321 ]
DISCUSIÓN
[ 322 ]
DISCUSIÓN
Los resultados mostraron que había una reducción media moderada pero significativa
en la activación voluntaria máxima en comparación con los miembros del grupo
control. Por lo tanto la conclusión fue que el déficit de la fuerza muscular isométrica en
el lado de la lesión se explicaba por un déficit de activación voluntaria y una debilidad
muscular. Por otro lado, la disminución de la fuerza muscular en el lado no lesionado
es explicada por los déficits de la activación voluntaria. Los autores también
consideran que el déficit de la activación voluntaria bilateral; las pruebas funcionales
de los músculos no son válidos cuando el lado de la lesión se hace servir como
referencia (214).
[ 323 ]
DISCUSIÓN
En una RS de Hart et al., del 2010 se muestra que hay un déficit de activación
muscular del cuádriceps de la extremidad lesionada pero también en menor proporción
del cuádriceps de la no lesionada.
[ 324 ]
DISCUSIÓN
Los resultados sugieren anormalidad en las funciones del cuádriceps a nivel muscular
de los pacientes con reconstrucción del LCA, y puede explicar la debilidad muscular
que a menudo se describe en estos pacientes. Este mismo grupo de Konishi en otra
publicación del mismo año en 2 experimentaciones estudiaron las contracciones
máximas voluntarias para la extensión de rodilla y electromiografía para probar la
hipótesis de que la pérdida de retroalimentación aferente debido a la ruptura del LCA
era la causa de debilidad del cuádriceps. En el primer experimento se midió la
contracción máxima voluntaria de extensión de rodilla y electromiografía (EMG) del
músculo cuádriceps en un grupo de pacientes con ruptura del LCA y un grupo de
individuos sanos antes y después de un anestésico introducido en la articulación de la
rodilla. En el experimento segundo, se midieron los mismos parámetros en un grupo
de pacientes con ruptura del LCA, un grupo de individuos sanos con la rodilla
anestesiada y un tercer grupo de individuos sanos que recibían 20 minutos de
estimulación vibratoria aplicada en el tendón patelar (grupo control).Los resultados del
experimento 1 revelaban que la inyección de anestésico dentro de la cápsula de la
rodilla mostraba un significativo descenso de la contracción voluntaria máxima (CVM)
y la EMG, en el experimento 2 la CVM y la EMG del grupo control fue
significativamente menor que la de los 2 otros grupos. Estos resultados sugieren que
la pérdida de retroalimentación de los mecanoreceptores del LCA es el mecanismo
subyacente de debilidad cuadricipital en pacientes con lesión de LCA. Esta conclusión
está basada en que la supresión crónica del reclutamiento de unidades motoras
supraumbrales durante la contracción voluntaria debido a la lesión crónica del LCA
conduce a una reducción crónica de la vía de retroalimantación-Ia para los músculos
alrededor de la rodilla debido a una falta de activación en el LCA por el bucle gamma
(240).
[ 325 ]
DISCUSIÓN
Estos datos de nuestro estudio son corroborados por otros autores que basan su
medición en la perimetría cuadricipital y la zona de medición recogiendo la zona del
1/3 distal cuadricipital con el fin de detectar más a nivel muscular y selectivo de VM
(Hoppenfield en 1979, Hayward en 1996, Kundlund en 1990, Pitzen y Rössler en
1993). Kennedy en 1982 estudió el efecto del derrame y el reflejo de inhibición
cuadricipital resultando entre un 30-50% de IMA provocada de forma refleja como
resultado de una inyección de 60 ml de líquido salino intraarticular afectando más al
VM. El mantenimiento del derrame por un periodo de tiempo prolongado demostró que
no se producía disminución en el grado de inhibición de este reflejo. La inyección de
anestésico local anterior a este derrame intrarticular bloqueaba la inhibición que
previamente se había demostrado. Los receptores capsulares eran así considerados
como responsables para generar este reflejo de inhibición.
La inhibición está mediada por receptores de adaptación lenta puede así mantenerse
indefinidamente en presencia del estímulo persistente y provoca una rápida atrofia
muscular y obviamente un efecto contraproducente en la fase de recuperación.
Aunque una cierta cantidad de derrame posoperatorio es inevitable, el efecto negativo
en el tono muscular del cuádriceps puede ser parcialmente evitado, disminuyendo el
reflejo mecanoreceptor y provocando una estimulación directa eléctrica en el músculo,
de ahí que podamos abordarlo con electroestimulación neuromuscular. Eirkkson en
1979 y posteriormente Morrissey han referido los efectos beneficiosos de la
electroestimulación muscular sobre la atrofia muscular que surge tras la cirugía.
En nuestro estudio se produce una correlación negativa inversa, al mismo tiempo que
descienden los valores de la perimetría central rotuliana y a 5 cm del polo superior de
rótula progresivamente en las valoraciones del 1er, 3er y 6º mes para recobrar sus
valores de normalización, aumentan los valores de la perimetría a 10 y 15 cm de polo
superior de la rótula progresivamente de la valoración del 1er a 6º mes. La modificación
de dichos valores mantiene el mismo paralelismo con los valores dinamométricos de
valoración de la fuerza muscular dándose una correlación inversa entre los 2. Cabe
señalar que no se observaron cambios perimétricos con relevancia clínica en la
extremidad no afecta.
[ 326 ]
DISCUSIÓN
Respecto al dolor valorado con la escala EVA, aumenta para la extremidad afecta en
situación de reposo entre la valoración pre-IQ respecto a la pos-IQ; en relación al dolor
posrehabilitación está aumentado respecto al valor del dolor en reposo a nivel pre-IQ,
pero sin variar o aumentar a nivel pos-IQ, aspecto sobre el cual nos indica que la
actividad propia del tratamiento de fisioterapia tras la intervención quirúrgica no hace
aumentar las molestias dolorosas propias de por sí por la cirugía.
[ 327 ]
DISCUSIÓN
Los scores de Lysholm y Tegner han sido utilizados en muchos estudios (Laxdal et al.,
en 2007 y Drogset et al., 2010) que comparan técnicas quirúrgicas de reconstrucción
del LCA (tendón rotuliano vs. isquiotibiales). Los resultados en nuestro estudio al
recoger la puntuación pre y posoperatoria en el score Lysholm y preruptura del LCA,
pre-IQ y pos-IQ en el score de Tegner reflejan variaciones.
[ 328 ]
DISCUSIÓN
En nuestro estudio respecto al score de Tegner el nivel de actividad pre ruptura del
LCA está en 6,20; descendiendo a un 2,08 posruptura y puntuado a nivel pre-IQ y
aumentando a un 4,75 al 6º mes pos-IQ. Dichos datos reflejan que el individuo
disminuye su nivel de actividad tras la ruptura del LCA y al 6º mes pos-IQ aunque
cerca de alcanzar los niveles previos a la ruptura del LCA, todavía está a 1,45 por
debajo de la media previa inicial preruptura del LCA.
Las franjas de puntuación del score de Tegner (Anexo 14) permiten puntuar y situar al
individuo en uno de cuatro sectores que son: (0: representa incapacidad como
consecuencia de una lesión de rodilla; de 1 a 4 no realiza actividad deportiva pero
trabaja; de 5 a 7 práctica actividad física recreativa; y de 7 a 10 práctica actividad física
de forma competitiva).
Autores como Briggs et al., en 2009 y Wright et al., en 2009 recomiendan utilizar la
escala de Tegner y la de Lysholm de forma conjunta.
[ 329 ]
DISCUSIÓN
Shen et al., en el 2012 en un estudio sobre reconstrucciones de LCP con LARS sobre
41 pacientes, el score de Lysholm preoperatorio era de 64,9 ± 8,8 y en el
posoperatorio a 3 años era de 92,1 ± 3,3 (LARS-HAS).
En nuestro estudio no se refleja correlación significativa entre los valores pre-IQ del
Score Lysholm y Tegner del grupo muestral sobre la IMA pos-IQ, lo que sugiere una
relación independiente del nivel de actividad y funcional del individuo y su desarrollo
posterior de la IMA en el periodo posquirúrgico dependiendo más de otros factores
predisponentes como el derrame sinovial, etc. Estos datos coinciden con los
reportados en su estudio por Alvarez Santana en 2015 que concluyó no obtener
correlación significativa entre los valores de los cuestionarios de Tegner-Lysholm e
IKDC, con el desplazamiento anterior de la tibia en los pacientes con rotura de LCA y
tampoco obtuvo correlación significativa con el tiempo transcurrido tras el accidente y
el desplazamiento anterior tibial, la fuerza isométrica de flexo-extensores de rodilla o
su cociente y los resultados de los cuestionarios Tegner-Lysholm (288).
[ 330 ]
DISCUSIÓN
LCA. Otros autores como Ageberg et al., en 2008 y 2009 optan por el KOOS, autores
como Risberg et al., en 2007 y Eitzen et al., en 2014 por el CKRS.
Por el contrario la calidad de vida relacionada con el estado de salud en las personas
con lesión del LCA es similar a la población sana, pero se redujo en comparación con
una población sana más activa y deportista. No se observaron diferencias en la calidad
de vida relacionada con el estado de salud de los pacientes con lesión del LCA y de
los individuos sometidos a reconstrucción del LCA en 7 de los 8 dominios del SF-36
(289).
[ 331 ]
DISCUSIÓN
funcional de la articulación. Los resultados encontrados por los autores sugieren que
los pacientes posiblemente no se prepararon bien durante el tratamiento preoperatorio
que consiste en un programa de entrenamiento de resistencia como preparación para
un mejor tratamiento y más adecuado para mejorar la atrofia muscular después de la
reconstrucción del LCA (217).
[ 332 ]
DISCUSIÓN
los investigadores, parece considerar la pierna preferida para chutar a un balón como
la pierna dominante (Matava et al., 2002). Para otros autores se define como, la pierna
dominante aquella que serviría como apoyo y soporte de peso y por lo tanto siendo
más fuerte y más pesada. De ahí que no haya consenso en la literatura entre área de
la sección transversal muscular o el volumen comparando dominante y no dominante.
Estos valores de nuestro estudio sobre la asimetría muscular coinciden con los
expresados por otros autores.
[ 333 ]
DISCUSIÓN
[ 334 ]
DISCUSIÓN
[ 335 ]
ANÁLISIS DE LA INHIBICIÓN
MUSCULAR ARTROGÉNICA DEL
CUÁDRICEPS
POSLIGAMENTOPLASTIA DEL
LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR
DE RODILLA Y SU REPERCUSIÓN
EN LA FUNCIÓN DEL APARATO
EXTENSOR
CONCLUSIONES
Facultad de Medicina
y Ciencias de la Salud
8. CONCLUSIONES
[ 339 ]
ANÁLISIS DE LA INHIBICIÓN
MUSCULAR ARTROGÉNICA DEL
CUÁDRICEPS
POSLIGAMENTOPLASTIA DEL
LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR
DE RODILLA Y SU REPERCUSIÓN
EN LA FUNCIÓN DEL APARATO
EXTENSOR
LIMITACIONES
Facultad de Medicina
y Ciencias de la Salud
9. LIMITACIONES
Como limitaciones del estudio que se han constatado en su desarrollo son las
siguientes:
4. Al realizar la valoración de lateralidad de las EEII con el test de Harris, según las
condiciones prequirúrgicas en las que se encuentra el paciente, de las 10 ejecuciones
que solicita el test, la que refiere a realizar un salto con una sola pierna, este pacientes
no lo puede realizar. Si bién el mismo test te permite determinar la lateralidad a pesar
de no realizarse dicha ejecución. Por lo tanto no supone ningún inconveniente para el
objetivo de medir la lateralidad en este estudio.
[ 343 ]
ANÁLISIS DE LA INHIBICIÓN
MUSCULAR ARTROGÉNICA DEL
CUÁDRICEPS
POSLIGAMENTOPLASTIA DEL
LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR
DE RODILLA Y SU REPERCUSIÓN
EN LA FUNCIÓN DEL APARATO
EXTENSOR
PROPUESTAS O LÍNEAS DE
INVESTIGACIÓN FUTURAS
Facultad de Medicina
y Ciencias de la Salud
1. La IMA en relación con los aspectos sobre la misma temática y valoración de esta
tesis.
• Análisis de la IMA cuadricipital tras ligamentoplastia del LCA con tendón dador de
pata de ganso con un grupo control diferente al paciente que es su propio control
compuesto de individuos sanos.
• Análisis y valoración de la IMA sobre otra tipología quirúrgica diferente a la
planteada en la reparación del LCA de la presente tesis, como sería la
ligamentoplastia con injerto dador autólogo de tendón rotuliano, y así poder comparar
con las ligamentoplastias de pata de ganso o de otro tipo de injerto dador.
• Valoraciones de las implicaciones clínico-quirúrgicas de la IMA con otras
reparaciones de estructuras asociadas a la ligamentoplastia del LCA como la sutura
meniscal, etc.
• Análisis de la IMA en otros grupos musculares con implicación sobre la
ligamentoplastia del LCA como por ejemplo los isquiotibiales.
• Análisis de la IMA del cuádriceps en otras patologías traumáticas de la propia rodilla
(fractura de meseta tibial, fractura de rótula, etc.) o de articulaciones vecinas de la
extremidad inferior como el pie o cadera que por afectación traumática poliarticular
puedan cursar con IMA sobre el segmento cuadricipital.
• Extender el análisis de la IMA cuadricipital a más posiciones, tipo de trabajo
muscular y en otros grados de amplitud articular.
• Analizar el posicionamiento patelar (normal, alta, baja) en las rupturas de LCA
completando el cálculo del índice de Insall-Salvati.
[ 347 ]
PROPUESTAS O LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN FUTURAS
[ 348 ]
ANÁLISIS DE LA INHIBICIÓN
MUSCULAR ARTROGÉNICA DEL
CUÁDRICEPS
POSLIGAMENTOPLASTIA DEL
LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR
DE RODILLA Y SU REPERCUSIÓN
EN LA FUNCIÓN DEL APARATO
EXTENSOR
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après reconstruction du ligament croisé antérieur”. Rev Med Suisse, 2013; 9:1426-1431
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Figura 75. Ejemplo de irradiación axial periférica. (Fuente propia del autor)
Figura 79. Báscula médica con altímetro modelo SECA. (Fuente propia del autor)
Figura 81. Perimetría femoral por segmentos; 1/3 inferior (5 cm), 1/3 medio (10 cm),
1/3 superior (15 cm). (Fuente propia del autor)
Figura 85. Colocación de la EMGS y del paciente en acoplamiento con el DFM para
valoración a 0º y 30º de flexión de rodilla (Fuente propia del autor)
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Figura 87. Box plot de DTTAR CC a 0º y 30º afecta y no afecta comparativa pre y
pos-IQ (1ª semana). (Fuente propia del autor)
Figura 88. Diagrama de árbol del reclutamiento muestral. (Fuente propia del autor)
Figura 93. Comparativa del seguimiento de la EMG VML 0º (1 kg) (VML 0º)) afecta y
no afecta para las valoraciones pre-IQ y pos-IQ (1ª semana, 1er, 3er, 6º mes). (Fuente
propia del autor)
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Figura 102. Perimetría central rotuliana afecta y no afecta pre y pos-IQ. (Fuente
propia del autor)
Figura 103. Box plot del dolor extremidad afecta tras RHB pre-IQ y pos-IQ (1ª
semana). (Fuente propia del autor)
Figura 104. Box plot del dolor en la extremidad afecta en reposo pre-IQ y pos-IQ
(1ª semana). (Fuente propia del autor)
Figura 105. Seguimiento descriptivo de la evolución del dolor post RHB (EVA)
entre el pre-IQ y el pos-IQ (1ª semana, 1er mes, 3er mes y 6º mes). (Fuente propia del
autor)
Figura 107. Box plot del Score de Lysholm pre-IQ y pos-IQ, 6º mes. (Fuente propia
del autor)
Figura 108. Score de Lysholm pre y pos-IQ. (Fuente propia del autor)
Figura 109. Score Tegner preruptura, pre-IQ y pos-IQ, 6º mes. (Fuente propia del
autor)
[ 382 ]
ANÁLISIS DE LA INHIBICIÓN
MUSCULAR ARTROGÉNICA DEL
CUÁDRICEPS
POSLIGAMENTOPLASTIA DEL
LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR
DE RODILLA Y SU REPERCUSIÓN
EN LA FUNCIÓN DEL APARATO
EXTENSOR
ANEXOS
Facultad de Medicina
y Ciencias de la Salud
12. ANEXOS
[ 385 ]
ANEXOS
[ 386 ]
ANEXOS
[ 387 ]
ANEXOS
[ 388 ]
ANEXOS
[ 389 ]
ANEXOS
[ 390 ]
ANEXOS
[ 391 ]
ANEXOS
[ 392 ]
ANEXOS
Anexo 5. Aprobación del proyecto de investigación por parte del CER (Comitè
d’Ètica de Recerca) de la Universitat Internacional de Catalunya
[ 393 ]
ANEXOS
Anexo 6. Aprobación del proyecto de investigación por parte del CEIC del IDC
Salud - Hospital General de Catalunya
[ 394 ]
ANEXOS
[ 395 ]
ANEXOS
[ 396 ]
ANEXOS
[ 397 ]
ANEXOS
[ 398 ]
ANEXOS
[ 399 ]
ANEXOS
[ 400 ]
ANEXOS
[ 401 ]
ANEXOS
[ 402 ]
ANEXOS
[ 403 ]
ANEXOS
[ 404 ]
ANEXOS
[ 405 ]