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Demencia - Una Guía para La Acción
Demencia - Una Guía para La Acción
Texto principal
Introducción
En 2017, el Plan de Acción Global de la OMS identificó a la demencia como una prioridad
global instando implementar las políticas y los recursos necesarios para garantizar la acción
en la demencia.
El número de personas con demencia es creciente per también se han producido cambios,
disminuyendo la incidencia específica por edad o la prevalencia en EE.UU., Reino Unido,
Suecia, Países Bajos, Francia y Canadá. Esto estaría reflejando una menor exposición a
factores de riesgo o a una mayor resistencia al deterioro cognitivo, pero en otros países, como
Japón y China, esto no ha ocurrido.
Los factores de riesgo incluidos en este modelo son los identificados por las guías National
Institute of Health and Care Excelencia (2015) del Reino Unido y del National Institutes of
Health, agregando los calificados como "la evidencia de mejor calidad".
Por otra parte, calcula la contribución de los factores de riesgo emergentes que no fueron
considerado antes, como la pérdida auditiva y el aislamiento social.
1. Educación
2. Pérdida auditiva
3. Hipertensión
4. Obesidad
5. Fumar
6. Depresión
7. Inactividad física
8. Aislamiento social
9. Diabetes
Este nuevo modelo halló que más de un tercio de los casos de demencia son potencialmente
prevenibles; el conjunto de los 9 factores dan cuenta del 35% del riesgo de la población.
Aunque es imposible eliminar por completo estos riesgos, la evidencia de que hasta el
momento, la incidencia de demencia se ha reducido casi un 20% sugiere fuertemente que las
estrategias preventivas tienen el potencial de retrasar o prevenir la demencia.
“Nos sorprendió descubrir que la pérdida auditiva era el factor de mayor contribución”,
expresan los autores, lo que fue explicado por su estrecha asociación con la demencia, casi
duplicando el riesgo, y por lo común que es la pérdida auditiva.
En general, acotan “encontramos que los objetivos de intervención más prometedores fueron
el aumento de la educación en la vida temprana, el aumento de la actividad física y el
mayor compromiso social, con la reducción del tabaquismo y, el tratamiento de la
hipertensión, la diabetes y la discapacidad auditiva. Es poco probable que este modelo sea
dañino y también beneficiaría de otras maneras a las personas.
Los autores sostienen que el cuidado adecuado de la demencia debe ser personalizado, lo que
significa que las personas con demencia y sus familias necesitan tener sus servicios médicos,
sociales y atención de apoyo evaluados y reevaluados a través del tiempo, según van
cambiando. Deben adaptarse a las necesidades culturales, preferencias y prioridades del
individuo.
Hay intervenciones efectivas como Strtegies for RelaTives (START) (Estrategias para
familiares); Resources for Enhancing Alzheimer’s Caregiver Health intervention (REACH)
(Recursos para Mejorar la Intervención de Salud del Cuidador de Alzheimer), que
disminuyen el riesgo de depresión de los cuidadores y, por lo tanto, deben estar disponibles.
Las personas con demencia y sus familias también necesitan oportunidades para discutir sus
puntos de vista sobre los planes futuros, teniendo en cuenta la pérdida de la capacidad que se
asocia con la demencia más grave. Los profesionales de la salud deben discutir estos puntos
de vista en una etapa temprana, con el fin de maximizar el compromiso de las personas con
demencia.
Los síntomas neuropsiquiátricos en la demencia son comunes y afectan a casi todas las
personas en algún momento de la enfermedad. Estos síntomas aumentan la gravedad de
demencia y la angustia de los cuidadores familiares y, a menudo, significa el fracaso de la
atención en el hogar. Pueden tener muchas causas y suelen presentarse agrupados, por lo
tanto, es importante que sean evaluados.
Conclusiones
La Comisión Lancet enfatiza lo que se puede hacer actualmente para prevenir e intervenir la
demencia. Los hallazgos clave de la Comisión muestran que una gran proporción de
demencias es prevenible y que "actuar ahora" tendrá un gran beneficio para las sociedades y
los individuos en todo el mundo.
El informe también aborda los importantes desarrollos en intervenciones que deberían ser
ofrecidos en forma rutinaria.
En palabras de los autores: “hemos hecho un progreso significativo; nos estamos acercando a
una atención de la demencia mucho más segura, de alta calidad y ampliamente accesible.”
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