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Leyes de Newton
FACILITADORA Participante:
V-24.245.924
Cuando una persona sufre una lesión que causa dolor y limitación de movimiento, es
común que deje de hacer ciertos movimientos para evitar el dolor. Un fisioterapeuta puede
aplicar la primera ley de Newton al ayudar a la persona a superar su resistencia inicial al
movimiento y fomentar el eventual retorno a la función normal. Al proporcionar ejercicios
terapéuticos graduales y adecuados, se puede ayudar a superar la inercia inicial y restaurar
el movimiento normal.
Otro ejemplo de aplicación de esta ley en ejercicios para humanos podría ser el
entrenamiento de resistencia. Cuando se realiza ejercicios de resistencia, como levantar
pesas, el cuerpo experimenta una resistencia externa que requiere aplicar fuerza para
superarla. En este caso, el cuerpo mostrara inercia y tratara de permanecer en reposo o
mantener el movimiento si no se aplica una fuerza suficiente.
Al aplicar una fuerza adecuada y constante, se puede superar esa resistencia inicial y lograr
el movimiento deseado. A medida que se continúa entrenando, el cuerpo se adapta y
desarrolla fuerza muscular para superar la inercia más eficientemente.
Está estrechamente relacionada con la primera ley del movimiento de Newton. Afirma
matemáticamente la relación de causa y efecto entre la fuerza y los cambios en el
movimiento. La segunda ley del movimiento de Newton es más cuantitativa y se utiliza
extensamente para calcular lo que sucede en situaciones que involucran una fuerza. Antes
de que podamos anotar la segunda ley de Newton como una ecuación simple que da la
relación exacta de fuerza, masa y aceleración, necesitamos afilar algunas ideas que ya se
han mencionado.
Un segundo ejemplo seria al usar chalecos con peso, en este caso, si modificamos el peso o
añadimos peso adicional, la masa también cambiará y afectará la cantidad de fuerza
necesaria para mantener la aceleración.
Aplicando la segunda ley de Newton, sabemos que la fuerza neta aplicada al realizar estos
ejercicios es directamente proporcional a la aceleración que se genera en los músculos. Al
aumentar la resistencia con la que los músculos tienen que trabajar, se aumenta la fuerza
neta y, por lo tanto, se produce una mayor aceleración muscular.
Estos ejercicios de resistencia ayudan a fortalecer los músculos, ya que obligan a los
músculos a trabajar contra una fuerza externa adicional. Con el tiempo y la repetición de
estos ejercicios, los músculos se adaptan y se vuelven más fuertes.
3.-Tercera Ley de Newton: Ley de acción y reacción.
Esta ley establece que con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria: o sea,
las acciones mutuas de dos cuerpos siempre son iguales y dirigidas en direcciones opuestas.
Plantea que toda acción genera una reacción de igual intensidad, pero en sentido opuesto.
Es decir, siempre que un objeto ejerza una fuerza sobre otro, este último devolverá una
fuerza de igual magnitud, pero en sentido opuesto al primero.
Ejemplos:
Durante la marcha, por ejemplo, cuando una persona camina, cada paso implica la
aplicación de fuerzas y reacciones en diferentes partes del cuerpo. Si alguien tiene un
desequilibrio en la distribución de estas fuerzas, como una mala alineación de las
articulaciones o debilidad muscular, puede causar dolor o lesiones crónicas. Un
fisioterapeuta puede utilizar la tercera ley de Newton para ayudar a corregir estos
desequilibrios, proporcionando ejercicios para fortalecer los músculos débiles y mejorar la
alineación corporal.
Otro ejemplo de la tercera ley de Newton es el uso de técnicas de terapia manual para
aliviar el dolor y mejorar la movilidad en las articulaciones.
Esta fuerza de reacción ayuda a aflojar las articulaciones y los tejidos adyacentes, aliviar la
rigidez y restaurar la movilidad normal. A medida que el fisioterapeuta continúa aplicando
fuerzas controladas, el cuerpo del paciente se adapta y permite una mayor amplitud de
movimiento en la columna vertebral.
En resumen, las leyes de Newton se aplican en fisioterapia para comprender y abordar los
principios biomecánicos y fisiológicos del movimiento humano. A través de la aplicación
de estas leyes, los fisioterapeutas pueden diseñar tratamientos y ejercicios específicos para
ayudar a sus pacientes a superar el dolor, recuperar la función normal y mejorar su calidad
de vida.