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DANIEL WAISBROT. Mas de un otro Variaciones y vacilaciones del dispositive psicoanal ' b Psicolibro ediciones Hoy, segiin entiendo, mis cerca de una teorfa del dos, mas at aa caer’, entendemos que el despliegue dela sesiin hace | posible una intervencién sobre alguno de ellos. El anal | Roma un significante que se reitera y lo interpreta. Toma < | cee entiendo” como resistencia, marcando la dificultad de \ ponerse en los zapatos del otro, a ver a dénde le aprietan’ El “no | tiendo” emerge mostrando la dificultad de ligar algo de una negatvidad radical. Elslencio que acompafia este momento, Ta pregunca-invtacin del final, parecer dar cuenta de que los | fersmenos eransferenciales cmpiezan a jugarse. Veamos otro | material clinico. (es DEL DOLOR AL SUFRIMIENTO. Det TRAUMA AL DUELO Cuando entraron en la sala de partos no imaginaron lo que sobrevendria, La muerte anduvo rondando amenzadora pot fos cuerpos de In madre y de la nia. Finalmente, luego de tun largo periodo, ambos salieron vivos pero con una pérdida grande. La hemorragia y a cirugia se habian evado lx mast ¥ a madre no podria volver a selo, por lo menos “como Dias mi /”, segtin su propio decir. Se el ania el relat angusado, obrecopedor, de ambos protagonistas de un psicoanalisis de pareja, varios moves después de haberlo comenzado. — "No doy mas ec clla en la primera entrevista» Hl pasa jugando al piguery nosotros no existimos. Trabaja y juegeal "Pierde el dinero que tanto nos cost6 conseguir. ‘Ella exagerd ira él-. A ella le molesta que yo tenga mi vida y lo tinico que Guiere esque esté com ella. ¥ ex de que nos costs conseguir. 6 ist conseguir. Es que parece que ya no me quiere ~dice ella me Teimporta que desde hace un tiempo yo hago aportes importantes # Ia economia familiar, lo que pasa esque no puedo dare hijo, mit 126 hrijes...”. Poco a poco, el malestar primero va cediendo y da paso a pensar en los proyectos realizados y en los truncos. Ambos son de una zona rural del sur argentino, vinieron a Buenos Ai- res a hacerse cargo de una empresa familiar. Una industria de productos alimenticios. La empresa era de la familia de él. Las materias primas eran compradas a la familia de ella, poseedora de un pequefio campo que obligaba a una vida en los limites de la pobreza. Asi se conocieron. El acompaiiando a su padre al campo del padre de ella. La empresa familiar era llevada adelante por el padre de él, en un esfuerzo continuo, largamente sostenido, de viajes incesantes centre Buenos Aires y su ciudad de origen. Un padre cansado, {que esperaba que el hijo vardn se hiciera cargo de sus negocios. Un hijo varén que veia la oportunidad de una mixtura: podria hacerse cargo y seguir perteneciendo, pero a distancia suficiente. Para ella, venir a vivir a Buenos Aires le permitiria conseguir un titulo universitario que afioraba y del que se encontraba muy lejos en su pueblo de origen y en las condiciones econémicas de su familia de origen. Lo consiguieron. Ella pudo estudiar y recibirse y él pudo llevar adelante con éxito la empresa familiar. Después vendrfa armar una casa para alojar una gean familia La casa la obtuvieron, pero los hijos“... apenas pucimos uno. una”, dica él en tono amargo. La realidad del cuerpo les cert6 prematuramente el camino al suefio ideal. Y vaya si fue a penas. Pero por qué ahora? ;Por qué seis afios después de acontecido aquel suceso aparece la crisis? “Yo creo que él no estd conmigo (luego de unos meses pudo separar a la hija de ella y dejar de decir “no estd con nosotras”) porque yo no puedo darle mas hijos. Tampoco el hijo varin que él tanto deseaba’, El estallido ocurte ‘cuando el le plantea la idea de alquilar un vientre. Un primer intento de pensar en cémo descongelar el suefio trunco. Ella interpreta ese pedido como una confirmacién del desprecio de él por su “mutilacién’” Se abre una oportunidad para hablar de 127 lo sucedido. Insisto, Habfan pasado varios meses y yo atin no sabia con claridad qué habia pasado. El clima intimidaba preguntar. A partir de alli, las sesiones se transformaron literalmente en un velatorio, Cuentan ambos, con lujo de detalles, lo que pas6. El trabajo del anélisis propone que luego empiece el otro contar. Cuentan qué les pasé con eso que pasé. Largas, dificiles sesiones de Ilanto y palabras conjuntas que van anudando significacién a lo que hasta alli no tenia. Ella veia la ausencia en su cuerpo. E ia dela mesa grande y del hijo varén. La presencia de la hija, verdaderamente investida hasta alli, emperaba a cobrar el caricter de sobreviviente de una catistrofe atin por anudar. El anilisis permii6 pasar del trauma al inicio del trabajo de duelo. Casi un aio después, avizoran la posibilidad de adop- tar, Hijos sin padres para padres sin hijos “suficientes” para el suefio ideal, Cuesta saber cudnto hay de deseo alli més allé de los ideales de la gran familia. En eso estén, en eso estamos. Esta vifieta nos introduce desde el vamos en una problemé- tica que quiero plantear, y son las complejas relaciones entre trauma y duelo, No se entra a una sala de partos para no salir ‘Tampoco se entra para salir sin el hijo y, mucho menos atin, para salir sin la posibilidad de seguir teniéndolos. Estas tres posibilidades latieron con fiereza en esos meses de zozobra. Nos encontramos ante una escena que no dudarfa en denominar como “traumatica indo digo traumstica quiero proponerla como antitética de duelo. Paso a explicarlo, ‘Trauma ¢s, sobre todo, ruptura. De la barrera antiestimulo, de la trama representacional, del tejido preconsciente, de la historizacién simbolizante. Trauma es, ante todo, desgarradura, agujero. El duelo, en cambio, en lo que a los analistas més nos intetesa, es sobre todo trabajo de duelo. Supone trabazén. ligadura, trama representacional, tejido simbélico que permita volver a historizar, volver a disponer, sino ya lo perdido, lo que se escapé de su sombra. 128 Cuando algo de lo traumitico inunda, el duelo como trabajo es imposible. Es necesario ponerse a recorrer un camino que permita conducir del trauma al inicio del trabajo de duelo. En ese sentido, me gustaria poner en cuestidn la nocién, fuer- temente ligada a la tradicién freudiana, de “duelo patolégico” versus el denominado como “duclo normal”” Preficro, en ese sentido, pensar que hay duelo 0 no lo hay. Si lo que me interesa sobre todo es delinear el concepto de duelo como trabajo, lo que se suele denominar “duelo patolégico” en verdad no es duclo, en tanto esté trabado su trabajo. Pensemos el duelo en relacién con el dolor. Hay un examen muy interesante en Inhibicién, sintoma y angustia. Alli, Freud despliega, en uno de los escritos cumbre de su clinica, sus descubrimientos te6ricos de la tiltima década, El cambio en la teoria de la angustia lo obliga a repensar. ‘Tendra que revisar Juanito, el hombre de las ratas y, también, fa relacién entre angus frente al peligro de la pérdida del objeto, el dolor lo sera frente asu pérdida acontecida, sobrevenida, no frente a su peligro. Asi quedan claramente delimitadas las nociones de angustia y dolor. El modelo del dolor es el modelo del dolor corporal. Estimulos que perforan barreras protectoras. dolor y duelo. Si la angustia lo es el lenguaje ha creado el concepto de dolor interior, ant- ‘mico, equiparando enteramente las sensaciones de la pérdida del objeto al dolor corporal. (..) ;La intensiva investidura de anoranza, en continuo crecimiento a consecuencia de su cardcter irrestarable, del objeto ausente (perdido) crea las mismas condiciones econdmicas que la investidura de dolor del lugar lastimado del cuerpo y hace posible prescindir del condicionamiento periferico del dolor corporal!” Es entonces, dolor en el “alma’, equivalente a dolor en el cuerpo. Hay distintos modos de nominar lo que aqui llama 129 “dolor animico”, Tres afios antes de escribir este texto, habia publicado El malestar en la cultura, donde realiza una descrip- cidn exhaustiva de lo que alli, en lugar de denominar “dolor”, llam6 “sufrimienc Yesalli de duelo patoligico, Creo que la procedencia del psicoanslisis del discurso médico, impregna de significantes que muchas veces responden mas a la necesidad de dicho discurso que a lo que sucede en nuestro campo. Cuando Freud vuelve a la nocién de dolor, luego de esa descripcién tan brillante del suftimiento, vuelve a un discurso médico del que siempre se va yendo y al que siempre esté volviendo. Es cierto que el duelo duele, y que por Jo tanto, al provenir ambas palabras de la misma rai latina, su presencia tiene sentido, Sin embargo, es tan grande la cercania a la idea de dolor fisico, que solo al poder hacer un salto hacia la nocién de sufrimiento pudo generar una complejizacién te6rica interesante, Asi, en plena descripcién del dolor, necesita diferenciarlo del duelo, del que ha dicho ya que no entendia por qué era tan doloroso. Y alli ya no tiene dudas: “El duelo se genera bajo el influjo del examen de realidad, que exige categbricamente separare del objeto porque él ya no existe mis. Debe entonces realizar el trabajo de llevar a cabo ese retiro.” (Freud, S. 1926). Sihay duclo, hay dolor, hay suftimiento, porque el sujet obligado a ese retiro de cada situacién donde el otto fue “asunto de una investidura elevada”. Si hay duelo es porque hay trabajo de desinvestidura, pero para volver a disponer de la libido hipo- tecada.en el objeto. Trabajo con la ligadura y la desligadura, con Ja transformacién de la presencia en ausencia y de la ausencia en recuerdo, Si no, habrd trauma —si ustedes quieren, angustia , agujero~ puro desarmado de la trama. onde retomo mi cuestionamiento anterior a la nocién o esta traum: 22 Ver sicoparologiay fuentes del sufrimiento™ en este mismo libro, pig 68. 130 ca oftece la posibilidad de pensar en cémo se tramita n_duelo en pareja, cémo los su cada vinculo debe trabajar ese espacio conjunto que arman y que a veces permite cumplir suefios y otras muchas no. Ellos arman una pareja con un horizonte de deseos conjun- tos que se obstaculiza por la puesta en vigencia de alguna de sus fuentes de sufrimiento. El cuerpo propio de ella, cerca de la muerte, “mutilada”. Se trata de una pareja que empez6 muy joven, casi adoles- ccentes, esas parejas que tienen como trabajo vincular abrir la exogamia. Algunas lo logran y alli vermina su sentido. No siempre esa pareja adolescente puede transformarse en otra cosa y termina. Ellos siguieron. El encuentro es muy cercano a la endogamia y parecieron transitar esa salida y el armado de un vinculo diferente hacia proyectos de otro orden, pero algo pas6. El cuerpo vincular, ‘ese cuerpo que traeria varios hijos a la familia, algdin varon, no pudo hacerlo, Uno observa, en el devenir de las sesiones, cémo el vinculo no ha podido transformarse después del evento traumstico, imposibilitados de duelar lo que cada uno de ellos habia perdido, Y en este sentido, vale la pena remarcar que pensar en duelos conjuntos no significa dejar de lado las distintas subjetividades de la pareja. fios se interpenetran, cémo "Cuando la depresin es vivida de manera conjunta por varios sujetos, no esta establecido que se haya consttuido, que evolu- cione y que ce elabore en el mismo tiempo y con el mismo ritmo para cada sujeto. La temporalidad de la elaboraciin y la de la reparacin no son sincrinicas”. (Kaés, R. 2007). Dear: nosotros, cémo barajar y dar de nuevo, si seguimos con el poqu Ella siente el cuerpo mutilado, El mutila su economia en el os no logran estar juntos para pensar cémo rearmar el 80. 131 René Kaés formulé la hipéresis de que “de naruraleza del vinculo «que los une entra de modo decisivo en la formaciéin y el devenir de su experiencia depresiva” (Kaés, R. 2007). Sabemos cémo, muchas veces, la clinica nos muestra las dificultades de los hijos para sortear con capacidad simbolizante los trabajos de duelo que sus padres no han podido realizar, dificultad. trasmisi entramadas con la transgeneracional de ciertos micleos depresivos. Ello hace imprescindible poner a trabajar en un andlisis de pareja aquello que concierne a las depresiones conjuntas y a los duclos congelados en virtud de alianzas inconscientes (Kaés, R. 2007). Pensar el duclo como trabajo nos ubica en otra ligica que la de pensar en “normal” o patol6gico”. Ese trabajo no se realiza de una ver y para siempre, Vay viene. Avanza y se detiene. En algiin momento habré realizado gran parte de su trabajo y es donde diremos “duelo elaborado”, como quien d Sin embargo, siempre van quedando restos (valga... restos...) {que seguramente volveran a aparecer cuando la vida lo indique, ‘asunto terminado” por esta o aquella circunstancia, hasta que nuevamente vuelva a EL HIJO EN LA PAREJA Uno de los avatares posibles en la vida de una pareja es que en el contexto de ese vinculo se produzca filiacién, Sabemos hoy que no es necesario que exista una relacidn de alianza para que se produzca filiacién, y tampoco que, en el caso de haberla, se trate necesariamente de una pareja heterosexual. Sin embargo, quiero cefiirme a la pregunta acerca de cémo adviene un hijo en la pareja, y para tratar de entender algunas implicancias de dicho movimiento, me voy a apoyar en una vifiera, en este caso de una pareja heterosexual se queja porque ella no quiere hacer nada en la casa. planchary, fundam Nada” quiere decir que no quiere limy 132

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